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PROFESOR GUIA:
YARKO NIÑO CAMPOS
MIEMBROS DE LA COMISION:
ALDO TAMBURRINO TAVANTZIS
RICARDO MUÑOZ MAGNINO
Santiago de Chile
JUNIO 2007
RESUMEN DE LA MEMORIA
PARA OPTAR AL TITULO DE
INGENIERO CIVIL
POR: DIEGO OJEDA ITURRIAGA
FECHA: 18/06/2007
PROF. GUIA: SR. YARKO NIÑO CAMPOS
El presente trabajo, que se enmarca dentro del estudio de la hidrodinámica de cuerpos de agua,
tuvo por objetivo investigar la incidencia del efecto de Coriolis sobre los procesos de mezcla en
lagos de grandes dimensiones, utilizando métodos numéricos y experimentales.
2.1. Estratificación............................................................................................................9
2.2. Procesos de mezcla..................................................................................................10
2.2.1. Efecto del viento..............................................................................................10
2.2.2. Leyes de incorporación....................................................................................12
2.2.2.1. Número de Richardson. ...............................................................................12
2.2.2.2. Velocidad de incorporación.........................................................................12
2.2.3. Inclinación de la interfaz de densidad. ............................................................15
2.3. Efecto de Coriolis. ...................................................................................................16
2.3.1. Generalidades. .................................................................................................16
2.3.2. Influencia hidrodinámica.................................................................................17
2.3.2.1. Número de Burger. ......................................................................................17
2.3.2.2. Ondas de respuesta. .....................................................................................18
2.3.3. Teoría de Ekman..............................................................................................19
2.3.3.1. Ecuaciones de movimiento bajo condiciones rotacionales. ........................20
2
4.3. Primera serie de experimentación............................................................................64
4.3.1. Velocidad de incorporación.............................................................................66
4.3.2. Resultados experimentales. .............................................................................67
4.4. Segunda serie de experimentación. .........................................................................71
4.4.1. Velocidad de incorporación.............................................................................72
4.4.2. Resultados experimentales. .............................................................................72
6.1. Conclusiones............................................................................................................99
6.2. Recomendaciones. .................................................................................................102
ANEXOS ..............................................................................................................................103
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1. INTRODUCCION Y OBJETIVOS
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CAPITULO 1
INTRODUCCION Y OBJETIVOS
Durante la temporada estival, los lagos ubicados en Chile central (aproximadamente entre 35º
y 45º Latitud Sur) reciben una gran cantidad de radiación solar, generándose un calentamiento
de sus aguas superficiales que se traduce en una estratificación térmica de la columna de agua,
lo que condiciona el ambiente acuático. El fenómeno de la estratificación, que también puede
producirse por presencia de salinidad o sedimento en suspensión, conlleva a tener aguas de
distintas densidades, generalmente con una delgada zona intermedia de altos gradientes que
actúa como interfaz.
El viento, al actuar sobre la superficie libre de un cuerpo de agua, genera un esfuerzo de corte
que da origen a un campo de velocidades, el cual, dependiendo de la magnitud del evento,
puede inducir turbulencia y favorecer procesos de intercambio. La energía cinética turbulenta
recibida produce vórtices en la termoclina (zona de altos gradientes de temperatura y
densidad), generando un ascenso de las aguas de mayor densidad, lo que favorece la mezcla y
produce un descenso de la interfaz de densidad. Un proceso de mezcla como el descrito
genera cambios en la distribución de temperatura, oxígeno disuelto, nutrientes y otras
sustancias y elementos que controlan la calidad del agua y el estado del ecosistema presente.
Además, la mezcla conlleva a la resuspensión de sedimentos que alteran la entrada de luz a la
columna de agua y disminuyen el espesor de la zona fótica.
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El presente trabajo de título consistió en estudiar la incidencia que tiene el efecto de Coriolis
sobre los procesos de mezcla en lagos de grandes dimensiones, basándose principalmente en
la utilización de modelos numéricos que describen el fenómeno, así como también en
resultados obtenidos de experiencias de laboratorio.
Por otro lado, parte importante del desarrollo de la memoria consiste en analizar información
experimental enviada por la Universidad de Dundee, Escocia, donde, durante el tiempo en que
se desarrolló el presente trabajo de título, se realizaron una serie de experiencias
concernientes a un estudio experimental que se realiza en colaboración con el grupo de
investigación que guió este trabajo de título. El estudio se realiza en una mesa rotatoria (para
simular el efecto de Coriolis) sobre la cual se ha montado un estanque donde se simula la
acción del viento con una cinta transportadora.
Para completar el objetivo general planteado se proponen los siguientes objetivos específicos
a desarrollar:
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El Capítulo 1 presenta la introducción y motivación de la memoria de título, mostrando
antecedentes generales de los contenidos abarcados en el informe y la estructura general de
éste.
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2. REVISION BIBLIOGRAFICA
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CAPITULO 2
REVISION BIBLIOGRAFICA
Los cuerpos de agua como lagos y embalses están en continua interacción con una gran
cantidad de factores que condicionan su estructura hidrodinámica a lo largo del tiempo, entre
los que se pueden mencionar como más determinantes los de tipo atmosféricos, relacionados
con el clima, y los de tipo físico. La presente revisión bibliográfica se enfoca
fundamentalmente en tres de estos factores, abarcando en forma general el fenómeno de la
estratificación de cuerpos de agua, el efecto que produce la acción del viento sobre esta
estratificación (mezcla), y finalmente la incidencia que tiene la rotación terrestre en estas
masas de fluido de grandes dimensiones.
2.1. Estratificación.
Durante la temporada estival los cuerpos de agua reciben una gran cantidad de radiación solar,
produciéndose un calentamiento de sus aguas superficiales que induce un gradiente vertical de
temperatura que se propaga por difusión hasta cierto nivel de profundidad. Este aumento
considerable de la temperatura de las capas superiores, que generalmente tienen mayor
movimiento y se encuentran bien mezcladas, da origen a una diferencia térmica muy marcada
con respecto a puntos ubicados a mayor profundidad en la columna de agua, que no son
alcanzados por la radiación y poseen menor temperatura. La formación de estas capas es lo
que se denomina estratificación térmica.
Un cambio en el nivel de temperatura del agua genera a su vez una variación en la densidad
de ésta, por lo que la estratificación térmica mencionada se traduce en la formación de
estratos de distintas densidades, teniéndose aguas más frías y densas por debajo de aguas más
temperadas y livianas.
La estratificación descrita puede caracterizarse por la formación de tres capas bien marcadas
(Fig 2.1), el epilimnion, que es el estrato superior, posee una mayor temperatura y menor
densidad que las zonas más profundas, y generalmente se encuentra bien mezclado por lo que
su densidad es prácticamente constante en la vertical. El hipolimnion, que es el estrato más
profundo, presenta aguas más densas y frías, característica que se acentúa levemente con la
profundidad, y se encuentra por debajo de una región intermedia denominada metalimnion.
Esta capa intermedia, donde se acentúan los gradientes de temperatura y densidad,
corresponde a una zona de transición que, debido a su relativamente reducido espesor, es
generalmente considerada sólo como una interfaz (superficie), denominada termoclina en este
tipo de estratificación.
Una característica importante de esta interfaz de densidad es que, al ser una zona de altos
gradientes de densidad, en condiciones de movimiento actúa físicamente como una barrera,
9
inhibiendo el traspaso de momentum, calor y masa entre las capas superficiales y profundas.
Además, tiende a disminuir de manera importante la turbulencia y su proceso de difusión.
Para que un cuerpo de agua estratificado deje esta condición, es decir, que se produzca mezcla
vertical e interacción entre sus capas superficiales y profundas, deben generarse fenómenos
hidrodinámicos que induzcan este intercambio de aguas de distintas características, siendo el
efecto del viento, que entrega energía cinética turbulenta ejerciendo un esfuerzo de corte
tangencial sobre la superficie libre, el más importante de ellos.
La existencia de vientos que actúan sobre la superficie libre de lagos y embalses, cuya acción
genera campos de velocidades en la columna de agua, es el origen principal de los procesos de
mezcla, debido a que proporcionan gran parte de la energía cinética que se requiere para estos
fines. Parte de la energía que ingresa al cuerpo de agua genera ondas superficiales e internas,
conocidas como seiches, mientras que el resto de la energía es utilizada en la generación de
corrientes que inducen el movimiento y circulación de masas de agua.
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El ingreso de momentum al flujo debido a la acción del viento se produce por el esfuerzo de
corte que se impone naturalmente sobre la superficie, donde se genera energía cinética
turbulenta que es difundida verticalmente hacia abajo y que, dependiendo de su magnitud,
puede alcanzar el nivel del metalimnion. Esta turbulencia dentro de la región de transición, o
interfaz de densidad, es la que promueve el ascenso de aguas más profundas y de mayor
densidad, dándose origen al proceso de mezcla y a un aumento de la energía potencial del
cuerpo de agua debido a la elevación de su centro de gravedad.
τ s = CD ρ aU 2 Ec. 2.1
Donde U es la velocidad del viento a una altura de 10 metros sobre la superficie libre, a
corresponde la densidad del aire, y CD es un coeficiente de arrastre que varia según
condiciones atmosféricas y características del cuerpo de agua.
∂u
τl = µ Ec. 2.2
∂z
∂u
τ r = − ρ ⋅ u ′w′ = ρν t Ec. 2.3
∂z
11
2.2.2. Leyes de incorporación.
g ∆ρ h1
Ri* = Ec. 2.4
ρ0 u*2
g ∆ρ
g′ = Ec. 2.5
ρ0
Por otra parte, la altura h1 corresponde a la profundidad inicial del estrato superficial, y u* es
la denominada velocidad de corte, dada como función del esfuerzo de corte superficial, s, y la
densidad de referencia.
τs
u* = Ec. 2.6
ρ0
El concepto de velocidad de incorporación nace del estudio del ya descrito fluido estratificado
en dos capas, donde, teniéndose un ingreso de energía cinética turbulenta al sistema, se
origina un proceso mezcla por difusión turbulenta de energía que produce interacción entre
ambos estratos. Este proceso turbulento se traduce en la profundización de la capa de mezcla
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con el transcurso del fenómeno, cuyo nivel de avance en el tiempo es la denominada
velocidad o tasa de incorporación.
dh1
ue = Ec. 2.7
dt
ue
∝ Ri*− m Ec. 2.8
u*
Experiencias realizadas en laboratorio, donde el efecto del viento sobre cuerpos de agua ha
sido simulado utilizando cintas transportadoras o túneles de viento, han arrojado resultados
que permiten parametrizar el comportamiento de la velocidad de incorporación durante la fase
de mezcla completamente desarrollada, incorporando la ya mencionada relación adimensional
con la velocidad de corte.
Kranenburg (1984), obtiene que en una situación con gradiente longitudinal de presión igual a
cero se tiene:
ue
= 0.6 Ri*−1/ 2 Ec. 2.9
u*
En tanto, cuando las paredes o bordes del cuerpo de agua afectan el sistema hidrodinámico,
equilibrando el esfuerzo de corte superficial con un gradiente de presión longitudinal dado por
una inclinación de la superficie libre y la interfaz de densidad, el proceso de mezcla se ve
alterado, viendo reducida su tasa de incorporación. Para este caso, Kranenburg (1985) obtuvo
la siguiente relación.
ue
= 0.07 Ri*−1 Ec. 2.10
u*
Estudios posteriores, Chu y Soong (1997) y Niño (2003), han confirmado mediante
simulaciones numéricas el exponente -1 del número de Richardson para procesos de mezcla
en estanques confinados.
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Si se considera el caso experimental en que el esfuerzo de corte sea aplicado en el fondo del
sistema, el intercambio debido a la difusión de energía cinética turbulenta se ve reflejado en
un aumento en el espesor del estrato inferior (mayor densidad) que, debido a la conservación
de la masa en la columna de agua, al haber mezcla disminuye su concentración y densidad.
Por otra parte, el espesor del estrato superior se reduce por efecto del ascenso de la capa de
mezcla, pero mantiene su densidad (Fig 2.2).
Fig 2.2: Evolución teórica del perfil de densidad con ingreso de energía desde el fondo.
h2 H
PE = g z ρ 2 dz + z ρ1dz Ec. 2.11
0 h2
Considerando conservación de masa y que la densidad del estrato superior (ρ1) no varía se
tiene que:
dPE g dh
= ( ρ 2 − ρ1 ) h2 2 Ec. 2.12
dt 2 dt
Donde la variación instantánea del espesor del estrato inferior es la denominada velocidad de
incorporación.
dh2
ue = Ec. 2.13
dt
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Incorporando el ingreso de energía cinética turbulenta en el fondo de la columna de agua a
través del movimiento constante de una cinta transportadora con velocidad ub, cuya potencia
de entrada puede obtenerse a partir de derivar el trabajo mecánico realizado (Ec 2.14), se
define el concepto de eficiencia de mezcla como la razón entre la tasa de cambio de energía
potencial y el ingreso instantáneo de energía cinética turbulenta, es decir, el porcentaje o
cantidad de la energía incorporada que es utilizado para generar mezcla (Ec 2.15).
d dτ dx
dKE dt = (τ b x ) = b x + τ b = τ bub Ec. 2.14
dt dt dt
dPE dt g ( ρ 2 − ρ1 ) h2ue
η= = Ec. 2.15
dKE dt 2τ b ub
Luego, utilizando la Ec 2.6 para expresar el esfuerzo corte en el fondo de la columna de agua
en función de la velocidad de corte, b = 0 u*2, para posteriormente relacionar esta última con
la velocidad de la cinta mediante un factor de fricción constante, k = ub/u*, y finalmente
definir el número de Richardson en con respecto al espesor del hipolimnion, se tiene que:
ue 2 k η
= Ec. 2.16
u* Ri*
El ya descrito efecto del viento que genera un campo de velocidades en las masas de agua
superficiales presentes en el epilimnion, sumado a la influencia de los límites o bordes del
cuerpo de agua que condicionan el problema, da origen a una inclinación de la superficie
libre, con pendiente positiva en la dirección del flujo (dirección del viento). Para compensar el
movimiento de masas, en el estrato más profundo se desarrolla un flujo que se opone al
campo superficial, con pequeñas velocidades en sentido opuesto que producen una
recirculación del flujo total (Fisher 1979).
La inclinación de la superficie libre impone un gradiente longitudinal de presión que, para que
se produzca el equilibrio natural de fuerzas, debe ser compensado por una inclinación de la
termoclina (en sentido contrario), situación que se va generando a medida que el esfuerzo de
corte actúa sobre la interfaz. Esta inclinación de la interfaz de densidad tiene una pendiente
marcadamente superior al caso de la superficie libre, debido a que la diferencia de densidades
en la termoclina es mucho menor que en la interfaz aire-agua. Una vez alcanzado el valor
máximo para el esfuerzo de corte en la interfaz de densidad, que se produce cuando la
inclinación es suficiente para que la presión hidrostática equilibre el esfuerzo de corte sobre la
superficie libre, deja de existir recirculación de flujo neto en la columna de agua, formándose
dos recirculaciones independientes, una en el epilimnion y otra, más tenue, en el hipolimnion.
(Fig 2.3).
15
Fig 2.3: Esquema de recirculación.
Como parte de esta reacción del cuerpo de agua ante un evento de viento, y la respectiva
transferencia de energía inducida en su interior, se generan ondas de respuesta internas y
superficiales con un amplio espectro, que van desde seiches de baja frecuencia hasta ondas de
alta frecuencia y turbulencia. El período de oscilación de las ondas internas, T, está
determinado por las dimensiones del lago y las características de su estratificación.
2L
T= Ec. 2.17
ci
1/ 2
g ′h1h2
ci = Ec. 2.18
H
Donde L es la longitud horizontal del cuerpo de agua y ci la celeridad de las ondas internas
que, como muestra la ecuación, está condicionada por la gravedad reducida y el espesor de los
estratos.
2.3.1. Generalidades.
La fuerza de Coriolis, también denominada efecto de Coriolis (Coriolis 1835), es una fuerza
ficticia o aparente que se ejerce sobre cualquier objeto con masa que se desplaza sobre otro
objeto o superficie en rotación, acelerando con respecto a este último.
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superficie de Coriolis, tendiendo a desviar sus trayectorias en sentido horario para el caso del
Hemisferio Norte y en el sentido anti-horario en el Hemisferio Sur. Aunque en teoría este
efecto actúa sobre cualquier cuerpo o fluido ubicado sobre la Tierra, en la práctica sólo tiene
un impacto medible cuando la masa en movimiento tiene grandes dimensiones y se extiende
por varios kilómetros, como es el caso del viento y de las corrientes marinas.
El efecto de Coriolis se manifiesta como una fuerza aparente que actúa en dirección
perpendicular a la dirección de movimiento, y es determinante en la forma como se mueve la
atmósfera y las corrientes en océanos y grandes lagos, especialmente en latitudes alejadas del
Ecuador (en el Ecuador este efecto es igual a cero).
La mencionada dependencia del efecto de Coriolis con la latitud se debe a la forma esférica
que posee la Tierra y a la orientación Norte – Sur de su eje imaginario de rotación. Es así
como en un punto ubicado en uno de los polos se tiene una frecuencia angular igual a la
terrestre, mientras que si se ubica en el ecuador su frecuencia de rotación es nula.
Si bien es sabido que el efecto de Coriolis afecta a masas de grandes dimensiones, esta
condición es muy general, y carece de precisión para determinar cuando la rotación
condiciona realmente la dinámica de un cuerpo de agua. Además, al existir una relación
directa con la latitud del lugar, debe adoptarse un criterio que también involucre esta variable
para determinar con certeza la real incidencia de la rotación en la hidrodinámica del lago en
estudio.
17
λ0
Bu = Ec. 2.19
L
ci′
λ0 = Ec. 2.20
f
Como complemento al criterio del número de Burger, estudios realizados por Antenucci e
Imberger (2001) indican que lagos ubicados en latitudes medias, entre los 30º y 60º, estarían
afectados por la rotación terrestre en caso de que su extensión horizontal supere los 5 km.
ci′
ci′* = 1/ 2
Ec. 2.22
(1 − ( f w) 2 )
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Además de afectar los Seiches, el efecto de Coriolis puede inducir distintas ondas de respuesta
de baja frecuencia, como lo son las ondas de Poincaré, Kelvin y Rossby (Antenucci, 2000),
descritas brevemente a continuación:
Las ondas Kelvin se presentan principalmente en los bordes o zonas costeras, decaen
exponencialmente hacia el centro del lago imponiendo un gradiente de presión distinto de
cero, y tienen un sentido de rotación opuesto a las ondas de Poincaré. Cuando este gradiente
de presión se equilibra con la fuerza de Coriolis se genera una situación de flujo geostrófico.
Las ondas de Rossby, forzadas por la rotación en sistemas con batimetría y latitud
considerablemente variable, presentan muy baja frecuencia y celeridad.
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La capa de Ekman surge de la desviación que el efecto de Coriolis genera sobre el campo de
corrientes superficiales inducido por un evento de viento. Debido a la rotación terrestre, que
se manifiesta actuando en la dirección perpendicular al movimiento, las velocidades a lo alto
de la columna de agua son desviadas (el sentido depende del hemisferio), formándose un
perfil tipo espiral, cuyo cambio de dirección se incrementa con la profundidad.
Experimentos realizados sobre mesas rotatorias han mostrado que la presencia del flujo de
Ekman puede realzar el proceso de mezcla en flujos estratificados (Condie 1999 y Wake
2005).
Las ecuaciones que gobiernan una masa de fluido cuyo movimiento se produce sobre un eje
coordenado en rotación corresponden a las ecuaciones de Navier-Stokes rotacionales, que
surgen de la modificación de las ecuaciones tradicionales de Navier-Stokes mediante la
incorporación de la velocidad angular en la tasa de cambio de momentum:
Navier-Stokes:
Du 1
= − ∇pˆ +ν ∇ 2u Ec. 2.23
Dt ρ
Du Du
= + Ω × ( Ω × r ) + 2Ω × u r Ec. 2.24
Dt Dt r
Du
: Tasa de cambio total de velocidad (momentum).
Dt
20
Du
: Tasa de cambio total con respecto a un eje relativo rotatorio.
Dt r
∂ur 1
+ ur ⋅∇ur = − ∇pˆ − Ω × ( Ω × r ) − 2Ω × ur + ν ∇ 2ur Ec. 2.25
∂t ρ
La expresión correspondiente a la fuerza centrífuga por unidad de masa puede ser incluida,
por simplificación, en el término de presión.
∂ur 1
+ ur ⋅∇ur = − ∇P′ − 2Ω × ur +ν ∇ 2ur Ec. 2.26
∂t ρ
Ω = Ω k̂ Ec. 2.27
ur = u iˆ + v ˆj Ec. 2.28
21
Finalmente, incorporando la Ec 2.29 en Ec 2.26, las ecuaciones de transporte para ambos ejes
quedan de la siguiente forma:
∂u ∂u ∂u 1 ∂P′ ∂ 2 u ∂ 2u ∂ 2u
+ u +v =− + 2Ωv +ν + + Ec. 2.30
∂t ∂x ∂y ρ ∂x ∂x 2 ∂y 2 ∂z 2
∂v ∂v ∂v 1 ∂P′ ∂ 2v ∂ 2v ∂ 2v
+ u +v =− − 2Ωu + ν + + Ec. 2.31
∂t ∂x ∂y ρ ∂y ∂x 2 ∂y 2 ∂z 2
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3. MODELACION MATEMATICA
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CAPITULO 3
MODELACION MATEMATICA
3.1. Generalidades.
Debido a la gran cantidad de variables que se requiere conocer, con su respectiva evolución
temporal y espacial, y la complejidad propia de las ecuaciones que los gobiernan, el estudiar y
resolver analíticamente el comportamiento de flujos turbulentos en régimen impermanente
puede ser muy complejo.
Las ecuaciones de Navier-Stokes, que rigen sobre un fluido Newtoniano e incompresible, son
válidas tanto en régimen laminar como turbulento. En el caso de flujos turbulentos, las
velocidades se hacen inestables, presentando características casi aleatorias que generan
cambios en las propiedades del flujo, incluso en régimen permanente. Las fluctuaciones se
deben principalmente a los términos no lineales de las ecuaciones (asociados a la aceleración
convectiva del flujo), que producen la transferencia de energía desde los vórtices más grandes
hacia los de escala más pequeña (escala de Kolmogorov), donde ocurre la disipación de
energía.
Un sistema alternativo a los dos anteriores, y que históricamente ha sido más utilizado en
aplicaciones de ingeniería hidráulica, es el denominado método de las ecuaciones
promediadas de Reynolds de Navier-Stokes, RANS (Reynolds averaged Navier-Stokes
equations), que nace de considerar que en un flujo turbulento el valor instantáneo de una
variable puede siempre representarse como una descomposición de dos partes, un valor
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promedio sobre la turbulencia, que es el que interesa estudiar, más una fluctuación turbulenta,
que generalmente es de orden menor.
Cabe destacar que, cuando se implementa el método RANS y se promedian las ecuaciones
sobre la turbulencia, no se resuelve completamente el problema de las fluctuaciones cuasi
aleatorias, ya que éstas pasan a formar parte de nuevas variables (tensión de Reynolds) que es
necesario conocer, pero que no presentan ecuaciones que las resuelvan, es decir, hay un
déficit de ecuaciones para el total de incógnitas. Este problema genera la necesidad de
implementar lo que se denomina un cierre para la turbulencia, es decir, incorporar ecuaciones
que permitan cerrar el sistema, incorporando algunas hipótesis de comportamiento para las
nuevas variables involucradas.
Si bien la motivación principal del presente estudio es analizar el efecto de Coriolis sobre
procesos de mezcla en cuerpos de agua estratificados por temperatura, para efectos de
experimentación resulta más abordable trabajar con una estratificación por concentración,
específicamente salina. Además, incorporar el efecto de transporte de temperatura conlleva a
considerar una dimensión más al momento de implementar análisis dimensional en el estudio,
lo que aumentaría el número de variables al momento de parametrizar el fenómeno.
25
Fig 3.1: Esquema idealizado del modelo de simulación.
Antes de pasar a las ecuaciones, es necesario recalcar que el flujo a analizar presenta
características de capa límite, ya que las variaciones de las propiedades en estudio, que en este
caso corresponden a las velocidades horizontales y la concentración de sal, son considerables
sólo en la dirección vertical.
∂u ∂ ∂u
= (ν +ν t ) + 2Ωv Ec. 3.1
∂t ∂z ∂z
26
∂v ∂ ∂v
= (ν +ν t ) − 2Ωu Ec. 3.2
∂t ∂z ∂z
∂ui
τ i = − ρ ui′ w′ = − ρν t Ec. 3.3
∂z
Donde ui’ son las componentes fluctuantes de las velocidades horizontales involucradas, y w’
las respectivas fluctuaciones en la dirección vertical. Es necesario destacar que, a diferencia
de la viscosidad cinemática del agua, la viscosidad de remolino es una propiedad del flujo, y
no del fluido, por lo que es necesario determinarla al momento de resolver las ecuaciones.
Para esto, como se muestra posteriormente (Punto 3.2.3), se necesita implementar un modelo
de cierre para la turbulencia.
El significado físico de los términos involucrados, que es análogo para ambas direcciones
horizontales, se resume a continuación:
∂u
: Tasa instantánea de cambio de la velocidad u.
∂t
∂ ∂u
(ν +ν t ) : Transporte difusivo de momentum, molecular y turbulento.
∂z ∂z
La concentración de sal a lo alto de la columna de agua también está regida por una ecuación
de transporte (3.4), que nace a partir de la conservación de masa presente y considerar
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transporte advectivo y difusivo dentro del volumen de control en estudio, todo esto en
combinación con la ley de Fick, que propone que la difusión de masa es proporcional al
gradiente de concentración de la misma.
Al promediar sobre la turbulencia las leyes anteriores, es decir, expresar la salinidad como un
valor promedio más una fluctuación, y por otro lado, agregar la ecuación de continuidad al
análisis, se llega a:
∂S ∂ ν ν t ∂S
= + Ec. 3.4
∂t ∂z σ σ t ∂z
El término de difusión turbulenta, tal como surge en el análisis del transporte de momentum,
nace de considerar que el flujo de masa turbulento dado por componentes asociadas a las
fluctuaciones, sigue una ley análoga a la de Fick, es decir, que es proporcional al gradiente de
concentración. Particularmente para la dirección vertical la relación es:
∂S ν t ∂S
− S ′w′ = Dt = Ec. 3.5
∂z σ t ∂z
La ecuación de estado con que se relaciona el nivel de salinidad en el agua con su respectiva
densidad es la siguiente:
ρ = ρ 0 (1 + α S ) Ec. 3.6
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3.2.3. Modelación de la turbulencia.
Una vez planteadas las ecuaciones que gobiernan el flujo turbulento en estudio, que
constituyen la base del modelo matemático, surgen nuevas incógnitas que se deben
determinar, los esfuerzos de Reynolds, objetivo para el cual no se tienen suficientes
ecuaciones. Para resolver este punto, conocido como el problema de cierre de la turbulencia,
se ha incorporado el ya mencionado término de la viscosidad de remolino, t, que a su vez es
determinada mediante un modelo turbulento de cierre tipo k- (Rodi, 1984). El modelo k- es
uno de los denominados modelos de cierre de dos ecuaciones, ya que la viscosidad cinemática
de remolino queda determinada por dos ecuaciones de transporte adicionales (Rodi 1984), la
de conservación de energía cinética turbulenta, K (Ec 3.8), y la de su correspondiente tasa de
disipación, (Ec 3.9).
La viscosidad cinemática de remolino se obtiene con la siguiente relación, que involucra las
dos variables recientemente incorporadas y un coeficiente empírico:
K2
ν t = Cµ Ec. 3.7
ε
∂K ∂ ν t ∂K
= + P +G −ε Ec. 3.8
∂t ∂z σ K ∂z
∂ε ∂ ν t ∂ε ε ε2
= + c1ε ( P + G ) (1 + c3ε R f ) − c2ε Ec. 3.9
∂t ∂z σ ε ∂z K K
En las expresiones mostradas (3.8 y 3.9), que pueden ser derivadas de las ecuaciones de
Navier-Stokes, los términos representan:
∂ ν t ∂K
: Difusión turbulenta de K.
∂z σ K ∂z
2 2
∂u ∂v
P =νt + : Producción de K por interacción del flujo medio con los esfuerzos del
∂z ∂z
Reynolds.
29
2
ν t ∂S
G =αg : Disminución/Producción de K debido a esfuerzos boyantes.
σ t ∂z
G
Rf = − : Richardson de flujo, definido como la razón entre la tasa de energía
P+G
disipada por efectos boyantes y su tasa de producción.
ε : Disipación de K.
PROBE (Program for boundary layers in the enviroment) es un programa cuyo código fue
realizado por Svensson (1986) en lenguaje FORTRAN, y puede ser clasificado como una
herramienta que provee un algoritmo para resolver, en una dimensión, las ecuaciones que
gobiernan el flujo con características de capa límite, es decir, donde sus variaciones son
considerables sólo en una dirección.
La modelación numérica implementada en PROBE tiene como base la utilización del método
de volúmenes finitos, el cual consiste, básicamente, en discretizar el espacio distancia-tiempo
utilizando pequeños volúmenes de control finitos sobre los cuales se integran las ecuaciones
que gobiernan el flujo.
La mayor dificultad que se presenta en el cálculo del tipo de flujos que resuelve el software
PROBE es caracterizar los procesos de mezcla turbulenta en términos matemáticos, lo que se
lleva a cabo mediante un modelo de turbulencia de dos ecuaciones, el ya mencionado modelo
k- . Este cierre de turbulencia, en conjunto con dos ecuaciones de transporte horizontal de
momentum y una de transporte vertical de masa, forman la base hidrodinámica del modelo
matemático ya descrito.
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3.3.2. Estructura y rutinas del software.
∂φ ∂ ∂φ
= Γφ + Sφ
∂t ∂z ∂z Ec. 3.10
Subrutina: MAIN
Más que una subrutina, MAIN es el código principal dentro de la estructura de PROBE,
donde se controlan todos los cálculos de las simulaciones realizadas y se implementa el
método de volúmenes finitos. La rutina está conformada por una serie de capítulos que se
encuentran relacionados según el diagrama de flujo expuesto en la Fig 3.2.
Chapter 1: Provee la información de entrada, inicialmente dada por DFAULT, que contiene
sólo declaración de datos. Dependiendo de lo que se requiera estudiar, parte de la información
que trae por defecto el programa puede ser modificada en la rutina CASE Chapter 1, que es la
primera subrutina llamada al momento de hacer las simulaciones.
Chapter 3: Inicia las variables dependientes y las que a su vez dependen de ellas.
Chapter 4: Recibe la información del paso de tiempo con que se quiera trabajar.
31
Chapter 5: Especifica las condiciones de borde transientes y las variaciones de los flujos de
entrada y salida, en caso de que existan.
Chapter 6: Llama a la subrutina COMP que entrega la soluciones de las ecuaciones una vez
alcanzado el primer paso de tiempo.
Chapter 8: Se invoca la subrutina OUTPUT, que a su vez llama a CASE, donde el usuario
define y especifica las variables que requiere generar y registrar en las series de tiempo que
componen los archivos.
DFAULT
Contiene los valores por defecto de todos los parámetros y variables involucradas que, de ser
necesarios, deben ser editados en CASE.
GRID
Establece la grilla de trabajo, base de la modelación numérica, que puede ser definida con
distintas distribuciones, (uniforme, con mayor definición hacia los bordes del problema, etc.).
AREAD
Los lagos y embalses tienen una variación de su área horizontal con la profundidad, lo que
puede ser idealmente generado editando la rutina CASE y luego calculado en esta subrutina
AREAD.
OUTPUT
Esta subrutina es la encargada de controlar y registrar los resultados en los archivos de salida.
Editando la rutina CASE es posible modificar la lista de variables a resolver y su respectiva
frecuencia de salida, es decir, escoger el intervalo con el cual se quieren obtener los perfiles y
series de tiempo de las variables a estudiar.
32
PHYS
Previamente se explicó que PROBE trabaja las ecuaciones de transporte de una forma
estándar, considerando una tasa de cambio en el tiempo, un término de transporte difusivo, y
un término fuente, así, es en esta subrutina PHYS donde se deben especificar los coeficientes
de transporte, ø, y términos fuente, Sø, de las variables dependientes. Además, en esta
subrutina son calculados parámetros como la viscosidad de remolino y la viscosidad efectiva
para los bordes del problema.
COMP
Esta subrutina cumple la función de realizar los avances en el tiempo, calculando los valores
de cada una de las variables dependientes para el siguiente paso de temporal, almacenándolas
para su posterior ingreso en los archivos de salida. Los resultados de la subrutina PHYS
ingresan a COMP, incluyendo los coeficientes de transporte para los bordes. Además, se
calculan las condiciones de borde impuestas, que pueden entregar directamente el valor de la
variable dependiente (Tipo Dirichlet), o el nivel de su flujo (Tipo Von Neumann) en una
posición deseada.
BOUND
Se calculan los coeficientes de transporte en las cercanías de los bordes del problema, para lo
que se utilizan la ley logarítmica de velocidades, la ley de transporte de calor y
concentraciones. Para esto se necesita especificar las características de rugosidad de las
paredes existentes en el problema.
PEA
Esta subrutina implementa el uso de Partial Elimination Algorithm (Spalding 1976), el cual
permite una solución más estable para ecuaciones fuertemente acopladas. Este acoplamiento
entre ecuaciones se debe particularmente a la incorporación del efecto de la fuerza de Coriolis
en las ecuaciones que gobiernan el flujo.
33
MAIN BLOCK DATA CASE
Chapter 1 Chapter 1
DFAULT
Data Data
Chapter 2
GRID
Malla y
geometría
AREAD
Chapter 3
Valores OUTPUT
Iniciales
Chapter 4
Control de
Tiempo
Chapter 5 Chapter 2
Condiciones SURF Condiciones
de Borde de Borde
Chapter 6
BOUND
COMP
Avance
PHYS Chapter 3
Chapter 9
Decidir
Sección Sección
General Usuario
OUTPUT
END
34
3.4. Simulaciones numéricas.
El objetivo principal del modelo previamente descrito, mostrado en la Fig 3.1, es emular en
PROBE las condiciones experimentales imperantes en las experiencias realizadas en la
Universidad de Dundee, Punto 4. En función de lo anterior, en esta sección se estudia, en
primera instancia, la evolución temporal de las características hidrodinámicas de una columna
de agua inicialmente estratificada que se encuentra bajo la acción conjunta de un esfuerzo de
corte horizontal aplicado en su parte más baja y un movimiento de rotación en torno a un eje
vertical.
Dimensiones:
El primer paso, previo a realizar las simulaciones, es ingresar a PROBE las dimensiones del
flujo que se quiere analizar, definiendo también la grilla espacial a utilizar. Para la extensión
vertical del flujo se imponen los ya mencionados 0.27 metros, correspondientes a las
experiencias realizadas en laboratorio, mientras que la grilla de discretización implementada
para representar la columna de agua fue del tipo regular, con un número total de 40 nodos.
Condiciones iniciales:
35
largo del tiempo que abarcan la simulación. El rango de velocidades simuladas va de 0.06 a
1.27 [m/s].
Tiempo de simulación:
Junto con definir el tiempo de simulación para las series a realizar, se establece el paso de
tiempo discreto a considerar entre cálculos, es decir, el avance entre cada instante con
información. Para esto se consideraron algunos niveles de tiempo implementados en
experiencias de laboratorio y se llevaron a cabo algunas simulaciones preliminares,
encontrándose como tiempo óptimo de simulación un total de tres horas, lapso en que se logra
estudiar el flujo de forma satisfactoria una vez alcanzada la condición de mezcla permanente
(velocidad de incorporación constante). Por otro lado, el paso de tiempo para la simulación
fue establecido en 1 segundo, mientras que los resultados correspondientes a los perfiles
verticales de las variables estudiadas se decidieron extraer cada 600 segundos.
El proceso hidrodinámico producido por las condiciones de flujo ya descritas presenta una
serie de resultados importantes de destacar y mostrar gráficamente, ya que forman la base
previa al estudio del proceso de mezcla.
En ausencia de rotación, es decir, sólo con el esfuerzo de corte ejercido por la cinta en el
fondo de la columna de agua, la respuesta hidrodinámica inicial de ésta consiste en la
formación de un campo de velocidades que, debido a la difusión de momentum, con el
transcurso del tiempo alcanza el nivel la superficie, formando un campo uniforme. Por otra
parte, la masa de sal, que en principio solo se encuentra distribuida en el hipolimnion, alcanza
rápidamente una concentración uniforme de 1.97 [gr/l] en la vertical, mostrando una alta tasa
de incorporación para lograr la mezcla completa. Los resultados de la simulación de estos
procesos pueden verse en la Fig 3.3 para una condición de flujo dada, en particular, el caso
mostrado corresponde a una estratificación caracterizada por una razón h2/H=0.16, una
velocidad de cinta de 0.3 [m/s], y un nivel de salinidad inicial en el estrato inferior igual a
12.5 [gr/l]. La figura mencionada muestra la evolución temporal de los perfiles de velocidad
y salinidad en la columna de agua, con el objetivo de ver como cambia la estructura del flujo a
medida que se desarrolla la mezcla.
36
3.3, permite tener una visión comparativa entre los casos con y sin rotación de la respuesta
hidrodinámica de la columna de agua ante la acción constante de un mismo esfuerzo de corte.
Los perfiles de velocidad u (Fig 3.4), correspondientes al primer eje horizontal, es decir, la
dirección en que se ejerce el esfuerzo de corte, se superponen unos con otros en el valor cero
para alturas sobre el nivel de la interfaz de densidad, que se eleva con el transcurso del
tiempo. En esta condición puede verse que la parte superior de la columna de agua ya no es
afectada por la condición de movimiento del fondo, ya que las velocidades son despreciables
a partir de los 0.075 metros, aproximadamente. Por otro lado, bajo la altura mencionada sí se
genera un campo de velocidades, el cual presenta velocidades en sentido positivo en las
cercanías del fondo, y negativas, de menor valor, en partes más altas. Cabe destacar que la
inhibición del traspaso de energía y momentum mencionada, hacia la celda superior, tiene
relación con la presencia de la interfaz de densidad, que actúa como barrera debido a que es
una zona de altos gradientes.
Las Fig 3.3 y Fig 3.4 muestran, además, la distribución de velocidades en la dirección
trasversal al movimiento de la cinta, este perfil, que para el caso sin rotación es nulo, es
generado únicamente por la aceleración, perpendicular al movimiento longitudinal, que
induce el efecto de Coriolis, incorporado mediante la frecuencia angular de rotación impuesta.
Así, la solución numérica mostrada confirma la generación de corrientes trasversales en la
columna de agua debido al movimiento rotacional. Estas corrientes, que también tienden a
anularse una vez pasado el nivel de picnoclina, presentan velocidades negativas cerca del
fondo y positivas en las cercanías de la capa de mezcla.
Los perfiles de salinidad arrojados por la simulación numérica (Fig 3.4) muestran la evolución
temporal de la masa de sal en la columna de agua a lo largo de las tres horas simuladas, donde
se aprecia un traspaso paulatino de salinidad desde el hipolimnion hacia el epilimnion,
proceso que es marcadamente más acelerado en los minutos iniciales. Los resultados de esta
simulación permiten verificar que durante el proceso de mezcla la concentración de sal en el
estrato superior no se ve alterada, si no que su espesor disminuye debido al ascenso de la
picnoclina.
Así, con las simulaciones realizadas se comprueba numéricamente que el efecto de Coriolis
induce la formación de corrientes transversales, las que, basándose en la variación entre los
perfiles de concentración de los casos con y sin rotación, limitarían la difusión de energía
cinética turbulenta en la columna de agua.
37
0,25
t=0
0,20 t=100
Profundidad [m] t=200
0,15
t=300
t=600
0,10
t=900
t=1200
0,05
t=1800
0,00
-0,05 0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25 0,30 0,35
u [m/s]
(a)
0,25
t=0
0,20 t=100
t=200
Altura [m]
0,15 t=300
t=600
0,10 t=900
t=1200
0,05 t=1800
0,00
-0,20 0,00 0,20 0,40 0,60 0,80 1,00
v [m/s]
(b)
0,25
t=0
0,20 t=100
t=200
Altura [m]
0,15 t=300
t=600
0,10 t=900
t=1200
0,05 t=1800
0,00
0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 12,00 14,00
Salinidad [gr/l]
(c)
Fig 3.3: Variación temporal del perfil vertical de: Velocidad horizontal u, Velocidad
horizontal v y salinidad, en orden descendente. Series con ub=0.3 [m/s] y =0 [Hz].
38
0,25
t=0
Profundidad [m] 0,20
t=100
t=200
0,15
t=300
0,10 t=600
t=900
0,05 t=1200
t=1800
0,00
-0,05 0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25 0,30 0,35
u [m/s]
(a)
0,25
t=0
0,20 t=100
t=200
Altura [m]
0,15 t=300
t=600
0,10 t=900
t=1200
0,05
t=1800
0,00
-0,08 -0,06 -0,04 -0,02 0,00 0,02
v [m/s]
(b)
0,25
t=0
0,20
t=100
Altura [m]
t=200
0,15
t=300
t=600
0,10
t=900
t=1200
0,05
t=1800
0,00
0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 12,00 14,00
Salinidad [gr/l]
(c)
Fig 3.4: Variación temporal del perfil vertical de: Velocidad horizontal u, Velocidad
horizontal v y salinidad, orden descendente. Series con ub=0.3 [m/s] y =0.1 [Hz].
39
3.4.2.2. Perfiles de energía.
0,25
0,20 t=30
t=60
Altura [m]
0,15
t=90
t=180
0,10
t=270
0,05 t=360
t=540
0,00
-0,0001 0,0001 0,0003 0,0005 0,0007 0,0009
K [m2/s2]
Fig 3.5: Evolución de la energía cinética turbulenta, =0 [Hz], h2/H=0.16, ub=0.5 [m/s].
0,25
t=30
0,20 t=60
Altura [m]
t=90
0,15
t=180
0,10 t=270
t=360
0,05
t=540
0,00
-0,0001 0,0001 0,0003 0,0005 0,0007 0,0009
K [m2/s2]
Fig 3.6: Evolución de la energía cinética turbulenta, =0.1 [Hz], h2/H=0.16, ub=0.5 [m/s].
40
0,30
0,25
ντ
0,15
ν
0,10
0,05
0,00
-2,0E-05 0,0E+00 2,0E-05 4,0E-05 6,0E-05 8,0E-05 1,0E-04 1,2E-04
Viscosidad [m2/s]
Fig 3.7: Perfiles de difusividad turbulenta y molecular, t=3 [hrs], =0.1 [Hz], h2/H=0.16,
ub=0.5 [m/s] y νm =1.3x10-6 [m2/s].
Cabe destacar que la ubicación del centro de masa y el valor de la energía potencial se
obtienen a partir de los perfiles de salinidad instantáneos, que a través de la ecuación de
estado (Ec 3.7) permiten determinar el perfil de densidad respectivo. Las series de tiempo
presentadas en la Fig 3.3, que se obtienen de integrar numéricamente las expresiones 3.11 y
3.12, muestran un cambio brusco en el nivel de energía potencial del flujo en los primeros
minutos, correspondientes la etapa de transición o acomodamiento del fluido, que en principio
se encuentra estático, a las nuevas condiciones de borde y movimiento. Más adelante en el
tiempo, luego de aproximadamente 1 hora de iniciado el movimiento, la energía potencial
muestra un comportamiento representable como lineal (se presenta el nivel de ajuste,
R2=0.9634 para este caso en particular), es decir, la tasa de cambio de la energía potencial
alcanza un valor constante en el tiempo. La evolución temporal del centro de masa presenta
un comportamiento análogo al de la energía potencial.
H
PE = g z ⋅ ρ ( z ) dz Ec. 3.11
0
41
H
z ⋅ ρ ( z ) dz
0
CM = H
Ec. 3.12
ρ ( z ) dz
0
357,60
357,55
y = 4E-06x + 357,53
357,50 R2 = 0,9634
PE [N m/m2]
357,45
357,40
357,35
357,30
357,25
0 2000 4000 6000 8000 10000 12000
Tiempo [seg]
Fig 3.8: Evolución temporal de la energía potencial. Serie con ub=0.5 [m/s] y =0.1 [Hz].
0,13494
0,13492
0,13490 y = 2E-09x + 0,1349
R2 = 0,9634
CM [m]
0,13488
0,13486
0,13484
0,13482
0,13480
0 2000 4000 6000 8000 10000 12000
Fig 3.9: Evolución temporal de la posición del centro de masa. Serie con ub=0.5 [m/s] y
=0.1 [Hz].
42
3.4.2.3. Velocidad de incorporación.
El proceso de mezcla, tal como se confirma en las simulaciones mostradas en la Fig 3.3,
genera un aumento en el espesor del hipolimnion, es decir, un ascenso de la interfaz de
densidad. Para cuantificar este proceso, el parámetro más utilizado es la velocidad de
incorporación, equivalente a la tasa de variación de la capa de mezcla.
dh2 dZs
ue = = Ec. 3.13
dt dt
Al igual que la energía potencial y la ubicación del centro de masa, la posición de la interfaz
de densidad presenta un marcado incremento en la primera etapa del proceso, para luego,
pasado un tiempo aproximado de una hora, alcanzar una tasa constante de crecimiento dada
por la pendiente de la parte lineal de la serie temporal (Fig 3.10).
Así, una vez alcanzada la condición de mezcla permanente, en el caso particular mostrado en
la Fig 3.11 la velocidad de incorporación toma un valor de ue 2x10-6 [m/s], información que
permitiría, entre otras cosas, determinar en forma aproximada cuánto demoraría el flujo
estudiado en alcanzar mezcla completa con las condiciones impuestas.
Por otra parte, si se calculan los parámetros involucrados en la Ec 2.16, es posible verificar,
para este caso en particular, la relación dada, esto considerando un factor k=20.
43
0,20
0,18
0,16
y = 2E-06x + 0,1507
0,14
R2 = 0,9619
0,12
Zs [m]
0,10
0,08
0,06
0,04
0,02
0,00
0 2000 4000 6000 8000 10000 12000
Fig 3.10: Evolución temporal de la elevación de la picnoclina. Serie con ub=0.5 [m/s] y
=0.1 [Hz].
0,18
0,16
0,14
0,12
Zs [m]
0,10
0,08
0,06
0,04 =0.1 [Hz]
=0.2 [Hz]
0,02
0,00
0 2000 4000 6000 8000 10000 12000
Tiempo [seg]
Fig 3.11: Evolución temporal de la elevación de la picnoclina. Serie con ub=0.5 [m/s].
44
3.4.2.4. Análisis dimensional.
ue = f ( u* , H , h2 , f , g ∆ρ , ∆ρ , ρ ,ν ) Ec. 3.14
Para formar los grupos adimensionales se escoge una base formada por tres variables que
combinadas involucren todas las dimensiones básicas del problema (masa, longitud y tiempo),
en este caso se elige u*, h2 y .
( L ) = (h2 )
h2
(T ) =
u*
( M ) = ( ρ h23 )
ue h u 2 g ∆ρ h2 ∆ρ u*h2
=φ 2 , * , , , Ec. 3.15
u* H f ν ρ u*2 ρ ν
ue h ∆ρ
= φ 2 , Ek , Ri* , , Re* Ec. 3.16
u* H ρ
45
El efecto de Coriolis, motivo principal del presente estudio, está implícito en el número
adimensional denominado Ek, (Número de Ekman) ya que incorpora la frecuencia angular de
rotación en el parámetro de Coriolis, f. Sabiendo lo anterior, y teniendo como objetivo el
lograr una parametrización del proceso de mezcla bajo los efectos rotacionales, se decidió
relacionar la velocidad de incorporación, adimensionalizada con la velocidad de corte, con el
parámetro de Ekman, incorporando además otro de los números adimensionales del análisis.
Luego, dado que el análisis desarrollado incluía un número adimensional tipo Richardson,
Ri*, que es normalmente utilizado para caracterizar procesos de mezcla, se decidió que éste
sería el tercer número para formar la primera de las parametrizaciones. Cabe destacar que
también se dejó fijo el valor de ∆ρ/ρ = 0.01 (1%).
Para construir las curvas adimensionales se realizó una cantidad importante de simulaciones
análogas al ejemplo mostrado en los puntos precedentes, modificando los valores de las
variables involucradas para luego, una vez hecha cada simulación, calcular cada uno de los
resultados presentados (en especial la velocidad de incorporación), que constituyen el input
del análisis dimensional.
Cabe destacar que, si bien en el estudio de procesos de mezcla mediante análisis dimensional
generalmente se trabaja adimensionalizando con respecto al espesor del epilimnion (para
definir números de Richardson, Reynolds, etc), es este caso se utilizó la profundidad inicial
del estrato más profundo, por ser éste el que recibe la energía cinética turbulenta mediante la
acción del esfuerzo de corte.
Como ya se mencionó, para estudiar el efecto de los parámetros adimensionales Ri* y Ek sobre
el proceso de mezcla se realizaron distintas simulaciones, modificando el nivel de
estratificación con el adimensional h2/H entre los 0.1 y 0.5, esto dentro de la serie que
conforma cada curva. A su vez, cada serie viene dada por un valor invariante del número de
Ekman, sujeto a valores fijos de la condición de velocidad (momentum) en el fondo y el
46
parámetro de Coriolis impuesto, los que se variaron entre 0.4 y 0.5 [m/s], y 0.2 y 0.4 [Hz],
respectivamente.
La Fig 3.12 muestra el resultado de la parametrización desarrollada para valores del número
de Ekman entre los 971 y 2395, sin encontrarse un comportamiento característico de las
curvas construidas, mas que una disminución en la tasa de incorporación con el crecimiento
del número de Richardson y la presencia.
0,00040
0,00025
ue/u*
0,00020
0,00015
0,00010
0,00005
0,00000
0,00 20,00 40,00 60,00 80,00 100,00 120,00
Ri*
(a)
Ve locidad de incorporación v /s Richardson.
0,010000
1,00 10,00 100,00 1000,00
0,001000
0,000100
ue/u*
0,000010
Ri*
(b)
Fig 3.12: Velocidad de incorporación adimensional en función del número de Richardson para
distintos Ek. a) Escala lineal; b) Escala Log-Log.
47
Estos resultados poco concluyentes en el comportamiento de las curvas adimensionales, que
muestran tasas de incorporación muy distintas para niveles equivalentes de Ri* tomando
curvas de similar Ek (como el caso de Ek=1286 y 1370), dan cuenta de la importancia de la
relación h2/H en la estructura del flujo en estudio, que fue modificada para generar las
simulaciones numéricas y conservar el número Ek.
Dada la confirmación de la relación h2/H como parámetro relevante en la estructura del flujo,
se modificó la forma de construir las curvas adimensionales, debiéndose también dejar fija
esta relación como una característica permanente a lo largo de cada curva, además del número
de Ekman. Así, el procedimiento consistió en buscar curvas adimensionales que, además de
estar parametrizadas según el número de Ekman, Ek, tuvieran en común el nivel de
estratificación o espesor relativo del hipolimnion (mismo h2/H).
La metodología seguida se resume en que, con una relación de alturas en particular, se cambia
la frecuencia de rotación para luego, con esta nueva condición de movimiento, calcular el
valor de la velocidad de corte que mantiene constante el número de Ek. Posteriormente, se
impone el valor del momentum en el fondo de la columna de agua tal que se obtenga la
velocidad de corte anteriormente determinada. Estos cambios en las condiciones de
movimiento del modelo generan variaciones del número de Richardson y la respuesta
hidrodinámica del cuerpo de agua (velocidad de incorporación), permitiendo generar las
curvas parametrizadas.
La Fig 3.13 muestra el resultado de la parametrización desarrollada para valores del número
de Ekman entre los 971 y 2395, esto con una estratificación inicial dada según cada caso
(razón h2/H), y una salinidad inicial del estrato inferior de 12.5 [0/00] que genera a una
diferencia de densidad del 1% con respecto al epilimnion. Los números de Richardson
obtenidos estuvieron en el rango de 3.3 y 133, según cada caso.
Para tener una mejor visualización de las curvas obtenidas, la Fig 3.15 presenta nuevamente
lo resultados ya descritos, pero con ambos ejes en escala logarítmica.
48
Cabe destacar que, en particular para la razón h2/H=0.5 se pierde representatividad cuando la
tasa de incorporación adimensionalizada toma valores bajo 1x10-6, ya que en estos casos la
turbulencia no es capaz de vencer la interfaz de densidad y sólo genera un pequeño aumento
en el espesor de la capa de mezcla, sin lograr un real ascenso de ésta ni un cambio en la
concentración del hipolimnion, es decir, la mezcla es prácticamente nula.
49
h2/H = 0.5
2,5E-04
2,0E-04
2395
1,5E-04
1844
ue/u*
1370
1,0E-04
971
5,0E-05
0,0E+00
0,00 20,00 40,00 60,00 80,00 100,00 120,00 140,00
Ri*
(a)
h2/H = 0.237
1,2E-03
1,0E-03
2395
8,0E-04
1844
ue/u*
6,0E-04 1370
971
4,0E-04
2,0E-04
0,0E+00
0,00 10,00 20,00 30,00 40,00 50,00 60,00 70,00
Ri*
(b)
h2/H = 0.158
6,0E-04
5,0E-04
2395
4,0E-04
1844
ue/u*
3,0E-04 1370
971
2,0E-04
1,0E-04
0,0E+00
0,00 10,00 20,00 30,00 40,00 50,00
Ri*
(c)
Fig 3.13: Tasa de incorporación versus Richardson, parametrizada según Ek y h2/H.
Escala lineal. a) h2/H=0.5; b) h2/H=0.237; c) h2/H=0.158.
50
h2/H = 0.5
1,0E-02
1,0E-03
1,0E-04
2395
1,0E-05 1844
ue/u*
1,0E-06 1370
971
1,0E-07
1,0E-08
1,0E-09
1 10 100 1000
Ri*
(a)
h2/H = 0.237
1,0E-02
1,0E-03 2395
1844
1370
ue/u*
1,0E-04
971
1,0E-05
1,0E-06
1 10 100
Ri*
(b)
h2/H = 0.158
1,0E-03
2395
1844
ue/u*
1,0E-04
1370
971
1,0E-05
1 10 100
Ri*
(c)
Fig 3.14: Tasa de incorporación versus Richardson, parametrizada según Ek y h2/H. Escala
Log-Log. a) h2/H=0.5; b) h2/H=0.237; c) h2/H=0.158.
51
Con el análisis dimensional realizado, presentado en Fig 3.13 y Fig 3.14, se obtuvo que la
razón entre la velocidad de incorporación y la velocidad de corte es directamente proporcional
al número de Richardson, lo que no concuerda con parametrizaciones logradas en estudios
previos ya mencionados en el Capítulo 2, donde se obtuvieron relaciones inversamente
proporcionales, del tipo potencial, entre parámetros de este tipo. Sin embargo, esto no es de
gran relevancia debido a que tiene origen en que en este caso se utiliza el denominado número
de Ekman para parametrizar las curvas, el cual, al igual que el número de Richardson, tiene
incorporada la velocidad de corte, lo que condiciona el comportamiento obtenido. Además, el
efecto de Coriolis modifica la estructura del flujo y la capacidad de mezcla, por lo que las
relaciones entre los adimensionales también se ven afectadas.
Los resultados de Fig 3.13 y Fig 3.14 muestran que las curvas se ubican en orden ascendente
según el número de Ekman (h2/H constante), lo que se traduce en que para un mismo número
de Richardson se logre una mayor velocidad de incorporación con el incremento del
parámetro de Ekman, todo esto como análisis general independiente de la razón de alturas que
se tenga.
Las curvas presentadas en escala logarítmica, en especial las correspondientes a Fig 3.14(b) y
Fig 3.14(c), dan muestra de un comportamiento característico de la velocidad de
incorporación adimensional en función del número de Richardson, ya que pasado cierto nivel
de Ri*, que cambia en cada curva según el respectivo Ek, las curvas se tornan rectas y
paralelas, es decir, adoptan un comportamiento potencial de la forma:
ue
= A ⋅ Ri B Ec. 3.17
u*
El mencionado paralelismo entre curvas indica que la pendiente, que en este caso corresponde
al coeficiente B de la ecuación 3.17, no dependería del número de Ekman y tendría un valor
único para cada relación h2/H. Las Fig 3.15 y Fig 3.16 presentan los resultados con las series
acotadas, es decir, solo con números de Richardson correspondientes al tramo donde se tiene
el comportamiento potencial.
h2/H = 0.237
2395
1,0E-02
1,345E+00
y = 2,522E-06x 1844
R 2 = 9,983E-01
1370
1,0E-03
1,604E+00
y = 1,732E-06x 971
ue/u*
R 2 = 9,974E-01
Potencial (2395)
1,0E-04
Potencial (1844)
y = 1,211E-06x1,452E+00 y = 9,672E-07x1,368E+00
Potencial (1370)
R 2 = 9,837E-01 R 2 = 9,797E-01
1,0E-05
Potencial (971)
1 10 100
Ri*
1,0E-03 2395
1844
1370
ue/u*
1,0E-04
Potencial (2395)
y = 2,951E-06x 1,593E+00 y = 3,051E-06x 1,442E+00 y = 2,262E-06x 1,423E+00
R2 = 9,999E-01 R2 = 9,988E-01 R2 = 9,990E-01 Potencial (1844)
Las regresiones potenciales presentadas en las Fig 3.15 y 3.16, cuyos parámetros se resumen
en la Tabla 3.1, dan muestra de la similitud entre las pendientes obtenidas (exponente B), ya
sea comparando series con una misma razón de alturas o analizando casos con igual Ekman.
h2/H Ek A B
2395 1,732E-06 1,604
1844 2,522E-06 1,345
0,237 1370 1,211E-06 1,452
971 9,672E-07 1,368
Promedio = 1,442
2395 2,951E-06 1,593
1844 3,051E-06 1,442
0,158 1370 2,262E-06 1,423
971 - -
Promedio = 1,486
53
Ek =2395
1,E-01
1,E-02
1,E-03
1,E-04 0,50
1,E-08
1,E-09
1 10 100
Ri
(a)
Ek =1844
1,E-01
1,E-02
1,E-03
1,E-04 0,50
ue/u*
1,E-05 0,24
0,16
1,E-06
0,08
1,E-07
1,E-08
1,E-09
1 10 100
Ri
(b)
Ek =1370
1,E-01
1,E-02
1,E-03
1,E-04 0,50
ue/u*
1,E-05 0,24
0,16
1,E-06
0,08
1,E-07
1,E-08
1,E-09
1 10 100
Ri
(c)
Ek =970
1,E-01
1,E-02
1,E-03
1,E-04 0,50
ue/u*
0,16
1,E-05
0,24
1,E-06 0,08
1,E-07
1,E-08
1,E-09
1 10 100 1000
Ri
(d)
Fig 3.17: Incidencia de la razón h2/H; a) Ek=2395; b) Ek=1844; c) Ek=1370; d) Ek=970.
54
El comportamiento observado en las series mostradas en la Fig 3.17 indica que, con
excepción de las curvas correspondientes a h2/H =0.5 (que para números de Richardson bajos
carecen de representatividad por razones ya explicadas previamente), la pendiente logarítmica
no varía significativamente dado un cambio en la razón de alturas, por lo que éste no sería un
parámetro relevante sobre el valor exponente B.
Dado lo mencionado en el párrafo anterior, y que el valor medio de las pendientes obtenidas
toma un valor muy cercano a 1.5, se decidió expresar la parametrización buscada de la
siguiente forma:
ue
= A ( Ek , h2 H ) ⋅ Ri 3/ 2 Ec. 3.18
u*
Luego, graficando los resultados obtenidos (pueden verse en el Anexo A) en conjunto con los
ya presentados en la tabla 3.1 (calculados a partir de las regresiones potenciales), se obtiene el
comportamiento mostrado en las Fig 3.19 y 3.20.
55
A v/s Ek
1,0E-05
1,0E-06 0,5
0,237
A
0,158
1,0E-07
1,0E-08
0 500 1000 1500 2000 2500 3000
Ek
Fig 3.19: Variación del coeficiente A en función de número de Ekman, Ek. Escala semi-log.
A v/s h2/H
1,0E-05
970
1,0E-06
1370
A
1844
1,0E-07 2395
1,0E-08
0,00 0,10 0,20 0,30 0,40 0,50 0,60
h2/H
Fig 3.20: Variación del coeficiente A en función de la razón de alturas, h2/H. Escala semi-log.
Los gráficos presentados en las Fig 3.19 y 3.20, puestos en escala semi-logarítmica, dan
indicios de posibles tendencias en el comportamiento del parámetro A en función de los
adimensionales Ek y h2/H, apreciándose, en términos generales, un crecimiento del valor de A
proporcional al número de Ekman y un descenso de éste dado un incremento de la razón de
alturas. Sin embargo, al estar graficada simultáneamente información obtenida de las
regresiones originales, junto a datos arrojados por la extensión realizada para h2/H, surgen
comportamientos poco claros entres las series.
Con el fin de lograr un resultado más representativo del parámetro A con respecto a la
parametrización obtenida, de manera de incorporar la pendiente logarítmica igual a 3/2
correspondiente al parámetro B, se utilizó la misma metodología implementada para extender
el caso h2/H=0.5, haciendo pasar la mencionada regresión potencial por el punto con número
de Richardson más alto que cumpliera con el Reynolds crítico, esto para cada una de las series
de velocidad de incorporación en función del número de Richardson, calculando a partir de
este punto el respectivo valor de A correspondiente a un Ek y h2/H particular.
56
A' v/s Ek
1,0E-05
1,0E-06
0,5
0,237
A'
0,158
1,0E-07
1,0E-08
0 500 1000 1500 2000 2500 3000
Ek
Fig 3.21: Variación del coeficiente A en función de número de Ekman, Ek. Comportamiento
basado en el parámetro B encontrado. Escala semi-log.
1,0E-05
1,0E-06 970
1370
A'
1844
1,0E-07 2395
1,0E-08
0,00 0,10 0,20 0,30 0,40 0,50 0,60
h2/H
Las curvas obtenidas con el procedimiento descrito ratifican las tendencias generales ya vistas
en Fig 3.19 y Fig 3.20, esta vez sin cruces entre series, dando origen a curvas parametrizadas
con respecto a los adimensionales en cuestión.
Así, Fig 3.21 y Fig 3.22 pueden utilizarse indistintamente para calcular el coeficiente de
posición logarítmico A en función de los parámetros Ek y h2/H según las condiciones
hidrodinámicas que se requieran imponer.
57
ue/u* vs Ek (h2/H=0.16)
9.0E-04
8.0E-04
7.0E-04 10
15
6.0E-04
20
5.0E-04
ue/u*
25
4.0E-04 30
35
3.0E-04
40
2.0E-04
1.0E-04
0.0E+00
0 500 1000 1500 2000 2500 3000
EK
(a)
ue/u* vs Ek (h2/H=0.237)
4.5E-04
4.0E-04 10
3.5E-04 15
3.0E-04 20
2.5E-04 25
ue/u*
30
2.0E-04
35
1.5E-04 40
1.0E-04
5.0E-05
0.0E+00
0 500 1000 1500 2000 2500 3000
EK
(b)
ue/u* vs Ek (h2/H=0.5)
2.0E-04
10
15
1.5E-04 20
25
ue/u*
30
1.0E-04
35
40
5.0E-05
0.0E+00
0 500 1000 1500 2000 2500 3000
EK
(c)
Fig 3.23: Tasa de incorporación v/s Ek, parametrizada según Richardson y h2/H. (a)
h2/H=0.16, (b) h2/H=0.237, (c) h2/H=0.5.
58
Con el objetivo de analizar la validez de la relación obtenida, y cómo ésta debiera variar para
otros rangos del parámetro relativo a la rotación, Ek, se realizó una serie de simulaciones con
frecuencia angular nula, es decir, con un número de Ekman divergente a infinito. Los
resultados de éstas simulaciones se presentan en la Fig 3.24, donde se ve que la tasa de mezcla
adimensional varía en forma inversamente proporcional al número de Richardson.
1,00
ue/u*
0,10 Serie1
Potencial
-0,854
y = 1,122x
0,01
1 10 100
Ri*
59
4. ESTUDIO EXPERIMENTAL
60
CAPITULO 4
ESTUDIO EXPERIMENTAL
61
En la tapa del estanque se encuentran instaladas cuatros sondas programables que tienen la
capacidad de descender y medir perfiles de conductividad a lo alto de la columna de agua para
las posiciones en que están ubicadas, registrando la información en función de su respectiva
altura de medición. Tres de ellas se encuentran en una misma línea transversal a la dirección
de movimiento de la cinta transportadora, mientras que la última se encuentra en solitario
justo en medio de la sección transversal, pero ubicada longitudinalmente aguas arriba o aguas
debajo de las otras tres, según el tipo de experiencia.
1
4 Cinta
2
3
Fig 4.2: Esquema en planta de la instalación (cambia la orientación de las sondas según cada
caso, no el sentido de movimiento de la cinta).
El llenado del estanque se lleva a cabo con el objetivo de lograr que el espesor del
metalimnion sea el menor posible, es decir, minimizando la mezcla para obtener una marcada
interfaz de densidad entre los estratos de agua dulce y salada. Este proceso se realiza guiando
la entrada de agua por debajo de la cinta transportadora, permitiendo su lento ascenso a través
del espacio existente entre la cinta y las paredes del estanque.
4.2.2. Experimentación.
Una vez estructurada la columna de agua dentro del estanque, es posible dar inicio a la
experimentación induciendo el movimiento rotacional, que simula el efecto de Coriolis, y el
de la cinta transportadora que ejerce esfuerzo de corte en el fondo del canal.
Las sondas ubicadas en la parte superior del estanque son programadas para descender en
determinados instantes de tiempo, esto con el fin de medir el perfil de conductividad a lo alto
de la columna de agua y analizar posteriormente su evolución temporal. En los minutos
iniciales de la experimentación, cuando el flujo se encuentra en transición a las nuevas
62
condiciones de movimiento y el régimen no es permanente, se impone una mayor frecuencia
de medición en los conductivímetros (en promedio cada 30 segundos) con el objetivo de
estudiar de mejor manera el comportamiento del flujo estratificado en este período, durante el
cual las variaciones suceden en forma distinta al resto de la experimentación. Pasada esta
etapa, los cambios en la dinámica del flujo se producen de forma más lenta, por lo que se
procede midiendo conductividad entre intervalos cada vez mayores, hasta 3000 segundos,
dependiendo del caso.
63
4.3. Primera serie de experimentación.
La primera serie de datos fue recibida en formato MATLAB, incluyendo el detalle de cada
una de las series de tiempo surgidas de las primeras experiencias realizadas en la instalación,
incorporando las calibraciones de los conductivímetros, los perfiles de salinidad y densidad
correspondientes a cada uno de ellos, y los respectivos tiempos en que éstos fueron
registrados, todo en formato matricial.
64
Como se puede apreciar en los ejes ordenados de la Fig 4.3, correspondientes a la elevación
dentro del estanque, no se tiene información de mediciones en las cercanías del extremo
superior de la columna de agua (se mide desde los 23.5 cm hacia abajo), lo que se debe al
hecho de que, aún en su posición más somera, los sensores se encuentran parcialmente
sumergidos, por lo que solo miden por debajo de ese nivel.
La evolución temporal del perfil densimétrico de la Fig 4.3 muestra, en primera instancia, un
período de reacondicionamiento del fluido a las nuevas condiciones hidrodinámicas, lapso en
el cual no se aprecian cambios considerables de la estratificación inicial impuesta. Luego de
esto, una vez desarrollado el flujo, la energía cinética turbulenta aportada por el movimiento
de la cinta genera el ya descrito intercambio de masas entre ambos estratos de la columna de
agua, lo que conlleva a un cambio continuo en el espesor del hipolimnion, esto a una tasa
temporal por determinar. Además, las curvas de isodensidad representadas en color blanco
corroboran este comportamiento, presentando mayores gradientes una vez pasada la etapa de
transición.
65
4.3.1. Velocidad de incorporación.
En primer lugar, se probó la utilización del mismo criterio implementado en las simulaciones
numéricas, Capítulo 3, consistente en determinar el punto específico que permite definir la
capa de mezcla como una línea o interfaz horizontal en el perfil densimétrico (en rigor de
salinidad). Los resultados arrojados por la simulaciones numéricas, aunque en un nivel casi
despreciable, mostraban pequeños gradientes de salinidad bajo y sobre la capa de mezcla, por
lo que fue posible definir la ubicación de la picnoclina, sin mayor error, como el nivel sobre el
cual la masa de sal existente compensa la faltante en el hipolimnion para que éste se encuentre
completamente mezclado, es decir, con un nivel de salinidad homogéneo. Según lo anterior, el
espesor del estrato inferior queda determinado como el cuociente entre la masa total de sal y
el nivel de salinidad en el punto más bajo (la masa sería la multiplicación del nivel de
concentración homogéneo en el hipolimnion y la altura a la que se ubica la interfaz).
Dadas las características de los perfiles de salinidad obtenidos, donde se tiene un nivel
aproximadamente homogéneo en ambos estratos, con una pequeña atenuación hacia la capa
de mezcla, es posible también estimar la posición de la interfaz de densidad ubicando a lo alto
de la columna de agua el punto con la concentración más cercana a una concentración
objetivo representativa de esta zona, que se determina como el promedio entre la salinidad
mínima (representativa del epilimnion) y máxima (representativa del hipolimnion) encontrada
en cada perfil.
Finalmente, una vez procesada la serie de experiencias con ambas metodologías se encontró
que el primero de lo criterios descritos presentaba algunos problemas para representar la
ubicación real de la interfaz de densidad, tendiendo a subestimar su altura con respecto al
fondo. Por otra parte, la segunda metodología mostró mejores resultados, acercándose de
mejor forma a las condiciones iniciales formadas experimentalmente en cada caso (ubicación
inicial de la interfaz) y a la zona de altos gradientes que se identifica en los perfiles de
densidad.
66
Fig 4.4: Evolución temporal interfaz de densidad.
Luego, considerando los resultados y diferencias obtenidas con ambos métodos (que
alcanzaron hasta 3,5 cm), se definió el segundo de ellos como criterio definitivo, donde para
cada tiempo analizado la salinidad representativa de la interfaz de densidad, valor a partir del
cual se busca el punto con concentración más cercana, se calcula como:
67
Una vez procesadas las experiencias y vistos los resultados obtenidos para la evolución
temporal de la interfaz de densidad en cada caso, fue posible advertir que las tres sondas de
conductividad ubicadas en la zona de aguas abajo, colocadas en línea y en dirección
transversal al flujo, entregaban un comportamiento similar de la evolución de la picnoclina en
el tiempo, por lo que se decidió promediar sobre ellas, acotando y enfocando el análisis en dos
regiones, la ya mencionada zona de aguas abajo (analizada con la información promediada de
tres sondas) denominada zona 1, y la zona de aguas arriba estudiada a partir de la sonda 4,
llamada zona 2.
Cabe destacar que en algunas de las experiencias analizadas los resultados correspondientes a
la sonda Nº 2, ubicada en el centro del flujo, mostraron indicios de que en este lugar del
escurrimiento la interfaz de densidad se encontraría algo por debajo con respecto a los bordes
(con máximos de 0 a 0.6 cm dependiendo del caso), pero no se estudió más a fondo en esta
serie de experimentación por no ser recurrente en todas las experiencias ni característico de
algún régimen o tipo determinado de flujo.
La inclinación observada en los instantes iniciales, que sólo puede verse en las experiencias
donde se registró exitosamente la información en ambos sectores (9, 10, 11 y 12), se
caracteriza por un ascenso del nivel de la picnoclina en la zona de aguas abajo, y un leve
descenso de ésta en la ubicación de la sonda 4. Esta inclinación de la interfaz de densidad se
genera como respuesta al esfuerzo de corte impuesto por la cinta transportadora,
compensando así el gradiente longitudinal de presión que se establece en la dirección
horizontal de movimiento. Luego, pasada la reacción inicial del flujo, el ascenso de la
picnoclina se desarrolla con una tasa similar en ambas zonas, por lo que la inclinación tiende a
mantenerse presente a lo largo de la experimentación, disminuyendo en forma muy tenue a
medida que se alcanza la mezcla.
68
Fig 4.5: Evolución temporal, por zona, de la interfaz de densidad, exp Nº12.
Incorporando la distancia que separa las zonas de aguas arriba y aguas abajo, es posible
determinar la inclinación promedio de la interfaz en cada experimentación y analizar su
comportamiento en función de los parámetros del flujo.
Para realizar el análisis general del proceso de mezcla se promediaron las velocidades de
incorporación obtenidas en ambas zonas, calculándose un parámetro único para cada
experiencia.
ub
= 20 Ec. 4.2
u*
69
Tabla 4.2: Análisis dimensional primera serie de experimentación.
Exp. Nº h2/H Ek Ri* ∆ρ/ρ Re ue/u* z/ x
0 0.5 2 15010 0.012 214 2.27E-03 - -
1 0.5 18 1657 0.012 644 3.78E-03 - -
2 0.5 8 3941 0.012 417 4.25E-03 - -
3 0.5 8 2299 0.007 417 5.42E-03 - -
4 0.5 8 2299 0.007 417 4.26E-03 - -
6 0.5 8 2299 0.007 417 4.29E-03 - -
7 0.5 8 3941 0.012 417 4.24E-03 - -
8 0.5 - 3941 0.012 417 1.39E-03 - -
9 0.5 - 4729 0.012 381 2.08E-04 -0.00084 -0.001401
10 0.5 18 1657 0.012 644 1.08E-04 0.00275 0.0045792
11 0.5 18 1657 0.012 644 1.82E-03 0.00739 0.0123171
12 0.5 18 967 0.007 644 1.68E-04 0.00344 0.0057402
15 0.5 18 967 0.007 644 1.70E-03 - -
La experiencia Nº9 se descartó del análisis referente a la inclinación picnoclina por arrojar
diferencias poco significativas y de signo contrario a lo teóricamente esperado. Luego, al
comparar los resultados de las experiencias restantes, se verificó que un mayor gradiente de
densidad requiere de menor inclinación para equilibrar un mismo esfuerzo de corte (Exp 10 y
12 con 1.2% y 0.7%, respectivamente). Con respecto a lo anterior, se debe decir que si bien
las Exp.10 y Exp.11 presentaban condiciones experimentales equivalentes, la segunda de ellas
presentó algunos problemas en las mediciones y arrojó un resultado superior a lo esperado,
por lo que se escogieron como únicas experiencias representativas de este análisis las 10 y 12.
70
Pe ndie nte inte rfaz v/s Ri.
0,0 1
δξ/ δ x
0 ,00 1
Exp 10 y 12
Teoría
0,0 00 1
100 10 00 10 00 0
Ri*
Si bien se observa que los valores se encuentran por sobre la curva teórica, se verifica un
comportamiento decreciente de la inclinación en función del parámetro de Richardson.
La segunda serie de datos recibida durante el tiempo en que se desarrolló el trabajo de título
consistió en un resumen de experiencias ya procesadas por el grupo de investigación de la
Universidad de Dundee, el cual, además de las condiciones de experimentación
implementadas, incluía los resultados obtenidos para la velocidad de incorporación calculada
para cada una de las experiencias, y para cada sonda en particular.
Cabe destacar que este formato de entrega no contaba con la información original
correspondiente a las series de tiempo (perfiles de conductividad por sonda, salinidad,
calibraciones, etc), que permitían analizar posibles diferencias entre la evolución temporal de
la interfaz en la zona de aguas arriba y aguas abajo del flujo.
71
Tabla 4.3: Condiciones experimentales, Serie Nº2.
Experimento L H Ω ρ1 ρ2 ub h2
[Nº] [m] [m] [s-1] [kg/m3] [kg/m3] [m/s] [m]
23 1.5 0.293 0.038 998 1005 0.4025 0.147
46 1.5 0.293 0.038 998 1010 0.4025 0.147
33 1.5 0.293 0.038 998 1020 0.4025 0.147
41 1.5 0.293 0.058 998 1005 0.4025 0.147
39 1.5 0.293 0.058 998 1010 0.4025 0.147
43 1.5 0.293 0.058 998 1020 0.4025 0.147
19 1.5 0.293 0.038 998 1005 0.3507 0.147
32 1.5 0.293 0.038 998 1010 0.3507 0.147
51 1.5 0.293 0.038 998 1020 0.3507 0.147
42 1.5 0.293 0.058 998 1005 0.3507 0.147
40 1.5 0.293 0.058 998 1010 0.3507 0.147
44 1.5 0.293 0.058 998 1020 0.3507 0.147
49 1.5 0.293 0.038 998 1005 0.2978 0.147
45 1.5 0.293 0.038 998 1010 0.2978 0.147
35 1.5 0.293 0.038 998 1020 0.2978 0.147
50 1.5 0.293 0.038 998 1005 0.2549 0.147
52 1.5 0.293 0.038 998 1010 0.2549 0.147
56 1.5 0.293 0.038 998 1020 0.2549 0.147
57 1.5 0.293 0.038 998 1005 0.2044 0.147
54 1.5 0.293 0.038 998 1010 0.2044 0.147
Los rangos utilizados en esta nueva serie apuntaron a formar valores más pequeños para el
número de Richardson, así como también a elevar el número de Reynolds y el adimensional
Ekman, esto con respecto a la primera serie mostrada.
Si bien en este grupo de experiencias no se contó con las series de tiempo de salinidad y
densidad que permitían comparar en detalle el comportamiento de la interfaz en ambas zonas
del flujo y cuantificar la inclinación de ésta, el cálculo de la velocidad de incorporación fue
hecho en forma independiente para cada sonda de conductividad, en todas las experiencias, lo
que, basándose en el hecho de que inicialmente la estratificación se encuentra horizontal,
permitió determinar ciertos patrones característicos del proceso de mezcla dentro del
estanque.
72
Cabe destacar que en esta serie de experiencias se cambió la orientación de las sondas de
conductividad con respecto al sentido de movimiento de la cinta transportadora, quedando las
tres primeras (P1, P2 y P3) ubicadas aguas arriba de la cuarta (P4).
1,0E-02
Probe 1
Probe 2
Probe 3
ue/u*
1,0E-03 Probe 4
y = 0,1365x -1,1492 Probe 1
Probe 2
Probe 3
Probe 4
y = 0,3568x -1,3822
-1,2395
y = 0,1155x
-1,3797
y = 0,3473x
1,0E-04
10 100 1000
Número de Richardson
Fig 4.7: Velocidad de incorporación en función número de Richardson. Series por sonda.
La Fig 4.7 muestra los valores obtenidos para la velocidad de incorporación en función del
respectivo número de Richardson con las series separadas por sondas de conductividad, esto
para todas las experiencias correspondientes a esta segunda tanda de experimentos. Se puede
ver que la zona correspondiente al segundo sensor (P2), ubicado en el centro de la sección
transversal del sector de aguas arriba (parte media de la instalación experimental), presenta
tasas de mezcla marcadamente inferiores con respecto a los costados de la instalación, lo que
es atribuible a la formación de corrientes transversales que surgen del movimiento de rotación
aportado por la mesa, que sumado a las condiciones de borde impuestas por las paredes del
estanque, generan transporte de masa tipo Ekman en ambos costados, realzando la mezcla en
estas zonas. Por otra parte, comparando los resultados correspondientes a la zona central del
eje transversal del estanque (P2 y P4), se advierte que la interfaz de densidad alcanza
prematuramente el nivel deseado (altura de referencia utilizada para detener el tiempo de
medición y calcular la velocidad de incorporación) en la zona de aguas abajo, mostrando
indicios de una posible inclinación de la picnoclina en la dirección del esfuerzo de corte
aportado por la cinta, corroborando lo visto en la primera serie de experimentación.
En los resultados mostrados en la Fig 4.7 se grafican en una misma serie (datos por sonda)
todos las experiencias procesadas, sin hacer distinción por parámetros como la diferencia
relativa de densidades, ∆ρ/ρ, o el número de Ekman, Ek. A pesar de lo anterior, los resultados
reflejan una tendencia bien definida, con una relación inversamente proporcional entre la tasa
73
de mezcla adimensional y el número de Richardson, mostrando un exponente cercano a -1.2
en todos los casos. Lo anterior verificaría que al momento de analizar el proceso de mezcla,
especialmente en el caso experimental, el número de Richardson tendría mayor
preponderancia que los otros adimensionales formados.
Cabe destacar que ambos comportamientos se observan de manera más notoria para valores
pequeños del número de Richardson, donde se alcanzan mayores tasas de mezcla y se
acentúan las diferencias mencionadas.
74
ue/u*v/s (segun Ri, ∆ρ/ρ =0,007), Exp.
0.0040
0.0035
0.0030
0.0025
ue/u*
25
0.0020
33
0.0015
0.0010
0.0005
0.0000
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Ek
(a)
ue/u*v/s (segun Ri, ∆ρ/ρ=0,012), Exp.
0.0018
0.0016
0.0014
0.0012
0.0010 43
ue/u*
0.0008 56
0.0006
0.0004
0.0002
0.0000
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Ek
(b)
ue/u*v/s (segun Ri, ∆ρ/ρ =0,022), Exp.
0.0009
0.0008
0.0007
0.0006
78
0.0005
ue/u*
103
0.0004
0.0003
0.0002
0.0001
0.0000
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Ek
(c)
Fig 4.8: Velocidad de incorporación versus número de Ekman, curvas según Richardson. (a)
∆ρ/ρ=0.007, (b) ∆ρ/ρ=0.012, (c)∆ρ/ρ=0.022.
75
ue/u*v/s (segun Ri, ∆ρ/ρ =0,007).
0.0040
0.0035
0.0030
0.0025 25
ue/u*
0.0020 33
25 Sim
0.0015
33 Sim
0.0010
0.0005
0.0000
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Ek
(a)
ue/u*v/s (segun Ri, ∆ρ/ρ=0,012).
0.0018
0.0016
0.0014
0.0012
43
0.0010
ue/u*
56
0.0008 43 Sim
0.0006 56 Sim
0.0004
0.0002
0.0000
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Ek
(b)
ue/u*v/s (segun Ri, ∆ρ/ρ =0,022).
0.0009
0.0008
0.0007
0.0006 78
0.0005 103
ue/u*
0.0004 78 Sim
0.0002
0.0001
0.0000
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Ek
(c)
Fig 4.9: Velocidad de incorporación versus número de Ekman, curvas según Richardson. (a)
∆ρ/ρ=0.007, (b) ∆ρ/ρ=0.012, (c)∆ρ/ρ=0.022. Comparación resultados numéricos.
76
Las curvas de la Fig 4.8 muestran un descenso de la tasa de mezcla dado un aumento en el
número de Richardson, contrastando con los resultados de las simulaciones numéricas
realizadas en el presente estudio, cuyos parámetros adimensionales fueron del mismo orden.
Por otra parte, la mayoría de las series presentan un comportamiento decreciente con respecto
al parámetro de Ekman, lo que también difiere de lo obtenido con el modelo numérico
implementado en el Capítulo 3 (Fig 3.23). Esta tendencia se atenúa para estratificaciones más
marcadas (mayor ∆ρ/ρ), en especial para el caso ∆ρ/ρ=0.22 y Ri=103.4, donde el
comportamiento cambia y se aprecia un crecimiento en la tasa de incorporación.
La Fig 4.9 muestra los resultados de las experiencias procesadas junto a los respectivos
valores entregados por las simulaciones numéricas, con el objetivo de comparar las tasas de
mezcla obtenidas en ambos casos bajo las mismas condiciones de flujo. Las curvas
presentadas, parametrizadas según el número de Richardson, muestran importantes
diferencias entre los resultados, con velocidades de incorporación muy superiores en el caso
experimental, que dan muestra de la importancia que tiene el hecho de que el cuerpo de agua
en estudio sea confinado, es decir, de dimensiones finitas, donde condiciones de borde
fomentan fenómenos que contribuyen a realzar los procesos de mezcla, como lo son la
surgencia y el transporte de Ekman.
Además de lo expuesto en los dos párrafos precedentes, es importante volver a mencionar que
se encontró un comportamiento inversamente proporcional entre la tasa adimensional de
mezcla y en el número de Richardson, mostrándose éste como un parámetro preponderante
en el proceso de mezcla aún en presencia de rotación. Además, con la metodología
desarrollada en la primera serie experimental se verificó la inclinación sufrida por la interfaz
de densidad una vez iniciado el movimiento, que tiende a atenuarse con el transcurso del
proceso de mezcla.
77
5. PUESTA EN MARCHA DE LA INSTALACION
EXPERIMENTAL SIN ROTACION
78
CAPITULO 5
PUESTA EN MARCHA
El presente capítulo tiene como fin el describir la puesta en marcha de una instalación
experimental previamente diseñada y construida para el estudio de fenómenos de transporte y
mezcla en flujos turbulentos (Alfaro 1999), la cual, al momento de iniciado el presente
estudio, contempló un reacondicionamiento general y la realización de series de
experimentación que permitieran dejarla en condiciones operativas para estudios posteriores o
efectos docentes. Además, dentro del capítulo se describen y analizan algunas de las
experiencias desarrolladas en la puesta en marcha, con el fin de complementar la presente
memoria de título con el estudio de procesos de mezcla en casos sin rotación y, por otra parte,
implementar una técnica basada en el procesamiento de imágenes de video en la
determinación de campos de velocidades.
El estanque de acrílico está posado sobre una estructura de aluminio formada por perfiles
L50x50x4.5 mm con orientaciones horizontales y diagonales que, conectados entre sí a través
de pernos, entregan un mayor refuerzo a la estructura. Cabe destacar que las dimensiones
horizontales de la estructura de aluminio son levemente superiores a las del estanque de
acrílico, teniendo 240 cm de largo y 40 cm de ancho. Por otro lado, la altura desde sus patas,
que van fijas al suelo, hasta la base del estanque es de 80 cm (ver Fig. 5.1).
Para efectos de cumplir con el tipo de experiencias para las cuales fue diseñado el montaje, y
que no se produzcan corrientes secundarias debido a pérdidas de horizontalidad, la estructura
posee un sistema de tornillos móviles que permiten nivelarla correctamente. Además, es este
sistema el que condiciona la posición del fondo desplazable del estanque y permite trabajar
con la altura que se requiera, siempre dentro del rango establecido por las dimensiones de la
instalación. Por otra parte, el fondo de acrílico posee 8 orificios de 0.64 cm de diámetro,
diseñados y distribuidos de forma tal que a cada uno de ellos le corresponde un área de 675
79
cm2, con el fin de lograr un correcto llenado (se explica posteriormente) previo a la
experimentación.
Donde us es la velocidad de la cinta en cm/s dada por una velocidad angular en RPM.
80
Para efectos de cumplir con las condiciones de luz que requiere el método de procesamiento
de imágenes utilizado, que se explica en el Punto 5.2, detrás de la estructura principal (a unos
50 cm de la pared posterior del estanque) se monta un panel de iluminación con 12 tubos
fluorescentes de 2.6 cm de diámetro y 29.7 cm de longitud, en posición vertical y distribuidos
uniformemente con el fin de abarcar la longitud total de la instalación. Además, para difundir
de manera homogénea la luz provista por el panel de iluminación, la pared posterior del
estanque de acrílico fue cubierta por una capa de papel diamante. Por otra parte, con el
objetivo de aislar de la luz ambiente el sistema de iluminación creado, sobre la totalidad del
área abarcada por las instalaciones antes mencionadas se arman dos estructuras desmontables
de PVC, de aproximadamente 200 cm de altura, que unidas y cubiertas mediante una tela
negra forman la cámara oscura necesaria para el desarrollo de la experimentación.
Dado que el flujo en estudio es de carácter estratificado, es decir, posee dos capas de distintas
densidades, es necesario utilizar un estanque anexo a la instalación principal para producir
una mezcla con sal en solución, formándose así el agua más densa que una vez ingresada a la
instalación principal constituye el hipolimnion. Este estanque tiene una capacidad de 190 lt y
se ubica a una altura de 173 cm, de forma tal que siempre se tenga el nivel de energía
suficiente para abastecer la estructura principal.
81
A continuación se presenta la metodología empleada en las respectivas etapas de la
experimentación.
El llenado del estanque, que está condicionado por el nivel de estratificación que se quiere
generar, se realiza en dos etapas necesariamente correlativas. En primer lugar, con el fin
formar el estrato superior, se agrega agua dulce al canal hasta alcanzar el nivel deseado de
profundidad, que corresponde al espesor del epilimnion más una altura cercana a los 2.5 cm
que finalmente queda por sobre el nivel de la cinta transportadora. Posteriormente, a través de
los 8 orificios distribuidos en el fondo del canal, se ingresa, tan lento como se pueda, la
solución salina previamente preparada y teñida con permanganato de potasio (concentración
3.85%), que por tener una mayor densidad, levanta el agua fresca hasta superar el nivel de la
cinta transportadora y finalmente generar la estratificación buscada. Esta solución,
previamente preparada en el estanque anexo ubicado en altura, descarga a través de una
manguera simple a una pequeña cámara de presión (difusor), que por medio de mangueras
transparentes (de igual longitud para imponer la misma pérdida de energía) distribuye el
fluido homogéneamente en los 8 orificios de entrada al estanque principal. Como condiciones
de operación, es necesario tener en cuenta que el estanque debe ubicarse a una altura tal que
siempre se tenga la energía suficiente para que la solución ingrese al estanque y no se invierta
el flujo, y que el proceso debe ser lento para que no se produzca mezcla entre las soluciones ni
se destruya la interfaz de densidad. Este proceso puede tomar de 3 a 4 horas.
El tipo de partículas trazadoras que se utilicen para estudiar un flujo de estas características
constituye una variable fundamental en los resultados a obtener, ya que éstas deben seguir de
manera representativa el movimiento del fluido. Dado el objetivo de generar perfiles
verticales de velocidad en la dirección principal de escurrimiento (horizontal en la dirección
de movimiento de la cinta), se hace necesario que los trazadores puedan distribuirse de
manera uniforme a lo alto de la columna de agua, y no existan problemas de sedimentación o
afloramiento de partículas hacia el fondo o superficie libre, respectivamente. Para evitar estos
inconvenientes, el trazador debe tener un peso boyante muy bajo con respecto al fluido en que
se encuentra inmerso (idealmente nulo), es decir, poseer una densidad cercana a la del agua
para que no flote ni sedimente.
82
Considerando los factores antes mencionados (tamaño y densidad de las partículas), y
basándose en la experiencia adquirida en un trabajo de título previo, donde se probó el
seguimiento de varios tipos de trazadores en la misma instalación experimental (Reyes 2001),
se decidió mantener el trazador finalmente escogido en aquella investigación, es decir,
semillas de lechuga milanesa. Estas semillas tienen una longitud promedio cercana a los 4
mm, y son de color negro, lo que facilita visualización. Además, su peso boyante es
prácticamente nulo, por lo siguen de buena forma la trayectoria del flujo.
Los videos registrados en forma analógica son pasados a formato digital e ingresados a un
computador utilizando una tarjeta capturadora, proceso que, debido a la gran capacidad de
memoria que requeriría la digitalización completa de una experiencia, incorpora una etapa de
filtro y selección de imágenes, esto para trabajar con pequeños lapsos de tiempo
representativos de cada período captado.
83
La determinación de campos de velocidades dentro del flujo por medio del seguimiento de
semillas que actúan como partículas trazadoras requiere de la extracción de un número
considerablemente mayor de imágenes, en comparación con el caso anterior, ya que, como se
explica posteriormente, el cálculo de un campo instantáneo de velocidades conlleva el análisis
de una serie importante de frames en torno a un tiempo en particular.
Previo al análisis digital, las imágenes ya promediadas se transforman a escala de grises, para
luego ser cortadas de manera de trabajar exclusivamente con el espacio de la grilla que se
quiere analizar, es decir, entre el fondo del estanque y la cinta transportadora.
Una vez digitalizadas las imágenes, éstas entregan el valor de la intensidad de luz recibida en
cada píxel (640x380 de resolución previo al corte), información que se utiliza para determinar
el nivel de salinidad correspondiente a la posición respectiva dentro del flujo, esto mediante la
siguiente expresión empírica (Caballero, 2000).
1 I − I min n
S = S max Ec. 5.2
k I max − I min
Donde I representa la intensidad (escala de 0 a 255), Imin e Imax son los niveles de intensidad
mínima y máxima en cada vertical en el instante inicial, respectivamente, Smax es la máxima
salinidad asociada a la experiencia, y k y n son constantes empíricas calibradas a partir de
relacionar mediciones de conductividad e intensidad como se muestra a continuación (Ec.
5.3), y cuyos valores son 1.0287 y 0.82, respectivamente:
n
I − I min C − Cmin
=k Ec. 5.3
I max − I min Cmax − Cmin
Cabe destacar que la Ec. 5.2 puede implementarse con las nuevas condiciones de iluminación
por el hecho de estar normalizada con la diferencia entre los niveles de intensidad mínimo y
máximo del instante inicial.
84
A partir de los perfiles instantáneos de salinidad obtenidos de Ec 5.2., es posible calcular la
posición de la interfaz de densidad en cada vertical de manera equivalente a lo explicado en el
Punto 4.3.1., es decir, determinando el punto con la salinidad más cercana a un nivel
promedio entre ambos estratos, que es calculado mediante la Ec.5.4, donde c1 y c2 son
coeficientes iguales a 0.5:
Luego, el proceso de mezcla dentro del flujo es cuantificable a partir del cambio que presenta
la ubicación de la interfaz de densidad en el tiempo, determinando su tasa de profundización.
H
PE = g z ⋅ ρ ( z ) dz Ec. 5.5
0
85
Experiencias con partículas trazadoras.
Debido al objetivo impuesto para las experiencias con presencia de partículas trazadoras, que
fue la determinación de campos de velocidades implementando la técnica PTV, la
metodología de procesamiento de las imágenes fue sustancialmente distinta.
Luego de ser pasadas a escala de grises y cortadas según las dimensiones de la grilla, las
series de imágenes son procesadas en un software especialmente desarrollado en MATLAB
para la determinación de campos de velocidades por medio de partículas trazadoras, que
utiliza la técnica “Particle Tracking Velocimetry”, implementando un algoritmo híbrido de
detección que combina los métodos de relajación y correlación cruzada (Brevis, 2007).
Con cada par de imágenes, en este caso separadas por 0.067 segundos, se genera un campo de
velocidades dado por los vectores de movimiento de las partículas correctamente identificadas
en ambos instantes, cuyas posiciones son aleatorias en el espacio analizado. Luego, el campo
de vectores aleatorios se interpola para generar una grilla coordenada con las respectivas
velocidades, cubriendo toda el área en estudio. Finalmente, para determinar la grilla de
velocidades representativa de un instante de tiempo, se calcula el promedio de todos los
campos interpolados asociados a los pares de frames que se tomen en torno a este instante.
Hay que mencionar que, previo al procesamiento definitivo de una serie de imágenes, se debe
realizar un minucioso procedimiento de identificación de partículas. Esta etapa, que tiene una
importancia prioritaria dentro de la metodología, consiste, en primera instancia, en modificar
los niveles de intensidad a partir de los cuales un píxel se considera como parte de una
partícula, o en caso contrario, parte del fondo de una imagen (threshold), para determinar un
valor adecuado que capture sólo los trazadores ubicados dentro del campo focal de la cámara.
Definido lo anterior, se modifican los diferentes parámetros y criterios de filtrado del
algoritmo, observando los resultados obtenidos en cada caso, con el objetivo de encontrar una
combinación apropiada de éstos que permita eliminar la detección errónea de vectores de
velocidad, que a la postre alteran el cálculo del campo buscado.
La Fig 5.3 muestra, a modo de ejemplo, una imagen extraída de una experiencia realizada con
presencia de partículas trazadoras dentro del flujo. Posteriormente, la Fig 5.4 presenta un
ejemplo del respectivo campo de vectores instantáneos detectados. Este campo, con
posiciones aleatorias de los vectores, es el que posteriormente se interpola para generar las
velocidades en una grilla regular.
86
Fig 5.3: Imagen ilustrativa de las experiencias con semillas trazadoras.
La Tabla 5.1 resume las condiciones experimentales impuestas en ambas experiencias, valores
a partir de los cuales se calculan los parámetros adimensionales relevantes del problema, tales
como el número de Richardson, el número de Reynolds, el número de Wedderburn, y las
razones L/H y h1/H.
Cabe destacar que para determinar los números de Reynolds y Richardson se utilizó la
velocidad de la cinta transportadora para adimensionalizar, mientras que el Wedderburn fue
calculado utilizando la velocidad de corte dada por la Ec.4.2.
Durante las series de experimentación se pudo observar que una vez iniciado el movimiento
de la cinta transportadora se genera, como respuesta al esfuerzo de corte ejercido, una
marcada inclinación de la interfaz de densidad existente entre ambos estratos. Además, en la
zona de la capa de mezcla se producen pequeñas ondas (vórtices) que provocan el paso de
aguas más profundas hacia el estrato somero, dándose origen al proceso de mezcla turbulento
que provoca el descenso paulatino de la interfaz, cuya inclinación disminuye con el transcurso
del proceso. Los fenómenos mencionados fueron particularmente apreciables en la
Experiencia Nº1, que presentó un menor valor del parámetro de Richardson y por ende una
mayor tasa de mezcla.
Para ambas experiencias se obtuvieron las matrices de salinidad por píxel correspondientes a
cada instante de tiempo procesado, los que, promediados en la horizontal y
adimensionalizados con la salinidad máxima instantánea respectiva, arrojan los perfiles
presentados en Fig 5.5 y Fig 5.6.
88
1
0.9
0.8
0.7
0 min
0.6 6.25 min
12.25 min
0.5
25 min
0.4 50 min
80 min
0.3
0.2
0.1
0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
S/Smax
Fig 5.5: Evolución temporal de los perfiles adimensionales de salinidad. Exp Nº1.
0.9
0.8
0.7
0 min
0.6 10 min
20 min
0.5
40 min
0.4 60 min
81.5 min
0.3
0.2
0.1
0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
S/Smax
Fig 5.6 Evolución temporal de los perfiles adimensionales de salinidad. Exp Nº2.
89
haciendo menos clara la posición de la picnoclina, lo que se traduce en una disminución de los
gradientes de densidad.
Tomando como nivel de referencia el fondo del estanque se calculó la evolución de la energía
potencial por unidad de área representativa de la sección central del canal, para ambas
experiencias, Fig 5.7.
166,60
166,55
166,50
EP [Nm/m2]
Exp 1
166,45
Exp 2
166,40
166,35
166,30
0 20 40 60 80 100 120
Tiem po [m in]
162,5
162,4
162,3
162,2
Masa [Kg/m2]
162,1
Exp 1
162,0
Exp 2
161,9
161,8
161,7
161,6
161,5
0 20 40 60 80 100 120
Tiem po [m in]
90
Es necesario destacar que, teóricamente, dado el ascenso de partículas más pesadas desde el
estrato inferior hacia el epilimnion, la energía potencial de la columna de agua debiera
incrementarse con el transcurso del proceso de mezcla, lo que no concuerda con los resultados
obtenidos en ambas experiencias, Fig 5.7. Sin embargo, esto se puede atribuir al hecho de que
la integral de masa representativa de la sección central del canal no permanece constante, Fig
5.8, y presenta un descenso similar a la energía potencial mostrada.
0,5385
0,5380
0,5375
Exp 1
CG / H
Exp 2
0,5370
0,5365
0,5360
0 20 40 60 80 100 120
Tiem po [m in]
Utilizando el criterio dado por la Ec 5.4 sobre los perfiles instantáneos de salinidad, fue
posible calcular la ubicación de la interfaz de densidad en función del tiempo, esto para ambas
experiencias, mostradas en conjunto en la Fig 5.10.
91
1.0
0.9
0.8
0.7
Exp 1-1
0.6
Exp 2-1
zs/H
0.2
0.1
0.0
0 20 40 60 80 100 120
Tiempo [min]
0,1
0,01
ue/u*
y = 0,07x -1
0,001
0,0001
0,00001
1 10 100 1000 10000
Ri*
92
Si bien la tasa adimensional de mezcla lograda en ambas experiencias se encuentra algo por
debajo de la relación empírica expuesta, los resultados se acercan bastante a lo esperado, y se
verifica la relación inversamente proporcional que existe entre la velocidad de incorporación
y el número de Richardson, teniéndose una pendiente logarítmica cercana a -1 (0.7299) entre
ambos puntos.
Primeramente se llevó a cabo una experiencia previa con un flujo sin estratificación,
filmación de la que se extrajeron algunas imágenes de prueba que fueron procesadas
exitosamente por el software, comprobándose la correcta identificación de las partículas por
parte del mismo. Las semillas de lechuga, dado su color negro en presencia de un fondo claro,
presentaban un buen nivel de contraste que facilitaba el procedimiento de identificación.
La segunda de las experiencias preliminares se realizó con una columna de agua estratificada,
donde se logró una idónea homogeneidad en la densidad de semillas una vez concluido el
llenado del estanque. Sin embargo, al iniciarse el movimiento de la cinta transportadora gran
parte de las semillas presentes en el epilimnion sedimentaron rápidamente, incorporándose a
la zona de la interfaz o llegando directamente hasta la base de acrílico. Además, una vez
desarrollado el flujo, la difusión turbulenta de semillas desde las zonas someras hacia la capa
de mezcla genera un paulatino descenso de la cantidad de partículas en el estrato superficial,
quedando posteriormente la totalidad de éstas en la capa de mezcla y el hipolimnion.
93
La experiencia final, sobre la cual se implementó el software de seguimiento, consistió en un
flujo estratificado con una razón de aspecto h1/H=0.256 y una velocidad superficial igual a
40.3 [cm/s]. El resto de las condiciones experimentales, además de los parámetros
adimensionales relevantes, se presentan en la Tabla 5.2.
Una vez obtenido un campo medio representativo de una serie de pares de frames, la
distribución media de velocidades horizontales a lo alto de la columna de agua se determina
promediando sobre todas las columnas de la grilla de interpolación.
El campo final de velocidades fue calculado en varias ocasiones, con el fin obtener un
resultado cercano a lo teóricamente esperado (Fig 2.3), intentando abarcar y promediar la
mayor cantidad posible de frames para aminorar la incidencia de vectores erróneos y obtener
mayor representatividad. Considerando lo anterior, el número máximo de campos
exitosamente calculados, es decir, donde el programa no presentó errores y cuyos resultados
fueron satisfactorios, fue de 46 (pares), que corresponden a los primeros 47 frames
correlativos de los 120 procesados.
Algunos de los resultados entregados por el programa de seguimiento son expuestos en la Fig
5.12, con el objetivo de ilustrar las diferencias que se obtienen variando ligeramente algún
parámetro del algoritmo o la cantidad de campos promediados en torno al instante de tiempo
en estudio. Entre los parámetros modificados, algunos de los más influyentes que se pueden
mencionar son el nivel de treshold, la cantidad mínima de partículas candidatas en el segundo
cuadro y el nivel filtro aplicado al primer algoritmo del método, el de correlación cruzada.
Fig 5.12 y Fig 5.13 presentan perfiles sólo esquemáticos de las velocidades encontradas
mediante el algoritmo, que no incluyen los valores de los vectores ni sus respectivas alturas
dentro de la columna de agua. Sin embargo, al estar escalados de la misma manera, estos
perfiles dan muestra de ciertas tendencias en los resultados. En particular para la zona ubicada
sobre el nivel de la interfaz de densidad, donde los desplazamientos son teóricamente
mayores, las velocidades obtenidas se mantienen prácticamente invariantes entre un perfil y
otro, a diferencia de la parte baja del flujo, donde se encontraron diferencias significativas
entre los vectores dependiendo de los parámetros impuestos el programa y de la cantidad de
frames exitosamente procesados y promediados.
94
0 0
20 20
40 40
60 60
80 80
0 0
20 20
40 40
60 60
80 80
10
20
30
40
50
60
70
80
95
Finalmente, adimensionalizando la distribución definitiva con la velocidad de la cinta
transportadora, y extrapolando el gráfico hasta la posición de ésta imponiendo la condición de
no resbalamiento, el perfil adimensional de velocidades queda de la forma siguiente:
1,0
0,9
0,8
0,7
0,6
z/H
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0,0
-0,2 0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
u/us
Los resultados muestran en forma clara la presencia de una primera celda de recirculación
ubicada por sobre la zona de corte, desarrollando grandes velocidades en las cercanías de la
cinta transportadora debido a la condición de no resbalamiento, para luego cambiar de signo
aproximadamente en z/H=0.88 y adoptar velocidades de menor magnitud y sentido contrario
hasta pasar la zona de la interfaz de densidad.
Cabe destacar que, en la zona que está inmediatamente por debajo de la interfaz de densidad
el perfil muestra un aumento de la velocidad en el sentido contrario al movimiento de la cinta,
lo que contrasta con lo visto en las filmaciones de las experiencias y con el perfil teórico. Este
problema de identificación se puede atribuir a que este lugar corresponde a una zona de corte,
donde cambia el sentido en perfil de velocidades y se produce una gran cantidad de vórtices
que dificultan el seguimiento de los trazadores por parte del programa. Además, en esta
96
región del flujo se tuvo una densidad de partículas muy alta, lo que también puede inducir a
errores de identificación en el algoritmo.
97
6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
98
CAPITULO 6
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
6.1. Conclusiones.
El presente trabajo de título orientó el estudio del efecto de Coriolis sobre procesos de mezcla
en dos etapas, una numérica y otra experimental, las cuales conviene analizar en forma
independiente.
Se vio que para las condiciones imperantes en el modelo numérico, que considera
dimensiones infinitas en la horizontal y trabaja con características de capa límite, la inclusión
de un movimiento rotacional produce un marcado decaimiento de la tasa de mezcla, es decir,
reduce la velocidad con que asciende la interfaz de densidad, esto en comparación a un flujo
en iguales condiciones pero en ausencia de Coriolis.
Las diferencias mencionadas en el párrafo anterior son atribuibles a la respuesta del flujo ante
la presencia de las condiciones de borde que imponen las paredes de un estanque finito, no
consideradas por el modelo numérico implementado. La formación de corrientes verticales en
las cercanías de las paredes, que luego de chocar con la zona de altos gradientes de densidad
dan origen a las celdas de recirculación, genera un transporte advectivo de masa en la
dirección vertical (respuesta baroclínica) que mantiene inclinada la interfaz de densidad y
realza la mezcla a través de ésta (el modelo solo considera transporte por difusión molecular y
turbulenta, desprecia la advección en la vertical). Otro fenómeno que incrementa el
intercambio es el ya mencionado transporte de Ekman que se produce próximo a las paredes.
Como contraparte, se debe decir que durante la experimentación parte de la energía cinética
turbulenta aportada por la cinta transportadora es disipada en el proceso de equilibrar el
gradiente de presión longitudinal (y en menor medida el gradiente transversal) que se genera
en un cuerpo de agua de dimensiones finitas, energía que en el modelo, al no incorporar este
fenómeno, está disponible para efectos de mezcla.
100
Con los resultados obtenidos en ambas metodologías puede inferirse que el efecto de Coriolis
inhibe la difusión vertical turbulenta de energía cinética y concentración de sal, pero los flujos
cercanos a las paredes generan surgencia y realzan la mezcla.
Las experiencias sin presencia de trazadores se utilizaron para estudiar el proceso de mezcla
dentro de una columna de agua estratificada que se encuentra bajo la acción de un esfuerzo de
corte superficial, cuantificándose la velocidad de incorporación en cada caso y verificándose
con los resultados el comportamiento inversamente proporcional de este parámetro en función
del número de Richardson. Además, se estimó la evolución temporal de la posición del centro
de masa dentro de la columna de agua a lo largo de las experimentaciones, comprobándose su
incremento con el desarrollo del proceso de mezcla. Todo esto se realizó utilizando una
técnica de procesamiento de imágenes que, a pesar de su sencillez, permite obtener gran
cantidad de información acerca del flujo estudiado
Por último, con el desarrollo de una experiencia con presencia de partículas trazadoras y su
posterior procesamiento con la técnica PTV, se validó, en primera instancia, la utilización del
software de seguimiento para que este sea implementado en experimentaciones futuras a
llevarse a cabo en la instalación experimental reacondicionada.
101
6.2. Recomendaciones.
102
7. ANEXOS
103
ANEXOS.
Fig A.1: Evolución temporal, por zona, de la interfaz de densidad, exp Nº9.
Fig A.2 Evolución temporal, por zona, de la interfaz de densidad, exp Nº10.
104
Fig A.3: Evolución temporal, por zona, de la interfaz de densidad, exp Nº11.
Tabla A.1: Análisis dimensional segunda serie de experimentación, tasa de incorporación por
sonda.
Exp. Nº h2/H Ek Ri* ∆ρ/ρ Re ue/u* P1 ue/u* P2 ue/u* P3 ue/u* P4
23 0.5 4098 25 0.007 2268 3.42E-03 1.92E-03 3.42E-03 3.69E-03
46 0.5 4098 43 0.012 2268 1.18E-03 8.13E-04 1.25E-03 1.46E-03
33 0.5 4098 78 0.022 2268 7.74E-04 5.96E-04 7.35E-04 9.56E-04
41 0.5 2687 25 0.007 2268 4.69E-03 2.38E-03 4.69E-03 3.43E-03
39 0.5 2687 43 0.012 2268 2.03E-03 1.04E-03 2.25E-03 1.51E-03
43 0.5 2687 78 0.022 2268 8.32E-04 4.91E-04 8.95E-04 8.28E-04
19 0.5 3111 33 0.007 1976 3.02E-03 1.68E-03 3.02E-03 3.02E-03
32 0.5 3111 56 0.012 1976 1.16E-03 6.51E-04 1.17E-03 1.28E-03
51 0.5 3111 103 0.022 1976 7.64E-04 5.74E-04 7.53E-04 8.80E-04
42 0.5 2040 33 0.007 1976 3.84E-03 2.02E-03 3.84E-03 2.78E-03
40 0.5 2040 56 0.012 1976 1.22E-03 6.42E-04 1.34E-03 1.02E-03
44 0.5 2040 103 0.022 1976 5.39E-04 3.17E-04 5.37E-04 6.08E-04
49 0.5 2244 45 0.007 1678 2.27E-03 1.25E-03 2.27E-03 1.92E-03
45 0.5 2244 78 0.012 1678 1.16E-03 6.43E-04 1.16E-03 1.23E-03
35 0.5 2244 143 0.022 1678 4.48E-04 3.49E-04 4.33E-04 5.06E-04
50 0.5 1644 62 0.007 1436 1.46E-03 8.09E-04 1.46E-03 1.27E-03
52 0.5 1644 106 0.012 1436 4.90E-04 2.85E-04 4.84E-04 5.82E-04
56 0.5 1644 195 0.022 1436 3.17E-04 2.29E-04 3.31E-04 3.91E-04
57 0.5 1057 97 0.007 1152 3.57E-04 2.07E-04 3.57E-04 4.56E-04
54 0.5 1057 165 0.012 1152 2.38E-04 1.46E-04 2.52E-04 3.52E-04
105
7.3. Puesta en marcha.
106
Fig A. 6: Estado final de la instalación, imagen posterior a la puesta en marcha.
107
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