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AGHULON
1848.Cambio de régimen político: de monarquía a republica.
republicanos por la fuerza de las cosas -se dirá "republicanos de mañana"
sobrentendiendo por ello "de larevolución"-, no son en el origen los más fuertes. La
República se proclama el 25 de febrero de 1848 en París por los republicanos "de ayer",
gente efusiva y convencida, que la querían por ella misma.
Imagen y recuerdo
la libertad política y la igualdad civil, las instituciones modernas y el orgullo nacional
común se conciliaron con un régimen monarquico(1789).Ser republicano era querer algo
más.
ANTES.Ser republicano era ser el hombre de la guillotina, y del máximo,un opresor
policíaco de personas y bienes, un "hombre de sangre".
1815,IMAGEN REPULSIVA DE LA REPUBLICA
debemos pensar en las influencias que pudieron ejercer en asociaciones tales como logias
masónicas, sociedades secretas o en simples círculos. En esos lugares, los veteranos de la
República, que se codeaban con otros libre-pensadores, otros amigos de la libertad
política, otros patriotas,pudieron convencer a más de un orléanista o bonapartista
desilusionado.
El problema campesino
El proletariado era demasiado minoritario, y el movimiento obrero demasiado
embrionario como para amenazar a las instituciones vigentes.
La cuestión social no estaba limitada a los suburbios de las ciudades manufactureras,
existía también en el campo.
La Revolución no suprimió todos los conflictos, ni todos los arcaísmos. Pudo abolir
la "feudalidad", la forma de explotación de los bienes comunes es siempre un punto de
discordia; finalmente y, quizás, el más importante, el de los derechos de las comunidades
rurales a utilizar los bosques (antes) señoriales continúa.
Los campesinos pobres siempre necesitan para vivir de la masa de recursos
complementarios que ofrecen los bosques y las tierras desocupadas:pastura, recolecciones
diversas, toma gratuita de madera seca o para hacerherramientas, etc. Ahora bien, estos
problemas son, cada vez, más insoportables para los grandes propietarios quienes
están, cada vez, más apasionados por la agronomía racional y lucrativa, en especial
en un momento en que los combustibles locales se venden bien. En "Los Campesinos",
Balzac ubica la lucha de clases, en estado puro, en los bosques y no sin razón.
Un nuevo Código Forestal, votado a fines de la Restauración, había restablecido una
policía rural rigurosa, y el régimen de Julio se encargó de hacerla respetar. Es este otro
aspecto de la cuestión campesina de 1848: mientras que el pauperismo y arcaísmo rurales
apenas se atenúan, los motivos de queja son numerosos y tanto más irritantes cuanto más
cerca se hallan el gran propietario, el guarda, el recolector de impuestos.
El paria social es más el campesino que el obrero.
Romanticismo y populismo
Los románticos triunfan en la Francia profunda, cuya vocación parecía suscitada por el
incipiente interés sobre la cuestión social.La poesía obrera de los años 1840 procedía de
la expansión de la asociaciones obreras, de la difusión del hábito de lectura de periódicos
en los cafés e, incluso, de los primeros efectos de la ley Guizot sobre instrucción primaria;
en síntesis, de todo este confuso ascenso de las masas hacia la cultura, que es el gran don
de la época y, quizás, un poco del régimen.
El descubrimiento de Francia
El folclore es descubierto y apreciado aparentemente tuvo una suerte de apogeo durante
la primera mitad del siglo XIX.La clase cultivada descubrió, en ese momento, al folclore
y también a su país.
El largo viaje por las provincias dejó de ser una rareza, una expedición excepcional, para
convertirse en una forma de ocio cultivado.
Muchos
burgueses en 1820 pensaban aún en Francia como en una minoritaria élite
esclarecida, constituida por los burgueses instruidos y los comerciantes de las
grandes ciudades-justificando unas leyes electorales extraordinariamente oligárquicas-,
todo ello en gran peligro de ser sumergido por una Francia de masas, enmarcada por
hidalgüellos y sacerdotes.Un cuarto de siglo después esta noción no podía admitirse mas.
Muchas grandes corrientes políticas o espirituales parecen conducir hacia la República de
1848: el progreso de la idea republicana, la aspiración de mejoramiento social, la apertura
del espíritu; en fin, la disponibilidad, la generosidad, que son el real aporte del
romanticismo a la vida colectiva.
Incertidumbres y confusiones...
No todos los escritores románticos evolucionaron hacia el populismo ni hacia la crítica
política. No todos los republicanos estaban convencidos de la necesidad de una reforma
social.
Muchas convergencias (república - socialismo - romanticismo) que hoy nos
parecen, a la distancia y desde arriba, lógicamente evidentes, solo se concretaron
después del evento.
Predominaba la idea de que era necesario buscar el remedio en la ampliación de las bases
del poder.
Era entre los hombres del poder en donde se veía el autoritarismo. Y el consenso que se
formaba en el país en su contra estaba por la vuelta y la acentuación del movimiento
liberal, al cual la monarquía de Julio debía sus orígenes 18 años antes.
Un "partido republicano"
El punto de llegada de todas estas evoluciones es la existencia de un "partido
republicano".
Ninguna organización estable agrupaba, entonces, a los sostenedores de un mismo ideal
político. No había,entonces, más que acuerdos ocasionales, informales y parciales.
Tres centros posibles de atracción y de impulso: la cámara, los periódicos y las
asociaciones.
Los Diputados
En la Cámara de Diputados había sólo una media docena de republicanos;incluso, no
podían denominarse de esta manera, bajo pena de ser perseguidos, la alusión a la
República era considerado un atentado al principio de las instituciones vigentes.
Demasiado pocos para jugar un rol apreciable entre los votos de la Cámara, estos hombres
no están, de todas maneras, totalmente aislados. Constituyen un polo virtual de atracción
para los elegidos que se desligan del régimen.
Los periódicos
lugar permanente de encuentro, discusión y, a veces, acuerdos.
Las Asociaciones?
En realidad, sólo quedaban algunos reducidos fragmentos de ellas. Siempre habían sido
jurídicamente ilegales. En vísperas de 1848, los grandes rebeldes están presos,
condenados a cadena perpetua, algunos con la salud ya deteriorada. Continúan
existiendo,entonces, algunas sociedades secretas revolucionarias, pero que ya no actúan
desde hace tiempo puesto que en sus dirigencias, se han infiltrado traidores, agentes de la
policía. En el interior, las asociaciones son acorraladas de igual manera que en París.
Muchos de los futuros militantes de la República eran masones.
Ninguna organización disponía de una red completa y coherente que cubriera al conjunto
de Francia, ni se encontraba en condiciones de unir a todos los republicanos.
Lo que se acercaba más a un partido moderno era la prensa, muchos antiguos
combatientes de sociedades secretas se volvieron hacia la prensa por considerarla la única
arma eficaz. Este rol de la prensa era un "organizador colectivo".
Obreros y republicanos
Dentro de la clase obrera parisina existe mucha disponibilidad y mucha división. y
destaquemos, por ejemplo, sus relaciones con los republicanos burgueses. Estos últimos,
frecuentemente provenientes de profesiones liberales, tienen un pasar acomodado e,
incluso, son francamente ricos-humanitarios, son naturalmente filántropos y
bienhechores- en relación a la clase obrera. Voluntariamente, aclama al burgués que se
hace "elpadre de los obreros" (término de la época que traducía, quizás, influencias de las
asociaciones obreras). Incluso, los grandes burgueses republicanos de la Cámara pueden
beneficiarse de esta devoción con sólo decir una palabra de piedad respecto del pueblo o
de adhesión a la idea de una legislación social.
La "Montaña".
Su estrategia
El respeto por la ley era inherente a su filosofía política(encaró este combate pacífico con
optimismo). Pronto resultó evidente que los prefectos de Bonaparte y de León Faucher se
aprovechaban del desorden, irritaban a los demócratas con una guerra de "pinchazos de
alfiler" capaz de generar reacciones temperamentales, que a su vez darían lugar a
represiones más duras.
campesinos poco instruidos habían adherido a los montañeses con entusiasmo, no era
difícil comprometer a las masas. su acción de educadores de las masas era realizada en
dos tiempos, que transmitían a su vez dos lecciones: la primera por alejarlos de los viejos
conformismos e inculcarles la necesidad de la lucha, la otra para alejarlos de los
comportamientos habituales y transmitirles una forma de lucha=cédula electoral.
Orden
El orden -que para los demócratas tenía que ser necesariamente el de la ley- era
para los conservadores el de la obediencia y el del inmovilismo.
Los grupos de campesinos que, llenos de celo socialista, iban los domingos a trabajar la
tierra de algún compañero enfermo. Esos grupos eran motivo de crítica, lo que parecía
para los interesados un bello momento de acción moral, era visto por el poder con muy
malos ojos.
Asociación- Conspiración.
Para los demócratas la asociación representaba casi la virtud suprema, por ser la expresión
viva de la fraternidad y del progreso social. Cualquier agrupación era a priori
sospechada por conspiración. En la época la asociación política no constaba en el derecho
común, y como se prohibía la política en las sociedades "recreativas", toda asociación
política sería considerada ilícita por definición y necesitaba ser más o menos disimulada
o negada.
La obsesión por las conspiraciones estaba arraigada en la mentalidad burguesa de la
época, así como la obsesión por el crimen; y tal vez ambas estaban ligadas a una
concepción novelesca de la historia. Tan arraigada se encontraba que ningún discurso
democrático consiguió jamás ablandarla. Esta concepción contrariaba los intereses de los
propios burgueses conservadores, dado que mientras los trabajadores se ocuparan en
construir empresas mutualistas o cooperativas, no estarían alzando barricadas. Con el
tiempo algunos burgueses llegarían a reconocer este hecho.
A la vuelta de 1850 se acusaba a todas las cooperativas de servir de pretexto o de fachada
para alguna sociedad secreta.
Propiedad
Cualquiera que atacase el principio, sugiriendo la posibilidad de una eventual propiedad
común de las tierras y oficinas, era acusado de estar abriendo camino al más brutal de los
ataques sobre la propiedad: el robo.
Familia
Haciendo ver que la unión conyugal igualitaria y fundada en el amor era mucho mas
moral, incluso en el sentido cristiano y clásico del término, que los casamientos burgueses
realizados por acuerdos y conveniencias, y que solían terminar en el adulterio y alentaba
la prostitución ;eran acusados de favorecer el vicio y la desvergüenza. Quien hablara de
instruir a las mujeres, de sindicalizarlas o de informarlas sobre cuestiones políticas, era
acusado de instigar a la perversión.
Religión.
Los democ-soc se declaraban "religiosos" e invocaban a dios y a Cristo en sus discursos.
consideraban a la religión como un sincretismo humanitario que englobaba a todas las
iglesias, y en el cual predominaba la conciencia individual. Para el partido del orden,
"religión" era sinónimo de Iglesia católica, en el sentido más restrictivo del término y en
la acepción más autoritaria de la doctrina. El partido del orden veía en la religión católica
un refuerzo para el poder político del Estado y los poderes establecidos, y un refuerzo
moral inspirador de su propaganda.
En una perspectiva más amplia, laintuición de los conservadores era corecta: las mayores
fuerzas del partido rojo se concentraban en zonas donde la disidencia católica ya les había
preparado el terreno, o sea en las zonas de influencia de la burguesía "azul" radicalizadas
y en las regiones donde la población protestante era numerosa.
Los protestantes y los "azules" parecían en otra época volcados "naturalmente" por el
orleanismo libreral o una república moderada. Pero frente a la república oficial, que se
sentía en la obligación de volver a conducir al poder al partido clerical, hasta los
burgueses protestantes y librepensadores tendieron a aliarse con el único partido fuerte
de oposición, los rojos.
…Folletos...
El partido del orden se empeñaba mucho en la propaganda popular. Mandaban a editar
un gran número de folletos a bajo precio, a fin de acusar al socialismo. Estas obras
resultaron célebres. Pero el hecho de que fueran distribuidas y vendidas no significa que
fuesen leídas; y si así fuera, esto tampoco significa que las personas convencieran de lo
que leían. Los notables de la derecha no eran comparables con los militantes de la
izquierda en el difícil arte de hablar a los humildes, animar pequeños grupos, trabajar en
cada aldea. Era más probable que el conservadurismo campesino se debiera a
preconceptos seculares, y no a las doctrinas divulgadas. Pero también es posible que los
folletos y la prensa hayan ayudado a los habitantes de las ciudades y a los burgueses a
mantener sus convicciones. A través de los folletos, nos ha llegado una imagen de esas
convicciones: los rojos son presentados como monstros desde el punto de vista moral,
intelectual y hasta físico; el socialismo es presentado como un robo a gran escala; el
comunismo, como el "reparto" sumario que haría que la humanidad retroceda hasta su
estado más salvaje y primitivo; y, principalmente, las elecciones de 1852 se consideraban
como la puerta un apocalipsis de avidez y sangre.
A raíz de cierta exageraciones del odio antidemocrático, la propaganda del orden burgués
se arriesgaba a transformarse en propaganda de la dictadura militar, a pesar del
liberalismo y del "legalismo" de los parlamentarios.
Diversidades Regionales.
Analisis de la Francia de 1849-1850, cómo se distribuían los partidos y las fuerzas
políticas en el territorio francés. Basándose en dos conjuntos de datos: los
resultados de las elecciones legislativas del 13 de mayo de 1949, y los relatos sobre el
espíritu público, Más tarde se ampliaron nuestros conocimientos sobre cada región.
Mediante análisis locales o regionales más profundos, es posible descubrir vínculos y
procesos plausibles de generalización. Incluso las "generalidades" ya presentadas aquí se
beneficiaron ocasionalmente de estos conocimientos. El conocimiento más detallado de
determinada región perjudica el conocimiento de las regiones vecina, y el conjunto
se torna menos inteligible.
La "Francia" argelina.
La anexión de Argelia revelaba la aspiración expansionista de Francia. Ya entonces la
ocupación era definitiva. Por fuerza de la costumbre se decidió mantener con los argelinos
la misma política anterior a 1848. Pero en relación a los colonos la República adoptó
innovaciones: en marzo, el gobierno decidió que los colonos tendrían derecho de voto y
que la organización administrativa debería seguir cada vez más el modelo metropolitano.
Ambas medidas parecían compatibles con el espíritu de la época; era imposible prever
que la democratización de la microsociedad colonizadora sería luego un obstáculo al
pleno ejercicio de la justicia.
Argelia comenzará a tener una vida política intensa; para la mayoría de los colonos, la
simpatía con la República y con la libertad de expresión se vinculaba estrechamente con
una inveterada hostilidad para con los nativos.
El radicalismo argelino se acentuaría por dos circunstancias. Se creía que Francia se
encontraba superpoblada, con un exceso de desempleados urbanos y campesinos sin
tierra; se consideraba que África del Norte -en el fondo mal conocida-, era un lugar
inagotable; los gobernantes represores comenzaron a enviar a Africa no sólo a los
trabajadores rebeldes a los que quería alejar de la metrópoli, sino también a colonizadores
deseosos de poner en práctica los principios socialistas.
En consecuencia, se reforzaba necesariamente la democracia colonial, democracia
de personas simples cuyas condiciones de vida se asemejaban a las de los nativos,
personas tan poco ilustradas que no podían evitar los preconceptos raciales espontáneos.
Y como la república presidencia tendía a volcarse hacia la derecha, se fortalecían también
en Argelia las tendencias totalitarias; además el poder del gobierno general de Argelia era
un poder militar, propenso a recibir los éxitos electorales y la libertad de prensa de los
colonos republicanos. Por esta razón no faltaban en la vida política las polémicas, los
incidentes, los complots y los procesos. Existía entonces una gran similitud entre Argelia
y algunos departamentos rojos de la metrópoli.
A pesar de los ropajes políticos antagónicos, colonos y militares concordaban en
lo que respecta al mantenimiento y la ampliación de la conquista; la cual tenía un único
motivo: el presidente Bonaparte necesitaba justificar, por medio de una campaña,
la elevación del general Saint-Armand al grado superior, a los efectos de hacerlo
regresar a Francia y nombrarlo ministro en vistas del próximo golpe de estado.
Las Antillas.
El gran problema era la esclavitud y la II República fue vista como un momento
decisivo. La abolición de la esclavitud debería ser un postulado lógico de la
República, heredado de la Convención; el retroceso impuesto por el consulado
sería apenas una interrupción; se consiguió también que fuera decretada la abolición y
que se formase un grupo de trabajo seriamente empeñado en llevar la reforma a la
práctica, obviamente pagando una indemnización a los colonos por haber perdido su
"propiedad". Los decretos de abril fueron aplicados en un clima de calma y a partir de
agosto de 1948 se les permitió votar.
Los gobernadores jugaban el juego de los hacendados blancos y multiplicaban sus
censuras a la prensa de izquierda. La política fiscal practicada intentaba impedir
que los negros tuviesen acceso a la propiedad, obligándolos a permanecer en la
condición de asalariados. Por lo tanto, la práctica administrativa y
reglamentaria del régimen se oponía a los nuevos ciudadanos, mantenidos en la
categoría de proletarios y "negros". esto dio origen a innumerables incidentes
políticos y casos judiciales.
La abolición de la esclavitud, tema secundario en Argelia, representó en las Antillas una
transformación decisiva; la extensión del sufragio universal -hecho parcial en Argelia-
activó a los sectores más populares de las Antillas, favoreciendo su radicalización e
integración.
CONCLUSIONES
La República que prevalecerá finalmente en los años 70 del siglo pasado, nacerá del
fracaso de las experiencias monárquicas, ya sea de la inadaptación de los herederos de los
Borbones al mundo moderno, ya sea por la derrota del último Bonaparte en Sedán. La
República renacerá cuando el segundo Imperio se vuelva imposible, demasiado belicoso
para una Europa inquieta y demasiado autoritario para una sociedad consciente.
El bonapartismo, heredero en este aspecto del partido del orden, saca su fuerza de la
docilidad: docilidad de los soldados a "la obediencia pasiva", docilidad de los "rurales" a
los candidatos oficiales. En su contra, la República encuentra sus partidarios en los
medios independientes, obreros de París y Lyon, intelectuales, incluso, campesinos de
esas provincias rojas cuyas aldeas tienen ya las costumbres de las ciudades.
La República como resultado de la educación, de la conciencia, del civismo universal, ya
lo era también de los que participaron del "cuarenta y ocho".
El primer resultado del balance de la segunda República, la primera lección de este
aprendizaje: la necesidad de una educación completa de las masas que vaya desde la
instrucción elemental, que permite la lectura, hasta la práctica política democrática, que
permite el periódico libre, la reunión libre, la asociación libre. Se deben, en parte,
a esa República que intentó vivir entre febrero y junio de 1848 y de sobrevivir
entre junio de 1848 y enero de 1849. Se debe especialmente a aquella República
ideal tal como era definida y querida, entre 1849 a 1851, por los únicos
verdaderos republicanos de la época, los de la oposición.
La historia deberá, entonces, distinguir bien entre dos contribuciones, la de la República
ideal, del régimen de los verdaderos "hombres del cuarenta y ocho", ideal de los
montañeses; y la de la República real, de la práctica de los conservadores que
efectivamente gobernaron.
La República oficial.
Era "realista". Entre enero de 1849 y diciembre de 1851, la República no estuvo en
manos de gobernantes republicanos, sino de personas para quienes el régimen, no
querido pero padecido, representaba una experiencia provisoria, hasta que las
circunstancias permitieran una restauración monárquica. Durante tres años las fuerzas
de la burguesía conservadora habían gobernado Francia sin monarca, y no por ello
perdieron sus bienes o sus cabezas.
La Segunda República francesa está en el común origen de las dos principales
tradiciones políticas de la época contemporánea; es el ancestro más auténtico de toda la
ideología de izquierda, que viene de los hombres del cuarenta y ocho, héroes
malogrados; es también, a través de los burgraves y otros dirigentes conservadores, el
modelo y precedente de todas las centroderechas por venir.
La dictadura bonapartista.
Conocemos la reacción de la izquierda republicana: fue posible derribar a la República
porque las masas (especialmente las rurales) todavía no eran plenamente consientes ni
instruidas.
La tesis bonapartista según la cual Luis Napoleón se acercaba más al pueblo que a
losburgueses de la Asamblea; por ser fruto del sufragio universal, un efecto del
ascenso de las masas, sería difícil conseguir el progreso debido a la alianza entre
conservadores y clericales.
los deseos, necesidades y preconceptos del "pequeño propietario campesino". estos
pequeños propietarios aislados -la masa más numerosa de la población francesa- no
"podían" ser republicanos, "tenían" que expresarse a través del bonapartismo.
Marx atribuía el mandato de Bonaparte no sólo a los campesinos, sino también a la
categoría de los subproletarios. Bonaparte se presenta como el jefe de la Sociedad del
Diez de Diciembre, representante del subproletariado, al cual él mismo pertenece, así
como su círculo, su gobierno y su ejército, cuya preocupación mayor es cuidar sus
propios intereses e imprimir del tesoro público billetes de la lotería californiana.
El bonapartismo representante de esos dos grupos sociales heterogéneos -los pequeños
campesinos propietarios y los parásitos de todo tipo- permaneció ajeno a las dos clases
fundamentales, la burguesía capitalista y el proletariado.
En los tiempos de Luis Felipe gobernaba apenas una parte de la burguesía, especie de
"aristocracia financiera", y que la "burguesía industrial" propiamente dicha se
encontraba en la oposición.
En términos de "necesidades" históricas, es posible decir que el bonapartismo produjo el
impulso que precisaba el sector moderno ("saint-simoniano") de la burguesía a fin de
librarse de la timidez de la coalición de acreedores, de la cual el partido del orden era su
más clara expresión.
El progresismo económico no acompañara al progresismo político... pero eso iniciaría
otra serie de reflexiones.