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El derecho de trabajo constituye un derecho y deber inherente delindividuo, irrenunciable y de

carácter constitucional. Nuestra cartamagna desarrolla este derecho, establecido en la Declaración


Universalde los Derechos Humanos, en su contenido normativo; compuesto por elprincipio de
Estado Social, donde el Estado se encuentra en la obligaciónde proporcionar las herramientas e
instrumentos necesarios para eldesarrollo integral del individuo en sociedad, garantizando los
derechoslaborales, familiares, culturales entre otros.Los derechos Laboralesestán determinados,
en principio, en el artículo 87 de nuestra cartafundamental.Ahora bien, cabe destacar que el
derecho al trabajo no seencuentra, de ningún modo, limitado; por el contrario, la
ConstituciónNacional, las leyes orgánicas, reglamentos y tratados desarrollanprofundamente éste
derecho en sus cuerpos normativos; adaptándoseindudablemente a las necesidades de los
ciudadanos en la actualidad.Es por ello que, en la materia que nos atañe, nos referiremos
aldesarrollo de este derecho, basándonos específicamente a la Libertadsindical, Protección al
derecho de sindicalización y la negociacióncolectiva, como principios y garantías fundamentales en
el ejercicio delderecho laboral.La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,manifiesta
en su artículo 95, el derecho a sindicalización por parte de lostrabajadores y empleadores, sin
limitación o discriminación sobrequiénes están facultados para ejercer tal derecho, mas allá de lo
queestablezca la ley. Así mismo, el artículo 400 de nuestra legislaciónlaboral sustantiva (Ley
Orgánica del Trabajo) desarrolla lo dispuesto enla Constitución, ratificando el derecho de los
trabajadores a constituirselibremente en sindicatos.

A partir de ésta premisa, podemos apuntar que todos lostrabajadores y empleadores tienen el
derecho de constituir lasorganizaciones que estimen convenientes y de afiliarse a ellas, conobjeto
de promover y defender sus respectivos intereses y de celebrarnegociaciones colectivas con la
otra parte, libremente y sin injerencia deunas con respecto a otras, sin intromisión por parte del
Estado.La libertad sindical y la libertad de asociación son un derechohumano fundamental que,
junto con el derecho de negociacióncolectiva, representa un valor medular de la OIT
(OrganizaciónInternacional del Trabajo). Por tanto, los derechos de sindicación y denegociación
colectiva son habilitantes y permiten promover lademocracia, una buena gobernanza del mercado
del trabajo y unascondiciones laborales decorosas, propias de un verdadero Estado deDerecho,
que protege los derechos sociales de los ciudadanos, mediantela creación de un entorno propicio
de aplicabilidad de éstas normativas.Los principales presupuestos de un entorno propicio y
habilitantepara la libertad sindical y de asociación y la negociación colectiva son laexistencia de un
marco legislativo que brinde la protección y lasgarantías necesarias; de instituciones que faciliten
la negociacióncolectiva y traten los conflictos eventuales; de una administración deltrabajo que
sea eficaz, y de organizaciones de trabajadores y deempleadores eficientes. Los gobiernos
desempeñan un papelprovidencial en la generación de este entorno.En el ejercicio de sus
funciones legislativas, ejecutivas,administrativas y funcionales, el Estado debe crear ese entorno
propicioantes mencionado; y no sólo a través de la creación de cuerposnormativos nacionales que
ratifiquen esos derechos, si no también lanecesidad de expandir esas garantías a ámbitos
internacionales, paraasí ratificar la protección de dichos derechos no sólo ante losciudadanos, si
no también ante la comunidad internacional.

En materia laboral, el órgano internacional de mayortrascendencia en campo laboral, es la


anteriormente mencionadaOrganización Internacional del Trabajo; que, a través de los convenios
ytratados internacionales, insta a los estados pertenecientes a laComunidad Internacional (C.I), a
suscribirse y de tal forma fortalecer yvigorizar la democracia.El estado Venezolano, como parte de
la C.I, se ha suscrito ainnumerables convenios y tratados que vitalizan los derechos
inherentescontemplados en nuestra carta fundamental. Podemos observar pues,que la O.IT, en el
año 1.948 establece Convenio 87, relacionado con laLibertad sindical y la Protección del Derecho
de Sindicalización; y en elaño 1.949 se adoptó el convenio 98 correspondiente al Derecho
deSindicación y Negociación colectiva, a los cuales Venezuela se suscribióposteriormente, cabe
destacar que son los dos únicos convenios, enmateria de libertad sindical y derecho de
sindicalización, a los cualesVenezuela se ha acogido.

Convenio 87 O.I.T

El convenio 87 establece diversos principios en materia deLibertad sindical, considerando las


necesidades de la época en materialaboral, aunado a la inexistencia en tal fecha de garantías
laborales quefuesen acogida tanto por los trabajadores y empleadores.Presenta pues una
innovación en materia sindical en la sociedadVenezolana, estableciendo algunos principios y
garantías que,indudablemente, benefician a los sujetos de la relación laboral.Reconoce el Derecho
de Sindicación de los trabajadores yempleadores, sin ningún tipo de distinción; tanto públicos
comoprivados, sin limitaciones de sueldo, cargos laborales etc; sin lanecesidad de autorización
pública o por parte de los organismosgubernamentales, reafirmando el Derecho de huelga, a libre
elecciónpor parte de los trabajadores empleadores, a suscribirse a los sindicatosque crean
convenientes, así como también la libertad de crear leyes y

reglamentos sin necesidad de la aprobación de autoridades públicas,que obviamente no vayan en


contra de el orden público, y no violentenlas disposiciones legales sobre la forma, objeto y medios
paraconstituirse en sindicato.Cabe destacar que Venezuela está suscrita a dicho
convenio,resultando un tanto irónico las contravenciones al marco legal existenteen materia de
sindicalización, puesto que no sólo ratifica éste convenio,sino también los desarrolla tanto en la
constitución como en la L.O.T.Se dice que existe contravención por cuanto y tanto, en la
realidadmaterial, dejando a un lado por un momento el aspecto legal, se violantales disposiciones,
sin miramientos de la legalidad y legitimidad detales acciones. Podemos ver, a simple vista, lo que
sucede con lossindicatos en algunas instituciones públicas; cuya proceso de creaciónresulta
tedioso, con innumerables obstáculos y trabas. Cuando se lograla creación se puede observar
también, lo utópico que resulta laprotección de los principios y garantías establecidos en los
convenios ylas leyes, ante lo que realmente sucede. Sumándose como agravante lacoacción
existente en materia de huelga, que como pudimos observar esun derecho consagrado en el
convenio como por nuestra cartafundamental en su artículo 97, siendo ultrajada en su totalidad
enmateria sindical y de huelga.Es entonces responsabilidad absoluta del Estado tal
irregularidadlegal, alejándose del deber ser, yendo en contraposición a lo dispuestopor nuestra
carta fundamental, e indudablemente perdiendo credibilidadsobre la imparcialidad y pulcritud de
las decisiones tomadas.

Convenio 98 O.I.T

El convenio 98, también suscrito y ratificado por la República, estárelacionado con el Derecho de
Sindicación y negociación colectiva.

Elprincipio establecido en este convenio consiste en la protección de lostrabajadores en ejercicio


del derecho de sindicación y la protección contra acto

ORGANIZACIÓNESSINDICALES EN

de injerencia contra dichas organizaciones (léase sindicatos) y el fomento de lanegociación


colectiva.El convenio, en su articulado, regula el derecho de los trabajadores agozar de la
adecuada y pertinente protección, por parte del estado, contra todoacto de discriminación
tendiente a menoscabar la libertad sindical. Protege elrechazo de su contratación por causa de su
afiliación sindical, o el despido porsu participación en actividades sindicales.Resulta pues, bastante
sardónico la realidad vivida en materia sindicalen nuestro país. El desacato indiscutible que existe
ante tales disposicioneslegales, que concordancia con el artículo 96 y 401 de la Constitución de
laRepública, y la Ley Orgánica del Trabajo, respectivamente.Por otra parte, según el convenio
antes mencionado, se deben crearorganismos nacionales, o sea, autoridades gubernamentales
para garantizar elderecho de sindicación de los trabajadores. Asimismo, el gobierno
debegarantizar y proteger la negociación y los contratos colectivos de dichasorganizaciones o
sindicatos.En Venezuela, desde 1936, ha tenido un Organismo Nacional encargadode velar y
proteger los derechos de los trabajadores, llamado Confederación de Trabajadores de Venezuela
(C.T.V). En el 2003, por otra parte, y fundamentadoen el ámbito político lleno de discordia que
vive el país, se creó la UniónNacional de Trabajadores, que en principio cumplirá las mismas
funciones de laC.T.V, sin tener una poder mayor sobre la otra, como se observa en el
gráficosiguiente

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