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José Joaquín Palma

Nació en una modesta casa en la calle de San Vicente Ferrer en


Bayamo, contigua al convento de Santo Domingo, que ya estaba en
ruinas para entonces. Luego de aprender las primeras letras y
aficionarse a las lecturas bíblicas -gracias a las instrucciones de su
madre-, se mudó junto a su familia al campo.2
A los doce años regresó a Bayamo y estudió en el convento de San
Francisco y luego en el famoso colegio de San José y tuvo entre sus
maestros al prestigiado pedagogo José María Izaguirred y al
profesor Ignacio Martínez Valdez. Luego de graduarse permaneció en
la institución como maestro de primaria y se hizo muy aficionado a las
letras y a sus maestros.3 Cuando Martínez fue encarcelado por culpa
de una calumnia, lo acompañaba en la celda desde las seis de la
tarde hasta la nueve de la noche y allí leían las obras clásicas de la
literatura española.4
En 1864 se retiró del colegio de San José y empezó a editar un vocero
con la colaboración de Francisco Maceo Osorio llamado La
regeneración de Bayamo órgano sencillo, pero de un contenido
interesantísimo: en cada tema campeaba el distintivo nacionalista de
Osorio y de Palma; este periódico fue cerrado por el gobierno español
de la isla. Tiempo más tarde, Palma apareció luchando al lado del
insigne José Martí, de Carlos Manuel de Céspedes y de Máximo
Gómez, entre otros.
Cuando su esposa falleció en su natal Bayamo, tuvo que abandonar la
lucha revolucionaria y regresar a hacerse cargo de sus hijos; pero allí,
dirigió El Cubano Libre desde donde luchó desesperadamente por la
abolición de la esclavitud y describió la penosa situación por que
atravesaba Cuba. A estas publicaciones, siguió una ola de
persecuciones, encarcelamientos y destierros; gran cantidad de
cubanos fueron condenados al exilio; José Joaquín Palma Lasso fue
uno de ellos.5
Su primera etapa de destierro la vivió en Jamaica, luego pasó a
territorio estadounidense de donde salió rumbo a suramérica,
visitando entre otros países el Perú, terminando su itinerario en
Guatemala, que sería su última escala hasta la muerte. Llegó a
Guatemala en 1873.5En Centroamérica, Palma dejó memorables
huellas de poeta, profesor, periodista y promotor cultural, ayudó a
numerosos intelectuales y escribió la letra del Himno Nacional de
Guatemala, obra por la cual recibió grandes homenajes; además, tuvo
vínculos profundos con dos de los mejores poetas latinoamericanos
de todos los tiempos: José Martí y Rubén Darío, el cubano precursor y
el nicaragüense cumbre del Modernismo, primer gran movimiento
literario surgido en América. También compartió con el célebre poeta
peruano José Santos Chocano,5 y con los intelectuales liberales
hondureños Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa quienes ejercían las
secretarías de Instrucción Pública y de Relaciones Exteriores del
gobierno de Justo Rufino Barrios.

Rafael Álvarez Ovalle es el creador de la música del actual Himno


Nacional de Guatemala. En su tiempo, fue un
reconocido compositor y durante su vida se ocupó de escribir
partituras de himnos, valses, mazurcas, sones y música religiosa.
Nacimiento: 24 de octubre de 1858 en San Juan Comalapa,
Chimaltenango.
Ocupación: Maestro de música y compositor.
Fallecimiento: 26 de diciembre de 1946 en la Ciudad de Guatemala.
Su vida
Fue hijo de Rosendo Álvarez e Ildefonsa Ovalle. Su educación
musical la recibió de su padre, quien desempeñó durante mucho
tiempo el cargo de maestro de capilla del pueblo y después fue
designado para ocupar la dirección de una escuela de música en
Escuintla.
A los 15 años, el padre de Rafael Álvarez Ovalle murió. A pesar de su
corta edad, lo sustituyó en el cargo de director de música en aquella
escuela. Posteriormente, contrajo matrimonio con Anita Minera de
García. Además, tuvo 8 hijos.
En 1879, Rafael Álvarez llegó a la capital de Guatemala. Por una beca
que había concedido el Presidente Justo Rufino Barrios se presentó a
realizar estudios en la Escuela de Sustitutos de la Banda Nacional,
bajo la dirección de Pedro Vissoni.
A los tres meses de estudios dominó la flauta y el pícolo. También
pasó a ser integrante de la Banda Marcial.
Música del Himno Nacional de Guatemala
En 1887 se realizó un llamado para un concurso literario. El motivo de
este era seleccionar la mejor canción que sirviera de himno nacional
de Guatemala. Cuando el poeta Ramón Pereira Molina, de
Totonicapán, ganó dicho concurso, se promovió la selección de una
partitura que acompañara la letra.
El ganador de este concurso musical, por unanimidad, fue Rafael
Álvarez Ovalle. En ese entonces, el compositor contaba con 29 años
de edad.
Cuando se volvió a hacer el concurso en 1896, durante el gobierno
de José María Reina Barrios, la partitura de Rafael Álvarez fue de
nuevo la ganadora por unanimidad. Por decreto oficial del 19 de
febrero de 1897 fue declarada como música del himno nacional.
El día de su muerte, el gobierno de Guatemala decretó duelo nacional
y costeó los gastos funerales. Las escuelas y oficinas públicas
cesaron sus actividades y la bandera ondeó a media asta en señal de
duelo.
Logros
El artista tocaba a la perfección la guitarra, el piano, el violín y la
flauta. Organizó varios eventos para difundir la música
guatemalteca durante su vida.
 Fue maestro del Conservatorio Nacional de Música.
 Fundó la Concertina Guatemalteca y la orquesta femenina del Instituto
Normal Central para señoritas Belén y la del Colegio
Centroamericano.
 Existe una Escuela Militar de Música con el nombre Maestro Rafael
Álvarez Ovalle.
 El 15 de septiembre de 1911, el gobierno de Manuel Estrada
Cabrera le rindió un homenaje en el Teatro Colón, donde
fue condecorado.
 El 24 de octubre de 1941, con motivo de sus 83 años de edad, las
autoridades de San Juan Comalapa le rindieron también un masivo
homenaje.

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