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Capítulo 4

El Renacimiento. Algunas Contracorrientes

El Renacimiento es un movimiento cultural y social dado en Europa en el Siglo XV, de acuerdo con
la aparición de una corriente intelectual por los humanistas italianos, que era muy influida por
cualidades atribuidas a Italia y Francia.

El respeto y la aceptación del pasado son vitales para la teoría del progreso, y sin estos es imposible
concebir unas fases de desarrollo que se sucedan unas a las otras. Sin embargo, para el
Renacimiento, el respeto por el pasado era una idea abominable, pero que adoraban el pasado
antiguo creyendo que la edad de oro se debía al rechazo de lo medieval y su pasión por imitar los
logros griegos y romanos. Es decir, la teoría de la historia de los humanistas era que los griegos
crearon la civilización y los romanos contribuyeron a perfeccionarla.

En la edad de Oro no aparece la idea del progreso, puesto que fue un termino consagrado por la
historiografía. Por ello, el autor nos da a conocer tres motivos por los cuales no puede extinguir ni
extenderse la teoría del progreso gradual, acumulativo y continuado. El primero de ellos es según la
teoría de Ficino, quien determinó que antes de este siglo los conocimientos (ciencias) estaban casi
extintos (de este motivo se imparte la idea de una nueva corriente intelectual).

El segundo motivo es el dominio casi completo por las teorías de recurrencia cíclica, ya que los
humanistas veían la historia como una vasta multiplicidad de recurrencias, de altibajos cíclicos y no
como algo continuo ni acumulativo, que eran efecto de la presencia del ser humano en dos
elementos fijos: el bien y el mal. Estos pensadores no tenían indiferencia por los logros culturales
del pasado (descubrimiento, inventos), sin embargo, algunos entendían los logros como una
perspectiva de progreso como es el caso de San Agustín, quien rinde tributo a la genialidad humana.
Existía una obsesión por lo no racional y lo irracional, donde según Trinkhaus tendían a conceder
mucha importancia a la facilidad con que la virtud se convierte en semilla del vicio, es decir, dar
importancia a las emociones y pasiones que apenas eran compatibles con la idea de progreso.

El tercer y último motivo es el ascendiente del ocultismo, la magia y del destino o fortuna. En toda
la historia occidental nunca había proliferado tanto la creencia en los brujos y el temor a la brujería,
donde el diablo adquirió una forma más tangible, por lo que la iglesia en ese entonces se esforzó
por acabar con estas creencias. Sin embargo, estas creencias conllevaron a la decadencia de la
autoridad religiosa y feudal, por lo que la gente perdió la fe, y donde nace la convicción de que la
historia y el futuro del hombre no dependen de la razón y la honradez, sino que, del destino o la
fortuna, y donde las ideas dominantes eran el azar, la suerte y el accidente.

En el texto se nos dan a conocer diversas facetas del renacimiento de acuerdo con actores, como
son: Maquiavelo, Erasmo y René Descartes entre los más importantes.

a) Para Maquiavelo la historia no era más que una serie de altibajos, de repeticiones cíclicas,
donde para él, el hombre estaba más dispuesto al mal que al bien, por lo que los asuntos
humanos estaban dominados por la fortuna, la suerte y el azar. Además, dice que todo
intento por hablar de avance progresivo era fútil y fatuo.
b) Erasmo, quien era muy devoto de la Iglesia Católica también la criticaba, dejándola de lado
para dedicarse en la religión como fe personal, por lo que para él el único origen del bien es
la gracia y el pensamiento individual. Donde la esencia de cristianismo nada tenía que ver
con las formas susceptibles de evolucionar, para él se encuentra en el interior de cada uno.
c) René Descartes implementó reglas para adquirir conocimientos reales, y lo hizo dudando
de la existencia de todo, excepto la existencia del pensador que duda. Tales reglas son: 1)
No hay que aceptar como verdadero nada que no pueda ser comprobado, 2) Hay que dividir
las dificultades de lo que se analiza en tantas partes como sea posible, 3) Hay que dirigir los
pensamientos de acuerdo a un orden lógico (de lo más fácil a lo más complejo) y 4) Razonar
rigurosamente.
Esta filosofía pasó a ser accesible a todo el mundo y como consecuencias convirtió en
innecesarios los conocimientos heredados por la historia. Además, rechazó toda creencia
en la posibilidad de un desarrollo de los conocimientos a través de un proceso gradual que
se despliega a través del tiempo.

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