Sie sind auf Seite 1von 24

LA FUNDAMENTACIÓN DE LOS DERECHOS

HUMANOS EN LA ETNIA FANG. EL CASO


DE GUINEA ECUATORIAL
THE FOUNDATION OF HUMAN RIGHTS IN THE FANG
ETHNIC GROUP. THE CASE OF EQUATORIAL GUINEA
Jesús Rafael Edu Eyama Achama Recibido: septiembre de 2014
Diócesis de Huelva Aceptado: noviembre de 2014
jesusrafa706@gmail.com

Palabras clave: Derechos Humanos, Democracia, Fang, Ayong, Guinea Ecuatorial.


Keywords: Human Rights, Democracy, Fang, Ayong, Equatorial Guinea.

Resumen: El presente artículo trata refutar dos discursos aparentemente


opuestos. El de ciertos occidentales que no ven la posibilidad de llevar a
África la cultura de los Derechos Humanos y la Democracia, por ser con-
ceptos de la Filosofía occidental; y, el discurso de la élite política africana
reacia a cualquier exigencia de implantar la Democracia y de respetar los
Derechos Humanos en sus países. Una exigencia que suele tildar de inva-
sión y de asunción de las “ideas importadas”, impropias y dañinas para la
¿idiosincrasia de los pueblos africanos? En cambio, creo que, asumiendo
nuestros propios valores africanos, es posible la Democracia y la cultura de
los Derechos Humanos en nuestros pueblos.

Abstract: The present article treats to refute two seemingly opposite spee-
ches. The speech of certain people from the industrialized countries that
do not see the possibility of taking to Africa the culture of the Human rights
and the Democracy, for being concepts of Philosophy from certain people
of the industrialized countries; and, the speech of the political elite African
opposed to any exigency of implanting the Democracy and of respecting the
Human rights in his countries. An exigency that it is in the habit of labelling
as invasion and as assumption of the “ ideas imported”, improper and har-
mful for her idiosyncrasy of the African peoples? On the other hand, I belie-
ve that, assuming our own African values, there is possible the Democracy
and the culture of the Human rights in our peoples.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

297
Introducción Personalmente no acepto ninguno de
los dos discursos, sino que creo que “es
posible la Democracia y la cultura de los
El título del presente artículo nace de los
Derechos Humanos en los pueblos africa-
diálogos que manteníamos durante el
nos” siempre y cuándo que haya buena
año escolar 2010-2011, en las clases del
voluntad por parte de nuestros políticos.
Máster en Consultoría, Análisis y Pensa-
miento Político, en la Universidad Pablo Para llevar a cabo la investigación y con-
de Olavide, a cerca de los Derechos Hu- solidar mi argumentación, me he servido
manos y la Democracia. y me he apoyado en la Etnia Fang, de la
que soy hijo y miembro.
Debo confesar que algunas “declaracio-
nes” de ciertos profesores y de mis com- Decir que el país de los Fang es de origen
pañeros sobre la situación política africa- Bantú1 y está situado en la costa occi-
na, en lugar de deprimirme o alterarme, al dental del África sub-sahariana, de unos
contrario, fueron para mí una gran fuente 180.000 Km²(2) aproximadamente y con
de inspiración para buscar una posible una población en torno a 4.233.500 ha-
respuesta correcta sobre los temas en bitantes3. Sobre los elementos esenciales
cuestión. Fui madurando mis ideas con de esa cultura fang, que más adelante
aquellos discursos que vengo escuchan- detallaré, trataré de asentar la fundamen-
do desde hace muchos años proferidos tación de los Derechos Humanos y la De-
por los líderes políticos de África, respecto mocracia.
de la Democracia y de los Derechos Hu-
manos. Quiero agradecer, desde estas líneas, la
aportación del profesor y filósofo guineo-
Con este trabajo, quiero refutar dos dis- ecuatoriano, Eugenio Nkogo Ondo, que
cursos aparentemente opuestos, pero, me ha sido de capital importancia para
para mí, dos caras, en realidad, de la afinar mi argumentación. Cuando le pre-
misma moneda. Se trata, por un lado, del senté este proyecto, no sólo puso a mi dis-
discurso proveniente de ciertos occiden- posición el artículo de Jean Moreau, sino
tales que ven imposible llevar a África la que me animó con una reflexión de su
cultura de los Derechos Humanos y la De- propia cosecha, que me envió por correo
mocracia, por ser, según ellos, expresio- electrónico el día 26 de junio de 2011,
nes puramente de la Filosofía occidental; para que me sirviera de punto de arran-
y, por otro lado, está el discurso de gran que y de base sólida, cuyo extracto repro-
parte de la élite política africana que, des-
de el trono, rechaza cualquier exigencia
de implantar la Democracia y de cumplir
1. Iyanga Pendi, A., (1995), “Las lenguas bantúes”,
los Derechos Humanos en sus respecti- Estudios Africanos: Revista de la Asociación Espa-
vos países. Una exigencia que suele ser ñola de Africanistas, (Vol. IX. 16-17), Ediciones
vista como una invasión de la cultura oc- Polifemo, Madrid, pág. 54.
cidental a las culturas africanas. De ahí 2. Cfr. Ndong Mba-Nnegue, J., (1985), Los Fan.
que esta élite califique la democracia y su Cultura, Sociedad y Religión, Imprime: Artegraf,
división de poderes o la igualdad ante la Madrid, pág. 26.
Ley de “ideas importadas”, impropias y 3. http://www.ikuska.com/Africa/contactar.htm
dañinas para la ¿idiosincrasia de los pue- fecha consulta: abril de 2010, fecha actualización
blos africanos? sitio web: 14 abril 2013.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

298
duzco a continuación con leves variantes cita la de la constitución americana, del
y notas aclaratorias: Estado de Virginia (1776), la de la Revo-
lución Francesa (1789), que es la que
…«Uno de los grandes méritos de las
más ha influido en otras, y la última, la
investigaciones de esa naturaleza es de-
de la ONU, Declaración Universal de los
mostrar la falsedad de la historia narrada
Derechos Humanos (1948)6.
y transmitida, no sólo de la historia afri-
cana, sino también de la historia univer- »Pero se obvia que, en 1222, el imperio
sal y de todas las disciplinas que cubren Mandingo, bajo el mandato de Sound-
el campo del saber humano. jata Keita, proclama el Manden Kalikan,
La Charte du Mandé que, recogiendo to-
»Respecto al África Negra, sabemos
dos los derechos del ser humano y su re-
que el colonialismo confundió ‘muchas
lación con los demás fue dirigida a todos
cosas’ con la llegada de los colonos
los habitantes de las cuatro esquinas del
europeos. Esta confusión caló tanto en
globo terráqueo, cuyo texto ha sido exa-
ciertos pensadores occidentales, como
minado y traducido, comentado por los
Hegel4, que, saltándose los criterios
investigadores africanos, Aboubakar Fo-
elementales de la hermenéutica, ima-
fana, Youssouph Tara Cisé y Jean-Louis
ginaron que nuestro continente era “a-
Sagot-Duvaurou, y publicado en Edi-
histórico”, lo que los condujo a la defen-
ciones Albin Michel en Paris, en 2003.
sa a ultranza de una visión ficticia de la
Además de L´Afrique répond à Sarkozy,
historia y a la predicación del dogma de
contre le discours de Dakar, una obra
la ignorancia, que sigue haciendo mella
clave en la que la intelectualidad afri-
en la mentalidad de sus adeptos.
cana analiza el África actual, no sólo en
»Desde las tesis establecidas a media- sus relaciones con Francia, sino también
dos del XX por la brillante Escuela de fi- con todo el Occidente, surgieron otras
losofía de la historia africana, creada por voces de intelectuales franceses, como
el senegalés Cheikh Anta Diop, la temá- la de Jean Moreau quien, en un artículo
tica africana ya no puede ser objeto de científico, habla de “La Déclaration des
una concepción mitológica (me refiero a droits de l´homme, cinq siècles avant la
los falsos mitos)... révolution… en Afrique”»7.
»En la materia que nos concierne, la
Seguro que esto suena raro: “la declara-
de los Derechos Humanos, los tratados
ción de los Derechos del hombre, cinco
occidentales empiezan a atribuir su de-
claración a la “Carta Magna de Juan sin siglos antes de la Revolución… en Áfri-
tierra” (1215), cuando los barones ingle- ca”. Pero es la realidad. África, aparte de
ses exhortan a la monarquía a aceptar
el Habeas Corpus que reconocía liberta- avant la Révolution… en Afrique”. Humanisme.
des individuales, para algunos y no para Revue des Francs-Maçons du Grand Orient de
todos los ciudadanos, el derecho a la France, (285), pág. 49.
insurrección5. De la misma manera, se 6. Cfr. Lucena Cid, I. V., “Los Derechos Humanos.
La concreción positiva de los valores jurídicos”
4. Cfr. Ki-Zerbo, J., (1972), Histoire de l’Afrique en Soriano Díaz, R.L. y Mora Molina, J.J., (2011),
Noir, Hatier, Paris, pág. 10. Teoría y Fundamentos del Derecho. Perspectivas
5. Cfr. Peces-Barba, G. y otros (1987), Derecho críticas, Tecnos, Madrid, pág. 207-208.
positivo de los derechos humanos, Editorial Deba- 7. Cfr. Moreau, J., (2009), “La Déclaration des
te, Madrid, pág. 30; Cfr. Moreau, J., (2009), “La Droits de l’Homme, cinq sècles avant la Révolu-
Déclaration des Droits de l’Homme, cinq sècles tion… en Afrique”, pág. 48-50.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

299
ser un continente ‘exótico’, para gran par- han sido el resultado de una convicción,
te de quienes la desconocen, siempre ha sino de una adaptación automática al
estado habitada por hombres y mujeres nuevo diseño mundial, que conllevó la
con sus peculiares organizaciones socio- ruptura de la bipolarización Este-Oeste.
culturales. De modo que ellos, antes de la Y, si apuramos las cosas más las cosas,
llegada de los europeos, tenían unos sis- el acatamiento velis nolis por parte del
temas ético-morales y jurídicos que prote- poder establecido a las imposiciones de
gían la vida de cuantas personas integran los países donantes»9.
sus comunidades. Es, pues, urgente hacer esas reflexiones
Éste es precisamente el marco en el que e investigaciones porque esa manera de
quiero plantear el tema de la fundamenta- pensar, aparte de ser media verdad, en-
ción de los Derechos Humanos en la etnia tiendo, como apuntaba el profesor Nko-
Fang, que puebla los Estados modernos go, que falsea la historia real de nuestros
del África central como Camerún, Congo pueblos y permite sutilmente que el ser
Brazzaville, Gabón y Guinea Ecuatorial humano de nuestras comunidades viva
preferentemente; digo preferentemente, constantemente bajo regímenes de opre-
porque hay noticias de la existencia de los sión, negándole, así, la aspiración más
Fang en otras zonas africanas, como es el preciosa del común de los mortales que es
caso de Santo Tomé y Príncipe8. el “vivir” en “libertad” y con “dignidad”. Yo
mismo, en cuanto que fang, pienso que la
Apremia, pues, hacer este tipo de reflexio- libertad no le sienta mal a nadie, (siempre
nes e investigaciones para ir frenando, an- y cuando no sea “libertinaje”), y no creo
tes de que sea muy tarde, la opinión tanto que sea patrimonio exclusivo de ciertas
en Occidente como en la misma África culturas, razas, posición social, grupo hu-
de la imposibilidad de la implantación de mano… Todos queremos vivir libres y ver
la cultura de los Derechos Humanos y la defendidos nuestros derechos elementales
democracia en las sociedades africanas, como son la vida y la seguridad, por lo que
como insinúa Gerardo González Calvo considero negativo cualquier tipo de domi-
cuando dice: nación, esclavitud e indefensión.
«…los procesos de democracia en Áfri- Siendo esto así, en primer lugar, quiero
ca se pusieron en marcha en 1990. Y demostrar con este artículo cómo la etnia
no por casualidad. Coincide, insisto, con fang, mucho antes de la llegada de los eu-
la caída del Muro de Berlín y el progre-
ropeos a su hábitat geográfico, ya tenía,
sivo desmantelamiento del comunismo
desde siempre, un ordenamiento jurídico
en la Europa del Este. Fue, por eso, un
que no buscaba otro fin que la defensa
proceso un tanto espurio, porque no se
de los integrantes de su grupo étnico y la
generó desde dentro, es decir, desde las
propias instituciones africanas, ni como armonía entre ellos.
consecuencia de las demandas de la En segundo lugar, quiero mostrar también
sociedad, sino desde fuera. O lo que es cómo, con la ocupación de este territorio
lo mismo: las democracias en África no africano por las potencias europeas, la
historia de nuestro pueblo se descarriló.
8. Cfr. http://www.ikuska.com/Africa/contactar.
htm fecha consulta: abril de 2010, fecha actuali- 9. González Calvo, G. (2008), África, la tercera co-
zación sitio web: 14 abril 2013. lonización, Mundo Negro, Madrid, pág. 89.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

300
Se perdieron muchos valores preciosos, responder la siguiente pregunta: ¿Qué
que quizá tenían que evolucionar a más, puede ofrecer la etnia fang, dondequiera
como el amor/defensa a la vida y la liber- que resida, a los demás pueblos de Gui-
tad. El buen gobierno tradicional como nea Ecuatorial, de África o del Mundo en
veremos más adelante, se desvaneció y la implantación de la Democracia y de la
aparecieron las políticas de la represión Cultura de los Derechos Humanos? Como
ajenas a la política tradicional, ya que los se ve, se trata de una pregunta crucial.
jefes tradicionales no se las ensañaban
con su pueblo como ocurre al día de hoy.
1.1. La Sociedad tradicional fang
Y por último, quiero responder a los que,
sin conocer la historia oculta (para no de-
En lo social o comunitario, el término o
cir real) de África, en general, y la de los
el concepto Ayong (clan o tribu) como se
fang, en particular, sacan conclusiones
suele traducir a las lenguas modernas eu-
fáciles acerca de su gente.
ropeas, resulta ser la categoría primordial
En este caso, quiero decir algo, desde este para los Fang, porque su vida gira(ba) en
trabajo, sobre las acusaciones que pesan torno a él. Era en la sociedad tradicional
sobre el colectivo de los Fang, sobre todo, la tarjeta de identidad10 del hombre y la
de Guinea Ecuatorial, de ser “dictadores” mujer fang cuando se presenta(ba) a un
o de llevar la simiente de la dictadura en poblado desconocido o en el encuentro
la sangre. ocasional de gente no conocida, unas
veces, como norma de cortesía y otras,
Ojalá, después de leer este trabajo, nues-
como búsqueda de gente acreditada en
tros acusadores pudiesen tener otra idea
tierras lejanas11, ya que los Fang vivían
sobre los fang; y que los mismos fang
en poblados dispersos en la selva ecua-
supieran integrar nuestros valores en el
torial. El Ayong tenía también, en dicha
hacer político en estos tiempos de la mo-
sociedad ancestral y sigue teniendo en la
dernidad.
actualidad, el carácter autodefensivo y de
conservación del grupo, es decir, evitaba
1. Los aspectos socio- las guerras intestinas y el peligro de un
culturales, jurídicos y los poder centralizado. Su carácter moral evi-
taba incestos y, por lo tanto, hacía a los
valores que favorecen la fang personas abiertas, ya que buscaban
cultura de los Derechos su pareja siempre fuera de su propio clan
Humanos y la Democracia en (ayong). En este hecho está la base del
entramado de relaciones familiares en la
el pueblo fang sociedad fang; por eso, es muy difícil que
un/a fang llegue a un poblado fang sin
En este primer apartado quiero presentar
10. Nsue Edjang Obono, M. (1994), Inculturación
aquellos aspectos socio-culturales, políti-
del Evangelio. El Fundamento de la Dignidad de
cos, jurídicos y los valores a partir de los la Persona Humana en la “Cenesimus Annus” y
cuales se puede plantear o reforzar en la en la visión antropológica de los Fang, Pontificia
actualidad el espinoso tema de los Dere- Facultas Theologica Teresianum, (Tesis Doctoral
chos Humanos y la Democracia en la so- – Inédita), Roma, pág. 74.
ciedad fang. Y al final de dicha exposición 11. Cfr. Ibidem, pág. 80.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

301
darse con un pariente próximo o lejano, seguros en aquella sociedad tradicional.
o sea, alguien de su sangre como puede Una catástrofe natural traía hambre, pero
ser del clan de su madre o de su abuela traía hambre para todos; si una epidemia
materna o paterna, o los tíos de su padre afectaba a todos, todos tenían que hacer
o los de su madre, etc. También está el frente a la situación, bien buscando el re-
carácter pedagógico, pues, el respeto del medio para erradicarlo, bien huyendo y
ayong educaba a la juventud para la so- ayudar a huir a todos del entorno infec-
ciabilidad, la solidaridad étnica y la hos- tado; nadie perecía por falta de comida
pitalidad que invitaba siempre al fang a o de dignidad humana porque careciese
la comunicación de bienes entre familias de riqueza personal; podía confiar en la
aliadas y extranjeras. En una palabra, era riqueza que poseía la comunidad de que
un principio de socialización y no fuente era miembro por la sangre14. Eso era el
de divisiones, discriminaciones, nepotis- socialismo africano, hoy día envilecido por
mos, tribalismos y guerras. el capitalismo individualista y por los inte-
reses puramente políticos.
El ayong, entre los fang, desempeñaba
también el rol de los servicios sociales en En la actualidad, muchos políticos recu-
las sociedades más modernas de la ac- rren al Ayong sólo para utilizarlo con fines
tualidad, porque cuando una sociedad ajenos a su significado en la sociedad tra-
está organizada de manera que se cuida dicional. En vez de recurrir al “Ayong en
de sus individuos, nadie de aquella so- sí”, como fuente de solidaridad primaria
ciedad se preocupará de lo que será de que busca la integración y la promoción
él mañana si no acumula riqueza hoy. La de sus miembros para fines nobles, acu-
misma sociedad se cuidará de él, de su den al “Ayong para sí”, es decir, con fines
viuda, o de sus huérfanos y hasta de sus excluyentes y con pretensiones de ser el
parientes con alguna minusvalía física o “Big Man”, como dice Mbuyi Kabunda15.
psíquica; el ayong cubría igualmente las
Decir aquí también que el Ayong no era,
necesidades primarias como la alimenta-
en la sociedad tradicional, un criadero de
ción y la seguridad de los solteros, eunu-
parásitos u holgazanes que admiten la
cos y estériles12, etc. Esto es exactamente
hospitalidad de la sociedad como un de-
lo que la sociedad fang, en particular, y
recho suyo, pero sin dar nada a cambio.
muchas sociedades africanas tradiciona-
Ese fenómeno muy detectable ahora en
les, en general, hacían con éxito. Tanto
las sociedades africanas y entre los afri-
el individuo acaudalado13 como el que
canos era una ignominia incomprensible
menos poseía estaban completamente
en la sociedad tradicional fang. En aquella
sociedad, todos eran trabajadores, hom-
12. La cultura fang da(ba) mucha importancia a la bres y mujeres, jóvenes y mayores. Para
reproducción. Los eunucos y estériles, al tener la la comunidad no había otra manera de
limitación natural de poseer una prole, podía pa-
recer que eran individuos improductivos para la
sociedad. Pero no por ello, el ayong les dejaba a su 14. Cfr. Sabín, J., (2010), Nyerere Ujama. El socia-
suerte, sino que les daba la cobertura que se me- lismo africano, Imp. Movimiento Cultural Cris-
recían en cuanto personas humanas e integrantes tiano, Madrid, pág. 18.
de aquella sociedad. 15. Cfr. Kabunda, M. y Santamaría, A. (2009), Mi-
13. La principal riqueza del fang era abundante tos y realidades de África Subsahariana, Catarata/
prole, las plantaciones y el número de ganado. Casa África, Madrid, pág. 24.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

302
ganar la vida si no trabajaban16. Saco ese Antiguamente, el político fang no aspiraba
tema a colación porque muchos opinan jamás a poseer riquezas personales con
que para acabar con el fenómeno del pa- el fin de imponer su poder sobre cual-
rasitismo moderno, habría que suprimir o quiera de sus semejantes. Jamás había
hacer caso omiso al Ayong, ninguneando tenido obreros o “mano de obra recluta-
a los familiares y parientes pobres y nece- da” para trabajar en su lugar. En fin, el
sitados. Yo pienso que el Ayong, como ha político tradicional, no era un explotador
quedado dicho, sigue siendo la identidad de su gente, sino gestor de su bienestar y
del fang; por lo tanto, en lugar de atacarlo procurador de su seguridad.
para solucionar el tema del parasitismo,
lo que hay que fomentar es el trabajo
para todos, porque es un derecho de toda
1.3. La justicia tradicional fang
persona17, de la misma manera que ésta
tiene también el derecho a conservar su En lo jurídico, quiero mostrar también que
identidad. los fang tenían su sistema jurídico propio,
es decir, “un conjunto de principios y nor-
mas, expresivos de una idea de justicia
1.2. La política tradicional fang y de orden, que regulan las relaciones
humanas en una sociedad y cuya obser-
En lo político, los Fang eran regidos por vancia puede ser impuesta de manera
ellos mismos, gestionando cada Ayong coactiva”18. Por lo que, no se puede llegar
(clan) su propio mando desde su pobla- a la fácil conclusión de que vivieran en un
do; se gobernaban a través de un jefe o régimen anárquico, haciendo cada cual lo
caudillo elegido en asamblea popular, y que le agradaba a costa del sufrimiento
éste era asistido por un Consejo de An- de los demás.
cianos (Beñaboro) que era un verdadero
El hecho de que sus leyes ‘tradicionales’
órgano de control político y judicial; las
no estuvieran escritas en una tabla o pa-
funciones del elegido eran la garantía de
pel alguno, sino grabadas en el corazón
seguridad, orden y bienestar, y no podía
y en la conciencia colectiva como corres-
realizar otras funciones como las del rico
ponde a las culturas ágrafas, no debe
(Nkúkúm) ni las del militar (Akamayong),
convertirles en un pueblo libertino, laxo,
literalmente, “defensor del pueblo”. Entre
desorganizado o desgobernado. Los con-
todas las preocupaciones que tenía el po-
ceptos legales de los fang cumplen con
lítico o jefe fang, primaba la búsqueda del
las tres dimensiones clásicas del Dere-
bien común del Ayong. Hoy día ese bien
cho: la normativa, que nos habla de nor-
común está supeditado a los caprichos e
mas y de la observancia o la imposición
intereses del político oportunista, que sólo
coactiva de las mismas, la axiológica, que
busca el bien de su círculo más allegado:
apunta a una idea de justicia y de orden,
familia directa, amigos leales y los estó-
y la sociológica, que se refiere a la regu-
magos agradecidos.
lación de las relaciones humanas en una

18. Es la definición del Derecho, en la acepción


16. Cfr. Ibidem. pág. 19. 14 que ofrece la Real Academia, Diccionario del
17. Ver el Art. 23 de la Declaración Universal de a Lengua Española. Vigésima Segunda Edición,
los Derechos Humanos. 2001.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

303
sociedad19. Es importante señalar que en la justicia. Basta escuchar cómo trataban
estos momentos, los Fang no separaban los asuntos de la propiedad privada (las
la moral del derecho. La norma tribal o terrenos en el poblado, las plantaciones,
clánica regulaba las relaciones humanas. las huertas antiguas, los árboles frutales,
Y era una norma basada en la costumbre, la pesca, la caza, los objetos y animales
fuente del Derecho. hallados); el derecho de herencia; el de-
recho penal (asesinatos, homicidio invo-
Como recuerda Tessman20, las «senten-
luntario, lesiones corporales, robo y encu-
cias, (de la justicia fang, el paréntesis es
brimiento).
mío), por lo general, eran muy buenas,
(…) tenían un sentido instintivo de lo justo Como hemos recordado en el apartado
y de lo injusto y, en la mayoría de los ca- anterior, en este ejercicio judicial, cobra-
sos, la sentencia recae sobre el verdadero ba mucha importancia el consejo de Be-
culpable»21. Las palabras del alemán que ñaboro (ancianos), verdadero órgano de
convivió codo a codo con los Fang que control político y judicial; a la vez que con-
pueblan los actuales Estados de Camerún trolaba el ejercicio de los poderes públicos
y de Guinea Ecuatorial, revelan que ellos del jefe, garantizaba también el funciona-
tenían un claro sentido del derecho y de miento de los tribunales o jurados. Como
se puede observar, la administración de la
19. Cfr. Aguilar Blanc, C., “Derecho y Moral. justicia no la controlaba el jefe, sino otro
El Derecho y las reglas de comportamiento” en cuerpo independiente que eran los bèté
Soriano Díaz, R.L. y Mora Molina, J.J., (2011), medzo (los que tienen labia u oradores) y
Teoría y Fundamentos del Derecho. Perspectivas los bètó (los primogénitos), todos ellos, en
críticas, pág. 76. verdad ejercían de jurados y de jueces22.
20. Günter Tessmann era un comerciante y nego-
ciante alemán (de familia judía). Era aficionado
Se constata que había cierto equilibrio a
a la etnografía y tenía mucho amor a las ciencias la hora de tratar todos estos problemas. El
naturales. Fue becado por el Museo Etnográfico que ejercía de juez no se guiaba por la ar-
de Lübeck (su ciudad natal) y por el de Historia bitrariedad ni por el favoritismo, sino que
Natural de Berlín para recoger la información so- oía las dos partes y deliberaba la senten-
bre el pueblo fang. Y realizó dicho estudio entre cia final con la ayuda de otros miembros
los años 1907 y 1909, afincándose en las regio- del pueblo, entre los que se encuentra el
nes que hoy forman los Estados de Camerún y
Consejo de Ancianos.
Guinea Ecuatorial. De modo que el estudio que
hace sobre el sistema jurídico de los Fang es muy Conviene ponderar también lo que signi-
sugerente como toda su obra sobre la etnia que ficaban los juramentos como prueba de
lleva ese nombre. Y dicho estudio se puede leer
la verdad en la justicia tradicional fang.
íntegramente en las páginas 543-567 de su obra
[Tesmann, G., (2003), Los Pamues (Los Fang).
Pues, tenemos noticias de otras culturas
Monografía etnológica de una rama de las tribus que usaban la tortura y el escarnio como
negras del África occidental. Imprime: Nuevo forma de averiguación de la verdad y
Siglo. Universidad de Alcalá Servicio de Publi- como pena23. Los fang, en cambio, deja-
caciones. Madrid. (Título original alemán es
Die Pangwe, Völkerkundliche Monographie eines 22. Cfr. Nze Abuy, R. Mª, (1984), Breves datos his-
westafrikanischen Negerstammes, Ernst Wasmut, tóricos del Pueblo Fan, Imprime: Instituto Politéc-
1913. Berlín)]. nico Salesianos-Atocha. Madrid, pág. 21.
21. Tesmann, G., Los Pamues (Los Fang), pág. 23. Cfr. Peces-Barba, G. y otros, Derecho positivo
563-564. de los derechos humanos, pág. 13.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

304
ban que la persona acusada sometiera a 1.5. Los valores “fundantes”
juicio su propia conciencia mediante los de la dignidad de la persona
juramentos. Aquí primaba la libertad de
conciencia y el respeto a la integridad fí-
humana26 en los fang
sica del individuo al que no podían infligir
un daño corporal sólo por presionarle a a) Dimensión biológica y social. Mëki
confesar su culpa. (sangre)27, en cuanto principio vital
del ser humano, fundamento de la
individualidad y de la personalidad y
1.4. La institución del Abaha fundamento del ayong, es decir, de la
igualdad entre todas personas no sólo
Hay que resaltar aquí también el pa- del mismo Ayong, sino del resto de los
pel que jugaba la institución del Abaha individuos; por eso, la sangre era res-
(la Casa de la palabra), que funcionaba petada por los Fang hasta el extremo
como juzgado, cuando se daba el caso; de que si había que llegar al duro cas-
y como parlamento, donde las personas tigo de la pena capital, evitaban con-
podían emitir sus opiniones y reflexiones templar el horrendo espectáculo de su
buscando sólo y únicamente el bien de su derramamiento, razón por la que op-
sociedad y de las personas. La traducción taban por una ejecución a través del
castellana lo dice todo: “Casa de la pala- ahogamiento en el agua. Esta medida
bra”. Era en sí el espacio donde se discu- deja patente lo que significaba la san-
tía todo tipo de asuntos sin tapujos, por lo gre para el pueblo fang: tenía un valor
que ahí cundía la libertad de expresión y sagrado.
de opinión sin restricción alguna24. Era el
b) Dimensión personal. Fili (libertad)28, en
lugar donde se impartía gratuitamente la
cuanto “manifestación del fondo del
sabiduría25 popular, la educación huma-
corazón29 humano” y como “objeto de
na, y se aprendía toda clase de técnicas
conquista”. La primera concepción de
artesanales. Con ello, se buscaba a per-
esa libertad viene a asemejarse con lo
sonas bien formadas según los cánones
de la etnia fang. ¿Y qué decir de la co- 26. Ver el Art. 3º de la Declaración Universal de
cina? Lo mismo que he dicho en el ca- los Derechos Humanos. Aquí se resalta el dere-
pítulo sobre el abaha. Pues, la cocina no cho a la vida que contenida en la sangre, según
era sino la versión femenina del Abaha, la versión de los fang, el derecho a la libertad que
es decir, el entorno donde las mujeres defendían y defienden los Fang para no verse so-
metidos por poderos malignos y el derecho a la
educaban a las niñas y hablaban cosas
seguridad que esperaban en sus políticos tradi-
que les afecta(ba)n sólo a ellas en cuanto ciones y en algunos tabúes en cuanto la seguridad
que mujeres, sin que ello tuviese indicios psicológica.
de machismo como solía o suele juzgar el 27. Cfr. Nsue Edjang Obono, M. (1994), Incultu-
observador foráneo. ración del Evangelio, págs.128-153.
28. Cfr. Ibidem, págs. 89-104; Cfr. Tesmann, G.,
Los Pamues (Los Fang), pág. 554.
24. Ver el Art. 19 de la Declaración Universal de 29. En la cultura fang el corazón no es solamente
los Derechos Humanos (Libertad de expresión). la sede de los sentimientos, sino el lugar de de-
25. Ver el Art. 26 de la Declaración Universal de liberación y del conocimiento. En el corazón se
los Derechos Humanos (Educación). manifiesta la voluntad del ser humano.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

305
que Antonio Salamanca llama el que- (sin algún motivo claro), de cazar ciertos
rer lo que es bueno, evitando, de esta animales que creían poder atraer mala
manera, cualquier elección arbitraria o suerte a la comunidad, de mantener las
caprichosa en el ejercicio de esa liber- relaciones sexuales a la luz del día (creo
tad30. Mientras que la segunda consi- que era la única manera como se podían
deración convertía a los Fang en hom- evitar los adulterios y el desenfreno), ni de
bres soberanos, ya que no se dejaban hacerlo con un miembro del propio Ayong
someter por ningún poder inhumano. o clan, (porque esta relación se conside-
raba incestuosa)33, el derramar la sangre
c) Dimensión normativa. Eki (tabú o
de cualquier individuo, pero sobre todo
prohibición)31, que era el soporte le-
de un pariente.
gal, verdadero código moral, norma de
cortesía y de conducta en la sociedad Había una firme creencia de que quien
ancestral. De ahí que toda trasgresión rompiera estas prohibiciones acarreaba
de las prohibiciones se constituyera, la desgracia allá donde fuera, y eran con-
para los Fang, un verdadero delito/pe- siderados auténticos gafes en el grupo.
cado, falta de educación y escándalo. Ésta era la única explicación que daban
Y para su remedio, había que someter los mayores cuando exponían su código
a los reos/pecadores, maleducados y moral y de conducta. Conjuraban por la
escandalosos a ciertas ceremonias ri- muerte y la sepultura… cuando imponían
tuales impuestas por los encargados y estas prohibiciones a los jóvenes, porque
guardianes del culto a los antepasados eran ellos quienes debían conocer estas
y su oficiante; o, en su defecto, los in- normas por estar en el período de la for-
fractores tenían que ser sometidos a mación de su personalidad. Y éstos se
un castigo a fin de que su culpa se quedaban sugestionados de que hacer lo
absolviera con el escarmiento; aunque contrario a la ley clánica lo pagaban con
esta práctica no era muy habitual. una inminente desgracia. De hecho, los
fang formulaban sus leyes en forma de
Las prohibiciones más frecuentes eran:
prohibiciones, y quien los transgrediera
la abstención de comer ciertos manja-
incurría en un verdadero delito según el
res32, de visitar a la parentela de la madre
derecho, o pecado, según las religiones.

30. Cfr. Salamanca, A. (2003), Fundamento de los Éstos eran los grandes valores que defen-
derechos humanos, Imp. Grafinat, Madrid, pág., dían los Fang, y con ellos, buscaban su
176. protección frente a situaciones ignominio-
31. Cfr. Eyama Achama, J.R. (2010), Evangeli- sas y procuraban una vida digna. Y por lo
zación de Guinea Ecuatorial. Implantación de la tanto, desde aquí se puede fundamentar
Parroquia “Nuestra Señora de África, de Micomes- la cultura de los Derechos Humanos. So-
eng, Tesina de Licenciatura en Historia de la Igle- bre esta organización socio-política que
sia, Universidad Pontificia Comillas de Madrid,
págs. 76-78; Cfr. Tesmann, G. Los Pamues (Los aspecto grotesco podía influir en los posibles hi-
Fang), pág. 579. jos que tuvieran. Lo digo porque estas prohibi-
32. Esta prohibición afectaba más a los niños, ciones no afectaban a los más viejos, hombres y
hombres y mujeres jóvenes en edad productiva. mujeres. Ellos sí comían sin ningún temor, quizá,
Al parecer, la idea de fondo era la creencia de que porque no esperaban tener más hijos.
al digerir algunos animales raros como el chim- 33. Cfr. Tesmann, G., Los Pamues (Los Fang), pág.
pancé, gorila, venado, cocodrilo, lagarto, etc. su 579.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

306
hemos visto, descansaba la Democracia abandonaba el poblado y el jefe se que-
de los Fang. daba solo. (…) además, la mayor parte de
las estructuras políticas eran reformables.
Lo que acabo de relatar coincide con el
(…) Las decisiones políticas dependían del
estudio del suizo Max Linniger-Goumaz34
consenso; el concepto de oposición leal
sobre las sociedades africanas, en gene-
permanecía probablemente incompren-
ral, y la versión fang, en particular. Él esta-
sible; el opositor era el desleal. Esta dife-
blece un paralelismo entre los de Atenas
rencia con la aproximación” occidental se
y de Roma antiguas con las sociedades
explica por una organización social cuyo
africanas.
objetivo final es el orden económico, con
Según él, «los fang eran organizados en redistribución automática de recursos. El
un inmenso ejército. El poder comprendía concepto de propiedad privada hacía falta;
tres instituciones: Asamblea del pueblo, el hombre rico no era respetado, excepto
Consejo de Ancianos, jefe militar supremo. si compartía sus bienes con el resto de su
Las dos primeras incluían mujeres y cons- etnia. Este ideal de redistribución perma-
tituían grupos de presión. Foros abiertos a nece patente todavía hoy día»�.
todos, las asambleas buscaban el consen-
Al principio me hacía esta pregunta: ¿Qué
so; la institución de la Casa de la palabra
puede aportar la etnia fang a los demás
(Abaha) era una tribuna pluralista apto
más pueblos de Guinea Ecuatorial, a Áfri-
para descebar conflictos, gracias a la libre
ca y a la Comunidad Humana? Pienso que
expresión. Después del debate público,
el pueblo fang puede compartir y aportar
los ancianos deliberaban y se pronuncia-
a los demás pueblos los siguientes valores
ban sobre temas objeto de las discusiones.
y experiencias de vida, aunque no sea el
Los viejos Estados africanos conocían los
único que los posea:
remedios contra el poder abusivo. Un jefe
no podía oprimir a su pueblo y esperar go- – Su carácter abierto hacia los demás cla-
zar de la bendición o de la cooperación de nes y pueblos, ya que no buscan la pa-
los ancestros. Él era el tutor de su pueblo, reja dentro de su propio grupo clánico.
y no su opresor. Se esperaba que un jefe Esta característica les da cierta ventaja
africano sea humilde frente a su pueblo, para entablar relaciones con los demás.
pero agresivo frente a las tribus rivales… – Su solidaridad clánica que da(ba) co-
Si el jefe se pasaba del Consejo de Ancia- bertura a todos los individuos de la co-
nos, el mismo pueblo podía rebelarse con- munidad.
tra el déspota. Se convocaba una huelga
cívica: ya no de rendía el tributo. Si estas – Su hospitalidad que invita(ba) siempre a
medidas permanecían sin efecto, la gente la comunicación de bienes, no sólo con
los del propio clan, sino con toda perso-
34. Max Linniger Goumaz, ginebrino y profesor. na que visitaba su poblado.
Ha escrito numerosos libros sobre Guinea Ecua-
– Su sistema político descentralizado que
torial. Conoce perfectamente este país por haber
creado y dirigido como experto principal de la evitaba la tiranía de una persona sobre
Unesco, el Centro de Desarrollo de la Educación, los demás o de un clan sobre el resto.
en Bata. Durante 17 años trabajó también en nu-
– La participación de todos los miembros
merosos países africanos en calidad de cuadro de
las Naciones Unidas y delegado del Comité Inter-
de la comunidad en la elección de su
nacional de la Cruz Roja. jefe.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

307
– La libertad de expresión en la Casa de la pueblos africanos con el pretexto de que
palabra, donde cualquiera podía hablar la organización impuesta por ellos era me-
y ser escuchado. jor y que venían a poner fin a las guerras
tribales35. Y resulta que el África actual,
– La separación de los poderes ejecutivo,
inventada por ellos, la mal llamada, África
judicial, militar y adquisitivo en la perso-
Moderna, no ha sido sino superpuesta so-
na que lideraba el grupo.
bre esa otra África que ya existía, el África
– Los juramentos como prueba de la ver- tradicional, y que ofrece una gran resis-
dad que evitaban la tortura de los cul- tencia a desaparecer. Es decir, a pesar de
pables en los procesos judiciales. la acción colonial y de la evangelización
– El respeto a la sangre en cuanto princi- de los siglos pasados, sigue habiendo en
pio vital del ser humano. África un mosaico de pueblos y culturas
desperdigados en los 54 Estados sobera-
– La conquista de la libertad para buscar nos actuales. Son pueblos y culturas que
una vida digna. tienen sus identidades bien definidas que
– La firmeza con que observaban sus pro- les difieren entre sí, y que deberían ser
hibiciones o tabúes, base de su morali- estudiadas hoy en día para buscar una
dad y el derecho. más adecuada comprensión de la política
africana y cuestiones afines en el campo
social, económico y cultural o religioso.
2. La acción colonial frente Al horadar y atacar nuestros tabúes (biki),
a la organización socio- la base de nuestra legalidad y moralidad,
cultural, jurídica y los valores se resquebrajó toda la escala de valores
de los Fang. El misionero, al bendecir y
tradicionales del pueblo fang relativizar, con buena intención (fe en la
protección única de Dios), este conglome-
Veremos en este capítulo cómo los colo- rado de tabúes, dejó un vacío legal y de
nos europeos destruyeron e interpretaron valores en el hombre fang. Arrancarles de
a su manera las culturas africanas en cuajo todo el legado de normas de con-
general, y la cultura fang en particular; ducta que habían heredado de sus pa-
y también cómo algunas de sus costum- dres y endosarles otros cánones que no
bres y usanzas influyen de mala manera vivían desde dentro llegó a provocar en el
en los africanos/fang que medraron con hombre y la mujer fang la no-respetabili-
ellos al frente de las colonias. dad de cuantas normas se les han pre-
sentado. Había que salvaguardar ciertos
tabúes y leyes que ya llevaban impresos
2.1. La negación y tergiversación en su idiosincrasia y esperar que evolu-
del sistema jurídico y valores de cionasen las costumbres con el tiempo.
la tradición fang Pienso que por ridiculizar sus tabúes, en
lugar de estudiar su significado último,
Los colonos para llevar el control e impo- tenemos en nuestra sociedad actual cos-
ner su autoridad en los territorios por ellos 35. Cfr. Pujadas, T. L. (1983), La Iglesia en la Gui-
conquistados, pretendieron desmantelar nea Ecuatorial. Tomo II Río Muni, Claret. Barce-
el sistema que habían encontrado en los lona, pág. 367.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

308
tumbres impropias de la forma de ser de de forma discrecional. No se pretendía un
nuestros ancestros. Insisto, no estoy de- reconocimiento de los jefes preexistentes
fendiendo un inmovilismo cultural, sino la sino la recreación de unas autoridades
comprensión de la misma para lograr una nuevas que, eso sí, decían fundamentar-
necesaria y correcta actualización en este se en la tradición africana»37.
momento histórico36.
La justicia tradicional fang fue reempla-
La aniquilación de la identidad de la cul- zada por la llamada “justicia colonial”
tura fang por los colonos y los misioneros, cuyos rasgos distintivos eran la ausencia
como acabamos de ver, afectó también a de principio de legalidad penal, ya que
su organización política y judicial. estaba en manos del gobernador general
de la Colonia la competencia de dictar
Antes los “jefes tradicionales”, eran ele-
las leyes, corregir las faltas, mantener el
gidos en asamblea popular y asistidos
sosiego público y para fines de policía y
por un consejo de ancianos; se buscaba
buen gobierno. El otro principio distintivo
siempre a hombres valientes, honestos
era la redefinición y la transformación de
y generosos; y cada clan, en el pobla-
las normas que supuestamente habían
do donde estaba situado, gestionaba su
regido la sociedad tradicional fang hasta
propio gobierno a través del jefe elegido.
el momento, ya que el gobernador, a tra-
Ahora, según nos cuenta Alicia Campos
vés de los intermediarios africanos fang,
Serano, «en la Guinea española éstos
van a ser ahora los que, en nombre de la
(<efes tradicionales> el paréntesis es
“supuesta tradición”, determinasen qué
mío) se clasificaban en jefes de tribu y je-
normas había que aplicar o no a los fang,
fes de poblado, que a su vez se dividían
siempre que no fueran contrarias al orden
en jefes primeros y segundos. He aquí el
público, a los principios de la moral o a
punto de inflexión de todo el aparato co-
la acción civilizadora del Estado español,
lonial y el carácter indirecto del gobierno
así se inventó los tribunales de raza, tribu-
franquista en Guinea». La misma Alicia,
nales de demarcación y Tribunal Superior
que ni es africana ni fang, sino española
Indígena. El resultado de todo ese embro-
de Córdoba e investigadora de la historia
llo fue la yuxtaposición de una jerarquía
de Guinea Ecuatorial, dice: «… entre los
de tribunales y de procedimientos prove-
fang dominaba una estructura social me-
nientes de la cultura jurídica europea con
nos centralizada. Ciertamente, el endeble
una supuesta costumbre ancestral38. Los
aparato colonial español en su avance mi-
beneficiarios de esa justicia atípica fueron
litar necesitó pactar con las autoridades
los colonos y aquellos nativos oportunistas
que encontró a su paso para mantener su
que treparon por el escalafón arriba bus-
posición, y éstas a menudo siguieron exis-
cando congeniarse con sus nuevos amos
tiendo con cierto grado de autonomía bajo
y, así, su ascenso en la administración co-
la estructura rígidamente jerarquizada del
lonial. Y los perdedores fueron el pueblo
sistema colonial. Pero para la normati-
indefenso, y aquellos que, con la violen-
va de la colonia, dichos jefes debían ser
nombrados por las autoridades españolas
37. Campos Serrano, A., (2002), De Colonia a Es-
36. Esto entre otras cosas, es lo que pretendió el tado: Guinea Ecuatorial, Edita Centro de Estudios
profesor Joseph Ki-Zerbo en su obra maestra His- Políticos y Constitucionales, Madrid, pág. 49-50.
toria de l’Afrique Noire. d’hier et de demain. 38. Cfr. Ibidem., pág. 53-54.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

309
cia, quisieron plantar cara a la autoridad cultura africana que les eran útiles para
colonial. afianzar y mantenerse en el poder, como
la verborragia, la unicidad y unanimidad
La práctica colonial era esa: la tergiversa-
del clan, el sistema de distribución o la
ción del universo cultural y social fang. Y
moralidad distributiva y el comunitarismo
esa práctica afectó no sólo a lo que acabo
del consejo de notables. Pero le vaciaron
de señalar en las líneas precedentes, sino
de su verdadero contenido y le aplicaron
también a otras muchas realidades como
otro; lo que antaño era instrumento de
las relaciones laborales, donde ya apare-
conciliación y convicción, el arte oratoria,
cieron las figuras del cacique o sheriff y la
muy pronto se convirtió en estrategia de
del obrero muy ajenas a la realidad laboral
gobierno para violar las conciencias, ma-
de la sociedad tradicional, y con el agra-
nipular a las masas y disimular la carencia
vante del sometimiento y la explotación del
de acción.
primero al segundo. Así también hay que
señalar el cambio que supuso sobre el uso Efectivamente, esta nueva élite africana
de la tierra y la propiedad. Se ha dicho que es la que se acostumbra a denominar en
la tierra, para los fang, era patrimonio de nuestras lenguas africanas los blancos de
todos. Nunca fue objeto de lujo ni fuente color negro, que son todos aquellos que,
de riquezas. Se les prohibió usar de su tras la marcha de los europeos, tomaron
propiedad. Ahora son los colonos quienes el relevo en la administración civil y en
distribuyen su tierra y sus árboles, convir- el ejército, y heredaron, no sólo los car-
tiéndoles en meros campesinos y produc- gos que ostentaban los antiguos colonos,
tores de bienes para el mercado colonial39. sino también las viviendas, las fincas, los
negocios, las costumbres, los vicios e in-
Pienso que los pueblos no siempre mue-
cluso las concubinas africanas. De ahí la
ren porque se les combata, sino porque
expresión de fulano de tal vive o come
se les corrompe. De ahí, creo que es de
como blanco. ¡Cómo vivirían y comerían
justicia hacer constar también, como lo
los blancos en la Colonia!
hace el profesor Michel-Ange Kambiré
Somda40, que las nuevas élites africanas,
producto de la colonización, también 2.2. La imposición de castigos
contribuyeron a la destrucción de las es- impropios a la idiosincrasia de
tructuras tradicionales, adoptando otras
nuevas impropias de la auténtica cultura
los fang
africana. Apareció, así, un original auto-
ritario, hecho mezcla de la recuperación Es curioso que los que ostentaron car-
manipulada de ciertos aspectos de la tra- gos dirigentes en la colonia de la Guinea
dición y de prácticas caricaturescas de española fueran todos ellos militares de
la colonización. De la tradición, las élites carrera. Los gobernadores generales que
escogieron sólo aquellos aspectos de la residían en Santa Isabel, capital de la co-
lonia, los sub-gobernadores, en Bata y el
39. Cfr. Ibidem., pág. 57-64. resto de los delegados gubernativos que
regían las cabeceras de las administracio-
40. Cfr. Kambiré, M-A.I., (2010), Tras las huellas
de Joseph Ki-Zerbo, en los surcos del pensamiento nes coloniales fueron todos ellos milita-
político, educación y democracia, Ed. Tutorial For- res. Todo el territorio estaba militarizado.
mación S. L., Almería, pág. 298-299. Pedro Ekong Andeme, uno de los padres

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

310
de la Independencia de Guinea Ecuatorial higiénica47 [sic]), Ngara bikieñ (atadura
que queda en vida, recuerda esa situa- metálica48), Ekoan ewonga ondo (plátano
ción cuando dice que «militarmente se de la prestación49), Sarbaket (salvaje50)
organizó el territorio en cuatro capitanías (…) K’achap (no bromeas51), Etang en-
de la Guardia Colonial, una domiciliada en gong (secadero metálico o el que asa52),
Santa Isabel de Fernando Poo y las tres Nlo Nsong (cabeza maliciosa53), etc.”54.
restantes en las poblaciones continen-
Como botón de muestra, cuando se ha-
tales de Bata, Micomeseng y Evinayong
bla del régimen de represión colonial en
respectivamente. Por todo el territorio de
Guinea Ecuatorial, no podemos menos de
diseminaron puestos militares, con ofi-
recordar el sufrimiento que pesó sobre el
ciales, suboficiales y clases españolas y
distrito de Micomeseng, pequeña ciudad
guarnición nativa»�.
situada en el interior de la parte continen-
Algunos de estos oficiales sobresalieron tal de dicho país. A todos los mayores de
en el trato bestial que daban a los civi- esta población les viene a la memoria el
les nativos. No es de extrañar que, por nombre de Julián Ayala, que llegó a esta
la intensificación de los malos tratos a la
población fang, ganaran a pulso dichos 47. Se trata de una traducción literal. En todo
oficiales junto con sus pupilos nativos mo- caso, esto haría referencia a la utilización de la
tes que reflejaban su actuación terrorífica. pera rectal, pero sinceramente no consta en nin-
Siguiendo a Joaquín Mbana, tenemos los guna parte que la hayan usado en Guinea para las
siguientes apodos: “Mikot-mi-ndong (ca- torturas.
nabis secado41), Okam oke moan adzis (el 48. Que practicaba esta forma de tortura, atando
picante está en el ojo del niño42), Nsong a sus víctimas con hilos finos de metal.
mibimi (la crueldad de los cadáveres43), 49. Las prestaciones eran tanto la obligación a
Meki ma veiñ (la sangre roja44), Afan me- realizar los trabajos forzosos como la obligación
song, ka aso oyanga ve ebi (cementerio a aprovisionar las despensas de los colonos con
toda clase de alimentos como huevos, cabras, ga-
donde no hay alegría, sólo llanto45), Ngue-
llinas, plátanos, aguacates, etc. De ahí viene este
re (cruel46), Ofet mbo (zancadilla de pera apodo porque el sujeto que lo pusieron exigía
mucho las prestaciones.
41. Canabis es una especie de droga. Por eso este 50. Es una corruptela de la palabra castellana de
apodo hace referencia al que actuaba como aquel salvaje. Con este mote, solo llamaban salvaje al
que había ingerido esta droga. que actuaba como tal.
42. Que estaba siempre nervioso e intranquilo 51. Era el apodo de José Moreno, era tan severo
como un niño afectado por el picante en sus ojos. que nunca le vieron bromeando.
43. Que era frío e insensible como los cadáveres, 52. Este es el apodo que dieron a Víctor Suances,
los cuales, por su estado sin vida, no atienden a último Comisario General de España de Guinea
los lloriqueos de sus seres queridos. de Ecuatorial. Le llamaban así porque torturaba a
44. Que su presencia terminaba con el derrama- sus presos poniéndoles encima de una superficie
miento de la sangre como consecuencia de las pa- metálica sobre el fuego. (Cfr. Nerín, G., Un guar-
lizas que daba o mandaba propinar a sus víctimas. dia civil en la selva, Ariel, Barcelona, pág. 247).
45. Que su aparición entre los Fang acaba en llan- 53. Que su cabeza no pensaba otra cosa que no
tos y lamentos, como ocurre siempre en los ce- fuera el sufrimiento de los indígenas.
menterios cuando llevan a enterrar una persona. 54. Mbana Nchama, J., (1999), “La Política y su
46. Que no tiene piedad alguna. Es cruel con sus prostitución”, El Patio: La Revista de la Cultura
víctimas. Hispano-Guineana, (61), pág. 14-15.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

311
villa el 17 de abril de 1921 para ocuparse el campo de deportes de la Ciudad de
de la vigilancia de su frontera con Came- Mikomeseng. Cementerio de las víctimas
rún y controlar a su población, la más nu- de aquel personaje entonces –supongo
merosa de toda la Guinea de entonces55. que tampoco se molestaría en bendecir
el terreno–, ahora escenario incruento
Según la evaluación que hace de él el P. de las competiciones deportivas»58.
Pujadas: «Nuestro teniente fue hombre
de un corazón leal, que vino a poner fin Por su parte, el catalán Gustau Nerín, in-
a las guerras tribales y a enseñar al nativo vestigador del Centro de Estudios Africa-
la colaboración en las obras generales del nos de Barcelona y especialista en la his-
país»56. toria de Guinea Ecuatorial, en su libro, Un
guardia civil en la selva, en el que hace un
Sin embargo, las noticias que los oriundos estudio minucioso sobre este misántropo,
y algunos investigadores tienen de él son llegado a Guinea Española por primera
bien diferentes, puesto que dio la nota de vez el 29 de agosto de 1917, cuenta las
ferocidad y crueldad en el trato infligido a siguientes tétricas historias protagoniza-
los negros de Micomeseng y de otras de- das por nuestro guardia en el exterminio
marcaciones colindantes. Convirtió a Mi- del clan Osumu (nombre de un clan fang)
comeseng en un escenario de terror y la y de otros habitantes de la zona:
violencia y un valle de lágrimas. Maltrató,
mató, asesinó e, incluso, ordenó sepultar «Todavía hoy, la gente de Mikomeseng
a las personas que todavía mantenían las recuerda que Ayala ‘ordenó que mata-
constantes vitales después de flagelarlas ran a los miembros de la tribu osumu.
donde se encuentra hoy en día el campo A todos, todos, todos, desde los abuelos
hasta los nietos, porque habían matado
de fútbol de nuestra ciudad57.
a un militar’. El horror sigue muy vivo
Lo cierto es que el apellido Ayala ha deja- en la memoria de los fang de la región:
do una triste memoria en toda Guinea, en ‘Mató incluso a los sobrinos de osumu,
general, y en Micomeseng en particular. yernos de osumu, nietos de osumu.
Su actuación sanguinaria viene recogida No sólo mató a los osumu, sino tam-
en el libro de F.J. Elá Abeme. bién a quienes estaban emparentados
con ellos’. El teniente estaba dispuesto
«Como es bien sabido en Guinea, un tal
a dar un escarmiento a todos los fang
teniente Ayala mandó ahorcar y fusilar a
para que ningún otro grupo osase rebe-
tanta gente que prácticamente llenó de
larse. Los osumu, el clan que con más
cadáveres el terreno donde hoy se halla
dignidad había defendido su libertad,
debían ser liquidados para consolidar la
55. Cfr. Nerín, G., Un guardia civil en la selva,
dominación española sobre el resto de
pág. 69.
los fang»59.
56. Pujadas, T.L. La Iglesia en la Guinea Ecuato-
rial, Río Muni, pág. 367. Esta actuación brutal de Ayala y la de sus
57. Sobre estas noticias, yo propongo hacer unas compañeros que ejercieron la autoridad
excavaciones en este sitio para salir de las dudas
ya que algunos europeos, entre ellos misioneros, 58. Ela Abeme, F. J., (1983), Guinea. Los últimos
tildan de “innumerables bulos” a los recuerdos años, Centro de la Cultura Popular Canaria, Te-
de la actuación de Ayala en esta localidad. (Ver nerife, pág. 13.
Pujadas, TL, La Iglesia en la Guinea Ecuatorial, 59 Nerín, G., Un guardia civil en la selva, pág.
pág. 367) 129-130.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

312
en la demarcación de Micomeseng, la anheló y soñó con la independencia y
ciudad que me vio nacer, en Guinea Ecua- la libertad. Todos sabemos que la gran
torial, constituyen uno de los malos ejem- paradoja, la gran contradicción de Gui-
plos que los colonos dieron a los futuros nea Ecuatorial (y de muchos pueblos
dirigentes políticos de nuestro pueblo. Los africanos) fue que aquellos que gritaron
Fang, que desconocían las cárceles60, el y clamaron la autonomía, la independen-
tipo de castigos y muertes que les some- cia y la libertad por los cuatro vientos,
tían ahora sus nuevos amos, era normal como el pueblo de Israel en Egipto, en
que les viesen como enemigos a todos los primeros once años de esa indepen-
los blancos y que rechazasen, no sólo a dencia, se volvieron enemigos de esa
misma libertad anhelada, oprimiendo y
los europeos con buenas intenciones,
masacrando a sus hermanos sin piedad.
sino también a los misioneros que iban
No. No ha de ser así para nosotros, la
a esas tierras a predicar el Evangelio de
joven generación de guineanos. Debe-
Jesucristo. Pero no faltaron otros nativos,
mos conquistar, luchar y apostar por la
con su silencio cómplice, escondieron sus libertad en todo momento, sobre todo la
verdaderas intenciones que revelaron en libertad interior, que consiste en vivir en
la posteridad. la paz, la tranquilidad y la serenidad, sin
dejarse encadenar por los bajos senti-
mientos que generan la destrucción de
3. Reflexión post-colonial la vida de los otros, como la ambición, la
contemporánea envidia y la venganza»61.
Lamento que la suerte de Guinea Ecua-
Lo que personalmente no he llegado torial pasara tan sólo, en la década de los
a comprender, desde un pensamiento setenta, de una sociedad excluyente colo-
crítico o desde un realismo crítico, si se nial a una sociedad represiva indígena. La
quiere, es que, a pesar de estas tétricas Independencia de España, el 12 de octu-
historias de la era colonial, los dirigentes bre de 1968, no trajo ni la independencia
de la era post-colonial persistieran en ese ni la autonomía ni la libertad ni el respeto
arcaico estilo de gobernar basado en el a la persona. Los últimos fang libres son
autoritarismo, el sometimiento y la explo- los que no han conocido ni la coloniza-
tación del hombre por el hombre. ción ni las dos dictaduras que ha sufrido
Yo mismo, de hecho, en 2005, durante el país.
una homilía pronunciada en la parroquia A propósito de ellas, la primera dictadura
de Nuestra Señora del Rosario, de Torre- se instauró por el fang Francisco Macías
jón de Ardoz (Madrid), con ocasión de Nguema Biyogo Ñegue, pocos meses
la Fiesta de la Independencia de Guinea después de la Independencia, cuando
Ecuatorial, 12 de octubre, llegué a mani- Atanasio Ndongo Miyone62, su Ministro
festar dicha inquietud en los siguientes
términos: 61. Eyama Achama, J.R., Celebración del 12 de oc-
«Durante los doscientos años de la co- tubre en la Parroquia de Ntra. Sra. del Rosario,
lonización española, Guinea Ecuatorial de Torrejón de Ardoz (Madrid), 2005 (Sermón
inédito).
60. Cfr. Linniger-Goumaz, M., África y las demo- 62. Atanasio Ndongo Miyone, el político con
cracias desencadenadas, pág. 50. más formación intelectual de entonces, fue líder

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

313
de Asuntos Exteriores, el 5 de marzo de República constitucional, pero en realidad
1969, intentó darle un Golpe de Estado. el poder está detentado por un pequeño
Al fallar dicho golpe, Macías se volvió his- sub-clan64 de la mayoritaria Fang que di-
térico, se embruteció y empezó a ejecutar rige el país desde la independencia en
a todo guineano sospechoso de atentar 1968. A pesar de la experiencia de un go-
contra su vida. Así murieron durante los bierno multipartidista, el presidente Teo-
once años de su mandato miles y miles doro Obiang Nguema domina el gobierno
de guineanos y otros tantos optaron por el en compañía de sus socios». Y continúa
camino del exilio hacia los países fronte- el informe, en la SECCIÓN 1, con la lista
rizos como Camerún, Gabón y Nigeria, y de los atropellos a la integridad de la per-
sólo unos pocos consiguieron marcharse sona. A saber: asesinatos políticos y otros
a Europa y los Estados Unidos. Esta es la asesinatos extra-judiciales, desaparicio-
cuestión que la catalana, Yolanda Aixelà, nes, tortura y otros tratos o castigos inhu-
investigadora de temas guineanos, diluci- manos o degradantes, arrestos arbitrarios,
da con maestría cuando habla de las mo- detención o exilio, rechazo del procedi-
tivaciones y estrategias de las migraciones miento público equitativo, interferencia
transnacionales guineoecuatorianas des- arbitraria en la vida privada, familiar o en
de 1950 hasta la actualidad63. la correspondencia; en la SECCIÓN 2, se
acusa al gobierno de Obiang de coartar la
Esta primera dictadura llegó a su fin el
libertad de expresión y de prensa, libertad
3 de agosto de 1979, con la revuelta del
de reunión y de asociación, libertad de
palacio protagonizada por el entonces Te-
culto, libertad de movimiento en el interior
niente Coronel Teodoro Obiang Nguema
del país, viajes al extranjero, emigración y
Mbasogo, también de la etnia fang, quien
repatriación65.
durante su ejercicio de gobierno absoluto,
oligárquico y totalitario, no ha hecho más Hace ya diecinueve años que salió a la
que violar sistemáticamente los Derechos luz ese informe que acabo de presentar,
Humanos. pero, de hecho, no se puede decir que
haya mejorado mucho la situación de
Según el Informe del Gobierno americano
respeto a los Derechos Humanos en ese
sobre el Estado de los Derechos Humanos
país. No han cesado las arbitrariedades y
del febrero de 1995, se puede leer que
las torturas.
«Guinea Ecuatorial es nominalmente una
La era del oro negro ha incrementado
y candidato a las elecciones presidencias que le escandalosamente su poder, ya que «ha
convirtieron a Macías en el primer Presidente aprovechado el terror incrustado en la
de Guinea Ecuatorial con el Partido de MO.NA. memoria colectiva de la población gui-
LI.GE. (Movimiento Nacional de Liberación de neana, al promover puntuales episodios
Guinea Ecuatorial); al llegar a ser el tercer can-
didato en la votación, tuvo que apoyar a Macías 64. El clan al que se refiere el informe es clan Es-
que tampoco había logrado la mayoría suficiente, angui a la que pertenece Obiang Nguema Mbaso-
a cambio de la cartera de Asuntos Exteriores. go. Ver el núm. 43 de la relación de los principales
63. Cfr. Aixelà Cabré, Y., (2011), Guinea Ecuato- clanes fang.
rial: ciudadanía y migraciones transnacionales en 65. Cfr. Liniger-Goumaz, M., (1996), Guinea
un contexto dictatorial africano, Ceiba Ediciones. Ecuatorial y el ensayo democrático. La conquista
Laboratorio de recursos orales, Barcelona, pág. del golfo de Guinea, Editorial Clave para el futuro,
12-48. Madrid, pág. 113-124.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

314
de violencia enormemente eficiente de va constitución con sentido democrático
manera intermitente e intencionada, para transformador.
rememorar el pavor que habían arrasado
el país durante los primeros diez años de
la Independencia. Un buen ejemplo fue- Conclusiones
ron las cuatro ejecuciones sumarísimas
que tuvieron lugar en agosto de 2010, tras 1. Al terminar, hemos podido constatar
secuestrar a los ajusticiados en países ve- que los Fang tenían una visión de
cinos africanos. Eran José Abeso Nsue vida peculiar, una organización socio-
Nchama, Jacinto Micha Obiang Obono, política y un sistema jurídico que res-
Alipio Ndong Asumu y Manuel Ndong pondían a las circunstancias y necesi-
Azeme»66. Y recientemente, también se- dades de su momento, conforme a su
cuestró a su sobrino díscolo, Cipriano realidad histórica.
Nguema Mba67 en la República Popular
2. La base de la dignidad de la persona
de Nigeria el 23 de diciembre de 2013,
humana, según los fang, descansaba,
siendo que éste gozaba del estatuto de
entre otros, sobre el principio vital de
asilo político en Bélgica. A día de hoy si-
la sangre (mëki) –dimensión biológica
gue en las mazmorras de la cárcel modelo
y social–, el valor de la libertad (filí)
de Black Beach, de la Malabo.
–dimensión individual o personal– y
Quiero terminar con una pregunta. ¿Ma- para protegerse de las agresiones fí-
cías y Obiang han actuado así porque son sicas entre ellos o para procurar una
fang y en nombre de todos los Fang? moral decente, se imponían los tabúes
La respuesta es no. Las comunidades (biki) –dimensión normativa–, verda-
fang, desde el sentido de su tradición, dera base y garantía del cumplimiento
pueden y deben aportar una dimensión de las normas que regulaban aquella
comunitaria, libre, solidaria y abierta a la sociedad tradicional.
sociedad del actual momento histórico. 3. Es un tanto descabellado sostener hoy
Sólo desde la conjunción de los valores por hoy, como lo hicieran los antiguos
tradicionales y las exigencias del mundo colonos, que los Fang vivieran en un
contemporáneo –por la libertad, la igual- estado anárquico. No. Lo suyo no fue
dad y la justicia– se podrá alcanzar lo que ni la anarquía ni la “monarquía”, sino
muchas personas y el pueblo fang an- una sociedad basada en el compartir
helamos en la actualidad. Ello, evidente- en torno al clan (Ayong) y un gobierno
mente, implicará caminar hacia una nue- descentralizado organizado en peque-
ñas aldeas-estados que, tras sufrir el
66. Axeilà Cabré, Y., Guinea Ecuatorial: ciudada- impacto del colonialismo, su identi-
nía y migraciones transnacionales en un contexto
dad se ha ido desvaneciendo no sin
dictatorial africano, pág. 34; Cfr. http://www.gui-
nea-ecuatorial.net/inicio.asp?cd=ni7428; http://
la colaboración de los mismos Fang
radiomacuto.info/?s=Jos%C3%A9+Abeso. Con- que medraron con el advenimiento del
sultado el día 13 de septiembre de 2014. nuevo orden establecido.
67. Cfr. http://www.guinea-ecuatorial.net/ 4. Pienso que es prioritario recopilar en
inicio.asp?cd=ni9124; http://radiomacuto. la actualidad las identidades olvidadas
info/?s=cipriano+nguema+mba. Consultado el
de nuestros pueblos. Lo que he hecho
día 13 de septiembre de 2014.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

315
aquí con la etnia fang, se debería ha- – La sanidad occidental que vino a me-
cer con todas las demás, donde hu- jorar y prolongar la vida de los hom-
biera varios pueblos conviviendo en bres, ya que la medicina tradicional
un mismo Estado moderno para bus- era muy limitada para ciertas enfer-
car una buena gobernanza, porque la medades. Y favoreció la higiene, y la
experiencia ha demostrado que el mo- medicina preventiva.
delo europeo no acaba de enraizar en
– Otro estilo artístico y las nuevas vías
la mentalidad del africano (fang). Ese
de transporte. Fueron unas aporta-
modelo no llega a calar hondo en el
ciones valiosísimas el nuevo estilo de
africano (fang), no porque fuera malo,
construcciones que introducía mate-
ni porque el africano (fang) fuese,
rial permanente como las piedras, el
por naturaleza, incapaz de gobernar
cemento y el hierro no usuales para
y/o gobernarse bien, sino porque, en
las edificaciones tradicionales en las
mi opinión, aún persiste en África el
que se utilizaba mucho la madera y
modelo colonial represivo, totalitario
el barro. Y con la construcción de ca-
y explotador solo que, desde el poder
rreteras y puentes muchas distancias
indígena manipulado por agentes de
se acortaron, y los hombres pudieron
interés internacional.
comunicarse sin muchas penurias y
5. Precisamente, ese modelo colonial es el dificultades.
que muchos africanos criticamos por-
– La revolución agrícola. Con la llegada
que sigue haciendo mella en nuestro
de los misioneros europeos, la agri-
continente por medio de la élite políti-
cultura tradicional de toda la vida
ca que heredó el poder después de las
cambió poco a poco, al introducir
independencias. Porque el encuentro
nuevas herramientas, nuevos méto-
entre Europa y África no se agota sólo
dos y nuevas plantas. En este caso,
en la experiencia nefasta de la colo-
el plantado del cacao y el café revolu-
nización. Hay que decirlo, Europa,
cionó la vida de las personas, porque
durante el período de la colonización
desde entonces hasta la nueva era
y de la evangelización, aportó mucho
del petróleo, muchas familias vivie-
de su cultura a los pueblos africanos.
ron de la venta de estos últimos pro-
En el caso del pueblo fang de Guinea
ductos importados por los europeos.
Ecuatorial, sabemos que Europa, por
medio de España, nos trajo: – Los misioneros españoles, en la
medida en que dieron a conocer el
– El saber/ciencia occidental y una len-
Evangelio, actuaron en coherencia
gua extraña (castellano) que, a día
con el sentido tradicional de frater-
de hoy, favorecen el acercamiento a
nidad propio de las sociedades fang.
otras culturas y civilizaciones lejanas,
y la intercomunicación entre las dife- 6. Insisto. Los europeos no acertaron al
rentes etnias que pueblan el país. La destruir la esencia de nuestra cultura
fundación de los colegios y centros con mil artimañas y con la violencia
de enseñanza revolucionó nuestras inclusive con el propósito de obtener
culturas. hombres nuevos asemejados a ellos,
al menos, en la mentalidad. El tiempo
ha demostrado que este su proyecto

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

316
no se materializó ni se ha materializa- no sirven a África, sino a sus intere-
do. A la nueva élite política de la post- ses y los de sus socios. Por eso, re-
colonia le ha venido muy bien el mo- chazo tanto la experiencia colonial
delo colonial basado en la represión agresiva-excluyente y la anticolonial
y la extorsión para mantenerse en el represiva-excluyente como la preten-
poder y enriquecerse de forma desor- dida superioridad de la civilización eu-
bitante; pero al mismo tiempo quiere ro-occidental en materia de los Dere-
convencer a propios y extraños que chos Humanos y la actitud refractaria
ese anquilosado sistema de gobernar y engañosa de los dirigentes africanos
tiene fundamento en nuestra tradi- que quieren hacer de la violencia un
ción. Y, con este trabajo, he tratado supuesto valor tradicional so pretexto
de demostrar que esto no es verdad. de salvaguardar la “idiosincrasia” de
Reitero una vez más que no se puede los pueblos africanos.
silenciar la valiosa aportación de Euro-
7. De ahí mis propuestas sobre los De-
pa a África en los sectores de la sani-
rechos Humanos. Creo que de la
dad, la educación, la administración,
tradición fang, insisto, existen los ele-
la agricultura, las infraestructuras, etc.
mentos esenciales para fundamentar
pero creo que en el terreno político, ju-
dichos derechos y la “reimplantación”
dicial y militar se equivocó con las cul-
de la democracia porque ya existía en
turas africanas, en general y la fang,
la sociedad tradicional. Estos elemen-
en particular. Se implantó un régimen
tos son la “sangre o mëki”, la “libertad
violento y opresor que es el que here-
o filí”, el “tabú o ekì” y la “casa de la
daron los políticos y los militares de la
palabra o Abaha”. Por eso discrepo
era postcolonial. Este régimen se re-
tanto con quienes piensan los Dere-
siste a desaparecer en África cuando
chos Humanos y la Democracia son
la misma Europa que lo llevó a África
expresiones puramente de Occidente
ya no cuenta con él.
porque han nacido de la filosofía occi-
Precisamente, ese régimen tiránico es dental, como quienes gritan no a la in-
el que muchos africanos detestamos jerencia en los asuntos internos, como
porque no tiene nada que ver con la dijera Obiang en la década de los no-
idiosincrasia africana. La esencia de venta: “Ojo con las ideas importadas,
África no es la violencia ni la barba- Guinea Ecuatorial no está a la altura
rie porque nuestros antepasados, los de esos países”.
hombres y mujeres que vivieron antes
8. Rechazo la experiencia colonial agre-
de la colonización, tenían unas estruc-
siva-excluyente y la anticolonialista
turas que garantizaban la seguridad y
represiva-excluyente, así como tam-
la libertad de su gente; tenían un go-
bién rechazo la pretendida superiori-
bierno y una justicia muy humanos; y
dad de la civilización euro-occidental
daban buena acogida a cuantas per-
en materia de los Derechos Humanos
sonas acudían a sus comunidades en
y la actitud refractaria y engañosa de
son de paz. Los políticos y los militares
los dirigentes de nuestros pueblos que
de la era postcolonial no son mode-
quieren hacer de “la violencia” un su-
los de africanos porque no hacen lo
puesto valor tradicional inexistente en
que hacían los verdaderos africanos;

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

317
nuestras tradiciones. Ante estas dos do70 también tiene sentido en la fun-
posturas, diría con Michel Ignatieff damentación de los mismos desde la
que «no existe ningún motivo que nos etnia fang. Porque, como hemos vis-
permita pensar que la libertad es un to, entre los valores que tenían, está
valor puramente occidental o que su el de la “libertad”. Ellos “luchaban por
defensa impone la adopción de valores ser libres” ante poderes opresores. De
occidentales»�. Debería quedar claro ahí que insista, una vez más, que los
que «los que buscan la protección de Derechos Humanos no son patrimonio
los derechos humanos no están trai- de la denominada “Civilización Occi-
cionando a su cultura, y no aceptan dental”, que los vincula muchas veces
necesariamente otros valores occiden- con la reflexión filosófica o dimensión
tales. Lo que buscan es la protección teórica y doctrinal. Esta reflexión filo-
de sus derechos como individuos den- sófica siempre es posterior a la trama
tro de su propia cultura»68. En fin, el de las relaciones interpersonales que
pedir la garantía de la dignidad y la in- siempre implican experiencia de lu-
tegridad física de la persona, la igual- cha.
dad y la democratización de nuestras
10. La lucha social por la efectividad de
sociedades, ni hace daño ni falsea a
los Derechos Humanos, su actualiza-
nuestra cultura. Todo lo contrario, la
ción y su proyección futura, implica
ennoblece y la dignifica.
una sociedad que asume la tradición
9. Sugiero, pues, que la fundamentación que se transmite, así como la verdad
de los Derechos Humanos, desde los de la realidad histórica, compleja, di-
valores que aporta la etnia fang, pue- námica y abierta al futuro, que exige
de pasar por una cuestión ético-moral. como imperativo ético transformar lo
No me refiero a una moral basada en negativo en positivo y, en consecuen-
imposición obcecada de deberes tra- cia, revertir la historia en favor de la
dicionales, porque una moral así em- comunidad –tal como se defiende
pobrece, envilece y esclaviza al ser también en el pensamiento liberador
humano como apunta José María Cas- latinoamericano–.
tillo69. Me refiero a la moral que, por
11. Finalmente concluir que la hipóte-
instinto natural, invita al ser humano
sis de partida queda suficientemente
a considerar digna la vida de su próji-
demostrada, puesto que existe en los
mo. Los fang temblaban al contemplar
pueblos fang y sus comunidades una
el horrible espectáculo del derrama-
estructura tridimensional base del de-
miento de la sangre humana por eso
recho, y que contempla la dimensión
castigaban los delitos de sangre. Ese
biológico-social, la dimensión axiológi-
castigo invitaba al respeto de la vida
ca o de valores como la libertad y la
humana, y esto sigue siendo válido
fraternidad, y la dimensión normativa
hoy. El enfoque de la lucha social
–de origen consuetudinario, fuente a
que defiende el chileno Helio Gallar-

70. Cfr. Gallardo, H. (2000), Política y transfor-


68. Ibidem. pág. 96. mación social. Discusión sobre Derechos Huma-
69. Cfr. Castillo, J. (2007), La Iglesia y los derechos nos, SERPAJ/Editorial Tierra Nueva, Quito, pág.
humanos, Desclée de Brouwer, Bilbao, pág. 96-97. 134-138.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

318
su vez de derecho–. Pero que, ade- tura en Historia de la Iglesia, Universidad
más, existe actualmente un deseo, un Pontificia Comillas de Madrid.
anhelo y una lucha con sentido his- _______ Celebración del 12 de octubre
tórico que aspira a una Constitución en la Parroquia de Ntra. Sra. del Rosario,
Democrática Transformadora que ga- de Torrejón de Ardoz (Madrid), 2005 (Ser-
rantice los Derechos Fundamentales y món inédito).
la dignidad vital de toda persona hu- Gallardo, H. (2000), Política y transfor-
mana.71 mación social. Discusión sobre Derechos
Humanos, SERPAJ/Editorial Tierra Nueva,
Quito.
Bibliografía González Calvo, G. (2008), África, la ter-
cera colonización, Mundo Negro, Madrid.
Aguilar Blanc, C., “Derecho y Moral. El http://www.ikuska.com/Africa/contactar.
Derecho y las reglas de comportamien- htm.
to” en Soriano Díaz, R.L. y Mora Molina,
J.J., (2011), Teoría y Fundamentos del Ignatieff, M. (2003), Los derechos hu-
Derecho. Perspectivas críticas. Tecnos, manos como política e idolatría, Paidós,
Madrid. Barcelona
Aixelà Cabré, Y., (2011), Guinea Ecuato- Iyanga Pendi, A., (1995), “Las lenguas
rial: ciudadanía y migraciones transnacio- bantúes”, Estudios Africanos: Revista de
nales en un contexto dictatorial africano, la Asociación Española de Africanistas,
Ceiba Ediciones. Laboratorio de recursos (Vol. IX. 16-17), Ediciones Polifemo, Ma-
orales, Barcelona. drid.
Campos Serrano, A., (2002), De Colonia Kabunda, M. y Santamaría, A. (2009), Mi-
a Estado: Guinea Ecuatorial, Edita Centro tos y realidades de África Subsahariana,
de Estudios Políticos y Constitucionales, Catarata/Casa África, Madrid.
Madrid. Kambiré, M-A.I., (2010), Tras las huellas
Castillo, J. (2007), La Iglesia y los dere- de Joseph Ki-Zerbo, en los surcos del
chos humanos, Desclée de Brouwer, Bil- pensamiento político, educación y de-
bao. mocracia, Ed. Tutorial Formación S. L.,
Almería.
Ekong Andeme, P., (2010), El proceso
de descolonización de Guinea Ecuatorial, Ki-Zerbo, J., (1972), Histoire de l’Afrique
Star Ibérica, Madrid. Noire, Hatier, Paris.
Ela Abeme, F. J., (1983), Guinea. Los úl- Liniger-Goumaz, M., (1996), Guinea
timos años, Centro de la Cultura Popular Ecuatorial y el ensayo democrático. La
Canaria, Tenerife. conquista del golfo de Guinea, Editorial
Clave para el futuro, Madrid.
Eyama Achama, J.R. (2010), Evangeliza-
ción de Guinea Ecuatorial. Implantación _______(1994), África y las democra-
de la Parroquia “Nuestra Señora de Áfri- cias desencadenadas. El caso de Guinea
ca, de Micomeseng”, Tesina de Licencia- Ecuatorial., Editorial Claves para el futuro,
Suiza.
71. Cfr. Gallardo, H. (2000), Política y transfor- Lucena Cid, I. V., “Los Derechos Huma-
mación social. Discusión sobre Derechos Huma- nos. La concreción positiva de los valores
nos, SERPAJ/Editorial Tierra Nueva, Quito, pág. jurídicos” en Soriano Díaz, R.L. y Mora
134-138. Molina, J.J., (2011), Teoría y Fundamen-

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

319
tos del Derecho. Perspectivas críticas, Peces-Barba, G. y otros (1987), Derecho
Tecnos, Madrid. positivo de los derechos humanos, Edito-
Mbana Nchama, J., (1999), “La Política y rial Debate, Madrid.
su prostitución”, El Patio: La Revista de la Pujadas, T. L. (1983), La Iglesia en la Gui-
Cultura Hispano-Guineana, (61). nea Ecuatorial. Tomo II Río Muni, Claret.
Moreau, J., (2009), “La Déclaration des Barcelona.
Droits de l’Homme, cinq sècles avant la Real Academia, Diccionario del a Lengua
Révolution… en Afrique”. Humanisme. Española. Vigésima Segunda Edición,
Revue des Francs-Maçons du Grand 2001.
Orient de France, (285). Sabín, J., (2010), Nyerere Ujama. El so-
Ndong Mba-Nnegue, J., (1985), Los Fan. cialismo africano, Imp. Movimiento Cultu-
Cultura, Sociedad y Religión, Imprime: Ar- ral Cristiano, Madrid.
tegraf, Madrid. Salamanca, A. (2003), Fundamento de
Nerín, G., Un guardia civil en la selva, los derechos humanos, Imp. Grafinat,
Ariel, Barcelona. Madrid.
Nsue Edjang Obono, M. (1994), Incultu- Tesmann, G., (2003), Los Pamues (Los
ración del Evangelio. El Fundamento de Fang). Monografía etnológica de una
la Dignidad de la Persona Humana en la rama de las tribus negras del África oc-
“Cenesimus Annus” y en la visión antro- cidental. Imprime: Nuevo Siglo. Universi-
pológica de los Fang, Pontificia Facultas dad de Alcalá Servicio de Publicaciones.
Theologica Teresianum, (Tesis Doctoral – Madrid. (Título original alemán es Die
Inédita), Roma. Pangwe, Völkerkundliche Monographie
Nze Abuy, R. Mª, (1984), Breves datos eines westafrikanischen Negerstammes,
históricos del Pueblo Fan, Imprime: Ins- Ernst Wasmut, 1913. Berlín)].
tituto Politécnico Salesianos-Atocha. Ma- www.guinea-ecuatorial.net.
drid.

Revista Internacional de Pensamiento Político - I Época - Vol. 9 - 2014 - [297-320] - ISSN 1885-589X

320

Das könnte Ihnen auch gefallen