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El poblamiento rural es el conjunto de asentamientos humanos existentes en el espacio rural, (rurales menos de
2000, semiurbanos entre 2000 y 10000 habitantes). No obstante este criterio es impreciso, dado que hay
asentamientos rurales con cifras superiores principalmente en el sur peninsular (agrociudades*).
La tipología del poblamiento rural responde a dos modelos, disperso y concentrado con variedad de situaciones
intermedias.
En los últimos años, en las zonas del interior muchos pueblos han reducido su tamaño e incluso quedan
abandonados por el éxodo rural en las zonas menos accesibles y recursos más escasos; las áreas costeras pierden
su carácter agrario por los edificios que se construyen relacionados con el turismo; y las áreas periurbanas se han
incorporado al continuo urbano debido al crecimiento de las ciudades o reciben usos residenciales y recreativos.
El hábitat rural está constituido por las viviendas y otras dependencias. Su morfología depende del material usado
en la construcción, la forma de las cubiertas y el plano de la casa.
Los materiales tradicionales de la casa son los propios de la zona y han dado lugar a varios modelos de
vivienda.
Casa de piedra: periferia peninsular, Extremadura, Baleares y Canarias.
Casa de madera entramada: País Vasco (caserío), Segovia, , Salamanca y Alcarria.
Casa de barro: ambas mesetas, valle del Ebro, valle del Guadalquivir y Canarias
La forma de la cubierta suele ser inclinada en las zonas de mucha pluviosidad y plana en la de escasas
precipitaciones
El plano guarda relación con la actividad agraria desarrollada.
La casa bloque encierra todas las dependencias bajo el mismo techo: vivienda, establo, granero y almacén.
Puede ser “a ras de suelo” o “en altura”.
La casa compuesta consta de edificios diferentes para cada función dispuestas en torno a un patio abierto o
cerrado (cortijo andaluz, masía catalana…)
Actualmente están desapareciendo los modos de vida tradicionales que originaron dichas casas, lo que ha
supuesto el abandono y desaparición de muchas de ellas (pérdida de patrimonio cultural, o sustitución por
tipologías urbanas de chalé (rompiendo la armonía con el paisaje tradicional). Actualmente se llevan a cabo
iniciativas para conservar el estilo tradicional.
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los límites pueden ser: cerradas (si cuentan con separación física como setos o muros) y abiertas (si no
existe separación física entre ellas).
la forma: regulares e irregulares.
el tamaño: pequeñas, medianas o grandes
Los usos agrarios del suelo, pueden ser agrícolas, ganaderos, forestales o mixtos.
- Localización: comprende la zona norte y noroeste (el Pirineo occidental, la cornisa cantábrica y Galicia). El
relieve es montañoso (dificulta el labrado de las tierras) y el clima oceánico, con lluvias abundantes y regulares y
temperaturas suaves. La vegetación: prados y bosques caducifolios (hayas, robles, castaños…) y frecuentes
repoblaciones de especies más productivas (pinos, eucaliptos).
- Hábitat y estructura agraria: una población históricamente abundante que ha sufrido una fuerte emigración y hoy
está muy envejecida. El poblamiento es disperso intercalar. Predomina el minifundismo y la dispersión parcelaria
(como consecuencia es difícil la mecanización y tienen una baja rentabilidad que para corregirlos se fomenta la
concentración parcelaria). Predominan los campos cerrados o bocage.
- - Localización: comprende las dos mesetas y las depresiones del Ebro y buena parte del Guadalquivir. El
relieve: predominio de las llanuras de elevada altitud media en la Meseta y relieves montañosos que la bordean y
aíslan de la influencia del mar. El clima es mediterráneo continentalizado (gran amplitud térmica con heladas
invernales, y precipitaciones escasas con acusada sequía estival). La vegetación: el terreno forestal es escaso, el
bosque es perennifolio (encina, alcornoque) y matorral mediterráneo, en muchos casos asociada a la ganadería a
través del sistema de dehesas.
- Hábitat y estructura agraria: despoblación creciente debido a la emigración. El poblamiento es concentrado en
pueblos (pequeños y próximos en la Meseta norte, grandes y distanciados en el sur). Predominan los campos
abiertos u openfield. El sistema de propiedad es variado, con minifundios en el valle del Duero y en los regadíos
del Ebro (cada vez menos por la concentración parcelaria), mientras en el sur suele predominar el latifundio
(Guadalquivir, La Mancha o Extremadura).
En cuanto a los usos del suelo predomina la agricultura aunque la ganadería es importante en algunas zonas
(dehesas occidentales, cerca de grandes núcleos urbanos…):
- La agricultura dominante es la de secano, extensiva en campos abiertos, destacando la trilogía mediterránea
(habitualmente en monocultivo): cereal, vid y olivo. Se localiza en los páramos y campiñas de la Meseta y cultivos
en las zonas que no son de regadío de los valles del Ebro y el Guadalquivir. En el pasado, era frecuente el cultivo
de cereales (trigo) en rotación con barbecho o leguminosas. Actualmente el trigo se ha ido sustituido por cebada
(alimentación del ganado), sin barbecho (abonos químicos) o semibarbecho con girasol. Se produce una
especialización regional: cereales en la meseta norte (CyL), vid y olivo en La Mancha, Extremadura y Aragón, vid
en La Rioja y Navarra.
En determinadas zonas como el Ebro, vegas del Guadalquivir y Guadiana se ha desarrollado una agricultura
intensiva de regadío (aumento de superficie regada gracias al agua embalsada y subterránea) ligada a cultivos
hortofrutícolas (industria conservera en el valle del Ebro), forrajes (maíz, alfalfa) y cultivos industriales (tabaco,
remolacha) y arroz.
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- La ganadería es especialmente importante en las montañas y penillanuras del oeste (Sierra Morena,
Extremadura y Salamanca) con un régimen extensivo en forma de dehesas de encinas y alcornoques, donde se
desarrolla ganado ovino, porcino y en menor medida vacuno. En los secanos castellanos y del Ebro domina el
ovino (extensiva que pasta en los rastrojos). En las cercanías de los núcleos urbanos en estas zonas ha crecido
una importante ganadería de vacuno (aptitud lechera) y porcino estabulado y avícola.
- Importante explotación forestal en las zonas montañosas del interior, ligada sobre todo al pino de repoblación.
(ej. Tierra pinariega de Soria)
- Localización: se extiende desde el litoral andaluz hasta Cataluña, también se extiende por el prelitoral
mediterráneo, Valle del Guadalquivir y Baleares. El relieve: predominan las llanuras fértiles del litoral mediterráneo
y Guadalquivir, la zona prelitoral es más accidentada y protege de las borrascas occidentales. El clima es
mediterráneo costero (precipitaciones escasa con sequía estival, temperaturas cálidas y gran insolación). La
vegetación está muy degradada, bosque perennifolio (encinas, alcornoques, pino) y matorral mediterráneo.
- Hábitat y estructura de la propiedad: población importante (menos numerosa que antaño debido al éxodo rural
pero más numerosa que en el resto de áreas rurales debido al mayor dinamismo agrario que ha atraído población
inmigrante), tradicionalmente dispersa que hoy tiende a una creciente concentración. La propiedad tiene tamaño
variable: predomina el minifundio en las zonas de regadío; en la zona de secano son pequeñas (Valencia y
Murcia), medianas (Valencia, Murcia y Cataluña) y grandes (Andalucía occidental).
En cuanto a los usos del suelo predomina la agricultura y aumentan otros usos: turístico, residencial.
- La agricultura presenta una importancia enorme de cultivos intensivos de regadío, con un paisaje de huerta,
invernaderos y frutales desarrollados a partir de grandes infraestructuras de regadío, con nuevos sistemas
(cultivos bajo plásticos, enarenados e hidropónicos, riego por goteo). Cultivos de hortalizas (la costa desde
Cataluña a Granada) y frutales y arroz (Valencia) y adaptación sobre todo en Andalucía de cultivos subtropicales
(aguacate o chirimoya, piña, kiwi o fresa), todos de alto valor en el mercado internacional. En zonas más al interior
surge una agricultura de secano (trilogía mediterránea o almendros).
- La ganadería tiene menor importancia, aunque ha crecido, sobre todo en Cataluña, una ganadería intensiva
ligada a las áreas urbanas y orientada a la producción de leche, huevos y embutidos (vacuna, avícola y porcina).
- La explotación forestal: tiene poca importancia, excepto en Huelva (grandes extensiones de eucalipto).
Varían según las áreas, pero en general tienen unos rasgos comunes:
- Localización: se extiende por las zonas montañosas de toda la península (Pirineos, C. Cantábrica, S. Central,
S. Ibérico y C. Béticas…). El relieve es escarpado (elevada altitud y fuertes pendientes). El clima es de montaña
(temperaturas bajas, abundantes precipitaciones que buena parte del año caen en forma de nieve. La vegetación
está escalonada en pisos (cliseries).
- Hábitat y estructura de la propiedad: la población es muy escasa con una fuerte tendencia emigratoria, es más
dispersa que la región a la que pertenece, aunque hay una progresiva tendencia a la concentración en pueblos
más grandes situados en el fondo de los valles. Se tiende mucho más al minifundio (en el fondo de los valles) y
puede aparecer con más frecuencia el bocage (parcelas cercadas por setos y caminos arbolados).
En cuanto a los usos del suelo predomina la ganadería y la explotación forestal. No obstante, actualmente
están creciendo enormemente las actividades terciaras gracias la turismo de montaña. Los usos del suelo se
escalonan en función de las condiciones climáticas: agricultura en el fondo de los valles; explotación forestal en
los bosques de las vertientes; y ganadería en los prados de las cumbres. Aunque puede haber diferencias según
la zona climática donde se localice la montaña.
- La agricultura pierde peso respecto a la ganadería. En las montañas del norte: cultivos de huerta en el fondo de
los valles. En las montañas del Levante y del sur: cultivos arbóreos en terrazas y bancales (frutales, olivo,
almendros).
- La ganadería es muy importante, siempre en régimen extensivo. Predomina la bovina al norte (pasta en los claros
de los bosques y los prados de las cumbres), ovina o caprina más al sur (la ovina practica trashumancia local
entre el valle y la cima).
- La explotación forestal suele ser una actividad destacada. Mayor en las montañas del norte. Aprovechamiento
de la leña y madera de eucalipto, castaño y pino.
- Localización: se desarrolla en las islas Canarias, marcadas por un relieve volcánico accidentado y un clima
cálido durante todo el año, con lluvias escasas e irregulares.
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- Hábitat y estructura de la propiedad: La población rural está en claro retroceso por la atracción del sector
terciario (turismo). Predomina un poblamiento disperso intercalar con aldeas y caseríos y algunos pueblos
mayores. Domina la pequeña propiedad en las zonas medias y altas, mientras en los regadíos costeros se
imponen las grandes explotaciones.
En cuanto a los usos del suelo: escaso uso agrario (predominio del sector terciario), destaca la agricultura.
- La agricultura está marcada por el relieve y la falta de suelos fértiles, lo que impone una superficie cultivada
reducida. En las zonas litorales regadas domina el monocultivo intensivo de exportación (tomate, plátano o patata
temprana), el cultivo bajo plástico de hortalizas y las nuevas plantaciones tropicales (mango, aguacate, papaya o
piña). En las zonas medias y altas domina el secano, con cultivos como la vid o la patata.
- La ganadería es una actividad de escasa importancia (ovino y caprino).
- La explotación forestal : antiguamente: bosques canarios (pino canario, fayal-brezal, laurisilva) fueron
sobreexplotados para carboneo, construcción, soportes de los cultivos. Actualmente: gran parte de los bosques
están protegidos (ej.: Parque de Garajonay, en La Gomera).
a) Existe todavía una escasa modernización y competitividad (para asegurar una renta adecuada y afrontar la
creciente competencia de países emergentes en el mercado mundial) que trata de corregirse:
Reestructurando y mejorando las explotaciones (renovación de maquinaria y concentración parcelaria,
mejorando regadío e infraestructuras, acceso al crédito…)
Mejorando la tecnología y la innovación (productos para nuevos segmentos de mercado: alimentos
hipocalóricos, bajos en colesterol, productos de calidad con denominación de origen y calidad
diferenciada) adaptando el sector a las exigencias de los consumidores en cuanto a calidad y
diversificación.
Disminuyendo los costes de producción aprovechando mejor los recursos (agua, energía…).
‐ de la industria que controla el suministro de productos básicos (semillas, abonos, insecticidas, piensos y maquinaria)
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‐ y de los mercados de venta de la producción (exigencias en el volumen, tamaño, peso y precio) que lo controlan las
grandes multinacionales.
b) La diversificación económica del espacio rural es escasa, (pues existe una excesiva dependencia de las
actividades agrarias), se promueve: artesanía, agroindustrias, agrotiendas, turismo rural, caza, rutas de
senderismo…
c) Nuevas exigencias de la UE en materia de seguridad, sanidad y bienestar animal que incrementan los
costes y reducen la competitividad frete a los productos de áreas menos exigentes (ej. normas de etiquetado y
trazabilidad de alimentos):
Seguridad: se imponen la trazabilidad de los alimentos para conocer su trayectoria desde la explotación
agraria hasta la venta en el mercado. También se controlan productos transgénicos y aditivos para saber
los que pueden o no utilizarse.
Sanidad: se evitan las plagas vegetales y las epidemias del ganado.
Bienestar animal: trato adecuado evitando sufrimientos innecesarios (normativa respecto a la cría,
transporte y sacrificio).
Muchos núcleos rurales tienen problemas de calidad de vida motivados por la deficiente accesibilidad, las
carencias de infraestructuras y servicios elementales (recogida de basuras, electrificación, telefonía e internet),
servicios avanzados (TIC y nuevas tecnologías) y las bajas dotaciones en equipamientos colectivos de todo tipo
(docente, asistencial, sanitario, deportivo, cultural, etc.). Esta situación se explica en parte por las bajas densidades
demográficas y en algunos casos se agrava por la lejanía respecto a núcleos urbanos que puedan proporcionar
estos servicios. Para afrontarlo, se impulsan actuaciones para mejorar la accesibilidad y la dotación de
infraestructuras, servicios y equipamientos.
La utilización poco eficiente de los recursos: agua (son necesarios mejores sistemas de riego), energía
(ahorro en las instalaciones, uso de la biomasa y de los residuos ganaderos).
Las prácticas agrarias inadecuadas
‐ contaminan el aire: olores; emisiones de GEI de la maquinaria, fermentación y emisión entérica del ganado;
quema de rastrojos…
‐ contaminan/sobreexplotan el agua y el suelo: fertilizantes, pesticidas, productos fitosanitarios, abandono
del barbecho, aumento del regadío, vertido de purines ganaderos…
‐ deforestación (vegetación): talas e incendios para obtener más pastos y tierras de cultivo
Soluciones: implantar sistemas de riego eficientes, medidas de uso sostenible fomentando la silvicultura (evita la
desaparición de la vegetación por talas e incendios) y promoviendo las variedades autóctona (frena la reducción de
la biodiversidad) y la agricultura/ganadería sostenible y ecológica (abonos orgánicos, barbecho, rotación de cultivos,
pastos naturales, no estimuladores de crecimiento…).
La producción ecológica* es más respetuosa con el medio, los productos son más sanos pero resulta más cara. A pesar de
esto, ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años. La ganadería ecológica no emplea la estabulación permanente
ni usa estimuladores de crecimiento.
La producción integrada* es intermedia entre la convencional y la ecológica, utiliza al máximo los recursos y sistemas
naturales pero utiliza los productos químicos de síntesis en situaciones en las que no existen otras alternativas viables.
El riesgo de deterioro o desaparición de algunos paisajes rurales tradicionales de gran valor se debe al
despoblamiento. Para evitarlo, la política de desarrollo rural de la UE está financiando medidas para el
mantenimiento de la población y de las actividades tradicionales., como el mantenimiento de actividades
agropecuarias tradicionales, la creación de una Red de Caminos Naturales y Rurales para el transporte no
motorizado (a pie o bicicleta)
La presión urbana amenaza con convertir el espacio rural en una prolongación del espacio urbano, para evitarlo se
controla manteniendo el espacio rural como zona agraria y de ocio.
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7. Dinámicas recientes del espacio rural
En la actualidad, el mundo rural es un espacio cada vez más complejo. Mantiene el predominio de las actividades
agrarias y los paisajes agrarios, pero es multifuncional (recibe otros usos) y heterogéneo (coexisten espacios
rurales con diferente nivel de modernidad y dinamismo).
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7.1. La multifuncionalidad del espacio rural
En la actualidad, el espacio rural está diversificando sus actividades con la implantación de otras diferentes a las
agrarias tradicionales.
a) Las causas que han favorecido estos nuevos usos han sido diversas:
Una nueva percepción positiva de lo rural. Hasta la década de 1970 se identificaba lo rural con el atraso y
la pobreza. Hoy se ha revalorizado lo rural como sinónimo de mayor calidad medioambiental, tranquilidad,
seguridad y sociabilidad.
La tendencia a descentralizar la residencia, la producción y los servicios por razones económicas, su
menor coste; y por razones sociales, el deseo de una organización territorial más equilibrada.
b) Los nuevos usos implantados en el espacio rural han sido los siguientes:
Usos residenciales, como viviendas secundarias de fin de semana o vacaciones, o residencias principales
en las áreas próximas a las grandes ciudades, ante la carestía del suelo urbano.
Usos industriales, derivados del traslado de fábricas que buscan suelo y mano de obra más baratos, o
aprovechar las materias primas y recursos rurales.
Usos terciarios, como infraestructuras de transporte y de aprovisionamiento urbanos, grandes superficies
comerciales; y equipamientos recreativos relacionados con el aumento del nivel de vida y de tiempo libre para
el ocio y con el deseo de disfrutar de la naturaleza, que han extendido el turismo rural y otras actividades
como la caza.
Usos paisajísticos-culturales y conservacionistas basados en la consideración de que existen áreas
rurales de gran valor paisajístico, histórico y cultural.
c) Las consecuencias de estos nuevos usos pueden ser positivas y negativas:
Las consecuencias positivas son una distribución más equilibrada de la población (frenar o invertir la
tradicional tendencia al despoblamiento) y de las actividad económicas en el espacio (favorece la
recuperación de las economías rurales) lográndose una mayor integración territorial (rompe la tradicional
contraposición entre lo rural y lo urbano).
Las consecuencias negativas pueden ser la pérdida de identidad del espacio agrario ante la llegada de
urbanitas e inmigrantes extranjeros; conflictos sociales (población con nuevos valores), conflictos por los
distintos intereses económicos, competencia entre las distintas actividades por los recursos (agua, suelo…) y
en las áreas de mayor valor (de la naturaleza, del paisaje, del patrimonio cultural rural) algunas actividades
pueden causar degradación medioambiental o el abandono de actividades productivas en favor de la
conservación, crear “paisajes fósiles” o “reservas paisajístico-fotográficas”.
Para potenciar los efectos positivos y evitar los negativos, son necesarias políticas de ordenación rural que
armonicen los diversos usos.
Algunos espacios rurales mantienen el predominio de actividades tradicionales (en algunas comarcas
meseteñas y en la penillanura extremeña). Son los “espacios rurales profundos” (al margen de la
modernización, muchas zonas de montaña) y los “espacios agrarios frágiles” (especializados en producciones
extensivas poco competitivas como en algunas cuencas meseteñas y de las penillanuras).
Otros han diversificado sus actividades, presentan empleo para los tres sectores económicos, son espacios
agrarios dinámicos, (campiñas de secano especializadas en vid y olivo, zonas de montaña que ha asumido
funciones turísticas y de conservación del patrimonio natural y zonas de regadío intensivo). También se incluyen
aquí los “espacios rurales emergentes” que han adoptado el modelo posproductivista (agricultura y ganadería
ecológica o integradas orientadas a producciones variadas y de calidad) o que han introducido nuevas funciones
(zonas de montaña con funciones turísticas y de conservación del patrimonio natural y cultural).
Ciertos espacios rurales han adquirido un predominio de las actividades urbanas (rururbanizados) o de turismo
de masas con rentas más elevadas y una población más densa y creciente. Son espacios periurbanos de las
grandes ciudades o franjas costeras, (actividades agrarias reducidas e intensivas: cultivos de huerta en las
vegas y ganadería estabulada) y sufren la presión de los espacios urbanos próximos.