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Lionel Brossi
Título:
(DES)GENERANDO IDENTIDADES
Intersexualidades y la inteligibilidad de lo humano.
Resumen
1
Zizek, Slavoj. Ideología. Un mapa de la cuestión. Introducción. En http://www.lacan.com/zizek-ideologia1.htm
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Las demandas de la comunidad intersex son de carácter diverso, como se puede observar por ejemplo, en las peticiones de
diferentes organizaciones como ISNA (Intersex Society of North America) fundada por Cheryl Chase http://www.isna.org, la OII
(Organización Internacional intersexual) cuyo fundador es el Sr. Curtis Hinkle http://intersexualidad.org y MULABI, cuya
Directora Ejecutiva es Natasha Jiménez http://www.mulabi.org entre otras peticiones y organizaciones.
Fijos, los conceptos van generando víctimas. Irreductibles experiencias y
identidades políticas3 que exigen más sutileza que una marcha del orgullo4.
Saberse intersex es para much*s personas, una cuestión de vida o muerte. Muy
pocos festejan su cuerpo y muy pocos se saben o se dicen fuera del Par impuesto.
El cuerpo oprimido y su efecto nació del concepto que modeló sus límites y esculpió
instancia del lenguaje, anterior a lo que habrá que reprimir (Enaudeau, 2006).
que poco revela de aquellos pequeños pero importantes accidentes que lo animan.
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El mismo término intersex, es utilizado por muchos activistas, no como una palabra capaz de delimitar una categoría sexual,
sino como una articulación política desde la cual posicionarse.
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El argentino Mauro Cabral es licenciado en Historia, activista intersex, colabora como experto en temas de intersexualidad y
transexualidad en el Programa para América Latina y el Caribe de la Comisión Internacional de Derechos Humanos para Gays
y Lesbianas, es miembro del Espacio Latinoamericano de Sexualidades y Derechos (MULABI) y miembro de Global Advocates
for Trans Equiality (GATE) entre otras organizaciones.
En un taller sobre intersexualidad en Barcelona, Cabral indicó que para hablar de intersexualidad se exige mucha más sutileza
que la política de identidad promocionada por ejemplo, por los colectivos GLBT.
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Considerando que el movimiento intersex nace en Estados Unidos en los años noventa y en Europa comienzan a
escucharse voces de activismo intersex a principios de este siglo, podemos decir que la historia de este movimiento está
recién configurándose.
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Se hace necesario una “reevaluación y reorganización conceptual del mundo social” Wittig, M. (2006). El pensamiento
heterosexual. (J. Sáez, & P. Vidarte, Trans.) Madrid: Egales S.L.
2
Si nos acercamos a sus sentidos posibles, nos encontramos con un concepto
relativamente nuevo, ciertamente despojado del estigma de sus sinónimos
aproximados; una designación casi sin historia, puesta a nombrar asépticamente una
cierta disposición fantástica de los cuerpos, anclada a la vez en la imaginación
atormentada y la mitología; una reescritura en clave políticamente correcta de las
conjugaciones múltiples del hermafroditismo victoriano, una colección de alteraciones
diversas de los genitales, de orígenes diversos, que se hace presente en la marcha de
uno cada dos mil nacimientos; una señal para la rapidez imprescindible y al parecer
inapelable de la intervención quirúrgica y hormonal sobre los cuerpos de recién
nacidos; una remisión obligatoria a las teorías de John Money 7 y a su aplicación en la
historia de la medicina y de la vida de las gentes, el modelo que desde la psiquiatría, la
urología pediátrica, la endocrinología y la cirugía ha normalizado durante décadas, y
normaliza, los genitales “indescifrables” de las personas intersexuales; el movimiento
político organizado de esas mismas personas, quienes abiertamente desafiamos la
normalización compulsiva de nuestra identidad y la necesidad de volverla literal sobre
nuestros cuerpos, volviendo a un reclamo ético desoído por casi todos en caos todas
partes, y que sin embargo hoy, otra vez, en este lugar, quiere hacerse oír: el respeto
fundamental por nuestra autonomía. Pensar la intersexualidad hoy, demanda por tanto
la consideración de un cierto entramado de imaginarios culturales, instancias
normativas y binarios genéricos que se desplazan indefectiblemente y con una
consistencia siempre distinta, de las discusiones académicas a los comités de bioética,
de las aulas universitarias a los quirófanos, de las decisiones consensuadas de los
comités interdisciplinarios a la soledad de la experiencia personal, de los gráficos en un
papel a las pulsaciones de la vida, de las palabras y los libros a las personas y sus
cuerpos.
Mauro Cabral. Pensar la intersexualidad hoy. (2003)
los casos, hacer vivible la vida, como eje central de muchas teorías y luchas.
Cómo sobrevivir sin encarnar las normas 9, cuál es la relación ideal, cómo dar por
sentado aquello que nos divide, cómo soportar la violenta normalización. Exclusión
7
Jhon Money, junto con los psiquiatras John y Joan Hampston, consideraban inestimable el valor de la intersexualidad para el
estudio comparativo de la morfología y fisiología corporales, crianza y orientación psico-sexual, estableciendo una absoluta
negación de inclinación natural, concluyendo que las gónadas las hormonas y los cromosomas no determinaban
automáticamente el género, concluyendo que la conducta y la orientación masculina o femenina no tienen una base instintiva
innata. Fausto-Sterling, A. (2000)
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Desde el comienzo de su utilización como término en 1917 por el biólogo Richard Goldshmidt hasta los inicios de la década
de los noventa, el término “intersex” refería a un diagnóstico y a una categoría epistemológica que solamente circulaba en el
mundo académico de la biomedicina y no se utilizaba en conversaciones entre los médicos y sus pacientes, o quienes estaban
a cargo de su cuidado. De hecho el lenguaje médico era más bien evasivo, en donde se hablaba de gónadas indiferenciadas,
desarrollo sexual, sexo incompleto, etc. (Holmes, 2009,p.2)
9
El planteamiento por parte del feminismo de cuestiones de vida o muerte, significa según Butler (2001), que el feminismo es
en cierta medida filosófico y va de la mano con el objetivo de transformación social.
3
Tengo la impresión de que todo el mundo debería ser desgraciado; ya ve, vivimos en un
mundo tan sencillo…Hay un sistema basado en la dominación, el dinero y el miedo, un
sistema más bien masculino, que podemos llamar Marte; y hay un sistema femenino
basado en la seducción y el sexo, que podemos llamar Venus. Y eso es todo. ¿De verdad
es posible vivir y creer que no hay nada más? Maupassant pensaba, y con él los realistas
del siglo XIX, que no había nada más; y eso lo llevó a la locura.
dejar una única marca,12 buscar los puntos en común para hacer una vida vivible,
artículos preceden al género que por los siglos de los siglos se constituyó como
enarbolados héroes que siguen con los pies un balón que cambia el orden del
mundo.
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escritura a las vocales por un símbolo más justo: la arroba. O y A, hombre y mujer.
justicia con tod*s quienes no forman parte del Par, y las reemplazamos por
fijado las reglas y las llevamos con nosotros desde que hemos visto la primera luz.
Mucho se ha escrito acerca del hombre por tradición, por genealogía, por
historicidad, por lucha de poderes, por civismo, por fuerza, pero cuáles son las
características que hay que tener para pertenecer al Orden Privilegiado. Qué ideas
constitución biológica del cuerpo, pero sin cuerpo no hay identidad de género, por lo
piedras fueron arrojadas por nuestra historia efectual, se desarma y deja a lo otro
como constitutivo del sí. No desaparece lo mismo sino que lo otro lo constituye.
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Nuevamente, y citando a Butler (2001), los conceptos sociológicos de hombre y mujer, no pueden referirse a una diferencia
sexual, por lo mismo no homogeneizable, ya que la red compleja de prácticas preformativas e identitarias hacen que el género
no sea ni unívoco ni claro, pues las diferentes formas y posibilidades de encarnación y vivencia de los atributos que definimos
como “sexuales” o “genéricos” no lo permitiría.
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No conozco ninguna persona que no tenga ninguna cicatriz relacionada con la diferencia
sexual. El género nos marca en el cuerpo a todos. Las personas intersex tienen una cicatriz
más brutal, más visible, pero no distinta a la cicatriz que tenemos todos. Hay que poner a
trabajar las cicatrices. No es necesario ni ser intervenido ni tener un cuerpo promedio para
que la vida sea posible y cada uno debe emanciparse de ello. Algunas personas pagan un
precio más alto, pero no hay nadie que esté a salvo de pagar ese precio.
Tiene que ver con lo humano, tiene que ver con la vida y la muerte. Cómo lograr un
posible cambio social. Solo con la teoría no se llega a destino, debe implicarse una
transformaciones, donde las voces sobre las que se escribe no sean una retórica
Autonomía.
14 Pre-conferencia CONGENID. Congreso Internacional sobre Identidad y Derechos Humanos. Barcelona, 4 al 6 de junio de
2010.
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A comienzos de los años setenta, John Money y Anke Ehrhardt, popularizaron la idea de que sexo y género son categorías
separadas.
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dominación legitimada, permanece oculta y es efectiva: deglución y digestión de
Cal relata en Middlesex: “Abrí los ojos. Y en el espejo no estaba yo. Había
enredado pelo negro sobre la cara, sino su falso hermano gemelo” (Eugenides, 2005,
p. 566).
heterosexual como tal, como si la existencia de algun*s opacase el reflejo del agua
en la que nos miramos. Cómo se debe transitar este suelo para ser humano.
hace más que naturalizar lo hegemónico, esa forma reguladora del poder, o el poder
de lo inconfeso.
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¿Dónde se sitúan las personas intersex en los discursos de la diferencia de Butler? Mauro Cabral proponía interrogarse
“hasta qué punto es una ficción regulativa pensar que en realidad siempre hay dos cuerpos opuestos”, porque la mayoría de
las personas intersex, se identifican como hombres o mujeres y uno de los objetivos principales del movimiento intersex es el
de “el derecho de las personas a vivir en su género sin tener que pagarlo con su cuerpo”. Cabral, M. La excepción y la regla,
2005.
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Situarnos en el límite de lo mismo para que la presencia revele la ausencia del otro
proposición. El diálogo es un diálogo sin fin por lo que no hay palabras primeras ni
del texto, las tensiones y las fisuras que son propias a su heterogeneidad, no para
descubrir las fisuras, los puntos de escisión, porque las variaciones son posibles,
son un hecho.
Como Tiresias, primero fui una cosa y luego otra. Fui ridiculizado por mis compañeros de clase,
convertido en conejillo de Indias por los médicos, palpado por especialistas y calibrado por Don
Dinero. Una pelirroja Grosse Pointe se enamoró de mi, sin saber lo que era. (También le gusté a su
hermano.) Un carro blindado me condujo a una batalla urbana; una piscina me convirtió en mito;
abandoné mi cuerpo para tomar posesión de otros: y todo eso ocurrió antes de que cumpliera
dieciséis años.
Jeffrey Eugenides. Middlesex. (2005)
Identidad de género y las posibilidades de ser humano para un*s y para otr*s,
términos impuestos. No concordar con las formas en que lo humano está siendo
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Éste es el carácter de universalidad que Gadamer atribuye a la hermenéutica, que es asimismo objeto de crítica de Butler y
de la deconstrucción derridiana. El común acuerdo criticado por Butler, remite a El giro hermenéutico de Georg Gadamer
(2007), quien encauza al lenguaje como centro de toda interpretación, en el cual todo objeto susceptible de ser comprendido
es lenguaje. La hermenéutica según este filósofo, habla de posibilidades continuas de actualización de nuestra “historia
efectual” (ideas previas y prejuicios), pero de limitaciones en torno a la idea de comprensión sostenida por la finitud de nu estro
ser, de nuestro lenguaje y por el poder de la tradición y las normas.
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producido por la práctica y el discurso. Obviedad aparente. Siempre somos sujet*s
resignificación, sino de una teoría radical democrática. Pensar una vida inseparable
18 En relación a las violaciones basadas en la orientación sexual y la identidad de género, se recomienda revisar los Principios de
Yogyakarta, “Un proyecto encaminado a desarrollar una serie de principios jurídicos internacionales sobre la aplicación de la
legislación internacional de los derechos humanos a las violaciones basadas en la orientación sexual y la identidad de género , a fin
de imbuir de una mayor claridad y coherencia a las obligaciones estatales en materia de derechos humanos”, dentro de cuyos
signatari*s se encuentra el activista Mauro Cabral, como representante de la Comisión Internacional de Derechos Humanos para
gays y lesbianas y cuyo principio rector en relación a las intersexualidades es el punto número 9. Dichos principios pueden
encontrarse en Internet en los siguientes sitios: http://www.mulabi.org o en http://www.intersexualidad.org
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Cuando se habla por ejemplo sobre “Los Derechos Humanos de las Mujeres” , Butler refiriéndose a Bunch , explica que
“las mujeres tienen su propia serie de derechos humanos, que cuando pensamos en la humanidad de las mujeres lo “humano”
es quizás diferente de lo que ha significado cuando ha funcionado como presumiblemente masculino” Beck-Gernsheim, E.,
Butler, J., & Puigvert, L. (2001). Mujeres y transformaciones sociales. Colección Aperturas ed. (C. Vendrell, & E. Oliver, Trad.)
Esplugues de Llobregat, España: El Roure.
Para Bunch (2004), el sistema de derechos humanos ha devenido en una complejidad en la que gobiernos y
organizaciones no gubernamentales pueden trabajar a favor de éste a nivel nacional, regional e internacional.
Sin embargo, muchos de esos mecanismos, son atacados por gobiernos y organizaciones precisamente porque
se han convertido en efectivas herramientas de persuasión y no siempre en pro de reforzar los derechos de las
personas.
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Las convicciones sobre lo humano y sus categorías no son suficientes y no nos
es que hay que ampliar la idea de lo humano para poder incluirnos en dicha
proliferante, nos comemos nuestra propia vida para vivir, la eterna utopía de curar
Más allá de la lógica necesaria de un discurso de razón21, más allá de los límites
consumidora, sino consumida. Es el orden que anticipaba Attali (1979), del pecado
iatrogénica, el mal disuelto deviene más fuerte que la terapia que lo intentaba
combatir.
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La idea foucaultiana en la que los cuerpos pasan a insertarse en la máquina de producción capitalista, deviene en Attali
(1979), en que la maquinaria se inserta en los cuerpos, donde el devenir se traduce desde un “consumir” a ser “consumidos”,
en un juego antropófago en el que la prótesis, la copia se convierten en cuerpo. Encarnaciones del mismo tipo de roles de
normalización, jugado por actores diferentes.
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Sobre la importancia de retomar el discurso de la razón olvidado por la “Postmodernidad”, ver “La cuestión de la
transformación social” escrito por Judith Butler en Beck-Gernsheim, E., Butler, J., & Puigvert, L. (2001). Mujeres y
transformaciones sociales. Colección Aperturas ed. (C. Vendrell, & E. Oliver, Trans.) Esplugues de Llobregat, España: El
Roure.
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Si el cuerpo es el lugar de opresión, esa opresión lo constituye a su vez en lugar de
resistencia.
Cuando hablamos de hombres y mujeres, son muchas las nociones que damos por
sentado, así como las características que atribuimos a cada uno de estos géneros,
¿Pero cómo nos situamos dentro de esa noción de hombre o dentro de esa noción
tengo en claro qué es un hombre y qué es una mujer, entonces cómo defino a las
imposible hacer justicia a los mismos conceptos. Nuestros cuerpos (en el sentido
amplio del término) son demasiado complejos para fijar una definición acabada,
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ideas de hombre y mujer, le sigue una sombra llena de significaciones que no puede
vale también para el papel del lenguaje y el discurso en la cultura, en las maneras
veces por procesos de origen imaginativo, que terminan por crearlo. Las
significa ser hombre o mujer. A decir de Mauro Cabral, para hacer trabajo intersex,
lo primero que debemos pensar, es si tenemos una idea amplia acerca de lo que
Empezar por el binomio, empezar por entender lo que queremos deconstruir, pero
referentes del discurso hegemónico siempre son los mismos, con diferentes
matices, pero por lo general encasillados en dos cuadraditos, de los cuales hay que
inscribe en los cuerpos de todas las personas y en muchos casos, más brutalmente
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en las personas intersex, donde el vaivén entre la lógica racional de lo verdadero y
de lo falso, sustentada por esas copias y esos modos de ver, se impone ante la
mecanismo corporal capaz de transmitir las emociones y los recuerdos. Una marca,
olvido. El quirófano como habitación que anula estímulos, una mano que introduce
Tenía apenas diez años el día que visité por primera vez un consultorio psi. Pero hoy,
29 años después, recuerdo a la perfección un consejo que recibí, ahí mismo, en aquel
entonces: ¿por qué no compraba un papel floreado y forraba las tapas grises del libro
que estaba leyendo? La segunda serie de visitas empezó unos años después, cuando
ya tenía 14 y las sugerencias florales se habían transformado en –otras – expectativas
de género. Por qué no le daba una oportunidad a lo femenino, escuchaba en cada
sesión, sentado contra una pared que separaba ese consultorio de aquel donde no
había consejos sino vigilancia hormonal.
¿Porqué llegamos a pensar que una emergencia social puede ser resuelta con una
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Diario Página 12. Suplemento SOY. Veintidós de octubre de 2010. Versión en línea:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-1675-2010-10-29.html
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especialistas en género cuando confunden la asignación sexual con la identidad de
Defecto que remite a una posibilidad crítica sobre nuestras prácticas de género.
Las cirugías son malas. Crean binarios y mutilan. La mutilación e insensibilidad crean
indiferencia y anulan el derecho de decidir sobre el propio cuerpo de manera
autónoma. La autonomía hay que construirla. La persona tiene que saber que
cualquiera sea la opción que elija va a tener una vida que va a poder vivir si se opera o
si no se opera. Si no se opera va a ser discriminado, si se opera, las consecuencias
que va a traer la cirugía. Todos debemos a ayudar a construir esa autonomía. Es
necesario parar las intervenciones que se hacen a niños y a niñas. La cirugía puede
tener un buen resultado. Lo importante es avanzar sobre la autonomía de alguien.
Sean buenos o malos los resultados, las personas actualmente no deciden.
basta con un asterisco que abarca todas las posibles variaciones genéricas, pero
sociales, van configurando una función contextual del lenguaje, en el sentido que
además de los aspectos que norman a éste y al discurso, esas interacciones van
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Lain Morland, observa que el psicoanálisis debe ser pensado como una posibilidad, en el sentido en que por todos sus
defectos falocéntricos, es útil justamente porque puede ayudarnos a entender los modos en los que nuestras prácticas de
género, incluyendo las cirugías genitales, son muy a menudo ilógicas, absurdas y estructuradas por experiencias y
explicaciones infantiles en las que insistimos en pensar que fueron expulsadas de nuestras psiques. Morland, L. (2004). Intersex,
the structural unconscious and clinicians. The psychologist, 17 (11).
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porque “tiene que ver con supervivencia”. Sobran situaciones en las que esas
normalización sexual con un visto bueno de un comité de bioética que discute dónde
posible, y las diosas y los dioses siguen siendo remodelados y reproducidos a partir
de su misma arcilla.
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Bibliografía
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