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UNIVERSIDAD DE CHILE

FACULTAD DE CIENCIAS FÍSICAS Y MATEMÁTICAS


DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA CIVIL

ESTUDIO EXPERIMENTAL Y NUMERICO DEL EFECTO DE


CORIOLIS SOBRE PROCESOS DE MEZCLA EN LAGOS

MEMORIA PARA OPTAR AL TITULO DE INGENIERO CIVIL

DIEGO FERNANDO OJEDA ITURRIAGA

PROFESOR GUIA:
YARKO NIÑO CAMPOS

MIEMBROS DE LA COMISION:
ALDO TAMBURRINO TAVANTZIS
RICARDO MUÑOZ MAGNINO

Santiago de Chile

JUNIO 2007
RESUMEN DE LA MEMORIA
PARA OPTAR AL TITULO DE
INGENIERO CIVIL
POR: DIEGO OJEDA ITURRIAGA
FECHA: 18/06/2007
PROF. GUIA: SR. YARKO NIÑO CAMPOS

ESTUDIO EXPERIMENTAL Y NUMERICO DEL EFECTO DE CORIOLIS SOBRE


PROCESOS DE MEZCLA EN LAGOS

El presente trabajo, que se enmarca dentro del estudio de la hidrodinámica de cuerpos de agua,
tuvo por objetivo investigar la incidencia del efecto de Coriolis sobre los procesos de mezcla en
lagos de grandes dimensiones, utilizando métodos numéricos y experimentales.

El estudio numérico se basó en la formulación de un modelo matemático que predice la evolución


temporal de la estructura térmica de un lago estratificado forzado por la acción conjunta del
viento, principal fuente de energía para los procesos de mezcla, y el efecto de Coriolis. El modelo,
que está basado en el cierre turbulento k-ε y se implementó en el programa de solución numérica
PROBE, considera dos ecuaciones de transporte de momentum, una para cada dirección
horizontal, y una ecuación de transporte másico en la vertical (por simplicidad, se usó salinidad
para imponer la diferencia de densidades originada por una estratificación de la columna de agua).
En las simulaciones numéricas se trabajó con un flujo de extensiones horizontales infinitas y
características de capa límite, que al desarrollarse sobre un sistema rotatorio reproduce el
fenómeno en estudio. Para generar el ingreso de energía cinética turbulenta se impone un valor
fijo para la velocidad horizontal en el punto más bajo, que simula el movimiento de una cinta
transportadora ubicada en el fondo, de modo de hacer una analogía con la forma en que se realizó
el estudio experimental asociado.

En el estudio experimental se trabajó con información de experiencias de laboratorio desarrolladas


en la Universidad de Dundee, Escocia, donde el flujo simulado en el modelo numérico se lleva a
cabo en un estanque montado sobre una mesa rotatoria, emulándose la acción del viento con la
mencionada cinta transportadora en el fondo de la columna de agua. Con los datos
experimentales, consistentes en perfiles verticales instantáneos de conductividad representativos
de distintos tiempos y zonas del flujo, y los entregados por las simulaciones, se cuantificó el
proceso de mezcla turbulenta a través del cálculo de la velocidad de incorporación.

El último objetivo desarrollado fue la puesta en marcha de una instalación experimental


previamente diseñada y construida para el estudio de fenómenos de transporte y mezcla en flujos
turbulentos, proceso que incluyó un reacondicionamiento general y la realización de series de
experimentación enfocadas a determinar tasas de mezcla en casos sin rotación y obtener campos
de velocidades dentro de los mismos, basándose en técnicas de procesamiento de imágenes de
video.

Con las simulaciones se verificó la formación de un perfil transversal de velocidades generado a


partir de la rotación, el cual afecta el proceso de mezcla en la vertical. Además, a partir de los
resultados numéricos se encontró que, dentro de los rangos dados por las experiencias de Dundee
de los parámetros adimensionales que gobiernan el problema, donde la rotación se incluye en el
parámetro de Ekman, el número de Richardson y la tasa de mezcla adimensional se relacionan por
una expresión potencial de exponente cercano a 3/2, valor que debe decaer, acercándose a -1, a
medida que la frecuencia de rotación tiende a cero. Por otra parte, se obtuvieron importantes
diferencias entre los resultados numéricos y experimentales, que permiten inferir que el efecto de
Coriolis efectivamente inhibe la difusión turbulenta de energía cinética y masa, pero los flujos
cercanos a las paredes que surgen en un cuerpo de agua confinado generan surgencia y transporte
de Ekman, realzando el proceso de mezcla.
INDICE

1. INTRODUCCION Y OBJETIVOS ...............................................................................4

2. REVISION BIBLIOGRAFICA .....................................................................................8

2.1. Estratificación............................................................................................................9
2.2. Procesos de mezcla..................................................................................................10
2.2.1. Efecto del viento..............................................................................................10
2.2.2. Leyes de incorporación....................................................................................12
2.2.2.1. Número de Richardson. ...............................................................................12
2.2.2.2. Velocidad de incorporación.........................................................................12
2.2.3. Inclinación de la interfaz de densidad. ............................................................15
2.3. Efecto de Coriolis. ...................................................................................................16
2.3.1. Generalidades. .................................................................................................16
2.3.2. Influencia hidrodinámica.................................................................................17
2.3.2.1. Número de Burger. ......................................................................................17
2.3.2.2. Ondas de respuesta. .....................................................................................18
2.3.3. Teoría de Ekman..............................................................................................19
2.3.3.1. Ecuaciones de movimiento bajo condiciones rotacionales. ........................20

3. MODELACION MATEMATICA ...............................................................................23

3.1. Generalidades. .........................................................................................................24


3.2. Desarrollo del modelo matemático..........................................................................25
3.2.1. Descripción física del modelo. ........................................................................25
3.2.2. Ecuaciones que gobiernan el flujo...................................................................26
3.2.2.1. Transporte de momentum............................................................................26
3.2.2.2. Transporte de masa......................................................................................27
3.2.3. Modelación de la turbulencia. .........................................................................29
3.3. Uso de PROBE. .......................................................................................................30
3.3.1. Descripción general. ........................................................................................30
3.3.2. Estructura y rutinas del software. ....................................................................31
3.4. Simulaciones numéricas. .........................................................................................35
3.4.1. Condiciones impuestas en las simulaciones. ...................................................35
3.4.2. Resultados simulaciones numéricas. ...............................................................36
3.4.2.1. Perfiles de velocidad y concentración. ........................................................36
3.4.2.2. Perfiles de energía. ......................................................................................40
3.4.2.3. Velocidad de incorporación.........................................................................43
3.4.2.4. Análisis dimensional. ..................................................................................45

4. ESTUDIO EXPERIMENTAL .....................................................................................60

4.1. Instalación experimental..........................................................................................61


4.2. Metodología de experimentación. ...........................................................................62
4.2.1. Llenado del estanque. ......................................................................................62
4.2.2. Experimentación..............................................................................................62
4.2.3. Registro y procesamiento de datos. .................................................................63

2
4.3. Primera serie de experimentación............................................................................64
4.3.1. Velocidad de incorporación.............................................................................66
4.3.2. Resultados experimentales. .............................................................................67
4.4. Segunda serie de experimentación. .........................................................................71
4.4.1. Velocidad de incorporación.............................................................................72
4.4.2. Resultados experimentales. .............................................................................72

5. PUESTA EN MARCHA ...............................................................................................78

5.1. Instalación experimental..........................................................................................79


5.2. Metodología de experimentación. ...........................................................................81
5.2.1. Llenado del canal y utilización de trazadores..................................................82
5.2.2. Experimentación y metodología de filmación.................................................83
5.2.3. Digitalización y extracción de imágenes. ........................................................83
5.3. Procesamiento y análisis de las experiencias. .........................................................84
5.4. Resultados experimentales. .....................................................................................87
5.4.1. Experiencias sin partículas trazadoras.............................................................87
5.4.1.1. Perfiles de salinidad.....................................................................................88
5.4.1.2. Energía potencial. ........................................................................................90
5.4.1.3. Posición interfaz de densidad. .....................................................................91
5.4.1.4. Velocidad de incorporación.........................................................................92
5.4.2. Experiencias con partículas trazadoras............................................................93
5.4.2.1. Campo de velocidad. ...................................................................................93

6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ..........................................................98

6.1. Conclusiones............................................................................................................99
6.2. Recomendaciones. .................................................................................................102

ANEXOS ..............................................................................................................................103

A.1. Primera serie de experimentación..........................................................................104


A.2. Segunda serie de experimentación. .......................................................................105
A.3. Puesta en marcha. ..................................................................................................106

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS. .............................................................................108

3
1. INTRODUCCION Y OBJETIVOS

4
CAPITULO 1

INTRODUCCION Y OBJETIVOS

En los tiempos actuales, cuando el estudio y solución de problemas medio ambientales ha


adquirido gran relevancia, se hace necesario ahondar en la comprensión del comportamiento
hidrodinámico de cuerpos de agua, ya que esta materia tiene incidencia directa sobre la
calidad del recurso hídrico y su posible utilización, condicionando el ecosistema que sustenta.

Durante la temporada estival, los lagos ubicados en Chile central (aproximadamente entre 35º
y 45º Latitud Sur) reciben una gran cantidad de radiación solar, generándose un calentamiento
de sus aguas superficiales que se traduce en una estratificación térmica de la columna de agua,
lo que condiciona el ambiente acuático. El fenómeno de la estratificación, que también puede
producirse por presencia de salinidad o sedimento en suspensión, conlleva a tener aguas de
distintas densidades, generalmente con una delgada zona intermedia de altos gradientes que
actúa como interfaz.

El viento, al actuar sobre la superficie libre de un cuerpo de agua, genera un esfuerzo de corte
que da origen a un campo de velocidades, el cual, dependiendo de la magnitud del evento,
puede inducir turbulencia y favorecer procesos de intercambio. La energía cinética turbulenta
recibida produce vórtices en la termoclina (zona de altos gradientes de temperatura y
densidad), generando un ascenso de las aguas de mayor densidad, lo que favorece la mezcla y
produce un descenso de la interfaz de densidad. Un proceso de mezcla como el descrito
genera cambios en la distribución de temperatura, oxígeno disuelto, nutrientes y otras
sustancias y elementos que controlan la calidad del agua y el estado del ecosistema presente.
Además, la mezcla conlleva a la resuspensión de sedimentos que alteran la entrada de luz a la
columna de agua y disminuyen el espesor de la zona fótica.

En cuerpos de agua de grandes dimensiones, como lagos o embalses con superficies


importantes, se produce una alteración en el proceso de mezcla descrito previamente, debido a
la fuerza inducida por efecto de Coriolis. Este efecto es producido por la denominada fuerza
de Coriolis, que proviene de la aceleración que se ejerce sobre cualquier objeto que se
desplaza sobre otro con rotación, como es el caso de la tierra, que al tener una frecuencia
angular de rotación de 1.15x10-5 (1/seg), y dada su forma esférica, produce una variación de la
velocidad tangencial de los objetos que se desplazan sobre su superficie, según la latitud del
lugar.

El efecto de Coriolis es considerable sólo a grandes escalas, es decir, adquiere importancia en


el movimiento de objetos que recorren largas trayectorias sobre la superficie terrestre. Es así
como este mismo fenómeno se hace presente al momento de analizar cuerpos de agua de gran
extensión, donde corrientes producidas por el viento tienden a desviarse debido al efecto
descrito, formando flujos transversales en la columna de agua que podrían afectar los
fenómenos de transporte y mezcla vertical.

5
El presente trabajo de título consistió en estudiar la incidencia que tiene el efecto de Coriolis
sobre los procesos de mezcla en lagos de grandes dimensiones, basándose principalmente en
la utilización de modelos numéricos que describen el fenómeno, así como también en
resultados obtenidos de experiencias de laboratorio.

En el estudio numérico se plantea un modelo matemático para predecir la evolución temporal


de la estructura térmica de un lago, forzada por la acción del viento y el efecto de Coriolis.
Este modelo, basado en el cierre turbulento k- , es implementado en el programa de solución
numérica PROBE que utiliza volúmenes finitos.

Por otro lado, parte importante del desarrollo de la memoria consiste en analizar información
experimental enviada por la Universidad de Dundee, Escocia, donde, durante el tiempo en que
se desarrolló el presente trabajo de título, se realizaron una serie de experiencias
concernientes a un estudio experimental que se realiza en colaboración con el grupo de
investigación que guió este trabajo de título. El estudio se realiza en una mesa rotatoria (para
simular el efecto de Coriolis) sobre la cual se ha montado un estanque donde se simula la
acción del viento con una cinta transportadora.

Como último punto se describe el reacondicionamiento y puesta en marcha de una instalación


experimental multiuso existente en el laboratorio de Hidráulica de la Universidad de Chile, la
cual, entre otras cosas, se utilizó en memorias previas para simular el efecto del viento sobre
la superficie de cuerpos de agua. El trabajo en el montaje experimental citado tiene como
objetivo el reproducir algunas de las experiencias sin rotación realizadas en Escocia.

Para completar el objetivo general planteado se proponen los siguientes objetivos específicos
a desarrollar:

• Simular, mediante un modelo matemático numérico, los procesos de mezcla en cuerpos


térmicamente estratificados con influencia de Coriolis.

• Estudiar y analizar los datos obtenidos de experiencias de laboratorio realizadas en la


Universidad de Dundee, Escocia, desarrolladas en un estanque impulsado con una cinta
transportadora montado sobre una mesa rotatoria.

• Reparar y poner en marcha el montaje experimental ya existente en el Laboratorio de


Hidráulica, el cual ha sido utilizado en el desarrollo de memorias previas sobre mezcla
inducida por viento en flujos estratificados.

• Reproducir en la instalación anterior, algunas de las experiencias sin rotación realizadas


en Escocia.

6
El Capítulo 1 presenta la introducción y motivación de la memoria de título, mostrando
antecedentes generales de los contenidos abarcados en el informe y la estructura general de
éste.

El Capítulo 2 consiste en una revisión bibliográfica y recopilación de antecedentes que


conforman la base teórica del estudio realizado.

El Capítulo 3 del informe presenta el desarrollo e implementación de un modelo matemático


con el cual se estudia la evolución temporal de la estructura térmica (concentración) de un
flujo estratificado, forzado por la acción del viento y el efecto de Coriolis. Este modelo
basado en el cierre turbulento k- , es implementado en el programa de solución numérica
PROBE que utiliza volúmenes finitos para resolver flujos con características de capa límite,
esto para emular experiencias de laboratorio.

En el Capítulo 4 se describe, procesa y analiza información experimental obtenida de


experiencias de laboratorio desarrolladas en la Universidad de Dundee, Escocia, cuyo estudio
experimental se realiza en colaboración con el grupo de investigación que guió este trabajo.

El Capítulo 5 hace referencia al reacondicionamiento y puesta en marcha de una instalación


experimental previamente construida (Alfaro 1999) y utilizada para el estudio de fenómenos
de transporte y mezcla en flujos turbulentos. Se describe la experimentación realizada y el
procesamiento de los datos registrados en dicha instalación, esto último mediante una técnica
de procesamiento de imágenes que permite obtener campos de velocidades a partir del
seguimiento de partículas trazadoras.

El Capítulo 6 presenta las conclusiones y alcances del trabajo realizado.

7
2. REVISION BIBLIOGRAFICA

8
CAPITULO 2

REVISION BIBLIOGRAFICA

Los cuerpos de agua como lagos y embalses están en continua interacción con una gran
cantidad de factores que condicionan su estructura hidrodinámica a lo largo del tiempo, entre
los que se pueden mencionar como más determinantes los de tipo atmosféricos, relacionados
con el clima, y los de tipo físico. La presente revisión bibliográfica se enfoca
fundamentalmente en tres de estos factores, abarcando en forma general el fenómeno de la
estratificación de cuerpos de agua, el efecto que produce la acción del viento sobre esta
estratificación (mezcla), y finalmente la incidencia que tiene la rotación terrestre en estas
masas de fluido de grandes dimensiones.

2.1. Estratificación.

Durante la temporada estival los cuerpos de agua reciben una gran cantidad de radiación solar,
produciéndose un calentamiento de sus aguas superficiales que induce un gradiente vertical de
temperatura que se propaga por difusión hasta cierto nivel de profundidad. Este aumento
considerable de la temperatura de las capas superiores, que generalmente tienen mayor
movimiento y se encuentran bien mezcladas, da origen a una diferencia térmica muy marcada
con respecto a puntos ubicados a mayor profundidad en la columna de agua, que no son
alcanzados por la radiación y poseen menor temperatura. La formación de estas capas es lo
que se denomina estratificación térmica.

Un cambio en el nivel de temperatura del agua genera a su vez una variación en la densidad
de ésta, por lo que la estratificación térmica mencionada se traduce en la formación de
estratos de distintas densidades, teniéndose aguas más frías y densas por debajo de aguas más
temperadas y livianas.

La estratificación descrita puede caracterizarse por la formación de tres capas bien marcadas
(Fig 2.1), el epilimnion, que es el estrato superior, posee una mayor temperatura y menor
densidad que las zonas más profundas, y generalmente se encuentra bien mezclado por lo que
su densidad es prácticamente constante en la vertical. El hipolimnion, que es el estrato más
profundo, presenta aguas más densas y frías, característica que se acentúa levemente con la
profundidad, y se encuentra por debajo de una región intermedia denominada metalimnion.
Esta capa intermedia, donde se acentúan los gradientes de temperatura y densidad,
corresponde a una zona de transición que, debido a su relativamente reducido espesor, es
generalmente considerada sólo como una interfaz (superficie), denominada termoclina en este
tipo de estratificación.

Una característica importante de esta interfaz de densidad es que, al ser una zona de altos
gradientes de densidad, en condiciones de movimiento actúa físicamente como una barrera,

9
inhibiendo el traspaso de momentum, calor y masa entre las capas superficiales y profundas.
Además, tiende a disminuir de manera importante la turbulencia y su proceso de difusión.

Fig 2.1: Esquema de estratificación por densidad.

El aumento en el gradiente de densidad entre aguas superficiales y profundas produce una


reducción de la capacidad de mezcla del cuerpo de agua, disminuyendo la difusión de energía
cinética turbulenta a través de la interfaz (principal mecanismo de mezcla). Esta situación se
intensifica a medida que la estratificación es más marcada debido a que una mayor
acumulación de calor en el estrato superior genera un incremento del gradiente de densidad,
reduciendo aun más la difusión presente. Todo esto se traduce en que para inducir mezcla en
un cuerpo de agua estratificado se requiera un mayor ingreso de energía cinética turbulenta al
sistema.

2.2. Procesos de mezcla.

Para que un cuerpo de agua estratificado deje esta condición, es decir, que se produzca mezcla
vertical e interacción entre sus capas superficiales y profundas, deben generarse fenómenos
hidrodinámicos que induzcan este intercambio de aguas de distintas características, siendo el
efecto del viento, que entrega energía cinética turbulenta ejerciendo un esfuerzo de corte
tangencial sobre la superficie libre, el más importante de ellos.

2.2.1. Efecto del viento.

La existencia de vientos que actúan sobre la superficie libre de lagos y embalses, cuya acción
genera campos de velocidades en la columna de agua, es el origen principal de los procesos de
mezcla, debido a que proporcionan gran parte de la energía cinética que se requiere para estos
fines. Parte de la energía que ingresa al cuerpo de agua genera ondas superficiales e internas,
conocidas como seiches, mientras que el resto de la energía es utilizada en la generación de
corrientes que inducen el movimiento y circulación de masas de agua.

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El ingreso de momentum al flujo debido a la acción del viento se produce por el esfuerzo de
corte que se impone naturalmente sobre la superficie, donde se genera energía cinética
turbulenta que es difundida verticalmente hacia abajo y que, dependiendo de su magnitud,
puede alcanzar el nivel del metalimnion. Esta turbulencia dentro de la región de transición, o
interfaz de densidad, es la que promueve el ascenso de aguas más profundas y de mayor
densidad, dándose origen al proceso de mezcla y a un aumento de la energía potencial del
cuerpo de agua debido a la elevación de su centro de gravedad.

La variable más determinante en la magnitud de esfuerzo de corte superficial es la velocidad


del viento, y ambos parámetros se relacionan habitualmente mediante la siguiente ley de
resistencia:

τ s = CD ρ aU 2 Ec. 2.1

Donde U es la velocidad del viento a una altura de 10 metros sobre la superficie libre, a
corresponde la densidad del aire, y CD es un coeficiente de arrastre que varia según
condiciones atmosféricas y características del cuerpo de agua.

Cuando se tiene un flujo en régimen laminar, el esfuerzo de corte a lo alto de la columna de


agua tiene una distribución del tipo (Hellström 1941; Keulegan 1951):

∂u
τl = µ Ec. 2.2
∂z

Donde es la viscosidad dinámica del agua, u es la velocidad horizontal en la dirección del


viento, y z corresponde a la coordenada vertical.

En el caso de flujos turbulentos, donde se tienen fluctuaciones e inestabilidad de las


velocidades en el tiempo y espacio, surgen los denominados esfuerzos de Reynolds, que
provienen de los términos no lineales de las ecuaciones de Navier-Stokes promediadas sobre
la turbulencia.

∂u
τ r = − ρ ⋅ u ′w′ = ρν t Ec. 2.3
∂z

Donde u’ y w’ son las fluctuaciones de la velocidades horizontal y vertical, respectivamente,


u la velocidad media temporal y νt es la viscosidad cinemática de remolino (más detalles de
esto pueden encontrarse en el Punto 3.2.2).

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2.2.2. Leyes de incorporación.

2.2.2.1. Número de Richardson.

El proceso de mezcla en un cuerpo de agua estratificado está determinado por la energía


cinética turbulenta recibida, y por la forma en que ésta se traduce en un incremento de la
energía potencial. A partir de lo anterior, se define el número de Richardson como la razón
entre la energía potencial ganada y la energía cinética turbulenta consumida en el proceso.

g ∆ρ h1
Ri* = Ec. 2.4
ρ0 u*2

Donde g es la aceleración de gravedad, la diferencia entre las densidades de ambos


estratos, y 0 la densidad del estrato superior. Parámetros a partir de los cuales se define la
gravedad reducida como se muestra a continuación:

g ∆ρ
g′ = Ec. 2.5
ρ0

Por otra parte, la altura h1 corresponde a la profundidad inicial del estrato superficial, y u* es
la denominada velocidad de corte, dada como función del esfuerzo de corte superficial, s, y la
densidad de referencia.

τs
u* = Ec. 2.6
ρ0

El número adimensional de Richardson permite evaluar las condiciones hidrodinámicas


imperantes en un cuerpo de agua estratificado bajo la acción de un esfuerzo de corte sobre su
superficie. Así, un número de Ri* alto indica que la energía disponible es insuficiente, por lo
que no se produciría la mezcla vertical entre aguas de distintos estratos. En caso contrario, si
el Ri* presenta valores pequeños, se estaría induciendo el proceso de mezcla ya descrito.

2.2.2.2. Velocidad de incorporación.

El concepto de velocidad de incorporación nace del estudio del ya descrito fluido estratificado
en dos capas, donde, teniéndose un ingreso de energía cinética turbulenta al sistema, se
origina un proceso mezcla por difusión turbulenta de energía que produce interacción entre
ambos estratos. Este proceso turbulento se traduce en la profundización de la capa de mezcla

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con el transcurso del fenómeno, cuyo nivel de avance en el tiempo es la denominada
velocidad o tasa de incorporación.

dh1
ue = Ec. 2.7
dt

Estudios realizados utilizando métodos numéricos y experiencias de laboratorio han mostrado


que la velocidad de incorporación, adimensionalizada con la velocidad de corte superficial, es
inversamente proporcional al número de Richardson, siguiendo una relación del tipo
exponencial.

ue
∝ Ri*− m Ec. 2.8
u*

Donde ue es la velocidad de incorporación y m es el exponente constante que determina la


relación potencial.

Experiencias realizadas en laboratorio, donde el efecto del viento sobre cuerpos de agua ha
sido simulado utilizando cintas transportadoras o túneles de viento, han arrojado resultados
que permiten parametrizar el comportamiento de la velocidad de incorporación durante la fase
de mezcla completamente desarrollada, incorporando la ya mencionada relación adimensional
con la velocidad de corte.

Kranenburg (1984), obtiene que en una situación con gradiente longitudinal de presión igual a
cero se tiene:

ue
= 0.6 Ri*−1/ 2 Ec. 2.9
u*

En tanto, cuando las paredes o bordes del cuerpo de agua afectan el sistema hidrodinámico,
equilibrando el esfuerzo de corte superficial con un gradiente de presión longitudinal dado por
una inclinación de la superficie libre y la interfaz de densidad, el proceso de mezcla se ve
alterado, viendo reducida su tasa de incorporación. Para este caso, Kranenburg (1985) obtuvo
la siguiente relación.

ue
= 0.07 Ri*−1 Ec. 2.10
u*

Estudios posteriores, Chu y Soong (1997) y Niño (2003), han confirmado mediante
simulaciones numéricas el exponente -1 del número de Richardson para procesos de mezcla
en estanques confinados.
13
Si se considera el caso experimental en que el esfuerzo de corte sea aplicado en el fondo del
sistema, el intercambio debido a la difusión de energía cinética turbulenta se ve reflejado en
un aumento en el espesor del estrato inferior (mayor densidad) que, debido a la conservación
de la masa en la columna de agua, al haber mezcla disminuye su concentración y densidad.
Por otra parte, el espesor del estrato superior se reduce por efecto del ascenso de la capa de
mezcla, pero mantiene su densidad (Fig 2.2).

Fig 2.2: Evolución teórica del perfil de densidad con ingreso de energía desde el fondo.

La energía potencial del cuerpo de agua, que se ve incrementada debido a la elevación de


elementos de mayor densidad, se calcula como:

h2 H
PE = g z ρ 2 dz + z ρ1dz Ec. 2.11
0 h2

Considerando conservación de masa y que la densidad del estrato superior (ρ1) no varía se
tiene que:

dPE g dh
= ( ρ 2 − ρ1 ) h2 2 Ec. 2.12
dt 2 dt

Donde la variación instantánea del espesor del estrato inferior es la denominada velocidad de
incorporación.

dh2
ue = Ec. 2.13
dt

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Incorporando el ingreso de energía cinética turbulenta en el fondo de la columna de agua a
través del movimiento constante de una cinta transportadora con velocidad ub, cuya potencia
de entrada puede obtenerse a partir de derivar el trabajo mecánico realizado (Ec 2.14), se
define el concepto de eficiencia de mezcla como la razón entre la tasa de cambio de energía
potencial y el ingreso instantáneo de energía cinética turbulenta, es decir, el porcentaje o
cantidad de la energía incorporada que es utilizado para generar mezcla (Ec 2.15).

d dτ dx
dKE dt = (τ b x ) = b x + τ b = τ bub Ec. 2.14
dt dt dt

dPE dt g ( ρ 2 − ρ1 ) h2ue
η= = Ec. 2.15
dKE dt 2τ b ub

Luego, utilizando la Ec 2.6 para expresar el esfuerzo corte en el fondo de la columna de agua
en función de la velocidad de corte, b = 0 u*2, para posteriormente relacionar esta última con
la velocidad de la cinta mediante un factor de fricción constante, k = ub/u*, y finalmente
definir el número de Richardson en con respecto al espesor del hipolimnion, se tiene que:

ue 2 k η
= Ec. 2.16
u* Ri*

2.2.3. Inclinación de la interfaz de densidad.

El ya descrito efecto del viento que genera un campo de velocidades en las masas de agua
superficiales presentes en el epilimnion, sumado a la influencia de los límites o bordes del
cuerpo de agua que condicionan el problema, da origen a una inclinación de la superficie
libre, con pendiente positiva en la dirección del flujo (dirección del viento). Para compensar el
movimiento de masas, en el estrato más profundo se desarrolla un flujo que se opone al
campo superficial, con pequeñas velocidades en sentido opuesto que producen una
recirculación del flujo total (Fisher 1979).

La inclinación de la superficie libre impone un gradiente longitudinal de presión que, para que
se produzca el equilibrio natural de fuerzas, debe ser compensado por una inclinación de la
termoclina (en sentido contrario), situación que se va generando a medida que el esfuerzo de
corte actúa sobre la interfaz. Esta inclinación de la interfaz de densidad tiene una pendiente
marcadamente superior al caso de la superficie libre, debido a que la diferencia de densidades
en la termoclina es mucho menor que en la interfaz aire-agua. Una vez alcanzado el valor
máximo para el esfuerzo de corte en la interfaz de densidad, que se produce cuando la
inclinación es suficiente para que la presión hidrostática equilibre el esfuerzo de corte sobre la
superficie libre, deja de existir recirculación de flujo neto en la columna de agua, formándose
dos recirculaciones independientes, una en el epilimnion y otra, más tenue, en el hipolimnion.
(Fig 2.3).

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Fig 2.3: Esquema de recirculación.

Como parte de esta reacción del cuerpo de agua ante un evento de viento, y la respectiva
transferencia de energía inducida en su interior, se generan ondas de respuesta internas y
superficiales con un amplio espectro, que van desde seiches de baja frecuencia hasta ondas de
alta frecuencia y turbulencia. El período de oscilación de las ondas internas, T, está
determinado por las dimensiones del lago y las características de su estratificación.

2L
T= Ec. 2.17
ci

1/ 2
g ′h1h2
ci = Ec. 2.18
H

Donde L es la longitud horizontal del cuerpo de agua y ci la celeridad de las ondas internas
que, como muestra la ecuación, está condicionada por la gravedad reducida y el espesor de los
estratos.

2.3. Efecto de Coriolis.

2.3.1. Generalidades.

La fuerza de Coriolis, también denominada efecto de Coriolis (Coriolis 1835), es una fuerza
ficticia o aparente que se ejerce sobre cualquier objeto con masa que se desplaza sobre otro
objeto o superficie en rotación, acelerando con respecto a este último.

La Tierra, al poseer un movimiento de rotación de frecuencia angular de 1.15x10-5 Hz (un


giro diario), genera este efecto mecánico ficticio en los objetos que se desplazan sobre su

16
superficie de Coriolis, tendiendo a desviar sus trayectorias en sentido horario para el caso del
Hemisferio Norte y en el sentido anti-horario en el Hemisferio Sur. Aunque en teoría este
efecto actúa sobre cualquier cuerpo o fluido ubicado sobre la Tierra, en la práctica sólo tiene
un impacto medible cuando la masa en movimiento tiene grandes dimensiones y se extiende
por varios kilómetros, como es el caso del viento y de las corrientes marinas.

El efecto de Coriolis se manifiesta como una fuerza aparente que actúa en dirección
perpendicular a la dirección de movimiento, y es determinante en la forma como se mueve la
atmósfera y las corrientes en océanos y grandes lagos, especialmente en latitudes alejadas del
Ecuador (en el Ecuador este efecto es igual a cero).

La mencionada dependencia del efecto de Coriolis con la latitud se debe a la forma esférica
que posee la Tierra y a la orientación Norte – Sur de su eje imaginario de rotación. Es así
como en un punto ubicado en uno de los polos se tiene una frecuencia angular igual a la
terrestre, mientras que si se ubica en el ecuador su frecuencia de rotación es nula.

El estudio de la hidrodinámica de cuerpos de agua, y sus respectivos procesos de mezcla,


también debe tomar en cuenta el efecto de Coriolis, ya que si un lago o embalse presenta una
extensión horizontal suficientemente grande, su respuesta hidrodinámica ante un evento de
viento, ya mencionado como principal fuente de energía disponible para efectos de mezcla,
puede verse afectada por la rotación terrestre (efecto de Coriolis), lo que se traduce en que las
corrientes producidas por el viento tienden a desviarse formando flujos transversales a lo alto
de la columna de agua.

2.3.2. Influencia hidrodinámica.

2.3.2.1. Número de Burger.

Si bien es sabido que el efecto de Coriolis afecta a masas de grandes dimensiones, esta
condición es muy general, y carece de precisión para determinar cuando la rotación
condiciona realmente la dinámica de un cuerpo de agua. Además, al existir una relación
directa con la latitud del lugar, debe adoptarse un criterio que también involucre esta variable
para determinar con certeza la real incidencia de la rotación en la hidrodinámica del lago en
estudio.

El parámetro más utilizado para evaluar si es o no relevante el efecto de Coriolis en un


determinado cuerpo de agua, y que considera su correspondiente extensión horizontal y
latitud, es el número de Burger. Este adimensional, que puede ser interpretado como la
relación entre la advección y la fuerza de Coriolis, y se define según la ecuación 2.19, indica
la incidencia del efecto de rotación sobre las ondas internas cuando toma valores menores a la
unidad:

17
λ0
Bu = Ec. 2.19
L

Donde L representa la extensión horizontal del lago, y λ0 es el radio de deformación interna


de Rossby definido como la razón entre la celeridad de las ondas internas, ci (incorporando la
gravedad reducida en el caso estratificado), y el denominado parámetro de Coriolis, o
frecuencia de Coriolis inercial, f:

ci′
λ0 = Ec. 2.20
f

f = 2Ωsenφ Ec. 2.21

En la ecuación 2.21, el seno de la latitud φ corresponde a la corrección del parámetro de


Coriolis según ubicación con respecto al Ecuador.

Es importante destacar que si un cuerpo de agua presenta una marcada estratificación, la


celeridad de sus ondas internas disminuye, por lo que es más probable que su hidrodinámica
sea condicionada por el efecto de Coriolis.

Como complemento al criterio del número de Burger, estudios realizados por Antenucci e
Imberger (2001) indican que lagos ubicados en latitudes medias, entre los 30º y 60º, estarían
afectados por la rotación terrestre en caso de que su extensión horizontal supere los 5 km.

2.3.2.2. Ondas de respuesta.

En los casos que el efecto de Coriolis es relevante sobre el comportamiento hidrodinámico de


un lago, determinado en general por el número de Burger, se produce una alteración de la
celeridad de las ondas internas.

ci′
ci′* = 1/ 2
Ec. 2.22
(1 − ( f w) 2 )

Donde w es la frecuencia de la onda en cuestión y f es el parámetro de Coriolis. Luego, si la


proporción entre estos parámetros es muy pequeña, la corrección por rotación terrestre no
afectaría la celeridad original.

18
Además de afectar los Seiches, el efecto de Coriolis puede inducir distintas ondas de respuesta
de baja frecuencia, como lo son las ondas de Poincaré, Kelvin y Rossby (Antenucci, 2000),
descritas brevemente a continuación:

Las ondas de Poincaré corresponden a ondas superficiales de trayectorias elípticas que se


forman directamente como respuesta a la rotación, presentando sentido horario en el
Hemisferio Norte y anti-horario en el Hemisferio Sur.

Las ondas Kelvin se presentan principalmente en los bordes o zonas costeras, decaen
exponencialmente hacia el centro del lago imponiendo un gradiente de presión distinto de
cero, y tienen un sentido de rotación opuesto a las ondas de Poincaré. Cuando este gradiente
de presión se equilibra con la fuerza de Coriolis se genera una situación de flujo geostrófico.

Las ondas de Rossby, forzadas por la rotación en sistemas con batimetría y latitud
considerablemente variable, presentan muy baja frecuencia y celeridad.

2.3.3. Teoría de Ekman.

El efecto combinado del viento y el movimiento de rotación terrestre genera variadas


respuestas en cuerpos de agua de dimensiones importantes, como lo son la formación de una
capa vertical de corrientes transversales denominada capa de Ekman (Fig 2.4), transporte a
través de esta capa, o afloramiento costero de aguas profundas de mayor densidad
(upwelling).

Fig 2.4: Capa de Ekman.

19
La capa de Ekman surge de la desviación que el efecto de Coriolis genera sobre el campo de
corrientes superficiales inducido por un evento de viento. Debido a la rotación terrestre, que
se manifiesta actuando en la dirección perpendicular al movimiento, las velocidades a lo alto
de la columna de agua son desviadas (el sentido depende del hemisferio), formándose un
perfil tipo espiral, cuyo cambio de dirección se incrementa con la profundidad.

Experimentos realizados sobre mesas rotatorias han mostrado que la presencia del flujo de
Ekman puede realzar el proceso de mezcla en flujos estratificados (Condie 1999 y Wake
2005).

Este campo variable de velocidades tendería a limitar el alcance vertical de la difusión de


energía cinética turbulenta inducida por el viento, es decir, en cuerpos de agua estratificados
afectados por Coriolis se produciría una modificación de la eficiencia de mezcla originada por
el esfuerzo de corte. Este fenómeno, que constituye la motivación principal de la presente
investigación, ha sido abordado de manera incipiente por Galmiche y Hunt (2003), que
mediante simulaciones numéricas mostraron que la rotación modifica de manera importante la
distorsión producida por una onda en un campo de velocidades, lo que, entre otras cosas,
implica que la estructura de densidad en un flujo estratificado es afectada de mucho menor
manera en presencia de Coriolis.

2.3.3.1. Ecuaciones de movimiento bajo condiciones rotacionales.

Las ecuaciones que gobiernan una masa de fluido cuyo movimiento se produce sobre un eje
coordenado en rotación corresponden a las ecuaciones de Navier-Stokes rotacionales, que
surgen de la modificación de las ecuaciones tradicionales de Navier-Stokes mediante la
incorporación de la velocidad angular en la tasa de cambio de momentum:
Navier-Stokes:

Du 1
= − ∇pˆ +ν ∇ 2u Ec. 2.23
Dt ρ

Derivada total del vector velocidad u considerando rotación.

Du Du
= + Ω × ( Ω × r ) + 2Ω × u r Ec. 2.24
Dt Dt r

En la ecuación 2.24 los términos diferenciales representan:

Du
: Tasa de cambio total de velocidad (momentum).
Dt

20
Du
: Tasa de cambio total con respecto a un eje relativo rotatorio.
Dt r

Luego, incorporando los términos rotacionales de la derivada total de la velocidad horizontal


u en la ecuación de Navier-Stokes se tiene que:

∂ur 1
+ ur ⋅∇ur = − ∇pˆ − Ω × ( Ω × r ) − 2Ω × ur + ν ∇ 2ur Ec. 2.25
∂t ρ

Donde es la densidad del fluido, p̂ la presión motriz, la frecuencia de rotación, la


viscosidad cinemática y r = x 2 + y 2 corresponde a la ubicación horizontal en coordenadas
polares. Los términos rotacionales representan lo siguiente:

−Ω × ( Ω × r ) : Fuerza centrífuga por unidad de masa.

−2Ω × ur : Fuerza de Coriolis por unidad de masa.

La expresión correspondiente a la fuerza centrífuga por unidad de masa puede ser incluida,
por simplificación, en el término de presión.

∂ur 1
+ ur ⋅∇ur = − ∇P′ − 2Ω × ur +ν ∇ 2ur Ec. 2.26
∂t ρ

Considerando un fluido en un sistema coordenado con un eje vertical de rotación, que


correspondería a la rotación local terrestre, y sólo con velocidades en la horizontal, los
vectores de rotación y velocidad quedan dados por Ec 2.27 y Ec 2.28, respectivamente.

Ω = Ω k̂ Ec. 2.27

ur = u iˆ + v ˆj Ec. 2.28

Luego, reemplazando estos vectores en la expresión de la fuerza de Coriolis por unidad de


masa se tiene que:

−2Ω × ur = −2Ω kˆ × u iˆ + v ˆj = −2Ωu ˆj + 2Ωv iˆ


( ) Ec. 2.29

21
Finalmente, incorporando la Ec 2.29 en Ec 2.26, las ecuaciones de transporte para ambos ejes
quedan de la siguiente forma:

∂u ∂u ∂u 1 ∂P′ ∂ 2 u ∂ 2u ∂ 2u
+ u +v =− + 2Ωv +ν + + Ec. 2.30
∂t ∂x ∂y ρ ∂x ∂x 2 ∂y 2 ∂z 2

∂v ∂v ∂v 1 ∂P′ ∂ 2v ∂ 2v ∂ 2v
+ u +v =− − 2Ωu + ν + + Ec. 2.31
∂t ∂x ∂y ρ ∂y ∂x 2 ∂y 2 ∂z 2

22
3. MODELACION MATEMATICA

23
CAPITULO 3

MODELACION MATEMATICA

3.1. Generalidades.

Debido a la gran cantidad de variables que se requiere conocer, con su respectiva evolución
temporal y espacial, y la complejidad propia de las ecuaciones que los gobiernan, el estudiar y
resolver analíticamente el comportamiento de flujos turbulentos en régimen impermanente
puede ser muy complejo.

Las ecuaciones de Navier-Stokes, que rigen sobre un fluido Newtoniano e incompresible, son
válidas tanto en régimen laminar como turbulento. En el caso de flujos turbulentos, las
velocidades se hacen inestables, presentando características casi aleatorias que generan
cambios en las propiedades del flujo, incluso en régimen permanente. Las fluctuaciones se
deben principalmente a los términos no lineales de las ecuaciones (asociados a la aceleración
convectiva del flujo), que producen la transferencia de energía desde los vórtices más grandes
hacia los de escala más pequeña (escala de Kolmogorov), donde ocurre la disipación de
energía.

El simular numéricamente las ecuaciones de Navier-Stokes en régimen turbulento debe


considerar la escala de Kolmogorov, es decir, el espaciamiento mínimo de la grilla de
discretización utilizada debiera ser menor o igual a la mitad del menor de los vórtices
presentes en el flujo a modelar (Criterio de Nyquist: se necesita conocer al menos tres puntos
para modelar una onda), requerimiento que, por tratarse de escalas de longitud demasiado
pequeñas, restringe fuertemente la modelación, haciendo que en la práctica sea imposible
resolver completamente las ecuaciones en forma directa (DNS), exceptuando en flujos de muy
pequeñas dimensiones.

Una alternativa menos restrictiva para simular flujos turbulentos, en términos


computacionales, es la denominada simulación de grandes vórtices (LES). Este método está
basado en el hecho que los flujos de grandes escalas están afectados por las condiciones de
borde del dominio espacial donde estos se producen, mientras que los vórtices de menor
escala presentan un comportamiento característico independiente del flujo particular que se
quiere analizar. Debido a lo anterior, la aplicación de LES requiere de la resolución numérica
de las estructuras mayores del flujo, en conjunto con la utilización de modelos empíricos que
simulen el comportamiento universal de los vórtices de pequeña escala.

Un sistema alternativo a los dos anteriores, y que históricamente ha sido más utilizado en
aplicaciones de ingeniería hidráulica, es el denominado método de las ecuaciones
promediadas de Reynolds de Navier-Stokes, RANS (Reynolds averaged Navier-Stokes
equations), que nace de considerar que en un flujo turbulento el valor instantáneo de una
variable puede siempre representarse como una descomposición de dos partes, un valor

24
promedio sobre la turbulencia, que es el que interesa estudiar, más una fluctuación turbulenta,
que generalmente es de orden menor.

Cabe destacar que, cuando se implementa el método RANS y se promedian las ecuaciones
sobre la turbulencia, no se resuelve completamente el problema de las fluctuaciones cuasi
aleatorias, ya que éstas pasan a formar parte de nuevas variables (tensión de Reynolds) que es
necesario conocer, pero que no presentan ecuaciones que las resuelvan, es decir, hay un
déficit de ecuaciones para el total de incógnitas. Este problema genera la necesidad de
implementar lo que se denomina un cierre para la turbulencia, es decir, incorporar ecuaciones
que permitan cerrar el sistema, incorporando algunas hipótesis de comportamiento para las
nuevas variables involucradas.

3.2. Desarrollo del modelo matemático.

3.2.1. Descripción física del modelo.

Si bien la motivación principal del presente estudio es analizar el efecto de Coriolis sobre
procesos de mezcla en cuerpos de agua estratificados por temperatura, para efectos de
experimentación resulta más abordable trabajar con una estratificación por concentración,
específicamente salina. Además, incorporar el efecto de transporte de temperatura conlleva a
considerar una dimensión más al momento de implementar análisis dimensional en el estudio,
lo que aumentaría el número de variables al momento de parametrizar el fenómeno.

Considerando lo mencionado en el párrafo anterior, el modelo desarrollado consistió en una


columna de agua estratificada por salinidad, con un epilimnion de agua dulce como estrato
superior, una interfaz de densidad, que por tratarse de salinidad se denomina picnoclina, y un
hipolimnion con cierto nivel de salinidad como estrato inferior más denso (Fig 3.1). Esta
columna, que para efectos de la modelación considera dimensiones infinitas en la horizontal,
gira en torno a un eje vertical, simulando así la rotación terrestre. Por otra parte, para generar
el ingreso de energía cinética turbulenta al cuerpo de agua, que en la naturaleza es aportado
por el esfuerzo de corte que el viento ejerce sobre la superficie libre, se impone una condición
de velocidad horizontal en el punto más bajo, que simula el movimiento de una cinta
transportadora ubicada en el fondo. Si bien lo más natural sería imponer el esfuerzo de corte
sobre la superficie, el modelo se plantea de esta forma para emular las condiciones
experimentales con que se trabajó en las experiencias realizadas en la Universidad de Dundee,
Punto 4.2.

25
Fig 3.1: Esquema idealizado del modelo de simulación.

Antes de pasar a las ecuaciones, es necesario recalcar que el flujo a analizar presenta
características de capa límite, ya que las variaciones de las propiedades en estudio, que en este
caso corresponden a las velocidades horizontales y la concentración de sal, son considerables
sólo en la dirección vertical.

3.2.2. Ecuaciones que gobiernan el flujo.

3.2.2.1. Transporte de momentum.

Un fluido newtoniano incomprensible que se encuentra bajo la acción de un movimiento de


rotación está regido por las ecuaciones de Navier-Stokes rotacionales, que llevadas al modelo
descrito deben considerar, en primer lugar, dos ecuaciones correspondientes a transporte de
momentum en la columna de agua, una para cada dirección horizontal.

Cantidad de movimiento eje x:

∂u ∂ ∂u
= (ν +ν t ) + 2Ωv Ec. 3.1
∂t ∂z ∂z

Cantidad de movimiento eje y:

26
∂v ∂ ∂v
= (ν +ν t ) − 2Ωu Ec. 3.2
∂t ∂z ∂z

Donde u denota la velocidad horizontal promediada sobre la turbulencia en la dirección de


movimiento de la cinta x, v representa la velocidad horizontal promediada sobre la turbulencia
en el eje transversal y, z es la coordenada vertical con origen en el fondo de la columna de
agua, es la frecuencia angular de rotación, es la viscosidad cinemática del agua, y t
corresponde a la viscosidad cinemática de remolino (turbulenta). Este último parámetro está
asociado a los denominados esfuerzos de Reynolds existentes en flujos turbulentos, los que,
en analogía con el caso en flujo laminar, se representan como:

∂ui
τ i = − ρ ui′ w′ = − ρν t Ec. 3.3
∂z

Donde ui’ son las componentes fluctuantes de las velocidades horizontales involucradas, y w’
las respectivas fluctuaciones en la dirección vertical. Es necesario destacar que, a diferencia
de la viscosidad cinemática del agua, la viscosidad de remolino es una propiedad del flujo, y
no del fluido, por lo que es necesario determinarla al momento de resolver las ecuaciones.
Para esto, como se muestra posteriormente (Punto 3.2.3), se necesita implementar un modelo
de cierre para la turbulencia.

El significado físico de los términos involucrados, que es análogo para ambas direcciones
horizontales, se resume a continuación:

∂u
: Tasa instantánea de cambio de la velocidad u.
∂t

∂ ∂u
(ν +ν t ) : Transporte difusivo de momentum, molecular y turbulento.
∂z ∂z

2 Ωv y −2Ωu : Términos asociados a la fuerza de Coriolis.

Cabe destacar que en el modelo matemático se anulan ciertos términos de la ecuación de


Navier-Stokes, debido a que, al considerar infinita la extensión horizontal del flujo en estudio,
los gradientes de presión longitudinales no son importantes, por lo que se desprecian, y por
otro lado, al no existir flujo vertical, el transporte advectivo de momentum es inexistente en
esa dirección.

3.2.2.2. Transporte de masa.

La concentración de sal a lo alto de la columna de agua también está regida por una ecuación
de transporte (3.4), que nace a partir de la conservación de masa presente y considerar
27
transporte advectivo y difusivo dentro del volumen de control en estudio, todo esto en
combinación con la ley de Fick, que propone que la difusión de masa es proporcional al
gradiente de concentración de la misma.

Al promediar sobre la turbulencia las leyes anteriores, es decir, expresar la salinidad como un
valor promedio más una fluctuación, y por otro lado, agregar la ecuación de continuidad al
análisis, se llega a:

∂S ∂ ν ν t ∂S
= + Ec. 3.4
∂t ∂z σ σ t ∂z

Donde S corresponde a la salinidad, y y t son los números laminar y turbulento de Schmidt,


respectivamente. Cabe destacar que la razón entre las viscosidades cinemáticas y los
respectivos números de Schmidt conforman los coeficientes de difusión molecular y
turbulenta.

El término de difusión turbulenta, tal como surge en el análisis del transporte de momentum,
nace de considerar que el flujo de masa turbulento dado por componentes asociadas a las
fluctuaciones, sigue una ley análoga a la de Fick, es decir, que es proporcional al gradiente de
concentración. Particularmente para la dirección vertical la relación es:

∂S ν t ∂S
− S ′w′ = Dt = Ec. 3.5
∂z σ t ∂z

Donde S’ y w’ son las componentes fluctuantes de salinidad y velocidad vertical,


respectivamente, y los valores de los números de Schmidt son conocidos empíricamente
según cada caso.

La ecuación de estado con que se relaciona el nivel de salinidad en el agua con su respectiva
densidad es la siguiente:

ρ = ρ 0 (1 + α S ) Ec. 3.6

Donde es la densidad del fluido, 0 la densidad de referencia, que en el presente estudio


toma el valor de 1000 [kg/m3], S es la concentración de sal expresada en 0 /00 (tanto por mil) y
es un coeficiente de expansión para el cual se utilizó el valor de 0.8x10-3 (Svensson 1986).

28
3.2.3. Modelación de la turbulencia.

Una vez planteadas las ecuaciones que gobiernan el flujo turbulento en estudio, que
constituyen la base del modelo matemático, surgen nuevas incógnitas que se deben
determinar, los esfuerzos de Reynolds, objetivo para el cual no se tienen suficientes
ecuaciones. Para resolver este punto, conocido como el problema de cierre de la turbulencia,
se ha incorporado el ya mencionado término de la viscosidad de remolino, t, que a su vez es
determinada mediante un modelo turbulento de cierre tipo k- (Rodi, 1984). El modelo k- es
uno de los denominados modelos de cierre de dos ecuaciones, ya que la viscosidad cinemática
de remolino queda determinada por dos ecuaciones de transporte adicionales (Rodi 1984), la
de conservación de energía cinética turbulenta, K (Ec 3.8), y la de su correspondiente tasa de
disipación, (Ec 3.9).

La viscosidad cinemática de remolino se obtiene con la siguiente relación, que involucra las
dos variables recientemente incorporadas y un coeficiente empírico:

K2
ν t = Cµ Ec. 3.7
ε

Ecuación adicional para el cambio temporal de energía cinética turbulenta.

∂K ∂ ν t ∂K
= + P +G −ε Ec. 3.8
∂t ∂z σ K ∂z

Ecuación adicional para el cambio temporal de la tasa de disipación de energía cinética


turbulenta.

∂ε ∂ ν t ∂ε ε ε2
= + c1ε ( P + G ) (1 + c3ε R f ) − c2ε Ec. 3.9
∂t ∂z σ ε ∂z K K

En las expresiones mostradas (3.8 y 3.9), que pueden ser derivadas de las ecuaciones de
Navier-Stokes, los términos representan:

∂ ν t ∂K
: Difusión turbulenta de K.
∂z σ K ∂z

2 2
∂u ∂v
P =νt + : Producción de K por interacción del flujo medio con los esfuerzos del
∂z ∂z
Reynolds.
29
2
ν t ∂S
G =αg : Disminución/Producción de K debido a esfuerzos boyantes.
σ t ∂z

G
Rf = − : Richardson de flujo, definido como la razón entre la tasa de energía
P+G
disipada por efectos boyantes y su tasa de producción.

ε : Disipación de K.

Donde K (=1,4) y (=1,3), que representan los números de Prandtl/Schmidt, y C1 (=1,44),


C2 (=1,92), y C (0,09) son coeficientes empíricos cuyos valores corresponden a los
obtenidos para el modelo k- estándar. En tanto, el valor de C3 puede variar según el flujo
considerado.

3.3. Uso de PROBE.

La implementación de un modelo matemático requiere necesariamente de su programación en


un programa o lenguaje computacional, o en caso contrario, del uso de algún software con la
capacidad de abordar el problema en cuestión y llevar a cabo las simulaciones numéricas. En
este estudio en particular, considerando la estructura del modelo desarrollado, las
características de capa límite del flujo a analizar, y tomando en cuenta el uso satisfactorio
alcanzado en el desarrollo de memorias previas, se decidió utilizar el paquete computacional
PROBE.

3.3.1. Descripción general.

PROBE (Program for boundary layers in the enviroment) es un programa cuyo código fue
realizado por Svensson (1986) en lenguaje FORTRAN, y puede ser clasificado como una
herramienta que provee un algoritmo para resolver, en una dimensión, las ecuaciones que
gobiernan el flujo con características de capa límite, es decir, donde sus variaciones son
considerables sólo en una dirección.

La modelación numérica implementada en PROBE tiene como base la utilización del método
de volúmenes finitos, el cual consiste, básicamente, en discretizar el espacio distancia-tiempo
utilizando pequeños volúmenes de control finitos sobre los cuales se integran las ecuaciones
que gobiernan el flujo.

La mayor dificultad que se presenta en el cálculo del tipo de flujos que resuelve el software
PROBE es caracterizar los procesos de mezcla turbulenta en términos matemáticos, lo que se
lleva a cabo mediante un modelo de turbulencia de dos ecuaciones, el ya mencionado modelo
k- . Este cierre de turbulencia, en conjunto con dos ecuaciones de transporte horizontal de
momentum y una de transporte vertical de masa, forman la base hidrodinámica del modelo
matemático ya descrito.
30
3.3.2. Estructura y rutinas del software.

El programa está formado, básicamente, por dos rutinas complementarias, consistentes en un


código principal (MAIN) y una rutina editable por el usuario (CASE). Esta estructura facilita
la utilización del software debido a que no es necesario modificar el código principal, siendo
la herramienta CASE donde se deben ingresar las diversas condiciones y parámetros que
definen el problema a estudiar.

La forma típica de la ecuación diferencial que resuelve el programa es la siguiente:

∂φ ∂ ∂φ
= Γφ + Sφ
∂t ∂z ∂z Ec. 3.10

Donde ø es la variable dependiente, t el tiempo, z la coordenada vertical, ø el coeficiente de


intercambio, y Sø es el término fuente. De izquierda a derecha los términos representan:
cambio temporal de la variable dependiente, transporte por difusión, y término fuente-pérdida.

Con el fin de mostrar la estructura de funcionamiento de PROBE, las distintas condiciones de


uso que se le pueden entregar y los problemas que puede abarcar, se describen brevemente las
subrutinas que lo componen.

Subrutina: MAIN

Más que una subrutina, MAIN es el código principal dentro de la estructura de PROBE,
donde se controlan todos los cálculos de las simulaciones realizadas y se implementa el
método de volúmenes finitos. La rutina está conformada por una serie de capítulos que se
encuentran relacionados según el diagrama de flujo expuesto en la Fig 3.2.

Chapter 1: Provee la información de entrada, inicialmente dada por DFAULT, que contiene
sólo declaración de datos. Dependiendo de lo que se requiera estudiar, parte de la información
que trae por defecto el programa puede ser modificada en la rutina CASE Chapter 1, que es la
primera subrutina llamada al momento de hacer las simulaciones.

Chapter 2: La grilla y la geometría del problema son especificadas en DFAULT y editadas en


CASE, para lo que se utilizan las rutinas GRID y AREAD que son llamadas desde esta
subrutina.

Chapter 3: Inicia las variables dependientes y las que a su vez dependen de ellas.

Chapter 4: Recibe la información del paso de tiempo con que se quiera trabajar.

31
Chapter 5: Especifica las condiciones de borde transientes y las variaciones de los flujos de
entrada y salida, en caso de que existan.

Chapter 6: Llama a la subrutina COMP que entrega la soluciones de las ecuaciones una vez
alcanzado el primer paso de tiempo.

Chapter 7: Parámetros como la densidad, temperatura y viscosidad de remolino son


actualizadas. Por otro lado, se hacen pruebas para asegurar que la energía cinética turbulenta y
su respectiva tasa de disipación no tomen valores negativos, lo que puede generarse durante
los cálculos debido a valores muy altos de las fuerzas boyantes que participan en el cierre
turbulento k- .

Chapter 8: Se invoca la subrutina OUTPUT, que a su vez llama a CASE, donde el usuario
define y especifica las variables que requiere generar y registrar en las series de tiempo que
componen los archivos.

Chapter 9: En este capítulo se realizan pruebas numéricas con el objetivo de decidir la


detención del proceso de cálculo, en caso de que no se cumplan las condiciones, se reingresa
al Chapter 4 para comenzar nuevamente.

DFAULT

Contiene los valores por defecto de todos los parámetros y variables involucradas que, de ser
necesarios, deben ser editados en CASE.

GRID

Establece la grilla de trabajo, base de la modelación numérica, que puede ser definida con
distintas distribuciones, (uniforme, con mayor definición hacia los bordes del problema, etc.).

AREAD

Los lagos y embalses tienen una variación de su área horizontal con la profundidad, lo que
puede ser idealmente generado editando la rutina CASE y luego calculado en esta subrutina
AREAD.

OUTPUT

Esta subrutina es la encargada de controlar y registrar los resultados en los archivos de salida.
Editando la rutina CASE es posible modificar la lista de variables a resolver y su respectiva
frecuencia de salida, es decir, escoger el intervalo con el cual se quieren obtener los perfiles y
series de tiempo de las variables a estudiar.

32
PHYS

Previamente se explicó que PROBE trabaja las ecuaciones de transporte de una forma
estándar, considerando una tasa de cambio en el tiempo, un término de transporte difusivo, y
un término fuente, así, es en esta subrutina PHYS donde se deben especificar los coeficientes
de transporte, ø, y términos fuente, Sø, de las variables dependientes. Además, en esta
subrutina son calculados parámetros como la viscosidad de remolino y la viscosidad efectiva
para los bordes del problema.

COMP

Esta subrutina cumple la función de realizar los avances en el tiempo, calculando los valores
de cada una de las variables dependientes para el siguiente paso de temporal, almacenándolas
para su posterior ingreso en los archivos de salida. Los resultados de la subrutina PHYS
ingresan a COMP, incluyendo los coeficientes de transporte para los bordes. Además, se
calculan las condiciones de borde impuestas, que pueden entregar directamente el valor de la
variable dependiente (Tipo Dirichlet), o el nivel de su flujo (Tipo Von Neumann) en una
posición deseada.

BOUND

Se calculan los coeficientes de transporte en las cercanías de los bordes del problema, para lo
que se utilizan la ley logarítmica de velocidades, la ley de transporte de calor y
concentraciones. Para esto se necesita especificar las características de rugosidad de las
paredes existentes en el problema.

PEA

Esta subrutina implementa el uso de Partial Elimination Algorithm (Spalding 1976), el cual
permite una solución más estable para ecuaciones fuertemente acopladas. Este acoplamiento
entre ecuaciones se debe particularmente a la incorporación del efecto de la fuerza de Coriolis
en las ecuaciones que gobiernan el flujo.

33
MAIN BLOCK DATA CASE
Chapter 1 Chapter 1
DFAULT
Data Data
Chapter 2
GRID
Malla y
geometría
AREAD
Chapter 3
Valores OUTPUT
Iniciales
Chapter 4
Control de
Tiempo
Chapter 5 Chapter 2
Condiciones SURF Condiciones
de Borde de Borde
Chapter 6
BOUND

COMP
Avance
PHYS Chapter 3

Chapter 7 PEA Fuentes


Completar
Chapter 8 PLOTLP Chapter 4

Imprimir OUTPUT Salida

Chapter 9
Decidir
Sección Sección
General Usuario
OUTPUT

END

Fig 3.2: Diagrama de flujo de PROBE.

34
3.4. Simulaciones numéricas.

El objetivo principal del modelo previamente descrito, mostrado en la Fig 3.1, es emular en
PROBE las condiciones experimentales imperantes en las experiencias realizadas en la
Universidad de Dundee, Punto 4. En función de lo anterior, en esta sección se estudia, en
primera instancia, la evolución temporal de las características hidrodinámicas de una columna
de agua inicialmente estratificada que se encuentra bajo la acción conjunta de un esfuerzo de
corte horizontal aplicado en su parte más baja y un movimiento de rotación en torno a un eje
vertical.

3.4.1. Condiciones impuestas en las simulaciones.

Para efectos de la simulación en PROBE, el modelo consiste, básicamente, en una columna de


agua de 0.27 metros de profundidad total, estratificada en dos capas de distinta salinidad
(densidad), cuyos espesores y concentraciones pueden variar según la estratificación que se
quiera representar. En todos los casos considerados en el presente estudio, la capa superior
(epilimnion) tiene una salinidad inicial nula, mientras que la inferior (hipolimnion) presenta
una concentración que varía entre 6.25 y 12.5 [0/00], dependiendo del caso, que, a su vez, da
origen a una diferencia de densidad entre el 0.5 y 1 [%].

Dimensiones:

El primer paso, previo a realizar las simulaciones, es ingresar a PROBE las dimensiones del
flujo que se quiere analizar, definiendo también la grilla espacial a utilizar. Para la extensión
vertical del flujo se imponen los ya mencionados 0.27 metros, correspondientes a las
experiencias realizadas en laboratorio, mientras que la grilla de discretización implementada
para representar la columna de agua fue del tipo regular, con un número total de 40 nodos.

Condiciones iniciales:

La primera condición inicial ingresada al modelo es el tipo y nivel de estratificación que


presenta el cuerpo de agua, es decir, a partir de la altura a la cual se encontraría inicialmente
la picnoclina (relación h2/H), se impone el nivel de salinidad que se requiera en los nodos
correspondientes al hipolimnion. Por otra parte, los nodos pertenecientes al epilimnion no se
modifican, y quedan por defecto con un nivel de salinidad nulo.

En cuanto al flujo, se tiene que la situación inicialmente imperante corresponde a una


columna de agua estática, que sólo tiene velocidad en el nodo más bajo que representa el
movimiento de la cinta transportadora ubicada en el fondo. Cabe destacar que PROBE
considera como variable dependiente la cantidad de movimiento, y no la velocidad, por lo que
el momentum es la variable que debe definirse inicialmente en el punto en cuestión. Además,
es importante mencionar que el valor del momentum en la dirección del movimiento de la
cinta es una condición de borde tipo Dirichlet del problema, ya que se mantiene constante a lo

35
largo del tiempo que abarcan la simulación. El rango de velocidades simuladas va de 0.06 a
1.27 [m/s].

Tiempo de simulación:

Junto con definir el tiempo de simulación para las series a realizar, se establece el paso de
tiempo discreto a considerar entre cálculos, es decir, el avance entre cada instante con
información. Para esto se consideraron algunos niveles de tiempo implementados en
experiencias de laboratorio y se llevaron a cabo algunas simulaciones preliminares,
encontrándose como tiempo óptimo de simulación un total de tres horas, lapso en que se logra
estudiar el flujo de forma satisfactoria una vez alcanzada la condición de mezcla permanente
(velocidad de incorporación constante). Por otro lado, el paso de tiempo para la simulación
fue establecido en 1 segundo, mientras que los resultados correspondientes a los perfiles
verticales de las variables estudiadas se decidieron extraer cada 600 segundos.

3.4.2. Resultados de las simulaciones numéricas.

El proceso hidrodinámico producido por las condiciones de flujo ya descritas presenta una
serie de resultados importantes de destacar y mostrar gráficamente, ya que forman la base
previa al estudio del proceso de mezcla.

3.4.2.1. Perfiles de velocidad y concentración.

En ausencia de rotación, es decir, sólo con el esfuerzo de corte ejercido por la cinta en el
fondo de la columna de agua, la respuesta hidrodinámica inicial de ésta consiste en la
formación de un campo de velocidades que, debido a la difusión de momentum, con el
transcurso del tiempo alcanza el nivel la superficie, formando un campo uniforme. Por otra
parte, la masa de sal, que en principio solo se encuentra distribuida en el hipolimnion, alcanza
rápidamente una concentración uniforme de 1.97 [gr/l] en la vertical, mostrando una alta tasa
de incorporación para lograr la mezcla completa. Los resultados de la simulación de estos
procesos pueden verse en la Fig 3.3 para una condición de flujo dada, en particular, el caso
mostrado corresponde a una estratificación caracterizada por una razón h2/H=0.16, una
velocidad de cinta de 0.3 [m/s], y un nivel de salinidad inicial en el estrato inferior igual a
12.5 [gr/l]. La figura mencionada muestra la evolución temporal de los perfiles de velocidad
y salinidad en la columna de agua, con el objetivo de ver como cambia la estructura del flujo a
medida que se desarrolla la mezcla.

Para incorporar la velocidad de rotación en el modelo se ingresa directamente en PROBE el


valor del parámetro de Coriolis, que en este caso corresponde al doble de la velocidad de
rotación que se requiere simular. Luego, conservando todas las condiciones iniciales y de
borde descritas en el párrafo precedente, y agregando el efecto de Coriolis de la forma
mencionada, la simulación arroja los resultados mostrados en la Fig 3.4, que junto a la Fig

36
3.3, permite tener una visión comparativa entre los casos con y sin rotación de la respuesta
hidrodinámica de la columna de agua ante la acción constante de un mismo esfuerzo de corte.

Los perfiles de velocidad u (Fig 3.4), correspondientes al primer eje horizontal, es decir, la
dirección en que se ejerce el esfuerzo de corte, se superponen unos con otros en el valor cero
para alturas sobre el nivel de la interfaz de densidad, que se eleva con el transcurso del
tiempo. En esta condición puede verse que la parte superior de la columna de agua ya no es
afectada por la condición de movimiento del fondo, ya que las velocidades son despreciables
a partir de los 0.075 metros, aproximadamente. Por otro lado, bajo la altura mencionada sí se
genera un campo de velocidades, el cual presenta velocidades en sentido positivo en las
cercanías del fondo, y negativas, de menor valor, en partes más altas. Cabe destacar que la
inhibición del traspaso de energía y momentum mencionada, hacia la celda superior, tiene
relación con la presencia de la interfaz de densidad, que actúa como barrera debido a que es
una zona de altos gradientes.

Las Fig 3.3 y Fig 3.4 muestran, además, la distribución de velocidades en la dirección
trasversal al movimiento de la cinta, este perfil, que para el caso sin rotación es nulo, es
generado únicamente por la aceleración, perpendicular al movimiento longitudinal, que
induce el efecto de Coriolis, incorporado mediante la frecuencia angular de rotación impuesta.
Así, la solución numérica mostrada confirma la generación de corrientes trasversales en la
columna de agua debido al movimiento rotacional. Estas corrientes, que también tienden a
anularse una vez pasado el nivel de picnoclina, presentan velocidades negativas cerca del
fondo y positivas en las cercanías de la capa de mezcla.

La combinación vectorial de los campos de velocidades de ambas direcciones horizontales da


muestra de la formación de un perfil multidireccional a lo alto de la columna de agua,
formándose una capa de Ekman en el estrato inferior (Bottom Ekman Layer). El espiral de
Ekman mencionado aumenta su espesor a medida que se desarrolla el proceso de mezcla,
debido a que sube la interfaz de densidad que condiciona el campo de velocidades.

Los perfiles de salinidad arrojados por la simulación numérica (Fig 3.4) muestran la evolución
temporal de la masa de sal en la columna de agua a lo largo de las tres horas simuladas, donde
se aprecia un traspaso paulatino de salinidad desde el hipolimnion hacia el epilimnion,
proceso que es marcadamente más acelerado en los minutos iniciales. Los resultados de esta
simulación permiten verificar que durante el proceso de mezcla la concentración de sal en el
estrato superior no se ve alterada, si no que su espesor disminuye debido al ascenso de la
picnoclina.

Así, con las simulaciones realizadas se comprueba numéricamente que el efecto de Coriolis
induce la formación de corrientes transversales, las que, basándose en la variación entre los
perfiles de concentración de los casos con y sin rotación, limitarían la difusión de energía
cinética turbulenta en la columna de agua.

37
0,25
t=0
0,20 t=100
Profundidad [m] t=200
0,15
t=300
t=600
0,10
t=900
t=1200
0,05
t=1800
0,00
-0,05 0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25 0,30 0,35

u [m/s]

(a)

0,25
t=0
0,20 t=100
t=200
Altura [m]

0,15 t=300
t=600
0,10 t=900
t=1200
0,05 t=1800

0,00
-0,20 0,00 0,20 0,40 0,60 0,80 1,00
v [m/s]

(b)

0,25
t=0
0,20 t=100
t=200
Altura [m]

0,15 t=300
t=600
0,10 t=900
t=1200
0,05 t=1800

0,00
0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 12,00 14,00
Salinidad [gr/l]

(c)
Fig 3.3: Variación temporal del perfil vertical de: Velocidad horizontal u, Velocidad
horizontal v y salinidad, en orden descendente. Series con ub=0.3 [m/s] y =0 [Hz].

38
0,25

t=0
Profundidad [m] 0,20
t=100
t=200
0,15
t=300

0,10 t=600
t=900

0,05 t=1200
t=1800
0,00
-0,05 0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25 0,30 0,35
u [m/s]

(a)

0,25
t=0

0,20 t=100
t=200
Altura [m]

0,15 t=300
t=600
0,10 t=900
t=1200
0,05
t=1800

0,00
-0,08 -0,06 -0,04 -0,02 0,00 0,02
v [m/s]

(b)

0,25

t=0
0,20
t=100
Altura [m]

t=200
0,15
t=300
t=600
0,10
t=900
t=1200
0,05
t=1800

0,00
0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 12,00 14,00

Salinidad [gr/l]

(c)
Fig 3.4: Variación temporal del perfil vertical de: Velocidad horizontal u, Velocidad
horizontal v y salinidad, orden descendente. Series con ub=0.3 [m/s] y =0.1 [Hz].

39
3.4.2.2. Perfiles de energía.

La incorporación de energía cinética turbulenta, y su respectivo proceso de transporte difusivo


(molecular y turbulento), también se ven condicionados por el efecto de Coriolis. Al
disminuir la capacidad de mezcla debido a la rotación, el flujo estratificado no es capaz de
dejar esa condición, y la interfaz de densidad continúa actuando como una barrera física para
el traspaso de energía. Este comportamiento puede observarse en los resultados numéricos
mostrados en las Fig 3.5 y Fig 3.6, donde a lo largo de tres horas bajo la acción del esfuerzo
de corte impuesto por una velocidad de cinta de 0.5 [m/s], en ausencia de rotación, la difusión
de energía cinética turbulenta se completa rápidamente, alcanzando la superficie libre en los
minutos iniciales, para luego decaer debido a que las condiciones de salinidad y velocidades a
lo alto de la columna de agua se hacen prácticamente uniformes debido al transporte de masa
y momentum. Por otro lado, si la columna de agua permanece estratificada debido a la
incidencia del efecto de Coriolis (f=0.2 [Hz]), la energía cinética turbulenta no es capaz de
traspasar los altos gradientes presentes en la picnoclina y ve limitada su difusión.

0,25

0,20 t=30

t=60
Altura [m]

0,15
t=90

t=180
0,10
t=270
0,05 t=360

t=540
0,00
-0,0001 0,0001 0,0003 0,0005 0,0007 0,0009

K [m2/s2]

Fig 3.5: Evolución de la energía cinética turbulenta, =0 [Hz], h2/H=0.16, ub=0.5 [m/s].

0,25
t=30

0,20 t=60
Altura [m]

t=90
0,15
t=180

0,10 t=270

t=360
0,05
t=540
0,00
-0,0001 0,0001 0,0003 0,0005 0,0007 0,0009

K [m2/s2]

Fig 3.6: Evolución de la energía cinética turbulenta, =0.1 [Hz], h2/H=0.16, ub=0.5 [m/s].

40
0,30

0,25

Profundidad [m] 0,20

ντ
0,15
ν
0,10

0,05

0,00
-2,0E-05 0,0E+00 2,0E-05 4,0E-05 6,0E-05 8,0E-05 1,0E-04 1,2E-04

Viscosidad [m2/s]

Fig 3.7: Perfiles de difusividad turbulenta y molecular, t=3 [hrs], =0.1 [Hz], h2/H=0.16,
ub=0.5 [m/s] y νm =1.3x10-6 [m2/s].

La evolución temporal de la distribución de la masa de sal, que debido a la turbulencia


asciende en conjunto con las aguas del hipolimnion, y en menor medida a su proceso de
difusión molecular (Fig 3.7), genera una variación de la ubicación vertical del centro de
gravedad de la columna de agua, que se ve incrementada debido a este ascenso de partículas
de mayor densidad (Fig 3.8). Debido al fenómeno anterior, la energía potencial sufre una
variación de las mismas características (Fig 3.9).

Cabe destacar que la ubicación del centro de masa y el valor de la energía potencial se
obtienen a partir de los perfiles de salinidad instantáneos, que a través de la ecuación de
estado (Ec 3.7) permiten determinar el perfil de densidad respectivo. Las series de tiempo
presentadas en la Fig 3.3, que se obtienen de integrar numéricamente las expresiones 3.11 y
3.12, muestran un cambio brusco en el nivel de energía potencial del flujo en los primeros
minutos, correspondientes la etapa de transición o acomodamiento del fluido, que en principio
se encuentra estático, a las nuevas condiciones de borde y movimiento. Más adelante en el
tiempo, luego de aproximadamente 1 hora de iniciado el movimiento, la energía potencial
muestra un comportamiento representable como lineal (se presenta el nivel de ajuste,
R2=0.9634 para este caso en particular), es decir, la tasa de cambio de la energía potencial
alcanza un valor constante en el tiempo. La evolución temporal del centro de masa presenta
un comportamiento análogo al de la energía potencial.

H
PE = g z ⋅ ρ ( z ) dz Ec. 3.11
0

41
H
z ⋅ ρ ( z ) dz
0
CM = H
Ec. 3.12
ρ ( z ) dz
0

357,60

357,55
y = 4E-06x + 357,53
357,50 R2 = 0,9634
PE [N m/m2]

357,45

357,40

357,35

357,30

357,25
0 2000 4000 6000 8000 10000 12000

Tiempo [seg]

Fig 3.8: Evolución temporal de la energía potencial. Serie con ub=0.5 [m/s] y =0.1 [Hz].

0,13494

0,13492
0,13490 y = 2E-09x + 0,1349
R2 = 0,9634
CM [m]

0,13488
0,13486

0,13484
0,13482

0,13480
0 2000 4000 6000 8000 10000 12000

Tie mpo [se g]

Fig 3.9: Evolución temporal de la posición del centro de masa. Serie con ub=0.5 [m/s] y
=0.1 [Hz].

42
3.4.2.3. Velocidad de incorporación.

El proceso de mezcla, tal como se confirma en las simulaciones mostradas en la Fig 3.3,
genera un aumento en el espesor del hipolimnion, es decir, un ascenso de la interfaz de
densidad. Para cuantificar este proceso, el parámetro más utilizado es la velocidad de
incorporación, equivalente a la tasa de variación de la capa de mezcla.

dh2 dZs
ue = = Ec. 3.13
dt dt

Donde Zs corresponde a la ubicación de la picnoclina, que es necesario determinar mediante


algún criterio.

Para evaluar numéricamente la ubicación de la interfaz de densidad a lo largo del tiempo se


utiliza un criterio consistente en determinar el punto específico a partir del cual la capa de
mezcla se puede aproximar a una línea o interfaz, tomando en cuenta que la masa de sal se
conserva. Si bien los resultados numéricos muestran pequeños gradientes de salinidad bajo y
sobre la capa de mezcla, éstos son de un nivel casi despreciable, por lo que es posible definir
la ubicación de la picnoclina, sin mayor error, como el nivel sobre el cual la masa de sal
existente compensa la faltante en el hipolimnion para que éste se encuentre completamente
mezclado. Así, el espesor del estrato inferior queda determinado como el cuociente entre la
masa total de sal y el nivel de salinidad en el punto más bajo, esto para cada instante (la masa
total sería la multiplicación de un nivel de concentración homogéneo en el hipolimnion con la
altura a la que se ubica la interfaz).

Al igual que la energía potencial y la ubicación del centro de masa, la posición de la interfaz
de densidad presenta un marcado incremento en la primera etapa del proceso, para luego,
pasado un tiempo aproximado de una hora, alcanzar una tasa constante de crecimiento dada
por la pendiente de la parte lineal de la serie temporal (Fig 3.10).

Así, una vez alcanzada la condición de mezcla permanente, en el caso particular mostrado en
la Fig 3.11 la velocidad de incorporación toma un valor de ue 2x10-6 [m/s], información que
permitiría, entre otras cosas, determinar en forma aproximada cuánto demoraría el flujo
estudiado en alcanzar mezcla completa con las condiciones impuestas.

Por otra parte, si se calculan los parámetros involucrados en la Ec 2.16, es posible verificar,
para este caso en particular, la relación dada, esto considerando un factor k=20.

dPE / dt ue Ri* 4.016 x10−6 1.930 x10−6 6.131


η= = ⋅ ⇔ = ⋅ ⇔ 1.285 x10−5 ≈ 1.183x10−5
ubτ b u* 2 k 0.5 ⋅ 0.625 0.0250 2 ⋅ 20

43
0,20
0,18
0,16
y = 2E-06x + 0,1507
0,14
R2 = 0,9619
0,12
Zs [m]

0,10
0,08
0,06
0,04
0,02
0,00
0 2000 4000 6000 8000 10000 12000

Tie mpo [se g]

Fig 3.10: Evolución temporal de la elevación de la picnoclina. Serie con ub=0.5 [m/s] y
=0.1 [Hz].

0,18
0,16
0,14
0,12
Zs [m]

0,10
0,08
0,06
0,04 =0.1 [Hz]
=0.2 [Hz]
0,02
0,00
0 2000 4000 6000 8000 10000 12000

Tiempo [seg]

Fig 3.11: Evolución temporal de la elevación de la picnoclina. Serie con ub=0.5 [m/s].

El efecto inhibidor de la mezcla producido por la rotación se ve acentuado al aumentar la


frecuencia de giro a =0.2 [Hz] (Fig 3.11), observándose un descenso en la velocidad de
incorporación final, así como también una atenuación de la reacción inicial de la columna de
agua ante las nuevas condiciones de flujo.

44
3.4.2.4. Análisis dimensional.

Como se mencionó en el Capítulo 2, y se pudo verificar en las simulaciones realizadas, el


proceso de mezcla, y por ende la velocidad de incorporación, están condicionados por varios
factores, entre los que se pueden nombrar las condiciones de movimiento del flujo,
dimensiones del cuerpo de agua, nivel de estratificación, etc. Debido a esta dependencia
múltiple, se hace necesario el planteamiento de un análisis dimensional para lograr una mejor
comprensión del proceso en estudio y buscar una posible parametrización entre las variables
involucradas.

Las variables de las cuales depende la velocidad de incorporación en el proceso, y a partir de


las cuales se desarrolla el análisis dimensional son:

ue = f ( u* , H , h2 , f , g ∆ρ , ∆ρ , ρ ,ν ) Ec. 3.14

Donde ue es la velocidad de incorporación u* es la velocidad de corte impuesta por el viento o


por el movimiento de la cinta en el caso experimental, H y h2 son la altura total de agua y el
espesor inicial del hipolimnion, respectivamente, f es el parámetro de Coriolis, es una
densidad de referencia (se utiliza 1000 [kg/m3]), es la diferencia inicial de densidad entre
estratos, g es la multiplicación de ésta última con la aceleración de gravedad, y ν es la
viscosidad cinemática del agua.

Para formar los grupos adimensionales se escoge una base formada por tres variables que
combinadas involucren todas las dimensiones básicas del problema (masa, longitud y tiempo),
en este caso se elige u*, h2 y .

( L ) = (h2 )

h2
(T ) =
u*

( M ) = ( ρ h23 )

Luego, la velocidad de incorporación se adimensionaliza con la velocidad de corte y se forma


la siguiente relación adimensional:

ue h u 2 g ∆ρ h2 ∆ρ u*h2
=φ 2 , * , , , Ec. 3.15
u* H f ν ρ u*2 ρ ν

ue h ∆ρ
= φ 2 , Ek , Ri* , , Re* Ec. 3.16
u* H ρ

45
El efecto de Coriolis, motivo principal del presente estudio, está implícito en el número
adimensional denominado Ek, (Número de Ekman) ya que incorpora la frecuencia angular de
rotación en el parámetro de Coriolis, f. Sabiendo lo anterior, y teniendo como objetivo el
lograr una parametrización del proceso de mezcla bajo los efectos rotacionales, se decidió
relacionar la velocidad de incorporación, adimensionalizada con la velocidad de corte, con el
parámetro de Ekman, incorporando además otro de los números adimensionales del análisis.
Luego, dado que el análisis desarrollado incluía un número adimensional tipo Richardson,
Ri*, que es normalmente utilizado para caracterizar procesos de mezcla, se decidió que éste
sería el tercer número para formar la primera de las parametrizaciones. Cabe destacar que
también se dejó fijo el valor de ∆ρ/ρ = 0.01 (1%).

Para construir las curvas adimensionales se realizó una cantidad importante de simulaciones
análogas al ejemplo mostrado en los puntos precedentes, modificando los valores de las
variables involucradas para luego, una vez hecha cada simulación, calcular cada uno de los
resultados presentados (en especial la velocidad de incorporación), que constituyen el input
del análisis dimensional.

En primera instancia, con el objetivo de mantener constante el número de Richardson, Ri*,


con respecto al cual se parametrizarían el número de Ekman y la velocidad de incorporación
(adimensionales), se decidió mantener fija la condición de borde correspondiente al esfuerzo
de corte ejercido por la cinta transportadora, el cual condiciona la velocidad de corte
involucrada, esto para solo modificar el parámetro de Coriolis con el fin de variar el número
Ek. Sin embargo, se verificó que un cambio en la frecuencia de rotación genera un trastorno en
el campo velocidades de la columna de agua, lo que implícitamente condiciona el efecto de
corte total que se ejerce sobre el fondo, a partir del cual se determina la velocidad de corte.
Debido a esto, al modificar las condiciones de rotación no sólo se produce un cambio en el
número de Ekman, sino que se pierde la conservación de Ri*.

En virtud de lo descrito en el párrafo anterior, el objetivo seguido consistió en buscar curvas


adimensionales que relacionaran el adimensional tipo Richardson, Ri*, con la velocidad de
incorporación adimensionalizada, todo esto parametrizado según el número de Ekman, Ek.
Para crear cada curva se mantuvieron constantes las condiciones de movimiento del flujo
(rotación y fondo), y se modificó el nivel de estratificación dado por el adimensional h2/H, lo
que conlleva a un cambio en la tasa de mezcla sin variar el valor de Ek.

Cabe destacar que, si bien en el estudio de procesos de mezcla mediante análisis dimensional
generalmente se trabaja adimensionalizando con respecto al espesor del epilimnion (para
definir números de Richardson, Reynolds, etc), es este caso se utilizó la profundidad inicial
del estrato más profundo, por ser éste el que recibe la energía cinética turbulenta mediante la
acción del esfuerzo de corte.

Como ya se mencionó, para estudiar el efecto de los parámetros adimensionales Ri* y Ek sobre
el proceso de mezcla se realizaron distintas simulaciones, modificando el nivel de
estratificación con el adimensional h2/H entre los 0.1 y 0.5, esto dentro de la serie que
conforma cada curva. A su vez, cada serie viene dada por un valor invariante del número de
Ekman, sujeto a valores fijos de la condición de velocidad (momentum) en el fondo y el

46
parámetro de Coriolis impuesto, los que se variaron entre 0.4 y 0.5 [m/s], y 0.2 y 0.4 [Hz],
respectivamente.

La Fig 3.12 muestra el resultado de la parametrización desarrollada para valores del número
de Ekman entre los 971 y 2395, sin encontrarse un comportamiento característico de las
curvas construidas, mas que una disminución en la tasa de incorporación con el crecimiento
del número de Richardson y la presencia.

Velocidad de incorporación v/s Richardson.

0,00040

0,00035 971 1370 1675


2395 1286 1061
0,00030

0,00025
ue/u*

0,00020

0,00015

0,00010

0,00005

0,00000
0,00 20,00 40,00 60,00 80,00 100,00 120,00

Ri*

(a)
Ve locidad de incorporación v /s Richardson.

0,010000
1,00 10,00 100,00 1000,00
0,001000

0,000100
ue/u*

0,000010

0,000001 971 1061 1286


1370 1675 2395
0,000000

Ri*

(b)
Fig 3.12: Velocidad de incorporación adimensional en función del número de Richardson para
distintos Ek. a) Escala lineal; b) Escala Log-Log.

47
Estos resultados poco concluyentes en el comportamiento de las curvas adimensionales, que
muestran tasas de incorporación muy distintas para niveles equivalentes de Ri* tomando
curvas de similar Ek (como el caso de Ek=1286 y 1370), dan cuenta de la importancia de la
relación h2/H en la estructura del flujo en estudio, que fue modificada para generar las
simulaciones numéricas y conservar el número Ek.

Dada la confirmación de la relación h2/H como parámetro relevante en la estructura del flujo,
se modificó la forma de construir las curvas adimensionales, debiéndose también dejar fija
esta relación como una característica permanente a lo largo de cada curva, además del número
de Ekman. Así, el procedimiento consistió en buscar curvas adimensionales que, además de
estar parametrizadas según el número de Ekman, Ek, tuvieran en común el nivel de
estratificación o espesor relativo del hipolimnion (mismo h2/H).

La metodología seguida se resume en que, con una relación de alturas en particular, se cambia
la frecuencia de rotación para luego, con esta nueva condición de movimiento, calcular el
valor de la velocidad de corte que mantiene constante el número de Ek. Posteriormente, se
impone el valor del momentum en el fondo de la columna de agua tal que se obtenga la
velocidad de corte anteriormente determinada. Estos cambios en las condiciones de
movimiento del modelo generan variaciones del número de Richardson y la respuesta
hidrodinámica del cuerpo de agua (velocidad de incorporación), permitiendo generar las
curvas parametrizadas.

El nivel de estratificación utilizado en las simulaciones fue modificado variando el


adimensional h2/H entre 0.079 y 0.5, mientras que el número de Ekman se mantuvo en el
rango de los 971 y 2395, todo esto con frecuencias angulares dentro de los 0.0125 y 1.266
[Hz], dependiendo de la estratificación impuesta.

Hillmer (1999), en su estudio numérico sobre procesos de mezcla en cuerpos de agua


uH
estratificados, obtuvo que para valores del número de Reynolds Re* = * ≥ 2000 , este
ν
adimensional deja de ser un parámetro relevante en la caracterización del proceso de mezcla
inducido por esfuerzo de corte superficial, lo que, aplicado al presente estudio, permite
independizar el análisis dimensional de este parámetro, trabajando con flujos que superen el
valor citado. Es necesario recalcar que el número de Reynolds a que se hace alusión fue
calculado a partir de una velocidad de corte generada por un esfuerzo sobre la superficie libre,
y no en el fondo de la columna de agua como en el presente estudio.

La Fig 3.13 muestra el resultado de la parametrización desarrollada para valores del número
de Ekman entre los 971 y 2395, esto con una estratificación inicial dada según cada caso
(razón h2/H), y una salinidad inicial del estrato inferior de 12.5 [0/00] que genera a una
diferencia de densidad del 1% con respecto al epilimnion. Los números de Richardson
obtenidos estuvieron en el rango de 3.3 y 133, según cada caso.

Para tener una mejor visualización de las curvas obtenidas, la Fig 3.15 presenta nuevamente
lo resultados ya descritos, pero con ambos ejes en escala logarítmica.

48
Cabe destacar que, en particular para la razón h2/H=0.5 se pierde representatividad cuando la
tasa de incorporación adimensionalizada toma valores bajo 1x10-6, ya que en estos casos la
turbulencia no es capaz de vencer la interfaz de densidad y sólo genera un pequeño aumento
en el espesor de la capa de mezcla, sin lograr un real ascenso de ésta ni un cambio en la
concentración del hipolimnion, es decir, la mezcla es prácticamente nula.

49
h2/H = 0.5

2,5E-04

2,0E-04

2395
1,5E-04
1844
ue/u*

1370
1,0E-04
971

5,0E-05

0,0E+00
0,00 20,00 40,00 60,00 80,00 100,00 120,00 140,00
Ri*

(a)
h2/H = 0.237

1,2E-03

1,0E-03

2395
8,0E-04
1844
ue/u*

6,0E-04 1370
971
4,0E-04

2,0E-04

0,0E+00
0,00 10,00 20,00 30,00 40,00 50,00 60,00 70,00
Ri*

(b)
h2/H = 0.158

6,0E-04

5,0E-04

2395
4,0E-04
1844
ue/u*

3,0E-04 1370
971
2,0E-04

1,0E-04

0,0E+00
0,00 10,00 20,00 30,00 40,00 50,00

Ri*

(c)
Fig 3.13: Tasa de incorporación versus Richardson, parametrizada según Ek y h2/H.
Escala lineal. a) h2/H=0.5; b) h2/H=0.237; c) h2/H=0.158.

50
h2/H = 0.5

1,0E-02

1,0E-03

1,0E-04
2395
1,0E-05 1844
ue/u*

1,0E-06 1370
971
1,0E-07

1,0E-08

1,0E-09
1 10 100 1000
Ri*

(a)
h2/H = 0.237

1,0E-02

1,0E-03 2395
1844
1370
ue/u*

1,0E-04
971

1,0E-05

1,0E-06
1 10 100
Ri*

(b)
h2/H = 0.158

1,0E-03

2395
1844
ue/u*

1,0E-04
1370
971

1,0E-05
1 10 100

Ri*

(c)
Fig 3.14: Tasa de incorporación versus Richardson, parametrizada según Ek y h2/H. Escala
Log-Log. a) h2/H=0.5; b) h2/H=0.237; c) h2/H=0.158.

51
Con el análisis dimensional realizado, presentado en Fig 3.13 y Fig 3.14, se obtuvo que la
razón entre la velocidad de incorporación y la velocidad de corte es directamente proporcional
al número de Richardson, lo que no concuerda con parametrizaciones logradas en estudios
previos ya mencionados en el Capítulo 2, donde se obtuvieron relaciones inversamente
proporcionales, del tipo potencial, entre parámetros de este tipo. Sin embargo, esto no es de
gran relevancia debido a que tiene origen en que en este caso se utiliza el denominado número
de Ekman para parametrizar las curvas, el cual, al igual que el número de Richardson, tiene
incorporada la velocidad de corte, lo que condiciona el comportamiento obtenido. Además, el
efecto de Coriolis modifica la estructura del flujo y la capacidad de mezcla, por lo que las
relaciones entre los adimensionales también se ven afectadas.

Los resultados de Fig 3.13 y Fig 3.14 muestran que las curvas se ubican en orden ascendente
según el número de Ekman (h2/H constante), lo que se traduce en que para un mismo número
de Richardson se logre una mayor velocidad de incorporación con el incremento del
parámetro de Ekman, todo esto como análisis general independiente de la razón de alturas que
se tenga.

Las curvas presentadas en escala logarítmica, en especial las correspondientes a Fig 3.14(b) y
Fig 3.14(c), dan muestra de un comportamiento característico de la velocidad de
incorporación adimensional en función del número de Richardson, ya que pasado cierto nivel
de Ri*, que cambia en cada curva según el respectivo Ek, las curvas se tornan rectas y
paralelas, es decir, adoptan un comportamiento potencial de la forma:

ue
= A ⋅ Ri B Ec. 3.17
u*

El mencionado paralelismo entre curvas indica que la pendiente, que en este caso corresponde
al coeficiente B de la ecuación 3.17, no dependería del número de Ekman y tendría un valor
único para cada relación h2/H. Las Fig 3.15 y Fig 3.16 presentan los resultados con las series
acotadas, es decir, solo con números de Richardson correspondientes al tramo donde se tiene
el comportamiento potencial.

h2/H = 0.237
2395
1,0E-02
1,345E+00
y = 2,522E-06x 1844
R 2 = 9,983E-01
1370
1,0E-03
1,604E+00
y = 1,732E-06x 971
ue/u*

R 2 = 9,974E-01
Potencial (2395)
1,0E-04
Potencial (1844)
y = 1,211E-06x1,452E+00 y = 9,672E-07x1,368E+00
Potencial (1370)
R 2 = 9,837E-01 R 2 = 9,797E-01
1,0E-05
Potencial (971)
1 10 100
Ri*

Fig 3.15: Tasa de incorporación versus Richardson, parametrizada según Ek y


h2/H=0.237. Escala Log-Log. Tramo potencial.
52
h2/H = 0.158

1,0E-03 2395

1844

1370
ue/u*

1,0E-04
Potencial (2395)
y = 2,951E-06x 1,593E+00 y = 3,051E-06x 1,442E+00 y = 2,262E-06x 1,423E+00
R2 = 9,999E-01 R2 = 9,988E-01 R2 = 9,990E-01 Potencial (1844)

1,0E-05 Potencial (1370)


1 10 100
Ri*

Fig 3.16: Tasa de incorporación versus Richardson, parametrizada según Ek y


h2/H=0.158. Escala Log-Log. Tramo potencial.

Las regresiones potenciales presentadas en las Fig 3.15 y 3.16, cuyos parámetros se resumen
en la Tabla 3.1, dan muestra de la similitud entre las pendientes obtenidas (exponente B), ya
sea comparando series con una misma razón de alturas o analizando casos con igual Ekman.

h2/H Ek A B
2395 1,732E-06 1,604
1844 2,522E-06 1,345
0,237 1370 1,211E-06 1,452
971 9,672E-07 1,368
Promedio = 1,442
2395 2,951E-06 1,593
1844 3,051E-06 1,442
0,158 1370 2,262E-06 1,423
971 - -
Promedio = 1,486

Tabla 3.1: Resumen de constantes regresiones potenciales.

Con el fin de mostrar gráficamente la independencia del exponente B con respecto a la


relación de alturas se presenta la Fig 3.17, en la cual se exponen series de velocidad de
incorporación adimensionalizada en función del número de Richardson, esto con distintos
valores del adimensional h2/H para cada curva, y manteniendo constante el número de Ekman.
Cabe destacar que en la Fig 3.17 se muestran series completas, es decir, con algunos puntos
generados en las simulaciones numéricas que no superan el valor del número de Reynolds
crítico (Re=2000, Hillmer 1999), pero que se agregan para observar de mejor forma las
tendencias de las curvas.

53
Ek =2395
1,E-01

1,E-02

1,E-03
1,E-04 0,50

ue/u* 1,E-05 0,24


0,16
1,E-06
0,08
1,E-07

1,E-08

1,E-09
1 10 100
Ri

(a)
Ek =1844
1,E-01

1,E-02

1,E-03

1,E-04 0,50
ue/u*

1,E-05 0,24
0,16
1,E-06
0,08
1,E-07

1,E-08

1,E-09
1 10 100
Ri

(b)
Ek =1370
1,E-01

1,E-02
1,E-03

1,E-04 0,50
ue/u*

1,E-05 0,24
0,16
1,E-06
0,08
1,E-07

1,E-08
1,E-09
1 10 100

Ri

(c)
Ek =970
1,E-01

1,E-02

1,E-03
1,E-04 0,50
ue/u*

0,16
1,E-05
0,24
1,E-06 0,08
1,E-07
1,E-08
1,E-09
1 10 100 1000
Ri

(d)
Fig 3.17: Incidencia de la razón h2/H; a) Ek=2395; b) Ek=1844; c) Ek=1370; d) Ek=970.

54
El comportamiento observado en las series mostradas en la Fig 3.17 indica que, con
excepción de las curvas correspondientes a h2/H =0.5 (que para números de Richardson bajos
carecen de representatividad por razones ya explicadas previamente), la pendiente logarítmica
no varía significativamente dado un cambio en la razón de alturas, por lo que éste no sería un
parámetro relevante sobre el valor exponente B.

Dado lo mencionado en el párrafo anterior, y que el valor medio de las pendientes obtenidas
toma un valor muy cercano a 1.5, se decidió expresar la parametrización buscada de la
siguiente forma:

ue
= A ( Ek , h2 H ) ⋅ Ri 3/ 2 Ec. 3.18
u*

Donde la pendiente logarítmica es fija y la constante A varía según los adimensionales Ek y


h2/H, siguiendo una tendencia por determinar.

Para determinar alguna tendencia en el valor de la constante A con respecto a los


adimensionales Ek y h2/H, se procedió a extender el análisis completo para series con mayor
razón de alturas (h2/H=0.5), esto haciendo pasar una regresión potencial, con el valor del
exponente B ya establecido, por el punto calculado con mayor número de Richardson (donde
se está cerca de llegar al tramo potencial), para a partir de esto determinar el coeficiente A en
cada caso (Fig 3.18).

Fig 3.18: Cálculo estimativo de A para series con h2/H=0.5.

Luego, graficando los resultados obtenidos (pueden verse en el Anexo A) en conjunto con los
ya presentados en la tabla 3.1 (calculados a partir de las regresiones potenciales), se obtiene el
comportamiento mostrado en las Fig 3.19 y 3.20.

55
A v/s Ek

1,0E-05

1,0E-06 0,5
0,237
A

0,158
1,0E-07

1,0E-08
0 500 1000 1500 2000 2500 3000

Ek

Fig 3.19: Variación del coeficiente A en función de número de Ekman, Ek. Escala semi-log.

A v/s h2/H

1,0E-05

970
1,0E-06
1370
A

1844

1,0E-07 2395

1,0E-08
0,00 0,10 0,20 0,30 0,40 0,50 0,60
h2/H

Fig 3.20: Variación del coeficiente A en función de la razón de alturas, h2/H. Escala semi-log.

Los gráficos presentados en las Fig 3.19 y 3.20, puestos en escala semi-logarítmica, dan
indicios de posibles tendencias en el comportamiento del parámetro A en función de los
adimensionales Ek y h2/H, apreciándose, en términos generales, un crecimiento del valor de A
proporcional al número de Ekman y un descenso de éste dado un incremento de la razón de
alturas. Sin embargo, al estar graficada simultáneamente información obtenida de las
regresiones originales, junto a datos arrojados por la extensión realizada para h2/H, surgen
comportamientos poco claros entres las series.

Con el fin de lograr un resultado más representativo del parámetro A con respecto a la
parametrización obtenida, de manera de incorporar la pendiente logarítmica igual a 3/2
correspondiente al parámetro B, se utilizó la misma metodología implementada para extender
el caso h2/H=0.5, haciendo pasar la mencionada regresión potencial por el punto con número
de Richardson más alto que cumpliera con el Reynolds crítico, esto para cada una de las series
de velocidad de incorporación en función del número de Richardson, calculando a partir de
este punto el respectivo valor de A correspondiente a un Ek y h2/H particular.

56
A' v/s Ek

1,0E-05

1,0E-06
0,5
0,237
A'

0,158
1,0E-07

1,0E-08
0 500 1000 1500 2000 2500 3000

Ek

Fig 3.21: Variación del coeficiente A en función de número de Ekman, Ek. Comportamiento
basado en el parámetro B encontrado. Escala semi-log.

A' v/s h2/H

1,0E-05

1,0E-06 970
1370
A'

1844

1,0E-07 2395

1,0E-08
0,00 0,10 0,20 0,30 0,40 0,50 0,60

h2/H

Fig 3.22: Variación del coeficiente A en función de la razón de alturas, h2/H.


Comportamiento basado en el parámetro B encontrado. Escala semi-log.

Las curvas obtenidas con el procedimiento descrito ratifican las tendencias generales ya vistas
en Fig 3.19 y Fig 3.20, esta vez sin cruces entre series, dando origen a curvas parametrizadas
con respecto a los adimensionales en cuestión.

Así, Fig 3.21 y Fig 3.22 pueden utilizarse indistintamente para calcular el coeficiente de
posición logarítmico A en función de los parámetros Ek y h2/H según las condiciones
hidrodinámicas que se requieran imponer.

Como complemento al análisis ya presentado, las series parametrizadas según el parámetro de


Ekman mostradas en la Fig 3.14 se interpolaron para diversos niveles del número de
Richardson, con el fin de construir las curvas de nivel adimensionales expuestas a
continuación en la Fig 3.23.

57
ue/u* vs Ek (h2/H=0.16)

9.0E-04
8.0E-04
7.0E-04 10
15
6.0E-04
20
5.0E-04
ue/u*

25
4.0E-04 30
35
3.0E-04
40
2.0E-04
1.0E-04
0.0E+00
0 500 1000 1500 2000 2500 3000
EK

(a)
ue/u* vs Ek (h2/H=0.237)

4.5E-04
4.0E-04 10
3.5E-04 15
3.0E-04 20
2.5E-04 25
ue/u*

30
2.0E-04
35
1.5E-04 40
1.0E-04
5.0E-05
0.0E+00
0 500 1000 1500 2000 2500 3000
EK

(b)
ue/u* vs Ek (h2/H=0.5)

2.0E-04
10
15
1.5E-04 20
25
ue/u*

30
1.0E-04
35
40
5.0E-05

0.0E+00
0 500 1000 1500 2000 2500 3000
EK

(c)
Fig 3.23: Tasa de incorporación v/s Ek, parametrizada según Richardson y h2/H. (a)
h2/H=0.16, (b) h2/H=0.237, (c) h2/H=0.5.

58
Con el objetivo de analizar la validez de la relación obtenida, y cómo ésta debiera variar para
otros rangos del parámetro relativo a la rotación, Ek, se realizó una serie de simulaciones con
frecuencia angular nula, es decir, con un número de Ekman divergente a infinito. Los
resultados de éstas simulaciones se presentan en la Fig 3.24, donde se ve que la tasa de mezcla
adimensional varía en forma inversamente proporcional al número de Richardson.

1,00
ue/u*

0,10 Serie1
Potencial

-0,854
y = 1,122x

0,01
1 10 100
Ri*

Fig 3.24: Tasa de incorporación adimensional versus Richardson. Ek .

En este caso, el exponente encontrado para la relación potencial es negativo y cercano a la


unidad (-0.854), lo que indicaría que existe una importante variación del coeficiente B en
relación con el número de Ekman, que para los valores analizados con anterioridad, basados
en rangos de laboratorio, se mantuvo prácticamente invariante (Tabla 3.1).

59
4. ESTUDIO EXPERIMENTAL

60
CAPITULO 4

ESTUDIO EXPERIMENTAL

En el presente capítulo se describe y analiza información experimental obtenida de


experiencias desarrolladas en la Universidad de Dundee, Escocia, donde el flujo inducido por
la acción del viento y que se encuentra bajo la influencia del efecto de Coriolis, es simulado
en un estanque montado sobre una mesa rotatoria en que el esfuerzo de corte (acción del
viento) es aportado por el movimiento de una cinta transportadora. La información del
mencionado flujo, cuya columna de agua se encuentra estratificada por salinidad, se procesa
con el fin de estudiar la tasa de mezcla para diversas condiciones de movimiento y
estratificación.

4.1. Instalación experimental.

La instalación experimental consiste en un estanque de perspex de dimensiones 2.4 m x 0.4 m


x 0.3 m, montado horizontalmente sobre una mesa rotatoria cuya velocidad angular puede
variarse lenta y continuamente. La profundidad del fluido dentro del canal es controlada por el
ajuste vertical de una tapa del material ya mencionado. Además, la instalación posee una cinta
transportadora en el fondo, cuya velocidad variable es controlada por un motor. A
continuación se presenta un esquema con la configuración descrita (Fig 4.1).

Fig 4.1: Corte esquemático de la instalación experimental.

61
En la tapa del estanque se encuentran instaladas cuatros sondas programables que tienen la
capacidad de descender y medir perfiles de conductividad a lo alto de la columna de agua para
las posiciones en que están ubicadas, registrando la información en función de su respectiva
altura de medición. Tres de ellas se encuentran en una misma línea transversal a la dirección
de movimiento de la cinta transportadora, mientras que la última se encuentra en solitario
justo en medio de la sección transversal, pero ubicada longitudinalmente aguas arriba o aguas
debajo de las otras tres, según el tipo de experiencia.

1
4 Cinta
2
3

Fig 4.2: Esquema en planta de la instalación (cambia la orientación de las sondas según cada
caso, no el sentido de movimiento de la cinta).

4.2. Metodología de experimentación.

4.2.1. Llenado del estanque.

El llenado del estanque se lleva a cabo con el objetivo de lograr que el espesor del
metalimnion sea el menor posible, es decir, minimizando la mezcla para obtener una marcada
interfaz de densidad entre los estratos de agua dulce y salada. Este proceso se realiza guiando
la entrada de agua por debajo de la cinta transportadora, permitiendo su lento ascenso a través
del espacio existente entre la cinta y las paredes del estanque.

4.2.2. Experimentación.

Una vez estructurada la columna de agua dentro del estanque, es posible dar inicio a la
experimentación induciendo el movimiento rotacional, que simula el efecto de Coriolis, y el
de la cinta transportadora que ejerce esfuerzo de corte en el fondo del canal.

Las sondas ubicadas en la parte superior del estanque son programadas para descender en
determinados instantes de tiempo, esto con el fin de medir el perfil de conductividad a lo alto
de la columna de agua y analizar posteriormente su evolución temporal. En los minutos
iniciales de la experimentación, cuando el flujo se encuentra en transición a las nuevas

62
condiciones de movimiento y el régimen no es permanente, se impone una mayor frecuencia
de medición en los conductivímetros (en promedio cada 30 segundos) con el objetivo de
estudiar de mejor manera el comportamiento del flujo estratificado en este período, durante el
cual las variaciones suceden en forma distinta al resto de la experimentación. Pasada esta
etapa, los cambios en la dinámica del flujo se producen de forma más lenta, por lo que se
procede midiendo conductividad entre intervalos cada vez mayores, hasta 3000 segundos,
dependiendo del caso.

Como observación experimental, se debe mencionar que la medición de los perfiles de


conductividad no es instantánea, ya que el descenso de las sondas que registran la información
demora algunos segundos en cubrir la totalidad de la columna de agua. Sin embargo, este
tiempo es despreciable en comparación al orden de magnitud temporal en que se producen
cambios perceptibles de conductividad, por lo que se consideran perfiles instantáneos sin
incurrir en error.

4.2.3. Registro y procesamiento de datos.

Las mediciones de conductividades y alturas medidas a lo largo del tiempo en cada


experiencia, que componen los resultados de salida de la experimentación, se registran en
forma digital en archivos texto con determinado formato, para ser posteriormente utilizados
como se describe a continuación.

Obtenidos los perfiles de conductividad, éstos son procesados computacionalmente mediante


rutinas desarrolladas en el software MATLAB, que incorporan, entre otras cosas,
calibraciones previamente realizadas basadas en mediciones de laboratorio. Éstas últimas
permiten pasar las medidas de conductividad a salinidad, relacionadas mediante una
calibración polinomial de orden 3 (calibración independiente para cada sonda de medición), y
posteriormente de salinidad a densidad, esto con una relación lineal que corresponde a la
ecuación de estado para el caso experimental (Ec. 3.6). Esta última calibración es única por
ser una propiedad del fluido, por lo que es válida independiente del conductivímetro utilizado.

Debido a diferencias en el formato de la información recibida, el procesamiento y análisis de


las experiencias se separó en dos series que se presentan en forma independiente, Puntos 4.3 y
4.4.

63
4.3. Primera serie de experimentación.

La primera serie de datos fue recibida en formato MATLAB, incluyendo el detalle de cada
una de las series de tiempo surgidas de las primeras experiencias realizadas en la instalación,
incorporando las calibraciones de los conductivímetros, los perfiles de salinidad y densidad
correspondientes a cada uno de ellos, y los respectivos tiempos en que éstos fueron
registrados, todo en formato matricial.

En el desarrollo de esta serie de experiencias se mantuvo constante la altura del hipolimnion


en un valor de h2=0.135 [m] (h2/H=0.5), y se variaron en forma combinada parámetros como
la densidad del mismo, entre 1005 y 1010 [kg/m3], la velocidad de la cinta transportadora,
entre 0.02 y 0.062 [m/s], y la frecuencia de rotación, que en caso de ser distinta de cero fue
fijada en 0.2 [hz]. Con respecto a los alcances de esta serie experimental, es necesario
mencionar que los perfiles de conductividad no fueron exitosamente registrados en todas la
experiencias, ya que sólo en algunos casos se contaba con las series de tiempo de los cuatro
conductivímetros.

La Tabla 4.1 presenta las condiciones y parámetros de experimentación impuestos en cada


una de las experiencias, además del detalle de qué información fue positiva o negativamente
extraída en cada caso, tanto para el grupo de tres conductivímetros, como para el cuarto de
ellos.

Tabla 4.1: Condiciones experimentales, Serie Nº1.


Experimento L H Ω ρ1 ρ2 ub h2 Registro
[Nº] [m] [m] [s-1] [kg/m3] [kg/m3] [m/s] [m] P1-P2-P3 P4
0 1.5 0.27 0.2 998 1010 0.0206 0.135 + -
1 1.5 0.27 0.2 998 1010 0.0620 0.135 + -
2 1.5 0.27 0.2 998 1010 0.0402 0.135 + -
3 1.5 0.27 0.2 998 1005 0.0402 0.135 + -
4 1.5 0.27 0.2 998 1005 0.0402 0.135 + -
6 1.5 0.27 0.2 998 1005 0.0402 0.135 + -
7 1.5 0.27 0.2 998 1010 0.0402 0.135 + -
8 1.5 0.27 - 998 1010 0.0402 0.135 + -
9 1.5 0.27 - 998 1010 0.0367 0.135 + +
10 1.5 0.27 0.2 998 1010 0.0620 0.135 + +
11 1.5 0.27 0.2 998 1010 0.0620 0.135 + +
12 1.5 0.27 0.2 998 1005 0.0620 0.135 + +
14 1.5 0.27 0.2 998 1005 0.0620 0.135 - -
15 1.5 0.27 0.2 998 1005 0.0620 0.135 - +

Con el fin de ejemplificar el tipo de información que se extrae de la experimentación descrita,


se muestran los resultados procesados correspondientes al Experimento Nº2, Fig 4.3, que
representan la evolución temporal del perfil de densidad dentro del estanque para la ubicación
de las sondas 1, 2 y 3.

64
Como se puede apreciar en los ejes ordenados de la Fig 4.3, correspondientes a la elevación
dentro del estanque, no se tiene información de mediciones en las cercanías del extremo
superior de la columna de agua (se mide desde los 23.5 cm hacia abajo), lo que se debe al
hecho de que, aún en su posición más somera, los sensores se encuentran parcialmente
sumergidos, por lo que solo miden por debajo de ese nivel.

La evolución temporal del perfil densimétrico de la Fig 4.3 muestra, en primera instancia, un
período de reacondicionamiento del fluido a las nuevas condiciones hidrodinámicas, lapso en
el cual no se aprecian cambios considerables de la estratificación inicial impuesta. Luego de
esto, una vez desarrollado el flujo, la energía cinética turbulenta aportada por el movimiento
de la cinta genera el ya descrito intercambio de masas entre ambos estratos de la columna de
agua, lo que conlleva a un cambio continuo en el espesor del hipolimnion, esto a una tasa
temporal por determinar. Además, las curvas de isodensidad representadas en color blanco
corroboran este comportamiento, presentando mayores gradientes una vez pasada la etapa de
transición.

Fig 4.3: Evolución perfil de densidad, Exp 2. Sondas 1, 2 y 3.

65
4.3.1. Velocidad de incorporación.

Para determinar la velocidad de incorporación, parámetro principal a estudiar en procesos de


mezcla, es necesario establecer previamente un criterio para estimar la posición de la interfaz
de densidad en cada instante de tiempo, para luego analizar su evolución temporal. El criterio
utilizado para esto fue escogido entre dos metodologías descritas a continuación:

En primer lugar, se probó la utilización del mismo criterio implementado en las simulaciones
numéricas, Capítulo 3, consistente en determinar el punto específico que permite definir la
capa de mezcla como una línea o interfaz horizontal en el perfil densimétrico (en rigor de
salinidad). Los resultados arrojados por la simulaciones numéricas, aunque en un nivel casi
despreciable, mostraban pequeños gradientes de salinidad bajo y sobre la capa de mezcla, por
lo que fue posible definir la ubicación de la picnoclina, sin mayor error, como el nivel sobre el
cual la masa de sal existente compensa la faltante en el hipolimnion para que éste se encuentre
completamente mezclado, es decir, con un nivel de salinidad homogéneo. Según lo anterior, el
espesor del estrato inferior queda determinado como el cuociente entre la masa total de sal y
el nivel de salinidad en el punto más bajo (la masa sería la multiplicación del nivel de
concentración homogéneo en el hipolimnion y la altura a la que se ubica la interfaz).

Dadas las características de los perfiles de salinidad obtenidos, donde se tiene un nivel
aproximadamente homogéneo en ambos estratos, con una pequeña atenuación hacia la capa
de mezcla, es posible también estimar la posición de la interfaz de densidad ubicando a lo alto
de la columna de agua el punto con la concentración más cercana a una concentración
objetivo representativa de esta zona, que se determina como el promedio entre la salinidad
mínima (representativa del epilimnion) y máxima (representativa del hipolimnion) encontrada
en cada perfil.

Finalmente, una vez procesada la serie de experiencias con ambas metodologías se encontró
que el primero de lo criterios descritos presentaba algunos problemas para representar la
ubicación real de la interfaz de densidad, tendiendo a subestimar su altura con respecto al
fondo. Por otra parte, la segunda metodología mostró mejores resultados, acercándose de
mejor forma a las condiciones iniciales formadas experimentalmente en cada caso (ubicación
inicial de la interfaz) y a la zona de altos gradientes que se identifica en los perfiles de
densidad.

La Fig 4.4 muestra la evolución temporal de la ubicación de la interfaz de densidad para el


mismo experimento mostrado en la Fig 4.3 (Exp 2), con el fin de comparar, para este caso
particular, los resultados arrojados por los dos criterios utilizados y verificar los alcances
mencionados en el párrafo precedente.

66
Fig 4.4: Evolución temporal interfaz de densidad.

Luego, considerando los resultados y diferencias obtenidas con ambos métodos (que
alcanzaron hasta 3,5 cm), se definió el segundo de ellos como criterio definitivo, donde para
cada tiempo analizado la salinidad representativa de la interfaz de densidad, valor a partir del
cual se busca el punto con concentración más cercana, se calcula como:

Sint ( t ) = c1 ⋅ S max ( t ) + c2 ⋅ S min ( t ) Ec. 4.1

Donde c1 y c2 son ponderadores iguales a 0.5.

Una vez determinada la ubicación de la interfaz de densidad en el tiempo, la velocidad de


incorporación se calcula como la pendiente de la parte lineal posterior a la reacción inicial del
flujo.

4.3.2. Resultados experimentales.

Como se mencionó en el Punto 4.1, en el desarrollo de las experiencias se registra


información de conductividad correspondiente a 4 sondas ubicadas en diferentes puntos de la
superficie del cuerpo de agua, lo que permite hacer un análisis por separado en cada sector del
flujo para analizar posibles influencias de las condiciones de bordes impuestas por las paredes
del estanque.

67
Una vez procesadas las experiencias y vistos los resultados obtenidos para la evolución
temporal de la interfaz de densidad en cada caso, fue posible advertir que las tres sondas de
conductividad ubicadas en la zona de aguas abajo, colocadas en línea y en dirección
transversal al flujo, entregaban un comportamiento similar de la evolución de la picnoclina en
el tiempo, por lo que se decidió promediar sobre ellas, acotando y enfocando el análisis en dos
regiones, la ya mencionada zona de aguas abajo (analizada con la información promediada de
tres sondas) denominada zona 1, y la zona de aguas arriba estudiada a partir de la sonda 4,
llamada zona 2.

Cabe destacar que en algunas de las experiencias analizadas los resultados correspondientes a
la sonda Nº 2, ubicada en el centro del flujo, mostraron indicios de que en este lugar del
escurrimiento la interfaz de densidad se encontraría algo por debajo con respecto a los bordes
(con máximos de 0 a 0.6 cm dependiendo del caso), pero no se estudió más a fondo en esta
serie de experimentación por no ser recurrente en todas las experiencias ni característico de
algún régimen o tipo determinado de flujo.

La Fig 4.5 expone un ejemplo ilustrativo del procedimiento realizado, presentándose la


evolución temporal de la interfaz de densidad para las dos zonas características antes
mencionadas.

Un comportamiento característico identificado al momento de comparar los resultados de


ambas zonas del flujo (más experimentos en la sección de anexos), y que permite sacar
conclusiones del comportamiento de la estratificación dentro del estanque, es que a pocos
segundos de comenzada la experimentación la ubicación de la picnoclina varía de distinta
manera en ambas zonas, dejando su condición inicial de horizontalidad.

La inclinación observada en los instantes iniciales, que sólo puede verse en las experiencias
donde se registró exitosamente la información en ambos sectores (9, 10, 11 y 12), se
caracteriza por un ascenso del nivel de la picnoclina en la zona de aguas abajo, y un leve
descenso de ésta en la ubicación de la sonda 4. Esta inclinación de la interfaz de densidad se
genera como respuesta al esfuerzo de corte impuesto por la cinta transportadora,
compensando así el gradiente longitudinal de presión que se establece en la dirección
horizontal de movimiento. Luego, pasada la reacción inicial del flujo, el ascenso de la
picnoclina se desarrolla con una tasa similar en ambas zonas, por lo que la inclinación tiende a
mantenerse presente a lo largo de la experimentación, disminuyendo en forma muy tenue a
medida que se alcanza la mezcla.

68
Fig 4.5: Evolución temporal, por zona, de la interfaz de densidad, exp Nº12.

Incorporando la distancia que separa las zonas de aguas arriba y aguas abajo, es posible
determinar la inclinación promedio de la interfaz en cada experimentación y analizar su
comportamiento en función de los parámetros del flujo.

Para realizar el análisis general del proceso de mezcla se promediaron las velocidades de
incorporación obtenidas en ambas zonas, calculándose un parámetro único para cada
experiencia.

Implementando el análisis dimensional utilizado en el Punto 3.4.2.4 para relacionar las


condiciones experimentales, se obtienen los resultados mostrados en la Tabla 4.2.

Cabe destacar que la metodología empleada en el estudio experimental no incorporó la


medición del esfuerzo de corte impuesto por la cinta transportadora en el fondo del canal, por
lo que la velocidad de corte utilizada para adimensionalizar la velocidad de incorporación,
que es función del esfuerzo de corte y la densidad del fluido, fue calculada a partir de la
relación 4.2, propuesta por Monismith (1986) y utilizada, entre otros, por Caballero (2000) y
verificada por Reyes (2001):

ub
= 20 Ec. 4.2
u*

69
Tabla 4.2: Análisis dimensional primera serie de experimentación.
Exp. Nº h2/H Ek Ri* ∆ρ/ρ Re ue/u* z/ x
0 0.5 2 15010 0.012 214 2.27E-03 - -
1 0.5 18 1657 0.012 644 3.78E-03 - -
2 0.5 8 3941 0.012 417 4.25E-03 - -
3 0.5 8 2299 0.007 417 5.42E-03 - -
4 0.5 8 2299 0.007 417 4.26E-03 - -
6 0.5 8 2299 0.007 417 4.29E-03 - -
7 0.5 8 3941 0.012 417 4.24E-03 - -
8 0.5 - 3941 0.012 417 1.39E-03 - -
9 0.5 - 4729 0.012 381 2.08E-04 -0.00084 -0.001401
10 0.5 18 1657 0.012 644 1.08E-04 0.00275 0.0045792
11 0.5 18 1657 0.012 644 1.82E-03 0.00739 0.0123171
12 0.5 18 967 0.007 644 1.68E-04 0.00344 0.0057402
15 0.5 18 967 0.007 644 1.70E-03 - -

La experiencia Nº9 se descartó del análisis referente a la inclinación picnoclina por arrojar
diferencias poco significativas y de signo contrario a lo teóricamente esperado. Luego, al
comparar los resultados de las experiencias restantes, se verificó que un mayor gradiente de
densidad requiere de menor inclinación para equilibrar un mismo esfuerzo de corte (Exp 10 y
12 con 1.2% y 0.7%, respectivamente). Con respecto a lo anterior, se debe decir que si bien
las Exp.10 y Exp.11 presentaban condiciones experimentales equivalentes, la segunda de ellas
presentó algunos problemas en las mediciones y arrojó un resultado superior a lo esperado,
por lo que se escogieron como únicas experiencias representativas de este análisis las 10 y 12.

La mencionada inclinación de la picnoclina que equilibra el gradiente de presión conlleva a


disipar energía durante el proceso, es decir, parte de la energía cinética turbulenta que produce
la mezcla dentro de la columna de agua es utilizada para este fin, por lo que la presencia de
este fenómeno debiera aminorar el intercambio a través de la interfaz, disminuyendo su tasa
de elevación.

La Fig 4.6 presenta la variación de la inclinación de la picnoclina en función del número de


Richardson, esto con el fin de comparar las series representativas con la teoría dada por
Imberger and Patterson (1990), que asocia una relación inversamente proporcional entre
ambos parámetros.

70
Pe ndie nte inte rfaz v/s Ri.
0,0 1

δξ/ δ x

0 ,00 1

Exp 10 y 12

Teoría

0,0 00 1
100 10 00 10 00 0

Ri*

Fig 4.6: Pendiente de la interfaz de densidad, curvas experimental y teórica.

Si bien se observa que los valores se encuentran por sobre la curva teórica, se verifica un
comportamiento decreciente de la inclinación en función del parámetro de Richardson.

4.4. Segunda serie de experimentación.

La segunda serie de datos recibida durante el tiempo en que se desarrolló el trabajo de título
consistió en un resumen de experiencias ya procesadas por el grupo de investigación de la
Universidad de Dundee, el cual, además de las condiciones de experimentación
implementadas, incluía los resultados obtenidos para la velocidad de incorporación calculada
para cada una de las experiencias, y para cada sonda en particular.

Cabe destacar que este formato de entrega no contaba con la información original
correspondiente a las series de tiempo (perfiles de conductividad por sonda, salinidad,
calibraciones, etc), que permitían analizar posibles diferencias entre la evolución temporal de
la interfaz en la zona de aguas arriba y aguas abajo del flujo.

Al igual que en el caso anterior, en el desarrollo de esta serie de experiencias se mantuvo


constante la altura inicial del estrato inferior, esta vez en un valor de h2=0.147 [m] (h2/H=0.5).
Por otro lado, el resto de los parámetros cambiaron sus rangos de variación. La velocidad de
movimiento de la cinta transportadora se aumentó aproximadamente en un orden de
magnitud, tomando valores entre los 0.297 y 0.403 [m/s], mientras que la frecuencia de
rotación fue disminuida a un rango entre los 0.019 y 0.029 [hz]. La densidad de referencia,
que corresponde a la del epilimnion, conservó el valor 998 [kg/m3], mientras que para el
hipolimnion varió entre los 1005 y 1020 [kg/m3]. El detalle de las condiciones experimentales
impuestas en cada caso se presenta en la Tabla 4.3.

71
Tabla 4.3: Condiciones experimentales, Serie Nº2.
Experimento L H Ω ρ1 ρ2 ub h2
[Nº] [m] [m] [s-1] [kg/m3] [kg/m3] [m/s] [m]
23 1.5 0.293 0.038 998 1005 0.4025 0.147
46 1.5 0.293 0.038 998 1010 0.4025 0.147
33 1.5 0.293 0.038 998 1020 0.4025 0.147
41 1.5 0.293 0.058 998 1005 0.4025 0.147
39 1.5 0.293 0.058 998 1010 0.4025 0.147
43 1.5 0.293 0.058 998 1020 0.4025 0.147
19 1.5 0.293 0.038 998 1005 0.3507 0.147
32 1.5 0.293 0.038 998 1010 0.3507 0.147
51 1.5 0.293 0.038 998 1020 0.3507 0.147
42 1.5 0.293 0.058 998 1005 0.3507 0.147
40 1.5 0.293 0.058 998 1010 0.3507 0.147
44 1.5 0.293 0.058 998 1020 0.3507 0.147
49 1.5 0.293 0.038 998 1005 0.2978 0.147
45 1.5 0.293 0.038 998 1010 0.2978 0.147
35 1.5 0.293 0.038 998 1020 0.2978 0.147
50 1.5 0.293 0.038 998 1005 0.2549 0.147
52 1.5 0.293 0.038 998 1010 0.2549 0.147
56 1.5 0.293 0.038 998 1020 0.2549 0.147
57 1.5 0.293 0.038 998 1005 0.2044 0.147
54 1.5 0.293 0.038 998 1010 0.2044 0.147

Los rangos utilizados en esta nueva serie apuntaron a formar valores más pequeños para el
número de Richardson, así como también a elevar el número de Reynolds y el adimensional
Ekman, esto con respecto a la primera serie mostrada.

4.4.1. Velocidad de incorporación.

La metodología de cálculo utilizada para obtener la velocidad de incorporación en esta serie


de experiencias se basó en suponer una tasa constante de mezcla entre dos instantes
determinados de la experimentación, el momento inicial, donde la interfaz de densidad se
encuentra justo en el centro de la columna de agua, y el instante en que el espesor del
hipolimnion alcanza a abarcar dos tercios de la altura total. Luego, la velocidad de
incorporación se calcula directamente como la distancia recorrida por la interfaz de densidad
dividida por el tiempo que toma en llegar al nivel mencionado.

4.4.2. Resultados experimentales.

Si bien en este grupo de experiencias no se contó con las series de tiempo de salinidad y
densidad que permitían comparar en detalle el comportamiento de la interfaz en ambas zonas
del flujo y cuantificar la inclinación de ésta, el cálculo de la velocidad de incorporación fue
hecho en forma independiente para cada sonda de conductividad, en todas las experiencias, lo
que, basándose en el hecho de que inicialmente la estratificación se encuentra horizontal,
permitió determinar ciertos patrones característicos del proceso de mezcla dentro del
estanque.

72
Cabe destacar que en esta serie de experiencias se cambió la orientación de las sondas de
conductividad con respecto al sentido de movimiento de la cinta transportadora, quedando las
tres primeras (P1, P2 y P3) ubicadas aguas arriba de la cuarta (P4).

1,0E-02

Probe 1
Probe 2
Probe 3
ue/u*

1,0E-03 Probe 4
y = 0,1365x -1,1492 Probe 1
Probe 2
Probe 3
Probe 4
y = 0,3568x -1,3822
-1,2395
y = 0,1155x
-1,3797
y = 0,3473x

1,0E-04
10 100 1000

Número de Richardson

Fig 4.7: Velocidad de incorporación en función número de Richardson. Series por sonda.

La Fig 4.7 muestra los valores obtenidos para la velocidad de incorporación en función del
respectivo número de Richardson con las series separadas por sondas de conductividad, esto
para todas las experiencias correspondientes a esta segunda tanda de experimentos. Se puede
ver que la zona correspondiente al segundo sensor (P2), ubicado en el centro de la sección
transversal del sector de aguas arriba (parte media de la instalación experimental), presenta
tasas de mezcla marcadamente inferiores con respecto a los costados de la instalación, lo que
es atribuible a la formación de corrientes transversales que surgen del movimiento de rotación
aportado por la mesa, que sumado a las condiciones de borde impuestas por las paredes del
estanque, generan transporte de masa tipo Ekman en ambos costados, realzando la mezcla en
estas zonas. Por otra parte, comparando los resultados correspondientes a la zona central del
eje transversal del estanque (P2 y P4), se advierte que la interfaz de densidad alcanza
prematuramente el nivel deseado (altura de referencia utilizada para detener el tiempo de
medición y calcular la velocidad de incorporación) en la zona de aguas abajo, mostrando
indicios de una posible inclinación de la picnoclina en la dirección del esfuerzo de corte
aportado por la cinta, corroborando lo visto en la primera serie de experimentación.

En los resultados mostrados en la Fig 4.7 se grafican en una misma serie (datos por sonda)
todos las experiencias procesadas, sin hacer distinción por parámetros como la diferencia
relativa de densidades, ∆ρ/ρ, o el número de Ekman, Ek. A pesar de lo anterior, los resultados
reflejan una tendencia bien definida, con una relación inversamente proporcional entre la tasa
73
de mezcla adimensional y el número de Richardson, mostrando un exponente cercano a -1.2
en todos los casos. Lo anterior verificaría que al momento de analizar el proceso de mezcla,
especialmente en el caso experimental, el número de Richardson tendría mayor
preponderancia que los otros adimensionales formados.

Cabe destacar que ambos comportamientos se observan de manera más notoria para valores
pequeños del número de Richardson, donde se alcanzan mayores tasas de mezcla y se
acentúan las diferencias mencionadas.

Al implementar el análisis dimensional realizado en el Punto 3.4.2.4., considerando la


velocidad de incorporación promedio de las cuatro sondas de conductividad
adimensionalizada con la velocidad de corte calculada a partir de Ec 4.2, se llegó a los
resultados mostrados en la Tabla 4.4.

Tabla 4.4: Análisis dimensional segunda serie de experimentación.


Exp. Nº h2/H Ek Ri* ∆ρ/ρ Re ue/u*
23 0,5 4098 24,9 0,007 2268 3,11E-03
46 0,5 4098 42,7 0,012 2268 1,18E-03
33 0,5 4098 78,2 0,022 2268 7,65E-04
41 0,5 2687 24,9 0,007 2268 3,80E-03
39 0,5 2687 42,7 0,012 2268 1,71E-03
43 0,5 2687 78,2 0,022 2268 7,62E-04
19 0,5 3111 32,8 0,007 1976 2,69E-03
32 0,5 3111 56,2 0,012 1976 1,07E-03
51 0,5 3111 103,0 0,022 1976 7,43E-04
42 0,5 2040 32,8 0,007 1976 3,12E-03
40 0,5 2040 56,2 0,012 1976 1,05E-03
44 0,5 2040 103,0 0,022 1976 5,00E-04
49 0,5 2244 45,5 0,007 1678 1,92E-03
45 0,5 2244 77,9 0,012 1678 1,05E-03
35 0,5 2244 142,9 0,022 1678 4,34E-04
50 0,5 1644 62,1 0,007 1436 1,25E-03
52 0,5 1644 106,4 0,012 1436 4,60E-04
56 0,5 1644 195,0 0,022 1436 3,17E-04
57 0,5 1057 96,5 0,007 1152 3,44E-04
54 0,5 1057 165,4 0,012 1152 2,47E-04

Los adimensionales mostrados, agrupados según el parámetro de Ekman, se encuentran


condicionados por la diferencia de densidad que existe entre ambos estratos, que es un
parámetro determinante en el proceso de intercambio. Dado lo anterior, se decidió generar
curvas parametrizadas según la relación ∆ρ/ρ, con el fin de encontrar algún comportamiento
característico basado en el análisis dimensional realizado. Los gráficos presentados en la Fig
4.8 muestran como varía la velocidad de incorporación adimensionalizada en función del
parámetro de Ekman, para distintos valores del número de Richardson.

74
ue/u*v/s (segun Ri, ∆ρ/ρ =0,007), Exp.

0.0040
0.0035
0.0030
0.0025
ue/u*

25
0.0020
33
0.0015

0.0010
0.0005

0.0000
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Ek

(a)
ue/u*v/s (segun Ri, ∆ρ/ρ=0,012), Exp.

0.0018
0.0016
0.0014
0.0012
0.0010 43
ue/u*

0.0008 56

0.0006
0.0004
0.0002
0.0000
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Ek

(b)
ue/u*v/s (segun Ri, ∆ρ/ρ =0,022), Exp.

0.0009
0.0008
0.0007
0.0006
78
0.0005
ue/u*

103
0.0004
0.0003
0.0002
0.0001
0.0000
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Ek

(c)
Fig 4.8: Velocidad de incorporación versus número de Ekman, curvas según Richardson. (a)
∆ρ/ρ=0.007, (b) ∆ρ/ρ=0.012, (c)∆ρ/ρ=0.022.

75
ue/u*v/s (segun Ri, ∆ρ/ρ =0,007).

0.0040
0.0035
0.0030

0.0025 25
ue/u*

0.0020 33
25 Sim
0.0015
33 Sim
0.0010
0.0005
0.0000
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Ek

(a)
ue/u*v/s (segun Ri, ∆ρ/ρ=0,012).

0.0018
0.0016
0.0014
0.0012
43
0.0010
ue/u*

56
0.0008 43 Sim
0.0006 56 Sim
0.0004
0.0002
0.0000
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Ek

(b)
ue/u*v/s (segun Ri, ∆ρ/ρ =0,022).

0.0009
0.0008
0.0007
0.0006 78
0.0005 103
ue/u*

0.0004 78 Sim

0.0003 103 Sim

0.0002
0.0001
0.0000
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500
Ek

(c)
Fig 4.9: Velocidad de incorporación versus número de Ekman, curvas según Richardson. (a)
∆ρ/ρ=0.007, (b) ∆ρ/ρ=0.012, (c)∆ρ/ρ=0.022. Comparación resultados numéricos.

76
Las curvas de la Fig 4.8 muestran un descenso de la tasa de mezcla dado un aumento en el
número de Richardson, contrastando con los resultados de las simulaciones numéricas
realizadas en el presente estudio, cuyos parámetros adimensionales fueron del mismo orden.
Por otra parte, la mayoría de las series presentan un comportamiento decreciente con respecto
al parámetro de Ekman, lo que también difiere de lo obtenido con el modelo numérico
implementado en el Capítulo 3 (Fig 3.23). Esta tendencia se atenúa para estratificaciones más
marcadas (mayor ∆ρ/ρ), en especial para el caso ∆ρ/ρ=0.22 y Ri=103.4, donde el
comportamiento cambia y se aprecia un crecimiento en la tasa de incorporación.

La Fig 4.9 muestra los resultados de las experiencias procesadas junto a los respectivos
valores entregados por las simulaciones numéricas, con el objetivo de comparar las tasas de
mezcla obtenidas en ambos casos bajo las mismas condiciones de flujo. Las curvas
presentadas, parametrizadas según el número de Richardson, muestran importantes
diferencias entre los resultados, con velocidades de incorporación muy superiores en el caso
experimental, que dan muestra de la importancia que tiene el hecho de que el cuerpo de agua
en estudio sea confinado, es decir, de dimensiones finitas, donde condiciones de borde
fomentan fenómenos que contribuyen a realzar los procesos de mezcla, como lo son la
surgencia y el transporte de Ekman.

Además de lo expuesto en los dos párrafos precedentes, es importante volver a mencionar que
se encontró un comportamiento inversamente proporcional entre la tasa adimensional de
mezcla y en el número de Richardson, mostrándose éste como un parámetro preponderante
en el proceso de mezcla aún en presencia de rotación. Además, con la metodología
desarrollada en la primera serie experimental se verificó la inclinación sufrida por la interfaz
de densidad una vez iniciado el movimiento, que tiende a atenuarse con el transcurso del
proceso de mezcla.

77
5. PUESTA EN MARCHA DE LA INSTALACION
EXPERIMENTAL SIN ROTACION

78
CAPITULO 5

PUESTA EN MARCHA

El presente capítulo tiene como fin el describir la puesta en marcha de una instalación
experimental previamente diseñada y construida para el estudio de fenómenos de transporte y
mezcla en flujos turbulentos (Alfaro 1999), la cual, al momento de iniciado el presente
estudio, contempló un reacondicionamiento general y la realización de series de
experimentación que permitieran dejarla en condiciones operativas para estudios posteriores o
efectos docentes. Además, dentro del capítulo se describen y analizan algunas de las
experiencias desarrolladas en la puesta en marcha, con el fin de complementar la presente
memoria de título con el estudio de procesos de mezcla en casos sin rotación y, por otra parte,
implementar una técnica basada en el procesamiento de imágenes de video en la
determinación de campos de velocidades.

5.1. Instalación experimental.

La estructura principal de la instalación experimental consiste en un estanque rectangular de


dimensiones: 230 cm de largo, 30 cm de ancho y 90 cm de altura. El fondo y las paredes del
estanque son de acrílico de 10 mm de espesor, y están reforzadas a lo largo y ancho por
perfiles de aluminio de L50x50x4.5 mm, esto para darle el nivel de rigidez que necesita para
soportar la presión que ejerce el agua sobre las paredes. El estanque principal posee una cinta
transportadora de caucho que, ubicada a media altura, forma dos compartimentos, uno
superior con fondo deslizable y otro inferior con esfuerzo de corte en la superficie, que en el
proceso de experimentación pueden alcanzar las dimensiones siguientes: el compartimiento
superior tiene 180 cm de largo, 30 cm de ancho y 42 cm de altura, en tanto, el compartimiento
inferior tiene 180 cm de largo, 30 cm de ancho, y una altura variable de entre 5 y 35 cm, lo
que permite variar la relación largo altura.

El estanque de acrílico está posado sobre una estructura de aluminio formada por perfiles
L50x50x4.5 mm con orientaciones horizontales y diagonales que, conectados entre sí a través
de pernos, entregan un mayor refuerzo a la estructura. Cabe destacar que las dimensiones
horizontales de la estructura de aluminio son levemente superiores a las del estanque de
acrílico, teniendo 240 cm de largo y 40 cm de ancho. Por otro lado, la altura desde sus patas,
que van fijas al suelo, hasta la base del estanque es de 80 cm (ver Fig. 5.1).

Para efectos de cumplir con el tipo de experiencias para las cuales fue diseñado el montaje, y
que no se produzcan corrientes secundarias debido a pérdidas de horizontalidad, la estructura
posee un sistema de tornillos móviles que permiten nivelarla correctamente. Además, es este
sistema el que condiciona la posición del fondo desplazable del estanque y permite trabajar
con la altura que se requiera, siempre dentro del rango establecido por las dimensiones de la
instalación. Por otra parte, el fondo de acrílico posee 8 orificios de 0.64 cm de diámetro,
diseñados y distribuidos de forma tal que a cada uno de ellos le corresponde un área de 675

79
cm2, con el fin de lograr un correcto llenado (se explica posteriormente) previo a la
experimentación.

La cinta transportadora, encargada de impartir esfuerzo de corte en la superficie del


compartimento inferior, es guiada por 4 rodillos de technyl, siendo el más cercano al motor
eléctrico el que está conectado a éste a través de una cadena, generando su tensión y
movimiento.

El motor eléctrico, que acciona y regula el movimiento de la cinta transportadora, está


montado sobre una estructura fija de fierro, independiente de la instalación principal, donde
también se establece la mencionada conexión entre el rodillo de technyl más cercano y la
cadena, por medio de engranajes. El motor posee una potencia regulable que permite variar su
número de revoluciones por unidad de tiempo, lo que a su vez modifica la velocidad de la
cinta transportadora en un rango aproximado entre 5.9 cm/s y 98 cm/s.

Teniendo el número de revoluciones por minuto, cuantificadas con un tacómetro digital


adherido a la instalación (en el rodillo más alejado del motor), es posible conocer la velocidad
de la cinta transportadora con la siguiente transformación entregada por Alfaro (1999).

us = 0.576 ⋅ Θ Ec. 5.1

Donde us es la velocidad de la cinta en cm/s dada por una velocidad angular en RPM.

Fig 5.1: Esquema instalación experimental, vista lateral.

80
Para efectos de cumplir con las condiciones de luz que requiere el método de procesamiento
de imágenes utilizado, que se explica en el Punto 5.2, detrás de la estructura principal (a unos
50 cm de la pared posterior del estanque) se monta un panel de iluminación con 12 tubos
fluorescentes de 2.6 cm de diámetro y 29.7 cm de longitud, en posición vertical y distribuidos
uniformemente con el fin de abarcar la longitud total de la instalación. Además, para difundir
de manera homogénea la luz provista por el panel de iluminación, la pared posterior del
estanque de acrílico fue cubierta por una capa de papel diamante. Por otra parte, con el
objetivo de aislar de la luz ambiente el sistema de iluminación creado, sobre la totalidad del
área abarcada por las instalaciones antes mencionadas se arman dos estructuras desmontables
de PVC, de aproximadamente 200 cm de altura, que unidas y cubiertas mediante una tela
negra forman la cámara oscura necesaria para el desarrollo de la experimentación.

Dado que el flujo en estudio es de carácter estratificado, es decir, posee dos capas de distintas
densidades, es necesario utilizar un estanque anexo a la instalación principal para producir
una mezcla con sal en solución, formándose así el agua más densa que una vez ingresada a la
instalación principal constituye el hipolimnion. Este estanque tiene una capacidad de 190 lt y
se ubica a una altura de 173 cm, de forma tal que siempre se tenga el nivel de energía
suficiente para abastecer la estructura principal.

En adición a las instalaciones ya mencionadas, fue necesaria la construcción de un colchón


disipador de energía para usar en el extremo de aguas abajo del estanque, sector donde se
produce un intenso flujo vertical debido a su cercanía con la pared vertical de acrílico. Este
colchón, consistente en una estructura metálica con una malla plástica en su interior, tiene
como fin disipar el momentum generado por el chorro vertical y simular el efecto de la no
verticalidad de los bordes de un lago, inhibiendo de esta forma la mezcla y flujos indeseados
que se producen en esta zona.

Más detalles del diseño y construcción de la instalación experimental descrita pueden


encontrarse en la memoria de título de Carlos Alfaro (1999). Se anexan fotografías (A.3).

5.2. Metodología de experimentación.

El trabajo en el montaje experimental ya descrito apunta al estudio de dos temas principales,


ambos desarrollados mediante técnicas de visualización y procesamiento de imágenes. El
primero de ellos es la determinación de campos de velocidades a lo alto de la columna de
agua en un flujo estratificado, lo que se lleva a cabo implementando una técnica denominada
“Particle Tracking Velocimetry” (PTV), consistente, básicamente, en la identificación y
seguimiento de partículas trazadoras incorporadas al fluido. Por otra parte, dentro del mismo
flujo se estudia el proceso de mezcla turbulenta generado por ingreso de energía cinética al
sistema, el cual se ve reflejado en un intercambio de masas de agua entre ambos estratos y en
la profundización de la interfaz que existe entre ellos. Con el fin de cuantificar el fenómeno
anterior, la masa de agua salada, que constituye el hipolimnion, es previamente teñida con
permanganato de potasio para hacer identificable cada estrato en el proceso de filmación.

81
A continuación se presenta la metodología empleada en las respectivas etapas de la
experimentación.

5.2.1. Llenado del canal y utilización de trazadores.

El llenado del estanque, que está condicionado por el nivel de estratificación que se quiere
generar, se realiza en dos etapas necesariamente correlativas. En primer lugar, con el fin
formar el estrato superior, se agrega agua dulce al canal hasta alcanzar el nivel deseado de
profundidad, que corresponde al espesor del epilimnion más una altura cercana a los 2.5 cm
que finalmente queda por sobre el nivel de la cinta transportadora. Posteriormente, a través de
los 8 orificios distribuidos en el fondo del canal, se ingresa, tan lento como se pueda, la
solución salina previamente preparada y teñida con permanganato de potasio (concentración
3.85%), que por tener una mayor densidad, levanta el agua fresca hasta superar el nivel de la
cinta transportadora y finalmente generar la estratificación buscada. Esta solución,
previamente preparada en el estanque anexo ubicado en altura, descarga a través de una
manguera simple a una pequeña cámara de presión (difusor), que por medio de mangueras
transparentes (de igual longitud para imponer la misma pérdida de energía) distribuye el
fluido homogéneamente en los 8 orificios de entrada al estanque principal. Como condiciones
de operación, es necesario tener en cuenta que el estanque debe ubicarse a una altura tal que
siempre se tenga la energía suficiente para que la solución ingrese al estanque y no se invierta
el flujo, y que el proceso debe ser lento para que no se produzca mezcla entre las soluciones ni
se destruya la interfaz de densidad. Este proceso puede tomar de 3 a 4 horas.

Antes de describir el proceso de experimentación, cabe destacar que, en caso de que la


experiencia así lo requiera, previo al llenado se deben incorporar al estanque principal las
partículas trazadoras a seguir con el método de filmación, rociándolas sobre el fondo del canal
por medio de una manguera con el fin de distribuirlas homogéneamente y poder,
posteriormente, identificar partículas en todo la columna de flujo. Además, en esta etapa
preliminar debe fijarse en el motor el número de revoluciones necesarias para generar la
velocidad superficial buscada.

El tipo de partículas trazadoras que se utilicen para estudiar un flujo de estas características
constituye una variable fundamental en los resultados a obtener, ya que éstas deben seguir de
manera representativa el movimiento del fluido. Dado el objetivo de generar perfiles
verticales de velocidad en la dirección principal de escurrimiento (horizontal en la dirección
de movimiento de la cinta), se hace necesario que los trazadores puedan distribuirse de
manera uniforme a lo alto de la columna de agua, y no existan problemas de sedimentación o
afloramiento de partículas hacia el fondo o superficie libre, respectivamente. Para evitar estos
inconvenientes, el trazador debe tener un peso boyante muy bajo con respecto al fluido en que
se encuentra inmerso (idealmente nulo), es decir, poseer una densidad cercana a la del agua
para que no flote ni sedimente.

Otro factor importante a considerar al momento de escoger un trazador de este tipo es el


tamaño de las partículas, cada una de las cuales debe abarcar un área suficiente como para
poder ser identificadas y seguidas por la cámara de video (3 a 4 píxeles como mínimo). Por
otra parte, el tamaño no debe superar cierto nivel para que la partícula pueda representar
adecuadamente el flujo en estudio.

82
Considerando los factores antes mencionados (tamaño y densidad de las partículas), y
basándose en la experiencia adquirida en un trabajo de título previo, donde se probó el
seguimiento de varios tipos de trazadores en la misma instalación experimental (Reyes 2001),
se decidió mantener el trazador finalmente escogido en aquella investigación, es decir,
semillas de lechuga milanesa. Estas semillas tienen una longitud promedio cercana a los 4
mm, y son de color negro, lo que facilita visualización. Además, su peso boyante es
prácticamente nulo, por lo siguen de buena forma la trayectoria del flujo.

5.2.2. Experimentación y metodología de filmación.

La experimentación se inicia ubicando la cámara de video analógica (SONY DCR-TRV740)


en forma ortogonal a la dirección del flujo, a una distancia de 170 cm, que montada sobre un
trípode alcanza una altura aproximada de 1 m. Luego, una vez seleccionada el área de
filmación, se ubica y enfoca en la instalación experimental una grilla cuadriculada de acrílico
graduada cada 5 mm, cuya imagen posteriormente constituye la base para realizar la
calibración de cámara, donde se hace la transformación de píxeles a distancia real. La cámara
posee una frecuencia de captura de 30 frames (imágenes) por segundo.

Iniciado el movimiento de la cinta transportadora, el procedimiento de filmación se realiza


por intervalos. Primeramente, se filma de manera continua un lapso de 15 a 25 minutos
correspondiente a la primera etapa del proceso, para luego filmar períodos de 30 segundos
separados por pasos de tiempo de 3 a 5 minutos, según cada caso. Cabe destacar que este
procedimiento se implementó indistintamente tanto en presencia, como en ausencia de
partículas trazadoras, y el tiempo de experimentación fue desde 1.5 a 2.5 hrs, dependiendo de
las condiciones de operación.

5.2.3. Digitalización y extracción de imágenes.

Los videos registrados en forma analógica son pasados a formato digital e ingresados a un
computador utilizando una tarjeta capturadora, proceso que, debido a la gran capacidad de
memoria que requeriría la digitalización completa de una experiencia, incorpora una etapa de
filtro y selección de imágenes, esto para trabajar con pequeños lapsos de tiempo
representativos de cada período captado.

En esta instancia la metodología varía según el tipo de experimento. En el caso de


experiencias sin presencia de partículas trazadoras se trabaja con imágenes únicas
representativas de cada instante de tiempo a estudiar, las que se obtienen de promediar 5
frames separados cada 0.33 segundos uno del otro (se extraen en el software de la tarjeta
capturadora y posteriormente se promedian utilizando MATLAB), esto con el fin de remover
ruido y posibles particularidades que podrían darse si se trabaja sólo con un frame. Cabe
destacar que este procedimiento puede implementarse debido a que los cambios en la
estructura del flujo son perceptibles en escalas mayores de tiempo, por lo que las diferencias
son despreciables en el lapso que separa la primera imagen de la última promediada.

83
La determinación de campos de velocidades dentro del flujo por medio del seguimiento de
semillas que actúan como partículas trazadoras requiere de la extracción de un número
considerablemente mayor de imágenes, en comparación con el caso anterior, ya que, como se
explica posteriormente, el cálculo de un campo instantáneo de velocidades conlleva el análisis
de una serie importante de frames en torno a un tiempo en particular.

Las metodologías recientemente explicadas se llevan a cabo entre 10 y 30 veces por


experiencia, dependiendo de la cantidad de tiempos analizados en cada caso.

5.3. Procesamiento y análisis de las experiencias.

Experiencias sin presencia de trazadores.

Previo al análisis digital, las imágenes ya promediadas se transforman a escala de grises, para
luego ser cortadas de manera de trabajar exclusivamente con el espacio de la grilla que se
quiere analizar, es decir, entre el fondo del estanque y la cinta transportadora.

Una vez digitalizadas las imágenes, éstas entregan el valor de la intensidad de luz recibida en
cada píxel (640x380 de resolución previo al corte), información que se utiliza para determinar
el nivel de salinidad correspondiente a la posición respectiva dentro del flujo, esto mediante la
siguiente expresión empírica (Caballero, 2000).

1 I − I min n
S = S max Ec. 5.2
k I max − I min

Donde I representa la intensidad (escala de 0 a 255), Imin e Imax son los niveles de intensidad
mínima y máxima en cada vertical en el instante inicial, respectivamente, Smax es la máxima
salinidad asociada a la experiencia, y k y n son constantes empíricas calibradas a partir de
relacionar mediciones de conductividad e intensidad como se muestra a continuación (Ec.
5.3), y cuyos valores son 1.0287 y 0.82, respectivamente:

n
I − I min C − Cmin
=k Ec. 5.3
I max − I min Cmax − Cmin

Cabe destacar que la Ec. 5.2 puede implementarse con las nuevas condiciones de iluminación
por el hecho de estar normalizada con la diferencia entre los niveles de intensidad mínimo y
máximo del instante inicial.

84
A partir de los perfiles instantáneos de salinidad obtenidos de Ec 5.2., es posible calcular la
posición de la interfaz de densidad en cada vertical de manera equivalente a lo explicado en el
Punto 4.3.1., es decir, determinando el punto con la salinidad más cercana a un nivel
promedio entre ambos estratos, que es calculado mediante la Ec.5.4, donde c1 y c2 son
coeficientes iguales a 0.5:

Sint = c1 ⋅ Smax + c2 ⋅ Smin Ec. 5.4

Luego, el proceso de mezcla dentro del flujo es cuantificable a partir del cambio que presenta
la ubicación de la interfaz de densidad en el tiempo, determinando su tasa de profundización.

Por otra parte, conociendo la ecuación de estado calibrada de acuerdo a mediciones de


salinidad (conductividad) y densidad para distintas soluciones (utilización de hidrómetro), se
calculan perfiles instantáneos de densidad que permiten analizar el comportamiento de la
energía potencial en el tiempo, integrando numéricamente la Ec.5.5 a lo alto de la columna de
agua.

H
PE = g z ⋅ ρ ( z ) dz Ec. 5.5
0

A continuación se presenta, a modo de ejemplo ilustrativo, una imagen particular


representativa de una de las experiencias realizadas sin la presencia de semillas, Fig 5.2., la
cual está en formato bruto, abarcando toda el área de filmación y aún en escala RGB.

Fig 5.2: Imagen ilustrativa de las experiencias sin semillas trazadoras.

85
Experiencias con partículas trazadoras.

Debido al objetivo impuesto para las experiencias con presencia de partículas trazadoras, que
fue la determinación de campos de velocidades implementando la técnica PTV, la
metodología de procesamiento de las imágenes fue sustancialmente distinta.

En estas experiencias no se trabaja con imágenes promediadas representativas de un instante


en particular, si no que se procesan individualmente pares de frames que se encuentran en
torno a un tiempo determinado, los que, dadas las características del flujo en estudio, con
velocidades importantes en las cercanías de la superficie (cinta transportadora) y gran
turbulencia en la zona de la interfaz de densidad, no deben tener un espaciamiento temporal
demasiado extenso para lograr un correcto seguimiento de las partículas de una imagen a otra.

Luego de ser pasadas a escala de grises y cortadas según las dimensiones de la grilla, las
series de imágenes son procesadas en un software especialmente desarrollado en MATLAB
para la determinación de campos de velocidades por medio de partículas trazadoras, que
utiliza la técnica “Particle Tracking Velocimetry”, implementando un algoritmo híbrido de
detección que combina los métodos de relajación y correlación cruzada (Brevis, 2007).

Con cada par de imágenes, en este caso separadas por 0.067 segundos, se genera un campo de
velocidades dado por los vectores de movimiento de las partículas correctamente identificadas
en ambos instantes, cuyas posiciones son aleatorias en el espacio analizado. Luego, el campo
de vectores aleatorios se interpola para generar una grilla coordenada con las respectivas
velocidades, cubriendo toda el área en estudio. Finalmente, para determinar la grilla de
velocidades representativa de un instante de tiempo, se calcula el promedio de todos los
campos interpolados asociados a los pares de frames que se tomen en torno a este instante.

Hay que mencionar que, previo al procesamiento definitivo de una serie de imágenes, se debe
realizar un minucioso procedimiento de identificación de partículas. Esta etapa, que tiene una
importancia prioritaria dentro de la metodología, consiste, en primera instancia, en modificar
los niveles de intensidad a partir de los cuales un píxel se considera como parte de una
partícula, o en caso contrario, parte del fondo de una imagen (threshold), para determinar un
valor adecuado que capture sólo los trazadores ubicados dentro del campo focal de la cámara.
Definido lo anterior, se modifican los diferentes parámetros y criterios de filtrado del
algoritmo, observando los resultados obtenidos en cada caso, con el objetivo de encontrar una
combinación apropiada de éstos que permita eliminar la detección errónea de vectores de
velocidad, que a la postre alteran el cálculo del campo buscado.

La Fig 5.3 muestra, a modo de ejemplo, una imagen extraída de una experiencia realizada con
presencia de partículas trazadoras dentro del flujo. Posteriormente, la Fig 5.4 presenta un
ejemplo del respectivo campo de vectores instantáneos detectados. Este campo, con
posiciones aleatorias de los vectores, es el que posteriormente se interpola para generar las
velocidades en una grilla regular.

86
Fig 5.3: Imagen ilustrativa de las experiencias con semillas trazadoras.

Fig 5.4: Ejemplo de identificación y seguimiento, campo aleatorio de vectores de velocidad.

5.4. Resultados experimentales.

5.4.1. Experiencias sin partículas trazadoras.

Con el fin de poner en marcha la instalación experimental luego de culminado el proceso de


reinstalación y acondicionamiento, se realizaron algunas experiencias preliminares que
permitieron ultimar detalles y optimizar las condiciones operacionales y experimentales
87
(posibles filtraciones, cantidad de colorante utilizado en la mezcla salina, velocidades de
llenado, etc), antes de comenzar con las sesiones definitivas que se describen a continuación.

Considerando el objetivo prioritario de estudiar y cuantificar el proceso de mezcla dado un


ingreso de energía cinética aportado por la cinta transportadora, se llevaron a cabo dos
experiencias que se diferenciaron por la velocidad de ésta, con valores entre los 28.8 [cm/s] y
40.3 [cm/s]. Con respecto a la profundidad utilizada, se debe decir que el valor preestablecido
en la puesta en marcha para la altura entre el fondo del estanque y la cinta transportadora fue
de 20 cm, que finalmente, por motivos de sellado y nivelación de la base de acrílico, quedó en
19.5 cm. El nivel de concentración impuesto en la solución salina fue, en ambos casos, de un
3.85%, que da origen a una diferencia de densidad cercana al 2.9%, según la ecuación de
estado experimental.

La Tabla 5.1 resume las condiciones experimentales impuestas en ambas experiencias, valores
a partir de los cuales se calculan los parámetros adimensionales relevantes del problema, tales
como el número de Richardson, el número de Reynolds, el número de Wedderburn, y las
razones L/H y h1/H.

Tabla 5.1: Condiciones experimentales.


H h1 L Smax us ρ2 L/H h1/H Ri Re W
[m] [m] [m] [%] [m/s] [kg/m3]
Exp Nº1 0,195 0,060 1,8 3,85 0,403 1027 9,2 0,287 0,107 60480 1,23
Exp Nº2 0,195 0,059 1,8 3,85 0,288 1027 9,2 0,282 0,209 43200 2,33

Cabe destacar que para determinar los números de Reynolds y Richardson se utilizó la
velocidad de la cinta transportadora para adimensionalizar, mientras que el Wedderburn fue
calculado utilizando la velocidad de corte dada por la Ec.4.2.

Durante las series de experimentación se pudo observar que una vez iniciado el movimiento
de la cinta transportadora se genera, como respuesta al esfuerzo de corte ejercido, una
marcada inclinación de la interfaz de densidad existente entre ambos estratos. Además, en la
zona de la capa de mezcla se producen pequeñas ondas (vórtices) que provocan el paso de
aguas más profundas hacia el estrato somero, dándose origen al proceso de mezcla turbulento
que provoca el descenso paulatino de la interfaz, cuya inclinación disminuye con el transcurso
del proceso. Los fenómenos mencionados fueron particularmente apreciables en la
Experiencia Nº1, que presentó un menor valor del parámetro de Richardson y por ende una
mayor tasa de mezcla.

5.4.1.1. Perfiles de salinidad.

Para ambas experiencias se obtuvieron las matrices de salinidad por píxel correspondientes a
cada instante de tiempo procesado, los que, promediados en la horizontal y
adimensionalizados con la salinidad máxima instantánea respectiva, arrojan los perfiles
presentados en Fig 5.5 y Fig 5.6.

88
1

0.9

0.8

0.7
0 min
0.6 6.25 min
12.25 min
0.5
25 min
0.4 50 min
80 min
0.3

0.2

0.1

0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
S/Smax

Fig 5.5: Evolución temporal de los perfiles adimensionales de salinidad. Exp Nº1.

0.9

0.8

0.7
0 min
0.6 10 min
20 min
0.5
40 min
0.4 60 min
81.5 min
0.3

0.2

0.1

0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
S/Smax

Fig 5.6 Evolución temporal de los perfiles adimensionales de salinidad. Exp Nº2.

Los perfiles adimensionales de salinidad dan muestra de cómo evoluciona la estructura de


concentraciones dentro del flujo, observándose un hipolimnion muy bien mezclado debido a
la energía cinética aportada por la cinta, que aumenta su concentración y espesor en función
del tiempo. Sin embargo, a pesar de la turbulencia presente, se aprecia un leve gradiente
positivo de salinidad hacia las cercanías de la cinta, el que, considerando que existen
condiciones homogéneas de luz, es atribuible al fenómeno de surgencia que se produce en la
zona de viento arriba del flujo, donde partículas de mayor densidad afloran desde el
hipolimnion hacia las capas superficiales, para ser transportadas rápidamente viento abajo
debido a las grandes velocidades presentes en esa parte del flujo. Por otra parte, la zona
intermedia correspondiente a la capa de mezcla se torna más ancha, abarcando más área y

89
haciendo menos clara la posición de la picnoclina, lo que se traduce en una disminución de los
gradientes de densidad.

5.4.1.2. Energía potencial.

Tomando como nivel de referencia el fondo del estanque se calculó la evolución de la energía
potencial por unidad de área representativa de la sección central del canal, para ambas
experiencias, Fig 5.7.

166,60

166,55

166,50
EP [Nm/m2]

Exp 1
166,45
Exp 2

166,40

166,35

166,30
0 20 40 60 80 100 120
Tiem po [m in]

Fig 5.7: Evolución temporal de la energía potencial.

162,5
162,4
162,3
162,2
Masa [Kg/m2]

162,1
Exp 1
162,0
Exp 2
161,9
161,8
161,7
161,6
161,5
0 20 40 60 80 100 120
Tiem po [m in]

Fig 5.8: Masa presente en la columna de agua.

90
Es necesario destacar que, teóricamente, dado el ascenso de partículas más pesadas desde el
estrato inferior hacia el epilimnion, la energía potencial de la columna de agua debiera
incrementarse con el transcurso del proceso de mezcla, lo que no concuerda con los resultados
obtenidos en ambas experiencias, Fig 5.7. Sin embargo, esto se puede atribuir al hecho de que
la integral de masa representativa de la sección central del canal no permanece constante, Fig
5.8, y presenta un descenso similar a la energía potencial mostrada.

Luego, con el fin de incorporar ambos cambios en forma simultánea y determinar un


comportamiento representativo, se decidió calcular la evolución temporal de la ubicación del
centro de gravedad de la columna de agua, verificándose el incremento de éste con el
transcurso del proceso de mezcla.

0,5385

0,5380

0,5375
Exp 1
CG / H

Exp 2
0,5370

0,5365

0,5360
0 20 40 60 80 100 120
Tiem po [m in]

Fig 5.9: Incremento del centro de masa en función del tiempo.

5.4.1.3. Posición interfaz de densidad.

Utilizando el criterio dado por la Ec 5.4 sobre los perfiles instantáneos de salinidad, fue
posible calcular la ubicación de la interfaz de densidad en función del tiempo, esto para ambas
experiencias, mostradas en conjunto en la Fig 5.10.

La profundización de la picnoclina se presenta separada en dos fases, según clasificación dada


por Hillmer (1999) y Caballero (2000), donde la segunda de éstas, etapa en que la tasa de
cambio es más regular que en la primera, es la utilizada para calcular la velocidad de
incorporación representativa de la experiencia.

91
1.0
0.9
0.8
0.7
Exp 1-1
0.6
Exp 2-1
zs/H

0.5 Exp 1-2


Exp 2-1
0.4
Fase 2
0.3 Fase 2

0.2
0.1
0.0
0 20 40 60 80 100 120
Tiempo [min]

Fig 5.10: Posición adimensional de la interfaz de densidad en el tiempo, Exp 1 y 2.

5.4.1.4. Velocidad de incorporación.

Los valores obtenidos para la velocidad de incorporación en ambas experiencias, que


corresponden a las pendientes de las regresiones mostradas en la Fig 5.10 (alturas sin
adimensionalizar), son presentados en la Fig 5.11 con el objetivo de estudiar su
comportamiento en función del número de Richardson, y comparar los resultados con la
relación encontrada por Kranenburg para cuerpos de agua afectados bordes o paredes, Ec
2.10.

0,1

0,01
ue/u*

y = 0,07x -1
0,001

0,0001

0,00001
1 10 100 1000 10000
Ri*

Fig 5.11: Velocidad de incorporación adimensional en función de Ri*.

92
Si bien la tasa adimensional de mezcla lograda en ambas experiencias se encuentra algo por
debajo de la relación empírica expuesta, los resultados se acercan bastante a lo esperado, y se
verifica la relación inversamente proporcional que existe entre la velocidad de incorporación
y el número de Richardson, teniéndose una pendiente logarítmica cercana a -1 (0.7299) entre
ambos puntos.

5.4.2. Experiencias con partículas trazadoras.

5.4.2.1. Campo de velocidad.

Antes de la implementación final de la técnica “PTV” a través del seguimiento de semillas


insertas en el flujo, se realizaron y filmaron un par de experiencias previas dentro de la
instalación experimental (con y sin estratificación), con el fin de verificar el buen
comportamiento de los trazadores escogidos y la posibilidad identificarlos utilizando el
software.

Primeramente se llevó a cabo una experiencia previa con un flujo sin estratificación,
filmación de la que se extrajeron algunas imágenes de prueba que fueron procesadas
exitosamente por el software, comprobándose la correcta identificación de las partículas por
parte del mismo. Las semillas de lechuga, dado su color negro en presencia de un fondo claro,
presentaban un buen nivel de contraste que facilitaba el procedimiento de identificación.

La segunda de las experiencias preliminares se realizó con una columna de agua estratificada,
donde se logró una idónea homogeneidad en la densidad de semillas una vez concluido el
llenado del estanque. Sin embargo, al iniciarse el movimiento de la cinta transportadora gran
parte de las semillas presentes en el epilimnion sedimentaron rápidamente, incorporándose a
la zona de la interfaz o llegando directamente hasta la base de acrílico. Además, una vez
desarrollado el flujo, la difusión turbulenta de semillas desde las zonas someras hacia la capa
de mezcla genera un paulatino descenso de la cantidad de partículas en el estrato superficial,
quedando posteriormente la totalidad de éstas en la capa de mezcla y el hipolimnion.

Dado lo anterior, y considerando el objetivo de obtener un campo de velocidades


representativo de toda la estructura del flujo, se decidió utilizar PTV sólo con los instantes
iniciales de las experiencias, donde se tenía una adecuada presencia de semillas en la totalidad
de la columna de agua.

Cabe destacar que durante el desarrollo de la experimentación final la gran densidad de


partículas presentes en la capa de mezcla permitió visualizar y caracterizar el flujo en esta
región, observándose la marcada zona de corte que separa las celdas de recirculación
presentes bajo y sobre la interfaz de densidad, esta última con velocidades mayores, así como
también los vórtices característicos que se desarrollan en este fenómeno y que generan la
mezcla entre capas.

93
La experiencia final, sobre la cual se implementó el software de seguimiento, consistió en un
flujo estratificado con una razón de aspecto h1/H=0.256 y una velocidad superficial igual a
40.3 [cm/s]. El resto de las condiciones experimentales, además de los parámetros
adimensionales relevantes, se presentan en la Tabla 5.2.

H h1 L Smax us ρ2 L/H h1/H Ri Re W


[m] [m] [m] [%] [m/s] [kg/m3]
Exp Nº3 0,195 0,05 1,8 3,85 0,403 1027 9,2 0,256 0,089 60480 0,98

Tabla 5.2: Condiciones experimentales.

El campo de velocidades fue calculado para el tiempo correspondiente a 60 segundos después


de iniciado el movimiento de la cinta transportadora, tomando un lapso representativo de 8
segundos en torno al instante mencionado. Así, dada la separación de 0.067 segundos
utilizada para obtener un campo particular (frame por medio), el número total de campos
interpolados que incorporó el análisis de la distribución de velocidades fue de 120.

Una vez obtenido un campo medio representativo de una serie de pares de frames, la
distribución media de velocidades horizontales a lo alto de la columna de agua se determina
promediando sobre todas las columnas de la grilla de interpolación.

El campo final de velocidades fue calculado en varias ocasiones, con el fin obtener un
resultado cercano a lo teóricamente esperado (Fig 2.3), intentando abarcar y promediar la
mayor cantidad posible de frames para aminorar la incidencia de vectores erróneos y obtener
mayor representatividad. Considerando lo anterior, el número máximo de campos
exitosamente calculados, es decir, donde el programa no presentó errores y cuyos resultados
fueron satisfactorios, fue de 46 (pares), que corresponden a los primeros 47 frames
correlativos de los 120 procesados.

Algunos de los resultados entregados por el programa de seguimiento son expuestos en la Fig
5.12, con el objetivo de ilustrar las diferencias que se obtienen variando ligeramente algún
parámetro del algoritmo o la cantidad de campos promediados en torno al instante de tiempo
en estudio. Entre los parámetros modificados, algunos de los más influyentes que se pueden
mencionar son el nivel de treshold, la cantidad mínima de partículas candidatas en el segundo
cuadro y el nivel filtro aplicado al primer algoritmo del método, el de correlación cruzada.

Fig 5.12 y Fig 5.13 presentan perfiles sólo esquemáticos de las velocidades encontradas
mediante el algoritmo, que no incluyen los valores de los vectores ni sus respectivas alturas
dentro de la columna de agua. Sin embargo, al estar escalados de la misma manera, estos
perfiles dan muestra de ciertas tendencias en los resultados. En particular para la zona ubicada
sobre el nivel de la interfaz de densidad, donde los desplazamientos son teóricamente
mayores, las velocidades obtenidas se mantienen prácticamente invariantes entre un perfil y
otro, a diferencia de la parte baja del flujo, donde se encontraron diferencias significativas
entre los vectores dependiendo de los parámetros impuestos el programa y de la cantidad de
frames exitosamente procesados y promediados.

94
0 0

20 20

40 40

60 60

80 80

0 0

20 20

40 40

60 60

80 80

Fig 5.12: Perfiles de velocidad obtenidos modificando parámetros del programa.

10

20

30

40

50

60

70

80

Fig 5.13: Esquema del perfil final de velocidades medias.

95
Finalmente, adimensionalizando la distribución definitiva con la velocidad de la cinta
transportadora, y extrapolando el gráfico hasta la posición de ésta imponiendo la condición de
no resbalamiento, el perfil adimensional de velocidades queda de la forma siguiente:

1,0

0,9

0,8

0,7

0,6
z/H

0,5

0,4

0,3

0,2

0,1

0,0
-0,2 0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
u/us

Fig 5.14: Perfil promediado de velocidad horizontal adimensional.

Los resultados muestran en forma clara la presencia de una primera celda de recirculación
ubicada por sobre la zona de corte, desarrollando grandes velocidades en las cercanías de la
cinta transportadora debido a la condición de no resbalamiento, para luego cambiar de signo
aproximadamente en z/H=0.88 y adoptar velocidades de menor magnitud y sentido contrario
hasta pasar la zona de la interfaz de densidad.

La segunda celda de recirculación, que se ubica en el hipolimnion y se caracteriza por ser


marcadamente más tenue que la anterior, no fue detectada con la misma eficacia por el
algoritmo de seguimiento, lo que puede atribuirse a la disminución en el nivel de contraste
entre el fondo y la semillas, la mayor densidad de partículas que pueden a inducir a error en la
identificación de vectores, y a que las velocidades son marcadamente inferiores en esta zona.
Sin embargo, a pesar del error inducido por los vectores erróneamente detectados en esta zona
en diversos frames, la ley de los grandes números permitió promediar y aminorar el ruido de
forma de lograr el perfil encontrado, que sigue de forma aceptable la distribución teórica de
velocidades (Fig 2.3).

Cabe destacar que, en la zona que está inmediatamente por debajo de la interfaz de densidad
el perfil muestra un aumento de la velocidad en el sentido contrario al movimiento de la cinta,
lo que contrasta con lo visto en las filmaciones de las experiencias y con el perfil teórico. Este
problema de identificación se puede atribuir a que este lugar corresponde a una zona de corte,
donde cambia el sentido en perfil de velocidades y se produce una gran cantidad de vórtices
que dificultan el seguimiento de los trazadores por parte del programa. Además, en esta

96
región del flujo se tuvo una densidad de partículas muy alta, lo que también puede inducir a
errores de identificación en el algoritmo.

97
6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

98
CAPITULO 6

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

6.1. Conclusiones.

El presente trabajo de título orientó el estudio del efecto de Coriolis sobre procesos de mezcla
en dos etapas, una numérica y otra experimental, las cuales conviene analizar en forma
independiente.

El estudio numérico se llevó a cabo satisfactoriamente implementando un modelo numérico


que incorporó el efecto de Coriolis en el análisis del proceso de mezcla inducido por un
esfuerzo de corte en un cuerpo de agua estratificado, encontrándose una relación a partir de
números adimensionales que parametriza el fenómeno estudiado para las condiciones
consideradas en el modelo, dentro de los rangos en que se fijaron los parámetros
adimensionales

Con el desarrollo de simulaciones numéricas se verificó la incidencia del efecto de rotación


sobre la distribución de velocidades en el flujo estudiado, observándose la generación de
corrientes transversales al esfuerzo de corte surgidas de la aceleración ficticia, perpendicular
al movimiento, inducida por Coriolis.

Se vio que para las condiciones imperantes en el modelo numérico, que considera
dimensiones infinitas en la horizontal y trabaja con características de capa límite, la inclusión
de un movimiento rotacional produce un marcado decaimiento de la tasa de mezcla, es decir,
reduce la velocidad con que asciende la interfaz de densidad, esto en comparación a un flujo
en iguales condiciones pero en ausencia de Coriolis.

Al continuar presente la zona de altos gradientes entre ambos estratos, el campo de


velocidades correspondiente a la dirección longitudinal se ve condicionado por esta barrera
natural, alcanzando velocidades importantes sólo hasta el nivel de la capa de mezcla. Luego,
debido a su origen dado por interacción entre Coriolis y las velocidades longitudinales, al ser
nulas éstas últimas, el perfil transversal tampoco supera la picnoclina, limitándose la
extensión de la capa de Ekman, que sólo incrementa su espesor a medida que se desarrolla el
proceso de mezcla.

El análisis dimensional realizado permitió, entre otras cosas, corroborar el descenso de la


velocidad de incorporación dado un aumento en la frecuencia de rotación, ya que las curvas
que relacionaron la tasa adimensional de mezcla con el número de Richardson se ubicaron en
orden ascendente según el número de Ekman, independiente de la h2/H utilizada para
parametrizar las series. Además, mediante el análisis dimensional se encontró un
comportamiento característico que permitió obtener una parametrización del tipo potencial
99
que relaciona la velocidad de incorporación adimensional con el número de Richardson,
donde el coeficiente de posición varía según la razón de alturas y el número de Ekman, y el
exponente es una constante igual a 3/2. Cabe destacar que, al realizar una serie simulaciones
sin rotación (Ek ), para rangos del número de Richardson similares a los trabajados con
presencia de Coriolis, se encontró un exponente cercano a -1 (-0.85) para la misma relación,
lo que indica que el valor del exponente B encontrado debiera comenzar a decrecer a partir de
cierto nivel de Ek, pasando en algún punto a formarse una relación inversamente proporcional
entre el Richardson y la tasa de mezcla, como es el caso en ausencia de rotación.

En el estudio experimental realizado en la Universidad de Dundee, se separó el análisis del


proceso de mezcla según la ubicación de las sondas de conductividad, encontrándose distintos
comportamientos. Al comparar las series de tiempo de las zonas de aguas arriba y aguas abajo
se vio que la picnoclina se inclina casi inmediatamente como respuesta al esfuerzo de corte,
volviendo paulatinamente a su posición horizontal a medida que se desarrolla la mezcla. Las
tasas de mezcla encontradas para la zona de aguas abajo (viento abajo) superaron a las de la
zona de aguas arriba (viento arriba), especialmente para valores bajos del número de
Richardson.

Las velocidades de incorporación obtenidas en la zona media de la sección transversal fueron


marcadamente inferiores a las correspondientes a los costados de la instalación, donde las
corrientes transversales, sumadas a las condiciones de borde impuestas por las paredes,
generan un transporte de masa tipo Ekman que incrementa la mezcla en estos sectores.

La implementación del análisis dimensional sobre las series experimentales arrojó


importantes diferencias con respecto a las simulaciones numéricas, ya que al comparar los
resultados obtenidos en las series de h2/H=0.5 (única razón de alturas trabajada en el caso
experimental), se encontraron diferencias de incluso dos órdenes de magnitud en las tasas
adimensionales de incorporación para experiencias con similares Ekman y Richardson, en
particular para valores bajos de este último parámetro.

Las diferencias mencionadas en el párrafo anterior son atribuibles a la respuesta del flujo ante
la presencia de las condiciones de borde que imponen las paredes de un estanque finito, no
consideradas por el modelo numérico implementado. La formación de corrientes verticales en
las cercanías de las paredes, que luego de chocar con la zona de altos gradientes de densidad
dan origen a las celdas de recirculación, genera un transporte advectivo de masa en la
dirección vertical (respuesta baroclínica) que mantiene inclinada la interfaz de densidad y
realza la mezcla a través de ésta (el modelo solo considera transporte por difusión molecular y
turbulenta, desprecia la advección en la vertical). Otro fenómeno que incrementa el
intercambio es el ya mencionado transporte de Ekman que se produce próximo a las paredes.
Como contraparte, se debe decir que durante la experimentación parte de la energía cinética
turbulenta aportada por la cinta transportadora es disipada en el proceso de equilibrar el
gradiente de presión longitudinal (y en menor medida el gradiente transversal) que se genera
en un cuerpo de agua de dimensiones finitas, energía que en el modelo, al no incorporar este
fenómeno, está disponible para efectos de mezcla.

100
Con los resultados obtenidos en ambas metodologías puede inferirse que el efecto de Coriolis
inhibe la difusión vertical turbulenta de energía cinética y concentración de sal, pero los flujos
cercanos a las paredes generan surgencia y realzan la mezcla.

Si bien la comparación de los resultados obtenidos con ambas metodologías no permite


validar la utilización del modelo numérico para representar el flujo dentro de la instalación
experimental, y en particular el proceso de mezcla, el análisis unidimensional entregado por el
modelo constituye una buena herramienta para tener una comprensión inicial de este
fenómeno, en especial en situaciones en las que los procesos advectivos y los efectos de
cercanía con los límites del cuerpo de agua puedan ser despreciados.

La puesta en marcha de la instalación experimental multiuso se completó satisfactoriamente,


validándose su funcionamiento con la realización de algunas experiencias que se separaron en
dos categorías, con y sin partículas trazadoras.

Las experiencias sin presencia de trazadores se utilizaron para estudiar el proceso de mezcla
dentro de una columna de agua estratificada que se encuentra bajo la acción de un esfuerzo de
corte superficial, cuantificándose la velocidad de incorporación en cada caso y verificándose
con los resultados el comportamiento inversamente proporcional de este parámetro en función
del número de Richardson. Además, se estimó la evolución temporal de la posición del centro
de masa dentro de la columna de agua a lo largo de las experimentaciones, comprobándose su
incremento con el desarrollo del proceso de mezcla. Todo esto se realizó utilizando una
técnica de procesamiento de imágenes que, a pesar de su sencillez, permite obtener gran
cantidad de información acerca del flujo estudiado

Por último, con el desarrollo de una experiencia con presencia de partículas trazadoras y su
posterior procesamiento con la técnica PTV, se validó, en primera instancia, la utilización del
software de seguimiento para que este sea implementado en experimentaciones futuras a
llevarse a cabo en la instalación experimental reacondicionada.

101
6.2. Recomendaciones.

Como se mencionó, el modelo numérico implementado presenta ciertas consideraciones y


limitaciones que lo hacen poco representativo de las condiciones experimentales simuladas,
por lo que sería recomendable la utilización de un modelo que involucre más de una
dimensión en el análisis e incorpore los efectos generados por las condiciones de borde.

Sería aconsejable ampliar el rango de los números adimensionales formados en las


simulaciones numéricas a partir de los cuales se generó la parametrización del proceso de
mezcla, en especial de los números de Richardson y Ekman, para indagar en la variación del
exponente de la relación potencial para valores intermedios (Ekman entre 2500 e infinito),
con el objetivo principal de llevarlos a rangos compatibles con condiciones de terreno.

Con respecto al trabajo en la instalación experimental reacondicionada y la implementación


del software de seguimiento, se aconseja trabajar con una solución salina sin colorante para
tener un nivel de contraste homogéneo entre el fondo y las semillas trazadoras, lo que
permitiría mejorar la detección de partículas igualmente enfocadas y minimizar la presencia
de vectores erróneos en la zona del hipolimnion, lo que fue recurrente debido al bajo nivel de
threshold que debió utilizarse por la oscuridad de ésta.

Para determinar la distribución de velocidades de un plano sería aconsejable implementar un


sistema de iluminación que permita visualizar sólo la sección longitudinal que se quiera
estudiar (por ejemplo láser) o minimizar el campo focal de la cámara utilizada, esto para no
detectar partículas con movimientos transversales o que se encuentren en las cercanías de las
paredes, donde las velocidades se ven influenciadas por la condición de no resbalamiento.
Además, se recomienda la utilización de partículas de distinta boyancia, especialmente para
cubrir de mejor forma el epilimnion, donde, debido a la turbulencia presente, la densidad de
trazadores se reduce notablemente (casi nula) a los pocos minutos de iniciado el movimiento.

102
7. ANEXOS

103
ANEXOS.

7.1. Primera serie de experimentación.

Fig A.1: Evolución temporal, por zona, de la interfaz de densidad, exp Nº9.

Fig A.2 Evolución temporal, por zona, de la interfaz de densidad, exp Nº10.

104
Fig A.3: Evolución temporal, por zona, de la interfaz de densidad, exp Nº11.

7.2. Segunda serie de experimentación.

Tabla A.1: Análisis dimensional segunda serie de experimentación, tasa de incorporación por
sonda.
Exp. Nº h2/H Ek Ri* ∆ρ/ρ Re ue/u* P1 ue/u* P2 ue/u* P3 ue/u* P4
23 0.5 4098 25 0.007 2268 3.42E-03 1.92E-03 3.42E-03 3.69E-03
46 0.5 4098 43 0.012 2268 1.18E-03 8.13E-04 1.25E-03 1.46E-03
33 0.5 4098 78 0.022 2268 7.74E-04 5.96E-04 7.35E-04 9.56E-04
41 0.5 2687 25 0.007 2268 4.69E-03 2.38E-03 4.69E-03 3.43E-03
39 0.5 2687 43 0.012 2268 2.03E-03 1.04E-03 2.25E-03 1.51E-03
43 0.5 2687 78 0.022 2268 8.32E-04 4.91E-04 8.95E-04 8.28E-04
19 0.5 3111 33 0.007 1976 3.02E-03 1.68E-03 3.02E-03 3.02E-03
32 0.5 3111 56 0.012 1976 1.16E-03 6.51E-04 1.17E-03 1.28E-03
51 0.5 3111 103 0.022 1976 7.64E-04 5.74E-04 7.53E-04 8.80E-04
42 0.5 2040 33 0.007 1976 3.84E-03 2.02E-03 3.84E-03 2.78E-03
40 0.5 2040 56 0.012 1976 1.22E-03 6.42E-04 1.34E-03 1.02E-03
44 0.5 2040 103 0.022 1976 5.39E-04 3.17E-04 5.37E-04 6.08E-04
49 0.5 2244 45 0.007 1678 2.27E-03 1.25E-03 2.27E-03 1.92E-03
45 0.5 2244 78 0.012 1678 1.16E-03 6.43E-04 1.16E-03 1.23E-03
35 0.5 2244 143 0.022 1678 4.48E-04 3.49E-04 4.33E-04 5.06E-04
50 0.5 1644 62 0.007 1436 1.46E-03 8.09E-04 1.46E-03 1.27E-03
52 0.5 1644 106 0.012 1436 4.90E-04 2.85E-04 4.84E-04 5.82E-04
56 0.5 1644 195 0.022 1436 3.17E-04 2.29E-04 3.31E-04 3.91E-04
57 0.5 1057 97 0.007 1152 3.57E-04 2.07E-04 3.57E-04 4.56E-04
54 0.5 1057 165 0.012 1152 2.38E-04 1.46E-04 2.52E-04 3.52E-04

105
7.3. Puesta en marcha.

Fig A. 4: Estado previo de la instalación experimental, imagen 1.

Fig A. 5: Estado previo de la instalación experimental, imagen 2.

106
Fig A. 6: Estado final de la instalación, imagen posterior a la puesta en marcha.

107
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109

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