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Contexto histórico[editar]
El racionalismo es una corriente filosófica europea que posteriormente fue subdividida por
los historiadores, en dos bloques antagónicos: racionalismo y empirismo. Comprende todo
el siglo XVII y es un largo e intenso epílogo metafísico a los grandes progresos de la
ciencia del Renacimiento. En él, la filosofía adopta el paradigma matemático de la
geometría y el paradigma experimental de la física, oponiéndose tanto al
escepticismo pirrónico como al formalismo escolástico. Sus características principales son:
Racionalismo
3. En teología, es la corriente según la cual son aceptables tan sólo los dogmas de la
fe vistos por el entendimiento como concordantes con la lógica y con “la luz natural” de
la razón.
Diccionario filosófico · 1965:388
Racionalismo
(lat. rationalis.) 1. Doctrina en la teoría del conocimiento que dice que la universalidad y la
necesidad –indicadores lógicos del saber verídico– no pueden ser deducidas del experimento y
sus generalizaciones, sino tan sólo del intelecto mismo o de los conceptos inherentes a él desde
su nacimiento, (teoría de las ideas innatas de Descartes), o bien de los conceptos que sólo
existen en forma de fuerzas potenciales, predisposiciones del intelecto. La experiencia ejerce
cierto influjo estimulante sobre la aparición de estos conceptos, pero su carácter universal y
necesario incondicional se lo imprimen los criterios del intelecto o las formas apriorísticas que
preceden el experimento y, al parecer, no dependen del mismo. En este sentido, el racionalismo
es contrario al empirismo. El racionalismo surgió como intento de explicar las particularidades
lógicas de las verdades en las matemáticas y las ciencias naturales matemáticas. Los adeptos
del racionalismo eran Descartes, Spinoza, Leibniz (siglo
17), Kant, Fichte, Schelling, Hegel (siglo 18). La estrechez del racionalismo consiste en la
negación de la procedencia experimental de la universalidad y la necesidad del saber verídico.
El racionalismo absolutiza el carácter incondicional de estos indicadores lógicos y no conoce la
dialéctica de la transición del saber de una universalidad y necesidad menores a la universalidad
y necesidad cada vez mayores e incondicionales. Dicha estrechez fue superada por el marxismo,
que estudia el conocimiento en unidad con la práctica (Conocimiento, Teoría y práctica). El
racionalismo tiene numerosas manifestaciones en los diversos campos del saber. En estos
casos, el racionalismo significa también la fe en la razón, en la evidencia del criterio razonable,
en la fuerza de la demostrabilidad.
2. En teología, el racionalismo es una corriente, según la cual sólo son admisibles los dogmas
de la fe que el intelecto considera correspondientes a la lógica y a los argumentos de la razón.
(Del latín “ratio”-razón). En la teoría del conocimiento, tendencia que reconoce la razón
como única fuente del verdadero conocimiento, en oposición al empirismo, que
considera como única fuente del conocimiento de la verdad a los sentidos.
El materialismo dialéctico superó las unilateralidades del racionalismo y del empirismo,
y resolvió, científicamente el problema de los momentos sensorial y lógico en el
conocimiento, considerándolos en su unidad y relación orgánica. La experiencia de los
sentidos es el momento de la partida del conocimiento, es la transformación de los datos
sensoriales en las cabezas de los hombres. Los más destacados representantes del
racionalismo fueron Descartes y Leibnitz.
IDEALISMO
El idealismo apela a una idea básica de relación entre la mente y el cosmos. Se basa en la
idea de que nosotros los humanos somos capaces de elaborar concepciones de la
naturaleza y el ser de Dios, mediante la mera reflexión. De acuerdo con esta concepción,
el mundo y la mente humana existen con dependencia, uno de otra. En contraposición al
empirismo y sus derivados (el positivismo y el realismo, por ejemplo), para descubrir las
características fundamentales del mundo no sería necesario examinarlo, sino que bastaría
con la reflexión, privilegiando así, las ideas sobre la experiencia como fuente de
conocimiento.
De acuerdo con Mario Bunge, el idealismo es la familia de teorías filosóficas que afirman
la primacía de las ideas o incluso su existencia independiente. Un sinónimo es
el inmaterialismo. El materialismo rechaza el idealismo. El idealismo no es precisamente
antagónico al realismo pues hay filosofías idealistas (idealismo objetivo) que postulan una
existencia de objetos abstractos independientes del observador.
El idealismo supone que los objetos no pueden tener existencia sin que haya una mente
que esté consciente de ellos. Para poder conocer las cosas, se debe tomar en cuenta la
conciencia, las ideas, el sujeto y el pensamiento.
Variantes y características[editar]
Idealismo objetivo[editar]
El idealismo objetivo dice que las ideas existen por sí mismas y que solo podemos
aprenderlas o descubrirlas mediante la experiencia. Para el idealista objetivo los demás
son ideas sin cuerpo material. Algunos representantes del idealismo objetivo
son Leibniz, Hegel, Bernard Bolzano, Dilthey.
Idealismo subjetivo[editar]
El idealismo subjetivo sostiene que las ideas solo existen en la mente del sujeto: que no
existe un mundo externo autónomo. Para el idealista subjetivo los demás son ideas que
solo existen en su propia mente. Representantes del idealismo subjetivo
son: Descartes, Berkeley, Kant, Fichte, Mach, Cassirer y Collingwood.
La principal característica del idealismo subjetivo es que todo gira alrededor del sujeto
cognoscente (ser pensante que realiza el acto del conocimiento). Y existen, a su vez, dos
variantes. La versión radical sostiene que el sujeto construye el mundo: no existen cosas
por sí mismas sino que solo existen cosas para nosotros (constructivismo ontológico).
Según esta concepción, la naturaleza no tiene existencia independiente. En cambio,
la versión moderada «af irma que las cosas son del color del cristal con que se miran».
La ciencia y la tecnología no interfieren en el idealismo, pues ambas dependen sobre todo
de la percepción del mundo exterior para modificarlo conforme al conocimiento. Donde la
percepción en sí, no es ninguna temática contraria al idealismo.
El simple aserto de que las ideas son importantes no lo califica de idealista. Casi todos los
materialistas y realistas admiten la existencia e importancia de las ideas, solamente niegan
su autoexistencia.
La reacción individualista al idealismo alemán[editar]
Una aportación del idealismo alemán aplicable a nuestros días es:
«La clase de filosofía que se elige depende de la clase de hombre que es».
Tomando en cuenta esta frase se puede pensar que solo es aplicable a los seres humanos
en edad adulta y es quizá, porque hasta entonces se adquiere una filosofía de vida, lo que
quizá se ha pasado por alto desde hace muchos años, es el hecho de que los mayores
son un ejemplo para las nuevas generaciones por lo cual es importante que la manera de
dirigirse en la sociedad sea un ejemplo de la filosofía que estos puedan replicar en la
búsqueda de una sociedad productiva y humanista.1
1. ¿Qué es idealismo?
El idealismo es un conjunto de corrientes filosóficas que se opone al
materialismo. Afirma que para comprender la realidad no alcanza con el
objeto en sí que es percibido por los sentidos sino que es necesario tener en
cuenta las ideas, los sujetos pensantes y el propio pensamiento.
4. Ejemplos de idealismo
Detallamos los principales ejemplos que reflejan parte de la filosofía idealista:
Platón. Filósofo griego (Atenas, 427 – 347 a. C.). Sócrates fue su maestro y
luego, Aristóteles su discípulo. Fue un pensador destacado cuyo trabajo tuvo
gran influencia en la filosofía occidental y en las prácticas religiosas. En el año
387 a. C. fundó la Academia, el primer instituto superior de filosofía idealista de
la antigua Grecia.Algunos de los aportes más destacados de Platón fueron:
Cada cosa es lo que es y solo llega a serlo en relación con otras cosas. Esta
realidad dialéctica está en constante proceso de transformación y cambio.
Concibe una totalidad donde cada cosa llega a ser lo que es como suma de
todos los momentos, superando la vaguedad de la abstracción. No hay
diferencia entre el ser y el pensar ni entre el sujeto y objeto: todo se diluye en
la totalidad. Proceso del conocimiento dialéctico:
MATERIALISMO
El materialismo es la idea que postula que la materia es lo primario y que la conciencia
existe como consecuencia de un estado altamente organizado de ésta, lo que produce un
cambio cualitativo.
En cuanto a la relación del pensamiento humano y el mundo que nos rodea y la
cognoscibilidad de ese mundo, el materialismo afirma que el mundo es material y que
existe objetivamente, independientemente de la conciencia. Según esta concepción, la
conciencia y el pensamiento se desarrollan a partir de un nivel superior de organización de
la materia, en un proceso de reflejo de la realidad objetiva.
El materialismo también sostiene que la materia no ha sido creada de la nada, sino que
existe en la eternidad y que el mundo y sus regularidades son cognoscibles por el humano,
ya que es posible demostrar la exactitud de ese modo de concebir un proceso natural,
reproduciéndolo nosotros mismos, creándolo como resultado de sus mismas condiciones y
además poniéndolo al servicio de nuestros propios fines, dando al traste con la “cosa en sí,
inasequible”.
Las afirmaciones del materialismo entran en oposición con las del idealismo. Al afirmar que
sólo hay una "clase de sustancia" (la materia) el materialismo es un tipo de monismo
ontológico.1
Introducción[editar]
La oposición entre el enfoque materialista y el enfoque idealista es una de las polémicas
filosóficas más antiguas y persistentes. En el siglo XVII el término «materialismo» se solía
usar principalmente en el sentido de representaciones físicas acerca de la materia. En ese
sentido las ciencias naturales modernas tienen un enfoque completamente materialista.
Desde comienzos del siglo XIX, por influencia del materialismo histórico, el término pasa a
usarse también en contexto de las ciencias sociales. En ese sentido el materialismo se
refiere a varios marcos teóricos que buscan las causas de los procesos históricos y el
cambio cultural en causas materiales. Para este materialismo de tipo histórico las causas
últimas de los fenómenos sociales están determinadas por factores materiales y rechaza
explícitamente las explicaciones en las que intervienen factores sobrenaturales, tomando
como un hecho la irrelevancia científica de Dios, de espíritus y de una supuesta
inteligencia del mundo en el devenir histórico. De acuerdo con el materialismo, las causas
últimas deben buscarse en factores medibles o aprehendibles empíricamente.2
Aunque históricamente el materialismo histórico se popularizó en el seno del marxismo,
donde sigue siendo un tema principal, se encuentran antecedentes anteriores a Marx.
Actualmente está presente en antropología, teoría de la historia o sociología, haciendo que
el materialismo histórico englobe a toda una serie de elaboraciones teóricas no
necesariamente marxistas. Fuera del campo del marxismo, el materialismo de tipo
histórico es la hipótesis de que los rasgos definitorios de las sociedades humanas y la
evolución histórica de las mismas ha estado determinada por factores materiales
(tecnología disponible, sistema de producción, características geográficas y climáticas).
Debido al intento de establecer las ideas del materialismo histórico de modo independiente
a la versión marxista del mismo, se han acuñado términos nuevos como: materialismo
cultural, funcionalismo ecológico, determinismo geográfico, determinismo económico, y
otros, que pueden ser considerados como concepciones materiales de la Historia.
Diversos autores académicos como Jared Diamond o Marvin Harris han tratado en detalle
la evolución histórica de extensas áreas geográficas, y tratando de explicar rasgos
definitorios de la sociedad a partir de factores materiales, señalando que este tipo de
factores son los preponderantes cuando se trata de entender la evolución de las
sociedades y las civilizaciones.
Historia[editar]
Doctrinas materialistas del Antiguo Oriente[editar]
Los primeros vestigios que se tienen de la doctrina materialista se remontan a fines del
tercer y principios del segundo milenio a. de n. e. en las culturas egipcia y babilónica,
donde se formaron las primeras concepciones materialistas espontáneas. También y un
poco más tarde pero con mayor integridad se la encuentra en la filosofía de
la India y ChinaAntigua.
En monumentos de la cultura egipcia antigua se menciona por ejemplo «el agua fría
creadora de todos los seres y de la que proceden todas las cosas, así como el aire que
llena el espacio y se halla en todas partes», lo cual muestra que ya en ese entonces se
planteaba en forma embrionaria la cuestión del origen material de los fenómenos
naturales. O puede que hayan interpretado estos elementos desde un punto de vista
netamente simbólico.
En la cultura babilónica, por ejemplo, nos encontramos con el astrónomo Seleuco (siglo II
a. de n. e.) quien ya en ese entonces formuló conjeturas acerca de la estructura
heliocéntrica del mundo.
En la India Antigua aparece a mediados del I milenio a. C. en la doctrina Lokaiata (o
escuela de los chārvākas) que sostenían que el mundo era material, compuesto de cuatro
elementos primigenios: la tierra, el agua, el fuego y el aire. De estos elementos se
formaban también los seres vivos, incluido el ser humano, los cuales luego de morir se
descomponían nuevamente en estos elementos. Los chārvākas además, sometieron a
crítica las doctrinas religiosas imperantes en esa época sobre la existencia de Dios, el
alma y el mundo del más allá, demostrando que al morir el cuerpo, desaparecía la
conciencia, por lo que consideraban absurda la doctrina de la transmigración de las almas.
El materialismo de los chárvakas se hallaba íntimamente relacionado con su ateísmo.
Posteriormente en la corriente Sāṃkhya (cerca del año 600 a. C.) se sostenía que el
carácter material del mundo se desarrollaba a partir de una substancia primigenia (prakriti);
pero el logro más importante de esta corriente fue el postulado de que el movimiento, el
espacio y el tiempo son propiedades inseparables de la materia.
A medida que se desarrollaba la filosofía hindú antigua, la concepción de la materia
compuesta por los cuatro elementos (fuego, aire, agua y tierra) fue sustituida por
representaciones más desarrolladas basadas en la estructura atomista del mundo. En las
escuelas filosóficas Nyāya y Vaiśeṣika surgen las ideas de que el mundo se compone de
pequeñas partículas de diversa cualidad que se hallan en el éter, en el espacio y en el
tiempo. Estas partículas serían eternas, increables e indestructibles, al tiempo que los
objetos compuestos de ellas serían mutables, inestables y transitorios. Estas ideas
materialistas ejercieron un fuerte influjo sobre escuelas y doctrinas religiosas de la época,
como por ejemplo en la escuela religiosa Mīmāṃsā, la cual reconocía la realidad del
mundo, cuyo ser no depende de ningún creador, existe eternamente y se compone de
partículas regidas por la ley autónoma del karma.
En la China Antigua encontramos la doctrina materialista en la teoría del conocimiento
de Mozi (479-381 a. C.) en oposición a Confucio. Aportes importantes también las dio
el Taoísmo, cuyo creador Lao-Tse (siglos VI a. C. a IV a. C.) sostenía que el mundo, que
es eterno, se halla en movimiento y mutación continuos. El movimiento, según los taoístas,
es regido por el Tao (ley natural), que si bien es un concepto abstracto y metafísico, es al
mismo tiempo anti-espiritista ya que al Tao se lo considera inmaterial pero natural, y no de
origen divino o sobrenatural, por lo que la cosmovisión taoísta resulta en una dialéctica
materialista-metafísica, dualmente naturalista y no espiritista.
Las ideas materialistas ingenuas cobraron sucesivo desarrollo en la doctrina de Xun
Zi (313-238 a. C.) una de las relevantes figuras del confucionismo, quien a diferencia de
otros confucianos consideraba que el cielo no posee conciencia y es parte de la
naturaleza, en la que incluía asimismo el Sol, la Luna, los astros, las estaciones del año, la
luz y las tinieblas, el viento y la lluvia, y que la sucesión de fenómenos celestes discurre
según determinadas leyes naturales, de modo que el destino de las personas no puede ser
regido por una inexistente «voluntad del cielo».
Xun Zi afirmaba que el ser humano, contrariamente a los animales, sabe mancomunar sus
esfuerzos y organizar su vida pública, que puede conocer el mundo circundante y
aprovechar los conocimientos adquiridos en su bien; además de que el conocimiento
empieza por la percepción, pero es gobernado por el pensamiento que cumple leyes
naturales.
Por último ya en las inmediaciones de nuestra era la encontramos en Wang Chung (27-
97 a. C.) quien sostenía que el mundo se compone de la substancia qì, la cual se mueve
en la eternidad, mientras que el tao es la ley de la propia realidad. Por la acción recíproca
de dos qi —los enrarecidos que se hallan en el espacio celeste y los condensados que se
hallan en la tierra constituyendo los diversos cuerpos— son engendradas todas las cosas.
Sostenía que el hombre es un ser natural compuesto de substancia material en el que se
ha instalado una energía vital, un principio espiritual elaborado por la circulación de la
sangre, la cual desaparece al morir el hombre. Este materialismo era ingenuo y metafísico.
La naturaleza es infinita;
El Sol no es el centro del universo sino tan solo el centro de nuestro sistema
planetario;
No sólo el Sol tiene planetas sino también las otras estrellas;
Todo el universo es homogéneo; es decir, tiene las mismas sustancias de la Tierra;
Todos los otros planetas también están poblados;
La materia es madre y alumbradora de todas las cosas y capaz de producir
infinitamente nuevas y nuevas formas;
El hombre es parte inseparable de la naturaleza, es el microcosmos que refleja el
macrocosmos;
Admite los grados del conocimiento que había establecido Nicolás de Cusa: los
sentidos, el entendimiento y la razón. Aunque le otorga la prioridad a la razón;
El entender el universo como infinitud conduce al filósofo italiano a la «dialéctica de la
coincidencia de los opuestos», tanto en lo infinitamente grande como en lo
infinitamente pequeño.
Materialismo metafísico (mecanicista). ss. XVII y XVIII[editar]
(Galileo Galilei, Francis Bacon, Thomas Hobbes, Pierre Gassendi, John Locke, Baruch
Spinoza).
Con el surgimiento de las relaciones capitalistas de producción, se fomenta la producción,
se despliega la industria y el comercio, lo cual requiere el conocimiento concreto de las
leyes del mundo circundante y aparece la necesidad de estudiar e indagar la naturaleza.
Esto le da un impulso a la filosofía la cual se proclama como ciencia llamada a averiguar
las verdades que ayudan en la vida práctica y orientan la creación de valores materiales,
se declaran falsos los postulados de la filosofía medieval y a su método por la inducción a
errores y se ofrecen nuevos medios de investigación y métodos para conocer la verdad.
Uno de los principales filósofos de esta corriente fue Francis Bacon (1561-1626), quien
criticó duramente la filosofía idealista, empezando por la Antigüedad y llegando hasta el
Medioevo, por haberse convertido en sirviente de la teología y haber llegado a
fundamentar sus tesis con dogmas religiosos, por su carácter especulativo, la vacuidad y
la inconsistencia de sus postulados. Bacon consideraba la experiencia como fundamento
del proceso de conocimiento si se libraba al hombre y a su conciencia de todo tipo de
prejuicios. Defendía el mundo material infinito y eterno siendo una de sus propiedades
fundamentales el movimiento, que Bacon reducía a unas cuantas formas.
Al método de Bacon le son inherentes asimismo la metafísica y el mecanicismo, pues
entendía que los objetos eran una combinación mecánica de ciertas cualidades
permanentes y que podían ser entendidos mediante la unificación mecánica de los datos
sobre sus diversos aspectos. Pese a sus insuficiencias, la doctrina de Bacon fue un
considerable paso adelante en el desarrollo del pensamiento filosófico y marcó la aparición
de una nueva forma de materialismo filosófico, el materialismo metafísico.
La doctrina materialista continuó desarrollándose por filósofos como Thomas
Hobbes (1588-1679), quien entendía que la naturaleza representa una totalidad de
cuerpos que poseen dos propiedades principales: extensión y figura, y reducía la variedad
de movimiento al movimiento mecánico, entendiendo como movimiento la traslación de los
cuerpos en el espacio. Estableció como único método científico del saber el matemático,
sostenido en las operaciones de sumar y restar.
Muchos años más tarde, tenemos a Pierre Gassendi, representante de la tradición
materialista, quien se oponía a los intentos de René Descartes para basar las ciencias
naturalesen fundaciones dualistas.
Materialismo dialéctico[editar]
Artículo principal: Materialismo dialéctico
Creado a mediados del siglo XIX por Karl Marx y Friederich Engels y desarrollado
posteriormente por Vladímir Ilich "Lenin" en la nueva situación histórica. Marx y Engels,
volteando la dialéctica idealista de Georg Hegel "de arriba hacia abajo", proveyeron al
materialismo con un proceso de cambio cuantitativo y cualitativo llamado materialismo
dialéctico, y con una visión materialista de la historia, conocida como materialismo
histórico. Otros filósofos rusos siguieron esta línea de pensamiento como Visarión
Belinski, Aleksandr Herzen, Nikolái Chernyshevski, Nikolái Dobroliúbov.
Materialismo en la actualidad[editar]
El materialismo es una corriente de la filosofía que surge estricta y exclusivamente como
contrapartida de otra, denominada idealismo, para responder a aquella cuestión
fundamental de la filosofía sobre qué es primero: el pensamiento o lo material. Entonces y
como se desprende ya desde el nombre que se le atribuyó, el materialismo le da absoluta
preeminencia al mundo material, siendo que siempre lo material precederá al
pensamiento.
El concepto no afecta sólo a la visión filosófica del mundo sino también a la ciencia.
Aunque en las ciencias naturales los enfoques no-materialistas quedaron descartados
hace mucho tiempo, en ciencias sociales ha existido en los últimos siglos una polémica en
torno al materialismo como enfoque de investigación. Más recientemente Marvin
Harrispropuso un enfoque de investigación materialista de las culturas y las sociedades
llamado materialismo cultural. E, incluso, Paul y Patricia Churchland han promovido un
nuevo enfoque no reduccionista de materialismo, conocido como materialismo
eliminativo que sostiene que algunos fenómenos mentales en realidad no existen y que
hablar de estos conceptos, como se hace en psicología popular es algo así como dar
crédito a las enfermedades causadas por el diablo. En España, un representante actual del
materialismo con una línea de pensamiento similar es por ejemplo Martín López
Corredoira, 7 8 9 10 al abogar por una visión del mundo en la que todo lo existente es
materia-energía física siguiendo sus correspondientes leyes naturales y excluyendo la
posibilidad de cualquier otro ente no-material (mente, libre albedrío, persona en tanto que
ser con identidad propia, sentimientos,...), o relegándolo a mera representación mental de
algo inexistente en sí.
El materialismo ha sido entendido frecuentemente como una forma
enteramente científica y racionalista de ver el mundo, particularmente por pensadores
religiosos que se le oponen y por marxistas. El materialismo como principio filosófico o
científico típicamente contrasta con el dualismo, la fenomenología, el idealismo y
el vitalismo.
La definición de «materia» en el materialismo filosófico moderno comprende a todos los
entes científicamente observables, como la energía, fuerzas y la curvatura del espacio.
Muchos autores del siglo XX, particularmente epistemólogos y filósofos de la ciencia,
prefieren la denominación de fisicalismo porque carece tanto de las connotaciones
emocionales de la palabra «materialismo» como de las restricciones históricas asociadas a
éste. Enfatiza lo físico, sea materia o energía.
«El materialismo filosófico acaso sólo tiene en común con los materialismos tradicionales la
negación del espiritualismo, es decir, la negación de la existencia de sustancias espirituales. Es
cierto que cuando estas sustancias espirituales se definen como no materiales, poco avanzamos
en la definición del materialismo, puesto que no hacemos otra cosa sino postular la realidad de
unas sustancias no materiales, pero sin definirlas previamente. Y si en lugar de definir las
sustancias espirituales como sustancias inmateriales se definen como incorpóreas, estaremos
presuponiendo que el materialismo es un corporeísmo, tesis que rechaza de plano el
materialismo filosófico, en tanto admite la realidad de seres materiales pero incorpóreos (la
distancia entre dos cuerpos es sin duda una relación real, tan real como los cuerpos entre los
que se establece, pero no es corpórea, ni tampoco «mental»).
Por ello el materialismo filosófico ve necesario, para romper el círculo vicioso (sustancia
espiritual es la sustancia no material, y sustancia material es la no espiritual), acudir a una tercera
idea, a saber, a la idea de la Vida, definiendo la sustancia espiritual como sustancia viviente
incorpórea. El materialismo, en general, podría entonces definirse como la negación
de la existencia y posibilidad de sustancias vivientes incorpóreas. Esta definición de
materialismo permite incluir al atomismo de Demócrito; pero el atomismo de Demócrito es un
corporeísmo, por cuanto identifica a lo incorpóreo con el no-ser, con el vacío; por ello el
materialismo filosófico no tiene que ver con el atomismo de Demócrito, renovado en el siglo XVII
y XVIII en una concepción que bloqueó el desarrollo de la ciencia moderna y especialmente de
la Química, la cual solamente pudo seguir adelante «rompiendo» el átomo. Pero, aparte de
Demócrito, el materialismo tradicional se desarrolló como monismo materialista corporeísta, y
este es el modelo más extendido en los siglos XIX y XX (Büchner, Moleschott, Ostwald, Haeckel,
Marx, Engels, Monod, &c.). El materialismo filosófico tiene muy poco que ver con este
materialismo tradicional.» (Gustavo Bueno, La fe del ateo, Temas de Hoy, Madrid 2007, pág.
373.)
POSITIVISMO
La filosofia positiva es un pensamiento científico que afirma que el conocimiento
auténtico es el conocimiento científico y que tal conocimiento solamente puede surgir de
la afirmación de las hipótesis a través del método científico. El positivismo se deriva de
la epistemología que surge en Francia a inicios del siglo XIX de la mano del pensador
francés Saint-Simon, de Auguste Comte, y del británico John Stuart Mill y se extiende y
desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad del siglo XIX. Se tiene en cuenta
que también tiene cierto parentesco con el Empirismo. Uno de sus principales precursores
en los siglos XVI y XVII fue el filósofo, político, abogado, escritor y canciller de
Inglaterra Francis Bacon.
"Filosofia" resultaba ser lo que los antiguos y en particular Aristoteles , por esta palabra, a
saber :" el sistema general de los contextos humanos"y por positiva la idea de que las
teorías tienen por finalidad coordinar los hechos observados.
El uso de la palabra "fenómenos" por comte expresa su convencimiento de que
únicamente conocemos la realidad tal como nos aparece , pero no debe suponerse que
implique que para el la mente humana conoce tan solo impresiones subjetivas.
Esta epistemología surge como manera de legitimar el estudio científico naturalista del ser
humano, tanto individual como colectivamente. Según distintas versiones, la necesidad de
estudiar científicamente al ser humano nace debido a la experiencia sin parangón que fue
la Revolución francesa, que obligó por primera vez a ver a la sociedad y
al individuo como objetos
Características[editar]
Estas corrientes tienen como características diferenciadoras la defensa de
un monismo metodológico (teoría que afirma que hay un solo método aplicable en todas
las ciencias). La explicación científica ha de tener la misma forma en cualquier ciencia si
se aspira a ser ciencia, específicamente el método de estudio de las ciencias físico-
naturales. A su vez, el objetivo del conocimiento para el positivismo es
explicar causalmente los fenómenos por medio de leyes generales y universales, lo que le
lleva a considerar a la razón como medio para otros fines (razón instrumental). La forma
que tiene de conocer es inductiva, despreciando la creación de teorías a partir de
principios que no han sido percibidos objetivamente. En metodología histórica, el
positivismo prima fundamentalmente las pruebas documentadas, minusvalorando las
interpretaciones generales, por lo que los trabajos de esta naturaleza suelen tener
excesiva acumulación documental y escasa síntesisinterpretativa.
Auguste Comte formuló a mediados del siglo XIX la idea de la creación de
la sociología como ciencia que tiene a la sociedad como su objeto de estudio. La
sociología sería un conocimiento libre de todas las relaciones con la filosofía y basada en
datos empíricos en igual medida que las ciencias naturales. Una de sus propuestas más
destacadas es la de la investigación empírica para la comprensión de los fenómenos
sociales, de la estructura y el cambio social (razón por la que se le considera padre de
la sociología como disciplina científica). Comte presenta a la historia humana en tres fases:
Reacción[editar]
Artículo principal: Antipositivismo
Corrientes positivistas[editar]
Entre las corrientes positivistas se puede mentar el positivismo
ideológico, empiriocriticismo, positivismo metodológico o conceptual, positivismo
analítico, positivismo sociológico, positivismo realista y neopositivismo (empirismo lógico o
neopositivismo lógico). Los enfoques sociológicos en filosofía de la ciencia y epistemología
han sido tradicionalmente los principales críticos del positivismo, aunque ambas posturas
no son necesariamente contradictorias.
En el campo del derecho, el denominado positivismo jurídico o iuspositivismo no guarda
relación en su origen con el positivismo filosófico, sino con el concepto de derecho
positivo(la consideración del derecho como creación del ser humano).
En el campo de la psicología se puede mentar el conductismo o psicología conductista,
como pioneros en la aplicación de la metodología científica al estudio de la conducta
humana. Actualmente, en la psicología conviven múltiples escuelas, muchas de las cuales
se basan en el positivismo para el estudio del ser humano. Entre dichas escuelas o
enfoques destaca el cognitivo-conductual. Cabe mencionar el avance arrollador de
la neurociencia, que toca problemas mentales que antes parecían inescrutables.
Positivismo
Positivismo
Positivismo
Positivismo
Positivismo
(latín positivus.) Corriente de la filosofía burguesa, que proclama como fuente única
del conocimiento verídico, auténtico, a las ciencias concretas (empíricas) y que niega el
valor cognoscitivo de la investigación filosófica. El surgimiento del positivismo fue una
reacción peculiar a la incapacidad de la filosofía especulativa (por ejemplo, del
idealismo clásico alemán) de resolver los problemas filosóficos que planteaba el
desarrollo de las ciencias. Cayendo en el otro extremo, el positivismo rechazó en
general la especulación teórica como medio de obtención de los conocimientos.
Proclamó falsos y desprovistos de sentido los problemas, conceptos y proposiciones de
la filosofía anterior (ser, esencias, causas, &c.), que en virtud de su gran abstracción no
pueden ser resueltos ni verificados por medio del experimento. El propio positivismo
pretendía ser una filosofía nueva por principio, “no metafísica” (“positiva”), construida
a semejanza de las ciencias empíricas y concebida como metodología de estas últimas.
Por su esencia, el positivismo es empirismo en algunos aspectos elevado a conclusiones
lógicas extremas: por cuanto todo conocimiento es para el positivismo un conocimiento
empírico de una u otra forma, por tanto ninguna especulación puede ser conocimiento.
Pero el propio positivismo no pudo evitar la suerte de la filosofía anterior, ya que sus
propias proposiciones fundamentales (negación de la especulación, fenomenalismo,
&c.) no pueden ser verificadas por vía experimental y, consiguientemente, son
“metafísicas”. El fundador del positivismo fue Comte, quien introdujo también el
término mismo. Históricamente se distinguen tres etapas en el desarrollo del
positivismo. Los representantes de la primera etapa son Comte, E. Littré, P. Laffite
(Francia), Mill, Spencer (Inglaterra). Además de los problemas de la gnoseología
(Comte) y la lógica (Mill), los positivistas concedían un importante lugar a la sociología
(idea de Comte acerca de la transformación de la sociedad sobre la base de la ciencia,
la teoría orgánica de la sociedad, de Spencer). El comienzo de la segunda etapa del
positivismo –empiriocriticismo– data de los años 70-90 del siglo 19 y está asociado a
los nombres de Mach y Avenarius, los cuales se negaron incluso a reconocer
formalmente los objetos objetivo-reales, mientras que los representantes del positivismo
inicial aun los reconocían. El machismo interpretaba los problemas del conocimiento
desde el punto de vista del psicologismo extremo, el cual desembocaba en el
subjetivismo. El surgimiento y formación del positivismo novísimo (neopositivismo)
está vinculado con la actividad del Círculo de Viena (O.
Neurath, Carnap, Schlick, Frank, &c.). y de la Sociedad berlinesa de filosofía empírica
(Reichenbach y otros), que reunían en sí a muchas corrientes: atomismo
lógico, positivismo lógico, semántica general (son próximos a estas corrientes
el operacionalismo y el pragmatismo). En esta etapa del positivismo, la tercera, ocupan
el lugar principal los problemas filosóficos del lenguaje, la lógica simbólica, la
estructura de la investigación científica y otros. Al rechazar el psicologismo, los
representantes de esta corriente del positivismo siguieron la línea del acercamiento de la
“lógica de la ciencia” a las matemáticas, la línea de la formalización de los problemas
gnoseológicos.
DUALISMO
Se llama dualismo a la doctrina que afirma la posible existencia de dos principios
supremos, increados, coeternos, independientes, irreductibles y antagónicos, uno
del bien y otro del mal, por cuya acción se explica el origen y evolución del mundo; y
también, en un sentido más amplio, a las doctrinas que afirman dos órdenes de ser
esencialmente distintos, con más o menos radicalismo: por ejemplo, ser ideal y ser
real, Dios y mundo, naturaleza y gracia (en el
plano cognoscitivo razón y fe), materia y espíritu, orden físico (de la necesidad) y
orden moral (de la libertad y el deber) (en el plano cognoscitivo constatación y
valoración ética), conocer y querer (plano de la actividad consciente), bien y mal (plano de
la actividad moral), felicidad y tristeza, etc.dualismo teológico, cosmogónico (relativo al
origen del cosmos) o religioso; en el segundo caso se puede hablar de un dualismo
filosófico o metafísico, que se opone de modo irreductible al panteísmo y el holismo.
En la filosofía china se utilizan los términos yin y yang para indicar la dualidad de todo lo
existente en el universo yendo más allá de dos principios supremos e irreductibles.
El dualismo teológico[editar]
El dualismo religioso aparece en muchos pueblos antiguos, como China y Egipto, pero
especialmente en Persia. Su religión, impulsada y reformada por Zoroastro hacia el s. VI a.
C., establece un principio divino del bien, Ormuz o Ahura Mazda, y otro del mal, Ahrimán.
Formas de dualismo se encuentran después en el orfismo (hacia el s. VI a. C.),
el gnosticismo (s. II a. C.), el maniqueísmo, la doctrina gnóstico-maniquea prisciliana y ya
en la Edad Media, en los bogomilos, albigenses y cátaros. La más influyente de estas
doctrinas, después del mazdeísmo de Zoroastro, fue el maniqueísmo.
Dualismos filosóficos[editar]
En diferentes autores se han dado formas muy diversas de dualismo ontológicos. Se
encuentra en Pitágoras, con la oposición entre límite e ilimitado, par e impar, a las que
corresponden otras ocho oposiciones; en Empédocles, con el contraste entre la amistad y
el odio, que Aristóteles interpreta como el Bien y el Mal;6 en Anaxágoras con el caos
primitivo y la inteligencia (Nous); en los atomistas, con el vacío infinito y la multiplicidad de
corpúsculos invisibles. Se acentúa en Platón, con los dos mundos: el mundo inteligible de
las ideas, eterno, inmutable y necesario, y el mundo sensible de la materia, temporal,
mudable y corruptible (alma encerrada en un cuerpo). Platón desvaloriza el mundo de la
materia; de su doctrina procede la imagen del cuerpo como cárcel del alma. El dualismo
platónico reaparece completo en los neoplatónicos, aunque en éstos se añade la doctrina
de la emanación, que liga ambos mundos.
Descartes acentúa el dualismo entre el espíritu (res cogitans) y la materia (res
extensa). Kant introduce un nuevo dualismo: entre la razón pura y la razón práctica, el
mundo natural de la apariencia (fenómeno) y el determinismo, y el mundo moral de la
realidad en sí (nóumeno) y la libertad. Los espiritualistas posteriores insisten en el
dualismo entre naturaleza y espíritu. A algunas de estas formas de dualismo se opone
el monismo, que concibe todo lo real como un ser único, con diferencias no irreductibles,
sólo graduales, entre sus manifestaciones; las diferencias pueden parecer irreductibles, en
todo caso, por la limitación de nuestro conocimiento.
El dualismo es un desgarro cosmológico y existencial. Hans Jonas señala que en los
comienzos del mundo moderno ese dualismo es reformulado por Descartes con el lema
del “yo pienso”. Husserl en el siglo XX se propone culminar tal empresa, sin darse cuenta
que así ahondaba el dualismo que deja a la Naturaleza abandonada a la categoría de lo
inerte, pasivo, inorgánico y desvitalizado. Profundizando con este nihilismo la
categorización de esa Naturaleza como objeto de estudio y entregada a la demiurgia
tecnológica. Esta omisión husserliana determinó las investigaciones de la madurez
de Hans Jonas sobre naturaleza y tecnología.7
Dualismo
(Del latín: “duo”, dos.) El dualismo es una tendencia filosófica que, por oposición
al monismo (ver), estima como el fundamento de la existencia, no una sino dos
diferentes sustancias. Descartes, por ejemplo, consideraba que dos principios
independientes entre sí, dos sustancias, la material y la espiritual, son el fundamento de
lo existente. El dualismo trata en vano de reconciliar y de unir el materialismo con el
idealismo. “La teoría materialista de Marx rechaza radicalmente tanto el dualismo como
el idealismo. No hace falta decir que en el mundo existen, efectivamente, fenómenos
ideales y materiales, pero esto no significa, ni mucho menos, que se nieguen
mutuamente. Al contrario, los fenómenos ideales y materiales son dos formas diferentes
de un mismo fenómeno, existen conjuntamente y así se desarrollan, habiendo entre ellos
una relación estrecha. Por lo tanto, no tenemos ningún motivo para pensar que se
nieguen mutuamente. Es así cómo el llamado dualismo se desploma de raíz” (Stalin). El
materialismo dialéctico es monista y refuta al dualismo; reconoce que la materia en
movimiento es la causa primera de todo fenómeno de la Naturaleza, y la conciencia es
lo secundario, lo derivado de la materia.
Diccionario filosófico marxista · 1946:84
Dualismo
(Del latín “duo” dos). Tendencia filosófica que, en oposición al monismo (ver),
considera como principio de la existencia no una, sino dos substancias diferentes.
Descartes, por ejemplo, consideraba que el hombre se compone de dos substancias
independientes, una corporal y otra espiritual: el alma y el cuerpo. El dualismo trata de
conciliar y combinar el materialismo con el idealismo.
Dualismo
Dualismo
Dualismo
(lat. duo: dos): doctrina filosófica que, en oposición al monismo, considera las substancias
material y espiritual como principios iguales. El motivo de partida del dualismo es a menudo la
tentativa de conciliar el materialismo y el idealismo. En última instancia, la separación dualista
de la materia respecto de la conciencia conduce al idealismo. En mayor grado, el dualismo es
típico de la filosofía de Descartes y Kant. El dualismo constituye la base filosófica de la teoría
del paralelismo psicofísico.
FUNCIONALISMO
El funcionalismo es caracterizado por el utilitarismo otorgado a las acciones que deben
sostener el orden establecido en las sociedades. Es una corriente teórica surgida en
Inglaterra en el año 1930 en las ciencias sociales, especialmente en sociología y
antropología social. La teoría está asociada a Émile Durkheim y, más recientemente,
a Talcott Parsons, además de muchos otros autores como Herbert Spencer, Bronislaw
Malinowski y Robert Merton. El funcionalismo se caracteriza por un enfoque empirista que
preconiza las ventajas del trabajo de campo. En este sentido, los teóricos funcionalistas
identifican en sus textos comunicación con comunicación de masas, porque esa es la
realidad de la sociedad moderna. Hasta el siglo XIX, la mayoría de las labores se
realizaban en un gabinete, mediante relatos sesgados de viajeros. El funcionalismo abrió
el camino de la antropología científica, desarrollándose luego con gran éxito en Estados
Unidos. La corriente funcionalista es la escuela más extendida; se ha llegado a naturalizar
y estudiar el paradigma de las ciencias de la comunicación. Esta circunstancia se ha
entendido como lógica porque es la perspectiva que mejor se identifica con la dinámica y
los intereses del sistema audiovisual.
La escuela propone una serie de teorías concretas con continuidad basadas en distintas
disciplinas: la teoría hipodérmica, la teoría de los efectos limitados, la teoría matemática de
la comunicación y otros enfoques más particulares. Son esquemas de acción cuyo objetivo
es construir un proyecto integrador que aporte conocimientos sobre cómo debe funcionar
la comunicación social. Bajo esta mirada, las instituciones sociales serían medios
colectivamente desarrollados para la satisfacción de las necesidades biológicas y
culturales; los define, por lo tanto, por el cumplimiento de una función social, y no —como
se hacía generalmente— por las circunstancias históricas de su desarrollo. Enfatiza, por lo
tanto, las medidas que las instituciones toman para alcanzar los fines socialmente
valorados. En la escuela funcionalista americana, basada sobre todo en la obra de Talcott
Parsons, se pone un énfasis particular en el mantenimiento de la estabilidad social. En el
contexto estadounidense ayuda pensar que EE.UU. es una nación que todavía está
construyéndose a partir de inmigrantes de distintas procedencias (melting pot) y que, por
tanto, era necesario la integración política.
Herbert Spencer
Adaptación al ambiente.
Conservación del modelo y control de tensiones.
Persecución de la finalidad.
Integración mediante las diferentes clases sociales.
De acuerdo al rol que asuman los subsistemas para resolver estos problemas
fundamentales, actuarán como funcionales o disfuncionales. Los funcionalistas tienen una
visión biologicista de la sociedad, es decir, entienden a la sociedad como una entidad
orgánica cuya normalidad viene postulada por fenómenos que se repiten regular y
sistemáticamente.
El pionero iniciador de la tendencia funcionalista en Latinoamérica fue Gustavo Mendoza,
quien adquirió sus conocimientos en el instituto humano-tecnológico Humboldt.1
Postulados funcionalistas[editar]
Toda cultura tiende a formar una totalidad equilibrada frente a su tendencia hacia el
equilibrio y el cambio.
La estructura social funciona por una orientación de necesidades básicas, como en la
estructura orgánica.
Cada parte en el sistema social está unido a los demás.
El funcionalismo introduce una división en el trabajo antropológico; distingue
entre Etnografía y Etnología. El primero describe aspectos particulares de una cultura,
se introduce en el trabajo de campo, por medio de la observación participante y crea
una síntesis explicativa de los datos etnográficos. La etnología es el análisis
transcultural de los datos etnográficos, con el fin de comparar y establecer
regularidades sustentables empíricamente.
No se construyen teorías etnológicas con facilidad, se pretende hacer descripciones
sugerentes que llevan a futuras teorías sobre el hombre.
Historia[editar]
El funcionalismo es una corriente que surge de numerosos estudios en Inglaterra (a
mitad la década de 1930) en las ciencias sociales, especialmente en sociología y
antropología social.2 Su principal influencia es el sociólogo francés Émile Durkheim, que
piensa que los hechos sociales determinan los hechos culturales. Otros autores de
influencia son Talcott Parsons, Herbert Spencer y Robert Merton. Se caracteriza por el
utilitarismo otorgado a las acciones que deben sostener el orden establecido en las
sociedades, y por un enfoque empirista que preconiza las ventajas del trabajo de campo.
El funcionalismo estudia la sociedad sin tener en cuenta su historia, sino tal y como se la
encuentra; intentando comprender, como cada elemento de la sociedad se articula con los
demás formando un todo, y ejerciendo una función dentro de esa sociedad.3 La corriente
funcionalista es la escuela más extendida, se ha llegado a naturalizar y se estudia como
paradigma de las ciencias de la comunicación. La escuela propone una serie de teorías
concretas con continuidad basadas en distintas disciplinas: la teoría hipodérmica, la teoría
de los efectos limitados, la teoría matemática de la comunicación y otros enfoques más
particulares.4
Contexto histórico[editar]
Contexto socio-político[editar]
1929 Crisis económica mundial.
En los años 1930, el creciente descontento de los alemanes hizo que Adolf
Hitler tomara el control del país en 1933 con un apoyo de la población sin
precedentes. Alemaniadejó de lado la República de Weimar y se convirtió en
un Estado totalitario al igual que la Italia de Benito Mussolini.
Alemania se desarrolla nuevamente; la economía se relanza con el impulso que le da
la industria y la inversión del Estado en infraestructuras.
El Imperio Japonés se consolidaba en Asia, afectando los intereses de Europa y EE.
UU., especialmente en el Pacífico. Japón crea un «Imperio títere» en China bajo el
nombre de Manchukuo.
Gran Bretaña mantuvo su sistema político prácticamente inalterable, al contrario
que Francia, que no logró consolidar una organización político-social fuerte.
Rusia, que entre tanto se había transformado en la URSS, fue escenario de
hambrunas endémicas, represión política y la Gran Purga.
El colapso de la República y el estallido de la Guerra Civil Española en 1936 desangró
a España, la convirtió en un Estado totalitario y sirvió de preámbulo a la gran guerra
que estaba por venir en el continente.
La situación en el resto del mundo no sufrió alteraciones considerables.
En EE. UU. el presidente Franklin Delano Roosevelt lideró la recuperación económica
del país tras la crisis provocada por la gran depresión de 1929.
En 1932 En Alemania, el Partido Nacional Socialista consigue la victoria en las
elecciones generales.
En 1933 se deroga de la Ley Seca en los Estados Unidos.
1933 Inicio en Alemania de la persecución contra los judíos.
1934 Asesinato del canciller de Austria, E. Dollfuss, perpetrado por los nazis.
Formación del Eje Roma-Berlín-Tokio..
Científico[editar]
El descubrimiento del planeta enano Plutón (en ese entonces considerado planeta) por
el estadounidense C. W. Tombaugh.
El estadounidense R. J. Trumpler identifica y mide la absorción de la luz de las
estrellas por la materia interestelar.
Invención del acelerador electrostático de partículas por el estadounidense R. J. Van
de Graaff.
En 1937 Karl Landsteiner y Alexander Wiener: descubrimiento del factor Rh.
Descubrimiento del nylon por el estadounidense W. H. Carothers.
Deportivo[editar]
Primera Copa Mundial de Fútbol (1930) celebrada en Uruguay (y ganada
precisamente por ese país).
Juegos Olímpicos Berlín 1936, desarrollados durante el nazismo.
Escuela funcionalista[editar]
El funcionalismo nace como reacción al evolucionismo y al particularismo histórico. Parte
del hecho de que la cultura es una totalidad orgánica en las que sus diversos elementos
son inseparables (holísticos) y que se hallan interconectados, teniendo cada uno de ellos
una función específica en el conjunto. La religión, la economía, la producción, los rituales,
etc. forman un todo interconectado.
Sus pioneros fueron Bronislaw Malinowski y Alfred Reginald Radcliffe-Brown. El nombre de
la escuela proviene del hecho que para el etnógrafo Bronislaw Malinowski (seguidor de las
teorías sociológicas del francés Emilie Durkheim), las culturas se presentan como un todo
“integrados, funcionales y coherentes”, por lo tanto cada elemento aislado de la misma
sólo puede analizarse considerando a los demás. Estudia, por ende, la cultura y demás
hechos sociales, en función de cómo se organizan para satisfacer las necesidades de un
grupo humano.
Positivismo[editar]
Otra doctrina filosófica que influyó en la construcción del pensamiento funcionalista es
el positivismo. Una escuela sobre teoría de la ciencia fundada por A. Comte que
comprende una reforma en la sociedad y una religión. Constituyendo una teoría del saber
que no admite otra realidad que no sean los hechos, ni a investigar otra cosa que no sean
las relaciones entre los hechos.
Teoría liberal[editar]
Aquella teoría normativa daba amplia libertad para poner en los medios lo que quisieran
sus productores, incluyendo la violencia. Esta teoría se había originado como reacción
contra la tradición aristocrática (del enfoque anterior alfabetizado), donde la institución
pública aristocrática pretendía tener el monopolio sobre la verdad. Se puede decir que de
un extremo se pasó al otro. La teoría de liberación de los medios de control productivos
aparece en el s. XVII en los escritos Areopagitica (1644) del puritano rebelde John Milton.
Pronto se desarrolló, primero durante el período colonial de EE.UU. y sobre todo después
de su independencia. También se apoya en On Liberty de John Stuart Mill (1859), quien
defiende el derecho a no ser imparcial en un juicio y el derecho a equivocarse. Otros
pensadores liberales son Thomas Paine, Alexis de Tocqueville y John Merrill (1974). Milton
y Mill proclaman que el último criterio para la verdad y los valores es la conciencia
individual. Cada uno contribuye a una 'verdad pública cultural', construida socialmente por
todos, y que por lo tanto puede mejorar. Ninguna institución tiene 'la' verdad. Cada uno
debe buscarla, y cada uno la puede presentar al público como en un foro. La sociedad es
la suma de individuos que buscan sus propias metas particulares. El progreso de la
sociedad dependerá de elegir las soluciones ‘buenas’ y no las ‘malas’. Por lo tanto se trata
de una libertad para elegir el bien.
Eligen la prensa libre como estandarte y ejemplo de la libertad. Proclaman que ella debe
ser el mercado libre de las ideas. Se pueden publicar aún las declaraciones 'falsas', pues
ellas ayudan a aclarar más las verdaderas. Así pues, en la sociedad cada uno tiene
derecho a equivocarse, el error tiene que tener cabida. Hay que aceptar esta posibilidad,
pues el individuo siempre puede perfeccionarse a través de la educación y el acceso a la
información. Cuanta mayor información haya, mayor será la mejora económica, social y
política de la sociedad (Rowland, 1983. 45). Esto no es peligroso, pues en un auténtico
foro, público y libre, lo falso quedaría rechazado (Principio de autocorrección). La ley del
mercado hará que eventualmente lo bueno prevalezca (pues todos lo querrán) y lo malo
desaparezca por sí solo. (McQuail, 1994: 128s). El que haya ‘prensa libre’ tiene la ventaja
de que la ‘sociedad’ puede conocer así lo que sus individuos piensan y quieren. Para el s.
XIX ‘libertad de prensa’ significaba que ni el Estado ni cualquier otra institución podía
censurar o atacar a los dueños de los medios. No hay un estándar objetivo de verdad
(interpretada por alguna institución) o un estándar moral objetivo para cada uno. No se
puede legislar la misma moralidad para cada individuo. La única solución aquí es educar la
conciencia, especialmente la subjetiva moral. Si aparecen cosas inconvenientes, caveat
emptor (¡que el comprador esté alerta!, ¡que el usuario de los medios esté alerta y no se
deje engañar!).
Émile Durkheim
Función social[editar]
Las instituciones sociales serían medios colectivamente desarrollados para la satisfacción
de las necesidades biológicas y culturales, se los define por lo tanto, por el cumplimiento
de una función social; enfatizando las medidas que las instituciones toman para alcanzar
los fines socialmente valorados. En la escuela funcionalista americana, basada sobre todo
en la obra de Talcott Parson, se pone un énfasis particular en el mantenimiento de la
estabilidad social.
ESTRUCTURALISMO
Contexto[editar]
El término no hace referencia clara a una escuela definida de pensamiento filosófico como
la antropología cultural, la lingüística, el marxismo, etc., aunque tiene derivaciones
filosóficas de consideración.
La obra de Ferdinand de Saussure Curso de lingüística general (1916) es considerada
habitualmente el punto de origen de las ideas subyacentes a dicho planteamiento.
Definición[editar]
En general, es un enfoque filosófico que trata de analizar un campo específico como un
sistema complejo de partes relacionadas entre si. Por tanto, en términos amplios y básicos
el estructuralismo busca las estructuras a través de las cuales se produce el significado
dentro de una cultura. De acuerdo con esta teoría, el significado es producido y
reproducido a través de varias prácticas, fenómenos y actividades que sirven como
sistemas de significación (estudiando cosas tan diversas como la preparación de la comida
y rituales para servirla, ritos religiosos, juegos, textos literarios y no literarios, formas de
entretenimiento, etc.).
La novedad que introduce este enfoque no es la idea misma de estructura, ya presente de
forma continua a lo largo del pensamiento occidental, sino la eliminación en ella de un
concepto central que ordene toda la realidad, como sucedía con las ideas
platónicas.[cita requerida]
Para F. Wahl, la cesura estructuralista pasa por el concepto de signo.1
El iniciador y más prominente representante de la corriente fue el antropólogo y
etnógrafo Claude Lévi-Strauss (década de 1940), quien analiza fenómenos culturales
como la mitología y los sistemas de parentesco.
Durante los años 1940 y 50, la escena filosófica francesa se caracterizó por
el existencialismo, fundamentalmente a través de Jean-Paul Sartre, apareciendo también
la fenomenología, el retorno a Hegel y la filosofía de la ciencia, con Gastón Bachelard.
Cuando en la década de 1961 Sartre se orienta hacia el marxismo, surge un nuevo modo
de pensar: el estructuralismo. Claude Lévi-Strauss inicia este nuevo movimiento,
basándose en las ideas de la etnología. Más tarde le seguirán Jacques Lacan en el
psicoanálisis, Louis Althusser en el estudio del marxismo y, finalmente, Michel Foucault,
desde un punto de vista muy crítico con las ambiciones estructurales.
Cabe destacar que Althusser y Foucault rechazaron la clasificación de su pensamiento
dentro del estructuralismo (tal como aparece en su arqueología de las ciencias
humanas, Las palabras y las cosas), y en rigor únicamente Lévi-Strauss realizó una
reflexión explícita sobre el estructuralismo como método. En cualquier caso, se trata de un
alejamiento de perspectivas meramente historicistas o subjetivistas bajo el intento de hallar
una nueva orientación para la investigación que tome como bases correspondencias
funcionales entre distintos elementos que forman parte de las distintas disciplinas.
Estructuralismo y literatura[editar]
Cuando el foco se dirige hacia la literatura, un estructuralista crítico examinará la
estructura de una narración más que su contenido para, de esta forma, comparar y hallar
vínculos y estructuras similares en obras pertenecientes a épocas y culturas diferentes.
Estructuralismo y matemáticas[editar]
En lo que se refiere a las matemáticas, representa una muy eficiente alternativa a la
filosofía platónica para describir objetos matemáticos como números, conjuntos y
funciones. El estructuralismo plantea que las afirmaciones matemáticas son, en todo caso,
afirmaciones sobre relaciones dentro de patrones y estructuras, siendo esto una
contracorriente a su definición como propiedades de objetos dentro de esas relaciones.
Esta postura surge a partir de argumentar que, en términos filosóficos, se puede estar de
acuerdo con la veracidad de una afirmación matemática sin estar necesariamente de
acuerdo con los objetos que la constituyen, si es que un objeto la constituye en lo
absoluto.2
Características[editar]
Jean Piaget ha definido las estructuras a través de tres características[1]:
Método estructuralista[editar]
El método estructuralista estaba presente en matemáticas, lógica, física y biología. En
psicología se asocia con la «forma» para superar los planteamientos de la teoría
asociacionista. Se inspira en la lingüística, en la que se distinguen «lengua» y «habla». La
lengua es el sistema de signos de la sociedad ya estipulado, y el habla, el modo de
referirse de cada individuo en particular. La sociedad se estudia como un conjunto de
signos destinados a asegurar entre los individuos cierto tipo de comunicación.
Estructuralismo
Orientación metodológica científico-concreta que plantea ante la investigación científica la
tarea de desentrañar la estructura de los objetos. El estructuralismo surgió a comienzos del siglo
20 en varias disciplinas de humanidades (lingüística, crítica literaria, psicología y otras) como
reacción al evolucionismo de índole positivista. El estructuralismo emplea los métodos
estructurales de investigación elaborados en las matemáticas, la física y otras ciencias naturales.
Se caracteriza por la profunda atención que le presta a la descripción del estado actual de los
objetos estudiados y a la aclaración de las propiedades extratemporales inherentes a ellos y la
fijación de las relaciones entre los hechos o elementos del sistema en estudio. Al investigar el
objeto, el estructuralismo presupone el avance desde la organización primaria de los hechos
observables en el marco de la tarea de investigación hacia la clarificación y descripción de la
estructura interior del objeto (su jerarquía y conexiones entre los elementos de cada nivel) y,
luego, hacia la creación del modelo teórico del objeto. El desarrollo del estructuralismo en varias
ciencias experimentó la influencia de la semiótica, las ideas de F. de Saussure en lingüística,
de Lévy-Strauss en etnología, y de Z. Vigotski y Piaget en psicología, así como de
la metalógica y las metamatemáticas (Frege, Hilbert). El empleo de los métodos estructurales en
las ciencias concretas reportó resultados positivos; por ejemplo, en la lingüística permitió resolver
los problemas vinculados con la descripción de lenguajes que no tienen escritura, el
desciframiento de escrituras desconocidas valiéndose de los métodos de la reconstitución interna
de los sistemas del lenguaje, &c. Las ideas del estructuralismo desempeñan cierto papel
metodológico también en la unificación de las investigaciones interdisciplinarias de los
fenómenos de la cultura y en el acercamiento entre las ciencias humanitarias y naturales,
conservándose su especificidad. Ahora bien, la amplia propagación de los métodos estructurales
en los distintos campos del saber provocó intentos infundados de elevar el estructuralismo hasta
el grado de sistema filosófico y, en calidad de este último, oponerlo a otros sistemas filosóficos,
comprendido el marxismo. Semejantes tentativas, que prescinden de los límites cognoscitivos,
propios del estructuralismo, como de toda otra metodología científica concreta, son
absolutamente ilegítimas y se someten a una crítica justa en las obras de científicos soviéticos y
de los filósofos marxistas de otros países. La filosofía marxista opone al enfoque antihistórico del
concepto de estructura y a la negación de las contradicciones interiores como fuente de
desarrollo y cambio de las estructuras de los objetos los principios metodológicos del análisis
dialéctico.
¿Que és el Estructuralismo?
El Estructuralismo es un enfoque teórico y metodológico que plantea que
en todo sistema sociocultural existe una serie de estructuras (formas de
organización) que condicionan o determinan todo lo ocurre dentro de
dicho sistema.
Así, lo que el Estructuralismo estudia específicamente son esas
estructuras, no obstante, a partir de esto se vuelve inevitable analizar la
conexión entre ellas, es decir, el cómo dan forma a distintos sistemas
socioculturales y a la actividad humana.
Definición[editar]
El eclecticismo es un enfoque conceptual que no se sostiene rígidamente a un paradigma
o un conjunto de supuestos, sino que se basa en múltiples teorías, estilos, ideas para
obtener información complementaria de un tema, o aplica diferentes teorías en casos
particulares.
Historia y desarrollo[editar]
El eclecticismo apareció en Grecia a partir del siglo II a. C, como una forma de sintetizar
los grandes hallazgos intelectuales de la filosofía clásica anterior de
los presocráticos, Platón y Aristóteles. Por ejemplo, Antíoco de Ascalón compaginó
el estoicismo y el escepticismo, y Panecio de Rodas basó su pensamiento en
el platonismo y el estoicismo.
Los pensadores romanos nunca desarrollaron un sistema filosófico propio, inclinándose
por este tipo de pensamiento: Cicerón, por ejemplo, asimiló teorías del estoicismo, del
escepticismo y de los peripatéticos.
Entre los cristianos, Clemente de Alejandría y Orígenes combinaron la metafísica griega y
las ideas judeocristianas de las Sagradas Escrituras. Ya a fines de la Edad Media, el
maestro de la Devotio moderna, Maestro Eckhart formuló un sistema de filosofía cristiana
basado en Aristóteles, sus comentaristas árabes medievales, el neoplatonismo y
la Cábalao mística hebrea.
Eclecticismo en Europa[editar]
En España, se desarrolló en el seno de la Ilustración del siglo XVIII como única escuela
alternativa a la escolástica dominante sin suscitar los recelos de la Inquisición y en ese
sentido destacan pensadores como Benito Jerónimo Feijoo o el médico y lógico Andrés
Piquer.
En el siglo XIX rebrotó aún el eclecticismo en Francia a través de la obra del filósofo Victor
Cousin, que trató de unir el idealismo de Emmanuel Kant, la filosofía del sentido común y
las doctrinas inductivas de René Descartes.
También Ortega y Gasset defendió el eclecticismo en términos ético-políticos cuando
hablaba de la división de izquierdas y de derechas (hemiplejía moral).
Qué es Eclecticismo:
Eclecticismo es la tendencia a formarse un criterio o plan de acción a partir de
la combinación de doctrinas, teorías, sistemas, ideas o estilos de diferentes
corrientes, sin elegir un único punto de vista.
Eclecticismo en la filosofía
Se llama también eclecticismo a una escuela de pensamiento formada en la
Antigua Clásica durante el siglo II a.C., que se caracterizaba por reunir y
escoger criterios de doctrinas filosóficas de diferentes escuelas.
En principio, era una forma de sintetizar los aportes de cada una de las
escuelas de pensamiento de la antigüedad. Este tipo de pensamiento fue muy
practicado por los romanos. Un ejemplo de ello lo constituye Cicerón, quien
aplicó tanto principios del estoicismo como del escepticismo.
Eclecticismo
Eclectismo
Eclecticismo
Así, los bujarinistas, enemigos del leninismo, al definir el papel de los sindicatos en
el país de los Soviets, querían conciliar eclécticamente dos puntos de vista opuestos: el
punto de vista de los trotskistas que exigían la “estatización” de los sindicatos y el
empleo de métodos militares para dirigirlos, y el punto de vista, el único justo, de Lenin,
del Partido Comunista, que consideraban los sindicatos como una escuela de
comunismo. Los bujarinistas “demostraban” que los sindicatos eran al mismo tiempo, lo
uno y lo otro. Lenin echó por tierra ese eclecticismo: la dialéctica exige que se destaque
el aspecto principal, decisivo, de un conjunto complejo, el “eslabón decisivo” de la
cadena de tareas históricas. Para Lenin, los sindicatos eran la “escuela de comunismo”,
la escuela de la disciplina socialista en el trabajo, una escuela de solidaridad, de defensa
de los intereses de los trabajadores, una escuela de administración. Tal es el aspecto
decisivo, el “eslabón decisivo” de la actividad sindical.
Eclecticismo
Eclecticismo
HOLISMO
El holismo (del idioma griego ὅλος [hólos]: "todo", "por entero", "totalidad") es una
posición metodológica y epistemológica que postula cómo los sistemas (ya sean físicos,
biológicos, sociales, económicos, mentales, lingüísticos, etc.) y sus propiedades deben ser
analizados en su conjunto y no sólo a través de las partes que los componen. Pero aún
consideradas estas separadamente, analiza y observa el sistema como un todo integrado
y global que en definitiva determina cómo se comportan las partes, mientras que un mero
análisis de estas no puede explicar por completo el funcionamiento del todo. El holismo
considera que el "todo" es un sistema más complejo que una simple suma de sus
elementos constituyentes o, en otras palabras, que su naturaleza como ente no es
derivable de sus elementos constituyentes. El holismo defiende el sinergismo entre las
partes y no la individualidad de cada una.
En el campo científico, el reduccionismo es con frecuencia considerado el opuesto del
holismo. El reduccionismo científico postula que un sistema complejo puede ser explicado
mediante una simple reducción del mismo a las partes que lo componen. Por ejemplo, los
procesos biológicos son reducibles a la química, y las leyes de la química son explicadas
por la física. Desde una perspectiva holista, por el contrario, los sistemas funcionan como
conjuntos y su funcionamiento no puede ser plenamente comprendido si sólo se tienen en
cuenta sus partes componentes.
En las ciencias sociales, en especial en la sociología, el opuesto al enfoque holista sería el
individualismo metodológico. Un enfoque sociológico holista considera y analiza el
comportamiento de los individuos como una consecuencia de la matriz social en la que se
encuentran, mientras que el individualismo metodológico privilegia en su análisis la
interpretación subjetiva de los hechos sociales.
En consecuencia, si bien en principio sigue siendo útil dividir un problema en partes más
sencillas para así atacar y resolver cada una de ellas en forma separada e independiente,
(acatando lo que se sugiere a través de la locución latina «divide et impera», o sea «divide
y reina», «divide y domina», «divide y gana»), este enfoque tiene sus límites, pues si se
aplica siempre, por desgracia habrá relaciones y efectos importantes que queden fuera, sin
explicar, sin comprender, sin solucionar, sin cuantificar, sin describir.1
Como adjetivo, holístico u holística significa una concepción basada en la integración total
y global frente a un concepto o situación.1 Holística sería la práctica misma de la filosofía
holista2.
El principio general del holismo fue resumido de forma concisa por Aristóteles en sus
escritos sobre metafísica, (después o más allá de la física): «el todo es mayor que la suma
de sus partes». Este concepto se puede definir como el tratamiento de un tema o de un
problema de tal forma que se consideren todos sus componentes, incluyendo sus
relaciones invisibles pero igualmente evidentes o existentes. Esta aproximación se usa
como una tercera vía o un nuevo enfoque a un determinado problema o cuestión.
El holismo enfatiza la importancia del todo considerado en su globalidad, lo que es mayor
que la suma de las partes y sus interacciones (propiedad de sinergia), y brinda gran
importancia a la interdependencia de éstas y a sus variadas interrelaciones. El holismo
trata de presentarse directamente como un axioma para el nuevo planteamiento que se
proponga resolver, y a veces no es expuesto como una hipótesis. Este es su principal
problema de validación, al tratarse de verificar si tiene y cumple las propiedades
del método científico.
Otros antecedentes[editar]
Holismo (del griego antiguo holos que significa «la totalidad», «el entero») es
un neologismo forjado en 1926 por un hombre de Estado sudafricano, Jan Christiaan
Smuts, en su obra Holism and Evolution. Según este autor, holismo es: «la tendencia en la
naturaleza y a través de la evolución creadora, a constituir sistemas (conjuntos) que en
muchos aspectos son superiores y más complejos que la suma de sus partes».3 El holismo
por tanto se define globalmente por el pensamiento, tendiendo a explicar las partes y sus
funcionamientos a partir del todo. De esta manera, el pensamiento holístico se encuentra
en oposición al pensamiento individualista que tiende a explicar la globalidad (el todo) a
partir de sus partes.4
Diferentes acepciones[editar]
Actualmente se emplea «holismo» ya sea en sentido léxico, ya sea en el sentido tomado
por el término en el marco de las diferentes disciplinas (holismo ontológico,
holismo metodológico, holismo epistemológico, holismo lógico, holismo semántico,
holismo filosófico, holismo de las ciencias humanas y sociales, holismo emergentista...), ya
sea por abuso del lenguaje y como un sinónimo de aproximación sistemática o
de pensamiento complejo y regular (como una «buzzword»).
Sentido léxico: doctrina o punto de vista que consiste en considerar los fenómenos
como totalidades.
Aproximación histórica[editar]
Antigüedad[editar]
El concepto tiene raíces antiguas,7 como en la cosmogonía mitológica de los antiguos
griegos, que hace surgir el orden del caos primordial.
Los monistas (los milesios y los atomistas griegos, Demócrito, Epicuro) perciben
el universo como una sola realidad fundamental, por lo que el mundo material y el mundo
espiritual pueden estar ligados. Mientras que los dualistas ven una separación entre el
mundo material y el mundo espiritual (Platón8·9).
Siglo XX[editar]
El holismo es un término nuevo introducido en los años 1920. La palabra designa en un
inicio a las doctrinas también denominadas organicistas, intentando eludir a la vez el
determinismo y el finalismo, o quizás intentando conciliarlos, insistiendo sobre el carácter
específico del organismo, desprovisto de toda concepción interna. Para estos holistas, los
cuerpos vivos son totalidades que no son susceptibles de análisis y que no se explican por
una conjunción de sus partes; hay alguna cosa, según ellos, que ordena estas partes y
que no es del orden de la causalidad eficiente. Para Aristóteles, es la forma, organizadora
y conservadora del ser viviente (forma est qua ens est id quod est)[cita requerida]. Este principio
de relación ha tenido otras denominaciones: entelequia, fuerza vital, principio
director[cita requerida].
Al principio del siglo XX, los progresos de las ciencias físicas y bioquímicas así como la
teoría darwiniana diseñan un mundo donde la frontera entre vivo e inanimado parece tener
que desaparecer (contrariamente a lo que afirmaba Kant). Se desarrolla un movimiento
cuyos miembros consideran la explicación mecanicista como universalmente válida, pero
que aún están vinculados a la presencia de una causa final. Postulan la existencia de
formas, de tipos de organización que tienden a autorealizarse, de potenciales que guían la
evolución hacia una meta asignada (principio antrópico o punto Ω de Pierre Teilhard de
Chardin).
Aproximación cultural[editar]
El sentido de holismo da lugar a múltiples acepciones, variando de un sentido casi místico
a un sentido técnico, lógicamente determinado. Esta polisemia es la fuente de
ambigüedades inherentes al empleo de este término.
Definición del holismo ontológico[editar]
El holismo ontológico es una concepción (opuesta al reduccionismo y al atomismo) según
la cual un «todo» (organismo, sociedad, conjunto de símbolos) es más que la suma de sus
partes, o algo distinto a ella.12 Hay que agregar a esta definición el llamado "principio de
emergencia": un "todo" no es un simple agregado. A partir de un cierto umbral crítico de
complejidad, aparecen nuevas propiedades en los sistemas, llamadas propiedades
emergentes. Estas se vuelven observables cuando van en el sentido de una
autoorganización nueva. De allí que el punto de vista según el cual es el todo el que da
sentido y valor a sus partes por la función que éstas desempeñan en su seno.
Es esta concepción la que está en el origen del desarrollo de las tesis del holismo
epistemológico y del holismo metodológico. Estas tesis encontraron un rechazo muy fuerte
en los años 1950 (maccarthysmo en Estados Unidos) de los investigadores liberales que
consideraban estas tesis marxistas. Y desde entonces el debate sociológico entre
individualismo y holismo está todavía vivo.
Definición del holismo metodológico[editar]
Concepción (opuesta al atomismo lógico) según la cual:
El enfoque holista, en ciencias humanas, se interesa por las motivaciones y las prácticas
sociales de los individuos tomadas de una manera colectiva al seno de la sociedad.
Considera que los hechos sociales deben ser explicados en relación con el grupo o la
sociedad. Durkheim, en su obra Les Règles de la méthode sociologique, explica que «la
causa determinante de un hecho social debe ser investigada reportándose a los hechos
sociales anteriores y no por medio de los estados de conciencia individuales». En
sociología, los análisis holistas ven en la sociedad restricciones que asujetan a los
individuos. Siempre según Durkheim, los actos individuales solo pueden ser explicados si
se estudia la sociedad y las normas sociales que ella impone a sus miembros. Por la
educación que reciba, el individuo interioriza comportamientos, maneras de pensar y de
sentir, en suma, toda una cultura que permite explicar sus acciones o sus creencias. Por
ello, los gustos y todas las otras prácticas sociales se construyen socialmente.
En sociología el holismo promueve la explicación de lo inferior, de lo local (por ejemplo: los
comportamientos humanos) por medio de lo superior, lo global (por ejemplo: los modelos
culturales, las instituciones). Acompaña una voluntad de autonomía metodológica,
privilegia la «comprensión» sobre la «explicación» (W. Dilthey), lo societal sobre lo
individual (E. Durkheim), el sistema sobre los actores (T. Parsons). Para Fichte, el
individuo está conectado con el estado de una manera orgánica: se mantienen todo juntos
y de esta manera se mantiene en sí. Para Hegel, el Estado es una entidad colectiva casi
mística, una "realidad superior invisible", donde los individuos obtienen su auténtica
identidad, a la que le deben fidelidad y lealtad. Todos los pensadores colectivistas
modernos (incluyendo Karl Marx) se basan en una entidad colectiva superior, en
detrimento de la persona, que hacen hincapié en la importancia de todas las fuerzas
sociales que de alguna manera limpian un carácter y un deseo más allá de los personajes
y los deseos de sus miembros.
Definición del holismo emergentista[editar]
Posición media defendida por Mario Bunge (1919-) entre el holismo y el individualismo
metodológico: concepción según la cual el análisis de las partes separadas está justificado
au même titre que la prise en compte du tout dans sa globalité.
Definición del reduccionismo[editar]
Para comprender bien la reacción holística, he aquí la definición de su hermano-enemigo,
el reduccionismo: «Concepción según la cual una realidad debe ser explicada a partir de
sus unidades elementales constitutivas (reduccionismo metodológico) porque ella misma
está hecha de esas unidades elementales (reduccionismo ontológico). Así el
reduccionismo analiza las funciones biológicas o mentales a su nivel físico-químico.
Opuesto al holismo, el reduccionismo estima que los términos de conjunto, de totalidad, de
sistema, de organismo, etc. son entidades metafísicas que la ciencia positiva debe
rechazar. Los estadounidenses distinguen un reduccionismo débil («token physicalism»,
fisicalismo por pedazos) y un reduccionismo fuerte («type physicalism», fisicalismo por
tipo) según el cual sería posible traducir sin residuo en lenguaje de la física todos los
fenómenos hoy descritos y explicados en el lenguaje de otras disciplinas. En su esfuerzo
de unificación, el reduccionismo encuentra la abstracción que el mismo denuncia en el
holismo. Por un lado (reduccionismo ontológico), tiende a reportar la diversidad infinita de
lo real a un solo fenómeno físico (así el energismo de Ostwald); por el otro (reduccionismo
metodológico), es empujado a hacer de una ciencia única (la física casi siempre) el
paradigma de todas las otras (fisicalismo).»18
En ecología, a fin de comprender las interacciones entre la biología de los seres vivos
y las condiciones de milieu.
El valor de un elemento o de una entidad (molécula, orgánulo, hormona, órgano,
organismo, superorganismo, población, ecosistema, bioma, etc.) no es absoluto,
sino que toma un valor diferente según su posición espacial en el organismo, el
paisaje o la biosfera,
cambiar un elemento puede cambiar el todo,
cambiar el contexto puede cambiar la calidad del elemento estudiado.
El holismo encuentra una aplicación reciente con la ecología del paisaje.
Holismo y reduccionismo[editar]
Existencia de dos campos antagónicos[editar]
Entre los sostenedores del holismo y aquellos del punto de vista simétrico y opuesto
llamado reduccionismo (deducción de las propiedades del todo a partir de las de sus partes:
de la sociología a partir de la psicología, de la ecología a partir de la biología, de
la termodinámica a partir de la física estadística, etc.) se asiste generalmente a querellas
irreductibles.7 Ser holista (o reduccionista) viene, en fin, a expresar una opinión acerca de
los debates metafísicos relativos a la naturaleza de la realidad: finalista contra determinista,
monista contra dualista, vitalista contra mecanista, agnóstico contra gnóstico, etc.28
En sociología[editar]
La escuela de Max Weber es opuesta a la de Émile Durkheim. En efecto,
el individualismo propone una comprensión del hombre según sus propias motivaciones.
Así, el entorno promovido por Durkheim se abandona para dejar lugar a un hombre que
puede evolucionar según su voluntad y aquello que lo empuje a actuar. Esta escuela puede
ser considerada como más optimista bajo la cuestión del libre albedrío.
En neurociencias[editar]
El holismo cerebral es una tradición ideológica en el dominio de las neurociencias, que
considera que el cerebro es un órgano que funciona como un todo, ya que sería un error
querer analizar en aislamiento las áreas, que tendrían cada una un rol específico en una
función cognitiva particular. El holismo frecuentemente se asocia a la teoría del
equipotencialismo cerebral, que defiende la idea de que todas las partes del cerebro son
equivalentes en su función y que cada una puede reemplazar a cualquier otra en caso de
disfunción.
La doctrina holística, llamada también «teoría universal», ha sido vigorosamente defendida
por Pierre Marie y Pierre Flourens contra Paul Broca a partir del fin del siglo XIX,
notablemente sobre la cuestión de las bases cerebrales del lenguaje. El descubrimiento por
este último de que las lesiones localizadas en una región del lóbulo frontal izquierdo
(llamado después área de Broca) podrían entrañar una afasia (una incapacidad de hablar)
infligieron un duro golpe a la doctrina holística. El debate en el mundo científico anglosajón
fue protagonizado por Friedrich Leopold Goltz y David Ferrier que se enfrentaron durante
una conferencia devenida célebre que tuvo lugar en el VII Congreso Internacional de
Medicina (Londres, 1881).29 Goltz presentó allí un perro al cual había practicado una
lobotomía grosera del neocortex y que aún era capaz de moverse, ver o entender, aunque
fuera de una manera visiblemente alterada. El contra argumento de Ferrier consistió en
presentar un mono al cual había extirpado con precisión una parte relativamente restringida
del lóbulo frontal izquierdo. El animal presentaba un problema bien preciso: una parálisis del
lado derecho, muy parecida a la hemiparesia que observaban los neurólogos de la época.
Unidos a los resultados de estimulación cerebral practicados por Gustav Fritsch y Eduard
Hitzig, los trabajos de Broca, Ferrier y otros investigadores consiguieron la adhesión de los
científicos a la teoría del localizacionismo cerebral en contra del holismo.
En su forma extrema, el holismo cerebral no es hoy en día considerado válido. Por el
contrario, esta teoría continúa inspirando nuevas cuestiones sobre el funcionamiento del
cerebro, del que se dice que es un órgano muy densamente conectado gracias a las fibras
nerviosas que ligan las neuronas entre sí tanto localmente como a más larga distancia, por
ejemplo entre los dos hemisferios.
En medicina[editar]
La Holomedicina o medicina holística, consiste en la integración de diversas técnicas
terapéuticas (sobre el cuerpo, las emociones y la mente) que confluyen en un único
sistema: Holo-armonía o Armonología.
La práctica Holomédica permite ofrecer un servicio íntegro ante las necesidades cotidianas
de la salud de las personas, siendo acompañadas en todo proceso de su vida donde
acontezca un deterioro de su salud, garantizándoles en primer lugar la conservación de su
salud por encima de la curación o sanación por intermedio de tratamientos de intervención
e invasivos.
En enfermería[editar]
Cuidados holísticos en enfermería. Es una práctica que se enfoca en sanar a la persona
completa a través de la unidad del cuerpo, mente, emoción, espíritu y medio ambiente. Es
acompañar al paciente, creyendo en las actitudes mentales y en el espíritu; para ayudar a
levantar su salud, por medio de la conexión enfermero-paciente; ofreciendo una mayor
conciencia de sí mismos (unidad del paciente y bienestar). Se llama al auto-cuidado y la
auto-conciencia del cuerpo de acuerdo a sus necesidades (fisiológicas, psicológicas y
espirituales).
¿Una percepción reduccionista compartimentada?[editar]
El reduccionismo, en su sentido metodológico, representa la actitud de aquellos que
sostienen que una explicación científica es forzadamente analítica, la reducción de los
fenómenos biológicos en principios físicos y que la cuestión de las causas finales (o
teleología) no entra dentro de la ciencia. La causa final se reduce a la causa eficaz.
Esta línea de pensamiento y la racionalización que siguió condujo, por primera vez en la
historia, a resultados concretos. Los investigadores encontraron mil secretos para producir
mayor cantidad de recursos. Este método se ha convertido en dominante y favorece la
hipótesis comprobable experimentalmente, al marginar el impacto del trabajo científico de la
apariencia no reduccionista (determinantes investigación psicosomática, socio-culturales y
ambientales de los impactos sobre la salud, los estudios científicos de la terapéutica
convencional o como resultado de las medicinas tradicionales, etc.). En respuesta a esta
censura, el punto de vista opuesto al reduccionismo —holismo— argumenta su caso y lleva
a la contradicción.
¿Una percepción que promueve la unidad?[editar]
Firmada por la casi totalidad de los estados miembros, la constitución de la OMS da una
definición universal de la salud: «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental
y social, y no consiste en una ausencia de enfermedad».
Cultura popular[editar]
El personaje Dirk Gently del escritor británico Douglas Adams cree en una «interconexión
fundamental» entre toda cosa, y posee una «Agencia de Investigaciones Holísticas», o sea
una agencia de detectives privados que encara sus investigaciones de una manera integral
y holística, para que ningún caso quede sin resolver. Por cierto, un muy interesante enfoque
para la ficción, y una ayuda para que a nivel popular se comprenda mejor el concepto
«holismo».36
HERMENEUTICA
La hermenéutica (del griego ἑρμηνευτικὴ τέχνη [hermeneutiké tekhne], 'arte de explicar,
traducir o interpretar’) es el arte o teoría de interpretar textos, especialmente las escrituras
sagradas y los textos filosóficos y artísticos.12
La hermenéutica fue inicialmente aplicada a la interpretación, o exégesis, de las escrituras
sagradas. Emergió como una teoría de la comprensión humana a finales del siglo XVIII e
inicios del siglo XIX a través de las obras de Friedrich Schleiermacher y Wilhelm Dilthey.3
La hermenéutica moderna incluye comunicación tanto verbal como no verbal así
como: semiótica, presuposiciones y precomprensiones.
En filosofía (particularmente en la de Hans-Georg Gadamer), la hermenéutica representa
una teoría de la verdad y el método que expresa la universalización del fenómeno
interpretativo desde la historicidad concreta y personal.4
Para Mario Bunge es la interpretación de textos en la teología, la filología y la crítica
literaria; y, en la filosofía, es la doctrina idealista según la cual los hechos sociales (y
quizás también los naturales) son símbolos o textos que deben interpretarse en lugar de
describirse (representarse) y explicarse objetivamente.5
La necesidad de una disciplina hermenéutica está dada por las complejidades
del lenguaje, que frecuentemente conducen a conclusiones diferentes e incluso
contrapuestas en lo que respecta al significado de un texto. La hermenéutica intenta
descifrar el significado detrás de la palabray, con ello, intenta la exégesis de
la razón misma sobre el significado.
A veces exégesis y hermenéutica son usados como términos sinónimos, pero
hermenéutica es una disciplina más amplia que abarca comunicaciónescrita, verbal, y no
verbal. La exégesis se centra principalmente en los textos.
Hermenéutica, como sustantivo singular, se refiere a un método particular de interpretación
(ver, en contraste, doble hermenéutica).
Algunos intelectuales, como Murray Rothbard, consideran la hermenéutica un «sinsentido
mistificante» e «incomprensible».6
«Consistencia hermenéutica» se refiere al análisis de textos para lograr una
explicación coherente de estos. Hermenéutica, en filosofía, se refiere principalmente a
la teoría del conocimiento iniciada por Martin Heidegger y desarrollada por Hans-Georg
Gadamer en su libro Verdad y método. A veces, también, se refiere a las teorías de Paul
Ricoeur.7
HERMENEUTICA
La hermenéutica (del griego ἑρμηνευτικὴ τέχνη [hermeneutiké tekhne], 'arte de explicar,
traducir o interpretar’) es el arte o teoría de interpretar textos, especialmente las escrituras
sagradas y los textos filosóficos y artísticos.12
La hermenéutica fue inicialmente aplicada a la interpretación, o exégesis, de las escrituras
sagradas. Emergió como una teoría de la comprensión humana a finales del siglo XVIII e
inicios del siglo XIX a través de las obras de Friedrich Schleiermacher y Wilhelm Dilthey.3
La hermenéutica moderna incluye comunicación tanto verbal como no verbal así
como: semiótica, presuposiciones y precomprensiones.
En filosofía (particularmente en la de Hans-Georg Gadamer), la hermenéutica representa
una teoría de la verdad y el método que expresa la universalización del fenómeno
interpretativo desde la historicidad concreta y personal.4
Para Mario Bunge es la interpretación de textos en la teología, la filología y la crítica
literaria; y, en la filosofía, es la doctrina idealista según la cual los hechos sociales (y
quizás también los naturales) son símbolos o textos que deben interpretarse en lugar de
describirse (representarse) y explicarse objetivamente.5
La necesidad de una disciplina hermenéutica está dada por las complejidades
del lenguaje, que frecuentemente conducen a conclusiones diferentes e incluso
contrapuestas en lo que respecta al significado de un texto. La hermenéutica intenta
descifrar el significado detrás de la palabray, con ello, intenta la exégesis de
la razón misma sobre el significado.
A veces exégesis y hermenéutica son usados como términos sinónimos, pero
hermenéutica es una disciplina más amplia que abarca comunicaciónescrita, verbal, y no
verbal. La exégesis se centra principalmente en los textos.
Hermenéutica, como sustantivo singular, se refiere a un método particular de interpretación
(ver, en contraste, doble hermenéutica).
Algunos intelectuales, como Murray Rothbard, consideran la hermenéutica un «sinsentido
mistificante» e «incomprensible».6
«Consistencia hermenéutica» se refiere al análisis de textos para lograr una
explicación coherente de estos. Hermenéutica, en filosofía, se refiere principalmente a
la teoría del conocimiento iniciada por Martin Heidegger y desarrollada por Hans-Georg
Gadamer en su libro Verdad y método. A veces, también, se refiere a las teorías de Paul
Ricoeur.7
Antecedentes[editar]
Evémero de Mesene (siglo IV a. C.) realizó el primer intento de interpretar racionalmente
las leyendas y mitos griegos reduciendo su contenido a elementos históricos y sociales
(evemerismo). En el siglo VI a. C. Teágenes de Regio intentó una empresa parecida para
interpretarlos de forma alegórica y extraer su sentido profundo.
Hermenéutica y teología[editar]
Artículo principal: Hermenéutica bíblica
Historicismo diltheiano[editar]
A raíz de la perspectiva de Friedrich Schleiermacher surge la propuesta de Wilhelm
Dilthey (1833-1911). Dilthey, a partir de su lectura de Immanuel Kant despierta su
atracción hacía la filosofía, además de su interés exacto por los textos históricos y
la filología, desde 1861 surgen sus planes para desarrollar una teoría concreta de las
Ciencias del Espíritu expresada en su libro Introducción a las Ciencias del
Espíritu, tomando éstas a partir de su diferencia con las Ciencias Naturales. La
diferencia de ambas ciencias consta en las condiciones bajo las que surgen sus
procesos; tenemos a las Ciencias del Espíritu como algo que comprendemos y que es
presentado desde dentro como realidad y como conexión, ocupándose de
objetivaciones lingüísticas del espíritu; mientras que las Ciencias Naturales se basan
meramente en su explicación originándose desde fuera y como un fenómeno. Esta
contraposición entre el explicar y comprender se moldea como realidad histórico-social
conservada en la memoria y posteriormente expresada en forma de noticia o
teoremas. Las Ciencias de Espíritu surgen cuando el hombre toma consciencia de su
actividad como dotadora de sentidos depositados en textos y documentos, se presta
singular atención al comprender y no al explicar porque éste a diferencia del segundo
no pretende limitaciones, es decir, abre a las posibilidades dentro de las que el hombre
puede apropiarse de lo que considere. Para Dilthey comprender el mundo histórico no
es conocer el mundo de manera científica ni la interioridad del individuo, sino
adentrarse en los sentidos producidos por el individuo en su relación con otros a través
de los canales mencionados anteriormente, entonces el intérprete de aquellos textos y
documentos se ocupa de reproducir los textos para reconocerlos como propios por
medio de la comprensión de los mismos.
En virtud de la aportación de Schleiermacher respecto a la hermenéutica que busca
extender la comprensión a la relación de los hombres entre sí y su relación con el
mundo, Dilthey advierte que aquello que se convierte en objeto de comprensión son
meramente "manifestaciones de la vida" fijadas permanentemente en la escritura,
estas manifestaciones pueden ser leídas y entendidas al rededor de un contexto
histórico. Traslada la adquisición de la experiencia a un ámbito de historia
estableciendo a la hermeneútica como la base de las Ciencias del Espíritu pues el
individuo se constituye como un ser histórico que se colma del recuerdo humano y que
vive de él. El acto de comprensión se constituye entonces como un reconstructor que
se repite, esto es dado gracias a la recuperación de mensajes de otra época que se
pretenden entender, pero para entenderlos es necesario tender un puente, este puente
pasa a concebirse como un texto o documento que a su vez da lugar a algo eterno que
se reproduce a través del tiempo.
Por medio de la aplicación de la hermeneútica descubrimos significados a partir de la
interpretación de las palabras y los textos, se trata de una teoría que recupere el
sentido y elementos de un todo, la comprensión entonces es el medio por el cual
conocemos en pleno la interioridad de lo que en el momento se interpreta.
Martin Heidegger[editar]
Ya en el siglo XX, Martin Heidegger, en su análisis de la comprensión, afirma que,
cualquiera que sea, presenta una «estructura circular»:
Toda interpretación, para producir comprensión, debe ya tener comprendido lo que
va a interpretar.
Esta reciprocidad entre texto y contexto es parte de lo que Heidegger llama
el círculo hermenéutico. Otro pensador central en el desarrollo de este concepto
es el sociólogo Max Weber.
Heidegger introduce nuevos derroteros en la hermenéutica al dejar de considerarla
únicamente como un modo de comprensión del espíritu de otras épocas y
pensarla como el modo fundamental de situarse el ser humano en el mundo:
existir es comprender. De esta forma, cambia el foco de la hermenéutica desde la
interpretación a la comprensión existencial, la cual es tratada como un modo de
ser en el mundo más directo, no-mediado -por lo tanto más auténtico- que
simplemente como un «modo de conocer».9 Por ejemplo, sostuvo la necesidad de
una «hermenéutica especial de la empatía» para disolver el clásico problema
filosófico de las «otras mentes», poniendo el problema en el contexto del estar-con
del modo de relacionarse humano. (A pesar de que el mismo Heidegger no
completó este proyecto.)10
Desde entonces su hermenéutica de la facticidad se convierte en una filosofía que
identifica la verdad con una interpretación históricamente situada (Hans-Georg
Gadamer).
Los seguidores de este enfoque sostienen que algunos textos y las personas que
los producen no pueden ser estudiados por medio del uso de los mismos métodos
científicos que son usados por las ciencias naturales, llegando a posturas
parecidas a las del antipositivismo. Incluso, sostienen que esos textos son
expresiones convencionalizadas de la experiencia del autor. Por lo tanto, la
interpretación de aquellos textos revelará algo acerca del contexto social en el cual
se formaron, y, más significativamente, proveerá al lector un medio para compartir
las experiencias del autor. Por estas razones, la hermenéutica es considerada la
escuela de pensamiento opuesta al positivismo.
Paul Ricoeur[editar]
Paul Ricoeur (Essais d’herméneutique, París: Seuil, 1969) supera en su aporte a
las dos corrientes anteriores, y propone una «hermenéutica de la distancia», lo
que hace que surja una interpretación es el hecho de que haya una distancia entre
el emisor y el receptor. De esta hermenéutica surge una teoría cuyo paradigma es
el texto, es decir, todo discurso fijado por la escritura. Al mismo tiempo este
discurso sufre, una vez emitido, un desarraigamiento de la intención del autor y
cobra independencia con respecto a él. El texto ahora se encuentra desligado del
emisor, y es una realidad metamorfoseada en la cual el lector, al tomar la obra, se
introduce. Pero esta misma realidad metamorfoseada propone un «yo», un
«Dasein», que debe ser extraído por el lector en la tarea hermenéutica. Para
Ricoeur interpretar es extraer el ser-en-el-mundo que se halla en el texto. De esta
manera se propone estudiar el problema de la «apropiación del texto», es decir, de
la aplicación del significado del texto a la vida del lector. La reelaboración del texto
por parte del lector es uno de los ejes de la teoría de Paul Ricoeur.
Mircea Eliade[editar]
Mircea Eliade, como un hermeneuta, entiende la religión como «experiencia de lo
sagrado», e interpreta lo sagrado en relación al profano.11 El filósofo rumano
subraya que la relación entre lo sagrado y lo profano no es de oposición, sino de
complementariedad, después de haber interpretado el profano como hierofanía.12
La hermenéutica del mito es una parte de la hermenéutica de la religión. La gente
no debe interpretar el mito como una ilusión o como una mentira, porque hay
verdad a redescubrir en el mito.13 El mito es interpretado por Mircea Eliade como
«historia sagrada». Eliade introduce el concepto de «hermenéutica total».14
Mauricio Beuchot[editar]
La propuesta de hermenéutica analógica hecha por Mauricio Beuchot surge a
partir del Congreso Nacional de Filosofía, llevado a cabo en la ciudad
de Cuernavaca (estado de Morelos, México), en 1993, sintetizada en su
obra Tratado de hermenéutica analógica (1997). Influenciado por el filósofo
argentino Enrique Dussel y el llamado método analéctico, para posteriormente
retomar ideas de la analogía en Peirce, Mauricio Beuchot propone un proyecto
hermenéutico denominado hermenéutica analógica o también hermenéutica
analógico-icónica.
La hermenéutica analógica, basada en el concepto de analogía, se estructura
como intermedia entre la univocidad y la equivocidad. La univocidad tiende a la
identidad entre el significado y su aplicación, es una idea positivista y fuerte que
pretende objetividad. Por ejemplo la hermenéutica de Emilio Betti. Mientras que la
equivocidad es la diferencia del significado y de aplicación, tiende al relativismo y
subjetivismo. Por ejemplo la filosofía de Richard Rorty. La hermenéutica analógica
trata de evitar posturas extremas, abriendo el margen de las interpretaciones,
jerarquizándolas de una manera ordenada de modo que exista una interpretación
que sea el analogado principal y otras interpretaciones que sean analogados
secundarios. Así se plantea como una postura moderada, que recupera la noción
aristotélica de la frónesis, y puede plantearse como la interpretación de textos que
permite una postura ni equivocista (lo que no es) ni univocista (lo que es), sino
prudente en un punto medio.
Hermenéutica diatópica[editar]
Por otro lado, la Hermenéutica diatópica es un término utilizado en la sociología y
la antropología y que describe los espacios de argumentación intercultural
necesarios para favorecer un diálogo alejado de posiciones etnocéntricas. Este
procedimiento parte de la base de que todas las culturas son incompletas, y que
para alcanzar el máximo grado de plenitud es necesario este intercambio de
argumentaciones.
Aplicación en educación[editar]
La hermenéutica es una especie de llave maestra con el que el devenir histórico
ha logrado cargarse de sentidos y significados valiosos. Su uso en casi todas las
disciplinas por el sentido del término que se ocupa del arte de explicar textos o
escritos, obras artísticas, hacer descripciones e interpretaciones entre otras
características que rodean al concepto. Este ha logrado construirse
socioculturalmente por sus diversas funciones y aplicaciones.
Así mismo el concepto es transhistórico ya que ha permitido exponer, publicar,
resignificar y analizar aquello de lo que se ocupe. La palabra es adjetivo pues su
acompañamiento permite modificar a las cosas materiales o inmateriales
(abstractas o imaginarias) cuando esta ciencia interviene ya que a través de esta
herramienta se expresan cualidades o circunstancias o bien concreta el significado
mediante relaciones de lugar, tiempo, posición, cantidad y otros elementos que se
pueden considerar de acuerdo a lo que se estudia.
La importancia de la recuperación del proceso de investigación, aplicación y
reflexión utilizando las herramientas de la hermenéutica se ha trabajado
recientemente como lo describe este investigador: su «artículo sugiere la
importancia del conocimiento y / o compromiso del investigador para el desarrollo
de la comprensión de la experiencia. Una forma de comprensión teórica derivada
investigadores tierra es llevar a cabo un estudio piloto. El círculo hermenéutico,
como se describe por Heidegger, proporciona un marco para la comprensión de la
importancia de los estudios piloto; sugiere que una persona debe tener un sentido
práctico del dominio en el que un fenómeno se encuentra con el fin de desarrollar
la comprensión. En este artículo, 1 presentan las numerosas revisiones
significativas al marco teórico y una metodología que un estudio piloto me ha
permitido hacer dentro del proyecto de investigación. Dos consecuencias
importantes que contribuyen a la investigación en educación superior y en la
práctica se ofrecen: (1) que ilustra la importancia de conectar a tierra el proceso de
investigación en la actividad práctica, y (2) que pone de relieve cómo la reflexión
puede ayudar a mejorar nuestra práctica de la investigación.» (Kezar, 2000)16
«Una propuesta educativa adecuada puede contribuir a la aparición de grupos de
investigación que proporcionan una forma singular de practicar la investigación
más humano y humanizador, se centró en el mundo de la vida y el significado y el
sentido de la experiencia.» (Raquel, 2016)17 Así pues se requiere una ruta, un
camino que sirva de guía para su aplicación básica: la lectura como elemento
fundamental de aquello que es su foco de interés, el conocimiento de reglas
mínimas sobre el aspecto que lo aplica, su interpretación.
Se trata de comprender la complejidad, del fenómeno tanto con la intuición que da
el conocimiento, como recuperar el trabajo objetivo del autor-texto por medio de la
reflexión. La hermenéutica recurre al simbolismo que es una construcción y
estructura en sí mismo, aprovechando la cultura como matiz junto con el contexto.
Es una realidad que la hermenéutica ha ampliado su campo de acción por su
función de traducir, además de sumar puntos a favor recurriendo a su aplicación
en problemas actuales con las nuevas tecnologías, al mismo tiempo que se le
juzga por su metodología flexible. «Esta contribución investiga la afirmación de
que el establecimiento de la pedagogía hermenéutica como paradigma dominante
en ciencias de la educación después de 1918 es particularmente abajo a los
espacios de reflexión, que los principales defensores de este paradigma ofrecen
para el tratamiento de los problemas centrales en los sistemas educativos. La obra
de Eduardo Spranger, Erich Weniger y Herman NOHL será discutido en relación
con los tres problemas principales de estos sistemas funcionalmente diferenciados
- selección, plan de estudios y profesión. Se puede demostrar que una explicación
para el “éxito” de estos científicos hermenéuticas se encuentra en su aceptación
de las tradiciones semánticas, sino que también modifica estos en el
reconocimiento de los problemas reales-históricos de la educación.» (Felicitas,
2006)18
Un campo de acción en el que es importante la incorporación de la hermenéutica
es el de la imagen y los medios de comunicación actuales «El análisis
hermenéutico sugiere la comprensión de textos a través de los medios de
comunicación», (Alexander, 2015)19 «la comparación con la tradición y la realidad
histórica y cultural; la penetración de su lógica; mediante comparación de las
imágenes de los medios en el contexto histórico y cultural mediante la
combinación de análisis de la, la trama, ético, ideológico, estereotipos
iconográficos estructurales / visuales de medios y análisis de los medios, los
caracteres de texto. Un análisis de este tipo de textos de comunicación
audiovisual, en nuestra opinión, es especialmente importante para la educación en
medios en la formación de los futuros historiadores, la cultura, historiadores del
arte, sociólogos, lingüistas, teólogos, psicólogos y educadores.» (Alexander,
2015).19
Qué es Hermenéutica:
Hermenéutica se refiere al arte de interpretar textos bien sean de carácter
sagrado, filosófico o literario.
Asimismo, a través de la hermenéutica se pretende encontrar el verdadero
significado de las palabras, tanto escritas como verbales.
La hermenéutica tiene sus orígenes en la Antigüedad, cuando diversos
pensadores se concentraron en la tarea de interpretar los textos o escrituras
sagradas a fin de diferenciar la verdad de lo espiritual, y esclarecer aquello que
resultaba ambiguo o poco claro. Algunos de ellos fueron Filón de Alejandría,
Agustín de Hipona, Martín Lutero, entre otros.
Hermenéutica bíblica
La hermenéutica bíblica tiene como propósito el estudio de los principios, reglas
y métodos para realizar una adecuada interpretación de los textos bíblicos a fin
de comprender su significado.
En este sentido, pretende ofrecer los medios para realizar una correcta
interpretación de los textos de la Biblia. Algunos de los métodos que se utilizan
requieren la realización de análisis textuales, literarios e históricos.
Hermenéutica en Filosofía
Desde los estudios filosóficos la hermenéutica ha sido un término interpretado
de diferentes maneras por filósofos y pensadores en diversas épocas.
De allí que se pueda definir como una corriente filosófica aplicable al análisis de
las ciencias humanas, a fin de establecer la importancia de interpretar y
comprender los hechos humanos teniendo en cuenta el contexto sociohistórico
en el que ocurren.
Hermenéutica jurídica
La hermenéutica jurídica es el estudio de las reglas y los métodos para la
interpretación de los textos jurídicos. Su objetivo es que la interpretación de
este tipo de textos no se realice con base en criterios subjetivos que puedan
modificar el significado original de los textos.
Hermenéutica
(gr. hermeneuo: explico): arte y teoría de la interpretación que tiene por fin aclarar el sentido
del texto partiendo de sus bases objetivas (significaciones gramaticales de los vocablos y sus
variaciones históricamente condicionadas) y subjetivas (propósitos de los autores). Surge en la
época helenística, en virtud de que se plantean las tareas de la investigación científica y la edición
de los textos clásicos (por ejemplo, de Homero), y se desarrolla en el marco de la interpretación
de las “Sagradas Escrituras” (exégesis). En el siglo 19 empieza el desarrollo de la denominada
hermenéutica “libre”, no limitada por el objeto ni por el sentido del texto. Dilthey convierte la
hermenéutica en método específico de las ciencias sociales, llamado a asegurar la
“comprensión” de los acontecimientos sociales partiendo de los propósitos subjetivos de los
personajes históricos. La “comprensión” se opone a la “explicación” en las ciencias naturales, la
que está ligada, al proceso de abstracción y establecimiento de lo general, de la ley. En el siglo
20, la hermenéutica se transforma gradualmente en uno de los principales procedimientos
metodológicos de la filosofía, al comienzo, del existencialismo (Heidegger) y, más tarde, de la
propia hermenéutica filosófica. Como resultado, la filosofía se enclaustra en el marco de la
lengua, lo cual aproxima la hermenéutica al “análisis del lenguaje” que hacen los neopositivistas.
En la escuela de Francfort (J. Habermas y otros), la hermenéutica, como “crítica de la ideología”,
debe descubrir, sobre la base del análisis de la lengua, un “medio de dominación y de poder
social”, que sirva a la “justificación de las relaciones de violencia organizada”. En Habermas, la
hermenéutica constituye uno de los medios de consolidación de las diversas corrientes de la
filosofía burguesa moderna. Los procedimientos hermenéuticos pueden ser utilizados en las
ciencias históricas, jurídicas y otras, que tratan con el análisis de los resultados objetivados de
la actividad consciente del hombre.
FEMENOLOGIA
La fenomenología (del griego antiguo φαινόμενoν 'aparición, fenómeno' y λογος 'estudio,
tratado') es el estudio filosófico del mundo en tanto se manifiesta directamente en
la consciencia, el estudio de las estructuras de la experiencia. Aunque es una empresa
completamente empírica (en la tradición de Hume y Kant), se distingue de la ciencia por no
intentar explicar los fenómenos en términos de objetos externos al sujeto. Se avoca a
describirlos y entenderlos como un pintor estudiaría una escena para lograr reproducirla.
Como movimiento filosófico definido fue fundado en los primeros años del siglo XX
por Edmund Husserl, quien la describía como una "psicología descriptiva", y más tarde fue
expandida por sus seguidores en las universidades de Göttingen y Munich. Luego se
esparció a Francia, los Estados Unidos y otras partes; usualmente en contextos muy
distintos a los trabajos originales de Husserl.1
Aunque la fenomenología no es un movimiento unitario, todos los fenomenólogos
comparten la búsqueda de un conocimiento que apela exclusivamente a la experiencia
evidente, carente de hipotetización y modelado conceptual del mundo. Esto se ve reflejado
en el lema «¡A las cosas mismas!»2
Fenomenólogos[editar]
Aunque el término «fenomenología» fue usado muchas veces en la historia de la
filosofía antes de Edmund Husserl (1859-1938), el uso moderno de la palabra está ligado
explícitamente al método y proyecto filosófico que éste denominó fenomenología
trascendental.
El uso posterior del término está basado principalmente en la fenomenología de Husserl o
relacionado críticamente con ella. A continuación se presenta una lista cronológica de
pensadores importantes en el desarrollo de la fenomenología, con comentarios breves
sobre sus contribuciones:
Qué es Fenomenología:
Fenomenología, ciñéndonos a la etimología de la palabra, es el estudio de
los fenómenos. La palabra se compone de las voces griegas φαινόμενoν
(fainómenon), que significa ‘fenómeno, lo que se manifiesta, lo que se
muestra’, y λóγος (lógos), ‘estudio, tratado’.
Como tal, la fenomenología es una corriente idealista subjetiva dentro
de la filosofía que se propone el estudio y la descripción de los fenómenos de
la conciencia o, dicho de otro modo, de las cosas tal y como se manifiestan y se
muestran en esta. Asienta que el mundo es aquello que se percibe a través de
la conciencia del individuo, y se propone interpretarlo según sus experiencias.
En este sentido, valora el empirismo y la intuición como instrumentos del
conocimiento fenomenológico.
La fenomenología es amplia y ha desarrollado distintas vertientes a lo largo
de la historia, siendo algunos de sus mayores representantes Edmund Husserl,
Max Scheler, Martin Heidegger, Maurice Merleau-Ponty o Jean Paul Sartre.
Fenomenología trascendental
La fenomenología trascendental es un movimiento filosófico, opuesto al
positivismo, desarrollado por Edmund Husserl, quien se propuso que la
filosofía tuviese las bases y las condiciones de una ciencia rigurosa (como las
ciencias naturales), y que además sirviese como fundamento en las ciencias
humanas. Su punto de partida es la vivencia del sujeto y la intencionalidad que
rige las relaciones de este con su realidad externa, pues estas experiencias
configuran las ideas que definen el mundo que lo rodea. En este sentido,
la fenomenología trascendental se constituye como un método que
funciona para desentrañar el sentido y características de la intencionalidad
humana, y así finalmente arribar a la conciencia pura o trascendental.
Fenomenología del espíritu
Como Fenomenología del espíritu se titula una de las obras capitales del filósofo
alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel. En ella son abordados temas tan
complejos como la teoría del conocimiento, la historia, la ciencia, la religión y la
ontología, con el objetivo de dilucidar el concepto de ciencia. De esta
manera, Hegel avanza en una dialéctica de las formas o fenómenos de la
conciencia, desde la sensación individual hasta llegar a la razón universal, es
decir, el saber absoluto.
Fenomenología en Psicología
En Psicología, la fenomenología, inspirada en el pensamiento de Edmund
Husserl, designa el estudio de los fenómenos de la conciencia en
cuanto experiencia subjetiva, y se ha constituido como un campo de saber
científico denominado psicología fenomenológica. En este sentido,
como psicología fenomenológica se considera la explicación de las vivencias
de un individuo basada en la consideración de sus experiencias concretas con el
mundo. Este método de estudio ha sido aplicado para el análisis de diferentes
patologías y su finalidad, como tal, es obtener una comprensión teórica que
posibilite lidiar con el fenómeno.
Fenomenología
Autor: Sergio Sánchez-Migallón Granados
Pero, además, el propio Husserl advierte que para la ética no basta con
determinaciones formales y generales, sino que hay que llegar a la persona
singular. Es decir, no es suficiente caracterizar al agente como un sujeto
vacío, puro polo de actos, sino que debe alcanzarse a la persona única y
cualitativamente determinada. Así, aplicando el paso de la fenomenología
estática a la fenomenología genética, en ética se pasa del análisis de la
simple estimación y actuación al de la libre motivación y los hábitos.
Análisis donde se descubren de nuevo diversas síntesis de actos que,
además o a la vez que constituyen sus respectivos objetos, se van
constituyendo y edificando entre sí teleológicamente. Y en tales análisis se
llega entonces a nociones tan personales como el amor como motivo y la
vocación individual como fin. Como se sabe, Scheler prolongará y
enriquecerá extraordinariamente estas intuiciones, que influirán no poco
en diversas filosofías, e incluso teologías, que se han dado en llamar
personalistas.
3.3. La temporalidad
Como se ha visto, la fenomenología es incompleta si no atiende a cómo
se desarrollan genéticamente los actos, cómo se constituyen en el tiempo.
Y ello desvela que la temporalidad es una propiedad intrínseca de la
conciencia, del sujeto. Pero la conciencia del tiempo, como de casi todo
fenómeno, se da progresivamente en diversas capas de sentido y
profundidad. En primer lugar se nos da el tiempo del mundo. Es éste un
tiempo que se localiza en las cosas y eventos del mundo, y que se objetiva
espacializando la sucesión para medirla cuantitativamente. Enseguida se
advierte, además, el tiempo interno precisamente como condición de la
percepción del tiempo del mundo. Se trata del tiempo inmanente y
subjetivo en el que se suceden los eventos de la vida consciente; un tiempo
privado, no cuantificable según una medida igual para todos. Pero aún hay
otro nivel. Y es que, a su vez, el ser consciente de ese tiempo interno
supone una conciencia de sí como temporal, una autoconciencia fluyente,
un flujo absoluto y último que no requiere ya otro. Se llega así a un
horizonte dinámico que, sin embargo, funda la constancia de la vida y del
fondo desde el que distinguimos las identidades y distinciones más
profundas.
Pues bien, esa conciencia del tiempo interno, es decir, el flujo de esos
presentes (cada uno con su pasado y futuro), algo así como el pequeño
motor del tiempo, estático y fluyente a la vez, permite la conciencia de la
continuidad —en una doble intencionalidad— de nuestra identidad como
agentes y de la identidad de los objetos como cosas del mundo. Una
conciencia que ciertamente nunca es plenamente adecuada o
transparente, donde se dan presencias y ausencias, algo percibido y algo
que se nos escapa. Pero una conciencia que, aun en ese claroscuro, es
necesaria para acceder al yo como dativo de manifestación temporal y, a
la vez, a las cosas (y al mundo mismo) en su manifestarse temporalmente.
La fenomenología explora con su método, entonces, esos polos, objetivo y
subjetivo, que nos descubre la conciencia: el yo y el mundo.
4. El yo y los otros
4.1. Fenomenología del yo
Al volver la mirada al propio yo, percibimos inmediatamente una doble
y peculiar realidad. Por un lado, el yo es una cosa del y en el mundo como
las demás cosas (el ego empírico); y por otro, al mismo tiempo, el yo es el
centro al que se da el mundo como correlato necesario, el yo que conoce
(el ego trascendental, porque trasciende las cosas mundanas
conociéndolas). Desde sus inicios, la fenomenología lucha constantemente
por no reducir lo trascendental a lo empírico, lo espiritual a lo material,
según la permanente y recurrente tentación de todo empirismo,
naturalismo, psicologismo, biologismo, sociologismo, etc. Dicho de otra
manera, la fenomenología quiere respetar e incluso defender los
fenómenos humanos como tales. De ese modo, ve en el reconocimiento
del yo trascendental y de sus operaciones racionales o espirituales algo
decisivo para hacerse cargo de lo propiamente humano. Y no se trata sólo
del plano cognoscitivo teórico, conceptual y discursivo, sino también de la
percepción de presencias y ausencias, del establecimiento de partes y
todos, del recordar y anticipar humanos, del verificar, del proponerse fines,
del decidir moralmente, del percibir sentimentalmente valores, del amar,
etc.
INTERPRETATIVO
4. Principi di Scienza Nuova d'intorno alla comune natura delle nazioni, 1725
(Principios de una ciencia nueva sobre la naturaleza común de las naciones,
Ed. Aguilar, Buenos Aires 1956, 4 vols., Manuel Fuentes Benot, trad.);
Ciencia Nueva, Ed. Tecnos, Madrid 1995 (Rocío de la Villa, trad.). Cabe
señalar que algunas de las concepciones de Vico están a la base de la
contemporánea interpretación de las sociedades humanas -y de las
producciones culturales de éstas- en clave 'científico-histórico-cultural' y no
'científico-natural'. Max Horkheimer, "Vico y la mitología", en Historia,
metafísica y escepticismo, Ed. Alianza, Madrid 1982, pp.100-118.