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MH¡IETTO Y UTGIITJE
lxsF(Frcrot, tlo8uiltEtl0 y 0RfttilttTtct0ft
- 1¡ C¡rn¡n dc Reflerionc
- tmbd¡brio
- t¡s Dc Gnnd¿s Columnas
- Fórtico. El Tngaluz
- Frna ¡ dimemicnes de la Logia.
- Equerna del Templo
H. ITIOOEÍIRRIO ESTRUCTU NAL
B. SEPIEI{¡RIO FU ITCIOÍTAL
r) ELPROBLHT{A
En los tiernpos operativos, el "lugar de los TTrab.'.'o (con todo lo que eso im'
plica de presencia y priictica de r¡n arte hierático) se encontraba en el obraje y la
"casilla" (hutte) que haeía de taller, locutorio y refectorio de la obrería' En los que
cotren, fdesde que a partir de su reviviscencia corno institueión no-operativa, la
Masonería procedió a dar foma figurativa a sus antiguos trabajosn la solucién arqui'
tecténica de sus Ternplos ha de recoger los sigpros recordadores de aquellos, y pro'
veer las facilidades necesarias al debido cumplimíento de sus actuales formas simbó-
licas.
O sea: que nue$tros Templos deben representar al Arquitecto, la Arquitectura,
el Obraje y la Obrería en todos los niveles: espirituanes, ideales, césmicos, legenda-
rios, histórieos, mundanos, sociales, y humanos. Cada Templo debería ser una espe'
cie de "logía" eapaz de expresar de una rnaner& inteligible, congruente, y sill vicios
n'lugaf', etr Principio, Medio y Fin de l¿ labsr
de lenguaje,la naturaleza (sagrada) del
creadora y re-creadora de la que es escenf,rio, su índoie progresiva y progresista,
y zus raíces artesaRaXes, legendarias, arcaicas y míticas,
Y, desele que.el lenguaje etregido por quienes establecieron nueslras formas ac-
tuales, gira en tomo a la idea de un Teruplo imaginario erigido "a la Gloria del Gran
Arquitecto del Universo" seg{tn el modelo del de Salomón, tal "logía arquitectóni-
ca'" debe expre$rse en él y manifestar en esa lengua las líneas, estlo y etapas del
'Aite-qüé
llamamos Real en honor de aquel gran Rey; y en ella proveer los símbolos
y eornodidades intelectuales y materiales, necesarios pa¡a su debida práctica y apro-
vechamiente.
En otra parte (4) deciamos respecto al rni$r'o problema, que si la forma, orien-
tación, disposieión, iluminación, alhajamiento y ornamento de nuestros Templos
h¿ de ser una "locución sirntrólica" que tiene aryumeüto definido y lenguaje estable-
cido, "no hay tanta latitud de solución como la gue a menudo s€ tomafl los imagi-
ttneros.
pero los hechos demuestran que lo fue, y que nos encontramos ante un, problema
*i*it*r al que tuvo que enfreñtar Isis cuaneio, s¡ruerto Osiris, desmeml¡rado $u cuer-
p* por Tifbn y u*p"tcidos sus restos, se dio a recorref etr mundo en todas las direc-
iioti**; y don-deqüiefa encontró uno, allí rnismo 1o enterrÓ y sobre él ievantó un
i
tfirnulo sr¡ mernoria. Así pareee haber procedido la Masonería con lcls restos
Monurnentos a
de
su
H... yr que, sobre la base de algunos despojos, llenó la Tierra con
rnernoria.
otra fábula dice que el cuerpo de osiris, si bien no del todo porquc falté un
hemos proee-
miembro, fue recornpuésto por trsis con la ayuda de su hijo Homs-. Así
;id; J rárurr*, uqróUos Mónumentos para, tras re$catar un detalle.aquí y otro allí,
.á*ponut una síniesis que pudiese presentarse corno adecuada soiución arquitectó'
nica del Templo MasÓnico.
En ning'una parte existe un Templo exact¿tfneng como el que aquí se describe;
pero no hay en éste nada que no exista en alguno.
Por supuesto que toda seleeción es arbíiraria, y que par etr mismo proce'dirnien'
tr. de entresacaf y annatr, puede llegarse a cualquier soiución, porque todo dgpende
del criterir¡ con gue se hagan las opciones. El aqui empleado se documenta en cate'
cismos, rituales y pautas recc¡nocidamente tradicionales. F¡¡era de eso, este trabajo
no es ni pretende ser rigurosamente objetivo.
Tampoco 1o es el templo Masónico que, como sírnbolo, procede de 1o subjeti-
vo y tien.de a conmoverlo"
2\ ARGUMENTOY I.üNGUAJE.
Tal como se los ha venido practicando a partir del monaento en que $us actua'
les tres Grados estuvieron completarnente desarrollados (entre L73O y 1760)nues-
trOS "misterios", en lO qUe atañe a la tarea de "hacer maSOneS", tienen que Yer COn
un proceso de perfección; una especie de "camino" que v1 de "las tinieblas a la
Luz", de "la servidumbre a la Libertad", etc.; y la escenificación de los ¡nismos
comienza en la Cámara de Reflexiones, culmina en la logia, y tiene sus puntos in-
termedios en el Ambulatorio y el Porche (5).
(de "hacer masones") el Templo com-
Errte:rdido corno "lugar de los tratrajos"
,"i¡i-i"
prende, enionces, .r ¿. **u *u*t* cárnaras (6). El simbolismo de la for-
il;;;;t"tdo, d*.orrffi ornamentaciÓn.de cada una y dela coniunto'
los que han
debe con-
de servi¡
cordar, sin excesos -i
ei de los Misterios
'leescenario" ";;""i;;to*, 'on
(a*esanares)
A causa de que, desde muy antigBo, a los "nristerios Eritánicos' profesional quedó
enrblemática
se fueron agregando *k;ot1-'-*itiuti* 3uO6"os",la
il;;;;"t u*o"aáá*";;; reiaros bíblicos lo que produja o acompaÍlÓ
-
üSr"il;y de la Cofradía (?), se reflejó en los
;'ñ; el acervo tonceptual
existieron sino mucho después,
ritualss y, desde qu* l":-iu*plos masóilicos no
fueron fundunentales ef¡ su arquitectura'
por los elernentos" en las
Más tarde, .1 h*b*;-#r"ducido tras "pruebas
¿*i fr*pfr se vio enriqueclda cc'n el respcctivo smbo'
Inieiaciones, ia EmUlemiiica
lismo filoalquimísta, ttg*i-f*ánt ttit" q* tiene
qüe ver coR el uso del color'
ii nuestro¡ Tgnnlos ensayó
Por {.rltirno, pon Ju*u época, ia arquitecüra de
pero de todo ello sÓlo fetuvo
diversos figurativisntor; ;ril};;Á-"ú los egipciacos;
unos poeoi etrerneiilos de origen "caballeresco"-
Enresutnen:tomadnsensuconju*to,laCárnaradeReftrexiones,elArnbulato.
ilú; las etapas' vicisitu'
rio, el Atrio o Forche, i t- et-É¡-9tt.t-.dieha, representan
;;i;Iob;;*** v ,vo¿*u c*r--ni'.i" i.
las tirueblas a 18 Luz" - que sn 1o figurativo
en Egipto y la posesión de su
se asirnila al del puebtoT* i*ru*i árrtre la esclavítucl
(9' ¿.t B"{e1iones}' cruee
Tiena y desticlo propio, -lii-ti*etraprevi:-t
la partida
bajo-la_égida de las ccLumnas
;; üui n-j- t¿i.uüi-i"ri"i,;rádi; por el Desie*o
de la liena, y ulterior edifi"
;;ñ;,ir"-;i\,,;s* (?**ü*i, áli--¿" v ti,*a <te posesién
;i"ji;;á-i fecipfo (L,ogi*il nl t**"i. conjuga con el simbotrisnnoc.
de las lus6aciones
Reflexiones se asocia
;.;;;b* ñ "Ed;i",n*tro "de 1ry cofltexto,
rl* ,i**ün-íou. la de
y prueba de Tierra' el
con ia mrvidumbfe en el color Negro, el elemento
o sala de Pasos Perdidos, con ei
ii*" f..p-*.nciai terrffii, eic.; et Am'oulitorio
y pr.reba por el Agua,el plano (ex-
cruce del Mar Rojo, *r .áioi **gr", el elemento
prriencia) ernocional,;;.;;ifft-lt o Arrlo, ¿.*"uular por el Deeierto, el
*i *iu**ntu y
"o'"it
pruoba por el Aire, el plano (experiencia)inte-
i"i", h entrada a Tierra Prometida' la
"*árnio+itrino,
lecrual, etc.; le f¡gia Fnt;iamente dictrra, cón
"l* elernento y pnreba por
rnis;o, úGtta¿,.etr color.cieloo la Obra, el 'a
;;ñ" ;;;í el piano (experieneia) eepiritual, etc'
áiiu*eo,
5l Esprecisoreconoeerq{¡eacausadeltra&mientodeficientequelosdosí¡ltirnos
hanrecibidodepartedeloscon3tructorcs,suinclusiónenelcon}untadel
"lugar sagrado" no aperece con la debida claridad'
La deFrnc
6l Aq¡í cabría una disgrwiófi acerca de la idea de Cuaternidd' y
y "Psicología AL
a cargo del lector. ct.Jl*st-;éimuologia del Éspírltl"
quimia".
artesanal de"libertad
71 Asl. por eiemplo, el mito de Libertad perdió su acepción
t"*uo acrecentada la de "libertad del Pueblo" al en-
paa eiercer el oficio", v
-*a.* sr¡ adecuado figurativismo en lc episodios del Exodo
3) LA CAI${AR,A. DE RHFLEXtr0NES
En wí csrasón
Por co¡¡stituir el i
L"s¡;,i"ffi #á##_'_:ü?"*":xffixTtgi:'üq:'üruffi j:
estar relacionada con ereremento ln:,Hi,-,:81,3
tumtra" De arrí que a menud*
yl-;e*ái-', d3,Tie*a
{Ie}} a asim*arra a una
cxones, con rn.¡rüs tapizados
** tár*rtí cl-ril cerea rdp"e|, ,ü ioa'ürr¿r* propor-
de negrc, u it*ulir***
ñ;ffiffier;- *Huirrru rr rl
.. Seg{rn Ragon (9},
'-por una lámp*fa e-s
sepulcrel.
o'un
recinto o$cxrro al que no tlega Ia lue de! sol,
ilurninado
Los rnurus *o* *ugr**, Ilenos de embre¡nas
ftlnebres
"3 propósito para conducir al recogimiento y la meütación al recipiendario, que
-'debiendo atravesar los cuatro elementos de los
Antiguos, sufrirá aquí su prirnera
''prueba, ia de Tierra, en cuyo seno ha de sentir encontrarse. (El ambiente) debe ha-
"cerlo pensar en su última morada, a cuyo efecto se dispondrá un ataúd abierto
"con un esqueleto descarnado. Si no se dispone de ello, se pondrá un cráneo sobre
"la mesa.
"El amoblamiento de esta habitacién eonsta de r¡na silla y una rnesa tapizacla
"de bianco {¿?) sobre la que hay papel, tinta, polvn para seear, ¡:luma y lárnpara.
"Frente a la mesa, y sobre el muro, un tapiz en el que aparec€ un gallo y una gua-
"d.aña (12), debajo de lo cual se leen dos palabras: VIGILANCIA(enlasacciones)
'i PERSEVERANCLA {en el Bien; tus horas están eontadas). Ias inscripciones que
"de ordinario también se colocan en los muros son:
"Si lo que te ha traído es la curiosidae!, vete.
"Si tienes defectos Eue temas salgan a luz, no serás t¡ien recibido.
"Si te crees eapaz de disirnularleis, tiembla, porque seri{n dese¡¡biertos"
"Si aspiras a hacer valer las distineiones humanas que poseas, sabe que aquí no
"las reconoeemos"
"Si eres rnedroso! no irfu lejos.
"Si perseveras, serás purificado por los elementos, satrclrás de las tinieblas y ve-
"rás ia Luz."
Ea general, los construetores optan por una ornamentación menos cargada:
Ifuros (o coigaduras) negro$; silla y rnesa; sobre ésta, ur¡ criíneo y dostibiascruaa*
cias. Deiante del cráneo, una bujía {13i; a los lados, un reeipiente con sal y otro cor}
azufre (o pan y agua) (14); frente a todo ello, recado de escribir.
8) Emulación - 1823.
. TÉST*tr&vfo
4i 4,n: ¡¿.le 'tin'k
f&44o J4l4*!
las doctrinas
Y desde que las ven dentro del Templo pero no encuentran en éste
de que la Masonería las ha
y enseñanzas *rra*pondi.ntes, llegan a la-conclusiÓn
n:9iól
i"r¿iJ", ""."it6éndose .n *""-ríu "institucién periférica"-- que los lleva
iniciática, debe recu'
;;il sue si aquélla quiere llegar (o volver) a ser una matriz
p.""ifrt t i adquirirlas), a et-ecto de lo cual sé ofrecen a trabajar gustosos' que ven'
los símbolos
u'. t,ot pur¿u óútp.t, porque ESg es lo que les '"dicen"
tot pÉto ta verdad es que "la" Masonería
y oo iuuron rUot qui.tiur'"tti pusieron.
afuera de su re-
il;";;rdido nada de eso, sino que _deliberadamente lo ha dejado
si no hubiesen sido altera'
ritrt-ri¿r fntimo. nSO seiia 1o que dirían los símbolos
dos.
Queel'Ambulatoriocarezeadeamoblamientoseexplicapof(lue'comosunom.
apurado si, como
* tog"t de estar, tino_dt tninsito. De tránsito
bre lo indica, no es
el que se asigna
Eso exptiearía golor
#al;;;;; urir"il" alpisaje por el Mar Rojo. y ningrln símbolo se queda en eso.
mufos; pefo eso orr. ioio
& sus la letra muerta,
protegido;y el
En el lengraje de los símbolos, "recinto amurallado" =lugar
-
color, alude al tiPo de Protección.
de la C¿tná* ¿e n"flu*iot"t (Negro) se{al-a 919 el Proceso
allí
que se
Ári, el tumba". Para
por sileniio y la scledatl 'jcomg de
cumple neeesita *., pro&gio. el
;;;nil- ü-;.il" ,* *.eritl b negra protecsióri del surco. los alquimistas'
que
para
trata
su
irrigr*¡o', usaban ma¿*" heáetieo, un'.vas hermeticum"' Es se de
El simbolismo de las dos Grandes coh¡mnas que se levantan al fondo del ambu-
latorio es bastante complejo.
"Columna" sigrifica sostén (de uRa carg¿ aérea, una bóveda, un techo, un tol-
do). Es un elemento que se asienta en el suelo y sobre el que ..algo" se posa. Cuan-
do se presentan por pares, indican '?asaje estrecho, angosto, forzado, crítico""
En la leyenda masónica, aparte de las del Templo de Salomón,la doble Colum-
na ti€ne como antecedente las llamadas Caristio y l^atherne en las gue Tubal grabó
los "socretos" de las artes y eiencias cai¡itas que asf salva¡on de una manera muy
crítica la calamidad del diluvio. Aquí aparece también el sentido soterológico dól
"pasaje entre eolumnas"; y las Artes y ciencias se presentan como un rrtóises 1et
"safuado de las aguas") predestinado a ser un guía hacia la Libertad
-
como lo son
19) Que las empresas libertarias {y la'masónica lo es por donde se la mlre} se hacen
a precio de sangre, es algo que está a la vista. También loestáque intentar re
solver el problema gue presentan medlante ritos sacrificieles, supone recurrir
a las formas "mágicas" del pensamiento - lo que, aunque cultiven alguna su-
perctición menor de la que nadie está l¡bre, suele repugnar a los que tienen algnr-
na letra. sin embargo, si se tiene en cuenta que la cuestión comprende y abaica
el psiquisrno colectivo de las masag el recurso no se presenta como totalmente
irracional.
La empresa iniciática también es libertaria; y desde que implica una violencia
irritante hacia el entorno (que reacciona añte el cambio de estilo de vida y men-
talidad del practicante!, puede causar ruina y calamidades personales. pára evi-
tar tan lamentables consecuencias, se impone el sacrificio voluntario de parte
de "lo ganado", parte de "la hacienda,,. Con sus contínuos pedidos de contri-
bución para obras benéficm, la Masonerfa nos invita a diario a este género de
desprendimientos. No las publicitamos, es cierto, pero iqulén puede dudar que
la acción filantrópica de la Fraternidad fue muchas veces el escudo que aseguró
su intangibilidad? Que no seamos caprces de ver el aspecto ,,mágico,, de estos
"sacrificios de'lo ganado' " no significa que no lo tengan
Los antiguos, que podían y sabían pensar ,,mágicamente,,, procuraron salvar
cierta clase de di'ficultades mediante sacrificios; y muy pronto aprendieron a
sustituir la sangre humana por la del "ganado". frluma, el lnstitutorde los Mis-
terios profesionales romanos, inventó la ficción de reemplazar las especies utili-
zadas en las sangrientas fórmulas rituales hasta entonces acosfirmbradas, por
16
inoeentnmfigrdi¡lmw- y a dlo ns rernitil¡slcsfr@
por "ser@FÉr fi¡fuf' {ei¡nc que srEnos sdo tresdca,troco máede
edd¡,, gs¡rcs*es*iones de hacerlo For süp¡egbcpre gapoden #a
&í, tm*6 qre "iróñdrros d crrd¡d' y c{trüacrw lacfua-crrn*por
otraFaffiesreoreia
2Ol Por lodi¡nft,letl#s espe¡dizdc repitsn $na ts otmus¿Sre¡k¡iffiataq
de creer eneca5,siiode ps¡sta cn obra y deiar qre toe rwd+a*o.tssffia.-.
g.ren de grfuflasdkaibde las fómr¡rlas ritr¡dcsl'".
En er¡anto a lh s¡gl¡q d! pdEr a Fausto qre frrnrase con la s¡ya,el. pamq¡e
dúan drd@" trtffiüde cornerutó: 'n!-a tqrc €un tlukÍrrnuy elpes-
q:a;". *iai:'cliiflr¡E& a 'Sar la wrgrd' o a euwguEr dp "Hrn a prm$o c{e:¡anp-
grd', lb fft-t@ ¡Frcpde ae€$¡la la vismria en lrrt.xúN¡s c'q, Elesdesc¡rrm
es;
ángulq d!ffi¡udiibmssgit¡tivs m la lemg¡ra e*laqpehálatc. É¡düa&
cimc {y..Fdlh :wdtcfios} cr¡án inw¡sa l¡e de ss d dw (De*o :$sqgre.
y Roiol; y li#l qrÉ werno Ee han dc süifrs ot¡oc de¡cc - 'nrftm k¡e ,n;.o__
-t'
?'lr
¡!{ ftt"r
.-+
"6.
221 Una fue llamrEda F.'. esr mernoria del bísabuelo de David, un fiey. ñep:resenta ia
t¡"adíción o A¡'te Real. La Gtra" J.". en honer al saee¡'ciote que oficié en !a eledi*
cmión del Ternplo. Representa el Art¡¡ o trad{eión ffi*erd$ffi¡" Eeto ernpanenta
el "pasaje entre t*lumna$ es{'¡ ia farnasa "traelicién de Meln4ulzcrlee" {nombre
que clerive de ftllelej: fTey, y Tzedek: ffsnsagrado, o se&: Saeercloqe! que combi-
na an¡bss.
23) Bronce: una aleaeíón de estaño y cobre, fundidos y confundie{r,rs pnr el Fuego.
Estaño =.!úpitcr = Fley; Cobre *Venus" c$ym signo es una crt¡u ensáte, distinti"
vo del saecrdocio egipcio. Reeué¡dcse ei "irom:bre de csbrd" de Nas visir¡nes de
Zósimo.
25) Hoy tenemros otrss rmedios; pero l'¡asta erJer no rnás el vlalerc¡ no t$vs ot!"a g'día
que la dcl cielo
- qu€ tasnb¡én lo orientaba en otra clase de víaje*. h{oy sc si-
guen hmierufo éstoe; y para eÉüos no sfirven ios artificieo n¡*dernss.
Media¡rte un largo trsba;s gue le llevó milenios, EN hombre lngrá proyectar y
fijar en el ciclo sr.m imeginaei&ne$ trasesnd€fltes, y así pudo verlas y somuniear-
se eon ellas. Allí estaban y ellí vivfan sus frieses, y desda allf velahan F{!$sue-
ños, hablaban por la bcca de sus pncfetas" dewelában ios tiempos, enseñel:an !as
artes, correglan costr¡Rabres y prcveía*r neemielaeteg-. $"{oy ya no ten€rmi}s équel
ciclo r¡i disponernos de aquella guf*.
261 Desde que la Masonería na admitc a ia rnujer, las Celunruras de nuestros Tenr-
plos sólo se aclornan con "lir.ios y granadas maduras" la cral es t*da una fiecié¡r
pcética, porque no somos tan "lirios" ni, como "granadas" scnnos muy nlaeftl-
rü¡.
2?l Ccmo la que dlce gue 'las doc Grandes eniumnas son t¡uecas" y que sn el pasa-
do; los obraros moetumbraban a guardar cn,ellas $¡*'herr¿snlentas. Lss sntiguos
catecismoe dicen por lo elaro gue ssn sólidas; y el buen $sslt¡do pide que lo
sean. Sin perluieio de zu sol'idez. el detaile de quq cn su intericr ce guarda lo
qu€ nos ha venido por tradielón, está tonterapldo en el metal do que está¡t
hechas {23}. S¡ en los heehos no son maeism, el ideal serla que lo fuesqn.
si la caiarni
nuestras Coiumnas" Hubiesen cumplido su misión saivadora lgLraln:lente
dad hubiese sidc por el Fr.rego iZi)"
El "sentido"-de nuestias C*lt¡mnas *s e! de So*tén, pasaj* de ufla a otre esfefa,
ies pr:ovenientes
y saivación d* ias cala¡nidade* {qtre en el eantexto tnasénieo sc}nn"14"
á* h ignoo*eia, la lvlen$ira y h'Árnbiciórr, respeeto a 1,?s eueies Ma*ünerí& es
un verdaelero seguro)"
a la salicla
En relaclén cür1 sl r€trat* det Exodo y teniendo on suenta su posáeión
puede interpretnrse
del funl:ulatorio y entradn al ,{trio, el pasaje entre coh¡¡¡i¡las
como la breciu séca por 1a que ei pu*tr1o de Israel se abrió paso a travé*
rtrel S¡far
en:i¡lecrdtica de las
S*lvei 6ror etr detslie {e tas ssuee¡ia* {26} y atr+s ¡nenoces' !a
düs Grasdes Ccleunn*.s áet'Tenrplo **uá* Íetiefle' itrcluqg en atg*'r¿s scuqlo'
tradieicnes G?) tstio eee rieo si¡nbolisnno.
5) ELFORTICo DE ENTRADA
Poccr queda por decir de estc reci.ntc, terüero en el. desarT ollo del Templo, que
no haya sido señalado a na esté sobreentendido en su función de pórtico o soportal
de la togia, Ia prirnera pa$ta impresa (8), fundamental en la Masonería especulati-
va, io considera OBI"IüATORtrO; y no podr{ia ser de otra rnanera, porque desde que
ee emblem¡ático de! únics aoceso posible a! recintc interior, en su defecto el sfunbo-
lismo queda *o.!o.
Esto confirma lo que ya vimoo: que el solo pasaje por entre las CoXurnnas del
Arte Reel y el Sacerdotaln aunque necesario, no ec suficiente. Que sélo eonducc al
Atrio y a [a Puerta - y sun eso, únicamente tras largo deambular y prepareciones
¿didonales.
2t
el codo y la pierra izquierfu par encímc de la rcdi@ se me descal-
zó el píe dereeko, fui privado de todos rnis valares y metales, se me
Wso utu, a¿erfu al melÍo y se rne vendaron l,,os ajox En ese atado,
r$ desrcudo níveüido, fui eonú,ecido a la puerta de Is LoSis.
Ya dijimon que el trrínsit" por.X pórtic.o detr atrio o Forche, recuerda la peregri-
nación del pueblo de Israel por el Desierto; pero aquí apareceunnu€vo elemento:
el tragaluz.
Este símbolo (que nuestra fuquitectura resuelve rnediante una ventana oval de
reducidas proporciones situada en ól centro de! cielo raso) üene sus raíces a¡caicas
en las vivoncias del hornbre primitivo, que durante la vida nómade, estuvieron aso-
ciadas a la ahertura en lo alto de su üenda junto al poste central de la toldería, a
través de la que se vefa el cielo y por las noches atisbaban las estrellas esto es: los
-
dioses unínidos, habitantes de la alta bóveda en ta que eran viajeros, tal como lo
ora el hombre en la Tierra. ¡Eltros sí que sabían de caminos! Aquel ojo era, Íurmis-
mo, el'ncaminó del humo", el mensájero entre una y otra esfera (29).
La cuarta cámara, el "lugar donde los mÍrsones se rerinen y trabajan" (1) es,
en prfuner lugar, una reproducción figurativa del antiguo obraje.
AIIí estaban y aquí estrin el Maestro, sus Vigilantes v obreros. la obra, el Arte.
y el Nurnen inspirador: el Arquitecto ldeal a cuya Gloria se dedican todos los Tra-
bajos. Estii, pues, esta Cárnara, relaeionada con el elernento ígneo, la actividad crea-
dora-transformadora "secreta",que debe preceder la p{rblica ejecución de la obra
m¡terial {30). Por extensién, figura la Creación: el Cielo de los Diosescstrellas,
constelaciones y luminarias, y la Tíerra de los dioses-Hornbres; la Naturaleza y Ia
Humanidad, cuya "perfeccién" en todos los planos y niveles constituye la inalcan-
zabl,e nneta de la Masonería.
a) F¡¡rma.
301 Dicen rrJestras leyendm que durante ta constr¡jce¡ón del remplo dei Rey
saie
món, nurca 1169ó a fute el ruido da lm herrarnientas, pongue !m piedras, md+
ras y metales, eran trabajadw y preparado$ en un vaüle cereans desde el que
se
tralan ya proritos para ser colocadoe en el lugar at que estaban destinados. Así
trabaia "ll' Masonería. sin ruídq secretamentg ,,en un valle cercano',, sin
que llegue ni s¿ escr¡che en las obras gue realiz4 el ,,ruido,, de s¡s
símbolc-
herrarnientar
2r
sostenido sobre cuatro grandes elefantes (31), no fue porque creyesen que ésta era
la fonha del mundo-cosa (32) sino a nranera de ideograrna, a fin de decir que el
Mundo, en tanto que experienoia terrena, se apoya en cuatro fuertes "elentrentos"
sensoriales (33).
Decían¡os en otro lugar (4) comentando las palabras de R.agon, que lo que re-
clarnan las ideas de los antigllos y especialmente las de los antiguos in{ciados, no es
rectificacién científica y enrdita, sino infsrgnada eonnprensión y, sobre todo, cono-
cimiedto del lenguaje. Por otra parte, eorno arquitectos, nu€stro A,rte es el de los
espacios habitacionales y N0 la ciencia de los cuerpos y sus rnecanismos. Además,
"si bien el hornbre es imagen del cosmos, sr¡ forrna no es esférica. Tampooo lo es la
"toga; y no 1o es por la mtry simpie razón de quc es cuadrangular.
"Es verdad que la voz s¡ínscrita 'loga' sigrrifica Tierra (nc Mundo, como dice
"Ragon, siRo tierra, barro, arcitrla). En esa lengua, LOG es contracción e¡.rfónica
"de I,AUGH, barro (34).
"La palabra togia no viene de 'loga', sino de 'LOKA', que sí significa 'mundo',
"aunque tampoco en el sentido del planeta, sino en el de plano existencial fulano
"de conciencia).
"Si el Templo es ernblernático del Í{ombre y el Mundo, entonce$ es cuadrangu-
"lar porque los cuatro elementos sensoriales (33) constituyen ios límites del prime-
'nro como experimentador y del segundo como experiencia."
31) También la Logia se presenta como un hemisferio (el Norte! que se apoya en
una base cuadrangular; y €ntonces, Logia =Mundo, pero l{O el planeta, sino el
plano existencial: la "extensión" en la que habita, trabaia y se recrea "el que
se extiende". Pero desde que éste no siempre se preseRta corno un elán vital
sino que a \reces {esmo ocurre en la Logia} lo hace conno "Logos", la "exten-
sión cuadrangula/' (el carnpo, terreno y substancia) en que lo hace es referida
al alfabeto - que el simbolisrno universal representa cuadrangularnnente (el
A-KaTha-Ha sánscrito, el A-B-C-Dario latino, el A-Z-O-Th de los alquimis-
tas, y el ts-.-.-Z de los rnasones "en el que está la Fuerza"). Por donde se lo rnl-
re y a cualquier nivel, nuestro "terÍeno de labor" es cuadrangular.
32) Los antiguos iniciados no solamente conocían la esfericidad del planeta, sino
muchas otras cosÍ¡s. Sólo que las dijeron en su lengua y a su rnanera.
34) "Como nota risueña, {pero que viene rnuy al caso}, acotemos que LAi,!GH-
"KSHI (el que ve tierra) fue el aBodo por el que se conoció a un famoso filóse
"fo materialista del siglo Vl a.C. Debemos suponer que nadie piensa que el sim-
"bolismo de la Logia busque enseñarnos a 'ver barro'. Al contrario: trata de
"arrancarnoc la venda materialista que traemos al entrar," (4).
2e
35) Véase E.A. Vll'l Y 2; fmc. 5 Y 6.
de la Maso
36) El coniunto de los tres Gradoe Simbólicos quc recogen la tradición
neríaAntiguuyuonulfundu*"ntocomúndetodoslosRitos,constitt¡yelo
que se llarna "Masonería Azul".
37}ExistenTemploscuyo6murosestánpintadosderojo.Sonlosrecib[doscomo
,,capitulares,,, por que,
herencia de antiguas Logias y los levantados copistas
pudienon imaginarlos.de otro. Pero
por haberlos ui*t" ,¡uÁpi* de esá color no
etremplomasónicoesazul,porqueeseeselcolordelcieloyeldelaLibertad.
El Roio es el color del Fuego, la Violeneia y la Sangre'
liberadsr por excelencia, el
éiJ átgrno qus, a*rdu qui ,l tuug* es el elemento pars la q'e soñamos
ñ;i; ;";¡ ;"ñháiá i¡ri"ttJ' No-lo es" Pei lo rnenoe''no
el Fuegq acaso?
los masones, que es la del VIVIR en libertad' tEs habltable
eoff¡o es en eso de imaginar planos ex¡steF
El simbolismo oriental, exuberante
.'agni-loka"" Mas, lpor qué ir tan leioe
ciales, no ,*ooo"" n"áa pareeldo a. un
que odia toda forma de violeneia?
cuando la Mmonería se há eansado de repetir
poi aquelto oe ¡a uivaiencia de los e ímboios, el Roio es tambjén el color del sa'
crificioo el
,,corder-J;y t. C"t¡¿t¿ {en cuya acepción se utiliza en Masonerfa}'
no reconoce otrs símbolo que el del eielo'
Pero la"l-ibertad,
NadainnpidequeparscadaGradoocerennoniaseutilicencolgadurasque
at¡endanelrnatizpart¡culardecadauna_acuyoefectoex¡stenpautas.Tarn.
pero aqul no
momento;
bién la frlaturaleza-v¡siu sü fer"p¡o según el humor de!
,,vestido",, sino de arquitecürra, alhajarnlento y decorado pe'manefi-
,* u.tu de'
te del TemPla ¡nm6nieo.
¡-:
b) Dimensiones"
¿Aúl anwlongitud?
De Oriante a Occüente.
¿Y wlatitttd?
DeNorte aMdlodls.
¿Aailaw alfiüa?
Del $elo al eqit
¿Y stpofurúiiW?
Del wels al centto dc la tíwo"
¿Con qué otro hubiese podido represeritarse la ampiitud sin lírnites de nuestro
lugar de trabajo? ¿Curíl, si no el azul del cielo es el color del ternplo cósmico del que
el rnasónico es ernblemático? ¿Cuál que no fuese el de la Libertad más absoluta
{37) hubiera podido asignrirsele al templo de una Hennandad que ia tiene como el
inenunciable ápice de su triríngulo principista?
3g
Esquena cruel fo¡ne.
_-:>-=:::=i----.\\!
=1
I Dlepostalén'¡oderDe'.
c) .Esc¡uema
nmo), ta dkpo,clciúq ,4e la. Loda no p{¡ed6 $er st{a qtg, la clásica c,nreif+nne.
&gun ln rrr:ción nrcaiea, el rnun$c tienq su&tro pu€rtas abiertss al cielo: t¡ia nl
N*rte, por h qr*e en eea he{aigf*r$} se..a$om}s s per¡Eq$etlsia la ostreltra peilar, grnto
Sio ul grrc pdor rsf*rime sn tadto todo 10 düm& es @¡ttbj $te'y tre* a Gdente,
Iisdiodfa y Oeeidonta, por lm qus e$fla, rnedia y ss neÍir¿ el $ei" eon cuanto eso
signifiea.
Si bien mcrsnoe{* otro Norte, oua Lttz y crürfis Snes; si buseab-a rafriger{ne y no
wonxtfa ¡gcorsf¡&ns¿¡r que no eran las r,¡rtenat y ordinarias, el Tenrplo ele $¡rkrn:ftr,
iuvo rnoiXelo siSHE el rua'6nieo, se atlrv' al grot*üpO sf*ieo de iag eusüf' püerta$
6g;ü.ri* *o ut que qtafu* in*cato .s+--ctlo un frd{ü}ds en elmund+ ¡r un t*do en ef
foAJ. g$ HErj ec,fues ei 4¿{u4ry¡a crs d efmb{rls d¿ ta hosdgnertüe *rr,o{gac}e ne*i$sr
¿ srtu, hi y-úrqv{tp*"¡* celo$e qq, desdo to @ry¿üi mssqba 1* *on*truecisar.
'fambiSrf !o h*es ei ¡U*úninc¡ *
qUe q$n nnutrfru nu$frgeollos gabadns antl''
Euos y l€ d*preade. de t*o cstBcir¡"üflr del
petni*r üTodo r iq wess d*i Terexr'
ñ*atpio figundrrrente cercll¿c *pu+rtgr de l¿ Lua'o #.t* d$ trs* sitklffi rie ()riüe
&. OÉddg;e Mcdisld** y Ho¡t. (Sll¡On Vacarce), ¿Qiri& dud€ d€ que cs pcr ést*
úfi@ er$hdtic{ de "ia TrediEién", qF rscihfosssls tSE'$e ttc#.orienta." o$a
Ow¡q;z ¿A¡iÉ+ hdbr* ds rcs&E qt¡s6 po{ I* deOdmtq¡ Sls,'iuediry&s'qryf $$s?
bóH;, ni$ a süB{Éfor e! s¡omeáto dc ümprtar i'tíwnpo delas T"I'rab,:." y s(p
{
mo* Uirügc a bcOrpOrxrrros s los mia¡Ho* pordéndOnco $ffiSún eI Ordsn *crr*Pc$|'
'{ffiñ@ G;d i¡;tdws.i" ón ru r*a6ga¿ de te rau*a rytrlqis de! "1n*&üdfs
W gUntvJ"l ¿qE$ ¡€fá is& necíc SAEM F8r,fl'@a$ q$s 6 ttr hor* podr**aep0ner
;ió$üd* e htb* -¡ndbd. w6Étes y rewrlo.:ttt tP*n $e¡$F*P que mca*w"?
', ., && toe rrrywtiYo* dsltas, la *pwitscft*i¡* @, ft@'üd' Tsry'Slss, re$$rycÉ@
-qu,Eihg1pffi ¿s U f,r¡*; inrc4ia¡&Elorugssdvu*cc{*ine$ssstr k#e ffit
Cf"e u¡ Hú gte.cr¡bb¡ta cat pee¿Css vE19*,$tm
puedgn lflrrotsrns, o.Fof 1o lue-
fu qt¡e¡txiñs; on atntqtdef e6fnto. Desde qpe no producnn la roi$a smc&'
Uelrr nm eüfiús srtfrü¡ltes csthadoc'Pd irtsté€l éüq y.*o¡u*".
8s
*E Atqio
aal,¿
9C
,KÉfA
Énic
"T-@ @
c.á¡ Vert.'trlo
e) Estructura de sostérr
Doce columnas sostieRen el arquitrabe y dividen los muros en otros tantos pa'
ños. Sobre e! alqlritrab.e, entre los rnúros y la bóveda, coÍre uRa garganta arquitectó-
nica de tres érdónes. to¿o a tro large de aquél, una cadcna de eslabones sin solución
áe continuidad (o una cuerda edntinua,-con nudos realizados segun el signo cle
"infiRitc").
38) Doce fueron las genenaclones de lsrael, doce el número de los discfpulos, doce
son las pulgadas de un piq el eño tlene doce meses, doce horas la iornada dlur'
na, doce fueron los "trabaios" de Herakles, doce son los signos del zodfco,
etc"
39) Las luces "vivss" tienen sus exigercias" Por lo pronto, nunca se han de extirr
guir. sino mediante un 4agavelc, y el pabilo con que se las enciende debe ir
en un port4óilc dodo de un dispositivo retráctil para apagerlo.
En ritc csno los maónbc {en otrc es distinto} sólo puede usarse cdrlo
cqnbustible el a6ite vegetal, la cera de abeja, y (en la ernblernática fúneb¡e)
el a¡cotroa. Nurra derivadc del peuóleo.
3S
l¿s roluciones debEn ten6r en cu.enta eI a*peto pnictico. lvlas, ¿por qué han
de olvidar !o e¡nblemático? ¿Qué impide qu€ nüsütfi)c arquitectos tradu¿can las
formas antigrras a las facitridades mr¡dérnas nfu pérdida de los vdsres sirnbóLicos?
¿Qsé se opone dosde que la ilunrilr*ei6n oo-titúrgica puede hacerse "ad libitun" :
a que lo práetico sea tambid* nípifrcntfuo y v*ceinrsa? ¿Por qué lo no-iitúrgico
tandú que ;er nc*cistbúlico?
elLúsnfuimrodhcnk"
Entre üo qu6 sha cbiéito qffitfis y logcder"acopts€{úúl €n el ornn!&¡rto dG
nu¡¡neruws l;ryh$;.*Wraee eitEao o[ uno de loe $enoo zodiel@ cosm aúornc de
loe nn¡r¡Jg;. '
tr¡ rnnovaeió¡t, QW s epsye m et pardelg Logla =Ternplo Có*mko, no ticne
otro sostún trestcior&¡ quo el cetor anrl-qielo do tas p*redeg y el sin*bolisrno sslsr
qBe BarccB tünsünter tode cl $i8tegs. AÍmr€¡@,sf, en alg$nnS lárni*c*, si$os plfrse-
tirloi; per* con toda evidgwia no estda refer$os a la ¿súonomfs ni a la as6olügfa,
sins a foe *'md&l€!" de la Alqt¡i!$io. Y toda vez atre lrjcanOeraffutlCufuiica de loe
sig¡as XtÉI y ¡nfS. m rcmnamn*n&n& o*r lrrlÁgmcr 6s Sol y L.una @lnct¡c al e$"
lo de las e¡trs Strdr¿s en.le,bdv$dn Ce nuestro's Tenrploa y Gfi nu€strús'"cuEdros del
Grá{io", t *V o*tty* pafe pr€gutü8f86 ai responden a le omblernátics astronórnics
.v a la fitrosofíru de 1* tu¿ (so[ *Kaaó*L Y l"r¡na.olmsginacl$n) o si duden a la criso
y argüopeyaa d* loe AdefrO*" eulrq $íülbolos deaplsgaron con tanta pro{irción lot
rru¡orlei mcdlenate$ en la ornrrn*ntaciÓn de la¡ cgtedralcs que Xevant*ron"
Tcúiendo en cüenta que dqtde muy tslnp.*o sB he venido gefalnndo cierto
panlelo entre ei prggs$o rfrsg}ftico de 'ferfoeoión" y ol AlquÍulco,la so*pocha,
qlrc lamectabl6mente no !üc& s€r cCIruids¡ada @I¡ l8 efülplitt¡d que merece en un
ápítub dedicado a la arquitocttra d*l Templo, time sontido y e8 can$soilte con
el simbdircno dc las cuatro c&unra¡ ds écte (40),
4ü Vordw*n t.
II
fEE--c
II
F+
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l¿rc,¡*g.iJ
'lrb c4flr¡icon¡)¿ É eisds
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Libcr*
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Ja. !1
rt€-
fn,ln,o
v w ¿, A er ¿gf\
¡-tl o
son harto conccidas y han sido establecidas y trabajadas desde hace siglos), nunca
fue acabada. Nunca lograron los propulsores de la idea ponerse de acuerdo en cuan-
to al lugar que le corresponde a cada signo. Lo más coRgruente que conocernos
al respecto se ilustra en los diagrantas iI y ilI basados en inversiones (41) de los
zodíacos "intelect¡¡al'" y "real".
En ambas, los puntos equinoecialss y solsticiales ooinoiden con: lss lugares
del Venerable (el Iniciador) y el equinoccio de primavera; del Primer Vigilante
(Señor de Occidente y guardián de la Fuerta de las Sombras) y el equinoccio de
otoño; del Segundo \ñgilante {$eñor del }¡fedrodía) y el solsticio de verano; y Si-
llón Vacante (Puerta del O¡iente Eterho) y el solsticio de invierno" En ambas, la
puerta de entrada al Templo, estri bajo el signo de la Virgcn, o see: que el Candida-
to, que e¡¡ el drama iniciático juega el papel de victima, ingresa a escena com{)
"hijo de la Virgen",
En ln distribueidn según el zodíaco "intelectual.", el r{ngulo Itl-E (lulgar del
Aprendíz) eoinei'üe con el signo "gututral" Toro; y aquí terminan las corresponden-
cias adicionales. Iá distribución segÉn ei Zodíaeo
u'real" es ¡nás rica. En ella,
los
puntos equinocciales y solsticiales recuerdan !.ss etremcntos componentes de la
Esfinge (rostro de Mujer o Angel =,{guador;cuerpo de Toro =Taurus;garras de
I¿én = Leo; alas de águila = Aquil¿, una constelación vecina a la de Seorpio)"
Ei luga¡-del V-e¡rerable coineide aqui cona Acuario: el Dispensador; el del Segundo
Vigilante, jefe de h eofu¡nna de los Aprendices, con el signo "gutural" del Teiro;
y el del Frinner Vigilante, jefe de h'eoltmrna de los eompañeros, con el signo
"cordial" de [,eo. La posieién del Señor de Ocsidente, eneargado de cerrar los
TTrab"'" según la pauta clásiea y légica, eoi¡reide eon el hecho astronémico de que
nuestro sistema solar se desplaza en direccién a dichs constelaeió¡r" Sdas de nuevs,
aquí se acaban las correspondenoias.
El Oriente, eR cuya parte mrís alta contra la béveda y por eneirna de la'neadena
de 'los Antiguos' "
fulgura un Eelta en el que sc inscribe un ojo derechs abierto
(42:1 y está rodeado de una radiante Gloria (3), se levanta ssbre r¡na plataforma de
dos gradas que está separada del resto por une balat¡Etrade abier-ta en el eentro
(a3). En la platafonna, sobre tres gradas adisionales i44) V b,ajo un dasel azr¡l
42't "El es todo lads derecho", dice un cornentario acercedel Gran Rostro. Ahicr-
to *Manifestado.
+31 Esta balustrada no ex¡ste en los Ternplos de la Masonería clásíea {inglesa}" Fer-
ten€ce a la llamada "escccsa", y es un desarrollo de la ide¿ ierárquica que se
expresa en la platafsffna sobrc la que se levanta el Oriente.
stbor Fso entr€ uria y otra), am trirogular, namada .odF los ruramentos'",
!"v_*
ru de uryas arbtas ápunta hacia orieftto" Slouróh misrna, va¡¡n candelab. iu ,iut,
braor y las,T¡er Gr€ndes f¡¡cs nnUbxnétlca¡l ee ta nhsder{a (8".. d1 V:S
t ii:
4sl I! eolor del' o'lente es ezli, v se coreepondo eon sr dera togrra y ra Mae*tría.
El de occidentc es citrino, y ü€ co'r€spcndc ecn er G.2 t ,ui
E! dct MÉd¡odfa es cünracl, i se conssponde con d El ; ge;ili""-'*'-"'*
"onout*¡on*
¡61 Dm,e =totalidad de partes, matlceg o ,,rayor,. de algo {gg}.
¡ilO) l{o todoe los Temproe están adornados de ia misrna mariera; pero
de una u otra
fornn4 en tcdm perdpr loc do$entos que aquf ¡¿tndlcan.'
5o! Esto es: pera el cmo dg g¡s er primer Diacono hubiese ',pa!ado por
ra siild,
(, ¡ decir, que fuese un *x-V.n"raUlel.
De lo contrarío, sr¡ lugar está en las Co
inrnedidtsnentg dürio de rar grdr ds orlenta For eco re dhc guo g
logf s$á "8 la dffidrros€rra dd Vener¡tÉdr.
5t¡ l.o idsd srf¡ qre.Ém ft¡eea ur€ lrts garffin¡i fu !¡ m lglg l¡ Gügl f-o,
da tr b¡ w¡ró.¿n w re rn dd venereh ; ii*a*úü nb¡rtrr lg
.. 1o*"|n*el&i€' i
En el centro de Occidente, sobre una plataforma de tres gradas (44), bajo un
dosel amarillo-citrino (,$5) coronado por un creciente lunar, $e eneuentra el sitial
y me6a del Primer Vigilante, gue tiene por adorno un nivel.
Frente al Segundo Vigilante, sobre el lado Norte y bajc un dosel morado, se si'
túa el Sillón Vacante.
Estos son los lugares correspondientes a los tres Digriatarios y cuatro Oficiales
que forman la Logja.
Lüego se agÍdg8r$n otf6: secr€tafiq, erador" Tesorefo, Hospital¡rio"limoenero"
puede ser
Ma€strCI; ¿e g'ó¡gnnonias, Expertos, etc.; pcfo por aquetrlo de qlre 'onada
.ráif. qu€ nc lo hnya eido üei prineipio' " (52), todos ellos. han de entenderse
.oáo ¿d**ronos y desdoblanrientns (53) de lor SIETE qle s€gÉn 1a pauta tradicio'
nal (8) son los que "forfi!&n, sostienen y cornpletan" una Logia"
i) El ecptennrio
Poco nos clipen ernpero, la pauta trndicionnl acerc¿ de los "principales cargo 'n"
Sólo que son sietei que-el lugar de los tres prinneros se relaciona con las tres posieio-
"Ven"tubl*
oü ¿ui Sol; que ei representa el principio de-sabiduríg, enenrgado de
el cle
ORpENA& ¡iu*inur o instruir a su f,ogiu; qlre el Prirner ügilante representa qlel Ve-nera¡
la i-r;r*, icomo tal es el que MAI{DÁ cumplil la¡ Órdenes emanadas
justa y perfeeta)
represcrylel Belleca (ta Forma
bl-td; et'Se$mdCI Vigilant^e de-!a
lo¡
v .rirl carááer es el luo indiea COI1IO se deben cumplir; qua
y
Diáconos,
y-lot
que
i".ptr est¿o a la mano- son los mensa¡:eros de aqueltry ó¡denes fuerzl*, T'
¿. CUMFLIR fiel V qlilige$temente cuaüto debe hacersc; y que los Guartla'
"rneto.
teÍí¡los sot lgs encargfldos de la CUSTODIA del aempo de labor'
Dgsde luego que, corno tt¡do en
Masonería,-este esquerna es SIMtsOIICO.
No se lo ha de entender c$rno si fuese
ñ;; i; io"drjerárquico-funcigpl
al fi9 de
la$tra,
g*OÉ,*¿* "r.pt*n sin otro sigtificado. bfas, ¿cómo acerta¡ con
"o
ir:üoileo' que el mismo comPorta?
52I V¿ poft,
b¡t) Desde el punto de vista del Conocimiento. Dede el de la Acción, son elernen-
tc mo¡ilizadores y conmovedores del ánimo.
1?
\
{,,
\
,y
(lZ
é. Ami&.
s. Ofrciin& O6ci#er.
I Rq": g¡¿"lar p¡l¿b dc I'Amour. l.t. L:j..Frlre¡ ér Scarrr, plac& in-
r. rr¡¡ts ".¡
c€ I'Ano¡r- drttér€mlnmr-
/. ChcminÉc dc lgicra¡t¿
r. $incfrré. a. Tnpe quc-lbn pratiquc dansquelqua
r Coafhe. Logcs, & fui lequelle on bl¿ci lc
Récipicndaitc, tutir l'étevcr cn l'¡ir¡
a. & ,. r. C{a¡! ffi, undb qu'ilrlcs ycu¡ b¿nd6.
Come Ib. &üefuM y areable, $a outogg*ecirn dle ta Bd*sffi.Torfa puumde
& "elPriil@üd'-*
En eS lktgpr# & &m sfu&r¡trec, Strgtr'$'; es el nfuneso de hs ¡xime.rm, q.r€Éc$o*es
que haeear gwü&fu üffi&s sreasisncs Fül¡rmériems€rlte plcdnfrn scr ¡r'¡iís; [lexo fu sen*
sibilidsd,,d€dkflHL"fur*Wmff ex *osotro*, dist@¡¡e *¡ee"
Siete, wdlmfumr6rso&res que es*uvie,ron em fa Xus &I H-ta.Firi¡wrw" Les,snis-
mos que &w d@fu¡:fuc.e¡s el cielo que inauguró h ¡e-creaaifo,üraeretr F$ü¡sio.
Ypporqusi ryt@'ffi[ffi db Sxn Ap*x y estmviercmr aq¡!e[ nü]ev,$ Bía, ta¡¡¡trdc Esgresru]
a dia¡is dklirem¡ twgmm¡ de tre ltlse$se eu*rl$o, rryrodue$cmdo e[ prirmer ecto
creador d&& q&iirc cü .&,1[ '$rcnwrcía" c] F|IAT-I-Í.IK acfid'iame qpc. *]nce, apa*
@
recer las erffiffi{ffiffisslkw#. Es porEue hubo tua y cofor decde e.Épüisoifp&rqese
loshay;y.ga*rmm@¡qliwy@ Pintura. .-/'
Siete a${inÉBrrse}wdfurs dc "nnotaf que vibraron en }a-aínrmfwa def Í}ia
Seguade; pffiffi,mm hubs ci pcdniir h*her otra*. Fur fo rremoe; ree psre
la censibiliifa@'{W&s&'awweflFta es em ¡¡úm*srfi }s* sEaeies!€E prftewdiafe- Es poe,
Sue sttí e*tumii*mw¡ gr Mm. ei{do, que pudo ccptartas Jube} y ssn eltb inwrltar¡ tra
música; y €fripnqrm &c& a$hmprs hub* Srfeos díspres*oe e r€€re&r*$¡ ]r resrearsc
en ellas eluc aquG'pw*mr-
Y csí, emru tim@ pwmrymlu' todo vi¡lo a sff en "&que,fha dím * que tmnbi&l f,uarolr
siete, porque sre m E$rs&srsu de fr*rl$a* que ia em*eióm dist$ngue en'todls ee$rcqtro
aparicionatrL
Desde firys p,h €imeü&¡i n* ss híus dc üna veu, y p*rc süetrqme.; pern Ia
cron+logíni cen ss,'ffi ft*fi&, &[ onraz&n, que todo fo refrere a[ frenrpo, .6;S¡sl eoilm,
a un telén'dc ftuds-
Comu,vemdW dffii e@ eatollces, Imy }Áasoneríh &¡€Fqtm l* ht¡bo' 5n iüe tcm¡¡
pore"'; es s*gffiamik n$qp een es la gama def puisma q&s.rüsa y a$ {$ffi sc ajustc
la sensibfii¿fud?.s' mffi mmxrle cmno masrdan $as rcgk dat Arte, tentda a tenida
repraducirome&dM&cw Creaeión 'u*n el Sempo Aqueff, a la manena de s6q}
el Sol repreffimm sr ffi
kr e¡ear.i$n ds. Ia I*r¡¿. o inaugpre éTtffi@ eic m*trakjos.
:
E* tro, Bil#uiim4, d ryeen** y diqposició* actud de b Eogina' se desaurolffi cm et
carrer deü sÉ$hr ffi y.w', ¡¡a eXisra de epiniones,ffHrtiepsestaqy tendmeias dfupa,.
res. Nc fi¡emm &ro" #r mbargo,, Ios verdaderos fastc¡w dtse Im pawtw rccibidfls-
Só1o en agmqtnroirnryi¡mw éstns eor¡rc ¡¡ea reg*trtatte de. tras fracsiom:es repu,gla'
ni a eso lbnqnre¡&ac &"
Lc que lw digenuilridad 't¡adiaio*¡aF es etr $&NTI*
MIENTO: afu qanr *tilryre w habíe lnche *sí ehsdo el pxir,xe$c' qge animaba a ca-
da pmtagmiMu W kqm&m cawolñda y valirfa coma llegffimas qú] es,e¡ dc€Feto que:
!¡s impamr,fuwffi l@ta de q¡l* efcetir-wte [u w..
A. ese mqmnrm g'a wn dispo*ieión "¡¡rinnurdial',. eüG no proce& db, ra*onw ni
se explicar pm,r ff*gfiffE¡{rs eiimc que se aBs,5ftü en eX "áoj,éi' y no, en }a ÍÍhts¡ia;" debe
por fuerza;aiÍe$iamclfu&tqnfrteeftra del Temp&* si e* qwe anpira a eer geannina.
f) EI Pavirc.
El paril¡s¡fg e fgi ffigis - eI suela quc e¡¡ ella pisannos - es 'tergeno origí;
s¿f ': el d* t'siliirrc &*ms cosag". R* el plaml de la creaci&r¡ rtronde.todo es y no
€s, y en ef gE bEEHtrrtr y latente pa$a & sef actual y pfesente. B el punto, maüe-
mático en dqrc k Eeiettk se hacen Luz, y en el que el Obrero s¿ea de si la sbra
que e¡ él edaprÉeasí fi¡ a la hoinogeneidad y comienzo a ia €reació'n.
45
:n1; .S
{4
-4{. } a
1ii.l
4s;_iatq*
_ef;+*-t'*d
I¿ solt¡ción arquitecténica de este símbolo consiste en un ernbaldosado de lo-
sas blancas y negms rodeado de un festón dentado' Los ángulos de las losas deben
apuntar a los cuatro puntos cardinales, y los dientes blancos del festón deben hacer-
1o hacra afuera (55).
El cuadrángulo lleva, además, cuatro borLones de oro, uno en cada ríngulo.
El tamaño de tras iosas debe ser tal que el pie se apoye en miis de una (0m20
aproxfunadamente).
Este pavimento ya cubre todo el trocal, ya aparece miniaturieado a escala en el
centro" en el *rtlce de las líneas que van del Venerabie Maestro al Frimer Vigilante
y del Segundo Vigilante al siilón vacante. En este caso nnantienb las proporciones
de la Logia (3 x f) y, por necesidades del ceremonial que se verán en su tnomento,
ha de medir no rneftos de 2rn 10 de largo.
¡l¡
Los cuatro borlones de oro que decoran ios dngulos dei euadriLongo, expresan
la idea de que la substancia del suolo sagrado no es "elemental", sino que está dada
por cuatro órdenes de Potestades creadoras que, en principio, se identifica¡l con las
cuatro letras del Nombre Inefable" El figurativismo alude, por un lado a los cuatro
Mundos {Suprerno, de h ereación, de la Formación y del Reino), y por el otro a la
filosofía del Logos y sus cuatro estados: Ahsotruto, Ideal, Elaborado y Articulado -
doctrinas e¡nba$ que, junto con la de las Eman¿ciones. y otras, a rnenudo se expre-
san en los ténninos cte una particularísim¿ angelologfa"
k) El sre central"
Ecsde que Cubo € arcén, las 12 aristas detr ara tienen el rnismo significado que
ias Colurnnas que sostienen el arquitrabe. En consecuencia, etr candelabro representa
las síete luces que constituyen el contenido.
ooGran
Hn otra acepcién, el ara y sus doce aristas representa aX $ol: etr Sacrifica-
do" césrRieo.
En los Templos en que no apar€ce el ara central {en cuytl cano el Pavi¡nento
Cuadrado lm de ocupar la totelidad del piso), el respeetivo sfunbolisxno (si bien dis-
min¡¡ido ya que el importante detalle del saurificio sólo aparece a nive! cósmieo
y no hurnano) queda a eargo de la araña central, las doce columnas, el ségrtupXe con.
tenido de la l"ogia y el candelabro que, en la eventualidad,'ocupa el "ara de los
J¡¡rgmentos" de Oriente.
En los Templos en los que el Pavirne¡rto apsrcce ¡niníaturiza¡lo en eX centro del
local, el ara e{rbica es inexcusalbe. En este caso elPavi¡nento ha de rodearse de tres
cirios: uno al N-8, otro al SW, y el tercero al Mediodía, frente al Segundo Vigilen-
te (58).
Por necesidades del cerernonial que ya vcremos, el ara cfibiea deb,e ser movible.
551 Lo primero porque el Pavimentc es "e! eamino dcl $ol en la Tierra,", y la luz
se desplaza de E a w y entre N y Mediodía; v porque asf las clisponfan ice ope
rat¡vor.
Lo segundq porq.¡e el festén dentadc repre¡enta la efulgercia del suelo sagra.
do.
51ll "Lo $agrado y lo Profano".
En el ?ie de la Lasq el pie del Favimatto segrado, delanto del piimer vigfante
y de cara al I/enerable Maestro, estri el lugar llamado ,'entre Columnas".
Este punto geométrico está refeddo a la¡ columnas humanas que decoran el
Norte y el Mediodla & ls Logi¿, y"No a tras llemadas "Grendes cohxnna*" tradicio-
nales, que correpondcn al y debcrfan ectar en el Atrio (aunque a yecs¡ hayan si¿o
situadas con error En el intürior de la Lcgia)
y
-S t¡tio la funeifu
* occidente, er umbr¿l der.rn*ndo de ks sombrasy pu*to
"
de disposici6n final
-
reelan*a la inetsxción de un pequetro altár trÍangulariri"n de
pyas aristas apunta hEcia occidente) llamado *tte te iernun*s;, *ouriur qn* h* a*
ir un isiner¿dor.
El número de aristas atydg a la pocición linnite que ocupa,la de umbral (el 9
es el térrnino de un¿ decena). Por lo mismo, e! altar dde los jura¡nentcs" tte oríen-
te, que tambifoocupa una pceición lirninal {so jura "ante el umbral de Io infínito"},
es un prisma de base triangular.
m) LaPucrta de eiürada.
Entre sr¡Elo y cielo, un eonocir&¡ cuadro de Grado nos rrruestra una escatrera
de rnotrinero euyos tramos sc adornan eon los sipos de las tres grandes Virtuelcs.
De crdinario, Ia misma es referida a3 fanie¡sr¡ sueño en el qlre Jacoh vis una eseala
que unía ia tierra con ei cietro y por Ia que nibían y bajcban tros ringeles; pero puede
h*,ber otras interpretaciones, ai*'m¡rre en el $&nti{go de una cr¡municacién trascend3n-
te entre '"ésto" y o'Aquello". Ins alquimi*tas ia pre$entsbsr! vertical para indicar
Ia obra en ¡narcha y sus Í)esos, y horiz<lntal (ociosa) pare s:Épresar la idea de CIbra
Ter¡ninada. En tra e¡nble¡nática sl¿ un presigioso u'Grsdo'" de la masonería '.c¿balle.
reses", atrude a las virtudes que penniten el aseenss y a las Bondacles qrae funponen
el deseEn*o. En 1* Mssoriería Slnrb6lica, sélc figura e* el cuedro nre*eic*r*dou no en
tra arquiteetura del Ternplo. Fero está, puesto que eatdn ias virtudes y las Ssndades
q.le !a strpone¡r
- y entsnces, está bien qr.le no aparezca de una rnaner& visibfe"
t{o se la ve, pero está" Y es sinrbólica de aquel PoSe emblemático rief "Axi*
Mundi" que, cu*ndo la vida némade, nos oriontaba al viajar y era ei sostén de muefi-
tra tienda cuande asff$ábar¡los. Mdclula y pivote, areador y sostén de todo, quc h*-
biendo perditlo sr¡s arcaicas connotacic¡nes fálicas he reteni¡io la de eie orienta{or
y ubicuo sos¿én ahora entendielos en otros términos. ¿Qué, sinc la Virtud y el
-
Bien es o debe ser la guía en el cami*s y el apoyo en las emprecas?
Nei sóló c¿rnbiaron las conilütacior¡es. También la fnmra {urra esealera, c$yos
lateraies se asocian a ias dos Columnas, y cuyos traslos ¡ros ha-t)lan del ,'pasa,je"an-
go$to" entre etlas, y que ahora es de ascensoi,
¡Sí que ha g:anado en &r$Hiy +enfirir sl primitivo Foste! ¡$í c¡ue se ha eleycdo
y ensanehado el agujero en lo á1lo de la tienda ! ¡elrr¿ distericia eatre aquei tragal$z
que alumbró ¡ruestro trdnsito pon el atrio y la amptria y lurninosa bévecla que hoy
nos eobija! ¡Cuánto nos hernos onriqueeido en ayudas figurativas, cuantitativa y
cr¿alitativa¡mente hablando !
¡Cuán poco, sin" embargo, levantamos los ojos haeis la bóveda, y cuá,nto ririis
efectho, en nmteri¿ de comuaicasión trascendent*, fue aguel ventanuco! ¡Ctdn
tímidemenlg intentamoc, sí intents¡nc¡s, el ascenso! ¡Con cuánta frecuencia pref+
rimoa trepar Gradcs que subir gradas!
Pero ahí esti el sírnboXo * la bóveda * y en ellao la invítación"