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Análisis del Proyecto de

Ley Orgánica de Educación.


Elaborado por el Profesor Dr. Alexander Luzardo Nava
(*)Ex senador de la República.

Universidad central de Venezuela


Guía pertenece a: Ernesto Alfonzo
Análisis del Proyecto de Ley Orgánica de Educación.

1. El Proyecto de Ley Orgánica de Educación (PLOE), se propone sustituir la Ley Orgánica de


Educación publicada en Gaceta Oficial Nº 2635 Extraordinario de fecha 28 de julio de 1980, y la cual está
vigente. Una Ley Orgánica es una ley de principios que desarrolla lo establecido en la Constitución y de la
cual deben derivarse otras leyes especiales y los reglamentos respectivos.

Una primera observación al Proyecto de Ley Orgánica de Educación que discute la Asamblea
Nacional se refiere a la confusión que genera la imbricación entre normas de carácter orgánico con las
especiales.

2. El Proyecto de Ley confronta graves problemas de construcción gramatical, semántica,


además de la técnica jurídica que en conjunto conforman una mala praxis jurídica; ejemplo de ello es el
Artículo 1, que repite en 8 líneas “principios rectores, principios constitucionales” y enfatiza en forma
exagerada la “función indeclinable del Estado” y “el máximo interés”. En otras palabras el Artículo 1 es
farragoso, siendo repetitivo en contenidos y abusa en las definiciones, convirtiendo esta dispersión en una
especie de exposición de motivos. Ello es obvio en el Artículo 5, el cual es extremadamente largo e
impropio de una disposición legislativa (el Artículo 5 abarca una página entera en la publicación insertada
en el Periódico Ultimas Noticias, para referirse a las denominadas competencias del Estado Docente). La
redacción del Artículo 5 es omniabarcante y prescinde de toda técnica legislativa por lo tanto
debe ser revisado y reelaborado al igual que el Articulo 1 ya señalado.

3. El Artículo 2 es redundante en su redacción, contenido y de un pésimo estilo así tenemos que


dice textualmente: “Esta Ley se aplica a la sociedad en su conjunto y en particular a las personas
naturales y jurídicas, instituciones, centros educativos oficiales independientes del Ejecutivo Nacional,
Estadal, Municipal y de los entes descentralizados y de las instituciones educativas privadas, en lo relativo
a la materia y competencia educativa”.

Es obvia la mala construcción y ausencia de técnica legislativa, pues toda Ley se refiere a la
sociedad, y ella está constituida por personas naturales y jurídicas públicas o privadas.
¿Las “instituciones, centros educativos” no son acaso personas jurídicas? Probablemente quien redactó
estos Artículos no está capacitado para participar en la redacción de textos legales o de
cualquiera otra, con incidencia pública.

4. El Artículo 3 del Proyecto de Ley, es una repetición de principios ya establecidos en la


Constitución Nacional.

5. El Artículo 4 intenta una definición del “Estado Docente” que sobrepasa el concepto ya
institucionalizado y que tuvo como principal y lucido exponente al ex presidente del Congreso Nacional y
ex Ministro de Educación Dr. Luís Beltrán Prieto Figueroa. El Artículo es monótono y desordenado.
6. El Artículo 8 referido a los medios de comunicación, es un contrabando que no corresponde
propiamente a una Ley de Educación. En todo caso podría construirse un nuevo Artículo el cual podría
decir ”El Estado promoverá y facilitara el uso de medios de comunicación radioeléctricos e interactivos
para el desarrollo de la educación en todas las modalidades del sistema educativo. A tales efectos dotara
a los centros educativos de las escuelas básicas, secundarios y superiores de los recursos y tecnologías
necesarias y apropiadas para el logro de estos fines”.
7. El Artículo 10 referido a la prohibición en los planteles públicos y privados de la difusión e
ideas contrarias a la soberanía nacional y los principios y valores consagrados en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, podría interpretarse como una apología a la inquisición, así como
una violación de derechos fundamentales; tales como la libertad de expresión, de ideas y
opinión, asimismo como de las disposiciones sobre los derechos inherentes a la persona y al libre
desenvolvimiento de la personalidad.

8. El Artículo 12 repite principios y disposiciones constitucionales para luego tratar de encajonar la


educación a la llamada “Doctrina Bolivariana (la mayor parte de su archivo, no está publicado) y la
denominada Robinsoniana, para referirse a los planteamientos de Simón Rodríguez.

Nuestro tiempo caracterizado por un desarrollo descomunal de las distintas disciplinas científicas,
saberes, tecnologías, no puede circunscribirse a “doctrinas” de cualquier tipo. Parece existir una
propuesta subyacente, de un código de ideas fijas e inmutables, propias de cierto pensamiento religioso o
fundamentalista, que el propio proyecto dice negar, cuando en el Artículo 6 se refiere a “la
independencia de todas las corrientes y organismos religiosos”.

Estudiar, analizar el pensamiento político de Simón Bolívar, las ideas educativas de Simón
Rodríguez y también (aunque no lo dice) el gran aporte intelectual de carácter universal de Don Andrés
Bello, debe formar parte de la educación en todos los niveles, pero bajo una concepción plural, abierta, no
petrificada, ni dogmática. Por ejemplo Andrés Bello es probablemente el venezolano y latinoamericano de
mayor reconocimiento intelectual y sin embargo ni se le nombra en el proyecto, cuestión que en todo caso
debería estar referido en la Exposición de Motivos, ausente en el Proyecto.

9. El Artículo 16 del Proyecto de Ley, establece que los “Consejos Comunales y demás
organizaciones sociales de la comunidad en ejercicio del poder popular y en su condición de agentes de
la educación, están en la obligación de contribuir con: a) la formación integral de los ciudadanos; b) la
formación y fortalecimiento de sus valores éticos; c) la información de la realidad histórica, geográfica,
cultural, ambiental, conservacionista y socioeconómico de la comunidad; d) la integración familia-escuela-
comunidad; e) la promoción y defensa de la educación, cultura deporte, recreación, trabajo, salud y
demás derechos y garantías y deberes de las venezolanas, ejerciendo un rol pedagógico liberador para la
formación de una nueva ciudadanía y construcción de nuevos sujetos sociales de transformación”.
Esta disposición parte del supuesto que el país estaría organizado en las llamadas Comunas, cada una
con sus respectivos Consejos Comunales, organizadas y conectadas con sus respectivos centros
educativos.

La realidad venezolana no corresponde con esa descripción y organización comunal. La


organización social política y territorial no se decreta tal como subyace en el Proyecto de Ley que
pretende revivir laspropuestas de las 30.000 Comunas expuestas en la Exposición de Motivos del
Proyecto de Reforma de la Constitución del Presidente Hugo Chávez y la Asamblea Nacional del año
2007.

Venezuela posee aproximadamente 26.000 escuelas básicas, de las cuales existe un


aproximado de 6.000 que han sido creadas en los últimos 10 años, y el objetivo de la reforma del 2007
era crear 30.000 Comunas por decreto

Considero que el Artículo 16 es inviable pues supone un nivel de organización social y


comunitaria inexistentes en el país, por otra parte, se basa en el supuesto de una capacidad técnica e
intelectual de los Consejos Comunales para incidir de manera efectiva en maestros profesores y alumnos,
en los planes educativos las evaluaciones, el proceso de aprendizaje, la adquisición de
conocimiento científicos. Imaginémonos un viernes en un barrio, urbanización o centro poblado de
Caracas o un lugar cualquiera del país, o un fin de semana, el Consejo Comunal reunido con otras
organizaciones para evaluar a los docentes y maestros, a los alumnos o los textos de estudio, sin duda
que se trata de una “utopía de aserrín con vinagre”.
En la frase final del Artículo 16 cuando se refiere a los “sujetos sociales” de transformación
parece partir de la Tesis, en la cual los conglomerados humanos se moldean mecánicamente, en una
especie de mundo feliz propio del escritor Aldous Huxley.

Estos “sujetos sociales” serian construidos como épsilones, alfas y betas, a través del consumo
de una especie de Soma del futuro, que proporcionaría la educación del estado revolucionario socialista
formador del hombre nuevo, tal como lo decía Stalin al pronunciar el discurso sobre la tumba de Lenin:
“nosotros los bolcheviques somos de una materia diferente a la del resto de los hombres”.

10. El Artículo 19 establece que en los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo se
organizaran Consejos Estudiantiles que conjuntamente participaran en “programas, proyectos
educativos y comunitarios”. Esta disposición interfiere en la organización estudiantil que debe
ser libre, democrática y desarrollada por ellos mismos, retoma la propuesta del Proyecto de Reforma
Constitucional del año 2007, rechazada en el referéndum del 2 de diciembre 2007, el cual consagra
la figura de los Consejos Estudiantiles en el Artículo 70 y en el Artículo 109, párrafo segundo, donde dice
textualmente “La Ley garantizara el voto paritario de los y las estudiantes, los profesores y las profesoras,
trabajadores y trabajadoras, para elegir las autoridades universitarias…”; ese es el denominado uno por
uno, que a su vez se remonta a la llamada Renovación Universitaria de la década de 1960.

De acuerdo con esta propuesta se desarrollarían grupos de poder dentro de las aulas
universitarias, disputándose los dirigentes políticos, las aulas, la colocación de las notas, los cupos, los
títulos, los planes de estudios, lo cual representa una distorsión del proceso enseñanza-aprendizaje. Esta
Tesis descabellada, fue criticada en su tiempo por teóricos y prácticos de la educación como los doctores
y profesores universitarios, Ernesto Mayz Vallenilla y Ángel Rosenblat. Este solo Artículo conduciría a una
implosión, al desorden generalizado, a la piratería, a la negociación de notas entre estudiantes,
profesores, obreros y empleados, además de los llamados dirigentes sociales de los Consejos
Comunales, generando un caos.

Podríamos afirmar que se produciría un “proceso de polpotizacion” de la educación, como la que


dirigieron los miembros de los “Khmer Rouge” (Jemer Rojo) en Camboya. Ni siquiera el proceso cubano y
soviético llegó a tanto, por no decir de los chinos.
Conclusiones:

1) El Proyecto de Ley Orgánica de Educación (2009), no logra desarrollar los principios y


disposiciones que en materia educativa establece la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela,

2) El Proyecto es inferior a la Ley Orgánica de Educación del 28 de julio de 1980, Gaceta Oficial
extraordinaria Nº 2635, este texto vigente es superior incluso al Proyecto de Ley aprobada en primera
discusión por la Asamblea Nacional en el año 2001.

Los principios y los fundamentos teóricos, así como del derecho comparado y la experiencia
educativa mundial y nacional, acompañaron la discusión de la ley vigente con aportes de experimentados
y lucidos autores en el área educativa como Arturo Uslar Prieti, Luís Bertrán Prieto Figueroa, Ernesto
Mayz Vallenilla, Augusto de Venanzi, asimismo de las universidades y demás centros educativos.

3) De aprobarse el Proyecto de Ley Orgánica de Educación, implosionaría el sistema educativo,


incluyendo las universidades, sin propuestas viables. Seria retroceder por lo menos 70 años. 4) El
proyecto actual requiere de mayor desarrollo intelectual, técnico y legislativo. No reúne las condiciones
mínimas para los retos que tiene planteado Venezuela.

Recomendaciones:
Se sugiere constituir un equipo transdisciplinario para elaborar un nuevo Proyecto de Ley
orgánica de Educación, que tome en cuenta e incorpore el Derecho Comparado, y los estudios y
declaraciones de la Conferencia Internacional sobre Educación de la UNESCO. Se debe observar hacia
dónde va el mundo, la crisis planetaria, nuestras limitaciones, los errores cometidos en nuestra historia y
el proceso educativo.

Sería conveniente que esa Comisión con participación de parlamentarios invite a educadores
renombrados y teóricos de la educación de España, China, Estados Unidos, Canadá, Francia, Dinamarca,
Inglaterra, México y Japón. Para aprovechar los conocimientos y la experiencia de las mejores
universidades del mundo. Se sugiere también solicitar asesoramiento de los órganos especializados de
Las Naciones Unidas. Es recomendable trabajar el conjunto de Leyes Educativas (Ley de Educación, Ley
de Universidades, etc.) para tener una visión de conjunto y darle organicidad al sistema educativo
venezolano, el cual debe surgir de un consenso nacional para fijar un rumbo hacia un desarrollo
sustentable con justicia social y convivencia pacífica.

(*) Dr. en Derecho Político Sobresaliente Cum Laude Facultad de Derecho UNED-España. Ex senador y
Diputado del Congreso Nacional. Profesor Asociado de la Universidad Central de Venezuela en
Sociología, Antropología y Derechos Ambientales, y del PHD en Derecho Constitucional de la Preston
University. Autor de las Disposiciones Ambientales de la Constitución Venezolana del 1999.

--
Alexander Luzardo.

Ex-senador, Doctor en Derecho Político (España), Profesor universitario de la UCV, autor de las
disposiciones Ambientales de la Constitución venezolana de 1999.

Cel. 0414-309.20.55
Caracas, Venezuela.

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