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VISTO Y CONSIDERANDO:
En la Ciudad de Buenos Aires, el 4 de diciembre de 2008, reunidos los integrantes
de la Sala II a fin de considerar los recursos deducidos en autos y para dictar sentencia
definitiva en estas actuaciones, practicado el sorteo pertinente, proceden a expedirse
en el orden de votación y de acuerdo con los fundamentos que se exponen a continua-
ción.
de los agravios que contra la sentencia dictada en la instancia anterior a fs. 322/4,
formula la demandada a tenor del memorial obrante a fs. 328/44, que mereció réplica
de la parte actora a fs. 346/51. Asimismo, el perito contador a fs. 344 apela los hono-
rarios que le fueron regulados por considerarlos bajos.
En la presente contienda reclama la actora dife-
rencias salariales que tienen como principal fundamento el hecho de que la demanda-
da encuadrara su categoría laboral como "personal fuera de convenio", lo cual -según
sostuvo- no se ajustaba a la realidad, pues conforme a las tareas realizadas, aquélla
debía enmarcarse dentro de las comprendidas por el Convenio Colectivo de Trabajo
para empleados de comercio 130/75, en base al que requiere adicionales y aumentos
salariales que le debieron haber sido otorgados. Otro de los temas en controversia re-
sulta el atinente al reclamo en concepto de horas extraordinarias, en el que discuten
los litigantes no sólo la existencia de una jornada laboral en exceso a los topes previs-
tos por la ley de jornada de trabajo 11.544, como aseverara la demandante en el escri-
to inicial, sino también en cuanto la aplicabilidad de aquéllos en el sub lite, al invocar
la demandada la excepción prevista por el art. 3º, inc. "a" de dicha normativa y art. 11
del Decreto Reg. 16.115/33.
En la sentencia dictada en la instancia anterior, el
Sr. Juez a quo admitió los reclamos de la demanda al considerar demostrados los ex-
tremos fácticos allí invocados en torno a un incorrecto encuadre de la categoría labo-
ral de la trabajadora, y a la prestación de tareas en horas suplementarias, lo cual moti-
va los agravios de la parte demandada.
En orden a las cuestiones reseñadas que son traí-
das al conocimiento de este Tribunal, corresponde en primer lugar expedirse en rela-
697,75; desde abril y hasta junio de 2005, la de $ 760,75; por el mes de julio de 2005,
la de $ 970,64; y desde el mes de agosto de 2005, la de $ 1.050,79. Lo expuesto reve-
la la inexistencia de diferencias salariales a favor de la actora, en tanto la remunera-
ción pagada por la demandada ha sido siempre igual o mayor a la que correspondía
convencionalmente, con lo cual resultan improcedentes las diferencias reclamadas
con apoyo en el art. 40 del CCT 130/75, adicional por antigüedad, y por aumentos
salariales convencionales no otorgados, ya que todos estos tópicos fueron incluidos en
las remuneraciones de convenio antes precisadas, como así también los incrementos
salariales dispuesto por el PEN mediante decretos 392/03, 1347/03 y 2005/04 (ver
acta de fs. 148) (art. 499 Cód. Civil).
Tampoco hallo viable el reclamo por el "premio
por eficiencia", que según la parte actora fue dejado de abonar a partir del mes de
agosto de 2005, en tanto observo que le asiste razón a la demandada en que la suma
de $ 210 que era pagada por dicho concepto fue incorporada a la remuneración básica
de la trabajadora, pues del anexo del peritaje contable antes mencionado, surge que a
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partir de dicho mes el sueldo básico se incrementó de $ 700 a $ 1.000. Observo ade-
más que la posibilidad de compensar fue expresamente convenida en el acuerdo
acompañado por el perito contador a fs. 269 (ver pto. 7), aspecto que no mereció críti-
ca de la parte actora en la impugnación que formulara a fs. 283/4 (arts. 377, 386 y 477
CPCCN). En consecuencia, y al resultar procedente la queja que con tales argumentos
es vertida sobre este punto (fs. 337 y vta.), corresponde revocar lo decidido en la sen-
tencia apelada.
Con similares fundamentos, también son atendi-
bles los agravios por la procedencia del reclamo por el rubro "Trabajo Domingos y
Feriados" (fs. 334), a poco que se repare en que el reclamo efectuado al respecto en la
demanda ha sido a razón de $ 50 mensuales (ver fs. 49 vta.), los cuales, según el acta
que acompaña a fs. 29/32 para fundamentar el reclamo, consisten en un "beneficio no
remunerativo en las condiciones del art. 58 del CCT 130/75" (fs. 31), y conforme sur-
ge del peritaje contable, la empleadora abonaba bajo el rubro "Beneficio de compras"
un importe mensual de $ 90 hasta el mes de julio de 2005 y de $ 100 a partir de agos-
to de dicho año, el cual posee similar naturaleza a la del tópico requerido (art. 499
antes cit.). En consecuencia, voto por revocar así también la condena por tal concepto.
En la sentencia apelada se condenó al pago de
diferencias salariales por horas extras, sobre la base de que la actora habría trabajado
mensualmente 52 horas suplementarias, como se desprende de los cálculos practica-
dos en el peritaje contable de fs. 277 vta./278, a los que remite el Sr. Juez a quo para
establecer los créditos que difiere a condena. La accionada tanto en el escrito de con-
testación de demanda, como al fundamentar los agravios en análisis, negó la exten-
sión de la jornada de trabajo y el monto determinado por este concepto, y además
adujo en su defensa que aún en el supuesto de que la actora haya laborado en horas
suplementarias, "…las mismas se encuentran englobadas en la excepción prevista por
el art. 3º de la ley 11.544… que excluye al personal de dirección del régimen de jor-
nada legal de trabajo…" (fs. 109 vta. y 336).
En primer lugar he de señalar que considero que
en la causa la actora ha demostrado la extensión de la jornada laboral de por lo menos
diez horas que denunciara en el escrito inicial. Para ello tengo presente que los cuatro
testigos que declararan en la causa a propuesta de la parte actora (Manago, fs.
199/203; Vianey Luna, fs. 208/10; Bonneti, fs. 211/13; y Orcajo, fs. 214/7) resultaron
coincidentes y suficientemente convictivos al respecto, quienes tomaron conocimien-
to de modo directo acerca de tal extremo fáctico, brindando razón suficiente de sus
dichos. No les resta valor probatorio la circunstancia que ellos mantuvieran juicio
pendiente contra las demandadas al momento de su declaración, pues reiteradamente
he sostenido que en el sistema de apreciación de la prueba testimonial que resulta de
los arts. 90 de la ley 18345 in fine y 386 CPCCN, la circunstancia de que el testigo
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tenga juicio pendiente no lo excluye de valor probatorio (esta Sala SD Nro. 72.253 in
re: " De Luca, Josefina c/ Entel"), en tanto es sabido que en nuestro derecho adjetivo
no existen tachas absolutas por lo que deben ponderarse con criterio sumamente es-
tricto, y en principio cabe acordar eficacia a una declaración efectuada en tales condi-
ciones, cuando aparezca corroborada, por otros elementos probatorios (cfr. Hernando
Devis Echandía, "Teoría General de la Prueba Judicial", T. II, págs. 247 y ss., Edición
1981).
En tal ilación, tengo presente que en la causa la
demandada si bien niega la extensión de la jornada denunciada por la parte actora,
omite expresar cuáles serían entonces -según su postura- los días y horarios en que
efectivamente prestó tareas la demandante, a fines de cumplimentar el recaudo que
exige el art. 356 inc. 2º del CPCCN de "especificar con claridad los hechos que alega-
re como fundamento de su defensa", a lo que añado que allí también expresó que la
actora no "…realizó horas extras …, y si alguna vez las realizó las mismas se encuen-
tran englobadas en la excepción prevista por el art. 3º de la ley 11.544…" (fs. 109 vta,
antepenúlt. párr.), con lo cual tácitamente admite -cuanto menos- la posibilidad de su
existencia.
En cuanto a la defensa que reitera en el escrito de
apelación por la excepción contemplada por el art. 3º de la ley 11.544, considero que
ésta no es aplicable en el sub lite, a cuyo efecto me remito al análisis que expusiera
con respecto al marco convencional que es aplicable al contrato de trabajo, y por no
resultar la trabajadora una empleada jerárquica de dirección como sostiene la quejosa
a fs. 336, último párrafo, lo cual descarta la mentada excepción.
103 bis de la LCT y no debe ser tenido en cuenta a los fines de establecer la mejor
remuneración mensual normal y habitual…" (ver fs. 333 vta., antepenúlt. párr.).
Si bien es atinado el encuadre jurídico efectuado
por la quejosa, advierto que la parte actora planteó en la demanda la inconstituciona-
lidad de los vales alimentarios incorporados al art. 103 bis de la Ley de Contrato de
Trabajo por la ley 24.700 (ver fs. 50 y vta.), cuyo tratamiento fue omitido en la sen-
tencia dictada en la instancia anterior, por lo que corresponde a este Tribunal expedir-
se al respecto.
Los términos del planteo traen a colación viejas
divergencias doctrinarias y jurisprudenciales en torno a si correspondía o no asignar-
les naturaleza salarial a los vales alimentarios. Señalo que se trata de antiguas diver-
gencias porque estas dieron origen a profusa legislación complementaria y al dictado
del Plenario Nro. 264 de la CNAT, en diciembre del año 1988.
La cuestión que se ventila aquí agrega un argu-
mento de base constitucional que no he tenido oportunidad de abordar hasta el presen-
te pero que, de alguna manera, ha sido receptado por el Poder Legislativo en el debate
de la ley 26341 que menciona el sentenciante de grado, otorgándole un alcance que,
como dejé expuesto, no comparto.
Si bien, tomando en consideración la doctrina y
jurisprudencia mayoritaria y el criterio sentado con carácter obligatorio en los autos
"Angel Estrada y Cía. SA" (DT. 1989-A, 422) –Plenario Nro. 264 del 27/12/88-
(ver, entre muchos otros, FERNANDEZ MADRID, Juan Carlos, "Tratado Práctico
de Derecho del Trabajo". T. II. Págs. 1177 y sgtes. Ed. La Ley, 1990; KROTOS-
CHIN, Ernesto, "Tratado Práctico de Derecho del Trabajo", 3a. ed. vol. I. pág. 287.;
VAZQUEZ VIALARD, Antonio, "Aspectos de la remuneración no computados como
salariales por la doctrina laboral argentina" en "El Salario". Estudios en homenaje al
profesor Américo Plá Rodríguez T.I. ps. 541/568, Ed. Jurídicas Amalio M. Fer-
nández, Montevideo, 1987) he abdicado de la posición sustentada en aquel debate
plenario para sostener que los tickets canasta y los vales de almuerzo carecen de natu-
raleza salarial en función de la normativa que los reglamentaba, no he tenido oportu-
nidad de sentar posición acerca de la constitucionalidad o no de la misma, por lo que
corresponde me avoque en esta instancia al tratamiento del planteo formulado en la
demanda, a la luz de la normativa supralegal invocada, lo que constituye un aporte
original al debate sustancial tantas veces tratado y me obliga a apartarme del criterio
sostenido a la luz de la doctrina plenaria antes referida en la que tampoco se analiza-
ron los aspectos de naturaleza constitucional ahora debatidos.
El convenio 95 de la OIT es un tratado de acuer-
do al art. 5º del Convenio de Viena sobre Derecho de los Tratados, que dispone que
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o que deba prestar…." (conf. Rodríguez Mancini, Jorge, "Cuestiones sobre remunera-
ción y prestaciones no salariales", Revista de Derecho Laboral, Rubinzal-Culzoni,
2004-2, págs. 40 y ss ).
En cuanto al alcance de las previsiones del Con-
venio Nro. 95 sobre normas tutelares del salario, estimo conveniente precisar que, tal
como lo puntualizó el Dr. Oscar Zas al votar in re "Sosa Stella Maris c/ Segar Seguri-
dad S.R.L. s/ despido" (CNAT, Sala V, S.D. 69.764 del 29-06-07) el Comité de Ex-
pertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones de la OIT al analizar el caso
venezolano sostuvo que se “la acumulación de decisiones encaminadas a no recono-
cer el carácter salarial de los subsidios concedidos en virtud de las leyes y reglamen-
tos … tiene como consecuencia la disminución del importe de las cantidades protegi-
das en concepto de salario en proporciones tales que deforma el concepto mismo de
salario…" (conf. Informe del Comité encargado de examinar la reclamación en la que
se alega el incumplimiento por Venezuela del Convenio sobre la protección del sala-
rio, 1949 -núm. 95- y del Convenio sobre la terminación de la relación de trabajo,
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1982 -núm. 158-, por lo que no comparto el criterio que entiende que las previsiones
del mencionado convenio posibilitan asignarle carácter no salarial a algún concepto
encuadrable en aquella definición (ver en ese sentido López Igareta Luciana Paula c/
Solvens Promociones y Marketing SRL y otros s/ despido" - CNAT - SALA IV,
28/9/06) puesto que el salario, por ser tal, goza de especial tutela, incluso a nivel in-
ternacional y la desactivación de la protección por vía reglamentaria a nivel nacional,
vulnera tales garantías.
En este mismo sentido se expidieron entre otros:
Bustos Fierro, Marcelo, ("Vales alimentarios: de nuevo como beneficio social. La ley
24.700 y el incumplimiento del convenio 95 de la O.I.T.", D.T. 1996-B, p. 2693) y
Goldín, Adrián O. ("Los convenios internacionales del trabajo, su impacto en la juris-
prudencia y legislación argentina", D.T. 2005, p. 1531) al señalar que como se trata de
“vales” destinados a la compra de alimentos -no distinto del que habitualmente tiene
buena parte del salario- su “desalarización” tiene como evidente finalidad la de abara-
tar su costo; para ello se consagra su carácter no remunerativo que implica que en re-
lación a su importe no se tributa a los diversos regímenes de la seguridad social ni se
le tiene en cuenta para la determinación de los créditos de los trabajadores que tienen
su base de determinación en el salario (ej. vacaciones, indemnizaciones por preaviso y
despido, etc.). Es pues un artificio consistente en tratar a parte de la remuneración
como si no lo fuera, lo que constituye una franca transgresión al Convenio 95 de la
OIT.
En tal línea argumental David Duarte sostuvo:
"…Cabe entender que el legislador denomina a los beneficios sociales a las prestacio-
bio sería asistir a los trabajadores dependientes que evidencien una desmejorable cali-
dad de vida, de ellos o de su familia a cargo. Sin embargo, si ello fuera así la presta-
ción -en cabeza de los empleadores- debería cubrir a todos los ciudadanos que tuvie-
sen una desmejorable calidad de vida, lo que no ocurre en el caso de los vales alimen-
tarios que se enmarcan dentro del trabajo contractual.
Rodríguez Mancini aseveró certeramente que
"…Vale la pena insistir como punto de partida de este análisis en que el artículo 103
(L.C.T.) ha definido la remuneración de una manera particular que excede el concepto
económico dentro del cual se parte de la existencia de un rédito o ganancia (ventaja
patrimonial) originada en la prestación laboral y se la dota de una extensión que exce-
de la consideración de la contraprestación por el trabajo recibido del factor produc-
tivo, ligando la noción a un marco más amplio en el cual se considera a la contrapres-
tación como originada en: El trabajo recibido, la existencia del contrato y la puesta a
disposición de la fuerza de trabajo.
Así, observa que "…la retribución del factor tra-
bajo está representada por una contraprestación que signifique una ganancia, un rédi-
to, una ventaja patrimonial de quien prestó el servicio … en este último concepto está
la clave de la justificación o injustificación de la exclusión, de la disminución del
contenido de la contraprestación. Y en ese sentido basta con penetrar en el significado
de la mencionada ventaja patrimonial. Esto se puede simbolizar sencillamente con la
referencia a que tendrá esa calidad cualquier ingreso que aumente el nivel del patri-
monio del trabajador -con la salvedad ya hecha acerca de una causa que sea ajena a la
contraprestación, a la compensación, o como quiera llamarse a la retribución por el
la mencionada norma internacional del trabajo ratificada por nuestro país en 1956." Y
que: "...existe un nexo entre las prestaciones destinadas a mejorar la alimentación de
los trabajadores y sus familias y el trabajo realizado o los servicios prestados de con-
formidad con un contrato de trabajo. Estos "beneficios" cualquiera sea el nombre que
se les pueda da (primas, prestaciones complementarias, etc.) son elementos de la re-
muneración en el sentido del Artículo 1º del convenio. Por consiguiente deben ser ob-
jeto de las medidas previstas en los arts. 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 14, 15 y 16 del
convenio." (Informe de la Comisión de Expertos Años 1996, inf. 34ª4.S.55, p.192).
En los mencionados fundamentos también se
señaló que “la Coordinación de Asuntos Internacionales del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social hizo referencia a la incompatibilidad de la mencionada ley con el
Convenio e indicó que consideba necesario propiciar ante el Congreso la derogación
de la ley 24.700 a efectos de adecuar la legislación nacional a las disposiciones del
Convenio, por lo que la CEACR de la OIT reiteró su esperanza que el Gobierno to-
mase las medidas necesarias para garantizar el pleno cumplimiento con las exigencias
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