Marco teórico

Escritura y disgrafia

La escritura es una forma básica de comunicación. Los niños sienten desde muy
temprana edad la necesidad de la escritura como medio de expresión (Brueckner y Bond
1986). Esta es una habilidad de tipo motor que va progresando poco a poco a medida que el
niño va avanzando en su vida escolar.

Este es un proceso escalonado que pasa por diferentes etapas bien diferenciadas que
van desde el garabateo hasta llegar a la letra que puede ser cursiva o script.

Igualmente “la escritura sería una forma de manifestación lingüística,

específicamente humana que supone una comunicación simbólica por medio de un código
diferenciado según las culturas” (Portellano 1985).

Según Portellano la escritura se manifiesta de tres formas:

- Copia: es el primer paso de aprendizaje a que el niño tiene acceso, en

esta etapa el niño debe tener destreza grafomotriz y perceptiva, además de retentiva
visual.
- Dictado: es más difícil que la copia puesto que debe tener una
correcta retención auditiva y tener clara la relación fonema-grafema.
- Escritura espontánea: es el proceso o etapa más difícil de las tres. En
esta etapa el niño debe tener un buen lenguaje interior.

La escritura es una suma de la praxia y del lenguaje y solo se puede realizar a partir
de determinado grado de organización motriz (Ajuriaguerra 1980).

Entonces en el estudio de la escritura se debe tener en cuenta elementos motores

como: fuerza, coordinación y organización de los movimientos, rapidez, organización,
espacio ritmo y forma de movimientos.

El aprendizaje de la escritura se debe empezar aproximadamente a partir de los 6

años y para su acceso el niño debería poseer madurez suficiente en los ámbitos intelectual,
lingüístico, motor y práxico, por lo que la alteración en alguno de estos campos puede
inducir a la alteración en la escritura.
 Del mismo modo Portellano (1985) considera los 6 años la edad clave para iniciar la
enseñanza de la escritura, pues si existe un desarrollo normal, se dan las condiciones
suficientes para el aprendizaje de esta:

- Desarrollo suficiente de la inteligencia: un niño con déficit cognitivo no logrará un

grado óptimo en el aprendizaje de la escritura.
- Desarrollo adecuado del lenguaje: a los 6 años si el niño tiene dificultades de
comprensión y de expresión del lenguaje el aprendizaje será deficiente.
- Desarrollo socioafectivo adecuado: cuando el niño no tiene un proceso
socioafectivo adecuado, el aprendizaje de la escritura se le dificultará al igual que su
rendimiento académico.
- Desarrollo sensoriomotriz favorable: para que el aprendizaje de la escritura sea
adecuado se debe tener en cuenta los siguientes factores: una lateralidad definida,
no existir trastornos neurológicos graves, una adecuada integración visual y
auditiva, correcta habilidad motriz para el soporte del lápiz, coordinación manual y
un adecuado desarrollo de la organización y estructuración espacio personal.