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CONTRATO DE SUMINISTRO

ÍNDICE

I. CONSIDERACIONES GENERALES.................................................................................................1
II. DEFINICIÓN................................................................................................................................1
III. ANTECEDENTES HISTÓRICOS......................................................................................................3
IV. NATURALEZA JURÍDICA...............................................................................................................5
V. CARACTERES DEL CONTRATO DE SUMINISTRO...........................................................................7
VI. FORMALIDAD.............................................................................................................................9
VII. CLASES DE SUMINISTRO:............................................................................................................9
VIII. MODALIDADES DE SUMINISTRO...............................................................................................12
IX. ELEMENTOS ESENCIALES DEL CONTRATO.................................................................................12
X. OBJETO DEL CONTRATO............................................................................................................13
XI. PARTES EN El SUMINISTRO.......................................................................................................13
XII. LAS OBLIGACIONES DEL SUMINISTRANTE................................................................................14
XIII. LAS OBLIGACIONES DEL SUMINISTRADO..................................................................................14
XIV. FUNCIÓN ECONÓMICA Y RAZÓN SOCIAL DEL SUMINISTRO.....................................................15
XV. UTILIDAD..................................................................................................................................15
XVI. PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO DE SUMINISTRO............................................16
XVII. PROBANZA DE LA EXISTENCIA Y CONTENIDO DEL SUMNISTRO................................................19
XVIII. VOLUMEN DEL SUMINISTRO............................................................................................20
XIX. PAGO DEL PRECIO EN EL SUMINISTRO.....................................................................................20
XX. DETERMINACION DEL PRECIO EN EL SUMINISTRO PERIODICO DE ENTREGA DE BIENES EN
PROPIEDAD......................................................................................................................................21
XXI. ESTABLECIMIENTO DEL PLAZO DEL SUMNISTRO EN INTERES DE AMBAS PARTES....................21
XXII. SUMINSTRADO CON FACULTAD DE FIJAR EL VENCIMIENTO DE LAS PRESTACIONES SINGULARES
21
XXIII. SUMINISTRO A PLAZO INTERMEDIO.................................................................................22
XXIV. CLAUSULAS ESPECIALES....................................................................................................22
CLAUSULA DE PREFERENCIA.........................................................................................................22
CLÁUSULA DE EXCLUSIVIDAD.......................................................................................................23
TERMINACION DEL CONTRATO.....................................................................................................25
XXV. AUTONOMÍA CONCEPTUAL......................................................................................................25
25.1 DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE COMPRAVENTA...........................................................25
25.2 DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE DONACION:............................................................28
25.3 DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO. -...................................................30
25.4 DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE MUTUO..................................................................31
25.5 DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE LOCACION DE SERVICIOS............................................32
25.6. DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE RENTA VITALICIA.................................................32
XXVI. LA REGULACION TRIBUTARIA............................................................................................33
XXVII. EXTINCIÓN DEL CONTRATO DE SUMINISTRO....................................................................35
a) Por vencimiento del término....................................................................................................35
b) Por denuncia unilateral del contrato........................................................................................35
c) Por incumplimiento de las prestaciones por las partes............................................................35
XXVIII. EL CONTRATO DE SUMINISTRO EN NUESTRO ORDENAMIENTO LEGAL............................35
XXIX. Bibliografía........................................................................................................................36
CONTRATO DE SUMINISTRO
I. CONSIDERACIONES GENERALES

Aunque sus raííces remotas se remontan en Roma y su importancia ha venido creciendo sin
cesar debido a las exigencias de la actividad productiva y del traí fico industrial y comercial, lo
cierto es que el suministro ha sido durante largo tiempo un contrato ignorado
legislativamente.

En efecto, fuera del Coí digo Civil italiano de 1942 y de la legislacioí n civil de la Unioí n Sovieí tica
y de las repuí blicas federadas de 1962 no conocííamos, en la eí poca en que elaboramos la
ponencia, otras leyes modernas que pudiesen servir como elementos de la comparacioí n.
Buscando la razoí n de ser de este fenoí meno, se ha llegado a la conclusioí n de que la doctrina
ha influenciado poderosamente al conceptuarlo identificado con la compraventa a plazos,
esto es, como un matiz de la misma. Sin embargo, y como veremos luego, existen factores que
le son propios y que marcan su diferencia y la tendencia contemporaí nea es a tipificarlo,
como ha sucedido en nuestro coí digo civil.

El desarrollo del suministro y la actual inclinacioí n a dotarle de autonomíía estaí en relacioí n


directa con la evolucioí n de la empresa y su políítica de abastecerse de materias primas e
insumos para formar “stocks” que aseguren los requerimientos de los clientes o
consumidores y defender, al mismo tiempo, sus costos. Desde luego esta no es una uí nica
significacioí n, pues paralelamente existe un suministro artesanal, vinculado a la satisfaccioí n
de necesidades de consumo y asíí fue, por lo demaí s, como se presentoí originalmente.

II. DEFINICIÓN

Etimoloí gicamente el vocablo suministro deriva del latíín “subministraere”, que descompuesto
significa: “sub: bajo” “ministraere”: servir; lo que equivaldríía a decir que se sirve bajo las
oí rdenes de; dicho moderadamente: proveer de lo necesario.

Si bien algunos autores senñ alan que los oríígenes del contrato de suministro se remontan a la
antigua Roma y que su desarrollo tuvo lugar en la Edad Media; lo cierto es que este contrato
tíípico su incorporacioí n ha sido pues relativamente reciente; aparece por primera vez

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regulado en el Coí digo Civil Italiano de 1942, y en nuestro caso el Coí digo Civil de 1984 hace lo
propio.

Asíí, resulta tambieí n que la preocupacioí n legislativa y doctrinaria de este contrato es


relativamente nueva, debido entre otras cosas, a que los doctrinarios no han sido
consensuales principalmente, al definirlo, al senñ alar su objeto y su naturaleza; pues en todos
esos casos se deriva a una toma de posicioí n sobre la naturaleza juríídica del mismo.

Esa falta de definicioí n e imprecisioí n ha ocasionado que en mayor o menor medida- por
mucho tiempo- se le haya tratado de identificar con otros contratos, tales como la
compraventa, el contrato de obra, etc., como veremos maí s adelante.[CITATION Hug10 \l
3082 ]

Guillermo Cabanelas en su diccionario enciclopeí dico de derecho usual, define al suministro


como "provisioí n por lo comuí n con caraí cter regular y en cantidad importante, como la de
vííveres, utensilios y pertrechos en las tropas, a los detenidos o presos".

Rubeí n M. de Marino define al suministro como aquel contrato por el que una parte se obliga
a ejecutar o cumplir prestaciones duraderas por un precio determinado o determinable. La
definicioí n la encontramos en el artíículo 1604 del CC que dice: 'por el suministro, el
suministrante se obliga a efectuar en favor de otras personas prestaciones perioí dicas o
continuadas de bienes".

Gustavo Jimeno Escobar, toma la definicioí n del coí digo de comercio colombiano que a la letra
dice en su artíículo 968. Contrato por el cual una parte se obliga, a cambio de una
contraprestacioí n, a cumplir a favor de otra, en forma independiente, prestaciones perioí dicas
o continuadas de cosas o servicios, y anñ ade que de esta " definicioí n se desprende que el
contrato de suministro genera una obligacioí n de dar por parte de uno de los contratantes, de
unos bienes o servicios creados o prestados, por el su ministrante, asíí la obligacioí n de dar se
combina con la obligacioí n de hacer, por cuanto el suministrante para cumplir con la
obligacioí n de dar tiene incuestionablemente que elaborar, es decir hacer el producto que
debe entregar.

Anííbal Torres Vaí squez, profesor peruano, define el suministro como un contrato en principio
consensual, con prestaciones reciprocas, oneroso, principal, nominado, generalmente
conmutativo y esencialmente es un contrato de duracioí n que se ejecuta perioí dicamente o
continuamente

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Podemos definir al contrato de suministro como aquel por el cual, una persona denominada
suministrante se obliga a efectuar entregas perioí dicas o continuas de bienes a favor de otra
persona denominada suministrado, a cambio del precio pactado.

Seguí n la definicioí n contenida en el artíículo 1604 del Coí digo Civil, "por el suministro, el
suministrante se obliga a ejecutar en favor de otra persona prestaciones perioí dicas o
continuas de bienes".

De esta manera, la funcioí n del contrato de suministro es la de satisfacer las necesidades


permanentes del suministrado, quien espera recibir, de acuerdo a las cantidades y
oportunidades pactadas, los bienes que le son indispensables para sus actividades. Cabe
senñ alar que la propiedad de los bienes que son materia del suministro es transferida a favor
del suministrado, por lo que, a partir de su entrega, el suministrado asume el riesgo de
peí rdida y deterioro de dichos bienes.

Asimismo, aunque el Coí digo civil no lo establezca asíí, debemos entender que el contrato de
suministro estaí disenñ ado para la entrega de bienes muebles, pues trataí ndose de bienes
inmuebles es natural que las transferencias se negocien de manera independiente y en una
sola operacioí n.

A manera de resumen, podrííamos Identificar al contrato de suministro como un conjunto de


compraventas ejecutadas de manera sucesiva en un determinado perííodo.

Seguí n el Artíículo 968 del Coí digo de Comercio: "El suministro es el contrato por el cual una
parte se obliga, a cambio de una contraprestacioí n, a cumplir en favor de otra, en forma
independiente, prestaciones perioí dicas o continuadas de cosas o servicios".

El suministro tiene pues, por objeto la prestacioí n perioí dica (o permanente) de cosas o
servicios de manera autoí noma, a cambio de una contraprestacioí n ya sea en dinero, especies
u otros servicios.

III. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Formas de suministro existieron desde tiempos remotos en el campo del derecho puí blico
con el fin de asegurar la provisioí n de vííveres, armas y utensilios a los ejeí rcitos o para la
ejecucioí n de obras puí blicas o la adquisicioí n de bienes para la satisfaccioí n de las

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necesidades del Estado, asíí como para la satisfaccioí n de los servicios puí blicos prestados
por el Estado a la colectividad.

En el aí mbito del derecho privado, el contrato de suministro evoluciona paralelamente al


crecimiento de la produccioí n y el traí fico industrial y comercial que dieron lugar al
surgimiento de necesidades duraderas que satisfacer.

Fue individualizado como contrato autoí nomo, en razoí n de la funcioí n econoí mica que
cumple, recieí n en la legislacioí n civil rusa de 1923, luego en el Coí digo Civil Italiano de 1942,
de donde pasoí al Coí digo de Comercio Colombiano de 1971 y al Coí digo Civil peruano de
1984.

El mencionado Coí digo italiano tipifica el contrato de suministro de cosas en el capíítulo V,


arts. 1559 a 1570, del Libro IV; en cambio el suministro de servicios estaí considerado
dentro del llamado contrato de appalto (traducido al castellano como “contrata”) al cual
estaí dedicado el capíítulo VII, arts. 1655 a 1677, del Libro IV.

En la legislacioí n italiana, el suministro es definido como “el contrato por el cual una parte
se obliga, mediante compensacioí n de un precio, a ejecutar, a favor de la otra, prestaciones
perioí dicas o continuadas de cosas” (art. 1559).

En tanto que el appalto es definido como “el contrato por el cual una parte asume, con
organizacioí n de los medios necesarios y, con gestioí n a propio riesgo, la realizacioí n de una
obra o de un servicio mediante una compensacioí n en dinero” (art. 1655). De esto se deduce
que el contrato de suministro se distingue del appalto porque eí ste tiene por objeto la
realizacioí n de una obra de un servicio, mientras que el suministro tiene por objeto
prestaciones de cosas. Empero, el art. 1677, que es el uí ltimo del citado capíítulo VII, relativo
al appalto, se refiere al suministro de servicios, pues, expresamente dice: Art. “1677.
Prestacioí n continuada o perioí dica de servicios. –Si el appalto tiene por objeto prestaciones
continuadas o perioí dicas de servicios, se observan, en cuanto sean compatibles, las normas
de este capíítulo y las relativas al contrato de suministro”.

Para el Derecho Civil Italiano el suministro es un contra de prestaciones continuadas o


perioí dicas de cosas. No entran en el suministro los servicios. El appalto es un contrato de
prestacioí n de obra y servicios; puede tener como contenido una sola prestacioí n singular o
una prestacioí n continuada. En el caso de prestacioí n continuada de servicios, el contrato es
sin duda de appalto y no de suministro, solamente que por analogíía le son de aplicacioí n las

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normas del contrato de suministro relativas a la continuidad o periodicidad de la
prestacioí n. En el caso de prestacioí n continuada de obra, el contrato seraí considerado de
appalto o de suministro, seguí n que prevalezca la consideracioí n de las cosas a entregarse o
la actividad a cumplirse.

El Coí digo de Comercio colombiano que tambieí n regula el contrato de suministro


asignaí ndole un contenido propio, lo define en su art. 968 como “el contrato por el cual una
parte se obliga, a cambio de una contraprestacioí n, a cumplir a favor de otra, en forma
independiente, prestaciones perioí dicas o continuadas de cosas o servicios”. A diferencia de
los coí digos italiano y peruano, el colombiano establece que son objeto del suministro tanto
las cosas como los servicios.

Antes de su reconocimiento como contrato autoí nomo, la vida juríídica del suministro se
desarrolloí dentro de la oí rbita de la compraventa, de la cual ha tomado inspiracioí n y
orientacioí n.

Hay dos sistemas de regulacioí n del suministro: a) el germano, que lo remite a las normas
de la compraventa; y b) el latino, que lo considera como un contrato con autonomíía propia.
Este sistema es el seguido por la legislacioí n de la URSS, Italia, Colombia y Peruí .

Actualmente, el suministro tiene una gran importancia econoí mica debido a que soí lo la
seguridad en el abastecimiento perioí dico o continuo de bienes hace posible la produccioí n y
comercializacioí n exitosa de mercancíías en cantidad y calidad que el mercado exige. La
provisioí n de bienes es uno de los elementos decisivos de la actividad productiva y
comercial y de la vida civil en general. Pieí nsese, por ejemplo, en el suministro de materias
primas o insumos a las faí bricas, de medicinas a las clíínicas y hospitales, de mercancíías a
una bodega o a un mini o supermercado.

IV. NATURALEZA JURÍDICA

La doctrina oscila entre las concepciones pluralista y monista en cuanto concierne a la


naturaleza juríídica del suministro.

Seguí n la tesis pluralista, en el suministro coexisten varios contratos, cohesionados por un


previo acuerdo entre las partes celebrantes. Para algunos, esta pluralidad se refiere a
contratos de la misma naturaleza, emanaos de una misma oferta; en tanto que para otros

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existen un acuerdo inicial y de contenido distinto a los contratos independientes que deí eí l
se derivan; pero todo ello dentro de un comuí n denominador: hay un nuí cleo unitario del
que se desprenden las diferentes prestaciones singulares. Bueno Chocano hace una
acertada presentacioí n de la concepcioí n pluralista, 3en su doble variante de contratos de la
misma naturaleza y de un acuerdo inicial con naturaleza distinta, asíí como su
correspondiente critica.

La teoríía monista, a su vez, considera al mismo como un contrato uí nico y no un conjunto de


contratos y se caracteriza por un criterio comuí n seguí n el cual la duracioí n del suministro no
es una caracteríística tíípicamente sino accidental o secundaria. De esta teoríía surgen, a su
vez diferentes nociones, tales como la de la configuracioí n del suministro como
compraventa pura y simple o sujeta a condicioí n, la de compraventa a plazos, el suministro
como locacioí n o contrato de obra, o como locacioí n o arrendamiento de bienes, o como
locacioí n de servicios y tambieí n sus objeciones.

Por nuestra parte, conceptuamos que la naturaleza juríídica del suministro estaí dada por la
existencia de un solo contrato, con prestaciones sucesivas o continuas y que cuando
aparecen diferentes actos, no estaí n relacionados con la celebracioí n del contrato sino con la
ejecucioí n. Se trata, por lo tanto, de una sola y exclusiva relacioí n de tipo obligacional, que
origina una prestacioí n continuada y duradera, o prestaciones sucesivas, independientes
pero relacionadas entre síí.

Destacamos, en suma, la doctrina pluralista y tambieí n monista, en la medida de que esta


uí ltima confunde al suministro con la compraventa u otros contratos. Y ponemos eí nfasis en
su diferenciacioí n con la compraventa a plazos –que es con la que ordinariamente se le
identifica- pues en esencia el suministro se caracteriza por la existencia de prestaciones
autoí nomas y conexas. Es casualmente esta autonomíía la que lo aparta de la compraventa a
plazo, pues en esta uí ltima existe un efecto diferido, cual es el fraccionamiento en el tiempo
de una prestacioí n uí nica. En lo expuesto, y en abierta discrepancia con los que sostiene el
maestro Messineo, el suministro no es una simple especie de la compraventa. Su existencia
estaí sujeta a la duracioí n del cumplimiento de la obligacioí n fundamental y esto es nota
tíípicamente del contrato

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V. CARACTERES DEL CONTRATO DE SUMINISTRO

El suministro presenta los siguientes caracteres juríídicos:

 ES UN CONTRATO ÚNICO. - Porque todas las prestaciones futuras, que se efectivizan en


diferentes oportunidades, constituyen parte de un solo contrato, al margen que las
prestaciones se desarrollen o ejecuten en tiempos diferidos y se resuelvan cada una
autónomamente; todas ellas forman parte de un contrato único. Porque como señala Torres
Vásquez:” Las prestaciones singulares gozan de autonomía propia y a su vez están conectadas
entre sí por provenir de un solo contrato, por ser todos del mismo contenido y, a veces, por
tener el mismo precio”. Cada prestación o contraprestación constituye una unidad jurídica
susceptible de ser aislada o separada de las otras que conforman el contrato.
 ES UN CONTRATO MERCANTIL. - Definitivamente lo es, por el hecho de que este contrato.
Al tener por característica fundamental la comercialización masiva de bienes y servicios,
mediante cuotas permanentes o periódicas y por su finalidad eminentemente económica;
aunque para Ricardo Beaumont cabe todavía un distinguir entre suministro mercantil y civil,
pero en uno y otro caso, es un contrato mercantil, aun cuando sea celebrado por personas
que no desarrollan habitualmente operaciones comerciales, sino comunes.
 ES UN CONTRATO TÍPICO. - Por cuanto se encuentra normado y regulado
legislativamente en nuestro caso; así se halla desarrollado en el Código Civil de 1984, en el
Libro de Fuente de las Obligaciones, Sección Segunda, Título Tercero, artículos 1604 al 1620.
[ CITATION Hug10 \l 3082 ]

• CONSENSUAL: El Coí digo de Comercio en su regulacioí n no establece formalidad alguna


para su formacioí n y perfeccionamiento, lo que quiere decir que basta con el acuerdo verbal
de los contratantes sobre los factores esenciales para que el contrato exista entre ellos y
genere las obligaciones propias de esta forma de contratacioí n. Sin embargo, la seguridad
de las partes para el ejercicio de sus derechos recííprocos aconseja que se materialice por
escrito.

• BILATERAL: Para su formacioí n se exige el concurso de las voluntades tanto del


consumidor, como del proveedor, y las obligaciones estaí n a cargo de ambos contratantes.

•ONEROSO: Ambos contratantes se estaí n grabando, cada uno en beneficio del otro.

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Porque cada parte contratante sufre un desprendimiento valorable económicamente a favor de
la otra. Ambas partes persiguen beneficios económicos; u contratan porque buscan utilidades, y
estas “utilidades” son valorables económicamente. Ahora bien, será suministro gratuito (no
oneroso), si y solo si, acarrea utilidad o beneficio para una de las partes contratantes; esto es,
cuando el suministrante (a título de liberalidad) se obliga a dar bienes o servicios al
suministrado sin recibir ni exigir nada a cambio.[ CITATION Hug10 \l 3082 ]

• CONMUTATIVO: Las prestaciones se tienen como equivalentes, los contratantes pueden


anticipar y saber el momento mismo de la celebración de este contrato.

• DE TRACTO SUCESIVO: El cumplimiento del contrato supone la ejecucioí n de


prestaciones perioí dicas, durante un tiempo maí s o menos largo; esto se predica, ademaí s,
por tratarse de un contrato de duracioí n y estabilidad. Es tambieí n por esta razoí n, que el
contrato no se resuelve por incumplimiento, sino que se termina con efectos hacia el futuro,
por la imposibilidad de volver las cosas al estado precontractual.

Por esta especial caracteríística, es posible aplicar al suministro la teoríía de la imprevisioí n,


que opera cuando ocurre un hecho imprevisto que altera notablemente el equilibrio que
existíía entre las prestaciones en el momento de celebrar el contrato; por tal motivo puede
entonces la parte afectada acudir al juez para que revise las condiciones del contrato o lo
deí por terminado.

Otra consecuencia derivada de ser un contrato de ejecucioí n perioí dica o sucesiva, es la


consagrada en el artíículo 887 del Coí digo del Comercio, seguí n el cual en los contratos
mercantiles de ejecucioí n perioí dica o sucesiva cada una de las partes podraí hacerse
sustituir por un tercero, en la totalidad o en parte de las relaciones derivadas del contrato,
sin necesidad de aceptacioí n expresa del contratante cedido; es decir, la cesioí n del contrato
de suministro se verifica por la imposicioí n de uno de los contratantes, o con la simple
aquiescencia taí cita de una de las partes a su continuacioí n por un tercero, siempre que por
estipulacioí n legal o contractual no se haya prohibido o limitado la cesioí n.

• PRINCIPAL: Subsiste por síí mismo sin necesidad de otra convencioí n que le deí origen.
Ya que para su existencia o vigencia no es imprescindible ni necesaria la existencia de otro
contrato anterior, puede que sí, y, por el contrario, adicionársele al suministro algunos otros
contratos accesorios; ya que cuya vida y vigencia dependerá siempre del contrato de suministro
por ser un contrato principal.[ CITATION Hug10 \l 3082 ]

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• AUXILIAR: este contrato facilita la actividad comercial, y agiliza el traí fico mercantil.

• NORMATIVO O MARCO: Regula futuras relaciones entre las partes contratantes.

• DE COLABORACION O INTEGRACION: Involucra y compromete de manera estable, o


en una misma red de distribucioí n o entregas permanentes, a proveedores y consumidores.

• DE EJECUCION PERIODICA O CONTINUADA: La periodicidad, caracteríística de este


contrato, implica prestaciones que deban cumplirse en fechas determinadas y de manera
repetitiva; la continuidad hace relacioí n a la ininterrumpibilidad de sus prestaciones en el
tiempo.

• DE DISTRIBUCION: De la clase de los autoí nomos, en oposicioí n a los dependientes.

VI. FORMALIDAD

El contrato puede celebrarse en forma verbal o por escrito, tenieí ndose en cuenta lo
dispuesto por el artíículo 1605 del Coí digo Civil, que la existencia y contenido del suministro
pueden probarse por cualquiera de los medios que permite la ley, pero si se hubiera
celebrado por escrito, el meí rito del instrumento respectivo, prevaleceraí sobre todos los
otros medios probatorios. Cuando el contrato se celebre a tíítulo de liberalidad, por
ejemplo, una donacioí n, necesariamente tendraí que formalizarse por escrito, bajo sancioí n
de nulidad.

VII. CLASES DE SUMINISTRO:

Al respecto es interesante la amplia clasificación hecha por Fernando López de Zavalía:

Suministro: -Gratuito
-Oneroso: -De actividad
-De bienes: -Locativo
-Enagenativo
1. Suministro oneroso y gratuito. - Desde el punto de vista de la finalidad económica, podemos
hallar dos clasificaciones de suministros: oneroso y gratuito. En el contrato de suministro, aunque
casi toda la doctrina y los ordenamientos jurídicos se ocupen del suministro oneroso, puede, sin
embargo, como en todo contrato, que este sea celebrado en forma gratuita, a título de liberalidad

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a favor del suministrado, dependiendo de esto d, en último caso, del común acuerdo de las partes
celebrantes. El hecho concreto de que nuestro ordenamiento legal no lo regule taxativamente,
creemos que es simplemente, porque los legisladores no han creído que aquello merezca un
articulado.
2. Suministro de actividad y de bienes. - Desde el punto de vista de la calidad que reviste el objeto
materia del contrato, distinguimos dos suministros: de actividad y de bienes. Pueden suministrarse
las más variadas cosas, y dentro de éstas, bienes ideas y servicios; en rigor podríamos hablar de
suministro de bienes y de actividad.
Cuando el objeto de las prestaciones sea “bienes”. En el sentido corriente del término, se trataría
de bienes consumibles, en el caso de que se traslade en propiedad. También se pueden suministrar
actividad, servicios e ideas; esto aparecerá más como un contrato de prestación de servicios
(locación, arriendo), mediante el cual un locador se obliga ante el comitente a realizar un trabajo
determinado, en forma periódica o continuada.
3. Suministro locativo y enagenativo. -Dentro del suministro de bienes, puede hacerse una nueva
distinción de que éstos pueden ser entregados al suministrado en calidad de que éste tenga el
dominio absoluto (propiedad), o de modo tal que el suministrado sólo tenga la tenencia temporal a
título personal (arrendar). Para distinguir estas dos hipótesis hablaremos respectivamente de un
suministro enagenativo y de un suministro locativo.
El suministro será enagenativo, cuando por medio de él; suministrante se obliga a entregar bienes
en propiedad al suministrado en forma periódica o continuada y, será locativo cuando el locador
(suministrante) se obliga a proporcionar en forma periódica o continuada bines no fungibles, para
que de ellas el suministrado haga su correspondiente uso y goce; entonces el precio que se paga
no corresponde al bien en sí, sino por el uso o goce que brinda el bien.
Por último, cabe señalar, que en el suministro enagenativo la obligación de pagar un precio es por
los bienes, mientras que en el suministro locativo el precio no es por los bienes, sino por el uso o
goce que de ellos se hacen.[ CITATION Hug10 \l 3082 ]

a) Los suministros públicos:

Eran aquellos referidos a la administracioí n para el ejeí rcito, los cuales servíían como un
medio para obtener la provisioí n de vííveres, armas, municiones y vestidos para las tropas.

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b) Los suministros entre particulares:

Esta figura juríídica nace paralelamente a la produccioí n industrial v comercial, dando lugar
a la satisfaccioí n de diversas necesidades sociales. El elemento objetivo se centra en la
repeticioí n de prestaciones.

Aquíí, el elemento objetivo no es tan restringido como en la nocioí n germana, ya que deja
abierta la posibilidad de que el objeto de las prestaciones sea de cualquier naturaleza.

La esencia de la nocioí n germana estriba en lo referente a la prestacioí n diferida, porque en


su elemento objetivo, que son las prestaciones de cosas, no interesa la duracioí n en su
cumplimiento, y es de finalidad especulativa, porque se centra tambieí n en la satisfaccioí n de
las necesidades futuras.

En suma, el contrato de suministro se ha venido celebrando (maí s allaí de su denominacioí n)


desde la antigua data, tanto en actividades reguladas por el derecho puí blico como por el
derecho |privado.

Es asíí como resultaba corriente que una persona, generalmente un comerciante o


industrial, se obligara a suministrar bienes en forma permanente e indefinida, o por tiempo
determinado, al fisco, al ejeí rcito o un particular. A cambio, recibíía una retribucioí n
determinada, generalmente un precio asignado a cada unidad.

Asíí el contrato de suministro, como las otras figuras contractuales, surgioí en el devenir
humano con el nacimiento de determinada necesidad social y econoí mica que requeríía ser
satisfecha, se buscada un contrato con identidad propia que lograra diferenciarse de los
demaí s.

El citado profesor, al definir contrato de suministro refirieí ndose simplemente a


prestaciones duraderas, deja abierta la posibilidad de que el objeto de las mismas puede
ser de cualquier clase, como seríía que recayese sobre una prestacioí n de hacer propiamente
dicha(con te cual se confundiríía el contrato de suministro con uno de locacioí n de
servicios), en una de hacer que termina en un dar{similar al contrato de obra), o en una de
no hacer(aquíí estarííamos frente a una abstencioí n y que no quedaríía claro queí tipo de
suministro es este.

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Entiende por prestaciones perioí dica; "aquellas que se ejecutan intervalos determinados o
no, conservando cada una su propia individualidad" y por prestaciones continuas; aquellas
en que la previsioí n de los bienes que forma su objeto por lo menos potencialmente son
suministrados en forma continua.

La prestacioí n continuada se prolonga por toda la duracioí n del contrato y puede ser medida
de acuerdo con la cantidad o el tiempo de consumo.

Es preciso senñ alar que en un principio la concepcioí n germaí nica del suministro se
caracterizaba por el hecho de que el suministrante se encontraba en posesioí n directa de las
cosas que debíía entregar posteriormente a la celebracioí n del contrato.

VIII. MODALIDADES DE SUMINISTRO

El contrato objeto de este anaí lisis ofrece las siguientes modalidades:

 SUMINISTRO DE COSAS: Los bienes suministrados pueden ser muebles o inmuebles,


pero por su naturaleza, que es la de satisfacer la necesidad reiterada de las mismas
cosas, debe circunscribirse a bienes muebles o cosas geneí ricas.

 SUMINISTRO DE SERVICIOS: Se concreta en el suministro de fuerza humana de


trabajo, o de capacidad y conocimientos, en forma perioí dica y continuada, pero con
independencia de quien la suministra.

IX. ELEMENTOS ESENCIALES DEL CONTRATO


Son elementos esenciales los que se enumeran y enuncian a continuacioí n:

 OBJETO: El cumplimiento de prestaciones, perioí dicas o continuas, de bienes o servicios,


con autonomíía de las partes.
 SUJETOS: Son las personas que celebran el acuerdo de voluntades y que reciben los
nombres de: ---a) "suministrado o consumidor", que es la parte que recibe o adquiere las
cosas o servicios, y ---b) "suministrante o proveedor", la parte que abastece a la otra de
esas cosas o servicios. No establece la ley restriccioí n alguna a que dicho contrato sea
realizado y ejecutado por personas naturales.
 CAUSA: El moí vil que induce a la celebracioí n del contrato, es asegurar por cierto tiempo
varias prestaciones o una prestacioí n continuada de bienes o servicios.

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X. OBJETO DEL CONTRATO.

La gama del objeto de la prestacioí n en el suministro es muy amplia y se extiende a la


provisioí n de los bienes maí s distintos, como son frutos, combustibles, materiales de
construccioí n, minerales y concentrados, impresos, mercaderíías variadas y de consumo
general, materias primas para la elaboracioí n de toda clase de productos
manufacturados, insumos, armas, energíía de toda clases y anaí logos. Se trata, por lo
demaí s, de bienes ordinariamente consumibles, que pasan a ser propiedad del
suministrado, quien los procesa. Pero puede suceder que la prestacioí n se reduzca al uso
o goce de un bien no consumible, como sucede con el aprovisionamiento reiterado de
trajes, muebles y otros enseres empleados en los espectaí culos teatrales.

En el suministro se ha seguido la teoríía intermedia seguí n la cual quedan excluidos los


servicios y se incluyen, en cambio, no solo la propiedad sino tambieí n el uso y disfrute de
bienes. Este temperamento fue adoptado el mismo criterio en cuanto atanñ e a las
clausulas generales de contratacioí n y asíí vemos que los artíículos 1394 y 1396 del C.C. se
refiere al suministro de “bienes y servicios”. No se trata, como pareceríía ser a simple
vista, de una contradiccioí n o un error en la elaboracioí n del coí digo. La inclusioí n del
suministro de servicios en la clausulas generales de contratacioí n se explica, en efecto,
por la naturaleza peculiar de esta forma de contratacioí n, en la que es usual
proporcionarlos. Actualmente existe la tendencia a extender el suministro a los
servicios.

Finalmente, cuando en el suministro existe transferencia de propiedad, este hecho se


produce en el momento de la entrega o tradicioí n, si el objeto de la prestacioí n son bienes
muebles. Si se trata de inmueble esa transferencia se presentaraí desde que exista
acuerdo entre cosa y precio, de conformidad con la regla general, salvo suposicioí n de la
ley.

Normalmente se utiliza este contrato para proveer bienes fungibles, es decir,


consumibles tales como frutas, comestible, materiales de construccioí n, minerales,
Impresos concentrados, mercaderíía en sumos armas, energíía entre otros.

XI. PARTES EN El SUMINISTRO

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En el contrato del suministro intervienen dos partes: el suministrante quien se obliga a
ejecutar la entrega de diversas prestaciones perioí dicas o continuadas de bienes, y el
suministrado (tambieí n llamado beneficiario del suministro) a quien se haraí entrega de
los referidos bienes.

Suministrante: La parte que se obliga a proporcionar determinados bienes, que no son


de su propiedad, sino que los adquiere de terceros.

Suministrado: La empresa que adquiere y recibe los bienes del suministrante.

De acuerdo a las condiciones del contrato, los bienes pueden ser entregados en
propiedad, uso, o solamente para disfrute.

De acuerdo con la regulacioí n del suministro en el Peruí , el suministrado podraí celebrar


el contrato tanto a tíítulo gratuito, caso en el cual no deberaí pagar contra prestacioí n
alguna por los bienes recibidos, o a tíítulo oneroso, en cuyo caso deberaí pagar un precio.

XII. LAS OBLIGACIONES DEL SUMINISTRANTE

Conforme a lo que venííamos expresando, el suministrante asume respecto del


suministrado, la obligacioí n de ejecutar prestaciones perioí dicas o continuadas de bienes.

La real academia de la lengua espanñ ola define el bien como "aquello que en síí mismo
tiene el complemento de la perfeccioí n en su propio geí nero, o lo que es objeto de la
voluntad, la cual ni se mueve ni puede moverse sino por el bien, sea por el bien, sea
verdadero o aprehendido falsamente como tal".

Guillermo Cabaneias otorga al respecto: cosa que puede ser objeto de apropiacioí n o
base de un derecho. En este aspecto, el de mayor importancia en esta obra, aunque cabe
hablar de un bien mueble, inmueble o incorporal, el tecnicismo prefiere emplear el
plural (bienes) para referirse a cuanto puede constituir objeto de patrimonio.

XIII. LAS OBLIGACIONES DEL SUMINISTRADO

Como seraí visto maí s adelante, el artíículo 1605 del coí digo civil senñ ala expresamente que
el suministro puede celebrarse tanto a tíítulo oneroso como a tíítulo de libertad. Esto
significa que, en el primero de los casos, el suministrado debe pagar un precio al

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suministrante como contra prestacioí n por la entrega perioí dica o continuada de bienes;
en tanto en el segundo, el suministrado no debe pagar nada, vieí ndose beneficiado, sin la
obligacioí n de ejecutar contraprestacioí n alguna, con los bienes que recibiríía, de manera
perioí dica o continuada, por parte del suministrante.

XIV. FUNCIÓN ECONÓMICA Y RAZÓN SOCIAL DEL


SUMINISTRO

El contrato de suministro surgioí del deseo de los comerciantes de hallar satisfaccioí n


raí pida, segura y econoí mica a sus necesidades y de encontrar una adecuada regulacioí n a
las relaciones que indefectiblemente se producen entre aquellos que participan en el
proceso de produccioí n, obligando a la integracioí n de una red de distribucioí n o
garantizando la provisioí n de bienes o servicios. Se necesitaba entonces, un contrato que
fuese capaz de prever el mantenimiento de las relaciones futuras, es decir, contratos que
trazaran el reí gimen de las relaciones con una perspectiva y una expectativa y una
seguridad de duracioí n en el tiempo.

La eficacia del contrato de suministro no se puede agotar en un solo acto, puesto que las
necesidades que buscan satisfacer los contratantes son la previsioí n futura y el
mantenimiento en el tiempo de la relacioí n creada. Por ello puede afirmarse que eí ste es un
contrato que engendra obligaciones duraderas a cargo de las partes; esto quiere decir, que
el intereí s de las partes soí lo queda satisfecho cuando la prestacioí n se prolonga en el
tiempo, y por consiguiente la utilidad para el contratante es proporcional a la duracioí n
del contrato.

Con la utilizacioí n del contrato de suministro se evita la realizacioí n de muí ltiples acuerdos
de voluntades, sucesivos, quizaí s aleatorios.

XV. UTILIDAD

El proveedor asegura la colocacioí n de su produccioí n por un tiempo determinado, lo cual


le permite una mejor planeacioí n econoí mica. El suministrado asegura el abastecimiento
de las materias que precisa para su actividad, garantizando de esta manera, el flujo
continuo de mercancíías y materias primas para mantener en funcionamiento sus
negocios o su produccioí n, sin la incertidumbre de la contratacioí n sucesiva y el riesgo de

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que los proveedores no puedan suministrar las mercancíías requeridas en las cantidades,
calidades y oportunidades necesarias. El suministro ofrece gran economíía en tiempo y
actividad administrativa, porque no hay que estar celebrando contratos cada vez que se
precise de una venta o servicio.

XVI. PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO DE


SUMINISTRO

a. En cuanto al nombre

El suministro es un contrato nominado.

b. En cuanto a su regulación

Seguí n Anííbal torres Vaí squez: “la distincioí n entre contrato tíípico o nominado y
atíípico o innominado no se hace en virtud de que tenga una denominacioí n o no, si
no en base a que este o no regulado por la ley positiva”.

Entendemos por contratos nominados aquellos que poseen un nomen iuris, y por
innominado, lo contrario, es decir que no tienen una nomenclatura que los
individualice. Por tíípicos, aquellos contratos que tienen regulacioí n propia con
relacioí n a una realidad.

De esta forma, el suministro fue en nuestro paíís, hasta la entrada en vigencia del
coí digo de 1984, un contrato nominado pero atíípico. A partir de entonces, siguioí
siendo nominado y ademaí s paso a ser tíípico.

Sin embargo, cuando hacemos referencia a los contratos innominados atíípicos,


creemos que si coexiste una relacioí n directa entre ellos, ya que si no existe nomen
iuris de por medio (es decir, que no existe ni siquiera con una propia
denominacioí n), mucho menos ostentara una regulacioí n propia, en tanto aun no es
socialmente aceptado.

c. En cuanto a su estructura

La estructura del suministro es la de un contrato simple, pues da lugar a una sola


regulacioí n juríídica que consiste en la obligacioí n del suministrante de ejecutar
prestaciones de entrega de bienes a favor del suministrado, y la de este ultimo de

16
pagar un precio como contraprestacioí n si el contrato se hubiese celebrado a tíítulo
oneroso.

d. En cuanto a su contenido de área

Por su contenido, el suministro puede ser un contrato mercantil, civil o


administrativo.

Seraí mercantil en la gran mayoríía de supuestos en los cuales el suministro es


celebrado por empresas, vale decir, dentro del aí mbito de los negocios privados.

Seraí civil fundamentalmente, cuando quienes seraí n las partes intervinientes no


tengan la condicioí n de comerciantes, ya sea que el contrato se celebre a tíítulo
oneroso o a tíítulo gratuito.

Es evidente que en todos los casos en cuales el suministro se celebra a tíítulo


gratuito, nos encontraremos en presencia de un contrato civil.

Finalmente, tendraí naturaleza administrativa cuando nos encontremos frente a un


servicio puí blico, como es el caso de los suministros de agua potable y energíía
eleí ctrica; estos en principio-no se rigen por los preceptos del coí digo civil, si no
por su regulacioí n especial y, solo supletoriamente por los preceptos del referido
coí digo.

e. En cuanto a su autonomía

Es un contrato principal porque no depende juríídicamente de otro contrato. Esto


no significa que pueda tener contratos accesorios al mismo, como seríía el caso de
garantíía reales o personales destinadas a asegurar el cumplimiento de las
obligaciones de cualquiera de los contratantes.

f. En cuanto a su formación

El contrato de suministro es, en principio, consensual. Sin embargo, si es


celebrado por escrito, se convierte en un contrato formal ad probationem, pero si
es a tíítulo de liberalidad deberaí celebrarse por escrito, siendo un contrato ad
solemnitatem (argumento del artíículo 1605 del coí digo civil, esta norma establece
que el suministro puede probarse, por cualquiera de los medios que permite la

17
ley, pero si hubiese sido celebrado a tíítulo de liberalidad, debe formalizarse por
escrito, bajo sancioí n de nulidad).

Pero como en la mayoríía de las ocasiones el suministro es mercantil oneroso, este


seraí consensual, porque para su celebracioí n bastaríía el consentimiento de las
partes, maí s allaí de si estas deciden recurrir a alguna formalidad especial.

g. En cuanto al tiempo

El suministro tiene por finalidad mantener relaciones juríídicas estables.se


considera de un contrato de ejecucioí n de duracioí n siguiendo el criterio del
tiempo.

Estaí en contraposicioí n a los contratos de ejecucioí n instantaí nea, ya que en


aquellos la ejecucioí n del contrato dura solo un momento, mientras que en el
suministro dura un lapso considerable o apreciable.

El suministro genera relaciones obligatorias y no reales, el suministrado no tiene


poder o derecho sobre los bienes que son objeto de la prestacioí n del
suministrante, sino solo derecho a exigir que este cumpla con toda su obligacioí n
(que consiste en prestaciones continuas o perioí dicas).

h. En cuanto a su negociación

En el caso del contrato de suministro, en la praí ctica se pueden presentar contratos


de negociacioí n previa, contratos de negociacioí n por adhesioí n o contratos
celebrados con arreglo a clausulas generales de contratacioí n. Son de estas uí ltimas
dos clases los suministros de servicios puí blicos y otros que se celebran
fundamentalmente en formularios pre-impresos.

i. En cuanto al rol económico

El suministro es fundamentalmente un contrato de cambio, pues su principal


funcioí n es la circulacioí n de la riqueza.

Asimismo, es un contrato de disposicioí n, ya que implica una disminucioí n en el


patrimonio del suministrante (la cual, de haberse pactado a tíítulo oneroso, se veraí
compensada con la respectiva contraprestacioí n).

j. En cuanto a su función

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El suministro puede ser un contrato constitutivo, modificatorio o regulatorio de
obligaciones, aunque fundamentalmente seraí constitutivo.

En cambio, nunca sea extintivo o resolutorio, pues en el suministro siempre se


generaraí en el suministrante, la obligacioí n de ejecutar prestaciones perioí dicas o
continuadas de bienes a favor del suministrado.

k. En cuanto a los sujetos a quienes obliga

El suministro es un contrato individual, ya que las obligaciones creadas por el


afectan uí nicamente a las partes que lo celebran.

l. En cuanto a la prestación

Los contratos bilaterales, sinalagmaí ticos o de prestaciones reciprocas son


aquellos en los cuales el contrato produce obligaciones para ambas partes
contratantes, es decir, surgen contemporaí neamente, para una y otra parte,
obligaciones y derechos recííprocos, ligados entre síí por una interdependencia.

En cambio, los contratos de prestacioí n unilateral se caracterizan porque una sola


de las partes se obliga hacia la otra, sin que esta quede obligada a nada. Solo una
de las partes tiene derechos, en tanto la otra tiene uí nicamente deberes
correlativos a tales derechos.

m. En cuanto al riesgo

Con respecto al riesgo debemos decir que el suministro es fundamentalmente un


contrato conmutativo, ya que la existencia y cuantíía de las prestaciones que deben
cumplir las partes son ciertas; es decir, son conocidas de antemano o al menos
determinables.

n. En cuanto sus efectos

Por sus efectos, el suministro es un contrato meramente obligatorio u


obligacional.

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XVII. PROBANZA DE LA EXISTENCIA Y CONTENIDO
DEL SUMNISTRO
Artíículo 1605: la existencia y contenido del suministro pueden probarse por cualquiera
de los medios que permite la ley, pero si se hubiera celebrado por escrito, el meí rito del
instrumento respectivo prevaleceraí sobre los otros medios probatorios.

Cuando el contrato se celebre a tíítulo de liberalidad debe formalizarse por escrito, bajo
sancioí n de nulidad. En relacioí n a la primera parte de la norma, la cual hace referencia
que “la existencia y contenido del suministro pueden probarse por cualesquiera de los
medios que permita la ley…”

XVIII. VOLUMEN DEL SUMINISTRO

Artíículo 1606: “cuando no se haya fijado el volumen del suministro o su periodicidad, se


entiende que se ha pactado teniendo en cuenta las necesidades del suministrado,
determinadas al momento de la celebracioí n del contrato”.

Esta norma fue tomada del artíículo 1560, primer paí rrafo del coí digo civil italiano, que
senñ ala lo siguiente: artíículo 1560: “importancia del suministro. -cuando no se determine
la importancia del suministro, se entiende pactada la correspondiente a las necesidades
normales de la parte que tiene derecho a eí l, teniendo en consideracioí n el momento de la
conclusioí n del contrato”.

El propoí sito buscado por la norma italiana y peruana es el de regular el supuesto en el


cual, habieí ndose celebrado un contrato de suministro, los contratantes no hayan fijado el
volumen del mismo o su periodicidad. En tal sentido se establece que dicho volumen o la
mencionada periodicidad se han pactado teniendo en cuenta las necesidades del
suministrado, determinadas a la celebracioí n del contrato.

XIX. PAGO DEL PRECIO EN EL SUMINISTRO

o. Suministro con prestaciones perioí dicas

Es aquel en el que las entregas de los bienes se realizan en sucesivas oportunidades con
un intervalo de tiempo entre cada una de ellas. Siendo asíí, podemos considerar como

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claros ejemplos de este tipo de suministro a la entrega perioí dica de papel para una
imprenta o de botellas de gaseosa para una bodega.

p. Suministro con prestaciones continuadas

En el suministro continuado la entrega de los bienes se realiza de manera continua, sin


intervalos de cada entrega. En otras palabras, a diferencia del suministro perioí dico en el
que se pueden diferenciar entregas singulares de bienes, en el suministro continuado no
existen entregas singulares, pues los bienes son entregados de manera ininterrumpida

XX. DETERMINACION DEL PRECIO EN EL SUMINISTRO


PERIODICO DE ENTREGA DE BIENES EN PROPIEDAD

Artíículo 1609:”si en el suministro perioí dico de entrega de bienes en propiedad no se ha


determinado el precio, seraí n aplicables las reglas de la compraventa y se tendraí n en
consideracioí n el momento del vencimiento de las prestaciones singulares y el lugar en
que estas deben ser cumplidas”.

Este artíículo como podemos apreciar, regula el supuesto particular del suministro de
bienes con entregas perioí dicas de los mismos, ya que se refiere especííficamente al caso
en el cual aquellos se vayan a entregar en propiedad.

XXI. ESTABLECIMIENTO DEL PLAZO DEL SUMNISTRO EN


INTERES DE AMBAS PARTES

El artíículo 1611 del coí digo civil peruano establece lo siguiente: artíículo 1611: el plazo
establecido para las prestaciones singulares se presume en intereí s de ambas partes.

Sobre esa norma vamos a senñ alar que estaí dirigida a conducir una ordenada ejecucioí n
de las prestaciones derivadas de las obligaciones del contrato del suministro.

Si bien el citado precepto establece que el plazo del suministro se presume en intereí s
de ambas partes, a nuestro entender, este artíículo estaí dirigido, sobre todo, a proteger
al suministrado de posibles arbitrariedades contenidas por el suministrante.

21
XXII. SUMINSTRADO CON FACULTAD DE FIJAR EL
VENCIMIENTO DE LAS PRESTACIONES SINGULARES

ARTICULO 1612: “cuando el suministro tiene la facultad de fijar el vencimiento de las


prestaciones singulares debe comunicar su fecha al suministrante con un aviso previo
no menos de 7 díías. La norma transcrita contempla el suceso en el cual, por acuerdo de
ambas partes, al celebrar un contrato de suministro de deja al beneficiario del mismo
(suministrado) la facultad de fijar el vencimiento de las prestaciones singulares”.

En principio pueden darse dos situaciones diferentes que hagan derivar consecuencias
distintas respecto del cumplimiento de este plazo

a) Que ambas partes contratantes hayan pactado en el momento de la celebracioí n


del contrato de suministro, un plazo míínimo en el cual deba el suministrado
que tiene la facultad de fijar el vencimiento de las prestaciones singulares,
comunicar su fecha al suministrante.
b) Que ambas partes contratantes no hayan pactado en el momento de la
celebracioí n del contrato de suministro, ninguí n plazo en el cual el suministrado
que tiene la facultad de fiar el vencimiento de las prestaciones singulares, deba
fijar su fecha al suministrante.

XXIII. SUMINISTRO A PLAZO INTERMEDIO

ARTICULO 1613: si la duracioí n del suministro no se encuentra establecida cada una de las
partes puede separase del contrato dando aviso previo en el plazo pactado o en su defecto
dentro del plazo no menor de treinta díías.

XXIV. CLAUSULAS ESPECIALES

CLAUSULA DE PREFERENCIA
Una parte se obliga frente a la otra a preferirla para celebrar un contrato igual en el
futuro, con las condiciones y precio que senñ alen el obligado o un tercero. El pacto
no puede tener duracioí n superior a un anñ o.

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Quien otorga la preferencia no se obliga a celebrar un nuevo contrato, sino que, en
el evento de que decida contratar, se obliga a preferir al beneficiario del pacto; se
trata de una oferta personalizada.
El beneficiado con la claí usula es quien decide si hace uso de la preferencia o no. Si
su decisioí n es negativa, el obligado se libera del pacto y puede contratar con quien
quiera.
Cuando el contrato de suministro contiene una claí usula de preferencia en favor del
suministrante, el beneficiario del suministro estaí en la obligacioí n de recibir
primero los bienes entregados por el suministrante frente a otros proveedores.
Tambieí n la claí usula de preferencia puede favorecer al suministrado, en cuyo caso,
el suministrante estaí en la obligacioí n de proporcionar los bienes primero al
suministrado frente a terceros.
En caso de haberse pactado la claí usula de preferencia a favor de uno u otro, la
duracioí n de la obligacioí n no excederaí de 5 anñ os.
Los artíículos 1614 y 1615 reglan lo que el coí digo civil denomina la claí usula de
preferencia y el modo de efectivizarla respectivamente.
ARTICULO 1614: “en caso de haberse pactado la claí usula de preferencia a favor del
suministrante o del suministrado, la duracioí n de la obligacioí n no excederaí de
cinco anñ os se reduce a este líímite si se ha fiado un plazo mayor”.
ARTICULO 1615: En el caso previsto en el artíículo 1714 la parte que tenga la
preferencia deberaí comentar en forma indubitable a la otra las condiciones
propuestas por terceros. El beneficiario por al pacto de preferencia, a su vez, estaí
obligado a manifestar dentro del plazo obligatoriamente fijado, su decisioí n de
hacer valer su preferencia.

CLÁUSULA DE EXCLUSIVIDAD
Cuando el contrato de suministro se ha pactado con la claí usula de exclusividad en
favor del suministrante, el beneficiario del suministro no puede recibir de terceros,
prestaciones de la misma naturaleza, ni proveerlos con medios propios a la
produccioí n de las cosas que constituyen el objeto de la prestacioí n.
El pacto de exclusividad es aquel por el cual se restringe al suministrante o al
suministrado la posibilidad de suministrar o ser suministrado, seguí n sea el caso,
con los mismos bienes y en el mismo mercado por o a favor de un tercero. De esta
manera, si el pacto de exclusividad se establece a favor del suministrante, el
suministrado no podraí recibir de otro proveedor los mismos bienes ni tampoco
proveerse a síí mismo con ellos.

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Si la exclusividad se hubiera otorgado a favor del suministrado, el suministrante ni
podraí proveer a un tercero con los mismos bienes y en el mismo mercado que los
que son objeto del contrato de suministro.

b.1 Cláusula de exclusividad a favor del suministrante

En el artíículo 1616 el coí digo civil peruano regula el caso en eí l cual se haya
pactado, el contrato de suministro, la claí usula de exclusividad a favor del
suministrante. Asíí mismo se senñ ala cuaí l es el comportamiento que deberaí seguir
en este caso, el beneficiario del suministro. El texto de la mencionada norma es el
siguiente:
ARTICULO 1616: "Cuando en el contrato de suministro se ha pactado la claí usula
de exclusividad a favor del suministrante, el beneficiario del suministro no puede
percibir de terceros prestaciones de la misma naturaleza, ni proveerlos con
medios propios a la produccioí n de las cosas que constituyen el objeto de la
prestacioí n".
En realidad, poco tenemos que decir acerca del artíículo 1616 del coí digo nacional,
salvo el hecho de especificar |1 cuando trata acerca del pacto de exclusividad, se
estaí hablando de algo absolutamente distinto de la claí usula de preferencia, esto
no excluye la posibilidad (y de hecho acurre frecuentemente en la praí ctica) de que
en un contrato de suministra ambos puedan pactarse a la vez.
Por lo demaí s es loí gica la regulacioí n y las limitaciones que nuestro coí digo civil
coloca las actividades que luego de celebrado un contrato con claí usula de
exclusividad, puede efectuar o realizar I beneficiario del suministro o
suministrado, de los contrarios el pactar una claí usula de esta naturaleza no
tendríía razoí n alguna.
Cabe formular una observacioí n en el sentido que de manera contraria a lo
dispuesto cuando se regulo lo relativo al plazo de la claí usula de preferencia al que
se le impone una duracioí n maí xima de cinco anñ os, cuando se trata en la norma
bajo comentario, respecto de la claí usula de la exclusividad a esta no se le ha
colocado plazo maí ximo. Simplemente hacemos la observacioí n.

b.2 Cláusula de exclusividad a favor del suministrado

Prosiguiendo con el comentario de las normas del coí digo civil peruano acerca del
contrato de suministro, encontramos que el artíículo 1617 hace referencia al
contrato de suministro en el cual se haya pactado claí usula de exclusividad a favor

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del suministrado o beneficiario del suministro. El texto de la mencionada norma
es el siguiente:

ARTICULO 1617: Si la claí usula de exclusividad se pacta en favor del beneficiario


del suministro, el suministrante no puede, directa o indirectamente efectuar
prestaciones de igual naturaleza que aquellas que son materia de contrato, en
ninguí n lugar'.

Sin duda el artíículo 1617 del coí digo nacional al senñ alar que el suministrante no
podraí efectuar prestaciones de igual naturaleza que aquellas que son mentira del
contrato, en ninguí n otro lugar aparentemente estaríía efectuando esta disposicioí n
en sentido imperativo, ya que no hace ninguna salvedad (en el sentido en que
pueda existir pacto en contrario), ni tampoco se hace ninguna observacioí n (tal
como salvo voluntad distinta o alguna otra frase por el estilo).

TERMINACION DEL CONTRATO


: (Artíículo 977 del Coí digo de Comercio). El contrato termina por el transcurso del
teí rmino de duracioí n pactado, pero si es de plazo indeterminado, cualquiera de las
partes podraí denunciarlo y darlo por terminado, de acuerdo a un preaviso, con la
anticipacioí n acordada o la establecida por la costumbre, y en ausencia de eí sta, seguí n la
naturaleza del contrato, para evitar de esta manera posibles abusos.
En cuanto al incumplimiento de una o de varias prestaciones, siendo el de suministro
un contrato de duracioí n, no opera la resolucioí n del mismo sino la terminacioí n, debido
a que el incumplimiento actual no afecta las prestaciones que hayan sido ejecutadas.
De otro lado, el incumplimiento es calificado y solo surte efecto cuando haya
ocasionado perjuicios graves o tenga aquella importancia capaz de engendrar una
inseguridad razonable sobre el cumplimiento de la otra parte en las futuras
prestaciones.

XXV. AUTONOMÍA CONCEPTUAL

Para reafirmar la autonomíía del contrato de suministro, estimamos necesario


referirnos a las diferencias existentes entre dicho contrato y otros contratos
regulados en la ley peruana.

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25.1 DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE COMPRAVENTA
La compraventa es un contrato de ejecucioí n instantaí nea, en el cual el pago del precio
corresponde a una entrega uí nica de la mercancíía; si la venta es con entregas repetidas,
la prestacioí n sigue siendo una sola, aunque su ejecucioí n se fraccione en el tiempo. El
contrato de suministro es un contrato de tracto sucesivo, en el cual la obligacioí n se
prolonga a traveí s del tiempo en entregas perioí dicas y no hay una prestacioí n, sino varias
prestaciones autoí nomas, ligadas entre síí, y derivadas de un contrato uí nico.
i. En cuanto a su antigüedad. - el contrato de suministro adquiere autonomíía conceptual
durante el siglo XX.
ii. En cuanto a la naturaleza de los pagos periódicos. - el suministro siempre fue
concebido como una modalidad maí s del contrato de compraventa, nos explicamos:

El contrato de compraventa puede ser uno que implique la ejecucioí n inmediata de las
prestaciones de ambas partes tienen a su cargo, lo cual equivale a decir que tanto la
entrega del bien y su transferencia de propiedad como el pago del precio son
prestaciones que se ejecutan acto seguido a la celebracioí n del contrato, apenas nacidas
las obligaciones a cargo de las partes.

Por otro lado, tambieí n podrííamos estar en presencia de una compraventa en fa que el
vendedor ejerce inmediatamente la prestacioí n a su cargo, que consiste en entregar el
bien y transferir la propiedad del mismo, en tanto el comprador, porque asíí se hubiere
convenido ejecute su prestacioí n (la de pagar el precio) de manera fraccionada; en este
caso nos encontrarííamos en presencia de una compraventa a plazos.

La compraventa a plazos tiene ciertas similitudes con el contrato de suministro; en este;


el suministrado paga el precio de manera perioí dica, tal como se paga el precio en la
compraventa a plazos.

Sin embargo, aquíí debemos senñ alar una diferencia fundamental entre ambas figuras: en
la compraventa, el comprador ejecuta una sola prestacioí n de manera fraccionada; es
decir, paga el precio por partes. Asíí, debe entenderse que cada pago corresponde a una
fraccioí n de la prestacioí n uí nica que tiene que ejecutar el comprador, la cual consiste en
pagar el precio convenido por el bien.

El contrato de suministro tambieí n puede tener algunas semejanzas con el contrato de


compraventa, en el caso que este hubiera sido pactado con un pago del precio al
contrato o al creí dito, pero con entregas perioí dicas de bienes.

26
iii. En cuanto al carácter en virtud del cual se ejecutan las prestaciones. -

De acuerdo a lo establecido por el artíículo 1529 del coí digo civil peruano, por la
compraventa, el vendedor se obliga transferir lo propiedad de un bien al comprador y
este a pagar su precio en dinero.

Recordamos esto en virtud de que, a traveí s del contrato de compraventa, ambas partes
asumen la obligacioí n de entregar en propiedad aquello que tienen que dar; por un lado,
el comprador es obvio, a pesar de que el texto legal no lo dice explíícitamente se obliga a
transferir al vendedor la propiedad del dinero que tiene que entregar en calidad de
precio y; por su parte, el vendedor se obliga a transferir al comprador la propiedad del
bien.

Como se recuerda, el coí digo nacional ha optado como definicioí n del contrato de
suministro una intermedia en doctrina, ya que no se comprende en ella a la ejecucioí n de
servicios por parte del suministrante.

Sin embargo, ello no debe conducirnos a la conclusioí n de que el contrato de suministro


nunca contiene prestaciones de servicios. Lo que ocurre es que el rasgo distintivo y que
imprime el caraí cter esencial de dicho contrato estaí constituido por la entrega de bienes.
Pero en muchos casos, para que se puedan entregar dichos bienes, resultara necesario
ejecutar diversos servicios.

iv. En cuanto a su onerosidad o gratuidad. -

En el caso de la compraventa esta contraprestacioí n es el precio (por maí s bajo o alto que
este sea).

El contrato de suministro puede celebrarse a tíítulo gratuito; es decir, en la eventualidad


de que solo el suministrante sea la parte que asuma obligaciones en este contrato y, en
cambio, el beneficiarlo del suministro no asuma la obligacioí n de pagar precio alguno.

En este caso, tal como es establecido por la norma citada y analizado por nosotros
oportunamente, el contrato deberaí celebrarse por escrito bajo sancioí n de nulidad.

El contrato de suministro tiene fundamentalmente, fin de lucro y seríía raro observar


alguí n contrato de suministro en el cual el suministrante se obliga de manera gratuita. En
este caso, el suministro se pareceríía maí s a un contrato de renta vitalicia, pero ello seraí

27
analizado por nosotros cuando estudiemos las diferencias y semejanzas existentes entre
ambos contratos.

v. En cuanto a su formalidad. -

Como se sabe el contrato de compraventa es, en principio, de caraí cter consensual, es


decir se celebra con el solo consentimiento de las partes y no requiere, para su validez,
el cumplimiento de alguna otra formalidad.

Sin embargo, ocurre muchas veces que las partes recurren a celebrar el contrato de
compraventa por escrito o, si se quiere ver el tema de esta forma, lo hacen constar por
escrito, luego de celebrarlo verbalmente. Incluso se lleva a celebrar, con frecuencia, por
medio de para su posterior elevacioí n a escritura puí blica, a fin de lograr su inscripcioí n
en los registros puí blicos, que halla su supuesto maí s representativo en la inscripcioí n en
el registro de la propiedad inmueble. Esto se hace por razones de evidente seguridad
juríídica.

En el caso del contrato de suministro este es, en principio, consensual; es decir, se


celebra con el solo consentimiento de las partes.

Dicha norma establece que la existencia y contenido del suministro pueden probarse
por cualquiera de los medios que permite la ley, pero si se hubiera celebrado por escrito,
el meí rito del instrumento respectivo prevaleceraí sobre todos los otros medios
probatorios.

XXV.2 DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE DONACION:


i. En cuanto a la onerosidad o gratuidad. -

Por la donacioí n el donante se obliga a transferir gratuitamente al donatario la


propiedad de un bien.

Esto significa como sabemos, que el contrato de donacioí n es, por esencia, un acto de
liberalidad, este no se admite la posibilidad de que se pacte una contraprestacioí n que
eventualmente deja de ejecutarse el donatario a favor del donante, salvo la existencia
de un cargo.

En cambio, el contrato de suministro puede ser, como hemos visto tanto un contrato a
tíítulo oneroso como un acto a tíítulo gratuito.

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Vale decir que si alguna semejanza pudiera haber entre ambos contratos la misma se
centraríía en lo relativo al suministro a tíítulo gratuito nunca respecto al oneroso.

ii. En cuanto al volumen de los bienes a entregar -

Una diferencia importante entre ambos contratos consiste en que el suministro a tíítulo
de liberalidad implica, necesariamente la entrega perioí dica o continuada de bienes, en
tanto que el contrato de donacioí n implica fundamentalmente la entrega, en ejecucioí n
uí nica, del bien o de los bienes donados.

Sin embargo, la diferencia fundamental entre ambos contratos es que la donacioí n


siempre se sabraí , desde el momento de su celebracioí n, cual es el volumen total de los
bienes que deberaí n ser entregados en propiedad al donatario.

En cambio, en el contrato de suministro, sobre todo si se ha pactado a plazo


indeterminado o con voluí menes variables seraí frecuente que no se sepa, en el
momento de su celebracioí n, cual es el volumen total de bienes que deberaí n ser
entregados al beneficiario del suministro.

iii. En cuanto a la Transferencia de propiedad de los bienes. -

A traveí s de la donacioí n, el donante se obliga a transferir al donatario la propiedad de


un bien. Esto quiere decir que la donacioí n es un contrato que genera necesariamente
la obligacioí n de transferir propiedad.

Sin embargo, tal como ha sido precisado por nosotros, el contrato de suministro no
necesariamente implica que el suministrante se obligue a transferir al suministrado la
propiedad de los bienes a entregar, en la medida que estos podraí n ser entregados con
un caraí cter diferente; como, por ejemplo, a tíítulo de uso, disfrute o consignacioí n"

iv. En cuanto a eventuales límites de lo que se puede obligar a donar o


suministrar. -

Con esto queremos poner de relieve que, de todos los actos a tíítulo de liberalidad que
puede efectuar una persona dentro del reí gimen legal peruano, solamente ¡as
donaciones y las disposiciones sucesorias tienen líímites establecidos por la ley.

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Asíí el suministro a tíítulo gratuito tampoco tiene líímites, esto equivale a decir que no
podrííamos estar frente a un suministro que puede ser declarado como inoficioso, a
diferencia de lo que ocurre en el contrato de donacioí n.

v. En cuanto a su formalidad. -

Dicha norma establece que la existencia y contenido del suministro pueden probarse
por cualquiera de los medios que permite la ley; pero si se hubiera celebrado por
escrito, el mentoí del instrumento respectivo prevaleceraí sobre todos los otros medios
probatorios.

En este artíículo agrega que el contrato, cuando se celebre a tíítulo de liberalidad, debe
formalizarse por escrito, bajo sancioí n de nulidad.

Por otro lado, en lo referente al contrato de donacioí n, podemos decir que este, por su
formacioí n puede ser tanto un contrato consensual como uno formal, conforme a lo
establecido por los artíículos 1623 y siguientes del coí digo civil.

25.3 DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO. -


i. En cuanto al carácter el carácter en que se entregan los bienes. -

Mediante el suministro, el suministrante se puede obligar a entregar bienes en


propiedad o aun tíítulo distinto (la ley no especifica cuaí les pueden ser dichos tíítulos).

En cambio, a traveí s del contrato de arrendamiento, el arrendatario se obliga a


entregar un bien al arrendatario solo para que lo use y lo devuelva despueí s de un
plazo determinado, determinable o indeterminado recibiendo a cambio el pago de
cierta renta convenida.

ii. En cuanto a su onerosidad

Por el arrendamiento, el arrendador se obliga a ceder temporalmente al arrendatario


el uso de un bien por cierta renta convenida.

Con ello queda claro que el arrendamiento es, por esencia, un contrato a tíítulo
oneroso, en tanto que no seríía arrendamiento el contrato en virtud del cual se
entregar un bien para su uso a tíítulo gratuito.

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Por el comodato, el comandante se obliga a entregar gratuitamente al comodatario un
bien no consumible para que lo use por cierto tiempo, o para cierto fin, y luego lo
devuelva.

iii. En cuanto a quien pueda celebrar el contrato. -

En cuanto a quienes pueden ser las personas que se constituyan en calidad de partes
en un contrato de suministro, no existe restriccioí n alguna, en cambio, en lo que
respecta al contrato de arrendamiento, el artíículo 1667 del Coí digo Civil establece que
puede dar en arrendamiento el que tenga esta facultad respecto de los bienes que
administra.

Asíí mismo el artíículo 156 del referido cuerpo legal establece que no puede tomar en
arrendamiento el administrador, los bienes que administra y aquel que por ley estaí
impedido.

iv. En cuanto a su formalidad. -

En el contrato de suministro se establece que la existencia y contenido del mismo


pueden probarse por cualquiera de los medios que permite la ley; sin embargo, si se
hubiera celebrado por escrito, el meí rito del instrumento respectivo prevaleceraí
sobre todos los otros medios probatorios.

En este artíículo agrega que el contrato, cuando se celebra a tíítulo de liberalidad, debe
formalizarse por escrito, bajo sancioí n de nulidad.

Por otra parte, debemos de senñ alar que el contrato de arrendamiento tiene libertad
de forma, vale decir, es consensual.

XXV.4 DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE MUTUO

i. En cuanto a la calidad por la que se entregan los bienes

En el artíículo 1648 del coí digo civil, mediante el mutuo el mutuante se obliga a
entregar al mutuario una determinada cantidad de dinero o de bienes consumibles a
cambio de que se le devuelvan otros de la misma especie, calidad o cantidad.

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En cambio, a traveí s del contrato de suministro, el suministrante no necesariamente
entregara los bienes al suministrado a tíítulo de propietario, ya que podríía convenirse
seguí n, lo que se acuerde.

ii. En cuanto a la onerosidad o gratuidad

En el suministro a tíítulo gratuito, el suministro no entregara prestacioí n alguna al


suministrante. En cambio, en el mutuo celebrado a tíítulo gratuito, el mutuario
siempre debe ejecutar una prestacioí n, la cual consiste en devolver el capital
mutuado.

25.5 DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE LOCACION DE SERVICIOS


i. En cuanto al objeto de la prestación

El artíículo 1754 del coí digo civil, mediante la locacioí n de servicios, el locador se
obliga, sin estar subordinado al comitente, a prestarle sus servicios por cierto
tiempo o para un trabajo determinado, a cambio de una retribucioí n.

En el contrato de locacioí n de servicios, el locador se obliga a la ejecucioí n de una


prestacioí n de hacer. En cambio, en el suministro, las prestaciones a las cuales se
obliga el suministrante deben consistir en la entrega perioí dica o continuada de
bienes.

ii. En cuanto a su formalidad

El contrato de suministro, es en principio, consensual.

25.6. DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE RENTA VITALICIA


i. En cuanto al carácter en virtud del cual se entregan los bienes

En el suministro, el suministrante se obliga a entregar a los suministrados bienes en


propiedad o por alguí n tíítulo diferente.

En cambio, el contrato de renta vitalicia es consustancial a la naturaleza del mismo


que los bienes sean entregados (por quien se obliga a pagar la renta) al beneficiario a
tíítulo de propiedad.

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ii. En cuanto a su onerosidad o gratuidad

El suministro puede celebrarse tanto a tíítulo oneroso como gratuito, aunque no es


algo usual ver suministros a tíítulo de liberalidad.

En cambio, en el contrato de renta vitalicia, puede constituirse a tíítulo oneroso o a


tíítulo gratuito.

iii. En cuanto a su formalidad

El articulo 1605del coí digo civil establece la existencia y contenido del suministro
pueden probarse por cualquiera de los medios probatorios, a su vez senñ ala que el
contrato, cuando se celebra a tíítulo de liberalidad, debe formalizarse por escrito, bajo
sancioí n de nulidad.

El artíículo 1925 del coí digo civil prescribe que el contrato de renta vitalicia se
constituye por escritura puí blica, bajo sancioí n de nulidad.

XXVI. LA REGULACION TRIBUTARIA

En materia fiscal el suministro es una compraventa serial y repetitiva de bienes y/o


servicios, por lo que al primero se aplica la regulacioí n toda de la segunda, en materia de
impuestos sobre la renta y sobre las ventas, y de timbre nacional. Lo relevante es cada
operacioí n; el suministro en síí mismo como norma marco, es intrascendente, aunque
puede servir de base para precisar algunas condiciones de cada entrega considerada
individualmente.

Lo que recibe el vendedor constituye su ingreso fiscal base para la depuracioí n de la


renta. Lo que paga el comprador representa un costo del producto que posteriormente
vende, o porque es el precio de adquisicioí n de una mercancíía que ha de ser enajenada
despueí s, o porque integra parte de los insumos necesarios para producir los bienes
dentro de un proceso industrial.

Los precios de compra y de venta son los que constan en los documentos respectivos, en
las facturas en este caso, siempre y cuando no difieran notoriamente del valor comercial
(artíículo 90 del Estatuto Tributario). Se presentaraí tal desviacioí n notoria cuando exista
una diferencia posterior al 25% del valor correspondiente a las mismas mercancíías en
condiciones similares.

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El vendedor ha de facturar cada una de las entregas de los productos, y el comprador
pagaraí despueí s de retener en la fuente el porcentaje legal del 3% sobre compras o del
4% sobre servicios.

Toda factura de enajenacioí n de bienes corporales muebles o de servicios conlleva el


14% de Impuesto sobre las ventas; para que el impuesto cancelado con el precio sea
descontable para el comprador, el IVA tendraí estar discriminado en la factura o
documento equivalente (Literal a. del artíículo 19 de la ley 6a. de 1992, artíículo 485
Estatuto Tributario).

La factura comercial, o simple, no causa impuesto de timbre, pero no constituye el


documento ideal para la efectividad del cobro judicial del creí dito representado en ella;
la factura cambiarla genera timbres al 5% o a menos que se trata de operaciones entre
comerciantes inscritos (artíículo 530 Estatuto Tributario, numeral 80.) o que su monto
sea inferior a $15 millones.

El contrato de suministro es un hecho generador del impuesto de Timbre nacional. a


tasa del 5% sobre el monto total del contrato. Si el lapso se extiende por varios anñ os
habríía que pagar el impuesto desde un comienzo, a menos que se considere como de
cuantíía indeterminada desde un principio, lo que generaríía la obligacioí n de cancelar
inicialmente$ 300 mil de timbres, y de ir liquidando y ajustando y pagando anñ o en anñ o
sobre la cuantíía de ejecucioí n contractual en el respectivo perííodo.

Por el impuesto de timbre responden solidariamente las dos partes y, si el documento


que da testimonio de eí l ha sido presentado ante Notario, este funcionario integraraí
tambieí n la cadena de responsables solidarios. Hasta diciembre de 1992 se acudíía al
expediente de notarizar el suministro mediante una escritura puí blica, o de formalizarlo
mediante una oferta de contrato aceptada por documento privado, pues tanto los
instrumentos puí blicos como las ofertas unilaterales estaban excluidas del impuesto.
Desde que entroí en vigencia la ley 6a. de 1992 estas modalidades han dejado de,
presentar solucioí n, ya que en el artíículo 36 se contempla expresamente que el timbre se
causa

"sobre los instrumentos puí blicos y documentos privados .... en los que se haga constar la
constitucioí n, existencia, modificacioí n o extincioí n de obligaciones, al igual que su
proí rroga o cesioí n ... (auí n) en el caso de la oferta mercantil aceptada ... "

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Si el vendedor no denuncia con exactitud sus ventas estaraí sometido a la sancioí n por
inexactitud, por libros, y por facturacioí n. Y si el comprador no retiene en la fuente sobre
los pagos efectuados, el gasto no seraí fiscalmente reconocido como costo o como
deduccioí n.

El suministro, per se, no genera ni ingresos ni costos, ni deducciones, ni contabilizacioí n


alguna, ni la creacioí n de cuentas activas o pasivas; cada entrega perioí dica da lugar a su
liquidacioí n y contabilizacioí n separada, como si se tratara de una operacioí n
independiente, y a cada operacioí n aislada dirige su atencioí n el derecho tributario para·
definir sus consecuencias de fondo (obligaciones sustanciales y virtualidad de generar
la carga tributaria) y de forma (declaraciones y retenciones entre otras).

XXVII. EXTINCIÓN DEL CONTRATO DE SUMINISTRO

Un contrato de suministro puede extinguirse baí sicamente en atencioí n a tres factores:

a) Por vencimiento del término. - Ocurre cuando las partes han establecido
para el contrato un plazo determinado, o cuando aquel dependa de un hecho o
condicioí n futura, y al cumplirse esa fecha o realizarse tal hecho, el contrato
automaí ticamente quedaraí extinguido. Asíí, las partes desde el momento de la
celebracioí n del contrato habraí n tenido conocimiento pleno del inicio y teí rmino del
contrato.

b) Por denuncia unilateral del contrato. - Tambieí n hemos visto lííneas


atraí s, cuando nos referííamos a la duracioí n del contrato de suministro, que una de las
partes puede poner teí rmino al suministro si esa facultad le corresponde, en virtud de lo
establecido en el documento y mediante aviso anticipado a su contraparte.

c) Por incumplimiento de las prestaciones por las partes .- Ocurre


en aquellos casos, en los que al margen de que las prestaciones que conforman el
contrato de suministro se cumplen consecutiva, y autoí nomamente, y que el posible
incumplimiento de alguna de ellas no afecta a las restantes; las partes afectadas por los
incumplimientos de su contraparte si podraí n pedir la terminacioí n del contrato cuando
los incumplimientos de las prestaciones singulares –a que estaí obligado-, revista tal
gravedad, o cause un perjuicio tan grave que ocasione la disminucioí n de la confianza en

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la exactitud, realizacioí n o en la ejecucioí n de los sucesivos cumplimientos de las
prestaciones; ante ello, la parte afectada, puede pedir la terminacioí n del contrato, tal
como lo establece el artíículo 1620 del Coí digo Civil.

XXVIII. EL CONTRATO DE SUMINISTRO EN NUESTRO


ORDENAMIENTO LEGAL
El Coí digo Civil de 1984 regula el contrato de suministro en su libro VII, Fuente de las
obligaciones, seccioí n 2da. De los Contratos Nominados, Tíítulo III, Contrato de
Suministro, consagraí ndolo en 17 artíículos que van del 1604 al 1620, los cuales
analizaremos en detalle en trabajos posteriores.

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XXVI. Bibliografía
Huayanay Chuquillanqui, H. (2010). Contratos Civiles y Modernos de Empresa. Lima: MFC Editores
EIRL.

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