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ESTUDIANTE: Diana Marcela Palacio Barreneche

PROCESOS PRODUCTIVOS: FABRICACION DE AZUCAR DE CAÑA

A nivel mundial Colombia es el país con el mayor nivel de producción en caña de azúcar. En
total, el área sembrada con este producto supera las 232 mil hectáreas y los cultivos se
concentran en el Valle del Cauca, Cauca, Quindío y Risaralda, entre otros departamentos.

Entre los años 2011 y 2015, se cultivaron alrededor de 15,5 toneladas de azúcar por hectárea;
producción que obedece a las necesidades del mercado doméstico y a las demandas
internacionales. Además, obedecen al trabajo del Centro de Investigación de la Caña de Azúcar
de Colombia (Cenicaña), que promueve la innovación, investigación y transferencia de
tecnología.

Gracias a las ventas de azúcar de caña o remolacha, que al año suman alrededor de US$364
millones, Colombia está dentro del top mundial de los 15 exportadores de este tipo de producto
y a la fecha ha facturado al menos US$364 millones a más de 65 países.

Y es que el sector azucarero colombiano, produce más que azúcar, también es una fuerte de
energía limpia. Los ingenios azucareros producen anualmente más de 5 millones de toneladas
de bagazo destinadas a la producción de papel y energía limpia.

Un producto rentable y atractivo, que consolida su clúster en 39 municipios del valle interandino
del río Cauca, al suroccidente del país.

En el Ingenio Risaralda se exporta aproximadamente el 49% de nuestra azúcar empacada,


donde concentramos las ventas en 25 países ubicados en tres continentes, los principales
destinos son Perú y Chile, la mayoría de estos azúcares son refinados de alta calidad en
mercados donde nuestra marca ha venido ganando un espacio importante. En el mercado
nacional las ventas tienen una participación aproximada del 51% de nuestro azúcar empacado,
donde el Pareto de clientes se concentra en el mercado industria al que se destina el 81% de
esta cantidad. En este mercado hemos consolidado a través de los últimos años la estrategia de
azúcar a la medida, en la que el departamento de calidad y la dirección de procesos han creado
más de 40 fichas técnicas adaptadas a las necesidades del desempeño del producto que
requieren nuestros clientes los cuales están ubicados en sectores como bebidas lácteas y
gaseosas, galletería, chocolatería, dulces blancos y duros, jugos en polvo, entre otros. Los
departamentos donde más se concentran estas ventas son Cundinamarca, Eje Cafetero y
Atlántico.

La distribución geográfica nos muestra que, por departamentos, en Cundinamarca se entregaron


el 48% del volumen de ventas, cerca de 34.735 toneladas, seguido del Eje Cafetero con el 21%,
con 14.800 toneladas y Atlántico con 9.614 toneladas, es decir, el 13% del volumen de ventas.
Se tienen ventas en 25 países ubicados en tres continentes. Los principales destinos fueron Perú
y Chile, en donde se exporta 30.481 y 21.527 toneladas, respectivamente, la mayoría fue de
azúcares refinados de alta calidad en mercados donde nuestra Marca Ingenio Risaralda S.A.,
gracias al trabajo de los últimos años, ha venido ganando un espacio importante, incluso en los
exigentes compradores industriales.
El proceso productivo se describe a continuación:
El proceso de elaboración se describe paso a paso a continuación:

ELABORACION

Molinos:
La caña se recibe en el patio y se conduce por medio de transportadores hacia un desfibrador
pesado de alimentación horizontal y facilitar así el proceso de extracción de jugo en los molinos;
en esta etapa, utilizando la presión ejercida por las mazas o rodillos dentados, se logra la
extracción del jugo de la caña. Para mejorar la eficiencia de este proceso, se adiciona agua al
bagazo que va hacia el último molino, este proceso se conoce como imbibición; adicionalmente,
el jugo extraído en cada molino, se recircula al anterior, lo que recibe el nombre de maceración.
El bagazo que sale del último molino se convierte en el primer subproducto del proceso, que se
aprovecha como combustible en las calderas, para producir el vapor utilizado en la generación
de energía mecánica y en la generación de energía eléctrica a través de turbogeneradores; el
vapor de escape producido en estos equipos, se aprovecha como energía térmica en el proceso
de elaboración de azúcar para calentamientos y cocimientos. De esta manera el Ingenio
Risaralda se autoabastece de la energía necesaria para llevar a cabo todas las operaciones
fabriles de una manera sostenible y cuidando del medio ambiente.

Clarificación
El jugo extraído en los molinos se conduce por medio de bombas de tipo centrífugo hacia el
proceso de purificación que consta de las etapas de calentamiento, sulfitación, alcalización,
clarificación y filtración. Por medio de estas operaciones, los insumos tales como dióxido de
azufre, lechada de cal y floculante forman puentes con las sustancias extrañas diferentes a la
sacarosa presentes en el jugo que transmiten color y bajan la pureza del azúcar final, formándose
moléculas más pesadas que sedimentan en los clarificadores de corto tiempo de retención. Este
sedimento se envía hacia los filtros rotatorios al vacío donde se recupera la sacarosa remanente
y luego la torta resultante a la que ya se le ha extraído la sacarosa recuperable, se envía hacia
el proceso de compostaje para la elaboración de mejoradores de suelos a los campos de cultivo
de caña por su importante contenido de minerales.

Evaporación
El jugo que ha sido purificado se somete a evaporación en el tandem de evaporación en serie,
en arreglo que puede variar de cuádruple a quíntuple. En estas sucesivas evaporaciones, se
elimina gran parte del agua contenida en el jugo (alrededor del 80%), resultando un material más
denso llamado meladura.

Cristalización
La meladura se envía hacia los tachos al vacío, equipos donde se realiza la cristalización de la
sacarosa. Al tacho se introducen núcleos de sacarosa previamente formados, de tamaño
homogéneo para lograr un crecimiento de los cristales de azúcar de manera uniforme a expensas
del contenido de sacarosa que se traslada de la meladura al cristal.
Centrifugación

Una vez formados los cristales del tamaño y pureza deseados, el producto formado llamado
masa cocida se lleva hacia las centrífugas, equipos que giran a muy altas revoluciones por
minuto, provistos de una malla de finos agujeros que permiten sólo el trabajo de la miel mientras
que bloquean el paso de los granos de azúcar que quedan atrapados en la parte interna de la
malla. La miel separada en la masa cocida tercera de baja pureza, es llamada miel final o
conocida comúnmente como miel de purga la cual es un subproducto del proceso fabril y no es
retornada al proceso por su bajo contenido de sacarosa; es comercializada para la posterior
obtención de otros productos como alcohol, alimento para ganado, ácido acético, y otros
productos de importancia industrial.

Secado
El azúcar libre de la miel se conduce hacia la secadora / enfriadora la cual es un tambor giratorio
horizontal con aspas, persianas o colmenas interiores que permiten el contacto del azúcar con
aire caliente desde un extremo del tambor, para eliminar la humedad ligada al cristal y a su vez
permite el contacto con aire frío por el extremo opuesto para el acondicionamiento térmico de los
cristales, de modo que la temperatura de salida de la secadora sea muy cercana a la del ambiente
evitando así el aterronamiento, debido al carácter higroscópico del azúcar.
REFINERIA

Fundición
El azúcar crudo se disuelve con agua caliente controlando la concentración del producto
resultante llamado licor fundido, en forma automática, por medio de medidores de flujo y sensores
de densidad.
Clarificación
El objeto de la clarificación es la remoción de turbidez y de compuestos generadores de color en
el azúcar. Para lograr este propósito se somete el licor fundido a un proceso de clarificación por
flotación del licor previamente calentado, introduciendo una corriente de aire que obliga a las
impurezas ya coaguladas por la acción de un floculante y de otros insumos, a ascender hasta
alcanzar la superficie desde donde se remueven, para que sólo el licor clarificado libre de
impurezas continúe en la siguiente etapa del proceso.

Decoloración
En esta etapa del proceso se aprovecha la condición absorbente del carbón activado para la
remoción de color. Se utiliza carbón vegetal en polvo, dosificando en relación proporcional al flujo
de licor, por medio de medidores magnéticos y válvulas automáticas.

Filtración
Se usan filtros automáticos de mallas finas verticales para remover el carbón anteriormente
adicionado así como flocs remanentes y partículas coloidales de difícil remoción por
sedimentación o flotación. Para hacer más eficiente la operación de filtración, se utilizan ayudas
filtrantes como la diatomita o la perlita para la formación de una torta filtrante que permita ciclos
más prolongados de operación.

Cristalización
Es en los tachos de vacío (equipos de gran superficie de transferencia calórica operados a
presiones inferiores a la atmosférica) donde se efectúa la formación y desarrollo del cristal de
sacarosa. El producto de esta etapa de proceso se denomina templa o masa cocida y consiste
en un material de alto contenido de cristales envueltos en una gruesa capa de miel.

Centrifugación
Por medio de máquinas que utilizan la fuerza centrífuga se separan por medio de una malla las
mieles que envuelven el cristal. Las mieles separadas en esta operación son ricas en sacarosa
y se retornan a cristalización.
Secado
Los cristales separados en las centrífugas se secan por contacto con aire caliente en tambores
giratorios horizontales de gran tamaño denominados secadores de azúcar. En el tramo final del
tambor el contacto del azúcar se realiza con aire frío para lograr que el azúcar tenga a la descarga
de la secadora una temperatura similar a la temperatura ambiente, evitando así la formación de
aglomerados o terrones.

Empaque y almacenamiento
Finalmente el azúcar se almacena en silos o tolvas de acuerdo a las especificaciones de los
clientes y es empacada en sacos de papel o polipropileno en presentación de un quintal (50 Kg.)
o presentación tipo familiar de ½ lb., 1 lb., 1 Kg. y 2.5 Kg.

Aspectos Productivos
En Colombia, en el año 2013 se produjeron 2,12 millones de toneladas de azúcar a partir de
21,56 millones de toneladas de caña. De alcohol carburante se produjeron 387 millones de litros,
destinados a la mezcla con gasolina en una proporción E8 (8% etanol, 92% gasolina), de acuerdo
con el mandato de oxigenación establecido por el gobierno desde noviembre de 2005. En la
actualidad se da cubrimiento a todo el territorio nacional.

El consumo nacional de azúcar en Colombia fue de 1,69 millones de toneladas, destinado en un


52% al consumo directo en los hogares y un 48% a la fabricación de productos alimenticios,
bebidas para consumo humano y otros productos industriales. En el año 2013 se exportaron 671
mil toneladas de azúcar, de las cuales el 66% se dirigió a Chile, Islas del Caribe, Perú, Estados
Unidos, Haití, México y Bolivia. El resto del azúcar se exportó hacia múltiples destinos alrededor
del mundo.
La caña de azúcar es el cultivo más importante de la región, no sólo por la variedad de
subproductos, sino por una racionalidad que va más allá de la utilizada en otros cultivos. En
efecto, de la caña se utiliza prácticamente todo -lo que nos recuerda conceptos tan actuales
como sostenibilidad, ambientalismo y reciclaje-, pues se corta la caña, se selecciona la semilla,
el cogollo se utiliza en la alimentación de animales, el tallo ofrece el jugo, el bagazo se utiliza
como combustible y la ceniza como abono.
Impacto Socioeconómico
Fedesarrollo presentó los resultados del estudio que realizó sobre el Impacto
socioeconómico del sector azucarero en su área de influencia y en la economía colombiana. Las
principales conclusiones del estudio, señalan que, por cada empleo generado por los ingenios
azucareros en sus plantas de producción, se generan 28,4 empleos adicionales en otros sectores
de la economía; gracias a la actividad manufacturera de los ingenios, se generan 265 mil empleos
a través de toda la cadena de valor.
En los municipios cañicultores, frente al resto de municipios en Colombia donde se desarrollan
otras actividades agrícolas o agroindustriales, la calidad de vida es mejor y las necesidades
básicas insatisfechas de la población son menores, pese a que la inversión pública es baja. Una
mejor calidad de vida se ve reflejada en una mayor tasa de escolaridad, una mayor tasa de
alfabetismo y una menor tasa de mortalidad.
Así mismo, los municipios donde se cultiva caña, destinada a los ingenios azucareros, tienen
menos pobreza que otros municipios con presencia de otros cultivos distintos. Las necesidades
básicas insatisfechas de la población en los municipios cañicultores están por debajo de la media
nacional.
Respecto al Producto Interno Bruto (PIB), por cada peso que los ingenios aportan, se genera en
la economía un efecto 4 veces mayor, lo que significa que los ingenios son grandes
dinamizadores de la economía colombiana.

Según el estudio, cada peso que pagan los ingenios de impuestos a la producción, se traduce
en 10 veces más impuestos pagados por las actividades del resto de la cadena. De esta manera,
los ingenios son grandes generadores de recursos destinados a financiar inversión pública, entre
la que se encuentra la educación y la salud.

Finalmente, una de las conclusiones revela que, la presencia de los ingenios hace que los
municipios del área de influencia tengan mejores ingresos, sean más prósperos y que haya mejor
calidad de vida para sus habitantes.

El impacto positivo del sector en la economía de la región se acompaña de acciones en lo


ambiental y social en concordancia de la visión de sostenibilidad y generación de bienestar. Tales
acciones están dirigidas a fortalecer la gestión en el manejo del recurso hídrico, la calidad y
pertinencia educativa y la convivencia armónica de la familia.

El desarrollo en campo se realiza con las asociaciones de usuarios de los ríos que fueron
constituidas con el apoyo del sector azucarero a finales de los años 80´s. Estas organizaciones
desarrollan proyectos en el territorio con comunidades locales y de base, esto es, con familias
campesinas, cabildos indígenas y juntas de acción comunal.
En el territorio se respeta la diversidad cultural, saberes ancestrales y aspectos organizativos.
Esta base organizativa es la que ha permitido mantener un trabajo continuo con las familias en
una zona muy golpeada por el conflicto armado de Colombia.
En cuanto a la educación, el sector azucarero tiene una apuesta desde hace más de 50 años,
con la creación de la primera institución educativa. Hoy se apoyan 20 instituciones educativas,
15 de las cuales son públicas. Más de 12591 niños, niñas y adolescente son atendidos
anualmente, en la básica y media en la región. Complementariamente, se realiza articulación con
los programas de formación técnica y tecnológica en alianza con el SENA y de la Universidad
Autónoma, atendiendo un total acumulado en los últimos 4 años más de 10000 personas, con
una inversión de 2971 millones de pesos.

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