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Instituto Provincial
de Género y Diversidad Sexual
Secretaría de Derechos Humanos
2
LÍNEA 14
3
3era Edición, Julio 2018.
Autoridades 06
Agradecimientos 07
Presentación 13
2. Primeras conclusiones 41
Bibliografía 43
Presentación 49
Bibliografía 87
Presentación 89
Bibliografía 125
Anexo I 127
Anexo II 129
Anexo IV 133
5
Autoridades
Vicegobernador
Daniel Salvador
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8
UNIDAD 1
Construcciones de género:
LÍNEA 14
masculinidades, feminidades
y diversidades sexuales
ÍNDICE
UNIDAD 1
Construcciones de género:
masculinidades, feminidades
y diversidades sexuales
Presentación 13
1.1. Género 15
1.1.a. La perspectiva y los estudios de género 17
1.1.b. Patriarcado y relaciones de poder 20
1.2. La construcción social de lo masculino 23
1.2.a. La masculinidad hegemónica 25
Bibliografía 43
11
Presentación
En esta Unidad trataremos algunos conceptos teóricos, que nos permitirán comprender cuál es el
modo en el que se dan las relaciones de varones y mujeres en la cultura actual.
La categoría de género permite entender cómo construimos y damos sentido a lo masculino y lo
femenino, y cómo esas construcciones influyen en la vida cotidiana. Estructuran la forma de ver
e interpretar el mundo, los deseos y expectativas respecto de los proyectos de vida y, principal-
mente, todo lo que nos permite pensarnos como sujetos, personas únicas.
Pondremos el foco especialmente, en la cuestión de las diferencias de rango o jerárquicas entre
las relaciones de género. La valoración de lo masculino sobre lo femenino, impacta en el
desarrollo de las personas de un modo diferencial según el género, ya que: coloca a las mujeres
en desventaja, las ubica en un lugar subalterno respecto de sus pares varones, les obstaculiza el
acceso a los derechos políticos, sociales y económicos e impide el desarrollo de una vida plena.
El concepto de patriarcado será utilizado para analizar la problemática de la desigualdad y la
inequidad de género; las formas en las que la masculinidad hegemónica -ideal del ser varón–
domina y marca el pulso de las relaciones sociales.
Al comprender y comenzar a aplicar estos conceptos podremos ir desarmando discursos,
imágenes, mitos, costumbres, y todas las representaciones que hoy nos parecen del sentido
común y aparentemente indiscutibles.
Luego, en las unidades siguientes profundizaremos estas ideas para entender el complejo
problema de la violencia de género.
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1. Algunos conceptos previos
1.1 Género
Algunos conceptos fundamentales de la perspectiva de género ayudan a comprender el tema de
la violencia familiar.
Las nociones de:
Permiten reflexionar y cuestionar la forma en que los varones y las mujeres se relacionan en la
vida cotidiana.
Categoría de género:
Se refiere a las relaciones sociales entre varones y mujeres. En nuestra socie-
dad son relaciones desiguales y jerárquicas. Esa desigualdad no se explica en
base a las diferencias “naturales” (anatómico-fisiológicas) entre sexos; sino
que son las interpretaciones culturales que se hacen de esa diferencia sexual/anatómica.
Ejemplo:
Escuchamos decir que “los varones tienen que ser fuertes y no llorar”, y “las mujeres son débiles y
sensibles”; como si sólo por el hecho de ser varón está prohibido llorar, sin importar si es por tris-
teza, dolor o alegría. Sólo pensar en un varón llorando, se lo interpreta como un acto de debilidad.
Sin embargo, las Ciencias Sociales y Humanas, a partir de la década del 60, comenzaron a
diferenciar un término del otro. Esto permitió evidenciar y denunciar que a partir de atributos
anatómicos se construían relaciones sociales desiguales.
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Concepto de sexo:
Se refiere a la clasificación cultural binaria de las personas y de otros seres
vivos de acuerdo a criterios genéticos, biológicos, físicos y fisiológicos.
Así, según el sexo se suele encasillar a los seres humanos dentro de dos categorías excluyentes
(hembra o macho), que puede resumirse así:
VAGINA = HEMBRA
PENE = MACHO
Como ya vimos, el concepto de género se refiere a la construcción cultural del cuerpo sexuado.
Es a partir de esta construcción que la sociedad asigna a las personas ciertas cualidades, roles y
expectativas basadas en su sexo (características biológicas). Entonces, al ser una “construcción
cultural” la noción de género varía de un grupo a otro y de una época a otra.
Así, a las hembras se les dan características y roles asociados con lo femenino, y a los machos se
les adjudican características y roles identificados con lo masculino.
Estas características establecidas socialmente de la masculinidad o de la feminidad varían según
el lugar y el tiempo. Entonces, las actitudes, y las conductas que una persona deberá cumplir para
ser considerada “femenina” dependerán del momento y del sitio en el cual nos detengamos.
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Resulta importante comprender que cuando hablamos de género no estamos
hablando sólo de mujeres. Los seres humanos no nacemos “femeninos” o
“masculinos”, sino que la asignación del género sobre el cuerpo sexuado es,
como dijimos, una imposición social e histórica que nos construye y define
como varones y mujeres.
En 1975, Gayle Rubin define por primera vez el sistema sexo/género como:
SEXO / GÉNERO
NATURALEZA / CULTURA
Cuando se habla de sexo, entonces, se hace referencia a machos o hembras determinados/as por
la biología. Se habla de naturaleza.
Cuando se habla de género, por otro lado, se habla de lo masculino, de lo femenino. Se habla de
construcciones sociales. Se habla de cultura.
1
Rubin, Gayle, “The traffic in women: notes on the political economy of sex”, REITER, R. (Ed.), 1975.
17
GÉNERO SEXO
Lo Cultural Lo natural, biológico
Masculino / Femenino Machos o hembras
Construcciones sociales La naturaleza
Ejemplo
Al ser las mujeres quienes tienen la capacidad de gestar y parir un bebé, se supone que ellas son
más aptas que los varones para las tareas de cuidado de los/as hijos/as.
Primeras conclusiones
Hablar desde la perspectiva de género nos permite ver que las diferencias en-
tre varones y mujeres de deben mayormente a los comportamientos y atribu-
tos adquiridos y transmitidos culturalmente, y no tanto (no sólo) con las carac-
terísticas o biológicas.
Ahora bien, además de ser un conjunto de características culturales que se asocian con los modos
de ser de varones y mujeres, el género es una perspectiva.
Comienza así a advertirse que las relaciones entre las personas (que están profundamente arraiga-
das en nuestras costumbres), son históricamente construidas y pueden, entonces, modificarse.
18
Mirar la realidad con la lente de la perspectiva de género significa
entender que no existe una forma única de ser varón y/o mujer.
Esto nos permite empezar a pensar la construcción de la identidad de las personas como algo
dinámico y en permanente reformulación.
Los seres humanos somos seres de costumbres. Muchas veces, esas costumbres las hacemos
tan naturalmente que las confundimos con cuestiones instintivas o naturales.
Ejemplo
Creemos que, sentarse a la mesa para almorzar o cenar es una actividad natural. Sin embargo, no
es así. Lo natural es alimentarse.
Cómo, qué, dónde o cuándo comemos, es algo propio de la cultura del lugar y según la época.
Seguramente un integrante de una tribu cazadora del centro de África nos mirará extrañado ante
la propuesta de sentarse a la mesa.
19
1.1.b. Patriarcado y relaciones de poder
Hasta ahora vimos que el concepto de género nos permite reflexionar sobre las desigualdades
sociales, culturales y económicas entre varones y mujeres.
Por lo tanto, hablar de relaciones de género implica también discutir relaciones de poder.
Relaciones Relaciones
de Género de Poder
Patriarcado:
Es la forma en que se manifiesta e institucionaliza el dominio masculino sobre
las mujeres y los niños/as de la familia; y esa dominación sobre las mujeres
en la sociedad en general. 3
Este sistema de dominio de lo masculino sobre lo femenino se fue construyendo a lo largo de la
historia.
Es a través de creencias, discursos y prácticas que promueven, reproducen y legitiman la dis-
tribución desigual de poder entre los varones y mujeres en distintos ámbitos: lo social, lo político,
lo económico, lo moral y lo simbólico.
Hablamos de “patriarcado” como una forma de interpretar el mundo donde todo se mide tomando
como regla lo masculino.
2
Foucault, Michel, “La Microfísica del Poder”, Ediciones La Piqueta, Madrid, 1993.
3
Lerner, Gerda, en “La creación del patriarcado”, Editorial Crítica, 1990.
20
Este sistema se manifiesta de distintos modos a lo largo de la historia:
21
El Patriarcado es un espacio social de opuestos:
Público Privado
• Masculino • Femenino
• Poder • Controlado
• Incide en vida pública • Sin incidencia en vida pública
• Dominio • Dominadas
Ejemplo
Así, por ejemplo, hoy en día es bajo el número de mujeres que ocupan posiciones de alta dirección
en las empresas y otras, no tienen acceso al voto en los casos extremos de países de tradición
patriarcal.
22
1.2 La construcción social de lo masculino
En esta sección reflexionaremos sobre el modo en que se construye “lo masculino”, asociado a la
idea de “varón”.
Partimos diciendo que ese modelo ideal sobre lo que es o debería ser un varón, responde a una
construcción cultural: el género.
Para pensar
Desde que nacemos somos socializados/as. A través de este proceso de so-
cialización incorporamos ciertas normas y valores de la sociedad.
La familia, la escuela, los medios de comunicación, nuestros pares, son quienes se
encargan de transmitirnos y enseñarnos estos valores y pautas de comportamiento.
En este proceso de aprendizaje aprendemos los estereotipos de género.
Así es como niños y niñas reciben diferentes nombres, se los/as viste de un modo particular, y se
les proponen distintos juegos y juguetes. Entonces, lentamente, se van construyendo y proyectan-
do modelos sociales aceptados para unos y otras.
Juan - Matias - Pedro - Sebastián - Enrique María - Gabriela - Norma - Rosa - Graciela
Estereotipos de género
Los estereotipos de género abarcan todas las áreas de nuestra vida. In-
fluyen en la forma en la que se comportan varones y mujeres, según lo
que se considera apropiado para cada uno/a, en todos los aspectos de su vida
inclusive los más íntimos, como podría ser la sexualidad.
Como ya dijimos, al varón se lo asocia al mundo público, al ámbito político, al campo de batalla,
los negocios. A las mujeres, por el contrario, se les reserva el mundo privado, íntimo del hogar.
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A la asignación primaria de espacios viene asociada la distribución de roles y atributos. Se
“esperan” ciertas conductas según se trate de varones o mujeres:
Lo masculino Lo femenino
• Mundo público • Mundo privado
• Rol proveedor • Rol maternal
• Actividad • Tareas domésticas
• Fortaleza • Pasividad
• Racional • Sensibilidad
• Mundo de los negocios • Delicadeza
• Campo de batalla • Mundo hogareño
Todo lo que se espera en relación con los roles y con las funciones que desempeñan hombres y mu-
jeres son proyecciones, expectativas, formas ideales. Son estereotipos o construcciones culturales.
Sin embargo, en el día a día, las prácticas, las costumbres se perciben como naturales.
Tenemos tan naturalizados los estereotipos de género que, muchas veces, nos comportamos sin
darnos cuenta que son construcciones sociales.
Ejemplo
• “Los varones juegan a la pelota y las nenas juegan con muñecas.”
• “Comportate como una dama.”
• “Esas son cosas de nenas…”
Más adelante veremos, a través de diferentes ejemplos, cómo operan estos mandatos sociales
construyendo patrones de conducta femeninos, masculinos y sus consecuencias.
24
1.2. a. La masculinidad hegemónica
Hablar de masculinidad es hablar de la manera en que son socializados los varones según las
expectativas de cada cultura.
Masculinidad hegemónica:
Conjunto de características que la sociedad espera de los varones.
Este modelo ideal promueve en los varones ciertos comportamientos: com-
petitividad, demostración de virilidad, búsqueda del riesgo y usar la violencia
en determinadas circunstancias.
No es casual, entonces, que estadísticamente los varones sean las principales víctimas de acci-
dentes de tránsito, de peleas callejeras o que tiendan, en general a cuidar menos su salud.
Para pensar
Sin embargo, no se trata de algo “natural”, de una “esencia masculina”, que trae
consigo toda persona que nace con pene.
Al contrario, es un modelo social que indica las formas consideradas correctas de ser hombre y que
valora en forma positiva cierta manera de hacer, pensar, sentir y desear.
Estas formas correctas de ser hombre se basan en un conjunto de mitos, creencias, símbolos y
significados socialmente aceptados y naturalizados, acerca de lo que es ser un “hombre de verdad”.
Como decía Simone de Beauvoir4: no se nace mujer ni varón; se llega a serlo.
Nacer con pene o vagina no nos determina en la sociedad como varones o mujeres.
Convertirnos en lo que socialmente entendemos como varón o mujer, supone
un proceso cultural de aprendizaje. No es innato.
4
Beauvoir, Simone, “El segundo sexo”, Sudamericana, 1999.
25
¿Qué rol tiene el patriarcado en la masculinidad hegemónica?
El patriarcado, como forma de organización social, potencia el hecho que
cualquier rasgo asociado a lo femenino que puedan llegar a mostrar los
varones deba ser reprimido.
Como consecuencia, muchos varones tienen dificultades para identificar y expresar sus sen-
timientos o tienen conflictos para generar empatía con otros/as. Recordemos el modelo ideal de
varón que se promueve:
• Competitivos
• Viriles
• Usan la violencia cuando se requiere
Los varones y niños aprenden a transformar muchas emociones en ira, la cual puede tornarse
en violencia hacia sí mismos, y termina generando, por ejemplo, el abuso de sustancias (drogas,
alcohol) y conductas autodestructivas.
A pesar de todo, ser lo más parecido al modelo de masculinidad hegemónica tiene privilegios: la
hegemonía de los valores patriarcales depositó en los varones la posibilidad de someter a otros/as,
de ejercer poder.
Los varones, a lo largo de su vida, de un modo naturalizado y desapercibido, aprenden a experi-
mentar este poder y a considerarlo legítimo.
Así, actualmente, hay varones que no reprimen ni temen mostrar, desarrollar y vivir las caracte-
rísticas atribuidas a lo femenino:
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En suma, varones que intentan despegarse del estigma del patriarcado, que repudian las acti-
tudes machistas y los efectos que puedan derivar en hechos de violencia hacia las mujeres.
27
1.3 La construcción social de lo femenino
Lo femenino y lo masculino son conceptos que no pueden definirse uno sin el otro y, además, se
configuran en oposición.
Es decir, son términos interdependientes y en constante relación, que responden a la lógica bina-
ria, que interpreta al mundo a partir de pares de opuestos. Por lo tanto, las expectativas sociales
sobre los roles a desempeñar serán diferentes, según se trate de varones o mujeres:
• Fuertes • Débiles
• Racionales • Sentimentales /
• Activos emocionales
• Arrojados MASCULINO FEMENINO • Pasivas
• Proveedores • Prudentes
• Constantes • Hogareñas
• Tienen honor • Caprichosas
• Traicioneras
Para pensar
Podemos preguntarnos si estas características de lo femenino y lo masculino,
¿se valoran igual en nuestra sociedad? Definitivamente, no.
La cultura patriarcal ha establecido una jerarquización:
Así, se observan las siguientes cualidades que nuestra cultura valora para cada uno:
VARONES MUJERES
• lo racional • lo irracional
• lo activo • lo emocional
• la fortaleza • lo pasivo
Todos los atributos asociados a la masculinidad están socialmente mejor vistos que los asociados
a la feminidad.
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Así se establece una jerarquía según el género.
Al estar naturalizados los estereotipos, también son naturalizadas las desigualdades que surgen
de ellos.
La maternidad: Uno de los principales mandatos que rige para las mujeres es, ser madres.
Una mujer se “completaría” como tal en el acto mismo de tener un/a hijo/a.
Este mandato es tan fuerte que aún hoy se sigue hablando de los tiempos que le impone a una
mujer su “reloj biológico” y se condena o cuestiona fuertemente a aquella mujer que decide no
ser madre5.
Para pensar
La maternidad pasó a ser para muchas mujeres una elección y no un mandato.
Esto implica la posibilidad de desarrollarse personal y profesionalmente en
ámbitos públicos, así como ser económicamente autónomas.
Sin embargo, la entrada de las mujeres al ámbito público supone, la necesidad
de redistribuir las tareas domésticas.
Son cambios lentos y complejos, en los que aún convivien las ideas tradi-
cionales de la maternidad (y las exigencias de este mandato) con el ingreso de
las mujeres a la esfera laboral.
Esto impacta en el desarrollo de las mujeres y en sus carreras profesionales,
especialmente.
5
Lamas, Marta, “La antropología feminista y la categoría de ‘género’”, En Nueva Antropología,
vol. VIII, N°30, México, 1986.
30
Ejemplo
El ingreso de la mujer al mundo del trabajo remunerado, lejos de implicar una redistribución
de las tareas de cuidado en el hogar, significa para las mujeres tener dobles o triples jornadas
laborales:
1. El empleo.
2. Las tareas del hogar y del cuidado de los/as niños/as.
3. Las tareas comunitarias.
• el prejuicio,
• la crítica,
• la falta de confianza,
• la comparación de su rendimiento MUNDO PÚBLICO MUNDO PRIVADO
Se presenta un modelo de belleza determinado imposible de alcanzar para la mayoría, pero que
se transforma en una aspiración constante.
Se trata de un ideal que genera en las mujeres aceptación y reconocimiento social:
Tal es así, que existe una industria de consumo muy amplia y diversa para lograr que las mu-
jeres se acerquen lo más posible a este ideal de belleza. Muchas insumen tiempo, energía y
dinero para alcanzarlo, incluso pudiéndose convertir en una obsesión y poniendo en riesgo su
propia salud.
Se construye cierta motivación en función de un deseo ajeno:
31
En base a este mandato se produce la cosificación de las mujeres. Muchas veces, en las socie-
dades actuales las mujeres son vistas, pensadas y tratadas como objetos de deseo u objetos
sexuales. En definitiva, como un bien de consumo.
Alcanza con ver el lugar que ocupan en la publicidad, o los roles que cumplen como objetos
decorativos en algunos programas de televisión.
Conclusiones
Consecuencias de los mandatos:
Dos mandatos de la feminidad catalogan a las mujeres según sean cumplidos
o no:
• La maternidad, considerada muchas veces un sinónimo de mujer.
• La belleza, considera casi un requisito para ser mujer, algo en lo que las
mujeres invierten para cumplimentar el deseo de “sólo ser para otro”.
Además de las consecuencias que genera en la vida de las mujeres alcanzar estas exigencias,
tengamos en cuenta que se trata de mandatos cargados de valoraciones y prejuicios sociales.
En el imaginario social estos dos mandatos impulsan a distintas percepciones y valoraciones.
MANDATOS
LA MATERNIDAD LA BELLEZA
Las mujeres tienen una relación heterosexual A las mujeres que viven su sexualidad abier-
estable y fiel. tamente y cuestionan el rol y estereotipo de
Sostienen una relación amorosa a partir de la pasividad se las señala y cataloga como “ma-
cual conforman una familia. las mujeres”: son de dudosa moral, las “locas”.
Son capaces de dedicarse a la casa y al cui- Son mujeres para la diversión.
dado de hijos/as y marido.
Son mujeres de “buena moral”; están en el Estas sanciones sociales se traducen en el
hogar y son protegidas por los varones de la consumo y exposición del cuerpo femenino
familia. como mercancía y pueden derivar en casos
terribles de femicidios, violaciones o trata de
mujeres con fines de explotación sexual.
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Para pensar
Todas las mujeres que se desarrollen por fuera de las expectativas sociales,
deberán afrontar dificultades:
• las que decidan no tener hijos/as;
• quienes ocupan lugares de poder y liderazgo en la esfera pública;
• las que se piensan como seres “para sí”, autónomas, dueñas de sus propios
cuerpos y sexualmente libres,
• aquellas que elijan dejar de trabajar para cuidar a sus hijos/as.
Pareciera ser que no existe un camino posible que garantice a las mujeres no ser juzgadas
respecto del modo en el que viven su feminidad.
La doble jornada laboral y el techo de cristal son ideas que ayudan a comprender un poco más
estas dificultades que afrontan las mujeres, más allá del camino que elijan:
Techo de Cristal: los estereotipos de género y los roles que se les asignan, generan
dificultades extras para las mujeres en el mundo laboral:
• Les resulta más dificil ascender o ocupar cargos de autoridad y liderazgo.
Hacer visibles los mandatos sobre los que se construye la feminidad, nos permite entender las
bases culturales y simbólicas sobre las cuales se construye la jerarquía entre los géneros e
identificar cómo se producen las desigualdades.
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1.4 Diversidad y disidencia sexual
Vimos que los estereotipos de género imponen definiciones y normas acerca de lo correcto y lo
incorrecto en el comportamiento de un varón y en el de una mujer. También establecimos que
promueven un modo de organización social basado en complementariedades y jerarquías.
Así, las mujeres estarían destinadas principalmente al ámbito privado (tareas domésticas, cui-
dado de los/as hijos/as), mientras que los varones se desenvolverían en el ámbito público. Serían
los responsables de la producción, tareas de las que depende el sostén económico.
Para que esto sea así, hay un mandato fundamental implícito tanto en el estereotipo de género
masculino como en el femenino:
El mandato de la heterosexualidad.
Orientación sexual:
Todas las personas tenemos una orientación sexual que no se elige. Es una per-
cepción subjetiva. Nadie elige por quién sentirse atraído/a simplemente sucede.
Esa atracción emocional hacia otra persona puede ser de carácter:
• Homosexual: hacia personas del mismo sexo.
• Heterosexual: hacia personas del sexo opuesto.
• Bisexual: hacia personas de uno u otro sexo, indistintamente.
Modelo heteronormativo:
Se llama heterosexualidad a la orientación sexual de aquellas personas de
determinado sexo que sienten atracción por personas del sexo opuesto.
El modelo heteronormativo presenta a la heterosexualidad como una norma
a seguir fundada en la creencia de que es moral y éticamente superior a cual-
quier otra forma de sexualidad.
Se asume que todas las personas son y deben ser heterosexuales y por eso se
tilda de “problemáticas”, “desviadas” o “enfermas” a aquellas que no se iden-
tifican de esta manera.
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Para pensar
Presuponemos que las personas con quienes interactuamos son heterosexu-
ales, y esto es así porque nuestras sociedades son heteronormativas.
Una sociedad heteronormativa tiende a considerar a todas las personas, a
priori, como heterosexuales.
Sin embargo, asumir que los/as otros/as son heterosexuales implica muchas
veces ejercer, consciente o inconscientemente, una violencia sobre ese/a otro/a.
Lo que se denomina violencia homofóbica.
Estos factores, además del temor a posibles represalias o a la discriminación,
hace que muchas veces las personas homosexuales o bisexuales no se
atrevan a expresar y a vivir su orientación sexual libremente.
Esto supone una vulneración de derechos que afecta negativamente su calidad de vida, cuando
no su integridad física.
Para analizar y comprender el modo en el que nuestra sociedad presenta la heterosexualidad,
como si fuera la sexualidad obligatoria o correcta, debemos diferenciar dos conceptos:
Sexualidad Reproducción
Es el conjunto de fenómenos Hace referencia a la procreación,
emocionales, de conducta y prác- a la forma de dar continuidad de
ticas asociadas a la búsqueda la especie.
del placer sexual, que marcan de
manera decisiva al ser humano en
todas y cada una de las fases de-
terminantes de su desarrollo.
Así, la confusión de conceptos va tornando habitual la idea de la heterosexualidad como algo natural y
a las otras formas de orientación sexual como antinaturales.
35
Nuevamente un hecho cultural (las prácticas sexuales) se presenta como algo de orden natural:
Otra vez, una justificación biológica de los cuerpos (pene o vagina), basada en sus roles reproductivos,
determina los destinos de varones y mujeres.
Para pensar
Al igual que no cumplir con otros mandatos, no adscribir a la heterosexualidad,
conlleva sanciones sociales de distinto tipo:
• Estigmatización.
• Denigración.
• Marginalización.
• Violencia física.
• Sanciones legales (en el caso de la homosexualidad, en algunos países llegan
incluso hasta la reclusión perpetua o la pena de muerte).
En los últimos años, sin embargo, nuestro país viene atravesando un proceso social y político en el cual
las orientaciones sexuales disidentes están pasando lentamente de ser un motivo de exclusión a ser
una identidad desde la cual elaborar demandas y ejercer derechos y libertades.
Matrimonio igualitario
Un ejemplo, es la Ley N° 26.618 de Matrimonio Igualitario, sancionada en julio de 2010.
Entre sus principales puntos:
• Modifica el artículo 2 del Código Civil Argentino. Anteriormente, el casamiento debía concretarse entre
individuos de distinto sexo.
• Reemplaza en todos los artículos la expresión “hombre y mujer” por la de “contrayentes”. Se establece
la igualdad de condiciones a todas las personas que deseen contraer matrimonio, sean del mismo
sexo o no.
• Establece que todas las referencias del ordenamiento jurídico argentino que hagan alusión al matri-
monio, deben tener estas modificaciones.
• Reconoce a las parejas homosexuales iguales derechos que a las parejas heterosexuales.
• Cumple con el artículo 16 de nuestra Constitución Nacional que garantiza que “todos los ciudadano
son iguales ante la ley”.
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1.4.b. Género, cuerpo e identidad
Todas las personas tenemos nuestra identidad de género. Es el convencimiento que nosotros/as
mismos/as tenemos de ser varón o mujer.
Identidad de género:
Es la experiencia personal de ser hombre o mujer que tiene una persona.
Es el sentimiento de pertenencia a uno u otro sexo.
No se elige, se percibe. Cada uno/a se percibe a sí mismo/a, se identifica con
uno u otro género.
Lo que podemos elegir es expresarla o no.
Expresión de género:
Es el modo en que una persona comunica su identidad de género a otras a
través de sus conductas, su manera de vestir, sus peinados, su voz o sus ca-
racterísticas corporales.
Para pensar
¿Qué sucede cuando nuestra identidad de género no se corresponde con el
sexo asignado al momento de nacer?
Recapitulando
37
Prefijo “trans”:
(del latín “del otro lado”) refiere a las personas cuya identidad de género, ex-
presión de género o conducta no se ajusta -de acuerdo a las expectativas so-
ciales- a aquella asociada con el sexo que se les asignó al nacer.
Prefijo “cis”:
El prefijo “cis” (que en latín significa “del lado de”) se utiliza para referirse a las
personas cuya identidad de género está alineada con el género socialmente
impuesto y por lo tanto con el sexo asignado al nacer.
Para pensar
No respetar la identidad de género de una persona constituye una violencia
que vulnera sus derechos.
• Se vulneran sus derechos humanos básicos como la salud, la educación, el trabajo, la vivienda
y las condiciones dignas de existencia.
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•Pese al reconocimiento jurídico del derecho a la identidad de las personas trans, socialmente
no se las respeta, tanto en vía pública como en aquellas instituciones (establecimientos educa-
tivos, de salud, entre otros) a las que acuden para ser asistidas.
Como resultado de la discriminación y el hostigamiento social, la mayoría de las personas trans
son expulsadas de sus entornos familiares, no acceden al sistema educativo ni al sistema de
salud, quedan excluidas del mercado de trabajo y, en consecuencia, su expectativa de vida se re-
duce a poco más de la mitad de la del resto de la población.
Intersexualidad:
Hasta ahora, nos hemos basado en la lógica (binaria) del modelo patriarcal
para hablar de las categorías de sexo y género, pero ninguna de ellas se con-
forma, en el mundo real, a partir de pares dicotómicos.
Es una construcción social pensar que nuestros cuerpos admiten solo dos op-
ciones perfectamente distinguibles una de otra: macho o hembra; o que solo
hay dos formas posibles de comportarnos y de percibirnos: como sujetos fe-
meninos o masculinos. En ambos casos, existen los matices.
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LGTBI
Es la sigla con la que se designa colectivamente a Lesbianas, Gays, personas
Trans (transgénero o transexuales), Bisexuales e Intersexuales. Se identifica
así a un movimiento de lucha y reivindicación por los derechos de igualdad
de estas comunidades sexuales.
En este sentido, la Ley de Matrimonio Igualitario se vincula íntimamente con los derechos de
los/as niños/as que forman parte de familias conformadas por adultos/as LGTBI, ya que les
garantiza los mismos derechos que a los/as hijos/as de parejas heterosexuales.
Esto implica analizar que si los derechos humanos son universales, para ser ejercidos por per-
sonas singulares requieren respuestas muy diversas. En palabras de Diana Maffía, una socie-
dad que sólo acepta como ciudadanas/os a quienes cumplen con el estereotipo prefijado por el
grupo hegemónico dominante deja fuera de la ciudadanía de modo arbitrario e injusto a enor-
mes porciones de la población.
40
2. Primeras conclusiones
En esta Unidad 1 recorrimos una serie de conceptos propios de los estudios de género y que
consideramos imprescindibles para poder abordar la problemática de la violencia familiar de un
modo integral.
Vimos cómo se otorga culturalmente diferente valor y jerarquía cultural a los atributos masculinos
y femeninos. Esta diferenciación coloca a las mujeres en una posición de desventaja que deriva en
situaciones de desigualdad e inequidad económica, política y social.
La perspectiva de género es una lente para mirar las escenas sociales en su complejidad. Nos
invita a dudar sobre las ideas y representaciones que internalizamos, que nos parecen “naturales”,
propias del sentido común, incuestionables, que nos limitan e impiden un desarrollo en igualdad
de todas las personas.
Vimos cómo la cultura patriarcal es un sistema de organización social vigente, que mantiene la
dominación de lo masculino (los varones) por sobre lo femenino (las mujeres y las niñas/os), y
tiene una implicancia directa con las diferentes violencias físicas y simbólicas que sufren las
mujeres en la actualidad.
Las cifras de las estadísticas de femicidios y hechos de violencia de género se explican, en gran
medida, por estos estereotipos y mandatos que se fueron construyendo a lo largo de la historia.
41
Bibliografía
Connell, Robert, “La organización social de la masculinidad”, En Valdés, T. y Olavarría, J. (eds.),
Masculinidad/es: poder y crisis, N°24, isis-flacso, sine loco, 1995.
ONU Mujeres, “El Progreso de las mujeres en el mundo 2015-2016”. Informe global de la
brecha de género, 2015.
Rubin, Gayle, «The traffic in women: notes on the political economy of sex », REITER, R. (Ed.).
Maffía, Diana (comp.), “Sexualidades migrantes, género y transgénero”. Disponible en: http://
www.dianamaffia.com.ar/?page_id=134
43
UNIDAD 2
Violencia doméstica
LÍNEA 14
contra las mujeres
Presentación 49
Bibliografía 83
47
Presentación
En la primera unidad trabajamos de modo introductorio los conceptos generales de la perspectiva
de género.
En esta segunda unidad nos centraremos en analizar la violencia de género, entendida como un
modo específico que toman las relaciones de género en nuestra sociedad, y que tienen orígenes
profundamente culturales e históricos.
Analizaremos los marcos conceptuales generales respecto de la problemática de violencia de
género. Intentaremos comprender el proceso social a partir del cual la violencia de género se
constituye en una problemática social que, como tal, requiere respuestas desde el Estado a partir
del diseño y ejecución de políticas públicas específicas.
Mostraremos los diferentes niveles y ámbitos en los que la violencia de género puede darse en
nuestra sociedad, hasta llegar al análisis concreto de la violencia doméstica contra las mujeres.
Se presentarán las leyes que regulan y definen este tema, tanto a nivel internacional, nacional
como provincial y el impacto social y político de estas definiciones.
A partir de allí, se identificará a las mujeres como las principales víctimas de esta problemática
y se explicará cuál es la dinámica por la que atraviesan las mismas cuando viven situaciones de
violencia.
Analizaremos los discursos sociales que se construyen en torno a esta problemática, que muchas
veces se tornan en mitos que revictimizan a las mujeres y reproducen las violencias.
Este primer acercamiento al problema de la violencia doméstica contra las mujeres es imprescind-
ible para aquellos/as funcionarios/as cuya labor requiere entrar en contacto directo con las mu-
jeres víctimas.
Consideramos que la función policial se enriquece sustancialmente si el personal conoce todo lo
que rodea al problema que enfrenta.
49
2.1. Marco conceptual sobre violencia
2.1.1.Violencia de género y violencia contra las mujeres
Todo análisis referido a las relaciones de género pone en evidencia las desigualdades que
existen entre las personas según la construcción sexo-género que cada uno/a tenga. Así, varones,
mujeres y personas trans, vivencian de modo muy distinto su estar en el mundo, su desarrollo
personal y las posibilidades que se le habilitan –o dificultan- según esta construcción.
Como hemos visto en la unidad anterior, lo femenino y lo masculino son atributos construidos
culturalmente que se encuentran jerarquizados: aquello asociado a lo masculino (fuerza, poten-
cia, racionalidad, riesgo) no posee la misma valoración social que aquello asociado a lo femenino
(debilidad, sensibilidad, temor). Todas las relaciones entre las personas están atravesadas por
esta representación y valoración desigual entre lo femenino y lo masculino. Es a partir de esta
jerarquización simbólica, que se sostiene y reproduce la jerarquización en el resto de las esferas
de la vida.
Atributos
Asociado a lo
masculino: Asociado a lo
- Fuerza femenino:
- Potencia - Debilidad
- Racionalidad - Sensibilidad
- Riesgo - Temor
51
Estas jerarquías expresan distintos tipos de violencias, y esto sólo es posible cuando se otorga
menor valor social a las mujeres.
MENOR
JERARQUÍAS DISTINTAS VALOR SOCIAL
DE GÉNERO VIOLENCIAS A LA MUJER
De este modo, se llega a un punto en el que las jerarquías producen diferentes tipos de violen-
cia (la cosificación es una de las formas en las que se manifiestan las jerarquías, es decir, un
tipo de violencia).
Ejemplo
La trata de mujeres con fines de explotación sexual:
Las mujeres circulan como mercancías que se reclutan, trasladan, venden y consumen.
Estos actos sólo se pueden realizar negando la condición de ser humano de las mujeres.
Incluso el acto de “consumir cuerpos” con el fin de satisfacer el deseo sexual de los varones
(tan extendido y naturalizado en todas las sociedades), puede realizarse a partir de esta
jerarquía de género subyacente1.
Sistema de
desiguadad
entre géneros
Estereotipos
de género que
Distinta reproducen
valoración los atributos
de atributos
femeninos
y masculinos
1
Además de la jerarquía de género, existen otras dos grandes categorías de análisis que ubican a las personas en
relaciones de poder profundamente asimétricas, como lo son la etnia y la clase. Así, las mujeres, negras y trabajado-
ras se encuentran en situación de máxima vulnerabilidad social.
52
Ejemplo
“Los varones no pueden controlar sus impulsos sexuales, “deben” ser satisfechos.”
“Las mujeres son pasivas.”
Estos discursos son tan fuertes, que cuando alguien los contradice, pueden llegar a ser san-
cionados socialmente.
En nuestro ejemplo, los varones podrían ser considerados como poco hombres, o se dudaría
de su heterosexualidad (que, en nuestra sociedad, se supone obligatoria). En el caso de las mu-
jeres serían definidas como de poca moral, mujeres para la diversión.
Es por esto, que al hablar de violencia de género, nos referimos a un tipo determinado de
violencia que sucede a partir de otorgarle menor valor a lo femenino (o lo feminizable) respecto
de lo masculino.
Es una jerarquía reproducida a través de la historia por medio de hábitos culturales, y hoy toma
nuevas formas sociales a partir de los estereotipos de género.
Así, refiriéndonos a la violencia contra las mujeres, se pone el foco en las principales víctimas
de violencia de género.
Algunos datos:
2
Si se quiere profundizar sobre este punto se pueden seguir los siguientes enlaces:
http://www.endvawnow.org/es/articles/299-datos-basicos-.html
53
Las siguientes cifras revelan la desigualdad3.
1cada
de
2 casos de mujeres asesinadas, el autor era su compañero
sentimental o un miembro de la familia.
13 .
133
millones
de niñas que actualmente viven en países de África
y Oriente Medio, sufrieron mutilación genital .
700
millones
de mujeres se casaron con menos de 18 años de edad.
3
Datos extraídos de: http://www.unwomen.org/es/digital-library/multimedia/2015/11/infographic-violence-
against-women
54
2.1.2. Reconocimiento y lucha por la igualdad
Veamos algunos datos mundiales sobre la participación de las mujeres en la población activa4:
Sin embargo, hay avances en el tema. El haber puesto el tema de la violencia frente a la socie-
dad, indica que las jerarquías de género comienzan a ser cuestionadas y desnaturalizadas.
4
El Progreso de las mujeres en el mundo 2015-2016”, ONU MUJERES. Sitio web:
http://progress.unwomen.org/en/2015/pdf/SUMMARY_ES.pdf y el Informe global de la brecha de género: https://
www.weforum.org/es/agenda/2015/11/informe-global-de-la-brecha-de-genero-2015/
55
Hay que recordar que durante mucho tiempo las mujeres se beneficiaron con algunos derechos
por extensión, es decir, por ser cónyuges de un ciudadano hombre.
Otros derechos, en cambio, durante mucho tiempo, les fueron negados a las mujeres:
• El sufragio (reconocido en nuestro país a mediados del siglo XX, en 1947).
• La patria potestad de sus hijos/as.
La igualdad jurídica se pensó a partir de los derechos de los hombres. De esta manera, no se
contemplaban las necesidades específicas de las mujeres, eran invisibilizadas.
Cultura
Patriarcal
Dominación masculina
sobre lo femenino
Violencia
de Género
56
2.1.3. La violencia contra las mujeres como cuestión de Estado
A partir de los años 60, se producen resultados concretos en el avance de la igualdad impulsa-
dos por las mujeres. Internacionalmente, los derechos humanos reflejan esta evolución.
Objetivo: promover la igualdad, el desarrollo y la paz entre los seres humanos y entre los
pueblos, con la incorporación plena de las mujeres y la vigencia efectiva de sus derechos.
Esta iniciativa sentó las bases para que se aprueben resoluciones y declaraciones en favor de
la igualdad de las mujeres en el sistema internacional de derechos humanos.
Estos documentos sentaron las bases para que comenzaran a aprobarse en el sistema internacional
de derechos humanos resoluciones, declaraciones y exhortaciones en favor de la igualdad de las
mujeres. Además de expresar su posición contra estos temas, brindaron conceptos y definieron
formas de actuar a nivel mundial.
Los dos más importantes son las declaraciones que surgen en la Convención sobre la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y en la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belém do Pará).
57
1979
Denuncia que:
- Las mujeres siguen sin tener los mismos derechos que los varones.
- Es discriminación hacia las mujeres toda distinción, exclusión o restricción
basada en el sexo.
- Esta discriminación obstaculiza su crecimiento económico y prosperidad.
Propone:
- Para combatir esta discriminación, solicita a los Estados parte que
reconozcan la contribución económica y social de la mujer a la familia y
a la sociedad.
- Pide un cambio de actitudes (tanto en hombres como en mujeres)
por medio de la educación, para superar los prejuicios y prácticas
estereotipadas.
-Tiene como meta la igualdad real además de la jurídica.
1994
Pide en el Art.8ª
“fomentar la educación y capacitación del personal en la adminis-
tración de justicia, policial y demás funcionarios encargados de la
aplicación de la ley, así como del personal a cuyo cargo esté la apli-
cación de las políticas de prevención, sanción y eliminación de la
violencia contra la mujer.”
58
A pesar de los avances en el sistema internacional sobre el tema, se observa que llevó casi
15 años (entre una Convención y la otra) plantear la violencia contra las mujeres en el ámbito
doméstico y privado.
Debe disponer las medidas tendientes a la prevención y sanción de esta problemática. Debe legislar,
garantizar el acceso a la justicia y brindar atención integral a las mujeres que lo necesiten.
Primeras conclusiones
El derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, comienza a reconocer-
se hacia finales del siglo XX. Esto se debe a las múltiples declaraciones de
la comunidad internacional sobre la situación de vulnerabilidad en la que
se encuentran las mujeres, debido a su género, su origen étnico-racial, edad,
clase socio-económica, u orientación sexual, entre otros motivos.
59
2.1.4. Derechos reconocidos en Argentina
A partir de la reforma de la Constitución Argentina en 1994, nuestro Estado se compromete a
cumplir con una serie de obligaciones, al momento de reconocer y ratificar las convenciones
internacionales.
Desde esa fecha hasta ahora se sancionaron diversas leyes que permiten ir avanzando en la
igualdad. Las principales son:
• La protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes,
• la Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres en
los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
• Reformas al Código Penal.
• Matrimonio Igualitario.
• Identidad de Género.
Leyes Argentinas
Ley N° Nombre Puntos Principales
Dictada en 2005.
Protección Integral
para Prevenir, San- Sancionada en 2009 bajo recomendaciones
cionar y Erradicar la internacionales.
Violencia contra las
26.485 Protege los derechos de las mujeres a vivir una vida
mujeres en los ámbi-
tos en que desarrollen sin violencia.
sus relaciones inter-
personales.
Sancionada en 2013.
Sancionada en 2010.
26.618 Matrimonio Igualitario
Permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Sancionada en 2012.
26.743 Identidad de Género
Garantiza el derecho a la identidad de género.
60
Nuestro sistema federal otorga a las provincias la capacidad de dictar
sus propias leyes y elaborar sus políticas públicas, en diálogo con las
recomendaciones del gobierno nacional.
Todas las provincias se encuentran adheridas a la ley 26.485
61
LEY – RESOLUCIÓN
AÑO PUNTOS PRINCIPALES
ACCIÓN
Finales
del 2000
5
Ver texto completo de la ley: http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/l-12569.html
62
Objetivo: promoción y resguardo de los derechos funda-
mentales de los niños, niñas y adolescentes de la provincia
- Marca el fin del antiguo Régimen del Patronato de Menores, deja
sin efecto el sistema tutelar.
Ley Provincial N°13.298 - Implementa un sistema de garantía de derechos y reconoce a
de Promoción y los niños, las niñas y adolescentes como ciudadanos/as con los
2005 Protección Integral de los mismos derechos que los/as adultos/as. Y les reconoce otros
derechos de los niños derechos especiales por tratarse de personas en crecimiento.
- las necesidades vitales de los niños, las niñas y adolescentes son
comprendidas como derechos que deben cumplirse, y no como
carencias a subsanar o satisfacer6.
6
Para profundizar en el impacto social y los principios sobre los que se sostiene esta normativa, ver http://files.
unicef.org/argentina/spanish/Cuadernillo_Ley_13298.pdf
7
Para ver la Res. N° 667/06: http://www.mseg.gba.gov.ar/migra/dgcpg/estructura/RES%20667del06.pdf
8
Para ver Res. N° 881/09r: http://www.mseg.gba.gov.ar/migra/dgcpg/estructura/Resolucion%20780.pdf
63
- Parte de la adhesión al “Plan nacional de acción
para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia
contra las mujeres”
- Plan integral desarrollado por la provincia.
2016 Plan Integral de Género 9 - Objetivo: reducir los casos de violencia, contar con más refugios
para las víctimas, mejores líneas para la denuncia de casos y
atención de emergencias, así como programas de capacitación
continua orientados al personal policial.
Hasta acá se observa que la normativa que protege a las mujeres de la provincia de Buenos
Aires de la violencia de género, es amplia. Cada uno de estos documentos define el aspecto so-
bre el cual está legislando y delimita el problema y las respuestas posibles.
9
Para profundizar se puede seguir el siguiente enlace:
http://www.gba.gob.ar/noticias/un_nuevo_plan_provincial_de_g%C3%A9nero%C2%AD
64
2.1.5. Violencia contra las mujeres: tipos y modalidades
• Especifica que la violencia puede darse tanto en el ámbito público como en el privado.
• Define la violencia contra las mujeres como aquella que se ejerce a partir de una relación
desigual de poder, y que afecta la vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual,
económica o patrimonial de las mujeres, como así también su seguridad personal.
• Además define que la violencia contra las mujeres puede ejercerse tanto de manera directa
como indirecta.
65
La violencia estructural o indirecta puede ser ejecutada desde el Estado o por sus agentes10
cada vez que se ponga a las mujeres en una relación desigual de poder respecto de los varones,
por acción u omisión, intencional o involuntariamente.
La misma ley, incluye los tipos de violencia a los que están expuestas las mujeres:
Ejercida contra el cuerpo de las mujeres, produce dolor, daño o cualquier otra forma
Física de maltrato o agresión que afecte su integridad física.
Incluye, las lesiones graves, y los empujones, pellizcos, tirones de pelo, patadas, etc.
10
Ley N° 26485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres en los
ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. Disponible en:http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegIn-
ternet/anexos/150000-154999/152155/norma.htm
66
Cualquier acción (con o sin acceso genital), que implique desobedecer el derecho de la
mujer de decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva.
Puede ser a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación.
Sexual Incluye la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de
parentesco (exista o no convivencia).
La prostitución forzada, explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres
quedan comprendidos en este tipo de violencia.
Se observa que las mujeres víctimas de la violencia de género, son víctimas de más de un tipo
de violencia a la vez, pues estas formas de violencia se encuentran en permanente interacción.
Ejemplo
La violencia física también tiene impacto en el psiquismo de las mujeres.
A su vez, las consecuencias de los golpes pueden provocar ausentismo laboral o pérdida de
empleo, ocasionando así una disminución en el patrimonio de la mujer.
La violencia sexual es siempre violencia física y psicológica.
Todos estos tipos de violencia pueden darse de distinta manera o en diferentes ámbitos. En el
artículo 6° de la ley se enumeran los espacios posibles:
67
ÁMBITOS DEFINICIÓN EJEMPLOS
11
ídem
68
Además de lo planteado en la Ley Nacional, es importante destacar algunos aspectos de la
Resolución N° 505/2013 del Ministerio de Seguridad de Nación. Allí se aprueban las “Pautas
para la Intervención Policial en casos de violencia en relaciones familiares”.
El siguiente gráfico muestra el porcentaje que corresponde a las distintas modalidades de vio-
lencia según el Informe Bianual del Consejo Nacional de la Mujer (CNM) en el período 2014-2015.
En el mismo “se identifica una abrumadora mayoría de llamadas que remiten a situaciones de
violencia doméstica” (98.40 %).
En el mismo gráfico se registran casos que corresponden al resto de las modalidades en las que
opera la violencia de género: institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, mediática y
obstétrica. Los bajos registros que se observan en estas últimas modalidades, tiene relación con
la dificultad que aún se evidencia, para reconocer e identificar estas modalidades de violencia12.
12
Plan nacional de acción para prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres 2015-2019,
Consejo Nacional de las Mujeres del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, 2016, pág. 40.
69
Extraído del Plan nacional de acción para prevención, asistencia y erradicación de
la violencia contra las mujeres 2015-2019, Consejo Nacional de las Mujeres.
Hasta acá definimos la violencia de género y especificamos los distintos tipos de violencia contra
las mujeres que existen, así como los ámbitos o espacios en los cuales estos tipos de violencia
pueden darse.
En lo que queda del curso nos centraremos en analizar la violencia contra las mujeres que
ocurre en el espacio familiar o doméstico, tomando en cuenta que este ámbito excede el contexto
de la vivienda familiar. Se describirán las principales características de la violencia doméstica
contra las mujeres estableciendo las bases para efectuar intervenciones adecuadas.
70
2.1.6. Violencia en el ámbito familiar o doméstico
La violencia doméstica contra las mujeres se refiere a los vínculos familiares y amorosos. Al
involucrar la dimensión afectiva, se trata de un tipo de violencia muy difícil de visibilizar (o
hacer visible) y combatir.
Vimos que la ley la define como el tipo de violencia que se ejerce contra las mujeres por un
integrante del grupo familiar que daña la dignidad, la libertad y la integridad física, psicológica,
sexual y/o económica de la persona.
Es la pareja de la mujer quien ejerce la violencia; se trata de la persona con quien ella imaginó
una familia, un deseo amoroso; y esto hace tan peculiar el tratamiento e intervención de estos
casos.
El informe del Consejo Nacional de las Mujeres (CNM), arroja los siguientes datos para tomar
en cuenta:
13
Datos extraídos del sitio: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs334/es/
71
(*) Esto constituye un factor de riesgo tanto para las personas en situación de violencia como
para los/as niños/as presentes, en los casos que así ocurre14.
El siguiente gráfico muestra cómo se manifiesta el vínculo entre las víctimas y los imputados:
Extraído del Plan nacional de acción para prevención, asistencia y erradicación de la violencia
contra las mujeres 2015-2019. Consejo Nacional de las Mujeres.
14
Los datos corresponden al análisis del Informe Bianual de la Línea 144, periodo 2013- 2015, detallado en el “Plan
nacional de acción para prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres 2015-2019”, Consejo
Nacional de las Mujeres del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, 2016, pág. 35.
72
Datos alarmantes…
• 79% de las víctimas de homicidios mundiales, son hombres.
• En el contexto familiar y de relaciones de pareja, las mujeres tienen un
riesgo mucho mayor que los hombres.
• 2/3 de las víctimas de homicidio cometido por compañeros íntimos o
familiares, son mujeres.
• 47% de todas las víctimas femeninas en 2012 fueron asesinadas por
sus compañeros íntimos o familiares (en comparación, menos de un 6%
corresponde a las víctimas masculinas)15.
Conclusiones
Para combatir la violencia contra las mujeres es fundamental el rol de las
políticas públicas, de los organismos defensores de los derechos humanos y
de las distintas áreas del Estado que toman contacto directo con las víctimas,
entre ellas las fuerzas de seguridad.
La ley 26.485, en su artículo 7° define a los tres poderes del Estado del ámbito
nacional y provincial, como los responsables de adoptar las medidas necesarias
para el respeto irrestricto del derecho constitucional a la igualdad entre
mujeres y varones.
Entre las medidas que deben adoptar los poderes del Estado se considera la “asistencia en forma
integral y oportuna de las mujeres que padecen cualquier tipo de violencia, asegurándoles el
acceso gratuito, rápido, transparente y eficaz a los servicios creados a tal fin, así como promover
la sanción y reeducación de quienes ejercen violencia”16.
A su vez, y dando respuesta a las obligaciones asumidas por el Estado argentino en el marco de
los tratados internacionales de derechos humanos, el Consejo Nacional de las Mujeres lanzó a
mediados del 2016 el
Este programa:
• garantiza el derecho a las mujeres a una vida sin violencia,
• desarrolla tres ejes principales: la formación, el fortalecimiento institucional y el monitoreo y
evaluación de casos.
• Estos ejes afectan todos los niveles del Estado: el plan tiene alcance federal, es la provincia de Buenos
Aires, por causa de su densidad poblacional, uno de los distritos más sensibles a la problemática.
15
Fuente: “Estudio global sobre el homicidio”, UNODC, 2013.
Sitio: https://www.unodc.org/documents/gsh/pdfs/GLOBAL_HOMICIDE_Report_ExSum_spanish.pdf
16
Ley 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los
ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, artículo 7.
73
2.1.7. Dinámica de la violencia familiar
1.
Acumulación
de tensión
3. 2.
Luna Estallido
de miel agudo
1.
Acumulación
de tensión
3. 2.
Luna Estallido
de miel agudo
17
Esta dinámica cíclica fue descripta por primera vez en el año 1978, por la psicóloga norteamericana Leonor Walker,
quien explicó por medio de esta teoría la dinámica cíclica de la violencia conyugal y la razón por la cual muchas mu-
jeres se quedan atrapadas en dicha relación violenta de pareja.
74
Es una fase de violencia sutil, generalmente psicológica. Suele manifestarse en forma de chistes
o comentarios descalificadores hacia la mujer.
Las prácticas violentas se justifican confundiéndolas con los celos y, el control, con el “amor
profundo y verdadero” de la pareja, volviéndose algo “natural” con el tiempo.
Esta confusión hace que, al comienzo de una relación, sea más difícil distinguir los vínculos
violentos, ya que se cree que estas actitudes son por amor y por la aparente necesidad de
tener cerca a la persona amada, de preocuparse por ella.
En esta fase, la mujer intenta hacer lo que el varón desea aunque no pueda conformarlo, culpándose
a sí misma por ello.
Comienzan a observarse algunos incidentes menores, que suelen ser ignorados por la mujer
quien piensa que conseguirá restablecer la armonía si logra satisfacer todas las exigencias de
su compañero.
75
1.
Acumulación
de tensión
3. 2.
Luna Estallido
de miel agudo
Que la mujer pueda tomar fuerzas en esta situación para pedir la intervención
de testigos/as o personas que tomen conocimiento de lo sucedido puede, en
esta fase, hacer posible la salida.
76
3. 2.
Luna o
de miel
La mujer empieza a verse a sí misma frágil como consecuencia de esta relación violenta. Le
cuesta confiar en sus aptitudes y capacidades para vivir una vida autónoma y esto se agrava
si no logra salir del círculo en el cual se encuentra envuelta: la falta de apoyos externos o de
ingresos económicos propios, le hacen más difícil esa salida, y más aún si hay hijo/as de por
medio.
En esta fase los mandatos culturales tienen un papel muy importante. Ideas
como el amor incondicional, el matrimonio para toda la vida, la necesidad
de que los/las niños/as tengan un padre o la idea que la mujer se realiza a
través de la familia y la pareja, dificultan que la mujer termine con la relación.
Estos modelos, internalizados por la mujer, hacen que se crea responsable de
ser ella quien debe hacer mejor las cosas, que la próxima vez debe corregirse
para no “obligar” a su pareja a actuar de forma violenta.
Cada vez que el ciclo se repite, la situación se agrava. La mujer vive en un
estado de permanente tensión, temor y parálisis que, a la vez, aumenta cada
vez más su aislamiento y en consecuencia, la dificultad para pedir ayuda.
77
Vuelve a suceder un nuevo período de acumulación de tensión y comienza el ciclo, esta vez más
agudo, de forma tal que el agresor es cada vez más extremo: llegando a amenazar a la mujer de
asesinarla a ella, a los/as niños/as o a cualquier otra persona que intente ayudarla.
Ruta crítica:
Es el proceso de salida de una situación de violencia intrafamiliar, donde la
posición de la mujer es de extrema vulnerabilidad.
Es la etapa en la cual la mujer decide terminar con el vínculo violento, y se
enfrenta a sus propios miedos, vergüenzas y culpa, así como a cuestiones
económicas y/o familiares.
Este proceso es complejo e implica avances y retrocesos, donde se mezclan los estímulos que
impulsan a una mujer a salir de esta situación con los que la inhiben.
Dos tipos de factores, interrelacionados, actúan en el recorrido de la mujer, ya sea ayudándola
a salir de la situación o impidiéndoselo:
78
Relacionados con los sentimien- Relacionados con el apoyo y re-
tos, con el proceso personal de Factores Factores cursos materiales y económicos,
la mujer que está en la situación Internos Externos la información a la que accede,
de violencia. el aumento de violencia, etc.
El principal factor impulsor es la propia situación de violencia que sufre la mujer y que se expresa en:
• el aumento de la violencia o la aparición de nuevas formas de agresión,
• la posibilidad de perder bienes,
• la negación de la persona agresora a cubrir los gastos familiares.
Estas situaciones frecuentemente motivan a la mujer a buscar ayuda. También, las amenazas
y la violencia extendida a los/as hijos/as u otros miembros de la familia impulsan el pedido de
ayuda. La necesidad de protegerlos/as es uno de los principales impulsos motivadores.
Otros factores del entorno de la mujer también la llevan a salir de la situación de violencia y son:
• la contención de su ámbito familiar y vecinal,
• una adecuada respuesta institucional en la búsqueda de soluciones.
Por lo tanto, es imprescindible mejorar la respuesta institucional de todas las áreas del estado en
relación con el acceso, la disponibilidad y la calidad de los recursos. Es preciso que los/as fun-
cionarios/as, tengan disponible información y conozcan las formas de abordaje de las situaciones de
violencia familiar. En especial porque muchas de las personas afectadas desconocen sus derechos
y la existencia de servicios especializados en la temática para ayudarlas a dar fin a esta modalidad
de violencia.
79
¿Cuáles son los mitos más frecuentes?
• “A las mujeres les debe gustar que les peguen, de lo contrario se irían.”
• “Si no hay golpes, no hay violencia.”
• “Los celos son una demostración de amor.”
• “Ella habrá hecho algo para provocarlo.”
• “Él es un santo, ella deber tener algún problema.”
Además hay una serie de factores inhibidores que vivencian las mujeres y les dificultan la
salida de situaciones de violencia familiar.
La forma en la cual entendemos la violencia intrafamiliar tiene que ver con nuestro sistema cul-
tural de creencias que valida mecanismos propios de las dinámicas familiares. Así se observa
que esta es una violencia que siempre existió y de la que parece que no se puede escapar.
Estos mecanismos se traducen en mitos que hacen difícil ver este problema, promueven
que continúe el maltrato y obstaculizan el acceso de las víctimas a ámbitos que canalicen la
situación que están sufriendo.
Los principales factores inhibidores se alimentan de estos mitos, que están en la propia
vivencia de la mujer y en su entorno inmediato.
Una de las principales causas por las que las mujeres no denuncian las
relaciones violentas de las que son víctimas, se debe a la forma en que
la violencia de género se naturalizó en la sociedad.
80
Conclusiones
Los/as funcionarios/as públicos de todas las áreas del Estado que intervienen
en el proceso de la ruta crítica, deben conocer la complejidad del mismo. Si no
es así, se corre el riesgo de colocar a las mujeres en una posición de desventaja,
lo que podría implicar la repetición cíclica de la violencia, o su revictimización.
Es deber de todo/a funcionario/a realizar intervenciones que incluyan una
adecuada perspectiva de género para, a partir de allí, analizar las múltiples
circunstancias que llevaron a que una mujer se encuentre en esa situación
de sometimiento.
El primer paso hacia una intervención adecuada y exitosa es poder comprender
las razones que llevan a la mujer a permanecer en la relación violenta in-
cluso durante años, en condiciones emocionales extremadamente precarias,
poniendo en riesgo seriamente su integridad física.
81
Bibliografía
Plan nacional de acción para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las
mujeres 2017 – 2019. Ley 26.485 http://www.cnm.gob.ar/Pnevm/PlanNacionalDeAccion_201
7_2019Ult.pdf
“Aportes para la atención integral de las mujeres en situación de violencia. Primera compilación
de textos producidos en el programa AVM”, Programa AVM, Secretaría de Derechos Humanos
Provincia de Buenos Aires 1 Aportes para la atención integral de las mujeres en situación de
violencia Primera compilación de textos producidos en el programa AVM. Disponible en: http://
www.sdh.gba.gov.ar/areas/imagenes/Aportes.pdf
“Buenas prácticas para la intervención policial en casos de violencia intrafamiliar. Una guía
federal”. Colección Derechos Humanos y Género en la actividad policial. Dirección Nacional de
Derechos Humanos, Ministerio de Seguridad de la Nación, 2014
“Estudio global sobre el homicidio”. Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
UNODC,2013. Disponible en: https://www.unodc.org/documents/gsh/pdfs/GLOBAL_HOMICIDE_
Report_ExSum_spanish.pdf
“La Mujer y la violencia en la República Argentina”, Consejo Nacional de la Mujer, Buenos Aires,
2002. Disponible en: http://www.cnm.gov.ar/AreasDeIntervencion/MujerYviolenciaRepArg.pdf
83
UNIDAD 3
La intervención
LÍNEA 14
policial
ÍNDICE
UNIDAD 3
La intervención
policial
Presentación 89
3.2.1. Hacia el fortalecimiento de los recursos locales y el Sistema integrado provincial 121
Bibliografía 125
Anexo III: Centro de Asistencia a las Víctimas y Acceso a la Justicia (CAVAJ) 131
87
Presentación
A lo largo del curso profundizamos los conceptos principales para comprender la violencia de
género. Partimos de contenidos más generales, como el concepto de género y el modo en el que,
a partir de los estereotipos de género que reproducimos día a día, nuestra cultura construye un
cierto modelo de ser mujer y ser varón.
En la segunda unidad, analizamos la jerarquía que socialmente se establece sobre lo masculino
respecto de lo femenino, siendo ésta la base sobre la cual es posible el ejercicio de la violencia de
género. Vimos que son las mujeres las principales víctimas de estas violencias, por ser quienes
encarnan los atributos de la feminidad de forma más directa. Profundizamos la violencia de
género que ocurre en el ámbito doméstico y el ciclo que la caracteriza.
Esta tercera unidad se propone profundizar en el accionar policial de la Provincia de Buenos
Aires en lo que respecta específicamente a casos de violencia doméstica, haciendo hincapié en la
violencia contra las mujeres. Se profundizará la presentación de los protocolos de actuación así
como ciertas consideraciones específicas en casos particulares.
Si bien en esta última parte del curso nos detendremos en los aspectos prácticos, lo haremos
tomando como base los postulados teóricos que los sustentan. A pesar de haber organizado los
temas en unidades, atendiendo a los fines de la presentación, una intervención policial exitosa
requerirá que sean considerados de forma articulada y complementaria por parte del personal y
el conjunto de funcionarios/as.
1
Ver: “Buenas prácticas para la intervención policial en casos de violencia intrafamiliar. Una guía federal”. Colección
Derechos Humanos y Género en la actividad policial. Dirección Nacional de Derechos Humanos, Ministerio de Segu-
ridad de la Nación, 2014.
89
3.1. La intervención policial
3.1.1. Criterios generales de actuación
Analizar la intervención policial ante casos de violencia doméstica contra las mujeres, implica
considerar dos cuestiones principales:
• Los procedimientos básicos generales que los/as funcionarios/as policiales deben conocer
ante cualquier caso de este tipo.
• La identificación de los diversos ámbitos de competencia en los que pueden desarrollarse las
intervenciones, así como ciertas consideraciones específicas que estos ámbitos requieren.
En esta unidad presentaremos un mapa de acción que permita a los/as funcionarios/as reconocer
las variables que caracterizan las situaciones de violencia doméstica contra las mujeres y que
permita elaborar un conjunto de criterios de acción que posibiliten en forma rápida y adecuada
desempeñarse ante este tipo de hechos, en cualquier escenario posible.
Como ya mencionamos, estos criterios comunes de actuación están íntimamente relacionados
con los protocolos provinciales y nacionales de atención a las mujeres víctimas de violencia
doméstica, los cuales a su vez contemplan las normativas locales así como las recomendaciones
internacionales en la materia.
Comisaría
Vía pública
Línea de emergencia
Medidas de protección
91
Así, se muestran los cinco espacios desde los que puede atenderse esta problemática:
1. la comisaría,
2. la vía pública,
3. el domicilio,
4. las líneas de emergencia y
5. el seguimiento de medidas de protección.
Si bien cada uno de ellos tiene particularidades que deben ser tenidas en cuenta, existe un con-
junto de criterios y pautas de intervención que cualquier funcionario/a que tome conocimiento de
una situación de violencia doméstica contra las mujeres debe considerar siempre, a fin de garan-
tizar los derechos de la víctima, protegerla y brindarle el acompañamiento adecuado2.
Ante un caso de violencia doméstica contra las mujeres, los objetivos de la intervención policial
serán3:
1. Garantizar la integridad de las víctimas.
2. Prevenir lesiones y femicidios.
3. Conectar a las víctimas con los centros estatales de atención.
2
“Buenas prácticas para la intervención policial en casos de violencia intrafamiliar. Una guía federal”. Colección
Derechos Humanos y Género en la actividad policial. Dirección Nacional de Derechos Humanos, Ministerio de Segu-
ridad de la Nación, 2014.
3
Según se detalla en el documento “Buenas prácticas profesionales en situaciones de violencia contra las mujeres”,
dirigido a las Policías Locales de la Provincia de Buenos Aires. de la Nación, 2014.
92
3.1.2. Procedimiento
3.1.2.a. Recepción
El primer paso de cualquier intervención implica entrar en contacto con la situación de violencia
y sus protagonistas. Por ello, el personal policial deberá considerar algunas cuestiones básicas
referidas a este primer contacto. Teniendo en cuenta que los aspectos a considerar varían según
se trate de la víctima o del agresor4:
Abordaje de la víctima
Para brindar un trato adecuado, el personal policial deberá tener en cuenta los siguientes aspectos:
1. Escuchar: es uno de los principales aspectos en lo que refiere a la atención inicial a la víctima.
• Si bien se puede oír lo que la mujer denunciante tiene para decir, esa escucha debe ser
con atención: se deberán tener en cuenta los gestos que realice, observar o verificar la
existencia de lesiones y de posibles delitos.
• Este primer acercamiento y escucha atenta permitirá al personal policial realizar una
interpretación de la situación que a veces no es tan simple de discernir.
• Identificar y evaluar si se trata de una situación de riesgo y urgencia. Algunos indicadores
de riesgo son:
- si hay menores de edad;
- posesión o acceso a armas de fuego;
- amenazas de represalia o de muerte;
- agravamiento de las formas de violencia física utilizadas;
- si el agresor tiene conocimiento de artes marciales y/o cualquier entrenamiento físico
de defensa y ataque;
- antecedentes de conductas delictivas del presunto agresor;
4
Las consideraciones que se enumeran a continuación fueron extraídas del manual “Buenas prácticas para la inter-
vención policial en casos de violencia intrafamiliar. Una guía federal”. Colección Derechos Humanos y Género en la
actividad policial. Dirección Nacional de Derechos Humanos, Ministerio de Seguridad de la Nación, 2014. A efectos
prácticos para esta presentación, el orden de los temas fue modificado, según los “Protocolos para la Comisaría de la
Mujer y la Familiar” y para las “Líneas de Atención telefónica”, de la provincia de Buenos Aires.
93
- incremento en la frecuencia de los episodios violentos;
- incumplimiento de medidas cautelares como la prohibición de acercamiento;
- abuso de alcohol o drogas;
- usuario/a de servicios de salud mental;
- estado de crisis emocional actual por razones de orden económico, laboral o de
separación o divorcio, etc.;
- si la víctima atraviesa una situación de pérdida de la red de apoyo social y/o de la vivienda;
- si el agresor pertenece a alguna fuerza de seguridad pública o privada debido a la
portación del arma reglamentaria que esta función conlleva.
Este tipo de acciones contribuyen a que la mujer conozca sus derechos y pueda tomar sus propias
decisiones que, de a poco, vayan transformando su situación.
94
• La función preventiva de la policía se trata justamente de que la mujer pueda reconocer
los recursos a su disposición y tomar las decisiones que considere adecuadas para
iniciar la ruta crítica.
Es necesario que la actitud asumida por el/la funcionario/a que interviene sea, no sólo
de escucha sino también de contención, para fortalecer de esa manera las capacidades y
recursos de las propias mujeres en el recorrido hacia el final de la situación de violencia.
Así, los pasos que deberá seguir el personal policial al momento de recepcionar una denuncia, son
los siguientes:
1.Escuchar 2.Explicar
4.Rapidez 3.Acompañar
El acercamiento de la mujer hacia una autoridad en ese momento es muy importante, teniendo en
cuenta que es un período de ventana clave dentro del ciclo de la violencia (estamos justo después
del ‘episodio agudo’). En este momento la víctima puede obtener ayuda y empezar a visualizar alter-
nativas para salir de un vínculo violento.
1.
Acumulación
de tensión
3. 2.
Luna Estallido
de miel agudo
95
Si la respuesta que se le brinda es demorada o deficiente, eso la puede llevar a volver y reforzar
la situación en la que se estaba, con el riesgo de que se aumente la intensidad de la violencia en la
siguiente fase del ciclo.
Lo más adecuado es que las víctimas sean atendidas en espacios que permitan
su resguardo, tanto de forma visual como auditiva, del resto de los/as presentes.
También se recomienda tener folletos y carteleras actualizadas sobre los
organismos especializados en este tipo de situaciones, para brindar una guía
de los recursos que estén disponibles.
Cuando la víctima sea un/a niño, niña, adolescente, el personal policial deberá:
• dar inmediato conocimiento a los Servicios Locales de Promoción y Protección
(conforme al art. 37 de la Ley 13.298). En el supuesto de que se formulara la
denuncia por ante la autoridad policial, ésta deberá ponerla en conocimiento
del Servicio de Promoción y Protección Local.
• dar inmediata intervención a la autoridad judicial competente de turno, a fin
de recibir las instrucciones pertinentes; y al Organismo Provincial de Niñez y
Adolescencia.
• brindar la colaboración necesaria a los/as profesionales de los programas de
asistencia a las víctimas que intervengan según orden judicial;
• no evidenciar alarma o preocupación;
• obtener exclusivamente los datos mínimos indispensables para brindar la
información pertinente a la autoridad judicial en el momento en que se la con-
sulte (la escucha y el diálogo deben apuntar a averiguar: qué pasó, cuándo,
dónde y quién lo hizo, y evitar preguntas como ¿por qué?);
• procurar la información mínima sobre el hecho que permita realizar la denuncia
y determinar si es reciente o prolongado en el tiempo;
• prestar la máxima atención al relato del/de la niño/a, sin postergar o interrumpir
sus dichos;
• no poner en duda el relato o señalarle contradicciones, falta de detalles o ausencia
de recuerdo de determinadas situaciones, en caso de que falten detalles o
algunas circunstancias, no se lo debe interrogar;
• explicar que la situación no le debe generar culpa, ni vergüenza y remarcar que
es muy positivo que la haya revelado, sin cuestionar jamás su actitud;
96
• en la formulación del relato, evitar la reiteración innecesaria, y dejar constancia
de lo dicho con los términos utilizados por el/la niño, niña o adolescente.
• no realizar promesas que no se puedan cumplir;
• evitar que el/la niño, niña o adolescente reitere lo sucedido a otras personas,
salvo que sea estrictamente necesario para la intervención.
5
Para profundizar ver: Ley nacional N° 26.485, artículo 22.
97
Abordaje del agresor
Actuación ante la persona agresora: Al intervenir en una situación de violencia doméstica, el/
la funcionario/a debe recordar que la persona agresora puede atacar a cualquier persona que
defienda los derechos de la víctima (que es el foco de sus acciones violentas).
El agresor suele mostrarse impune frente a la intervención estatal, ya sea judicial o policial. Esto
hace que tienda a crear un lazo de complicidad con quienes ejercen la autoridad: busca generar
alianzas por género o por identificación de problemas, siempre con el propósito de evadir conse-
cuencias. En algunas ocasiones, puede que intente victimizarse y, en otras, puede incluso agredir
directamente.
Por ello, es conveniente que el personal policial no subestime la capacidad de violencia del agresor
y tenga presente la posibilidad de que sea necesario solicitar apoyo para la intervención.
98
En ningún caso las víctimas deben ser consultadas respecto de si amerita o no,
la detención del atacante.
El siguiente cuadro que resume las principales características que puede presentar el agresor
ante una intervención de violencia doméstica contra las mujeres, y se especifican las respuestas
generales que debería brindar el personal policial6:
6
El presente cuadro fue extraído de “Buenas prácticas para la intervención policial en casos de violencia intrafamiliar.
Una guía federal”. Colección Derechos Humanos y Género en la actividad policial. Dirección Nacional de Derechos
Humanos, Ministerio de Seguridad de la Nación, 2014, pág. 52-53.
99
CARACTERÍSTICAS QUE PUEDE ANTE ESTAS SITUACIONES EL
PRESENTAR EL AGRESOR: PERSONAL POLICIAL DEBERÁ:
- muestra una actitud calma ante - dejar claro que los actos de
los hechos; violencia son un delito;
- se resiste a que la víctima, hijos/as - evitar justificar los hechos como típicos
o testigos sean entrevistados por de cualquier agresor haciéndolos
separado; pasar como poco importantes;
• Preguntar sobre factores que impliquen mayor riesgo para la víctima y para la intervención
policial.
• Consultar a los protagonistas del hecho (y a quienes se encuentren presentes en el lugar
de la intervención) si existen armas de fuego.
• Seguir los lineamientos establecidos por el Ministerio de Seguridad de la Nación mediante
la Resolución N° 299/2013, para las fuerzas federales.
• Cuando el personal interviniente haya tomado conocimiento de la existencia de armas de
fuego en el lugar de intervención o a disposición del agresor, se solicitará inmediatamente
una orden de allanamiento y secuestro de aquellas al/a la juez/a de turno, fundada en el
peligro para la vida e integridad física de todas las personas vinculadas con la situación de
violencia.
100
• A su vez, se deberá requerir al área respectiva de cada institución el acceso por vía
informática a la base de datos del Registro Nacional de Armas (RENAR) a fin de compro-
bar la existencia de armas a nombre del denunciado. Una vez obtenido el informe, se hará
constar la verificación en el parte diario que corresponda, consignando el horario de la
consulta, la respuesta brindada y el/la funcionario/a policial que la otorgó.
101
Protocolo para la Evaluación y Tratamiento del personal de las Policías de la Provincia de
Buenos Aires en casos de Violencia Familiar
Cada vez que se tome una denuncia por violencia doméstica contra las mujeres, el personal
policial dará curso a las actuaciones correspondientes según la Resolución Ministerial Nro.
2277/12, que aprueba el “Protocolo para la Evaluación y Tratamiento del personal de las
Policías de la Provincia de Buenos Aires en casos de Violencia Familiar”.
Objetivo: brindar un abordaje y tratamiento integral, desde una visión interdisciplinaria, de
manera que el personal policial con comportamientos violentos reconozca y progresiva-
mente modifique sus actitudes y conductas violentas, ello sin perjuicio de la sanción administra-
tiva o judicial correspondiente.
Acercarse a realizar una denuncia coloca a la mujer en una situación difícil, debido a la gravedad
propia de los hechos de violencia sufrida y a la sensación de no haber podido evitar llegar a esa situación. El
personal debe considerar que quizás es la primera vez que la víctima solicita ayuda después
de mucho tiempo de haber sufrido violencia.
Debido a esta situación y a los efectos que la dinámica de violencia produce en la mujer, durante la
entrevista con el personal policial, la víctima puede mostrar las siguientes emociones:
7
STJCABA Expte 8796/12, Expediente 3-17875483 Daj Nro. 0040/15 caratulado “SOSA, JOSE DARDO S/DICTAMEN,
OTORGA MEDIANTE DICTAMEN CAJ.000516. Las medidas dispuestas -entre otras- son la Inhabilitación preventiva en
los términos del art. 141 del Anexo I Dec. 395/75.
102
Así, se deberá garantizar a la víctima sus derechos y facultades conforme al artículo 83 del Código
Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires, al artículo 1 de la Ley 12.569, al artículo 15 del
Decreto Reglamentario 2875, y al artículo 5 de la Ley 12.5698: en cada una de estas normativas se
hace referencia a las características de un trato digno y respetuoso.
Ello implica que la víctima pueda tomarse el tiempo que considere necesario
para prestar declaración, teniendo en cuenta su situación emocional, respetando
lo que exprese de manera espontánea, sin interrumpir el relato de los hechos,
procurando que la declaración sea lo más exhaustiva y detallada posible.
• En el momento del registro de la declaración, se deberá contar con la posibilidad de grabar y/o
filmar a la víctima, para luego adjuntar la grabación al Formulario de Denuncia.
• Al finalizar la declaración se deberá informar a la víctima sobre la existencia de lugares donde
podrá recibir asesoramiento jurídico gratuito, asistencia psicológica y sobre los centros de
alojamiento temporal disponibles en su jurisdicción.
• Los Centros de Asistencia a Víctimas y Acceso a Justicia (CAVAJ) del Ministerio de Justicia de la
Provincia, son los espacios indicados para recibir y dar curso a estas demandas. Allí se brinda
asesoramientos y orientación a los/as ciudadanos/as, a fin de garantizar el pleno ejercicio de sus
derechos (para ampliar ver Anexo III).
8
Para mayor detalle ver: “Protocolos de Actuación para la atención de las víctimas de violencia familiar. Ley de la
provincia de Buenos Aires Nº 12.569, de violencia familiar”. Dirección General de Coordinación de Políticas de Género
Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Octubre de 2011.
http://www.unicef.org/argentina/spanish/PROTOCOLOSimprime.pdf
9
Los “Equipos Interdisciplinarios de Género” dependen de la Superintendencia de Políticas de Género de las Co-
misarías de la Mujer de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
10
Este formulario se detalla en el Anexo V.
103
• Recuerde que es necesario transmitir a la víctima la posibilidad de obtener medidas de
protección para evitar agresiones futuras.
Abordaje de la denuncia
Como venimos mencionando desde el inicio de este manual, esta problemática tiene un fuerte compo-
nente socio-cultural, y es debido a esto, que es sumamente importante que al momento de enfrentar
a una víctima de violencia, el /la funcionario/a público/a deje de lado prejuicios y valoraciones, que lo
que hacen es reforzar la naturalización de la violencia hacia las mujeres.
La violencia de género se encuentra naturalizada en nuestra cultura, y esto genera que muchas veces
los/as funcionarios/as públicos/as que intervienen en los diferentes procesos de casos violencia, no
conciban la violencia doméstica, como un peligro real para las mujeres. La consecuencia de esto, son
respuestas poco sensibles e inadecuadas ante las situaciones vividas cotidianamente por las mujeres.
Así se genera una violencia institucional que se suma a la intrafamiliar ya vivida. Es importante para
una intervención exitosa tener en cuenta el efecto y las consecuencias que produce la naturalización
de la violencia a través de la reproducción de los mitos reseñados en la unidad 2 de este manual.
Veamos cómo:
• Se responsabiliza a la mujer de haber provocado el episodio de violencia (“vos te la buscaste”),
o se juzga su comportamiento (“cómo puede ser que siga con esa relación”). Incluso, puede
suceder que el/la funcionario/a asuma una actitud de enojo y de reproche hacia la mujer, acti-
tud que lo único que logra es que ella se aleje, profundizándose así su situación de aislamiento.
• Se justifica el accionar del agresor (“pero ¿usted estaba sola de noche?” o “¿qué hizo para
provocarlo?”)
• No se le brinda a la mujer adecuada contención ni escucha, se produce así una doble
victimización.
• No se advierte ni dimensiona adecuadamente el riesgo que corre esa mujer al permanecer
en la situación de violencia cotidiana.
• Se asume una actitud de mediación11 entre las partes involucradas, y se desconoce, de este
modo, la vulnerabilidad en la que se encuentra la mujer y, por lo tanto, la desigualdad entre
la víctima y la persona agresora. Un claro ejemplo de ello son aquellas actuaciones que, al
pretender dar una respuesta, expresan recomendaciones que tienden a que las mujeres
modifiquen sus conductas (“que intente reconciliarse por el bien de la familia”).
11
Ley Nº 26.485 de Protección Integral a la Mujer, artículo 28: “(…) Quedan prohibidas las audiencias de mediación
o conciliación”.
104
• Se asume una actitud de tipo paternalista y “proteccionista” que redunda en la reducción de
la víctima a un papel secundario e infantilizado, sin tener en cuenta su voluntad y sus posi-
bilidades de decidir acerca de lo que quiere hacer.
• Se relativiza el daño y las consecuencias en la vida de las mujeres (“no fue grave... no la
violó”, “sólo la manoseó”, “no le hicieron nada”, “no le dejaron ni un rasguño”, “no pasó nada...
no perdió la vida”, “fue un chiste nada más”).
• Se patologiza al agresor al adjudicar la violencia a problemas psicopatológicos, al alcohol o
al consumo de drogas y, muchas veces, eso tiende a desacreditar los dichos de la mujer.
• Se generan situaciones de identificación con alguna de las personas involucradas. En la
mayoría de los casos, los varones, al identificarse con las personas de su mismo sexo/
género (en este caso con los agresores), silencian situaciones de violencia que perciben.
Concepto de re-victimización
Apunta a la reproducción de una situación de victimización anterior, se trata
de una repetición de violencias contra quien ha sido previamente víctima de
alguna agresión. Este término se utiliza en general cuando quiere hacerse
referencia a los daños psicológicos, sociales, judiciales o económicos que se
producen en un momento posterior al delito.
Ejemplo:
El hecho de que la mujer víctima de violencia deba realizar diferentes y reiteradas declaraciones
y explicar los hechos, reviviendo la situación de violencia sufrida.
Gran parte de los actos de re-victimización son consecuencia de prácticas e intervenciones ina-
decuadas por parte de los/as funcionarios/as públicos/as. Se incluyen aquí las acciones u omi-
siones del Estado de las que éste es directamente responsable y que provocan violencia contra
las mujeres12 .
12
Para ampliar ver: ¿Qué es la victimización secundaria provocada por la Justicia en casos de violencia de género?
disponible en el siguiente enlace: http://www.feminicidio.net/articulo/%C2%BFqu%C3%A9-la-victimizaci%C3%B3n-
secundaria-provocada-la-justicia-casos-violencia-g%C3%A9nero
105
Recomendaciones en la toma de denuncia para mejorar la atención de las mujeres que sufren este
tipo de violencia:
• la persona que tome la denuncia sea del mismo sexo que la víctima;
• la entrevista o conversación se inicie con una serie de preguntas ajenas al hecho, o colaterales, a fin
de generar un ambiente de confianza y restar tensión al momento;
• se eviten juicios de valor o descreimiento en la palabra de la persona denunciante;
• no se interrumpa el relato;
• se utilice un lenguaje comprensible para la víctima procurando no saturarla de información ni
formular promesas que no puedan ser cumplidas.
• se complete la mayor cantidad de datos posibles siguiendo el criterio del formulario de denuncia
(Anexo IV).
Tal como lo especifica la guía de “Buenas prácticas para la intervención policial ante casos de violen-
cia intrafamiliar”, resulta frecuente que, incluso ante hechos que constituyan delitos dependientes de
instancia privada, las víctimas no deseen denunciarlos para evitar iniciar una investigación penal y, sin
embargo, quieran obtener alguna medida de protección capaz de impedir que se reiteren los episodios
de violencia.
En estos casos el personal policial cumple también una función preventiva, es por ello que deberá
informar a la mujer acerca de los recursos con los que cuenta y demostrarle la importancia de
realizar una denuncia y de iniciar acciones penales. También, deberá informarle acerca de las
medidas de protección que pueden solicitarse en sede civil.
En estos casos, la ley N° 26.485 es de orden público y obliga a cualquier juez/a, sin perjuicio de su
competencia, a adoptar medidas de protección, con independencia de que se haya realizado o no la
denuncia policial.
13
“Buenas prácticas para la intervención policial en casos de violencia intrafamiliar. Una guía federal”, Capitulo 3,
pág. 54.
106
¿Qué se puede hacer si la víctima no realiza la denuncia?
El personal policial interviniente debe tener presente que, aunque la víctima no
realice la denuncia:
• se le debe recomendar asistencia a Los Centros de Asistencia a Víctimas y
Acceso a Justicia (CAVAJ);
• se le debe informar que puede solicitar medidas de protección;
• es prioritario dejar asentado que se tomó contacto con la víctima. En el caso
en que intervengan los Equipos Interdisciplinarios de las CMyF, se completarán
las planillas de Registros de Casos que poseen estos equipos;
• se debe resguardar las evidencias.
Resguardo de evidencias
Se debe tener en cuenta que puede transcurrir un tiempo prolongado entre los hechos y la decisión
de la víctima de denunciar. El plazo mínimo legal para la prescripción de la acción penal es (según el
delito de que se trate), de hasta dos años. Por esto, el resguardo de las evidencias y las pruebas debe
efectuarse con el mayor recaudo posible.
En el caso de que la víctima aporte fotografías de las lesiones sufridas, se deberán adjuntar al acta de
denuncia, dejando constancia. Los peritos especializados son los encargados de la toma de fotografías
en el lugar de los hechos. De todos modos, en caso de que resulte pertinente, y siempre y cuando se
cuente con el consentimiento de la víctima, el personal policial puede obtener placas fotográficas
para agregar a las actuaciones, por directivas emanadas de la autoridad judicial. Del mismo modo se
procederá en relación a los objetos que hayan sido dañados (documentos personales, celulares, ropa,
etc.). Para la toma de fotografías es necesario considerar que:
• antes de la toma de fotografías, se debe consultar a la víctima si está de acuerdo y debe dejarse
constancia en el Formulario de denuncia, cuando no preste conformidad.
• las fotografías sean tomadas por personal del mismo sexo que la persona que denuncia;
• se fotografíen únicamente las áreas lesionadas;
• no se debe afectar el pudor o intimidad de la persona;
En caso de presentarse denuncias cruzadas, el personal deberá tener en cuenta las características de
las lesiones de la víctima y del agresor a fin de establecer, a priori, indicios que le permitan identificar
quién fue el agresor primario y quién la víctima que necesita de su protección.
107
Una intervención adecuada requiere que desde un primer acercamiento, el/la funcionario/a policial,
pueda detectar si las heridas que presentan la víctima o el agresor son defensivas o agresivas. Para
ello, es posible identificar algunos signos de violencia o indicios -que no necesariamente se presentan
de manera simultánea- que es preciso considerar:
2. Luego de una pelea: además de incluir los signos señalados anteriormente, suelen
percibirse lesiones más graves como excoriaciones más profundas, heridas cortantes
(por ejemplo, producto del uso de algún tipo de elemento punzante), mutilaciones,
quemaduras (por ejemplo de cigarrillos o eléctricas), entre otras, diseminadas, en su
mayoría, sobre el rostro, brazos y antebrazos, además de hematomas en la zona de la
cabeza, tórax, abdomen, hombro y zona púbica.
4. Aspecto de las heridas: otro dato que se puede extraer de la verificación de lesiones
en la víctima o el agresor es la coloración de aquellas heridas, lo que permite inferir si
se produjeron recientemente o no. En los moretones y hematomas se puede apreciar el
estado evolutivo a través del cambio de color. En este sentido, generalmente presentan
colores violáceos durante el primer tiempo, luego verdosos y, por último, amarillo hasta
desaparecer. Siempre teniendo en cuenta que esta apreciación es a modo ejemplificativo
y varía de persona a persona.
14
“Buenas prácticas para la intervención policial en casos de violencia intrafamiliar. Una guía federal”, Capitulo 3,
pág. 54.
108
Este cuadro de ningún modo pretende enumerar lesiones de manera taxativa. Se trata simple-
mente, de proveer al personal policial que interviene, de los elementos básicos que permitan
inferir quién ha sido la persona que desarrolló maniobras defensivas. Tampoco implica que la
verificación de, por ejemplo, una quemadura (mencionada como herida producto de una pelea)
presuponga la existencia de una lucha entre la víctima y el agresor. Es decir, las heridas son
catalogadas en una y otra situación para facilitar la comprensión del/de la lector/a del presente
manual y más allá de todo lo expuesto, es fundamental la evaluación de un/a médico/a legista15.
En determinadas circunstancias, los objetos podrán o deberán ser recogidos en la vía pública, con
climatología adversa, con peligro de desaparición, etc. En estos casos:
• no se someterán a manipulaciones inadecuadas;
• se tomará nota del lugar donde se encontraron, de la persona que los encontró y del/la propietario/a;
• se presentarán todos los efectos intervenidos en la dependencia donde se va a tramitar el informe
policial.
Op cit.
15
16
Para ampliar sobre este punto, se puede consultar la Resolución Ministerial del Ministerio de Seguridad de la
Nación N° 428/2013 con “Guía de actuación para las fuerzas policiales y de seguridad federales para la investi-
gación de femicidios en el lugar del hallazgo”.
109
Medios de prueba
A continuación se presentan los medios de prueba que resultan primordiales en situaciones de violen-
cia doméstica contra las mujeres.
Al momento en que se recibe una denuncia de violencia doméstica (ya sea realizada por la propia
víctima como por cualquier otra persona), se deben tomar los recaudos necesarios con el objetivo
de recabar la mayor cantidad de datos que permitan individualizar al agresor y tener un panorama
acabado de la situación.
110
3.1.2.d. Asistencia médica
Buenas prácticas para la intervención policial en casos de violencia intrafamiliar. Una guía federal”, Capitulo 3,
17 “
pág. 50.
111
• A la protección de su intimidad e integridad.
• A tener acceso gratuito y efectivo a la administración de justicia. Ello implica la posibilidad
de la víctima de realizar la denuncia o; en caso de ser niño, niña o adolescente, o poseer
algún tipo de discapacidad; garantizar que la pueda realizar.
• A recibir el listado de organismos locales especializados en la temática, asesoramientos
jurídicos gratuitos, asistencia psicológica. La provincia de Buenos Aires cuenta con los
CAVAJ (ver anexo III)
• A obtener una asistencia médica acorde al Protocolo para la Atención Integral de personas
víctimas de violaciones sexuales del Ministerio de Salud de la Nación.
3.1.2.e. Derivación
Para la efectiva intervención y contención de la víctima, el personal policial deberá conocer los
organismos y servicios especializados que se encuentran disponibles en su jurisdicción, a fin de
establecer un mecanismo fluido de articulación con los mismos.
La provincia de Buenos Aires cuenta con un sistema descentralizado de atención para los casos
de violencia doméstica contra las mujeres. Las víctimas pueden acudir a cualquiera de estos
espacios a solicitar ayuda y realizar una denuncia por violencia doméstica:
Of. de
Comisarías Atención a las
de la Mujer Víctimas de
y la Familia violencia
de género
Atención a
Víctimas de
violencia
familiar
Unidades
Comisarías
de Policía
de Seguridad
Locales
112
Comisarías de la Mujer y la Familia
Las oficinas estarán a cargo de un/a Oficial Principal, así mismo el personal que las integra será
personal policial indistintamente de su sub-escalafón. Estas oficinas se encuentran en diferentes
puntos del territorio de la provincia, dependen de Superintendencia de Políticas de Género, y su
supervisión está a cargo del/la titular de la dependencia donde la oficina tiene su asiento físico
(Resol. MS Nro. 881/09, art.2°).
Comisarías de Seguridad
“cuando la denuncia sea efectuada en la comisaría deberá ser recepcionada en forma obligatoria,
constituya o no delito el hecho denunciado, y remitida en forma inmediata a la autoridad judicial
competente del art. 6 de la ley, con copia a la Comisaría de la Mujer y la Familia, al Servicio Local
de Promoción y Protección de Derechos”18.
18
Para consultar el Decreto Reglamentario N°2875/05 puede seguir el siguiente enlace: http://www.gob.gba.gov.
ar/legislacion/legislacion/05-2875.html
113
Es conveniente coordinar acciones con la Comisaría de la Mujer correspondiente
y el Equipo Interdisciplinario de su jurisdicción, evitando así la re-victimización
de la mujer víctima de violencia. Para ello es muy importante que la recepción de
la denunciante se haga según el procedimiento detallado
Policías locales
Surgen a mediados de 2014, con rango orgánico de División. La conformación de estas unidades
operativas parte de la necesidad de descentralización y fortalecimiento local.
19
Para ampliar consultar en sitio web de la Secretaría de Niñez y Adolescencia de la provincia www.snya.gba.gob.
ar y ley n°13.298 de la promoción y protección integral de los derechos de los niños http://www.gob.gba.gov.ar/
legislacion/legislacion/l-13298.html
114
SISTEMA INTEGRADO PROVINCIAL PARA EL ABORDAJE DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
El SIP interactúa en forma permanente con el resto de las instituciones y organismos que
tienen injerencia en la temática, como ser:
• Subsecretaría de Género y Diversidad Sexual (en su carácter de autoridad de aplicación de
la Ley Nº 12.569)
• Ministerio de Desarrollo Social
• Servicios Locales de Protección de Derechos
• Casas de Justicia
• Centros de Atención a la Víctima y Acceso a la Justicia (CAVAJ)
• Juzgados de Familia
• Juzgados de Paz
• Juzgados en lo Civil y Comercial
• Defensorías Oficiales
• Fiscalías
• Hospitales dependientes del Ministerio de Salud, Hospitales municipales y Centros de Salud
• Centros de Atención Jurídica gratuita comunitaria
• Organizaciones no gubernamentales de reconocida trayectoria en la atención de la violencia
familiar y las redes locales y regionales que estos conforman.
• Comisarías de la mujer y la familia
• Facultades de Derecho y Ciencias Sociales
• Colegios y Asociaciones Profesionales
Además, resulta útil constatar los recursos de cada región o distrito, ya sea que se trate de or-
ganismos gubernamentales u organizaciones sociales. Para ello puede consultarse la “Guía de
organismos gubernamentales y organizaciones sociales para la prevención, asistencia y erradi-
cación de la violencia contra las mujeres en el marco de la línea nacional de atención telefónica y
gratuita 144”, disponible en el sitio web oficial del Consejo Nacional de las Mujeres20, que depende
del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
20
Para accede al sitio web del Consejo Nacional de las Mujeres, seguir el siguiente enlace: http://www.cnm.gov.
ar/GNR/GuiaNacionalDeRecursosBsAs.html
115
Número LÍNEAS TELEFÓNICAS GRATUITAS
Finalidad Cómo opera
El Consejo Nacional
Gratuita y destinada a dar contención, información
de las Mujeres es su
y asesoramiento sobre los recursos existentes en
organismo rector, la
materia de prevención y asistencia. Con la puesta
144 Subsecretaría de Género
en marcha del “Plan Integral de Género “se creó
y Diversidad Sexual de
en la provincia una Central de Atención Telefónica
la PBA recepciona y
que unifica las líneas existentes a la central
brinda asistencia a esas
nacional 144, operada por PBA.
llamadas.
La linea 144 en su delegación de la Provincia de Buenos Aires está destinada a brindar informa-
ción, orientación y contención a las mujeres en situación de violencia, a través de personal espe-
cialmente capacitado.
El equipo de atención está conformado por operadoras/es capacitadas/os en la temática de
género y violencia contra las mujeres. Este equipo ofrece información y contención ante un
llamado que puede ser realizado por la propia mujer, por un familiar o por una institución que
solicite información/orientación/derivación para afrontar esta problemática.
Desde la línea telefónica se prioriza que la mujer recurra a instituciones y organizaciones
existentes en su localidad, sin descuidar las redes familiares, lazos afectivos, redes barria-
les o comunitarias. También está preparado para emitir un aviso en caso de emergencia al
911, que inmediatamente, en el caso que corresponda, enviará un patrullero a la casa de la
víctima. Frente a dificultades u obstáculos para realizar una denuncia policial el programa
interviene de manera interinstitucional (así como en casos de valoración de riesgo de vida
para la mujer y sus hijos e hijas).
116
Funcionamiento
Las líneas funcionan las 24 horas, los 365 días del año, como parte de un sistema de protección,
para brindar una respuesta integral y contención inmediata a las mujeres en situación de violencia.
Es una línea pensada como un espacio de escucha responsable.
Así mismo, la línea 144 provincial cuenta con áreas de registro de datos provinciales y nacionales,
y estadísticas articuladas con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) que se utilizarán
como insumos para la elaboración y fortalecimiento de políticas sociales respecto a la violencia de
género.
117
Procedimiento a seguir para quien interviene en un caso de violencia doméstica:
Una vez producidas las actuaciones y en el término de 24 horas, deberá elevar copia de las mismas
a la Superintendencia de Políticas de Género de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
El personal responsable de cada dependencia deberá arbitrar los medios necesarios a fin de
comunicar al/la Coordinador/a Zonal los casos que reciba en el ámbito de la unidad policial a su
cargo. Se deberán adelantar telefónicamente y en el acto, a la Superintendencia de Políticas de
Género de la policía, sobre los hechos y en los supuestos que a continuación se detallan:
• abuso sexual y violencia doméstica: casos aberrantes y/o que puedan tener amplia trascendencia
pública y/o que puedan provocar conmoción vecinal y/o pueblada;
• trata de personas: en todos los casos;
• y casos en los que se encuentre involucrado personal policial.
Frente a las denuncias por desaparición de personas –que, por lo general, son registradas bajo
la categoría de averiguación de paradero o, incluso, de delitos asociados a la trata de personas-
es importante tener en cuenta que las primeras pistas de investigación pueden emerger de un
contexto de violencia doméstica que deben estar registradas en los libros correspondientes. En
este orden de ideas, el personal interviniente deberá disponer de los libros que se detallan en
la siguiente lista:
1. Libros de Entradas y Salidas de sumarios y causas (aquí consta los registros de todas las
denuncias).
2. Libro de Guardia (donde se registran todas las novedades del servicio, aquí se asientan las
intervenciones de los domicilios por las llamadas de emergencias al 911).
3. Paralelamente se recomienda llevar un libro de registro de intervenciones de domicilios por
llamadas al 911.
118
A su vez, se dispone que todos los móviles de la policía de la provincia de Buenos Aires cuenten
con una copia de “Las directivas para el abordaje de eventos de violencia familiar”:
Violencia Familiar:
Toda acción, omisión, abuso que afecte la vida, libertad, seguridad personal, dignidad, integridad
física, psicológica, sexual, económica o patrimonial de una persona en el ámbito de un grupo
familiar, aunque no configure delito. Se entiende por grupo familiar al originado en el matrimonio
o en las uniones de hecho, incluyendo a los ascendientes directos de alguno de ellos, a la persona
con quien tenga haya tenido relación de noviazgo o pareja o con quien estuvo vinculado por
matrimonio o unión de hecho. Mod. 14.509 (Act.)
• Entrevistar a la víctima atendiendo su relato, sin emitir opinión personal sobre las conductas de
una u otra parte debiendo llevar serenidad y tranquilidad a la víctima para que se sienta contenida.
• Informar a la víctima acerca de la Ley Nº12569 – Ley provincial de violencia familiar.
• Invitar a la víctima a formular denuncia y en su caso trasladarla a la dependencia policial más
próxima.
• Si la víctima informara la presencia de una persona con exclusión del hogar o perimetral, el
personal actuante deberá realizar el acta de rigor y comunicarlo al fiscal en turno jurisdiccional.
• Informar a la víctima sobre la Comisaría de la Mujer y la Familia que por zona corresponda y la
línea telefónica gratuita 144.
• Si al arribo del recurso policial, no fuera posible contactar a ninguna de las partes, pero desde
la vivienda se escucharan voces de auxilio que adviertan que allí se esté cometiendo un delito,
se enmarcará el accionar policial de acuerdo a la normativa procesal penal vigente.
• Si no fuera posible contactar a ninguna de las partes, el personal policial destacado deberá
agotar todas las instancias para ser atendido en la vivienda donde acontecieron los hechos
para ser informado de la situación denunciada, incluso ante la presencia de una persona que
oficie de testigo informando por radio los datos personales del mismo para ser registrados en
el cierre del evento.
• Informar al centro de despacho el resultado de su intervención como cierre de evento.
119
Estadísticas
Estos registros serán sistematizados e integrados a una base provincial de información: el Registro
Único de Casos de Violencia de Género (RUC-BA) dependiente de la Dirección de Investigaciones
y Registro Estadístico de la Subsecretaría de Género y Diversidad Sexual de la PBA, según lo
establecido por la Ley provincial 14.603 del 2014. Esta información sistematizada será volcada
asimismo en el Registro Único de Casos de Violencia contra la Mujer Nacional (RUCVM), establecido
por la ley nacional 26.485 dictaminada en el año 2009. Allí se establece la conformación de este
registro, por medio de la articulación entre el Consejo Nacional de las Mujeres y el Instituto Nacional
de Estadísticas y Censos (INDEC).
El RUCVM se propone el desafío de unificar los datos sobre denuncias de hechos de violencia
que se reciban en los organismos públicos, tanto de la administración nacional como provincial.
El objetivo es poder visualizar la dimensión del problema de la violencia de género y permitir,
en última instancia, conocer los diversos espacios en los que las mujeres buscan ayuda frente
a distintas situaciones de violencia.
Este registro centralizado permitirá contar con datos y estadísticas básicos para diseñar políticas
públicas específicas que contribuyan a la prevención y resolución de los casos de violencia de
género que se presenten en nuestro país.
21
Ver Res. N°3412/08 en Boletín Informativo N° 88 del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires,
Anexo III y IV. En sitio web:
http://www.mseg.gba.gov.ar/Boletin%20Informativo/ordenes/his_pdf/BoletinInformativo2008/BI-88-08.pdf
120
3.2. Consideraciones finales
3.2.1. Hacia el fortalecimiento de los recursos locales y el Sistema Integrado
Provincial
Como hemos visto a lo largo de todo el curso, la violencia doméstica contra las mujeres es una
problemática de alto impacto en la comunidad, que implica la violación a los derechos humanos y
afecta la salud, la dignidad y la calidad de vida de las personas. Se trata de un asunto prioritario que
requiere la implementación de políticas públicas efectivas y eficaces, así como el compromiso de
todos los niveles del Estado para su prevención, asistencia y erradicación.
El Plan Nacional de acción para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las
mujeres, lanzado a mediados de 2016 a nivel nacional, intenta fortalecer el alcance federal de las
políticas públicas contra la violencia de género. Se trata de construir un marco de intervención
eficiente que, acompañado por la administración de justicia y de las múltiples instituciones
estatales disponibles para este abordaje, asegure una respuesta adecuada que comprenda y
abarque la complejidad de la violencia doméstica contra las mujeres.
Los lineamientos políticos de la provincia de Buenos Aires establecidos a partir del Plan Integral
de Género BA de 2016, acompañan esta meta y parten de la necesidad y el desafío de promover
nuevas estructuras de funcionamiento que permitan brindar respuestas integrales a esta problemática
social, a partir de priorizar la intervención territorial y local.
En este marco, se promueve el fortalecimiento del Sistema Integrado Provincial (SIP), bajo el
interés de fortalecer una red de instituciones, organismos y actores sociales que tienen como
fin prevenir, sancionar y erradicar la violencia doméstica y de género. En este sentido, el rol de
las Comisarías de la Mujer, las Comisarías de Seguridad y las Unidades de Policía Local, resulta
clave a la hora de brindar una respuesta coordinada y efectiva.
La constitución de un Sistema Integrado Provincial implica que el caso detectado o denunciado
debe anclarse en un primer nivel de contención y atención a cargo del gobierno municipal y
organismos provinciales en el territorio. El abordaje e intervención de la violencia de género a
nivel de la Provincia de Buenos Aires debe fortalecerse en dos sentidos: las mesas locales y las
instancias de denuncia.
121
Las mesas y redes locales deberán constituir el espacio privilegiado para concertar y organizar
acciones en pos de los derechos de mujeres, niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia.
Estas mesas deberán articular con la red local de instituciones y/o grupos sociales dedicados a
la temática, siempre en coordinación con las autoridades locales o provinciales.
Por su parte, las Comisarías y Unidades de Policía Local, son los organismos públicos que actúan
ante la emergencia y ello los convierte en referentes directos para las mujeres que solicitan
ayuda. Es por ello que deben contar con personal policial sensibilizado sobre el tema, además
de la presencia de equipos interdisciplinarios especializados. En este sentido, el presente curso
sobre Actuación policial ante casos de violencia doméstica contra las mujeres, se enmarca en
la necesidad de desarrollar acciones concretas y específicas que impliquen el fortalecimiento de
las actuaciones policiales.
La formación y la sensibilización de aquellos/as funcionarios/as inmediatos/as a la atención de
las víctimas de la violencia doméstica, resulta no sólo necesaria sino también fundamental. Pues
garantizar el derecho humano a una vida sin violencia es una responsabilidad del Estado y sus
funcionarios/as públicos/as.
122
Bibliografía
“Buenas prácticas para la intervención policial en casos de violencia intrafamiliar. Una guía
federal”. Colección Derechos Humanos y Género en la actividad policial. Dirección Nacional de
Derechos Humanos, Ministerio de Seguridad de la Nación, 2014.
“Protocolos de Actuación para la atención de las víctimas de violencia familiar. Ley de la pro-
vincia de Buenos Aires Nº 12.569”. Dirección General de Coordinación de Políticas de Género
Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Octubre de 2011. http://
www.unicef.org/argentina/spanish/PROTOCOLOSimprime.pdf.
Resolución Ministerio de Seguridad de la Nación N° 428/2013 con “Guía de actuación para las
fuerzas policiales y de seguridad federales para la investigación de femicidios en el lugar del
hallazgo”.
125
Anexo I
Procedimiento para Comisarías de la Provincia de Buenos Aires22
Recepción de la guardia:
Recibir y atender a la víctima cordialmente, presentarse y preguntar el motivo de su concurrencia.
Evaluar si es una situación de riesgo y urgencia. En su caso, informar al equipo interdisciplinario
para la atención y contención de la víctima previo a la denuncia. Evitar el contacto de la víctima
con el presunto agresor.
Formulación de la denuncia:
Garantizar a las víctimas y a los/as denunciantes sus derechos y facultades.
• Consignar: nombre completo del/la denunciante, documento de identidad, nacionalidad,
estado civil, domicilio, ocupación, nombre del padre y apellido y nombre de la madre, teléfono
de contacto (celular y de línea). Relación vincular, composición del grupo familiar, trabajo y
medios económicos.
• Requerir el relato claro y pormenorizado de los hechos, circunstancias de modo, tiempo y
lugar, antecedentes inmediatos, dinámica e instrumentos o medios utilizados en la agresión
y resultados de la misma, y plasmarlo en la denuncia. Indicar si existieron agresiones o maltratos
anteriores y si fueron denunciados.
• Consignar la existencia de testigos.
• Consultar sobre la posibilidad de comunicar la situación a un familiar o amigo/a.
• Evaluar la situación cuando las víctimas fueran menores de edad o incapaces que carecen de
representantes legales, o cuando estos últimos son los autores, para formar la causa de oficio.
Notificar inmediatamente a la Fiscalía en Turno. Si el/la niño/a o adolescente es autor del ilícito
informar al Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil. Si el/la niño/a es víctima, hacer saber
de su situación a los Servicios Locales de Promoción y Protección de Derechos y ejecutar las
directivas emanadas de los mismos.
• Si la víctima no pretende formular denuncia, y no corresponde actuar de oficio, se le brindarán
los datos, días y horarios de atención de los equipos interdisciplinarios y se le informará sobre
instituciones especializadas en la temática.
Asistencia médica:
Si la víctima presenta lesiones o fue víctima de delitos contra la integridad sexual deberá ser
acompañada al Cuerpo Médico.
22
A continuación se presentan de forma esquemática los procedimientos de las comisarías de la mujer y la familia
ante casos de violencia familiar; según el protocolo de actuación de la Provincia de Buenos Aires. El presente esque-
ma fue extraído de material “COMISARÍA DE LA MUJER Y LA FAMILIA. Política de Promoción y Protección de Derechos.
Conceptos fundamentales”, elaborado por la Dirección General de Coordinación de Políticas de Género Ministerio de
Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y UNICEF, Octubre de 2011y UNICEF, Pág. 19.
127
Derivación:
Derivar al equipo interdisciplinario para que reciba asistencia. Si la víctima se niega, se deja por
escrito constancia de la renuncia y se le hace saber que cuenta con el Centro de Asistencia a
la Víctima, con los profesionales de los equipos de las Comisarías, los datos, días y horarios de
atención, información de la DGCPG, y de otras instituciones de la zona.
Conocimiento:
Elevar a la Superintendencia de Políticas de Género, las actuaciones dentro de las 24hs. Comu-
nicar a la coordinación zonal los casos recibidos en su Comisaría. Adelantar telefónicamente
a la Dirección los casos sobre abuso sexual y violencia familiar (casos aberrantes o de amplia
trascendencia pública); trata de personas (todos los casos); y casos en los que se encuentre
involucrado personal policial.
Estadísticas:
Presentar mensualmente ante la DGCPG estadísticas de las denuncias formuladas ante cada una
de las Comisarías de la Mujer y la Familia conforme al Formulario de Estadística Mensual.
128
Anexo II
Abordaje desde el sistema de atención de emergencias provincial23
Las llamadas telefónicas, o carga inversa, que involucren casos de violencia familiar que ingresan
al Sistema de Atención de Emergencias Provincial (SAEP), que constituyen otra manera de intervenir
en la temática, tienen sus propios mecanismos para la atención de estos casos.
Llamadas:
a. Las llamadas telefónicas al SAEP (MODELO CONURBANO) que involucran violencia familiar se
derivan al Centro de Despacho correspondiente aplicando el Protocolo de Atención Ciudadano
para dicha modalidad o al Programa de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia (caso contrario
informan sobre la ubicación y teléfono de la Comisaría de la Mujer y Familia que le corresponde),
sino representa situación de emergencia.
b. Toda llamada telefónica de emergencia (MODELO INTERIOR) el personal aplicará el Protocolo
de Atención Ciudadano para dicha modalidad y despachará luego un recurso policial para la
atención del mismo. Si no representa situación de emergencia, informará sobre la ubicación y
teléfono de la Comisaría de la Mujer y Familia que le corresponde.
23
Idem
129
4. Informar a la víctima sobre la Comisaría de la Mujer y Familia que por zona corresponda y
sobre la línea telefónica gratuita 144.
5. Si al arribo del recurso policial, no fuera posible contactar a ninguna de las partes, pero
desde la vivienda se escucharon voces de auxilio que advierten que allí se esté cometiendo
un delito, se enmarcará el accionar policial de acuerdo a la normativa procesal penal vi-
gente.
6. Si no fuera posible contactar a ninguna de las partes, el personal policial destacado deberá
agotar todas las instancias para ser atendido en la vivienda donde acontecieran los hechos
para ser informado de la situación denunciada, incluso ante la presencia de una persona que
oficie de testigo, informando por radio los datos personas del mismo para ser registrados en
el cierre del evento.
7. Informar al Centro de Despacho el resultado de su intervención como cierre de evento.
130
Anexo III
Centro de atención a víctimas y acceso a justicia24
Los Centros de Asistencia a Víctimas y Acceso a Justicia (CAVAJ), son espacios en los que se
brinda asesoramiento y orientación a los ciudadanos, a fin de garantizar el pleno ejercicio de los
derechos y la igualdad de oportunidades.
Los CAVAJ funcionan como bocas del estado que facilitan la llegada de los ciudadanos a los servicios
que brinda la Subsecretaria de Acceso a la Justicia de la provincia por medio de sus tres direcciones:
la Dirección Provincial de Protección a los Derechos de las Víctimas, la Dirección Provincial de Lucha
contra la Trata, y la Dirección Provincial de mecanismos Alternativos de Resolución de Conflictos.
De esta forma, por medio de los CAVAJ, el Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires
pone a disposición de la comunidad diversos equipos interdisciplinarios, integrados por abogados,
psicólogos y trabajadores sociales, brindando a los ciudadanos una asistencia integral que no se
limita al asesoramiento jurídico, sino que está orientada a satisfacer asimismo las necesidades
psicosociales que las víctimas de delitos pudieran tener.
Asesoramiento Jurídico:
Los CAVAJ ofrecen a la comunidad asesoramiento jurídico y social gratuito para resolver diversas
problemáticas que afectan a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.
El servicio se inicia cuando el abogado recibe al ciudadano y escucha en detalle el problema que
lo afecta. A partir de ese momento, el profesional recaba toda la información pertinente al caso, y
si fuese necesario, suma al equipo psicosocial, compuesto por trabajadores sociales y psicólogos,
para atender aquellas problemáticas que excedan al campo jurídico.
CAVAJ en funcionamiento:
CAVAJ - San Nicolás. Ameghino N° 289, San Nicolás. cavajsannicolas@gmail.com.
CAVAJ - Pergamino. Leandro N. Alem 411, Pergamino. (2477) 408331.cavajpergamino@gmail.com.
CAVAJ - Zárate. Rivadavia 751, Zarate. (03487) 443700. cpv@zarate.gob.ar.
CAVAJ - Los Toldos. Bartolome Mitre 991, Los Toldos. lia_sanchez8@yahoo.com.ar.
Material elaborado específicamente para el presente curso, por el Centro de Asistencia a Víctimas y Acceso a la
23
131
CAVAJ - Mercedes. Calle 26 y 47, Mercedes. cavajmercedes@gmail.com.
CAVAJ - Mar del Plata. San Martin 2983, Mar del Plata. (0223) 4936897.
CAVAJ - Pilar. Rivadavia 331, Pilar. (02304) 4669200 int. 9403. cavajpilar@gmail.com
CAVAJ - San Fernando. Henry Dunant 1369, San Fernando. (011) 47251475.
CAVAJ - San Martín. Avenida Dr. Ricardo Balbín 1750, San Martín. cpvsanmartin@yahoo.com.ar
CAVAJ - Morón. Santa Maria de Oro 3530, Morón. (011) 44819204. Horario: Lunes a Viernes de
8:30 a 16:30 h.
CAVAJ - Ituzaingó. Calle Peredo 3111, esquina Colombia, Ituzaingó. (011) 44819204. Horario:
Lunes a Viernes de 9 a 14 h.
CAVAJ - Miramar. Calle 40, Terminal de Omnibus, Miramar. Contacto: (02291) 450301. Horario:
Lunes a Viernes de 8 a 14 h.
CAVAJ - Moreno. España 348, Moreno. cavajmoreno@gmail.com. Horario: Lunes a Viernes de 8 a 14 h.
CAVAJ - Lomas de Zamora. República Arabe de Siria 75, Lomas de Zamora. (011) 42448184.
Horario: Lunes a Viernes de 8 a 16 h.
CAVAJ - Quilmes. Calle Jose Andres Lopez, esquina 897, Quilmes. Horario: Lunes a Viernes de 8 a 14 h.
CAVAJ - Ezeiza. Calle Zapala, esquina Formosa, Ezeiza. Horario: Lunes a viernes de 8 a 14 h.
CAVAJ - Berisso. Avenida Montevideo y 2, Berisso. (0221) 4612091. Horario: Lunes a viernes de 8 a 14 h.
CAVAJ - Necochea. Calle 56, entre 59 y 57, Necochea. cavajnecochea@gmail.com. Horario: Lunes
a Viernes de 8:15 a 13:45 h.
Sede Central - La Plata. Diagonal 78 número 107, La Plata. (0221) 4898610. cpv.direccion@gmail.com.
Horario: Lunes a Viernes de 8 a 17 h.
CAVAJ - Dolores. Dorrego N° 825, Dolores. Horario: Lunes a Viernes de 8 a 13 h.
CAVAJ - Azul. Avenida Bartolomé Mitre 963, Azul. cavajazul@gmail.com. Horario: Lunes a Viernes
de 8 a 14 h.
CAVAJ - Tandil. Belgrano 338, Tandil. (0249) 4346609. Horario: Lunes a Viernes de 8 a 14 h.
CAVAJ - Pinamar. Jason 930, Pinamar. Horario: Lunes a Viernes de 8 a 14 h.
CAVAJ - Bahía Blanca. Calle Alberdi 4100, Bahía Blanca. (0291) 4226067. iglesiabraun@hotmail.com.ar
132
Anexo IV
Formulario para denuncia de violencia familiar (Ley 12.569)
APELLIDO: NOMBRE:
DOCUMENTO DE IDENTIDAD N°: EXHIBE: SI NO NO TIENE
NACIONALIDAD: FECHA DE NACIMIENTO:
VÍNCULO CON LA VÍCTIMA:
REPRESENTA A UNA INSTITUCIÓN: SI NO ¿CUÁL? CARGO:
DOMICILIO HABITUAL: Calle: n° Piso/Depto. Barrio Localidad Partido
TELÉFONOS:
PIDE RESERVA DE IDENTIDAD? SI NO
II.- VÍCTIMA:
APELLIDO: NOMBRE:
APELLIDO MATERNO:
APODO:
LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO:
NACIONALIDAD: ESTADO CIVIL:
133
DOCUMENTO DE IDENTIDAD N°: EXHIBE: SI NO NO TIENE
OCUPACIÓN: SI NO ¿CUÁL? TRABAJO INFORMAL? SI NO ¿CUÁL?
AMA DE CASA: SI NO
INGRESOS PROPIOS?: SI NO
NIVEL EDUCATIVO: Analfabeto/a: SI NO
a) Primaria: completa/ incompleta b) Secundaria: completa/ incompleta c) Terciaria/universitaria: completa/ incompleta
TELÉFONO PARTICULAR:
TELÉFONO CELULAR:
HORARIO EN QUE PUEDE SER CONTACTADA/O:
TELÉFONO Y DIRECCIÓN DE UNA PERSONA DE REFERENCIA:
III.-DENUNCIADO/A:
APELLIDO: NOMBRE:
APELLIDO MATERNO:
APODO:
LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO: NACIONALIDAD:
DOCUMENTO DE IDENTIDAD N°: SEXO/GENERO:
OCUPACIÓN: SI NO ¿CUÁL?
INGRESOS PROPIOS: SI NO
COBERTURA DE SALUD: a) Obra Social/ Mutual b) Prepaga c) Sistema Público
PERTENECE O PERTENECIO A FUERZAS ARMADAS/SEGURIDAD O POLICIAL?: SI NO ¿CUÁL?
DOMICILIO HABITUAL: (en caso de domicilio de difícil acceso o identificación, adjuntar croquis con referencia)
Calle: n°: Piso/Depto: Barrio: Localidad: Partido:
134
DOMICILIO DE TRABAJO:
Calle: n° Piso/Depto. Barrio Localidad Partido
TELÉFONO PARTICULAR/CELULAR/ LABORAL:
IV.- RELATO DE LOS HECHOS: (en caso de efectuar además denuncia penal, solamente adjuntar copia de la misma)
135
VI.- DATOS DE INTERES:
136
VIII.- OTROS DATOS DE INTERES:
IX.-MEDIDAS SOLICITADAS:
a) Exclusión del hogar: SI NO
estudio y esparcimiento:
j) Otras: Cuáles?
Se hace entrega de material informativo al/la denunciante y se lo/a que la presente denuncia
será remitida al Juzgado de…………………........…donde continuará su trámite, quien lee íntegra-
mente la presente, firmando a continuación.
137