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Tema: Nuestra América

Materia: Teoría del Estado y Poder


Semestre I.

Estudiantes:
Omar Arias Arango
Jorge Castro Rivera
Gladys Cuero Hernández
Jorge Antonio Cuero Hernández
Aura Cristina Ibarguen
Fabián Andrés Lizalda Ibarguen

Tutor:
MSc. Greison Moreno Murillo
Buenaventura, Colombia agosto 16 de 2019

Introducción

Partiendo dela propuesta planteada por Boaventura de Santos, se pueden reconocer tres
teorías la globalización contrahegemónica, los rasgos más sobresalientes de Nuestra
América, resalta aspectos del potencial emancipador de la “nueva” ley barroca concebida
como una ley cosmopolita, una ley que no se basa en Dios ni en la naturaleza abstracta,
sino en la cultura social y política de grupos sociales cuya vida cotidiana recibe su energía
de la necesidad de transformar sus estrategias de sobrevivencia en fuente de innovación,
creatividad, transgresión y subversión., que lo que buscan es una transformación social.

A pesar de que el contexto no ayuda mucho dado que los dueños del poder “capitalistas”
están creando una conciencia regulatoria y sumisa para regular a la sociedad y evitar una
emancipación.

Las mismas ciencias sociales no están diseñadas desde un sentido crítico que invite a la
reflexión de los problemas que se presentan en un mundo globalizado, esta propuesta nos
invita a hacer un análisis de la realidad desde un contexto internacional.

Este escrito nos permite abrir debate frente a la realidad actual que se está viviendo en
América Latina.

Objetivos

Analizar la obra de Boaventura de Sousa Santos, especialmente su comprensión de las


sociedades contemporáneas y los desafíos epistemológicos y metodológicos actuales.

Reflexionar sobre como los modelos capitalistas se consideran dueños de los recursos y las
personas considerándolas como bienes.

¿Porque Boaventura creo el termino fascismo societario como ideología política?


Datos del texto reseñado

La siguiente reseña critica resalta el articulo Nuestra América escrita por el sociólogo
portugués Boaventura de Sousa ( 2001) este ejercicio responde a la lectura de la propuesta
que hace de Sousa como un ejemplo de lucha y resistencia, en América Latina.
Palabras claves

Globalización barroca, contrahegemonia, emancipación, mestizaje, nuevos


manifiestos, fascismo social.

Desarrollo del tema


En la primera sección de este texto explico lo que entiendo por globalización, y en
particular globalización contrahegemónica. Luego especifico con algún detalle los rasgos
más sobresalientes de la idea de Nuestra América tal como fue concebida en el espejo del
siglo europeo-americano. En la segunda sección analizo el ethos barroco, concebido como
el arquetipo cultural de la subjetividad y la sociabilidad de Nuestra América. Mi análisis
resalta aspectos del potencial emancipador de la nueva ley "natural" barroca, concebida
como una ley cosmopolita, una ley que no se basa en Dios ni en la naturaleza abstracta,
sino en la cultura social y política de grupos sociales cuya vida cotidiana recibe su energía
de la necesidad de transformar sus estrategias de sobrevivencia en fuente de innovación,
creatividad, transgresión y subversión. En las últimas secciones trato de mostrar por qué
este potencial emancipador y contrahegemónico de Nuestra América está lejos de haberse
materializado y cómo puede llevarse a la práctica en el siglo XXI. Finalmente, identifico
cinco áreas, todas ellas profundamente incrustadas en la experiencia secular de Nuestra
América, las cuales, desde mi punto de vista, serán los principales terrenos de disputa en la
lucha entre las globalizaciones -hegemónica y contrahegemónica-, que conformarán el
espacio para que surja una nueva cultura política transnacional, y para la ley "natural"
barroca que la legitime. En cada uno de estos terrenos, el potencial emancipador de las
luchas obtiene su premisa de la idea de que una política de la redistribución no puede
conducirse con éxito sin una política del reconocimiento, y viceversa.
Según Hegel, la historia universal transcurre de Oriente a Occidente. Esta idea subyace a la
concepción dominante del siglo XX como el siglo europeo americano. En este artículo,
afirmo que ha habido otro siglo XX subalterno, el siglo americano de nuestra América. El
siglo europeo americano lleva al nuevo milenio su arrogancia empírica en forma de
globalización neoliberal; el siglo Americano de Nuestra América, que se reinventará, lleva
las semillas se la globalización contrahegemónica. La globalización contrahegemónica se
entiende como conjunto de alianzas y luchas transnacionales centradas en el equilibrio
dinámico entre el principio de la igualdad y el principio de diferencia. El artículo identifica
cinco temas principales en los que se reproducirá el choque entre las dos globalizaciones
alternativas en las próximas décadas.
En tanto régimen societario, el fascismo se manifiesta como el colapso de las más triviales
expectativas de la gente que vive bajo su dominio. Lo que llamamos sociedad es un manojo
de expectativas estabilizadas, que van de los horarios del Metro al salario a fin de mes, o un
empleo al terminar la educación superior. Este desfasamiento en las relaciones sociales,
entre inclusión y exclusión, se ha profundizado tanto que se torna más y más espacial: los
incluidos viven en áreas civilizadas, los excluidos en áreas salvajes. Se levantan barreras
entre ellos (condominios cerrados, comunidades cercadas). Por ser potencialmente
ingobernables, en las zonas salvajes el estado democrático se ha legitimado
democráticamente para actuar de un modo fascista.
Argumento entonces que la alternativa a la expansión de un fascismo societario es construir
una nueva pauta de relaciones locales, nacionales y transnacionales, basada en el principio
de la redistribución (equidad) y en el principio del reconocimiento (diferencia). En un
mundo globalizado, tales relaciones deben emerger como globalizaciones
contrahegemónicas.
Consideramos que aquí, el autor nos habla de un fascismo que es practicado no solo por un
estado, al contrario es practicado por todos a nivel local e internacional. El cual denomina
“fascismo societario” el cual se fundamenta en expulsar grandes cantidades de seres
humanos del contrato social y obligarlos así a la marginación, la exclusión y el sufrimiento.
Esto sucede según el autor cuando se establece la economía como único principio para
guiar las sociedades, lo cual llevara al mundo a ser “ingobernable y éticamente
repugnante”

Las globalizaciones contrahegemónicas


Parto de la presuposición de que lo que llamamos globalización consiste en series de
relaciones sociales; conforme estas series de relaciones sociales cambian, también lo
hace la globalización, las implicaciones más importantes de esta definición son, primero,
que en las condiciones del sistema-mundo capitalista occidental no existe una globalización
genuina. Eso que llamamos globalización es siempre la globalización exitosa de un
localismo dado.
Las otras dos formas de globalización -el cosmopolitismo y la herencia común de la
humanidad- son lo que llamo globalizaciones contrahegemónicas. Por todo el mundo los
procesos hegemónicos de exclusión encuentran diferentes formas de resistencia -iniciativas
de base, organizaciones locales, movimientos populares, redes transnacionales de
solidaridad, nuevas formas de internacionalismo obrero- que intentan contrarrestar la
exclusión social abriendo espacios para la participación democrática y la construcción
comunitaria, ofreciendo alternativas a las formas dominantes de desarrollo y conocimiento;
en suma, en favor de la inclusión social. Estos vínculos locales/globales y el activismo
transfronterizo constituyen un nuevo movimiento democrático transnacional. A partir de las
manifestaciones en Seattle en noviembre de 1999 contra la Organización Mundial de
Comercio y aquellas en Praga en septiembre de 2000 contra el Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional, este movimiento se está convirtiendo en un nuevo componente de
la política internacional y, de manera más general, es parte de una nueva cultura política
progresista. Las nuevas redes de solidaridad local-global se enfocan en una amplia variedad
de asuntos: derechos humanos, medio ambiente, discriminación étnica y sexual,
biodiversidad, normas laborales, sistemas de protección alternativa, derechos indígenas,
etcétera (Gonzáez Casanova, 1998; Keck y Sikkink, 1998; Tarrow, 1999; Evans, 2000;
Brysk, 2000).

Según esto entendemos que en los últimos tiempos se observa como en el mundo entero se
han desplegado grandes movilizaciones masivas de personas cansadas de las desigualdades
que se volcaron a reclamar justicia, una democracia real, reclaman contra la homofobia, el
racismo, las luchas por el medio ambiente, por empleos con horarios más flexibles y
salarios mejor remunerados.
Quizás con estas luchas y movilizaciones aún no se haya logrado despertar conciencia en
muchas personas, pero se está abriendo un camino. El autor considera que si es posible a
través de la resistencia y la unidad lograr una América con una redistribución y un
reconocimiento; resistencia que según el autor propone se debe dar a nivel mundial y debe
ser impulsada por el inconformismo a las condiciones que nos impone el sistema, la
indignación y la incomodidad.
Muestra a demás porque este potencial emancipador y contrahegemónico de Nuestra
América está lejos de haberse materializado y como puede llevarse a la practica en el siglo
XXl

El ethos barroco: prolegómenos para una nueva ley cosmopolita


Analizo el ethos barroco, concebido como el arquetipo cultural de la subjetividad y la
sociabilidad de Nuestra América. Mi análisis resalta aspectos del potencial emancipador de
la nueva ley "natural" barroca, concebida como una ley cosmopolita, una ley que no se basa
en Dios ni en la naturaleza abstracta, sino en la cultura social y política de grupos sociales
cuya vida cotidiana recibe su energía de la necesidad de transformar sus estrategias de
sobrevivencia en fuente de innovación, creatividad, transgresión y subversión.
El extremismo de las formas por sí solo permite que la subjetividad barroca entrañe la
turbulencia y la excitación necesarias para continuar con la lucha en pos de las causas
emancipatorias, en un mundo donde la emancipación se ha colapsado o ha sido absorbida
por la reglamentación hegemónica.
Se entiende entonces que el ethos barroco no acepta de ninguna forma un modelo
capitalista, dicha posibilidad la ve inaceptable y ajena a sus ideas; es una forma de
revolución y expresión desde la parte cultural, es una forma o estilo de vivir en la
modernidad desde la periferia, con dicha forma de vida lo que se busca es criticar,
sobrevivir, contraponer y ubicar los elementos contradictorios que manifiestan el
capitalismo en los países emergentes; ya que el capitalismo fundamenta su progreso a costa
de la sobreexplotación de los recursos naturales y las personas ya que existe una enorme
brecha de desigualdad social.
Es también una creación indispensable para poder organizarse como sociedad y generar
reglas mínimas que van a regular y en cierta manera administrar su propio comportamiento.
Podría entenderse como un modo de ser o imponer nuestra presencia en el mundo
(Echeverría, 1998:37)

Conclusiones

En conclusión a la propuesta que hace Boaventura de Sousa a la lucha y resistencia de


américa latina se expresa que ha sido con el nacimiento de un gran espíritu que va desde los
movimientos indígenas hasta las más diversas expresiones de resistencia actuales. El
crecimiento gradual de los movimientos representa un gran refugió de supervivencia en la
época autoritaria que sacudió a la región en la década de los 70, y 80 a partir de estos años
en el que se profundiza el modelo neoliberal en la región y la globalización dimensiona las
problemáticas locales, y comienza a conformarse movimientos heterogéneos que marcaran
que marcaran a las realidades nacionales de América latina. Se examina la posibilidad de
renovación epistemológica de las ciencias sociales donde los aportes de un pensamiento
emergente en América latina. Dentro de un contexto crítico del conocimiento en América
los modelos teóricos y los modelos de la ciencia sociales ya no son los más apropiados y las
interrogantes que se formulan una imagen adecuada de la sociedad.
Los modelos capitalista se consideran dueños de las personas porque es realmente lo
que ocurre con este sistema, lo que hace es vendernos productos tanto necesario como
innecesarios (gracias al marketing) pues este modelo se basa principalmente en poner el
dinero en el centro de todo, es así como quienes están en la cima del capitalismo ven los
recursos como propios y es así como los explotan sin importar las consecuencias que pueda
acarrear esto, pero no se habla solo de recursos naturales sino también de recursos
humanos, las personas son a menudo explotadas y sometidas a grandes cargas laborales y
horarios esclavistas, con el fin de satisfacer las necesidades de las grandes compañías el
problema radica en que los intereses son únicamente personales o de unos pocos, asi
quienes no tienen nada deben estar sometidos a este modelo, el capitalismo es necesario
pero sus consecuencia puede ser muy extremas. Los capitalistas no se preocupan por
consecuencias ambientales o la calidad de vida de sus trabajadores porque las personas a
menudo son vistas como simples animales de carga. Desde que se implementó el
capitalismo en nuestra sociedad los problemas ambientales se han incrementado gracias a
que estos crean y explotan recursos sin importar el impacto ambiental que esto puede
generar.

Respondiendo al tercer objetivo he llegado a la conclusión de que Boaventura lo usa


como una forma de fascismo pluralista que trivializa la democracia en favor a sus intereses
del sistema económico y sus grupos más favorecidos también con incrementó de la
desigualdad y la polarización social como resultado de todas las formas de fascismo social.
Una crisis económica, social y política cuyas consecuencias marcaran nuestras vidas por
muchos años.

Referencias

Recuperado de Echeverría Bolívar. (2000). La modernidad de lo barroco. Entorno al Ethos


Barroco.México: Era.

Lopez,V (2015) Lexico de la Politica.


Dosel, E (2012), “Modernidad y ethos barroco”, praxis, conciencia y libertad.
En APA6 del texto o textos citados. Sangría francesa.

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