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Respuesta de Politica Obrera al PST Supleme de POL Con fecha 19 de mayo de 1974, el Comité Ejecutivo Nacional de Politica Obrera envi6 una carta al PST con el propésito de abrir la discusion en torno a una cuestién central: el Frente Popular, Para PO, el ingreso del. PST al bloque de los 8 significa su apoyo a un frente de colaboracion de clases y por lo tanto un ataque a la independencia politica del proletariado, Y sefialamos que “un esclarecimiento cabal de las divergencias sobre el frente popular, por lo tanto, entendemos que debe abarcar todas las cuestiones de principio que hacen a la construccién efectiva de una IV Internacional... Para ordenar dicho debate pusimos un temario de discusion. EI 15de junio, el CE del PST contest nuestra propuesta, lo que dié lugar @ una segunda carta nuestra con fecha 29 de junio. Por entender que este in- tercambio de cartas es de conocimiento de las bases del PST y PO nos eximimos de publicarlas. Con fecha 6 de septiembre, el PST respondié a nuestra carta del 29 de junio. Esta respuesta del PST encabeza el presente folleto. La respuesta de POLITICA OBRERA se publica a continuacion, i Corta abierta 0 los componeros de Politica Obrera ‘Ante todo queremos disculpamnos por la demora en responder a la diltima ropuesta que nos hacen y aclararles que dicha demora respondié a razones ‘objetivas. Una de ellas fue el ataque piblico de que fuimos objeto por parte de la mayoria del Secretariado Unificado de la IV Internacional en torno al mismo problema planteado por ustedes, nuestra supuesta participacion en el bloque frentepopulista de los 8. Postergamos esta carta hasta tanto fuera pu- blicada nuestra respuesta al S.U., que contribuird, sin duda, a aclarar el pano: rama. Otro motivo fueron los acontecimientos politicos qué se produjeron en el pais poco después de recibida vuestra carta ~la muerte de Per6n, la mult: partidaria, ete.— frente a los cuales hemos asumido posiciones que deben ser Yomadas en cuenta en todo debate entre nosotros, Esperamas a conocer cul ‘era lacaracterizacién de PO sobre ells antes de seguir adelante con esta propo- sicin. Aclarado esto vayamos ahora a wuestro documento del 296-74, Una respuesta poco soriay al servicio de la maniobra Todo vuestro documento esté al servicio de las maniobras de la direcci6n. y adolece de una total falta de seridad. ‘La maniobra empieza cuando s@ nos trata de demostrar que el anterior documento planteaba la discusion alrededor del Frente Popular y no de otro tema. Para demostrarlo se nos explica que todas las cuestiones tebrico hist ricas planteadas en él estén relacionadas con el Frente Popular. Vaya descu: brimiento! Desde que Hegel formulé la categoria de totalidad todo el mundo sabe que todo est relacionaco con todo, Pero eso no quiere decir que lo con tereto haya deseparecido, y lo concreto para los revolucionarios —1o repetimos por milésime vez— es la politica de una organizacién en un momento dado. Para ilustrar lo que decimos en una forma accesible veamos un ejemplo. Si dis ccutimos sobre el Frente Popular en la Argentina, hay en dia, o sobre los que se estan dando o se han dado en el pasado reciente en otros paises, y si encara- mos esta discusin desde el punto de vista de la politica principista que se die 3 ‘on los dversos partidos trotskstas frente a ellos, estamos debatiendo un pro- blema conereto, actual, para el trotskismo. Si por el contraio, discutimos so- bre las divsiones y reunificaciones dela IV Internacional en el pasado, 0 sobre las diversas interpretaciones,teorias 0 andlsi sobre el Frente Popular, o sobre los matices técticos de la politica trotskista, hacemos una discusin que no es politics, ni actual, ni principistaes decir una discusion abstract, La eleccién de uno u otro criterio para discutir no es casual. Si hacemos una discusién conerets, politica, actual yprinciista,y nos ponemos de acuer- do, avanzamos hacia la unificacion del trotskismo, Si hacemos una discusién teérica ohistérica o ultra téctica, no avanzamos hacia la unificaciGn cualquiera sea su resultado, por que de ellano puede surgir un acuerdo principisa para la sctividad en et presente, Ademés, los puntos histércos, teéricos o de matices ‘cticossblo agregan més y més puntos de divergencias, mientras las cvestiones coneretas y de principiosresuelven la situacion enseguida: estamos de acuerdo 'Y nos unimos o\no estamos y no nos unimes. Tales son los dos criterios que se han planteado: el nuestro y el de la reccién de PO. El primero sirve para unificar al trotskismo; el segundo objet- vamente, para profundizar nuestas divergncias. En el documento anterior, la direccién de PO puso sobre el tepete a mayor canted posible de temas de rupture. Nosotros denunciamos eso como una maniobra y ahora so retiran to- dos os temas, sin ninguna autoer{tica por haberios planteedo y luego se nos ‘explica que todos ellos estan relacionados con el Frente Popular y fue correcto proponerios para la discusi6n. 2€n qué quedamos? Si habfa que discutir sobre todas esas cuestiones :Por qu ia retiran? Sino era necesaro hacerlo Por qué las plantearon? no es legitimo que tengamos dudas sobre a sinceried de la direcci6n de PO cuando dice alentar la unificacién def otskitmno? BDIC Unidad Populse Chilons Todo el largo capttulo sobre el proceso chileno presente la misma falta fe seriedad y método pélemico estudiantil, Esto se puede medir en cifras. De las citas de materiales nuestros que se toman, s6lo una frase de un renglén y medio pertenece a nuestro érgano publico y oficial partidario “Avanzada So- cialista”, El resto corresponde a articulos firmados de “Revista de América” y del libro “La Tragedia Chilena”. Este s6lo hecho serviria para deseutorizer to- da Ia argumentacién de PO, dado que discute en bese a documentos.que no son posiciones oficiales del PST. No haremos eje en esta cuestién puesto que defendemos, atin cuando podemos sefalar algunas impresiciones, las posicio- ‘es generale vertidas en los artculos citados. Pero queda plantesda una nueva dda. Si nuestra politica fue de apoyo (crtico 0 de cualquier otro tipo) al go- bierno de Allende, eso debe haberse expresado con claridad en le ebundante por a eonstracein dl partido trotekits nk Loop soonereaare hos obtervaclones que realizar puntos tue precisa por porte de los crass de PO, y estamos abiertoe a todo tio Ge planteo ave ayuden @ const paride, proponemos que se reais de n- Imelato una revion de ls maxnas directions de as 2 oranasciones pas Considerar esta propuesta, Slo: camarades deta dieccion de PO entenden tue adn quedan problemas de princpios que nos separa, consideran impo Stl e exito de est proyecto, prononemos que we levante de corn acuerdo tlintrcambio de documentos, due hagamos un compromiso mutuo de man tener rlaiones leas fraternales hasta tanto el desarrollo eo lucha deca tes nos vayo aproximando, como eaperamos als porbildad de conerstar el arti Gnico del trotekimo argentino, CON SALUDOS TROTSKISTAS DEL COMITE EJECUTIVO PARTIDO SOCIALISTA DE LOS TRABAJADORES, Septiembre 6 de 1974 Z Respuesta de Politica Obrera al PST 8 de noviembre de 1974. I Lo importoncia del debote entre el PST y PO Es un hecho comprobado que el inicio de la discustén polf= entre nuestros organizaciones ba despertodo una considerable ex- pectativaentre losmilitantes que se reclaman del trotskismo y, también, entre muchos ectivistes que se van acercando al combate por la inde~ pendencia politica del proletariado, es: decir por la construccisn del partido obrero en Argentina. Y es razonable que ast tea: quién puede dudar del poderoso avance que significarfa la constitucién de un Gnico partido de la IV Internacional para la lucha por la liquidactén del go- bierno peronista y el Estado burgués. Es indudable que la sola fusién no resolverfa el conjunto de fos problemas de la construcctén de una direc ién de masas, torea Tntimamente ligada al proceso de desperonizacién de la clase obrera, Pero estamos absolutamente convencidos de que el logrode un portide cvartelnternacionelista Gnico serfa el factor més im= pottante para contribuir @ resolver el problema histérice decisive de la crisis de direccién del proletariedo. nidad de principios la discusion es fundamental El problema que se plantes es: para arribar @ ese objetivo, basta sélo con la intencién, 0 es una condieién imprescindible que la 2 BDIC ‘etodologia de la unidad de los trotskistas sea juste? Dicho de otra max nera: une unidad sin prineipios no. serfa el peor dato que podrTamos o- casionar a la cause de la construccién de una seccién Gnica de la IV Internacional, ya que con ello habriamos lanzado Ia semilla de futuras discordios, eicisiones, quebrantomientos y desmoralizacién? Obsérvete bien que, con una metodologia incorrecta, el camino de le unided po~ drfa. transformarte en la peor de la divisiones. Nunca seré suficiente, tentonces, el cuidado que pongamos en una profunda clarificacién polf- fica ~dnico comino para la fusién organizativa, No seremot nosotros lot que, por une euforia de unidad, vayomos @ elegir el camino de lo com rrupcién de los principios y, par lo tanto, de la peor divisién. Ahora bien: qué es lo que coracteriza a vuestra Gltima cor to, en la que ~padrén de afiliados en maro~ nos proponen los detalles ‘écnicos y numéricas de una fusién? Una cuidadosa preccupacién por delimitar les cuestianes de principio de la unidad? Un esfuerzo por r= genizar la discusién del modo més fraternal, orgénico, mientras. octuo~ mos enconsn en los distintos frentes en que estamos de acuerdo? Cree mos, gervinamente, que no. La metadologta de cortar la discusién con el pretexto de una fusién no es una metodologia de unided, sino de pre poracién de escisiones. = Esta conelusién no esté en nado atenvada por los axpectos cisladamente positives y correctos de westra propuesta, Ustedes dicen (669.13)"si. logramos 0) un acuerdo programético, b) una posicién prin ta comGnen relacién 6 les alianzat de colaboractén de closes, in= clutdo el frente popular, hemos sentado lat bores para la existencia de tungran partido chico del trotskismo argentino". Estamos de acuerdo con esto? Pues claro que sf. El interrogonte es: cémo podemos arribar al "o~ cuetdorogramético" y @ le "posicién princi pista sin une previa discu- in? No se desprende de vuestra propuesta que lo que correspondences lanzar un ultimatum de fusién, sino orgonizor la dlscusién y el trabajo en un frente comin? Lineas més abajo de lo recién cttado ustedes nos proponen una"decleracién comin" sobre el frente popular. Se supone quo con e= No pretenden darle una base principista a’ vuestra propuesta de fusién. Nosotros les preguntamos: no es suficfente clare el programa de transi ci6n sobre este punto del frente popular, para que tengamos que poner nos de acuerdo en una declaracién especial? Desde 1988 esié escrito lo iguiente: "Bajo el signo de la Revolucién de Octubre, 1a politica con- cilfadora de los frentes populares’ condena « le clase obrera« le impo tenciay abre el camino al fescismo. Lor'Frentes Populares’ de una par= te, el fascism de la otra, son los Gltimor ecurtospolfticos del imperio~ 22. 4) coneiponde sia ps. 1 5 ere ole \ Timo en la lucha contra la revoluctén proletaria". El planteo del pro™ grama de transicién es, para nosotros suficiente; es un hecho, sin em= argo, que muchos que se reclaman del trotskismo han capitulado onte los frentes populares. El problema no es secar una nueva declaracién, scutir y ver si entendemos de la misma manera el programa de ion. Ustedes mismos debieran coincidir con nosotros respecto al carécter conciliador de esta "declaracién", en relacién a las divergen- clasque nosseparansobre el F.P.: no dicen ustedes en la pégina 5! "no- sotros aceptamosque la definicién trotskista de los frentes populares ad~ nes" ?Puede ser que el PSTaceote la variedad 10 del programa de transicién, pero no PO. Esto explicarta por qué -criticondoambos al Frente Pepular- no estamos de acuerdo con la coracterizacién y con la politica conereta de ustedes frente o la UP chllena ~svpertencha ndametel dal mavTnlatto orerelatinoamerica- rente al Frente Amplio uruguoyo, ni frente al bloque delos 9 en ‘Argentina. Vuestra propuesta de fusién es una construccién artificial {que amenoza. derrumbar los serios esfuerzos para lograr la unidad del trotskismo argentino en el cuadro de una IV Internacional fiel « su pro- grama de fundactén. Compafieros dirigentes y militantes del PST, en todo esto hay, sin emborgo, una cuestién que: nos !loma poderosamente la aten= cfén. En 1963, la onganizocién Palabra Obrera (de la que surge, con o- tras, el PST), junto a otras organizaciones afiliadas al entonces Comité Internacional de la IV Internacional, arribé a une fusién con el Secre~ tariado Internacional (pabliste), de la que salié el actual Secretariado Unificado, Esto fusién tenfa una coractertstica profundamente oportunis= ta: las divergencias de principio que babfan separado a ambes organiza~ clones hasta ese momento no fueron discutidas, y se establecié explfci~ tarmente que no lo serfan en un plazo méxime de 10 afies,/Un acuerdo arano tocar los puntos en desocuerdo /Pues bien, hoy vuestro S.U. es #6 en uno crisis total, coda seccién nacional acta por su cuenta y lo fraccién mayoritaria hace trabajo de fraccién en las organizaciones no~ clonales de le fraccién minoritaria (a la que ustedes pertenecen). Por r este nefasto camino? Por qué no sacan la conclusién de una que hoy pasa por su momento liquidacionista culminante? Para. nosotros, la historia de lo fusién de 1963 pruebe, con toda clari~ dad, uno cosa: las fusiones sin principios, sin debates cuidadosos, orgé- nicos, precisos, Internos, en un plano de colaboracién préctica en la lucha Tnmedicta, Ieva a lo peor de lasdivisiones y es un factor porali 1 Conetponde ta, 7 eat flleto 23 Zonte de a organi zactén unificade. El S.U. no es una orgonizactén cen tralizada, por lo menos desde 1968, y una buena parte de su actividad aha dedicado hacer fraccionismo foquista contra ustedes en Arge na.Al oceptar la unidadsin fos en 1963, ustedes evitaron la quie~ bbratotal del pablismo y reforzaron a les neo-pablistas; de Mandel, Mat én y compania, Compatiercs: el 19 de mayo le mandamos la primer carta; hapasado cerca de medio aft y, siempre con el cuento de que andamos fen maniobras, se las arreglan pra pestergar el inicio organizado de la discusién, Todos nuestros procedimientos estuvieron euidadosamente ele gidos para mostrarles que no estébamos en el excistontsmo, Nos preocu= amos pora que nuestras cartes llegaran a la base del PST a través de su direcei6n; exactamente al revés de ustedes que, con leas a la unifica= cién, evitaron los métodos orgénicos y se lanzaron a nuestra base mili tante y simpotizente con vwestras cartas. Ast, hemos podide comprobar ‘que numerosisims militantes de vuestro partido y de la juventud mo co- nocen nuestras propuestas. Creemos que la préctica habla sola respecto a quién esté en el eétculo maniobrero y quién no. Y, por supvesto, no es ue no sepamet cémo orgenizar un trabajo de fraccién y de escisién, Nuestra propuesta es: organicemos ya un encuentro de: recefones con vistas @ organizer la discusiény saquemos un comunice- dopdblicoque informe del propésito comGn de alcanzar la unidad orgo~ nizativa sobre una base de principios. omy base internacional de nuestra diseusi Qué discutir y c6mo? En nuestra primera carta les seFala= ‘mosque pare nosotros la dlscusién tenfa un arécter intemacional,, y no sélo nacional. Al no limitar la discustén al carécter frente-populista, del blogue de los 8; al precisar el conjunto de cuestiones que tenfan im= Portancia entre nuestras dot orgonizaciones; demostrébamos justamente ue no nos inspiraba el interés de una discusién ocasional,con vistas @ a obtencién de ganancias organizativas limitades, sino un debate que tuviera en vista los problemas de ios. Por esoles propusimes el “exomen y delimftactén de las divergencias entre los organizactones ‘que se reclaman de la IV Internacional”, pero sin condictonar el deba- te, y a favor de la discusién del temario que ecordérames. Este primer punto de la propuesta tena un antecedente co- nocido por wstedes. £1 Comité de Organizactén por la Reconstruecién de 'alV Internacional (al que pertenecemos) ya te habla dirigido antes, el 4 28 de mayo de 1973, al Secretariado Unificado, planteGndole su per cipaciénen las discusiones preparatories del X Congreso del $.U. Expl: ccébamos all que las divergencias de prinetpio que se agudizaban en el S.U. asf como las discustones en nuestro C. de O.~ haefan posible un ‘amplio debate que sirviera para reexaminer las eauzas de la divisién del iento trotskistomundial en 1952. Decfamos'en esa carta: "por. pri= mera vez, después de 1952-53, la discusién actual, que engloba todor losprincipales problemas de principio, de estrategia y de téctica, signi ficalaposibilidad de retomarsobre nueves,boses y sobre una experienc! internacional considerablemente enriquecida, el debote que provocs la excisién de la IV Intemacional..." Luege, en otra de octubre del mismo ‘fo, les proponfamos intercambiar los debates internos que se dabon dentro de nuestras organizaciones. Es por esto que P.O. propuso de en~ trade al PST, sin que ello fuera une condicién para preseguit la discu= si6nentre nosotros, enmarcar la discusién con el métedo sehalado por el C.de 0. al $.U. (pars las cartas entre el C. de O. y el S.U., ver le re= viste "Correspondencia Internacional" No, 2). Ahora bien: no es una cuestién de principios que dos ocga= nizaciones que se reclaman de la IV Internacional, en un pals dado, discutan y delimiten sus diferencias desde un punto de vista internacto ‘ral ~sobre puntos tales como castrismo, stalinismo, frente popular, ca~ récter de las burguesfas nacienales, método de reconstruceién del por= tido mundial ? Hemos citado antes que, en vuestra Gltima carta, ustedes hablon de clcanzar un “acuerdo programética". No sélo estamos com- letomente de acuerdo sino que rechazomos cualquier proposicién de fu in que no se base en un programa como oportunista y liquidacionista de la IV Internacional. El problema es: ese programa, no va e earacte~ Hzarla noturaleze y politica de las burguestas nacionales, del stalinis= ‘mo, del castrismo? Si no lo hace: de qué programa nos estén hablondo? Compateros: nuestra propuesta de discutir tiene presente factores internacionales y nacioneles. Internacionales, porque fa situa clén mundial de conjunto de las organizeciones que se reclaman de la Cuartaes de asamblea y debate, sobre todos los problemas que hacen al pProgramay almétode de construccién del partido mundial y sussecciones acionales; lr dos fracciones que existen dentro del S.U, coinciden en queel aleance de sus divergencias cubren todas las cvestiones técticas y e prineipid. Toda la situacién internacional de los que se reclaman de la IV Internacional sté domineda por una discusién relative a las bases rmismos del programa de transicién. For eso, obligadamente, la diseusiGn’ Internccional, y de los debates en cada pals deben desarrollerse en ‘ese marco, A esto le agregamos una base nacional, propia del PST y de PO. Cuél es é:ta? Que nuestras des organizac ones, omén de reclamar- sede la IV Internacional, reivindican la independencia politica del pro- leteriado, en esta etopa fundamental de quiebra histérica del iperonis- mo, y de comienzo de intentos por parte de la burguesta y del stalini por abrir la puerta a un frente popular. Estas bases histéricas explican {que una discustén suscite el interés del activismo obrero y de la juventud y queplanteen objetivamente la cuestién de una unificactén principisto. Pero, por eso mismo, hay que respetar escrupulosomente el método: dis ccutir todas las cuestiones de principio que hacen a la crisis de la 1V In- ternacional. Lo concroto y lo abstracto on esta discusi6n Qué nos contestan ustedes? Que toda nuestra propuesta es “poco seria y al servicio de la maniobra'" (pg. 1). Nos acusan de no ser "concretos": "Io conereto para los revolucionarios (dicen ustedes) es la polficade una organizacién.en un momento dado". Por ejemplo, el Fren- fe Popular en Argentina y sus antecedentes. Supongamas que sea ast: pero qué es "Ia politica de una or- ganizecién en un momento dado"? Ustedes coincidirén con nosotros en ‘que esa politica es una combinacién perticuler, "en un momento dado", de las caracterizaciones programéticas de esa orgonizaci6n; lo concrete es loparticular considerado.en st mismo, sino el resultado de una com binaciéndeterminada de abstracciones teéricas. La politica de indepen dencia obrero, del Ilamado a romper con la-burguesta, de construir el partidoobrero, por ejemplo, no es el fruto de una "corazonada”, es una combinacién especffiea de caracterizaciones: del régimen de la propie~ dad privada, que hace tiempo agot6 su rol hist6rico progresivo; del im= perialismo, que conduce « la barbarie; de las distintas fuerzat compro- metidas con el capitalismo, que son ineapaces de dar una salida y que, librados @ sf mismas (pequena burguesfa), se transforman en instrumento de la contrarrevoluciénidel capital financiere; de laburocracia de los Fstodos obreres, agente de la burguesta mundial, que marcha a la liqui~ dacién de las conquistas revolucionarias; del proletariado ~victima abso~ lute del régimen de explotaci6n ~que es el Gnico que puede liberar a la humanidad, liberéndose a sf mismo como clase, de toda forma de explo~ toctén, Elmismométodo hay que oplicar a la construccién del parti~ do revolucionario en cada pals. La politica del proletariade es mundial, los pertidor nacionales no pueden desarrollarse sino como secctones del 6 partido mundial. Qué es, de un modo “conereto™, el método de la cont truceién del partido revolucionario en cada pas? Una combinacién de los elementos generales de la estrategia de construccién del partido mun ial. Pero la situacién del partido mundial es de crisis, por la labor des= tructora del revisionismo, a partir de 1952-53. Un invente nuestro? Abt ‘esté para desmentirio el estado de aromblea del Secretariado Unificado, desde hace 6 afos! ‘Que nosotros tenemos razén y que ustedes estén equivocados, loprueban ustedes mismos. Ustedes dicen: discutamos “concretamente" el Frente Popular en Argentina y su experiencia reeiente en otros paises y lapolftice que se dieron los trotskistas; troer cuestiones relativas a la IV Internacional, al castrismo, ete., es multiplicar puntos de divergencia. Pues bien: qué ba pasado? Que discutiendo del frente popular, ustedes se ban visto obligados,en vuestra Gltima carta, a fijar posicién polftice ca sobre los movimientos nacionalistas (burgueses) en los patses atrasa~ dos; sobre el carécter reformista de laburocracia; sobre el, alcance de laconsigna de los Estados Unidos Socialistas da América Latina; sobre la relacién entre las libertades democréticas, la “instituctonalizaci6n" y el Estado burgués; sobre el bloque de los 8, Nosotros no tenemos ningGn in= convenienteen etirar nuestro temario y eceptar vuestra propuesta de to- ‘mar como Gnico punto al Frente Popular, pues estamos seguros (y es lo ‘que hemos dicho efi fo carta anterior) que ello nos Hlevard a los proble= ‘mos de conjunto dela reconstruccién dé {a !¥ Internacional y de la cons trucci6n del partido en Argentina. Nosotros no ponemas condiciones de ning6n orden a la discusién. Pero nuestra propuesta tiene una considero- ble ventoja: delimita de entrada las cuestiones, permite abordarlas en ‘orden, ayudaaconeretar los acuerdos en resoluciones, y se dirige direc- tamente al problema del partido mundial y nacional. Le de ustedes es empirico: 10s problemas surgen como derivedes,,a ponchazos, incremen- tan desordenademente los puntos en discusién, dificultan los acuerdos y se prestan a la maniobra de cortar las discusiones con el argumento cap~ clos de que la discusién no termina./Pero si ustedes ni han permit tido que empiece ! Corta va, carta viene, y no nes hemos podido reunir ni una sola vez pora conete'ar una discusién fraternal y la actividad en ‘comén, ni ante la brutal represién! Ustedes dicen (p69.2): "En el documento anterior, la direc clén, de PO puso sobre el tapete la mayor contided de puntos de ruptu- ra". Esto es en realidad ol revés: lo que conduce con segutidad a la rup~ tura es el escamotes de las divergencias; lo Gnico que puede superarlos ¢s plantearlas ordenadamente. <1 Coreponde 8p. 4. fol, 2 {Por que el compaiiero Moreno no saca las conelusiones SER MGRTOAL, cong Grawioviaen, No fuimos s6lo nosotros, sino ustedes, los que definieran el alcance de lacrisis del Secretariedo Unificado y Ia naturaleza de las di- vergencias que, esto lo decimes nosotros, se reproducen en todas las or= ganizaciones que se reclaman de la IV Internacional. Enel documento "Argentina y Bolivia: el balance", que fir= man Huge Blanco, P. Camejo, J. Hansen, A. Lorenzo y N. Moreno se puede leer: "Los divergencias de orientacin que Ne~ /\__ varonauna minorfa de delegados a votar contra [Sp IC) la" Resoluctén sobre América Latina" en el lti~ ‘mo Congreso Mundial, hace tres afies, no han disminuldo desde entonces. Por el contrario, el debate se ha extendido més allé del cuadro de este confinente. Ademés, han aparecido diver- ‘gencias sobre ofras cuestiones diversas, aunque ligadss. Estas divergencias estén referidas esen- clalmente a la manera de construir partidos re- voluectonarios de masasen la situacién actual en que se encuentra Ia IV Internacional", Qué es lo que esté dicho aqut, companers? Pues exacta- mente esto: que las divergencias ene | seno del S.U. han desbordado, no los Iiinites geogréficos de la disputa, sino el cuadro mismode eso organi zacién, lacoexistenciaen un mismo portide, como se prueba en la auto- nome nacional completa que goz0 cada seccién de esta Internacional quese pretende regida por el centralismo democrético. La crisis -produc- tode la labor destruetiva del revistonismo pablista~ esté Hlegando al pla~ ‘no del desmantelamiento organizativa. £1 S.U., estructurado en base a unacuerdo oportunista de no discusién, ha sido obligado a discutir todo. En estas cireunstancias, nadie puede oponerse, principistamente, al de- bate general entre quienes se reclaman de la IV Internacional sobre las cuestiones que hacen a tu reconstrueeisn. Lot compateros del PST se tie nen que definir sobre esto: esK6 0 no en juego la IV Internacional 7s correcto lanzarnos un ultimatum de fusién escamoteondo este asunto de- cisive? 5. Vuestro método de discusion cumple una funcibn politioa: Forzar un acuerdo oportunista en el marco del S. Unificado. En lo actualidad vuestro Secretariado Unificado tiene todas 28 los coracteristicas organtzativas del centrismo pues es de hecho una fe= deraciénde organizaciones nacionales y no una organizacién centraliza~ da mundial. Lo que la diferencia del centrismo clésico es la fidelidad formal que sus secciones dicen conservar ain hocie el progroma de tran- siclén y hacia el partido mundial fundado en 1938, El proceso de degeneracién revisionista que arranca en 1952, cuandoe! pablismo recaracteriza al stalinisma camo progretivo; que pro- sigue en lo reunificacién sin discusi6n de 1963, cuya base es el seguidis~ mo al castrismo y a todos las llamada: “nuevas vanguardias" que apare- cen en los medios pequenio burgueses y estudiantiles; que se profundiza eon 1969, cuando se remata el apoyo incondicional al foguismo; y que en 1973 se expresa en el apoyo cal frente: popular en Francia, todo esto co- bra chora un nuevo vigor con la politica eprobada por la "mayoria" en relacién aPortugal, pledra de toque de la politica "conereta” en el mo- mento actual, porque en este pals se concentran hoy los problemas de la revolucién mundial, En Portugal, las posiciones de la mayorfa del S.U. sctamente las posiciones de reconstruccién del Estado de la bur~ questa colonialista, de la "institucienalizacién" ‘contrarrevolucionaria. Se trata de un paso extremadamente serio hacia el campo directo de los explotadores, en un asunto de carécter decisive. En qué consiste esta posicién? La mayorfa del $.U. (al igual que el PST) niega que en Portugal haya comenzado la revolucién prole= tara, cuyo signo inconfundible es el desarrollo de los organismos de do- ble poder en las fébricas y en los cuarteles. Esto equivele a adjudicar @ ‘esta burguesta ~y no al proletariado que se movilize auténomamente-, la ‘obra de desmantelamientodel Estado corporatista de Salazar-Coetano, lo que la caracterizarfa como una de las burguestos més revolucioneries de los des Gltimos siglos. Se trata de un colosal error de caracterizacién que, come siempre, se paga en politica concreta, El 5.U. plontea: "Los marxistes revolucionarios aman @ los ministros del PC y del PS a salir del gobierno de Unién Nacional y ¢ luchar para que el régimen de la Junta sea reemplazado por uno que ema- ne de esta Asomblea Constituyente" (elegida por suftagio universal). Qué tenemos en buen romance? EI llamamtento a luchor por un gobierno que surja de una institucién burguesa, un gobierno burgués festa es una variente de las posiciones del imperialism, contra la revo~ lucténproletaria: la "institucionolizacién" en Portugal. Lenin Hlamé, o- ato, en Rusia @ formar un gobierno de la Asomblea Constituyente, o Ham6 al poder de los soviets? 29 BDIC « 0) Le conelusién es simple: obstaculizando le discusién inter- —Pacional, ustedes ocultan la fenomenal copitulacién y descomposicién del S.U., y este ocultamiento es la funcién polftiea que cumple vuestro métedo de no querer discutir el problema de:la IV Intemacional. Ladi vergenciametodolégica relative a cémo discutir est6 ligada a un proble~ ‘ma politico: ustedes nos quieren orrastrar @ una conciliacién conlos po- iciones revisionistas en el marco de una organizactén convertida en fe~ deracién de secciones nacionales. Hay que hacer el balance internacional; cualquiera sea el punto de partide de la discusién, siempre se llegaré a ese balance. far la discusién que se desarrolla en el S.U. s6lo a las organizaciones a= filiodes, es completamente oportuniste, porque las divergencias han des- bordado el marco de éste. Insistir en tal método es perseguir un nuevo o- verdo sin principios, y seguir por el camino de la federacién de grupos euténomos, es decir, la destruccién de la IV Internacional. 6. Profundicen el paso dado por el PST de EEUU Como ustedes saben, el 15 de octubre pasado, una delega- clén del S.U. dirigida por el PST norteamericano, se encontré con una de la OCI, que actué con mandato del Comité de Organiz ocién por la Reconstruccién de la IV Internacional, al que pertenecemos, Ese en- cuentro se debié a las cortas enviadas por nosotros para abrir Ia discu- sién internacional. Cuél ha sido el primer resultado de estareunién? Se ha abierto una discusi6n preparatoria referida justamente a nuestra pro puesta de organizar el debate internacional y, més precitamente, a nivestra propuesta de asistir como observadores al Congreso Mundial de par en los debates en curso, invi ustedes o participar en los nuestros, y en nuestras proximas conferencias intemacionales sobre Europa y otra sobre América L ‘Ahora bien, nuestras dos organizaciones son las que més han ‘ayanzado en este proceso de discusi6n. Por qué no nos reunimos,. orga~ nizamos nuestra discusi6ny hacemos una prapuesta conjunta sobre el de~ bate internacional a nivel de los organizaciones internacionales? De todo esto surge una reflexién. La iniciativa del PST nor= teamericano demuestra, definitivamente, la-justeza politica, metodolé= gica y de principios de nuestra propuesta de discusién con ustedes. Pero ademés sefalaque éste es el momento més propicio para proseguir nues~ tras discusiones, y el menos propicio para postergarlas. Hay que revisor de rafz el método oportunista de la reunificacién internacional de 1963 Yr e80 es nuestra posicién, hay que liguidor al revisionismo de rofz, buscando las causos de la descomposiciénactual en la naturaleza de las vergencias de 1952-53 y su posterior evolucién. 30 Il La discusion sobre Chile, el Frente Populor y el nacionalismo Hemos explicado en los puntos anteriores, que vuestro planteo de limitar la discusin a "politica concreta”, constituye un intento por conciliar las di- vergencias, no por superarlas. La Gnica forma de discutir la “politica concreta” ~onsiste en considerar a ésta como al resultado, en una coyuntura determinada de la lucha de clases, de una combinacién especifica de planteos programati- ‘605. Creemos que ésto quiso decir Lenin cuando sefalé que sin teoria revolu: ‘tos aparatos obreros contrarrevolucionarios, en cambio, se alinean junto. los partidos en crisis de la burguesia para contener a lot explotados dentro del cuadro burgués. El bloque politico asi formada cumple una funcién alternati- va a la del golpe reaccionario: es un recurso iltimo de los explotadores, impe- Fialismo incluido, contra la revolucién proletaria. Los mavimientos nacionslis- {as y los Frentes Populares tienen una funcién politica similar, que es jacon 37 sefala el PST: cuando se tats de aplastar él desarrollo de fa Tevolucion proletaria, fa burguesia utiliza = uno u otto, esto sepin et desarrollo Conereto del nacionalismo y del stalinismo en cada pais. Cuando el regimen n peligro, no hay, 2 general frentes populares, o tienen un Caracter sumamente epizadico; son for momentos en que les movimientesna- ‘Gonalistas cumplon clrtastareas progresivas de organizacion dela mass, eon \istos a mejores negociaciones con el imperialism, (Por ejemplo, ta legliza- ian de los grandes sindiatos industrales por Peron) Siempre un RECURSO politico, no una necesidad histérica: su funeién, por io tanto, es contrarevolucionaria, no progresiva. Los movimientos nacionalis tas nacen si por une necesidad historica del desarrollo de as fuerzes product ves, ¥ por eso pueden, a diferencia de los FP, jugar un papel progresvo en ‘arta etapa-pero terminen por ser contarrevolucionarics, Es un error decir que los movimientos nacionalst burgueses son orga- nismos de colaboracion de clases, Son si movimientos plurilsistas porale > srupan a las divorsas clases de a pablacin; pero no de colaboracién de class, Porque para silo el proletriado tendria que tener una orgenizacion politics propia, fruto de su propio movimiento histrico como clase, dspuesta a col: Borar 6 no ya que el colaboracionismo es une polities conciente. En los movie tmientos nacionalisas, os sectores obreros no tenen fiscnoma politica propia respecto 2 le burguesia, aunque socalmenta unos son explotadosy los otros txplotadores. La buroeacia sindial peronista no puede sr tomads por repre- Seniante proletaria perque, aunque tiene un orien obrero, no represent, historia hi politicamente, al proetariado. Los obreros son arrasrados al mo- vimiento nacionalista evando Su desrrolo como clase es insufciente (yen es ta circunstancia ese arastre es progresiva), yno por una politica colaboracio- rista de una dieccién pol'tica obrera, que ain no tienen. El Frente Popular ts completamente distnto: aqu, Ins irecciones traidorsssiguen una politica docolaboracionismo ciassta, concientemente, E| movimiento nacionalistabur= gués s0 expresa como organizacion unica, ol frente popular como bloque de Reerzas. La colaboracion de clases es siempre un freno histrio: la labor de orgonizacion de mesos del nacionalismo es, por el contraio, un impulso. El na- Clonalismo surge cusndo ain el desarrollo del proletarieds y sus orgenizacio- nes e5 muy debil, por eso 38 lanza a organizaro como factor de masas de la politica burguesa, El Frente Popular, al revés, aparece cuando el proletariago Sanaa un ato grado de paltizaién y organizacién, por eso su nico objetivo burgués es desormarto y desorganizaro, El nacionalismo burgués recurre alos partidas obreros, al frente popular, cuando, obligado a aplastar a ls mass, 0 puede éerrotarias por medio. de recursos tradicionales tales como los goipes proventives. En su fase de descomposicin y crisis, el nacionallsmo cone, fon infinitos rodeos, con una tetien de frente popular, para ejecutar Ia con: trarrevolucin,no solo, sine con os stalinanes. Es un error decir que los frentes populares en os palsesatrasados slo son posibles como coaliciones de fs partidos breros can aquellos que rep Senton directamente ol imperialism; esto en todo esso es una variante de de fechismo extreme de frente popular. En la dicada del 30, Toglattindel PC taliano-_llag 9 proponer frentes populares con el facismo (y entonces era co- se contra quién}, La Unién Democrdtica, 5 bien so brganizé contra el movimiento nacionalista del peronismo, tuvo su base en fos dos par- tidos mas fuertes y tradicionales de los explotadores argentinos. En lugar de lasifiear esquemiticamente a a Unién Democratica en una categoria opuesta la UP (ambos son para nosotros frentes populares), hay que tratar de explicar or qué se hizo, como ocurrié en muchos otros paises en esa etapa (Bolivia, ‘contra Villarroel;antes,en Brasil,contra Vargas,etc,),no con el nacionalismo bur {guéssino en u contra.E! fenémeno de la Unién Democratica demuestra que los frentes populares, cualquiera sea su fisonomia nacional (aspecto decisivo para la téctica), tiene su base en la colaboracién clasista internacional, entre el im- Perialismo y a buracracia. El imperialismo yanqui, deseoso de penetrar en Argentina, viejo coto cerrado de los ingleses, pacté con la burocracia una dis- tribucién de “zonas de influencia”, que en Argentina alined al PC con el fren- te proyanqui. Los frentes populares tienen este sello internacional: 1a coexis- tencia pactfica, a cuyo servicio actia el stalinismo, Pero no sélo eso, lo funds- ‘mental es lo que sigue: s6lo alidndose con la Unién Democritica, el stalinismo podla completar la quiebra necesaria dentro de las filas del activiemo obrero de la época, como para asegurar 30 afios de capitalism al pals, En Chile, 'a mis- ‘ma funcién politica s6lo podia cumplirla la coalicién de la Unidad Popular. 'No creemas que el peronismo haya tenido en 1946 un cardcter de frente popular, aunque haya sido una coalicién politica entre el'partido laborista y la UCR de Quijano. La razén es ésta: el laborismo no era un partido obrero, sino tun aparato sindicalista de Ia fraccién militar peronista. El faborismo no fue un producto del movimiento auténomo del proletariado, sino una creacién ci de la logia militar. zCémo se explica si no que se fundara por re- ‘comendacién de Perén y que se disipara sin pena en algunos meses? Perén ‘concibié al laborismo como base para un partido sindicalista corporatista con- trolado por el Estado que luego transformé en el peronismo. El peronismo fu ‘no un frente antiimperialista (el proletariado no ten‘a su propia representacién Independiente en un acuerdo politica circunseripto y de carkcter prictico), sino un movimiento nacionalista burgués. Expresé en parte la necesidad de desarrollo burgués del pais, pero ello se combiné con la traicién historica del Stalinismo, recurso que facilité su amplitud. Decir que el peronismo fue un frente antiimperialista y que el laborismo fue un partide obrero, significa reco- rnocer en el peronismo la existencia de un ala proletaria politicamente autno- ima, incluso después de la desaparicién del laborismo. Este error tédrico abre la posibilidad de un curso de capitulacién ante el peronismo, por via de las ilu- siones en la evolucién de la buracracia sindical como polo obrero independien- te, Es de esta manera como se fundament6 en vuestra revista "Estrategia", por Hermes Radio, en 1959, la disolucién de vuestro grupo en el peronismo. En el afén de asimilar al frente popular con fa politica|progresiva que es propia de uno (y sélo de uno) de los extremos del desarrollo del nacionalismo ‘burgués, ustedes dicen que el imperialismo tuve que abatir a Allende por ser é te nacionalista, “Resistiendo al imperialismo, Allende ‘invitaba’ al golpe, de movilizando a los trabajadores se condenaba a la derrota”; esto explican en wuestra carta. La UP es presentada por ustedes como un agente involuntario e inconciente de la contrarrevolucién. Se comprende fécilmente que si esto fuera asi, las UP, los PS y los PC podrian llegar, alguna vez, a ser convencidos, me- 0 Petes. ddiante consejos u otros medios, a cambiar de carScter o naturaleza, como ocu- Fre.con todo el que se equivaca par s! mismo, s,(se tratarfa de errores objeti- vos que forman parte del proceso del conocimiento), pero a pesar de sf mis- mo. La muerte de Allende-dicen en la pg. 6 casi solo y con un arma en la ma- no, es la comprobacién de este carécter Contradictorio”, Bajo una forma sen timental, ustedes rematan todo un curso de capitulaciones ante el allendismo, al que presentan del mismo modo que lo hacen los del MIRy compariia: co- ‘mo una expresin de “insuficiencia” del reformismo. Pero no es asi Ustedes no sélo repudian el Programa de Transicién al definir a la UP como “progresiva’ sino que capitulan ante el nacionalismo, al que consideran incondicionalmente “progresivo”, lo que explica vuestro apoyo a la * ionalizacién" peronista. Tanto la UP en 1971-73, como el per 1973... son contrarrevolucionarios.. 5. Las reivindicaciones nacionalistas en concreto y en abstracto EL imperialismo es el capitalismo en descomposicién y la reaccién en to- da Ia linea. Por este motivo esté obligado a llevar una lucha despiadada contra los pueblos oprimides, cualesquiera sean sus gobiernos (incluso monarquias birbaras, decfa Trotsky), a fin de acrecentar su superplusvalia colonial. El im perlalismo esta obligado 9 conciliar en ciertas oportunidades esta tendencia 2 la dominaci6n incontrolada con ta resistencia de las masas que buscan la des truccién del Estedo burgués, aceptando transitoriamente el cuadro democriti- co y parlamentario. Como explica Trotsky sobre Espana, pueden pasar dos cosas en caso de no darie una victoria dela revolucién: la UP frena, desmo- taliza y aplasta a las masas-y en este caso la democracia chilena evoluciona pa- cificamente hacia un bonapertismo antiobrero y hacia un régimen represive (fue lo que pasé con los frentes populares chilenos de la posquerra!o la UP no es capaz de poner orden en su propio campo y al conjunto de la burguesia y al imperialismo no le queda otra v'a que Pinochet. ‘Ambas vias intentaron en Chile, Por el Estatuto de Garantias, por el in- greso de los militares al gobierno, por la ley de requisa de armas y allanamien ‘osde fabricas, por el ultimo intento de negociar con Pinochet el 11 de setiem. bre (ipor eso murié solo!), fue bien evidente que Allende, que repitié en va- flas oportunidades que la ““dictadura del proletariado” no pasaria, buscaba tuna salida a través de un gobierno bonapartista con las fuerzas armadas. Sin ‘embargo, su total deteriora, la necesidad del imperialismo de aprovechar para golpear sin limites, la visible incapacidad de Allende para parar el movimiento hacia el doble poder de los explotados, hizo inviable su variante reaccionaria pacitica, en favor de la contrarrevolucidn violenta. La politica de la UP estaba ‘en contradiccién con el golpismo extremo, pero no con la politica general de la burguesia de acabar con los métodos democraticos. Allende no se équivocé traiciond las expectativas que en ol PS y el PC tenian depositadas las masas. Las reivindicactones de nacionalizacién en los paises etrasados tienen un cardcter genéricamente progresivo, en relacion a las de os paises imperialstas. ‘Su importancia efectiva, sin embargo, depende de las caracteristicas que asu 40 1) correponie i pla, Bde ee fle ‘man y del papel que cumplan para arrastrar a las masas al combate. Es propio de los tedricos de la burguesia nacional valorar las nacionalizaciones incondi- cionalmente, en st mismas, pues todo su programa de transformacién se agota en las nacionalizaciones administrativas (sin crear un nueva cuadro de movil- zacién) rigurosamente y bien pagadas, y aisladas. Las nacionalizaciones de este carécter corresponden plenamente al aspecto de concillacién con el imperialis- mo, que éste se ve obligado a aceptar en ciertas circunstancias. La politica de nacionalizaciones no se puede juzgar sino en el riarco politico de conjunto, porque carecen de todo valor econémico auténomo: la mayor parte de las ve ‘ces, al romper viejos monopolios en criss, permiten abrir el mercado para una ‘més vasta penetracién imporialista (nacionalizacién de los teléfonos y poste- rior ingreso de Standard y Siemens). El caricter y la amplitud antiimperialistas de un gobierno no se miden por el inventario estadistico de sus nacionalizacio- sing en relacion a si su politica~inclufdas las nacionalizaciones-va dirigida (019, en el sentido de movilizar al méximo todas las energias combativas de los trabajadores del campo y dela ciudad. Hay una razbn decisiva para analizar las ‘cosas asi: la piedra de toque para la transformacién social es la captura y des- truccién del Estado, y no las medidas econémicas aistadas. Considerando siem pre las condiciones histéricas concretas, son las masas las que hacen Ia historia, y esto no hay que olvidarlo nunca. La postracién teérica de los trotskstaslati- oamericanos ante las nacionalizaciones de |a5 burguesias nacionales es una dd sus mayores faltas para poder construr el partido revolucionario. 6. Les nacionairaiones de Allende frente a at mass eK Ustedes cometen esta falta con la UP. Dicen:""Allende naciorializ6 las mi- ras y nosotros defendimos esas nacionalizaciones en forma critics. ;Acaso PO no las defendi6? Esto es lo que expresamos cuando hablamos de la “progresi- vided" de fenémenos de tipo UP chileno”(pég. 7)! Pues bien, consideramos un serio error caractarizar como “progresivo™ 2 tun gobierno por'sus nacionalizaciones aisladas. Estas nacionalizaciones estaban inscriptas como parte de una politica de desvio y desorganizaci6n de las masas; {su tuma, por este motivo, se convirtieron en palancas de la desorganizaci6n ‘econémica, La reforma agraria, por ejemplo, golped a los terratenientes, pero fue ejecutada de modo tal (por respeto a la propiedad privada) que desorgani- 26 por completo la produccion campesina y produjo el encarecimiento del con- Sumo. Obviamente, tanto ante la reforma agraria como ante las nacionalizacio- res actuames, no como una medida del capital financiero, contra el que por al contrario chocaba parcialmente, sino por la proyeccién que podian tener para la movilizacibn de los trabajadores. No llamamos a enfrentarlas directa- mente, pero si indirectamente, denunciando sus limitaciones conciliadoras y Tevantando un programa de agitacién por el control obrero y campesino y el doble poder. Pero 2 diferencia de ustedes-"’profundizar el programa de Ia UP” deciamos que ese programa conducfa a la derrota. LUstedes destacan a las “nacionalizaciones"" como lo que define la “pro- ‘gresividad”” de fendmenos como la UP, en alusi6n evidente a los frentes popu- fares en los paises imperialistas, que no pueden ejecutar cosas como étas. 1) Corerponde pig. 8 deaf a tn ‘Aguihay una verdad general, pero que oculta un error conereto. Las reivin ‘caciones nacionales son progresivas en un lugar, en el otro son reaccionarias, es- 40 6s justo, y los partidos trotskistas de las naciones rezayadas incorporarn 835 reivindicaciones en su programa, pero no los de los pases imperialistas, Pero no se deduce de aqui que los frentes populares en las Semicolonias tengan una actitud “progresiva”, frente a estas aspiraciones nacionales. Por el conta. Flo, al estructurarse como recursos politicos contra la revolucién proletaria, so ‘ponen ai Unico método que, en las condiciones precisas en que surgen los FP, 5 decir, en condiciones revolucionarias, pueden llevar ala victoria la lucha por la liberacion nacional, Entendidos de la nica manera correcta, esto es, como ‘ecursos contra la revolucién proletaria,,todos los Frentes Populares del mun do tienen esta caracteristica comin. Por otro lado, no es clerto que, en los ‘paises imperialistas, las coaliciones de FP no tienen nada de “progresivo” para “vender” a las masas, cuando sienten el gatilo de la revolucién en la cabeza: I frente francés de 1936 dié las concesiones sociales més amplias de toda Ia historia al proletariado de ese pals. La capacided para estas concesio- nes esta dada por la riqueza acumulada por la potencia capitaista en cuestion: los franceses pudieron actuar asi, pero no la burguesia alemana en la década del 30. Pero ya que estamos en el baile, es necesario ir hasta él final. Las naciona- lizaciones (burguesas)-cuyo contenido histérico general en los paises atrasados €5 democratico, es decir, progresivo, es decir, vinculado a la necesidad de supe Far al pre-capitalismo de esos paises, que estd fortalecido por el imperialismo- ues bien, esas nacionalizaciones tienen un distinto cardcter politico, es decir, oncreto, segin a elacién que guarden con el desarrollo del movimiento de las imasas de es0s pafses, Las nacionalizaciones que ejecutan los gobiernos burgue. s85/cumplen una funcién politica progresiva cuando el movimiento obrero y eampesino se encuentra aiin en una fase politica embrionaria, o ain no ha ak. ‘cenzado un plano dirigente en la vida nacional; estas nacionalizaciones forman lun todo con las medidas de organizacién de masas de las burguesias naciona listas, Pero cuando el movimiento obrero y de los explotados ha roto los diques de control de la burguesia, cuando su desarrollo se desenvueive masivemente en el cuadro de los partidos obreros, cuando su movilizacion apunta al doble oder: en una palabra, cuando por la madurez alcanzada por e! proletariado Y sus luchas, no se trata ya del desarrollo burgués, no se trata de una amplia: cién del desenvolvimiento capitalista, sino del gobierno obrero y el anticapi- talismo, esto como Gnica via para salir de la impasse del atraso ¥ la opresion nacionales: pues bien, en estas condiciones, las naclonalizeciones burguesas se encuadran dentro. de los recursos politicos para frenar alas masas, para des Viarlas y, por lo tanto, para aplastarlas.E! capitalismo de Estado que habta en {as proyectos allendistas estaba vinculado a todo el objetivo de arrebatar las libertades de movilizacién de las masas y marchat, contra ellas, hacia un bo- napartismo,civico-militar. Pero el mejor ejemplo de todo. esto lo tenemos en la revolucién boliviana de 1952: las nacionalizaciones de las minas, finalmente Fesueltas por el MINR, fueron el resultado de una brutal disputa con el movi- mienio obrero, que las queria sin pago y bajo control obrero, Las nacionaliza- ciones pagas del MINR, con su control burocritico, fueron el punto de partide de |a depresion del movimiento revolucionario. zHubiera sido correcto decir 42 Que et MINR era, en 1952-53, "‘progresivo", por sus nacionalizaciones, contra ras a las del proletariado, y, cuando se dirigia a la reconstitucién del Estado ¥ dal ejército, y a la destruccién de las milicias? En una escala diferente;jno vale lo mismo para la UP? Compatieros: no hay que ser abstracts; nacional Zaciones, reivindicaciones nacionales, son categorias muy importantes, pero generales, vilidas para entendor los fenémenos en un plano histérico. Para Drecisar el carécter de los frentes populares, o de un gobierno nacionalista de- terminado, hay que bajar de nivel, hay que combinar esas categorias abstrac- tas con otras tales como carécter del movimiento de las masas, de la situacion politica, de la crisis social, etc. De otro modo, se cae en la caracterizacién un lateral e incondicional de ciertos fonémanos formalmente similares del desarro- No. burgués de la revolucién en los paises atrasados,jL “‘argentinizacion” de Standard y Siemens tipifica al gobierno de la ley de segurided y del congela- miento de salarios como “progresivo”?ZSon estas “‘argentinizaciones" medi- das que se inscriben en una pretensién de desarrollo independiente del capita- lismo nativo, o para evitar una mayor descomposicién de la estafa telefénica dela ITT? Los frentes populares son recursos contratrevolucionarios tanto en las na- clones adelantadas como en las atrasadas. Sin embargo, hay que distinguie cul- dadosamente a los gobiernos de FP, que se mueven alin en el cuadto de la de- mocracia parlamentaria, dei fascismo o los golpes militares reaccionarios, que uiebran las condiciones democréticas. E! gobierno de Allende era un instru ‘mento de la contrarrevolucién, pero dentro del campo democrético, Esto ims pone una obligacién elemental: luchar del lado del gobierno allendista contra ‘1 golpismo militar. Pero luchar del lado de ese gobierno no significa apoyarlo sino cambiar, transitoriamente, la forma de combatirlo. En circunstancias co ‘mo éstas, se lo combate uniendo estrechamente dos cuestiones: el maximo de ‘movilizacion contra el golpe militar con las criticas a los compromisos del go- bbierno con la burguesia y los golpistas, critica que debe servir para ganar la ma yoria de la clase obrera, con el propésito de derrocar al gobierno de frente po- ular. Lo mismo ocurre en caso de guerra entre un gobierno de un pats atracs, do, por reaccionario que sea, y el imporialismo, Luchamos en el campo del pri= ‘mero porque defiende la autonomia nacional contra la reaccién en toda la i ‘nea del capital financiero, siguiendo la misma téctica, La distincion entre un gobierno burgués nacionalista que organiza a las masas y un frente popular, contrarrevolucionario, tiene colosal implicancia en la agitaci6n politica diaria. En ol primer caso, la consigna de gobierno obrero tiene un carécter pedagdgico, y no se plantea la destruccién inmediata del Es- tado burgués. En una circunstancia asi, el sentido del trabajo entre las masas ‘breras es separarlas del nacionalismo para formar un partido obrero. Con es te propésito puede ser legitimo hacer entrismo en el nacionalisma, actuendo en su seno como fraccién obrera independiente, Las condiciones politicas pa- ‘alla lucha por el poder no serén reunidas, porque el préletariado sigue ala bur- ‘questa, Pero el caso es bien distinto con un Frente popular. Aqui los obreros tienen sus partidos y un desarrollo en total contradiceién con el Estado bur qués. La agitacién politica por el gobierno obrero tiene un cardcter inmediato: significa reclamar que fos partidos dela clase rompan su alianza con la burgue- sf; la agitacién por la ruptura con la burguesia tiene una een gtetngc dyn\8 el poder, con e! gobierno obrero, con la revolucién proletaria.:Llamaron uste- des en Chile a que el PS y el PC rompan con los partidos burgueses y formen tun gobierno monoclasisa, camo Lenin reclamé que los mencheviques tomen _—#) poder antes dejulio de 1917, rompiendo su coaicibn con la burgusie? ‘L.Nacionalismo burgués y Estados Unidos Socialistas de América Latina Es oportuno en este punto final dela discusién sobre nacionalismo y FP, tocar lo que dicen en ‘uestra carta sobre las consignas antiimperialistas y la de os Estados Unidos Socialistas de América Latina (dg. 12)! Segiin ustedes, “la ropuesta anterior de PO... no incluye ninguna consigna antiimperialista para nuestro pats; esencialmente no plantea la plena autodeterminacién econémica y politica de la Argentina en relacién al imperialismo en general y al yangui en particular (por ejemplo, tuptura con la OEA, expropiacién sin pago de los mo- nopolios extranjeros, etc)" ‘Creemos que s¢ presenta aqui una interesante discusién, que habria cue tratar de proseaulr, porque sus alcances son muy importantes. Opinamos que las consignas que ustedes sefalan son enteramente justas, pero que al error s- 1 en que ustedes las vinculan a una autodeterminacién econémica y politica especial de Argentina, Para nosotros la Argentina no puede aleanzar su inde: Pendencia nacional (politica y econémica) sino en el cuadro de los Estados Unidos Socialistas de América Latina. Si no fuera asi, serfa concebible la in- \dependencia nacional de las repiblicas latinoamericanas, como tarea separada de cade una, Ojo que no hablamos del socialismo, sino de la independencia na- ional, como punto de partida para la liquidacién del atraso. No negamos de ringuna manera, y la experiencia de la Revolucién Cubana concluyé por de- mostrarlo, que las revoluciones en nuestro continents pueden obtener la victo- ria a.escala de cada pats. El Che cometié un serio error con su planteo de “con: tinentalizacién’, es decir de una revolucién que no tiene en cuenta las fronte- 1s, lo que significa no tener en cuenta la desigual evolucién de las masas de cada pats Pero, aunque las revoluciones triunfen en cade pats, no pueden realizar la real autonomia nacional, sino unidas en una Federacién, En esto creemos que Cuba también nos da la razén: el cardcter fragmentario de Cuba como estado nacional ha obligado al castrismo, que sigue un curso opuesto a la revo- lucién latinoamericana, a depender econdmica y politicamente de la buracra- cia rusa y, a partir de aqui, dela diplomacia del imperialismo yanqui con ésta Er castrismo rio es como los gobiernos de Europa Oriental, cuya sumision a la burocracia rusa esti determinada por un vicio de nacimiento, a saber, que fue- ron impuestos por el aparato dol Kremlin. La subordinacién del gobierno cas- trista es resultado del retraso de la revolucin latinoamericana, y este retraso ‘explica que no haya podide completar su autonomia nacional En las tesis sobre la “Guerra y la IV Internacional” (10-1934) Trotsky precisa el problema de América Latina con un método muy instructivo. Dice: “La burquesia norteamericana, que fue capaz durante su ascenso historico de u: fiir dentro de una federecion a Ja mitad norte del continente, ahore usa todo el 44-1) conesponde ole, 1h a foto Su América Contra y Sudamrics Slo serincopacte do reer ead os éta: la Viablidad histrica de los Estados Unidos a on od nied de au ener ore Secor ad de los Estados latinoamericanos eset Us conclusion oI guerra de sultado de que cin de fragen. i importantes te os {No Ievantan acaso ta bandera de “Argerting serait igual a fa “patria sociaista"y al *socatomne nacorals as ¥ ramistas? No ya el "socialise sospechosamente de Focos, montoneros ‘realizable s6lo 2 escala mundial, sino tam sodio de la revolucién socialista mundial Hay que romper decididamente c des se adaptan cada vez que considera dieaciones que constituyen la original ono nacionalismo burg al que uste- ida del revolulén en Amercs Latina Il Un problema decisive: la burocracia stalinista — En la pag. 6} ustedes dicen una cosa extraordinariamente juste: la burocracia stalinista tiene una politica de alianza con el imperia lismo mundial que es precisomente Io politica mundial de frente popular que da origen a los diversos frentes populares nacionales. Es en esa po~ Iitica mundial de Ia burocracie soviética donde se encuentra el nude del fendmeno frentepopulista, y si queremos ser trotskistas debemos partir de ella...". Esto es tan correcto e importante que ya podrfamos incorpo- tarlo a los acuerdos de principios entre nuestras dos orgenizaciones. Pe- fo son consecuentes ustedes con esto? 1. La burocracia rusa y la UP Segin ustedes, una prueba de que [a UP no fue un Frente Popular s¢ podrfa ver en que no hobria sido apoyada por la burocracia del Krem lin, Dicen: "No sabemos donde vis PO el apoyo al gobierno de la UP Por parte de la burocracia stalinista. Por lo que sabemos, la URSS sabo- tes inflexiblemente la economia chilena durante el gobierno Aller y lo hizo porque lo burocracia stolinista tiene una politica de cl con el imperialismo mundial...". De acuerdo con esto, la mejor demos- tracién del carécter progresivo de la UP estaria en el hecho de su total contradiecién con el Frente Popular mundial entre la burocrecia y el im perialismo. 7 No negamos de ninguna manera que la URSS no apoyé econémica~ mente o Chile; pero ustedes hacen un uso equivecado del hecho. Desde el vamos, es decir, en 1968-69, el partido comunista de Chile, y por lo tanto la burocracia ruso, pretendié estructurar un frente popular lo més @ la derecha. posible, sea con une gron parte de la democracia cristia~ ia, sea con la derecha radical. Era una operacién muy dificil para ho cerla aceptor 0 los trcbojadores chilenos, y lo eleccidn de Allende co- mo candidate quedé como una alternative final. Tanto para le burocra~ 11 Commponde sig. 9 ee ait, 47 cia como para los stalinistas natives, el frente popular debfa evitar el més minimo estTimulo ala accién de los masas, que se entusiasmarian con lo eleccién de unpresidente que perteneciera a un partido obrera. El ox oye politico dela burecracia a los frentes populares ~es muy importon te tenerlo presente- no se debe a que estos tendifan la virtud de re “paro pacifico al socialismo", sino que esté condicionado a le ca Pacidad que tengan pora contener alas masas. Cuando un frente popular ne demuestra ese capacidad, 1a burocracia permite y empuia su hundt = mmiento; esto ocurrié en Chile, como antes ya haba ecurride en Espana. Seria dbsurdo esperar un apoyo incondicional y a fondo a los soblemos de Frente popular ello significarta que la burocracia estarta dispueste a defenderlos incluso revolucionariomente ante las amenazas golpistes. Pe to esto llevarfa al sacrificio del frente popular en benelicio de la revere lucién proletaria, El frente popular chileno eraun frente populor en erisis ~incopar de contener o las masas. Apoyarlo generosamente en el terreno econdmice hubiera significado contrarrestor los sabotojes de la burguesfa y el impe tielismo; es decir, facilitar el desarrollo de la tevolucién. Lo borecracte stelinista epoy6 los objetivos politicos del frente popular de lo UP, pero no podia hacerlo con medios que hubieran facilitada los objetivos olf? Got de la revolucién. La burocracia ruse usé la promesa de eventual aya de econémica, como presién para que Allende alcanzara un acuerdo eer tratégico con los militares; el canal de exta constante protiin fue el par tido comunista, E! objetivo de lo burocracia stalinista es estrongular Io revolucién, no impulsarla. Una ayuda econémica que quebrora el blow queo imperialista hubiera sido un empuje para el movimiento de meses, jomenazando un derrumbe de la UP por la tzquierda. Al contrarlo de. le Gue ustedes dicen (y ounque parezca muy paradéjico, pero la dicléctieg + 281), Allende hubiera recibido mucha més ayuda econémica, probable mente, si hubiera sido un gobierno realmente ontlimperialiste y tevolu= clonatio. Fue lo que ocurrié cex Cubs. El gobierno de Castro~Guevara era un gebierno revolucionario. El bloquee del inperialisno yanqut, lelos de en Pujarlo @ una "moderacién", a una bisqueda de compromise con la beet questa, lo radicaliz6. En abril de 1961, cuando se produce el chaque de Bahia de los Cochinos, la revolucién llega asu punts més olte: la the yanqul es aplastada por las milicias obreras que se acabobon de formar, La revolucién cubana habfa cobrado un impulso tal que cualquiera host? lided del exterior la hubiera llevado a una mayor radicalizacién, eta vez hacia Amética Latina, Fue, hasta cierto punto, lo que ocurvié en 1962, cuando la crisis de los cohetes. En 1961-62, a poco de la reunién fundamental de Comp Dovid, entre Eisenhower y Jruschov, el comiense 48 Por contener la revolucién en un solo Pal, se hizo bajo este compromiso, y sin este lazo con la revelucién cu bona la burocracia rusa no hubiers podido gravitar en su control. El o= guerdo Kennedy-Mikoyan, en octubre de 1962, luego de la crisis de lox "missiles", mostré con claridad que imperialismo y burocracia no tenon diferencias estratégicas respecto a la funcién de la ayuda econémica ru 8a a Cuba, y por estar Cuba en el punto més alto de la Revoluctén, del Castro rechazé sus cladsulas. Le burocracia rusa tenfa que concilior Parcialmente con la revolucién cubena, para controlarla, En Chile, te~ nifa que opretor a fondo desde el Estado burgués, para frenar a las masos: Por e:0, ni la burecracia, ni el PC, ni Allende, ni la UP, que sabron Perfectomente que se venia el golpe, hicieron nda por impedirlo o a Plastarlo. La ley suprema de todos estos ~no sélo de la burocracia ruso!~ ‘ra que se debia gobernar con los militares, nunca contra ellos. Compa ‘heros: la burocracia tusa tuo que actuar en Cuba ante una revolucién consumada, su objetivo primero era evitar su extensién. En Chile actus Para prevenirla. Cual fue av instrumento? La no ayuda econémica al go bierno de la UP, 0 precisamente el gobierno de la UP? = Ahora bien: después de haber afirmado que la burocracta stalinista saboted ala UP porque ésta serta antiimperialista y porque la burocracte tiene un frente con el impericlismo mundial, ustedes nos salen con lo s1 guiente (pag.12)! "Que caractericemos al stalinismo de reformista no 18 en contradiecién con su carécter contrarrevolucionario". "la buroz craciacomo sectorsoctal se pasé con armas y bogajes al campo de le con trarrevolucién. Esta caracterizocién social PO la confunde con una e ractetizacién politica y deduce que la burocracia tiene una polftice con trarrevolucionaria. No es asf: Ubicada en el compo de la contrarrevoloe cién, la burocracta tiene una politica reformista. sl lo demvestron los casos de Chile y Uruguay, donde el stalinismo formé parte de movimien tos reformistas (UP y Frente Amplio) y de un gobiemo reformista (el de Allende), y no integr6 gobiernas contrarrevolucionatios (Pinochet y Bor daberry) sino que fue perseguidos por ellos". (En qué estamos? Entonces opoy6 a la UP?). Con lo que acabamos de citar, ustedes echan abajo todo lo que dije ronsobre el frente popular entre la burecracia yel imperialisme mundial; del cual se desprenden los frentes populares en cada pats. Los acuerdo Nixon-Brezhnev no son de carécter "social"; es polltica pura, Nosotros ‘nos preguntamos: se trata de acverdos "refonmistas"? Si es s lo 1) Cometponde a lp, 14 de eet, ae WUe’ quieren exactomente reformat? La politica de la "coexistencta pa- ifiee", compareres, es Ie politica de la contrarrevolucién, del oplosta miento de la revolucién mundial. are Qué @s es0 de que la burocracia es contrarrevolucionatia desde Puro de vist sotal? Une defnicién social se bata en ate ofa tl lugar que un gripe equis ocupa en Ia produccién y en la distribucién, Gn los relociones ce explotocion y vsufructo de la riqueza producida. Es desde este punto de vista que se definieron las aristocracias y burocra- cs obreras. Los primera: son sectores de lo clase obrera de los pafses Imperialistos que obtienen un ingreso superior al de sv clase mediante la patticipacién que les da la burguesta en los superbene! toctén colonial; es decir, Gcupan una determinada po: gio, en las relaciones d alismo con el proletar dometropaliteno y los opri Los se sectores de la clase cbrera, con una posicién privilegiada en el reparto del ingreso en los pafies de economia estatizada, por sv copamiento del oporate estatal del Estado ebrero.Socialmente, la burocracia ocupa une posicién de intermediacién privilegiada en la relacién explotadora mun, dial del imperialismo y el proletariado de un pais que ha expropiade a sv burguesfa. Lenin decta que la clase obrera de un Estado obrero isla do era una clase semidirigente y semioprimido. La butoctacia s' no cambié esta notursleze social, scialmente enuna copa explotadora. Lo que combié, luego de haber facilitado la derrota del proletoriado alemén en 1933, fue su politica: de oscilor entre la re, volucién y lo centrarrevolucién, se pass definit nifica que la buracracia entendié que no podTa defender sus privile sociales contra las maras, sin respaldarse directamente en el imperialis- mo, Sv politica contrarrevolucionaria refuerza sv posicién social de con. sumidora parositaria de las riquezas del Estado obrero. El programa de transicién habla del "posoje definitive de lo Intema, cional Comunista del lode del orden burgués, (de) su rol cfnicomente controrreveluctonario en el mundo entero". Esto no quiere decir que se ha patodo socialmente ol orden burgués, ya que esto sgnificorf slo u na coso: que se ha transformade en explotadoro. Quiere decir que su rol politico, a escale de la lucha de clases internacional, es contrarevol jonarie. Como capa social, lo burecracia esté obligada a defenderse ne s6lo del proletariode, sine tombién del imperialismo, porque la fuen le de 2 privilegios reside en el mantenimiento del Estado obrero dege= nerado, que el imperialismo querria destruir. Pero an cuando, Por estos foces inevitables, Ia burocracia choca €on el imperialismo, su conducta general, de conjunto, internacional, va dirigida contra la revolucién mundial 50 La burocracia es una copa social intermedia entre el imperialismo y los masas; por exo es bésicomente heterogenes. En un punto determinado de la lucha entre el proletariade mundial y el imperialismo, los burocra los obreras se rompeny disgregan (Checeslovaquia, 1968); una parte ha ce causa comin con la clase ebrera, la otra con el imperialismo. Dec que es socialmente contrarrevolucionaria, es decir, explotadora, co alinecrla homogeneamente con el imperialismo, decir que son idén- tices. La burocracia puede cumplir una funcién progresive transitorio ent lot Estados obreros, supliendo los carencias culturales del proletariado, cuando estos Estados obreres estén dirtgidos por el proletariado en soe viets, por el partido revolucionario. No son lo mismo los functonorios de los Estados copitalistas que los de los Estados obreros, sélo cuando ex propian’politicamente al proletatiado, estos se transforman en contrerre: volucionarios. Esta expropiacién politica se da nacional e internacional frente, y se operd definitivamente en 1933 ~con la politica entreguista de la I.C. en Alemar Creemos que ustedes interpreten mal, y usan peor, el calificative que la Ill Internacional daba a los partides socialdemécrates, como efor mistos y al mismo tiempo como contrarrevolucionarios. La socialdemocr: fue, hasta 1914, una mixtura de revolucionatios y reformistar, en v= a época en que no estcba a le orden del dfa la revolucién, y en que, Por e10, el reformismo tenfa una funcién progresiva. A partir de 1914, los reformistas se pasaron a la contrarrevolucién, y el calificative de re formista sélo aludia o su origen histérico, QUE AUN LE DABA SU CON TENIDO A LA CONCIENCIA DE UNA IMPORTANTE MASA DE LA CLASE OBRERA MUNDIAL, con ilusiones refomistos, que sobreviven to davia por el no triunfo de la revolucién o escala mundial. La Internacis nal Comunista, por el contrario, fue el partido de la tevolucion mundial; ¥ alin hoy, después de més de 40 anos de traiciones, el proletoriado que jave a los partidos comunistas los ve, no como reformistas (porque nun= €a tuvieron este carécter) sino como tevolucionatios, como los represen tantes en cada pofs de la Revolucién de Octubre de 1917. El trotskismo fevolucionario nunca caracterizé a los PPCC como teformistas, sino ce mo stalinista, es decir, vinculades al oporate de le burocracia rusor contrarrevolucionoria. Légicamente, en el proceso de crisis, descompos! ciény ruptura de losPPCC, reaparecerén fenémenos, tendencias, grupos y cottientes, reformistes, centristas, etc., con diverso nivel de ruptura con la burocracia de Moscd, y deberén ser contemplados en el proceso de reconstruccién de lalV Internacional y de construcctén de los partidos revolucionarios. Es increible que ustedes digan que la politica de le burocracta no es \ 51 contrarrevolucionoria, porque en tal caso estarfan los PPCC en los go~ biernos de Pinochet y Bordaberry. Pero qué impide que estén directomen te en estos gobiernos? La respuesta es: Su carécter de organizaciones breras que esos gobiemos tienen por funeién destruir,no sv politica con- trarevolucioncria, que es 1a que ha pemmitide que exos gobiernos suban. Pero hay que ir més lejos atin: quién dijo que en determinadas circunstan clas, clas de los PPCC no integren esos gobiemos, como el PS esparial integré la dictodura de Primo de Rivera, como el PIR boliviono integré los gobiemos criminalesde la Rosca? En el programa de transicién se pre cisa exactomente que EL ALA DERECHA de lo burocracia contrarrevolu= clonarie puede tener una evolucién hocia el foscismo, llegando a plan- teor Io hipdtesis de que ese alo, la."fraccién Boutenko", realice una a~ Vianze militar con Hitler contra la URSS (ver capitulo "La URS y las ta reas de la época de transicién*). St ustedes caracterizan a Io politica de la burocracia rusa como re~ fotmista, tienen que convenir que la politica de los frentes populares (6 éstasno son politicos, sino sociolégicos?) es reformista, internacional y nacionalmente. Si es ost, ustedes tienen que caer, como lo hacen ef tivamente, en el "apoyo crf tre los dos sistemas” y mediante la "colaboractén intemacional”, y ne que su funcién es oplastar la revolucién. Toda la gran trampa de ustedes consiste en esto: en "esencia", esto 5, socialmente, la naturcleza de la burocracia ruza es reaccionaria 0 contrarrevolucionaria, pero en su "apariencia" © manifestacién, es de- cit, en "politica concreto", es reformiste. Con lo de socialmente revolu cionatia ustedes cubren la férmula del saludo ritual al programa de tran sicién; en "politica concreta" pasan al otro lado; la politica de la bur cracia es reformista, los frentes populares en Uruguay y Chile son refor- mmistos. ‘Ahora bien, con este desdoblamiento metaffsico de la burocracia, en abstractamente reaccionaria y efectivamente no reaccionari 16 Michel Pablo, a partir de 1951, la politica de apoyo ro crocia, y de entrismo en los PPCC para transformatles, que determiné la crisis politica y la quiebra organizativa de la IV Internacional, que hoy se tala de resolver y reconstruir. Como se ve, el debate de lo "concre~ tito" ha llevado, por la légice objetiva de las p problema del balance politico del por qué de la crisis de la Cuarta en ina. Za ‘stas revoluctonarios no excluyen la altemativa de llegar, en ciertos circunstancias, o determinedos acuerdos con partidos de la bur guesfa nacional. La lucha de clases no opone solamente a explotadores explotados; ellaesté compuesta también de los enfrentamientos internos de la burguesta, o de ésto con el imperialismo. Cuondo cobran un clerto desarrollo, estos enfrentamientos adquieren un carécter netamente pol £0, ofectando en forma directa el desenvolvimiento de todas las closes de la sociedad. Ningin obrero se declararia neutral ante un conflicto fundamental entre un gobiemo burgués y constitucional y un golpe , clera, pagarfa el error con la destruceién de las libertades de organizacién vigentes. Lo mismo vale pora el caso de un cchogue entre un gobierno burgués semicolonial y el imperialismo; la vi toria de éste significaria un esclavizamiento atin mayor de los trabajade Se ontionde fécilmente que el objetivo de una interyenctén' propia del proletoriado en conflictos de estas caracterfsticas es asegurar la de- fensa de sus conquistas histériccs. Pero por este mismo motive, la clase © brera esté obligada adirigir su conducta,en esos momentos, en el se de buscar la transformacién de la crisis parcial entre los explotadores, general del Estado burgués. La victoria incondicionol de. cualquiera de los fraceiones burguesos en pugna, implicarfa la irmedia ta amenaze de una ofensiva imperable contra el proletoriado. No basta, sin embargo, con la intencién de intervenir. El estallido de una crisis nacional que opone a partidos no obreros, indica por si rma que son éstos los que atraen la atencién principal de las masos, mien tras que el partido revolucionario no ecupa atin un lugar decisive. Para patticiparde un modoconereto en lacrisis, este dltimo se encuentra préc ticamente obligadoa buscar un acuerdo con el ala burguesa que est, du rante la crisis, colocade en un plano més favorable a los intereses in diatos de las masas. Por todo lo dicho, consideranes un colosal error [a posicién de la fraccién mayoritaria del Secretariado Unificido cuando, 53 envun texto de critica o ustedes, rechoza "lo legitimidad de los acver- dos técticos, en la Argentina de hoy en dia, con los partidos burgueses, Para lo defensade los libertades democrdticas..." ("Adénde va el PST?", suplemento deAS No, 119). Si seguimos este consejo, las orgonizociones trotskistas minoritarias debemos renunciar a toda posibilidad de combate Préctico por los derechos politicos de los trabajadores, Lor acuerdes que, en clertas circunstancias, es conveniente y nece sario coneretar con partidos burgueses contra la reaccién politica ~o con la burguesta contra el imperialismo- deben tener, sin embargo, un earée ter muy prectio, que sirva a los objetives obreros en la altanza. Hay que tener presente que la lucha de clases entre el proletariado y la burguesta no cesa durante la vigencia de estos acuerdos, pues lo que persiguen om bas partes, incluso en esa coyuntura expectTica, es completamente opues to, El ocasional aliade burgués, cuando necesita, 0 no Hene més reme= dio que aceptar,el auxilio préctico del partido revolucionario, trata de enredarlo en una solide que permite reestructurar la dominacién estatal sobre el proletariado; éste, por el contrario, buscaré conwvertir la crisis Parcial en una crisis general del régimen burgués de dominactén. Al con Eretar un acuerdo con un sector burgués contra otto, el proletatiado no interrumpe su lucha por ef derrocomiento del Extodo burgués; slo cambio Ja forma de esta lucha, la encara de otro modo. Para conformarse « estoscbjetivos, los acuerdos de cireunstancias con 1a burgueste deben reunir ciertas caracterfsticas cbligads. La primera de ellares el mantenimiento de lemés completa Independencia organizetive Y programética de parte del partido revolucionario, lo que significa une conducta eminentemente critica frente al aliado burgués. La segunda es la naturaleza absolutamenté prdctica de la accién en comin, su corécter de movilizacién y de lucha. Sin la reunién més completa de estos dos ele mentos (Independencia y movilizecién), es imposible ninguna interver cién real en la crisis, es impensable su transofimacién en una crisis gene rol, y el partido revoluctonario concluye por convertirse en un auxiliar de lo reconstruccién del Estodo burgués contra las masos. Ahora bian, ninguna de las des condiciones mencionadas definen ‘woestra presencia en lo que ustedes han dado en llamar "acuerdo clrcuns tancial de ocho partidos pora plantear lo defensa de las libertades demo créticos" (pég. 9)! F 1. zDonde est le naturalaza préctica del acuerdo? En toda vuestra cartano existe el mésminimo intento por defender el acuerdo de los 8, desde el punto de vistadel servicio préctico que hebria 541 corsponde tp. 12 ra folio brindado ol PST y @ la close obrera en la lucha por les libertades demo- créticasy por el debilitamiento del Estado burgués. Toda vuestra ITnea de. ‘argumentaciones se reduce a una cosa: no hemos firmado ningiin documen t0.Pero el orgumento no es argumento, sino ocultamiento: si el acuerdo: de los 8 no sirvié.en cbsoluto para movilizar @ nadie contra noda, era el deber de ustedes no integrarlo, y denunciarle como una gran cobertura democratoidede la represién efectivadel gobierno peronista por parte de los llomados partidos de oposicién. Un "acuerdo circunstancial™ que no revista ningin carécter préctico de lucha no es otra cosa que un pacto con Ia burguesfa, no en el terreno de Ia lucha de clases, sino en el cua dro del Estado burgués. a El “acuerdo circunstancial" de los 8 lleva ya siete meses de existen, cia. AGn cuando ustedes quisieran presentarlo como dos “acuerdos circurs tancioles" de sélo algunas semanos (en dbril-mayo cuando se entrevisto= ron con Perén, y en octubre-noviembre cuando las reuniones con Isabel), el hecho fundamental no combia. El primer “acuerdo circunstancial" no sélo no hizo nada que tuviera que ver on la movilizacién de mosos, si no que se gesté en los mismos momentos en que vuestros aliados votaban Ia intervencién o Cérdoba, legalizando el "navarrazo". Bajo el segundo “acuerdo circunstancial", e305 mismos aliados formaron quorum para apro, bar la ley de seguridad; luego, una parte de estos aliados, acabé dando sv apoyo politico ol estado de sitio. Ni duda cabe que ustedes no son res. ponsables porestas tropisonadas miserables de los aliados burgueses ~abs0 lutomente inevitable: en todos los "acuerdos circunstanciales". Pero ef problema es oto: la ausencia total de toda coracterfstica préctica y de lucha de estos acuerdes; su naturaleza absolutomente verborrdgica; esto, no losconvierte austedes en encubridores de la demagogia "democratica” de los Balbin y compatia, y a partir de aqut del gobferno, que hacia lo parodia del “didlogo" democratico? La independencia del partido revoly cfonatio en los acuerdes con la burguesta no consiste ni remotamente en el sélo hecho de no firmar documentos; censiste precisomente en oponer la exigencia de la movilizacién de matas a los maniobros verborrésicas, ctiticondoa muerte el deble juego de los partidos burgueses y stalinista. Lo contratio es alinearse con el frente burgués. En lo polémica con el Secretariado Unificado por la misma cues del bloque de los 8, ustedes caracterizan que el "“navarraz" conmovik ciertoseftculos de lo burguesia que "temfan el resurgimiento del dominio militor...(y) 1a postbilided de un enfrentamiento que pudiera empujar o los obreros hacia Ia revolucién socialista". Y ogregan: “Desde el punto de vista socialista revolucionario existZan todo tipo de motives para fo- mmentar, eta incipient divisin de lo clove deminantey tatr de aprove ccharla". No podemos menos que compartir estas ideas, como en general Vaio e oa todas los que tengon que ver con troter de fomentar divisiones en la bur guest. La pregunta es: cémo? apuntalando la presién balbinista sobre Pein? © condicionando todo acuerdo @ une accién préctica, de movili zacién, contre el "navarrazo" y lo escalada derechista? Ustedes hicie: ron lo primero. Enel mismo texto, ustedes dicen que para “controrrestar" la omenaze de una "reimplantacién de una dictodura militar...era Indispensable que los trabajadores se movilizarén..." Nosotros sabemos perfectamente bien lo dificil que es para nuestra pequers organizaciones llevar este propé~ sito a la préctica y jamés lo entendemos como una aecién solitaria, mat ginadade las grandes organizaciones de masas del pafs. Pero scbemos my chomejorasn que, encubriendo las maniobras seudo-democréticas de los Partidos de a burguesta, como el bloque de les 8, se contribuye a ador= mecer la inguietud polTtica de los trabajodores frente a las amenazas de rechistas. La conclusién es clara: el "acuerdo de los 8" no tuvo nunca, ni lo pretendi6, un carécter préctico, de accién, de movilizactén de los frabajadores. Fue por eso mismo un instrumento de, los partidos burgueses y del stalinismo, en el juego de presiones sobre el gobierno en crisis, En otra parte de la respuesta ol S.U., ustedes declaran con toda justicia: "nos esté permitido, y a veces es imprescindible, organi= ar y reolizar acciones précticasen defensa de los derechos democrét 03 conjuntamente con organizaciones y tendencies no proletarias. Esa es la ensefanza de Lenin" (el subrayado es de ustedes). Nototros pregun= tomos: se caracteriz6 el blogue de los 8 por alguna "acclén préctica"? La respuesta la dan ustedes mismos en ese documento: la entrevista con Perén -dicen= “era un acto formal de gobierno, de caracterfsticos ca parlomentarias". Este es el asunto: el acuerdo no tuvo ningGn carécter de lucha, sino meramente parlomentario; no en el terreno de Ia accién de ‘masas, sino en el del Estado burgués. Pero ni esto, porque en el parla= mento a veces.se puede imponer ciertas decisiones mediante el voto. 2, £Donde ests la Independencia Programética? Dicen ustedes en vuestra dltima corte: “Evidentemente, esta palabra ("institucionalizacién") ha creado una gran confusién. Nosotros {a entendomes como el proceso de conquistes de libertades democréticas abjerto por el Cordobozo. Proceso que incluye no lo las conquistas de ~ mocréticas de la clase obrera,sino la existenciade instituctones burgue~ 0s como el parlamento, que creemos necesario defender de todo posible golpe de derecha, hasta tanto no tengamos la fuerza suficiente para to- 56 ‘mar el poder. Las erfticas del SUy PO se bosan en que la entienden co- ‘mo la forma que adopta el GAN en este momento, lo que incluye tam- bién las instituctones burguesas cuya implantactén no es un avance sino una derrota para el movimiento obrero (reforma al cédigo penal, etc.) (6.12): Dejemos de lado "las criticas de PO", que no tienen nada que F con lo que ustedes afirman. Lo importante es esto: la defensa de le nstitucionalizecién" es la plataforma programética comGn del bloque e los 8 y, por chora, de la mayorfa gubernamental. (Hagamos notar que vendo saludaron el triunfo de Cémpora como “un triunfo de los trabaja~ dores", ustedes dijeron: "Los trabajadores derrotaron a Lanusse...pegando Un formidable golpe a los planes de instituctonalizacién de la: Fuerzes Armadas (A.S. 15/3/73). Como se ve, usan la “instituctonalizacién'co- tmo les viene en gana, pero siempre en el sentido del apoyo al gobierno peronista). EI Estado burgués~no "las instituciones" elegidas "a piace~ re" es el 6rgano de opresién del proletariado por los capitalistos. Por este motivo fundamental, el partido revolucionario, que tiene el extre= mo deber de luchar por la méxima ampliacién de los derechos politicos de tos trabojadores dentro de este Estado, no se solidariza nunca conel régimen de la democracie burguese. En ningon momento y bajo ninguna circunstancia, puede el partido revoluetonario tomar a su cargo la de~ emia de una forma dada de Estado burgués, orgumentando la necesidad de defender las libertades democréticas. Cuando éstas son puestas en pe- ligro por la reaectén polttica, el partido debe distinguircuidedosamen = te su lucha encarnizada contra la derecha de toda forma de solidaridad con el régimen burgués democrétice. Le lucha contra la derecha no in= terrumpe el combate por el derrocamiento del Estado burgués; como de~ limos antes, s6lo cambia la forma de este lucha. La lucha contra lo de~ recho, si es utilizada para desplegar la més formidable movilizacién de masos ~mientras no cesa la eritica a los "burqueses democréticas", cul ables del ataque derechista- es una palenca impresionante para el e= batimiento del Estado de los explotadores.Por eso, el partido revolucio- nario explicaré claramente a los trabejadores que la lucha contra la de- recha no es ninguna renuncia, por momenténea que sea, al combate por el gobierno obrero, ni sustitucién por une defensa de la democracia bur = guesa. La utilizacién del enemigo derechista ~real o imaginario~ para plantear la defensa incondicional del régimen burgués democrético 0 Constitucionel, es exactamente el programa politico de les partidos berales, pequefio-burgueses y stelinista. De la misma monera que el proletariado, aunque defiende los libertades, no se solidariza con el sistema de la democracia burgue- sa, la burguesfe, aunque reconoce en este sistema su propia forma, de 1) Comemsende pp, 1 ee foto ( 7 jinacién sobre la clase obrera, no se soliderize nunca con loi dere cches que las masas han obtenido en el cuadro del Estado burgués. La de~ mocracia burguesa es, para la burguesta, instrumento para arrebatar los Iibertodes democréticas de los trabajadores. La democracia burgue- 50 es y no es una democracia. Esté obligado a set una democracia cuando los explotades le imponen a los explotadores el respeto por sus lbertades ; e:t6 obligada a no serlo cuando la burguesta re- clama la utilizactén de los instrumentos del Estado (democréticos y re~ presivos) para limitar y cercenar esos libertades.Para ustedes, compatie~ ros de la direccién del PST, el parlamento es una "conquista democré= tice" mientras que la ley de seguridad,por ejemplo, es un avance reac~ clonario, Nosotros preguntamos: no fue el parlamento el que dicté esa ley? Hacer una separacién metafisica entre el GAN y las "institucio~ nes burguesas que creemos necesorio defender" (como dicen usfedes) es olvidar simplemente que el GAN se vale de esa: “instituctones" para sus golpes represivos contra los trebojadores. La “institueionalizacién" es el conjunto de los instrumentos CONSTITUCIONALES, parlamenta- rios y polictales, de que se sirve la burguesta para derrotar « los trabo~ jadores. Esta es la plataforma conGn del blaque de los 8. No es cierto que ustedes entiendan mal la "institucionalizacién"zesta Gltima es exac~ famente el pasaje del régimen de la dictadura militar al de la Cons de 1853. El error de principios de ustedes es hacer la opologta de este cambio de dominacién politica, y no denunciarle como un intento de recomposicién del Estado burgués para la derrota de las mazas. Sin golpe militor, por medio de los procedimientes constitucionales, el go~ bierno y sus aliados han logrado yarrebatar la mayor parte de los con~ quistas demoeréticas de aquéllas. En oportunidad del "navarrazo", el PST (y PO también) plantes la unided de accién para reponer a Obregén Cano. Haciendo el balance, vemoshoy que la consigna fue confusa ya que debié haber he~ cho hineapié, ejey centroen la necesidad de la movilizacién fisica para desolojara lapolictasublevadade la ciudad. El planteo de reponer al go bernador oscurecta este objetivo y podio ser usado, como lo fue, para iustificar la prioridad de las negociaciones en Buenos Aires y abortar Yodo combate en Cérdoba. Pero esto, que nosotros lo entendemes como un equTvocoque nos debe servir de ensefionza,ustedes lo transforman en una desvigeién completa,Para ustedes, esta consigna fue justa porque: plonteabe, precisamente, "defender la institucionelidad burguesa" (AS No.97, 69:4), ¥ no porque podfa servir pora una colosal movilizacién de masa: que desarrollera los condiciones para un derrumbe del Estado burgués. Balbrn también planteé en un primer momento la reporicién de ‘Obregén, con el obvio propésito de defender la “institucionalidad bur= 58 guesa"; luego comprendié ~cuando la sitvacién se agravé~ que !a mejor yfa para ello era votar la intervencién « Cérdoba. O esta intervencién ro fue una defensa de la "institucionalidad" ne tanto contra los propé= sites de Navarro como contra las conseevencias de una eventual victo~ rla ffstea completa de los trabajadores contra la policta? El error de u- na consigna como "reponer a Obregén" consiste precizamente en qué puede aprisionar a las masas en el juego de la “institucionalidad bur= queso" y oscurecer Ia ITnea de la accién directa para la derrota calle- jera de la sublevacién derechista. Ustedes dan un paso més allé de le ‘confusién de la consigna y dicen:sf, de lo que se trataba era de la" de~ fensa de la institucionalided burguesa”. Mientras que el objetivo de todo acuerdo préctico, toncial y limitado ‘con la burguesfa es tratar de transformar la cr ial del orden burgués en una crisis general, el objetivo programético de wuestros acverdos no précticos, verbales, seude-parlamentarios, es limi= tor el desarrollo de la erisis parcial al cuadro de la "institucfonalidad burguesa". En lugor de un factor de impulso del combate contra la dere~ ccha, esta postrocién total ante la burguesia opositora sélo contribuyé a frenarlo. En el acuerdo con los 8, ustedes sacrificaton el programa histé rico independiente del proletariado y encubrieron a un frente de izqvigr dos de apoyo al gobierno. Faw 3. dPero existié el famoso documento de los 8? Habituados a vuestros métodos de discusién, ya los vemos ve se encima denunciando que la diteccién de PO "multiplica los puntos de divergencia’, no quiere acabar nunca, empezé por ctiticames fa fir= ma de un documehto, y ahora que se descubre que éste no existid com= bio los orgumentos del debate. Pero esto no es otf, y sélo esta critica nuestra puede explicar por qué la direccin del PST divulgé ameliamen- teun documento que supuestamente no existTa, y se tomé av largo Hempo para desmentirlo. Si exominamos un poquiteel fomoso documento de lot 8, Po demos observat que i ze le eliminan alguna: groserfas sobre la “libera: ion nacional" y otros yerbas, todo su texto gira enteramente en esta i dea: "consolidar el proceso de institucionelizacién del pais"; "opoyar en todas sus instancias el proceso institucional", etc., ete., efc., que es precisemente lo que defienden todos y coda ‘uno de los integrantes del Bloque de los 8. Salvo que se repute de completamente loco al redactor de AS (No. 97, pag. 2), no se explica cémo pudieron escribir la defensa politica de un documento con el que supvestamente no coincidfen. No, onparere, oxi no hey ningén mister: lange central de la declara 16h de los 8, lo "institucionalizacién', es el punto comtn de concilia~ elén de ustedes con el resto de los partidos, y del conjunto de estos con el gobierno. Esto explica perfectomente bien vuestra extrema tardanza en desmentirlo, y la ninguna critica politica seria o ese documento, En le expuestaal SU ustedes se pierdenen mil detalles sobre les circunstanclas ue rodearon Ia elaboracién de ese decumento, pero nada dicen de cuél ¢s Ia divergencia fundamental que tienen con él. Para peor, explican Yuestra posicién repitiendo el mismo artfculo de AS que defendta ese de cloracién, y que insistfa en el planteo de “preservar en este perfodo le estabilidad de los insituctones.. Es absolutomente necesario indicar que en el largo tempo ue pass hasta Ia desmentida del documento (criticade de inmediate por nosotros, el compatiero Coral lo negé 50 dfas después por tele y AS solo 3 meses exactos més tarde), tuvimos en el pafs un frente popular, no de confeccién, sino de medida, con documento oficial y todo. La misma tar danza tuvieron para desmentir vuestra firma en el documento de julie dé {lc multipartidaria de Santa Fe, y nunea hicieron piblica la desautorize cin al breve comunicado de los 8 luego de la muerte de Perén. Se ings ne una conclusin: ustedes evitaron siempre salir de inmediato al pase ¢ les documentos que upuestamente no habfan firmado, pare evitar que tel cota fuese interpretada como uno ruptura del acverdo comin, en les pre leas circunstanclas en que éite le ere necesario a une frocclén do ler Partides burgueses. EI frente de lo: 8 existe y tiene como soporte el programa de la “institucionalizacién". Si ain no tiene un texto oficial de corde ter nacional, ello se debe que este frente no opera an como una al = termativa de gobierno, en cuyo caso estarfa obligado a filer por escrito los compromisos politicos comunes, sino que es un instrumento de presién dentro de ia lucha por inclinar lo orientacién del gobiemo nacional p ronista; y es un factor de apoyo a éste contra los troboj lores. En diversos artfculos y pronunciamientos uste “institucionalizacién", pero tratan al mismo tiempo de exp 1 significa apoyor al gobierno. El argumento es metafisico; el apoyo @ {a instituctonalizecién significa que la divergencia con el gobleme son sélo parlamentarios, dentro del cuadro del Estado, esto significa, frente 2 lesmasos, apoyar al gobieme.Pero esto noes sélo "deduceién" nuestras © hen estado diciendo todo el tiempo con el justificativo de combatir supvestos golpes de Estado. Recientemente, el companero Coral planteé: “EI socialismo de los trabajadores seguiré luchando centra todos esos fae fotes que creon el clima golpista y lucharé por la continvided de este go biemo porque fue elesido por la mayorta de los trobajadores.." (AS. No. 125). 60 QU6 es esto? El partido revolucionario esté obligado a pro- ‘nunclarse contra ungolpe de estado reaccionario, pero sin asumir ningin compromiso en defender al gobierno que, por via no golpista, ensangren= taa la vanguardia brera. Los revolucionarios debemos declarar que nues tra lucha contra el golpe forma parte de muestra lucha por llevar a las masos.la conviccién de que éste es un gobierno ontiobrero y contrarrevo lucionarie, Todo en vwestros planteos es una cepitulactén ante el frente burgués, el nacionalismo y el gobierno. Lo que hay que hacer es decir que el gobierno, el peronismo son los principales responsables: con ell ¢ poye de 7 millones de votos, con el alza cbrera, con el retroceso mi tar, ellos han sido los que han vuelto a fortalecer a las FFLAA., los que golpean alos trabajadores, los que preparan una dictadura militar aliada 3 la comarilla derechista, ee 4, La rolaci6n entre los 8 y a agitaci6n politica del PST Ustedes nos reclaman una cose obsolutomente nos exigen que seftalemos “en qué aspecto de (vuestra) actividad se ex- rata esta supuesta claudicoctén (vuertra)", sien ol "programa" o en la “agitacién politica”. Asf como no es posible discutir de "politica concre ta" privéndonos de las diferencias de caracterizacién teéricas, limitarse © estos puede transformarse en un pasatiempo intelectual sin conexién con la lucha recl de lot partidos. Creemos haber demosirade, en los puntos anteriores, eso clavdicacién programética ("institucionalizecién"), que se liga direc tamente con la agitacién polftica diaria. Pero nos parece que es necesa rio responder a vuestro reclame yendo un poco més lejos. ‘A nuestro modo de ver, el proceso de disgregacién de la ba se peronista, es décir, la desperonizacién, tender, en un futuro proxi mo de retroceso abierto del gobiemo y de la represién, a reforzar las po Hsisoe ee vsti panty ial Glas comics rata nest jvicio, que Perén traté de combiner en tede momento el curso re ay con bn nbc Ue ot er tte ae de la JP y el PC. Adn hoy, el gobiemo, embarcado en una feroz repre~ sién, trata igualmente de fijarle un cuadro de organizaciéna sectores de ley de mntanat um puane con al pot connie: Cuondo se how (0 agotado la eficacia represiva para contener al movimiento obrero, se i emmite.ceasal 1G ccueaea lee ee recambio politico de lo burguesta. Durante el gobiemo de Cémpora, pu do apreciorse un ensayo general de esta politica. La JP y el PC cubri 1 los sindicatos, los flances que vaya dejendo la crisis de la burocracia sindical. indical it Si observamos bien, os fécil darse cuenta que la burguesta \\ seis dos canales para el encuadramiento politico de la JP y el PC: el “Bloque de los 8 y el frente de Juventudes Politicas. Este encuadramiento jug hasta hoy un rol fundamental en ligar a estos dos fuerzos, que por Su programa estén a muerte con el Estado burgués, o la adoptacién ol curso de “institucionalizacién", es decir, la represién y derrota de los motos. La presencia del PST en el acuerdo de los 8, oculto colosalmente la presencia del PC y sirvié para mejor encubrir el papel contrarrevolu- Cionatio de éste en ese frente. Seamos claros: a la burguetia no le inte- rexa el PST como factor de contencién de masas, sino que le interesa co mo factor encubridor de los servicios del PC y de la JP. Toda la critica Propagandistica en vuestra prensa al stalinismo y a los Montos, no com= Pensa pore nada vuestra cobertura préctica de los frentes que se arman con es0s dos organizaciones. Bien, hasta oqut pura “carocterizacién"; cuél es el proble- ‘ma préctico? El problema préctico y politico es que toda la tactica y la egitacién del partido revoluctonario debe dirigirse al FRENTE UNICO con el partido comunista y la JP, como Gnica forma de romper el frente buryués de lo "instituctenaltzacién", desenmascarar al stalinismo y a lo iequierda nactoncliste, y hocer posible el combate contra la represién y Por el partido obrero. El PST no tiene una AGITACION POLITICA SIS TEMATICA centrada en la consigna del FRENTE UNICO, y no puede te nerla porque ello exige primero la ruptura con los 8, la aceptactén de 6 cuerdos que signifiquen siempre un campo de movilizacién préctica, y el reclame al PC y a la JP pare que rompan on la burguesfa proponiéndoles ecuerdos précticos de lucha contra la represién. No se trata de pedir e- pis6dicomente un "acto péblico", ni de denunciar propogandfsticamente los compromisos del PC y la JP con el GAN. Se trata de morcar el comi no rompiendo con el bloque de los 8 y haciendo una agitacién polltica sisteméticapor el Frente Unico. Es la politica del Frente Unico la quede sorrolla el choque préctico con el GAN. i La cuestién del FRENTE UNICO se puede ver de un modo bien palpable en la reciente ofensiva anti-educacional del gobierno, que concentré a su vez la ofensiva politic anti-democrética general. Sélo FO desarrollé una agitactén sistemética por el FRENTE DE LA EDU CACION, virtual materializacién del frente Gnico con los partidos de masos, a través de las organizaciones estudiantiles, docentes y no docen tes. La linea de todo el mundo fue oponerse a esto, lo que permitié of gobiemo ajustar cuentas separadamente con cada orgonizacién. La bata Hla no esté, sin embergo, terminada; la experiencia de FULNBA, APL BA y CTERA activaré répidemente en a conciencia de trabajadores y estudiantes, cuyes enfrentamientos con el gobierno, en escala todavia @ mayora la que se ha producido, es completamente inevitable. Pero en es te aspecto fundamental de la luchade clases y porlas libertades democr& Yicos, sélo ha extado PO. = Opinamos que la etapa represiva que se ha profundizedo, solpearé indisctiminadamente a vastos sectoresiluslonados can Ia "institu cionalizacién". Nosotros tenemos también que golpeat con una audaz y sistemética agitacién porel frente unico. Ustedes confiesan en la respues taal SU que fueron a la reunién con Perén, el 21 de marzo parade, por que "en ese momento, un partido de oposieién (que) se retirara habrta significado un riesgoparasy legolided". Hay quedejare de macanas, com Pareres. La legalided es un medio como cualquier otro, y en su nombre fo se puede justificar ninguna capitulactén politica. Pero tompoco asf ‘conserverén vuestra legalided: hay que romper los acuerdos verborrégico~ Parlomentarios y luchor por el FRENTE UNICO. Estamos on una situscién orginal: dlscutimos sl tenemos que dlscutie mientras ya estamos dscutiondo. Esto prusbo una cos al menos: que existe la rectsidad objetiva de delimiter y clarifier qustas posilones Poder aribr aun acuerdo? Desde que a seu slo learon reso, Jenico que podemos decir ex que ello es posible, y ques condelon ese pre Fama, no las camnduls organastives,eTlene&!proposito de lego # un w lerdo Ia direcion de PO? En letras de molde, bianco contra negro con nuestra firma absjo contestamos que Si, aun acuerdo de prinlplos. Vamos tnds loos abn, y proponemos sacar una declaracion que precise gue hemes i Clado ura discusion con vitas Ia uoldad de nuestasorganizaciones.qPero todos fas divergenlas no hacen ddr seramente dela posbliad de sta tn? Sino exsiera ninguna duda ya estamos undo ydedeados a otos dsuntos, Pro el echo de que noestas dos organizaionessrelomen de la 'V Internacional y de! programs de transom, y el hecho de cue esemos rai Zango sobre quien es mds enemigo dl frente popula, @s une extvsordinei Ise pern empecar ls iscusion uence levee xa unidad. No poder aWigar por evo no, eto hacho fngaments sna mi divine ey nanione a boecin VGfaNa aul GSC aia biota ne ral, pro no pone ninguna condilon, I os reunims es dos dveccionespo- ‘cmos scorer una detimitacion bien prec defor puntos a dict o com prctarnes a! nico punto del frente popula. Pero de cualquier manesayro Eomvtena ue Ia lacie sig u actual caréterandrquic, sino que se orden Yorgi, Sobre el asunto Ford, no tenemos nada que agregar a nuestra time carta 63 Estamos dispuestos a realizar una reunién informal con ustedes para acla- rar cualquier cosa que deseen y explicitarles verbalmente nuestro punto de vis. fa. Con saludos comunistas y con profundo pesar por vuestros compaferos /— GBs en la lucha. Comité Ejecutivo Nacional de Politica Obrera 8 de noviembre de 1974 Adjuntamos un texto de Pierre Lambert, referido a una imputacién pol i- tica del PST ala OCI. Parfs, 16 de julio de 1974 Querido camarade: En su respuestaa vuestra carta, la direccién del PST declaraque no reclama de PO una sutocritica por su pertenencia “a una tendencia internacional cuyo principal dirigente soe. tiene que Fidel Castro era igual al fascista Chiang-Kai-Shek, que Cuba es un estado capitals. ta que no deber{a ser defendido si fuera atacado por otro estado capitalista”. Creo que esta afirmacién merece una breve precision. Ni el Comité Internacional, ni €| Comité de Organizacion por la reconstruccién de la IV Intemacional, al cual pertenece PO, han conocido © concen una escala jerérquica que permita determinar quién es el dirk gente principal, 0 “maximo”, E! Comité Central de la S.L.L., organizacién inglesa afiliada al Comité Internacional, en un documento que data de 1962, escribié: “Alli donde la clase obrera es incapaz de ponerse a la cabeza de las masas cempesinas ¥ de aplastar el poder de! Estado capitalista, la burgues’a ocupa el terreno y arregla el pro- blema de la “‘revolucion democrética” a sy manera y segiin sus propias necesidades, De este modo, tenemos a Kemal Ataturk, Chiang-Kai-Shek, Nasser, Nehru, Cérdenes, Perén, Ben Be. Na y Castro (por no mencionar més que a algunos)", Pero ocurre que PO no ha estado jamés afiliado al Comité Internacional, Se puede de- Gucir que fa tendencia en cuestién es el Comité de Organizacién por la reconstruccién de la IV Internacional, de! cual PO es una de las organizaciones fundadoras, En ese caso, es ala O.C.1. a ta que le seria atribufda la posicién segin la cual Chaing-Kai-Shek y Castro serfan identiticables, y yo seria el “dirigente maximo” mencionado, Por consiguiente debo decir que la posicion de la 0.C.I. no ha sido jamés esa, y que la ©.C. siempre combatié por 1a defensa incondicional de la revolucion cubana y del gobier- no de Castro contra el imperialismo. Sea dicho al paso, la posicién de la direccién de la S.L.L. no consistfa en identificar @ Castro con el “fascista Chiang-Kai-Shek”, pero sf en destacar que, segéin ella, los regime nes enumerados tenfan en comin ser regimenes bonapartistas burgueses en paises colonia. {es 0 semicoloniales. Y si se relaciona con los otros nombres citados, se trata del Chiang de! Primer perfodo del Kuomintang al que se refiere, y Una vez aclarado esto, le O.C.I, juzgay juzgaba falsa esa posicién. No hay por otra parte mejor testigo a ese respecto que Joseph Hansen —que sin con- siderarse, pienso, como el “‘dirigente maximo" de la tendencia internacional a la que perte nece ol camarada Moreno, es sin embargo uno de sus principales personalidades. En un texto polémico dirigido contra las posiciones de las secciones inglesas y france- $28, fechaco el 20 de noviembre de 1962, titulado “el caso cubano”, Hansen explicaba: “Los camaradas dirigentes de la seccion francesa del Comité Internacional comparten con el Comité Nacional de 1a S.L.L. la posicién de que Cuba no es un Estado Obrero. Sin embargo, difieren con é! sobre dos puntos fundamentales, A la inversa de los camaradas in- gleses, piensan que existe en Cuba dualidad de poder; y sostienen que el régimen de Castro constituye un gobierno obrero y campesino”, bbe, querido camarada mis saludos comunistas. Pierre Lambert

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