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2. Uso del equipo adecuado para monitoría con tubos rígidos, con verificación de
conexiones adecuadamente empatadas. El uso de tubos rígidos evita que se colapse
y/o amortigüe la señal obtenida del catéter.
3. Dispositivo "Flush", el cual permite el purgado adecuado del equipo en todas sus
vías e igualmente el lavado de las vías con la administración de volúmenes
controlados de la fuente de fluidos. El purgado del equipo debe ser completo,
evitando la presencia de burbujas de aire porque puede amortiguar la onda de
presión y alterar la señal al transductor.
4. Uso del transductor. Este dispositivo convierte la señal fisiológica obtenida del
catéter en una señal eléctrica con referencia de valor numérico y en onda de presión
en el monitor.
a. Monitor para la medición de la presión con conexiones adecuadas para los diferentes
transductores y ajuste de los diferentes módulos de cada monitor para visualizar. En el
monitor se busca el determinante de presión (P1 o P2 según corresponda) y coloca ajuste de
cero.
d. Si la posición del paciente cambia de igual manera debe cambiar el nivel de ubicación
del transductor, esto permite medir presiones invasivas en el paciente en posición
semisentada.
6. Procesamiento y registro de la señal; se debe identificar la conformación convencional de la
curva correspondiente (presión arterial, presión venosa central, presión de la arteria
pulmonar), en caso de alteraciones se verifican los pasos anteriores en busca de hallazgos
no identificados previamente.
• Presión de pulso
• Vasospasmo.
• Lesión arterial.
• Infección localizada.
La curva de presión venosa central normal consta de las siguientes curvas de presión:
De la misma manera que todos los procedimientos invasivos se deben tener en cuenta las
complicaciones potenciales que pueden presentarse:
○ Arritmias cardiacas
○ Hemotórax - neumotórax
○ Lesión de la íntima del vaso por avance de la guía e incluso perforación
○ Hematomas
○ Infecciones
Ilustración 2
Ilustración 1
Ilustración 1 En esta grafica se evidencia la adecuada curva de la línea arterial, la elevación súbita del nivel superior
correspondería a aplicación de volumen con la activación del ¨Flush¨, posteriormente se identifica una serie de espigas las
cuales son generadas por movimiento o interferencia del sistema y después la curva normal de interpretación previamente
visualizada.
De igual manera, con el uso del catéter y la presentación de complicaciones han aparecido
contraindicaciones relativas para su colocación como son:
• Bloqueo completo de rama izquierda del haz de His.
• Alteraciones de la coagulación.
En estas circunstancias se debe tener especial cuidado durante su colocación y determinar
la necesidad real de su uso.
Estos catéteres están disponibles desde 5.5 fr hasta 8.0 fr, por lo general son de cinco luces
aunque pueden tener algunas modificaciones. Entre los de última tecnología ya se
encuentran catéteres con posibilidad de uso de electrodos de marcapasos, medición de
saturación venosa de forma continua o incluso con medición de gasto cardiaco de forma
continua.
Entre las luces disponibles de estos catéteres se tiene:
• Conexión al termistor. Esta conexión se encuentra cerca de la punta del catéter para
la medición del gasto cardiaco por termodilución.
• Conducto para inflado del balón. El catéter trae una jeringa con un volumen
predeterminado de límite superior de inflado, el cual da la seguridad necesaria para
evitar la sobredistensión y ruptura del balón. El balón se ubica en la punta del
catéter y puede contener un máximo de 1,5 ml de aire.
Video……….
RVP = (PAPM-PCP) / CO X 80
VS = CO/FC
Donde:
RVS = Resistencia vascular sistémica.
RVP = Resistencia vascular pulmonar.
TSVI = Trabajo sistólico del ventrículo izquierdo.
TSVD = Trabajo sistólico del ventrículo derecho
VS = Volumen sistólico.
PAM = Presión arterial media.
PAPM= Presión arterial pulmonar media.
PVC= Presión venosa central.
PCP = Presión capilar de la arteria pulmonar o en cuña
CO = Gasto cardiaco.
FC = frecuencia cardiaca.
Todos estos cálculos matemáticos son derivados o indirectos, por lo tanto, la ciencia de la
interpretación y el entendimiento de esta información es determinar si estos resultados
calculados se ajustan realmente a las condiciones del paciente. Con esta premisa se entiende
que siempre que se presente gasto cardiaco elevado las resistencias vasculares
necesariamente estarán bajas y viceversa, o si el volumen sistólico es alto o bajo afectará de
manera directa el resultado final de los trabajos sistólicos ventriculares. Por lo tanto, la
interpretación, análisis y manejo están en aplicar estos valores al estado fisiopatológico real
de los pacientes y no solo tratar resultados derivados.
Con base en estos resultados se puede encasillar a los pacientes en patrones gráficos como
los diseñados por Forester en la década de los setenta. Esta clasificación gráfica fue descrita
para el manejo de enfermos con cardiopatías, divididos en cuatro grupos: hipovolemia,
normalidad, congestión pulmonar y choque cardiogénico, tomando como ejes de las "X" el
índice cardiaco de 2,2 y en el eje de las "Y" la presión en cuña de 18.
Existen otras adaptaciones a los cuadrantes de Forester, que como se mencionó fueron descritas
para pacientes con coronariopatías, cuyos índices cardíacos son más bajos y manejan cuñas más
altas por lo cual se modifica relacionando el índice de trabajo sistólico del ventrículo izquierdo con
la presión en cuña, cuyos resultados clasifican a los pacientes en cuadrantes correspondientes a
hipovolemia, normalidad, hiperdinamia, disfunción cardiaca leve, moderada o severa y choque
cardiogénico.
De acuerdo con los siguiente información, ubique el estado del paciente dentro de la gráfica
Forester.
Caso 1: Varón de 60 años de edad diagnosticado de adenoma hipofisario con cortisolismo
severo ACTH dependiente, programado para resección del adenoma por vía
transesfenoidal. Entre sus antecedentes destacaba hipertensión arterial, diabetes mellitus no
insulino dependiente (DMNID), síndrome depresivo, nefrolitiasis, hipertrofia benigna de
próstata y antecedentes de episodios de fibrilación auricular y extrasístoles ventriculares
(actualmente en ritmo sinusal). Sin reacciones alérgicas farmacológicas conocidas, ni
antecedentes quirúrgicos. En tratamiento con espironolactona 100 mg/12 horas, enalapril 10
mg/24 horas, metamizol 2 g/8 horas, paracetamol 500 mg/ 8 horas, furosemida 20 mg/24
horas, amiodarona 200 mg/24 horas y un compuesto de potasio e insulina. Así como
nadroparina cálcica 0,3 ml/24 horas como profilaxis de enfermedad tromboembólica.
La analítica previa a la intervención (con fecha del día anterior) era rigurosamente normal;
con una hemoglobina (Hb) de 13,1 g dL y un hematocrito (Hcto) del 39%, así como un
estudio de coagulación sin alteraciones. En la exploración destacaba una masa en flanco
izquierdo, dolorosa a la palpación, sin signos de irritación peritoneal. El paciente refería
que dicha masa había aparecido el día anterior, sin ninguna causa aparente, pero no era
dolorosa en reposo por lo que no le había dado importancia. Del mismo modo, no había
sido comunicado por el personal de planta, ni había constancia por escrito en la historia
clínica. Una vez en quirófano se monitorizó ECG continuo (DII y V5), saturación de
oxígeno mediante pulsioximetría, presión arterial incruenta, parámetros respiratorios,
capnografía y concentraciones de sevoflurano inspirado y espirado. Se realizó inducción
anestésica con 0,7 mg de atropina, 400 mg de tiopental, 150 µg de fentanilo y 50 mg de
vecuronio. Se colocó al paciente en decúbito supino con discreta flexión cervical (<15º) y
flexión lateral hacia el hombro izquierdo (aproximadamente 20º). El mantenimiento
anestésico se llevó a cabo con perfusión continua de remifentanilo, vecuronio y
sevoflurano.
Aproximadamente 45 minutos después de la inducción anestésica las cifras tensionales
comenzaron a descender, sin responder a la reposición de volumen ni de vasopresores (se
admistraron 3 bolos intravenosos de 5 mg de efedrina, así como reposición de volumen con
500 ml de coloides y 1.000 ml de cristaloides). Se realizó un hemograma urgente, en el que
destacaba una Hb de 5,5 g dL y un Hcto del 18%. Los neurocirujanos confirmaron que el
sangrado quirúrgico no era llamativo. La situación fue empeorando de forma progresiva, las
cifras tensionales siguieron descendiendo hasta TAS/TAD= 50/20 mmHg.
Dentro de las variables y procesos no invasivos para determinar en los pacientes críticos se
tienen:
• Temperatura
• Frecuencia cardiaca
• Electrocardiograma
• Frecuencia respiratoria
• Pulso-oximetría
En la gráfica siguiente se observa cómo varía el volumen minuto dependiendo de los extremos de
las frecuencias cardiacas y cuáles serían los rangos óptimos para el manejo de la frecuencia
cardiaca.
En la grafica superior esta la representación del compromiso marcado del volumen sistólico
en pacientes con gran incremento de la frecuencia cardiaca. Véase la gran disminución del
volumen sistólico con frecuencias muy elevadas.
Es importante recordar que la contracción auricular aporta cerca de 20% del volumen
ventricular de fin de diástole, por eso en estados arrítmicos como fibrilación auricular o
aleteo auricular en los cuales se puede perder la ritmicidad aurícula – ventrículo se alteraría
la precarga ventricular y por ende el gasto cardiaco.
PANI
Para la toma de la Presión Arterial No Invasiva (PANI) por lo general se usan dispositivos
automatizados, los cuales permiten la realización de tomas a tiempos intermitentes
previamente determinados (oscilometría); estos dispositivos deben usarse con un brazalete
adecuado, idealmente que recubra 2/3 del brazo, con lo cual el valor para determinar tendrá
mayor credibilidad.
Calcula la oxihemoglobina como SPO2, se debe tener en cuenta que su valor puede estar alterado
por vasoconstricción importante o pobre perfusión tisular, alteración de la hemoglobina,
pigmentación de la piel o en uñas y movimiento del sensor, todo lo anterior debe descartarse para la
adecuada interpretación de su valor. Asimismo es preciso verificar la presencia de ondas de pulso
adecuadas, las cuales dan confiabilidad en la lectura de los datos.
La frecuencia cardiaca debe ser sincrónica con la frecuencia obtenida del (ECG), ya que los
pacientes pueden presentar extrasístoles con o sin transmisión al pulso y por ende generar
repercusión del estado hemodinámico.
CO2 ESPIRADO
La capnografía es una herramienta útil en la valoración evolutiva, da una idea rápida de la eficacia
del control ventilatorio y por ende del intercambio gaseoso del paciente.
De igual manera, la valoración de la curva de capnografía permite determinar alteraciones como
retención de CO2, compromiso del flujo espiratorio, entre otros.
Véase en la grafica A una curva de capnografía normal en la cual la fase I, II y III
corresponde al periodo espiratorio y posteriormente la fase inspiratoria. En la grafica B se
evidencia alteración en la espiración por lo cual hay una curva de característica ascendente.
En la grafica C se evidencia una retención de CO2 dada por la no terminación de la curva
en el nivel inferior (cero).
ECOCARDIOGRAMA
Hemos revisado hasta este momento las 8 variables no invasivas se uso frecuente en la
unidad de cuidaddo intensivo. veamos ahora las variables invasivas.
El origen no bacteriano fue enfatizado por Reber y Way 1 al definir la pancreatitis aguda
severa (PAS) como una enfermedad inflamatoria común de naturaleza no bacteriana,
causada por la activación, liberación intersticial y autodigestión del páncreas por sus
propias enzimas. Como particularidad, esta definición descarta el uso de antibióticos en la
pancreatitis bajo la condición de no ser una patología de naturaleza bacteriana, lo cual es
difícil de controlar en la práctica en donde es usual, y de entrada, el mal uso de antibióticos
ante la severidad de la enfermedad. Igualmente, encierra un concepto fisiopatólogico
interesante al considerar que en el control del proceso de autodigestión, por sus propias
enzimas, es decir, en el manejo de la inflamación, está la clave del control de la afección.
En nuestro medio, 98% de la etiología es obstructiva. 2 La obstrucción conlleva estasis
linfovenosa del páncreas, disminución del flujo sanguíneo arterial, extravasación de
enzimas pancreáticas y todas las complicaciones de la misma. Existe activación inapropiada
del tripsinógeno a tripsina, que es la enzima fundamental para la activación de los
cimógenos pancreáticos, y déficit de la eliminación temprana de la tripsina dentro del
páncreas. 3 La activación de la digestión enzimática causa lesión pancreática y respuesta
inflamatoria desproporcionada, la cual produce gran daño tisular e induce a su vez
respuesta inflamatoria sistémica, falla multiorgánica y muerte. El control de la inflamación
es fundamental en el manejo de esta patología; como decía Sir Ashley Miles: 4 “la
inflamación es buena si se hace bien”. Corregir rápidamente su causa, que en la mayoría de
los casos es la obstrucción, es un principio fundamental del buen manejo y de la
disminución de factores agravantes de la PAS.
El riesgo más importante para el desarrollo de pancreatitis en el adulto son los cálculos
biliares y el uso excesivo de alcohol. 6 El riesgo por litiasis es mayor en mujeres mayores
de 60 años y lo es aún más si los cálculos tienen menos de 5 mm de diámetro. Sin embargo,
es más severa cuando se presenta en hombres con características similares.
Según Harrison, D’Amico y Singer 7 25% de los pacientes con pancreatitis requieren de
algún tipo de manejo en la Unidad de Cuidado Intensivo, con alta mortalidad, gasto
excesivo de recursos y estancia prolongada.
Se conocen casos de pancreatitis agudas graves fulminantes con acentuado cuadro de falla
multiorgánica en los que el sujeto falleció a las 48-72 horas de comenzado el cuadro
clínico. En estos sujetos la tomografía axial computarizada (TAC) no muestra imágenes de
necrosis y menos aún de infección, solo se observa el páncreas aumentado de tamaño y
límites difusos. En estudios con necropsia de los sujetos fallecidos tempranamente hay
ausencia de necrosis. También se observan sujetos con imágenes de necrosis pancreática
que afecta la grasa peripancreática, con necrosis grasa, hemorragia y colecciones, que no
presentan ni siquiera hipertermia. 12
Si estos mecanismos inflamatorios sistémicos se desequilibran excesivamente y las medidas
de soporte implementadas en la Unidad de Terapia Intensiva no compensan al sujeto, éste
puede fallecer en el transcurso de los primeros días antes de que se haga evidente una
necrosis pancreática mediante TAC dinámica, constituyendo un cuadro fulminante. Si el
paciente sobrevive a esta primera etapa, como ocurre en la mayoría de los casos gracias a
los actuales conocimientos y recursos tecnológicos, evoluciona a la segunda etapa que es la
de las complicaciones locales, es decir, las lesiones pancreáticas y peripancreáticas. Este
periodo se refiere a la necrosis pancreática: el tipo de necrosis (glandular y/o
peripancreática), la extensión de la misma, la infección de la necrosis y los abscesos.14
DEFINICIONES ESTABLECIDAS
INTRODUCCIÓN
NECROSIS PANCREATICA
ABSCESO PANCREATICO
PSEUDOQUISTE AGUDO
FLEMÓN
PANCREATITIS HEMORRAGICA
IMPORTANTE
1. Aclaramiento Linfático
2. Fagocitosis
3. Secuestro de fibrina
El protocolo de manejo para pacientes con diagnóstico de pancreatitis recomienda que una
vez establecido el diagnóstico de pancreatitis biliar aguda o bajo la fuerte sospecha de éste
se practique de inmediato una colangiorresonancia. Si es positiva para obstrucción biliar se
solicita endoscopia para identificar y observar el estado de la papila, establecer si hay
cálculos libres en el duodeno, realizar colangiografía retrógrada y obtener una muestra de
bilis para análisis microscópico, fisicoquímico y microbiológico.
Si hay hallazgos confirmatorios de pancreatitis biliar aguda, se procede con la
esfinterotomía endoscópica y la extracción de cálculos retenidos en el colédoco.
La operación por ejecutar debe ser aquella que corrija la obstrucción biliar y logre la
extracción de los cálculos con las menores maniobras quirúrgicas posibles: colecistectomía
y coledocotomía con exploración biliar; la esfinteroplastia transduodenal se reserva, como
procedimiento extremo, para aquellos casos no frecuentes de un cálculo impactado en la
ampolla que no pueda ser retirado mediante coledocotomía y catéteres de Fogarty.
La gravedad del proceso de inflamación pancreática se determina por medio del APACHE
II y TAC dinámica abdominal. En caso de pancreatitis de etiología alcohólica y de otras
etiologías diferentes de enfermedad biliar o ascariasis, se recomienda manejo no
intervencionista, con cuidadosa monitoría clínica de laboratorio y de imágenes,
especialmente TAC, y la aplicación de los criterios de severidad APACHE II, como
indicación de pronóstico y para decisión de admisión a una UCI.
La terapia de soporte sigue siendo el pilar del tratamiento, está conformada por:
• hidratación vigorosa
• analgesia
• corrección de las alteraciones de la glucemia y de los electrolitos
• soporte mecánico o farmacológico hacia órganos específicos.
A pesar de las escasas pruebas, los antibióticos profilácticos con buena penetración en el
tejido pancreático son recomendados en la PAS.