Compañeros, permítanme decir que es un gran gusto el tener a un montón de individuos dentro de

un mismo salón que tomaron la decisión de dedicar su vida al arte. ¿Es curioso no creen? Muchos
de nosotros, incluyéndome, no teníamos una idea en plenitud de lo que implicaría el dedicar nuestra
vida por completo al arte. Con esto me refiero a la enorme responsabilidad que tendríamos al
dedicar nuestra vida al arte, por que si lo piensan bien ¿Cuál es nuestra labor como artistas dentro
de una sociedad como en la que nos desarrollamos?

Si me permiten opinar una de las principales funciones del artista de hoy, evidentemente pudiendo
existir muchísimas otras más, es, dentro de una sociedad que está buscando constantemente el
desarrollo tecnológico y una realización aparente basada en el dinero, sería el regresar a la
humanidad aquellas cosas que nos hacen precisamente humanos. Nos hemos perdido tanto en
buscar metas que, según lo impuesto, nos darán satisfacción y felicidad, que nos hemos olvidado de
lo primordial de nuestra condición humana… que vendría siendo la humanidad misma.

Bajo este principio entonces cabría preguntarnos entonces ¿Qué nos hace humanos? Si
pretendemos regresarle a la humanidad humanidad entonces ¿qué nos hace humanos? ¿Qué
consideras suficientemente valioso dentro de tu cosmovisión de las cosas para compartirlo con
algún otro individuo para que lo tome y amplíe con eso su propia cosmovisión y provocar que la
humanidad repare a la humanidad?

Nos hemos hecho a la idea estos últimos siglos, milenos de que homosapiens sapiens se distingue
del resto de los animales por tener una capacidad de raciocinio elevada a la del resto de los animales,
y con esto tenemos también uno de los principios que nos distinguen, por así decirlo, de otras
especies, la libertad. ¿Qué hemos hecho con esa libertad y cómo es que, como artistas, lograremos
aprovechar ese regalo que nos otorgó la vida misma? Y aquí, a mi consideración, es donde está la
verdadera cuestión ¿De qué manera como artistas nos devolveremos a la humanidad esa libertad
que nos distingue y anhelamos?

Me gustaría entonces, hablarles desde un campo propio de las artes escénicas ya que (depende si
voy antes o después) el cual sería la actuación. Es curioso ver como es que los conceptos de libertad
y actuación se relacionan tanto porque, para la actuación, no existe una técnica con la cual se pueda
decir que “estás actuando bien” a diferencia de otras disciplinas. Existen diversos métodos que
ayudan al actor a obtener herramientas con las cuales construir tu propio “mini método”, por así
llamarlo, pero no existe una técnica que indique “el buen actuar”. Lo cual es hermoso.

Me gusta definir la actuación, como el arte de darle voz (literalmente) a quienes no la tienen y decir
aquello que se quiere decir sin decirlo de manera explícita