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DERECHO PENAL
Parte Especial
TOMO I
et
IDETSA
DERECHO PENAL
PARTE ESPECIAL
TOMO I
@ IDEMSA
Importadora y Distribuidora
Editorial Moreno S.A.
e-mail: editorialmoreno@'ahoo.es
jml idemsa@hotmail.com
Ejemplares:1000
IMPRESO EN PERÚ
PRINTED IN PERU
A laDra. ZmaidaApalns Npera
Por sfi colid.ad hamana y fe inquehrantable
PRESENTACIÓN
Entre ellos, Ju,l.t¡ Ponroc¡nnrno Hroer,co, Peono MeNpÉz Juneoo, Lus López Penrz, Lu¡s Bu-
uoxt Aues, con la colaboración del ilustre penalista R¡úl P¡ñe Cnsnenn.
A lo cual debemos sumar, los atentados contra el <sistema Crediticiol, comprendido en el Tí-
tulo VI, Capítulo I, que sustituye a las añeja figura de la quiebra; ver más al respecto, artículos
209'y ss.
PnesrNr¡.cróN
Aunque aún en este ámbito de la criminalidad se advierten ciertos vaclos, que podrlan ser col-
mados con la penalización dcl aborto culposo y las lesioncs al feto imprudentes; Al respecto,
ver los artlcr¡los I l4o y l24rA.
Ha de referirse al C.P. de 1924.
La cual integre en los años 2004 al 2006, en represcntación del Ministerio Priblico como repre-
sentante alterno, cOnjuntamente con el Dr. M,rreo C¡s¡reñOr Secovtl, Como miembro titular
de la institución. Comisión que en la actualidad cuenta con nuevos miemb¡os.
El Decreto Legislativo N' 1084 modifica el t¡po penJ ¿e hurto simple - artículo 186o, extrac-
l0 DenecHo pENAL - PnRre sspecrel: Tovo I
ción ilegal de especies acuáticas - artículo 309o e incorpora el tipo penal de falsedad en el
reporte de los volúmenes de pesca capturados - artículo 428"-8.
A decir de Llamas, A., el sistema se concibe igualmente como un conjunto ordenado de nor-
mas que cuenta con una coherencia interna de sus componentes básicos, especialmente de las
nonnas como unidades básicas del ordenamiento jurídico; Curso de Teoría del Derecho, cit.,
p. 190.
Que fuese incluida en el sistema de punición vía el Decreto Legislativo No 895, luego modifica-
do por el Decreto Legislativo No 982 del 22 dejulio del 2007; Ver mris al respecto, Peña Cabrera
Freyre, A.R.; Derecho Penal. Parte General. Editorial Rodhas, Lima, 2007, cit., ps. 899-918.
Robo agravado, extorsión, delitos contra la libertad e intangibilidad sexual, lavado de activos,
narcotráfico y terrorismo; paradojalmente, injustos que merccen también de una reacción puni-
tiva como la figura del monopolio han sido derogado, vía el Decreto Legislativo No 1034 del 25
de junio del 2008, en el marco de la implementación del Tratado de Libre Comercio con USA.
Importa un doble discurso, mientras que al crimen convencional se le castiga duramente, a la
criminalidad económica se le trata con guantes de seda.
l0 De forma puntual, el tipo penal de <Discriminación>, recogido en el Capítulo IV del Título
XIV-A - Delitos contra la Humanidad.
n En palabras deLleues, existe antinomia cuando dos o más normas regulan un mismo supuesto
de hecho, estableciendo una consecuencia jurídica que es contradictoria u opuesta entre sí;
Curso de Teoría del Derecho.
t2 En esta oscuridad normativa, producto de la irracionalidad de cómo se sancionan las leyes pe-
nales en generales, aparece una luz, que de cierta forma puede remediar estas dicotomías lega-
les, cuando los integrantes de las Salas Penales de la Corte Suprema, se reúnen periódicamente
y promueven la producción de <Acuerdos Plenarios>, constituyendojurisprudencia vinculante
para todos los órganosjurisdiccionales que administran Justicia Penal en la República. Lo cual
resulta factible, a partir de la inclusión del artículo 301'-A en el C de PP, vía el Decreto Legis-
lativo N" 959 del l7 de agosto del 2004, en el marco del proceso de implementación del nuevo
CPP. A tales efectos, se considero importante incluir algunas de estas decisiones en los tipos
penales en cucstión, a fin de que el análisis dogmático sea cotejado con [a <teoría práctica>r del
Derecho penal.
PnEss¡rr¡clóN ll
valores que se desprende de la Ley hipotética fundamental? un texto punitivo
debe recoger las aspiraciones legítimas de un pueblo, en tal mérito debe proteger
Ios intereses jurídicos de mayor relevancia con arreglo al principio de <jerarquía
normativa¡, mediando técnicas legislativas que con un lenguaje sencillo y claro
pueda calar perfectamente en Ia psique de los individuos, afn de motívarlos a la
realización de conductas valiosas, en cuanto a la configuración de una coexis-
tencia pacífica, bajo el gobierno de las leyes y el respeto iruestricto a Ia libertad
humana, no puede por tanto, erigirse en una resorte catalizador de ideologías
sectoriales de ciertos núcleos de la sociedad, pues su relatividad inherente puede
.desencadenar penalizaciones ilegítimas, que en vez de tutelar Ia libertad en ver-
dad, termine por reducir los márgenes de actuacíón de los propios ciudadanos.
l3 El DL N' 25475 - Ley que regula los delitos de terrorismo; Decreto Legislativo No 813 - De-
litos tributarios; Ley No 28008 - Ley sobre los delitos aduane¡os y la Ley N" 27765 - Ley de
Lavado de Activos.
l4 Vrves AxróN, T.S. y otros; Intoducción. En: Derecho Penal. Parte Especial, cit., p.41.
l5 En este caso del delito de Secuestro, que incluye en su redacción ya las causas dejustiñcación,
l2 Denecr¡o pENAL - P¡,Rtg gspeclel: Tot¡o I
así también las Excusas Absolutorias como causas supresoras legales de punibilidad, mas hasta
en algunos casos el legislador ha normado instituciones propias del Derecho procesal penal,
recogida en el artículo 213'del C.P.
S[ve SÁHcusz, l.M.; Aproximación a! Derecho Penal Contemporáneo, cil., p.267.
Pnesr¡¡r.c.cróN l3
por mas pulcra que ésta sea, puede definir ámbitos ilegítimos de intervención
punitiva; v.gr., la penalización del autoaborto tentado por la gestante¡?.
Tirulo I
DELITOS CONTRA LA VIDA, EL CUERPO Y LA SALUD
''.'
CepÍrulo I
LOS DELITOS CONTRA LA VIDA
l. GeNennLD.cnEs 104
2. Moo¡¡.rp¿o rtsc¿...,....... 107
2.1. Sujetos de la relación delictiva... 107
3. Aurónfn y pARrrcrpAcróN ...*.......... 113
4. Trpo susrErrvo DEL INJUsro I 15
ELINFANTICIDIO............. 123
l. Ge¡¡sRrr-pnoEs................ 123
2. Moo¡r,pno rince........... lZe
2.1. Sujeto activo.......... 126
2.2. Sujeto pasivo......... 126
3. PnRrrc¡prc¡óN 129
4. Trpo susrErlvo DEL rNJUsro 130
RUEGO
HOMICIDIO A 142
L CuesroNes pR8LrMrNAREs.................. 143
2. L¡. x¡tuR¡tezA INDISpoNIBLE DE LA vrDA HUMANA 146
3. Moounnp r1prce........... 149
4. Tlpo sua¡envo oel lN¡usro. 154
5. Auroni¡ y pARr¡crpAcrór.¡ ............... 155
ÍNorcs cENERAL 19
SUICIDIO
156
1. Aspecros cENERALES
156
2. ANÁr-rsls rinco oEL SurclDro, coNcEpro.....
1s9
2.1. Instigación al Suicidio... l6l
2.2. Ayuda al Suicidio 162
3. L¡ ¡rurnre DEL surcrDA.. 164
CnpÍrulo lr
LOS DELiTOS DE ABORTO
3:1 i?.',?"',ñi:l::::::::::::::::::.::: ::: :: ::::::::: ::::::::::: ::: :::::: ::: ::::::::::::.::::: l;l
3. T¡po susJEr¡vo DEL rNJUsro lg2
4. Auronl¡ y pARrrcrpAcró¡¡ ............... 193
20 DeR¡cgo pENAL - P¡Rre sspgctel: Totuto I
ABORTOEUGENÉSICO 2IO
1. Fuuo¡ur¡¡ro DE LA ATE¡iuAcróN ............ 210
Cepirulo III
LOS DELITOS DE LESIONES
I
l. cRTMINAL
CowsnenecroNEs DE oRDEN polirrco ,,... 220
2. B¡eN ¡uRlorcorurELADo .,,,.......,\,...... zZz
3. El su¡¡ro pAsrvo.......... ..................... 227
4. El CoNspurrMrENTo EN LAs L¡s¡oNes...... ............;.......,............. 229
Cepiruuo IV '
ABANDONODEPERSONAENPELIGRO 288
l. CoNsneR¡croNES DE oRDEN polfrrco cRTMTNAL ..... 288
2. Tlplcrp¡.o oBJErrvA ...,.... 290
2.1. Sujeto activo.......... ................. 290
2.2. Sujetopasivo......... ................. 291
2.3 Modalidadtípica..........
3. Tiprc¡oeo suBJErrvA ...... 293
4. CoNsuv¡clóN................. .................. 293
TÍrulo II
DELITOS CONTRA EL HONOR
C¡,pirulo ÚNrco
INJURIA, DIFAMACIÓN Y CALUMNIA
rNruRIA"""' 316
i. Tprclo¿p oBJErrvA...... .. 316
1.1. Modalidad típica .......... 316
1.2. Sujeto activo.......... ....,............ 319
1.3. Sujeto pasivo......... 320
2.L¡'wnecmeDDELAFRASEINJURIosA....'...........
3. Nntunn¡.ezn ¡uniotcR DEL DELITo De INluRIe, FoRMAs DE
LADTFAMACIóN.............. 340
CONDUCTAS ATÍPICAS
l' cove¡qr¡nlo """"""""' 349
ACCIÓN PRIVADA.....
1. FuNoewNro oe m ncctów PENAL PRIVADA ............ 356
24 DpnecHo pENAL - Pnnre gspecl¡l: Tovo I
Tirurc III
DELITOS CONTRA LA FAMILIA
l. A MoDo DE INrnooucclóN................. .'......."......... 363
C¿pÍrulo I
MATRIMONIOS ILEGALES
BIGAMIA""' 369
l. BleN ¡uniorco ................. .................. 370
2. Trprc¡ono oBJEr¡vA ....'... 371
2.1. Sujeto ac1ivo...........n.............'... ..............'.. 371
2.2. Sujeto pasivo......... 371
2.3. Modalidadtípica.......... .......... 371
3. F¡cun¡ AGRAvADA .'....'.. 375
4. Fonuns DE IMpERFEcTA e¡pcuctóN.... ...............,..... 376
5. TIpo susrET¡vo DEL INJUSTo.. ...,.,-"---. 37'7
l. GE¡¡en¡LIDADES ............389
Cephulo III
ATENTADOS CONTRA LA PATRIA POTESTAD
L Bre¡¡¡uniorco................. 4t7
2. Trprc¡o¡o oBJETIvA 418
2.1. Sujeto activo.............{.........'..".. 418
2.2. Sujeto pasivo......... 418
3. Mop¡lneo rlp¡cn........... 419
4. FoRr"r¡s DE TMpERFEcTA E¡gcuc¡óN.... 421
5. Tlpo sue¡slwo pel lN¡usro. 422
C¡,pÍru¡-o IV
OMISIÓN DE ASISTENCIA FAMILIAR
Tirulo IV
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
C¡piru¡-o I
VIOLACIÓN DE LA LTBERTAD PERSONAL
COACCIÓN.. 447
l. Bre¡¡ ¡unfprco ............... 447
2. Trp¡cnnp oBJErrvA...... .. 449
2.1. Sujeto activo.........,
2.2. pasivo.........
Sujeto ................. 449
2.3.Modalidad típica.......... .......... 449
3. A¡qn¡unrorcrDAD.............. .,.....,......... 452
4. Fonn¡ns DE TMnERFEcTA secucró¡¡ ..... 453
5. Trpo sun¡Errvo DEL rNJUsro ............... 453
SECUESTRO
l. cRIMINAL
CuesnoNEs DE poLfrtcA ..... 455
2. BrsN ¡unlorco ............... 456
3, Tlprcrp¡o oBJETTvA :...,..............,........ 458
3.1., Sujeto activo.......... .,............... 458
3.2. Sujeto pasivo.........
3.3.Modalidad típica......,... .......... 459
4, L¡ pRlv¡clów DE LIBERTAD DEBE sER srN DEREcHo, Morrvo NI
FACULTAD JUSTIFICADA.. .. 461
5. Fonu¡s DE TMIERFEcTAzuecuclóN.... ..................... 464
6. Trpo susJsuvo DEL ¡NJUsro ............... 465
7. C¡ncu¡lsr¡NcrAs AcRAVANTES.................. ......,....... 465
1.1. Por la forma de ejecución ....... 465
28 Dene,cHo pENAL - PRnre espsc¡¡t : Tovo I
C¡pirulo tl
VIOLACIÓN DE LA INTIMIDAD
Cepirulo IV
VIOLACIÓN DEL SECRETO DE LAS COMUNICACIONES
Cepirulo V
VIOLACIÓN DEL SECRETO PROFESIONAL
I
l.
543
)
545
3.
546
546
546
546
4.
549
5.
552
6.
553
C¡pÍrulo VI
vloieclÓN DE LA LTBERTAD DE REUNIÓN
563
563
'567
569
32 Denecuo pENAL - PeRrs espectn¡-: Tovo I
C¡pÍru¡-o VIII
VIOLACIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
EXPRESIÓN..................
VIOLACIÓN DE LA LIBERTAD DE 584
l. ArcnNces pRELTM¡NAREs ....,.............. 594
2. BrcN ¡unlp1co................. .................. 5g9
3. T¡plcroeo oBJErrvA ........ 590
3.1. Sujeto activo..........
3.2. Sujeto pasivo......... 590
3.3. Modalidad típica.......... .......... 590
4. Fonv¡,s DE tMpERFEcTA e¡ecuclóN.... ..................... 592
5. Trpo sue¡ETlvo DEL tNJUsro ...,.......,... 592
C¡pÍrulo IX
VIOLACIÓN DE LA LIBERTAD SEXUAL
1. Ca\¡ero DE pARADtcM¡ oeL BnN Juninrco eN er- Cóolco pex¡r. oe l99l ....... 593
2. Los oe¡-¡ros coNTRA Ln LBsRTno e lNreNcnlr-roen SexueL, LUe-
co DE LAs coNTINUAs Reronves NoRMATtvAS pRoDUcTDAS poR LAs
L¡yes Nos. 28251 v 28704.......... s97
2.1. El enfoque del bien jurídico (delitos sexuales), desde la
perspectiva de la Víctima ................. 60r
2.2. La incidencia normativa de la Ley N. 28251 del
08/06/04, en el marco de los delitos sexuales 60'7
1. A MODO DE APROXIMACIÓN
La violencia institucionalizada que importa el Derecho penal, sólo será
legitima, en ct¡antó s'e oriente a la tutela de los bienes jurídicos fundamenta-
les. No constituye por ello, una proclamación lírica cargada de puro simbo-
lismo, sino la afirmación del contenido esencial de los derechos humanos,
de conformidad con una consagración ius-constitucional. El c.p. de lggl
se corresponde con una función teleológica y preventiva a la vez, conforme
se desprende de sus principios rectores, anclados en su Título preliminar.
El Derecho penal, entonces, no se dirige a cautelar la reserva moral de un
pueblo, no tampoco a la preservación política del régimen de turno, sino a
la protección de aquellos intereses jurídicos, que por su relevancia en el
orden de valores comprendidos en la Ley Fundamental, merecen protección
punitiva, a fin de mantener una coexistgncia social paclfica, en cuanto a un
orden social reglado por la Justicia y el Derecho. En este contexto la función
básica del Derecho Penal de protección de bienes jurídicos debe asumir
hasta sus últimas consecuencias la "secularización del instrumento punitivo
del Estado", en este sentido la plena asunción de los principios de libertad y
tutela, propios del Derecho Penal del Estado democrático de Derecho, debe
comportar la superación de concepciones jurídico-penales ancladas en prin-
cipios de moralidad o eticidad de las respuestas punitivasl.
En efecto, la intervención del Derecho penal sólo será lícita, mientras
se identifiquen concretos estados de lesión y/o una conducta con aptitud seria
de lesióh a un bien jurídico de relevancia, para con el individuo o ta sociedad;
ello apunta a identificar el contenido material que debe aireditarse, cuando
hablamos de antijuridicidad material, que se divide en dos planos a saber:
primero, el disvalor de la acción, la realización de un riesgo no permitido que
Peñe C¡enen¡, Rrúr-; Esludio s de Derecho Penal. Delitos contra la vida, el cuerpo y la
sa/ud. Editorial San Marcos, Lima, 1997, cit., p. 59.
Así, Gn¡Hnoos PÉnez, C.; Qbjeto maleria! en los delitos contra /as personas. En: Delitos
contra las personas. Consejo General del Poder Judicial, cil., p.244.
Tilulo l: Delrros coNTRA LA vrDA. EL cuERpo y L¡\ Sr\LUD 4t
décadas; cuestión que da lugar a los fenómenos del "punitivismo" y del "infla-
cionismo penal", postura que se expresa en la incorporación de nuevos tipos
penales, la introducción de nuevas circunstancias agravantes, y en las exas-
peración de los marcos penales. Proyección normativa que ha terminado por
socavar el principio de jerarquización de los bienes jurídicos a tutelar, pues
resulta ahora, que la libertad personal, la intangibilidad sexual y el patrimo-
nio, son mas importantes que la "vida humana", pues como se advíerte de
las continuas reformas que han tomado lugar en tiempos recientes, desde la
dación de los denominados "delitos agravados" hasta el Decreto Legislativo
No 982 de julio del 2007, los marcos penales de dichas tipificaciones legales,
suponen una mayor pena con respecto a los delitos de homicidio y sus de-
rivados, lo que contraviene los principios de lesividad, de proporcionalidad
y de culpabilidad. Estado de la cuestión que ha de explicarse conforme a la
utilización funcional y polÍtica que hace el legislador del Derecho penal, so-
bre todo en coyunturas de especial conmoción pública, es decir, la actuación
criminalizadora del Parlamento, tiene que ver con una respuesta inmediata
que se descarga ante la demanda punitivista de la población, lo que ha con-
ducido alfenómeno de la "lrracionalidad punitiva".
GorzÁr-es Rus, J.J.; Del homicidio y sus formas. En: Curso de Derecho Penal Español.
Parte Especial l, cit., p. 19; Asi, C¡rneo¡¡elL Mereu, J.C./ GoruzÁlez Cuss¡c, J.L.', Homici-
dio y sus formas. En: Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 46.
Tírulo I: Dauros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 45
PEñA CABRERA, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida, el cuerpo y la
sa/ad, cit., p.40.
10 FenlÁroez oer ToRco At-onso, J.M.; lnterrupción voluntaria del embarazo y consenti-_
miento de la mujer. En: Delitos contra las personas, ps. 15-16.
46 DenecHo pENAL - P¡RIE especlnl: Tovo I
esta, de una serie métodos que son utilizados ex -post, es decir, a posteriori
de practicado el acto sexual. Además, por una cuestión verificable, médi-
camente: de que la unión del espermatozoide con el óvulo, que da lugar a
la "fecundación", no siempre da lugar a la "anidación", a la implantación del
cigote en la pared uterina, que permite la marcha exitosa de la gestación. La
vida existe desde la concepción (anidación del óvulo fecundad con el útero
materno) hasta su fin, vale decir, la muerte. La anidación del óvulo como
punto de partida de la vída es la opinión dominante en la doctrina, apunta
PEñ¡ C¡eRenRÍ.
11 Peñn Ceenenn, R.; Estudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida, el cuerpo y la
sa/ud, cit., p. 41.
12 Busros R¡rr¡fREz, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 20.
13 Busros R¡r'¡inez, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 20; Así, peñn Ce-
enena, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida, el cuerpo y Ia satud, cil., p.
41.
TÍrulo I: Delnos coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA SALUD
47
14 Peñ¡ Cnanen¡, R.; Delifos contra la vida, el cueryo y la salud, cit., p. 59.
15 CanaoNeLL Mnreu, J.C./ Gol¡zÁuez Cussac, J.L.; Homicidio y sus formas, cit., p. 4g.
16 Asl, Gn¡¡¡¡oos PÉnez, C; El objeto material de los delitos contra las personas, En:
Delitos contra las personas. Consejo General del Poder Judicial, cit., p. 147.
17 En mérito al principio de legalidad, según lo previsto en los arilculos 11o y 12o del C.p.
48 Dr,nucr.ro pcN^L - P,rntr: r:spt:ctnr.: 'lovo I
18 GRnu¡oos Penez, C.; El objeto material en los delilos contra las personas. En: Delitos
contra las personas. Consejo General del Poder Judicial, cit., p. 147; Asi, Go¡rzÁres
Rus, J.J.; Del homicidio y sus formas, cit., p. 20.
19 Rov FRevne, L.E.: Derecho Penal. Parle Especial, cit., p. 70; Para Huareoo Pozo, en
aras de una amplia y eticaz protección de la vida, eslimamos preferible aceptar el
criterio de los primeros dolores del parto comb limite entre el homicidio y el aborto;
Derecho Penal. Parte Especial........., cit., p. 10..
20 Gn¡¡¡¡oos Penez, C.; El objeto material en los delilos contra las personas, cit., p. 250.
21 Para GorlzAles Rus, desde la perspectiva de una eventual agresión, que es lo que
importa a estos efectos, la dependencia comporta una especial forma de aislamiento
y protección al feto, de manera que puede decirse que la vida es independiente cuan-
do puede ser directa e inmediatamente lesionada, y que es dependiente cuando la
agresión inevitablemente incide de manera más o menos intensa sobre el cuerpo de
la madre, siquiera sea como vehículo para la lesión; Del homicidio y sus formas, cit.,
ps.20-2 1; Siguiendo la posición de la vida humana independiente, es Bustos quien
afirma que el único criterio que se puede aceptar es el de autonomia de vida (...)es
decir. desde el momento en que el sujeto vive funcionalmente en forma autónoma de
la madre, se considera que ha nacido, se haya o no desprendido totalmente, se haya o
no cortado el cordón umbilical; Manual de Derecho Penal. Parle Especial, cil., p.22.
22 Peñe Ceenen¡. R.; Deirios contra la vida, el cuerpo y la salud, cit., p. 60.
Til'ur-o I: Dslrros coN-trrA LA vf DA, Et. cucRpo y r_A S¡\LUD 49
Así, Peña CeeRene, R.; Delifos contra la vida, el cuerpo v ia sátil c¡t., ps. 66-68.
50 DeRecHo pENAL - PnRte especr¡,r-: Tor¡o I
?4 Así, CeneoHeLL M¡reu, J.C./ GoNár-ez Gussnc, J.L.i Homicidio y sus formas, cit., p. 48.
¿a GRer¡oos PÉnez, C.; Objeto material en los delitos contra /as personas, cit., p. 254.
26 Go¡rzÁrcs Rus, J.J.; Del homicidio y sus formas, cit., p. 21.
27 PEñ¡ CnenEn¡, R., Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cit., p. 42.
Tirulo I: Delrros coNTRA LA vtDA, EL cuERPo Y LA sALUD 5l
1. REFERENCIAS GENERALES
Busros RAMIREZ, J.i Manual de Derecho Penal. Pade Especial, cit., p. 21; Así, GoNáues
Rus, J.J.; Det homicidio y sus formas, cit.' p- 22.
29 El tiempo para la utilización del órgano aprovechable de un muerto, será determinado
por el médico después de la declaración del fallecimiento y no antes, dado que el paro
de la actividad cardiaca o respiratoria caracterizan la llegada de la muerte, pero no
son la muerte misma.
30 Peñ¡ C¡aneae, R.; Esfudios de Detecho Penal. Delitos contra la vida..., cit., p. 44.
DEnscHo pENAL - P¡nre uspscrnl: Tovro I
,1
JI Asi, CeneoNell Mnreu y Gor.rzÁlez CJ..n"; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p.49;
Mezcen, E.; Derecho Penal. Parte Especial, traducción de la 4ta. Edición alemana por
el Dr. Coraeoo A. Fr¡¡zr, cit., p. 33.
i
32 Así, C¡ngoHeL¡- Mereu y Gonzilez Cussec; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 54;
GolzÁres Rus, J.J.; Del Homicidio y sus formas, cit., p. 47; C¡nsoNEt-u Mereu, J.C./ GoN-
zÁuez Cuss¡c, J.L.', Homicidio y sus formas, cit., p. 48..
1a Así, Br¡Hco Loz¡¡¡o, C; Tratado de Derecho Penal Español T. ll, Vol. l, cit., p. 95.
34 El bien jurídico tutelado, señala Blnnco Loz¡r.¡o, es la vida humana independiente;
Tratado de Derecho Penal Español T. ll, Vol. l, cit., p. 91; Para C¡RaoxeLu Mareu y
Go¡¡zÁtez Cuss¡c, entienden que el objeto de tutela es un valor procedente del derecho
a la vida (...); Derecho Penal. Parte Especial, cit., p.46, Al respecto GorzÁres Rus, es-
tima que la calificación de la vida como humana y como dependiente o independiente
depende de criterios de valor, pues la simple aproximación biológica y naturalista es
incapaz de explicar suficientemente por qué se considera sin vida digna de protección
penal lo que lodavía mantiene actividad fisiológica y por gué la protección del embrión
y del feto es menor que la del nacido; Del Homicidio y sus formas, cit., p. 16.
JC Peñ¡ C¡sRen¡ FneyRe, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cil., p.327.
Go¡rzÁres Rus, J.J.: Formas de homicidio ú/), ClT., P. 63.
Tirulo I: Deltros coNTRA t-A vtDA. EL cuERPo Y LA SALUD 53
43 Peña C¡enen¡, R.; Estudios de Derecho Penal. Delitos conlra la vida..., cil., p. g7.
46 Pet¡¡ C¡enene, R.; Fstudios de Derccho Penal. Delitos contra Ia vida. .., cit-, p. 99.
47 Pefrn C¡enen¡, R.; Estudrbs de Derecho Penal. Delitos contra la vlda'.., cit., p' 98: Asl,
GoHzA¡-es Rus, J.J.; Formas de homicidio (ll), cil., p.7A.
48 Asf, CenaoNeLL lt¡erEu, JC.¿GóHzAr-z Cuss¡c , J.L.i Homicidio y sus formas ftr), cit', p- 83.
58 DenecHo pENAL - PnnrE especral: Tovo I
del autor un asesino. Si se le quiere aplicar el art. 108, debe probarse que
también ha actuado (instígado) porlucroae; el artÍculo 24o dei C.p., de todas
maneras, establece que el ínstigador recibe la misma pena que el autor. La
probanza delelemento "subjetivo" (por lucro), ha de ser acreditada en ambos
(insti gador-instigado).
49 HuRr¡oo Pozo, J.; Derecho Penat. Parte Especiat; citado por Peñ¡ C¡enene, Raúl; De-
recho Penal Parte Especial; pág. 98
50 AsÍ, Peñn C¡eRene, R.; Estudrbs de Derecho Penal. Delitos contra la vlda..., cit., p. 101.
51 Así, Peñ¡ CeeneR¡ FneyRe, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., ps. 377-378.
Tfrulo I: Deltros coNTRA LA vtDA, EL cuERPo Y LA SALUD 59
52 Peñ¡ c¡anen¡, R.; Esfudrbs de De¡echo Ponal. Delitos contra la uida.,,' cil, p. 1!2.
53 Peñ¡ C¡enene, R.; Estudrbs de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cit., p. 101.
60 Dsnecno pENAL - PnRle especl¡l: Tovo I
quiere deci¡ que este factor f¡nal devela que el delito que se pretende cometer
es exclusivarnente doloso, descartándose por ende el injusto ímprudentesa, y
por otro lado, la comisión de una falta, siguiendo de forma estricta el principio
de legalidad material. En el caso de la hipótesis del delito preterintencional,
no cabría problema en admitirlo, siendo que la base inicialde dicha construc-
ción normativa, se rige por un factor final (dolo), vgr.; si el agente mata a la
víctima (guardaespaldas), para lesionar a otra persona, pero producto de las
lesiones se produce una muerte no dolosa, pero previsible.
El delito que se pretende comete¡ no necesariamente ha de haber-
se dado inicio, en cuanto al emprendimiento criminal, menos aún, que se
compruebe su estado consumativo, no olvidemos que el fundamento de la
agravación, reposa en una constelación meramente subjetiva, lo que se está
sobre-penalizando, son los motivos deleznables del autorss; empero el asesi-
nato, por lo menos debe de haber alcanzado el grado de tentativa. Eso sí, el
delito que se pretende acomete¡ debe ser de posible realización, v.gr., si el
autor mata a su víctima, para luego agredirla sexualmente, no cabe apreciar la
agravante en cuestión, no es factible atentar la libertad sexualde una persona
muerte (delito imposible), para ser considerado sujeto pasivo se requiere de
una persona viva. Aspecto a distinguir, es que las circunstancias concomitan-
tes no hayan sido favorables para poder concretizar su pfan criminal ulterior,
que para el legislador no es óbice para configurar la hipótesis criminal.
Busros RnulRez, J.i Manual de Derecho Penat. Parte Especial, cit., p. 31;Asf, Go¡¡zAr-es
Rus, J.J.; Formas de homicidio (ll), cit., p.7O-
Luzó¡¡ Peñ¡, D.M.; Curso de Derccho Penal..., cit., p. 395; En la doctrina nacional PeÑ¡
C¡snen¡ y Hunrnoo Pozo abonan por un juicio de culpabilidad; op. cit., ps. 109110 y
Parte Generad cit., p. 71, respectivamente.
o¿ Soun, S.; Derecho penal argentino, T. lll' cit.' p. 37-
63 Asf , Peñ^ Cnenen¡, R.i Estudros de Derecho Penal. Delitos contra Ia wda. .., cit., p. 108'
64 Dsnecuo pENAL - P¡,nre gspect¡l-: Tovo I
Debiéndose agregar, que los dolores que hace inferior el autor a su víctima,
deben ser "innecesarios"64, pues no deben ser aquellos que se requiere para
lograr la perfección delictiva. No se dará la agravante in examine, sí como
consecuencia de las torturas que se produjeron, a efectos de lograr una
confesión, deviéne la muerte del sujeto pasivo, cuando esta no fue la inten-
ción del agente, configurándose el segundo párrafo del artículo 321o del C.P.
(tortura seguida de muerte).
El dolor puede ser tanto físico como psíquico65; éste debe manifestar-
se en el transcurso de la ejecución típica del hornicidio, pues si estos son
posteriores, por ejemplo, quien habiendo ya dado muerte a su víctima, la
descuartiza en pedazos, no se podrá concurrir esta hipótesis, pues el autor
debe dar rienda suelta a dicha conducta exigida, estando aún vida, sino los
sufrimientos y/o padecimientos no podrían exteriorizarse. Como consecuen-
cia, sólo cabe el ensañamierito sobre un cuerpo vivo, estando excluidos del
mismo los comportamientos posteriores a la muerteuu y en particular no po-
drán computarse como calificantes los actos de cercenamiento del cadáver
para encubrir el hecho cometidooT.
Así, Cenaoruelr M¡reu, J.C./ GoxzÁ¡-ez Cussnc, J.L.; Homicidlo y sus formas (ll), cil.,
p. 83.
Busros Reuinez, J.i Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 31; Así, C¡nao-
M¡reu, J.C./ Go¡rár-ez Cuss¡c, J.L.: Homicidio y sus formas (/f, cit., p. 83.
rueu-
Go¡rzÁres Rus, J.J.; Formas de homicidio(ll), cil., p. 70; Asf , PEñ¡ Cnenea¡, R.; Esfudios
de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cit., p. 108..
67 Souen, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 38.
68 C¡Reo¡rrLr Mnreu, J.C./ Gor.¡zÁlez Cuss¡c, J.L.: Homicidio y sus formas (//), cit., p. 83.
69 Así, C¡neo¡¡elr Mrreu, J.C./ GonzÁr-ez Cuss¡c, J.L.; Homicidio y sus formas (ll), cit.,
p. 83.
Tirulo I: Deu¡ros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD b)
70 Del Ros* Br-¡sco, 8.i La alevosía en el Código Penal de 1996. En: Delitos contra las
penionas. Consejo General del Poder Judicial, cit., p. 289.
71 Busros R¡ulnez, J.', Manual de Derecho Penal. Parta Especial, cit., p. 30.
72 Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p" 34.
73 CnRso¡¡eLr M¡rru, J.C./ Gorár-Ez Cuss¡c, J.L.', Homi¿idio y sus formas ¡tt), cil., p.79;
66 DsnecHo pENAL - PeRre Espect¡,¡-: Tovo I
1.4. Homicidio por veneno, fuego, explosión, o por cualquier otro me-
dio capaz de poner en peligro la vida o salud de otras personas
Conforme al análisis desarrollado en la presente capitulación, hemos
puesto de relieve los motivos, los especiales ánimos (deleznables), que im-
pulsan al agente a cometer el crimen de asesinato, así como por el modo de
ejecución, que ha de revelar una mayor desaprobación jurídico-penal, que se
expresa en un mayor disvalor del injusto tipico. Renglón seguido, el legisla-
dor ha incluido también agravantes que se fundan en el medio empleado, en
este caso nos referimos, al fuego, explosión, veneno o cualquier otro medio
capaz de poner ert peligro la vida o salud de otras personas.
Comenzando el examen de las circunstancias mencionadas, daremos
un primer comentario al asesinato por veneno. Es de verse, que a pesar de
que el C.P. de 1991, constituye un corpus de avanzada, en cuanto a la her-
menéutica empleada, parece que aún no ha podido desembarazarse, des-
prenderse de conceptos que ya no tienen cabida en un Derecho penal demo-
crático y garantista, que debe supeditar la sustentación de las circunstancias
agravantes, en aquellos elementos que incidan en una acentuación en el
márco delinjusto penal. Elveneno evoca épocas de antaño, la forma conven-
cionaly acostumbrada, de cómo se cometía eldelito de asesinato, mediando
la suministración en la comida o bebida de brebajes, que hayan de producir
la muerte, a veces lenta pero segura de la víctima; pero que en definitiva, no
guarda correspondencia con las nuevas estructuras sobre las que se mueve
la sociedad moderna. Este medio de perpetrar el homicidio no es frecuente
en la actualidad, debido alprogreso de los conocimientos de las ciencias mé-
dicas, que permiten descorrer con facilidad los velos de la muerteoo. Hoy en
día, se manifiestan una serie de mecanismos Sofisticados, que trae a colación
el avance vertiginoso de la ciencia, que dejan a un lado la imagen tradicional
del veneno, a efectos de causar la muerte de una persona.
En palabras de SolEn, esta forma clásica del delito de homicidio ha
tenido mucha más importancia socialy política en otras épocas que en la ac-
tualidad, y su gravedad específica provenia del carácter insidioso del medio
y de la dificultad de comprobar los hechos, que casi aseguraban al autor la
impunidadsl.
Muñoz CoHoe, F. y otro; Derecho Ponal. Parie Especiat, cit:' p' 52'
'
79
80 Peñ¡C¡esen¡, R.; Estudios de De¡echo Penal.Delitos@nttala vtda.,,,9!t, ps. 113-114'
81 Souen, S.; Derecho penal argentinq T' lll' cit" p' 47'
68 DEnecHo pENAL - P¡Rre especral: Tovo I
le'."El que crea un peligro común para las personas o /os blenes mediante in-
cendio, explosión o liberando cualquier c/ase de energía, será reprimido...,,;
figura delictiva que es reprimible a título de dolo, pero de acuerdo a lo señala-
do en elartículo 2780 (in fine), también resulta penalizable la variante a título
de culpa. Los tipos penales de peligro común, son de perigro, pues su razón
de ser político criminal, se dirige a adelantar las barreras de intervención del
derecho punitivo, a estadios prevíos de lesión, bastando su aptitud de poder
vulnerar bienes jurídicos, de particular relevancia, como la vida, el cuerpo
y La qglUdCg_ t-as personag, Siendo así, no consideramos una justificación
político críminal valederaso, que pueda sustentar la necesidad d-e mantener
esta agravante in examine, al margen de que la resolución vía el concurso
ideal de delitos, importe una reacción punitiva de menor envergadura, que
aplicando la dosimetría penal que se contrae del inc. 3) del artículo 10go del
c.P. Lo cual de cierta forma se apareja, con la modificagión que experimento
el régimen del cohcurso ideal de delitos, vía la sanc¡On de lá Ley.N" 2gZ26
del09 de mayo de|2006, que permite aumentar la pena por encíma del mar-
co penalimponible. I
Tal vez sustentable, en una regulación penal que no recoja en su seno, los denomina-
dos delitos de peligro comtin.
87 Cabiendo agregar, que al margen del homicidio de una persona, se hayan podido
causar lesiones efectivas a otras personas, mediando un dolo eventual, pero luego so-
breviene el resultado'muerte", no comprendido por la esfera intelectiva del agente, lo
que indicará un concurso ideal de homicidio simple con un homicidio preterintencional
(lesiones graves seguidas de muerte)
DEnscHo pENAL - Pnnre especr¡,r-: Tovo I
2. TIPICIDAD OBJETIVA
9'l Arorso oe Escelrrr-ue, A.; Del Homicidio y sus formas. En: Manual de Oerecho Penal.
Parte Especial. Edición Coordinada por Carmen L¡¡r¡¡ncn PÉnez, cit., p. 47'
92 Asf, GorzAr-Es Rus, J.J.; Det Honióidio y sus formas (t), ¿i1.,9.34.
93 Ruoo¡pHr, J.H.; El fin del Derecho penal del Estado y lasformas de imputación iurídico-
penal, cii., p.86.
76 Dsnecuo pENAL - Pnnre especlat-: Tovo I
94 Ruoor-psr, J.H.: El fin del Derecho penal del Estado..., cit., p. 86.
oq Según los criterios de imputación que se desprende de la misma, se determina una
responsabilidad penal sin limites, bastando para ello, la acreditación del nexo de cau-
satidad, de forma tal que el causante de una herida minima.(leve), sería imputable
objetivamente cualquier resultado más grave sobreviviente, a pesar de la concurren-
cia de otros factores y/o cursos causales concomitantes, que hayan podido incidir en
dicho resultado.
Go¡rzÁres Rus, J.J.; Del Honicidio y sus formas, cit., p. 38.
Tirulo I: Dellros coNrRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 17
97 CeneoNeLL Mereu, J.C./ GoHzALez Cussnc, J.L.; Homicidio y sus formas í), cit., p. 52;
Así, GoNár-es Rus, J.J.; Del Homicidio y sus formas (/), cit., ps. 34-35.
98 Peñ¡ C¡enEn¡ FnevRe, A.R.i Derecho Penal. Parte General, cit., p.257.
99 C¡ReoNeu M¡reu, J.C./ GoNzALEz Cussec, J.L.; Homicidio y sus formas (f, cit., p. 50.
78 DenecHo pENAL - Penre espgcrel: Tovo I
100 Peñ¡ Cneaen¡ FRevne, A.R., Derecho Penal. Parte General, cit., p.262.
101 Peñn Cnenena FRevne, A.R.; Derdiho Penal. Parte General, cit., p. 264.
Tirulo I: Duros coNTRA LA vfDA, EL cuERpo y LA SALUD 79
103 Asi, C¡RaoNeLr- Mareu, J.C./ Goxáuz Guss¡c, J.L.i Homicidio y sus formas (l), cil., p.
53.
104 Peñ¡ C¡sn_ER¡ FRevRe, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 278.
105 Peñ¡ C¡enen¡ FRevRe, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 281.
106 C¡Hcro MEr-rÁ, M.; LÍneas Básicas de la Teoria de la lmputación Objetiva, cit., p. 122.
TÍrulo I: De¡-nos coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 81
109 Roxrr.¡, C.; La lmputación Objetiva en el Derecho Penal, cil., ps. 131-.132.
110 Peñe CnsRen¡, R.; Esfudlos de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p.72
111 GoNáres Rus, J.J.; Del Honicidio y sus formas (t), cil., p. 40.
112 RuooreHr, J.H.; Causalidad e lmputación ebjetiva, cit., ps.40-41.
113 Peñn C¡anene FRevne, A.R.; Derecho Penat. Parle General, cit., p. 287.
114 Así, Alo¡.rso oe Escer,lure, A; Del Homicidio y sus formas, cil., p. 47.
Tirulo I: Delrros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 83
115 Peña Cnensnn Fnevne, A.R.; Oerecio Penal. Parte Genenl, cit.' p. 233.
116 PEñA CABRERA FRrvne, A.R.; Derecl¡o Penal. Parte Genenl, cit" ps' 191-192-
inferir que el resultado lesivo acaecido (muerte), se pudo haber evitado con
rayana seguridad si es que el agente hubiese realizado la acción salvado-
ral18; v.gr., el bebe recién nacido que muere por inanición, pues ta madre lo
abandonó por cuatros días enteros, sin darle de lactar, el enfermero que se
abstiene de dar una dosis de medicación necesaria para la manutención de
vida de un paciente.
En el caso de los tipos penales por omisión, la relación de riesgo es
en realidad hipotética, pues no se puede establecer a ciencia cierta, que la
inacción del Garante hubiese podido impedir la producción del evento daño-
so. Hipotética, porque, en realidad, es imposible mantener que un resultado
material puede haber sido causado, en el sentido científico-natural del tér-
mino, por un no hacerlls. El esposo que se abstiene de medicar a su esposa
enferma, luego en la clínica, los galenos señalan que de todos modos la
muerte habría acontecido; dé todos modos, resulta suficiente que la acción
haya podido disminuir eldolor de la persona por un momento, pero de forma
efectiva no en base a un juicio de "probabilidad". Dicho esto, porque una se-
guridad probable y no científicamente demostrada, puede colisionar con el
principio del in dubio pro reo, y supondrían convertir delitos de lesión (que re-
quieren constatar la efectiva relación del comportamiento con el menoscabo
del bien jurídico) en delitos de peligro (puesto que para aplicar el homicidio
consumado bastaría con verificar que la omisión ha creado o incrementado
el peligro de producción de la muerte, dado que no puede probarse gue la
acción debida hubiera llegado realmente a evitarla)r20.
Deben concurrir, por ende, dos elementos: la posición de garante del
sujeto obligado y que la actuación no realizada, haya podido estabilizar posi-
tivamente elfactor de riesgo.
De igualforma se exige la realización de un riesgo jurídicamente des-
aprobado, con aptitud de lesión. La imputación de un resultado, sea ésta el
material de lesión o incluso la mera puesta en peligro, exige, en todo caso,
que la omisión sea materialmente relevante; en otras palabras, que la verifi-
cación de la conducta homicida hubiera supuesto la evitación del resultado,
en este caso la muerte, lo que dará lugar a la comisión por omisión u omisíón
impropia o, al menos, una disminución del peligro preexistente para el bien
jurídico protegido lo que comportaría un delito de omisión pural2i. Sin em-
bargo, ha de convenirse que no es posible la materialización de este injusto
118 Así, C¡naoneur M¡¡eu, J.C./ Go¡¡zÁr-ez Cuss¡c, J.L.i Homicidio y sus formas (l), cil., p. 49.
119 Goruáres Rus, J.J,; Del Homicidio y sus formas (f, cit., p. 31 .
120 Goláres Rus, J.J.; Del Homicidio y sus formas (l), cil., p. 32.
121 CnRso¡¡eLL M¡reu, J.C./ Go¡,rzAlez Cuss¡c, J.L.; Homicidio y sus formas (t), cil., p.4g.
TÍrulo I: Deltros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 85
2.7. Antijuridicidad
El análisis global del ínjusto no se agota de ninguna forma, con al ti-
picidad penal, de acuerdo a las vertientes objetiva y subjetiva, pues resulta
necesario escudriñar los diversos componentes que se comprenden en la
esfera de la antijuridicidad, concretamente, si la lesién del bien jurídico y/o su
puesta en peligro obedeció a la concurrencía de un precepto permisivo, de
una autorización jurídica, que hace que la utilidad social que ello propone sea
preponderante a la afectacíón que ha sufrido el bien jurídico. su presencia
incide en el plano de valoración, en tanto el comportamiento a pesar de ser
típico, es lícíto, a[ estar amparado por un precepto autorítativo que prevé el
orden jurídico. El lnjusto penal, entonces, implica la realización del tipo penal
y la ausencia de causas de justificación. Entre las causas de justificación de
mayor relevancia, surge ia legítima defensa, que en el ámbito del homicidio
tiene una aplicación inobjetable, por lo que dice que dicha justificación nace
precisamente en el caso de este delitorz3.
La defensa de los derechos fundamentales y la auto-tutela del orden
jurídico, son dos presupuestos que conjugados, permiten a un ciudadano
(ejercer una acción defensiva), en orden a repeler una agresión ilegítíma
a fin de no verse menoscabado en la integridad de sus intereses jurídicos
más importantes o en defensa de un tercero. No es que el Derecho conceda
a los individuos la potestad de ejercer venganza de propia mano, nada de
eso, en un orden democrático, son las agencias estatales predispuestas, las
encargadas de combatir la críminalidad; en este caso, por motivos circuns-
tanciales, se faculta a los ciudadanos a ejercer una violencia -necesaria y
proporcional-, cuando los custodios del orden se encuentran imposibilitados
de realizar la acción defensiva, sólo como último remedio los ciudadanos se
encuentran revestidos con tremenda facultad, que en afgunos casos puede
significar la muerte de un congénere. En este caso, se valor más la vida del
agredido que la del agresor, no porque aisladamente contempladas pueda
ser así,'que no puede serlo, sino porque a aquél le asiste la autoafirmación
del Derecho,2a.
122 Asf, Peña C¡eReR¡, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la w?a..., cit., p.
69.
123 Asl, Go¡¡ár-es Rus, J.J.; Del Homicidio y sus formas (l), cil., p. 43.
124 C¡Rgo¡reLL M¡reu, J.C./ GoxzÁlez Cuss¡c, J.L.; Homicidio y sus formas (/), cit., ps. 61-
62.
86 Denrcno pENAL - P¡,Rrg pspec¡el: Touro I
125 Peñe C¡enen¡ FRevRe, A.R.; Oerecho Penat. Parte General,cit., p. 430.
126 J¡rr¡É¡¡ez oe Asú¡, L; Principios de Derecho Penal. La Ley y el Delito, cil., p. 2g9.
127 Peñ¡ C¡enene FRevnr, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., p.440.
128 Ver al respecto, Peñ¡ CraneR¡ Fneyne, A.R.; Derecho Penal. Parte Genera¿ c¡1., ps
440-441.
129 Peñ¡ C¡oaen¡ FRevne, A.R.', Derecho Penal. Parte General, cit., p. 443.
TÍrulo I: Dnnos coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 87
130 Peñ¡ C¡enene FReynE, A.R.; Derecáo Penal. Pade General, cit., p. 451.
131 Ver al respecto, c¡nsoxeLL Mereu, J.c./ GoHzÁr-ez cuss¡c, J.L.; Homicidio y sus formas
10, cit., ps. 64-65.
132 Busros Reratnez, J.; Manual de Derecho Penat. Parte Genera!, cil., p.214.
88 DeRecHo pENAL - Pnnre especlel: Tovo I
133 Asf, Peña c¡enena FRevnr, A.R.; Derecho penal. parte General, cit., p.473; GoNzÁces
Rus, J.J.; Del Homicidio y sus formas (l), cil., p. aS.
134 Ver al respecto mi artfculo:'La funcionalización política del Derecho Penal enmarcada
en el Decreto Legislativo No 9B2".En: Actualidad Jurídica, Tomo 165
-agosto del2ee7,
Gaceta JurÍdica, cit., ps. 13-21.
135 c¡Reo¡re¡-L Mereu, J.c./ GolzÁlez cuss¡c, J.L.; Homicidio y sus formas (l), cit., p. 66.
136 ceRso¡¡err Mnreu, J.c./ GoruzÁr-ez cussnc, J.L.', Homicidio y sus formas (f, cit., p. 66.
137 PeÑe Crenen¡ FnevRe, A.R.; La funcionalización potítica de! Derecho Penat..., cil.,
p.17.
Tirulo I: Dslnos coNTRA LA vrDA, EL cuERPo Y LA sALUD 89
138 Quen¡r L JuÉHez, J.J.; La Obedíencia Debida en el Código Penal. Análisis de una
Causa de Justificación. Librería BOSCH, Barcelona, 1986, cit., p. 296.
139 Más al respecto, veÍ: Peñ¡ Ceenen¡ Fnevne, A.R.; Oerecho Penal. Parte General, cil.,
ps.919-927.
140 Asl, Peña Ceanen¡ Fnevne, A.R.; Derecño Penal. Parte General, cit., ps. 474-479.
90 Dengcr¡o pENAL - P¡.nre gspecl¡r-: Tol¿o I
141 Welzel, H.; Derecho Penal Alemán. Parte General.2da. Edición castellana. Traduc-
ción del alemán por Junr,r Busros Rnrvllnez y Senro YA¡¡Ez PÉnez, Editorial Jurídica de
Chile, cit., p. 144.
Mezcen, E.i Derecho Penal. Parle General. Traducción de la 6ta. Edición alemana por
Dr. Conrado A. Finzi, cit., p. 309.
143 HenxÁ¡roez PlasErucrn, J.U.; La Autoría Mediata en Derecho Penal, cil., p.
Tirulo I: Dnrros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 9l
151 RorrH,. C.; La AutorÍa Mediata por dominio de Organizacrón, cit., p.232.
,lS2 De posición contraria Villavicencio Terreros, para quien, en estos casos se presenta-
ría ia figura de la coautoría, pues el hombre de atrás (quien domina la organización)
üene el co-dominio del hecho, dándose el carácter común de la decisión delictiva por
el hecho de la pertenencia a la organización. Sólo se aceptarfa autorfa mediata si al
ejecutor no se puede considerar autor plenamenle responsable; Autorla y Partic¡pa-
l, cit.,
ción. En: Libro Homenaje al profesor Raúl Peñ¡ Gnenen¡, Editorial ARA, 2006, T..hom-
ps. 685-686; Se opone también, Cunv Unzu¡, en su opinión. en estos casos el
bre de escritorion es mas bien un coautor o, en todo c¡¡so, un instigador al cual, por lo
demás, puede castigarse con tanta o más severidad que al ejecutor; Derecho Penal.
Parte General cit., p. 606; Oicha postura tendría reparos, en cuanto a la concepción
94 DenecHo pENAL - Ptnrp esppc¡nl: Tovo I
éstos últimos nunca tendrán el dominio del acontecer típico, por lo que no
se puede tratarde una lnducción nitampoco de una coautoria, como se ha
pretendido sosfener en otras tribunas de la doctrina internacional.
Conforme es de verse, la autoría mediata en estructuras organizativas
de poder, no es un tema que recién haya entrado en la discusión. jurídico-
penal, producto del fallo de Extradición, pues los Tribunales peiuanos ya
han aplicado esta teoría en un caso reciente. Nos referimos a la sentencia
emitida en el Exp. Acumulado No 560-03 (caso Abímael Guzmán Reinoso y
otros) - sala Penal Nacional, en cuyo considerando décimo tercero (bases
de imputación individual), luego de un profundo análisis doctrinario sobre
el esquema teórico del "dominio de la organización", señalan lo siguiente:
"sin duda alguna, ha quedado debidamente comprobado que el pariido co-
munista del Perú, conocido públicamente como sendero Luminoso, es una
organización clandestina que practicó el sec¡eto tanto del colectivo como de
sus integranfes, sean esfos m/fa ntes, cuadros o dirigentes, jerárquicamente
esfrucfuras y fuerfemente cohesionados sus miembros mediante su llamada
base de unidad partidaria, con una clara distribución de funciones, pudién-
dose identificar claramente los niveles de decisrón, la programación de sus
actividades ilícitas y el control de la organizaeión, todo lo cual nos permite
inferir gue se trata de un verdadero aparato organizado de pode/'.
Con todo, la autoría mediata en estructuras organizativas de poder,
constituye un paso fundamental a la construcción de criterios de imputación
en realidad "normativos", de contenido esencialmente "material", dejandó de
lado posturas excesivamente "formalistas", cuya rigidez conceptual no per-
mite extender la imputación delíctiva a quienes, sin haber cometido de propia
mano, lh realización típica, son quienes asumen el dominio del hecho, tal
como se desprende de la autoría mediata; en este caso, quienes valiéndose
de la posición privilegiada que le confiere la posición de mando, controlan la
ejecucidn de los planes criminales que han de dirigirse desde la cúpula de
la organización. Entendiendo con ello, toda una cadena de mando, que se
que se tiene de una coautoría, pues en esta forma de autorla, el dominio del hecho
se reparte forma plena entre los coautores, por lo que ambos tienen el co-dominio del
hecho, lo que incide en la imputación recíproca del hecho de forma "global", de forma
tal que cualquiera de ellos, puedq desencadenar la frustración típica, y en el caso en
comento, el hombre de adelante, quien ejecuta formalmente el delito no tiene dicha
posibilidad, pues si se niega e ejecutarlo, aparecerán otros del mismo rango, predis-
puestos a cumplir la orden dada en las estructuras supremas del poder criminal; como
expone T¡seNoe cer-vo, lo verdaderamente definitorio es que los coautores tengan el
dominio del hecho, asumiendo por igual la responsabilidad de su realización, median-
te un reparto funcional de roles; Problemas de autorla y participación en relación con
los delitos de homicidio y asesinato. En: Delitos contra las personas. consejo General
del PoderJudicial, Madrid, 1999, cit., p. 103.
Tlrulo I: Dnrros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 95
153 Peñe CaaneR¡ FRevne, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., ps. 332-333.
96 DEng.cHo pENAL - P¿,Rrs especrA,t-: Tovo I
jurídico-penal, no olvidemos que según el artículo 25o del C.P., dicha carac-
terización subjetiva es imprescindible.
El asesinato, como vimos, hace alusión, en realidad a circunstancias
agravantes del tipo penal de homicidio simple, por lo que sólo se podrán
comunicar a los partícipes, aquellos elementos que no se basen en una par-
ticularidad propia del sujeto (placer, ferocidad y lucro), en cuanto a matiz que
incumbe de forma personal, según las directrices propuestas en el artículo
260 del C.P.tuo, por lo que se produce la ruptura de la unidad en el título de
imputación; en cambio, las circunstancias "objetivas", que tienen que ver con
la materialidad del delito en cuestión, sí podrán extenderse a los partícipes
(alevosía, crueldad, veneno, etc.), siempre y cuando éstos conocían de aqué-
llas al momento de dar concreción a su participación o en el momento de la
ejecución típica, pues si no fuese así, su intervención sólo podrá ser penado
a título de complicidad por el delito de homicidio simple.
Finalmente, toma cabida, la lnstigación como forma de participación,
que supone la presión psicológica del hombre de atrás (instigador), hacia el
hombre de adelante (instigado), quien le infunde el dolo de cometer un deter-
minado delito, no es una mera persuasión o consejo, es un acto plenamente
determinativo, que para que sea punible, requiere al menos, que el autor ma-
terialhaya dado ínicio a la ejecución típíca. A la inversa de la autoría mediata,
quien ostenta el dominio del hecho es el ejecutor materialdeldelito, al menor
viso de que el hombre de adelante no conozca que sus actos son constituti-
vos de un tipo penal, se dará la primera figura. Si la instigación ha de dirigirse
a la propia muerte del instigado, habrá que admitir la figura del Suicidio y no
de homicidio. Como se dijo, el instigador sólo habrá de responder por aquella
conducta que instigó, y no por los excesos del instigado, si sólo se instigó
para que de muerte a Pedro, pero Raquel (instigada), también dio muerte a
lsabel, dicho resultado lesivo sólo será imputable a su persona.
En el caso de la lnstigación del asesinato por lucro, en principio, de
acuerdo a lo antes sostenido, al revelar una particular disposición anímica
del autor material del delito, sólo será apreciable en el caso de este úÍtimo,
154 Si el cómplice primario también motivado por la obtención de lucro, donde el juicio de
imputación individual es de orden personal, sí cabría la agravante en cuestión; como
señalan C¡Raorueu Mnreu y Go¡rzÁlez Cuss¡c, (...), responderá como partícipe de un
asesinato aunque en el autor principal no se dé esa circunstancia pero sí otra que
también cualifique su hecho como asesinato, aún cuando por circunstancia diferente;
Homicidio y sus formas (ll), cil., p. 87; Así, Busros Rn¡¡inez, J.; Manual de Derecho
Penal. Parte Especial, cit., p. 30; en efecto, las especial motivación anímica del autor,
hace complicado admitir un dolo eventual, en el caso del precio, de que el autor en-
camine su conducta a dicha finalidad, pero no bastara acaso que conozca de que la
causación de la muerte le reportará un beneficio económico.
Tírulo I: Deuros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 97
155 Así, Aro¡¡so oe Escnraru-e, A.; Del Homicidio y sus formas, cit., p. 47.
156 Así, Peñ¡ ceoRene, R.; Esfudlos de Derecho penat. Detitos contra la vida..., cil., p.
74; Asf, con respecto al homicidio simple Alonso oe Escnuru_e, A; Del Homicidio y
sus
forma.s, cit., p. 48; c¡neoxeLl Mereu y GoxzÁuez cussnc, objetan el dolo eventual en el
caso del asesinato, puesto que o requieren un elemento subjetivo incompatible con
el dolo eventual, o consisten en ciertas disposiciones anfmicas como las que han de
concurrir en el precio, igualmente dificíles de compaginar ccrn el mismo; Homicidio y
s¿s formas (tl), cit., p. sa; A, f¡vto_"o.es pnnrs, F.; cotientarios a ta iaiá ispecial del
Derecho Penal, T.l, cit., es1; l|62.
157 Quienes asumen, la distincibnlentre el dolo directo y el dolo eventual, de conformidad
con la teoría positiva del consentimíento; habrán que concluir que habrá dolo eventual
cuando el sujeto se representa el resultado como posible consecuencia de su acción
y a pesar de ello la realiza, aceptando la causación del mismo si efectivamente llegara
a producirse, señala Go¡¡áus Rus; Del Homicidio y sus formas (/), cit., ps. 47-4g.
98 DEnecHo pENAL - Pnnre especret-: Tot'¡o I
vida humana; sólo admisible el error de tipo, cuando el agente yerra sobre
el objeto del delito, cuando cree que se trata de un animal, v.gr, el cazador
que en un bosque donde se practica la cacerÍa, tira a matar a un arbusto,
pensando equívocamente que era un venado, pero en realidad era su com-
pañero, que estaba realizando una necesidad fisiológica, cuya naturaleza
vencible o invencible, dependerá de los medios que contaba el agente para
salir del error; v.gr., quien dispara a mansalva en un lugar abierto, sabiendo
la concurrencia de individuos, de ninguna manera podría apelar a un error de
tipo, como argumentación de defensa. Elelemento cognitivo, en caso del ho-
micidio agravado, debe cubrir también, los elementos que hacen del artículo
106o, uno desvaloración de cuya intensidad desplazalavaloración alartículo
1080, si el autor no es conciente que su acción homicida se ha configurado
de forma alevosa, debe penarse su conducta a título de homícidio simple, de
acuerdo a lo previsto en el primer párrafo del artículo 140 del C.P.
Como se dijo el error in personam, es indiferente, en elcaso del homi-
cidio simple, lo ímportante es que la acción homicida del autor, se concretice
en una persona; igual en el caso del aberratio ictus, sin embargo, la resolu-
ción puede dar lugar a un concurso ideal de delitos158, dependiendo del caso.
En lo que el asesinato se refiere, sólo cabría un reparo, en cuanto al inciso 5),
al describir éste que la víctima debe ser aquella que desempeña las funcio-
nes públicas, alli anotadas, por lo que si el autor yerra sobre la identidad de
la víctima, podría darse en el caso del error in personam, un concurso ideal
de delitos entre una tentativa de asesinato con un homicidio culposo por el
resultado.
Posiciones doctrinarias que se basan en teorías causalistas, tal vez
otras llevadas a una acentuado "subjetivismo", son de la posición que al
margen del dolo, ser requiere de un denominado "animus necand¡", de una
motivación llevada a dar muerte a una persona. Postura incoherente con el
principio de legalidad, por su innecesaria inclusión, al superponerse con el
dolorse, y por ser incompatible con las bases dogmáticas que se deben ser
llenadas de contenido conforme a decisiones político-criminales, de cautelar
la efectiva protección de los bienes jurídicos de raigambre penal. Su admi-
sión valorativa, en algunos casos (elementos subjetivos del injustos), está
condicionado a su presencia en la composición típica. Los elementos que
dan lugar en el tipo subjetivo del injusto, deben ser probados en el proceso
penal, con ello el dolo, a lo que habría que sumar el referido "animus necan-
di", lo que por su dificultad probatoria, o dada la presencia de otros "ánimos",
158 Así, Go¡¡zAles Rus, J.J.; Del Homicidio y sus formas (l), cil., p. a9.
159 Ver al respecto, Br¡¡rco Loz¡ruo, C.i Tratado de Derecho Penal Español, T. ll, Vol. I, cit.,
ps. 95-96.
Tirwo I: Delrros coNrRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 99
160 Ver al respecto, Alor.¡so oE Escnutua, A.', Del Homicidio y sus formas, cit., ps. 48-49.
161 Del Ros¡r- Br-¡sco, B.; La alevosía en el Código Penal de 1995, cit., ps. 293-294.
162 Aro¡¡so oe Esceurue, A.; Del Homicidio y sus formas, cit., p. 53.
163 C¡neoNeLL Mnreu, J.C./ Go¡¡zAuz Cussrc, J.L-: Homicidio y sus formas (/l), cit., p. 85.
164 Así, GolzÁr-es Rus, J.J.; Del Homicidio y sus formas (l), cil., p. 52.
'165 Peñe C¡snrn¡, R.; Estudios de Derecho Penat. Detitoscontra la vida..., cil.,p.75.
100 Denecuo pENAL - Pnnre espec¡al: Tovo I
166 Peñn Cesnena Fnevne, A.R.-, Derecho penal. parte Genera!, cit., p. 3g2.
167 s¡RnreNunRrr,G.: Derecho Penal..., cit., p.209; c¡RsoNeLL Mereu y Go¡áles cuss¡c,
niegan la tentativa respecto de las circunstancias, ésta existen o no existen pero no
admiten grados intermedios; Homicidio y sus formas (ll), cit., p. g5; ello es iundado
en la medida que objetivamente las formas que hacen alusión normativamente no se
hayan exteriorizado, así lo señalan los autores anles citados.
168 GoHzAle s Rus, J.J.; Formas de Homicidio (ll), cit., p.75.
Tirulo I: Delnos coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD l0l
169 Asf, GrMeenx¡r Onoetc, E.; Estudlbs de Derecho Penal..., cit., p. 153.
170 Asl, C¡neoNeLl Mnreu, J.C./ Go¡zÁlez Cussrc, J.L.; Hopicidio y sus formas í/), cit.' p.
86; Peñe CneRen¡ Fnevne, A.R., Derecho Penal. Parté General, cit., ps. 627-628.
102 DenEcr¡o pENAL - PaRre espgcr¡l: Tovo I
Código penal: matar a otro por ferocidad o por lucro, para facilitar u ocultar
otro delito, con gran crueldad, alevosía o veneno, por fuego, explosión u otro
medio capaz de poner en peligro la vida o la salud de otras personas173.
Es de verse, que el tema de la autonomía en la sustantividad tipifica-
dora del Asesinato, arrastra otra consecuencia, en lo que refiere a la "inco-
municabilidad de las circunstancias personales", que se glosa en el articulo
260 del C.P.. En el caso español, BncrcALURo, sostiene que mantener la tesis
de la autonomía del asesinato a lo que acaba conduciendo, en elfondo, es a
"una considerable inseguridad respecto a los problemas de participación, ya
que si es consecuente, debe excluir la aplicación del art. 60 (ahora art. 65 en
el nuevo Código penal de 1995), con lo que no es posible saber cómo debe
tratarse el caso del partícipe en el asesinato, pues el Código Penal carece de
una regla especial que determine gue efectos accesorios tienen los elemen-
tos personales fúndamentadores de la punibilidad en la participación17a. Siel
juicio de imputación individual es esencialmente personal, las circunstancias
que han de recaer en el marco de dicha valoración, no serian extensibles a
los demás partícipes, si considerando a alguna de las circunstancias como
fundamento de una responsabilidad penal más intensa, pero si ha despren-
derse del artículo 108o, sólo en cuanto a las causales valederas, sostenidas
en el contenido del injusto, no resultan incomunicables a los partícipes, si
seguimos con corrección lo dispuesto en el articulo 260 del C.P. (las circuns-
tancias y cualidades que afecten la responsabilidad de alguno de los autores
y partícipes no modiflcan las de los otros autores o partícipes del mismo
hecho punible)l7s, En cuanto a las objetivas, facilitar o ocultar otro delito, con
alevosÍa o mediante veneno, por lo mismo, que se asocian al delito, en cuan-
to se refieren al momento o a la materialidad de la acción, no benefician o
perjudican sino a aquellos de los copartícipes que tuvieron conocimiento de
ellas antes o en el momento de la acción o de cooperación para el delito176;
de modo que rige en este caso la prohibición de exceso, por lo que la con-
ducta del coautor se traslada a la del art. 106o177.
Cuestión importante a descarta¡ es que ante la concurrencia de varías
circunstancias agravantes, V.gr., si la muerte de la víctima fue perpetrada
bajo traición, con veneno y para facilitar la comisión de otro delito, eljuzga-
dor al momento de la determinaciÓn de la pena sólo habrá de considerar uno
173 Peñ¡ C¡enen¡, R.; Esludios de Derecho Penal. Delitos contra la .vida. .., cit., p. 90.
174 Bncrc¡rupo, E.; Estudrbs sobre la Parte Especial del Derecho Pena{ cit., p.35.
175 El artículo 650 del C.P español, hace alusión a las reglas generales para la aplicaciÓn
de las penas.
176 Lee¡Hur Gr-eN¡ G.; Derecho Penal, T' l, cit.' p. 195.
177 Peñ¡ C¡enrn¡ Fnevne, A.R.; Deracho Penal. Parte General, c¡t.' p. 384.
104 Dg,necso pENAL - P.qnte especral: Tor,,lo I
EL DELITO DE PARRICIDIO
1. GENERALIDADES
178 Así, Busros R¡rr¡inez, J.: Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 34.
179 Crítica extensible al inc. 5) del articulo 108o del C.P., incorporado por la Ley No 28878
del 17 de agosto del 2006.
180 Moaeles Pn¡rs, F.: Las formas de Homicidio:..., cit., p. 268.
Tirulo I: DEllros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 105
18'l Así, GouA¡-es Rus, J.J.; Del Homicídio y sus formas, cit., p..14.
182 Prñ¡ C¡anen¡, R.; Estudios de Derecho Pena!. Delitos contn Ia vida..., cit.,p.78.
183 Busros R¡ulnez, J.; Mánulal de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 33.
t06 DenecHo pENAL - Pnnre especrnl: Tovo I
184 Peñ¡ CeaREna, R.; Esludios de Derecho Penal. Delitos contra Ia vida..., cil., p. 81.
185 Busros R¡rr¡inez, J,; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 34.
186 Así, Rov FRevRe, L.: Derecho Penal..., cit., p. 99; Peñe Ceanene Fnsvae, A.R.; Derecho
Penal. Parte General, cit., p. 662.
187 Ro¡¡eRo Soro, L.E.; Concurso Aparente de Leyes..., cit., p.24.
Tirulo I: Deuros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 107
2. MODALIDAD TíPICA
jos legítimoslso. El artículo 377o del CC, establece que por la adopción, el
adoptado adquiere la calidad de hijo del adoptante y deja de pertenecer a
su familia consanguínea. Según lo reglado en el artículo 379o del mismo
cuerpo de normas, la adopción se tramita con arreglo a los dispuesto en el
Código Procesal Civil, el Códígo de los Niños y los Adolescenteslel, la Ley
N" 26981 - Ley de Procedimiento Administrativo de Adopción de Menores
de Edad Declarados Judicialmente en Abandono o la Ley No 26662 - Ley
de Competencia Notarial. A efectos penales, sólo podrá admitirse la concu-
rrencia del delito de parricidio, cuando el procedimiento -cuales fuera los
previstos en la Ley-, haya culminado mediando una resolución jurisdiccional
o la certificación notarial correspondiente, antes de ello, el hecho criminal si
es que se produce, deberá ser reconducido a un homicidio simple, no se re-
quiere a nuestra consideración la efectiva inscripcíón en la nueva partida de
nacimiento. De igr¡al forma, cuando la adopción resulta ineficaz, por la propia
voluntad del adoptado, en aplicación del artículo 385o del CC.
Cuestión importante a destacar, que en caso del ascendiente no se
hace mención a si éste puede ser natural o adoptante, lo que si se hace en
el caso del descendiente. Si interpretamos de forma sistemática, tendremos
que inferir que puede tratar de ambas posibilidades, pues no vemos porque
debería tratarse de caso distinto, cuando el hijo adoptado mata a su padre
adoptante, a diferencia de la muerte que propina el padre adoptante a su
hijo adoptado; si es de forma literal habría que negarlo, nos apuntamos a la
primera opción, por ser la dogmáticamdnte correcta; que tiene concreción en
la praxis jurisprudencial.
Seguidamente identificamos el matrimonio. El matrimonio importa la
unión de un hombre con una mujer, mediando la santificación de la ley, para
que hagan vida en común y formen a su vez una familia; por lo tanto, la unión
conyugal, para adquirir reconocimiento legal debe cumplir con las formalida-
des que prevé la Ley. El matrimonio, para otros, es la unión voluntaria y so-
lemne de un varón y una mujer de acuerdo a normas preestablecidas y que
producen efectos jurídicos de orden personal y patrimoniallez. No queremos
en este caso detenernos, por cuestiones de espacio, en cuanto a la natu-
raleza contractual del matrimonio, de hecho el contenido patrimonial esta
insito, al rnenos que se configure bajo la figura del régimen de separación
patrimonial. El artfculo 248o del CC, dispone: "Qur'enes pretendan contraer
matrímonio civil to declararán oralmente o por escríto al alcalde provincial o
distritaldeldomicilio de cualquiera de ellos (...)", de común idea con lo con-
193 Así, PeR¡ C¡aRenn, R.; Estudrbs de Derecho Penal. Delitos contra la wda..., cit., p. 83.
Tirulo I: Dnnos coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD l1l
197 Busros R¡rrrfnez, J.; Manual de Derecho Penal. Parte General, cit., p. 80.
Tirulo I: Delrros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD il3
suegra, etc.; todos estos casos no podrán ser conducidos a los alcances
normativos del tipo penal de parricidio, en sujeción al artículo ll del Título
Preliminar del c.P., no habrá otra posibilidad, que sean cobijados en el típo
penal de Homicidio simple o, en su defecto en la tipicidad penal de Asesina-
to, siempre y cuando se advierta la concurrencia de alguno de los motivos
que configura un Homicidio agravado.
3. AUTORíA Y PARTICIPACIÓN
198 Así, PeR¡ C¡eneRn, R,; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vrda..., cit., p. 8b.
Tírulo I: Dellros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD ll5
199 Así, JruEHez oe Asú¡, L.; Principios de Darecho Penal.. ., cit., p. 506.
200 AsÍ, Souen, apoyándose en el artfculo 48o del C.P. argentinoi Derecho penal argentino,
cit., ps. 26-27; Criterio seguido por el C.P. español de 1995, en su artículo 650.
201 Así, Mon¡r-es Pn¡rs, F.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penat,l.l, cil.,
p. 59.
202 Peñ¡ CeeRen¡ Fnevne, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 311.
n6 Denec¡o pENAL - P¡Rre especrel: Tovo I
Art. 109.- "El qae ma.t& a. otro bojo el impnio d¿ ,na emocitín üolenta
que lm circunstáncias hacen excusáble, seri. reprinúd.o con pena privatita
dc libertad, n0 m¿ntr d.e tres ni mayar de cinn aíns.
si concwrrdalganas de las circunstancias prwi*as en el artículo l0T, la
perya serd mom¿ntr de cinco ni mayor d¿ diez años,.
T
1. A MODO DE INTRODUCCIÓN
t
En resumidas cuentas, la muerte de una persona, pueáu obedecer
como consecuencia de una conducta humana, que de forma dolosa se diri_
gió a la concreción de dicho resultado, sea porque directamente el autor lo-
gró dicho propósito criminal, emprendiendo una dirección conductiva a ello,
sea porque en otros casos, mediaron intenciones deleznables para ello, por
motivos egoístas, o a través de una modalidad que revela una mayor peligro-
sidad objetiva, que ínciden en el plano del disvalor del lnjusto típico. se Con-
figura el homicidio simple en el primer caso, y en el segundo, un homicidio
calificado, pero también pueden aparecér ciertas características que al revés
del Asesinato, propicían una desvaloración jurídico-penalde menor entidad,
que de entrada da lugar a un homicidio atenuado, en base a determinadas
particularidades que revelaba el agente al momento que dio concreción a su
acción homicida.
El ser humano se confronta en múltiples y variadas ocasiones a una
serie de circunstancias que provocan las reacciones más inusitadas. No se
puede dar un criterio generalizador, en el cual pueda responder todos los
seres humanos ante una determinada circunstancia; cada individuo, en or-
den a su propia estructura ontológica, posee una singular caracterízación
caracterológica, basada en su personalidad, y este dato criminológico sirve
al Derecho penal, para construir una respuesta punitiva acorde a la natura-
leza de la conducta criminal, a fin de que la pena se sujete a los principios
de proporcionalidad y de culpabilidad. una persona'normal" puede perder el
control de su domininabilidad conductiva, que sin serlo de forma anulatoria,
debe ameritar una morigeración de la sanción punitiva. En efecto, resulta
perfectamente posible que el ordenamiento jurídico no exija síempre de quie-
ll8 DEnecHo pENAL - Pnnre especl¡u: ToH¿o I
208 Ruoor-p¡r¡, J.H.; E/ fin del Derecho penal del Estado..., cit., ps. 89-90.
2A9 Peña G¡enenn FREyRE, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 531.
210 Peña Caanen¡, R.: Esfudlos de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p. 122.
211 Peñe Cnanenn, R.; Estudlos de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil.,p. 121.
TÍrur-o l: DELrros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD ll9
mentos, actos amenazadores, pero vuelven después al camíno regular; los
defectuosos permanecen siendo defectuosos; de una manera permanente
se encuentran en un estado peligroso para ellos mismos, para su ambiente
inmediato y para la sociedad2l2. Dicho en otras palabras: el agente disminui-
do en su culpabilidad, concreta su acción criminal en un intervalo de tiempo
determinado, cesado aqué|, retorna a su esfado anterior (normal), mientras
que elínimputable se encuentra condenado perennemente, confinado a sus
propios defectos orgánicos, que hacen de él una persona que no puede res-
ponder a los bar,emgs de razonabilidad que han de garantizar las notmas
j u rí d i co- pe n al e s e n sus respec tivas p resc rip ci o n e s.
213 En: Jrrr,re¡¡ez oe Asú¡, l; Principios del Derecho Penal. . ., cit., p. 347.
214 Peñe Cnenen¡ FReyRe, A.R:, Derecho Penal. Parte General, cit., p. 540.
215 Bncrc¡lupo, E.i Manual de Derecho Penal. Parte General, cit., p. 160.
216 Peñe Cneaen¡, R.; Estudrbs de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., g. 121.
217 Soren, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 75.
Tírulo l: Delnos coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD t2t
218 Peñ¡ C¡snrnn, R.; Esfudrbs de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cit., p. 121.
219 Soun, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., ps. 67-68.
220 Peñ¡ C¡nnen¡, R.; Esfudios de Derecho'Penal. Detitoí contra la vida..., cil.,p. 124.
122 DenecHo pENAL - PnntE Espect¡t-: Tovo I
221 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. ll, cit., p. 60.
222 Peñn Ceenen¡, E.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., ps. 124-125
223 Solen, S.; Derecho penal argent¡no, T. lll, cit., p. 8'1.
Tirulo I: D*tros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA SALUD 123
EL INFANTICIDIO
1. GENERALIDADES
224 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial,lll, cit., p. 124.
Tirulo I: Deltros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD t25
225 Peñ¡ C¡anenr, R.; Esfudrrcs de Derecho Panal. Delitos contra Ia vida..., cil., p. i47.
226 Busros Rnulnez, J.', Manual de Derecho Penal. parte Especial, cit., p. 39.
t26 DenrcHo pENAL - P¡,Rre espscr¡,1: Tovo I
2. MODALIDAD TIPICA
227 Peñn c¡eRena, R.; Esludlos de Derecho penal. Delitos contra la vida..., cil., p. 147,
Véase al respecto, So::n, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. g9; NuRez, R.;
Derecho Penal Argentino. parte Especiat,lll, cit., ps. 1ZO-|ZZ.
Tirulo I: Deuros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 127
231 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial,lll, cit., p. 125.
232 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. parte Especiat,lll, cit., ps. 133-134.
233 Sorrn, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 93.
234 Peñn C¡enen¡, R.; Estudios de Derecho Penal. Delitos contra Ia vida. . ., cit., p. 150
235 Soun, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 93.
Tirulo I: Dellros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA 5ALUD 129
3. PARTICIPACION
Los motivos que sostienen la atenuación de la pena, son estrictamente
personales, y siendo que autor sólo podrá serlo la madre, éstos no podrán
ser extensibles a los otros intervinientes, según lo dispuesto en el artículo 260
del C.P.. Elgaleno que coadyuva a la madre a que de muerte a su hijo recién
nacido, será cómplice de un asesinato o de un homicidio simple dependien-
do del caso, y si éste es el padre del niño, su conducta será penalizada como
una acción parricida. Se produce el quiebre del título de la imputación., y si
es la intervención calificada como coautoría de igual forma, la madre será
autora de parricidio, y el extraño autor de homicidio simple o asesinato, y si
es la abuela como autora deldelito de parricidio236. Resoluciones que si bien'
se adecuan a la lege lata, no por ello, son correctos desde una perspectiva
política criminal así como por consideraciones de Justicia Material.
De otra posición Soun, en el sentido de que el infanticidio es un tipoi
perfectamente definido y autónomo, y que la existencia del elemento sub-
jetivo requerida por la ley en uno de los partícipes primarios es suficientei,
para determinar la aplicabilidad de la figura privilegiadaz3T. Cabe precisar que
dicha resolución tiene que ver con el carácter autónomo de esta figura, en
el caso de la ley penal argentina, según nuestra ley penal es una figura sola
atenuada, no agrega aspectos suficientes para cobrar su autonomía, por lo
que se aplica el principio de especialidad.
Al constituir un tipo penal prívílegiado, que se basa en una especial
y/o particular estado fisiológico de la madre, no resulta posible una autoría
mediata (delito especial impropio), desde afuera. Quien obra desde atrás,
con dominio de la voluntad sobre la madre, y hace que ésta de forma ciega
"mate" a su infante, mediante un brebaje venenoso que suponía un medi-
camento, por mas que se encuentre influencíada por el estado puerperal,
dará lugar a un homicidio doloso (asesinato), por parte del autor mediato,
y al actuar la madre bajo un error, y es pleno, quedará exenta de pena. Al
revés, si la madre -influenciada por el estado puerperal-, es quien domina
la acción y con ello la voluntad del hombre de adelante, su'otro hijo, a quien
le ordena darle el biberón con leche (envenenada), quien desconoce de ello,
y así se produce la muerte, si cabe admitir la autoría mediata de la madre.
Debe dejarse de lado, criterios causales, cuya exacerbada formalidad, propi-
cían resolúciones, en nada ajustables a los cometidos de que debe cumplir
la autoría y participación en el ma¡:co de un Derecho penal preventivo. En el
caso del lnfanticidio, eltipo penal no hace alusión a la forma de como debe
matarse al sujeto pasivo, y la autoría mediata es una de ellas.
HOMICIDTO CULPOSO
Art. lll.- "Elque, por culpa, ocasiona la muerte d.e unn persona, será'
reprirnid.o con pena.fnipa.tiva. de libertad.no mayar de dos años o nn prestñ'-
ción de serpicíos cowunitnrios d.e cincuenta y d.os a ciento ct¿.atro jorna.das.
La pena prit ativa de Ia libertad. será no vnenzr d'e caatro años ni rnayzr
d.e ocho años e inhabilitación, según corcesond'a, confonna alArtículo 3ó
238 Así, Nuñez, R.', Derecho Penal Argentino. Parte Especial,lll, cit., p. 126.
239 Peñe Cnenen¡, R.; E_s{udios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p 151
,1. FUNDAMENTOSPOLíT|COCRIMINALES
242 Así, Mon¡lrs Pnars, al examinar la legislación penal española: Comentarios a la Parte
Especial del Derecho Penal, cil.. p. 65; GoNzÁr-es Rus, J.J., Del Homicidio y sus formas
(l), cit., p.55; CeneoNeLL Me¡eu, J.C./ GoNzÁLEz Cussec, J.L., Del Homicidio y sus for-
nas (l), cit., p. 59.
Tirulo I: Delrros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 133
243 RoxrN, C.; Política Criminal y Srsfema del Derecho penat, cil., p.70.
Tirulo I: Delnos coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 135
deberes, los cuales deben sujetarse a las normas que regulan dichos roles,
a fin de no poner en riesgo la intangibilidad de los intereses jurídicos, puestos
en tutela por el Derecho penal. Síendo así, la baSe deldelito culpoSo, no pue-
de ser otro que "normativo", las normas exigen determinados comportamien-
tos, cuya infracción (desobediencia), puede dar lugar a su configuración. Se
trata de la infracción del deber personalmente exigible a todo_ ciudadano que
pone en marcha una situación de riesgo para el bien jurídico y que debe
adoptar las medidas adecuadas para evitar que el riesgo se cristalice en el
resultadozaa
244 C¡RaoHeLL M¡reu, J.C,/ Go¡¡zÁ¡-ez Cussac, J.L.; Homicidio y sus formas (/), cit., p. 59.
t36 Denecno pENAL - PRRre especrnl: Tovo I
245 Asf, GoxzÁcs Rus, J.J.; Del Homicidio y sus formas lD, cit., p. 55.
Tírulo I: Deuros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD t37
3. MODALIDAD TíPICA
246 GolzÁres Rus, J.J.; Del Homicidio y sus formas (/), cit., p' 55.
247 Asf, Peñ¡ CnaRen¡ Fnrvne, A.R.; Derecño Penal. Parte General, cit., p. 690.
248 Busros R¡¡¡lnez, J.: Manual de Derecho Penal..., cit-, p. 233.
249 Ve¡-Asouez VelÁsquez, F.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 430.
138 Dengcuo pENAL - P¡,nre sspecrel: Tolr¡o I
Ver más al respecto, Pet¡¡ C¡sneRA FnEYnE, A.R- Derecho Panal. Parte Ganeral, cil',
ps. 540-547.
ver al respecto, Peñ¡ C¡sRen¡ FneYRe, A.R.; Exégess del nuew código Procasal Pa-
nal, cll., ps.582-589.
140 DeREcHo pENAL - Penre esprc¡¡.1: Tovo I
252 Así, Solen, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 103
Tirulo I: Dpuros coNTRA LA vlDA, EL cuERpo y LA sALUD l4l
varias las víctimas del mismo hecho. Circunstancia que se sustenta en los
especiales deberes funcionales que son infringidos por el autor. cuando a
una persona se le confiere ciertas atribuciones, determinados roles, se exige
a su vez, que dicha actuación se realice en observancia a las normas que la
regulan, en orden a impedir que se puedan ocasionar eventos perjudiciales
para los bienes jurídicos importantes. Juicio de valor que propone un mayor
reproche culpable, sumado a una desvaloración del injusto agravada. se
habla, entonces, de actuaciones negligentes, de imperícia profesional. por
cierto, dice solen, que estas situaciones contravencionales importan gene-
ralmente de parte del autor una actitud de indiferencia o menospreció con
relación a las prevísíones dictadas por razones genéricas de orden y pruden-
cia, y por eso quien las viola y produce un daño, se encuentra generalmente
en culpa253.
La realización de ciertas activídades, como la médica o la realizada en
la construcción civí|, requieren de una mayor sujeción a las reglas que las
gobiernan, es que la propia naturaleza de éstas importa un riesgo ya conna-
tural para la vida y la salud de las personas que pueden verse involucradas,
por lo que, debe procurarse contar con las medidas de precaución necesa-
rias, para neutralizar adecuadamente los peligros que puedan generarse, y
la úníca forma, es actuar con arreglo a Ley. El año 2A07 y el entrante 2008,
hemos sido testigos del derrumbe de construcciones, provocando la muer-
te de varíos obreros y heridas de gravedad en otros; edificaciones que no
contaban con las licencias administrativas respectivas, verificándose estar
desprovistas de las medidas de seguridad necesarias, lo cual importa un
desprecio para con la vida de las personas, que merece una reacción penal
de mayor drasticidad.
La presunción de competencia que da un título profesional, o el ejerci-
cio de una función o industria, obligan a las personas relacionadas con estas
actividades a una mayor previsión y diligencia25a.
Lo que no se explica porqué una negligencia médica, que ha causado
la muerte de una persona, vaya a merecer una menor pena, que la impericia
automovilística, no acaso en ambos se requiere de la mayor de las pruden-
cias en la realización de la actividad. Máxime, en el caso de los galenos, se
trata de personas, que por sus conocimientos especializados, la exigibilidad
es mayor, por tanto, el nivel de reproche individual. Situación normativa que
no se ajusta a los principios de proporcionalidad y de culpabilidad, pues pa-
rece que los efectos comunicativos de la norma, son los que preponderán,
su publicitación para con el colectivo.
4. AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN
HOMICIDIO A RUEGO
255 SrnereHwenrn , G.; Derecho Penal..., cit., p. 427i AsÍ, Mon¡les Pnars. F.; Comentarios a
la Parte Especial del Derecho Penal cit., p.65.
256 Cunv URzun, E; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 629.
257 Ver al respectoPÉnEz M¡¡.:¡xo, Menceoes, Autoría y participación lmprudente en el
Código Penal de 1995. Civitas, Madrid, 1999.
TÍrulo I: Deuros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 143
1. CUESTIONES PRELIMINARES
258 Zua¡Rr oe S¡u¡r¡s, F; Colaboración at suicidio y eutanasia. En: Delitos contra las peÍso:-.- -
nas, cit., p. 56. :
144 DenecHo pENAL - PRnre especr¡,1: ToH¿o I
Cfr., Moner-es Pn¡rs, F.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cit.,p.74.
Gnnctn AnAH, M; Eutanasia y disponibilidad de la propia vlda. En: Delitos contra la vida
e integridad ffsica. Consejo General del Poder Judícial, cit', ps. 15-16.
C¡neoNerl Mareu, JC.; Homicidio y sus formas (y lll):-..' cit., p. 95.
146 DeRecHo pENAL - P¡nte gspgcrel: Tovo I
264 MoR¡res Pnars, F.; comentarios a la Parle Especiat del Derecho penal, cit., p.72.
265 Esplx, E. y otros; Derecho Constitucional Vol. l, cit., p. .198.
266 Artículo 150 de la Constitución española.
267 Vnrue Muñrz, J.M.; Comenf arios a Ia Parte Especial del Derecho penat, cil., p.71.
Tirulo I: De¡-nos coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD t47
3. MODALIDAD TíPICA
De entrada habrá que señalar que nuestra legislación positiva recono-
ce el Homicidio consentido, bajo ruego delsujeto pasivo, lo que no se ajusta
plenamente a lo que técnicamente debernos entender por la "Eutanasia".
En términos generales, la eutanasia (muerte dulce) se caracteriza porque
el actor actúa por móviles de piedad, de solidaridad con quien en situación
terminal está sometido a intensos dolores, lo que le lleva a causarle la muer-
te para evitarle sufrimientos2Ts. Enfermedad crónica, de tal magnitud, que
puede haber provocado un estado de coma en el paciente, que le impide
Citado por Zuern¡ oe S¡urn¡s, F.; Colaboración al suicidio y eutanasia, cit., p. 72; Ver al
respecto, Gnncie AnAN, M.; Eutanasia y disponibilidad de la propia vida, cit., ps. 11-12.
En contra Zuernr oe S¡r-rx¡s, al señalar que permitir que el representante legal pueda
emitir por sf una petición eutanásica con efectos para el representante resulta muy pro-
blemático, pues contraríale presupuesto de que estamos partiendo den todo el estudio
de los derechos y valores afectados, cual es el derecho a la propia. vida, a vivirla con
dignidad, y en dos, cual es el derecho a la propia vida, a vivirla con dignidad, y en la me-
dida que está admitido, a decídír el momento de su conclusiín; Colaboración al suicidio
y eutanasia, cit., p.80.
GonzÁres Rus, J.J.; Formas de Homicidio (ll), cil., p.91.
Tirulo I: De¡,rros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 151
difícil que eltercero, previamente antes de dar muerte al paciente, solicite au-
torización al paciente; por lo general, sería el propio padre quien da muerte a
su hijo, para que finalíce el tormento que esta padeciendo. Donde la voluntad
del padre suplantaría a la del hijo, lo que puede generar ciertas dificultades,
que deben ser valoradas concienzudamente por el juzgado¡ pues puede que
el hecho deba ser reputado como un parricidio.
Puede presentarse errores sobre la edad cronológica de la víctima, que
pueda hacer suponer al autor, que se trata de un mayor de catorce años.
Tratándose de privados de discernimiento, igualforma, sería su repre-
sentante legal. Debe apuntarse al convalidar el principio de igualdad, todos
los ciudadanos sin excepción tienen el derecho de llevar una vida digna.
Puntos en discusión que deben ser adecuadamente analizados, pues el au-
tor, por su nivel cultural, no ha de saber que únícamente aquellas personas
con capacidad legal de consentimiento, pueden solicitar su muerte, a efectos
de la atenuación punitiva.
La modalidad típica puede abarcar tanto la forma de acción, como de
comisión por omisión. De acuerdo a la definición que se dio sobre la Euta-
nasia, queda claro, que la abstención de suministrar ciertas medicinas por
parte del enfermero, al enfermo que requiere de ellas, para seguir viviendo
o para superar la grave enfermedad, implica la no realización de una acción
orientada estabilizar un peligro de aptitud de lesión, por quien por ley estaba
obligado a hacerlo (Garante)28
287 Así, Go¡rzÁr-es Rus, J.J.; Formas de Homicidio (ll), cil., p.92.
Tirulo I: Delrros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 155
empujar hacia un orden social más justo, en este caso, dando fin de los inhu-
manos padecimientos que sufre la víctima, por ello nos preguntamos en este
caso sí verdaderamente estamos ante una vÍctima.
Las exigencias sociales orientan y condicionan al intensidad de la pie-
dad, de suerte que todas las personas que vivan en esta atmósfera tienen
que respirar y sentir la norma cultural colectiva2Es.
5. AUTORíA Y PARTICTPACIÓN
Autor sólo es aquel que tiene el dominio del acontecer típico, quien
tiene en sus manos la realización y/o frustración del emprendimiento delicti-
vo; por tanto, sólo será aquel que da muerte a la víctima, mediando el móvil
piadoso, el sujeto pasivo vendría a ser el instigador. Sí puede admitirse la
coautoría, en cuanto a una división del trabajo, que dos colaboren activa-
mente para poder matar a la víctima, en la etapa ejecutiva deldelito, siempre
y cuando en ambos concurra elelemento especialdeltipo subjetivo del injus-
to. Al presentarse la colaboración en la etapa preparatoria, si por ejemplo B
le consigue a A elveneno mortal, para que pueda eliminar a C, quien padece
de una enfermedad incurable, será calificado como un cómplice, cuando en
éltambién concurra el móvíl piadoso, sin necesidad de valorar la cláusula de
incomunicabilidad prevista en el artículo 260 del C.P.. No habría objeción al-
guna para ello, pues silo que reviste de atenuación es la intención delsujeto,
ello es lo que finalmente debe valorarse, de todos modos, él partícipe debe
saber que esta colaborando en la comisión de un Homicidio a petíción.
288 Peñ¡ Cesnen¡, R.; Estudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p. 205.
156 DeRgcHo pENAL - P¡,nre espEcrel: Tor'¿o I
sulclDlo
Art. 1I3.- "El que instiga a otro nl suicid'io o lo ayuda a cometcrlo, serrí
rcprimido, si el suicidin se ha consuntad.o o itúentad'0, cofl Pena pril)a.tipa
de libertad n0 rnenor de uno ni m'aym de atatro aíios.
La pena será no manor dc das ni ?n&!or d.e citzco aiíos, si cl ogentc actuí
por an mtivil egoí*a".
1. ASPECTOSGENERALES
Conceptuamos al homicidio a petición, como aquella acción homicida
que un tercero ejecuta sobre la vida de una persona que padece de una
grave enfermedad, a fin de que cesen los interminables dolores que atacan
la propia dignidad humana, propiciando una actitud solidaria por parte del
autor; entonces, es la muerte que un tercero propina sobre la víctima. Pero,
la muerte no siempre obedece a lá conducta deliberada de un individuo o,
bajo un móvilpiadoso.
Considero que el Homicidio a petición acontece cuando el sujeto no
esta en capacidad de organizar su propia muerte, cuando psíquica o fisioló-
gicamente no esta en posibilidad de auto-eliminarse; en cambio cuando ésta
decide por si misma, lograr dicho resultado, aparece el llamado "Suicidio".
La misma vida humana significa muchas veces enfrentar circunstan-
cias de la mas variada naturaleza, lamentablemente no siempre son grataó,
cómodas, felices, pues aparecen sucesos que por su naturaleza adversa
provocan una serie de reacciones negativas en el individuo. Las frustracio-
nes de no haber alcanzado un proyecto personal, el drama por la muerte de
un ser querido, el continuo e inevitable desempleo, la ofensa de ser ultrajado
de la formas más indigna, el resentimiento hacia el ser humano que nos dejo,
la baja autoestima, el menosprecio del colectivo; son todas estas situacíones
que en ciertas personas puede propinar un estado agudo de crisis emo-
cional, que a ciertas personas puede llevar al suicidio, como la forma más
fácil de huir de los problemas, pues en vez de enfrentarlos, se decide por la
muerte; aunque se dice que no puede mantenerse que el suicidio es sólo
una decisión adoptable en casos de grave depresión u otra alteración psí-
quica, pues la historia y la sicología nos muestran repetidamente casos de
muerte voluntaria decidida por personas plenamente capaces, que deciden
libremente haber concluido su ciclo vitalzss. Algunos deciden su muerte, por
cuestiones de honor, a través de una decisión debidamente razonada.
290 En contra GoNzALEs Rus, J.J.; Formas de Homicidío (ll), cil., p. 79; Vnr-r-e Muñrz, J.M.;
Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, ciL, p. 72; Gancln AnÁH, M.; Eufa-
nasia y disponibilidad de la propia vida, cil., p.20.
Ver al respecto, NuñEz, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, lll, cit., ps. 140-
141: Vid., G¡ncl¡AnA¡¡, M.; Eutanasia y disponibilidad de la prcpia vida, cit., p. 20.
292 Ag!, V¡ltF Myña J,M,¡ Comegtarios a,Ia Parte Especialdel Derecho Penal, cil., p.70.
293 Asf, Zuarnr oe Seuxns, F.i Colaboración al suicidio y eutanasia, cit., p. 62.
158 DenecHo pENAL - PaRre especl¡l: Torr¿o I
294 Así, Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial,lll, cit., p. 142.
295 Go¡¡zÁss Rus, J.J.; Formas de Homicidio (lt), cil., p. 79; para Vnr_le Muñrz, se debe
acudir a fuentes cercanas, a la ética o a la religión, para justificar la existencia de este
precepto; Comentarios a la Parte Especial del Derecho penat, cit., p.73.
Tirulo I: Delrros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA SALUD 159
296 G¡ncf¡ AaAH, M.', Eutanasia y disponibilidad de Ia propia vida, cil., p.22.
2g7 V¡rr-E Muñrz, J.M; Comentarios a ta Parte Especiat del Deiecho Penat, cil., p.77.
r60 DeRscHo pENAL - Pnnte Esprcl¡r-: Tot'¿o l
298 Mon¡rrs Pners, F.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cil., p.75.
299 C¡Rao¡{erL Mareu, J,C.; Honicidio y sus formas (y lll):...,cit., p. 99.
300 V¡ue Muñ¡2, J.M; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cil., p.76.
Tirulo I: Dellros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD l6t
30'l Asf , Peñn Casnene, R.; Esfudrbs de Derecho Penal. Delitos contra la vida. .., cil., p. 213,
302 Asf, CnneoNell Mareu, J.C.; Homicidio y sus formas (y lll), cil., p.99.
303 Asi, Ar-oHso oE Esc¡¡¡'ttt-t¡, A.i Del Homicidio y susformas, cit., p. 56.
304 ZusrR¡ oe S¡¡lN¡s, F.', Colaboración al suicidio y eutanasia, cit., p. 65.
t62 DeRecHo pENAL - PRRrg sspecl¡l: Touo I
305 AsÍ, GoHzALes Rus, J.J.; Formas de Homicidio (ll), cil., p,84.
306 En el caso del C.P-español de 1995, en su artÍculo 143o se hace alusión a la Coopera-
ción necesaria al suicidio; entendemos que ello importa una complicidad primaria, según
nuestra opinión, en el sentido de que la contribución del tercero, tiene que haber sido im-
prescindible para que el suicida haya podido lograr su muerte, no cualquier contribución.
Tlrulo I: Dsrnos coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD t63
307 Asl, Sorn, S.; Derecáo penal argentino, T. lll, cit., p. 109; NuÑez, R'; Derecho Penal
Argentino. Parte Especial T. lll, cit., p. 146.
308 Soun, S.; Derecho penal argontino, T. lll' cit.' p. 108.
309 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, cit.' p. 145.
310 En contra Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. lll, cit.' p. 146.
t64 Denecuo pENAL - P¡.nrE r.speclnl: Tor.¡o I
311 Citado por ZuerR¡ or Seu¡r¡s, F.i Colaboración al suicidio y eutanasia, cit., p. 65; Así,
GoNzÁLEs Rus, J.J.; Formasde Homicidio (ll), cil., p. 83; En contra CnneoNerr Mnteu,
J.C.; Homicidio y sus formas (y lll):.., cit., p. 102.
312 En contra Sor-en, S., Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 109.
313 Peñ¡ C¡anen¡, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p.213.
Cepirulo ll
LOS DELITOS DE ABORTO
314 GoHzAr-es Rus, J.J.; El aborto. Lesiones al feto, cit., p. 109; Busros R¡¡¡lnez, J.;
Asf,
Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps. 56-57.
166 Denrcno pENAL - Pnnrr espec¡¡l: Tovo I
La política crimínal del aborto debe ser amplia en este sentido, no pue-
de apostar a una visión restrictiva de las cosas, de apuntalar únicamente a
una criminalización a toda consecuencia, puede resultar nefasto, inhumano
en algunas oportunidades. En talvirtud, el Estado a partir de políticas socia-
les concretas, debe orientarse a tutelar el derecho del concebido, la integri-
dad de la madre y afianzar verdaderos programas de planificación familiar,
rnediante la impartición de métodos preventivos, los cuales no pueden ser
calificados como abortivos. Ahí, esta el meollo della cuestión, cuando la igle-
sia católica y los sectores conservadores de la sociedad salen a la palestra,
a denunciar cualquier intento de afianzar políticas de planificación familiar
(métodos anticonceptivos) so pretexto de cautelar filosofías enquistadas en
posiciones que no se condicen con las bases de un sistema democrático
pluraly tolerante, tal como se desprende de los díspositivos constitucionales
vigentes.
Como apunta Hunr¡oo Pozo, la iglesia se opone a su utilización y ad-
mite como único medio de control de nacimientos el que tiene en cuenta
los periodos de esterilidad de la mujer3rs. Tomándose en cuenta posíciones
enquistadas, en cuanto a los fines de la matrimonio, sólo llevadas a la pro-
creación, lo cualevídentemente dista de ser así, la pareja puede válidamente
decidir no tener h'rjos, decisión que sólo les incumbe a ellos, por lo que el
Estado no tiene porque intervenir, y para talfin, los métodos anticonceptivos
son una opcíón legítima para la pareja. Posturas neo-conservadoras, condu-
cen a una penalización del aborto. Lo cual resulta incompatible con las ba.ses
de un Derecho penal democrático, basado ei'r el método resolutivo de los
bienes jurídicos en conflícto. Ningún interés jurÍdico puede ser entendido de
forma unilateral y absoluto, sino según la escala de valores que se glosa en
la Ley Fundamental. De ahí, que se hayan recónocido cíertas exenciones de
pena, cuando se debe ponderar otros intereses jurídicos, propios del estado
de necesidad justificante. I
315 HuRt¡oo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial,2 (Aborto), cit., p. 5; Ver al
respecto, Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. lll, cit., ps. 159-160.
316 PEñ¡ C¡snen¡, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p.250.
Tfrulo I: Delnos coNTRA LA vtDA, EL crJERpo y LA sALUD t67
317 Prñ¡ Cnsnen¡, R.; Esfudrbs de Derecho Penal. Delitos contra Ia vida..., cit., p' 250.
318 Dt¡z Muñoz, O.i La protección Constitucional del deracho a la vida del Concebido. En:
Diálogo con la Jurisprudencia, diciembre del2Q07,Año 13, No 111, cit.' p.40.
168 DERecHo pENAL - PnRre sspecte¡-: Tovo I
Situación en realidad grave, que no provoca reacción decidida por parte del
Estado, no olvidemos que esos niños de las calles, de adultos serán los de-
lincuentes del mañana.
Cuestión muy distinta fueron las práctica de esterilización forzada que
se ejerciendo en la década de los noventa, en tanto estas personas no se
les informaba de las consecuencias de dicha decisión, prácticamente fueron
llevados ciegamente a dicha situación, lo cual da lugar a hechos constitutivos
de una conducta criminal.
Todos estos aspectos deben ser puestos de relieve en el marco del
análisís dogmático de los delitos de aborto, cautelando la legitimidad del De-
recho penal, así como los intereses jurídicos que se ponen en juego (del
nasciturus, de la mujer gestante y de la sociedad). El Derecho punitivo, en
estos casos, debe atemperar una respuesta que pueda conciliar dichos va-
lores fundamentales, amén de adecuar su intervención a los principios de un
orden democrático de derecho.
En resumídas cuentas, la política criminal en este ámbito de la cri-
mínalidad, si en verdad quiere ser preventivo, debe asumir una propuesta
despenalizadora, que sin optar por una posición muy "liberalizadora", sea
flexible en orden a evitar que la intervención del Derecho penal, se convierta
en un arma represor de los derechos fundamentales, so pena de superponer
criterios meta-jurídicos. Para ello se deben conciliar los intereses jurídicos en
juego, sin que un reconocimiento a ultranza de la voluntad de la mujer, lleve
a disminuir la tutela del bien jurídico en los delitos de aborto, es una cuestión
de mayor punición desde una franja conservadora, y de una mayor liberali-
zación desde la perspectiva liberal3le.
De una represión indiscriminada del aborto, sobrevienen las síguientes
consecuencias:
1. Se promueve la discriminación. Para las clases más favorecidas eco-
nómica y culturalmente no representa ningún problema procurarse
medios anticonceptivos; al poder controlar más fácilmente la natalidad
es menor el número de mujeres de esos sectores sociales que quedan
embarazadas en contra de su voluntad y que se ven obligadas a bus-
car en el aborto el úttimo remedio. Y si se quedan embarazadas y no
desean tener un hijo tampoco supone mayor problema para ellas des-
plazarse a un país europeo donde el aborto no constituye delito para
319 Así, Go¡¡zir-es Rus, J.J.; EI aborto. Leslones alfeto, cil., p. 104; AloHso or Escn¡atlr-a, A.;
Del Aborto, cit., p. 61.
Tirulo I: Deltros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 169
320 G¡¡een¡¡r ORoerc, E.i Por un aborto libre, ciL, p. 39- Esta discriminación se extiende
también, en los métodos anticonceptivos como el AOE, pues, mientras que las mu-
ieies pertenecientes a las clases más pudientes pueden acceder fácilmente al Anti-
conceptivo Oral de Emergencia, las multes pertenecientes a las clases más pobres
deben de esperar que el Gobierno decida distribuírla gratuitamente, dependiendo de
su autorización. Situación que no hace más que ensanchar las contradicciones de una
polftica sexual y reproductiva anacrÓnica e involucionada.
Así Peñ¡ C¡anen¡, R.; Estudrbs de Derecho Penal. Parte Especial,, cit., p. 239; Hunn-
oo Pozo, José', Manual de Derecho Penal. Parte Espcial. Ediciones Juris. Lima, 1995,
cit., p.28.
322 Se estima que las peruanas tienen su primer hiio a la edad promedio de 22 años y que
diez de cada cien adolescentes ya son madres.
170 DenecHo pENAL - P¡,Rre gspecr¡t : Tor'¿o I
323 Prñn C¡eneRe, R.; Esfudios de Derecho Penal. Parle Especial, cit., p. 240.
324 El crecimiento de los abortos clandestinos en los últirnos años no deja de ser alarman-
te, pues, en el año 1997 se estimaba extraoficialmente que se cometÍan anualmente
260 mil abortos, entonces, siete años más tarde se demuestra que la cantidad de
abortos clandestinos se ha duplicado.
325 Son datos estadlsticos elaborados por la ONG'Flora Tristán', asimismo se señala en
el lnforme periodístico que "Los principales hospitales desabastecidos son del Minis-
terio de Satud (MINSA), cuyos programas de planificación familiar no cuentan con los
insumos suficientes para atender a la población"; mas aún, estos establecimientos hos-
pitalarios no cuentan con el debido abastecimiento de anticonceptivos, que no hace
más que agravar la situación ya existente, en tal sentido se señala que "En el país 3.6
miltones de mujeres son sexualmente activas, de ellas un millón estarfan suficiente-
mente protegidas frente a un embarazo no deseado', según lo señala Susana Chávez
representante de la citada ONG.
TÍrulo I: Deuros coNTRA LA vIDA, EL cuERpo y LA SALUD I't 1
2. SISTEMAS DE DESPENALIZACIÓN
Dejando de lado el sistema tradicional que se incuba en la lglesia Ca-
tólica, el método natural, para impedir un embarazo,la legislación compara-
da al igual que el derecho positivo acogen dos sistemas: del plazo y de las
indicaciones
326 Asf, Ceneo¡¡er-r- Mnreu, J.C./ González, Cussac, J'L; Aborto, cit., p' 120; Ver al respec-
to, Fen¡¡ANoez oer Tonco, J.M.; lnterrupción voluntaría de embarazo y consentimiento
de la mujer, cil, p.22.
327 Busros R¡nlnez, J.', Manual de Derecho Penal. Parte Especíat, cit., p. 58.
328 GonzÁres Rus, J.J.; El aborto. Lesrbnes al feto, ciL' p. 106.
172 DenecHo pENAL - PentE EspEclel: To¡r¡o I
329 HuRr¡oo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Pade Especial, cit., p. 40.
330 Peñe CaaneRn, R.; Estudlos de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p. 253.
421 Go¡¡át-es Rus, J.J.; El aborto. Lesiones al feto, cil., p. 106.
332 Peña CeaRen¡, R.; Estudlos de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p.253.
333 C¡ReoNeLL Mnrru, J.C./ Go¡¡zÁlez Cuss¡c, J.L.: Aborto, cit., p. 120.
Tirulo I: Deuros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 173
337 CeRso^¡erL MerEu, J.C./ GoxzÁlez Cuss¡c, J.L.; Aborto, cit., p. 123
338 GoHzAus Rus, J.J.; El aborto. Lesiones al feto, cil., p. 108.
Tirulo I: Delros coNTRA LA vlDA, EL cuERPo Y LA sALUD t75
341 Este supuesto de aborto impune ha sido recogido en Checoslovaquia (1957), exigién-
dose por los menos tres hijos y una situación económica grave.
342 GrvseRN¡r Onoe¡c, E.; Por un aborto lóre, cit., p. 39.
TÍrulo I: Delnos coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA 5ALUD 177
Por lo expuesto queda mucho por hace¡ para poder hacer frente a
esta problemática, pero de ningún modo podemos concebir que el Derecho
penal constituye el mecanísmo más ídóneo para solucionarlo, como se díjo
de requieren de auténticas medidas de política social, tomando en conside-
ración todos los intereses jurídicos que se ponen en juego. En nuestro país,
señala Hunrnoo Pozo, debe plantearse de manera seria y franca la problemá-
tica del aborto teniendo en cuenta el aspecto demográfico, reconociendo el
fracaso patente de la política legislativa sobre todo represiva; y constatando
las consecuencias ngfastas de los abortos clandestinos come{¡dos, general-
mente, en caso de eforbarazos no deseados3a3.
343 Hunr¡oo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especaa{ cit., p. 48.
344 Vid., Ar-oruso oE Escenrr-rR, A; Del Aborto, cit., p. 63.
345 Asf, Veru Muñrz, J.M./ QulNreno Orvenes, G.; Comentarios a la parte Especiat det
Derecho Penal, cil., p. 94; Lescunen SANcHez, J.A.; Del Aborto. En: Comentarios al
Código Penal, Director: Gonzalo Rodrfguez Mourullo, cil., p.421.
346 Así, Hunrnoo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 57; GoHzAus
Rus, J.J.; El aborto. Lesiones al feto, cil., ps. 112-113.
178 DenecHo pENAL - P¡,nrr sspEcrnl: Tovo I
347 Peñ¡ Ceenenn, R.; Esludios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cit., p. 260; AsÍ,
GoNzAus Rus, J.J.; El aborto. Lesiones al feto, cil., ps. 111-112.
348 Nuñrz, R.; Derecho Penal Argentino. Parle Especial, T. lll, cit., p. 160.
349 Así, Busros Rarainez, J.i Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 55.
350 Asf, CnnaoNelu Mereu, J.C./ GoHzÁr_ez Cussac, J.L.; Aborto, cit., p. 114.
351 Peña Ceanen¡, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p. 263.
e,q) De forma amplia, Peñn C¡enene, R.; Esludlos de Derecho Penat. Delitos contra la
vida..., cil., ps. 263-265.
353 NuñEz, R.i Derecho Penat Argentino. parte Especiat, T. lll, cit., ps. 164-165.
354 Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., ps. 110-111.
TÍrulo I: Delnos coNrRA LA vIDA, EL cuERpo y LA sALUD t79
355 Busros RnulRez, J.i Manual de Derecho Penal. Parle Especial, cit., p. 59.
356 Sor-en, S.; Derccho penal argentino, T. lll, cit., p. 111; Así, Hunr¡oo Pozo, J.; Manual
de Deracho Penal. Parte Especial, cit., p. 57; Peñ¡ C¡anen¡, R.; Esfudios de Derecho
Penal. Delitos contra la vida..., cil., p. 263; Nunez, R.; Derecho Penal Argentino- Parte
Espacial,T. lll, cit., p. 163.
Gorzlues Rus, J.J.; El aborto. Lesiones al feto, cÍt., p. 116: Asf, V¡uu Muñz, J.M./
Qur¡¡reno Orvenes, G; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cit., p. 94;
L¡scuRntr SA¡¡c¡rez, J.A.; Del Aborto, cil., p.422.
3s8 Nuñez, R.; Dergcho Penll ArOellno, Parte Especiar, T' ll¡, cit., p. 161.
359 Asf, GoNáus Rus, J.J.i El aborto. Lesiones al feto, dl',9. 115.
180 DeRecHo pENAL - P¡,nre rspecltl: Tovo I
se eríge como valor fundamental. Cuestión distinta es que éste, por cues-
tiones orgánicas y/o fisiológicas, se encuentre en el vientre de su madre, no
por que ella es portadora del fruto de la concepción, se le puede estimar
sujeto pasivo360. De hecho, será ella la primera ofendida, cuando se produce
la conducta criminal, pero he de verse que a veces ella será la causante, tal
como se desprende delartículo 114o del C.P.. Nada ha de objetar lo.dicho, la
situación de imposibilidad de que el nasciturus no puede ejercer directamen-
te la acción penal, claro si esta muerto ello es materíalmente imposible.
Tampoco será el Estado ni la comunidad, el primero porque a éste no
le incumbe la vida pre-natal de forma directa, sólo esta obligado a proteger
dicho interés jurídico, al igual que el resto que se glosa en los primeros ar-
tículos del C.P. La sociedad, tampoco, porque la vida en formación recala
en un ámbíto personalista del individuo, no trasciende la individualidad, para
poder adquirir naturaleza coléctiva.
AUTOABORTO
Art. ll4.- "La *nler que ca.usa su aborto, o consiente qae 0tr0 le prncti-
que, serd reprirnid.a con pena privatipa de libcrtod no tna.lor de d.os añ.os
0 cofl [,restñ.ción d¿ sct'vicío comunítario de cincuentidós a ciento cua.tro
jornad.as".
1. CUESTIONES PRELIMINARES
360 De forma contraria, Busros RnuiREz, J.i Manual de Derecho Penal. Parte Especial,
cit., p. 57.
TÍrulo I: Deuros coNTRA LA vIDA, EL cLiERpo y LA SALUD 181
2. TIPO OBJETIVO
361 Prñn C¡eneR¡, R.; Esfudrbs de Derecho Penal- Delitas colla!a1ida...._cj!, p, 269
362 Asf, Hunr¡oo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Pañe Especial, cit., p. 62.
t82 DanpcHo pENAL - PnRre Especrnl: Tovo I
ingerir ciertas sustancias y/o comidas, por parte del facultativo, prohibición
que es ignorada por la gestante, de lo que acontece el aborto, determinado
por una conducta negligente en realidad, que esta exonerado de responsabi-
lidad, al no haberse previsto normativamente la modalidad culposa.
El segundo caso, es el llamado autoaborto pasivo363. Bajo esta hipóte-
sis la gestante no provoca directamente el aborto, mediante actos dirigidos
a talfin, simplemente permite que otra persona, realice sobre su cuerpo una
actividad encaminada a propiciar la muerte del feto; se supone que ambos
se han puesto de acuerdo, por lo que se debe verificar que la decisión de la
mujer, fue prestada en un ambiente de plena libertad y voluntariedad, y que
ha de advertirse en todo el proceso abortivo. Al igual que el primer supuesto,
el tipo penal no define de forma expresa cuales deben ser los medios que
utilice el agente, para lograr la realízación típica.
Tanto en su modalidad de autoproducción cuanto de otorgamiento del
consentimiento las conductas han de ser plenamente voluntarias y libres36a.
El consentimiento constituye un elemento del tipo cuyo sentido no es otro
que el de autorizar las maniobras que es preciso realizar sobre ella para
producir el aborto365.
. Se diría que en el segundo supuesto, la madre sería instigadora según
los alcances del artículo 1150 del C.P., pues es quien busca al tercero para
que la practique el aborto, merced al pago concertado previamente, pero ya
eltipo penal acoge dicha conducta que quedaría desplazada, no se le podría
penalizar por ambas conductas, so pena de vulnerar el prineipio del non bis
in idem. A opinión de Hurtado, si se excluyen estos dos casos del dominio de
aplicación del art. 114, se desnaturaliza totalmente su finalidad: reprimir de
forma atenuada a la mujer, debido a su peculiar situación materialy psíquica
que Ia conduce a comportarse de esa manera366.
Conforme a lo dicho, la represión altercero deviene en un injusto cuali-
ficado, tomado en cuenta las circunstancias y/o factores que llevan a la mujer
a deshacerse de su hijo, a díferencia de los móviles (lucrativos) que inspiran
al tercero a cometer el aborto. LnscuRRfru SA¡¡cnez, comentando el artículo
1450 del C.P. español, sostiene que la pena que se impone a la embarazada
es significativamente más leve que la del sujeto activo genérico, en atención
a la influencia que en la medida de su culpabilidad tiene el conflicto de inte-
reses que padece367.
363 Peñn C¡snene, R.; Esfudios de Derecho Penal, Delitos contra la vida..., cil., p. 269.
364 Canao¡¡err M¡reu, J.C./ GonzAles Cussec, J.L.; Aborto, cit., p. 119.
365 GoxzÁres Rus, J.J.; El aborto. Leslones al feto, cil., p. 121.
366 HuRteoo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parle Especial, cit., p. 62.
367 LescuRerN SÁNcxez, J.A.; Del Aborto, cit., p. 426.
TÍrulo I: DEllros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 183
3. AUTORíA Y PARTICIPAC¡ÓN
Hunr¡oo Pozo, J.; Manual de Derccho Penal. Parte Especial, cit., p. 62; Asf, en el caso
del C.P. español, GolzÁr.es Rus, J.J.; El aborto. Lesiones al fefo, cit., ps. 120-121.
369 Asf, Peña Ceanena, R.; Estudios de Derecho Penal. Delitos antra la vida..., cit., p. 63.
370 Asf, Busros R¡rr¡fncz, J.i Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p.67; GoNzALEs
Rus; J.J.; El aborto. Lesiones al feto, cit., p. 117.
184 DeRecHo pENAL - PnRre especlnl: Tovo I
371 Peñe C¡snenr, R.: Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p. 270; Ver
al respecto, Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., ps. 121-124.
372 Será reprimida con prisión de uno a cuatro años la mujer que causare su propio aborto
o consintiere en que otro se le causare. La tentativa de la mujer no es punible.
373 Hunr¡oo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 65.
374 Lo subrayado es mÍo.
375 Nuñez, R.; Derecha Penal Argentino. Parte Especial, T. lll, cit., p. 181.
TÍrulo I: Deuros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 185
ABORTO CONSENTIDO
1. TIPICIDAD OBJETIVA
' La descripción típica de este injusto debe ser entendido de común idea
con el articuiado antes analizado, en el sentido de que ya el artículo 114o del
C.P, hace alusión en su estructuración típica a la conducta del tercero que
cauba el aborto con asent¡miento de la gestante.
376 Per¡¡ C¡enenn, R.; Estudtbs de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., ps.271Q72.
186 Deneciro pENAL - PRRts especlnl-: Tovo I
nal, pues puede que en algunos casos produsca la muerte delfeto, pero que
sea concreción de otro factor causal, a pesar de que se haya ejecutado los
actos que debieran hacer llegar a ese mismo resultado. Es una cuestión de
imputación objetiva.
377 FenHAHoez oer ToRo Ar-o¡lso, J.M.; lnterrupción voluntaria de embarazo y consenti¡nien-
to de la mujer, cil., p.44.
378 Así, Souen, S.; Oerecho penal argentino, T. lll, cit., p. 117.
379 Vid., ampliamente Fen¡¡ÁNoez oel Tonco Aroxso, lnterrupción voluntaria de embarazo y
consentimienlo de la mujer, cil., ps. 34-41.
380 Hunreoo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 63.
381 Prñe C¡anEn¡, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., ci|.,p.273.
Tfrulo I: Delnos coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 187
2. AUTORíA Y PARTICIPACIóN
382 Asf , Peñe Ceanen¡, R.; Estudlbs de Derecho Penal. Defitos contn la vida'.., cil., p. 272.
383 FenxAr¡osz oeu Tonco A¡onso, J.M.i tntenupción wtuntaria ile embarazo y consenti'
miento de la muier, cit., P. 34.
Peñ¡ C¡anen¡, R.; Estudios de De¡echo Penal. Delítos contra la vida'.', cit., p. 272;
Asf, Fen¡AHoez oel ToRo ALoNso, J.M.; lntenupción wluntaria del embarazo y consenti-
miento de la mujer, cit., ps, 41-42; NuÑez, R.; Derecho Penal Aryentino. Parte Especial,
T. lll, cit., p. 169: Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 117'
Nundi, R.; Derecho Penal Argentino. Parla Especial, T. lll' cit'' p. 169'
188 Deneci:o pENAL - PaRre especr¡,1: Tovo I
rios); pero si dicha contribución se la facilitan a la madre, para que ella cause
su aborto, la complicidad se dará también, en cuanto al artículo 114o.
En el caso de la madre, ya se dijo, que será penalizada como autora
del delito contemplado en eltipo penal de auto-aborto, no obstante ser con-
siderada una instigadora de la figura delictiva in comento, pero por razones
de política criminalamerito una tipificación penal autonómica
En cuanto al padre, si es que su conducta se dirige a convencer a la
madre, será instigadordel artículo 1140, a menos que sea élquien realice el
aborto, por lo que será autor del artículo 1150, y si se limita a dar el dinero,
será considerado como un cómplice primario386.
386 Así, Peñ¡ c¡sReR¡, R.; Esivdios de Derecho penal. Delitos contra la vida. .., cil., p. 274.
Tirulo I: Delros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 189
387 Así, Hunr¡oo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Pade Especial, cit., ps. 73-74.
388 gn cohtra SorEn, haciendo referencia al artlculo 85o del C.P. argentino; Derecho penat
argentino, T. lll, cit, p. 119, segrin la terminología empleada:'si del hecho derivare la
muerte de la mujer", A favor NuñEz, R.; al señalar que en primer luga¡ no resulta irrazo-
nable pensar que la ley, al referirse al hecho, no ha restringido su alcance al caso del
delito consumado, sino que ha tomado en consideración preferentemente las manio-
bras abortivas que representan el factorcausal a que el concepto atiende. En segundo
lugar, el principio de la tentativa extiende la aplicabilidad del agravamiento del delito
básico del aborto consumado, también a su tentativa; Derecho Penal Argentino. Parte
Especial, T. lll, cit., p. 171.
Nuñez, R.: Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. lll, cit., p. 172.
i
190 Denecuo pENAL - PnRrr espectnl: Tor'¡o I
ABORTO NO CONSENTIDO
Art. l1ó.- "El que hace a.bmtar a una mujer in su conscntimiento, será
rcprimid.o con pma privatipa d¿ libe*ad. lLo ?nenzr d¿ tres ni ruayor d.e
cinco año*
Si sobreviene la muerte de la mujtr y el a'grtute Paeda prever este resuhad.o,
la pena serd no n cruIr d¿ cinco ni rnaym d¿ d'iez añ.0s",
1. CUESTIONES PRELIMINARES
2. TIPICIDAD OBJETIVA
390 LescuR¡rH SÁNcHEz, J.A.; Del Aborto, cit., p. 423; Así, V¡r-r-e Muñrz, J.M./ QurrureRo Olr-
vnnes, G.; Comentarios a la Parle Especial del Derecho Penal, cil., ps. 95-96.
Tirulo I: Dnrros coNTRA LA vlDA, EL cuERPo Y LA sALUD l9l
391 Asf, Peñ¡ Caanena, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contn la vida..., cit., p.
277.
Asf, Peñ¡ C¡enen¡, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., crt'-p.
277.
192 DenecHo pENAL - Penre esps.crnl: Tor"ro I
393 Cnnsonelu M¡reu, J.C./ GoNzALEz Cuss¡c, J.L.; Aborto, cit., p. 116.
394 LescuRern SÁHcNe¿, J.A.; Del aborto, cil., p.424.
Tirulo I: Dellros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 193
4. AUTORíA Y PARTICIPACIÓN
Autor será todo aquel que posea el dominio del hecho, que en sus
manos haya estado la perpetracíón y/o frustración del hecho punible. Podrá
darse una coautoría, en cuanto a la actividad concertada de dos agentes,
uno que se dedica a neutralizar los mecanismos de defensa de la gestante, y
por otro, el que se encarga de realizar la práctica abortiva, debiendo concu-
rrir en ambos, elelemento subjetivo exigido en eltipo penal.
Se puede admitir formas de participación, cuando un tercero, colabora
con aquel material que será empleado en la realización típica, siempre y
cuando, el cómplice conozca que la modalidad típica supone atentar con-
tra el consentimiento de la mujer, pues de no ser así, si éste cree de forma
equivocada, que se cuenta con el consentimiento de la embarazada, se le
deberá penalizar conforme el artículo 1150 del C.P.. La pareja de la embara-
zada, podría estar incurso en este tipo penal, como autor o como partícipe
(instigador o cómplice).
5. CTRCUNSTANCTA AGRAVANTE.(PRETERINTENCTONALTDAD)
395 Peñe Ceenenn, R.; Esludios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p.278.
396 Asi, Peñe CaaneRr, R.; Esludrbs de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p.278.
Tlrulo I: Delnos coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 195
con ello una esperanza de vida. Conducta típica que puede concretizarse
mediante una actividad propia de la madre (auto-aborto), o a partir de una
conducta que acomete un tercero, con aquiescencia de la madre (consen-
tido) o, en contra de su voluntad (no consentido). En las tres figuras delicti-
vas el disvalor del resultado es el mismo: la muerte del feto, pero si dicho
comportamiento va aparejado por un quiebre de la voluntad de la gestante,
determina una reacción penalmás intensa
Las circunstancias agravantes, no ha de contemplarse sólo en vista
de un mayor disvalor del injusto típico, sino también en cuanto a la calidad
del agente, que por haber ostentado un determinado cargo, profesión, oficio
y/o industria, amerita un reproche personal de mayor advertencia. Cuestión
que ha puesto de relieve el legislador, para construir la circunstancía agra-
vante en este articulado, tomando en cuenta el prevalimiento de la profesión
o cargo, para dar.muerte al nasciturus, en otras palabras para provocar el
aborto3eT.
Los médicos, obstetras, galenos, facultativos, esto es, todos los pro-
fesionales inmersos en el campo de la salud humana, tienen por máxima
la defensa férrea de la persona humana. La tutela de la vida en todas sus
manifestacíones, no sólo de los individu.os, pues se debe sumar al embrión,
al feto, seres que requieren de una atención especial y particular por parte
de los médicos, en vista de encontrarse en un estado de indefensión, de-
pendientes de la actuación de la madre. Es por ello, que genera una mayor
repulsa y/ ofensa social, que dichos profesionales en vez de dedícarse a
asistir correctamente a la gestante, presten sus servicios abortivos a cambio
de un precio.
El fundamento de esta agravante, reside en todo caso, en el abuso
que hace el autor de la ciencia o arte, en cuanto a servirse de sus especiales
conocimientos médicos para la realización de conductas que de forma esen-
cial, sori contrarias a las normas y principios que guían dicha actuación.
Conductas típicas que no pueden ser confundidas con aquellas que
se dirigen a salvaguardar la vida de la gestante, cuando continuar con el em-
399 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. lll, cit., ps. ',l74-175.
Tirulo I: Dnrros coNTRA LA vtD.r., EL cuERpo y LA sALUD t97
¿A qué apunta el Derecho penal, cuando reprime con una pena más
severa, al facultativo que aprovechando de su ciencia o arte, produce el
aborto en una mujer? En principio, a desplegar efectos de prevención ge-
neral negativa, incidiendo en el campo disuasorio que se supone toma lugar
con la amenaza de pena, de que los potenciales se abstengan de realizar
estas conductas delictivas, de anti-motivarlos a la comisión de esta conduc-
ta; lo que en la praxis tiene un reflejo en realidad mínimo. Lo cual se refuer-
za con la pena de inhabilitación que viene aparejada, conjuntamente con la
pena privativa de libertad, en virtud del cual el agente queda neutralizado
en seguir ejerciendo la profesión, de la cual se prevalió para cometer el in-
justo penal. Pero como bien expone Hunr¡¡o Pozo, también produce efectos
preventivo-especiales, pero inferimos desde una perspectiva negativa. Se
busca alejar al agente de una actividad que le brinda oportunídades para
delinquir, y al mismo tiempo. se intenta proteger mejor a las personas del pe-
ligro que representan los profesionales sin escrúpulosaoo. Se podría decir que
incide un factor criminológico, al despojar al autor, de aquellos instrumentos
que requiere para seguir cometiendo su designio criminal.
A lo antes dicho, no llegamos a comprender porque la sanción punitiva
del agente recibe, es del misrno calibre que aquella que se contrae de los
artículos 1150 y 116o del C.P.. En definitiva, los argumentos expuestos, justifi-
can una pena de mayor gravedad. El hecho de que se imponga la pena acce-
soría de inhabilitación, no asegura una mayor intimidación, pues la privación
de la libertad duele más que la sanciÓn de seguir ejerciendo la profesión.
4OO HuRr¡oo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal' Parte Especial, cit., p' 74.
r98 Denecuo pENAL - PeRrE especrel: Tovo I
401 Souen, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. '121; Asf, Nuñez, R.i Derecho Penal
Argentino. Parte Especial T. lll, cit., p. 174.
402 Cfr., Hunreoo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 75.
TÍru¡-o I: Deuros coNTRA LA viDA, EL cuERpo y LA sALUD t99
- ABORTO PRETERINTENCIONAL
Art. 118.- "El qae, con violencia, ocasiona un aborto, sht haber tenifu el
propósito d.e caasarh, sí¿ndo notorio o ctnstdnd'ole el ernbnrazo, wrd rcpri-
mido unpmaltrivaüva d¿ libertü no maytr de dos años, o canpreaaciór
fu scrvicia nmunitario d¿ cincuentiüs o ciento cuatro iornod.as".
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La vida del que esta por nacer, del nasciturus, es una esperanza con-
creta de vida, que requiere una intensa protección por parte del Derecho
penal, teniendo en cuenta la particular forma de cómo viene al mundo, al
403 Asf, Nuñez, R; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. lll, cit., p. 174.
404 Soun, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 121.
405 El artfculo 860 del C.P. argentino señalaba lo siguiente: "lncunírán en /as penas esfa-
blecidas pan el aborto causado por un extraño y sufrírán, además la inhabilitación por
doble tiempo que el de la condena, los médicos, ciruianos, padens o farmacéuticos
que abusarcn de su ciencia o arte para causar el aborto o cooperen a causarlo".
En contra HúCreóo Pozo, J.i Manual de Derecho Penal. Parte Especiat, cit., ps. 74-75.
700 Denecr¡o pENAL - Panr¿ esp¡cr¡l: Tovo I
2. VIOLENCIA
4A7 Hunr¡oo Pozo, J.: Manual de Derecho Penal- Parte Especrb/, cit., p. 68.
202 Denecso pENAL - PeRre Especrnl: Tor.¡o I
3. EMBARAZO NOTORIO
Los médicos (ginecólogos), son también los primeros en saber del em-
barazo de la mujer, mejor dicho de su paciente, de acuerdo a los primeros
exámenes que realiza sobre ella. Claro que será un poco difícil advertir di-
cho hecho, en caso concretos, de que el médico eierza violencia sobre una
mujer; v.gr, si el médico esta operando a la mujer embarazada, en cuanto a
una rinoplastia y le suministra una anestesía que termina por matar el feto,
será constitutivo de un aborto culposo (no punible) y no esta figura delictiva,
pues la iritervención quirúrgica no puede ser concebida como un acto de
violencia, y si sabia perfectamente que dícha sustancia era letal para elfeto,
estará incurso en un aborto no consentido agravado. Aún pueda darse los
presupuestos en este caso, no cabría reconducir a la agravante del artículo
117o, en tanto, este tipo penal exige dolo en la causación del aborto.
412 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino' Parte Especial, t. lll' cíi., p. 179.
413 Soren, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit.' p. 126'
204 Dpnacuo pENAL - PaRre especl¡,1: Tovo I
4. CONCURSO DE DELITOS
El tipo penal in comento, tiene como núcleo rector, el empleo de vio-
lencia, que debe causar la muerte del feto; empero, dicha fuerza (física y/o
psicológica), también puede propinar lesiones graves, hasta la muerte de la
gestante,
Un conflicto aparente de normas penales aparece cuando dos tipifi-
caciones penales, por compartir elementos comunes en el contenido del in-
justo, pueden resultar siendo aplicables ambas. Con tal motivo, se utilizan
ciertos criterios delimitadores, que permiten hacer desplazar una figura de-
lictiva, optando por la otra, por adecuarse con mayor precisión a los hechos
-materia de valoración-. De ahí se habla de los principios de consuncíón,
subsidiariedad y de especialidad.
En este caso, la violencia debe ser interpretada como el medío comisi-
vo, que da lugar a la producc¡ón Oe¡ resultado, mas no puede ser entendida
como aquella que ha de incidir también en la gestanteara. Dicho así: la apli-
cación deltipo penal del añículo 1180, no puede llevar en algunos casos, a
consumir por entero, aquellas otras afectaciones /esiyas, que deben ser re-
putadas como lesiones o, inclusive un homicidio de Ia embarazada, siempre
y cuando se cumplan con las exigencias normativas que se contemplan en
cada una de esfas descripciones frprbas.
Si las lesiones no llegan a causar mayor afectación a la mujer, no ajus-
tables al artículo 1220, se deberá penalizar sólo por el artículo 118o, dejando
de lado la posibilidad de ser reprimidas a título de falta contra las personas.
1. FUNDAMENTOSPOLíTICOCRIMINALES
Hemos sostenido con corrección, que en los delitos de aborto, el bien
jurídico tutelado es la vida del ser en formación, concretamente del feto, de
conformidad con los postulados ius-constitucionales. Pero, ha de verse que
el proceso de gestación, con ello la viabilidad de una vída, repercute de for-
ma significativa en la madre, que ha de llevar el embarazo. Máxime, cuando
se trata de un embarazo no deseado, con mayor énfasis cuando es producto
de una violación sexual.
La autorrealización personal, la intimidad, el honor de la mujer, han
de ser valoradas por la ley, a fin de que la respuesta jurídico-penal no pier-
414 Ver al respecto, Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especiat, cit., ps. 179-180;
Soren, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 1ZS.
TÍrulo I: Delrros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 205
EL ABORTO TERAPÉUTICO
415 C¡neo¡¡elu Mereu, J.C./ Go¡tzÁtez Cussac, J.L.; Aborto, cit., p. 120.
416 Asl, GonzAues Rus, J.J.; El aborto. Lesrbnes al feto, ciL, p. 123.
206 DenEcHo pENAL - P¡,Rre especr¡.1: Tor¿o I
417 Así, GoNzÁues Rus, J.J.; El aborto. Lesiones al feto, cil., ps. 124-125.
418 En contra Hurtado, al escribir que no se trata de una causa de justificación; pues nues-
tra ley no reconoce al consentimiento la eficacia de eliminar el carácter antijurídico de
una acción que daña el bien jurídico vida; Manuat de Derecho Penal. Parte Especiat,
cit., p. 98; como se desprende claramente de nuestros fundamentos jurÍdico-penales,
el aborto terapéutico, no es una causa de justificación que reposa en el consentimien-
to de la gestantes, pues en definitiva el nasciturus no es de su propiedad (titularidad),
y la vida no es un bien jurídico disponible; la eliminación del carácter antijurfdico de la
conducta, obedece a la ponderación de intereses jurídicos en conflicto, sin ligamen
alguno al consentimiento, su concurrencia sólo es necesaria a efectos evitar abortos
no deseados, como se apunta líneas más adelante, la embarazada puede decidir
libremente conlinuar con el proceso de gestación; Así, Busros R¡r,¡inez, J.,, Manual de
Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 65; Ver al respecto, SolEn, S.; Derecho penal
argenlino, T. lll, cit., ps. 127-128.
419 H¡nsc¡; Adecuación So-cial y teoría del lnjuslo, cit., p. 47.
420 Vid.; al respecto, CnRsor¡eLL Mareu, J.C./ GotzÁlez Cussec, J.L.; Aborto, cit., p. 125;
Go¡,¡zÁrez Cuss¡c, J.J.; E/ aborto. Leslones al feto, cil., p. 127.
Tirulo I: Delrros coN'rRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 207
421 Dtez Rrpór-us, J.L.; La categorla de la Antijuicidad en Dereóho Pena{ cit., p.438.
422 Dlez R¡pór-res, J.L.; La categorla de Ia Antijuricidad en Derechio Penal, ctl., p. 438.
423 Luzóu P¡ña, O.M.; lndicaciones y Causas de Justifrcación en el Aborto. En: Cuadernos
de Polftica Criminal, No 36, EDERSA, Madrid, 1998. cit., p. 630; Asf, Genezo Mtn, J.;
Curso de Derecho Penat Españo1 ll, cit., ps. 279-283; Busros R¡¡¡inEz,'J.; Manual de
Derecho Penal. Parte General, cil., p.217.
424 Asf, Sor-en, S; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 128.
248 DenEcHo pENAL - P¿nte Especltl: Tovo I
425 PEñn Cnsaene, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil,, p.258
426 GoNátES Rus, J.J.; El aborto. Lesiones al feto, cit., p. 128.
427 Así, Srn¡rc¡¡wrnrH, G.; Derecho Penal..., cit., ps. 250-251.
428 Así, GoNzAles Rus, J.J.; El aborto. Leslones al feto, cil., p. 125.
TÍrulo I: Delnos coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 209
Por otro lado, el médico que realice el aborto, debe ser uno calificado
profesionalmente, esto es, que cuente con el diploma correspondíente, a fin
de evitar colocar en mayor riesgo la vida de la embarazada. Eso sí, no es
necesario que sea un especialista (gínecólogo), basta con que maneje los
procedimientos médícos de acuerdo a las reglas de la /ex arf,sa3o.
Sería discutible, el tema, cuando como consecuencia de los propios
actos de la embarazada, su vida se pone en peligro, cuando interviene en
deportes de alto riesgo o el consumo de sustancias prohibidas. La lege lata
no dice nada al respecto, y no se pone dicha condición, no se podrá condi-
cionar el aborto a que el peligro de su vida y/o salud sea consecuencia de
factores ajenos a su ámbito personal de organización.
.Lo que si debe quedar claro, que la mujer tiene plena potestad, de
continuar con su embarazo, y asl poder dar a luz a su hijo; un sentimiento
de tal espiritualidad no puede ser resquebrajado so pena de proteger bienes
jurídicos preponderantes, entonces las normas no pueden ir en contra de un
derecho natural. En palabras de SouR, en caso de peligro para la vida de la
madre, la ley, para lo cualla vida de ésta es más valiosa, puesto que no la sa-
crifica forzosamente a la del hijo, respeta, sin embargo la decisión de aqué-
lla, respeta su derecho, heroico si se quiere, a la maternídad y el reconoce a
ella, sólo a ella, el derecho de optar entre su propia vida y la del hijoa3r.
Ante ausencia de algunos de los elementos que se exigen para la ad-
misión de la justificante, se debe aplicar la fórmula del artículo 21o del C.P.
En resumidas cuentas, la justificación axiológica, en cuanto a una pon-
deración de bienes jurídicos en conflicto, dando prioridad a la vida de la
madre, no admite cuestionamiento doctrinal alguno; en talvirtud, los terceros
que participan (enfermo, anestesista, etc.), en la acción justificante, se bene-
fician con la eximente proclamada, siguiendo la postura de una accesoriedad
limitada.
429 Hual¡oo Pozo, J.; Manual de Derccho Penal. Parte Especial, cit., p. 98,
430 Así, Hunrnoo Pozo; J,; Manual de Derecho Penal. Parte Especíal, cit., p. 95; Peñ¡ C¡-
anen¡, R.; Tntado de Derecho Penal. Parte Especial, T. l, cit., ps.218 y ss.
431 Soren, S.; Derectto penal argentino, T. lll, cit., p. 128.
210 DenrcHo pENAL - PnRre especrnl: Tovo I
ABORTO EUGENESICO
1. FUNDAMENTO DE LA ATENUACIÓN
La viabilidad de que una vida humana pueda realizarse conforme los
proyectos que cada individuo se traza al respecto, depende de que éste
cuente con la plenitud de sus capacidades físicas y psfquicas. Defectos de
organización estructurales del hombre, es decir, enfermedades que afec-
tan las facultades sensoriales, la psique ante la presencia de enfermedades
mentales, repercute en la integración de la persona en su vida en sociedad;
provocando su neutralización como ser social, con ello cunde la desesperan-
za de sus familiares, de no poder hacer algo para superar dicho estado, pero
no por ello, desvanecer los sentimientos más profundos de la naturaleza
humana.
Traer un hijo al mundo es una gran responsabilidad. Máxime, ante los
peligros que la sociedad moderna trae consigo, lo que ha de incidir en una
mayor cautela de que el niño cuente con los mecanismos suficientes para
hacer frente a dichos problemas. Lo que supone también, que éste goce de
plena salud física y mental, para que llegado el momento pueda alcanzar su
autorrealización personal, de conformidad con cierto nivel de vida. Lastimo-
samente, ya en una vida en formación, pueden aparecer ciertas enfermeda-
des congénitas que de hecho impedirán que dicho proyecto de vidá puedan
lograr las aspiraciones mencionadas.
I
Llega un momento de tomar decisiones para los padres, de elegir entre
una vida con sufrimientos o, de cortar dicha viabilidad de vida, mediante un
aborto, siempre y cuando se advierte con un rayana probabilidad en la segu-
ridad, de que el nuevo ser nacerá con graves taras físicas o psíquicas.
432 Busros R¡r¡lnez, J.i Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps. 66-67.
433 HuRr¡oo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parle Especial, cit., p. 80.
434 GonzÁues Rus, J.J.; EI aborto. Leslones al felo, cil., p. '130.
435 Censoleuu Mnreu, J.C./ GoHález Cussec, J.L.; Aborto, cit., p. 128.
212 DeRscHo pENAL - P¡Rre espec¡e¡-: Tovo I
imperfecta del ser humano, que ante la presencia de ciertos peligros con-
cretos, puede verse significativamente afectado en su capacidad de autode-
terminación conforme al sentido de las normas jurídico-penales. ¿Se puede
decir, entonces, que el libre desarrollo de la personalidad puede ser invocado
como una amenaza, cuando elfeto ha de nacer con taras físicas o psicológi-
cas? De ninguna forma, la personalidad de la madre, no puede ser conside-
rada como un bien jurídico, que puede propiciar un estado de inexigibilidad,
la repercusión psicológica, de traer al mundo un niño en esas condiciones,
no puede llevar a tal extremo, y de ser el caso, de haberse generado un co-
lapso mental, la solución será el aborto terapéutico. Lo contrario significaría
vaciar de contenido un bien jurídico tan importante como la vída humana, el
hecho de que haya de llevar consigo ciertos defectos orgánicos, no puede
decirse que se trata de un interés jurídico devaluado.
Para Hurtado, resulta más convincente considerar que el objetivo es,
sobre todo, proteger la libertad de la mujer que resultará gravemente hipo-
tecada por los esfuerzos y privaciones que implica criar y mantener un hijo
física o mentalmente anormal436. Con ello puede dar lugar una postura que
concluya en una ausencia de motivos, en cuanto a la manutención de la in-
criminación, como se dijo, no se produce un real estado de inexigibilidad, si
bien el aborto eugenésico forma parte del sistema de indicaciones, no por
ello, el legislador determinó su despenalización. En la Exposición de Motivos
del C.P. de 1991, se afirma en el acápite segundo (lnnovaciones propues-
tas en la Parte Especial), lo siguiente: "También dentro del mismo título, el
Código Penal prcvé como delitos el aborto sentimental (o ético) y eleugené-
sico. De esta manera se protege el derecho a la vida del ser en formación,
amparado constitucionalmente (art. 2 inc. 1), pues al que está por nacer se
le considera nacido para todo cuanto le favarece". Se deja de mencionar, el
libre desarrollo de la personalidad de la gestante. Con ello quiero sacar a re-
lucir, si es que es importante preservar esta figura delictiva, que en realidad,
sólo ejercer una función socio-pedagógica, pues en la práctica -hasta donde
sabemos-, no se persigue penalmente esta clase de conducta, cuenta con
una norma de sanción en suma benigna, que difícilmente podrá ser efectiva.
Forma parte deldenominado "Derecho penal simbólico", puede que en este
caso sea necesario su penalización, a fin de dirigir el mensaje: de que la vida
en formación, también es digna de tutela sea cual fuera su bío-descripción
fisiológica. De todos modos, su redacción normativa, debe ser corregida, a
fin de cautelar el principio de legalidad.
Un aspecto importante a saber, resulta de la atribución delictiva que ha
de recaer sobre los participantes del evento; pues el tipo penal no hace distin-
436 HuRr¡oo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 81.
Tírulo I: Delrros coNTRA LA vlDA, EL cuERpo y LA sALUD 2r3
437 Huar¡oo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parle Especial, cit.' p. 88.
438 Asf, Huernoo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit.' p. 86.
439 PEñ¡ C¡anEn¡, R.; Esludios de Derecho Penat. Delitos contra la vlda. '., cit., p' 256'
214 DeR¡cgo pENAL - PnRrE gspecr¡l: Tovo I
Dos puntos de relevancia son los siguientes: primero, que quien realiza
la práctica abortaba debe ser un médico calificado, basta con que posea un
certificado médico, no es necesario que sea un especialista, eso sí que se
realice en un centro médíco autorizado por el MINSA. Segundo, se requie-
re de por lo menos dos dictámenes médicos, debidamente certificados y
sustentados, en los cuales se haga alusión primero a la enfermedad que se
supone padece del nasciturus, se gravedad y cuestión importante, la certeza
del diagnóstico, por lo menos una alta probabilidad que el nasciturus haya de
nacer con taras físicas o psicológicas; para tales efectos se debe realizar la
ecografía correspondiente.
En cuanto al plazo en que puede proceder el aborto, se habla de las
primeras veintidós semanas de gestaciónaao.
440 Veral respecto, Busros R¡uiRez, J., Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cii.,
p 67.
Tirulo I: Dalnos coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 2t5
441 Hunr¡oo Pozo, J.; Manualde Deiecho peiái. párte Elpácial, cit., p. 82.
216 DenacHo pENAL - P¡nrE espe,ct¡t-: Ton¿o I
2. REQUISITOS
442 HuRr¡oo Pozo, J.; Manua! de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 81.
443 GoHzAues Rus, J.J.; El abcrto. Lesiones al feto, cil., p. 129.
444 Vid., Hunrnoo Pozo, J.i Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 82
445 Lo subrayado es mÍo.
446 Canao¡¡eLL M¡reu, J.C./ GcNzÁlez Cussnc, J.L; Aborto, cit., p- 127.
Tirulo I: Delrros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 217
vaginal de la mujer. Así, tampoco los tipos penales de seducción (art. 175"¡+et
y de usuario-cliente (art. 179o-A), pues en aquellos no se produce quebranta-
miento alguno de la libertad sexual, tienen una connotación meramente mo-
ralista, ajena a los principios de un Derecho penaldemocrático, contrarios a
la concepción liberal que sostiene el corpus punitivo.
No interesa la edad del sujeto pasivo, puede ser una mayor de edad,
o una menor, pues la violación sexual ha de entenderla en una concepción
amplia, tanto cuando se quebranta la libertad sexual, como cuando se lesio-
na la indemnidad sexual.
cuestión importante es que el embarazo sea en realidad fruto de la vio-
lación sexualaas, pues la mujer puede haber tenido de forma contemporánea,
relaciones sexuales consentidas con su pareja, por lo que la determinación
de la paternidad antes del nacimiento genera cierta problemática médíca,
pues una duda al respecto, no podría inclinar la balanza por el aborto.
447 Asl, Hunr¡oo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps, 90-91.
448 Así, GoHáres Rus, J.J.; El aborto. Lesiones al feto, cil., p. 129.
449 Hunrnoo Pozo, J.; Manual de Darecho Penal. Parte Especial, cit., p.91.
450 Ver, Ceneoreul Mereu, J.C./ GoNz¡{uez Cussnc, J.L.; Aborto, cit., p. 126.
218 Den¡cHo pENAL - P¿Rre ¡sprclnl: Tbvo I
por lo que la consorte puede también ser considerada sujeto pasivo de di-
chos injustos, siempre que se advierte que el acto sexual fue realizado me-
noscabando su libre autodeterminación. Máxime la posición de prevalimiento
que puede dar origen dicho estado (matrimonio), deberÍa incidir en una ma-
yor represióna51.
El débito conyugal es una institución que se desprende del Derecho
civil, por tanto su realización no puede, de ningún modo, suponer el abuso
de un derecho, coerción o violencia que atente contra la libre voluntad de los
contrayentes452.
451 Así, Peñ¡ C¡enen¡ FnevRe, A.R.; Dellos contra la Libertad e tntangibitidad Sexual.
Derecho Penal. Parte Especial, IDEMSA, Lima, 2007, cit., p. 49.
452 PEñe CeeneR¡ FRevRe, A.R.; Delifos contra la Libertad e lntangibilidad Sexua!, cit., p. 49.
453 Hunrnoo Pozo, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p.91.
Tirulo I: Dsuros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 219
Bastará, por tanto, a que los hechos que dan lugar a la conducta cri-
minal, hayan sido objeto de conocimiento por parte de la policía, o que se
hayan realizado ciertas diligencias de investigación, ordenadas por el Fiscal.
No puede condicionarse su aplicación, a una investigación que se haya ini-
ciado de plano formal.
De forma concluyente, la mujer, a pesar de llevar consigo un embara-
zo no deseado, fruto de un acto contra la libertad sexual, puede optar por
continuar con el mismo, cuando fluye de su ser, sentimientos positivos hacia
su hijo.
CapÍrulo lll
LOS DELITOS DE LESIONES
454 Ver al respecto, Aloxso oe Escnuuua, A.; De las /eslones, cit., p. 70.
Tirut o I: Dernos coNTRA LA VIDA, EL cuERpo y LA sALUD 223
corporaly/o psíquico, pero con esto aún no definimos con precisión el objeto
de protección punitiva; (,..) este triple objeto es reconducible a un único bien
jurídico: la salud personal, considerado como <el estado en el que una de-
terminada persona desarrolla normalmente sus funciones, entendiendo por
función el ejercicio de un órgano o aparato, estado que, por otra parte, posi-
bilita una concreta participación el sistema social>ass.
_en
Como expresa SorER, la figura genérica dei det¡to de lesión contiene
dos conceptos distintos pero equivalentes en el sentido de que cualquiera de
ellos es suficiente para constituir el delito: éste consiste o en un daño en el
cuerpo o en un daño en la saluda56.
La lesividad de la conducta o, mejor dicho su relevancia, para con
su adecuación en los enunciados normativos de estos tipos penales, debe
manifestar una afectación tal, que desencadena una neutralización y/o disi
minución de las cápacidades fisicas o mentales del sujeto, en cuanto a las
actividades que de forma normal, desarrolla día a día, es la funcionalidad
del organismos como un todo, para que la persona esté en condiciones dd
ejercer cabalmente las tareas que le son propias.
La integrídad corporal o física ha constituido el objeto de protecció¡
en el que siempre se ha coincidido por doctrina y jurisprudenciaasT, tomando
en cuenta las funciones que desarrollan cada uno de los órganos que lo
componen. Resultará vulnerada a través de toda pérdida, inutilización, me-
noscabo o desfiguración de cualquiera de los órganos, miembros o partes
delcuerpoass.
Agregando la integridad psíquica por otro sector de la doctrinaase, por
lo que se díce que Son lesiones que Se materializan en un estado patentable,
en cualesquiera de dichas dimensiones.
La Ley Fundamentalen elartículo 2.1, dispone que toda persona tiene:
dereeho a Ia vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y
a su libre desanolto y bienestar, concordante con el artículo 7 (in fine)460. Si
455 Benouco Góuez oe u TonRe, l.; Delilos contra la Salud Persona/: Las Leslbnes. En:
Temas de Derecho Penal, cit', P. 167'
456 Soun, S.; Derecho penal argentino, T. lll' cit., p. 131-
457 Dtez Rpóur-es, J.L.; Los delitos de Les,bnes. Tirant lo blanch, Valencia, 1997, cit., p. 18.
458 Dlez RrpouÉs, J.L.; Los delitos de Lesrbnes, cit.' p' 18-
459 Asf, Psñe CeeReu, R.; Esfudios de Derccho Penal. Delitos contra Ia vida..., cit., p'283.
460 "Todos tienen derecho a la protección de su salud, la del medio familiary de la comunidad
asl como el deber de contribuir a su promoción y defensa. La persona incapacitada para
velar por si misma a ceusa dq g¡q d_e,fcieqcia fisjga o mental tiene derecho al respeto a
su dignidad y aun régimen legal de protección, atendón, readaptación y seguridad".
224 Deneqro pENAL - Pnnte espectel: Tovo I
bien en los delitos de lesiones se recoge dicho contenido material del injusto,
el tema del bienestar habrá que tomarlo con pinzas en virtud de su relati-
vismo, carente de generalización. El artículo so del código civil, establece
que e/ derecho a la vida, a la integridad física, a la tibertad, al honor y demás
inherentes a la persona humana son irrenunciables y no pueden ser objeto
de cesión; quiere decir esto, que son intereses jurídicos, que al formar parte
de la condición ontológica del ser humano, no pueden ser objeto de comer-
cio, no serían disponibles, por lo que aún con consentimiento del titular, no
pueden ser afectados.
El artículo 114o del código sanitario, prevé que "las acciones de la sa-
lud se dirigen a lograr el completo estado de bienestar físico, mental y social
de las personas, tendientes a mantener el potencial humano como fuente
de protección, para mejorar el nivel de vida'. De ello se colige, que la salud
de los individuos, es un intérés digno de protección, donde ól Estado ha de
procurar mediante políticas públicap a garantizar un estado de bienestar, de
acuerdo a un estándar de optimización personal.
como ha verse el concepto de lesiones no lo podemos sujetar a un
menoscabo a la integridad física, primero porque ello deja de lado las le-
siones fisiológicas y las psíquicas, por otra a veces ese menoscabo, al con-
trario, puede redundar en un mejoramiento de la salud del individuoaol. Así,
si analizamos una lesión que por excelencía se podría entender que afecta
exclusivamente a la integridad corporal, como es el caso en que el sujeto hu-
biese'quedado deforme", tampoco podría sostenerse que lo úníco afectado
es dicha integridadao2.
La castración de un hombre, al margen de exteriorizar una grave afec-
tación a la integridad corporal, produce -que duda cabe-, una repercusión
negativa muy significativa en la psique del sujetoa63; por lo que habrá de
decirse, que algunas veces, el daño a la salud puede extenderse a varias de
las dimensiones que la componen, sino que ello implique una doble lesión.
Lo que daría lugar a la adopción del planteamiento monista, de que se trata
de un solo bien jurídico, compuesto por dos dimensiones.
A partir de Benouco, el planteamiento monista imperante en la doctrina
española atiende a la salud física o mental como bien jurídico protegido co-
mún a las diversas hipótesis delictivas y relega la integridad corporal a una
461 Vid., al respecto, Ap¡nrc¡o c¡RRrl, M.L.; Esfrucfura Úpica de los delitos y fattas de le-
slones. En: Delitos contra la vida e integridad fÍsica, cit, p. 78; c¡neo¡,¡eiL M¡rEu, J.c./
Gor'¡zÁlez Cuss¡c, J.L.; Lesiones, cit., ps. 132-133.
462 Busros R¡rr¡inez, J.i Manuat de Derecho Penal. Parte Especia!, cit., p. 69.
463 AsÍ, PEñn C¡eneRe, R.; Esludlos de Derecho Penal. Detitos contra Ia vida..., cit., p. 2gS.
Tirulo I: Delrros coNrRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 225
T¡u¡Rrr Suuelu, J.M.i Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cil., p.
103.
465 Asf, Busros R¡ulnez, J.l Manual de Derecho Penal. Parte Espeicial, cit., p. 70: Pe*¡
Cranenn, R.; Estudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p.285.
466 DfEz RrpoLLÉs, J.L.; Los detitos da Lesrbnes, cit., p. 21.
467 Así, GoNzÁr-es Rus, J.J.; Las /eslones, cit.' p' 140.
-
468 Benouco Góuez oe r-eTonne, l.; Delitoscontra Ia Salud PersonaL'..', cit-,-p. 168;
226 DEnecHo pENAL - Pnnre espectnl: Tovo I
469. Marru, J.C./ GonzÁues Rus, J.L.; Lesiones, cit., p. 133; Así, T¡¡'¡¡nlr Suueu¡,
CeRsoNeLr-
J.M.; Comenfarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cil., p. 104.
470 Ver al respecto, Diez Rrpólles, J.L.; Los delitos de Lesiones, cit., ps. 32-33.
471 Diez Rrpólles, J.L.; Los detitos de Lesr'ones, cit., p. 29; Veral respecto, Tnrr,renlr Suu¡-
r-r-n, J.M.: Comentarios a Ia Parte Especial del Derecho Penal, cil., ps. 103-104; Benou-
oo Gór¡ez oe u ToeRe, l.; Delitos contra la Salud Personal:..., cit., p. 168.
TÍrulo I: Deuros coNTRA LA vtDA, EL cu-ERpo y LA sALUD 221
3. EL SUJETO PASIVO
El sujeto paÉivo en el caso de los delitos de lesiones, será toda aquella
sobre la cual recaen los efectos perjudiciales de la conducta criminal, una
visible lesión a las esferas: corporal, fisiológica y/o mental. Deber ser una
persona psico-física considerada, desde su viabilidad de vida, que se da ini-
cio con el proceso del parto, pues antes de ello estamos ante una esperanza
de vida (feto), que a partir de la sanción de la Ley No 27716 del 08 de mayo
del 2002, la lesión que el nasciturus pueda sufrir ingresará al ámbito de pro-
tección del artículo 124o-A (Lesiones en el concebido); por lo que a partir de
la inclusión de dicho articulado al texto punitivo, la delimitación del radio de
acción de las tipificaciones penales, se realiza según el desarrollo que haya
alcanzado la vida humana, así como acontece en el caso de los delitos de
Homicidio y aborto.
Los vínculos de parentesco y otros, que puedan aparecer entre el su-
jeto pasivo y el sujeto activo, serán considerados como circunstancias agra-
vantes, asícomo la edad cronológica de la vícüma'
En consecuencia no lo son los seres humanos carentes de vida, ni
tampoco aquellos que sólo poseen vida dependienteaT2.
Debe de subyacer una relaciÓn de carácter normativa, entre la gene-
ración de,la fuerza que da lugar a las acción lesiva y su efectiva concreción,
criterios de imputación objetiva, que han de conegir, cualquier tipo de nexo
causal y/o concomitante, que pueda provocar la produpciÓn de un resultado
más grave. Este nexo se mantiene cuando el ofendido se hiere a si mismo
para neutralizar un golpe o desarmar al agresof3.
474 Dlez Rrpóules, J.L.; Los delitos de Lesiones, cit., p. 37; Ver la respecto, Aennrcro C¡nnt,
M.L.; Esfrucfura tipica de /os delilos y fallas de /eslones, cit., ps. 78-79.
475 Así, Gor.rzÁrEs Rus, J.J.; Las /esiones, cit., p. 152.
476 Díez Rrpór-les, J.L.: Los delitas de Lesiones, cit., p. 39, Así, Auo¡.rso oe Esc¡r'lrlu, A.; De
/as /esrbnes, cit., p. 70.
477 Así, Peñe C¡aRen¡, R.; Esludios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p. 284.
TÍrui-o I: Dellros coNTRA LA vfDA, EL cuERpo y LA SALUD 229
realizada bajo las reglas de la /ex añis,ha provocado una lesión en la esfera
fisiológica del paciente, y concurre el consentimiento, dicha actuación recae
bajo los alcances de una causa de justificación47s.
Situación distinta, aparece cuando las lesiones se producen en un ám,
bito normal de las relaciones sociales, cuando sin mediar razón -un sujeto
libre y responsable- solicita a otro que elcause una lesión. Las tipificaciones
de lesiones en el C.P. peruano, expresan lo siguiente "El que causa a atro
daño en el cuerpo o en la salud..."; si el resultado expresa un mínimo disvalor
en la integridad corporal, la conducta será simplemente atípica o constituti-
va de una falta contra la persona, pero cuando el caso es distinto, es decir,
cuando la conducta deltercero ha inferido un daño considerable en la salud
del titular del bíen, no se puede hablar de una causal de atipicidad, pues el
daño es evidente y fue causado con dolo, tampoco puede admitir una causa
de justificación, en el sentido'de que no ha sido producido en un ámbito de
especial relevancia, por lo que único que puede conducir es a una atenua-
ción, por el menor disvalor de la accióna8o.
479 En base a una consideración distinta, es Peñn CnaneR¡, al sostener que lo primero
sucede cuando la conducta es ejercicio de la dlsponibilidad tutelada por la norma; lo
segundo cuando el ejercicio de esa disponibilidad quiere que sólo se halle en manos
del propio suieto y de terceros en la estricta medida del consentirniento del sujeto,
revocable en cualquier momento, es decir, cuando se tolera un compromiso para el
futuro; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cit., p. 293.
480 Cenrzo Mn, J.; Curso de Derecho Penal Españo/, ll, cit., ps. 337-338; Así, Diez Rlpor-uÉs,
la sostener que la atenuación vigente en cualquier €so para las lesiones consentidas
constitutivas de delito deberá entenderse como configuradora de un tipo privilegiado, que
da cabida cuenta del menos desvalor de acción producido; Los dellos de Lesiones, cit., p.
'135, las transmisiones de enfermedades graves (mortales) como el SIDA, que se produ-
cen con consentimiento de los participantes, han de verse, que bien parte de una esfera
de libertad, propia de un individuo, sólo puede abonar a una atenuación de pena, nunca a
su exoneractón, tal como se sostuvo en el apartado correspondientd al Homicidio a ruego;
En la doctrina, mantienen la tesis de la disponibilidad de la salud; Gonár-es Rus, J.J.; Las
lesiones, cit., p. 141; Benouco Gónez oe u ToRRe, l.; Delitos contra la Salud Personal:...,
cit., ps. 200-202, Al respecto, C¡nao¡leu Mereu, J.C./ Goñz¡r-ez Cuss¡c, J.L.; Lesrbnes, cit.,
ps. '148-153; Ver, Diez Rteor-Gs, J.L.; La disponibilidad de la salud e lntegridad personales.
En: Los delitos contra la Vida e lntegridad física, cit., ps. 111-147; Resulta de relevancia,
lo sostenido por Benouco, al escribir que coartar la capacidad de disponer de este bien
jurídico hasta el punto de <obligar a ser sano> es reflejo de una concepción no democrá-
ticas de las relaciones Estado-ciudadano. lmplica que el bien jurÍdico salud personal sea
un bien jurídico estático, un bien jurídico que hay que tener, del que no se puede disponer,
El Consentim ienlo en las Lesiones. En: Temas de Derecho Penal, cit., p. 227 ; en consuno,
son acertadas dichas inferencias, pues un verdadero orden democrático de derecho debe
ser respetuoso de las decisiones que un individuo tome en el ámbito de su esfera de orga-
nización, pues sólo a él le incumbe, y no al Estado, de que forma desarrollarlo; pero dicho
reconocimiento por parte del Derecho penal, que tendría que culminar en una declaración
de atipicidad penal, generaría ciertas consecuencias en la realidad social, que a la larga
importarian un debilitamiento de dicho bien juridico, conocedores de cómo se realizan
las interactuaciones sociales en el Perú, donde la violencia familiar es el pan de cada día.
TÍrulo I: Deltros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA SALUD 231
Muchas mujeres son diariamente golpeadas por sus maridos y/o concubinos, obviamente
sin su consentimiento, pero los chantajes de índole económico que se puedan dar en
estos caso, terminarfan muchas veces incidiendo en que las víctimas argumenten que
fueron, agredidas bajo su asentimiento, lo que político criminalmente es indeseable. El
Derecho penal, con ello la norma debe conciliarse con la realidad criminológíca. Tal vez en
sociedades más avanzadas, donde el ser humano configura su espacío social con mayor
responsabilidad podría reconocerse la'disponibilidad" de la sálud personal, pero no en
nuestra sociedad. No olvidemos por otro lado, que las lesiones son delitos perseguibles
por acción penal pública.
481 Srn¡tenweRtx, g; Derecho Penal..., cit., p. 216.
482 Vid., de forma amplia, Peñ¡ C¡aRenn, R.; Estudlos de Derecho Penal. Delitos contra la
vida..., cil., ps. 305-310.
483 Asf, Pourrorr L. S. y otros; Lecciones de DereChó Penal Chileno, cit., ps. 240-241.
232 DenecHo pENAL - Pnnre espncl¡l: Tovo I
LESIONES GRAVES
Art. I2I.- '(El que ca.ttso a.0tr0 d.añ.ograve en el aurpo o en la salud., serd
reprirnid.o con penapriratipa d.e libertad nn rucnor de cua.trr ni maym de
ocho oñ.ls. Se coniderett lesiones graves:
1. CUESTIONES GENERALES
484 Así, Cnnaoruell Mnreu, J.C./ GoruzÁr-ez Cussec, J.L.; Lesrbnes, cit., p. 139
485 Soren, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit, p. 133.
486 Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 133.
487 Nuxez, R.; Derecho Penal Argentino. parte Especiat, T. lll, cit., p. 1g7.
488 Así, el artículo 199o del nuevo C.p.p.
Tirulo I: Dpltros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 235
489 Peñn C¡enenn, R.; Estudios de Derecho Penal- Delitos contra la'vida..., cit., p. 286.
490 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial' T. lll' cit', p. 187.
491 Así, Nuñez, R.; Derecho Penal Argantino. Parte Especial, T. lll' cit.' p. 188'
492 Solen, S.; Derecho penal argentino, T' lll, cit'' P' 135'
493 Sot-en, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit.' p. 135; Vid; al respecto, Benouco GÓ¡¡ez
236 DEnscHo pENAL - PRRre ¡speclel: Tovo I
2. MODALIDADES TíPICAS
498 Peñn CnaRea¡, R.; Esfudrbs de Derecho Penal. Delitos contra la vrUa..., cit., p. 311.
Tírulo [: Deltros coNTRA LA vfDA, EL cuERpo y LA sALUD 239
por tanto, que se tomen como referencias el carácter vulnerante de los me-
dios empleados, o la idoneidad genérica de la herida producida o la proximi-
dad del medio lesionante a una zona vitalaee; la infección de la enfermedad
mortal del Sida, siempre será un dato a Saber, que pone en peligro inminente
la vida de la víctima.
El peligro para la vida no existe por grave y peligrosa que sea la lesiÓn,
mientras no se hayan producido en la victima los fenómenos generales del
significado letal que la ciencia médica individualiza como tales y que son
propios de todo estado de inminente desenlace mu¡ta1500.
, El carácter grave de la enfermedad corno elemento de carácter norma-
tivo está sometido a la valoración sobré el riesgo que para la vida supone el
padecerla50l.
i.
\,
Existe una zona un poco gris, entre la delimitación normativa de una
tentativa de homicidio con unas lesiones consumadas. Ante ello, la posición
i'que apunta al factor subjetivo, ha de señalar que todo dependerá de la in-
tención (factor final), del autor al momento de haber generado la realización
del riesgo no permitido, que se concretizo en el resultado lesivo; por lo que
si su intención sólo fue de lesionarlo, estará incurso en el delitos de lesiones
graves, pero si su intención fue de matarlo, la forma de imperfecta ejecución
de Homicidio calificado será la resolución adecuada. Mas no olvidemos, que
el Homicidio, en cuanto a la esfera subjetiva del injusto, puede cometerse a
título de dolo directo y/o dolo eventual, en tal medida la esfera subjetiva, en
cuanto a su análisis jurídico-penal, no la podemos aislar de Su correspon-
diente esfera objetiva, por lo que el ámbito de representación cognitivoso2,
determinará la calificación delictiva; en definitiva, quien golpea duramente
en el cabeza a una persona con un objeto confundente, de forma directa
y alevosa, no podrá alegar de ningún modo, que su intención sólo era de
lesionarlo.
Como pone de relieve M¡pÉlu CeFFRReNA, frente a un resultado muerte
puede concurrir sólo dolo de lesionar, de la misma forma que frente a unas
iesiones leves puede haber intención de matar503. Máxime, habrá -que agre-
gar qu.e la prueba del dolo en el proceso penal, no es empresa fácil, incli-
499 peñ¡ c¡sRenn, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cit., p. 311.
500 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T' lll, cit''.p' 211'
501 Benouco Gór'¡ez oe u Tonne, l.; Delitos contra Ia Salud persona/:'. ., cit', p' 186'
502 Ver al respecto, BuNco Loz¡uo, C.i Tratado de Derecho Penal Españo/, T. ll' Vol' I' cit.,
p.96.
503 M¡peur C¡prnRe¡n, B.i Entre et Homicidio y las Lesiones. En: Delitos contra la vida e
integridad física, cit., P. 45.
240 DeRecHo pENAL - PnRrE gsprcr¡l: Tovo I
504 Benouco Góuez oe u TonRe, l.; Dellfos contra la Salud Personal:..., cit., p. 185.
505 Diez Rrpóues, J.L.: Los delitos de Lesiones, cit., p. 87.
506 Dlez Rreór-r-es, J.L.; Los del¡tos de Lesiones, cit., p. 87.
507 Para Solen, no constituye órgano, pues, la parte anatómicamente dotada de cierta au-
tonomía, en los casos de órganos bilaterales, pero en los demás casos, la autonomÍa
anatómica es criterio suficiente para afirmar que se trata de un órgano, porque no es
necesario que el órgano desempeñe por sÍ solo la totalidad de una función; Derecho
penal argentino, T. lll, cit., p. 144.
ApnRrc¡o C¡Rnrc, M.L.; Eslructura típica de los delitos y faltas de /esiones, cit., p. 95.
TÍrulo I: Deuros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 24t
509 Vid., Benouco Góuez oe u¡ Tonne, l.; Delitos contn la Salud Personal:. .., cit., p. 85.
510 En palabras de Dl¡z Rreóules, constituye sin duda un supuesto de esterilidad específi-
co cuya autonomfa se justifica porque, mas allá de la afección a la función procreado-
ra, incide muy directamente sobre otro aspecto del libre desanollo de la personalidad
cual es el ejercicio de la sexualidad; Los delitos de Lesiones, cit., ps. 100-101.
511 Asf, Peñ¡ CeenrRa, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vrUa. .., cit., p. 314;
Sgr-e¡,,S,¡ perecho penalargentino, T. lll, cit., p.142.
512 Dfez Rrpórl-es, J.L.; De /os defifos de Leslones, cit., p. 91.
242 DEnacHo pENAL - Pentg espgcr¡,t-: Tot"to I
513 Así, Soren, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 149.
514 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. lll, cit., ps.213-214
Tírulo I: Duros coNl-RA LA viDA, EL cuERpo y LA sALUD 243
en su esfera cL, roral hayan sído de tal magnitud, y recaído en una parte
vulnerable de su fisiología (cerebro), que a la postre hayan originado dicha
condición clínica, debe ser una consecuencia directa de las lesiones, mas no
de un estado clínico de la víctima, que se vio agravado a causa de la acción
criminal; también habrá que negar la imputación objetiva por el resultado
lesivo, cuando el estado mental incriminado, es consecuencia de la propia
indiligencia del sujeto pasivo, al hacer caso omiso a las prescripciones médi-
cas. Segundo, cuando el sujeto pasivo es sometido a crudos padecimientos
morales, a una tortura psíquica permanente, que de forma directa genera
un daño en la psique de la víctima; v.gr., Cuando un menor es expuesto -en
contra de su voluntad-, por su propio padre a presencíar, todos los días, el
maltrato físico al cual es sometido su madre, en este caso elpresupuesto de
tipicidad es un daño en la salud.
Conforme es de verse de la tipificación penal, lo que fundamenta el
mayor contenido del injusto típico, es el disvafor del resultado, mas no las for-
ma de comisión, en cuanto al empleo de medios que por si genera mayores
sufrimientos a la víctima; los que darían lugar a las "torturas", cuya específica
configuración delictiva ha merecido su inclusión típica en el Título XIV - De-
litos contra la Humanidad.
El tipo penal, menciona, mejor dicho exige que la <<anomalía psíquica>,
sea permanente, quiere decir esto que quedan descartados aquellas pertur-
baciones psicológicas temporales, que vayan a cesar después de un tiempo.
Cuestión importante a saber, entonces, es que se cuente con un diagnóstico
médico, que de forma rayana en la seguridad pueda fijar el pronóstico clínico;
de no ser así, la conducta sería penada según el marco penal determinado
en eltipo base. Como enseña SoER, debe, (...), tratarse de una enfermedad
cierta o probablemente incurable, es decir de un proceso del cual puede for-
mularse un pronóstico de incurabilidad que revista o totalcerteza o un grado
de probabilidad muy acusado, porque la enfermedad tiene que ser incurable
y lo dudoso es solamente el pronósticosls.
En la codificación penal argentina, se hacía alusión a una <enferme-
dad inct¡rable>. A lo cual, Nuñez escribe que la enfermedad persiste, y por
lo tanto, no está curada mientras subsista en alguna medida apreciable el
procesb patológico activo que la constituye, aunque su gravedad haya dis-
minuido. Pero la enfermedad se ha curado si, habiendo cesado la actividad
del proceso patológico, las que persisten son las secüelas debilitadoras de
la salud de la vfctimaslo.
517 Peñ¡ Caanen¡, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vrda..., cit., p. 316.
518 GonzÁles Rus, J.J.; Las /eslones, cit., p. 167.
519 Así, Diez Rrpól¡-es, J.L.; Los delitos de Lesrbnes, cit., p. 103.
520 URnuem Mon¡, A.; lmputabilidad Penal y Anomalía o Alteración Psíquica, cit., ps.
212-213.
521 FoNrÁ¡¡ B¡lesrn¡, esribe que se explica la calificación agravada de este resultado, por
ser el rostro la partes del organismo humano permanentemente ofrecida a la vista, a
través del cual se exteriorizan sentimientos y estados de ánimo; Derecho Penal. Parte
Especial. Actualizado por Gurr-lenuo A.C Leoesu¡, 2Q02, cit., p.97.
Vid., de forma amplia, Diez R¡pór-les, J.L.; Los delitos de Leslones, cit., ps. '109-1'10.
Tirulo I: Delrros coNTRA LA vlDA, EL cuERPo Y LA sALUD 245
529 Asi, T¡r'¡¡nrr Su¡¡rll¡, J.M.: Comentarios a ta Parte Especial de! Derecho Penal, cil., p.
123; Diez R¡pó¡-res, J.L.; Los dellos de Leslones, cit., p. j09.
Tirulo I: Dalrros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 247
El dolo del autor debe abarcar de forma cognitiva, los estados psico-
físicos, que se recogen en los dos primeros incisos, la aparición de factores
causales y/o concomitantes, que puedan provocar la producción de un re-
sultado más grave, pero no conocido por el agente, se desvinculan de forma
objetiva, pudiendo conducirse en la insólita tipificación penal prevista en el
artículo 123o del C.P., al ser de naturaleza fortuita.
4, FORMA PRETERINTENCIONAL
una pena más leve. No obstante con la modificación efectuada alartículo 48o
por la Ley No 28726, se podría llegar hasta los diez años de pena privativa
de libertad. Por consiguiente, la inclusión de las figuras preterintencionales,
tienen por f¡n descargar una punición más intensa, so pena de vulnerar el
principio de culpabilidad.
El lapso de tiempo que debe mediar entre las lesiones y la níuerte pro-
ducida puede presentar dificultades para admitir el correspondiente concurso
ideal; habrá dificultades cuando no exista, o sea mínimo elespacio temporal
entre ambos delitos, pues la lesión dolosa se podría presentar ya no como tal
sino como homicidio debido a la dificultad de separar la conducta lesionante
de la muerte simultánea que pueda producirs3o. En efecto, siel resultado que
aparece ya, es eldeceso de la víctima, admitir esta figura delictiva, será em-
presa harto complicada, al menos se cuente con indicios que puedan inferir
que el dolo del autor sólo comprendía las lesiones graves, y no la muerte del
sujeto pasivo, pero que de todos modos le era previsible. Para ello se deberá
valorar el medio empleado, las circunstancias concomitantes, la edad de la
víctima, por ejemplo si los golpes se propinaron a una persona de avanzada
edad, pudo darse cuenta, que los mismos podían causarle la muerte.
De forma contraria, cuando media un intervalo considerable de tiempo
entre la conducta lesionante y la muerte de la víctima, el nexo de imputación
objetiva debe permanecer sin alteración, sólo se quiebra el nexo de vincu-
lación, ante la presencia de otros factores, sean naturales, provenientes de
otras esferas de responsabilidad o ante la indiligencia de la propia víctlma.
No importa que eldeceso acaezca varios meses después de un largo coma
o, que se haya podido mantener en vida, gracias a ciertos medicamentos. El
aspecto procesal es un tema distinto, su ya éste culminó con una sentencia
condenatoria por lesiones graves, y si adquirió la calidad de cosa juz¡iada,
ya no hay forma de conmover la resolución jurisdiccíonal, pese a la mperte
sobrevenida de la víctima.
Si estamos hablando de que el resultado más grave es imputable a
título de culpa, supone ello, que la aplicación del delito preterintencional, está
supeditado a que se concretice la muerte del sujeto pasivo, los injustos im-
prudentes sólo son punibles en su faz consumativa.
El delito preterintencional, también es puesto de relieve en el caso
de las lesiones leves, tal como se desprende del último párrafo del artículo
1220 del C.P.; pero en este caso, hablamos de unas lesiones de una menor
magnitud, donde los daños al cuerpo y la salud no son tan delicados. Por
ello, nos preguntamos con corrección si es que factible, sostener que pueda
530 Peñ¡ Cnanen¡, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vlda..., cit., p. 319.
TÍrulo I: Deuros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 249
ser previsible para el autor, el resultado "muerte", que sobreviene como con-
secuencia de unas lesiones leves; es acá donde pueden revelarse muchos
factores causales y/o concomitantes que hayan ocasionado en realidad el
resultado más grave; de tal forma, que eljuzgador debe ser en suma cau-
teloso, al momento de pretender aplicar esta figura, a fin de no contravenir
los criterios de imputación objetiva, para no caer en el campo del versari i¡,
re ilícita. si A lesiona de forma leve a B, le provoca un sangrado, éste último
acude a un hospital cercano, y c el médico, no mediando justificación alguna
no lo atiende prontamente, luego de unos días, se produce la muerte de B,
no es factible imputar dicho resultado al primer autor.
como dice solen, la aititud dolosa no puede llevarse ficticiamente
más allá de lo que realmente fue, e imputarse un resultado ultra intencional
como intencional, sin vulnerar {os principios de la culpabilidad, que se basan
en la conciencia de la criminaliüad o en la dirección de las acciones hacia un
fin especialmente fijados3l. \.
Siguiendo al maestro Pefin CneneRA, no cabe más que señalar que los
delitos preterintencionales son en realidad una figura delictiva compleja o,
dígase mixta, de un injusto doloso de intención con un injusto imprudente
por el resultado532.
LESIONES LEVES
Art. IZZ.-c'El qae ca.usa. ñ. 0tr0 un d.año en el cuerpo o en la salud. qrre re-
quiern más de diez y menos de treinta díos d.e asistencia o d.escanso, según
prescripción facubativo, serd reprimid.o nn pena privativa d.e libertad no
I
mayor de dos oños czn sesentñ. a ciento cíncuenta días-ruúta.
Cuondo lapíctimomuere o censect+encia d.e la lesión y pad.opre-
eI agente
per este resuhadn, In peno serd n0 m.onzr d¿ tres ni ma.yor d¿ seis años'.
1. CONS¡DERACIONES GENERALES
534 Ver ampliamente Sor.En, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., ps. 139-141.
TÍrulo l: Delnos coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 2sl
2. TIPICIDAD OBJETIVA
por dicho delito, en virtud del principio de congruencia (act rsatorio), siempre
y cuando se formule denuncia por dicho injusto; (..) no ha de olvidarse que
también en estos casos el valor de la peritación está sujeto a la decisión del
tribunal y que una comprobación, lograda por cualquier otro medio, que con-
tradiga la conclusión del informe médico, puede serle opuesta538.
De todos modos, eljuzgador, si en el debate, observa que:la tipifica-
ción penal es distinta, deberá hacer uso de las facultades previstas en el
artículo 2B5o-A del C de PP.
3. TIPICIDAD SUBJET¡VA
Al igual que las lesiones graves, las lesiones leves sólo resultan incri-
minadas a título de dolo, de que al autor haya impulsado su acción (gene-
rador del riesgo no permitido), a la producción de unas lesiones leves, de
que haya sido consciente de que su conducta haya de inferir un daño en el
cuerpo o en la salud de la victima (dolo eventual).
Si en vez de producirse unas lesiones leves, se exterioriza un resul-
tado más grave, que el esperado o dígase querido por el autor, no se ha
incluido en este caso, las preterintencionalidad, sin embargo, se ha tipificado
la absurda delictuosidad "fortuita", que no tiene nada que ver con la previsi-
bilidad, pues si las lesiones más graves eran previsibles para el autor, tendrá
que resolverse el asunto, en base a un concurso ideal de delitos, entre una
tentativa de lesiones leves con unas lesiones culposas por el resultado.
Cuando el resultado más grave, es desconectado de la conducta del
autor, se quiebra la imputación objetiva; vgr., cuando se causa una herida
leve y a causa, de la indiligencia de la propia víctima de sanarse la herida
(auto-puesta en peligro), ésta se convierte en grave, de ninguna forma podrá
sostenerse la atribución de responsabilidad, sólo posible a título déltentativa
de lesiones leves.
Por lo demás la preterintencionalídad, cuando la vÍctima muere a con-
secuencia de las lesiones, siempre y cuando el agente pudo prevet el resul-
tado, nos remitimos al arlículo anterior.
538 Fo¡¡rAH Bnlesrnn, C.: De.'echo Penal. Parie Especial cit., p. 93.
TÍrulo I: Delnos coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 253
Art. L22-A.- La Ley N" 26788 d.el 1ó de mayo de l99z incor¡tora los
artículos: l2I0-A (larionesgraws amanores) y t22o-A (lesiones leies arne-
nores), al código Penat, d.escribiendo bd.sicarnente Ia siguiente cond.ucto:
|'En
los cosos ¡neústos en la primera parte d.el artícuro anteris4e, cuand.o
la víctíma soa rnenor d.e catorce años y el agente sea er pnd.re, mad.re, tutm,
gtmrd.adtr o responsable d.e aqué|, la ¡rna sná-priiatfua d.e liiliriad. no
menor d.ecinco ni ma,ym d.e seis años, suspensión de ta patria potestad. se-
gún el literal b) d.el artículo B3o del cód.igo de ros Niñw y los Ádnbscentes
e inhabilitacün f,. que se refiere el artículo 3óo inciso S.
Igual peno se aplicard cuand.o e! agente sea aín1ntge, conviüente, ascen-
d.iente, tlescend.iénte natural o adoptivo o perierrte colaterat de la wcüma.
cuando la víctima mutra. a. c(msecuencia d¿ la lcsión y el agente pudo
[,rwer-este resuhado, la. oena strá no tnsnor d¿ cuatro ni miym d.i ocho
añ.ostúao.
Entiéndase la referencia a los artfculos 121o y 1220 del c.p., que tipifican las conductas
delictivas de lesiones graves y lesiones leves respectivamente.
40 En lo que respecta a la figura preterintencional, vale todo lo dicho en el examen del
artÍculo 121o (lesiones graves seguidas de muerte).
254 DsnecHo pENAL - P¡ntE esp¡ct¡t-: Tovo I
lares, como la patria potestad, tutela y/o curatela, para perpetrar el injusto,
de hecho, que esta infringiendo mayores deberes jurídicos, que determina la
imposición de una sanción punitiva más severa.
Lo problemático en todo caso, es que se haga empleo de esta técnica
legislativa, de normar de forma especÍfica dicha situación de "superioridad"
o dígase de "ventaja", gu€ ostenta el autor frente a la víctima, cuando la fór-
mula correcta sería establecer dicha condición en el Parte General, para que
eljuzgador pueda aplicarla como circunstancia agravante, al momento de la
determinación judicial de la pena, y si se quiere asegurar dicha determinaciÓn
habría de decirse que en ciertos delitos, su valoración es imperativa para el
juez. En todo caso, el artículo 460 del C.P. (condiciones para la determina-
ción de la responsabilidad), ya incluye en el inciso tercero: La importancia de
los deberes infringidos; cuestión que se adecua alcaso in examine, pues que
duda cabe, que cuando se comete las lesiones, mediando las relaciones de
parentesco que se describen en la descripción típica, se vulneran deberes
concretos, que la ley ampara. En él C.P. español, en su artículo 23o, se ha
dispuesto una circunstancia mixta de parentesco, lo que permite al órgano
jurisdiccional a poder atenuar o agravar la responsabilidad según la natura-
leza, los motivos y los efectos del delito, ser el agraviado cónyuge o persona
a quien se halle ligado de forma estable por análoga relación de afectividad,
ascendiente, descendiente o hermano por naturaleza, por adopción o afini-
dad en los mismos grados delofensor.
Consideramos, por tanto, que la inclusión normativa de estas circuns-
tancias agravantes, han de sostenerse en base a una orientación policitadora
de la norma, de ejercer ciertos mensajes al colectivo, sobre todo, cuando se
ponen al tapete situaciones concretas de alarma social. Estado de la cues-
tión, que refleja un legislador poco atento a la sistemática que ha de seguir
eltexto punitivo.
De todas formas, parece que esta agravación encierra a su vez, un
contenido ético y/o moralista, de igual forma que en el caso del Parricidio,
que no se condice con los principios legitimadores de un Derecho penal
democrático. Por ello hemos de convenir, que la pena más severa sólo ha
de justificarse, cuando efectivamente se acredita el prevalimiento de las es-
peciales y particulares instituciones que vinculan el autor con su víctima, no
resultando suficiente que sólo se acredite el nexo legal previsto por la Ley.
2. CíRCULO DE AUTORES
541 La curatela puede ser integrada en dicho elemento normativo del tipo penal.
256 Denpcuo pENAL - P¡.nre espectnl: Tovo I
3. SANCIÓN ACCESORIA
Aparte de la pena privativa de libertad, eljuzgador deberá imponer al
sujeto infractor de la norma, la suspensión de la patria potestad, según el
literal b) delartículo 83o del Código de los Niños y los Adolescentes e inhabi-
litación a que se refiere el artículo 360 inc. 5) de la Parte General.
La inhabilitación es una pena que se orienta básicamente a fines pre-
ventivo generales, y por no menos decirlo, también criminológicos, de disua-
dir al colectivo de cometer estos delitos, mediando una mayor amenaza de
pena, y de neutralizar las especiales condiciones de las cuales se sirvió el
autor, para perpetrar el delito.
Entonces, la suspensión de la patria potestad, sigue la suerte en rea-
lidad del artículo 77" del CNA, que a la letra señala lo siguiente'."La patria
potestad se ext¡ngue o pierde: inc. d).-Por haber sido condenado por delito
doloso cometido en agravio de sus hijos o en periuicio de los rnlsmos". Cues-
tión importante a saber, es que dicha suspensión, no podrá imponerla eljuez
penal, pues esta institución eS una potestad que se confiere únicamente a
los órganos jurisdiccionales especializados, los jueces de Familia, tal corno
se desprende de las normas aplicables del CNA543, debiÓ haberse previsto
que eljuez penal deba remitir copias aljuez de familia, para lo que corres-
ponda.
1. OBJECTÓN
\_
bOArvlÁrCn
SeguirFios recalcando la necesídad de que los tipos penales se co-
rrespondan con los principios legitimadores del Derecho penal, que se en-
cuentran comprendido en el Título Preliminar del C.P.. Es la única forma,
creo, que puéde cautelarse que la reacción punítiva sea el ejercicio de una
respuesta estatal razonada y ponderada, imprescindible en el marco de un
orden jurídico coaccionador, de arbitrar la legitimidad de la sanción, y para
ello, se deber establecer la vinculación anímica (subjetivo) del autor con el
injusto típico que se le atribuye haber cometido.
Elprincipio de determinación que se contrae en la categoría dogmática
de la tipicidad, no sólo supone que el comportamiento prohibido se encuen-
tre detallado de forma clara y específica, sino también que dicha conducta
responda a los factores personales inherentes a la persona del autor. De la
motivación que generó el impulso de la acción que dio lugar al resultado le-
sivo o, en otro orden, la normatividad reglada que fue contravenida por parte
del autor, siempre y cuando ésta le sea exigible cumplir y contaba con capa-
cidad de hacerlo. Dolo y culpa, describen la especial atríbución personal del
agente, con el hecho que es objeto de valoración jurídico-penal.
Ef principio de culpabilidad, que se plasmó en el artículo Vll del Título
Preliminar del C.P., no fue una declaración normativa "simbólica', sino mas
bien el límite que habría de respetar el legislador, al momento de criminalizar
una determinada conducta, de común idea con lo previsto en los artículos 11o
y 12o de la Parte General.
Hemos cuestionado en varias líneas de esta monografía, la construc-
ción de las figuras preterintencionales, por su compleja estructura dual, que
debería ser reconducida al concurso ideal de delitos, pero bueno, sin jus-
258 DERecuo pENAL - P¡,Rte Especr¡r-: Tovo I
544 CuRv Unzua, E.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 303.
TÍrulo I: Dplrros coNTRA LA vtDA, EL cLERpo y LA sALUD 259
se puede decir, por otro lado, que eltipo penal habría de ínterpretarlo
de la siguiente forma. sí, evidentemente, el autor quíso causar unas lesio-
nes, las que fueron leves, o tal vez a nível de faltas, pero luego sobrevino
un resultado más grave, que no fue abarcado por la esfera cognitiva, y que
tampoco puedo prever, y ante ello ¿con qué nos quedamos?, con la apari_
ción de factores causales concomitantes y/o posteriores, que incidieron en la
producción de lesiones graves; v.gr., el agente arremete físicamente al sujeto
pasivo, ocasionándole una herida leve, pero luego la víctima no hace caso
a la receta del médico, y la herida se convíerte en grave. siendo así, se da
cuenta de una ruptura deljuicio de imputación, a partir de ámbitos ylo esfe-
ras de delimitación de responsabilidad (auto-puesta en peligro), por lo que el
autor simplemente tiene que ser penalizado por lesiones leves o faltas contra
la persona y el resultado más grave, éste queda ahí, pues a la víctima no se
le puede penalizar por actos que atentaron contra su propia salud.
La imputación objetiva del resultado no puede ser connotada típica-
mente, porque aun cuando la conducta desplegada por el agente pueda ser
considerada como una condición para el resultado, éste escapa a la capaci-
dad de control del auto¡ dado su carácter imprevisiblesas.
545 Peñe Ceenen¡, R.; Esfudios de Derecho páñai. Oeinos contra Ia vida..., cit., p.324.
260 D¡,nncuo pENAL - PRnre Especru: Tovo i
LESIONES CULPOSAS
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Una adecuada política criminal debe estar atenta a los datos que le
proporciona la ciencia criminológica, a fin de que el Derecho penal pueda
ajustar su intervención a las exigencias de la sociedad moderna. Una socie-
dad sumída en la angustia y el temor, producto de los nuevos peligros que
ha traído a colación el umbral del tercer milenio, de acuerdo a la configura-
546 Peñe C¡enen¡, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p. 325.
547 Modificación de la redacción típica, luego de la sanción de la Ley No 27533 del 09 de
junio del 2002.
Tirulo I: Delnos coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 261
tutela penal, a través deltipo culposo, la vida humana, sino también la salud
de las personas. Máxime, si las lesiones son consumidas ya en el tipo de
homicídio, por lo que sería ilógico dejar fuera de una mayor tutela al cuerpo
y salud de los individuos.
2. TIPO OBJETIVO
548 T¡ueRr Suu¡r-r-¡, J.M.i Comentaríos a la Pafte Especial del Derecho Penal cit., ps.
127-128.
264 DrREcHo pENAL - Pnnrg Esp¡cr¿,1: Tor',ro I
Dice la norma que: "La pena privativa de libertad será no menor de tres
años ni mayor de cinco años e inhabilitación, según corresponda, conforme
al artículo 361 rncisos 4, 6 y 7, cuando el agente haya estado conduciendo
un vehículo motorizado bajo el efecto de estupefacientes o en estado de
ebriedad, con presencia de alcohol en Ia sangre en proporción mayor de 0.5
549 Peñn Cesnena, R.; Estudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cit., p. 326.
550 Así, Nuñez, R., Derecho Penal Argent¡no. Parte Especial, T. lll, cit., p. 197.
Tirulo I: Delrros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA SALUD 265
gramos litro, o cuando sean varias las víctimas del mismo hecho o et delito
resultare de la inobservancia de reglas técnicas de tránsito".
La inclusión de este párrafo, se contiene de forma idéntica en el caso
delHomicidio culposo.
La primera modalidad describe un particular estado fisiológico, pro-
ducto de la ingesta de bebidas alcohólicas y/o el consumo de estupefacien-
tes (drogas en general), cuyos efectos en el organismo humano, provocan
una serie de estragos, debilitando las facultades psico-motrices, de forma
tal, que el individuo pierde en parte su capacídad de autodeterminarse con-
forme a sentido. En este caso, no estamos a un pretendido estado de inim-
putabilidad (alteración transitoria de la conciencia), pues ha de fijarse según
las consecuencias del actio Iibera in causa culposa.
para la vida y la salud de las personas que pueden verse involucradas, por
lo que, debe asegurarse contar con las medidas de precaución necésarias,
para neutralizar adecuadamente los peligros que puedan generarse, y la úni-
ca forma, es actuar con arreglo a Ley.
Lo que no se explica porqué una negligencia médica, que ha causado
la lesión fisiológica de una persona, vaya a merecer una menor pena, que
la impericia automovilística, no acaso en ambos se requiere de la mayor de
las prudencias en la realización de la actividad. Máxime, en el caso de los
galenos, se trata de personas, que por sus conocimientos especializados,
la exigibilidad es mayor, por tanto, el nivel de reproche individual. Situación
normativa que no se condice con los principios de proporcionalidad y de
culpabilidad.
Cuestión que debe agregarse, es que en estps circunstancias agra-
vantes, la acción penalserá promovido de oficio, y que en el caso del último
párrafo, eljuzgador podrá aplicar la sanción de inhabílitación de forma acce-
soria, según lo previsto en el artículo 40o del C.P., db acuerdo a lo contem-
plado en el inc. 7) del artículo 36o (in fine): "Suspensión o cancelación de la
autorización pan conducir cualquiertipo de vehículo".
LESIONES AL FETO
Art. I24-A.- (EI que causa daño en el cuerpo o en la snlad. del cmcebid.o,
será reprimído con pen6 frfuativa d.a libertad no ?nenor d¿ un nño ni
mtyor d.e lresD,
1. NECESIDAD DE LA INCRIMINACIóN
normativa mediante los injustos de aborto; pero es que, el feto puede verse
lesionado ante ciertas maniobras y/o conductas, que no necesariamente se
dirigen a la interrupción del proceso de gestación (manipulaciones genéticas).
O siendo así no adquieren concreción final según el plan criminal del autor,
nos referimos a una tentativa de aborto, que al margen de ser ya punible, po-
día ya provocar lesiones al feto, lo que caía en un vacío de impunidpd.
551 Go¡¡áres Rus, J.J.; EI aboño. Lesiones al feto, cit., p. 132; Ver al respecto, V¡r_lr Muñrz,
J.M.i Comentarios a Ia Parte Especial del Derecho Penal, cit., ps. 145-146; CnReoNa-l
Mereu, J.C./ GonzÁ¡-ez Cuss¡c, J.L.; Lesiones, cit., p. 157; Ar_oxso oe Escaurue, A.; De
/as /esrbnes al feto, cil., p.79.
TÍrulo I: Drlrros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA SALUD 269
2. TIPICIDAD OBJETIVA
552 V¡rr-e Muñz, J.M.i Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cit., p. 148.
553 Asf, AloNso o€ Escaurrre, A.; De /as /esiones al feto, cit., p. 159.
554 C¡nao¡¡eLL M¡reu, J.C./ GorzÁ¡-ez Cuss¡, J.L.; Lesrbnes, cit., p. 158.
270 Denecgo pENAL - PnRte rspecr¡¡-: Tovo I
Máxime, si aquélla puede ser sujeto activo de la acción y/o omisión dolosa
que da lugar a al realización típica.
El artículo 158o del C.P. español, reprime las lesiones al feto, a título
de <imprudencia grave>, sólo con respecto a terceros, se excluye del círculo
de autores a la embarazada. Modalidad de incriminación que no se ajusta
a los patrones de un Derecho penal mínimo, de acorde con el princípio de
subsidiariedadsss.
556 Asl, Go¡¡zÁus Rus, J.J.; El aborto. Lesiones a/ fefo, cit.' p. 135.
557 Asf, Cnnao¡¡eul M¡reu, J.C'l Gonár-ez Cuss¡c, J'L.: Lesiones, cit., p' 159'
558 En contra V¡uu Muñtz, J.M.i Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cil.,
ps. 149-150.
:
Capfrur-o lV
EXPOSICIÓN A PELIGRO O ABANDONO DE
PERSONAS EN PELIGRO
1. ESTUDIO PRELIMINAR
559 SrnueHsse, E.; Exposición y abandono de personas. En: Problemas capitales del dere-
cho penal moderno, cit., p. 82.
560 .Asf, Peñ¡ Ceenene, R.; Esfudlos de Derecho Penal. Delitos contra Ia vida..., cit., p. 328.
561 Lnr,¡nnc¡ PÉnez, C.; Omisión del deber de socorro, cit., p. 159.
562 Asf, Soren, S.; Derecho penal aryentino, T. lll, cít, p.205,
274 DeRecso pENAL - Panre espgcr¡,t-: Tovo I
estabilizar focos de riesgo, de evitar que las personas que estén a su cuidado,
se puede estar incursas en situaciones de peligro; son deberes de salvaguar-
da, cuya omisión es lo que recoge la norma jurídico-penal para criminalizar
los comportamientos que se ponen de relieve en esta capitulación.
El Derecho penal no puede esperar que se produzca la muerte o la
lesión grave de una persona, ha de adelantarse, focalizando situaciones que
revelan un pronóstico certero de peligro, tipificando comportamientos que
crean dichas circunstancias o que no hacen nada (omisión), para evitarlas.
Por otro lado, la propia sociedad genera sus propias vinculaciones y
lazos entre los individuos, nos'referimos a la solidaridad, lo que supone ac-
ciones de salvamento cuando un congénere lo requiere urgentemente, es
una cuestión que se funda en motivos de humanidad. Pero, el deber de ciu-
dadano termina, cuando la realización de la conducta salvadora, importa un
riesgo para la vida del mismo, a menos que esta sea un <<garante>.
En resumidas cuentas, podemos decir, que las tipificaciones penales
que se incluyen esta capitulación, tienen que ver esencialmente con fa infrac-
ción de los deberes que ciertos ciudadanos asumen en ciertas circunstancias,
a fin de impedir que las personas que están bajo su tutela, puedan resultar
afectadas ante situaciones de peligro concreto para su vida o su salud.
563 Ponnu¡-¡ CoHrRenes, G.; De la omisión del deber de socorro, cit., p. 359.
564 Ponnu-¡ Corrnenes, G.i De Ia omisión del deber de socorro, cit., p. 360; Asl, G¡nch
Aleeno, al señalar que la infracción del deber de solidaridad, constituye propiamente,
la aratio> del precepto, que no el bien jurldico directamente tutélado por la norma, y
sirven para conc¡etar los presupuestos de dicho deber sujetando la solidaridad penal-
mente exigida a aquella que resulle, en el caso concreto, necesaria y posible para la
salvaguardia de los mismos, lo que neutraliza el pelQro de un concepto evanescente
y puramente testimonial de solidaridad no merecedora de protección penal', Comenta-
rios a la Parte Especial del Derecho Penal, cil., p. 383.
C¡neoNeu- M¡ra.r, J.C.lGo¡¡¿Auez Cussnc, J.L.; Omisrón del deberde socono,cit., p.304.
276 DenecHo pENAL - PeRre especrnl: Tovo I
les de las garantías materiales que han de observarse para criminalizar los
comportamientos humanos, y ampliamos de forma inconmensurable el ám-
bito de protección de la norma, a márgenes insostenibles. Los tipos penales
despliegan un mensaje informativo a los ciudadanos -como destinatarios-,
mediando una amenaza de pena, en base a su naturaleza prescriptiva (im-
perativa), no porque pretenda reforzar los lazos sociales, en cua¡to a una
finalidad ético-social, sino como una forma de advertencia, para cáutelar los
bienes jurídicos preponderantes, confrario sensu estaríamos atribuyendo a
las normas jurídico-penales fines contrarios a su propia justificación axio-
lógica. El fin inmediato de la conminación penal, la imposición y ejecución
de la pena, es decir, de la norma penal, es, por tanto, la estabilización o la
mera imposición de las normas que existen para la protección de los bienes
jurídícos, los mandatos y prohibiciones como pauta vinculante delcomporta-
miento human0566.
Deberes meta-jurídicos, que en definitiva no se condicen con una
orientación política criminal, sujeta a'los principios limitadores del ius punien-
di estatal.
La segunda postura señala que el bien jurídico tutelado es la vida e
integridad en peligro. Y ésta no es otra cosa que, las personas, en deter-
minadas circunstancias, se encuentran en una situación de peligro, para su
vida o integridadsoT. En efecto, no se puede dudar que la vida y la salud de
las personas, sean tomadas en cuenta para íncidir en la tipificación penal,
mediante la técnica de los delitos de pelígro, pero de forma mediata, no se
dirige directamente a cautelar dichos bienes, pues dicha tarea la asumen las
figuras delictivas de homicidio y lesiones.
PoRnu-n CoHrRenns, objeta esta posición:pesde una perspectiva dual.
En primer lugar, porque lo que exige eltipo penal no es la protección de la
vida o la integridad sino que se atienda a la pérsona en peligro, por lo que
puede ocurrir perfectamente que la ayuda prestada sea inútil, no consiguien-
do la protección de los citados valores pese que a se asistió como impone la
norma. En segundo lugar, desde la naturaleza puramente omisiva del delito,
está obligado por la norma cualquiera que se encuentre a una persona en
peligro. No se puede hablar, pues, de una función de garante delobligado en
relación al bien jurídico, ya que su deber no es el impedir el resultado lesivo
de la vida o integridad de la víctima, sino sólo, genéricamente, el de actuar
prestando cualquier asistencia o advirtiendo a alguien del peligros6E.
566 Ruoorexr, H.J.; E/ fin del Derecho penal del Estado..., cit., ps. 82-83.
567 C¡neoHeLL M¡reu, J.C./ GonzÁlez Cussec, J.L.; Omisión del deber de socorro, cit., p.
305; Vid., Lnuencn PÉnez, C.; Omisión del deber de socorro, cit., p. 159.
Pont¡Llo CoruraeR¡s, G., De la omisión del deber de socorro, cit., p. 360.
TÍrulo I: Delrros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 277
EXPOSICIÓN Y ABANDONO DE
PERSONAS EN PELIGRO
1. FUNDAMENTOS DE INCRIMINACIÓN
569 G¡ncln Auaeno, R.i Comentartos a la Parte Especial del Derecho Penal, cil., p. 383.
570 Así, Peña C¡eRene, R.; Esludios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p.328;
Ver al respecto, Busros R¡¡¡lnez, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps.
86-88.
278 D¡necgo pENAL - Pnnrs sspecl¡l: Tovo I
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Peñ¡ C¡enenn, R.; Esfudrbs de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cit., p.32g
Tirulo I: Delnos coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 279
572 Peñ¡ C¡eRenn, R.; Esfudios de Derecho Penal. Delítos contra Ia vida..., cil., p. 329.
573 Griterio seguído por FoxrAH Bnlesrne, C.; Derecho Penat. Parte Especial, cit., p. 130.
574 Ver, Cnneouruu Mnreu, J.C./ Go¡¡¿Auz Cuss¡c, J.L.; Delitos contn las relaciones fami-
/iares, cit., p. 379.
280 Denecso pENAL - PRnre especlnl: Tovo I
575 Así, el C.P argentino, cuando en una de las modalidades típicas descrita en el artÍculo
1060 (abandono o desamparo de personas), señala: ?bandonar a su suerte a una
persona incapaz de valerse y a la que el autor deba mantener o.cuidar,.
576 Asf, Rov FRevne, L.E.i Derecho pena!. parte Especial, T-c, cit., ps. 399-400; peñn
CaeneR^, R.; Esfudios de Derecho penal. Detitos contra la vrda..., cit., p. 331.
TÍrulo I: Deuros coNTRA LA vfDA, EL cuERpo y LA sALUD 281
580 FoHrAx Beresrae,C.; Derecho Penal. Pade Especial, cit., p. 129; Así, Nuñez, R.; Dere-
cho Penal Argentino. Parte Especial, T. lll, cit., p. 300.
581 Por-¡txo N¡v¡nRere, M.; Deiifos contra las relaciones familiares (/f, cit., p. 531.
s82 SrRuensse, E.; Exposición y abandono de personas, cit., p. 84.
Tírulo I: Delrros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 283
La madre ;:e esta con su menor hijo en la playa, se distrae con sus
amigas, poniéndose a jugar cartas, mientras que el infante se queda solo
a la orilla del mar, configurándose por un instante la situación de inminente
peligro.
Como se señaló el abandono del menor o del sujeto incapaz, que im-
plica la puesta en peligro de su vida de su integridad corporal, comporta a
su vez el inicio de la ejecucíón típica de los delitos de homicidio y lesiones
dolosas, mediante la variante de comisión por omisión, de igualforma como
se debe cáraCteiizar la variante típica del <<abandono>.
OMISIÓN DE SOCORRO
Art. L26.-(EI quc omite prestar s0c0rr0 A. tuna. ptrsnnn qae ba heridn o
incapacitadn, poní.zndo en peligro su vid.a o su salud., serd reprimido nn
pena privativn d¿ libsrtod. n0 tna.ylr de tres añ.osD.
1. JUSTIFICACIÓNPOLíT¡COCRIMINAL
Las normas jurídico-penales prescríben ciertos modelos de conducta,
estados valiosos que inciden en el respeto por los bienes jurídicos esencia-
les, y que para ello, configuran normativamente ciertas pósiciones sociales
que han de cumplirse mediante ciertas actuaciones que pueden manifestar-
se en una acción o en una omisión.
El mensaje normativo pretende calar en la psique delindividuo a fin de
motivarlo y adecuar su conducción conforme a derecho, para tales efectos
588 FoHTAH B¡¡-eslae, C.i Derecho Penal. Parte Especial cit., p. 131.
589 Peñe C¡snenn, R.; Esúudrbs dá óe,recho Penat. Deiitos nntra la vida..., cit., p. 335.
286 DEnEcrio pENAL - Penrr Espectnl: Tovo I
2. T¡PICIDAD OBJETIVA
590 PonrLr-¡ Cor,¡tReRes, G.; De la omisión del deber de socorro, cit., p. 376; Así, Lnu¡nc¡
Penez, C.: Omisión del Ceber de socorro, cit., p. 162, C¡ReoNeLL Mnreu, J.C./ Golález
Cussac, J.L.; Omisión del deber de socorro, cit., p. 309.
591 Gnnci¡ ALaeRo, R; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cil , p. 392.
592 Ver al respecto, PoRrtr-r CoNneR¡s, G.: De la omisiÓn del deber de socorrQ, cit , p. 377.
TÍrulo I: Delrros coNrRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 287
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
593 G¡act¡ Aleeno, R; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal cit., p. 391.
594 Asf, L¡¡¡nnc¡ PÉnez, C.; Omisión del deberde socotro, cit., p. f61; C¡¡iaoHeLL M¡ieu,
J.C./ Go¡rzÁr-ez Cuss¡c; Omisión del deber de socoro, cit., p. 308.
Asf,PeñeC¡anen¡,R.; EstudiosdeDerechoPenal.Delitoscont¡alaviaa...,cit.,p.SS6.-
288 Denecgo pENAL - Pnnte especrn¡-: Tor,¡o I
Art. L27.- (El que eflcuefiftñ. a un herid¿ o a cualquier otyd. personñ. elt
estad.o de graw e innúnente pelig'l y omite prosta.rle auxilio innud.iato
puüond.o hacerlo sin riesgo propio o de tercerl o se abstiene de d.ar apiso a
la autoridad, será reprimidn con panñ. pril>atiya d.e libertad no mayor de
un nñ,0 o con trei¡úa a ciento veinte días-wabd).
596 Prñn Cnanrn¡, R.; Esfudrbs de Derecho Penal. Delitos cantra la vida..., cil., p. 338.
290 Dsnecgo pENAL - P¿Rre Especn¡-: Tor'¿o I
2. TIPICIDAD OBJETIVA
597 Si incurren en dicha conducta, serían pasibles de incurriren el artículo 378" del C.P..
598 Soren, S.; Derecho penal argentino, T. lll, ci|.,p.217; Asi, Peñ¡ C¡eRenn, R.; Esfudios
de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., cil., p. 338.
Tirulo I: Deuros coNTRA LA vtDA, EL cuERpo y LA sALUD 291
p. 339.
599 Peñ¡ C¡snenn, R.; EsÍudios de Derecho Penal. Delitos contra la vlUa.. ., cit.,
600 Socen, S:; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p' 22A'
292 Denec¡lo pENAL - Pnnre especl¡¡-: Tor"ro I
3. TIPICTDAD SUBJETIVA
De conformidad con la descripción típica en cuestión, se requiere del
dolo, quiere deci¡ que el autor debe advertir claramente la situación contem-
plada en la norma, esto es, de que el sujeto pasivo se encuentre herido o
en estado de grave peligro para sus bienes jurÍdicos fundamentales. Resulta
admisible eldolo eventual605, en cuanto algrado de conocimiento de la situa-
ción típica.
No obstante puede presentar un error de tipo, cuando yerra el autor
sobre el estado de inminente peligro que encubre a la víctima, no es cons-
ciente de dicha percepción cognitiva, la que al ser invencible podrá eximir
de pena, igual será en elcaso de la vencible, pues es de verse'que la figura
legal rn exámine no incrimina la variantd culposa.
4. CONSUMACIÓN
2. TIPICIDAD OBJETIVA
606 Peña c¡eneR¡, R.; Esfudrbs de Derecho penat. Delitos contra la vida. .., cit., p. 344.
Tirulo I: Del¡ros coNTRA LA vrDA, EL cuERpo y LA sALUD 29',|
3. CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES
En los casos que el agente tenga vínculo de parentesco consanguíneo
o la víctima fuere menor de doce años de edad, la pena será privativa de
libertad no menor de dos años ni mayor de cuatro años.
No entendemos, la primera parte iet precepto, pues precisamente es
el vlnculo legal, de parentesco lo que sostiene el fundamento del disvalor del
injusto típico, más aún al referirse al parentesco consanguíneo, podrían in-
cluirse a otras personas, como los tíos, quienes pueden ser cobijados, cuan-
do se menciona al término "vigilancia". La sustantividad, habría que susten-
tarla en la edad cronológica del sujeto pasivo, pues mientras su edad sea
inferior, elestado de vulnerabilidad será también mayor.
Segundo, en los casos que el agente obliga o induzca a mendigar a
dos o más personas colocadas bajo su autoridad, dependencia, tutela, cura-
tela o vigilancia, la pena privativa de libertad será no menor de dos ni mayor
de cinco años.
En realidad esta circunstancia agravante, apunta a la misma conduc-
ta que tomo lugar en la redacción normativa del tipo base, propuesta por
la modificatoria producida por la Ley No 28190, marcando la sustantividad
normativa, a partir del número de sujetos pasivos, es decir, cuando haya una
pluralidad de víctima, traería como consecuencia un plus de mayor desvalo-
ración de la conducta tfpica, - -
DenEc¡ro pENAL - Penre especlel: Topro I
1. COMENTARIO
608 Leune¡¡zo Copeuo, P.; Los delitos contra el Honor, cit., p. 14; Así, C¡nuo¡¡¡ Selceoo,
C.; Delrlos conlra el honor, cit., p. 464 O'ceLcecn¡ru, X; Libertad de expresión y sus
limites: Honor, intimidad e imagen, cit., p. 37.
609 Así, Nuñez, R,; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. lV, cit., p. 22.
610 Así, al respecto Busros R¡uínez, J; Manual de Derecho Penal. Parte Especial,
cit., p. 164.
611 Ver al respecto, LeuRe¡¡zo Copeluo, P.; Los delifos contra el Honor, cil., ps. 16-17.
Tirwo II: Delrros coNrRA EL HoNoR 305
612 Asf, JnÉN Veru.ro, M.; Libertad de expresión y delitos contn el Honoi cit., p. 149; MacrÁ
Gónez, R.; El Delito de lnjuria, cit., p. 85; Sor-en, S.; Derecho penal argenüno, T. lll, cit.,
p.240.
613 Asf , Sennelo Góuez, A.i Derecho Penat. Parte Especial, cil., p.271.
614 Peña Ceenen¡, R; Tratado de Derecho Penal. Parte Especial, I, cit., p. 367.
615 MncÁ Gónez, R.; El Delito de lnjuria, cit., p. 85.
DeRecHo pENAL - Penrr espec¡¡¡-: Torvro I
616 De esta posición es MezoeR, para quien el bien iurÍdico del honor abarca tanto la apre-
ciación valorativa objetiva de la persona realizada por otros, como el propio sentimien-
to de honor: una y otro son, al mismo tiempo, objeto del ataque y de la protección del
agravio; Derecho Penal. Parte Especial, c¡t., p. 143; Para Nuñez, la concepciÓn jurldica
del honor como cualidades socialmente valiosas atribuibles a las personas, admite,
por consiguiente, una doble consideración del honor. Por un lado, el honor subietivo:
las cualidades que cada uno se puede atribuir. Por otro lado, el honor objetivo: las
cualidades que los terceros nos pueden atribuir; Derecho Penal Argentino. Parte Es'
pecial, T. lV cit., p., 20.
617 Eusearo Góuez, cila a FloRnH, quien hace una precisiÓn entre el honor interno del
honor externo. El primero no es sino el sentimiento de la propia dignidad, a que se
refiere Carrara; o, como dice FlonnH, la estimación que cada uno tiene de sf mismo,
o sea, la opinión de la propia dignidad y del propio decoro. El honor externo -dice el
mismo autor- se concreta en la opiniÓn que los otros tienen de nosotros, es deci¡ en
la reputación, en el buen nombre, en la buena famai Tntado do Derecho Penal,f .ll,
Delitos contra las Personas, cit., ps. 266'267'
618 Mac¡A Góuez, R; Et Dalito de lniuria, cit., p' 86'
619 MncÁ Góuez, R; El Delito de lniuria, cit', p. 86'
308 DengcHo pENAL - PeRte pspsc¡¡,u Torr¿o I
620 Benouco Góuez oe u TonnE, 1., Revisión del cpntenido del bien jurídico Honor, cil., p.250.
621 JnÉru Vnlue¡o, M.; Libertad de expresión y delitos contra el Honol cit., ps. '150-151.
622 Así, Solen, S.; Derecño penal argentino, T. lll, cil.,p.227.
623 MecrÁ Góuez, R.; El Delito de lnjuria, cit., p. 87.
TÍrulo II: Deltros coNrRA EL HoNoR 309
2.2 PosicionesNormativas
624 Lnuaenzo Coeello, P,; Los delitos contra el Honor, cit" p' 21'
625 Soren, S.; Derccho penal argentino, T. lll' cit', p' 229'
p.
626 Vves ANIóN, T.S.; Delitos contra el honor. En: Derecho Penal. Parte Especial, cit.,
344; Moneues pn¡rs. F.; La tutela penal de Ia intimidad: privacy e informática, ctl., P.
143.
627 Benoueo Góuez os. r-¡ TonRs, l.; Revisión det contenido del Bien iurfdico Honor,
c!!,, p,,250.
628 LnuRelzo Cope¡-lo, P'; Los delitos contra el Honor, cít'' p' 23'
3r0 Denscr¡o pENAL - Penrg especrel: Toruro I
629 Benouco Góuez oe u Tonne, l.; Revisión del contenido del Bien jur(dico Honor; cit., ps.
259-260; Vves Arurór.r, T.S.; Delilos contn el honor, cit., p.344.
630 Benoueo Gó¡¡ez oe u Tonne, l.; Revisión de! contenido del Bien jurídico Honor, cil., 9.
259.
631 AsÍ, L¡unexzo Copeuo, P.; Los deffos contra el Honor, cit., p.26.
632 JnÉru Ver-rero, M.i L¡berlad de expresión y delitos contra el Honor, cil., p. 151; para
Menuo, el concepto de honor que surge del Código español es el normativo puro para
el delito de in.iurias, esto es, el honor en sentido abstracto como inherente a la per-
sona, dado que la protección que se brinda no depende del comportamiento de ésta.
En cambio, el código mantiene un concepto fáctico-mixto (subjetivo-objetivo) para la
calumnia, por cuanto su protección sf depende de la conducta del afectado; Delifos
contra el Honor. Libertad de expresión y de información. Editorial Universidad. Buenos
Aires, 2005, cit., p. 30.
Tirwo II: Delnos coNrRA EL HoNoR 3ll
sociedad hayan de aquilatar sobre una deterrninada personal, que no siempre
se condice con la verdad de las cosas633, pues al constituir juicios apriorísti-
cos y subjetivos a la vez, pueden terminar por despojar de protección penal,
a personas que no lo merecen. Dicho de otro modo: a cada persona se /e re-
canoce el honor que se merece conforme a la mayor o menor adecuación de
su comportamiento a un código de valores mayoritariamente admitido63a. Se
revela, entonces, una posíción intermediao3s, cuya falta de precisión puede
terminar cayendo en las mismas equivocidades que la posición fáctica636.
El mismo BeRouco, que parte de una posíción "normativa"; reconoce di-
chas objeciones, en cuanto a las diversas valoraciones que pueda dar una co-
munidad sobre un mismo hecho, por lo que pecaría de'relativistaüí3r y, señala
que en estos casos de debe actuar como correctÍvo, de cara a su relevancia
jurídico-penal,.la escala de valores que aparece recogida en nuestra constitu-
ción. Es decir, hay que comprender en éltanto su aspecto estático (dignidad)
como uno dinámico (desarrollo) en relación alsujeto, como presupuestos del
honor636. En cuanto ella enmarca el modelo socialen el que tiene que situar-
se el libre desarrollo de la personalidad, de la que esta dimensión del honor
constituye una emanación63e. En tal virtud, el reconocimiento del hono¡ en
cuanto a su tutela, será evidentemente dinámico, y dependerá de las propias
actuaciones del sujeto, que podrán hacer variar dicho "reconocimiento".
Basarse en el reconocimiento de la persona humana, en lo que refiere
al desarrollo de la personalidad, no puede sin más sustentar correctamente,
cuando se debe afirmar la tipicidad penal de la conducta, que se considera
injuriosa y/o difamante, a ello cabe agregar otros añadidos, que de hecho
son de naturaleza fáctica.
Se dice, que una concepción mixta no puede mantener a toda conse-
cuencia la vigencia del princípio de igualdad. El estrecho vínculo inicial entre
633 Asf, Peñ¡ GeeRena, R.i Tntado de Derecho Penal. Parte Especial, l, cit., p. 370.
634 L¡uneHzo Coeeu-o, P.; Los delitos contra el honor, cil, p. 32.
635 Dor¡He asume una posición dfgase mixta, al adoptar una concepto normativo-fáctico,
que tenga en cuenta tanto el honorque realmente posea la persona, como el que esta
basddo en la dignidad de la persona; Derecho Penal- Parte Especiat, T. I, cit., p. 417.
Mediando dicha postura, los comportamientos que reciban una reprobación'ético-so-
cial', como la prostitución, el mendigo, el vago, el rufián, siempre recibirán una menor
protección, por lo que la circularidad de esta posicíón, caerfa también en valoraciones
que se condicen con el principio de igualdad.
637 Lo resaltado en cursivas es mfo.
638 Busros R¡¡¡lnr z, J.i Maiual de Dárecho Penal. Parte Especial, cit., p. 165.
639 Benouco Gór¡ez oe u Toane, l.; Revrsrón del contenklo det bien jurtdico Hono4 cil., ps.
262-263.
312 DeRecno pENAL - PRnre especlel: Tovo I
640 LnURE¡¡zo Copeuo, P.; Los delifos contra el Honor, cil., p.34.
641 JeÉ¡¡ Vnrr-e.¡o, M; Libertad de expresión y delitas contra el Honor, cit., p. 152
642 L¡uneNzo Copsluo, P.; Los delifos contra el Honor, cit., ps. 35-36.
Tirulo II: Delnos coNTRA EL r{oNoR 313
INJURIA
1. TIP¡CIDAD OBJETIVA
649 En el C.P. español, se ha tipificado de forma expresa, las iniurias graves, en el artícu-
lo 209o.
Tirulo II: Delnos coNrRA EL HoNoR 317
650 L¡une¡¡zo Copeu-o, P.i Los delitos contra el honor' ciL. p. 129.
6s1 NuñEz, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial' T- lV cit.' p. 58.
552 Fo¡¡rAN Bnresrne, C:, Tratado de Derecho Penal. Parte Especial, T' lV cit.' p. 433.
6s3 Lo que se condice con la naturaleza privada de la persecución penal de este delito, de
acuerdo a lo previsto en et artfculo 1380 del C.P.
554 NuñEz, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T- lV, cit.' p.64.
355 Asf, C¡nuox¡ Snle¡oo, C.i Delítos contra el honof cil, p. 483; Asl, Vrr-r-n SrerH, J.; De-
recho Penal. Parte Espocial l-8, cit., p.37.
356 Asf, Sennmo Góuez, A.i Derecho Penal' Parle Especial, cit., p. 281.
318 D¡necso pENAL - Prnre rspecrnl: Tovo I
657 Busros R¡ulnez, J.; Manual de Derecho Penal. Parta Especial, cit., p. 167.
658 Unou¡zo OuecHe¡, J.; Los delitos contra el honor..., cit., p. 279.
659 Así, Nuñrz, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. lV cit., p. 60, GóruEz, E.:
Tratado de Derecho Penal, f .ll, cit., p. 290; Ver ampliamente, SauHns Srccxr¡, R.; De-
recho Penal. Parte Especia¿ cit., ps. 279-280.
660 Así, Socn, S.; Derecño penal argentino, T, lll, cit., p. 245; Cueuo C¡uóN, E.; Derecho
Penal(Parte Especial), T.ll, cti., p.692.
661 En este apartado, en cuando las modalidades comisivas, concretamente en cuanto
a las "vfas de hecho', que estima tfpicas el legislador en el artículo 130o, ha de verse
que realización de un acto que reiae sobre la esfera corporal del sujeto pasivo, podría
ser constitutivo del delito de injuria, descartando su punición por el delito de lesiones;
Asf, R¡r'¡os al referirse a el bofetón o a la escupida, en ciertos casos, dice, cualquiera
de estos dos medios puede constituir la más atroz de las injurias; Delitos contra el
Honor, cil., p.371;Asl, Nuñez, R.; Deracho Penal Argentino, T. lV cit., ps.60-61;Así,
Peñe C¡eRea¡, al distinguir las siguientes conductas que se reputan como injurias rea-
les; v.gr., escupir, abofetear, mojar, tirar de las orejas o el cabello, cortarle el cabello
o la barba, sacudir las ropas a alguien, empujarlo, arrojarle inmundicias, levantarle la
falda, meterle la mano o tocarle los senos o las nalgas de una mujer, pintar la cara,
echarle bebidas en el rostro, subirse a las espaldas de alguien; Tratado de Derecho
Penal. Parte Especial, t, cit., p. 384; Consideramos que la relevancia jurfdico-penal
de la conducta ha determinarse conforme las circunstancias concretas del caso con-
creto, v.gr., la bofetada que la mujer le propina a un hombre descortés o, la madre
que bofetea l¡geramente a su hijo, por haberla insultado, no pueden estimarse como
típicas, por cuestiones de imputación objetiva, sin necesidad de acudir al tipo subje-
tivo del injusto, en estos casos, las conductas no ingresan al ámbito de protección de
la norma; sin embargo discrepo con mi padre, en cuanto a la inclusión de las últimas
conductas como constitutivas de injuria real, pues en estos casos, ya al producirse
un tocamiento en las partes Íntimas de la víctima, el hecho debe ser reconducido al
tipo penal de actos contra el pudor; Así, Peñ¡ Cnenen¡ FRevne, A.R.: Delifos contra la
Libertad e lntangibilidad Sexual. ldeosa, Lima,2007, cit., ps. 235-249.
662 MncrÁ Góuez, R.; El detito de lnjuria, cit., p. 74.
Tirulo II: Delnos coNrRA EL HoNoR 3r9
Sujeto activo del delito de injuria, puede ser cualquier persona psi-
co-física considerada, no se exige una determinada cualidad especial en el
marco dbl tipo objetivo, basta que se trate de una persona con libertad de
663 R¡uos, J.P.; ¿os delitos contra el Hono4 cit., p. 355; Asf, Soun, S.; Derecho penal
aryentino, T. lll, cit., P. 250,
664 Góuez, E; Tratado de Derecho Penal,T. ll' cit.' p. 292-
665 éouez, E; Tratado de Derecho Penal,T' ll, cit., p. 278'
666 En¡ GQu_ez l|ryqp4, 9,.g_ódjSo fena!, editorialRodhas, enero del 2007, cit., p. 76.
667 Cueuo C¡r"ó¡¡, E.; Derecho Penal (Parte Especial), T. ll, cít., p. 693
320 DEnecHo pENAL - Penre espEctnl: To¡"ro I
una expresión ofensiva672. El niño, como apunta NuñEz, tiene atributos perso-
nales, no sólo como tal, sino como futuro hombre o mujer673.
El punto de mayor discusión en el plano doctrinal, es lo referente a las
personas jurídicas, si se parte de que se requiere de un sujeto psico-física-
mente considerado, habrá que negar rayanamente dícha opción67a, al tratar
de una ficción legal creada por la Ley, para dotar a estas corporaciones (aso-
ciaciones), de un reconocimiento normativo, que les permita concretar sus
fines más valiosos (pacto social). Empero, si bien la societas, al no detentar
un cuerpo y espíritu, no cuenta con honor, si alcanza un prestigio, reputación
y una credibilidad ante la sociedad, que puede verse afectado cuando se le
atribuye falsear una marca ó de introducir productos de muy baja calidad al
mercadooTs. El estado de la cuestión, amerita una profunda reflexión a fin de
admitir o negar dicha capacidad (sujeto pasivo), de todos modos, no me cabe
duda, que cuanto,se ofendé directamente a los miembros del directorio de
una empresa, mediando frases ofensivas e insultantes, será constitutivo del
delito de injuria676. ¡,
672 Asf, Sor-en, S.; Derecho penal aryentino, T. lll, cit., p. 237; Cueu-o Cru-óH, E.; Derecho Penal
(Parle Especial), T. ll, cit., p. 69Q Sru-nes Stccnn, R.; Derccho Penal. Pade Especr'a{ cit., p.
282.
673 Nuñez, R.; Derecho Penal Argantino. Parle Especial T. lV cit., p, 24.
674 Asf, Vruu Sren, J.; Derecho Penal. Parte Espacial. Delitos contra el honor, la familia y
l-8, cit., p. 37.
la libertad,
675 A favor, Dorln, E.A.i Derecho Pena!. Parte Especial,T. I, cit., p.445.
676 Para Busros Rxr¡fnez, la persona jurfdica si puede ser sujeto pasivo de este delito, en
cuanto se les reconozca capacidad particípativa, dado el carácter organizativo norma-
iivo del honori Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p, 166.
677 Peñe C¡anene , R; Tratado de Derecho Penal. Parte Especial,l, cit., p. 382; Vid. Saul¡s
Srccnn, R.', Derecho Penal. Parta Especial, cit., p. 279.
678 En contra C¡nuoxn Snlcroo, C.; Delifos contra el honor, cit., p. 484.
322 DrnrcHo pENAr - Pnnre ¡speclel: Tott¡o I
Para Eusesro Gór¡ez, en cambio, son de carácter formal. Nada importa, pues, que el
ofendido no haya sido perjudicado, realmente, en su patrimonio morali Tratado de
Derecho Penal,T.ll, cit., p. 292.
683 Asf, C¡nuoN¡ S¡lc¡oo, C.; Delitos contra el honor, cit., p. 480; Nuñez, R.; Derecho
Penal Argentino. Parte Especial, T. lV, cit., p. 74; DoN¡¡¡, E.A.i Derecho Penal. Parle
Especial, T. l, cit., ps. 454-455; Vruu Srerx, J.', Derecho Penal. Parte Especial,l-8, cit.,
p.40.
Tirwo II: D¡¡-lros coNrRA EL HoNoR 323
684 Asf, L¡unenzo Coreluo, P.; Los delitos contra el honor, cit., p. 133.
685 Vves Axrór, T.S.; Oelltos contra el hono¿ cit., p. 355.
686 Vves A¡¡rór, T.S.; Del'tos contn el honor, cit., p. 354.
687 Asf, Peñ¡ C¡snen¡ Fnevne, A.R.; Derecho Penal. Parte Genent cit., p. 661; Vrves AN-
róx, T.S; Detitos contn el honon cil., p. 355; NuñEz, R.; Derecho Penal Argentino.
Parte Especial lV cit., p.'142.
688 Cuiuo CÁr-or¡, e.; Ae reciho Penat (Parle Especia}, T. X, cit., p. 703.
689 En contra..O-lceLLAcHAN, X-:-La tiberlad de exprcsión y sus /fmifes:..., c¡t., p' 219; Asf tam-
bién Cueu-o C¡ló¡1 al escribirque para la existencia de este delito, no solamente la volun-
324 DenecHo pENAr - Pnnt¡ espscr¡r.: Tovo I
5. CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN
tad de ejecutar los actos o de proferir las expresiones injuriosas, sino el ánimo de ofender,
es menester la concurrencia del an¡mus injuriandi; Derecho Penal (Parte Especial),T. ll,
cit., p.696.
690 Fo¡¡rA¡¡ BeuesrRn, C.; Tratado de Derecha Penal. Parte Especial, T. lV, cit., p. 438; Así,
DoHnn, E.4., Derecho Penal. Parte Especial T. I, c¡1., p. 456.
691 Peñe Cnenena , R.', Tratado de Derecho Penal. Parte Especial, I, cit., p. 379; Asf , Fo¡¡rÁH
BeresrRn, C.', Tratado de Derecho Penal. Parle Especial, T. lV cit., p. 439; DoH¡¡n, E.A.:
Derecho Penal. Parfe Especial, T. l, cit., p. 456.
692 Sennero Gór,¡ez, A.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p.282.
693 Sorrn, apunta que el animus retorquendi, (...) corresponde a la situación del que de-
vuelve la injuria por haber sido provocado, procediendo por exaltacióni Derecho penal
argentino, T. lll, cit., p. 257; De posición contraria FoNrÁN Belesrnn; Tratado de Dere-
cho Penal. Parte Especial T. lV, cit., ps. 445-449.
Senn¡Ho Góuez, A.', Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 282; CeRuo¡e Snloeoo, C.;
Delitos contra el honof cit., p. 479.
Tirui-o II: Delnos coNrRA EL HoNoR 325
LA CALUMNIA
Art. 13I.- "El que atibuye fakamsnte a, 0tr0 un delito, snd reprimid.o
nn lrzventa, o ciento winte día*muba".
1. GENERALIDADES
695 Asl, Busros Rnulnez, J,i Manual de Darecho Penal. Parte Especial, cit., p. 167; Vid.
C¡nuor¡n S¡uceoo, C.; Delitos nntra el honol cit., P. 479; ForrAn Bru-esrR¡, C.; Tratado
de Derecho Penal. Pañe Especial, T. lV cit., p.452.
Asf, Vrves AHróN, T.S., al señalar que pese al consentimienb, la lesión de la dignidad
puede subsistir y, por lo tanto, en tal caso la conducta será típica, sin perjuicio de que
se halle justificada; Delitos contra el hono¿ cit., p. 349.
697 Asf, Nuñez, R.i Derecho Penal Aryentino. Pañe Especial, T- lV cit., p, 92; Quq¡rc Ca-
r-óx, E.; Derecho Penal (Parte Especial), T. ll, cit., p. 698. . _ ,. .
Asl, Sor-en, S.; Oerecho penal argentino, T. lll, cit.. ps. 292-293; Senn¡lo GÓuez, A.;
Derecho Penal. Parte Especial, cil., p.274: Busros Reulnz, J.; Manualde De¡echo
Penal. Parte Espacial, cil., p. 172.
l
326 D¡necHo pENAL - P¡,nre especlnr-: Tovo I
líctiva, y más aún cuando dicha noticia se canaliza por una pluralidad de
receptores. Seguimos así, una naturaleza normativa-funcional del honor.
De común idea con lo anotado en el caso de la lnjuria, la afectación
al bien jurídico tutelado esta supeditado a una conducta, que por su entidad
difamante haya de propiciar un entorpecimiento o, mejor dicho obstaculiza-
ción en el proceso de integración social del sujeto pasivo, máxime¡si la atri-
bución de la comisión de un delito, al margen de su contenido verás o falso,
provoca una estigmatización que muy difícilmente puede ser superado. Por
eso, creemos que una debida tutela al honor, no sólo amerita la intervención
del Derecho penal, sino de las otras parcelas del orden jurídico que pueden
incidir en mayor medida en el marco indemnizatorio (derecho civil), o en el
plano periodístico de la rectificación.
2. TIPICIDAD OBJETIVA,
Para los efectos del presente tipo penal, en principio puede ser cual-
quier persona, física700. Si se tratase de una persona jurídica, esta, al consti-
699 Vid.; Nuñez, R.; Derecho Penal. Parte Especial,lV cit., p. 123.
700 Asf, Nuñez, R.', Derecho Penal Argentino. Parte Especial,lV cit., p. 129.
Tirulo II: Dslnos coNTRA EL HoNoR 327
Ver al respecto C¡n¡¡orue Seucaoo, C; Delitos contra el hono,: cit., p. 476; Vrves AxrÓ¡,
T.S.; Delitos contra elhonof cit., p. 354.
702 Eq este caso se habla de un caso de "calumnia enalbierta", cuando en realidad se
pretende atribuir el hecho delictivo a una persona que ejerce una función social en el
marco de los órganos de representación de la societas.
Así, Nuñez, R.; Derecño Penal ArgentÍno' Pade Especiat, T. lV cit., p' 130; DoHN¡,
E.A. Derecho Penal. Parte Especial, T. l, cit., p.439; Cue[o C¡r-Ó¡¡, E.; Derecho Ponal
(Pafte Especia/,), T. ll, cit., ps. 682-683'
704 Así, Leunexzo Copeu-o, P.i Delitos contn el hono¡ cit' p. 100.
705 A favor de su inclusión, SeRne¡¡o GÓuez, A.i Derecho Penal. Parte Espoclb/, cit., p.
276.
706 DoH¡¡¡. E.A.: Derecño Penat. Parte Espacial, T. l, cit, p.440i Asl, Cueuo C¡lÓH, E';
328 Dene,cso pENAL - P¡nre espgcl¡l: Tovo I
711 FoHTAH Beusrna, C.i Tratado de Derecho Penal. Parte Especial, T. lV, cit., p. 491;
Asf,
DoHH¡, E.A.', Derecho Penal. Parte Especial, T. l, cit., p.447; Cuer-uo CelóN, E.; Dere-
cho Penal (Parte Especial),T.ll, cit., p. 685.
712 Asf, Nuñez, R.i Derecho Penal. Parte Especial,lV cit., p. 124.
713 Asl, Bus¡os R¡ulnez, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 172; Cnn¡¡o-
re SÁrcaoo, C.; Oelilos contra el hono4 cit., p.475; Nuñez, R.; Derecho Penal Argenti-
no. Parte Especial,lV cit., p. 128; Cueur-o Cru-óH, E.; Derecho Penat (Parte Especiat),
T. ll, cit., p.685.
714 Cuando a un efectívo policial se le acusa de haber sido soborna.do, queda implfcito el
delito de Cohecho, asf cuando a un magistrado se le atribuye haber resuelto en contra
de lo que prevé la Ley (prevaricación).
715 Si la ímputación delictiva desborda el plano de legalidad material, en cuanto se atri-
buya un hecho que no puede ser encuadrado en el ámbito de protección de la norma,
cuando se realiza una interpretación analógica (in malam partem), tampoco podrá
hablarse de un hecho que puede ser reputado como Calumnia, en cuanto criterio in-
330 D¡nrcso pENAL - P¡,nre Espectnl: Tovo I
terpretativo proscrito según lo dispuesto en el artlculo lll del Tftulo Preliminar del C.p.
716 Asl, Launenzo Coeeuo, P.; Los delitos contra el honor, cit., p. 10S; peñi C¡anenn, R.;
Tratado de Derecho Penal. Parte Especial, l, cit., ps. 388-399; Nuñez, R.; Derecho
Penal Argentino. Parte Especial,lV cit., p. 127.
717 Asf, PeñnCnaRena, R;TratadodeDerechoPenal. parteEspecial,l, cit.,p.391; Nuñez,
R.; Derecho Penal. Parte Especial, lV cit., p. jZ2; ForurA¡¡ B¡uesrne, C.; Tratado de
Derecho Penal. Parte Especial, T. lV cit., p, 491.
718 Asf, R¡uos, J.P.; Los delitos contra el Honor, cil., p.227.
719 Asf, Peñ¡ C¡eReRe, R.; Tratado de Derecho Penat. parte Especiat,l, cit., p. 390; Rer.ros,
J.P.; Los delitos contra el Honor, cil., p.225 Sorcn, S.; Derecho penal argentino, T.lll,
cit., p. 302; Senn¡¡.ro Góuez, A.; Derecho penaL parte Especiat, cil., p.274.
Tirulo II: D¡lnos coNrRA EL HoNoR JJ I
4. CONSUMACTÓN Y TENTATIVA
725 Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 2g7; Asf, Busros R¡r,lfRez, J.; Manual
de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 171.
726 Como elemento subjetivo de dicho delíto, debe tratarse a mi consideración de un dolo
directo, pues a menor duda de la falsedad de la imputación, se debe declinar por la tipi-
cidad de la conducta, pues de no ser así se estarfa mermando en la posibilidad de que
los ciudadanos denuncien aquellos comportamientos que revelan apariencia delictiva;
en cambio para SenneNo Gór,,re¿ es suficiente el dolo eventual; Derecho penat. parte
Especial, cit., p. 276.
727 Así,,Peñe CeeRenn FReyae, A.R.¡ Derecho penal. parie General, cit., p. 661.
728 Asl, Senn¡Ho Góuez, A.', Derecho penal. parte Especial, cit., p. 276; Nuñez, R,; De-
recho Penal Argentino. Parte Especial lV cit., p. 140; DoHu, E.A.; Derecho penal.
Parte Especia/, T. l, cit., p- 451.
T
Para Prñ¡ Cnonene, la falsedad, se presenta como un elemento constitutivo del tipo
penal; Tratado de Derecho Penal. Parte Especial, I, cit., p. 390
730 Asf, Menro, E.M.; Oelifos contra el Honoq cit., p. 36.
731 Ver al respecto, L¡une¡¡zo CoReu-o, P.; Los delitos nntra el hono4 cit., ps. 105-107;
Mero, M.E.; Delitos contra el Honon cil., ps. 33-34; Cueu¡-o Celóx, E.; Derecho Penal
(Pade Especia|, T. ll, cit., P. 686.
Asf, Busros Rru¡fnez, J, en referencia al C.P. español derogado; Manual de Derecho
Penal. Parte Especial, cil., p. 172; O'callaghan, X.: Libertad dé expresión y sus llmi'
les:..., cit., p.218; Cenr,lonn Snt-cnoo, C.; Delilos contra el hono4 cit., p.475; Nuñez, R.;
Darecho Penal Argentino. Parte Especial, lV cit., p. 135.
Propiciando también un decaimiento de los efectos preventivo-generales de la nornñ
de sanción.
734 SruHes SrccHlr, R.i Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 286.
334 D¡necso pENAL - P¡.nr¡ sspechr-: Tovo I
735 Asf, Rov Fnevne, L.E.; Derecho Penal. Parte Especial, T. l, cit., p. 439.
736 Asf, DoN¡¡¡, E.A.; Derecño Pena[.' Parte Especíal, T. f , cit., p. 452; Cueluo Cer-óN, E.;
Derecho Penal (Parte Especial), T. ll, cit., p.688.
737 NuNez, R.; Derecho Penal Argentino. Pañe Especial, lV, cit., p. 136.
Tirulo II: DErnos coNrRA EL HoNoR 335
los hechos son falsos, pero como dice SennnNo Góruez, si se ha preocupado
por la búsqueda de la verdad no podrá ser condenado precisamente porque
no ha actuado con "temerario desprecio hacia la verdad" (...)t.t.
Pero, la impunidad de ninguna manera la podemos supeditar a la "ve-
racidad objetiva" de la información, de ser asívaciaríamos de contenido ma-
terial a un interés jurídico tan importante como el honor de las personas,
permitiendo, mejor dicho promovíendo que las persgnas deslicen de forma
ligera imputaciones delictivas, lo cual resulta inconsistente según el plano de
valores constitucionalmente consagrados.
No se explica con certeza, porque ha de ser reprimible aquella con-
ducta de quien sabía desde un principio que la imputación delictiva era falsa
y así se demuestra, y por otro impune de quien actuó con la misma presun-
ción subjetiva de falsedad, pero que pqr obra del destino, se verifica la ve-
racidad de la ímputación. Lo que se juzga no es lo que crea el autor acerca
de las imputaciones, sino su actitud freBte a la verdadzre, s€ habla por tanto
de una "veracidad subjetiva', en el seritido de que el autor da como cíerta
la imputación delictiva, cuya contrastación conforme a los criterios de verifi-
cación conforme a una diligencia debida deben ser valorados en sede de la
antijuridicidad.
Como apunta Muñoz LonENre, lo que a la ley le importa es "la actitud
del sujeto" respecto de esa verdad (veracidad) o falsedad, y esto último, es
un elemento subjetivo distinto deldolo genérico, que no puede estar refirién-
dose consecuentemente a la falsedad,. por cuanto el dolo requiere conoci-
miento y volición de los elementos deltipo; si la falsedad de la imputación no
lo es, difícilmente este elemento subjetivo de la figura puede confundirse con
eldolo deltipoTlo.
En definitiva, desde una perspectiva de análisis de la /ege /afa, no es
jurídicamente factible, aceptar la concurrencia de un elemento específtco del
tipo subjetivo del injusto ajeno al dolo, nos referimos a un animus difaman-
dlal, que de ningún modo tiene cabida, desde una interpretación teleológica
del tipo penal de calumnia, tomando en cuenta la descripción legal de la
figura delictiva in examine asl como la naturaleza constitucional del conflicto
que se genera entre el derecho al honor y el derecho a la información, que
ha de resolverse en sede de antijuridicidad, en cuanto al ejercicio legftimo
738 SeRn¡xo GóuEz, A.i Derccho Penal. Parte Espacial, cit., p.277-278.
739 Senn¡Ho Gó¡¡ez, A; Derccho Penal. Parte Especial, cit., p. 278.
740 Muñoz Lonerre, J.; Libertad de información y derccho al honor en el Código Penal de
'
1995 Tirant lo Blanch, Valencia, 1999, cit., p. 435.
741 Asf, Vrves AnróH, T,S.; Detitos contra el honoC cit., p. 348.
336 Denscr¡o pENAL - PeRtg especl¡.1: Tovo I
744 Peñ¡ C¡aRen¡ , R.i Tratado de Derccho Penal. Parte Especial, I' cit', p. 399.
gon su deber y omite de-
745 Cuando a pesar de ello, el persecutor pÚblico, no cumple
nunciar el hecho, puede incunir en el delito de Omisión de denuncia, conforme es de
verse en el artfculo 407o del C.P.
746 En este caso, la íncolumidad en que puede verse afectado el honor' se deja de lado
por los intereses priblicos que sostiene materialmente la persecución penal, los bie-
hes jurfdicos que se ven afectados o puestos en peligro por mérito de la conducta cri-
338 DeRecHo pENAL - Penr¡ especlel: Tovo I
minal, son de naturaleza social, por cuanto su nivel de valor constilucional, la ofensa
de dichos intereses jurídicos no sólo ha de incidir en la esfera individual del ofendido,
sino que se extiende a un nivel comunitario. Tanto el Derecho penal como el Derecho
procesal penal son públicos, por lo que su realización y concretización se ajusta a una
aspiración pública.
747 Peña c¡enenn , R.; Tralado de Derecho penal. parte Especial,l, cit., ps. 399-400.
Tirulo II: Dnros coNrRA EL HoNoR 339
749 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especiat,lV cit., p. 98.
750 Góuez, E.i Tratado de Derecho Penal,T.ll' cii., p. 388.
751 Nuñez, comentando el inc. 2) del artfculo 111 del C.P. argentino de la época, señala que
la imputación no resguarda en este caso un interés superior al del honor del ofendido
por ella y cuya salvaguarda autoric,e a probar el hecho deshonrante aun en perjuicio
del agraviado; ni la existencia del proceso por el hecho imputado la autoriza, pues las
imputaciones injuriosas cuya verdad se prueba en un proceso continrlan siendo tfpica-
mente ofensivas para el honor ajeno con arreglo al artlculo 110 y el Derecho no faculta
a nadie para hacerlasi Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. lV cit., p. 107.
340 DenecHo pENAL - Pante especr¡r-: Tovo I
LA DIFAMACIÓN
Art. 132.-'cEl qac, a.nte pa'ñat persona.t, reunidas o separad.as, ¡tero de
?tta.nrer& que pued.a difund.irn l.o noticí.a, anibuye n ana
[)ersnna, uú he-
cho, ann cuolidad. o ana conducta. qae pued.o pnjud.icar su honm o repu-
tación, scrd reprimid"o con lnna privatipa d¿ libertad no mayor d.e d.os añ.os
y can *einta a ci¿nto peintc días-muba.
Si la. difomaciln sc refterc al hecho prevism ¿n e! artícalo 13), la pena serd
privativa d.e libertad m runm d.e uno ni maym d.e d.os añ.os y cun ntpcrrtñ.
a ci¿nto peinte d.ím-muLta.
Sí el d¿[,ito se co?nete por nudio d¿l libro, Ia prcnsa u o*o madio d¿ nwani-
ca¿ión social, l.a pena scní privativa d¿ libertad no merwr d¿ uno ni vna.lor
dc *es años y d¿ ci¿nto pehüe n trescientos saenta y cinm días-malta",
752 como apunta Doruu, es una norma que permile al ofendido inocente demostrar el
honor real en el juicio; Derecho Penal. Parte Especial, T. l, cit., p. 461
753 Así, Vrll¡ SrerN, J.; Derecho Penal. Parte Especial,l-8, cit., p. 46.
754 Peñ¡ C¡anenn,R.', Tratado de Derecho penal..., Vol. l, cit., p. 39g.
755 Góuez, E.; Tratado de Derecho Penal, T.ll, cit., p. 284.
756 v¡d., al respecto, Busros Rauiaez, J.; Manual de Derecho penal. parte Especiat, cil.,
p.171.
Tirwo II: D¡lros coNrRA EL HoNoR 341
759 Peñn Ceeaen¡, R.; Tratado de Derecho penal. parte Especial, cit., p. 397
760 Cneus, C.; Derecho Penal. Parle Especial, T. l, cit., p. 167.
Tirulo II: Drlnos coNrRA EL HoNoR 343
761 S¡lrN¡s StccHt¡, R.; Oerecño Penal. Pafte Especial, cit'' p.295.
762 Sn¡¡¡4s Stccxtn, R.; Derecho Penal. Parte Espacial, cit'' p' 301.
763 Peñ¡ C¡onenn, R.; Tratado da Derecho Penal..., Vol' I' cit" p. 398.
344 DenecHo pENAL - P¡nrr gspgclel: Tovo I
764 Ver más al respecto, delitos de lnjuria y calumnia, conforme al apartado sobre el tipo
subjetivo del injusto.
TÍrulo II: Delrros coNTR.A, EL HoNoR 345
quiere decir que el ofendido ha sido declarado absuelto de forma definitiva, por parte de
un órgano jurisdiccional o foráneo, no cabe ninguna prueba de la verdad, se demuestra
que el autor actuó desde un principio con una falsedad objetiva sobre los hechos que
atribuyó al sujeto pasivo, que de plano no podría ser analizado en sede de antüuridici-
dad -vfa una causa de justificación-. En el segundo caso, trata de imputaciones que
se circunscriben al ámbito de la privacidad, aquella parcela del individuo que no puede
ser objeto de intromisión alguna y, que en principio negamos posibilidad de que sean
incluidos en cuanto a la aplicación de la exceptio veritatis.
767 En este caso resalta el interés del ofendido del delito contra el honor. de que que-
de plenamente acreditado la falsedad del juicio de valor injurioso o de la imputación
delictiva que recae en su contra. Un interés que se superpone al interés público, a
efectos de limpiar su honor y, que el ofensor (querellado), quede en evidencia ante la
sociedad, como un individuo que menosprecia en sentir más interior (personalidad) de
la persona humana; De todas formas, coincidimos con Vruu¡ Srerx, cuando sostiene
que se trata de una previsión provocadora pues el querellante que se negará formular
el pedido, será visto con sospecha por el sistema, sin perjuicio que el sólo trance de
ventilar condiciones en sede judicial ya es estigmatizante aunque se pruebe la false-
dad del dicho; Derecño Penal. Parte Especial l-8, cit., p. 55.
TÍrulo II: Dnnos coNrRA EL HoNoR 347
768 Asf, en opinión de L¡unexzo Copeuo, P.; Los detitos contra el Hono4 cit., p. 118.
769 Asf, Senn¡¡¡o Gómez, A.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 280.
770 Ver al respecto, Peña Caenen¡ Fnevne, A.R.; Derecáo Penal. Pade General, cit., ps. 726-
727.
Veral respecto, Peñ¡CesRen¡ Fnevne, A.R.; Derecf¡o Penal. Parte Genera{ cit., ps.
426-428.
772 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino- Parte Especial,lV cit., p. 112.
348 Denecgo pENAr - P¡nre esp¡clel: Tovo I
773 MncrA Gó¡¡rz, analizando el artículo 210 del C.P. español, sostiene que se trata de una
cuestión fundamental en el ámbito de la antijuridicidad, que llega a ser determinante
de la condena o de la absolución del acusado de injuria, pero queda restringido a las
injurias dirigidas a funcionarios públicos y que consistan en expresiones o en imputa-
cionei de hechos; EI delito de lnjuria, cit., p. i41.
774 Asf, Sar-n¡ns Srccx¡¡, R.i Derecho Penal. parte Especiat, cit., p. 306.
775 Para ForurAN BelestRe, tiene el carácter de una excusa absolutoria, porque están da-
dos los caracteres objetivos de la injuria, sin que el pedido del querellante suponga un
conflicto de bienes o intereses jurídicos de los caracterizan la justificación; porque no
media en tales supuestos causal alguna de inculpabilidad: porque la falsedad de la im-
putación no pertenece al tipo de la injuria; Tratado de Derecho Penal. Parte Especia!,
T. lV cit., p. 459.
776 L¡unezo Copeulo, P.; Los delitos contra e! Honor, cit., p. 120.
777 Vrves AruróN, T.S.; Delifos contra elhonor; cit., p. 351.
TÍrulo II: Delnos cor.irRA EL HoNoR 349
CONDUCTAS ATíPICAS
1. COMENTARIO
pueden emitirse injurias sin que haya mediado imputación alguna delagravia-
do que autorice al mismo a defenderseTs.. En talsentido, siel abogado en sus
alegatos, profiere una atribución o calidad que ofende el honor del imputado
por ejemplo, que lo llame "delincuente", esta expresión cumplirá a cabalidad
con los elementos de tipicídad (objetiva y subjetiva)78l, ante la ausencia de
causas de justificación, no cabe duda que se trata de un elemento ajeno al
injusto y a la cufpabilidad del autor, esto es, el contexto en el cual ée desarro-
llan estas conductas, que hace decaer elmerecimiento y necesidad de pena,
pues su prohibición constituiría un claro atentado al derecho de defensa y de
contradicción.
El debate judicíal compromete bienes jurídicos de suma estimación,
y por tanto, es conveniente eliminar toda traba tendiente a menoscabar la
libertad782. El debate judicial, escribe SoLen, es cosa seria; en é1, las afirma-
ciones contrapuestas comprometen diariamente la fortuna, el honor, la fami-
lia y hasta la vida de los interesados. En tales situaciones, no es posible que
las partes deban actuar bajo la amenaza penal por las manifestaciones que
juzguen necesario haceren defensa de sus derechoslss. La abogacía es una
actividad libre y excelsa entre los hombres, una actuación de gran relevan-
cia en vista de los bienes jurídicos que tiende a tutela¡ sobre todo, cuando
la libertad de su patrocinado se encuentra en riesgo de verse mermada de
forma significativa. En talvirtud, no se pueden poner cortapisas al desarrollo
de la abogacía, mas ello no puede entenderse como un ejercicio libérrimo,
pues elAbogado ha de sujetar su actuación a la legalidad y la deóntica que
guía su conducir profesional.
Sujetos de esta conducta lo pueden ser los abogados, los apoderados
judíciales y los representantes procesales (curadores), comprendiendo entre
éstos al Procurador Público, como defensor de los intereses del Estado en
juicio. sin embargo, pareciera que la norma no incluye al representante del
Ministerio Público, nos referimos al Fisca[,, quien en un proceso penal, por
ejemplo, ha de ser considerada una parte procesal, lo cual consideramos
injusto, pues éste puede ser precisamente objeto de ofensas por parte del
sujeto confrontado, lo cual no se condice, con el princípio de igualdad de
armas.
El comportamiento que recoge la norma, debe manifestarse en el mar-
co de un proceso judicial, sea civil, penal, laboral, de familia, contencioso-ad-
780 citado por Peña c¡enen¡, R.; Tratado de Derecho penal. parte Especial, T. l, cit., p.
404.
781 Para Vnu srerH, se trata de una causal de atipicidad; Derecho penal. parte Especiat,
l-8, cit., p. 50.
782 PEñ¡ Cesnene,R.; Tralado de Derecho penal. parte Especial, T. l, cit., p. 405.
783 Sor-en, S.; Derecho petna! argentino, T. lll, cit., p. 235.
Tirulo II: Delnos coNrRA EL HoNoR 351
Vid., al respecto, FoxrAN Bnusrn¡, C.i Derecho Penal. Parle Especial, cit., ps. 174-
175.
785 Asf, Sor-en, S.; Derecño penal argentino, T' lll, cit., p- 236.
786 S¡rr¡¡s Srccnt¡, R.i Derccho Penal. Parla Especial, cit. p. 304; En contra, NuÑez, R.i
Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T- lV cit.' ps- 177-178.
352 D¡nrcso pENAL - Penr¡ pspecrnl: Ton¿o I
INJURIAS RECíPROCAS
789 Vid., al respecto, s¡r-l¡us srccHn, R; Derccho Penal. Parte Especial, cit., p. 305.
790 Asf, Nuñez, R.; OársCn-rj PenálArgentfno. Pairte Especial, T. lV cit., p. 176.
354 DnnecHo pENAL - P¡,nte espgcl¡l: Torr,ro I
Asf, Vrul¡ SrerH, J.; Derecho PenaL Parle Especial, l-8, cit., p. 60; Cnrus, C.i Derecho
Penal. Parte Especial, T. I, cit., p. '174; FonrÁN BeuesrRn, C.; Derecho PenaL Pa¡le Es-
pecial, cil., p. 175; Soun, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 238.
792 Asf, Peñ¡ CeaReRe, R.i Tratado de Derecho Penal...,Yol. l, cit., p.415.
Tirulo II: Delnos coNTRA EL HoNoR 355
exentas de pena por el juzgador; por lo que han de ser descartadas la ca-
lumnia y la difamación. Ello quiere decir, primero que no es un deber delJuez
aplicar la Excusa Absolutoria, sino una facultad esencialmente discrecional;
segundo, que el órgano jurisdiccional puede eximir de pena a ambas partes
(injuriantes) o sólo a alguno ello, lo cual es correcto, pues debe efectuarse
un baremo diferenciador, conforme a la contribución de cada uno de ellos en
el evento luctuoso. No tiene igual responsabilídad, aquel que respondió a la
ofensa, luego de haber recibido insultos de grueso calibre, de quien precisa-
mente ha provocado el hecho.
Vrr-r-R Srerru, analizando la tipicidad objetiva, escribe que un segundo
supuesto que sugiere el tipo es la existencia de un sujeto activo, el injuriante
provocador, y uno pasivo, el "co-injuriante a quien eljuez puede, sólo a é1,
eximir de pena, por no haber provocado el incidente o haberse limitado a
defenderse, siendo elsuyo un eventualsupuesto de causa de inculpabilidad,
por inexigibil¡dad7s3.
En palabras de PERn CABReRn, la justificación no funciona necesaria-
mente para ambas partes. Eljuez a su arbitrio puede condenar a uno de los
autores y absolver al otro, pero sí, debe quedar claro que la retorsión no se
encuentra justificada; en Derecho Penal las lesiones inferidas a los bienes
jurídicos revisten interés públíco7ea.
Para que pueda proceder la exención de pena, previamente debe acre-
ditarse la concurrencia de tipicidad y de antijuridicidad de todas las conduc-
tas que son calificadas como <injurias> (recíprocas), pues aquélla donde no
se cumplen dichos elementos, no podrá.servalorada como talTss. No se da la
relacíón de reciprocidad cuando uno de las imputaciones ofensivas es atlpi-
ca o está justificada, pero no es indispensable que todas ellas sean pÚnibles:
la relación de reciprocidad se da igualmente cuando confluye una injuria pu-
nible con otra que no lo es, por falta, por ejemplo, de la culpabilidad típica7e6;
eflo quiere decir, que tas injurias que son reputadas como <<recíprocas), para
ser tales deben constituir un injusto penal, por lo que la inculpabilidad u otro
motivos de disculpa, no enerva dicha cualidad-
Bajo la hipótesis normativa in comento sucede algo muy peculiar: ha-
brá tantos sujetos activos como sujetos pasivos, pues el agente asume en
simultáneO ambas posiciones jurídico-penales. Para ello, debe advertírse la
relación de <reciprocidad>. La relación de reciprocidad se presenta cuando
una de las injurias ha sido dirigida al sujeto pasivo po,rque éste, a su vez,
793 Vruu SretN, J.i Derecho Penal. Parte Especial, l-B' cíi.' p. 61.
794 Peñ¡ Ceanen¡, R; Tratado da Derecho Penal.--, Vol- I' cit.' p. 414'
795 Asf, FoHrAx Balesrnn, C.i Derecho Penal. Pafte Especial' cit.' ps' 175-176.
796 Cneus, C.; Derecho Penal' Parta Especial, T. I' cil' ps. 174-175.
3s6 D¡nrcro pENAL - PeRrr ¡spgcral: Toruro I
ACCIÓN PRIVADA
Art. I38.-"E n los fulítos ptnistor elL estc Thulo sóh se proced.erá pm oc-
ción privad.a.
Si Ia injurio, difamacíón o calumni.a ofende a l.a memorí.a d.e uno perso-
na fallecida, presa',ttar,1¿1ús rnuerta' o d¿clarad.a jud,icíalmentc f,usrlrte
o desaparecida, la acciút penal podrd ser promovida o continuad.a por su
aínyuge, oscend.ientes, ri¿scendisntes o hermanos'.
801 Asf, Peñ¡ C¡sneRe Fnevne, A.R.; Manual de Derecho Procesal Penal cit., p. 657.
358 DsnecHo pENAr - Pnnt¡ esp¡ct¡¡-: Touo I
802 Prñe C¡enen¡ FRevne, A.R.i Manual de Derecho Procesal Penal, cil', p. 658'
803 Artfculos: 3020 y ss. del C de PP; arts. 459o bis 467o del nuevo CPP.
804 Peñ¡ C¡enene,R.i Tratado de Derecho Penal..., Vol. l, cit.' p. 416'
TÍrulo II: Deltros coNrRA EL HoNoR 3s9
806 Dlez-P¡c¡zo, L./ Gur-lóN, A.; Slsterna de Derecho Civil, Yol.lV cit., p. 35
Tirulo III: Deuros coNTRA LA FAMTLTA 365
MATRIMONIOS ILEGALES
1. CONSIDERACIOÑES GENERALES
La familia se gesta por lazos afectivos entre las personas, se dijo, pues
la forma culturalmente tradicional para que ésta tome lugar es el matrimonio.
lnstitución esta última que ha sido reconocida desdetiempos pretéritos, como
la vía formal, como el mecanismo arbitrado por la ley, para que dos personas
sean unidas bajo el sacrosanto ligamen del matrimonio. Para ser sinceros, el
matrimonio fue instituido en siglos atrás, como una manifestación propia de
la religiosidad, pues su celebración era oficiada por un párroco, por un sacer-
dote, un cura, etc., que en representación de la lglesia Católica, en principio,
era quien formalizada relígiosamente la unión espiritualde la pareja.
810 Dlez-Prcnzo, L./ Gullón, A.; Sisfema da Derecho Civil,Yol.lV, cit., p. 62.
811 Asf, Pr-Acroo VTLcAcHAGA, A.F.; La familia en la Constitución peruana, cit., p' 346.
812 Ver al respecto, PlÁcoo Vttcecxece, A'F.; La famitia en la Constitución peruana, cil-,
_ps. 364-365.
813 En contra Dfez-Ptc¡zo, L./Gur-uó¡¡, A.; Srsfema de Derecho Civil,Yol' lV, cit., p. 62.
368 DenecHo pENAL - PaRre gsprc¡el: Touo I
814 Dlez Prcezo, L./ Gullón, A.; Sisfema de Derecho Civil, Yol. lV cit., p. 63.
815 SnuN¡s SrccHr¡, R.; Derecño Penal. Parle Especial, cit., p. 330.
816 Asf, S¡r-rN¡s Srccxr¡, R; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p.331.
817 Así, GoNzÁuez Rus, J.J.; Delitos contra las Re/acrbnes Familiares (l), cit., p. 492.
818 SerrN¡s S¡ccn¡n, R., Derecho Penal. Parle Especial, cit., p.331.
Tiruro III: Delrros coNrR.l LA FAMTLTA 369
BIGAMIA
Art. I39.- nEl cosado qu¿ onntru¿ ma*intonio será rcprfurid.o cnn ?enf,
prbafua d¿ libmad ni maytr da cuatro años.
no m¿n'or d¿ ano
Si^reEeao a sa cstod¿ ciüL, i*fuicc n cnm clepmona con quien cofttTao
et nino ma*imonio la pma serd lniwtiw d¿ lümed no m¿lror de dos
ni mayor d¿ cinn añosD.
819 GowzÁrez Rus, J.J.; Delrfos contra las Relaciones Familiaras (/), cit., ps. 491-492.
820 Asf, Pners Cerw, J.M.; Comentarios a la Pafte Esp*ial del Derecha Penal, cit., p. 506.
821 DoHr¡, E.A.; Derccho Penal. Parte Especial, T- ll-A' cit.' p. 21-
822 PlÁcno Vrr-c¡cx¡c¡, A.F.; La familia en la Constitución peruana, cit., p. 359.
370 DsnecHo pENAL - P¡nre sspsc¡u: Tovo I
1. BIEN JURíDICO
825 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. parte Especial, T. lV cit., p. 407.
826 FoNrAr.¡ B¡r-esrnn, c.; Derecho Penal. Parte Especial cit., p. 276 yer al respecto, so-
rEn, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., ps. 344-345.
Tirulo III; DEltros coNTRA LA FAMTLIA 3't I
2. TIPICIDAD OBJETIVA
827 Asf, S¡r-¡¡¡s SrccH¡¡; R.i Derecho Ponal. Parte Especiat, cit., p. 335; Alv¡nez VALDÉ5,
l.G.; Delitos contra las Relaciones Familiares, cit., p. 194; GoNzALEz Rus, J.J.; Delitos
contra las Relaciones Familiaras, cit'' p' 494.
828 Cueuo C¡r-ó¡¡, E.; Derecho Penal' Parte Especial, T. ll, cit., p. 731.
829 Asf, C¡neoNEr-l Meteu, J.C./ Go¡rzÁlez Cuss¡c, J.L.; Delifos contra las Relaciones Fami-
/rares, cit., p, 361.
830 Cueu-o C¡róH, E.; Derecho Penal. Parte Especial, T. ll, cit., ps' 731-732'
831 CeRsoHeLu Mereu, J.C./ GoNáLEz Cuss¡c, J.L.; Delilos contra las Relaciones Familia-
reg cit., p. 360.
372 DEnecHo pENAL - P¡.nre espec¡¡,1: Tor'¡o I
Ahora bien, para poder afirmar la tipicidad penal, se dice que el primer
matrimonio debe ser válido, para lo cual debemos remitirnos a los artículos
248o bis 2680 del C.C. de que se hayan cumplido con las formalidades pres-
critas por la Ley, siendo que el posible vicio en que se haya podido incurrir en
su celebración, en lo que respecta a la aparición de causales de nulidad y/o
de anulabilidad, que se contraen de los artículo 2740 y 277o del C.C, no inci-
dirá en eljuicio de tipicidad penal838, a menos que exista un pronunciamiento
832 S¡rrnes SrccH¡¡, R.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p.333.
833 Seuruns Srccnre, R; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 333.
834 AsÍ, GoNzAr-ez Rus, J.J.; Delitos contra las Relaciones Familiares, cit., p. 494.
835 Vid., al respecto, PuÁcroo VrcecHncn, A.F.; La familia en la constitución peruana, cil.,
p. 367.
836 Asf, GoNález Rus, J.J.; Delifos contra las Relaciones Familiares (/), cit., p. 493.
837 Así, Peñ¡ C¡aneRe, R.', Derecho Penal Peruano. Parte Especial, cil., p.284.
838 Así, Ar-vanez V¡r-oÉs, LG.; Delifos contra las Relaciones Familiares, cit., p. 194.
Tirulo III: Deuros coNrRA LA FAMTLTA
373
839 Asf, Peñn CneRenn, R.; Derecho Penal Peruano. Parte Especial, iit., p. Zgt.
840 Cueu-o CnróN, E.; Derecho Penal. Parte Especial, T. ll, cit., p. 132.
841 Peñ¡ C¡anena,R.; Derecho Penal Peruano. Parte Especial, cit., p. 2g1.
842 Peñe C¡enen¡ FReynr, A.R,; Eiéges is del nuevo Código procesal penal cit., p. 1g5,
843 Soun, S.; Derecho panal argentino, T. lll, cit., p. 351; Asl, FoHTAN B¡resrn¡, C.., Dere-
374 DeR¡cso pENAL - Pnnre gspecrA,r-: Tovo I
3. FIGURA AGRAVADA
847 Peñ¡ C¡enenn FRevne, A.R.; Darecho Penal. Parte General cit., p. 1107; Asl, Pern
ceenenn, R.; oerecho Penal Peruano. Parte Especial, cit., p. 283; Rov Fnr.vne, L.E.;
Derecho Penal. Parte Especial, T. l, cit., ps.71-72; Sasn, S.; Derecho penal argentino,
T. lll, cit., ps. 344-345; Alv¡nez V¡uoÉz, l.G.; Delifos antra las Relaciones Familiares,
cit., p. 19a; Gonzáles Rus, J.J.; Delitoscontra las Relaciones Famíiaras (/), cit., p. 494;
Pnars c¡¡¡w, J.M.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cit., p. 509:
Vruu Sre¡r, J.i Derecho Ponal. Pafte Especial,l-B' cit' p. 73'
376 Denrcso pENAL - PlRrp especlA,r-: Tovo I
848 Vtue Srerl, J.; Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 73.
849 Snun¡s SrccHn, R:, Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 335.
Tirrno III: Drlrros coNrRA LA FAMTLTA 377
las formalidades previstas por la Ley. siendo así, cuando el agente da lugar
al inicio de la ejecución típica850, a dar paso al cumplimiento de las formáti-
dades prescritas por la normatividad, para casarse, pero no se llega a cele-
brar, por diversos motivos, estaríamos ante una tentativassl. como dice, peñn
CAenERn, estaría constituida por todos los actos tendientes a elaborar el acta
matrimonial ante el Oficial del Registro Civil sin alcanzar la finalización de la
ceremonia852.
850 Asf, Vrr-r-¡ Sren¡, J.; Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 73.
851 Asf, Cueuro Cer-óx, E.; Derecho Penal. Parte Especiat,f. ll, c¡t., p. 736.
852 Peñn CrgRenn,R.; Derecho Penal Peruano. Parte Especiat, cit., p. 283.
853 C¡Rso¡¡eLr M¡reu, J.C./ Goxáuz Cuss¡c, J.L.; Delitos contra las Re/aclbnes Familía-
res, cit., p.362.
854 Pef¡¡ C¡anen¡, R; Derecho Penal Peruano. Parte Especial, cit., p. 283.
855 GoHzA¡-ez Cussrc, J.J.; Delr'tos contra las Relaciones Familiares e, cil., p. 494; Asl,
Pnars Cnnur, J.M.i Comdntarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cil., p. 510;
Arv¡nez V¡r-oÉs, LG.; Oeú'fos contra las Retaciona.s_Layti{ara9, ci!,_,p.
]9_a,
856 Cueuo Cnr-óN, E.; Derecho Penal. Parte Especial, T. ll, cit., ps- 734-735.
iai$S!i\Sl{t$ñ.U-$E{¡\iltr\r!¡:!::\1*\!i trq!ij.u\r\i\i\*i\-dulsirG.$
Art. I40.- (El rc casad¿ qu¿, ñ. sabidt$ colrtra¿ ma*imonio con pfrsorlo
casa.da. smí repriwifu nn pnw privativa d¿ übertad. no mcnor d¿ mo ni
mayor fu trcs miosD.
1. JUSTTFTCACTÓNpOUir¡C¡CRtM|NAL
857 Serr¡¡¡s S¡ccHte, R.; Derecho PenaL Parte Especial, cit., p. 336, Asl, VLu Sret¡¡, J.,
Derecho Penal. Parle Especial,l-8, cit., p. 72.
Tirwo III: Det-rros coNTRA LA FAMTLIA 379
2. TIPICIDAD OBJETIVA
858 BR¡uoxr Anr¡s, L.A./ G¡ncfn Cnlrze¡¡o, M.C.; Manual de Derecho Penal. Parte Espe-
cra{ cit., p. 161.
859 Asf, S¡r-¡Hns Srccrre, R.i Derccho Penal. Parte Especial, cit., p. 341.
380 Denecso pENAL - Pnnrs especlnl: Tovo I
contrayente, puede dar lugar a un error de tipo. El error, en todo caso, habrá
que analizarlo caso por caso.
1. FUNDAMENTO DE LA INCRIMINACIóN
860 Vid., al respecto, DoHN¡, E.A.; Derecho penal. parte Especiat, T. ll-A, cit., p. 47,
Tirulo III: Delrros coNrRA LA FAMTLTA 381
2. TIPICIDAD OBJETIVA
861 Así, Gouárc2 Rus, J.J., al referirse al artfculo 2190 del C.P. español; Delitos contra
las Relaciones Familiares (l), cil., p. 496; A¡-venez V¡r-oÉs, l.G.; deldos contra las Re-
laciones Familiares, cit., p. 197; En cuanto a la legislación penal argentina, Somn, S.;
Derecho penal argenüno, T. lll, cit., p. 356.
382 D¡nrcHo pENAL - Pnnrg espEctnl: Tovo I
Puede presentarse que el autor yerre sobre ciertos aspectos del ma-
trimonio anterior, en cuanto a su real vigencia, lo que daría lugar a un error
de tipo; pero sieste en definitiva no conoce del matrimonio anterior, se debe
excluir la tipicidad subjetiva por dolo, pero como veremos mas adelante ha-
brá obrado de forma negligente.
5. MODALIDAD CULPOSA
q6_2 Asl, Seln¡s Srccnre, R.i Derecho Penal. Parte Especíal, cit., p. 345.
863 Dorlxe, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. ll-A, cit., p. 48.
384 Denpcso pENAL - P¡Rre pspecr¡t-: Tovo I
864 BRn¡¡oNr-Anns Tonnes, L.A./ Gnnci¡ CnHrrz¡¡¡o, M.C.', Manual de Derecho Penal. Parte
Especial, cit., p. 163.
Asf, So¡-en, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 355; DoNnn,E.A; Derecho Penal.
Parte Especial T. ll-A, cit., p. 49.
TÍrulo III: Deuros coNTRA LA FAMTLTA 38s
1. TIPICIDAD OBJETIVA
866 Asf, Vrur-¡ Srerru, J.; Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 77
386 DeREcHo pENAL - Pnnrg espEcrnl: Tovo I
867 Los que adolecieran de enfermedad crónica, contagiosa y transmisible por herencia,
o de vicio que constituya peligro para la prole.
TÍrulo III: D*lros coNTRA LA FAMTLTA 387
868 Así también los contraldos con infracción del artfculo 243o (impedimentos especiales),
tal como se desprende del artlculo 286o del C.C.
869 En contra S¡uH¡s Stccrn, R.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps. 349-350.
870 DoxH¡, E.A.; Derecho Penal. Parla Especial, T. ll-A, cil., p. 22; Al respecto, FoHTAN
B¡res¡n¡, C.: Derecho Penal. Parte Especiat, cit., ps. 277-280.
388 D¡nec¡ro pENAL - P¡nre esppc¡u: Tovo I
1. GENERALIDADES
871 Cueu-o Car-ón, E.; Derecho Penal. Parte Especial, T- ll, cit., 9.72O.
872 Peñ¡ C¡sRen¡, R.i Derecho Penal Peruano. Parte Especial, cit., p. 287.
873 C¡srno PÉnez TnEvlño , O.i Patemidad resptonsable, derechos y deberes de padrcs e
hijos. lgualdad de los fr4bs. En: La Constitución Comentada, cit., p.389.
390 DEn¡cso pENAL - PnRr¡ rsprcr¡l: Tovo I
874 DoHrun, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. ll-A, cit., p. 57.
Tirulo III: D¡l-rros coNTRA LA FAMTLTA 391
Art. 143.- GEI que, con perjuicio ajano, ahero o saprime el estad¿ ciül dc
ntTe pcrsonf, será reprimido mn pena privatipa d¿ libertad. rw mnyor d'e
dos a.ños 0 con Prettncilin de servicio cmnunitario d.e veinte s cincuenüüs
junaáas".
875 V¡ul¡ Sret¡r, J.i Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit.' p. 79.
876 ForrAH B¡uesrne, Q.i Derecho Penal' Pa¡le Especial, cit.' p. 275.
877 GoNzALEz Rus, J.J.; Delitos contra las Relaciones Familiares (t), cil., p.497; Al respec-
p. 198.
to, Arvnnez V¡t oÉs, l.G.; Delifos contra las Relacionas Familiares, cit.,
"''....%tusslN*.¡!t-"..*. ***w
Para Vtlln StEttt, se tutela el estado civil de las personas como fuente
de identidad, de derechos y obligacionessTs.
un estado civíl cierto, permanente e inalterable se pretende proteger
tipificando conductas que pueden anularla o alterarla en perjuicio de la vícti-
ma o de otra personasTs.
se aprecía claramente (...) la existencia de un estado civil o una iden-
tídad constituidos por ia condición real del sujeto y otro u otra que es el que
resulta de las constancias existentes en los registros destinados a probarlo o
en los documentos que acreditan la identidad del documentosso.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
883 Vur-¡ Sre¡u, J.; Derecho Penal. Pade Especial, l-8, cit., p. 81.
884 Soun, S.; Deracho penal argentino, T. lll, cit., p. 360'
885 FonrÁr B¡r-Esrn¡, C.; Derecho Penal. Pafte Especial cit., ps. 287'288i Así, Sor-en, S.;
Deracho penal argentino, T. lll, cil., p. 361; Donw¡, E.A.i Derecho Penal. Parte Espe-
cral, T. ll-A, cit., ps. 72-73.
886 Asf, Bn¡¡¡oHr-Anrns ToRnes, J.L./ G¡acn C¡Nrz¡¡¡o; Manual de Derecho Penal. Parte
Especial, cit., p. 166.
Asf, Soun, S.; Derecño penal argentino, T. lll, cit., p. 361.
394 Drne,cgo pENAL - Pnnre gspscr¡l: Tovo I
888 Snuxns Srccnra, R.; Derecño Penal. Parte Especial, cit., p. 354.
889 Nuñez, R.; Derecho Pena! Argentino. Parte Especial, lV, cit., ps. 427-428: Así, Sor-en,
S.; Derecho peial argentino, T. lll, cit., ps. 358-359.
890 Nuñez, R.; Derecho Pena! Argentino, Parte Especial, lV cit., p. 428.
891 For'¡rAN B¡usrae, C.; Derecho Penal. Parte Especial cit., p. 288.
Tirwo III: Drlnos coNTRA LA FAMTLIA 395
Bg2 Asf, Bnn¡¡o¡r-Anns, L.A./ G¡ncln Cnmrzexo; Manual de Derecho Penal. Parte Especial,
cit, p. 167.
893 Asf, DoH¡r¡, E.A.; Derecllo,le49!, !art9E:p::i:!, ci!
n, 80'
894 Asl, Peñ¡ Ceenena, R.; Tntado de Derecho Penal. Parte Especial, Vol. l, cit., p. 452.
DgnecHo pENAr - PeRTr espscrn¡-: Touo I
dad), ilegítima, sancionando con pena a la mujer que f¡nge embarazo o parto,
para dar al supuesto hijo, derechos que no le corresponde.
3. TIPICIDAD OBJETIVA
895 DoNxe, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T ll-A, cit., p. 82.
896 Nuñrz, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial,lV, cit., p. 433.
897 Asl, Vtul¡ Srerr.r, J.; Derecho Penal. Parte Especial,l-8, cit., p. 82' En cambio en la le-
Tirulo III: Dernos coNrRA LA FAMTLTA 397
mujer sólo puede ser la supuesta madreses; todos aquellos que cooperen en
la realización típica, serán calificados como partícipes, pero especial rele-
vancia le ha concedido el legislador a los galenos, al haberlos incluídos en el
segundo párrafo del articulado en cuestión.
gislación penal española, puede serlo cualquiera, tal como se desprende del artfculo
2200.
898 NuñEz, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial,lV cit.,. p. 433.
899 Prñ¡ Cnenen¡ , R.; Darecho Penal Peruano. Pafte Especiat, cit.,.p' 288.
900 Cuer¡-o Cnr-ór, E.; Derecho Penal. Parte Especial, T. ll, cit., p.722.
901 Fol¡rÁx B¡uesrn e, C; Derecho Penal' Pañe Especial, cit., p- 294'
902 Ast, Peñ¡ Ceonene, R.i Derecho Penal Peruano. Parte Especial, cit., p. 289; FoHTAN
Beusrnn, C.i Derecho Penal. Parte Especial, cit.' p. 294.
Cueuo C¡r-ór¡, E.; Derecho Penal' Parte Especial, T. ll' cit-' p-722.
398 Denrciro pENAL - P¡nre ¡speclel: Tovo I
908 Peñe Cnanen¡, R,; Derecho Penal Peruano' Parte Especial, cit.' p. 289; Asf, S¡l-lH¡s
Srccnre, R.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 360; Vid., al respecto, Pn¡rs Ca¡ul
J.M.; iomentarios a la Parte Especiat det Derecho Penal, cit., p. 521.
Cueu-o CeuóH, E.: Derecho Penal. Parte Especial, T. ll, cit.' p.723-
400 Densc¡ro pENAL - Pnntg espgclel: Tovo I
910 Peñ¡ C¡enen¡,R.; Derecho Penal Peruano. Parte Especial, cit., p. 289; Asf , Vtu Srell,
J.; Derecho Penal. Pa¡7e Especial,l-8, cit., p. 83.
911 GoNzArEz Rus, J.J., Delitos contra las Relaciones Famitiares (/), cit., p. 499.
Tirulo III: Delrros coNTRA LA FAMILTA 401
1. GENERALIDADES
9'|.2 Asf, en el C.P. argentino, en el artfculo 1380, hasta antes de la dación de la ley
24.410.
913 SRr-¡r.¡¡s Srccxra, R.l Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 362.
914 C¡Reor.¡euu Merru, J.C./ GolzÁuez Cuss¡c, J.L.; Delifos contra las Relaciones Famitia-
res, cit., p. 365.
402 Denecno pENAL - P¡nrg psprclnl: Tor',ro I
1430. Resulta plausible, que se haga una distinción, en méri.- a la edad cro-
nológica de la víctima, en vista de su estado de vulnerabilidad, de indefen-
sión, cuya conf¡guración típica revela una proximidad con figuras delictivas
de mayor gravedad, nos referimos a la trata de personas y altráfico ilegal de
personas.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Puede ser cualquier persona, el tipo penal no exige una cualídad espe-
cial, para ser considerado autor.
915 Asl, Do¡¡r.¡¡, E.A.; Derecho penat. parte Especial, T ll-A, cit., p. 91
Tirulo III: Dnuros coNTRA LA FAMTLTA 403
916 Peñ¡ C¡enene , R.i Derecho Panal Peruano. Parte Especial, cit.' p. 291.
917 Bn¡¡¡onr-ARr¡s ToRnes, L.A./ G¡acl¡ CmrtzeHo; Manual de Darecho Penal. Pade Espe'
cÉL cit., p. 169.
918 FoHrA¡¡ Bnresrn e, C; Darecho Penal. Parte Especial, cit.. p. 292.
919 Peñr C¡enen¡ , R.i Derecho Penal Peruano' Parte Especial, cit'' p' 292.
920 Peñ¡ C¡enenR, R.; Oerscfio Penal Poruano. Parle Especial, cít', p' 292.
921 DoHx¡, E.A.; Derecho Panal. Parte Especial. T' ll'A' cit.' ps. 91-92.
925 'Así, FoNTAH Belesrnn, C.i Derecho Penat. parte Especial, cil., p. ZgZ.
926 Peña C¡aneae, R.; Derecho Penal Peruano. parte Especia!, cil., p.292.
927 c¡Reo¡¡eLr Mnreu, J.c./ GoNálrz cuss¡c, J.J.; Delitos contra las Retaciones Familia-
res, cit., p. 366.
928 Cueuo CauóH, E.; Derecho Penal. parle Especial, T. ll, cit., p.225.
929 Así, c¡aeo¡¡eLr Mareu, J.c./ Gorár-ez cuss¡c, J.J.; Delifos contra las Relaciones Fami-
/iares, cit., p. 366; Cueur-o C¡r-óN, E.; Derecho penal. parte Especial, T. ll, cit., p.725;
Pnnrs CeNur, J.M.; Comenf arios a ta parte Espéciat det Derecho penal, cil., p.524.
930 Peñ¡ C¡anEn¡, R.; Derecho Penal. parte Especiat, cit., p. 292.
931 Rov Fnevne, L.E.; Derecho Penal. parle Especial, T. l, cil., p. 227.
Tirui.o III: Deuros coNTLA. LA FAMTLTA
932 SnuN¡s S¡ccnn, R.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 365.
933 Asl, Peñ¡ Ceanenn, R.; Derecho Penal Peruano- Parte Especial, cil., p.294.
934 Vid., al respecto, Pn¡rs C¡Hul J.M.i Comentarias a la Parte Especial del Derecho
Penal, cil., p.524.
Ver al respecto Soun, S.; Derecho penal argenüno, T. lll, c¡t, p. 364.
406 Dnnecso pENAL - P¡Rrr esprcrel: Tovo l
rvróv¡r- DE HoNoR
Art. I4ó.-oSi el agente de,alguno d.e los d¿ütos previstvs en este capítutn
com¿te el hecho pm un ruíül
d.e hanw Ia ptena será d.e prestacün de serpicio
comu¡ütari,o d,e peinte a treinta jornad.astt.
936 Peñ¡ C¡anene, R.; Derecho Penal Peruano. Parte Especial, cit., p. 2g3
TÍruro III: Dsl¡ros coNrRA LA FAMTLTA 407
937 Ver al respecto, SauHas StccHl¡, R.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 368.
408 DenecHo pENAL - Pnnte esprc¡e¡,: Tor'¿o I
1. ALCANCES PRELIMINARES
El Título lll del C.P., recoge un bien jurídico (delitos contra la familia),
que a su vez contiene de forma específica, concretos ámbitos de protección
del derecho punitivo; vimos en prímera línea, los atentados contra el matri-
monio civil monogámico, luego los injustos que afectan el Estado civil de las
personas, mientras que en esta capitulación se hace mención a los atenta-
dos contra la patria potestad.
La patria potestad es una institución jurídica, propia del derecho de
familia, en virtud del cual los padres adquieren una serie de derechos y/o
obligaciones, para con sus hijos menores, tal como se desprende del artículo
4230 del C.C. concordante con el artículo 74o del CNA. La patria potestad,
(..,) es una institución básica del orden social-familiar, la patria potestad es
de orden públicoe38.
Si se puede decir de alguna forma, quienes ejercen la patria potestad
con respecto a un menor, se convierte en custodio, garante y responsable
a la vez del impúber, por lo que debe procurar su bienestar, su desarrollo
genésíco, educación, etc. Cuando infringe algunos de los deberes institu-
cionales, no sólo los inherentes a su persona, sino sobre todo con respecto
a los derechos de otras personas (patria potestad), puede verse incurso el
padre o la madre, en algunas figuras delictivas que se contemplan en esta
capitulación.
Segtin lo dicho, en esta apartado del C.P., se penalizan todas aquellas
conductas que atentan contra la patria potestad, de forma concreta la te-
nencia del padre que ejerce la patria potestad sobre su hijo, al sustraerlo de
su esfera de custodia; es que no basta contar con la calidad de padre, para
asumir la patria potestad y, en tal medída, la asunción de la tenencia delmis-
mo, pues la legislación extra-penal ha previsto una serie de circunstancias,
938 Dlez Prc¡zo, L./ Gullón, A.; Slsfema de Derecho Civil, Yol. lV cit., p. 261.
410 Dgnecso pENAL - P¡nr¡ esp¡,cl,cl: Tort¿o I
SUSTRACCTÓN DE MENOR
1trt, L47,- oEI que, mediando relación pa.rentel, sustTñ,e o un menor d.e
edad. o rehúso entregarlo a qui.en ejerce Ia pa*ia potestad, serd. rcprimido
con pena privatipa d¿ líbenad. n0 ?na.!or d¿ d.os añ.ls.
939 Bn¡r¡onr Anr¡s, L./ BneuoNr Anres Torres, L.A.; Código Penal Anotado, cit., p. 374.
940 En contra, Vrrl-¡ Srern, J.; Derecho Penal. Parte Especial, l-B, cit., p. 89; Sar-rlas Src-
crra, R.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps. 370-371.
941 Asl, Peñn C¡anenn, R.; Derecño Penal Peruano. Parte Especial, cit., p. 295.
942 Ver al respecto, Polarxo NrvnnnerE, M.; Delitos contra las Relaciones Familiares (ll),
cit., p. 506.
Tirulo III: Deuros coNrRA LA FAMTLTA 4ll
2. TIPICIDAD OBJETIVA
944 Peña C¡sneR¡, R.; Derecho Penal Peruano' Parte Especial, cit., p. 296.
g4S Asl, Cnnsoxelu M¡reu, J.C,/ GonzÁlez Cussec, J.J.; Delifos contra las Relaciones Fami-
/rares, cit., p. 269.
4t2 DeRscso pENAL - Pnnre ¡spgclnl: Tovo I
típica menciona que debe tratarse de un menor de diez años, artículo modifi-
cado por la Ley 24.410, incidiendo en una modalidad delictiva diversaeao.
Cuestión aparte, es que debe mediar siempre, entre el sujeto activo
y el sujeto pasivo, una relación de parentesco, sea por consaguinidad sea
por afinidad; precisamente ese es el contenido material del injusto típico, de
quien se aprovecha de dicho vínculo familia¡ para sustraer al meno¡ del mar-
co de la patría potestad. Cuando no se advierta dicha vinculación, la conduc-
ta deberá ser reconducida altipo penal previsto en el artículo 1480 (in fine).
Advertimos un vacío en la Ley, en cuanto a la víctima se trata, se ha
dejado de lado al sujeto incapaz, al privado totalmente de discernimiento,
que por su especial caracterización psico-física, requiere también del ejer-
cicio de la patria potestad permanente, a pesar de rebasar el umbral de los
18 años de edad.
2.3.1. Sustracción
Como primer verbo rector la descripción típica, hace alusión a la sus-
tracción de un menor de edad, ello implicaría que el agente extrae de la es-
fera de custodia del sujeto pasivo, de aquella persona que legalmente está
ejerciendo la patria potestad, es decir, el menor queda fuera del alcance de
los deberes de guarda y/o amparo del padre o de la madre, del lugar don-
de ésta se desenvolvíaeaE. Para que podamos estar ante una conducta de
relevancia jurídico-penal, se requiere que la sustracción sea por un tiempo
significativo; v.gr., no se dará la modalidad típica, si el vecíno, que justo es el
tío del menor, se lleva a jugar al niño, para que juegue con los suyos. Debe
evidenciarse una intencionalidad, de retenerlo por un lapso de tiempo signifi-
cativo. Lo importante es arrebatarlo de la esfera de vigilancia de sus padres,
tutores, etc., sin interesar que el autor retenga al menor o ignore su exacto
946 Vid, al respecto DoHu, E.A.i Derecho Penal. Parte Especial, T. ll-A, cit., p. 79.
947 PolÁ¡¡¡o N¡v¡aRere, M.; Dellos contra las Re/aciones Familiares (ll), cil., ps. 506-507.
948 Asf, Bnerirom-ARtns TonRes, L.A./ Gnncf¡ CANlzANo, Manual de Derecho Penal. Parte
Especial, cil., p. 172.
l:
TÍrwo III: Delnos col.rrRA LA FAMTLTA 4t3
2.3.2. Rehusamiento
Segundo verbo rector, refiere eltipo penalen cuestión, al rehusamien-
to de entrega del menor. En realidad, la realización típica de esta modalidad
supone lo siguiente: primero, que el menor se encuentre en compañía del
agente de forma legal (consentida)esl, pues sino tendría que darse la modali-
dad de'sustracción', es decir, quienes ejercen la patria potestad entregaron
de forma voluntaria al menor al autor, si aparece alguna clase de coacción
(vicio del consentimiento), será una "sustracción"; segundo, debe haberse
producido un requerimiento (reclamo, peüción) por parte del padre que cuen-
ta con la patria potestad plena del menor, requerimiento que no es recepcio-
nado pobitivamente por el agente, pues precisamente, hace omisíón de ello
y, no entrega al menor.
949 Peñ¡ CreneRA, R; Derecho Penal Peruano- Parte Especial, cit., p. 296; Asf, S¡r-¡H¡s
Srccnn, R.i Derecho Penal. Parte Especial, cit , p. 372.
950 Peñe C¡anenr,R.: D-ere_ch9 Panal
lgryg9.!3rte Especial, cit., p. 296.
951 Asf, S¡lr¡ns Srccxn, R.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 373.
414 Dgnscso pENAL - P¡Rre especl¡.l: Tovo I
952 PEñ¡ C¡enen¡, R.; Derecho Penal Peruano. Parte Especial, cit., p. 297.
953 En mención a la legislación penal española.
954 Pour¡ro Nevnnnere, M.; Dellos contra las Relaciones Familiares (ll), cil., p. 506.
955 Así, Peñe CesneRe, R.; Derecho Penal Peruano. Parte Especial, cit., p. 298.
956 VIr-u Srern, J.i Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 91;Así, Snulr¡s Sócnre, R.;
Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 376; Alv¡nezV¡¡-oÉs, l.G.; Dellfos contra las Re-
laciones Familiares, cit., p. 205; C¡aaoleu M¡reu, J.C./ GouzAuez Cussnc, J.J.: Delifos
TÍrulo III: Delffos coNTRA LA FAMTLTA 415
doctrina apunta, que estamos ante un delito permanente, pues mientras dure
ei estado antijurídico, se continúan infringiendo los deberes de custodia, de
quienes ejercen legalmente la patria potestadesT,
Como se puso de relieve, habrá que tomar por con cautela, aquellas
conductas típicas, que tienen como supuestos "sujetos pasivos", a mayores
de 16 años, que por su nivelde discernirniento, no pueden metidos al mismo
cajón de sastre, que un menor de ocho años por ejemplo. Para ello eljuzga-
dor deberá valorar el caso concreto, a fin de no penalizar comportamientos
que no revelan una lesividad social cualificada.
Este tipo penal puede concurrir con eltipo penal de trata de personas
y con los injustos de violación a la libertad sexual.
con la dación de la Ley No 29194 del 25 de enero del 2009, Ley que precisa
los casos de pérdida de la patria potestad, en virtud de la cual se modifica
una serie de preceptos legales, comprendidos en el c.c. cNA y en el c.p;
en este último cuerpo de normas, se ha modificado el artículo 177o y se ha
incorporado el artículo 181o-8, normatividad que será de mayor análisis en la
capítulación sobre los delitos sexuales.
Trascendente modificación es la que ha recaído en el artículo 75o del
cNA, habiéndose previsto que el hecho de haber iniciado un proceso penal
a cualquiera de los padres, por los delitos previstos en el capítulo lX del
Título lV constituye una causal de suspensión de la patria potestad, lo que
de cierta forma pondría en estado de lesión al principio de presunción de
inocencia, pues parece que la protección de los derechos fundamentales
del niño, prevalecen de forma preponderante. Medida cautelar, si se quíere
llamar asf, que ya se encuentra recogida en el nuevo cpp, concretamente
en el Libro segundo, Título vlll - la suspensión Preventiva de Derechos,
en el artículo 298.1, inciso a), que a la letra señala lo siguiente: "suspensón
temponl del ejercicio de la patria potestad, tutela o curatela, según e/ caso".
Prívación temporal de derechos, que puede ser impuesta por el Juez de la
lP, a solicitud del Fiscal, ni bien el segundo ha formalizado la fnvestigación
Preparatoriaese.
Art. 148.-$/ que ind.ace ñ, ,'t/t ltten(n d¿ adad a qae se fugue d¿ la casa
de sus padtes o de la de su tutor o ?ersont mcargad,a de w cnrmdin serd
reprimido cun penoprivativa de ühertad. ru mayw d.e dos arios 0 cnfi
Ines-
tación de seruício conrunitario de veinte a cincuentidós jornadas,.
1. BIEN JURíDICO
959 Ver más al respecto, mi libro: 'Exégesis del nuevo Código Procesal Penal", cil., p.
790.
418 Denr.cgo pENAL - P¡.nrs esprcrAr-: Tovo I
2. TIPICIDAD OBJETIVA
960 Así, S¡r-r¡ras S¡cc¡rr¡, R.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 379.
TÍrulo III: Deuros coNrRA LA FAMTLTA 419
una clín¡ca, etc., erigiéndose como custodios aquellos que desarrollan una
función de representación de dichos centros.
Así, como los sostuvimos en el caso delartículo 1470, nos parece una
edad excesiva los dieciocho años, debería bajar a los dieciséis, en orden a
evitar criminalizaciones innecesarias. Muchas veces, producto de una rela-
ción amorosa, puede que personas de 16 años, entablen con su pareja un
concubinato, que puede llegar hasta la celebración de nupcias, cumpliéndo-
se para ello, los requisitos exigidos en la Ley, al margen de la irracional Ley,
que penaliza las relaciones sexua/es consentidas entre personas de dicha
edad; donde el mayor de edad haya actuado como instigador del abandono
de hogar de su pareja.
3. MODALIDAD
\
TíPICA
f
suasión intelectiva, se dirige a que el menor salga del núcleo familiar; por
consiguiente, no se trata de una lnducción, sfnbfu sensu hablando. Tal vez,
corrigiendo la terminología a utiliza¡ pueda depurarse la concepción dogmá-
tica de las figuras penales empleadas.
Pou¡rr.¡o NnvRRRE-re, comentando el artículo 224" del c.p. español, es-
tima que es más correcto interpretar el término "indujere" contenido en la
concreta descripción típica en un sentido no técnico de "inducción": no como
forma de autoría, sino en la genérica acepción de la índucción como incita-
ción a una conducta determinada no subsumíble en un típo legaleGz. Se dice,
también, que al no resultar punible la conducta del instigado, la lnstigación
ha sido elevada a la categoría de autoríae63.
La descripción típica se fundamenta en el desvalor del acto de la inci-
tación a la ejecución de la conducta de abandono, sin requerirse el desvalor
de resultado, proveniente de la efectiva ejecución de la conducta objeto de
la inducción, la cual, como se ha indicado no ha de entenderse en sentido
propio y técnicoeil. Dicho esto, conciliaremos, que el fundamento material del
injusto típico, sólo recae en la conducción misma del sujeto, concretamente
del instigador, donde la realización típica en cuestión, sólo es un dato a sa-
ber, conforme a la efectiva virtualidad de la persuasión sobre la persona del
menor.
De todos modos, es necesario señalar que la lnducción requíere de
una presión psicológica intensa, pues no entran a dicha calificación, los me-
ros consejos y/o sugerencias que pueda realizar el sujeto activo sobre el
sujeto pasivo; es decír, el instigado debe aparecer en su faz decisoria, la
intención de fugarse en mérito a la persuasión psicológica que el inductor
provoca en el menor; v.gr., si el menor ya estaba a decidido a fugarse de su
casa y, sólo le falta un empujoncito para hacerlo, ello no puede ser consíde-
rado como una lnducción. En ese sentido, debe quedar establecido que la
inducción tiene generalmente como presupuesto la ausencia previa de una
resolución de fuga o escape de su casa por parte del menore65.
Por otro lado, el hecho de que el menor sea proclive a fugarse de su
casa, regístrando fugas anteriores, no anula la posibilidad de una lnstigacíón,
la predisposición conductiva, no enerva la aparición de esta figura.
966 Bn¡¡rrour Anns , L.i Temas da Derecho Pe7al, T.4, cit., p. 55.
967 Peñn Ceeaen¡ Fnevne, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 376.
968 Asf,S¡u¡r.¡ns Srccnn, R; Derecho Panal. Parte Especial, cit., p. 380, Vru.e SrerH, J.;
Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 93.
969 Asf, C¡neonelr Mareu, J.C./ Go¡¡ár-ez Cuss¡c, J.J.; Delifos contra las Relaciones Fami-
Íbres, cit., p. 370; Pners Caruur, J.M.; Comentarios a la Pa¡te Especial del Código Penal,
rjW
LIDERAZGO O INSTIGACIÓN AL
PANDILLAJE PERNICIOSO
cit., p. 537; Ar-vnnez VeloÉs; l.G.; Del/fos contra las Relaciones Familiares, cit., p. 207.
970 Peñ¡ C¡enenn,R.; Derecho Penal Peruano. Parte Especial, cit., p.301.
971 Artfculo incorporado en virtud de la primera disposición complementaria y final del
Decreto Legislativo No 899, del 28 de mayo de 199g.
TÍruro III: Duuros coNTRA LA F.{MrLtA 423
1. BIEN JURíDICO
Mas bien este tipo penal nos evoca contenidos meta-jurídicos, cuando
en el C.P. de 1924 hacía alusión a los delitos de corrupción; concepción de
una idea moralista.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
1. GENERALIDADES
La propia condición humana, los lazos parentales que unen unas per-
sonas con otras, determina por su propia esencia que se de la obligación,
de que los padres asistan a sus menores hijos. No debería ser necesario
que una ley, prescriba lo que la propia naturaleza lo hace de forma espon-
tánea, pues nace de la misma filiación el deber de solventar el desarrollo
de los impúberes. Lastimosamente, la misma imperfección de la condición
humana, genera reacciones insensíbles y/o egoístas en el hombre, perdien-
do los lazos de solidaridad con quienes se supone existe las vinculaciones
más preqiada; no sólo con respecto de los padres hacia sus menores hijos,
sino tambiéh a la inversa, pues llegada cierta edad, los progenitores pueden
necesitar la ayuda de sus hijos. El ordenamiento jurídico, ha de procurar en-
tonces, tutelar el bienestar de todos aquellos individuos, que por Ley, tienen
el derecho de recibir una manutención lo suficientemente digna, como para
poder desarrollarse en sociedad; por lo que la misma legislación sanciona
con pena, aquellas conductas antijurídicas que se dirigen a desobedecer los
mandatos jurisdiccionales que establecen montos determinados de pensio-
nes por alimentos.
428 DrRrcgo pENAL - Pente gspectel: Torr,lo I
Se dice que padre no es sólo, qu¡en procrea a un hijo, sino sobre todo
quien vela por su bienestar, por su seguridad, por su felicidad. La manu-
tención de un hijo, claro esta, no debe ser entendida únicamente como la
satisfacción de aspectos puramente materiales, sino también espirituales; un
verdadero padre, no ha de ver cumplido su rol, si es que no rodea al niño de
amor, cariño y seguridad, debemos ir más allá de la lege lata, a fin d-e recoger
una acepción de paternidad responsable en un sentido amplio. i
Hoy en día, advertimos con estupor, como los juzgados de familia de
todo el país, se encuentran congestionados con una abultada carga proce-
sal, referida a pensiones alimenticias impagas, es increíble ver la estadística
de padres morosos, que tíenen que verse amenazados con la imposición de
una pena, para recién dar por satisfecho su obligación alimenticia. Situación
que ameritó en la actualidad, que se consigne en un listado, los nombres
de todos aquellos que no cumplen con pasar la pensión alimenticia a sus
menores hijos.
Podrla decirse, desde un prima de intervención mínima, que el Dere-
cho penal no tiene nada que hacer en este ámbito de la juridicidad, puesto
que el Derecho civil cuenta con los mecanismos suficientes para enfrentar
la problemática en cuestión; pero ello no es así, en definitiva, elius puniendi
ejercer una función de primera línea, en orden a cautelar la intangibilidad de
los bienes jurídicos que son objeto de ataque, cuando se cometen este tipo
de comportamientos. Se cumple, a cabalidad con el princípio de ofensivi-
dad, es de recibido, que la perpetración de estas figuras delictivas, causan
una gran conmoción social, en virtud de los intereses jurídicos que se ponen
en peligro.
El no prestar alimentos, no sólo importa la infracción de los deberes
familiares, sino también generar verdaderos focos de peligro, para con los
bienes jurídicos fundamentales, de quienes tienen derecho a percibirla, v.gr.,
la vida, el cuerpo y la salud; por lo que el Derecho penal, debe intervenir pre-
cisamente, para evitar que se ocasionen consecuencias perjudiciales, según
su rol preventivo que se ejerce a partir de la norma de sanción. No se puede
esperar, que se produzca un daño concreto a la vida y/o salud del impúber,
para que actúe el derecho punitivo y, cuando ello sucede, los tipos penales
aplicables son los de homicidio y/o lesiones, por lo que el adelantamiento es
en sijustificable.
Empero, tomando en cuenta que la reacción punitiva, no haya de re-
percutir en las personas que se pretende tutelar, con su marco de incidencia,
en la esfera de libertad ciudadana. Desde el punto de vista polítíco-criminal,
escribe DoNNA, la solución escogida por el legislador de castigar al incumpli,
dor con pena privativa de libertad parece poco aconsejable: por un lado el
Derecho Penal, sinónimo propio del poder represivo en manos del Estado,
TÍruro III: DEI¡ros coNrRA LA FAMTLTA 429
972 Do¡rH¡, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. ll-A, cit., p. 410.
973 Ver al respecto, Peñe C¡sneR¡, R; Tratado de Derecho Penal,Yol.l. cit., p. 483.
974 Según lo previsto en el artfculo 473o del C.C. el mayor de dieciocho años, sólo tiene
derecho a alimentos cuando no se encuentre en aptitud de atender su subsistencia
por causas de incapacidad flsica o mental debidamente comprobadas.
975 Cfr., Prats, Canut J.M.; Comentarios a la l9¡te Espacial del Derccho Penal, cit., p. 567.
976 Asf, el artlculo 300o del C.C.
430 Denecso pENAL - Pentr especte¡-: Tovo I
el sentido, de que solo uno de los padres, asume la tenencia del menor y,
el otro, bajo un régimen de visitas. siendo obligación deljuzgador, frjar una
pensión alimenticia a cargo del cónyuge que pierde la tenencia; lo que no es
óbice a que el padre que se queda con el impúber deba también contríbuir
a la manutención del menor. El impedimento surge, cuando uno de ellos no
labora, sobre todo la madre, pero el hecho de encargarse de la crianzas7T,la
enerva de la obligación pecuniaria.
Es de verse que los <<alimentos>, no sólo se generan entre ascendien-
y
tes descendíentes, sino también entre cónyuges, sea a favor del esposa o
del esposo, cuando así se dispone en una resolución jurisdiccional, obliga-
ción que de todos modos cesa, cuando elcónyuge alimentista contrae nue-
vas nupcias. somos de la concepción, que únicamente debería darse dicha
obligación, cuando uno los cónyuges, esta en imposibilidad de auto-generar
sus propios ingresos, por una serie de motivos, es decir, cuando ha de acre-
ditarse un real estado de necesidad. contrario sensu, se esta promoviendo
elóseo, lo cual resulta incompatible con la ratio de la norma.
Por otro lado, resulta incontrovertible, que la sanción penal al incum-
plimiento alimenticio, proviene del Derecho privado, en tanto la infracción
penal se origina en mérito a una resolución de la jurisdicción de familia, que
podría contravenir la denorninada proscripción de'prisión por deudas"; aun-
que nuestra Ley Fundamental, dispone en el parágrafo c), ínc. 24 del artículo
2o, gue este principio no límita el mandato judicial por incumplimiento de
deberes alimentarios; es deci¡ de cierta forma reconoce que la coacción pu-
nitiva se deriva de una acreencia, pero es relativizada, en vista de los bienes
jurldicos tutelados.
Art. 149.- "El que omite cumplir su obligación de pratar los alimentos
que establece una resolucién jwdicial, será reprimid.o con 2tena. pritatba
de kbertod. no maym da tres a:tios, 0 co/, írrlsta.ciü, de sercicin comwtitario
d.e peinte a cincuenta y dos juwadas, sin perjaicio de cumplir el mandato
judicial.
Si el agente ba sirnulado otrn obligacítín d.e alimentos en nnniyencia con
ntTq. Itsrsnna o renuncia o nbatdona rualici.osamenia sa trahajo, lo pena
seráno nwnm d.e uno ni ma1m d.e cuatro años.
Si resulta leün grove 0 maqte ! éstas pudieron ser Prwista¡ la pena scrd
nn msnor d¿ dns ni mayor d¿ cuotro añns en caso d¿ leúinüwe, ! no m.erwr
d¿ tres ni rytnyor de seis nñ¿s aft c,ñso de muerte.
1. BIEN JURíDICO
980 Asl, DoxHn, E.A.; Derecño Penat' Párte Especial, T. ll-A, cit', p.431; Vtre Sren, J.;
Derecho Penal. Parte Especial, l-B' cit.' p. 94.
981 Peñe C¡anenn, R.i Tratado de Derecho Penal...., Vol' l, cit.' p. 484.
982 Auvnnez V¡roÉs, l.G.; Delifos contra las Retaciones Familiares, cit-, p. 211.
983 Po¡¡r¡o N¡v¡nRete, M.; Delifos contra las Relaciones Familiares (ll), cil., p.522.
432 DengcHo pENAL - Penre esprcrnl: Tovo I
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Basta, por tanto, para dar por conf¡gurado el supuesto de hecho, que
exista previamente una intimidación judicial y, luego el incumplimiento deli-
berado del sujeto obligado.
Ahora bien, como puede calificarse la insolvencia, la ausencia de fon-
dos del sujeto obligado, para cumplir con la obligación alimenticia. primero,
ha de recordarse que antes de pasar a la vía penal, se debe haber dado paso
a un proceso civil (alimentos), de cuya resolución final, se haya impuesto un
monto de dinero determinado por concepto de pensión alimenticia. para ello
se debe tomar en cuenta lo establecido en el artículo 4810 det c.c. que a ta
letra señala lg siguiente: "Los alimentos se regulan por el Juez en proporción
a /as necesidades de quien lo pide y a las posibilidades del que debe darlos,
atendiendo además a las circunstancias personales de ambos, especíalmen-
fe a /as obligpciones gue se halle sujeto el deudof , esto es, con arreglo a
los principios'de proporcionalidad y de razonabilidad, sin poner en peligio su
propia subsislencia.
{:.
Dicho lo anterior, se supone que eljuzgador ha impuesto una suma por
pensión alimenticia, que el sujeto obligado esta en posibilidad de sufragar,
por lo que su posterior insolvencia, será más que sospechosa, a menos que
acredite de forma fehaciente que perdió su trabajo, por un factor ajeno a su
¡
responsabilidad que a pesar de haber estado buscando una nueva plaza
laboral, aun no encuentra una, de todos modos, siempre habrán vías lícitas
para poder satisfacer dicha obligación.
Podría darse un error de tipo, cuando el agente, duda sobre los efectos
o, mejor dicho los alcances jurÍdicos de la resolución jurisdiccional.
El error de prohibición, dada la naturaleza de la materia en cuestión,
es de dudosa aceptacíón.
5. FORMASAGRAVADAS
985 Así, Vruln Srerru, J.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 96
TÍrulo III: Deuros coNrRA LA FAMTLTA 435
cedibilidad, que puede estar prevista en la ley penal o en una norma extra-
penal; no tienen nada que ver con el injusto o con la culpabilidad del autor,
importan únicamente razones de conveniencia política criminal, en orden a
cautelar la validez de la acción penal.
En el caso del tipo penal previsto en el artículo 149o del C.P. se re-
quiere previamente que elagente, haya sido demandado en un proceso civil
de alimentos o, como pretensión acumulada en un proceso de divorcio por
ejemplo; de que se haya expedido una resolución jurisdiccional firme en día
vía, dando lugar a la emisión de una intimación judicial de apercibimiento de
ser denunciado penalmente, si es que no cumple con la prestación alimenti-
cia a su cargo.
Así, la sentencia recaída en el Exp. No 6473-97-Lima. SPSS, que se-
ñala lo siguiente: "No basfa la existencia de una sentencia fijando una pen-
sión alimenticia y el prcsumido incumplimiento para que proceda ipso facto
Ia denuncia poromisión a /a asisfeneiafamiliar, sino que además debe cons-
tatarse Ia presencia de una resolución conminatoria bajo apercibimiento de
serdenunciado porel ilícito mencionadoúsgí' como en la recaida en ef Exp. No
79-93-Lima, que dice: "Que se encuentra acreditado en autos que el proce-
sado se susfra.¡b de su obligación de prestar alimentos a sus rneno res hijas,
tal como fue ordenado en sentencia en el Fuero Civil y pese ha haber sido
rcquerido conforme a ley para su pago, configurándose el delito materia de
instrucción".
Art. 150.- *E/ que abandono ñ. una mujt en gestacún, a I.a que ha em-
barazado y que se holla en sit*a.ción críticn, será rErirnid.o con peno pri-
patipa de libertad. w mcnor d¿ seis meses ni tnayzr d¿ cuatro añ.os y nn
sesenta. a. nopefito dias-mubatt.
1. BIEN JURíDICO
No puede ser cualquier persona, autor sólo lo será aquel padre del
nascitirus, que deja abandonada a su suerte, a la mujer que embarazó. No
se requiere que sea casado con ella, tampoco su concubino y/o amante,
basta que sea elprogenitor.
989 Así, PEñ¡ cnBR€Re, R:, Tratado de Derecho Penal..., Vol. l, cit., p. 493; Vru-e srerH, J.;
Derecho Penal. Parte Especial,l-8, cit.' p. 100.
Tírur-o lV
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
1. GENERALIDADES
996 Vid., al respecto, Pnnrs C¡Hur, J.M.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho
Penal, cil., ps. 176-177', pou¡¡¡ro N¡vnRnere, M.; Delifos contra la Libertad (/), cit., ps.
191-1 92.
r'
997 CRnsoueLL Mereu, J.C./ GorzÁuez Cussec, J.J.; Delifos contra Ia'Libertad (/), cit., ps.
1 81 -1 82.
998 Asf, Fo¡nA¡¡ Bnlesrna, C.; Darecho Penal. Parte Especial, cit., p. 297; DoHNa, E.A.;
Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps. 107'108.
999 Soun, S.; Deracho penal argentino, T. lV, cít., p. 11.,,
1000 FoHTAH B¡uesrn e, C.i Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 297.
:
Cpirulo I
coAccrÓN
Art. 15I.- oEl que, mediante ñ'me/ra.zñ. o tiolencia, obliga a otro a hacer
lo que la ley no mando o lc hnpida bacer lo que olla no prohíbe serd repri-
mido cun pena prbatitn fu libertod no ffiñrúr de d,os añ0s".
I. BIEN JURíDICO
1OO1 Peñe C¡enEnn,R.i Tratado de Derecho Panal.-., Vol. l, cit., p' 510.
1002 Asf, Busros R¡r¡lnez, J.i Manual de Derccho Penal' Parte Especial, cit., p' '115'
1OO3 Fo¡¡rAru Belesra¡, C; Derecho Penal' Parte Especial cit'' p. 337.
448 DsnecHo pENAL - Penrp gspecrel: Tovo I
2. TIPICIDAD OBJETIVA
1008 Asf, Peñ¡ Caanern, R.i Tratado de Derecho Penal..-, Vol. I, cit., p. 511.
1009 Vid., al respecto, V¡r-r¡ Ste¡¡¡, J.i Derecho Penal. Patb Especial, l-8, cit., p. 109.
1010 Po¡-¡tno N¡v¡nRetE, M.; Dellfos contra Ia Libertad (ll), ctL' p.259.
1011 AsÍ, L¡ru¡nc¡ PÉnez, C.; Delitos contra la Libertad, cÍL' p. 115.
450 DeRscHo pENAL - P¡,nrg espgcr¡l: Torr¿o I
1012 Vid., al respecto, Busros Rar,,rínez, J.i Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit.,
p. 116; Ceneoxeu M¡¡eu, J.C./ Goxze¡-ez Cuss¡c, J.J.; Delifos contra la Libertad (y ll),
cit., p. 214.
1013 PolerNo N¡v¡RREre, M.; Def?os contra la Libertad (ll), cit., ps.260-261.
1014 FonrÁ¡¡ B¡uesrRn, C.', Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 340.
Tirulo IV: Del¡ros coNTRA LA LTBERTAD 451
o impedir un acto inmoral (hacer el amor con esposa de otro o practicar acto
homosexual en lugar privado)1o¿l. En definitiva, si bien conductas así conce-
bidas pueden estar dotadas de una prescripción ética y/o religiosa, éstas no
se encuentran por si "prohibidas", por las normas jurídicas, aunque puedan
incidir en determinadas relaciones jurÍdicas, por lo que si serán típicas1022.
3. ANTIJURIDICIDAD
1021 Vru Srerx, J.i Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 110.
1Q?2 Así, Vu-r-¡ SrerN, J.; Derecho Penal. Parte Especial,l-8, cil., p. 110; Así, Peñ¡ Caenene,
R.; Tratado de Derecho Penal..., Vol. l, cit., ps. 512-513.
1023 Asi, Ler¡¡ncn PÉnez, C.; Dellfos contra la Libertad, cit., p. 118.
Tirulo IV: Druros coNTRA LA LIBERTAD 453
trarias a la libre auto-determinación del individuo; pero son las propias reglas
que gobiernan la prisíón, las que inciden en dicho estado de cosas, v.gr.,
cuando el reo es encontrado responsable de una falta adminístrativa y, es
compelido a pernoctar de forma aislada.
Las instituciones escolares también se aprecia conductas coactivas,
cuando se exige al alumno quedarse mas allá del horario hasta que termine
la tarea o, en virtud de un castigo disciplinario. lgual situación ocurre en el
caso de las institucíones castrenses, donde rige los orincipios de autoridad,
de jerarquía y de subordínación.
hacer lo que la ley no prohíbe1028; de tal modo que si el autor no sabe, que
su conducta -mediando violencia u amenaza-, se dirige a tales fines, podrá
estar incurso en un error de tipo.
Tiene que manifestarse una conciencia de ilegalidad, pues siel autor,
cree estar autorizado de una determinada facultad, se dará un error sobre
el presupuesto objetivo de una causa de justíficación, que ha de résolverse
según las reglas del error de prohibición.
SECUESTRO
. 1028 Así, L¡r.¡¡nc¡ PÉnez, C.; De/lfos contra la Libertad, cit., p. 117
TÍruro IV: Druros coNTRA LA LTBERTAD 455
2. BIEN JURÍDICO
La libertad personal, después de la vida humana, constituye un bien ju-
rídico de especialrelevancia en una sociedad democrática, al constituirse en
la plataforma esencial del individuo, para poder desarrollar a plen¡tud el resto
de intereses jurídicos que le reconoce el ordenamiento jurídico. En efecto, la
voluntariedad humana se manif¡esta de forma concreta, en la capacidad de
auto-locomoción, que ¡mporta el desplazamiento espacial y geográfico de
una persona de acuerdo a su libre arbitrio; consustancial a la realización de
una serie de actividades económicas, culturales y sociales.
Tirulo IV: Delrros coNTRA LA LTBERTAD 457
1029 Asl, Busros R¡mfnez, J; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 120; Cnnao-
reu Mereu, J.C./ GoNzAr,Ez Cuss¡c, J.J.; Del/os contra la Libertad (/), cit., p. 183.
1030 Peñn C¡enen¡,R.i Tratado de Derecho Penal.'., Vol. l, cit., p. 516.
1031 V¡rr-a Srerl, J.i Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 113.
1032 Díaz-Maroto y Vilarejo, J.; Del/os contra Ia Libertad. Detenciones ilegales y secues-
tros, cit., p. 42.
1033 C.; Delitos contra la Libertad, cit., p. 94; Asf, C¡nsoxeur- M¡reu, J.C./
L¡¡'¡RRc¡ PÉnez,
Gomát-ez Cuss¡c, J.J.; Delrtos contra la Libertad (l), cit', p. 191.
1034 Pornwo N¡v¡nRere, M.; Delitos contra la Libertad (l), cil., p.217.
458 Denecgo pENAL - Panrs especrrl: Tovo I
3. TIPICIDAD OBJETIVA
El tipo penal in comento no exige una cualidad especial para ser con-
siderador autor, por lo que en principio puede ser cualquier persona; sin
embargo, cuando se trata de un funcionario y/o servidor público,^ con com-
petencia para privar de libertad a un individuo será una conducta típica de
abuso de autoridad, lo que no obsta a que un agente policial, en su tiempo
de franco, pueda estar incurso en esta figura delictiva y, ello lo observamos
con frecuencia en los hechos que hacen noticia en nuestro país.
En el caso de que sea un juez, quien decreta "ilegalmente", la privación
de libertad de una persona, da lugar a la tipificación penal de "detención ile-
gal", prevista en el artículo 4190 del C.P.
Aquellos que ejercen funciones en las Rondas Campesinas, también
pueden ser sujetos activos de este delito, el orden jurídico no reconoce más
que a los jueces la facultad de privar legalmente de libertad de un indivi-
duo, los efectivos policiales se limitan a materializar la orden jurisdiccional. El
caso de delito "flagrante" es un caso aparte, así como el supuesto de "arresto
domiciliario", previsto en elArt. 260" del nuevo C.P.P"
1035 Fo¡¡rAN B¡Lesrnn, C.; Oarecho Penal. Parte Especia{ cit., p. 303.
1036 Peñe Cnenen¡, R; Tratado de Derecho Penal..., ciL, p. 518.
460 DeRecHo pENAL - P¡nte pspgclnl: Tovo I
1037 Asi, V¡lr-e Srerx, J.; Derechc Penal. Parte Especial,l-8, cit., p. 120.
'1038 Así, en la siguiente ejecutcria, recaída en el Exp. N" 5250-98-Lima, Revista Peruana
de Jurisprudencia N0 01, Normas Legales: " La consumación en el delito de secuesfro,
se produce cuando el su.l.eto pasivo queda privado de su libertad para movilizarse,
además la conducta delic:iva continúa mientras dura la privación de libertad puesto
que se trata de un delito permanente'.
'1039 V¡r-r-e Srerx. J.; Derecho Penal. Parte Especial,l-8, cit., p. 115.
Tirulo IV: D¡.1¡ros coNTRA LA LTBERTAD 461
1O4O Peñ¡ C¡enrnn,R; Tratado de Derecho Penal..., Vol. I' cit.' p. 520.
Den¡cHo pENAL - PnRr¡ sspect¡t-: Tovo I
1041 Ver al respecto, Fr-onter.r, E.; Elementos de Derecho Procesal Penal, cil., p.262
Tirulo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 463
1046 Ver mas al respecto, mi obra en coautoría con Menuer- Mtnelo¡ EsrR¡upes: "Temas de
Derecho Penal y Procesal Penal', APEC.C. Lima, 200g, cit., ps. 300-301.
1047 Peña Cesnen¡, R.; Tratado de Derecho penal..., Vol. l, cit., ps. 520-521.
Tirulo IV: Deltros coNTRA LA LTBERTAD 46s
7. CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES
TRATA DE MENORES
1. FUNDAMENTO DE LA ¡NCRIMINACION
1048 Ver más al respecto, el análisis de dicho articulado, que se recoge en el Capítulo X, de
este mismo tÍtulo.
1049 Peñe C¡enen¡, R.; Irafado de Derecho Penal..., Vol. l, cit., p. 527.
Tirulo IV: D¡lnos coNrRA LA LTBERTAD 469
2. BIEN JURíDICO
Con la redacción normativa or¡ginar¡a, el bien jurídico tutelado era la
libertad personal del menor y, mediatamente la de los padres, tutores y guar-
dadores1050, pero con la actual composición típica, con la libertad personal
decimos muy poco, pues delestado antijurídico, se afecta también la integri-
dad moraly la dignidad humana, al rebajarse la condición personaldel sujeto
pasivo a márgenes de degradación.
Mediante esta tipificación penal ingresamos a terrenos de desvalora-
ción, que desbordan por entero, su ubicación como delito que atenta contra
la <libertad personal>.
3. TIPICIDAD OBJETIVA
1050 Peñe CneneRe,R.; Tratado de Derecho Penal..., Vol. l, cit., p. 529. Vid., al respecto,
Vtu Srcrru, J., Derecho Penal. Parte Especial,l-B, cit., p. 121.
Tirulo IV: D¡lrros coNTRA LA LTBERTAD 471
Ahora bien, ¿cuáles son los medios que se vale el agente para lograr
la promoción, favorecimiento, financiamiento y/o facilitación, en cuanto a la
, captación, transporte, traslado, acogida u retención de una persona?, serla,
la violencia, en primer orden, el despliegue de una fuerza físíca suficiente,
para anular los mecanismos de defensa de la víctima o, la amenaza, confor-
[.me a la denominada vis compulsiva, ejerciendo una presíón psicológica me-
diando la amenazá de una mal para la víctima o un tercero vinculado a ella.
Luego, la norma menciona "otras formas de coacción", serán todas aquellas
,
'que han de importar un vicio de la voluntad, al operar de forma constrictiva
sobre la capacidad decisoria (volitiva del agente).
Puede que también se de la captación de una persona, a través de
la privación'de su libertad, pero dicha privación ha de rearizarse de todas
maneras bajo medios coactivos, pues si su voluntad no ha sido coartada, no
será constitutivo de la modalidad típica. El fraude, el engaño, son también
formas -ilícitas (vicios de la voluntad)- de lograr, el convencimiento de la
víctima, cuando se maquilla la verdad, generando ciertas expectativas en la
persona del ofendido; v.gr., las vías más común, es la oferta de un puesto de
trabajo, la obtención de una digna plaza laboral, etc.
El abuso de poder, quien detenta una posición de dominio sobre la
víctima, el superior jerárquico del sujeto pasivo, que aprovechándose de la
relación vertical que tiene con su subordinado, logra captarlo, para sacarlo
del país, e internarlo en una actividad de trabajos forzados. Así también,
mediando el estado de vulnerabilidad de la víctima, v.gr., quien se encuen-
tra desesperado, por estar desempleado tiempo a tras, quien ha tenido la
perdida de una pariente muy cercano, los adictos a los fármacos, drogas
o padebei de una enfermedad grave que requiere de una medicación muy
costosa, etc.
FORMAS AGRAVADAS DE LA
TRATA DE PERSONAS
1. COMENTARIO
El Título lV, que agrupa las figuras delictivas que lesionan la libertad,
también comprende aquellos injustos penales que importan un atentado con-
tra la <intimidad>r de las personas. A nuestro entender, resulta una ubicación
de orden asistemática, pues como se vera líneas más adelante, la intimidad
como bíen jurídico protegido, revela un contenido material en suma diverso
al que recala en la libertad de los individuos.
'1052 Auo¡¡so oe Esc¡rlrrr-r-¡, A.; Dellfos contra la lntimidad, el derecho a la propia imagen y la
inviolabilidad de domicilio, cit., p. '166.
Tirulo IV: Dertros coNTRA LA LTBERTAD 479
1053 Asf, Mon¡¡-es Pners, F.; La tutela penal de la intimidad: privacy e informática, cit., ps.
31-44; Monru-es Pnrrs, F.i Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal cit., ps.
405-406; Asf, Busros R^MlREz, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps.
100-101; Peñ¡ C¡enene, R.i Tratado de Derecho Penal..., Vol. I' cit., ps' 540-542.
1OS4 Rurz Mrcuel, C.; La conf¡gunción constitucional del derecho á la intimidad, cit., p. 58.
10SS Rurz Mroueu, C.i La configunción constitucional del derecho a la.intimlda4 cit., p. 58;
Al respecto, Busros R¡¡¡lnez señala que sin lugar a dudas, un concepto demasiado
amplio de intimidad acarrea confusiones con otros bienes jurfdicos y, por tanto, sin
perjuicio de esta conceptualización amplia, que es importante, es conveniente evitar
que todo delito se convierta en un hecho contra la intimidad y es necesario darle a
ésta la concreción necesaria que exige la funcionalidad del bien iurfdico, de otro modo
resulta un concepto inservible; Manual de Derccho Penal. Parte Especial, cit., p. 100.
480 DenecHo pENAL - P¡nre rspecrel: Tovo I
vIoubIÓN DE LA INTIMIDAD
.t rt. 154.-%t que viola la intimid.ad. d.e lavidapersonal ofamilia.r !a. sea-
obsemnnda, escuchando o regislrando un hecho, palahro, escrito o intagen,
paliéndose d.e instTuntentl$ procesls técnicos u otros medios, serd reprimido
con pena privativa d¿ libertad no mayor d¿ dos años.
La peno será Íto m¿ttzr d.e unn ni maym de tres años y d¿ treinta a ciento
peinte d.ías-multa, utandn el agente repela Ia. intimidad eonocida de Ia.
ma.n e r a. a.nt es pr e ü st a..
Si utiliza algún medi"o d.e nrnunicación soeial, Ia pena privatipa d.e lí-
bertad. serd mo mcnor de d.os ni maytr de cuatro añ,oi y de sevnta a ciento
ochenta días-multa.t'
1. BIEN JURíDICO
El tipo penal previsto en el artículo 154o del C.P. vendría a tutelar aque-
lla esfera de la privacidad del individuo, aquella parcela en la cual el indivi-
duo desarrolla tanto su vida personal como familiar; (...) aquella esfera de
la persona a no ser molestado por terceros y que se le reserva con plena
autonomía un determinado ámbito de hacer lo que se plazca, ya sea solo o
en compañía de sus familiares o amigos, con las únicas limitaciones de su
consentimiento o la existencia de la prevalencia de un interés social1'se.
1056 Mon¡r-es Pnars, F.; La tutela penal de ta intimidad: privacy e informática, cit., p. 31.
1057 Lozeno Mtanlues, J.; Delifos contra la tntimidad. En: "Compendío de Derecho Penal",
cit., p. 194.
1058 Vid., al respecto, Canaoneu M¡reu, J.C./ GoNzÁlez Cuss¡c, J.J.; Delitos contra la intimi-
dad, la propia imagen..., cit., p. 320.
1059 Peñn C¡anen¡,R.; Tratado de Derecho penat..., Vol. l, cit., p.544.
TÍrulo IV: Delnos coNTRA LA LEERTAD 481
2. TIPICIDAD OBJETIVA
3. CIRCUNSTANCIAS CALIFICANTES
1067 V¡ru Srerlr, J.i Darecho Penal. Parte Especial, l-B, cit., p. 131.
486 DenecHo pENAL - P¡.nre espgct¡t : Tovo I
Art. 15ó.- rEl que rnela a'spectos d¿ la intitni'dad personal o familiar que
cottociero con motipo dzl trabojo que prestó ol agraviado o a Ia pcrsona a
quien éste se h confuí, serd reprimid.o con pnna. privativa de libsrtad no
ma.lor d¿ un año'.
1. BIEN JURíDICO
2. TIPICIDAD OBJETIVA
1068 Asf , Vru-¡ Sren, J.; Darecho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 133.
488 DenecHo pENAL - Pente especr¡r.: Tovo I
dad del sujeto pasivo; los actos objetivos que se encaminan a ese resultado,
pero no logran su realización plena, serán reputados como un delito tentado.
:l
1. BIEN JURíDICO
1069 Asf , Pe¡e C¡eaeR¡, R.', Tratado de Derecho Penal. . ., Vol. l, cit., p. 549
1070 Así, Peña CeeneRe, R.i Tratado de Derecho Penal. . ., Vol. l, cit., p. 561.
l__
1071 Vid., al respecto, Rurz Mrcuel, C.: La configuración constitucional del derecho a la inti-
midad, cit., ps. 103-104.
490 Den¡cso pENAr - Panre Esprclel: Torr.lo I
2. TIPICIDAD OBJET¡VA
5. FORMA AGRAVADA
af¡rmar que no basta que se acred¡te la cualidad funcional, sino que el injusto
típico debe haberse cometido en prevalimiento del cargo, aprovechándose
de dicha condición, lo que incide en una mayor reprobación de imputación
individual.
si el agente es servidor público, pero perpetró la acción típica, cuando
estaba desligado de dicha función, la incriminación ha de basarse bajo los
alcances normativos deltipo base.
Art. 158.-(tros delitos ¡trerirtos en eoe caphulo son perseguibles p,r ñc-
ción prbad.aD.
1. come¡¡rinro
El delito importa la comisión de comportamientos humanos, que al
lesionar y/o poner en peligro, los intereses jurfdicos fundamentales, tanto del
individuo como de la sociedad, generan una alarma socialjustificada, en la
medida que propician un estado de perturbación para una coexistencia pací-
fica entre los comunitarios.
El Derecho penal, ha de intervenir, por tanto, reprimiendo con pena,
cuando se verifica que el autor, ha realizado la conducta descrita en un de-
terminado penal (infracción normativa); intervención que se efectúa a partir
de un mandato legal, que se sostíene sobre las bases fundacionales de cual-
quier sociedad -política y jurídicamente-, organizada, un poder-deber, inde-
clinable, indelegable e irrenunciable, pues es el Estado quien ejerce el poder
monopólico del ius puniendl, con arreglo a las normas que se desprenden de
un sistema que sigue el modelo democrático de derecho.
Así, como el derecho de penar, es de naturaleza pública, por tanto, de
imperativo cumplimiento, inclusive ante la negativa deltitular del bien jurídico
tutelado, la persecución penaltambién es un deber indeclinable e irrenuncia-
ble, por quien ejerce la titularidad del ejercicio de la acción penal; esto quiere
decír, que el representante del Ministerio Público, está en la obligación de
iniciar una investigación ni bien toma conocimiento de que se haya cometído
un delito, de conformidad con el principio de legalidad procesaly, con arreglo
al principio de oficialidad. El persecutor ptiblico, no actúa a nombre propio,
sino en representación de la sociedad, por lo que no esta autorizado para
transar con el imputado, lo que refiere a la abstención a la promoción'de la
acción penal, a excepción de lo que se denomina en doctrina como !!p4t!ci-
pio de oportunidad>.
494 Denecgo pENAL - Pnnte espec¡,ql: Tovo I
Ahora bien, si bien los bienes jurídicos son de naturaleza pública, por
ello es que la pena es una sanción que exige el colectivo, pero Que es im-
puesta por el Estado a través de los órganos jurisdiccionales, no es menos
cierto, que ciertos intereses jurídicos, que se encuentran estrechamente li-
gados a la esfera personal del ofendido, pueden dar lugar a una respuesta
penal y procesal distinta. En el caso de los delitos contra el honor, sucede
ello, pues la persecución de dichos injustos, requiere necesariamente que
sea su titular, quien denuncie el hecho ante el Poder Judicial, el Minísterio
Público no interviene, pues se deja al arbitro del particular, determinar con su
propia acción, si es que realrnente se ha sentido ofendido con la realización
de la conducta típica, de acuerdo a lo previsto en el artículo 1380 del C.P.
Algunos dirán que se trata de bienes jurídicos disponibles, en tanto el titular
puede renunciar a la tutela penal, a pesar de haber sido lesionados. En todo
caso, si la supuesta víctima, no quíere denunciar el hecho, la sociedad me-
nos derecho tendrá.
De lo antes dicho, toman lugar los delitos perseguibles a instancia del
ofendido o, dígase perseguíbles por (accíón penal privada>, por lo que se
puede decir, que en el régimen de persecución penal opera un sistema mix-
, to, uno, el de mayor raigambre y extensión, que corresponde al Ministerio
Público (acción penal pública) y, el otro que se le confiere únicamente alti-
tular del bien jurídico (acción penal privada), que tiene una incidencia mucho
propia naturaleza.
l menor, en vista de su
El legislador, en elcaso de los delitos contra la lntimidad, ha seguido el
r seQuñdo de los regímenes de persecucíón, puesto que ha fijado en el artfcu-
lo 1580 del C.P. que estos delitos sólo son perseguibles por acción privada,
en vista, tal vez, del carácter de estos injustos, que afectan una esfera muy
, ligada a la personalidad humana, talcomo acontece en elcaso de los delitos
contra el Honor.
La acción penal <privada>>, se encuentia reglada en el artículo 1,2 del
nuevo C.P.P1o7e.
1079 Ver más al respecto, mi obra titulada 'Exégesis al nuevo Código Procesal Penal" cit;
ps. 149-150.
Gnpírulo lll
vtoLActÓN oe DoMtc¡Lio
Mesl¡ Rnrr¡lnez, C./ Sos¡ S¡cro, J.M.; lnviolabilidad del domicilio. En: La Constitución
comentada. Artfculo por artfculo, cit., p. 132.
1081 Mon¡res Pnars, F.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cil., p. 459.
496 Denegro pENAL - P¡nre gspecrnl: Tovo I
1082 Así, Ar-o¡lso oe Escenrrr-¡, A.; Delilos contra la lntimidad..., cit., p. 176.
1083 CnRaoNeLu Mareu, J.C./ GoNzA¡-ez Cuss¡c, J.J.; Del/os contra la lntimidad, el derecho...,
cit., p.335.
1084 FoNrA¡¡ B*esrRn, C.i Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 348.
Tirulo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 497
1093 Por-¡¡xo N¡v¡nnere, M.; Delitos contn la lntimidad (ll), cil., p. 443; Asf, Soun, S.; Dere-
cho penal argentino, T.lV cit., p. 84.
1094 Soun, S.; Derecho penal argentino, T. lV cit., p. 85.
1095 El peligro de "patrimonialización'que podrfa derivarse de esta inclusión en el ámbito
de protección, no existe como señala GorzAr-es Cueu-¡n Senneno, cuando la atribución
del derecho a la inviolabilidad a las personas jurfdicas se fundamenta en la existen-
cia, dentro de las actividades propias de su'vida privada", de un ámbito especffico
de libertad constitucionalmente garantizado frente al Estado: el secreto profesional,
la libertad de cátedra, la libertad de información y de expresión, de sindicación o
dé asociación; Entrada y registro en et domicilio. En: La restricción de los derechos
fundamentales de la persona en el Proceso Penal, cit., p. 12: Asl, Ruz Mrcuel, Carlos;
Qonfrgunción Constitucional del derecho a la intinidad. Tecnos, Madrid, 1995, cit., ps.
366 y ss. Serfa sumamenle peligroso concluirinterpretativamente con su exclusión, en
la medida, que se dejarla fuera del ámbito de tutela jurfdica, actividades en suma re-
levantes para los entes jurfdicos, como asociaciones, empresas,'gremios profesiona-
les, partidos polfticos, en cuyos recintos guardan información de especial importancia
para la consecución de sus fines valiosos; Asl, Auor.rso PÉnez, F.; ob.cit.; p. 280.
1096 Asf, Monru-rs Pners, F.; Comentarios a la Patte Especial del Derccho Penal, cit., p. 4b9;
Vid., al respecto, Df¡z-M¡noro v Vn-une¡o, J.; Allanamieito dlnlnd4 cit, p. 242.-'__
500 Dnnrcgo pENAL - PeRre esp¡clnt-: Tovo I
1097 Peñn CeaRen¡, Raúu; Derecho Penal. Parte Especial. Vsl. l. "Delitos contra la vida, el
cuerpo, la salud, el honor, la familia y la libertad". Ediciones Jurídicas, Lima, 1994.
1098 López Onreo¡, Ju¡x JosE; La lntimidad como bien juridico protegido. En: Estudios so-
bre el Código Penal de 1995. Directores; Tomás Vrves A¡rróN y JosÉ Lurs MeNz¡NnRes
Seu¡r¡eco. Consejo General del Poder Judicial, Madrid, 1996, cit., p.294.
1099 Rutz V¡otlt-o, E.', La actividad probatoria en el Proceso Penal españo[ cit., p.235.
1100 López GueRRe, L. y otros; Derecho Constitucional, Vol. l, cil., p.214.
Tirulo IV: Drlrros coNTRA LA LTBERTAD 501
Art. r59.-'(El
!% sin derecbo, penetra en morsds o casa d.e negocio aja-
n?).e/t,su d.epend.encia o en el recinto habitadn pm o*o o el que peruutnece
allí rehusando la intimación qtn le hagn quizn tenga d.nechi a
fmmu-
la'rla, wrá reprimid.o con penf, tripñ.t¡pá de- t¡bms¿ío *ny* d¿ dns años
y coru treinta & nmzentñ. días-multa".
1. BIEN JURíDICO
2. TIPICIDAD OBJETIVA
1101 Mon¡res Pnars, F.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho penal, cit., p. 45g.
1102 Citado, por Dlez-Manoro v VrluRelo, J.; Allanamiento de morada, cit., p. 243.
502 Denecuo pENAL - PeRrr ssppcr¡,¡,: Tovo I
1103 Así, CeneoNeLt M¡¡eu, J.C.l GoHzÁr-ez Cussnc, J.J.; Delifos contra la lntimidad..., cil.,
' p.334.
1104 DIM-MARoro y V¡t-l¡ne¡o, J.; Allanamiento de morada, cit., p. 245.
1105 Por-¡rxo Nevannere, M.; Delifos contra la lntimidad (ll), cit., p. 442.
TÍrulo IV: Del¡ros coNTRA LA LTBERTAD 503
1111 Así, Canaorlell Mnreu, J.C./ Go¡zÁuz Cussec, J.J.; Delrlos co ntra ta tntimidad..., cit., p. 334.
1112 Peñn ceanene Fnevne, A.R; Derecho penal. parte Genera!, cit., p. 477; Asf, peñ¡ cn-
eneae FnevRe, A.R.; Exégesis del nuevo código procesat.pena{ cit., ps. s92-593; Lu-
zóH Peñ¡, D.M.; Causas de Atipicidad y Causas de Justificación, cit., p. 23.
1113 Fo¡rrA¡l Beles¡ae, C.; Derecho penal. parte Especia{ cit., p. 3S2.
Tirwo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 505
1114 Por-¡¡Ho Nnvennrre, M.; Delitos contra la lntimidad (ll), cit., p. 446.
1115 Asf, Ar.olso oe Esc¡r¡lu-¡, A.i Delitos contn la Intimidad..., cit., p. 176.
1116 Cfr., Sor-en, S.; Derecho panal aryentino, T. lV, cit., p. 92.
1117 Asf, Dlaz-Mnnolo v Vrrr¡ne¡o, J.i Altanamiento de monda, cit., p. 245; crRao¡eLu M¡-
reu, J.C./ Go¡¡zAr-ez Cussac, J.J.; DeÍ'fos contra la lntimidad..., cit., p. 334.
506 DsRecso pENAL - PeRtg esp¡cr,ql: Torr¿o I
1118 Asf, Po.¿¡Ho N¡vnRRere, M.; Delitos contra la Intimidad (ll), cil,, p. 442.
1119 AsÍ, Vrr-r-e Srern, J.; Derecho penal. parte Especiat,l-8, cit., p. 148.
1120 Asi, FoNrAr'¡ B¡LesrR¡, C.., Derecho penat. pa¡fle Especiat, cit., p. 355.
Tirulo IV: D¡lnos coNTRA LA LTBERTAD 507
información u objeto que, por su relación con el delito, sea de interés para la
investigación o sea útil como fuente de prueba1122. El allanamiento de domi-
cifio consiste, entonces, en aquella entrada de las agencias de persecución
penal en el domicilio de los individuos, él cual se comprende en el marco
de la investigación criminal, cuyos objetivos son la obtención de fuentes de
prueba necesarias para fundamentar la hipótesis incriminatoria, o en su de-
fecto, viabilizar la comparecencia del imputado en el proceso mediante su
detención preventiva.
En palabras de CarrenRr¡ Nones, el registro domiciliario, consiste en la
búsqueda de cosas relacionadas o que puedan servir como prueba de él o de
sus supuestos partícipes, llevadas a cabo por la autoridad judicial en un lugar
determinado, aun en contra de la voluntad del titular de la facultad de exclu-
sión del recinto registradol123. Este registro supone una limitación o eclipse del
derecho a la inviolabilidad de domicilio constitucionalmente reconocidoll2a.
Es, por tanto, la manifestación de voluntad del Juez o Tribunal, en vir-
tud de la cual se constituye éste en un lugar distinto del de su sede propia,
edificio o lugar público o privado en los que se sospecha la existencia de
indicios, o que se encuentran allf la persona del imputado, efectos o instru-
mentos del delito, o libros, papeles y otros objetos que puedan servir para
el descubrimiento de su paradero y la comprobación del fundamento de Ia
pretensiónl125, según las prescripciones normativas delmodelo acusatorio es
el Fiscalquien se desplaza hacia eldornicilio objeto de allanam¡entor126.
De recibo esta diligencia cobra suma relevancia en orden a la captura
del sospechoso o imputado, esto es, si en determinado lugar se oculta un
sujeto contra quien existe orden de captura y quienes allí habitan se niegan
a permitir la entrada de las autoridades, puede ordenarse el allanamiento y
registro con el objeto de aprehender a la persona requeridallz7.
Constituye así domicílio cualquier lugar cerrado, natural o artificial, in-
mueble o mueble, destinado a "dar habitación' a sus moradores como resi-
dencia permanente, habitual o meramente ocasionalllzB. En efecto, la com-
3. BIEN JURíDICO
El tipo penal previsto en el artículo 1600 del c.P. ha de tutelar la inti-
midad personal y familiar de los ciudadanos, concretamente el desarrollo
y desenvolvimiento de dichos aspectos, que se concretiza en el domicilio,
morada, casa de negocios ajena, dependencia o recinto habitado por otro;
por otro lado, ha de proteger que las intromisiones de los funcionarios y/o
servidores públicos en dichos espacíos públicos, se encuentren revestidos
de legalidadll30.
4. TIPICIDAD OBJETIVA
4.1. Sujeto activo
1129 Gr¡¡eNo SeruoR¡, V. y otros, Derecho procesal penal, cil., ps. 437-3g.
1130 Así, c¡nsolelL M¡reu, J.c./ GoN¿Ar F7 cuss¡c, J.J.; Delitos contra ta lntimidad..., cit., p. 33g.
Tirwo IV: De¡.lros coNTRA LA LTBERTAD 5ll
domicilio, morada, casa de negocios ajeno, dependencia o recinto habitado,
nos remitímos a lo dicho en el análisis propuesto en dicho tipo penal.
1131 Mesl¡ Rnrr¡lnez, C./ Sos¡ S¡c¡o, J.M.; Inviolabilidad de domicilio, cit., p. 135.
5t2 D¡nrcuo pENAL - Penre espÉc¡el: Tovo I
ningún otro órgano estatal, podrá irrogarse tal potestad, pues, el principio de
jurisdiccionalidad, garantiza precisamente la legalidad de la medida; bajo la
excepción del estado de flagrancia.
El mandato judicial que se hace alusión, debe obedecer a dos supues-
tos distintos: primero, en el marco de un proceso penal propiamente dicho,
que si bien no se encuentra taxativamente previsto en el C de PP,:su regula-
ción la encontramos en el artículo 163o del CPP de 1991 y en el artículo 214o
del nuevo CPP, por lo que según una concepción uniforme, según el modelo
aún vigente en Lima, por ejemplo, eljuzgador podrá ni bien abre instrucción
penal, decretar de oficio el allanamiento o a pedido de parte interesada. En el
caso del nuevo modelo procesal, sólo podrá dictar tal medida, previa solicí-
tud del Fiscal, ni bien éste último haya formalizado la lnvestigación Prepara-
toria, con arreglo al artículo 214.1 concordante con el artículo 338.4 (in fine).
Sin embargo, la adopción dé esta medida también podrá adquirir concreción
material en una fase pre-procesal, dÍgase en la lnvestigación Preliminar o
en las diligencias preliminares (NCPP). Las Medidas Limitativas de Dere-
cho a nivel de lnvestigación Preliminar sancionadas por la Ley No 27379 del
20112100 (art.2 inc. 7), prescribe la posibilidad de que el Fiscalsolicite el alla-
namiento de inmuebles o lugares cerrados fuera de los casos de flagrante
delito cuando se encuentren en peligro de hallazgo las fuentes de prueba del
thema probandi, asícomo las comparecencia materialdel imputado (pericu-
lum in mora y fomus bonus iun's), medida que debe ser dictada por el Juez
Penal mediante un auto debidamente motívado explicando las razones para
su adopción1132.
En lo que el nuevo CPP, corresponde, si bien el articulo 338.4, dispo-
ne que el Fiscal, cuando requiera intervención judicial para la práctica de
determinadas diligencias, la actuación de ciertas medidas coercitivas, esta
obligado a formalizar la investigación; sin embargo, es de verse que el artí-
culo 203.3, establece que la Policía o el Ministerio Público, siempre que no
requieran previamente de resolución judicial, ante supuestos de urgencia o
peligro en la demora y con estrictos fines de averiguación, puede restringir
derechos fundamentales de las personas, como un allanamiento domicilia-
rio, pero de forma inmediata requerirá la convalidación delJuez de la lP, para
tales efectos esta obligado de formalizar previamente la lP
Entonces, seria la conducta típica, cuando por ejemplo, la policía alla-
na un domicilio, fuera de flagrante delito, no contando con autorizacíón juris-
diccional o, cuando ha sido dictada por un juez incompetente. También en el
caso del nuevo CPP, cuando eljuez decreta de oficio el allanamiento sin que
el Fiscal lo haya solicitado o, cuando este último, sin advertirse urgencia o
1132 Peñe C¡aneRn FnevRe, A.R.: Iecría General del Proceso y la Práctica Forense Penal,
cit., p. 269.
TÍrulo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 513
1133 El nuevo CPP, en su artículo 2140, dispone que el Fiscal esta facultado para solicitar al
Juez de la lP el allanamiento de un domicilio, fuera de los casos de delito flagrante o de
peligro inminente para su perpetración; quiere decir esto, que en los casos in comento,
se trata de una actividad típicamente policial o en su defecto bajo conducción fiscal.
1134 Decreto Legislativo que también modifica el artfculo 2590 del nuevo CPR en cuanto al
concepto de flagrancia; Asf, en mi libro en coautoría con el profesor M¡¡lueu Mrn¡¡roa
Esrnnupes denominado: "Temas de Derecho Penal y Procesal Penal'; La posición
investigadora del Ministerio Público en las reformas del Proceso Penal en Latinoamé'
rica y Europa Continental. APEC.C. 2008, Lima, cit., p. 300.
'1135 Cr-¡nrÁ Or-ueoo, analizando el concepto de flagrancia en el art. 285, CPP Nación (argen-
tina), señala que éste contempla tres supuestos. El primero, conocido como flagrancia
propiamente dicha, tiene lugar cuando el imputado es descubierto en el mismo mo-
mento de perpetracíón de un hecho ilfcito o un instante después; el segundo, conocido
como cuasiflagrancia, supone el alejamiento de los partfcipes del'lugai del hecho pues
ellos deben ser aprehendidos tras haber sido perseguidos por la fuerza pública, por el
ofendido o por el clamor público. Al tercer supuesto se lo denomina flagrancia presun-
ta, que acaece cuando la persona es aprehendida con objetos o rastros que permiten
presumir, con seguridad, que acaba de participar de un delito; Derecho procesal penal,
T. V cit., ps. 290 y ss.
514 DenBcso pENAL - P¡,rrE gsp¡crel: Tovo I
1136 Peñ¡C¡sneRA Feevne, A.R.; La posición investigadondel Ministerio Público..., cit., p. 301.
1137 Así, S¡r-rxes SlccH¡¡, R.; Los fiscales y los policlas en la investigación preliminar, cil.,
p. 389.
1138 Vtu SrErN, J.i Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 1a8.
TÍrwo IV: Delrros coNTRA LA LTBERTAD 515
5. AUTORíA Y PARTICIPACIÓN
Quienes participan directamente en la diligencia ilícita, nos referimos a
los servidores públicos, por lo general serán, los efectivos policiales, estarán
incursos en la figura típica en cuestión, a título de autores inmediatos, si es-
tán realizando el comportamiento bajo un concierto delictivo, podrán ser ca-
lificadoscomo una forma de co-delincuencia. En algunas situaciones, puede
que los ejecutores directos de la acción típica, estén perpetrando eldelito, en
el marco de una orden delsuperior jerárquico, de ser asÍ, se presentaría una
autoría mediata, donde el hombre de atrás, el dador de la orden, será el autor
mediato y, el ejecutor de la orden, será el instrumento que obra bajo la figura
de la obediencia debida; por tales motivos, el hombre de adelante podrá ser
1139 Asf, S¡rllr¡s SrccH¡,¡, R.i Derecho Penat. paiá Especiat,cit., p. 473.
516 Denrcgo pENAL - P¡,Rrs espgcr¡r": Torr¿o I
6. TIPICIDAD SUBJETIVA
1140 En el C.P. de 1924, se contenía en el artÍculo 231o, una serie de causas justificantes
específicas; a más detalle ver, Peñe Clenenn, R.; Derecho Penal Peruano. parle Espe-
cial, cit., ps. 348-349.
1141 Así, Vul-¡ Srew, J.; Derecho Penal. parte Especiat, l-8, cit., p. 14g.
Gnplrulo lV
VIOLACIÓT.¡ PCI SECRETO UE LAS
COMUNICAC!ONES
1142 AseNc¡o Mer-uoo, J.M.; Prueba Prchibida y Prueba Prcconstituida, cil., p. 103: En contra
Mo¡lrrno Anoca, J,; al sostener, que (...) el derecho a la intimidad y el derecho al secreto
de las comunicaciones son dos derechos distintos, que ni siquiera pueden entenderse
integrados en un derecho más general; La intervención de las comunicaciones telefó-
nicis en el proceso Penal. Un estudio jurisprudencial. Tirant lo blanc!!, V¿lencia, 1999,
cit., ps, 44-45.
518 Denecso pENAL - Pnnre ¡spgclnl: Tovo I
dentro del campo de protección del derecho a la vida privadalla3. Quiere de-
cir ello, que queda proscrita toda intervención, incautación y/o intercepción a
las comunicaciones privadas, a menos que aparezca la necesídad de tutela
de bienes jurídicos superiores, siempre y cuando se cumplan con los pre-
supuestos materiales y los requisitos formales, previstos en la normatividad
aplicable.
Las comunicaciones que toman lugar en una carta, radiogiama, des-
pacho telegráfico y otro documento de naturaleza análoga, se comprenden
en la esfera más lntima del sujeto, puesto que muestran pasajes de la vida
del sujeto, que precisarnente desea mantener en reserva, que sólo desea
que tome conocimiento su destlnatario, es decir, a quien se dírige el docu-
mento. lmportan, por ende, comunicaciones que sólo incumben al remitente
y al destínatario. Se trata aqul de proteger el secreto de las relaciones jurídi-
cas documentales de la perÉonar144.
La libertad que se amparan con esta norma, es un valor mucho más
sutily espiritualizado que elestudiado en las disposíciones anteriores, apun-
ta Peñn CaenERn. Ello esta explicado en elsentido que la palabra escrita tiene
un significado en autónomo de la materialidad del papelque lo contiene11a5.
No es de extrañar, (...), que la palabra escrita adquiera así una protec-
ción absolutamente independiente de la materialidad del papel en que cons-
ta, y que la ley acuerde preferencia a esa clase de cosas, despojadas casi de
valor materíal como cosas muebles; pero cargadas de sentido humana11a6.
Se evídencia de la redacción normativa in examine, que los soportes
técnicos, sobre los cuales adquiere materialización elcontenido de la comu-
nicación, hace alusión a una descripción de antaño, puesto que los medios
informáticos quedah de lado, cuya posible interceptación y/o interferencia, es
recogida en lo que los delitos informáticos refiere.
En resumidab cuentas, la tutela penalen este marco de esta criminali-
dad, se justifica plenamente, al perturbar una esquela que sólo le pertenece
al individuo, por lo que su privacidad, en cuanto a los secretos que allí se
informan, deben estar rodeados de la mayor de las garantías; con ello la
intimidad de la persona queda también protegida.
VIOLACIÓN DE LA CORRESPONDENCIA
Art. 1ó1.- "El que ahre, indebid.ntn¿nte, una. ca.rtfl) un pliegl, telegrama,
radiogroma, despacho teltfínico u otro d.ocumento de naturaleza anrílo-
gñ, 4w no Ie esté dirigido, o se apodera indebidamente de alguno de estos
docamantos, a.unque no esté cerrado, serd reprimidn nn peno pritativa d,e
libertad norna1or d.e dos otíos y cnn sesenta. q. noponta. días-multa".
1, BIEN JURíDICO :
2. TTP|C|DAD OBJETIVA i;
1147 Así, Peñ¡ C¡enenn,R.; Tratado de Derecho Penal..., Vol. l, cit., p. 584; Vrr.ue Srerx, J.;
Derecho Penal. Parte Especial, l-B, cit., p. 151.
520 DenscHo pENAL'PeRrs Especlal: Tovo l
tipo penal, habría que fijarlo en los propósitos ulteriores que guían la conduc_
ta del agente. Todo sistema moderno de comunicación es cñprendido
en la
analogía que anticípa el tipolrs2.
En el caso del "fax", pensamos que al no poderse abrir de conformidad
con una acepción gramatical, seria preferible conducir esta hipótesis, a la
modalidad de apoderamiento indebido.
La acción típíca se determina únicamente con el hecho de que el au_
tor, procede a la apertura del documento cerrado, sin consentimiento de su
titular, al margen de si lo lea o no. Esta úrtima circunstancia es irreiev"ni;
ya por la dificultad de su prueba, sino porque la tutela penal se dirige
;;
aquí a
la forma de comunicación, la cuales secreta en símismalis3.
si la carta esta dirigida a una persona jurídica, sin especificar la per-
sona física quien tigne el derecho de abrirla, no podrá reputaise el tipo penal
en cuestión, siésta es abierta por ejemplo por la secretaria del Gerente Ge_
neral; situación diversa aparece cuando determinada persona esta prohibida
por la societas o, en mérito a su situación de insolvente de abrir la correspon-
dencia, pues acá ya entro en funciones la empresa liquidadora, que asume
la administración de la persona jurídica.
El medio por el cual la persona logra hacerse de la carta para abrirla
es para el tipo penal irrelevante, sin perjuicio de que puedan concurrir otros
delitos, como ser, el hurto, el robo o la estafa, ente los más normales de
usarltsa; si la apropiación es de un documento que cuenta con un título nomi-
nativo, de valor en cuanto a su cambio en el mercado, la conducta debe ser
desplazada al artículo 185o del c.P. aconteciendo un conflicto aparente de
normas penales. Bajo tales hipótesis, habría que determinar la incidencia de
un concurso delíctivo.
1152 Vtu SrerN, J.; Derecho Penal. Parte Especial,l-8, cit, p. 151.
1'153 Soun, S.; Derecho penal argentino, T. lV cit., p. ,f14.
1154 Dom.ra, E.A.; Derecho Penal. Pafte Especial, T. ll-A,.cit., p. 349.
1155 Asf, Vr-r-¡ Sre¡H, J.; Derecho Penal. Parto Especial,l-8, cit., p. i51.
522 Drr¡cno pENAL - P¡RIE rsp¡cr¡l: Tovo I
3. EL ACTO INDEBIDO
Como toda conducta que ataca un bien jurídico de índole muy per-
sonal, concretamente la invasión de la intimidad (privacy), la voluntariedad
(consentimiento) del titular (remitente), tiene una incidencia directa en eljui-
cio de tipicidad penal, que en este caso, excluye su propia relevancia típica,
por lo que no puede hablarse de lesión alguna al objeto de tutela.
1156 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. V, cit., p. 101; Vid., al respecto,
ForrAN Beresrne, C.; Derecño Penal. Parte Especia/, cit., ps. 364-365.
1157 Soun, S.; Derecho penal argentino, T. lV, cit., p. 118.
1158 En contra Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lV, cit., p. 115.
Tirulo IV: D¡rnos coNTRA LA LTBERTAD 523
1159 Más al respecto, Peñ¡ C¡anrn¡ Fnevne, A.R.; Exégesis del nuevo CÓdigo Procesal
Penal,
1160 [9ltm Bet-esrRe, C.i Deregho Penal. Parte Especial, cit' p' 364'
1161 Peñ¡ C¡anen¡,R.i Tratado de Derecho Penal..., Vol- I' cit., p. 589.
524 Dpnecso pENAL - PeRre especr¡,1: Torr¿o I
INTERFERENCIA TELEFÓNICA
1. FUNDAMENTOS DE INCRIMINACIÓN
1162 En contra Peñ¡ c¡enene, R.; Tratado de Derecho penal..., Vol. l, cit., p. 5g9
1'163 Moaaus Gooo, J.; secrefo e inviolabitidad de comunicaciones..., cit., p. i41
Tirulo IV: Deuros coNTRA LA L¡BERTAD 5rs
1164 Asf, EsrÉvez Jrue¡¡o, Axcel; La lntervención de las Comunicaciones Telefónicas y Con-
sidenciones acerca del Auto de la Sala 2' del Tribunal Supremo de 18 de junio de
1992. En: Restricción de los Derechos Fundamentales de la Pérsona en el Proceso
Penal, cit., ps. 356-57.
1165 Ruz Vnoru-o, E.; La actividad probatoria en el Proceso penal Español, cit., p. 230.
1166 López B¡n¡¡ oe Qurnoen, Tratado de Derecho Procesal Penat, cit.,p. 11e7.
1167 QueHÁr-iJrMÉNez, JonN.J.; Dere'cho penalespañoL Parte especia/. Vol. l, editorial Bosch,
. Barcelona, 1986, ci1.p.212.
526 DsnecHo pENAL - P¿nrr espgcl¡l: Tovo I
riales, que riñen con los valores elementales de una sociedad democrática
de derecho.
El Servicio Nacionalde lnteligencia, como agencia todopoderosa que
digitaba el poder político en todas las instituciones públicas, utilizaba la inter-
ceptación telefónica o mal llamado "chuponeo", como parte de un seguimien-
to hacia los adversarios políücos, y, no como parte de un sistema dedicado a
salvaguardar la defensa de la Nación y la Seguridad Pública, en el contexto
de la lucha contra la subversión. Por lo tanto, el empleo sistemático de esta
técnica de escuchas ilícitas, formo parte de un tinglado antijurldico dirigido
fundamentalmente sobre objetivos políticosl 160.
En el contexto de la persecución legal contra el crimen, la intercepta-
ción telefónica no tuvo cabida en elderecho positivo, ni siquíera en el marco
de la Ley No 27379 - Ley de Medidas Limitativas de derechos a nivel de de
lnvestigación Preliminarllos. Se puede decir entonces, gue la regulación de
esta medida por parte del nuevo Código Procesal Penal se constituye en el
primer paso para legitimar la imposicíón de esta medida, y, de cierta forma
su regulación es importante para frenar la arbitrariedad pública.
El secreto de las comunicaciones forma entonces parte de la intimi-
dad del individuo. Así, el derecho a la intimidad lo es de carácter amplio
englobando todo aquello que una persona reserva para si y para su círculo
familiar más cercano y que, en general, comporta unos confines que van
desde la proteccíón del domicilio hasta el propio secreto de las comunica-
ciones pasando por la intimidad corporal y la específicamente individuall17o,
la intimidad entonces engloba toda una esfera personal del individuo, cuyo
contenido comprende el secreto de las comunicaciones. La privacidad en
las comunicaciones se extiende a todos aquellos medios u instrumentos que
posibilitan el fluído e intercambio de ideas u informaciones, entre éstos el
1168 Ast, de forma manifiesta, Peñn C¡aRrRe, R¡riu; Irafado de Derecho Penal...,Yol. I'
ps. 590 y ss; Cfr., MoRnles Gooo, J.; Secrefo e inviolabilidad de comunicaciones...,
cit., p. 141.
1169 Sin embargo, SÁxcttez VeuRoe, P., apunta que en virtud de la nueva Ley No 27967,
publicada en el diario oficial el 12 de abril del año 2002, se otorgan facultades al Fiscal
para la intervención y control de las comunicaciones y documentos privados. Se dice
expresamente que 'La presente Ley tiene por finalidad desarrollar legislativamente la
facultad constitucional dada a los jueces para conocer y controlar las comunicaciones
de las personas que son materia de investigación preliminar o jurisdiccional"i Manual
de Derecho Procesal Penal, cit., p. 843.
1170 AseNc¡o Mer-leoo, J.M.; Prueba Prohibida y Prueba Preconstituida, cit., p. 103, En
contra MoHreRo Anoc¡, J.; al sostener, que (...) el derecho a la intimidad y el derecho
al secreto de las comunicaciones son dos derechos distintos, que ni siquiera pueden
entenderse integrados en un derecho más general; La intervención de las comunica-
ciones telefónicas en el Proceso Penal. Un estudio jurisprudencial. Tirant lo blanch,
Valencia, 1999, cit., ps.44-45..
Tirulo IV: D¡lrros coNTRA LA LTBERTAD 527
López B¡n¡n oe Qutnoen; cil., p. 1'i27; Asl, Ru¿ Vaotuo, E'; cit"
p' 231'
1173
528 Den¡cuo pENAL - P¡,nts sspecrnl: Tovo I
1174 Pour¡¡o NnveRnere, M.; Dellfos contra la Intimidad (l), cil., p. 407; Vid., al respecto,
CnRao¡¡elu Mnre u, J.C./ GonzÁr-ez Cussnc, J.J.; Delitos contra la lntimidad..., cit., p. 323;
AroNso oe EscenrrLn, A.; Dellfos contra la lntimidad..., cit., p. 167.
TÍrulo IV: Dslrros coNTRA LA LIBERTAD 529
4. TIPICIDAD OBJETIVA
1175 PEñ¡ C¡anen¡ , R.i Tratado de Derecho Penal..., Vol. l, cit., p. 594.
1176 Pol¡mo NRvnnnerr, M.; Delifos contra la lnümidad (/), cit., p.410.
1177 Vtua SrerH, J.i Derecho Penal. Pade Especial, l-8, cit., p. 153.
1178 Peñ¡ C¡enen¡ , R; Tratado de Derecho Penal. .., Vol. l, cit., p. 595.
1179 Asl, Loz¡no Mrnnrles, J.; Delrfos contra la lntimidad..., cit., p.213.
530 Drnecso pENAL - P¡,Rre especlA,l: Touo I
1180 Busros RAM|REZ, J.; Manual de Derecho pena!. parte Especial, cit., p. 107.
1181 Por-¡r¡.¡o N¡v¡nnrre, M.; DellÍos contra la lntinidad (l), cil., p.407.
1182 Peñ¡ CaeRen¡, R.; Irafado de Derecho penal..., Vol. l, cit., ps. 595-596.
1183 Peñ¡ C¡anena,R.; Tratado de Derecho pena!..., Vol. l, cit., p. 597.
TÍrwo IV: Delnos coNTRA LA LTBERTAD 531
legalidad. Serán todas aquellas que guardan cierta sinonimia con la "inter-
ferencia" y, que de igual forma están en capacidad e idoneidad de invadir la
intimidad, a través de la intrusión a una conversación telefónica. Podría ser la
acción de interceptación, de acceso, de grabación, de intervención1l8a, etc.
Sin duda la delimitación del injusto viene condicionado por una inter-
vención telefónica "indebida", en tal virtud, aquellas intervenciones que se
ejecutan en un marco legalmente establecido, se encuentran premunidos
por un precepto autoritativo derivado de una causa justificación (obrar en
cumplimiento de un deber). Sin embargo, pueden existir otras circunstancias
que pueden también derivarse de una cláusula permisiva, el Estado de Ne-
cesidad legitima la afectación fle un derecho, a fin de salvaguardar un interés
juridico de orden'superior, se ap!ica el principio del interés preponderante.
Pueden en todo caso, üurgir casos excepcionales como la ínminente
perpetración de un delito o de su comisión en estado de flagrancia, sobre
todo por bandas u organizaciones delictivas, que ameriten una intervención
inmediata por parte de las fuerzas del orden, en este caso, concurriendo
indicios de inferencia suficiente, se legitima la intervención telefónica sin au-
torización judicial, pero sólo de forma excepcional, el Estado de Necesidad
no puede ser caracterizado de forma general, pues, de ser así el derecho a
la privacidad y reserva de las comunicaciones sería vaciado en su contenido
material.
Ahora bien, con mucha precisión López Bnn¡e en la doctrina española,
configura la interaccíón del derecho penal sustantivo con el derecho penal
procesal, al establecer que el Código Penal tipifica las interceptaciones de
las comunicaciones realizadas sin autorización judicial y el derecho procesal
determina o debiera determinar los pasos, supuestos, gjarantías, etc., que
deben concurrir en estas autorízacioneslr8s. Puede en este caso producirse
resoluciones inválídas, por afectación a una formalidad no advertida por su
ejecutor, configurándose de esta forma un error en la percepción antijurídica
del acto, lo cual se conduce el error de prohibición siguiendo las reglas de la
-éstricta
teoría de la culpabilidad, que equipara el error sobre los presupues-
tos de justificación a las del error de prohibición (error sobre la conciencia
del injusto)11E6.
1187 López Ben,¡¡ oE Qurnocn, J.; Las escucñ as telefónicas y la prueba ilegalmente obtenida,
cit., ps. 173-174. -
11 88 Asl, Alor¡so oe Escauru, A; Delitos contra la lntimidad. . ., cit. , p. 167.
1189 Así, Busros RauinEz, J.', Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 108.
Tirwo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 533
puede dar lugar a una distinta interpretación en la medida que el tipo penal
incluye un propósito especial que motiva la realización de la conducta típica:
"(...) para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro (...)',, por lo
que un sector afirma que la consumación exige la efectiva y eficaz introduc-
ción en la comunicación, con el consiguiente descubrimiento de los secretos,
no bastando la mera interceptaciónrrs', en cambio para otros, basta con la
interceptacíón de telecomunicación, no requiere para la concrecíón del tipo,
la producción de resultado material para la consumación del delitorlel.
8. CIRCUNSTANCIA AGRAVANTE
1. BIEN JURíDICO
La figura delictiva comprendida en el artículo 163o del C.p. tiende a
tutelar, el derecho que tiene todo destinatario de una comunicación, de re-
Tírwo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 53s
2. TIPIC¡DAD OBJETIVA
2.1. Sujeto activo
De la descripcíón normativa se desprende que es un delito común,
pues puede ser cometido por cualquier persona, sin necesidad de que medie
vinculación alguna con el sujeto pasivo.
1192 Cfr., Somn, S; Derecho penal aryentino, T. lV, cit., ps. 116-117.
1193 Nuñez, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. V, cit., p. 102.
1194 Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lV, cit., p. 117.
1195 Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lV cit., p. 117.
536 Dsa¡c¡Jo pENA¿ - Pep¡s sspsc¡¿¿: To¡r¿o I
1196 DoHH¡, E.A.', Derecho Penal. Parte Especial, T. ll-A, cit., p. 354.
1197 ForrÁru B¡resrRn, C.; Derecho Penal. Pade Especial, cit., p. 366.
1 198 Soun, S.; Derecho penal argentino, T. fV cit, p. 117.
1199 FoNrA¡¡ BeresrR¡, C.; Derecho Penal. Parle Especial, cit., p. 366.
1240 Así, Soren, S.; Derecho penal argentino, T. lV, cit., p. 117.
conducta habrá que remitirla a los alcances normativos del artículo 161o,
pues consideramos que ambos comportamientos típicos son excluyentes
entre si.
De igual forma, que los tipos penales comprendidos en los artículos
anteriores, el legislador ha incluido en la construccíón normativa el vocablo
<indebidamente>r, que a nuestra opinión no era necesario, en la medida, que
la valoración del injusto típico no se agota a nivel de la tipicidad, siendo indis-
pensable extenderse el análisis al marco de la antíjuridicidad penal, dando
lugar al descarte sobre la presencia de las causas de justificación (preceptos
permisivos), que en este caso, pueden jugar un rolde importancia, en tanto
aparezcan autorizaciones, que permitan la lesión de este bien jurídico, am-
parados en el ejercicio legítimo de un derecho, oficío y/o cargo; asÍcomo el
estado de necesidad justificante, cuando el desvío de fa correspondencía
sea necesaria pará cautelar la intangibilidad de un bien jurídico preponderan-
te (la vida, el cuerpo, la salud, la libertad),
l:..::.l
-
3. FORMAS DE IMPERFECTA EJECUCIÓN
1202 Peñ¡ CeaReRn, R.; Tratado de Derecho Penal..., Vol. l, cit., p. 602.
538 DeRecgo pENAL - Penr¡ Especlnl: Torr¿o I
1. BIEN JURíDICO
2. TIPICIDAD OBJETIVA
1204 Asf, Fo¡¡rAr¡ BelestR¡, C; Derecho Penal. Parte Especial, cit.' p' 367.
12OS Asf, Peñ¡ C¡snen¡, R.i Tntado de Derecho Penal..., Vol. I' cit.' p. 605.
1206 Asl, Vn-r-¡ Srern, J.; Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit.' p. 158.
1,:A7 Vu-u¡ Sreln, J.; Derecho Penal. Parte Especial, l-B, cit., p. 159; Asf, S¡¡.tnns Slccttt¡, R.;
Derecho Penal. Par1e Especial, cit', p. 491.
12OB Peñ¡ C¡snenn , R.', Tratado de Derecho Penal..., Vol. l, cit., p. 605.
540 Denecso pENAL - PrRrg ssppcrA,t-: Tovo I
1212 Peñ¡ C¡anene, R.; Derecho Penal Peruano. Parte Espea'a{ cit., p. 364.
1213 En contra S¡unns SrccHte, R.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 491.
1214 Peñ¡ C¡anEn¡ , R; Derecho Penal Paruano. Parte Especial, cit., p. 365.
542 Denecgo pENAL - PnRrs rspschr-: Tovo I
1215 Peñe Ceenenn, R.; Derecho penal peruano. parle Especial, cit., p. 365.
Cpirulo V
VIOLACIÓN OCI SECRETO PROFESIONAL
1. ASPECTOS PRELIMINARES
Elejercicio de una determínada profesión, cargo y/o oficio no sólo exi_
ge que su realización se plasme de forma eficaz y eficiente, con arreglo
al
desempeño de la función encomendada y de acorde a su naturaleza]sino
que el debido profesionalismo exige a su vez, una total rectitud, en cuanto
a
la información que por dicho ejercibio se pueda obtenei pués dichosidatos''* r.lFft5 .
2. BIEN JURÍDICO
1220 Monnrss Pn¡rs. F.; La tutela penal de la intimidad:..-, cit.' p' 211'
1221 Lozano Mirales, J.i Oelrtos contra la lntimidad..., ciL,p-232.
1222 Pot-¡t¡¡o Nevrnnere, M.; Delifos cantra la lntimidad (l), cit', p' 431'
1223 Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lV cit', p' 128
1224 PEñA CABRERA, R.i Tratado de Derecho Penal..', Vol' l, cit', p' 614'
546 Denecso pENAL - Pnnre ¡sp¡clnl: Tovo I
3. TIP¡CIDAD OBJETIVA
3.1. Sujeto activo
No puede ser autor cualquier persona, pues se requiere de un profe-
sional, que en virtud de su oficio, haya recabado cierta información de sus
clientes y/o pacientes, en el marco del <secreto profesional>; siendo por tan-
to, un delito especiaI226. Precisamente es la situación o condiciÓn personal
o social en que se encuentra el agente la que permite acceder a la esfera de
los secretos de tercerot¿z7.
Como se lee de la redacción normativa, no solamente puede ser sujeto
activo un profesional, sino también, aquelque por razón de su oficio, estado,
empleo o ministerio haya captado información concerníente a la intimidad
de una persona; por tales motivos se amplia el radio de acción de la norma,
cuya limitación sería injustificada en cuanto al estado profesionaldel autor.
Sila información es captada en elámbito del mercado bursátil, a fin de
obtener un beneficio o evitarse un perjuicio de carácter económico, la tipifi-
cación penal se corresponde según el artículo 251o-A del C.P.
3.2. Sujeto pasivo
Puede ser cualquier persona, siempre y cuando haya confiado ciertos
datos referidos a su intimidad personal o familiar, en el marco del <tsecreto
profesional>.
1225 MoR¡res Pnars, F.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cil., p. 441; Así,
Loz¡Ho Mrn¡Lres, J.: Delitos contra la lntimidad..., cil., p. 232; Cenaolell Mnreu, J.C./
GoHzAr-Ez Cussac; Delitos contra la lntimidad..., cit., p. 330.
1226 Así, Vr¡-l¡ Srer¡¡, J.; Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 161.
1227 Peñ¡ C¡enER¡, R.; Irafado de Derecho Penal..., Vol. I, cit., p. 626.
TÍtulo IV: Dsuros coNTRA LA LTBERTAD 547
lidad que importa la relacíón profesional, que por la voluntad del informan-
te, su contenido no sea divulgado a tercerosl22'. Es ro no divulgado, apunta
DoNNn, lo no conocido por un número indeterminado de personas y que debe
existir un interés del titular en mantenerlo fuera de conocimiento de esas
personasl22s. Por consiguiente, los datos que ya son conocidos por todos,
quedan al margen del "secretismo".
122A Cfr., Vu-r-¡ SrerN, J.; Deracho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 161.
1229 DoNHe, E.A.; Derccho Panal. Parte Especial, T. ll-A, cit., p.368.'
1230 Pouuro Nnvennere, M.; Delifos cantra la lntimidad (f, cit., p. 430.
1231 Asi, Do¡¡¡t¡, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. ll-A, cit., p. 367.
1232 Pq¡n Cegn¡¡1 \; Tratalg de Derecho Penal..., Vol. l, cit., p. 615.
1233 FoHrA¡¡ Bnlesrae, C.i Derecho Penal. Parte Especial, cil., p.372.
548 Denscso pENAL - P¡,nre esprc¡nl: Tovo I
Ahora bien, eltipo penal en cuanto a la calídad del agente, hace men-
ción <por su estado>. Estado de una persona, en el sentido de este artículo,
es una situación social en virtud de la cual ella tiene acceso legítimo a se-
cretos, independientemente del ejercicio de una profesión y también prescin-
diendo de la naturaleza lucrativa o no lucrativa de la actividad que esa situa-
ción comporta, aunque, por regla, el lucro no entra en consideración123a.
Por su <<oficio>, ha de entenderse la ocupación que desempéña el su-
jeto activo, puede ser el chofer, la ama de llaves, el mayordomo, eljardinero,
etc.; todas aquellas actividades que al margen de la relación jurídico-laboral,
no cuentan con un título profesional o con una carrera técnica. No debe
olvidarse, apunta solEn, que por modesto que sea un oficio da lugar a ve-
ces al ingreso en esfera de secretos y, en ciertos casos, hasta importa una
continua intervención dentro de cosas reservadas: cerrajeros, institutrices,
masajistas, enfermeros libres, es decir, no empleados de un sanatorio o de
un médico; los domésticos, los que desempeñan un oficio dentro de un talle¡
en el aplican un secreto cuya revelación puede causar daño; los periodistas,
etcétera1235. Los detectives prívados también pueden estar catalogados en
esta categoría, pues que duda cabe que ellos reciben una serie de informa-
ción referida a aspectos de la intimidad personal.
En lo que respecta a (por su empleo>, debemos comprender todos
aquellos que desempeñan determinadas actividades, en mérito a una re-
lación jurídico-laboraf de subordinación y de sometimiento a ciertas reglas.
son los que se encuentran.incursos en la carrera pública, asítambién lo que
se encuentran laborando en el sector privado bajo condiciones similares.
También los empleados bancarios pueden ser sujetos del delito, si dan cono-
cer un hecho que ha sido confiado a la ínstitución con voluntad de que sea
mantenido en reserva1236.
En cuanto a (por su profesión>>, serán todos aquellos que para poder
ejercer determinada actividad profesional, requíeren necesariamente de un
título (a nombre de la Nación) o certificación especial, que los acredite como
tal. Es la más importante categoría, porque cuando se recurre a dichos pro-
fesionales, el deber de reserva por parte de éstos es más seriorz37. Los tinte-
ríllos por supuesto que no están en esta categoría y, los practicantes son ubi-
cados en el rubro de "oficio". Cuestión indispensable, es que estas personas
(abogados, médicos, psicólogos), hayan tomado conocimiento del secreto,
1234 Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lV, cit., ps. 129-.130.
1235 Somn, S.; Derecho penal argentíno, T. lV cit., ps. 130-131.
1236 FoHrÁru B¡lesrnn, C.; Derecho penal, parte Especia/, cit., p. 374.
1242 Vid., Fo¡¡rÁN B¡tesrn¡, Q.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p.380.
1243 Soun, S.; Derecho penal argentino, T. lV, cit., p. 136.
Tiruro IV: Drlnos coNTRA LA LTBERTAD 551
1245 Moneues Pn¡rs, F.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cil., p.451.
1246 Vid,, Souen, S.; Derecho penal argentino, T. lV cit., p. 137.
1247 El Codice di Procedura italiano, dispone en el artfculo 4500, que el Juez puede obligar
a testificar si tiene motivos de duda sólidos y racionales de que el acogimiento a la
dispensa es infundado, siempre y cuando no pueda proseguirse con la instrucción sin
el examen testifibal de la persona.
1248 Así, el nuevo CPP, artículo 165.2, inc. a).
Tirulo IV: Dsltros coNTRA LA LTBERTAD 553
1. FUNDAMENTO DE LA INCRIMINACIÓN
1250 G¡nci¡ Mon¡uo, J. y otros; Derecho Constitucional Vol. l, cit., ps. 2gO-291.
1251 Peñ¡ C¡.sReR¡,R.; Tratado de Derecho penal..., Vol. l, cit., p. 623.
TÍrwo IV: Dpuros coNTRA LA LTBERTAD 555
'1252 Mesfe R¡r¡rfne4 C.; Libertad de reunión en locales privados y p(tblicos. En: La Constitu-
ción Comentada..., cít., p. 152.
1253 G¡ncfe MoRtrl-o, J. y otros; Derecho Constituciona{, Vol. l, ci!,, p. 281.
1254 Soun, S,; Deracho penal argentino, T. lV cit., p. 165
556 Dengcgo pENAL - P¡nte espgcrll: Tovo I
2. BIEN JURíDICO
3. TIPICIDAD OBJETIVA
1255 Vu¡-¡ Sreln, J.i Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 164.
1256 Peñ¡ C¡enene, R.: Iralado de Derecho Penal..., Vol. l, cit., p.625.
TÍrwo IV: Del¡ros coNTRA LA LTBERTAD 557
1260 Busros R¡¡¡lnez, J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 389.
1261 Mesie R¡urlnez, C.i Libertad de reunión en locales privados y públicos, cit., p. 154.
Tirulo IV: DsLrros coNTRA LA LTBERTAD 559
hablando. Por consiguiente una reunión pública será <ilícita>, en dos situa-
ciones: primero, cuando no se ha recabado a tiempo la autorización por la
autoridad competente y, dos, cuando a pesar de contar con el permiso per-
tinente, ésta se realiza bajo cauces violentos, poniendo en peligro el orden
público y los bienes jurídicos fundamentales de los cíudadanos.
1262 Vrlu Sr¡r¡r, J.i Derecho Penal. Parla Especial, l-B, cit-, p. 165.
1263' For¡rAN B¡lesrae, C.i Derecho Penal. Parte Especia/, cit., p. 395; Vid., Sor-En, S.; Dere-
cho penalargentino,T.lV cit., p. 169.
1264 Peñ¡ C¡enen¡,R; Tratado de Derecho Penal..., Vol. I, cit., p. 625.
1265 FoNrAn Beuesrn¡, C.; Derecfio Penal. Pafte Especial cit., p. 396.
560 D¡nscHo pENAL - Penre gspec¡¡l: Tovo I
Todo acto material tendiente a lograr ese f¡n (impedir, perturbar), sin
que el autor lo consiga por causas ajenas a su voluntad, constituye tentati-
var266.
Art. 167.- "El funcionario públin qae abasando d.e su cargo n0 a.uto-
riza, no ga.rantiza, prohíbe o impidc ana reunión púbtica, lícitamente
nwocada, será reprimido nn pena privatba de libertad. no nunm dc dns
ni maym d.e cuatro años e inhabilhación de uno a d.os años nnforme el
nrtícul"o 36", incisos l, 2 y 3".
1. TIPICIDAD OBJETIVA
1.1. Sujeto activo
A diferencia del tipo penal,anterior, el artículo 1670 exige para ser au-
tor la cualidad de funcionario púbtico, por lo que se constituye en un delito
especial impropio, en tanto la agravación reside en la posición funcional del
agente, l
1266 FoHrA¡¡ Ba¡_esrnn, C.; Derecho penal. parie Especial cit., p. 396.
TÍrulo IV: D¡uros coNrRA LA LTBERTAD 561
COACCIÓN LABORAL
1. ASPECTOSGENERALES
1268 Texto según la 3era. DD y F del Decreto Legislativo No 857 del 04 de octubre de 1996,
recogida en el ruo de la Ley de compensación porTiempo de servicios - DS No 001-
97-TR.
564 Denrcuo pENAL - Plnrs gspecrnl: Tor.¿o I
altrabajo, puede verse desde un doble baremo a saber: primero, como pla-
taforma esencial para la autorrealización de la persona humana y, segundo
como base fundamental para el desarrollo socio-económico de un país; por
ello, el trabajo, como quehacer fundamentaldel individuo debe estar debida-
mente reglado. Es que de antaño, el trabajo mismo, da lugar a la formación
de una relación laboral, entre elempleador y el dependiente, punto. en cues-
tión que genera una serie de consecuencias, que de cierta forma repercuten
también en el Derecho penal.
Se sostuvo, entonces, que el trabajo es tan importante en una socie-
dad, en lo que concierne a la relación laboral, que incidió en la creacíón de
una disciplina especial en el marco del ordenamiento jurídico, nos referimos
al Derecho laboral; rama del orden derecho positivo, que se encarga de re-
gular las diversas relaciones que se originan entre el trabajador y el emplea-
dor, en cuanto al acceso al fiuesto de trabajo, las díversas especialidades,
las modalidades de trabajo, la estabilidad laboral, las causas de despedido,
de terminación del contrato laboral etc. También, ha de normar las negocia-
ciones colectivas de trabajo, en lo que respecta a las mejoras salariales, las
organizaciones sindicales, elderecho a la huelga, el pliego de reclamos, etc.
De tal forma que se desprende un derecho individual del trabajo y un dere-
cho colectivo del trabajo; ambos de especial relevancia según su peculiar
naturaleza jurídica.
Elartículo 22" de la Ley Fundamentaldispone que eltrabajo es un de-
ber y un derecho. Es base del bienestar social y un'medio de la realización
de la persona. En opinión de Tovnun Mryacusuxu, el contenido esencial del
derecho altrabajo tiene dos aristas: uno general, como principio general que
importa la aplicación de herramientas y mecanismop de protección a favor
deltrabajado¡ esto es, el principio protector como pauta de actuación del Es-
tado, y otro concreto que se expresa en las manifestaciones o etapas de de-
sarrollo de la relación laboral (contratación, promoción, extinción, etc.)r26e.
A la luz de la naturaleza jurídica de la relación laboral, resulta una opi-
nión inobjetable, que el Estado debe regular dicha vinculación contractual,
partiendo de una premisa básica: que el trabajador es el lado más débil de
dicha relación. De ahí, que emerja el principio de protección, que se plasma
en la orientación tuítiva que debe seguir la política laboral del Estado, sin que
ello signifique promover una política abiertamente controladora, estatista y
vertical de las relaciones laborales, según los pilares de un Estado Social y
Democrático de Derecho.
1269 Tovnr',re Mlveousuru, J.; Debery derecho at trabajo. En: La Constitución Comentada...,
cit., p. 513.
TÍrulo IV: Deltros coNrRA LA LTBERTAD 565
2. BIEN JURíDICO
1271 Br¡o Fen¡¡Aloez, M.; Deldos contra la Libertad y seguridad en el rnbajo. En: cuader-
nos de Polftica Criminal, cit.. p. 151.
568 DenecHo pENAL - Penrs gsprctel: Tovo I
1272 MoRrlr¡s Cueve, L.; Delitos contra los Derechos de los Trabajadores, cit., p. 895; Al
respecto, Mesrne Deuonoo, E.; Delifos contra los derechos de los trabajadores y contra
/os derechos de los ciudadanos extranjeros, cit., ps. 404-405.
1273 Vrr-r-r SrerN, J.; Derecho Penal. Parte Especial, l-8, cit., p. 171.
1274 Asf, V¡lle Muñz, J.M./ VrLr¡ce¡¡pe Esr¡narr, C.i Comentarios a la Parte Especial del
Derecho Penal, cil., p. 1060.
1275 Cfr., Peñ¡ CaeRene, R; Tratado de Derecho Penal..., Vol. l, cit., p. 650.
TÍrwo IV: Dnltros coNrRA LA LTBERTAD 569
3. TIPTCIDAD OBJETIVA
3.1. Sujeto activo
1276 M¡ntNez-Bu.nx PÉnez, C.; Detitos ant¡a /osderccñosde lostrabaiadorcs'.', cit, p. 690.
1277 Peñ¡ C¡eRen¡, R.i Tratado de Dery9h9lanal.-.Yol- 1, cit., p. 649.
'1278 Vid., Bus¡os R¡t'¡lnez, J.; Manual de Derecho Penal- Parte Especial, cit.' p. 396.
570 DsnecHo pENAL - P¡nt¡ especlnl: To¡r¡o I
aplicación del artículo 27o del C.P. (actuar a nombre de otro), el desplaza-
miento deljuicio de imputación penal se traslada a todas aquellas personas
que ejercen posiciones de dominio social en los órganos de representación.
1279 Peñn C¡enEnn, R.; Tratado de Derecho Pena!..., Vol. l, cit., p. 651.
1280 Vid., FoHTAN B¡LesrR¡, C; Derecho Penat. Parte Especial, cit., p. 387.
1281 Peñ¡ C¡sneR¡,R.; Tratado de Derecho Penal..., Vol. l, cit., p. 652.
Tirulo IV: Delnos coNTRA LA LTBERTAD 571
1282 FoNrA¡¡ Bx-esrR e, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p, 386.
1283 El artfculo 158o del C.P. argenüno, reprime con prisión de un mes a un año al patrón, em-
presario o empleado que, por sf o por cuenta de alguien, ejerciere coacción para obligar
a otro.... a abandonar o ingresar a una sociedad obrera o patronal determinada.
572 Den¡cHo pENAL - Penr¡ especr,ql: Tovo I
1284 Peñ¡ Caenrnn , R.; Tratado de Derecho Penal. . ., Vol. l, cit., p. 654.
1285 DoloRreR Tonnes, J.; Derecho de sindicalización, negociación colectiva y huelga. En:
La Constitución Comentada..., cit., p.569.
1286 Soren, S.; Derecho penal argentino, T. lV cit., p. 160.
TÍrur-o IV: Drlrros coNTRA LA LTBERTAD 573
1287 Tov¡¡¡¡ Mrvnousuxu, J.i Derecho a una remuneración. En: La Constitución Comenta-
da..., cit., p.533.
574 Dgnrcuo pENAL - Pnnte espectel: Tot¿o I
'1288 Peñn Caenenn, R., Tratado de Derecho penal..., Vol. l, cit., p. 656.
1289 Toynun Mrvacusuxu, J.i Derecho a una remuneración..., cit., p. 535.
Tirulo IV: Dguros coNTRA LA LTBERTAD 5',15
1290 Asf, Vrr-u¡ Sreu, J.; Derecho Penal. Parte Especial, l-B' cit.' p' 172.
576 Dsnecso pENAL - P¡Rre espscl¡.1: Tovo I
1291 Vrul¡ Srerl¡, J.; Derecho Penal. parte Especial, l-8, cit., p. 172.
TÍrwo IV: Drltros coNTRA LA LTBERTAD 577
1293 B¡cn C¡aRena, D. y otros; Jurisprudencia Penal. Procesos Sumarios, T.lll' cil., p.222'
580 Denecgo pENAL - P¡Rrg especlel: Tovo I
Por otro lado, que sucede cuando el empleador, no cumple con la re-
solución de la autoridad competente, pues sí lo hace pone en riesgo la propia
permanencia de la actividad productiva de la empresa. En este caso, no se
podría decir que se trata de un estado de necesidad justificante, pues no se
podría decir, que el funcionamiento del negocío en si sea un valor jurídico
superior al que se pretende cautelar en este supuesto delictivo, es que el
cumplimiento de una resolución jurisdiccional que determina el pago de los
beneficios sociales de un ex trabajador, significa que éste pueda satisfacer tal
vez sus más elementales necesidades; si bien puede apelarse ello también a
favor del empleador, de tener que solventar la remuneración del resto de tra-
bajadores, estaríamos ante una equiparidad de ambos intereses, por lo que lo
correcto es ubicar esta hipótesis en el marco de los estados de inexigibilidad.
Esta modalidad es de consumación instantánea, pues se concretiza
cuando el agente, incumple los efectos jurídicos de la resolución expedida
por la autoridad competente, pese a poder hacerlo; de talforma, resulta difí-
cilmente admisible la posibilidad de un delito tentado.
La incriminación de esta variante del injusto típico, amerita la presen-
cia del dolo, conciencia y voluntad de realización típica, el agente debe saber
que esta incumpliendo una orden emitida por la autoridad competente. po-
dría darse un error de tipo, si es que el agente duda acerca de la naturaleza
ejecutiva de la resolución,
Las conductas típicas que se glosan en las últimas líneas del último
párrafo del articulado, tienen que ver con los artificios, ardid u otra conducta
fraudulenta que realiza elempleador para dar por extinguída la relación labo-
ral, a fin de burlar el pago de los derechos laborales y los beneficios sociales.
Lo que incrimina el legislador, no es propiamente el lock-out de la empresa,
sino lo actos fraudulentos que se ejecutan para llegar a dicha situación legal,
sin que en realidad concurran los requisitos exigidos por la normatividad
aplicable.
El artículo 86o, del Decreto Legislativo No 728 - Ley de Fomento al Em-
pleo, regula las causas objetivas para la terminación del contrato de trabajo,
1294 Bnc¡ c¡aReRa, D. y otros; Jurisprudencia Penal. Procesos sumarlos, T. lll, cit., p. 220.
Tiruro IV: Drlrros coNTRA LA LTBERTAD 581
1295 Pen¡ CrsRene, R.; Tratado de Derecho Penal.'., Vol. l, cit., p. 665'
1296 En contra Peñn C¡enena, R.; Trafado de Derecho Penal..., Vol. l, cit., p. 665.
582 Denecso pENAL - P¡nre rsp¡crnl: Tovo I
1. ALCANCES PRELIMINARES
La Ley Fundamental consagra un orden de valores pre-determinados
normativamente, quiere decir esto, que se recogen los bienes jurídicos su-
periores qúe se erigen como la plataforma esencial del ser húmano, tanto
desde una perspectiva individual como colectiva. uno de los basilares de
una democracia liberalde derecho, reside en el reconocimiento de los dere-
chos fundamentales, que pueden ser considerados desde un doble plano a
saber: primero, como un estado originario de las personas, como derechos
subjetivos'inherentes a todos los individuos, en cuanto a la dignidad y la
libertad, que debb proteger el Estado ante todo intromisión ilegít'íma y, á s,
vez como límites que ha de respetar la política jurídica-estatai y; segundo,
precisamente, el mismo Estado reconoce a los ciudadanos y les confiele una
serie de mecanismos e instrumentos legales, que se dirigen concretamente
hacia su tutela efectiva, a la materialización de su vigencia fáctica, poniendo
coto a una cualquier pretensión arbitraria y/o despro.-porcionada de la autori-
dad estatal.
El individuo y la comunidad, alega Hneenle; así como el ciudadano y la
democracia liberal, se encuentran sobre elmismo plano en materia de dére-
chos fundamentalesl2ss. Pues, la tutela de dichos derechos no sólo redunda
en el ciudadano, sino que se extienden a toda la colectívidad.
La proclamación de los intereses jurídicos fundamentales, constituye
el motor que impulsa la estructura edificante de toda la sociedad demociá-
1300 J¡Éx V¡lle¡o, M; Libertad de expresión y detitos contra el honon cil., p.22.
1301 HAarnre, P.; La Libertad Fundamenlal en e! Estado constitucional, cit., p. 54.
1302 Espi¡r, E., y otrosi Derecho Conslitucional Vol. l, cit., p. 253,
1303 HAeenLe, P.; La Libertad Fundamental en el Eslado constitucional cit., p. 1,10.
TÍrwo IV: Delrros coNrRA LA LTBERTAD 587
nidad humana, mientras que por otro, cuenta con una dimensión objetiva o
institucional al constituir un supuesto básico para la vigencia de un Estado
democráticot3oa.
Nuestra Ley Fundamental en el inc. 4) del artículo 20, consagra el de-
recho a las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pen-
samiento mediante la palabra oralo escrita o la imagen, por cualquier medio
de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento
alguno, bajo las responsabilidades de ley; de ello se colige el glosado de la
libertad de expresión y el derecho a la información. Por su parte el artículo
190 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, dispone que todo
individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión, este derecho
incluye el de no ser mofestado a causa de opiniones, el de investigar y recibir
informaciones y opiniones, sin limitación de fronteras, por cualquier medio
de expresión".
Las libertades públicas adquieren real concreción, cuando los ciuda-
danos son libres de expresarse en sujeción a sus convicciones ideológicas,
políticas y/o de todo tipo de manifestación cultural. En el marco de una so-
ciedad democrática, nadie puede ser perseguido por sus ideas; las ideas de
por si no constituyen el manifiesto de una conducta socialmente negativa,
que haya e incidir en la generación de un hecho delictivo (cogitatione poena
nemo patitull,las ideas no delinquen, pues para que puedan desencadenar
una respuesta punitiva, deben materializarse en actos concretos de lesión
y/o aptitud de lesión para con los bienes jurídicos -penalmente tutelados-,
de conformidad con el principio de lesividad. Por lo dicho, la libertad de pen-
samiento al importar un derecho subjetivo, adquiere plasmación cuando el
individuo expresa libremente sus ideas.
La institucionalidad democrática de una Nación, encuentra su máxima
expresión, no sólo con la separacíón de poderes, sino también cuando los
individuos son libres de expresar sus ideas, presupuesto esencial para la for-
mación de una opinión pública, verás y objetiva, de especial relevancia para
el aseguramiento de una actuación pública transparente y visible ante los
ojos de la ciudadanla; precisamente, la libertad de expresión y el derecho a
la información13o5, hacen posible una fiscalización permanente de la función
pública, póniendo alaluzpública los hechos torcidos que redundan en actos
de corrupción pública.
1304 Ae¡o Yupnxour, S.B.; Liberfades de expresión e información En: La Constitución Co-
mentada..., cit., p. 73.
1305 Mientras que por la primera los individuos son libres, de manifestar sus ideas, opinio-
nes y/o creencias, por la segunda, tiene elderecho de recibirtoda aquella información
que se juzgue relevante en una sociedad democrática.
588 Denr,cuo pENAL - Pant¡ Esp¡ctel: Tot'¿o I
2. BIEN JURíDICO
1307 EsplN, E., y otros; Derecho Constitucional, Vol. I, cit, p' 258.
13OB Vid., al respecto, Benouco Gó¡¡ez oe u ToRRe, l.: Límites entre Libertad de Expresión y
Derecho de Personalidad, cit', p.287'
590 DgnEciro pENAL - PrnrE rspecr.AI-: Tovo I
3. TIPICIDAD OBJETIVA
Primero habrá que señalar que el tipo penal hace alusión a un caso
de infracción de deber, en cuanto al prevalimiento (abuso) del cargo público,
de quien se aprovecha de la función pública encomendada, para cometer un
acto arbitrario, en contra de los medios de comunicación social. Por lo que
elfundamento materialdel injusto típico constituye el aprovechamiento de la
Tirulo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 591
1310 Peñ¡ C¡anen¡, R.i Tratado de Derecho Penal..., Vol- l, cit.' p. 677.
1311 Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lV, cit., p- 172-
Dgnecuo pENAL - Pente espscrnl: Topro I
de los cap. lV y v del nuevo Tít. Vlll¡trto. El bien jurídico "Libertad sexual", en
base a una interpretación sistemática, se alza en incoherente y de ausencia
de conexión lógica, en el caso de las figuras delictivas de',publicaciones y
Exhibiciones obscenas" y de "Pornografía lnfantil'; la problemática reside jl
momento de delimitar que actos pueden ser o no calificados como obscenos
o pornográficos respectívamente. son conceptos vagos, a los que para su
interpretación habrá que acudir imperiosamenté a valoraciones morales y
sociológicas, que son sin duda valoraciones extra-legales.
En lo referente a la prostitución, sin bien es cierto que no se penaliza la
actividad misma; sí las conductas periféricas o dígase concomitantes, cor¡o
el favorecimiento a la prostitución o el rufianismol3iT. De este modo se cri-
minaliza el ejercicio de la activídad sexualque dupone un ejercicio desapro-
bado ético-socialmente. Al considerarse a Ia prostitución como una de lqs
modalidades más fútiles para la realización del acto sexual; ello no supon'e
un quebrantamíento a la "Libertad sexual" en lo absoluto, sino un ejercicio de
cierto modo más libertario que se efectiviza por una contraprestación dinerá-
ria. cuando la actividad de fa prostitución se realiza sin mediar ningún tipo de
presión, sea ésta física o psícológica, de ninguna manera podemos afirmai
que se esta quebrantando el objeto de protección que es la libertad sexual.
El caso es sustancialmente opuesto cuando se trata de un menor de
edad o un incapaz, en eflos el objeto de protección es la <lndemnidad o ln-
tangibilidad sexual>>, expresado en la tutela que te brinda el Estado para que
eldesarrollo de su sexualídad no se perturbe o altere por prácticas sexuales
de naturaleza tan vanal como lo es la prostitución. La instrumentalización
de menores de edad a la práctíca de la prostitución merece una mayor des-
aprobación ética-social, y por ende, jurídica-penal tanto por el contenido del
injusto típico como en el mayor grado de culpabilidad atribuido al agente de-
lictivo. En suma, el objeto de proteccíón es la indemnidad sexual del menor o
del incapaz, en la medida que su esfera sexual no se vea comprometida por
prácticas'sexuales prematuras y crudas que sean nocivas para su ulterior
vida sexualy para su estructura psico-social.
1316 Cnnuore Snlc¡oo, Concepción; Delitos contra la Libedad Sexual. Agresiones y Abu-
sos Sexua/es. En: Curso de Derecho Penal Español- Parte Especial l. Dirigido por
Manuel Cobo del Rosal, Marcial Pons, Ediciones JurÍdicas y Sociales, SA, Madrid,
1996, cit., p. 300.
1317 La permanencia de la figura delictiva del Rufianismo en los Códigos Penales, es ob-
jeto de crftica por parte de la doctrina dominante. El Código Penal de 1,991 llevaba
ímbricada la innovación de criterios legitimadores al momento de elevar una conducta
a la categorfa de punible. Se deja a un lado el Derecho Penal del Autor (das tátertyp)
por un Derecho Penal del Hecho. Es decir, al autor sólo se le debe castigarpor aquella
producción lesiva o puestaen peligro de un bien jurídico protegido, mas no por una
conducción de vida o por un determinado status.
596 Denecso pENAL - P¡Rre esprclrl: Tovo I
2. LOSDELITOSCONTRALALIBERTADEINTANG¡BILIDADSEXUAL,
LUEGO DE LAS CONTINUAS REFORMAS NORMATIVAS PRODU-
CIDAS POR LAS LEYES N's.28251 Y 28704
1323 Diez Rrpor-uÉs, JosÉ Lurs; El objeto de protección del nuevo Derecho penal sexual. En:
"Delitos contra la Libertad Sexual'. Director: José L. Dfez R¡por-r-És. Consejo General
del Poder Judicial, Madrid, 1999, cit., p. 251.
1324 Roonfouez Coluo, Luis; Delimrlación del concepto de abuso sexual. En: 'Homenaje a
Mexuet oe R¡vncoee y Rtv¡coe¡. El penalista liberal. Controversias nacionales e inter-
nacionales en Derecho penal, Procesal penal y Criminología". Hammurabi - José Luis
Depalma editor, Buenos Aires, 2004, cit., p. 569.
1325 La ley de protección frente a la Violencia Familiar - Ley No 26260 modificada por la
Ley No 27306.
Tirwo IV; Delrros coNTRA LA LTBERTAD 603
1326 BooeróN GoHzÁlez, Encarna; Género y Srsferna Penat los derechos de las mujeres en
e/ srslema pena!. En: Sistema Penal y Problemas Sociales. Goordinador y CótaOora-
dor: Roberto Bergalli. Tirant lo blanch. Valencia, 2003, cit., p. 4g3.
1327 Peñe Cnsnenn F., Ar-onso; De litos contra la libertad e intangibitidád sexual, cit., p. 15;
Asf Roonlcurz courao, L; Dalimitación del concepto de abuso sexual, cit., p. s71.
1328 Dlez RtpolrÉs; El objeto de protección del nuevo Derccho Penal Sexual. En: "Derecho
Penal y Discriminación de la Mujer". Anuario de Derecho Penal 1999-2000. Director:
. - José Hunr¡oo Pozo, cit., p. 52.
1329 Dfez R¡por-r-És, J.L.; El objeto de prcterción en el nuew Crlrecho penal sexual,cit., p. 219.
604 DgRgcr¡o pENAL - Pnnrs esppcr¡l: Tor'¿o I
1330 Los delitos sexuales, se encuentran comprendidos en los Capftulos lX, X y Xl del TÍtulo
lV del Libro Segundo del Código Penal. Asl HennÁruoez G¡¡-lroo, Pedro; Abusos Sexua-
/es. En; Estudios sobre el Código Penal de 1995. Directores: V¡ves AxróN, T./ Manzana-
res Samaniego, J.L. Consejo General del Poder Judicial. Madrid, 1996, cit., p. 38.
Tirulo IV: Drlrros coNTRA LA LTBERTAD 605
-_---:-
1331 Segúri datos estadlsticos del Programa de Derechos Sexuales de la organización Flo-
ra Tristán, '(...) la nueva realidad de los jóvenes peruanos nos muestra, por eiemplo'
que se ha triplicado el número de adolescentes (menores de 13 años) que ya se han
íniciado sexualmente'. Fuente: Diario "La República', domingo 04. de julio del 2004.
1332 Así en la doctrina nacional, Bn¡uoHr Anns-Torres, L.A./ G¡ncl¡ CnHrzeNo, Menceoes;
Manua! de Derecho Penal. Parte Especial.4ta. Edición. Editorial San Marcos, Lima,
1998, cit., ps. 243 y ss.; Cnno Conre, Du.ro; Delitos contra la libertad e indemnidad
sexua/es, Edit. Grijley. Lima-Perrl, 2000, cit., p. 69; Vruue Srrtn, Javier; Derecho Penal.
Parte Especia/. l-B. San Marcos' Lima' 1998. cil-,p. 177--
1333 HenlÁ¡¡oez G¡treco, P.; AÓusos Soxua/eg cit., p. 38.
606 Den¡cHo pENAL - P¡nr¡ espgcl¡.1: Tovo I
violentos como los delitos sexuales, promueven una reacción enérgica por
parte de la sociedad, a partir de una demanda criminalizadora que es aco-
gida positivamente por el legisladorl33a. Este hecho marca una orientación
sobre-criminalizadora que ha producido una afectación a los principios de
proporcionalidad y de culpabilidad, pues, delitos como el homicidio y el ase-
sinato que suponen una afectación irreversible del bíen objeto de protección
se encuentran sancionados con una menor penalidad. Nadie en su sano
juicio puede dudar en la imposición de sanciones punitivas drásticas para los
violadores; sin embargo, consideramos que una de las garantías del Dere-
cho Penal en un sistema democrático el que la intervención punitiva estatal
debe respetar los principios que legitiman la intervención de este medio de
control socíal, a efectos de preservar su legitimidad ante el colectivo.
1334 Esta tendencia se inicio con la dación del Decreto Legislativo No 896 (ley de los delitos
agravados), que supuso intensificar la represión med¡ante la incorporación de la pena
de cadena PerPetua'
133S Kr-uc, Uun¡cH; Problemas de Filosoffa del Derecho y de Política Jurídica en el Derecho
Penal Sexual, cit., P.31.
608 Dgnpcso pENAL - Pnnrs especral: Torr¿o I
1336 Borrxe , Wrrnreo; Sexualidad y delito: las vlctimas de /os delifos sexua/es. En: Victimo-
logla y Victidogmática. ARA Editores, director: Reyna Alfaro, L.M., cit., p. 470.
'1337 DoH¡r¡, eOgáiCo Alberto; Derecho Pénal. Parle Especial, T. l, cit., ps. 531-532.
1338 Kruc, U.; Problemas de Filosofía del Derecho y de Polltica Jurldica en el Derecho
Penal Sexual, cit., p. 39.
Tirulo IV: Dguros coNTRA LA LIBERTAD 609
:at¡vo desde una vía teleológica, sin que ello importe vulnerar el principio de
egalidad. De ahí que la doctrina jurídico-penal discuta mucho en cuanto a la
verdadera acepción del "acto sexual", de poder incluir el sexo oral.
Art. L70.- cEl qu¿ cont üolencia o Brñee q.tnerrflzo, obüga n ,fitñ, Perslna. ñ
tener d,ccesl carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza' 0tr0s actls end-
bgos in*oduciendo otjetls o Pnrtes d.el cucrpo por olgmo de las dos prinw-
rm was, sard reprimido nn penal priva.tiva d¿ libmad n0 n ¿nor d¿ doce
ni.malr de dieciocbo años e inbaülitscúín conforme cureEotda:t3s0
1348 C¡R¡.ro¡¡¡ Snls¡oo, C.; Delilos contra la Libertad Sexual..., cit., p. 302.
1349 S¡r-¡H¡s StccHa, Rrrutno; Delitos de acceso camal sexual, IDEMSA, agosto del 2005,
cit., p.41.
13S0 El marco de penalidad fue agravado a partir de la modificación producida por la Ley No
28704 del 05 de abril del 2006.
612 DenecHo pENAL - P¡.Rre Esprcrel: Tovo I
1. BIEN JURíDICO
1351 Born<e, W; Sexualidad y delito: Las vlctimas de /os delilos sexua/eg cit., p. 468.
1352 Borrxe, W.i Sexualiad y delito: Las vlctimasde /os-de/ifos sexua/es,-cit., p. 470,
1353 Doxxe, E.A.i Derecho Penal. Parte Especial, T. I, cit., p. 486.
6t4 DEn¡cHo pENAL - P¡nrg ssppctn¡-: Touo I
2. TIPO OBJETIVO
1355 CÁNotoo-Co¡,¡oe Puuproo FennerR¡ -A¡¡roHro Go¡¡zAr-rs Cuelun; op. cit; p. 2159: De dis-
tinta consideración es RooRlcuez Deves¡ que considera que estos delitos atentan con-
tra la moral sexual, por lo que el bien jurfdico tiene en cuenta el conjunto de normas
que vedan determinadas formas de exteriorización del instinto sexual, opuestas a la
convivencia que el Derecho pretende asegurar dentro de la justicia; Citado por Alfonso
SenReuo Góuez; ob.cit., p. 17Q', Derecho Penal. Pañe Especial (delitos contra las per-
sonas, Dykinson, Madrid, 1996, p.213.
'1356 Vtlu Stern, Javier; Derecho Penal. Parte Especia/ GB); Delitos contra el honor, la
familia y la libertad; Edit. San Marcos; Lima-Perú, 1998, p. 179.
Tirulo IV: Drlros coNTRA LA LTBERTAD 615
1360 De la misma consideración Cano Conn, al afirmar que 'Tampoco es relevante la pre-
existencia de relación matrimonial con el autor; de forma que se sanciona inclusive la
llamada violación dentro del matrimonio'; op. cit; p. 78. El vínculo conyugal no le otorga
un poder de señorÍo hacia su consorte; no pudiendo exigirle tener tratos sexuales en
contra de su voluntad. Al respecto, la sentencia del Tribunal Supremo español de 1996,
donde se afirma gue: 1.-La violación entre cónyuges es perfectamente posible; 2.-No
puede esgrimirse el ejercicio legítimo de un derecho; 3.-El llamado débito conyugal se
opone radicalmente a la dignidad y libertad de la vfctima, y, 4.-No puede alegarse un
error de prohibición en el pensamiento de que la mujer debe prestarse a una relación
sexual no querida. En: Rosario de Vicente M; p. 87. Dicha sentencia es clara al afirmar
que la mujer no está a disposición del marido y que perfectamente se puede configurar
la violación dentro del matrimonio; y, que asimismo no se puede alegar como causa jus-
tificante o disculpante la creencia errónea que la mujer debe de estar siempre dispuesta
el trato sexual, aún en contra de su voluntad.
1361 A más detalle ver el apartado de Violación en el matrimonio.
TÍrulo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 6t'l
Está determinada por la realización delacto sexual por parte del agen-
te y contra la voluntad de la víctima. En nuestra dogmática no existe dificul-
tad para precisar los alcances que la ley señala al hablar de acto sexual. El
acto sexual debe ser entendido en su acepción normal, vale decir, como la
penetración total o parcial del miembro viril: pene en la vagina u otro análo-
go1t63, síendo irrelevante la eyaculación1364. Roonfcuez Devesa escribe que no
es esencial la eyaculación ni la total íntroducción del miembro virill36s. Las
vías de penetración, luego de la modificación efectuada por la Ley No 28251,
ya no necesitan ser completadas vía una interpretación normativa, pues el
legislador ha determinado expresamente su inclusión de forma taxativa; al
margen de los reparos que puedan levantarse sobre el fellatia in ore, que han
sido analizados líneas más atrás. Lo cierto y concreto, es que el acto sexual
1368 El artfculo 179'del Código Penal español de 1995 señala "Cuando la agresión sexual
consista en acceso carnal, inlroducción de obietos o penetración bucal o anal, la pena
será de prisión de seis a doce años".
620 Dsnecuo pENAL - P¡,nte esppcrel: Tovo I
remos hacer una distinción con la violación sexual propiamente dicha- con
las lesiones, debemos remitirnos a la esfera subjetiva del injusto, en cuanto
al dolo, como conocimiento del riesgo típico, sin necesidad de acudir a los
denominados "ánimos del injusto". Asítambién, cuando sobreviene un resul-
tado más grave, del abarcado en la esfera cognitiva del agente, dará lugar
a un delito preterintencional, tal como el legislador lo ha contemplado en los
artículos 173o-A y 1770 del C.P.
Las modalídades típicas, con la nueva reguración normativa se han
ampliado de forma inconmensurable a fin de colmar las expectativas crimi-
nalízadoras de varios sectores de la sociedad, las cuales son las siguientes:
a. De común idea con la redacción primigenia del artículo 170o, supone
el ingreso (acceso) carnal del miembro viril en las cavidades vaginal
y anal, habiéndose extendido expresamente a la vía bucal (fellatio in
ore); de tal forma que la penetración total o parcial del pene en dichas
vías constituye un típico caso de violencia sexual; subrayándose que
la víctima puede ser tanto el hombre como la mujer; mas en este caso,
sólo el hombre puede fungir como sujeto activo áe dícha modalidad tí-
picarsog. La realización del acto sexual debe suponer el ejercicio
de una
violencia física y/o amenaza grave sobre la esfera psico-somática a fin
de doblegar su voluntad, y ejercer el acto de acceso carnal sexual. No
es necesario que se produzca la eyaculación a efectos consumativos,
eso sí, debe alcanzarse la erección, a fin de contar con un medio idó-
neo de perpetración delictiva.
b. El ingreso de partes del cuerpo en las cavidades anal y vaginal; la in-
troducción deldedo en la vía bucal, a estos efectos no conlleva conno-
tación sexual alguna. Entbnces, er agente hace uso de otros órganos
de su cuerpo, para acceder sexualmente a su víctima. se entiende
que en esta hipótesis défictiva, el agente sustituye al pene u objetos
con apariencia de pene, con partes del cuerpo que puedan cumplir la
misma finalidad cual es acceder sexuarmente a la víctimar37o. pero,
seguidamente, nos pregu¡tamos: ¿Qué otros órganos delcuerpo pue-
den cumplir dicha finalidad? El dedo, la mano, los hombros, la rodilla,
la oreja, la lengua, la nai¡iz,la píerna, etc., esto es, si basamos dicha
inferencia en una cuestión meramente figurativa, cualquiera de ellos
resultaría idóneo; sin embargo, debemos ser consciente de la estre-
chez de ambas cavidades, con lo cual nos quedaríamos con la lengua,
el dedo, la nariz y tal vez la mano; pues resulta en realidad grotesco
1369 Así, Sorca, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 344; BanReRe Douírucuez, H.; De_
l?os Sexualeg cit., p. g6.
'1370 s¡r-r¡¡¡s srcc¡rr¡, R.; Los delifos de acceso carnar sexuar, cit., p. 49.
Tirulo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 621
1371 S¡¡-rNns Srccnn, R.; Los delitos de acceso camal sexual, cit., p.51.
1372 Snux¡s Srccun, R.; Los delitos de acceso camal sexual, cit., p. 51.
1373 C¡Rrr,rore Serceoo, C.i Delitos contra la libertad sex3al =ci!.-, p.. !!O
1374 Asl, Esrnelu, O.A.; De /os deÍtos sexua/es, cit., p. 86.
622 Denecso pENAL - P¡Rre g,spscl¡l: Tovo I
2.g.1. Violencia
1387 Asf, Sru-rx¡s Srccxn, R.; Deldos de acceso camal sexual, cit., p. 57.
1388 Vrrr-a Srern; ob. cifi p. 180.
1389 B¡¡o FenrAroez;p.2Q7.
1390 Asf, DoH¡¡e, E.A.; Darecho Penal. Parte Especial, T. l, cit., p. 546.
1391 lntimidación, segrln el Diccionario de la Real Academia, equivale a'causar o infundir
miedo'; se conoce como vis psicológica y consiste en comunicar un mal mediante pa-
labras, gestos u otros procedimientos, siendo necesario que despierte en la persona
temor, y como consecuencia del mismo el sujeto lleve a cabo el ataque sexual.
1392 S¡rrN¡s Srccan, R.; Delrtos de acceso carnal sexual, cit., ps. 57-58.
1393 AneHes; p.9.
626 DgnpcHo pENAL - Pnnrr aspecrnl: Toruo I
3. TIPO SUBJETIVO
En principio, se requiere dolo directo, esto es, conciencia y voluntad
de realizar los elementos que dan lugar a la realización típica, de dirigir su
1397 Esrneu-l, O.A.; De los delitos sexua/eg cit., p. 3* Asl, Cnnrr,roxn S¡le¡oo, C.; Deldos
contra la libertad sexual cit., p. 307.
1398 Doru¡¡¡,E.A.i Derecho Penal. Parte Especia/, T. l, cit., p.547.
1399 Esrneru, O.A.; De /os delifos sexua/es, cit., p. 40.
14OO Mezcen, E.i Derecho Pena!. Parte Especiat, cit., p. 110.
1401 Dlez Rrpor-r.És, J.L.; cit., p. 498.
1402 SeRn¡ruo Góuez; op. citi p. 214; De la misma opinión MoR¡les pners, Fermfn y Geacte
628 Denec¡ro pENAL - Pnnt¡ especlel: Touo I
Areento, Reuóru; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, Dir. Qurureno
Ouvanes, ed. Arazandi, Pamplona, 1996, ps. 236-237.
1403 En contra Mezcen, E.; Derecho Penal. Parte General, cit., 136; CeRezo Mrn, J.; Curso
de Derecho Penal Español ll, cit., p. 122; Busros R¡¡¡inez, J., Manual de Derecho Pe-
nal..., cil., p. 187.
Tirulo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 629
1404 De la misma opinión es Msñoz Goroe gue señala que el dolo, entendido como reali-
zación voluntaria de una acción violenta o intimidatoria con conocimiento de su sig-
nificado sexual, no requiere ningtin otro elemento especilico subjetivo más (el ánimo
lascivo); En: Derccho Penal. Parta Especial. Revisado y concordado con el Código
penal español de 1995; Tírant lo blanch, Valencia, 1996, p. 185.
1405 Esrnelu, O.A.; De /os delitos sexua/es, cit., ps. 40-41.
1406 CnRuoN¡ Sru-c¡oo, C.; Defitos contra ta libertad sexual, cit., p. 306.
1407 S¡lrx¡s Srccnre, R.l Delifos de acceso camal sexual, cit., p. 75.
630 DrnecHo pENAr - P¡.nts Esprclel: Tovo I
pues se realiza con f¡nes terapéuticos, no está presente el móvil sexual, sino
mas bien incidir en un estado de bienestar en la persona del paciente. No
tienen un significado sexual, por lo que se encuentran fuera del ámbito de
protección de la normas; los tipos penales del artículo 170o y ss. del C.P, no
tienen por fin penalizar conductas que no revelen un contenido sexual. Cues-
tión distinta acontece cuando la conducta final del autor, se dirige a vulnerar
la integridad corporaly/o fisiológica de la víctima (lesiones).
En elmarco deltipo subjetivo del injusto también debe hacerse alusión
al error de tipo, el cual se configura cuando el autor yerra sobre algunos de
los elementos constitutivos del tipo penal, se produce una desconexión entre
la esfera cognitiva del agente con los elementos que dan lugar a la tipici-
dad penal. El elemento intelectual-como escribe Cenezo M¡n- consiste en la
conciencia o conocimiento de la realización de los elementos objetivos del
tipeiloo' quiere decir esto, qué el autor debe actuar sabiendo que su compor-
tamiento esta creando un riesgo jurÍdicamente desaprobado, con aptitud de
lesión a un bien jurídico penalmente tutelado, desde una valoración ex -ante.
Si el autor actúa desconociendo algunos de los factores que hacen de su
conducta, una de relevancia jurídico-penal estará incurso en un error de tipo,
el cual si era invencible determinará la exclusión del dolo y la culpa, por ende,
no será punible y, si éste era vencible, será puníble a título de imprudencia,
tal como se desprende del artículo 14o del C.P. Ahora bien, el injusto penal
en comento, supone que el autor sepa que esta ejerciendo violencia física
y/o amenaza grave sobre una persona viva, a fin de acceder carnalmente
sin su consentimíento. ¿En estos casos cuando podríamos decir que el autor
obra desconociendo los elementos que dan lugar a la tipificación penal? Si el
agente cree erradamente que esta yaciendo sobre un cadáver, podría darse
el error de tipo, si por ejemplo la supuesta víctima se encuentra en un estado
de inconciencia, más aún si estaba dentro de un ataúd, pero a la mínima
señal de que ella esta viva, el estado cognitivo del autor cambia de forma
automática, pues ante la pulsación de ciertos signos, el sonido de determi-
nados órganos en su funcionamiento, la palpitación del corazón, etc., dejan
entrever claramente que se trata de una persona viva. En el caso de que se
ejerciera violencía sobre una persona equivocada (error de identidad), pues
es una forma de realizar el acto sexual, entre personas libres y responsa-
bles (sadomasoquistas), podrÍa darse el error de tipo, pues se presumía el
consentimiento de la víctima, pero al mínimo detalle de resistencia, la con-
ducta quedaría plenamente abarcada en el tipo penal en cuestión. Con todo,
apreciar un error de tipo en esta modalidad típica es en realidad dificultoso,
a diferencia de lo que acontece en el artículo 173o-A.
1408 Cenezo Mrn, J.; Curso de Derecho Penal Españo/, ll, cit., p. 131.
TÍrulo IV: Deltros coNTRA LA LTBERTAD 631
4. ANTIJURIDICIDAD
1411 Así, Cen¡¡oN¡ S¡uc¡oo, C.', Delitos contra la tibertad sexual, cit., p. 307: Ser-¡r.¡¡s SlccHln,
R.: Deldos de acceso carnal sexual, cit., p. 80.
TÍrwo IV: Delnos coNTRA LA LTBERTAD 633
5. QONSUMACIÓN
El proceso ejecutivo del delito de violación se consuma en el momento
y lugar en que se cumple el acceso carnal; basta que se produzca la intro-
ducóión -por lo menos parcial- del miembro viril o de otro objeto contunden-
te en el conducto vagínal (coniuntio menbrcrum), anal o bucal, sin que se
exijan ulteriores resultados como eyaculación, rotura del himen, lesiones o
embarazolal2. Como Señala afirmativarnente MEzeeR, no eS necesario ni la
1413 MezoeR, E.; Derecho Penat. Parte Especial, cit., p. 108; Así, Welzel, H.; Derecho Penal
Alemán, cit., p. 115; Soren, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p. 357; Do¡¡N¡, E.A.;
Derecho Penal. Parte Especial, T. I, cit., p. 5S1.
1414 SenneNo Góuez; A.; ob.cit; p.216: Así, Srulr¡s Srccnte, R.; Delifos de accesocama!
sexual, cit., p. 84.
1415 C¡nuo¡r¡ S¡lenoo, C.; Delifos contra la tibertad sexual, cit., p. 307.
14'16 En contra, Rov Faevne, L.E.; Derecho Penal. Parte Especial, T. l, cit., p.60.
1417 Esrnerr¡, O.A.; De /os dellos sexua/es, cit., p. 116.
Tirulo IV: Drl¡ros coNTRA LA LTBERTAD 635
6. CONCURSO DE DELITOS
en el inc. 2) del artículo 108o del C.P; sin embargo, si la muerte de la ofen-
dida, se produjo como consecuencia del ejercicio de la violencia propia del
acto sexual, para vencer la resistencia de la víctima, la tipificación se traslada
altipo penal del artículo 1770 (formas agravadas).
Cuando el agente perpetra varios accesos carnales sobre la misma
víctima sin mediando lapso sustantivo entre uno y otro (separables en el
tiempo y en el espacio), y dentro de las mismas circunstancias, estaríamos
ante un delito continuado, reprimible conforme a lo establecido al artículo
49" del Código penal, pues de lo contrario se configuraría un concurso real
homogéneo de delitos (artículo 50" del Código Penal), cuando la renovación
de los actos que dan lugar al quebrantamiento sexual parten de una conti-
nuidad temporal.
Los actos privativos de la libertad personal dirigídos a la realización
del delito de violación quedan absorbidos por éste (coacción), de conformi-
dad con el principio de subsunción. Sin embargo, no es posible dicha absor-
ción si es que la privación de libertad es un estado permanente, dentro del
cual la violacíón es sólo un efecto de aquélla, procediendo la represión del
delito más grave (artículo 152" del Código penal).
Sin duda, la realización del acceso carnal sexual violento, importa ac-
tos concretos que inciden sobre la esfera corporalde la víctima, actos que se
encuentran comprendidos en dicha construcción normativa. Por lo que se di-
ría que las lesiones están subsumidas en dicho tipo penal, lo que no es tanto
así, en el sentido de que si la intensidad de la violencia sobre el cuerpo de la
víctima a fin de eliminar las barreras de defensa, provocan una significativa
afectación a la integridad corporal, fisiológica o psicológica del ofendido, se
dará entonces un concurso ideal de delitosra2r; más el legislador ha previsto
en el artículo 1770 una figura preterintencional, cuando los actos cometidos
producen lesiones graves. En el caso de que el autor ejerza una violencia
innecesaria para consumar el acceso carnal sexual con violencia, también
daría lugar al tipo penal del artículo 177o (proceder con crueldad).
7. AUTORÍA Y PARTICIPAC¡ÓN
En este delito serán reprimidos como autores todos aquellos que rea-
licen materialmente el acto ejecutivo, desde una vía de interpretación nor-
mativa, esto es, autores serán todos aquellos que realicen de forma fáctica
los actos constitutivos del tipo penal, sea ejerciendo la violencia física y/o
desplegando una amenaza seria e inminente asícomo materializando el ac-
ceso carnal sobre las cavidades (vaginal, analy bucal), de la víctima; por lo
1421 Asl, Cenr'¡ot¡¡ Snronoo, C.; Oelltos contra la libertad sexual, cit., p. 307.
TÍrulo [V: Drlrros coNTRA LA LTBERTAD 637
que autor puede serlo tanto el hombre como la mujer, (...) puesto que no es
necesario que elque ejerce la violencia y elque realizael acto sexualsean la
misma persona1a22. Del mismo modo en el caso de una coautoría. En cuanto
a la posibilidad de una autoría mediata, el dominio del hombre de atrás apro-
vechando una serie de deficiencias psico-cognitivas del hombre de adelante,
es perfectamente admisible, pues no se trata en realidad de un delito de
propia mano; de mera conjunción carnal, en tanto, lo que se tutela es la libre
autodeterminación sexual de la víctima, la cual puede quebrantarse cuando
el autor mediato utiliza a un tercero que da rienda suelta a la actividad típica.
Puede también darse una instigación, pues si bien el hombre de adelante
detenta el dominio funcional del hecho, su determinación delictiva ha sido
provocada por el hombre de atrás a partir de un influjo psíquico importante.
8. AGRAVANTES:
8.1. A mano armada.
prisión de cuatro a diez años para las agresiones del artÍculo 178 y doce a quince años
para las det artfculo 179, cuando concurra la c¡rcunstancia de que el hecho se cometa
por tres o más personas actuando en grupo'. Al respecto señala Senn¡¡¡o GÓtrlez que
bara la consumación de esta agravante es suficiente con que uno de ellos realice di-
rectamente la conducta libidinosa sobre la vfctima, pudiendo intervenir los otros como
cooperadores en la ejecución del delito, en base a la sentencia del 26 de feb. De 1996
coniempla un supuesto de cooperación necesaria al ayudarse uno a otro a eiecutar
una vioíación que hoy encaiaría en el art. 180.2; ob-cit p. 218; Ver Soun, S., Derecho
penal argenlino, T. lll, cit., P. 352.
640 DsRscHo pENAL - P¡.nrs espsct¡l: Tovo I
1429 C¡Rrr¡orue Selcaoo, C.; Oe /os delitos sexuales, cit., ps. 316-317.
1430 Así Roonicuez Re¡r¡os, L.; Los delitos contra la libertad sexual, cit., p. 165.
143'l Peñ¡ Ceenen¡ Fneyne, Ar-oxso R¡ur-; Derecño Penal Peruano. Teoría General de la
lmputación del delito. Rhodas Editorial. Lima-Perú, 2004, cit., p. 209.
Tirulo IV: Drlrros coNTRA LA LTBERTAD 64t
1432 RooRlcuez R¡nos, L.; Los delitos contra Ia Libertad Sexual, cit., p. 166.
642 DeRgc¡¡o pENAL - P¡,nre espgcrnl: Tovo I
1435 S¡urnes Srccnn, R.; Deltfos de acceso carnal sexual, cit., p. 108.
646 Dsnecrio pENAL - P¡,Rre especl¡,1: Torr¿o I
1436 CeHcto MelÁ, M.; Conducta de la víctima y responsabilidad jurídico-penal del autot cit., p
409.
1437 Así, C¡Hcro MeuA, M.; Conducta de la víctima y responsabilidad jurídico-penal del au
fo4 cit., ps.411-412.
TÍru¡-o IV: Dslrros coNTRA LA LTBERTAD 647
debe de abarcar no sólo los elementos que hacen típico su conducta (acceso
carnal con violencia), sino el de saber ser portador de una grave enfermedad
sexual. Ante tal estado de cosas, quien ultraja sexualmente a una persona,
sin saber ser portador de esta enfermedad sexual, no podrá ser pasible de la
agravante, sino deltipo base (primer párrafo).
Se trata de un delíto de pelígro concretola38, de modo que el bien jurídi-
co: salud debe haber corrido realmente un riesgo efectivo. De lo cual se de-
duce, afirma DonNn, que la sola portación de la enfermedad no alcanza para
agravar los tiposla3e. En efecto, el solo hecho de qtre el autor se encuentra
infectado del SIDA por ejemplo, no es suficiente, pues puede que la enferme-
dad no haya llegado de maduracíón, que sea susceptible de contagio, por lo
que será una tentativa inidÓnea y por ende no punible, debiéndose enfatizar
que no es un delito de resultado, en tanto sólo basta la real puesta en peligro
del bien objeto dé tutela Penal'
Pero, ¿Qué sucede si finalmente sobreviene la muerte de la víctima
producto del delito sexual?, ante tales casos, se configura un concurso de
delitos, con lesiones graves o homicidio (doloso o culposo), el culposo, no
entraría en concurso con la agravante sino con el tipo base. Sin embargo,
la duda surge a la hora de aplicar el ne brs in idem, cuando acaecidos los
resultados de muerte o lesiones, se plantee la agravación o no de la agresión
sexual, pues parece que la punición delhomicidio o de las lesiones deberían
abSOrber eSta agfavante144o, sería un Concurso aparente de n6rmas, lO CUal
no juzgamos correcto, pues, existe una lesión a la libertad sexual y simul-
táneamente a la vida de la persona; situación distinta acontece, en el caso
de lesíones con hom¡cidio, donde el primero eS consumido en el segundo.
La problemática surgiría cuando la muerte se produce posteriormente a la
conclusión del proceso penal, esto es, cuando la sentencia ha adquirido la
calidad de cosa juzgada, sentencia que ante una prognosis de muerte de la
víctima, tendría que pronunciarse judicialmente por un concurso de delitos:
-por la agravante con una tentativa de homicidio doloso, no se puede hacer
culpableL una persona, de un resultado que aún no se ha producido en el
mundo exterior.
1438 Asf, S¡ltx¡s Stccrn, R'; Oalifos do acceso camal sexual, cit'' p' 107'
1439 DoH¡r¡, E.A.i Derecho Penal. Parte Especial, cit'' p. 564.
1440 Roonlcuez R¡uos, L,; Los delitos contn la Líbertad Sexual, cit'' p' 166'
648 Denrc¡ro pENAL - Pnnrr ¡spscral: Tovo I
1441 Asf , el artículo 1 35o del CPP de 1 991; concordante con el artículo 2680 del NCPP.
1442 Confrontaral respecto, lasnormasdesancióndelosartÍculos1060, 1070y108o.
1443 Al respecto ver mi artículo "La pena de muerte. Expresión acabada de lodo un proce-
so de degradación del sistema penal". En: Actualidad Jurídica, Tomo 144 - noviembre,
2005, Gaceta Jurídica, Lima, cit., ps.265-272.
Tiruro IV: Del¡ros coNrRA LA LTBERTAD 649
VIOLACIÓN PRESUNTIVA
Este delito se encuentra previsto en el articulo 171" del Código Penal,
en los términos siguientes:
Arr. L7L.-KEI qw tiene ocuso carnnl con ana. persnno por vía vaginal,
nnal o b*cal, o realiza 0tr0s dttls análogos introduciendo objetos o pa.rtes
dnl cuerpo por algww de las dos primeras rías, fuspués dz hnberla puato
en estad.o d¿ ineonsciencia o en Ia impaibilidad de rcsistír, será reprimi-
do con pena privaüpa d¿ liberta.d ?r0 ,nennr d¿ dicz ni mayr dc qain*
añ.0s.
1. A MODO DE APROXIMACIóN
El común denominador de las conductas delictivas en el Capítufo lX
del Título lV del C.P. es el bien jurídico tutelado, esto es, la capacidad de
autodeterminación sexual, conforme al baremo de un individuo libre y res-
ponsable; el libre desarrollo de la esfera sexuales con respecto a terceros.
La libertad es el prisma fundamental, que entronca la legitimidad del bien
jurídico. De talforma, que la punición de este tipo de conductas esta condi-
cionada a la ausencia totalde consentimiento de la víctima; basta pues, que
se advierta una relacíón sexual consentida, para que el comportamiento sea
sustraído del ámbito de relevancia jurídico-penal.
Como se desprendÍa del artículo 170o (tipo base), la acción medular
de dicha conducción típica, se basa esencialmente en los medios por los
cuales se vale ef autor para quebrantar la líbertad sexual de su víctima, el
ejercicio intenso de una agresión suficiente y/o la amenaza de mal inminen-
te, que anula las capacidades de defensa del sujeto activo. Es sin duda una
violación sexual violenta, la más cruda y burda alavez de vulnerar el bien
jurídico. Empero, no siempre el delito de violación sexual será configurado
de dicha manera; es que el autor puede barajar una serie de posibilidades
a fin de facilitar la perpetración de su designio criminal, sin necesidad de
ejercer algún tipo de violencia. Existen pues, una serie de substancias, fár-
macos, drogas, alcohol, barbitúricos, etc.; que pueden provocar en la víctima
un estado de inconsciencia, un estado del psiquismo que de cierta forma
anula gu voluntad y su capacidad de resistencia. Dicho en otras palabras;
1444 Texto según modificatoria efectuada por la Ley No 28704, anteriormente modificada
por la Ley No 28251.
Tirwo IV: D¿r¡ros coNTRA LA LTBERTAD 65r
1445 C¡srllo Auv¡, J.L.; Tratado de /os delitos contra la libertad e indemnidad sexua/, cit.,
p. 162.
652 DenecHo pENAr - P¡,ntr sspgc¡¡,1-: Tovo I
2. TIPO OBJET¡VO
3. TIPO SUBJETIVO
1455 C¡RvoN¡ S¡leeoo, C.; Delitos contra la libertad sexua/, cit., p. 3.l7.
1456 BqauoNr-Anres, L.A./ c¡¡rr¡zeNo, M.i Manual de Derecho penal. parte Especiat, cit.,
p.241.
Tiruro IV: DeLrros coNTRA LA LTBERTAD
una persona después de haberla puesfo con ese obieto en esfado de incon-
ciencia o en la imposibilidad de resistir, será reprimido con pena privativa de
libeftad...". Del tipo penal se desprende lo siguiente: 1.-Colocar a la víctima
en un estado de inconciencia, a partir de la suministración de fármacos,
drogas y otras substancias capaces de anular por completo las facultades
psico-motrices de la víctima; apuntándose en este extremo, que éste debe
ser el medio que el agente se vale para acceder al acto sexual, pues, sin su
realización la víctima se hubiese negado. En el supuesto que ambos prota-
gonistas (víctima y agresor) se drogan o embriagan de forma conjunta y vo-
luntaria y, luego realizan elacto sexual, la conducta será en definitiva atípica.
2.-Que, luego de colocada la víctima en estado de inconciencia o en imposi-
bilídad de resistir, el agente practique el acto sexual con aquella, para lo cual
no puede mediar violencia (sino se daría la modalidad básica del artículo
170o), y que la victima no sea conciente del acto; y, 3.-El tipo subjetivo del
injusto, es decir, el dolo que no sólo debe cubrir la intencionalidad de tener
el acto sexual con una persona en estado de inconciencia, sino que el dolo
criminal debe comprender el objetivo de colocar a la víctima en este estado
patológico, es entonces, un plan criminal pre-concebido. Por consiguiente, el
dolo debe estar presente en la psique del agente, desde antes que se pone
en estado de inconciencia a la victima. De tal forma, que si el agente encuen-
tra a la vfctima en ese estado, drogada o en estado de ebriedad no se habria
configurado este tipo penal, sino el previsto en el artículo 1720 - Violación a
persona en incapacidad de resistencia.
4. CONSUMACIóN
La realización típica de esta figura delictiva, requiere de lo siguiente:
que el autor haya colocado en un estado de inconsciencia y/o imposibilidad
de resistir a la vfctima, habiendo logrado dicho estado, logra accederla car-
Drn¡cgo pENAL - Penre gspeclA,r.: Torr,ro I
nalmente -aunque sea parcialmente-, sea con el miembro viril, en las cavi-
dades vaginal, analo bucal, le ingresa otras partes delcuerpo (parcial), en la
dos primera vías o otros objetos en las vías antes mencionadas. No es nece-
sario que se produzca la eyaculación, menos la anidación. En todo caso, nos
remitimos a lo señalado en el artlculo 170o, con respecto a este apartado.
Luego, las formas de imperfecta ejecución son perfectamente admisi-
bles, en el sentido, de que el autor haya hecho injerir cierta dosis de alcohol,
fármacos u otro tipo de sustancia, a fin de colocarla en un estado de incons-
ciencia, sin embargo la dosis no fue suficiente para lograr tal cometido, o
ante la presencia de custodios del orden, desiste de su desígnio criminal,
pero importante a todo esto, es que se acredite que el factor final del auto¡
era de acceder sexualmente a su víctima, y no despojarla de sus pertenen-
cias, como lo üenen acostumblado hacer las denominadas'peperas" (robo).
Algo curioso sucedería en este caso, pues puede que sean dos personas
distintas las que se encargan de ejecutar el hecho criminal en división de
tareas, uno de surtir la sustancia en la vlctima y, otra de accederla sexual-
mente, si la conexión subjetiva esta latente en todo el iter criminis, no hay
problema para imputar la tentativa a ambos intervinientes, pero sielsegundo
no tiene participación alguna en la colocación del estado de inconsciencia,
su conducta se reconduce a los alcances típicos del artículo 1720 del C.p.
5. CIRCUNSTANCIA AGRAVANTE
b. PENA
Art. L72.-El que tiene acceso catrna,l .con *na ptrsorra. por vía vaginnl,
'
anal o hucal o roaliza olTls actls andhgos introdaciend.o oEntos 0 partes
del cuerpo pw alguno de las dw primtras y'ras, otnciend.o que safre ano-
mnlía psíquico, grave alteración d.e ln conciencia, retardn mental o quc sc
encaentra efi incapacid.ad de raistir, srd repritnido con pena pritotiva d.e
libertad n0 nt¿nar de peinte ni mnym de peinücínco oúos.
Cuando el autor clnteto el deüto nbu¡ando dc suprofeidn, ciencia u oftcio,
pena serd prbativa d¿ libertad' n¿ tnflor d¿ veinücinn ni malor de
l.a
treinta drtros 14s7n.
1. GENERALIDADES
El legislador en el marco de las descripciones típibas, ha modulado la
estructuración de la conducta prohibida, conforme a las particulares condi-
ciones que presenta la vfctima, conforme a la relación de poder que subyace
entre elsujeto activo y elsujeto pasivo. Sin duda, la libertad sexuales el ob-
jeto a proteger penalmente, siempre y cuando la víctima tenga capac¡dad de
1457 El artfculos fue antes modificado por el Artfculo 1'de la Ley N" 26293 del 14102194.
660 Denpcno pENAL - P¡nts pspecrA,l: Torr¡o I
2. BIEN JURíDICO
1458 Así, c¡R¡¡o¡¡n S¡r-e¡oo, c.; Delltos contra la libertad sexual, cit., ps. 321-322.
1459 cnsrtLo Ar-va, L.E.; Tratados de los detitos contra la libertad..., cit., p. 204.
TÍrwo IV: Druros coNTR^ LA LTBERTAD
661
rídico les ha negado a ciertas personas, que presentan deficiencias y/o min_
usvalías mentales, la capacidad de autodeterminarse sexualmente, es decir,
estas personas no tienen la posibilidad de realizarse sexualmente, pues si
una expresa tipificación penaliza a quien realiza un acto sexual con aquellos
-sin mediar violencia ni amenaza grave-, es porque a estas personas no le
reconoce el derecho de disponer de su esfera sexual
¿Esto es legítimo en
un Estado de Derecho?, es una cuestión que no es fácil de dilucídár; lo que
si podemos precisar de forma rayana en la seguridad, es que el fundamento
material del injusto penal no sólo puede reposar en la condición de vulnera_
bilidad delsujeto pasivo, sino que su perpetración debe haberse realizado en
abuso de dicha condición de "inferioridad".
El sexo hoy en día no puede ser comprendido como un tabú o un
pecado que debe.ser castigado, por ihfringir ciertos preceptos morales y/o
religiosos, esa dimensión negativa solo puede sostenerse cuando el con-
sentimiento de la víctima ha sído quefrantado o cuando el desarrollo de la
sexualidad del menor ha sido perturbado por una invasión sexual violenta;
más si la dimensión positiva esta íntimamente ligada con el desarrollo y au-
torrealización de la personalidad humana, como manifestación más laiente
de las relaciones entre los hombres, como máxima integración de dos perso-
nas, por lo que negar a buenas y primeras dicha autorrealización, no importa
una sólida argumentación, en el sentído de que los enajenados deban ser
privados de dicho derecho esto es, a la "autodeterminación sexual,'; de tal
forma, que a nuestra consíderación el Derecho penal solo puede intervenir
ante atentados en realidad graves, cuañdo la víctima esta en una imposibili-
dad absoluta de discernimiento, y sabiendo de esta condición el agente, se
aprovecha de ello, para tener acceso carnal sexual, pues puede que exista
un sentimiento de por medio, inclusive puede haber prole. si esto es así, no
habría dificultad en aceptar que estas personas tengan relaciones sexuales,
ya que de lo contrario se las estaría condenando a una especia de absten-
ción sexual perpetual46o. El legislador lamentablemente, no ha especificado
normativamente ello, a diferencia de la legislación penal argentina, que en
el inc. e) del artfculo 1190, señala lo siguiente: hprovechándose de que las
vfctimas por cualquier causa no haya podido consentir tibremente la acción";
por su parte, el artículo 181.2 del c.P. español, describe lo siguiente: "en todo
caso abusos sexuales no consentidos, los que se ejecuten sobre los meno-
res de doce años, sobre personas privadas de sentido o abusando de su
trastorno mental'. El informe final del lnstituto lnteramericano de Derechos
Humanos - l.l.D.H. 1982-1986- recomienda sobre esta cuestión: "cuidartan-
1460 DoNH¡, E,A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. l, cit., p. sOg; Ver al respecto, Benouco
Góuez oe u Tonne, l.; Anotaciones a Ia Reforma del Código Penal do 1g89. Enferme-
dad mental y Libertad Sexual, cit., ps. 325 y ss.
662 DEnscHo pENAL - P¡.nrg gspec¡nl: Tot,to I
3. TIPO OBJETIVO
En principio, puede ser cualquier persona viva, hombte ylo mujer sin
interesar Su opción sexual, es decir, puede tratarse tanto de un acto sexual
heterosexual como homosexual. Siel sujeto act¡vo es menor de 18 años, es
un sujeto infractor de la ley penal, por lo que será procesado en la Justicia
de Familia y la sanción será una medida socio-educativa; si es también un
enajenado, al igualque la víctima, la sanciÓn será una medida de seguridad
y no la pena. El hecho de que se trate de un sujeto inculpable, no lo enerva
de poder desautorizar la vigencia fáctica de la norma, cuestión distinta es
que no pueda responder penalmente por dicha contravención.
artículo 171o y no del delito ln examine. Así, BnnuoNr Anrns y Gnncfn cnulz¡-
No, al sostener que el presupuesto de este delito es que el estado personal
de la víctima sea anterior al momento en que se efectúe el acceso carnal y
ajeno a la conducta del sujeto activo, es decir, que no haya sido provocadó
u ocasionado por é1, porque en este caso estaríamos en el supuesto del art.
171 c.P, téngase en cuenta que en el artículo 172 c.p. se habla de incapaci-
dad de resistir, círcunstancias que se debe a las condiciones personales de
la víctimara62.
1462 Bn¡uo¡rAnr¡s, L.A./ G¡ncl¡ Cetrzrtto, M.; Manual de Derecho Penal. Parte Especiat,
cit., p.244.
1463 Oe la misma opinión Ceno Conn; op.cit; p. 86.
1464 Derecho penal especial; p.97.
1465 Sor-en, S.; Derecho penat argentino, T. lll, cit., p. 347.
664 Dpngcuo pENAL - Pnrrs rspgclel: Tovo I
a. Anomalía psíquica
Las Anomalías PsíquicaS son'Manifestaciones anormales del psiquis-
mo". Parafraseando a PEñ¡ CReRen¡ ,"No interesa al Derecho cualquier ano-
malía psíquica, sino la perturbación que debe ser de tal índole y grado que
impida la comprensión normal del carácter delictuoso del hecho, es deci¡ la
incapacidad del autor para comprender la anormalidad delacto u orientar las
acciones". Como expresa Bustos, siempre se ha dado una gran discusión
en relación a las clasificaciones de las enfermedades mentales, dado que
generalmente no dan una idea clara de cómo se ha desarrollado el proceso
de la enfermedad, y por tanto, más bien utilizan como criterios los efectos de
tales procesos, que muchas veces tienden en todas a un denominador co-
mún, sobre todo en los estados agudos, con lo cual resulta difícil la precisión
de la tipología146e.
Las perturbaciones que puede sufrir la mente humana, son de la más
variada índole, en cuanto a la manifestación de anomalías que afectan gra-
vemente la psique de cualquier individuo. Desde el punto de vista jurídico,
con que se debe interpretar estas expresiones, deben incluirse aquí en pri-
mer lugar las psicosis, en sentido clínico, tanto de origen exógeno como
endógeno1a70. Las segundas provienen de la propia estructura constitucional
del hombre, mientras que las primeras tienen que ver con causas propia de
la vida en sociedad. En las llamadas enfermedades mentales endógenas
se advierte en primer término, solamente la modificación de la misma de
la misma función psíquica, no pudiéndose o no pudiéndose todavía probar
c. Retardo mental
d. lncapacidad de resistir
1486 Nuñez, R.; Derecho penal argentino. parte especial,lV, cit., p. 257.
1487 Así, Nuñez, R; Derecho penal argentino. parte especia!, lV, cit., p. 259
Tirwo IV: Dslnos coNrRA LA LTBERTAD 669
4. TIPO SUBJETIVO
Es un delito eminentemente doloso, conciencia y voluntad de realiza_
cíón típica, quiere decir en este caso, que el autor debe dirigir su conducta
sabiendo los elementos que la convierten en típica, no solo debe conocer
el significado de su acción, en cuanto acceso carnal sexual, sino también
y la verdad lo más importante, que se trata de una víctima que padece de
una anomalía psíquica, giave alteración de la conciencia, retardo mental o
que se encuentre en incapacidad de resistir. Es en estos elementos norma-
tivos del tipo penal donde existe la posibilidad provocar un error de tipo. En
consecuencia, el tipo penhl exíge la concurrencia de un elemento subjetivo
especial que comprende, el conocimiento que debe tener el agente sobre el
estado particular de su víptima; esto es, debe saber que sufre de anomalía
psíquica, alteracíón grave de la conciencia, retardo mentat o incapacídad
para resistir y con tal conocimiento aprovecharse de este particular estado
con la seguridad de no encontrar algún tipo de resistencial4se. No se trata en
realidad de un elemento especial del tipo subjetivo del injusto, sino que el
dolo del autor debe abarcar también dicho elemento normativo, lo importante
a todo esto, es que el menor error (real y virtual), sobre dicho estado determi-
naría un error de tipo. como pone de relieve Nuñez, la doble faz del dolo de
este delito no carece de significación, pues en tanto que en el aspecto de la
voluntad de acceder carnalmente se exlge el dolo directo, se admite el dolo
eventual en lo que atañe al conocímiento de la situación de la que el autor
abusa o de la resistencia que se le oponeÍso; esto es, dolo eventual, debe
significar virtualidad cognitiva del riesgo no permitido.
En tal medida, debe de tener conocimiento del estado mental o de
la incapacidad de resistencia del sujeto pasivo y aún conociendo dicha cir-
cunstancia, diríge íntencionalmente (deliberadamente) su acción, a acceder
sexualmente al sujeto pasivo, en las cavidades que se descríben en el tipo
objetivo de la descripción típica. Eljuez debe (eventualmente, con el concur-
so de los peritos psiquiátricos) investígar si la alienación mental de la víctima,
por ejempló, estaba al alcance del acusado, vale decir, si un profano podía
darse cuenta. si este es el caso, el acusado no ha incurrido en una apiecia-
ción errónea del hecholael.
1488 sor-en, T.lll; p. 286, Véase también: Mnranr, Vol. Vlll; p. 226. Bennena DourHeuez; ps.
70 y ss. Ch. de Guzmán; p. 139.
1489 S¡rl¡¡¡s SrccHn, R.; Deilüos de acceso camal sexual, cit., p. 1Sg.
1490 Nuñez, R.; Derecho penal argentino. Parte especia{ lV, cit., p. 265.
1491 Locoz; p. 306.
670 DengcHo pENAL - PeRr¡ aspgcl¡l: Tot'¿o I
5. CONSUMACIÓN
1492 Asl, Selr¡¡ns SrccHrn, R.; Delitos de acceso carna! sexual, cit., p. 159.
1493 Vl-u Srerui ob.cit.; p. 188.
Tiruro IV: D¡uros coNTRA LA LTBERTAD 67t
. AGRAVANTE
. PENA
La pena aplicable al infractor de este delito ha sido aumentada a no
renos de cinco años de pena privativa de libertad a no mayor de diez años
rediante la modificacíón efectuada por la Ley N' 26293 (14loztg4). Luego,
on las modificaciones producídas por las Leyes Nos. 2g2s1 y zg7}4respéc-
vamente, fa pena será no menor de veinte ni mayor veinticinco años en el
aso del tipo base, y no menor de veínticinco ni mayor de treínta años.
VIOL.ACIÓN DE MENORES
Art.^L73.-sEl qae tiene acceso ca,rnal por ría wginal, annl o bacal o
realiza ltTos octor andlogw, introd'acienda objetos o partes del caerpo pm
lbuna de las fusprimarasríüs, nr *n nunm de ed.ad., serdreprimído^con
Ia sig*icntes pcnaspritntivas d¿ libernd:
r94 Asf, Soun, S.; Darecho penal árgentino, T. lll, cit., p. 328.
r95 Asf, Sar-¡qq SgcHre, R;*Dal¿fgs de_ac9_q_sg ggm?! sexual, cil., p. 161; Do're, E.A.; De_
recho penal. Parte especial, T. I, cit., p. 513.
i96 Nunez, A.;'Deiecho ie'nál argantino. Parle Especial lV cit., p. 281.
672 Denecuo pENAL - Pente especrel: Tovo I
1. Si Iapíctima. tiene menos de diez años d.e edad, la pena serd de cad.ena
perpetuq..
2. Si Ie ttíctima tiene entre di¿z años d¿ edad, y menos de catlrcq la pena
serd. nomenor de tveinta ains, ni moym d.e treinticinn.
3. Si la píctima. üene entre ca.torce añ.os de edad. y rncnls de d.ieciocho, la
pena será no menor d.e peinücinco ni mayor de treinta añ.0s.
1. ANTECEDENTESNORMATIVOS
El artículo 173'del Código penal ha sido objeto de varias modificacio-
nes. En primer orden, fue modificado por la Ley N" 26293 del 14 de febrero
de 1994, la cual incrementó sustancialmente la penalídad prev¡sta en los
incisos 1,2 y 3 del citado artículo; y, por otra parte, sust¡tuyó la agravante del
último párrafo por la "posición, cargo o vínculo familiar que le dé particular
autoridad sobre la víctima o le impulse a depositar en élsu conf¡an2a...", pre-
v¡endo una penalidad máxima de treinta años de pena privativa de libertad.
En este cáso, el legislador, determinó la circunstancia agravante en base
a responsabílidades de carácter institucional entre el agente delíctivo y el
sujeto pasivo, que consecuentemente, revisten un mayor grado de repro-
chabilidad ético-social. Luego, mediante el Decreto Legislativo N" 896 del
24 de mayo de 1996 -"Ley contra los Delitos Agravados", QU€ mediante la
Ley N' 26950 se otorgó al Poder Ejecutivo facultades legislativas en materia
de Seguridad Nacional, se incrementaron drásticamente la penalidad de los
incísos 1, 2 y 3; llegándose al extremo de imponer cadena perpetua al caso
de la agravante del último párrafo del artículo 173" in frne. No sabemos, con
exactitud, cual fue el criterio empleado por el legislador para incluir el artículo
173" (Violación de menores) en este paquete legislativo, referente a Seguri-
dad Nacional ,si dicha expresión de violencia se caracterizaba por los delitos
de secuestro , asesinato y robo con la utilización de armas , municiones y
explosivos utilizados por las fuezas del orden: FF.AA y P.N.P.
1497 Texto antes modificado por el artículo 1' del Decreto Legislativo N' 896 -Ley contra
los Delitos agravados del 24 de mayo de 1,998, expedido con arreglo a la Ley N'
26950. Este texto fue restablecido por disposición del Art. 1'de la Ley N'27507,
publicada el 13-07-2001, que había sido modificado por la Ley N" 27472, publicada el
05-06-2001. Anteriormente, este delito había sido modificado por la Ley N' 26293 del
14 de febrero de 1,994.
TÍrulo IV: Del¡ros coNTRA LA LTBERTAD
673
La dosimetría penal fue en principio aminorada por la Ley N" 27472 del
05-06-2001 tanto en los incisos (1-3), asícomo en la circunstancia agravan_
te. No obstante ello, por disposición delArt. 1" de la Ley N" 27s07, pu-blicada
el 13-07-01, fueron restituidos los marcos penales aminorados, salvaguar_
dándose la sobre-criminalización defendida por diversos sectores políIicos
y sociales de la sociedad peruana. orientación de acorde con las nuevas
tendencías excesivamente punitivistas de las legislaciones europeás en lo
referente a los delitos sexuales (das sexuatdetikten). Tal postura surge ante
el creciente desencanto de las posibilidades de una intervención éfectiva
resocializadora del Estado sobre el delincuente (crisis prevención
".p"ii"[
y ta obsesión de seguridad que muestran algunos sectbres a" l" *di"J.Jl
feministas, centro-izquierda, etc. (gestores atípicos de la moralidad). parece
estar sentada así la base ideológica de los planteamientos inocuizantes; uno
de los más significativos es el que se refiere al ámbito especialmente sensi_
ble de los delincuéntes sexualesl4s8.
sin duda, el proceso criminalizador del legislador en el ámbito de los
delitos sexuales no tiene freno alguno, pues las modificaciones, incorpora-
ciones y/o derogaciones se han mantenido sin cesar en estos rjltimos años.
Después de haber publicado la primera edición de esta monografía, suce-
diendo dos reformas más, ambas de repercusiones importanteJ en la figura
delictiva del artículo 173o; lo que refleja lo sensible que son estos temai en
la población, pues las reformas penales han tenido como precedente he-
chos de violencia sexual que conmovieron la opinión pública, altratarse de
víctimas de menos de tres años de edad, inclusive una bebe de seis o nue-
ves meses de nacida, o que desencadena inmediatamente es una demanda
enérgica de la población de una mayor dureza punitiva; la cual se materializa
de forma medíática por el legislador, ante una.demanda galopante existe
una oferta recalcítrante, con la exasperación de los marcos penales, la inclu-
sión de nuevas círcunstancias agravantes, el adelantamiento de la barrera
de protección del Derecho penal. con todo, la penetración de elementos de
valoración, de cuño moralistas y éticos. Esa fue la suerte de la Ley No 292s1
del 08/06/04, esencialmente neo-criminalizadora. sin embargo el punto del
iceberg, fue la sanción de la Ley No 28704,|a cualsignificó elentruncamiento
de la moralidad en el contenido de este tipo penal, al incluir la penalización
1498 Jesús-Marla Stvn SAHcrez; 'El retorno de la inocuización y los delincuentes sexuales
violentos'. En: Estudios de Derecho Penal. Biblioteca de Autores Extranjeros, Editorial
. Grijley, Lima,2000, p. 236. Recientes estadísücas nos muestran el incrementos real en
su producción que han sufridos estos delitos asf como la existencia de fndices supe-
riores de reincidencia en relación con otras figuras delictivas: Algunos de ellos pasan a
engrosar la'cilra negra de la criminalidad", ello debido a que su producción se realiza
generalmente en el seno de las familias de los estratos más bajos de la sociedad; exis-
tiendo una relación parental entre el sujeto agresor y la vlctima. Consecuentementq
nunca se llega a denunciar por presión familiar o por el temor a la verggenza social.
674 DgngcHo pENAL - PnRt¡ gspgc¡nt: Torr¿o I
2. FUNDAMENTO DE LA INCRIMINACIÓN
1499 DoNHn, E.A.; Deracho Panal. Parte Especial, T. I' cit.' p. 501.
1500 EsrneLu, O.A.; Oe /os delitos sexua/eg cit., p. 43; Ver al respecto, NuÑez, R.i Derecho
penal argentino. Parte especial, lV cit.' ps. 254'255-
1501 por ello Onrs BeneNcuen, aflrma que el bien jurfdico tutelado no es la libertad sexual,
sino el interés estatal de resguardar la intimidad del menor; ob.cit'; p. 618.
676 DenecHo pENAr - Penrr ¡spscl¿,1: Tor,,ro I
1506 SecuRn S¡r-¡s, C.E./ Vtllerr¡ lru¡¡rre, M.; Repertorio de Jurisprudencia Penal. Librería
y Ediciones Jurídicas, marzo 2004, cit., ps. 67 y ss.
TÍruro IV: D¡uros coNTRA LA LTBERTAD 677
3. BIEN JURíDICO
En esta figura delictiva tutela la indemnidad o intangibilidad sexual de
los menores de catorce años de edad1507, ahora la moralidad de los meno-
res de dieciocho años hasta los catorce años de edad. En princípio se trata
del normal desarrollo de la sexualidad, en cuanta esfera que se puede ver
gravemente comprometida como consecuencia de relaciones sexuales pre-
maturas; mientras la edad de la víctima vaya en descenso, los efectos perju-
diciales serán mayores, de ahí que las penalidades también sean mayores.
En la siguiente ejecutoriü recaída en el RN No 63-04-La Libertad, se
precisa lo siguiente "EI delito de violación sexual de menor de catorce años
de edad se encuentra previstoiy sancionado por el artículo ciento sefenfifrés
det Código Penal, en donde el bien iurídico proteg¡do es la intangibilidad o
indemnidad sexual, ya que como reconoce Ia doctina penal:'Elcaso de me-
nores, el ejercicio de Ia sexualidad con e//os se prchíbe en la medida en que
puede afectar al desarrollo de su personalidad y producir en ella alteraciones
'imporiantes
que incidan en su vida o su equilibrio pslOuico en el "futttro".
De attí que para la reatización del tipo penal no entre en consideración el
consentimiento del menor, pues ésfe carece de validez, conftgurándose una
presunción iuris et de iure de la incapacidad de /os menores para consentir
válidamente"15o8.
4. TIPO OBJETIVO
1507 Asf, S¡t-t¡lns Stccxn, R.; Oel,'os de accaso camal sexual, cit.' p' 183'
1SOB Av¡r-os RooRlcu€z, G.C./ RoeLes BRtcEño, M.E.i Modemas lendenclas de Ia Dogmática
en la Jurisprudentcia Pena! da la Corte Suprema. Gaceta Jurídica, iulio del 2005' cit.'
- ps. 243 y ss.
1509 Muñoz Coxoe, F; Derecho Penal' Parte Especial, cit" p' 201'
678 Den¡cHo pEli.{L - P¡,nrs ¡sprcr¡l: Tovo I
de catorce años es pun¡ble con el mismo título que el hombre que abusa de
una menor de la misma edad1510' pues como se ha ido sosteniendo a lo largo
de esta monografía, la libertad sexual es privativa tanto del hombre como de
la mujer, sin interesar su opción sexual (heterosexual u homosexual), basta
que se de la posibilidad de realización de la conducta descríta en eltipo base.
Lo que se incrimina es el abuso sexual, el aprovechamiento de la minoridad
del sujeto pasivo, para la conflguración del acceso carnal sexual; este abuso
puede provenir tanto de un hombre como de una mujer. Si el autor es menor
de edad, resulta un infractor de la ley penal, por lo que su persecución será
de competencia de la Justicia de Familia.
1513 CeRo CoRr¡, considera que la conducta tfpica también puede concretarse en base al
acto bucal realizado por el autor o de un tercero, apoyándose en las ejecutorias: SCS
de 13-10-1951, en: RPJ 1952, p. 1734; SCS de 1-121951, en: RPJ 1952, p. 1880; SCS
de 6-6-1973, en: RPJ 1973, p. 1012; op.c¡t.; p. 11'1.
680 D¡necHo pENAL - Pnnt¡ especrel: Tovo I
5. TIPO SUBJETIVO
''1517 Con la reforma introducida por la Ley No 28704 de del 2006, en ei campo de los delitos
sexuales, la capacidad de autodeterminación de las personas mayores de 14 años ha
quedado prácticamente anulada, por los excesos criminalizadores del legislador, a fin
de complacer a los grupos de presión mediáticos.
1518 Avaros Roonfcuez, c.c./ RoeLes Bnrceño, M.E.i Modemas Tendencias Dogmáticas en
la Jurisprudencia Penal de la Corte Suprcma, cit., ps. 111 y ss.
682 Denecgo pENAL - P¡,nre espsclu: Toruo I
6. CONSUMACIÓN
delictiva que el m¡embro viril ingrese de forma parcial, así como otra parte
del cuerpo y/o objetos sustitutos del pene. No se requiere elyacimiento com_
pleto, ni siquiera un comienzo de aquél; así como tampoco la fecundación;
menos la desfloración, éste será a lo más un dato objetivo para acreditar la
relación delictiva, entre la conducta generadora del riesgo y la causación del
resultado lesivo. Hay consumación aún cuando no se logre la cabal introduc_
ción del pene por la inmadurez del órgano sexual del ofendido. La slguiente
ejecutoria recaída en el RN No 1218-2001, al respecto señala lo siguiente
"1..J se encuentra acreditada la responsabiridad penal del encausadó porel
delito de violación sexual, aunque por la comisión det detito consumadó y no
en el grado de tentativa (...) Ia menor agraviada presenta desfloración hime-
nalcon /esrbnes parciales antiguas, esfo es que hubo pen'etración parcialdet
pene del agresor en la vagina de la víctima y no penétración completa que
evidenciarla un desgarro total del himen y /esiones tipo desgano en la pared
vaginal, pero igualexistió penetración y en consecuencia la consumación del
delito de Violación Sexua/ de Menor de Edad (...¡'tszz.
La tentativa es admisible, esto es, el agente por causas extrañas a su
querer no logra penetrar a su víctima o en su caso, voluntariamente decide no
penetrarla o introducirle objetos de apariencía sexual o partes del cuerpo1523;
mas al no mediar violencia ni amenaza grave, la calificación de las formas
de imperfecta ejecución es una tarea valorativa no muy fácil de concretar.
Serían todos aquellos actos tendientes a obtener el consentimiento viciado
del menor, la seducción, el engaño, el ofrecimiento de ciertos favores, etc.;
mas en el caso en el que se ejercite violencia (vís absoluta\ sobre la víctima,
dichos actos constituirán el comíenzo de los actos ejecutivos, a pesar de no
estar descritos en la tipificación penal.
7. CONCURSO DE DELITOS
1522 En: lurisprudencia Penal". Direclor: J.L. C¡sntro Arvn, cit., ps. 432 y ss.
1523 S¡¡-¡H¡s Srccrr¡, R,; Dellfos da ac,ceso carñ-áGáiul óñ.;t. 19t
684 DenBcHo pENAL - P¡,nrE rspectnl: Tovo I
1524 Kruc, Ur-arcH; Problemas de fitosofía dát Derecho y de política jurídica en e! Derecho
penal sexual. En: Sexualidad y crimen. Versión de la 3era. Edición alemana por Enri-
que Gimbernat, REUS SA, Madrid, 1969, .cit., p. 32.
Tirulo IV: Delrros coNTRA LA LTBERTAD 685
1525 Al respecto ver mi artfculo 'La nueva Reforma de los Delitos Sexuales en el marco polfti-
co criminal de la Ley N" 28251 del 08 de junio del 2004'. En: Libro Homenaje al profesor
Raúl Peñ¡ CesRen¡, Tomo ll, ARA Editores, Lima - Peru, 2006, cit., ps. 191-254.
1526 Asimismo, siguiendo la tendencia neo-criminalizadora, el último pánafo de este tipo
penal también sufre una exasperación del marco penal, eslableciendo pena de cade-
na perpetúa, para los sucesos previstos en los incisos 2 y 3.
686 Drnscgo pENAL - P¡.ntg rspec¡A,¡-: Tovo I
9. AGRAVANTE
1527 Cesluro Ar-va, J.L.; La muerte de Ia sexualidad en los adolescenfes. La Ley No 28704
y la irresponsabilidad del legislador. En: Actualidad Jurldica, Tomo 149, abril del 2006,
Gaceta Jurídica, cit., p. 14; Así, Selrruas Srccnre, R.', La irracionalidad legislativa en los
delilos sexua/es. En: Actualidad Jurídica. Toma 149, abril del 2006, Gaceta Jurídica,
cit., p. 17.
Tírwo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 687
personas que se indican, s¡no que es necesario que el sujeto activo aprove-
che la situación especial que tiene respecto de la vÍctima1528. Para la concu-
rrencia de esta agravante el autor debe de conocer dicho parentesco y que
vea facilitada su agresión por la mencionada relación parental1sze. De igual
manera, en el caso de una relaciÓn de confianza, el agente delictivo debe de
conocer dicha circunstancia descrita en el tipo objetivo, a fin de que pueda
ser admitida [a agravante en cuestiÓn.
Si bien la agravante trata de sostenerse sobre una posición de depen-
dencia de la víctima hacia al agente, la misma no es clara y precisa en su
redacción contraria al principio de legalidad, el mismo que requiere que la
conductas prohibidas por la ley penal se encuentren delimitadas de manera
expresa e inequívoca, hecho que no acontece en el presente supuesto. Por
consiguiente, la agravante se configura como un tipo abierto.
En la ejecutoría recaída en el RN No 1855-2000, se ha establecido
lo siguiente "Que, la menor agraviada (,.) refiere que el sentenciado (...)
es abuelo y bajo cuya custodia se encontraba, la violó sexualmente en mil
novecientos noventa y siete cuando contaba con diez años de edad, como
se conobora con la partida de nacimiento que corre a foias noventa y cinco;
que, el sentenciado acepta haber violado a la menor cuando se encontraba
gn su casa"153o.
10. CONSECUENCIASPENOLÓGIéAS
Como siempre el legislador legisla desde una visión parcialy fragmen-
tada, sin entender que las normas forman parte de una unidad sistemática.
Resulfa, que mediante la Ley No 28251, se incorporo el artículo 179o'A- pro-
-
moción e inducción a la prostitución (Usuario cliente), ingresando al ámbito
de to punible el acto sexual (acceso camal) con persona mayor de 14 años y
menor de 18 años, cuando media un precio o ventaia de cualquier naturale-
za. Siendo el marco penal imponible una pena no menor de cuatro ni mayor
1531 snunns s¡ccn¡¡, R.; La irracionalidad legislativa en los detitos sexuales, cit., p. 17.
1532 Crsnrlo Arve, J.L.; La muerte de la sexualidad en los adolescenfes..., cit., p. 14; Así,
SeuH¡s Stccnn, R; La írracionalidad legislativa en los delitos sexua/es, cit., ps. 18-19.
'1533 Kue, U.; Problemas de filosoffa del Derecho y de política jurídica, cit., p. 45.
TÍrulo IV: Delrros coNTRA LA LTBERTAD 689
1534 C¡sruuo Auve, J.L.; La muerte de la sexualidaden /os adoleqcenfes..., cit., p. 14.
1535 Asl, PeM C¡sRenr Fnevne, A.R.; la Reforma polltico criminal de los delios Sexua/es,
. vfa la Ley No 28704, sancionada el 05 de abril del 2006. En: Diálogo con la Jurispru-
dencia, sepliembre del 2002 Año 13, No 108, cit., ps. 183-202.
1536 Máxime, si la edad lfmite de los catorce años, para considerar válido el consentimiento
de la vfctima, se mantuvo en el delíto de Actos contra el pudor (art. 176o).
1537 Vid., ver más al respecto, Peñn C¡aRen¡ Fnevne, A.R.; Oelifos contn-l+Libertad e ln-
ta ng ib il i d ad Sexua/. I D EMSA, Lima, 2Q07.
690 DeR¡cso pENAL - P¿,nrE ¡sprcrel: Tovo I
las disposiciones legales del Código Civil, que regulan el matrimonio entre
adolescentes (art. 241o,inc.1). En tal mérito, los jueces y Tribunales del país,
al momento de la determinación judicial de la pena, pueden graduar la san-
ción punitiva, en lo que respecta al supuesto de hecho, contenido en el inc.
3) del artículo 173o considerando los marcos penales mínimos de las figuras
delictivas -inicialmente mencionadas-. Lo que supone una homogenización
de la interpretación normativa, tornando en cuenta el contenido del injusto
típico. No obstante, debe verse que las fguras de la Seducción y del Cliente
(usuario), revelan a nuestro entender un mayor disvalor no del injusto penal
sino de un injusto ético, siendo más que evidente que ambas tipificaciones
responden a una reprobación moral y no jurídico-penal, como hemos enfa-
tizado en los apartados pertinentes de este estud¡o. I
decimos lo primero,
en el sentido de que en las relaciones sexuales, entre personas mayores de
catorce años, que. se producen con pleno consentimiento de las partes, el
disvalor ético sería rnucho menor, puesto que no hay de por medío una acti-
tud que vicie el consentimiento (engaño) o elempleo de un precio, Entonces,
la sanción en este injusto debería ser aún mucho menor que las previstas en
los artículos 175o y 179o-A del C.P. De todas formas, no puede desmerecerse
la posibilidad de que eljuzgador pueda reducir ostensiblemente la pena, en
el caso del inc. 3) del artículo 173o, amén de racionalizar la reacción punitiva
en correspondencia con los principios limitadores del rus puniendíestatal.
Dicho lo anterior, resulta de mayor relevancia lo anotado por la Corte
Suprema, en el considerando décimo tercero, al sostener que resultando
plenamente vigentes los artículos 44o,460 y 241o del Código Civil, cuando el
sujeto pasivo cuente entre dieciséis y dieciocho años, es apl¡cable el inc. 10)
del artículo 20o del C.P. El artículo 20o de nuestro texto punitivo aglutina una
Serie de factores, cuya valoración da lugar a una exoneración de responsabi-
lidad penal; éstos están referidos a las causas de inimputabilidad, causas de
justificacíón (preceptos permis¡vos), causas de disculpa (estados de inexigi-
bilidad) y falta de ausencia de acción. En el caso el Consentimiento, hemos
de convenir, que se trata de un elemento que elimina la antijuridicidad de la
conducta, que a pesar de que la conducta es típica, ésta al ser confrontada
con el asent¡miento del sujeto pasivo, en aquellos bienes jurídicos disponi-
bles, eliinina el contenido del injusto típico. La libertad sexual es un b¡en ju-
rídico plenamente disponible por su titular, en cuanto una esfera prop¡a de la
personalidad humana, que se asienta sobre la idea del'<interés individual>,
que no puede ser contravenido, so pretexto de cautelar la.reserva moral de
un Sector de la sociedad, como se identifica en la penalización de conductas
como las reseñadas. Si esto es aSí, cuando la supuesta víctima ha dado
su pleno consentimiento antes y durante el acto Sexual, simplemente no se
conf¡gura la tipicidad, de tal manera, que se concurrencia debemos est¡marla
692 DenscHo pENAL - Pente pspecl¡r.: Touo I
1538a Comentario que fuera recogido en el artículo denominado 'La reforma polÍtico criminal
de los delitos sexuales, vía la Ley No 28704", publiCado en la revista jurídica. Diálogo
con la Jurisprudencia. No 108, septiembre 2007, Año 13, Gaceta Jurídica, Lima, cit.,
ps. 183-202.
Tirwo IV: Delrros coNTRA LA LTBERTAD 695
1538b Pece s B¡naa, G. y otros; Curso de Teoría del Derecho. Marcial Pons, Ediciones Jurídi-
cas y Sociales, Madrid * Barcelona, 2000, cit., ps. 331-332.
1538c Nos referimos a los casos en que las propias costumbres y prácticas consuetudina-
rias de algunas comunidades, que aún albergan valores propios, determinan el inicio
de la sexualidad a una edad aún más temprana, reconducibles al radio de acción del
artículo :150 del CP.
Tírulo IV: D¡uros coNTRA LA LIBERTAD 696-C
1538d Así, Snr-w¡s Srccn¡¡, R.i La lrracionalidad Legislativa en los delitos sexuales. En: Ac-
tualidad JurÍdica, Tomo 149, abril del 2006, Gaceta Jurídica.
696-F Dnnrcno pENAL - P¡ntE espectll: To¡r,ro I
Art. L73-A.- "Si las actos preüstos en los incisos 2 y 3 d¿l artímlo anteriw
causrn, la mucrte d¿ la wctima o le producen lesión grave, y el ngente pudn
i
pro?er este resultado o procedilí nn cnteldad', la pena serd d¿ cadeno
ts3e
¡terpetuo'.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1S39 . Texto conforme a la modificación establecida por el artfculo 1" del Decreto Legislativo
N. g96 -Ley conira los Delitos Agravados (24105198) expedido con arreglo a la Ley
N" 26950 -Ley que otorga al Poder Ejecutivo facultades para legislar en materia de
seguridad nacional. Este texto fue restablecido por disposición del Art, 1' de la Ley
N.-ZZSOZ, publicada el 13-07-2001, que había sido modificada por la Ley N" 27472,
publicada el 05-06-200't.
698 DsnecHo pENAr- - PentE ¡spscr¡l: Tovo I
2. TIPO OBJETIVO
dad del autor, así como una conducta deficiente del ámbito de organización
imputable a la víctíma. De no establecerse certeramente, la existencia de
dicha relación de riesgo, el agente sólo deberá responder por el resultado
que pretendió desencadenar de forma deliberativa. Esto sucede en el caso
de concurrencia de factores preexistentes, concomitantes o sobrevinientes
del hecho lo tornen imprevisible y, por ende, enerven la imputación objetiva
del resultado más grave, v.gr., la muerte que sobreviene de la violación por
una hemorragia interna o el ataque cardiaco producido por el impacto del
acto, etc.; de acuerdo a los sostenido líneas atrás.
El intervalo de tiempo que discurre entre fa violación y el resultado
más grave puede presentar dificultades para poder admitir el concurso ideal.
El problema se presentará cuando el espacio de tiempo entre la violación
y el resultado más grave sea mínimo. Lo relevante es que, se produzca la
lesión grave o la muerte de la víctima, a consecuencia de la violación y que
el agente pudo prever este resultado. De todas formas, habiéndose abierto
el procedimiento penal, en base a una imputación por violación seguida de
lesiones graves, y luego de ejecutoriada la sentencia condenatoria por dicha
figura la víctima muere, no habrá posibilidad de instruirlo nuevamente por los
mismos hechos, en virtud de la garantía del non bis in idem material.
Nos hallamos en un caso de tipicidad compfeja, pues por un lado tene-
mos una conducta inicialdolosa de lesiones y al mismo tiempo un resultado
final culposo.
Se argumenta que los delitos preterintencionales son aquellos que po-
seen una mixtura de dolo y culpa; bajo este argumento se pretende admi-
tir la obsoleta concepción del "versari in re illicita'ls¿r'. La fórmula del delito
preterintencional tiene su origen en el Derecho Canónico1541. En sus inicios
se acudía a esta clase de soluciones a fin de evítar los supuestos de res-
ponsabilidad objetiva, en el sentido de que una visión puramente causal y
1540 'La responsabilidad por el resultado se vinculaba (versari in re illicita), por tanto, a
un hecho inicial ilícito, generalmente un delito doloso, aunque puede ser imprudente:
una vez iniciado el hecho ilícito básico, el autor respondía de todas sus consecuen-
cias, aunque fueran fortuitas"; Muñoz Co¡voE. Derecho Penal. Parte General; Tirant lo
blanch, Sevilla, 1996; p. 312.
1541 Mir Puig narra que antes de la Reforma urgente de junio de 1,g83, en España se pre-
vian ciertos preceptos en el Código relativos a formas de Preterintencionalidad que
según su interpretación jurisprudencial y en parte también doctrinal, no exiglan dolo ni
imprudencia respecto del resultado más grave producido. Se hablaba, en este sentido,
de "Responsabilidad por el resultado", en base al principio medieval de origen canó-
- nico del versari in re illicita. Según éste, debía responder penalmente de un resultado
lesivo, aunque fuera fortuito e imprevisible, quien lo causara a consecuencia de una
conducta inicial ilícita. La Reforma de 1,983 vino a exigir expresamente al menos im-
prudencia para poder ¡mputar penalmente un resultado"; op.cit; p. 287.
Tírulo IV: D¡l.rros coNTRA LA LTBERTAD 701
1542 Así, G¡nnroo Monrr, M.; Derecho Penal. Parte General, T. ll, cít., p, 230.
1543 JrMÉNEz oe Asú¡, L.; Tratado de Derecho Penal..., T. Vl, cit., p. 't9.
702 DeRecso pENAL - P¡nr¡ gspec¡n¡-: Tovo I
el Capítulo f, Artículo 11" que señala que "Son delitos yfaltas /asacciones
u omisiones dolosas o culposas penadas por la ley". La ley es clara al deli-
mitar la incriminación de conductas u omisiones dolosas o culposas; en tal
medida, no se encuentran previstas como hechos punibles las figuras pre-
terintencionales; creación normativa que paulatinamente fue cubriendo de
regulación una serie de figuras delictivas, sobre todo los delitos que atentan
contra bienes jurídicos personalfsimos. No se puede concebir una mixtura
entre el dolo de la conducta inicial y imprudencia en el resultado, ya que la
intencionalidad de la conducta humana no puede ser fraccionada arbitraria-
mente, ella es una unidad inescindible. La hipótesis del concurso idealtiene
en cuenta tanto el disvalor de la conducta inicial dolosa como el disavalor del
resultado muerte o lesión grave producida imprudentemente.
1544 En Hunr¡oo Pozo; Rer,,ros, 1938, p. 53; Muñoz CoNoE, p. 42; Bustos; p. 3.|. Derecho
penal. Parte Especial. Tomo l-Homicidio, Lima-Perú, 1996, p.68.
1545 AsÍ, Nuñez, R.; Derecho penal argentino. Parte especial, lV, cit., p, 269.
TÍrulo IV: Delnos coNTRA LA LTBERTAD 703
3. TIPO SUBJETIVO
El tipo subjetivo está compuesto sobre una base volítiva dolosa consis-
tente en la {inalidad del agente de dirigir la causalidad hacia la practica del
acto sexual u otro análogo, en tanto que el exceso se verifica en el resultado
de lesión grave, la muerte de la víctima o el proceder con crueldad en la comi-
sión del hecho delictuoso, él cual es atribuido típicamenté a título de culpa.
t
4. CONSUMACTÓN
5. PENA
Una de las mayores conquistas del Derecho penal liberal fue la consa-
gración del principio de culpabilidad. Toda pena presupone necesariamente
la culpabilidad del agente. Eltérmino "culpabilidad", en los diversos idiomas
evoca sin duda una decisión reprobable y el deber de responder por una
decisión libremente adoptada15a6.
lS47 Zrjñrc¡ Roontcuez, LeuR¡: Política Criminal. Editorial Colex, Madrid, 2000, cit., p. 186.
1548 Busros R¡rvrfnez, Juani Manual de Derecho Penal. Parte General. Editorial ARIEL SA,
Barcelona, 1989, cit.' P' 174.
706 DenecHo pENAL - P¡Rte gsprcrnl: Tovo I
1549 Texto anteriormente modificado por elArtículo 1' de la Ley N' 26293 del 14 de febrero
de 1,994.
TÍrulo IV: Druros coNTRA LA LTBERTAD 707
1. FUNDAMENTO DE LA INCRIMINACIÓN
1550 Citado por Ceno Conr¡; Borx/Onrs, "Consideraciones sobre la reforma', cit. En n. 123,
p. 677; op.cit.; p. 88; Asf, S¡lrHns SrccHr¡, R.; De /os delitos de acceso carnal sexua!,
cit., ps. 205-206.
1551 Citado por Vrrl-¡ SrerH; C¡Ncto MeuA, MaNueu; ob.ci! p. 528; ob.cit.; p. 1g4.
708 DEn¡cHo ?ENAL - P¡nre especrel: Tovo I
1552 Bneuoxr-ARres T., L.A./ Gnncie c¡Nrrzeuo, M.; Manual de Derecho penal. parte Espe-
cial, cil,, p. 253.
1553 Rov Fnevne, L., Derecho Penal. Parle Especía!, Vol. l, cit., p. 1.,l4.
1554 HenruÁ¡roez G¡lleco, P.; Abusos Sexua/es, cit., p. 47.
1555 BnnneR¡ Dor,¡incuez, H.; Del¡tos Sexua/es, cit., p. 191.
TÍrulo IV: Deuros coNTRA LA LIBERT^D 709
2. TIPO OBJETIVO
1556 Asf, Ser-r¡res Srccnn, R.; Los delitos de acceso camal sexual, cit., ps. 211'212
1557 Ceao CoRr¡, C.: Delitos contra la libertad e indemnidad sexuales, cit., p. 88.
710 Denscuo pENAL - P¡,nre ¡sp¡cr¡l: Tott¡o I
por padecer de una enfermedad mental; pues de no ser así, tendría el domi-
nio material del hecho, por lo que la figura sería en real¡dad una lnducción.
Finalmente, al tratarse de un delito especial propio, una persona ajena a la
función específica que desarrolla el autor, puede ser cómplice (primario o
secundario), según el principio de la unidad en eltítulo de la imputación.
1559 S¡LN¡s S¡ccxt¡, R'; los dalitos de acf;eso camal sexual, cit', p' 207.
'112 Denecuo pENAL - Pnnr¡ ¡spec¡al: Tovo I
1560 Snrrxns Srccnra, R.; Los delitos de acceso carnal sexual, cit., p. 208.
1561 La Constitución Política del Estado, permite a los agentes policiales a detenerporel
lapso de quince días a supuestos sospechosos de hacer cometido delitos de narcotrá-
fico, terrorismo y de espionaje.
1562 Ley que regula la intervención de la Policía Nacional y el Ministerio Público en el tim-
bito de la lnvestigación Prefiminar del delito.
1563 Todas estas instituciones procesales son recogidas de forma sistemática en el nuevo
CPP; a mas detalle ver mi libro "Exégesis del nuevo Código Procesal Penal", editorial
Rodhas, edición 2007, Lima perú.
-
Tirulo IV: Delrros coNTRA LA LTBERTAD 713
3. AUTORíA Y PARTICIPACIóN
4. TIPO SUBJETIVO
Este delito es eminenternente doloso; conciencia y voluntad de reali-
zación típica supone todo caso, que las esferas cognitiva y volitiva del autor
este abarcada por los elementos que dan lugar a la conducta descrita en el
artículo 1740, conciencia de tener acceso carnal abusando de una posición
de superioridad, sabiendo que la víctima se encuentra en un situación de
vulnerabilidad. La acción realizada será únicamente punible cuando el agen-
te sea consciente de su situación de superioridad y la explote1568. Por con-
siguiente, puede cometerse el delito con dolo directo y dolo eventual, pues
para estos efectos, basta que el conocimiento virtual del riesgo no permitido,
a partir de una ínclinación cognitiva del dolo. Para Snu¡¡ns Src*lA, por la re-
dacción del tipo penal y los elementos objetivos que exige, (...) no es posible
la comisión del dolo eventuall56s. En tanto que para Cnslur-o Auvn, la expre-
sión aprovechándose no puede ser entendida como una exclusión del dolo
eventual, pues para aprovecharse de la situación de dependencia, autoridad
o vigílancia no se requiere una intención y plena certeza, sino que basta una
1567 Fermín Monnles Pn¡rs/Ramón García Albero; En: Qur¡rreno OlveRes, Gonzalo: Co-
mentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, EditorialArazandi, Pamplona, 1,996,
p.249.
1568 HenlÁNoez G¡¡_teco, P.; Abusos Sexua/es, cit., p. 47.
1569 S¡r-rNas StccH¡e, R.; De /os delitos de acceso carna! sexual, cit., p. 213.
TÍrwo IV: Delros coNTRA LA LTBERTAD 7t5
seria conciencia del peligro o riesgo que con el emprendimiento de tal o cual
conducta se está aprovechando una determinada posición1570.
Del mismo que las conductas descritas en las tipificaciones anteriores,
basta con el dolo como elemento subjetivo del injusto, la incorporación de
cualquier otro añadido importa una vulneración al principio de legalidad ma-
terial, dogmáticamente inconsistente y político criminalmente insatisfactorio.
El agente debe de actuar con conocimiento dé la situación de superioridad
en que se encuentra en relación con la víctima y dirige su conducta hacia el
aprovechamíento de tal situación.
Finalmente, puede darse un error de tipo, cuando el esfera cognifiva
del autor no abarca todos los elementos constitutivos de la figura delictiva,
en tal sentido, si autor desconoce que su cargo le da cierta superioridad o
autoridad sobre la víctima, o si ésta última se encuentra en las circunstanqias
descritas en dichs supuesto delictivo, el que por sus características difrcil-
mente podrá admitir un error de tipo invencible, a lo mas uno de carácter
vencíble, pero si medio violencia física de por medio, la tipificación se des-
plaza al artÍculo 170o.
5. CONSUMACIÓN
b- PENA
1570 Cnsluo Ar-v¡, J.L.; Tntado de delitos contra Ia libertad e indemnidad sexua/eg cit., p.
351.
Asf, Vrr-u Srern, J.; Derecho Penal. Parte Especiat,l-8, cit., p. 195.
716 DenscHo pENAL - Panre especr¡l: Tovo I
del Código Penal, conforme a la Ley N' 26293 del 14 de febrero de 1994.
Luego, con la dación de la Ley No 28251, la penalidad fue aumentada a una
pena no menor de cinco ni mayor de ocho años de PPL.
SEDUCCION
Art. I75.-"EI que, mediante engañ.o tiene acceso carnal pm vía vaginal,
anal o bucal o intyoduce objeas Pa.rtes del cuerpo por alguna d.e las dos
o
primeras vías, a anñ perszna de cq.torce años y m¿nos d.e dieciocbo años,
serri reprimid.o con [)ena. pri?a.üpa de libertad n0 ntenzr de trcs ni mayor
d.e cinco arlos'. ts72
1572 Texto antes modificado jor et nrticulo 1' de la Ley N" 26357 del 18 de setiembre de
1,994.
1573 HenxÁHoez Gelleco, P.; Abusos Sexua/es, cit., p. 55.
Tirwo IV: Delrros coNrRA LA LTBERTAD 7t7
1574 Muñoz Coloe, Francisco; Derecho Penal. Parle Especial. Undécima edición revisada y
puesta al día conforme al Código Penal de 1995. Tirant lo blanch, Valencia, 1996, cit.,
ps. 195J96.
1575 Peñ¡ C¡anen¡ ,R; Tratado de Derecho Penal..., cit., p. 719.
1576 Peñ¡ C¡enERA, R.; lbid.
718 Denecro pENAL - P¡,nrE espgcln¡.: Tovo I
sujeto activo debe ser una persona sexualmente experta y madura, para
que pueda darse el "aprovechamiento"; (...) un sujeto activo calificado por su
mayoría de edad, es la que mejor se adecua a la redacción de la norma y al
alcance que le pretendió dar el legisladorlse2. Como contrapartida, recobra
validez el consentimiento de la víctima, aunque sea "inmadura sexualmen-
te", si el autor no se aprovecha de ella, modificándose sustancialmente el
sistema por el cual, en base a la seducción presunta, se le imponía el deber
de abstención total1583.
No encontramos un interés digno de tutelar'"sa, pues el aprovecha-
miento sólo puede fundarse en una especial circunstancia que haga de una
persona un ser en estado de "vulnerabilidad" que repercuta en la esfera
psíquica de la víctima; el solo hecho de tener una cierta edad no puede
presumir perse dicha condición, los galanteos, halagos, no constituyen de
ninguna manera el aprovechamiento que pueda Justificar el contenido ma-
terial del injusto; lo úníco que reflejan es un reproche ético-social.
[:'
2. BIEN JURíDICO
La realidad judícial, sobre todo en los últimos años, revela que el delito
de seducción ha disminuido considerablemente, pues las relaciones sexua-
les se realizan ahora bajo otros matices;traÍdo a más por una sociedad más
abierta y liberal, habiéndose dejado de lado ciertas posturas sociales es-
tigmatizadas que en el paso del tiempo han perdido un peso significativo.
La creencia de la virginidad como sinónimo de virtuosidad en la mujer al
momento de contraer matrimonio, evoca ya épocas ampliamente superadas,
donde el despertar sexual se produce a una edad ya temprana, que no coin-
cide con la edad que se fija para el matrimonio. No es identifica ya, el inicio
de la vida sexualdel hombre o la mujer, con la institución del matrimonio. Sin
duda, la figura de la Seducción se encuadra en épocas pasadas, donde se
seguían al pie de la letra ciertos convencionalismos sociales, producto de
los conservadurismos de una sociedad cerrada, cuya apertura hoy en día a
dado paso a otro concepto de vida, a otra forma de ver las relaciones sexua-
les, mas allá de la institución del matrímonio. Una familia rígida, donde la
hija mujer era relegada con respecto al hombre, donde su pureza era como
un teso¡o'familiar, contrarío sensu, el inicio de la vida sexual del hombre
antes del matrimon¡o era una tradición familiar, claro esta con una merca(
del sexo. Las posturas postizas de la sociedad, el exacerbado machismo,
relegación y explotación de la mujer, provocó que duda cabe, que una leg
lación penalfuertemente influenciada con la religiosidad y la moral, penali
este tipo de conductas; pues si después del acto sexual, el varón contri
matrimonio con la mujer desflorada, no había problema, pero que pasab;
la mujer no quería casarse ya con él; todo lo cual importa una doble mor
que ya no puede estar presente en una legislación penal de avanzada, fie
respeto de la libertad individualy de los derechos fundamentales.
Cuando la ciencia y la legislación distinguieron entre la criminosiC
de la violencia y la criminosidad de la seducción, como medios usados por
autor para acceder carnalmente a la víctima, se diferenció el delito de vic
ción o violencia carnal (acceso logrado violentamente) del delito de estu¡
(acceso logrado por seducción)tses.
1585 Nuñez, R.; Derecho penal argentino. Parte especial, lV cit., p. 285.
1586 '133.
Es¡Re¡-u, O.A.; De /os delitos sexua/es, cit., p.
1587 Citado por Mrn Purc; Amelung; Cfr. pp. 358 y ss; ob.cit; p. 91.
Tirulo IV: Dellros coNTRA LA LTBERTAD 721
2. TIPO OBJETIVO
2.1. Sujeto activo
Puede serlo tanto el hombre como la mujel sin necesidad de exigir
una determinada vinculación con elsujeto. No puede serlo el marido con res-
pecto a su consorte, pues se trata ya de una relación sentimental legalmente
establecida, para lo cual no resulta necesario engaño alguno para obtener
el consentimiento del otro. Cabe señalar que la legislación civil, permite el
matrimonio de menores de edád bajo la concurrencia de determinados pre-
supuestos.
1 595 Muñoz Color señala que por "engaño" habrá que entender, por tanto, cualquier mt
fraudulento empleado por el sujeto activo para conseguir la relación que detern
causalmente un vicio de voluntad seducción en el suieto pasivo; op.cit.; ps.195-19
1596 Do¡rN¡, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. 1., cit., p. 588.
1597 BRRRen¡ Do¡¡íNeuez, H.; Delifos Sexua/es, cit., p. 156.
1598 S¡lrN¡s Srcc¡re, R.; Delos delitosde acceso carnal sexual, cit., p.225.
1599 B¡nRena Doniruouez, H.; Dellfos Sexua/es, cit., p. 156.
1600 Cano CoRrn; C., op.cit; p, 92; Asf también Muñoz CoNoE al anotar que 'la antigu:
risprudencia consideró casi siempre como "engaño la "falsa promesa de matrimc
Tirulo IV: Deltros coNrRA LA LTBERTAD 725
haciendo de ella incluso la única fuente de engaño admisible para la mujer honesta ".
(Cfr. Edición tercera p. 334; BOIX, 1979, pp. 250 ss..', quien hace un análisis exhaus-
tivo de esta jurisprudencia); ob.cit.; p. 195.
'1 Gri¡eenr.¡¡r Onoelc, E.; La Mujer y el Código Penal Españo/, cit., p. 53'
2 Asl, la Constitución Polftica, al establecer en el art. 2, inc. 24 lit. b), que nadie esta
obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no prohfbe.
726 Denecso pENAL - Plnrp especl¡.t-: Tovo I
3. T¡PO SUBJETIVO
1603 Qurlrnruo Rrpoures, Arurouo; Compendio de dereeho penal.Yol. lll. Ed. De Revista de
derecho privado, Madrid, 1958.
1604 S¡r-rruas Srcclrre, R.; De /os delitos de acceso carnal sexual, cit., p. 223.
Tíruro IV: DEuros coNTRA LA LTBERTAD 727
o invencible. Al respecto rige todo lo dicho en el caso del artÍculo 1730. Basta
con un conocimiento aproximado.
4. CONSUMACIÓN
Se produce con la realización del acceso carnal sexual, con el ingreso
parcial del miembro viril en las cavidades anal, vaginal u anal, o el ingreso
de otras partes del cuerpo u objetos en las dos primeras vías. El galanteo,
los actos de seducción, la exteriorización de la promesa no es aún un acto
ejecutivo del delito, mas si cuando el agente realiza caricias, desviste a su
víctima u otro tipo de actos que se dírigen al acceso carnal sexual, los que
caracterizan los tipos de imperfecta ejecucíón (tentativa); el agente no puede
consumar el delito, por razones ajenas a su voluntad.
E PENA
La Ley N' 26357 del28 dp setiembre de 1994 aumento la penalidad
prevista para este delito a pena privativa de libertad no mayor de tres años o
con prestación de servicio comunitario de treinta a setenta y ocho jornadas.
Finalmente, la Ley No 28251, aumentó elmarco penal a una pena privativa de
libertad no rnenor de tres ni mayor de cinco años. Se entronca entonces, una
mayor represión que vulnera a nuestra consideración los principios de pro-
porcionalidad y de culpabilidad, un delito así concebido, no puede conllevar
una pena de libertad efectiva, situación que no se condice con el verdadero
principio de resocialización plasmado en nuestro derecho positivor605.
1605 En relación a las cavidades de penetración o de agresión sexual, vale todo lo dicho en
el artlculo 170 del C.P.
728 DenrcHo pENAL - P¡,Rrs esp¡cr¡l: Tovo I
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1606 Texto vigente conforme a la modificación establecida por el Artículo 1' de la Ley N"
26293 del 14 de febrero de 1994.
TÍrwo IV: Deuros coNTRA LA LIBERTAD 129
1607 Canara, F; Programa de derecho criminal. Parte especia/, Vol. ll-4, cit., p. 1S42.
730 Denec¡ro pENAL - P¡,nre esprcrn¡-: Touo I
2. BIEN JURíDICO
3. TIPO OBJETIVO
1612 Asf, DoxH¡, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 498.
732 Dcnecso pENAL - PeRte espgcl,c,l: Tovo I
3.3. Acción
La acción consiste en un acto contra el pudor de una persona mayor
de catorce años, medíante violencia o amenaza, pero que excluya la cópula
o el acto análogo; mejor dícho, luego de la modificación efectuada por la Ley
No 28251, se excluyen todos los actos que den lugar al acceso carnal, de
conformidad con lo descritor en el artículo 170o (in fine). euedan también
excluidos aquellos carentes de relevancia, atendiendo a un concepto valo-
rativo-social, profesado por el término medio de los ciudadanosl6l7. carrara
señala con exactitud la esencia de la figura al decir que hay ultraje violento
al pudor en todos aquellos actos impúdicos cometídos sobre otra persona,
contra su voluntad, y que no constituyan tentativa de violencia carnaf.is,
1613 Ver al respecto, "violación inversa', que fuera analizada en el artículo 170" (in fine).
1614 Así, Nuñez, R.; Derecho penal argentino. parte especial,lV cit., p. 310.
1615 Esrnelu, O.A.; De /os dellfos sexua/es, cit., p. 37.
1616 DoNNe, E.A.; Derecho Penal. parte Especial, T. l, cit., p. 493.
1617 AHroNro GoHzÁr-es-Cueu_en Gancfn; op.cit.; p.2220.
1618 Pgrf;1542.
Tirulo IV: Del¡ros coNrRA LA LTBERTAD 733
1619 Cfr. Rov Fnevne; p.91. Espinoza Vásque4 p. 137, Cenrvroue Snrcnoo; ps. 79 y ss Muñoz
Conoe; p. 350. Ranieri: t. V; P.99.
1620 Luego, de la modificación generada por la Ley N" 2825'1.
734 Den¡cso pENAL - Penrr gsp¡ct¡t : Tovo I
3.5. Medios
a. Violencia \.
1624 Casabó Ruiz, José Ramón; La legalidad del delito. Universídad de Valencia, España
1983, cit., p. 128.
Sor-en, S.; Derecho penal argentino, T. lll, cit., p.292.
736 DEnecso pENAL - Panrr Especr¡l: Tovo I
b. Amenaza grave
4. TIPO SUBJETIVO
La delimitación del alcance del tipo subjetivo en este delito es muy dis-
cutida en la doctrina. La polémica se centra si paia la configuración de este
delito es suficiente la conciencia y voluntad de realizar el acto impúdico, es
decir el Dolo; o sí, por el contrario, se requiere como elemento adicional un
elemento especial del tipo subjetivo del injusto, en este caso sería el de un
móvil lúbrico de excitar o satisfacer el apetito sexual.
Son, entonces, dos posiciones contrapuestas: una acentuadamente
subjetiva y, la otra marcadamente objetiva. Los partidarios de la primera op-
ción, argumentaban que la finalidad del autor en estos delitos, no se circuns-
cribía al dolo, pues había que acreditar un propósito determinado, de aplacar
un ánimo libidinoso, de tal forma que su ausencia daba lugar a la atipici-
dad de la conducta. Es necesario que el sujeto activo esté anirfnado de ese
propósito, aunque es indiferente que además, concurra cualquier otro móvil
como la burla, la venganza, etcétera1628. Además, aducen , qup los ábusos
deshonestos -en general- tienen como rasgo característico el ser delitos de
"tendencia sexualn, por lo que la acción debe estar presidida por una particu-
lar dirección de voluntad que no encuentra auténtica correspondencia con el
acontecimiento objetivol62e. Tales actos lúbricos pretenderán lá satisfacción
de impulsos libidinosos por parte del agente y han de ser realizados pese a
la oposición manifestada por la víctima, no tolerancia del acto pretendido, de
tal modo que el sujeto activo sea conciente de la inexistencia de consenti-
miento1630. Desde una posición intermedia, SoLER, escribía lo siguiente "(...)
aún cuando no pueda negarse radicalm'ente que en este delito se requiere la
existencia de un elemento subjetivo, éste no va más allá de consistir en un
genérico propósito impúdico, que puede estar constituido tanto por el deseo
de satisfacer o excitar pasiones propias como por el simple conocimiento del
significado impúdico y ofensivo que el hecho tiene para la víctima'1631.
Sin duda, la tonificación del tipo subjetivo del injusto debemos confron-
tarla con el contenido material del bien jurídico tutelado, en el sentido de que
una real afectación a la libertad sexual no puede estar condicionada a los
instintos sórdidos del sujeto activo, más aún cuando en algunos casos dicho
propósito no puede ser cumplido a cabalidad. Penetrar en una estructura
1628 Esrneu-¡, O.A.; Oe los delitos sexua/es, cit., p. 40; Do¡lH¡, E.A.; Derecho Penal. Parte
Especial, cit., P.494.
1629 Cfr. Rov Fnevne; p. 93. Espinoza Vásquez; p. 142. Jimenez de Asúa, t. lll; P.762; Ro-
DRfcuEz Reuos; p. 98. Roonleuez Dwese; p. 16'1. Chrysolito de Guzmán; p. 177; MeNaNt,
t. Vll; P. 315.
1630 HenHAHoez Geur-eoo, P; Abusos Sexua/es, cit.' p. 41'
1631 Souen, S.; Derecho penal argentino, T. lll' cit-' p. 389.
738 Denecso pENAL - Penre especr¡l: Tor'¡o I
ontológica que vas más allá de la manifiesta intención que el agente exte-
rioriza en la realización típica, supone construir un Derecho penal de autor
(del 'ánimo) y marginar la concreta lesividad de la conducta, disminuyendo
de forma significativa la incidencia tutelar del Derecho penal. El subjetivismo
olvida, sin embargo, que la ley, sin exigir que el autor use para ofender un
modo libidinoso, protege la incolumidad de la reserva del ámbito'corporal a
que alude el concepto de pudicia individual contra el ultraje que implica la
indebida intromisión material de un tercero en é1t632; el autor puede escon-
der otros propósitos, como la venganza, la denigración, la puesta ridículo,
o simplemente el juego; motivaciones todas ellas, que no tienen la aptitud
de enervar la tipicidad penal de la conducta, pues como elemento del tipo
subjetivo basta el dolo. En palabras de Nuñez, basta que estos actos sean
intencionalmente realizados para que, cualquiera que sea el designio del
autor, se deba hablar de abuso deshonesto; porque sea que el autor al con-
sumarlo quiera gestar una broma, o humillar a la víctima o vengarse de ella,
o que tan solo pretenda satisfacer un curiosidad, ha usado el cuerpo de la
víctima de un modo sexualmente indecente1633. Lo que interesa, entonces,
es que el acto sea objetivamente abusivo, con prescindencia del elemento
subjetivo. Con todo, dicha posición es contraria a la ratio /egis, al excluir del
ámbito de protección del tipo legal, conductas que sin ningún problema en-
cajan en los alcances normativos del artículo en cuestión, reconduciéndolas
a otras tipificaciones penales, como la injuria, lo que en definitiva es político
criminal mente insatisfactorio.
El segundo criterio, mantenido en forma mayoritaria por la doctrina,
plantean que sólo es necesario que el elemento subjetivo esté constituido
por eldolo, es decir, el carácter impúdico de la acción realizada en el cuerpo
de otro y de la ausencia de consentimiento por parte del sujeto pasivo, ha-
ciendo abstracción a todo elemento ajeno al dolo1634. Carrara principal soste-
nedor de esta tendencia, afirma que, la noción de delito debe buscarse en el
derecho violado (sin tener en cuenta la pasión impulsiva), y sostiene que la
diversidad de la causa que haya impulsado a obrar, no influye para nada en
la noción de delito, siempre que la acción produzca el resultado de ultrajar
violentamente el pudor ajeno y que cualquier motivo haya sido dirigido a este
ultraje163s.
1632 Nuñez, R.; Derecho penal argentino. Parte especial, lV, cit., p. 310.
1633 NuñEz, R.; Derecho penal argentino. Parte especial lV, cit., p. 311;AsÍ, Esraeu-e, O.A.;
De los delitos sexua/es, cit., p. 4'1.
1634 Este criterio ha sido confirmado por jurisprudencia reciente en sentencia del Tribunal
Supremo 49/94, del 25 de enero. Así de este modo se pronuncia la sentencia del Tri-
bunal Supremo 681/95, de 22 de mayo que estima suficiente el conocimiento por el
autor del elemento del tipo delictivo consistente en el carácter sexual de la acción.
1635 C¡Rr,loHn Seluoo; p. 169.
Tirwo IV: D*tros coNTRA LA LTBERTAD '739
1636 Asf, C¡nr,ro¡¡n salcnoo, c." Delitos contra la libertad *xual, cit., p. 325.
1637 Do¡¡ua, E.A.: Darecho Penal. Parte Especial, T' I' cil. p' 498'
1638 T. lll; p. 300; Asl, Esrnelr-¡, O.A.: De /os deú?os sexua/es, cit', p' a2'
740 Den,ecHo pENAL - Pnnrr sspsclel: Touo I
5. CONSUMACTON
6. CONCURSO DE DELITOS
vulnerar el principio del non bis in idem. La solución correcta estriba en apli-
cación del principio de consunción. Aparece el principio de consunción, (...)
cuando la realización de un supuesto de hecho más grave incluye la de otro
menos grave, es el primero que se aplica y no el último, pues se parte del
presupuesto de que el legislador ya ha considerado esos eventos al redactar
la descripción típica más severa163s. Dicho así: una de las tipificaciones pena-
les supone un adelantamíento de la barrera de protección del Derecho penal,
sea por implicar la puesta en peligro de un bien jurídico tutelado (formas de
imperfecta ejecución) o por consistir la lesión a un interés jurídico prepon-
derante. Para que pueda da'rse un concurso entre ambos, debe tratarse de
dos hechos independientes entre si, en ei tiempo y en el espacio, quiere
decir, que en un primer momento se evidencie una conducta solo destinada
a ejecutar actos de tocamiento sobre las partes íntimas del cuerpo de la vfc-
tima, y tiempo después la cqncreción del acceso carnal sexual en una de las
cavidades descritas en eltipb base.
De otro lado, Nuñez df¡rma que es posible que en el caso del abuso
logrado violentamente la víctima consienta de inmediato la cópula, supues-
to en el que ésta no excluye el castigo de aquél, porque lo que absorbe la
delictuosidad del abuso precedente, concomitante o anterior, es el tipo de
violación, no el simple hecho del acceso carnal sin las circunstancias que lo
vuelven violadorroao.
7. PENA
8. CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES
La pena será no menor de cinco ni mayor de siete añost6a1, si es que
concurren los siguientes supuestos:
1. Si es que el agente se encuentra en las agravantes previstas en el artí-
culo 170", incisos 2,3y 4, el sujeto activo comete el delito, en eminente
prevalimiento de una posición o cargo, que el confiere particular autori-
Art. L76-A.- "El que sin propósito de tenr flcceso cñ.rn&l regulado en il
artículo 170o, realiza sobre un menm de ca.torce añ.os u obliga a éste a efec-
tuar sobre sí misma o terctro, tocamientos ind¿hiclos en sus pa.rtes íntimas o
actos libidinosos conftaríos alpud.tr wráreprimülo con la"s iguientesptenas
privatitas fu lo libertod:
I. Si la úctbna tiene mcnos d¿ siete años con pflte no mennr de siete ni
malor de diez años.
2. Si Ia yíaíroa tiene d.e iete o menos d.e d.iaz aííos, con pena no menor d.e
seis ni moyor de nuepe años,
3. Si ta píctimo tiene dc diez a memos de catmce años, con pelra. n0 mafior
de cinco ni mayor de ocho años.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1642 Artfculo incorporado por el artfculo 2'de la Ley N: 26293 del 14.de,febrero de 1,994.
Luego, modificado por el artfculo 2'de la Ley N'27459, publicada el 26-05-2001.
744 DenecHo pENAL - P¡nte espgcl¡l: Tovo I
por la irrupción de una ceguera infatigable del legislador¡ pues en esta figura
delictiva ha mantenido el límite de catorce años a efectos de incidir en la
conducta penalrnente prohibida, a diferencia de lo acontecido en el artículo
173o (in fine).
2. BIEN JURíDICO
La edad de la víctima se ha constituido en un referente de obligada
remisión por parte del legislador, a fin de emprender la política criminál en
el ámbito de los delitos sexuales, sobre todo, por un aspecto cognitivo, en el
sentido de que la realización de actos sexuales que involucran a niños como
víctimas, provocan una exaltación pública, que es canalizada por los grupos
mediáticos de presión a fin de incidir en una concreta actividad legislativa.
Tomando en consideración que la mayor vulnerabilidad de la víctima, impor-
ta una mayor desúaloración jurídica del comportamiento prohibido, así como
un mayor grado de afectación al bien jurídico tutelado, por lo que la descarga
punitiva se vuelve más intensa. Nos cabe siempre un rechazo más enérgico,
cuando el autor abusa de una posición de dominio (relación de parentesco),
a fin cometer los hechos sexuales más execrables, por eso, nos resulta a
veces muy complicado mantener un discurso ius-humanista en el campo de
la pena, cuanto se producen estos horrendos hechos. Empero debemos ser
consecuentes con nuestro discurso, lo que no es óbice para que jusüfique-
mos la imposición de penas muy severas y la restricción no anulación de
beneficíos penitenciarios a estos violadores, sin llegar al campo de las penas
corporales, que por su naturaleza infamante y degradante, rebajan al Estado
a un estado de barbarie.
De igualforma que en las demás figuras delictivas que hemos venido
analizando, en este supuesto delictivo se protege la indemnidad o intangibili-
dad sexualdel menor, expresada ésta en la imposibilidad de autodeterminar-
se sexualmente 16a3; quiere decir esto, que el menor, al no haber desarroltado
su esfera de autorrealización personal de forma plena, se enüende que aún
no esta en capacidad de comprender la naturaleza y consecuencias de un
acto sexual, en este caso de tocamientos impúdicos y/o actos libidinosos so-
bre las partes íntimas del cuerpo. se entiende que las invasiones sexuales a
su cuerpo, así como tocamientos indebidosloaa repercuten de forma negativa
,1643 es'de la opinión que en estos casos el bien iurídico tutelado sigue
' Qur¡¡reRo Ouvnnes
siendo la libertad sexual con las debidas matizaciones; esto es, iespecto de los meno-
res de 12 años se trata de preservar la libertad sexual rn fieri o en poGncia, de la que el
sujeto podrá hacer uso en etapas más avanzadas de su vida, lo que reclama como prlus
que en etapas previas de formación el sujeto quede a salvo de actos traumatizadores;
ob.cit.; p. 248.
1644 Sobre esto nos preguntamos si un consentimiento jurídico-penalmente válido, convier-
746 DEn¡cHo pENAL - P¡.rrr Esp¡cr¡.t-: Tovo I
3. TIPO OBJETIVO
1647 Véase: ForrAH BelesrRr, Delitos sexua/es; p. 168. BascuñAN VALDÉs: EI detito de abu-
sos deshoneslos; p. 57. B¡vnRoo Belteo¡: Soóre delifos sexua/es; p. 45. Ampliamente
C¡n¡¡or.¡¡ Selonoo: Los delifos de aóusos desñonesfos.
1648 En el Código Penal Español de 1995, en su artículo 181'.2 apartado l, establece una
edad cronológica lfmite de doce años para ser considerado sujeto pasivo de este de-
lito (Abusos sexuales).
748 DenecHo pENAL - P¡ntE rspscl¡l: Toruo I
3.3. Acción
La acción consiste en ejercer un acto contra el pudor de un menor de ca-
torce años excluyendo la realización del acceso carnal sexual, la introducción
aunque sea parcial del miembro viril en las cavidades anal, vaginal o bucal de
la víctima, o de otras partes delcuerpo u objetos sustitutos en las dos prime-
ras vías, prevista en el artículo 173" del código penal. El tipo objetivo para su
configuración no exige la concurrencia de violencía o intimidación, nitampoco
el aplacamiento del ánimo libidinoso, la satisfacción del apetito sexual, etc.
De conformidad con lo señalado en el artículo 1760, la acción típica
puede consistir en lo siguiente: en la realización de tocamientos por parte
del agente en la esfera somática de la víctima, la ejecución de actos libidi-
nosos del sujeto pasívo sobre el cuerpo del autor o de un tercero. si lo que
se provoca es sólo la desnudez, la conducta se reconduce al artículo 183.2
del C.P.
El requisito objetivo en este delito está determinado por la realización
de un acto impúdico en la persona del menor. será considerado acto impú-
dico, todo acto expresado en un contacto corporal con el cuerpo físico de la
víctima con fines lúbricos o libidinosos. El consentimiento que la víctima pue-
da otorgar carece de validez jurídica y por ende son nuros 164e . En este sen-
tido, el tipo legal denota una presuncióniuns et de jure porque se considera
siempre a los actos contra el pudor de menores como no consentidos, pues
el orden jurídico no los reviste de capacidad de autodeterminación sexual.
Los actos impúdicos pueden presentarse en variadas formas, pero,
es imprescindible el contacto corpóreo entre las partes. Estos actos pueden
realizarse tanto en el cuerpo de la víctima, como también, el caso de que el
agente obligue a la víctima a realizar tocamientos lujuriosos sobre sus órga-
nos genitales, vaginales, etc. Es completamente irrelevante el hecho que el
menor posea o no conciencia de la significación de los hechos libidinosos,
como frotar el miembro viril sobre el cuerpo de un menor que se encuentra
dormitando.
La punibilidad del beso está condicionada al ambiente socialy circuns-
tancias1650. sEensr¡nN sor-ER está en lo justo al sostener que tomar de la cara
a una criatura de diez años y aún darle un beso normal no es una acción
física que por sí misma autorice a averiguar con qué intención ha sído ejecu-
5. TIPO SUBJETIVO
Al igual que la figura delictiva del artículo 176' del Código somos de la
consíderación que no es necesaria la concurencia de un elemento especial
1651 T. lll;p.386.
750 DeRecr¡o pENAL - P¡nte esprc¡el: Toruo I
6. CONSUMACIÓN
7. CONCURSO DE DELITOS
8. PENALIDAD
La penalidad prevista para este delito que fuera modificado por el ar-
tículo 2' de la Ley N" 27459, luego modificada por las Leyes Nos. 28251 y
28704, se encuentra graduada, dependiendo de la edad del menor, de esta
forma, se dispone lo siguíente:
1. . Si la víctima tiene menos de siete años, con pena no menor de siete ni
mayor de diez años.
2. Si la vfctima tiene de siete a menos de diez años, con pena no menor
de seis ni mayor de nueve años.
3. Si la víctima tiene de diez a menos de catorce años, con pena no me-
nor de cinco ni mayor de ocho años.
9. CIRCUNSTANCIA AGRAVANTE
AG RAVA NT ES c oNrRA
?Hros
""j*n
Estas circunstancías agravantes se encu{"ntran glosadas en el artículo
177" del códígo Penal, que luego de la modificación producida por efectos
de la Ley No 28704, su redaccíón normativa es la siguiente:
Art. L77.- 4En hs casos de los arúculos IZ0o, l7lo, 1740, IZS|, l7óo y
176'-A, i los a¿tos cometid.os cñ.asttn la muerte dc la mctima o L proai-
un leün graw, y el.agente pudo preuer este rasltado o si
¡roced.id con
muldad' lo pena prioatipa de libertad serd rapc*ivamenteio menm d.e
veinte ni mil.yor de peinticinco añ.os, ni'mcnor de d.iez ni maym d.e painte
a7t9s. De pruenta.rse las mencionada.s circunstancias agrovnites en el caso
del artículo 1720, ln pena privafua de ls libntad snlrespeaivnm¿nte no
nttnor de treintn añ.0s, ni ntenor de peinücina ni moyi de treinta atíos
pMfr el sapae*o nntemplada en su
¡trimor ptíonfr, y de cadena perpatua.
! n"o maflor d¿ treinta años, para al supuesto contcmptodo en si selund.o
rcs+
pdtrafo
En los ca¡os de lns dektw prwiow en los a.rtículas IZ3o, 173"-Ay lZóo_A,
cuanda el agente sea el padre o lo mad.re, httm o atrad.m, en sentencia li
se rmpondrd, ademtls de.lalena privatba d¿ tibcrtad que cotreEonda,
la pyy accesmia de inhabilitacitín a qu¿ se refne et-numerais¡ dzt
arttculo 36o D.
1654 Texto anteriormente modificado porel artlculo 1'de l¡a Ley N'26293 del 14 de febrero
de 1994.
154 Dearc¡¡o pENAr - PeRre espect¡l: Tovo I
1. A MODO DE APROX¡MACIÓN
2. CIRCUNSTANCIASAGRAVANTES
homicidio) con la violencia. Basta -como señala Solen- pues, que entre la
acción del agente y el evento ulterior exista relación de producción mera-
mente culposal6ss.
Aclarando más este punto, diremos con Ernesto Uré: que el elemento
diferencial entre el homicidio para consumar la violación y la violación seguida
de muerte radica objetivamente en que aquélse viola matando y, en esta otra
figura se viola y luego la víctima muere; y subjetivamente, en que en aquélse
tiene conciencia y voluntad de violar, mientras que en éste, sólo se requiere la
violación y la muerte acaece como un resultado que califica eldelito, resulta-
do no querido por el agentel6s6.
Por lesión grave debe entenderse las lesiones no presupuestas en el
delito de violación. En consecuencia, las equimosis, desgarradura de la vagi-
na, contusiones internas, etc.,,forman parte del acto propio de la violación16s7.
La desfloración naturalmente, como acto necesario no delinea una circuns-
tancia grave. Más aún considerando que puede haber coito sin ruptura hime-
nal y ruptura sin que haya habido acceso carnal. Es evidente -escribe Mnn-
zNr- que la desfloración no debe considerarse lesión personal respecto del
delito en examen, porque es un hecho necesario para consumar la completa
conjunción carnal con una mujer virgen. La laceración del himen, es pues, un
elemento constitutivo eventualdeldelito, de modo que, con razón no es posi-
ble juzgarlo como delito concurrente o circunstancia agravante1658.
el principio del non bis in idem, Empero, para la aplicación del inc. 4) del
artículo 170o, el autor debe actuar con siquiera dolo eventual con respecto a
la transmisión de la enfermedad sexual grave, en'cambio en la agravante in
examine, el resultado de las lesiones graves es imputable a título de impru-
dencia. Máxime, si la cobertura del inc.4), antes anotado no requiere de una
real afectacíón a la integridad corporal y/o fisiológica de la víctima, basta con
su puesta en peligro; lo que no acontece en la figura preterintencional, pues
se exige la efectiva causación del resultado lesivo (lesiones graves). y si se
produce la muerte de la víctima a causa de la enfermad sexualtransmitida a
la vfctima, concurriría entonces, un concurso ídeal de delitos, con el delito de
homicidio. En este orden de ideas, la figura preterintencional no puede ir en
concurso con la agravante del acceso carnalcon violencia y/o grave amena-
za, pues se excluyen entre si, en base al factor final del autor.
La realidad'muestra casos de profundos y duraderos traumas psíqui-
cos con ocasión de una violación e, igualmente, hay emociones capaces
de provocar inhibiciones cardiovasculares y susceptibilidad de producir la
muerte en personas predispuestas; situaciones, evidentemente, de induda-
ble irrelevancia en el ámbito jurídico-penal.
sino, lo ejecuta con un ánimo de sadismo que colma o satisface aún más sus
propósitos delictivos.
En cuanto a la culpabilidad del agente hay que ser suinamente cui-
dadosos al establecer la imputabilidad del agente. Por fo general los actos
que expresan gran crueldad y sádicos son cometidos por individuos inim-
putables. Es decir, sujetos que padecen de alteraciones en la concíencia y
perturbaciones psíquicas. Dichos estados psicológicos afectan gravemente
el concepto de la realidad y, por ende, no comprenden el carácter delictuoso
de su acto. El análisis de la imputabilidad es de suma importancia para deter-
minar si al agente se le debe imponer una pena o medida de seguridad, para
lo cual será determinante una pericia psicológica y/o psiquiátrica.
1660 La Ley No 29194, modifico también dicho articulado, mediando la inclusión del inc. h),
que señala lo siguiente: "Por habérsele aperturado proceso penal al padre o la madre
por delitos previstos en los artículos 173o, 173o-A, 1760-A, 179o, 181o y 181o-A del Có-
digo Penal. 'La pregunta estaría, si la suspensión en el ejercicio de la patria potestad
no estaría quebrantado el principio de presunción de inocencia; medida cautelar si se
quiere decir, que operaria en el marco de un pioceso gue se inicie ante la Jurisdic-
ción de Familia. Cabe anotar, que el nuevo CPP, regula la denominada'Suspensión
Preventiva de Derechos', que puede imponerel Juez de la lnvestigación Preparatoria,
previa solicitud del fiscal y, entre éstas, se encuentra prevista de forma específica en
el inc. a) del artfculo 298.1, la suspensión temporal del ejercicio de la patria potestad,
tutela o curatela, según el caso; Ver mas al respecto, Peñe C¡an¡nn Fn¡vne, A.R.;
Exégesis al nuevo Código Procesal Penal. ..... A nuestro parecer, entonces, no resulta
contravenido el principio de presunción de inocencia, tomando en cuenta la legitimi-
dad de las medidas de coerción y de las medidas limitativas de derecho, que toman
lugar en el Proceso penal, bajo la justificación axiológica del <interés social> en la
persecución del delito, que en el caso de los procedimientos ventilados en la Justicia
de Familia, sería el <interés superior del niño>.
TÍrwo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 76r
je privar a estas personas de los cargos, funciones, oficios y/o deberes ju-
"ídico-institucionales que desempeñaban al momento de cometer el delito,
lue precisamente fueron utilizados para facilitar la perpetración del injusto
;ípico. El artículo 36o del c.P. regula la pena limitativa de derecho conocida
:omo la lnhabilitación, que puede significar la incapacidad para el ejercicio
ce la patria potestad, tutela o curatela, como señala su inc. 5). sancÍón que
será impuesta cbnjuntamente con la pena princípal (pena), al momento de
:mitirse la sentencia de condena según lo establecido en los artículos 37o y
390166r (in fine), es decir, en la culminación del proceso penal y no antes.
t661 La inhabilitación se impondrá como pena accesoria cuando el hecho punible cometido
por el condenado consütuye abuso de autoridad, de cargo, profesíón, oficio, poder o
violación de un deber inherente a la función pública, comercio, industria, patria potes-
tad, tutela, curatela o actividad regula por la ley. Se extiende por ígual tiempo que la
principal.
Bajo la salvedad de que el condenado pueda interponer la acción de Revisión, a que
762 DeREcHo pENAL - P,qnrr sspecl.At-: Tovo I
5. TIPO SUBJETIVO
hace alusión el artículo 59o-A del CEP, que procede a los treinta y cinco años de pur-
gación de condena; previsión legal cuya materialidad es casi utópica.
1663 Las figuras preterintencionales son vestigios del Derecho Canónico, del famoso'yer-
sari in re rTllcifa" (responsabilidad objetiva por el resultado). Nosotros a lo largo de este
trabajo hemos rechazado rotundamente la construcción de esta figura por conside-
rarla contraria a los fines de una dogmática jurÍdico-penal moderna y al Principio de
Culpabilidad, que prevé que sólo son delitos y faltas las acciones y omisiones dolosas
o culposas penadas por la ley. (artfculo 11" del Código Penal). Nosotros somos de la
idea de recurrir en estos casos al concurso de delito en base a una lfnea doctrinal más
coherente y mayoritariamente compartida en la legislación comparada.
1664 Peñn C¡enen¡, Rrúr-: Derecho Penal. Parte General; p. 523.
1665 Citado por QutHreno OurvnRes; GR¡cr¡ M¡RrlN; op.cit; p. 40.
TÍruro IV: Del¡ros coNTRA LA LTBERTAD toJ
6. CONSUMACIÓN
MANUTENCIÓN DE LA PROLE
1. A MODO DE INTRODUCCIÓN
Este artículo ha sido objeto de dos sucesivas modificaciones normati-
vas. La primera de ellas, fue la modificación efectuada por la Ley N" 26770
del 15 de abrilde 1997, mediante elcualsólo operaba la eximente de pena a
la celebración de matrimonio,con la ofendida exclusivamente, el lo que con-
cierne al artículo 175" del código Penal (seducción). En efecto, eltipo legal
del artículo 178' primigenio, preservaba aún vestigios moralizantes que se
desprendían de cuño, de la ideología positivista y conservadora que impreg-
naba el código Penal de 1924; al considerar que el bien jurídico protegido en
este capítulo era la "el honor sexual de la víctima".
concretamente, la tutela penal se extiende a proteger la personalidad
moral de todos los miembros de la comunidad'166e. de hecho, tal como lo
hemos subrayado a lo largo de esta monografía, la tutela de la moral sexual,
suponía restringir el ámbito de protección de la norma de forma injusta e
arbitraria; pues eran las jerarquía's sociales que definían en base a determi-
nados parámetros, quien era portador de dicha consideración subjetiva. En-
tonces, q uienes desarrollaban determinados comportarnientos "socíalmente
negativos', quedaban fuera del r'{dio protector de la norma, eran sustraídos
de tutela penal, pues estas personas no eran portadores de "moral sexual".
Así, las personas dedicadas a lálprostitución, la mujer soltera que ya había
alcanzado una determinada experiencia sexual, la esposa con respecto a los
actos sexuales que cometa el marido sin su consentimiento, no eran sujetos
pasivos de algunas figuras delicti¡ras que se glosaban en dicha capitulación.
Dicho así: un Derecho penal anclado en concepciones éticas, morales y re-
/rgtiosas, termina por desnaturalizar el norte finalista de las normas penales,
esfo es, la protección preventiva de bienes jurídicos; así también termina
1668 Texto vigente conforme a la modificación establecida por el Artlculo 1' de la Ley N'
27115 del 17 de mayo de 1999.
1669 Peñe caanen¡, Reú1, Derecho Penal Peruano, parte Especial, Lima-perrj, 1964; p.
204. El Código Penal de 1924 comprendía en su artfculo 2Q4'lo siguiente: 'En los
mismos casos el delincuente quedará exento de pena, si se casara con la ofendida,
prestando ella su libre consentimiento, después, de restituida al poder de sus padres
o guardador o a otro lugar seguro".
Tirulo IV: Deuros coNTRA LA LIBERTAD 765
Luego, con dación la Ley N' 27115 del 17l0s/99 terminó por modificar
sustantivamente el artículo en análisis, en base a dos puntos controvertidos
y que son aún materia de discusión por la doctrina jurídico-penal: desde el
punto de vjsta procedímentaltodos los delitos comprendidos en este capítulo
pasan a ser perseguibles de oficio (acción penal públicar673) y; termina por
2. COMENTARIO:
r674 Citado por Cnno Conn; Bn¡uour-Ant¡s Tonaes/ Gmch Ce¡mz¡r¡o, Manual, P'E.' c¡t. En
n. 131; p.262: oP.cit.; P. 147'
768 DeRecso pENAL - Pnnre sspeclel: Tovo I
1679 Antes de la modificatoria producida por la Ley No 27115 del 17105/99 al artículo 178
del C.P. el agente podfa salir exento de pena, cuando se casaba ul@riormente con la
supuesta vlctima. Modificación saludable, a efectos de fortalecer la protección de este
bien jurfdico, y a fin de evitar posibles chantajes entre la pareja criminal'
1680 En España, en el año de 1989, se suprimió definitivamente la institución del perdón del
ofendido en los delitos sexuales. La posibilidad de que tenfa la vfctima de estos deli-
tos, pueda perdonar después al autor, deiando sin efecto la imposición de una pena o
suspendiendo el proceso, queda completamente abolida con la Reforma de 1989.
770 Dsnscso pENAL - Pnnre esprc¡nl: Tovo I
1683
1684
772 Denecuo pENAL - Pnnre Esprc¡el: Tovo I
2. Por otro lado, como bien anota Beatriz Merino se presumía equivoca-
damente que la violación había ocurrido mediante la figura del rapto, la
misma que quedaba configurada cuando señalaba que el matrimonio
deberá producirse luego que la víctima hubiera sido restituida a sus pa-
dres o tutores, a un lugar seguro1685. Esta previsíón devenía en incohe-
rente porque el rapto es una figura que ya no es catalogada como delito
en el actual Corpus punitívo. La legislación extra - penal refuerza esta
aseveración, elCódigo Civilde 1984 en su artículo 277" inciso 3, señala
que "el matrimonio realizado del raptor con la raptada es anulable".
1685 Be¡rRtz MeR¡¡to, Luceno, Matrimonio y Violación. "El debate det artículo 178' del Código
Penal Peruano"; Atena Editores, noviembre de 1997, Lima-Perú, p. g8.
Tirulo IV: Deuros coNTRA LA LIBERTAD 713
.16g6 Ver al respecto infra, Autoria y participación en los delitos sexuales: Delitos contra la
Libertad e ..., citi Ps. 105108.
774 DenEcgo pENAL - P¡Rre esppcral: Tovo I
1689 Mra Pu¡c, S.; Derecño penal, Pade General, cit., p. 117.
1690 Busros Rnufnrz, J.; Manual de Derecho Penal..., cit., p. 252.
1691 Cuyo tenor literal señala, señalaba en el artículo 3070 lo siguiente: "extinción de la
acción penal por matrimonio. Si cualquiera de los autores o partlcipes de los delitos
descritos en los capftulos anteriores contrajera matrimonio con el sujeto pasivo, se
' - extinguirá la acción penal para todos ellos".
1692 BnaReRe Doulrcuez, H., Dellos Sexua/es, cit., p. 194
1693 Así, Me¡¡zl¡¡r, al señalarque es justo y equitativo no tenerseparadas, con respecto al
Tirulo IV: Deuros coNTRA LA LTBERTAD 777
bien su libertad mellada solo podía ser reivindicada con los mecanismos que
se comprenden en la estructura del Derecho penal. En efecto, en cuantó
a
una debída tutela de la victima y, a fin de resguardar los fines preventivos
de
la pena, tanto en su dimensión de prevencíón general negativa como posi_
tiva, pues los efectos disuasorios de la pena se anulan, al-saber los auiores
potenciales que un obrar antijurídico de esta naturaleza era susceptibfe
de
no ser penalizado con un matrimonio subsiguiente y, de prevención general
positiva, en cuanto a la debilidad de la vigencia fáctíca de la norma, en
cuan_
to su nula aplicación en los casos concretos. De forma resumida, una causal
así concebida no se condice con los fundamentos de las causas supresoras
legales de punibilidad, al no identificarse un bíen digno de tutela qüe pueda
superponerse a los estrictamente punitivos, y esto es así, en la méd¡dá, qu"
su basamento es construido por una valoración estrictamente ética y nolr_
rídica.
procedimiento penal a dos personas entre las cuales se interponfa antes el delito, y
después se unen con uno de los vfnculos más sagrados; y es, además, prudente ayu-
dar, con la concesión de la impunidad, la más grande reparación que el'hombre pede
dar a la mujer que deshonre; Tratado de Derecho penal, cit., p. 5g.
1694 Cit., p. 124; Citada por Peñ¡ C¡onen¡, R.; Tntado de De¡echo Penat. Parte Especrb{ Vol. l.
778 Dsnecso pENAL - Penrr especr¡l: Tovo I
ventivos de la pena, en cuanto los fines que se desprenden de las normas ju-
rídico-penales; concretamente la protección preventiva de bienes jurídicos.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
No cabe duda que hablar sobre los delitos sexuales, es tomar una
temática muy sensíble para la población, en cuanto a los efectos que des-
encadenan la perpetración de estos ilícitos penales, pues se ataca de forma
violenta una esfera de especial relevancia para el ser humano: la "sexuali-
dad". A tal punto, que su registro en la estadística criminal es recogido de
forma exuberante por la prensa, tanto en su variante escrita como televisiva.
Los hechos más horrendos de la violencia sexual adornan los titulares de
los diarios, en razón de su efecto comunicativo hacia el colectivo; es que se
exploran los ámbitos más sórdidos del ser humano, y por otro, se produce el
mayorde los repudios, ante su innegable dramat¡smo. Máxime, estos efectos
son magnificados cuando la víctima del delito sexual es un niño, cuando la
prensa muestra hacia el público como un sujeto pudo yacer carnalmente a
una bebe de seis o nueve meses de nacida; de ahí surge precisamente la
demanda por una mayor criminalización; primero, por un deseo de vindicta
pública, de ejercer una retribución severa, de ejemplo en cuanto al resto de
1695 Texto incorporado por el artÍculo 2 de la Ley N' 26293 del 141Q2194
TÍrulo IV: Der¡ros coNTRA LA LTBERTAD
autor por tendencia o que está imbricado en una organizacíón -la necesidad
de la reacción frente al peligro que emana de su conducta reiteradamente
contraria a la norma pasa a un primer plano- y ftnaliza en el terrorista, do-
minando así a quien rechaza por principio la legitimidad del ordenamiento
jurídico y por ello persigue la destrucción de ese ordenroeT; por tanto, al no
prestar una seguridad cognitiva sufigiente, ya no puede ser tratado como
persona, él cual debe privársele de fas garantías del Estado de Derecho.
Por lo tanto, el Derecho penal conoce dos polos o tendencias en sus regu-
laciones; ?punta Jakobs. Por un lado, el trato con el ciudadano, en el que
se espera hasta que éste exterioriza su hecho para reaccionar, con elfin de
confirmar la estructura normativa de la sociedad, y por otro, el trato con el
enemigo, que es interceptado muy pronto en el estadio previo y al que se le
combate por su peligrosidadr6ss.
I
.Por lo expuesto, se entremezclan conceptos y elementos propios del
positivismo con el funcionalismo normativo-sistémico, ambas pgsiciones con
sus propios matices y particularidades; sin embargo, síendo los'medios y las
justificaciones distintos, ambos apuntan a lo mismo: la mayor seguridad de
la sociedad, a menor libertad del sujeto infractor. De tal modo, que a fin de
ejercer una mayor seguridad cognitiva, no se pueden introducirmecanismos
que no asientan en los valores justificadores de la intervención punitiva, el
penado no puede ser utilizado como un ensayo de pruebas, no se le puede
someter a un tratamiento en contra de su voluntad, pues ello niega el autono-
mía íntersubjetiva de la persona y el respeto a su dignidadrGse. No se pueden
esconder bajo falsos disfraces, la real intención, de someter al penado a
condiciones, que trascienden el marco de la pena. Empero, los sujetos que
cometen estos crímenes tan atroces, deben ser alcanzados por una reac-
ción punitiva grave, de acuerdo al grado de afectacíón del bien jurídico y el
reproche de imputación individual, pero sin hacer rajatabla con el resto de
principios que sostienen el ámbito legitimador del Derecho penal.
1697 Jnxoos, G.; Derecho penat del ciudadano y Derecho penal del enemigo, cit.' p. 36'
1698 Jrxoes, G.; Derecho'penal del ciudadano y Derecho penal del enemigo, al., ps. 37-38'
1699 Artfculos I y V del CEP; arttculo 1o de la CPE.
'782 Denecso pENAL - PnRrs Esp¡cl¡l: Tovo I
putables y, por en ende, se les debe imponer una medida de seguridad pro-
porcional a la gravedad del hecho cometido y a la peligrosidad criminal del
sujeto. Se supone que el examen médico - psiqu?átricó deOe de realizarse
antes de la condena para determinar la irnputabilidad del procesado, no como
erróneamente lo regula, el articulado que lo aplica después de la condena.
Luego, el sometimiento al tratamiento terapéutico dependerá de un
examen médico psicológico que determinará sies viable o no su aplicación.
Es lógico que el condenado siempre estará predispuestg a ser sometido al
tratamiento terapéutico, por lo que dicho presupuesto es cond¡tio sine qua-
non paru que se puedan obtener ciertos beneficios penitenciarios, tal como
la semilibertad, liberación condicional, redención de la pena por el trabajo y
la educación, el derecho de gracia, del indulto y la conmutación de la pena.
lnclusive, tal cor¡o lo prevé el segundo párrafo delartículo 178"-A, será nece-
sario también elexamen médico y psicológico para los casos de suspensión
de la ejecucíón de la pena y reserva del fallo condenatorio. El tratamiento
terapéutico será considerado, por ende, como una regla de conductal7oo. Es
obvio que tal tratamiento resocializante no será viable en penas tan drásticas
(cadena perpetua), como las que se establecen en los artículos: 173',173"-A
y en los casos de las circunstancias agravantes por el resultado (muerte,
lesión grave o cuando el agente procedió con crueldad.
En las legislaciones penales europeas, como la española, no existen
medidas específicas de tratamiento mas allá de las propias del tratamiento
penitenciario; en concreto, no existen medidas detratamiento obligatorio pa13
ia fase de la libertad condicional ni tampoco para el momento posterior al li-
cenciamiento definitivo del penado1701. Tánto en Europa como en los Estados
Unidos de Norteamérica se manifiesta un retorno de la inocuización, como
reacción jurídico-penal frente a los delincuentes sexuales violentos. Dichas
legislaciones establecen medidas asegurativas o inocuizadoras con penas
de duración indeterminada -para conseguir una radical reducción del número
de estos hechos delictivos y con ello benéficíos al menor coste social-. En
esta medida, se asume una polftica criminal defensora de la sociedad, co-
locando sus intereses por enc¡ma de las del penado, pues la seguridad del
colectivo se superpone a la líbertad individualdelpenado, mientras más dure
la privación de libertad, mayorfortalezaobtendrá la seguridad ciudadana. La
reálidad.se ha encargado de demostrar lo contrario, pues la orientación puni-
tivista no ha podido poner freno a una criminalidad en realidad incesante'
1700 .Las reglas de conducta tienen que ver esencialmente con aquellás disposiciones que
coadyuvan a la rehabilitación social del penado, para procurar que el autor no cometa
delitos en el futuro, este debe ser el objetivo esencial. Pero, ser sometido a un tra-
tamiento terapéutico en contra de su voluntad, puede atentar-contra la dignidad del
" procesado, de acuerdo lo previsto en los artÍculos 58o y 640 del C.P.
1701 Jesús Marla S¡lv¡ SAHcnez; Estudlos de Derecho Penal; Biblioteca de autores extran-
jeros 5; Editorial Grijley, Lima-Penl, setiembre del2000, p-241.
784 DEnecxo pENAL - P¡nre especlnl: Tovo I
1702 De otro lado, como se puede hablar de "resocialización", cuando es la misma sociedad
la que produce la delincuencia. Las posturas sociológicas de la criminalidad, definida
por Durkheim, hacían hincapié sobre la corresponsabilidad de la sociedad en el de-
lito, por lo tanto, de que sirve que el reo se resocialice, cuando va a reincorporarse
a esa sociedad cuyos gérmenes importan la generación de conflictos sociales gue
desencadenan en comportamientos socialmente negativos; Asf, Baratta, al sostener
que "(...) la verdadera reeducación debería comenzar por la sociedad antes que porel
condenado"; Criminología Critíca y Critica al Derecha penal, cit., p. 197.
1703 Este margen temporal es más estricto en los casos del artículo 46' (Redención de la
pena: artÍculos 129', 173", 173'-A, 200. -segunda parte-, 325-932 y 346), la semili-
bertad se concede cuando se ha cumplido con las dos terceras partes de la pena. Así,
también en el caso de delitos graves contra la "Administración Pública" (Ley No 27770
del 21106102), a más referencia sobre este dispositivo legal, que produjo toda una
discusión acerca de su pretendida aplicación retroactiva, ver mi artículo'La aplicación
retroactiva de las leyes de ejecución penal (un análisis critico a las resoluciones judi-
ciales y del Tribunal Constitucional, una defensa al principio de legalidad)". En: Revista
Tirulo IV: Delnos coNTRA LA LTBERTAD
785
Jurfdica del Perú. Año LIV No 58, setiembre-octubre 2004. Normas Legales, cit., ps.
229-246.
1704 Citado por Swe SAxc¡ez; op.cit.; p. 246.
786 Drnpcrio pENAL - PnRtg sspechr.: Tovo I
Art. l2lo-8.- El rye cantsa n otro dañ.0 graae en el cucrpo o ¿n ln sol*d' ptr riolencia
famitiar scrd rErimidn con pena prbatipo de übertad tn m¿run de ciTtco ni rym de
-
d.iez oños y suspinsitín d.e ln patio potatad según eI littral e) del artículo 750 d¿l Cód'igo
de los Niños l Adnlesc¿ntes.
Cuando lawctimo rlntere o nnsecu¿ncia de la lesión y cl agente pudn prcver erta rewl-
tadn, la pena será no m,¿wr d¿ seis ni mayar dt quincc 4ñ0s!
Lrt. 12204.- nEn el caso prnisto en l.a primna ?dtv d"el anícah 122o, caando Io
tíctina tea flrennr de catmce años y el ngertte sea el tutur, gua'rdador o tesponsablc de
aquel, ti pinn snd privaüva d.e libmad, no llttnor de, trts nj nwyor de seis otios, remo-
tU" ¿¿ íargo scgúi alnumeral2 del arthula 554o d¿t Código Cipil e inhabiJita¿Mn a
que se refere el artículn 36' inciso 5.
-Cuandi
torítüma muere a nnsecu¿ncia de Io lesitín y cl agente pudo Prner aste resr¿.l'
1. GENERALIDADES
Vid., más al respecto mi obra "Delitos contra la Libertad e lntangibilidad Sexua/". IDEM-
SA, Lima, 2007, cit., ps. 98-102.
Ver al respecto, Sw¡ SÁr'rcxez, J.M; Aproximación al Derecho Penal Contemporáneo,
cit., ps. 300-303.
A¡¡exo 786-C
Por¡¡Ho N¡v¡RRrre, M-; La legitimaciÓn del Derecho penal en las Sociedades moder-
nas..., cit., p. 117.
786-D DenecHo pENAL - P¡,Rre especrel: Tovo I
sólo un límite formal al poder punitivo del Estado, sino también uno material
que dimana del proceso de diferenciación del derecho moderno, a lo largo del
cual éste se independiza de las concepciones morales y religiosas y se ciñe a
castigar las perturbaciones más graves de la vida en socíedadi. Lo señalado
por el penalista español, apunta a que la intervención del Derecho penal se su-
jete a los principios de subsidiariedad y de ultima rafio. según una concepción
"restrictiva', recurrir al instrumento penal resulta injustificado o superfluo cuan-
do la salvaguardia del bien de que se trate puede obtenerse con sanciones de
naturaleza extrapenal, afirma Giovanni Fiandaca. En efecto, en caso de que los
instrumentos de tutela potencialmente aplicables tengan una misma eficacia,
el legislador deberá optar por el que menos restrinja los derechos del individuo
(iure et civiliter utendum)s.
La violencia institucionalizada, que significa el <Derecho penal> debe ser
empleada de forma racional, conforme los dictados de un Estado de Derecho,
de evitar que el aparato punitivb en vez de tutelar la libertad de los ciudadanos,
se convierta en un arma represor de dichas libertades fundamentales. una le-
galidad arbitraria, que sancionase conductas inocuas o amenazara con castigos
gravfsimos conductas apenas dañinas no respondería a las exigencias de racio-
nalidad dimanantes del principio de legalidado.
El Derecho penal debe realizar su función normativa, conforme el puente
que tiende la política criminal con el saber de la criminologfa, es decir, los datos
que recoge dicha ciencia empfrica, le permite al legislador realizar una revisión
de lege ferenda, que se desdobla en dos planos: tanto en una dimensión pena-
lizadora como despenalizadora. En la primera de ellag, el análisis deberá some-
terlo conforme a variables, que con un trasfondo material, permitan decidir que
la conducta es merecedora de una pena, según la perspectiva de <dañosidad
social> y, de que el resto de parcelas del ordenamiento jurídico se muestran in-
suficientes para poder controlar la conflictividad sociál producida por la conduc-
ta. De ahf que la exigencia -sobre la cual concuerda toda la doctrina actual- de
que el legislador se sirva en lo posible del aporte cpgnoscitivo ofrecido por el
saber socio-criminológico7.
Por lo expuesto, habremos de decir, que la Violencia Familia¡ es un fe-
nómeno social que cada vez se expande más en las familias peruanas, pero
vayamos a ver si las conductas que son constitutivas de dicha figura, merecen
ser elevadas a la categorla de <<delito> o, si las personas que forman parte del
Vves AHróx, T.S.; Principio de legalidad, interpretación de ta tey y dogmática penal. En:
Estudios de filosofía de derecho penal. Dtez y GARctA couueoo, M./ G¡ncle A¡¡aoo, J.A.,
Universidad Externado de Colombia, cit., p. 298.
5 GrovRNNr Fret.tonc¡, E.M.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 57.
6 VvEs Ar.¡rór, T.s.; Principio de legalidad, interpretación de ta ley y dogmálica pena!, cit.,
p. 298.
G¡oveu¡rr Fr¡Ho¡c¡, E.M.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 56
ANexo 786-E
Sobre el bien jurídico tutelado y las modalidades comisivas, remítase al primer Tomo,
ps. 222 y ss.
Ver al respecto, Tomo I, cit., ps. 254-256.
A¡¡sxo 786-G
11 Será removido de la tutela: 1.-El que incurra en alguno de los impedimentos del artículo
515" (impedimento para ejercer tutorfa), si no renuncia al cargo y,2.-El que cause per-
juicio al menor en su persona o intereses.
786-H Den¡cr¡o pENAL - PrRre sspecl¡l: Tovo I
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