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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS


TESIS DE 1999
INDICE POR AUTORES

• ALVAREZ MOLINA FERNANDO


• APARICIO YAÑEZ CLAUDIA LILIANA
• ARANGO ARANGO MARÍA SOFIA
• ARAÚJO ANGULO FELIPE SANTIAGO
• ARIZA FORTICH ALMA ROCÍO
• BERNAL RODRÍGUEZ PAOLA
• BERNAL SALAZAR DANIEL ANDRÉS
• BORDA RIDAO ROBERTO
• BOTERO CABRERA ADRIANA
• CALDERÓN CUELLO CLAUDIA
• CASTILLO GARCIA JUAN DAVID
• CASTRO MUÑOZ MARÍA ALEJANDRA
• CATAÑO CATAÑO JAIME
• CHARRIA SERRANO JUAN MANUEL
• CUBIDES PINTO BENJAMIN
• CUELLO HERMIDA ADRIANA ESPERANZA
• DÁVILA VINUEZA GERMÁN
• DELGADO PERDOMO PAOLA
• DÍAZ ROMERO GINNA MARÍA
• DUARTE CASTRO MARIO BERNARDO
• DUQUE MARTÍNEZ MAGDA XIMENA
• ELJACH MANRIQUE ALFONSO
• FLÓREZ VÁSQUEZ CATALINA
• FORERO BECERRA MARÍA DEL ROSARIO
• GIRALDO SUAREZ JULIÁN JAVIER
• GÓMEZ TAMARA ADRIANA LUCÍA
• GONZÁLEZ AYERBE LUISA FERNANDA
• GUTIÉRREZ JULIANA
• HUERTAS BONILLA ADRIANA DEL ROCÍO
• JAIMES TABOADA GERMAN
• JOYA LIZARAZO JUAN MAURICIO
• LAMK GUTIERREZ NAYIBE MARÍA
• LIZCANO BUSTILLO BEATRIZ ELVIRA
• LLORENTE CARREÑO MARGARITA
• LÓPEZ LEÓN JUAN MANUEL
• MANTILLA GÓMEZ CARLOS GERARDO
• MEDINA MATALLANA MARLENE
• MEJÍA GONZÁLEZ ANA MARÍA
• MIRANDA CORRALES JUAN ARMANDO
• MORALES LOURIDO DIANA PATRICIA
• MUÑOZ CALDERÓN BEATRIZ
• MURCIA CELEDÓN ERIKA
• MURCIA VARGAS ANDRES CAMILO
• NADER DANIES ANA MARIA
• NAVAS QUINTERO MARÍA CAROLINA
• NOVOA SERRANO PEDRO ELIAS
• OLARTE RUSSY ALEXANDRA
• OSORIO TORRES AURA XIMENA
• POVEDA CASTILLO PAOLA
• RAMÍREZ ACUÑA LUZ NANCY
• RAMOS AITKEN MARÍA DEL ROSARIO
• RINCON CUELLAR LUIS FERNANDO
• RIZO PALLAIS ERNESTO
• RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ HERNÁN
• RODRÍGUEZ LÓPEZ MARIA DEL PILAR
• SÁNCHEZ CONTRERAS MARÍA FERNANDA
• SANDOVAL ÁVILA ANGÉLICA ALEXANDRA
• SARMIENTO CRIALES FERNANDO
• SARQUIS MATTA ERIKA PATRICIA
• SUAREZ DUQUE GLORIA LUCÍA
• SUAREZ PARADA ALEJANDRO
• SUELT COCK VANESSA ANDREA
• TELLEZ NUÑEZ ALVARO ANDRÉS
• TORRES IBARRA JUAN CARLOS
• TOVAR LUNA ANA LUCÍA
• TURBAY QUINTERO JULIO CESAR
• URBINA GALIANO LIZA ANTONIETA
• VERGARA DE MACÍA MARÍA CRISTINA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS

TESIS DE 1999
INDICE POR TÍTULOS

1. ADOPCIÓN COMO INSTITUCIÓN JURÍDICA Y MEDIDA DE PROTECCIÓN POR


EXCELENCIA, LA
2. ANALISIS JURISPRUDENCIAL DE LA UNIÓN MARITAL DE HECHO
3. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE AUTONOMÍA UNIVERSITARIA
4. BANCA ACTUAL A PARTIR DE LA CRISIS FINANCIERA DE 1982, LA
5. CONNOTACIONES DEL SILENCIO ADMINISTRATIVO EN EL ESTADO SOCIAL DE
DERECHO
6. CONSULTA PREVIA A LOS PUEBLOS INDIGENAS, LA
7. CONTRATOS DE FUTUROS Y OPCIONES
8. CONTRIBUCIÓN DE VALORIZACION Y EL GRAVAMEN A LA PLUSVALÍA, LA
9. CORRECCIÓN MONETARIA EN LA ACCIÓN SUBROGATORIA DERIVADA DEL
CONTRATO DE SEGURO, LA
10. CUPOS INDIVIDUALES DE ENDEUDAMIENTO, CONCENTRACIÓN DE RIESGO Y
GARANTÍAS ADMISIBLES EN EL SISTEMA FINANCIERO COLOMBIANO
11. DE LOS FUNDAMENTOS DE LOS RECURSOS EN GENERAL Y DEL RECURSO DE
QUEJA
12. DEL DELINCUENTE POLÍTICO AL TERRORISTA
13. DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL CASO COLOMBIANO
14. DERECHOS DE EXCLUSIVIDAD CONCEDIDOS POR LAS NUEVAS CREACIONES
DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL Y EL DERECHO DE LA COMPETENCIA
15. DESARROLLO LEGISLATIVO DE LAS DIVERSIDADES ÉTNICAS EN EL DERECHO
COLOMBIANO
16. EFECTOS SOCIOECONOMICOS DE LA REFORMA PENSIONAL EN COLOMBIA:
MANTENER EL SISTEMA DUAL O VOLVER AL ESTABLECIMIENTO DE UN
SISTEMA PENSIONAL ÚNICO, LOS
17. EXPROPIACIÓN EN EL DERECHO COLOMBIANO, LA
18. EXTRADICIÓN EN COLOMBIA. UN PROBLEMA PROCESAL, LA
19. FUNCIONES DE INSPECCIÓN VIGILANCIA Y CONTROL DE LAS
SUPERINTENDENCIAS, SU ESTRUCTURA Y FUNCIONES, LAS
20. INTRODUCCION AL DERECHO ECONÓMICO
21. JURADO HACIA LA RECONCILIACIÓN, EL
22. JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL SOBRE LA DESPENALIZACIÓN DEL
CONSUMO MÍNIMO DE DROGAS Y SU RELACIÓN CON EL DERECHO AL LIBRE
DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD, LA
23. KNOW HOW, EL
24. MODULACIÓN DE EFECTOS EN EL TIEMPO DE LAS SENTENCIAS DE
CONSTITUCIONALIDAD POR PARTE DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
25. PACTO DE CABALLEROS EN BOLSAS DE VALORES
26. PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE IGUALDAD EN EL DERECHO LABORAL, EL
27. PRIVATIZACIÓN DE ENTIDADES FINANCIERAS: CASO BANCO DE COLOMBIA
28. PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA CONTRA SENTENCIAS JUDICIALES
29. PROPUESTA JURÍDICA PARA LA INDUSTRIALI ZACIÓN DE LA MINERÍA
30. RÉGIMEN JURÍDICO DE LA TELEVISION EN COLOMBIA, EL
31. RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS OFICINAS DE REPRESENTACIÓN DE ENTIDADES
FINANCIERAS DEL EXTERIOR EN COLOMBIA
32. RESCATE DE LA VERDAD: REFLEXIONES SOBRE EL DERECHO A LA
RECTIFICACION, EL
33. RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ADMINISTRADORES EN CASOS DE
CONFLICTOS DE INTERESES
34. RESPONSABILIDAD CIVIL DERIVADA DE LA ACTIVIDAD CONSTRUCTIVA, LA
35. SALA ADMINISTRATIVA DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA
36. SECTOR DE LA TELEFONÍA MÓVIL CELULAR Y EL RÉGIMEN DE LIBRE
COMPETENCIA EN COLOMBIA, EL
37. SEGURO OBLIGATORIO DE RESPONSABILIDAD PROFESIONAL EN EL
CONTEXTO DE LA LEY 100 DE 1997
38. SERVICIOS PÚBLICOS DOMICILIARIOS –PRINCIPIOS, AGENTES Y MERCADO-,
LOS
39. SOBERANÍA Y NUEVO DERECHO INTERNACIONAL DEL ESPACIO
ULTRATERRESTRE
40. SOCIEDADES GESTORAS EN COLOMBIA-ENFOQUE PRÁCTICO-
41. UNA VISIÓN VICTIMOLÓGICA DEL SECUESTRO
42. VISIÓN JURÍDICA DE LOS GRUPOS EMPRESARIALES
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS

TESIS DE 1999
INDICE POR MATERIAS

DERECHO CIVIL Y COMERCIAL

1. ADOPCIÓN COMO INSTITUCIÓN JURÍDICA Y MEDIDA DE PROTECCIÓN POR


EXCELENCIA, LA
MIRANDA CORRALES JUAN ARMANDO
2. ANALISIS JURISPRUDENCIAL DE LA UNIÓN MARITAL DE HECHO
CUELLO HERMIDA ADRIANA ESPERANZA
3. CONTRIBUCIÓN DE VALORIZACION Y EL GRAVAMEN A LA PLUSVALÍA, LA
CUBIDES PINTO BENJAMIN
ARAÚJO ANGULO FELIPE SANTIAGO
4. DERECHOS DE EXCLUSIVIDAD CONCEDIDOS POR LAS NUEVAS CREACIONES
DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL Y EL DERECHO DE LA COMPETENCIA
RINCON CUELLAR LUIS FERNANDO
5. FUNCIONES DE INSPECCIÓN VIGILANCIA Y CONTROL DE LAS
SUPERINTENDENCIAS, SU ESTRUCTURA Y FUNCIONES, LAS
OLARTE RUSSY ALEXANDRA
URBINA GALIANO LIZA ANTONIETA
6. KNOW HOW, EL
CASTRO MUÑOZ MARÍA ALEJANDRA
TORRES IBARRA JUAN CARLOS
7. RÉGIMEN JURÍDICO DE LA TELEVISION EN COLOMBIA, EL
BERNAL RODRÍGUEZ PAOLA
DÁVILA VINUEZA GERMÁN
8. RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ADMINISTRADORES EN CASOS DE
CONFLICTOS DE INTERESES
APARICIO YAÑEZ CLAUDIA LILIANA
BOTERO CABRERA ADRIANA
9. RESPONSABILIDAD CIVIL DERIVADA DE LA ACTIVIDAD CONSTRUCTIVA, LA
ALVAREZ MOLINA FERNANDO
10. SECTOR DE LA TELEFONÍA MÓVIL CELULAR Y EL RÉGIMEN DE LIBRE
COMPETENCIA EN COLOMBIA, EL
DELGADO PERDOMO PAOLA
MURCIA CELEDÓN ERIKA MARIA
11. SOCIEDADES GESTORAS EN COLOMBIA-ENFOQUE PRÁCTICO-
ARIZA FORTICH ALMA ROCÍO
DUQUE MARTÍNEZ MAGDA XIMENA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS

TESIS DE 1999
INDICE POR MATERIAS

DERECHO ECONOMICO

1. BANCA ACTUAL A PARTIR DE LA CRISIS FINANCIERA DE 1982, LA


LAMK GUTIERREZ NAYIBE MARÍA
2. CONTRATOS DE FUTUROS Y OPCIONES
RIZO PALLAIS ERNESTO
SUAREZ PARADA ALEJANDRO
3. CORRECCIÓN MONETARIA EN LA ACCIÓN SUBROGATORIA DERIVADA DEL
CONTRATO DE SEGURO, LA
SARMIENTO CRIALES FERNANDO
TOVAR LUNA ANA LUCÍA
4. CUPOS INDIVIDUALES DE ENDEUDAMIENTO, CONCENTRACIÓN DE RIESGO Y
GARANTÍAS ADMISIBLES EN EL SISTEMA FINANCIERO COLOMBIANO
BERNAL SALAZAR DANIEL ANDRÉS
5. EFECTOS SOCIOECONOMICOS DE LA REFORMA PENSIONAL EN COLOMBIA:
MANTENER EL SISTEMA DUAL O VOLVER AL ESTABLECIMIENTO DE UN
SISTEMA PENSIONAL ÚNICO, LOS
LIZCANO BUSTILLO BEATRIZ ELVIRA
HUERTAS BONILLA ADRIANA DEL ROCÍO
6. INTRODUCCION AL DERECHO ECONÓMICO
BORDA RIDAO ROBERTO
7. PACTO DE CABALLEROS EN BOLSAS DE VALORES
LÓPEZ LEÓN JUAN MANUEL
8. PRIVATIZACIÓN DE ENTIDADES FINANCIERAS: CASO BANCO DE COLOMBIA
MUÑOZ CALDERÓN BEATRIZ
SARQUIS MATTA ERIKA PATRICIA
9. PROPUESTA JURÍDICA PARA LA INDUSTRIALI ZACIÓN DE LA MINERÍA
POVEDA CASTILLO PAOLA
10. RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS OFICINAS DE REPRESENTACIÓN DE ENTIDADES
FINANCIERAS DEL EXTERIOR EN COLOMBIA
RAMÍREZ ACUÑA LUZ NANCY
SÁNCHEZ CONTRERAS MARÍA FERNANDA
11. SEGURO OBLIGATORIO DE RESPONSABILIDAD PROFESIONAL EN EL
CONTEXTO DE LA LEY 100 DE 1997
FLÓREZ VÁSQUEZ CATALINA
RAMOS AITKEN MARÍA DEL ROSARIO
12. SERVICIOS PÚBLICOS DOMICILIARIOS –PRINCIPIOS, AGENTES Y MERCADO-,
LOS
LLORENTE CARREÑO MARGARITA
SUAREZ DUQUE GLORIA LUCÍA
13. VISIÓN JURÍDICA DE LOS GRUPOS EMPRESARIALES
NADER DANIES ANA MARIA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS

TESIS DE 1999
INDICE POR MATERIAS

DERECHO LABORAL

1. PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE IGUALDAD EN EL DERECHO LABORAL, EL


CHARRIA SERRANO JUAN MANUEL
MURCIA VARGAS ANDRES CAMILO
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS

TESIS DE 1999
INDICE POR MATERIAS

DERECHO PENAL

1. DEL DELINCUENTE POLÍTICO AL TERRORISTA


SANDOVAL ÁVILA ANGÉLICA ALEXANDRA
SUELT COCK VANESSA ANDREA
2. UNA VISIÓN VICTIMOLÓGICA DEL SECUESTRO
MANTILLA GÓMEZ CARLOS GERARDO
NOVOA SERRANO PEDRO ELIAS
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS

TESIS DE 1999
INDICE POR MATERIAS

DERECHO PROCESAL

1. DE LOS FUNDAMENTOS DE LOS RECURSOS EN GENERAL Y DEL RECURSO


DE QUEJA
JAIMES TABOADA GERMAN
2. JURADO HACIA LA RECONCILIACIÓN, EL
FORERO BECERRA MARÍA DEL ROSARIO
ARANGO ARANGO MARÍA SOFIA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS

TESIS DE 1999
INDICE POR MATERIAS

DERECHO PUBLICO

1. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE AUTONOMÍA UNIVERSITARIA


CATAÑO CATAÑO JAIME
2. CONNOTACIONES DEL SILENCIO ADMINISTRATIVO EN EL ESTADO SOCIAL DE
DERECHO
DUARTE CASTRO MARIO BERNARDO
OSORIO TORRES AURA XIMENA
3. CONSULTA PREVIA A LOS PUEBLOS INDIGENAS, LA
MEJÍA GONZÁLEZ ANA MARÍA
CALDERÓN CUELLO CLAUDIA
4. DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL CASO COLOMBIANO
NAVAS QUINTERO MARÍA CAROLINA
GONZÁLEZ AYERBE LUISA FERNANDA
RODRÍGUEZ LÓPEZ MARIA DEL PILAR
5. DESARROLLO LEGISLATIVO DE LAS DIVERSIDADES ÉTNICAS EN EL
DERECHO COLOMBIANO
DÍAZ ROMERO GINNA MARÍA
MORALES LOURIDO DIANA PATRICIA
6. EXPROPIACIÓN EN EL DERECHO COLOMBIANO, LA
TURBAY QUINTERO JULIO CESAR
7. EXTRADICIÓN EN COLOMBIA. UN PROBLEMA PROCESAL, LA
GÓMEZ TAMARA ADRIANA LUCÍA
8. JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL SOBRE LA DESPENALIZACIÓN DEL
CONSUMO MÍNIMO DE DROGAS Y SU RELACIÓN CON EL DERECHO AL LIBRE
DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD, LA
RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ HERNÁN
GUTIÉRREZ RUIZ JULIANA
9. MODULACIÓN DE EFECTOS EN EL TIEMPO DE LAS SENTENCIAS DE
CONSTITUCIONALIDAD POR PARTE DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
ELJACH MANRIQUE ALFONSO
CASTILLO GARCIA JUAN DAVID
10. PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA CONTRA SENTENCIAS JUDICIALES
JOYA LIZARAZO JUAN MAURICIO
11. SALA ADMINISTRATIVA DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA
MEDINA MATALLANA MARLENE
VERGARA DE MACÍA MARÍA CRISTINA
12. SOBERANÍA Y NUEVO DERECHO INTERNACIONAL DEL ESPACIO
ULTRATERRESTRE
TELLEZ NUÑEZ ALVARO ANDRÉS
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS

TESIS DE 1999
INDICE POR MATERIAS

FILOSOFIA E HISTORIA DEL DERECHO

1. RESCATE DE LA VERDAD: REFLEXIONES SOBRE EL DERECHO A LA


RECTIFICACION, EL
GIRALDO SUAREZ JULIÁN JAVIER
I

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIOECONOMICAS
DEPARTAMENTO DE DERECHO ECONOMICO

SANTA FE DE BOGOTA, D.C., OCTUBRE 25 DE 1999


II

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIOECONOMICAS
DEPARTAMENTO DE DERECHO ECONOMICO

Trabajo de grado
“La contribución de valorización y el gravamen al a plusvalía de
los bienes inmuebles”

Benjamin Cubides Pinto


Felipe Araújo Angulo

Director
Alvaro Camacho Monntoya

SANTA FE DE BOGOTA, D.C., SEPTIEMBRE 30 DE 1999


III

A. Descripción

El tema de análisis de nuestro trabajo de grado es la contribución de

valorización y el gravamen a la plusvalía de los bienes inmueble. Se va a

valorar la importancia que puede tener la puesta en práctica del gravamen a la

plusvalía y la importancia que ha tenido la contribución de valorización como

instrumento fiscal en el país.

B. Justificación

El trabajo pretende hacer un análisis de la evolución de la contribución de

valorización en el país y de su importancia práctica como instrumento de

financiación de obras públicas de interés general. Adicionalmente se pretende

mostrar que la continuidad de este gravamen se justifica, debido a sus

característica y buen funcionamiento.

También se pretende llegar a la conclusión de que la aplicación del gravamen

a la plusvalía de los bienes inmuebles, hace muy gravosa la situación

impositiva de éstos, pues en la actualidad contamos con una gran cantidad de

tributos; la puesta en marcha de uno nuevo de las características de este,

donde la tasa oscila entre el 30 y el 50 por ciento del mayor valor que

adquieren los predios por el desarrollo urbanístico municipal, determinaría una


IV

nueva cultura en las transacciones sobre estos, ya que es en talmomento en

que se cobra el gravamen.

C. Alcance del trabajo

El trabajo pretende desarrollar toda la evolución de la contribución de

valorización, así como realizar un pequeño análisis de este gravamen en otros

países. Posteriormente se va a presentar su marco teórico actual.

En cuanto al gravamen a la plusvalía de bienes inmuebles el desarrollo es

similar, con la diferencia que en relación con este impuesto aun no existen

situaciones prácticas, pues no se ha empezado a cobrar.

D. Objetivos

Los objetivos fundamentales son tres, a saber:

a) Explicar en forma clara y completa como funcionan, en la teoría, la

contribución de valorización y el gravamen a la plusvalía de los bienes

inmuebles y cuales son, en esencia, su características fundamentales.


V

b) Valorar los efectos que tienen estos dos gravámenes en su aplicación

práctica y la relación entre los dos, teniendo en cuenta, que frente a la

plusvalía no ha habido experiencias hasta el momento.

c) De acuerdo con nuestro estudio, presentar las principales conclusiones o

temas mas relevantes, que afectan en la práctica a la contribución de

valorización.
VI

Tabla de contenido

Pag.
Introducción 1

1 Impuesto, contribución y tasa. 3


1.1 Impuesto 4
1.2 Contribución 7
1.3 Tasa 11
1.4 Conclusiones 14

2 La contribución de valorización 16
2.1 Recuento Histórico 16
2.2 La contribución en otros países 21
2.3 Antecedente legal de la actual contribución en Colombia 23
2.4 Régimen legal actual 25
2.4.1 Recuento normativo 25
2.4.1.1 Aspectos relevantes del decreto 1604 de 1966 y las disposiciones
complementarias 32
2.4.2 Marco Constitucional y Legal 39
2.4.3 Justificación de la contribución de valorización 49
2.5 Estructura Jurídica 50
2.5.1 Naturaleza jurídica 51
2.5.2 Definición Legal 57
2.5.2.1 Interés público 57
2.5.2.2 Entidades competentes para su cobro 59
2.5.2.2.1 En el orden nacional 60
2.5.2.2.2 En el orden departamental 62
2.5.2.2.3 En el orden municipal 62
2.5.2.3 Destinación de la contribución 63
2.5.2.4 Responsables del pago de la contribución 63
2.5.2.5 Inmuebles objeto del gravamen 64
2.5.2.6 Monto distribuible 65
2.5.2.6.1 Principio costo – beneficio 65
VII

2.5.2.6.2 Proporcionalidad de la contribución 70


2.5.2.6.3 Sistema de distribución de la contribución de valorización 71
2.5.2.6.4 Distribución anticipada 71
2.5.2.7 Recursos contra los actos de distribución y asignación de la
contribución de valorización 73
2.5.2.8 Intereses de mora 73
2.5.2.9 Intereses de financiación 74
2.5.2.10 Paz y salvo de contribuciones 74
2.5.2.11 Jurisdicción coactiva 75

3 Gravamen a la plusvalía de bienes inmuebles 75


3.1 Fundamento y definición del gravamen a la Plusvalía en Colombia 75
3.2 El gravamen a la plusvalía en otros países 78
3.3 Antecedentes del gravamen a la plusvalía 80
3.4 Naturaleza Jurídica 83
3.4.1 Concepto 84
3.4.2 Sujetos pasivos 84
3.4.3 Base gravable 85
3.4.4 Tasa de participación 85
3.4.5 Destinación 85
3.4.6 Régimen legal actual 86
3.5 Precisión final 86

4. Conclusiones 87
4.1 El gravamen a la plusvalía y la contribución de valorización 88
4.2 Papel actual de la jurisprudencia 93
4.3 Proyectos de ley en curso 97
4.4 Las normas sobre valorización y su difusión 97
4.5 No ejecución de la obra que originó el cobro de la valorización 98
4.6 El beneficio, determinante del valor de la contribución de valorización 99
4.7 Justificación de la contribución de valorización 102

Bibliografía 103
1

Introducción

La contribución de valorización, es un ingreso fiscal cuya finalidad esencial es

la de servir como instrumento de financiación de las obras de interés público

que se van a desarrollar por parte de las entidades públicas. Estas obras de

interés tiene la cualidad de producir un beneficio, traducido en un mayor valor

en las propiedades inmuebles que se encuentran situadas en las zonas de

influencia de las mismas. La contribución de valorización es un verdadero

tributo, pero que tiene la gran virtud de fundamentarse en el beneficio recibido

por los propietarios de los inmuebles a los que se les cobra. Además, por ser

de destinación específica, el contribuyente puede percibir, de manera tangible,

que su erogación está siendo utilizada en un fin determinado.

Este gravamen ha tenido una amplia aplicación en Colombia y se proyecta

como uno de los instrumentos mas viables para la financiación de obras de

gran envergadura, tanto en el ámbito nacional como departamental, distrital y

municipal.

Por su parte, el gravamen a la plusvalía de bienes inmuebles es un tributo que

grava el mayor valor obtenido por las propiedades inmuebles debido a la

acción urbanística de las entidades públicas. Este tributo, a diferencia de la

contribución de valorización no tiene como fundamento las obras públicas, que


2

generan un beneficio general para la comunidad y particular para la propiedad.

Este es mas bien un tributo que se basa en el mayor valor que reciben los

inmuebles, pero como consecuencia de acciones urbanísticas del estado de

cualquier tipo, por ejemplo, cambios en la destinación del suelo, la

estratificación, etc. Los ingresos que genera no tienen destinación específica y

entran a engrosar los fondos públicos de las entidades municipales.

No ha habido aplicación de este tributo en Colombia, por lo que su estudio es

puramente teórico.
3

1 Impuesto, contribución y tasa.

Teniendo en cuenta que el objeto central de este estudio es la contribución de

valorización y el impuesto a la plusvalía de bienes inmuebles, se hace

necesario distinguir entre los términos contribución e impuestos.

Adicionalmente, teniendo en cuenta que tradicionalmente a los tributos se les

ha divido en tres clases, entre las cuales además del impuesto y la

contribución se encuentra la tasa, también se define esta última, para así

poder delimitar de forma más precisa cual es el alcance de cada una de estas

tres nociones y de que forma difieren unas de otras.

Es importante dejar claridad en cuanto a la diferencia que existe entre estos

conceptos, pues su utilización se ha venido haciendo indistintamente durante

mucho tiempo y actualmente el hecho de que un tributo pertenezca a una de

estas categoría significa que tendrá un régimen jurídico propio, que diferirá de

cualquiera que esté en otra categoría.

Se abordará en cada uno de los temas de que se compone este trabajo, el

estudio sobre la naturaleza jurídica del respectivo tributo, pues como ya se

dijo, esto es de vital importancia para poder determinar el régimen aplicable a

cada uno.
4

En aras de tener claridad en cuanto a cada una de las categorías de los

tributos, impuestos, tasas y contribuciones, se mencionará la definición de

varios autores, que como se podrá observar mas adelante tienen

concepciones coincidentes en cuanto a las características esenciales de cada

uno. De esta forma el límite entre cada una de estas categorías o especies de

tributos será mas claro.

1.1 Impuesto

El impuesto corresponde a los aportes fiscales de carácter imperativo

derivados de la ley. Estos dineros están destinados a cubrir los gastos

administrativos del Estado.

El artículo 15 del modelo de Código Tributario para la América Latina1 define

el impuesto como: “el tributo cuya obligación tiene como hecho generador una

situación independiente de toda actividad estatal relativa al contribuyente”.

“Podríamos definir el impuesto, “dice el profesor Mejía Arango”, como el

ingreso que obtiene el Estado, en virtud de su poder, respecto de quienes se

suceda el hecho jurídico que la ley considera imponible.”

1
Preparado para el programa conjunto de tributación OEA/BID, 2ª ed, Washington, D.C., 1968.
5

“Sus características principales son: a) la obligatoriedad ya que ninguna

persona respecto de la cual se realice el hecho generador del tributo puede

negarse a su pago; b) la unilateralidad, puesto que el Estado no se

compromete en forma particular a una contraprestación directa.”

“El impuesto sin duda ha sido el principal recurso de los estados

contemporáneos, constituyéndose en el procedimiento más democrático que

permite asegurar la atención de los gastos públicos.”2

Giuliani Fonrouge define los impuestos así: “Son impuestos las prestaciones

en dinero o en especie, exigidas por el Estado en virtud del poder de imperio,

a quienes se hallen en las situaciones consideradas por la ley como hechos

imponibles.”3

Para Gastón Jéze el impuesto “es una prestación pecuniaria que

autoritariamente impone la autoridad a los particulares quienes lo entregan a

título definitivo. Esta entrega no tiene contrapartida alguna y su destinación es

para la cobertura de las cargas públicas.”4

2
MEJIA ARANGO, Alvaro. Libro del Instituto de Derecho Tributario, Capitulo 3, Santa Fe de
Bogotá, 1991.
3
GIULIANI FONROUGE, Carlos M. Derecho Financiero, 4ª edición, Buenos Aires, Depalma,
1987/Citado por Alvaro Arango Mejia en el Libro del Instituto de Derecho Tributario.
4
JEZE, Gaston. Curso elemental de la ciencia de finanzas y de la legislación financiera
francesa./ Citado por Alvaro Arango Mejía en el Libro del Instituto de Derecho Tributario.
6

Juan Rafael Bravo define a los impuestos como “los ingresos tributarios

exentos del consentimiento del contribuyente y sin considerar el beneficio que

éste pueda obtener de la acción estatal.”5

En sentencia del 25 de febrero de 1937 la Sala Plena de la Corte Suprema de

Justicia determinó la naturaleza del impuesto de la siguiente forma:

“...el impuesto no puede ser considerado hoy como una carga que pesa sobre

el patrimonio de las personas, ni como un ataque a la propiedad de éstas. Es

sólo la obligación específica, en cabeza de cada individuo, por razón de la

necesidad inherente a toda sociedad política...

Al mismo tiempo se infiere de lo dicho que con el impuesto, por su naturaleza,

siempre se produce una consecuencia económica que afecta la vida comercial

de la Nación que lo paga.”

En conclusión, de todas las definiciones anteriores, se puede establecer que

el elemento específico del impuesto, es el hecho de que este se cobra a los

contribuyentes, independientemente de que la actividad estatal los pueda

5
BRAVO ARTEAGA, Juan Rafael. Nociones fundamentales de derecho tributario./Citado por
Alvaro Arango Mejía en el Libro del Instituto de Derecho Tributario.
7

beneficiar directamente. Es decir que no se pagan los impuestos para tener

una contraprestación estatal.6

1.2 Contribución

La contribución es una cuota que paga el particular encaminada a cubrir los

gastos causados por la elaboración de una obra determinada que lo

beneficiará en un futuro; con la contribución, la persona participa en la

construcción de una obra pública en proporción al beneficio que recibe por su

ejecución.

6
Corte Constitucional, Sentencia del 29 de abril de 1997, Magistrado Ponente Alejandro
Martínez Caballero: “Las regalías están representadas por aquello que el Estado recibe por
conceder un derecho a explotar los recursos naturales no renovables de los cuáles es titular,
debido a que estos recursos existen en cantidad limitada. En cambio, los impuestos son cargas
económicas que se imponen a los particulares con el fin de financiar los gastos generales del
Estado, por lo cual estas obligaciones surgen del poder impositivo del Estado. En ese orden de
ideas, las regalías son ingresos públicos pero no tienen naturaleza tributaria, pues no son
imposiciones del Estado sino contraprestaciones que el particular debe pagar por la obtención
de un derecho, a saber, la posibilidad de explotar un recurso natural no renovable. En ese orden
de ideas, la relación entre el Estado y el particular es diversa, pues en un caso la persona
voluntariamente decide pagar la regalía para obtener un derecho de explotación, mientras que
las personas no pueden sustraerse al pago del tributo, si se cumple el hecho impositivo previsto
por la ley. De otro lado, los impuestos y las regalías se diferencian también por cuanto los
primeros constituyen una facultad que ejerce en forma libre el Legislador, mientras que las
segundas implican una obligación constitucional para el mismo.

Corte Constitucional, Sentencia del 21 de octubre de 1993, Magistrado Sustanciador Vladimiro


Naranjo Mesa: El impuesto es un acto que implica la imposición de un deber tributario para un
fin que pretende satisfacer el interés general; este deber es señalado unilateralmente por la
autoridad del Estado y el obligado no señala el destino del tributo, sino que su acto se limita a
una sujeción a la autoridad que lo representa mediatamente a él, de suerte que el fin, de una u
otra forma, no sólo es preestablecido por la expresión de la voluntad general, sino que vincula al
contribuyente, en cuanto éste se beneficia”
8

El artículo 17 del modelo de Código Tributario para la América Latina7 define

la contribución especial como: “el tributo cuya obligación tiene como hecho

generador beneficios derivados de la realización de obras públicas o de

actividades estatales y cuyo producto no debe tener un destino ajeno a la

financiación de las obras o las actividades que constituyen el presupuesto de

la obligación”.

“Podríamos definir las contribuciones especiales, sostiene Alvaro Arango,

como un ingreso público ordinario, de carácter obligatorio y tasado

proporcionalmente, que el estado percibe de un grupo de personas destinado

a un fin específico, del cual además del beneficio colectivo resulta una ventaja

particular para los contribuyentes.”8

Para Luigi Einaudi la contribución es: “la compensación pagada con carácter

obligatorio al ente público con ocasión de una obra realizada por él con fines

de utilidad pública, pero que proporciona también ventajas especiales a los

particulares propietarios de bienes inmuebles.”9

7
Preparado para el programa conjunto de tributación OEA/BID, 2ª ed, Washington, D.C., 1968.
8
ARANGO MEJÍA, Alvaro. Libro del Instituto Colombiano de Derecho Tributario, Capítulo 3,
Santa Fe de Bogotá, 1991.
9
EINAUDI, Luigi. Principio de Hacienda Pública./Citado por Alvaro Arango Mejía en el libro del
Instituto Colombiano de Derecho Tributario.
9

Seligman considera que las contribuciones especiales se pueden determinar

como una “contribución forzosa establecida de modo proporcional a los

beneficios especiales obtenidos, para cubrir los gastos de una mejora

concreta de la propiedad llevada a cabo en interés público.”10

Encontramos interesante el planteamiento de Fernando Albi en su libro

Derecho Municipal Comparado del Mundo Hispánico, que considera la

contribución como un intermedio entre la tasa y el impuesto: “...así como en el

precio, en la tasa, el beneficio es exclusivo para los usuarios, y perfectamente

divisible entre los mismos, y en el impuesto es básico el interés general no

individualizable, en la contribución encontramos un planteamiento mixto, en

que juegan ambos factores. Ocurre, a veces, que en determinado sector de

obras públicas la utilidad se presenta dividida: por una parte, tenemos el

beneficio genérico que redunda sobre la colectividad, y que no es

fraccionable, por lo cual ha de ser pagado mediante exacciones que soporte,

de modo general, la propia colectividad; pero, por otra parte, existe un

beneficio que recae de forma directa sobre cierta categoría de personas o,

mejor dicho, de propietarios de inmuebles situados en una determinada zona

10
SELIGMAN, Edwin R. Essays in Taxation, New York and London, 1985/Citado por Fernando
Albi, Derecho Municipal Comparado del Mundo Hispánico, Editorial Aguilar, Madrid 1955.
10

territorial, los cuales han de retribuir este provecho mediante contribuciones

especiales.”11

De acuerdo con el pronunciamiento del Consejo de Estado del 2 de noviembre

de 1972 de la Sala Contencioso Administrativa, Sección Cuarta, “a diferencia

del impuesto, en las contribuciones especiales va envuelta la idea de que se

genera un beneficio particular para cierta clase o grupo de individuos.”

El doctrinante argentino Héctor Villegas define las contribuciones especiales

“como los tributos que tienen su fundamento en los beneficios individuales o

de grupos sociales que son consecuencia de la realización de obras, gastos

públicos o actividades especiales del estado. El beneficio obtenido en virtud

de la actuación estatal se fundamenta en bases puramente jurídicas y teóricas

por lo que en la práctica puede no implicar que realmente exista tal beneficio.

Es por la posibilidad de obtener un beneficio, que las contribuciones

especiales tienen mayor aceptación dentro de la comunidad.”12

De la lectura de todas las anteriores definiciones se puede concluir que el

elemento específico de la contribución o contribuciones especiales es el hecho

11
ALBI, Fernando. Derecho Municipal Comparado del Mundo Hispánico, Editorial Aguilar,
Madrid 1955.
12
VILLEGAS, Hector B. Curso de finanzas, derecho financiero y tributario./Citado por Alvaro
Arango Mejía en Libro del Instituto de Derecho Tributario.
11

de que se genera un beneficio para el contribuyente, derivado de la realización

de una obra o actividad estatal. En este tributo aunque no hay una total

equivalencia entre el beneficio y el pago del gravamen, existe una retribución,

que es el beneficio recibido.

1.3 Tasa

La tasa es una relación de carácter económico, en la cual una persona

determinada paga por un servicio establecido por el estado, donde se grava

únicamente al usuario del servicio dentro de unos parámetros de equidad.

El artículo 16 del modelo de Código Tributario para la América Latina13 define

la tasa como: “el tributo cuya obligación tiene como hecho generador la

prestación efectiva o potencial de un servicio público individualizado en el

contribuyente. Su producto no debe tener destino distinto ajeno al servicio que

constituye el presupuesto de la obligación”.

“En cuanto a las tasas, “señala Mejía Arango”, podemos definirlas como una

obligación pecuniaria que el estado exige como contraprestación de un

servicio que está directamente relacionado con el sujeto pasivo.”

13
Preparado para el programa conjunto de tributación OEA/BID, 2ª ed, Washington, D.C., 1968.
12

“Ultimamente se ha venido insistiendo por los estudiosos de la materia en

encontrar diferencias entre “tasas y precios”, distinción que surge

precisamente del hecho de que la tasa es una prestación exigida en forma

coercitiva por el Estado, en tanto que la aceptación del precio surge de la

voluntad del usuario de aceptar o no el servicio que se le ofrece por el

Estado.”

“En conclusión podemos señalar que la tasa entraña la noción de

contraprestación, efectiva o potencial, que puede corresponder bien a la

prestación de un servicio público del cual es usuario directo el contribuyente

(luz, agua, energía), vale decir, del cual se beneficia efectivamente o a la

utilización de servicios de aprovechamiento común (justicia, policía, asistencia

social), o sea, de los cuales puede llegar a servirse potencialmente.”

“En la medida en que el estado asume la prestación de servicios de elemental

necesidad y además lo hace sin permitir la competencia de los particulares, a

mi juicio, no puede hablarse de acuerdo de voluntades por cuanto el particular

o sujeto pasivo se ve constreñido a utilizar el servicio que le resulta vital a su

subsistencia.”14

14
MEJÍA ARANGO, Alvaro. Libro del Instituto de Derecho Tributario, Capítulo 3, Santa Fe de
Bogotá, 1991.
13

Hector B. Villegas define la tasa “como un tributo que tiene su hecho

generador en una actividad divisible del Estado relacionada directamente con

el contribuyente. Por tratarse de un tributo el Estado la puede exigir

coactivamente, se debe crear por ley y su hecho generador se relaciona con la

actividad que el Estado cumpla frente al obligado a su pago.”15

Para Jarach la tasa “es un tributo cuya característica principal es que se

relaciona con la prestación de un servicio público individualizado frente al

sujeto pasivo u obligado. Por ser un tributo es obligatoria, se puede exigir

coercitivamente y debe provenir de la ley.”16

Giuliani Fonrouge define la tasa como “la prestación exigida por el Estado en

relación directa con la prestación efectiva o potencial de una actividad de

interés público.”17

En Sentencia del 4 de Agosto de 1987 el Consejo de Estado hace las

siguientes diferencias entre la tasa y el impuesto: “El elemento esencial que

caracteriza la tasa es la noción de contraprestación, de voluntariedad; la

persona entrega dinero a la administración pública y en cambio recibe una

15
VILLEGAS, Hector B. Curso de finanzas, derecho financiero y tributario./Citado por Alvaro
Arango Mejía en Libro del Instituto de Derecho Tributario.
16
JARACH, Dino. Finanzas públicas y derecho tributario./Citado por Alvaro Arango Mejia en
Libro del Instituto Colombiano de Derecho Tributario.
14

compensación concreta, un servicio determinado; pero no se puede decir que

si la administración por las condiciones ventajosas en que se encuentra con

respecto a los particulares exige una remuneración exorbitante por los

servicios que presta, está estableciendo un impuesto paralelo a la tasa. Es

preciso para la determinación de la tasa, para descubrirla y graduarla, exigir

en cada caso particular una confrontación de contraprestaciones; pero no

decir que si lo exigido es superior a los gastos de prestación del servicio, se

está frente a un fenómeno de impuesto. El impuesto como bien lo apunta el

tribunal, es general e impersonal puesto que se aplica a todos los individuos

que se encuentran en una determinada situación; y no implica una

compensación o retribución especial.”

En conclusión, del análisis de las diferentes definiciones de tasa, se puede

decir que el elemento específico de este tributo es el hecho de que ésta surge

por la prestación individualizada de un servicio público. Hay una equivalencia

entre lo pagado y lo recibido.

1.4 Conclusiones

Los tres tipos de tributo anteriormente mencionados, tienen unos elementos

que les son comunes.

17
GIULIANI FONROUGE, Carlos M. Derecho Financiero, 4ª edición, Buenos Aires, Depalma,
1987/Citado por Alvaro Arango Mejia en el Libro del Instituto de Derecho Tributario.
15

En primer lugar todos los tributos tienen un carácter obligatorio. El impuesto

será obligatorio una vez se presente el presupuesto de hecho establecido en

la ley, para que se pueda exigir. La contribución será obligatoria para los

propietarios de aquellos inmuebles que se vean beneficiados por una obra

pública o actividad estatal sobre la cual se haya decretado el cobro de la

valorización. La tasa será obligatoria para quienes están recibiendo la

prestación del respectivo servicio público.

Como se observa, aunque la obligatoriedad de cada uno de los tributos tiene

un fundamento distinto, una vez cumplidos los presupuestos de hecho que

corresponda, el tributo es obligatorio y se puede cobrar coercitivamente por

parte del estado.

El segundo elemento común al impuesto, la tasa y la contribución, consiste en

que cada uno de estos tributos deben ser establecidos mediante ley,

ordenanza o acuerdo, tal y como lo establece el artículo 338 de la C.N., inciso

primero. Aquí se ve claramente el principio de que no hay imposición sin

representación. Es decir, que la única forma de imponer cargas a los

contribuyentes es a través de tributos creados por los órganos de

representación. Es bien sabido que este es uno de los pilares de las modernas

concepciones de estado.
16

2 La contribución de valorización

2.1 Recuento Histórico

La obligación que se impone a los propietarios de dienes inmuebles, de

contribuir con la financiación para la construcción de las obras públicas que

beneficien sus propiedades y que actualmente tiene plena vigencia y

aplicación no sólo en Colombia sino que se encuentra en las legislaciones de

diferentes países, tiene orígenes históricos que se remontan al derecho

romano.

En Roma se encuentran en el Digesto disposiciones que datan del siglo VI de

la era Cristiana, en las que se establece “la obligación de los particulares de

atender en común a la construcción y reparación de las calles inmediatas a

sus predios”.18

Mas adelante, ya en la edad media, el papa Paulo III emprendió obras de

reconstrucción urbana de la ciudad de Roma, respecto de las cuales se

manifestó el historiador Ludovico Pastor en los siguientes términos: “no

retrocedió ante ninguna fatiga, ni ante gastos algunos para mejorar las calles

18
FERNÁNDEZ CADAVID, Alberto. La contribución de valorización en Colombia, Editorial
Temis, Bogotá 1981.
17

de Roma ”y “para atender a los grandes dispendios que requerían las nuevas

construcciones, impuso un nuevo tributo a los dueños de aquellas casas que

con la rectificación de las calles ganaban considerablemente un valor”.19

En Inglaterra el antecedente de la contribución de valorización, denominada

como “betterment tax” (impuesto de mejoras), se remonta al año de 1250 en

que se estableció una contribución para los dueños de terrenos que se

beneficiaron por obras de “reparación de los diques de Romney, construcción

de puentes, muros y otras mejoras”.20

En 1605 se cobró valorización por obras de canalización en los ríos Lea y

Támesis. En 1662 los beneficiarios con la mejora en las calles de Westminster

tuvieron que pagar una contribución. En 1667, debido al incendio de Londres

se cobró una contribución a cargo de los beneficiarios de las obras de

reconstrucción y nuevas obras en general.

En 1894 la Cámara de los Lores se manifiesta sobre las contribuciones así: “...

El principio de que las personas cuya propiedad haya sido evidentemente

aumentada en su valor venal, por un mejoramiento efectuado por las

19
LUDOVICO, Pastor, Historia de los papas, Barcelona, 1911, t. V, vol. XII, pags. 454,
455/Citado por Alberto Fernández Cadavid en el libro La contribución de valorización en
Colombia, Editorial Temis, Bogotá 1981.
18

autoridades locales, deben contribuir especialmente al costo del

mejoramiento, no es injusto en sí mismo y por esto tales personas pueden

equitativamente ser llamadas a hacer este pago”21 Esta contribución se ha

mantenido desde el siglo pasado y se ha venido aplicando a diferentes obras.

En Portugal a partir del año 1596 se ha exigido a los propietarios de predios

contribuir para la construcción de obras públicas tales como muros, puentes,

caminos públicos etc.

En Francia en el año 1672 hace su aparición la facultad de las

municipalidades para cobrar contribuciones a quienes recibían una plusvalía

en sus bienes por la apertura y embellecimiento de las calles aledañas. En

1807 se expide una ley para el cobro de la contribución por obras de

desecación de pantanos y mejoramiento de los centros urbanos. Con

anterioridad a la expedición de la ley se había expresado el conde Montalivet:

“¿Por que el tesoro público, es decir, la reunión de todos los franceses, hará

solo un gasto que procura una ventaja más inmediata a algunos pocos?”22

20
FERNÁNDEZ CADAVID, Alberto. La contribución de valorización en Colombia, Editorial
Temis, Bogotá 1981.
21
Citado por FERNÁNDEZ CADAVID, Alberto. La contribución de valorización en Colombia,
Editorial Temis, Bogotá 1981, pag 40.
22
Citado por FERNÁNDEZ CADAVID, Alberto. La contribución de valorización en Colombia,
Editorial Temis, Bogotá 1981, pag 41.
19

Al respecto comenta el Dr. Fernandez Cadavid: “No dejan de tener interés

histórico las distinciones que hizo la ley francesa respecto a la cuantía de las

contribuciones, a saber: en drenajes, saneamiento de pantanos,

canalizaciones y mejoramiento de vías fluviales, se cobraba a los propietarios

de los inmuebles beneficiados el costo total de la obra, mientras que en las

obras de embellecimiento e higiene de las ciudades el límite era la plusvalía

inmobiliaria producida por la mejora pública. La contribución podía pagarse

con parte del inmueble afectado según la proporción que correspondiere”.

En cuanto a los Estados Unidos, es a finales del siglo XIX que se establece la

contribución en Nueva York. Esta se incorpora a la mayoría de las

legislaciones de los estados de la Unión. La contribución ha sido aplicada, en

general, con carácter local. Durante el presente siglo ha tenido gran auge y

difusión y se ha extendido a la mayoría de las localidades y su regulación ha

sido producto de la experiencia.

En relación con el tema de la contribución, en 1912 en la Cuarta Conferencia

Nacional de Urbanismo realizada en los Estados Unidos, se aprobaron las

siguientes recomendaciones: “1) Donde haya un beneficio local debe también

haber un tributo local. 2) Las ciudades y los distritos metropolitanos no deben

contribuir, de ninguna manera, a los gastos de las obras de carácter local,

aunque repercutan en conveniencia general. 3) Estos impuestos no deben


20

limitarse a los casos de adquisición de inmuebles para la apertura y

prolongación de calles y trabajos accesorios, sino que deben abarcar toda

clase de obras de mejoramiento, que aumenten de valor a las propiedades

vecinas. 4) Una vez que se adopte un proceso adecuado debe mantenerse sin

desfallecimiento. 5) De la determinación del procedimiento y su aplicación en

cada caso específico, debe encargarse a una comisión de personas

competentes y de nombre que deje plenamente asegurada la continuidad de

la orientación”.23

Las colonias españolas en la latinoamérica tuvieron contribuciones exigidas

por las autoridades coloniales, especialmente para la construcción y

mejoramiento de calles y caminos. Se encuentra, entre las más antiguas

normas, una del cabildo de Quito de 1599 que decía: “Porque el aderezo de

las calles es cosa importantísima y conviene se haga, por estar tan malas que

por muchas de ellas no se puede andar a pie ni a caballo, y para que tenga

efecto lo susodicho ordenamos y mandamos que la mitad de lo que costare el

aderezo de las dichas calles se reparta entre los dueños de las casas de las

dichas calles y la otra mitad se haga y eche derrama entre los vecinos de esta

ciudad, conforme a la dicha ordenanza”.24

23
Bilac Pinto citado por FERNANDEZ CADAVID, Alberto. La contribución de valorización en
Colombia, Editorial Temis, Bogotá 1981, pag 42
21

En cuanto a la Nueva Granada nos enseña el Dr. Fernandez Cadavid: “...

poco antes de la independencia, se ordenó la construcción del camino de San

Diego hasta el Puente del Común, obra proyectada desde el gobierno de

Espeleta, con las rentas de peajes y una contribución sobre fincas rurales de

la comarca, fuera del trabajo personal de presos y vagos. Fue este el primer

cobro, en nuestra patria, de contribuciones sobre la tierra a causa de la

construcción de una obra pública, sobre un sector determinado, y, aunque no

lo dijera expresamente la disposición virreinal, suponía un beneficio especial

de la obra para las fincas rurales de la comarca por donde atravesaba el

camino”.25

2.2 La contribución en otros países

En Argentina el antecedente se encuentra en el año 1905, cuando a través de

una ley se autorizó el cobro de la “contribución de mejoras”. El desarrollo de

esta contribución fue básicamente para la construcción de caminos y

carreteras. En 1969 debido a su inoperancia por la desvalorización monetaria

que afectaba el recaudo y por tanto hacía que no fuera rentable, desapareció.

Actualmente no existen mecanismos para el cobro de la “contribución de

24
Citado por FERNANDEZ CADAVID, Alberto. La contribución de valorización en Colombia,
Editorial Temis, Bogotá 1981, pag. 43
25
Citado por FERNANDEZ CADAVID, Alberto. La contribución de valorización en Colombia,
Editorial Temis, Bogotá 1981, pag 43
22

mejoras” como una contribución a cargo de los beneficiarios de una obra

pública.

En Brasil a partir de 1934 la “contribución de mejoras” fue elevada a canon

constitucional. La pueden cobrar la entidades de todos los órdenes y se aplica

a los propietarios de inmuebles beneficiados con la construcción de obras

públicas en general. El problema en la aplicación y su poca efectividad en la

práctica radica en el hecho de que se ha buscado cobrar la contribución una

vez terminada la obra respectiva, lo cual le desvirtúa su carácter de

instrumento financiero.

En Costa Rica existe una amplia regulación de la contribución, la cual tiene su

génesis en el año de 1916. La contribución está destinada a la construcción

de obras públicas de interés general y se grava a los predios en proporción a

la mejora recibida. En Costa Rica opera la denominada “tasa de valorización”

mediante la cual los propietarios de inmuebles directamente beneficiados con

una obra cubren sus costos. La contribución de valorización ha tenido y tiene

aplicación en este país.

En Ecuador, donde la regulación que existe data del año 1966, la contribución

la aplican los niveles nacional, provincial y local dependiendo del tipo de obra.
23

La utilización de este mecanismo ha estado centrada mas que todo en el nivel

local y especialmente en la localidad de Quito.

En Mexico, al igual que en Colombia, la contribución de valorización ha tenido

una amplia aplicación para la construcción de obras públicas, que se financian

a través del cobro de dicha contribución, a los inmuebles beneficiados con la

obra.

En España la contribución de valorización es denominada “contribuciones

especiales” y se aplica a nivel local (ayuntamientos). Procede la contribución

cuando la obra ejecutada produce un aumento del valor de algunos predios.

Esta contribución tiene su origen en el real decreto de 1917. Estas

contribuciones también se aplican a nivel provincial y se dice expresamente

en el artículo 607 de la Ley de Régimen Local que los gastos de sus

presupuestos “no podrán ser atendidos con los rendimientos de las demás

exacciones provinciales más que en la parte que no resulte cubierta por la

aplicación de contribuciones especiales”.26

26
Citado por FERNANDEZ CADAVID, Alberto. La contribución de valorización en Colombia,
Editorial Temis, Bogotá 1981, pag 51
24

2.3 Antecedente legal de la actual contribución en Colombia

La ley 23 de 1887, es el primer antecedente normativo en que se encuentra

mención alguna a la contribución para la financiación de obras por parte de los

propietarios de inmuebles beneficiados con las mismas, tal y como se señala a

continuación:

“ARTICULO 1.- Autorízase al gobierno para que en la forma y

con las condiciones que contiene la presente ley, pueda

fomentar las siguientes empresas útiles:

...

3) Las obras que tengan por objeto impedir o a lo menos

disminuir las inundaciones de los ríos que bañen el territorio

de más de un departamento, o de los lagos que, recibiendo

aguas de más de un departamento, aumenten en los

inviernos el caudal de las suyas causando graves estragos en

los predios contiguos”.

“ARTICULO 6.- Para los efectos del inciso 3º del artículo 1º

de esta ley, queda el gobierno autorizado:


25

1º) Para hacer practicar un catastro en que se determine el

valor aproximado de todas y cada una de las propiedades

inundadas;

2º) Para decidir, previo el examen de un ingeniero

competente, que obras deben practicarse para conseguir el

resultado que se indica en el mencionado inciso;

3º) Para hacer fijar un presupuesto aproximado de los gastos

a que darían lugar dichas obras;

4º) Para distribuir entre los propietarios y a prorrata del valor

de su propiedad inundada, la suma a que ascienda el

presupuesto. En caso de que algunos propietarios resistan el

pago de la cuota que les corresponda en esta distribución, se

tomará por el gobierno el doble de dicha cuota representado

en la tierra beneficiada, previo avalúo y con el fin de sacarla

luego a remate público”.

2.4 Régimen legal actual

2.4.1 Recuento normativo

El establecimiento de la contribución de valorización, con bases jurídicas

firmes se produce con la ley 25 de 1921, que en su artículo tercero, crea la

valorización dándole la denominación de impuesto.


26

ARTICULO 3º “Establécese el impuesto directo de

valorización, consistente en una contribución sobre las

propiedades raíces que se beneficien con la ejecución de

obras de interés público local, como limpia y canalización de

ríos, construcción de diques para evitar inundaciones,

desecación de lagos, pantanos y tierras anegadizas, regadíos

y otras análogas, contribución destinada exclusivamente a

atender los gastos que demanden dichas obras”.

Esta norma, aun cuando denomina a la valorización como un impuesto, le da

el tratamiento y la entiende como una contribución, la cual pagan los predios

que se beneficien con unas obras, para la financiación de las mismas. Las

obras enunciadas están relacionadas exclusivamente con el manejo del agua.

Posteriormente la ley 195 de 1936 faculta al Concejo Municipal de Bogotá,

para dictar las medidas necesarias que hagan efectivo el cobro de la

contribución creada por el artículo 3 de la ley 25 de 1921 y determinen su

inversión.
27

La ley 113 de 1937 en su artículo séptimo amplía la posibilidad de cobro de la

valorización sobre el mayor valor que adquieran los bienes raíces en virtud de

la pavimentación de las calles.

Mas adelante, la ley 63 de 1938 extiende las facultades otorgadas al Concejo

Municipal de Bogotá a otros municipios, por lo que estos podrán hacer efectiva

la contribución y determinar su inversión. Para ese entonces la contribución,

como ya se mencionó, también se aplicaba para el caso del mayor valor

adquirido por un bienes raíz, debido a la pavimentación de calles.

La ley 1 de 1943 incorpora al ordenamiento las bases legales para la

imposición del gravamen de valorización. Entre otras, establece las siguientes

novedades:

a) Extiende el impuesto a otros municipios.

b) Establece que todo impuesto de valorización de hace exigible cuando esté

ejecutoriada la respectiva resolución.

c) Exige la intervención de los propietarios beneficiados con las obras.

d) Faculta a los concejos para organizar el impuesto de valorización.

e) Exige la inscripción del gravamen en la oficina de registro. Para efectuar

cualquier transacción y protocolizarla, se debe exigir por el Notario, el paz

y salvo de impuestos sobre los bienes raíces.


28

El decreto legislativo 868 de 1956, adoptado como ley de carácter permanente

por medio de la ley 141 de 1961, establece, entre otras, las siguientes reglas,

sobre la valorización, la cual aún se sigue denominando “impuesto de

valorización”:

a) Se autoriza a los municipios con rentas anuales propias superiores a dos

millones de pesos, para establecer, reglamentar, distribuir y recaudar el

impuesto de valorización, fundamentando la capacidad económica de la

tierra a través de coeficientes iguales para zonas de un mismo nivel

económico.

b) La distribución del impuesto de valorización puede hacerse en las zonas

urbanas o rurales. Los coeficientes se fijan en consideración a la utilización

del terreno, los servicios públicos, su productividad virtual, su valor

comercial y demás factores que permitan estimar objetivamente la

capacidad económica de la tierra. Estos factores los reglamentarán las

dependencias administrativas o juntas asesoras de los municipios.

c) Para los predios rurales se tendrá en cuenta, en la fijación de los

coeficientes, la productividad virtual del terreno según condiciones

agrológicas, su proximidad con los centros de consumo, las vías de

comunicaciones y demás condiciones que permitan apreciar su capacidad

económica.

d) La “tasa” del impuesto de valorización aplicable a los predios gravados, se

obtiene dividiendo el monto del presupuesto de las obras de interés


29

público o de servicio público para periodos de uno o más años, por el total

de las áreas virtuales de las zonas gravadas. El área virtual es igual a las

áreas reales de los terrenos multiplicada por el coeficiente a las zonas de

igual nivel económico en que se hallen los inmuebles correspondientes.

e) Se multiplica al área de terreno por el coeficiente y se obtiene un producto

que se multiplica por la tasa y así se obtiene el monto del impuesto de

valorización. El impuesto se recauda cada año en la época y plazo fijados.

f) Cada municipio debe elaborar un plan de obras para poder hacer efectivo

el impuesto. Ese plan está sujeto a las determinaciones de la oficina del

plan regulador.

g) Para poder otorgar cualquier instrumento en que se modifique, traspase o

grave los derechos sobre inmuebles, se debe presentar el comprobante

del pago del impuesto de valorización correspondiente a la respectiva

vigencia fiscal.

Posteriormente la ley 25 de 1959 otorga facultades a los establecimientos

descentralizados o autónomos, tanto nacionales, departamentales como

municipales, para hacer efectivo el impuesto de valorización por obras de

irrigación y desecación de tierras, regulación de corrientes de agua,

canalización de ríos y similares. Dicha norma en su artículo 21 determina

como establecer el costo total de la obra y ordena su reparto entre las


30

propiedades, en proporción al beneficio recibido por la ejecución de las

mismas.

Se debe anotar que toda la normatividad que se ha mencionado hasta ahora,

no hace distinción entre los conceptos de impuesto, tasa y contribución, sino

que por el contrario se utilizan para ser aplicados a un mismo gravamen. Al

hacer mención a la tasa del impuesto se ha debido decir el monto de la

contribución, pues esta no es ni tasa ni impuesto. La correcta mención a la

contribución se inicia con el decreto legislativo 1604 de 1966, convertido a

legislación permanente por la ley 48 de 1968 y que es la ley marco de la

contribución de valorización, decreto al que se hace referencia a continuación.

Las normas actuales sobre la valorización tienen su génesis en el decreto

legislativo número 1604 de 1966, dictado con base en el artículo 121 de la

Constitución Nacional, el cual fue declarado como permanente mediante la ley

48 de 1968 y que constituye, como ya se mencionó, la ley marco de la

contribución de valorización. Adicionalmente este decreto toma como

referencia el impuesto de valorización creado por la ley 25 de 1921.

Articulo 1º El impuesto de valorización, establecido por el

artículo 3º de la ley 25 de 1921 como una “contribución sobre

las propiedades raíces que se beneficien con la ejecución de


31

obras de interés público local”, se hace extensivo a todas las

obras de interés público que ejecuten la Nación, los

departamentos, el distrito especial de Bogotá, los municipios o

cualquiera otra entidad de derecho público y que beneficien a

la propiedad inmueble y en adelante se denominará

exclusivamente contribución de valorización.

La creación de la contribución por valorización en Colombia, desde un

principio, se hizo con el objeto de incrementar ostensiblemente la ejecución de

obras de beneficio para la comunidad, sobre el principio de que el beneficiado

directamente con la construcción de una obra, ya sea por el mayor valor en su

predio, por mayor facilidad en el acceso o por cualquier otra razón, es quien

debe contribuir para su ejecución. Este principio tiene mucho sentido, pues,

¿quién más interesado en la construcción de una obra, que el directamente

beneficiado por la misma? En este orden y teniendo en cuenta otros factores,

tales como el fomento de nuevos empleos y el desarrollo nacional, fue como el

Gobierno decretó que esta contribución fuera para todas aquellas obras de

interés público que ejecuten la Nación, las entidades territoriales o cualquier

otra entidad de derecho público.

Los ingresos que por concepto de esta contribución se reciban, se deben

invertir en la ejecución de la obra misma o de otra, también de beneficio


32

público, además los debe recaudar el establecimiento que realiza la obra,

siempre y cuando no sea la Nación, caso en el cual los ingresos y su

aprovechamiento están a cargo del Fondo Nacional de Valorización dentro del

presupuesto nacional.

2.4.1.1 Aspectos relevantes del decreto 1604 de 1966 y las disposiciones

complementarias

a) Establece que la valorización de denomina como una contribución,

suprimiendo el nombre de impuesto, lo cual la ajusta a la ciencia tributaria.

b) No enuncia el tipo de obras a las cuales se les aplica la contribución, sino

que la hace extensiva a todas las obras de interés público que beneficien

la propiedad inmueble.

c) Determina que todas las entidades de derecho público, entiéndase Nación,

departamentos, municipios y establecimientos públicos pueden exigir la

contribución de valorización por las obras que ejecuten.

d) Crea el Consejo y la Dirección Nacional de Valorización, determina la

forma en como deben integrarse y les atribuye sus funciones etc.

e) Establece cual es el monto total distribuible en las obras que causan la

contribución y su limite dentro del beneficio.

f) Establece la condición de carácter real sobre la contribución de

valorización, lo que quiere decir que esta grava los inmuebles y no las
33

personas. El gravamen se inscribe en la oficina de registro de instrumentos

públicos, en un libro especial denominado Anotación de Contribuciones de

Valorización, lo cual constituye un arma importante para el recaudo de la

contribución, ya que permite congelar el registro de cualquier acto, en

relación con inmuebles que no estén a paz y salvo por este concepto,

siendo este un mecanismo de presión efectiva para su recaudo. Aparte de

este mecanismo de presión, también se decreta que la certificación de

existencia de una deuda fiscal exigible, presta mérito ejecutivo y puede ser

cobrado por la vía coactiva. Se establecen también los recursos de la vía

gubernativa para las contribuciones de valorización.

g) Determina que para los municipios la facultad de cobrar contribuciones de

valorización se limita a las áreas urbanas, previa autorización de la

autoridad nacional correspondiente.

Al finalizar el gobierno de Carlos Lleras Restrepo, se expidió el decreto

número 1394 del 6 de Agosto de 1970, mediante el cual se reglamentaron las

normas de valorización, con el objeto de acomodarlo a las nuevas

disposiciones del decreto 3160 de 1968. Este decreto reafirmó que la

contribución nacional de valorización es exigible por todas las obras de interés

público que beneficien a los bienes inmuebles, realizadas por la Nación o sus

entidades descentralizadas.
34

Los recaudos por concepto de la contribución de valorización podrán ser

utilizados para la ejecución de una obra determinada o para varias obras

integrantes de un plan de desarrollo de una zona o región. Uno de los puntos

en donde podemos observar una adición relevante frente a las anteriores

disposiciones es aquel en donde se declara la dualidad del carácter de la

contribución, pues no se grava únicamente el predio (real) sino también a los

poseedores materiales de los predios beneficiados (personal). Este cambio en

la legislación, constituye una innovación importante en materia tributaria y

tiene su origen en autores como Sergio Francisco De La Garza, quien señala

en su tratado de derecho financiero: “Es una característica de la contribución

especial de mejoras que los contribuyentes de la misma sean las personas

que por ser propietarias o poseedoras de bienes inmuebles ubicados en las

inmediaciones de la obra pública, obtienen un beneficio económico

consistente en el incremento del valor de sus bienes, obteniendo por tanto una

ventaja que el resto de los habitantes de la comunidad no perciben. Eso es el

principio del beneficio que constituye uno de tantos criterios de reparto de las

cargas públicas”27

Otros puntos reglamentados por el decreto 1394 de 1970, que merecen

destacarse, son los siguientes:

1. Define la contribución de valorización.

27
DE LA GARZA, Sergio Francisco. Derecho Financiero Mexicano, México, 1973, pág. 342
35

2. Define lo que es beneficio.

3. Se establece que la contribución debe cobrarse a prorrata del beneficio de

las obras entre los propietarios y poseedores de los inmuebles, quedando

como límite el tope del mayor valor adquirido por el inmueble gracias a la

construcción de la obra.

4. La contribución puede ser exigida antes, durante o luego de la terminación

de la obra, con las siguientes limitaciones:

a) Si se cobró la contribución por anticipado, y la obra no se inicia durante

los dos años posteriores, los contribuyentes tendrán derecho a la

devolución de lo aportado con el reconocimiento de un interés mensual

del 1%.

b) El cobro de la contribución podrá ser posterior a la realización de la

obra, sólo dentro de los cinco años siguientes a su terminación, de lo

contrario no podrá ser cobrada.

c) Cuando se cobre la contribución con base en un presupuesto y este no

sea suficiente para la terminación de la obra, la diferencia deberá

cubrirla la entidad ejecutora.

d) Si el presupuesto fue excesivo y al finalizar la obra hay sobrantes,

deberán ser devueltos a los contribuyentes en proporción a sus

aportes, con un interés del 1% por la mora en la devolución.

5. El decreto se refiere a la organización administrativa de la contribución

nacional de valorización, la cual estará a cargo del Consejo Nacional de


36

Valorización, dependencia del Ministerio de Obras Públicas. Se establece

su conformación, funciones, honorarios, incompatibilidades, etc.

Se debe mencionar, dentro del recuento de la evolución legislativa de la

contribución de valorización, lo establecido por la ley 1 de 1975, la cual

determina que los planes y proyectos que adopte una asociación de

municipios, se consideran de utilidad pública y beneficio común y por tanto

son susceptibles de la contribución de valorización.

La ley 105 de 1993 determina expresamente la posibilidad de la construcción

de infraestructura de transporte, financiándola a través del cobro de la

contribución de valorización. Los artículos 23 y 30 de la citada ley establecen:

“ARTICULO 23. Valorización. La Nación y las entidades

territoriales podrán financiar total o parcialmente la

construcción de infraestructura de transporte a través del

cobro de la contribución de valorización”.

ARTICULO 30. Del contrato de concesión. La Nación, los

departamentos, los distritos y los municipios, en sus

respectivos perímetros, podrán en forma individual o

combinada, a través de sus entidades descentralizadas del


37

sector del transporte, otorgar concesiones a particulares para

la construcción, rehabilitación y conservación de proyectos de

infraestructura vial.

Para la recuperación de la inversión, la Nación, los

departamentos, los distritos y los municipios podrán

establecer peajes y/o valorización. El procedimiento para

causar y distribuir la valorización y la fijación de peajes se

regula por las normas sobre la materia. La fórmula para la

recuperación de la inversión quedará establecida en el

contrato y será de obligatorio cumplimiento para las partes.

La variación de estas reglas sin el consentimiento del

concesionario, implicará responsabilidad civil para la entidad

quien a su vez, podrá repetir contra el funcionario

responsable.

En los contratos que por concesión celebre el Instituto

Nacional de Vías, se podrán incluir los accesos viales que

hacen parte de la infraestructura distrital o municipal del

transporte.

PARAGRAFO 1o. Los municipios, los departamentos, los

distritos y la Nación podrán aportar partidas presupuestales

para proyectos de infraestructura en los cuales de acuerdo


38

con los estudios, los concesionarios no puedan recuperar su

inversión en el tiempo esperado”.

La ley 142 de 1994 (Ley de servicios públicos), establece en su artículo 166 la

posibilidad del cobro de la valorización para inversiones de agua potable y

alcantarillado:

“ARTICULO 166. Valorización para inversiones en agua

potable y alcantarillado. Los municipios podrán diseñar

esquemas de financiación de inversiones en agua potable y

alcantarillado, utilizando el sistema de valorización de predios,

de acuerdo con los dispuesto por la ley”.

En relación con este punto de la inversión en infraestructura de servicios

públicos y específicamente con la norma transcrita, comenta Franciso Dario

Bustamante Ledesma: “Antes de la expedición de esta ley, se han realizado

por valorización, inversiones en acueducto y alcantarillado en varios

municipios del país, entre otros: Cali, Medellín, Itagüi, Bello, Sabaneta, La

Estrella, Capacabana, Girardota y Rionegro”.28

28 BUSTAMANTE LEDESMA, Francisco Dario. Manual de la Contribución de Valorización,


Litografía Teoría del Color, Medellín 1996.
39

2.4.2 Marco Constitucional

Actualmente, existen varias disposiciones referentes a la contribución, siendo

las más importantes los decretos legislativos 1604 de 1966 y 1394 de 1970,

sobre los cuales ya tratamos anteriormente. Estas normas, junto con las

referentes al tema tienen soporte en la Constitución Nacional de 1991, en sus

artículos 317 y 338, los cuales señalan lo siguiente:

ARTICULO 317. “Sólo los municipios podrán gravar la

propiedad inmueble. Lo anterior no obsta para que otras

entidades impongan contribución de valorización.

La ley destinará un porcentaje de estos tributos que no podrá

exceder del promedio de las sobretasas existentes a las

entidades encargadas del manejo y conservación del

ambiente y de los recursos naturales renovables, de acuerdo

con los plantes de desarrollo de los municipios del área de su

jurisdicción”

El inciso primero del artículo 317 limita la posibilidad de imponer cargas

fiscales sobre los inmuebles, otorgándole dicha facultad exclusivamente a los

municipios. A renglón seguido, el mismo inciso, crea una excepción para el


40

tema de la contribución de valorización, la cual, como gravamen sobre la

propiedad inmueble que es, puede ser impuesta por cualquier otra entidad

fuera de los municipios.

El inciso segundo del antes mencionado artículo 317 de la C.N., obliga a

destinar parte de los recursos obtenidos por el recaudo de los tributos sobre

la propiedad inmueble, a entidades encargadas del manejo y conservación

del medio ambiente y de los recursos naturales renovables. Esta disposición

atiende a la finalidad social de la propiedad y a la prevalencia del interés

general sobre el interés particular, pues la protección del ambiente es de

interés general y obligación constitucional del estado29.

29
Corte Constitucional, Sentencia del 221 de enero de 1994, Magistrado Ponente Vladimiro
Naranjo Mesa: “Este precepto constitucional tiene inspiración en el principio de justicia tributaria,
que impide gravar a los contribuyentes con sistemas de doble tributación. No puede haber un
doble gravamen por el mismo motivo, ya que sería sentar el precedente de la imposición
tributaria indefinida, lo cual atenta contra el principio de la certeza -que tiende a evitar la
arbitrariedad-, puesto que el contribuyente potencialmente estaría dispuesto a ser sujeto pasivo
sin un principio de racionalidad que delimite la acción impositiva del Estado. 1.1 Alcances del
inciso segundo del artículo 317 Constitucional. Este inciso permite, en forma amplia, que la ley
destine recursos a las entidades encargadas del manejo del medio ambiente y de los recursos
naturales renovables. La destinación de esos porcentajes debe sujetarse a los planes de
desarrollo de los municipios. De acuerdo con los artículos 294 y 317, lo que la Constitución
permite excepcionalmente es la existencia de participaciones o recargos en favor de las
entidades mencionadas, pero no de un impuesto nuevo, porque ello iría contra la justicia
tributaria, por las razones ya anotadas. Resulta importante señalar que la ley a que se remite la
norma no crea un nuevo impuesto, sino que la expresión constitucional "destinará un porcentaje
de estos tributos", que equivale a afirmar que el gravamen no se aumenta para el propietario del
bien inmueble, sino que un porcentaje de ese monto -que no puede exceder del promedio de
las sobretasas existentes- se destina a las entidades encargadas del manejo y conservación del
ambiente y de los recursos naturales renovables, bajo la orientación trazada por los planes de
desarrollo de los municipios del área de su jurisdicción. Con ello se evita la descoordinación
fiscal, al someterla al principio de planeación municipal, consagrado en la Carta Política. 2. Las
normas acusadas. El artículo 24 de la Ley 3a. de 1961, por el cual se crea la Corporación
Autónoma Regional (CAR), señala: "A partir del 1o. de enero siguiente a la sanción de la
presente ley establécese un impuesto nacional sobre las propiedades inmuebles situadas
dentro del territorio de que trata el artículo 3o. de esta Ley, equivalente al dos por mil sobre el
monto de los avalúos catastrales". Esta norma no se refiere al impuesto predial, sino a la
41

ARTICULO 338. “En tiempo de paz, solamente el congreso,

las asambleas departamentales y los concejos distritales y

municipales podrán imponer contribuciones fiscales o

parafiscales. La ley, las ordenanzas y los acuerdos deben

fijar, directamente, los sujetos activos y pasivos, los hechos y

las bases gravables y las tarifas de los impuestos.

La ley, las ordenanzas y los acuerdos pueden permitir que las

autoridades fijen la tarifa de las tasas y contribuciones que

cobren a los contribuyentes, como recuperación de los costos

de los servicios que les presten o participación en los

beneficios que les proporcionen; pero el sistema y el método

sobretasa con destino a la CAR, es decir, a un valor adicional que se agrega a la tarifa de un
impuesto preexistente. Lo anterior se deduce de la misma ley acusada en sus artículos 25, 26 y
27; además al señalar en su artículo 28 que los tesoreros municipales están autorizados para
cobrar tal impuesto al mismo tiempo que el predial, lo que indica que no hay duda de que se
trata de dos conceptos tributarios diferentes. Cuando el inciso 2o. del artículo 317 superior se
refiere a que el porcentaje que determine la ley no podrá exceder el promedio de las
"sobretasas existentes", está haciendo alusión a los ingresos a favor de las corporaciones
autónomas regionales, a los cuales denomina sobretasa". Al respecto, son oportunas las
consideraciones que sobre el particular hace el señor Procurador General de la Nación en su
concepto fiscal:"(...) No es del caso introducirnos en el interminable debate de si se trata de una
sobretasa o de un impuesto, mucho menos cuando la Constitución de 1991 no fue armónica en
el trato de las categorías tributarias. Aunque lo cierto es que el artículo 317 sí parece haber
utilizado el término sobretasa para referirse a lo que antes se denominaba impuesto. Aun así,
en nada nos varía la sustentación de constitucionalidad planteada, puesto que la nominación de
tributo, como se ha dicho en otras condiciones, no define la naturaleza del mismo y para este
caso particular lo importante es determinar que la calificación, sea cual fuere, se está refiriendo
a los ingresos a favor de las corporaciones autónomas regionales". Lo que es realmente
importante es que la Constitución, sea cual fuere la denominación del tributo, legitimó el
recaudo existente a favor de las Corporaciones Autónomas Regionales, con lo cual por el
Estatuto Superior hay expresa autorización para que se cobre el tributo en cuestión.
42

para definir tales costos y beneficios y la forma de hacer su

reparto, deben ser fijados por la ley, las ordenanzas o los

acuerdos”.

El primer inciso del artículo 338, delega en los órganos de representación

popular de la Nación, de los departamentos y de los municipios la potestad

tributaria, manteniendo el principio de derecho público consistente en que no

puede haber tributo sin representación. En esta norma, el término

“contribución” se entiende como el que agrupa todas las clases de tributos. El

inciso segundo del mencionado artículo 338 establece la posibilidad de que la

ley, las ordenanzas y los acuerdo deleguen en las autoridades la fijación de la

tarifa de las tasas y contribuciones.30 En este punto el término “contribución”

se entiende referido a la correspondiente especie de tributo.

En el caso de la contribución de valorización, los sujetos activos y pasivos, los

hechos y bases gravables deben ser fiados directamente por la ley,

ordenanzas y acuerdos. Las tarifas pueden ser fijadas, previa autorización de

30
Corte Constitucional, Sentencia del 29 de abril de 1997, Magistrado Ponente Alejandro
Martínez Caballero: “Esta Corte ha aceptado que, en tratándose de impuestos territoriales, la
ley que los autoriza o los crea puede, dentro de ciertos marcos, delegar en el cuerpo
representativo de la correspondiente entidad territorial, la precisión final de los elementos del
tributo, ya que ello armoniza perfectamente con el desarrollo de la autonomía territorial. La
Constitución señala con claridad que no es sólo la ley sino también los acuerdos y las
ordenanzas quienes deben y pueden fijar directamente los elementos del tributo, por lo cual no
tiene por qué ser exhaustiva en este aspecto la norma legal que autoriza o crea una
contribución fiscal territorial, ya que lo que interesa esencialmente a la Carta es que los
elementos del tributo sean en última instancia fijados por un cuerpo representativo, y no por el
ejecutivo singular, debido al viejo pero no por ello menos importante principio, según el cual, no
puede haber "impuesto sin representación".
43

la ley, ordenanza o acuerdo, por parte de las autoridades respectivas. Lo

anterior quiere decir, que para poder poner en práctica el cobro de la

valorización, se requiere de una ley, ordenanza o acuerdo mediante el cual se

reglamente la materia, definiendo los puntos mencionados y de la fijación de la

tarifa por parte de la respectiva autoridad.

El inciso segundo permite a las autoridades respectivas fijar la tarifa de las

tasas y contribuciones que cobren a los contribuyentes, como recuperación de

costos, en el caso de las tasas y como reparto del beneficio proporcionado al

contribuyente, en el caso de las contribuciones. De todas formas la ley, la

ordenanza o el acuerdo serán los que determinen la forma en que se

determinan los costos y se reparten los beneficios.

Actualmente, y en concordancia con lo establecido en la Constitución

Nacional, la contribución de valorización, creada por la ley 25 de 1921,

encuentra definidos sus elementos en el artículo 1 del decreto legislativo 1604

de 1966. En relación con este artículo encontramos el siguiente análisis del

doctor Alberto Fernández Cadavid, que forma parte de los comentarios

presentados en el Congreso Nacional de Oficinas de Valorización, en la

Ciudad de Cali, el 1 de Marzo de 199631, citados en la obra Manual de la

Contribución de Valorización de Francisco Dario Bustamante Ledesma:

31
BUSTAMANTE LEDESMA, Francisco Dario. Manual de la Contribución de Valorización,
Litografía Teoría del Color, Medellín 1996.
44

“Dentro de la síntesis de esta norma legal quedan determinados los sujetos

activos de la contribución de valorización, actualmente todas las entidades de

derecho público; los sujetos pasivos, o sea los propietarios de los inmuebles

que se beneficien con la ejecución de obras de interés público, que están

obligados a pagar la contribución; el hecho gravable o hecho generador, que

es la construcción de la obra pública que produce el beneficio inmobiliario y la

base gravable de la contribución que es la medida que se le da a ese

beneficio. Precisamente, la base gravable de la contribución de valorización se

define también en el mismo decreto legislativo 1604 de 1966, artículo 9o... así.

ARTICULO 9o. Para liquidar la contribución de valorización se tendrá como

base impositiva el costo de la respectiva obra, dentro de los límites del

beneficio que ella produzca a los inmuebles que han de ser gravados,

entendiéndose por costo todas las inversiones que la obra requiera,

adicionadas con un porcentaje prudencial para imprevistos y hasta un treinta

por ciento (30%) más, destinado a gastos de distribución y recaudación de las

contribuciones”.

En relación con los puntos anteriormente tratados vale la pena transcribir los

apartes mas relevantes del fallo del Consejo de Estado, Sala de lo

Contencioso Administrativo, Sección Cuarta de octubre 7 de mil novecientos

noventa y cuatro (1994). Consejero Ponente: Doctor Jaime Abella Zárate:


45

“Advierte la Sala que el Acuerdo 014 de 1981, expedido por el Concejo

Municipal de Guadalajara de Buga, del cual forman parte las disposiciones

acusadas, fue expedido bajo la vigencia de la Constitución de 1886, cuyo

artículo 43 establecía la competencia de los concejos municipales para

imponer contribuciones, previsión que con más precisión y técnica en la

materia, igualmente se consagró en el artículo 338 de la Nueva Carta. Dicha

competencia impositiva debía ejercerse con fundamento en el ordenamiento

que sobre la citada contribución hubiese expedido el Congreso, por tratarse de

una competencia derivada y no autónoma como lo precisó la jurisprudencia

acorde de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de Estado en varias

sentencias. Fue así como, el artículo 1o. del Decreto Legislativo 1604 de 1966

hizo extensiva la contribución de valorización a toda clase de obras de interés

público que beneficien a la propiedad inmueble, estableciendo un concepto

genérico de dichas obras y eliminando la enumeración de las mismas que a

manera de ejemplo y no en forma taxativa, había señalado la Ley 25 de 1921,

antecedente remoto del gravamen. Esta forma de establecimiento del tributo

en la ley, dejó propicio el espacio para que las corporaciones con poder

impositivo derivado, reglamentaran la contribución a través de sus respectivos

acuerdos.”
46

“Cuando la Constitución Política de 1886, a cuyo amparo se expidieron las

normas invocadas al dictarse el Acuerdo 014 de 1981, en su artículo 43

dispuso que "En tiempo de paz solamente el Congreso, las Asambleas

Departamentales y los Concejos Municipales podrán imponer contribuciones",

estableció que esas corporaciones en la órbita de sus respectivas

competencias y de manera privativa, deberían fijar los elementos que

conforman el tributo, esto es, los sujetos, el hecho generador, la base gravable

y las tarifas, como lo precisó la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia.

(oct. 1o./87, exp. No. 1662, C. P. Dr. Jesús Vallejo Mejía).”

Al pronunciarse sobre la primera de las normas acusadas, (artículo 2o. del

Acuerdo 14 de 1981), considera el Consejo de Estado:

“La decisión sobre las obras a las cuales puede extenderse el cobro de la

contribución no es en manera alguna cuestión adjetiva, y la atribución

conferida implica extender el ámbito de la contribución a otras obras no

contempladas en el acuerdo. Lo que significa que cuando la Junta no señala

específicamente cuáles obras pueden realizarse por el sistema, las mismas se

efectuarán con cargo a los fondos comunes del municipio, y no con dineros de

los mismos beneficiarios de las obras. Dicho de otra manera, al dejar a la

discreción y autonomía de la referida Junta la decisión en concreto sobre las

obras que dan derecho a exigir la contribución y cuya determinación, como se


47

precisó, debe ser tomada por el Concejo mediante acuerdo que establezca la

causación de la contribución respecto de cada obra, aspecto objetivo que

implícitamente conlleva la determinación del sujeto pasivo de la obligación

tributaria, pone en evidencia que en tal sentido, el Concejo de la localidad, en

contra de lo que manda la Constitución, si bien no puede afirmarse que delegó

indefinidamente la función, sí la hizo extensiva a un órgano del ejecutivo

municipal en forma tal que en la práctica hace que sea éste quien decide lo

que constitucionalmente le corresponde al Concejo. Así mismo se observa,

que ante la hipótesis de la disposición acusada, el ejercicio de la atribución en

ella consagrada tiene la virtualidad no solamente de determinar la causación

de la contribución, lo cual de suyo va en contravía de la segunda atribución

consagrada en el artículo 197 de la Constitución de 1886, sino de modificar el

presupuesto de rentas y gastos, función igualmente propia y privativa del

Concejo conforme al numeral 5o. del mismo artículo 197, camino éste que

conduce en la práctica, a que por la vía de la incorporación de un ingreso en el

presupuesto de la entidad, se estará votando la contribución de valorización

misma, no por iniciativa y decisión directa de los concejales. Igualmente, ha de

entenderse que la determinación de la manera como se financiará la

construcción de una obra pública, en este caso a través de la contribución de

valorización, constituye ni más ni menos que el ejercicio mismo del poder de

imposición, el cual como se sabe, era privativo del Concejo en la anterior

Constitución y lo sigue siendo en la vigente. Si tal atribución, como en el caso


48

que ocupa la atención de la Sala no es ejercida directamente por parte de la

Corporación, sino que pretende deferirse a la Junta de Valorización, resulta

manifiesta la contradicción de la disposición acusada con los textos

constitucionales señalados.

“Ahora bien: es evidente que el sentido finalístico de la imposición a través de

los cuerpos de elección popular, se enmarca en el principio de que no hay

tributo sin representación, de manera que sean los voceros de la comunidad

quienes con un criterio ajustado a la realidad social, a la capacidad económica

de los habitantes y en forma general y equitativa tomaran frente a cada

situación, la determinación de establecer un tributo, fin que no se consigue si

es la Junta de Valorización la que según su solo criterio y por supuesto, sin

representación popular, tome tal decisión. Pero además, si el cotejo de la

disposición acusada se efectuara con la Carta adoptada en 1991, la

conclusión de la Sala sería idéntica, máxime teniendo en cuenta que la nueva

Constitución, para preservar el principio de la imposición con representación,

fue más explícita que la Carta anterior, al describir imperativamente hasta

dónde deben ir, dentro de las órbitas de su competencia el Congreso, las

Asambleas y los Concejos.”

En relación con el otro precepto acusado (artículo 6o. del Acuerdo 14 de

1981), dice el Consejo de Estado:


49

“Como de este artículo se desprende que la orden de realización de la obra

pública y su decretación se atribuyen autónomamente a la Junta del

Departamento Administrativo de Valorización, sin sujeción a ninguna

determinación previa del Concejo Municipal, resulta contraria al ordenamiento

constitucional y legal expuesto y analizado en el punto anterior, debiendo, en

consecuencia, ser también retirado del ordenamiento jurídico local.”

El fallo del Consejo de Estado, teniendo en cuenta las consideraciones

anteriormente transcritas, declaró nulas las siguientes disposiciones: el

artículo segundo (2o.) y el literal e) del artículo sexto (6o.) del Acuerdo 14 de

1981.

2.4.3 Justificación de la contribución de valorización

En relación con tan importante aspecto, que es el que da claridad sobre la

necesidad del gravamen, transcribimos lo dicho por Hernando Devis

Echandía: “El ensanche y la modernización de los centros urbanos, son, por lo

tanto, los factores del fenómeno de la valorización por obras públicas. Y como

en los casos del alcantarillado y de la pavimentación, razones de imperiosa

equidad exigen que sean las personas que se benefician y se enriquecen

como consecuencia de tales obras, es decir, los propietarios, quienes paguen


50

la totalidad de los gastos que han ocasionado en proporción a la utilidad

recibida.

Tal es el fundamento lógico y jurídico del gravamen de valorización que

consiste, en síntesis, en obligar a los propietarios de inmuebles beneficiados

con obras de interés público local, a pagar su costo distribuido entre ellos en

proporción a la utilidad recibida.”32

2.5 Estructura Jurídica

La contribución por valorización es una erogación que deben realizar los

particulares, por sus propiedades inmuebles, cuando se vean beneficiados por

la ejecución de una obra de interés público. La ejecución de la obra

corresponde a cualquier entidad pública.

La contribución de valorización se justifica en la medida en que es un

instrumento de financiación para la construcción de obras públicas que

benefician a la propiedad inmueble. Esas propiedades beneficiadas son las

que se ven afectadas con el gravamen, pues es el beneficio el que determina

su participación en la financiación de la respectiva obra. Este tributo, en

conclusión, es un ingreso público destinado específicamente a la obra que dio

32
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Gravámenes sobre la propiedad raíz y su reglamentación en
Bogotá, editorial Minerva, 1944.
51

lugar a su cobro y no entra a engrosar los ingresos corrientes de la entidad

que los cobra, ni de la Nación, es decir que no se destinan a cubrir los costos

administrativos de las entidades públicas, salvo los costos y gastos de

administración de la contribución misma, sino que van directamente a la

construcción de la obra de interés público correspondiente.

2.5.1 Naturaleza jurídica

En la parte primera de este trabajo se hizo un análisis del significado de la

contribución en general, como un tipo de tributo, al igual que de los otros dos

tipos, que son el impuesto y la tasa. El propósito de traer definiciones de

diferentes autores y de delimitar cada uno de estos tributos, fue el de poder

establecer, en este caso, cual es la naturaleza jurídica de la denominada

contribución de valorización. Y aun cuando está discusión, dentro de la

doctrina está superada, es importante determinar el porque a la valorización

se la considera una contribución y cuáles son las diferencias entre una

contribución y una tasa y un impuesto. Así pues, quedará mas claro cual es el

régimen jurídico aplicable a este gravamen, cuestión que es del propósito

inicial de este trabajo.

Históricamente las discusiones sobre la naturaleza o carácter jurídico de la

valorización se remontan a comienzos del siglo, pues la ley 25 de 1921


52

menciona de forma antitécnica al gravamen de valorización como un

impuesto. En relación con este punto, las altas cortes debieron pronunciarse

para dilucidar las dudas respecto del régimen jurídico tributario propio de dicho

gravamen. A continuación se presenten los fallos de las Cortes Suprema de

Justicia y del Consejo de Estado que son de gran utilidad para entender el

carácter jurídico tributario de la contribución de valorización.

A continuación se presentan algunos extractos del fallo del 3 de diciembre de

1937 de la Corte Suprema de Justicia, magistrado ponente Hernán

Salamanca:

“La erogación que el art. 3º de la ley 25 de 1921 impuso a los dueños de

propiedades raíces, especialmente beneficiadas por la ejecución de obras

públicas de interés local, consistente en una contribución a prorrata del

beneficio y hasta concurrencia del valor de las obras, no constituye

propiamente, de acuerdo con los principios que reglan la ciencia tributaria, un

impuesto, un gravamen, que implica el desprendimiento de una parte de la

riqueza particular a favor del erario público sin un sentido de equivalencia ni

de compensación. Es más bien que un fenómeno de tributación fiscal, una

asociación impuesta, un consorcio obligatorio, como lo llaman algunos

tratadistas, para la realización de obras, como saneamientos, irrigaciones y


53

otros trabajos públicos, en que a la vez que se benefician algunos particulares

se obtiene también un beneficio general indirecto para la comunidad....”

“Sólo en la medida en que el gravamen exceda el rembolso al Estado de lo

que éste haya gastado en la ejecución de obra de beneficio, es en lo que tiene

realidad el impuesto.”

“... el Estado no se limita al reembolso de sus dineros gastados sino que toma

una parte del aumento del valor consecuencial de las obras realizadas por su

iniciativa, bajo la dirección y control de funcionarios públicos y con dineros del

erario. Sea en concepto de remuneración a un servicio del Estado o de

tributos que se impone en ejercicio de la potestad soberana sobre un

incremento de valor de los inmuebles beneficiados, el impuesto de

valorización es justo y no pugna con ningún principio de la ciencia fiscal, que

enseña que la norma verdadera de todo sistema tributario es la capacidad

económica de los contribuyentes.

“Al principio fundamental de que los ciudadanos deben contribuir en la medida

de su capacidad económica, puede añadirse en este caso que en la medida

del beneficio que reportan de una gestión estatal determinada.”


54

“Si han de construirse obras que, aunque convenientes para todos, producen

como resultado inmediato un beneficio y una valorización para determinadas

propiedades, nada más justo que los dueños contribuyan con el todo o parte

del costo de las obras, y que no se grave para llevarlas a cabo, a todos los

contribuyentes, muchos de los cuales poco o ningún provecho reportarán de

ellas. Estas obras consisten generalmente en mejoras locales que tienden a

elevar el precio de las propiedades...”

En relación con lo dicho por la Corte, el autor Rafael Soto Pinedo afirma lo

siguiente: “Resumiendo el fallo anterior, se dirá que existe contribución de

valorización cuando la liquidación y distribución de la obligación asignada se

limita a obtener el reembolso de los gastos efectuados por el Estado en la

ejecución de la obra, a tenor de lo dispuesto en el art. 3 de la ley 25 de 1921; y

existirá impuesto de valorización cuando, además de lo anterior, se liquida y

distribuye un guarismo determinado por concepto del beneficio que reciben los

terrenos una vez construidas dichas obras.”33

Sobre este mismo teme encontramos la sentencia del Consejo de Estado del

21 de abril de 1954, que dispuso:

33
SOTO PINEDO, Rafael. La Contribución Nacional de Valorización, Editorial Temis, Santa Fe
de Bogotá 1974.
55

“El llamado impuesto de valorización tiene su razón económica en la

incapacidad de los particulares para realizar por si solos, ni siquiera mediante

la unión de esos esfuerzo obras de interés común que beneficien sus

propiedades, por cuya razón ha sido necesario que el Estado asuma la

realización de tales obras. Mas como ellas vienen a beneficiar de manera

especial a un grupo determinado de propietarios, y su ejecución implica en la

mayoría de las veces altísimas sumas que sobrepasan la capacidad

económica de las entidades de derecho público encargadas de llevarlas a

cabo, y como, por otra partes, repugnaría a la equidad que con el producido

de los impuestos comunes pagados por todos se llegara a beneficiar tan solo

a unos pocos, ha sido necesario admitir también que el costo de tales obras

recaiga sobre los principales beneficiados con ellas.”

Nótese que en los pronunciamientos anteriores, todavía no se ve una clara

distinción entre los términos impuesto y contribución. Aunque si es claro que la

valorización no se entiende como un impuesto propiamente dicho, y si se le ve

como un tributo diferente, es hasta la aparición del decreto legislativo 1604 de

1966 que a la valorización se le da su nombre actual de “contribución de

valorización” y que es el que, de acuerdo con los principios del derecho

tributario, mas se asemeja a su naturaleza.


56

Para dar mas claridad al punto que se está tratando vale la pena tener en

cuenta lo expresado por el tratadista Ramón Valdés Acosta en relación con la

contribución: “... es esencial que el producto de las contribuciones especiales

esté destinado exclusivamente al financiamiento de la actividad estatal cuyo

funcionamiento constituye el presupuesto de hecho de la obligación. Al igual

que en la tasa no se concibe una “contribución” con un destino ajeno a

actividad.”

“La afectación, al igual que en la tasa, se vincula con el costo de la obra o

servicio, como lo reconocen todas las legislaciones que organizan auténticas

contribuciones especiales.”34

Es interesante observar como este autor logra delimitar, teniendo en cuenta

los conceptos de impuesto, tasa y contribución, el concepto de contribución.

En la medida en que la valorización sea un gravamen con destino a la

financiación de la actividad estatal, financiación que se obtiene de las

personas beneficiadas con tal actuación, estamos hablando de contribución.

Esto es lo que ocurre en Colombia, por lo que se puede decir que nosotros

tenemos una verdadera contribución de valorización.

34
COSTA VALDÉS, Ramón. Curso de Derecho Tributario, Depalma-Temis-Marcial Pons, 1996
57

2.5.2 Definición Legal

La definición legal de la contribución de valorización no se encuentra en una

sola norma. Para poder entenderla globalmente se debe acudir al artículo 3°

de la ley 25 de 1921, que la incorpora al ordenamiento jurídico y la define

inicialmente, y al artículo 1° del decreto legislativo 1604 de 1996, que amplia

su ámbito de aplicación y le da su nombre de “contribución”, situación que es

determinante para darle el tratamiento jurídico correspondiente, pues así se

diferencia claramente del impuesto y de la tasa.

El Dr. Fernandez Cadavid al tomar lo más relevante de cada una de las

normas mencionadas, define con acertada precisión la contribución de

valorización como “una obligación fiscal a cargo de los propietarios de

inmuebles que se beneficien con obras de interés público que ejecuten la

Nación, los departamentos, el distrito especial de Bogotá, los municipios o sus

respectivos establecimientos públicos.”35

2.5.2.1 Interés público

Atendiendo a la definición de la contribución de valorización, esta se cobra

para la ejecución de obras de interés público. El interés público hace

35
FERNANDEZ CADAVID, Alberto. La contribución de valorización en Colombia, Editorial
Temis, Bogotá 1981.
58

referencia a aquellas obras que por sus características traen un beneficio para

la comunidad en general. Dentro de las obras de interés público que se

pueden financiar a través del mecanismo de la contribución de valorización, se

encuentran las obras para la prestación de los servicios públicos, pues los

servicios públicos se encuentran subordinados al interés público o interés

general. Esta subordinación de los servicios públicos a la noción de interés

público o general la explica así el tratadista Jaime Vidal Perdomo: “La noción

de servicio público implica una supremacía del interés público sobre el privado

que autoriza ciertas restricciones en los derechos de los individuos...36

Se entiende entonces, que las obras para la prestación de servicios públicos

se pueden financiar a través de la contribución de valorización, que se cobra a

los beneficiados, que deben sacrificar parte de su patrimonio con el pago del

gravamen, en función del interés general.

En conclusión, procede el cobro de la valorización para la financiación de

cualquier obra de interés público o general que vaya a ejecutar una entidad

pública, incluidas, como ya se dijo, las necesarias para la prestación de los

servicios públicos.

36
VIDAL PERDOMO, Jaime. Derecho Administrativo, 10 edición, Editorial Temis, Bogotá 1994
59

La noción del beneficio público es de vital importancia dentro de las

contribuciones, pues constituye su fundamento mismo. Para que sea posible

el cobro de una contribución es esencial que la obra pública genere un

beneficio público, beneficio que debe darse para la comunidad que se encarga

de contribuir proporcionalmente para el desarrollo de la obra que lo genera.

Este principio tiene un fundamento axiológico justo en cuanto si una persona

recibe un mayor valor en su propiedad por la construcción de un acueducto,

por ejemplo, es quien debe contribuir para su ejecución. Grave sería que el

resto de la comunidad que no se beneficia de la obra, fuera quien la

financiara. De ahí el aporte fundamentado y razonable, que hace el “beneficio

público” en la noción de contribución de valorización.

En conclusión, el carácter de interés público de un obra esta relacionado

directamente con la posibilidad de generar un beneficio público.

2.5.2.2 Entidades competentes para su cobro

En principio todas las entidades públicas tienen competencia para cobrar la

contribución por las obras de interés público que ejecuten; claro está que

deben tenerse en cuenta las modalidades propias de cada entidad de la

siguiente manera.
60

2.5.2.2.1 En el orden nacional

La Nación maneja todo lo concerniente a la organización, distribución y

recaudo de la contribución por valorización por intermedio del Ministerio de

Transporte. En relación con la entidad o persona competente para determinar

cuales son las obras que causan la contribución de valorización y debido a la

gran cantidad de normas existentes sobre el particular, se generó una

explicable incertidumbre. Esta situación se viene a aclarar con el fallo del

Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Cuarta del

14 de agosto 1998, Consejero Ponente Delio Gomez Leyva, que precisa la

competencia de cada una de las entidades involucradas en la determinación

de las obras que generan contribución de valorización. Dice en sus partes

pertinentes lo siguiente:

“... el 30 de diciembre de 1992, y en ejercicio de las atribuciones del artículo

transitorio 20 de la Constitución Política de 1991, el Ejecutivo expidió el

decreto 2171, "por el cual se reestructura el Ministerio de Obras Públicas y

Transporte como Ministerio de Transporte y se suprimen, fusionan y

reestructuran entidades de la rama ejecutiva del orden nacional".

En relación con el contenido del decreto 2171 de 1992, dice el fallo:


61

“De acuerdo con las normas anteriores, corresponde al Instituto Nacional de

Vías, adelantar los estudios pertinentes para determinar los proyectos que

causen contribución de valorización en materia de infraestructura vial

(carreteras), de la Nación, revisar dichos estudios y emitir concepto

obviamente, con base en esos estudios, "para su presentación al Ministerio de

Transporte de conformidad con la ley". Así mismo, corresponde a ese Instituto,

dirigir y supervisar la elaboración de los proyectos para el análisis de la

contribución nacional de valorización, lógicamente en lo de su competencia.”

A su vez, la Dirección General de Vías, dependencia del Ministerio de

Transporte, debe estudiar y rendir los informes al Ministerio, sobre los estudios

pertinentes para determinar los proyectos que causen contribución nacional de

valorización, preparados por el Instituto Nacional de Vías.

Finalmente, es al Ministro de Transporte a quien corresponde decidir sobre los

proyectos que causen la contribución nacional de valorización, de acuerdo

con la ley, es decir, respetando el régimen legal de dicho gravamen, e

igualmente, las normas legales sobre la competencia del Ministerio de

Transporte en armonía con la competencia del Instituto Nacional de Vías.

Lo anterior significa que de acuerdo con las nuevas previsiones contenidas en

el decreto 2171 de 1992, y que evidentemente modifican las normas sobre

competencia que fueron inicialmente consagradas en el decreto 1604 de

1966, modificadas por los artículos 32 y siguientes del decreto 3160 de 1968,
62

cuyas regulaciones sufrieron a su vez varias modificaciones en virtud de las

distintas reestructuraciones surtidas en el actual Ministerio de Transporte, es

al Ministro de Transporte, a quien corresponde determinar o decidir, (el

decreto en mención equipara estas dos palabras), los proyectos que en

tratándose de infraestructura vial de carreteras de la Nación, causen

contribución nacional de valorización.”

2.5.2.2.2 En el orden departamental

De acuerdo con las normas generales que regulan la contribución de

valorización, para efectos de su cobro y administración, los departamentos

deben crear la entidad administrativa correspondiente, mediante ordenanzas

expedidas por las asambleas.

2.5.2.2.3 En el orden municipal

Los municipios deben hacer lo mismo que los departamentos, por medio de

acuerdos de los concejos, es decir crear una oficina de valorización que se

encargue de aplicar y recaudar la valorización por la ejecución de obras de

interés público. Se puede delegar la competencia en entidades distintas, para

que distribuyan y cobren valorización por las obras que construya cuando se

trate de proyectos de gran envergadura como el caso de infraestructura de


63

acueducto y alcantarillado, que por su tamaño y para su administración se

justifica crea un manejo independiente de la contribución.

2.5.2.3 Destinación de la contribución

Tal como lo señala la definición de la contribución por valorización, su

destinación es precisamente atender los gastos que demandan las obras que

la causan. Es decir, la contribución por valorización se creó para que los

beneficiados por una obra pública contribuyan con su costo. La contribución

es una imposición con una finalidad específica, característica que la diferencia

de los impuestos generales.

No obstante lo anterior, en el decreto 1604 de 1966 se establece la posibilidad

de que la contribución se destine a otras obras públicas que proyecte la

entidad que la cobra, en caso que la obra por la cual se cobró la valorización

se haya ejecutado con fondos públicos distintos de la valorización y por tanto

el recaudo que se haya hecho no sea necesario o no se pueda usar en la obra

para la cual fue realizado.


64

2.5.2.4 Responsables del pago de la contribución

Son obligados al pago de la contribución, o sujetos pasivos de la misma, los

propietarios de los inmuebles que se ven beneficiados por la ejecución de una

obra de interés público. De acuerdo con la jurisprudencia del Consejo de

Estado y con los establecido en las normas reglamentarias de la contribución,

es la persona que figure inscrita como propietaria del inmueble beneficiado, la

que debe responder por el pago de la contribución; en caso de que exista un

derecho de usufructo sobre el bien, será el nudo propietario con el dominio del

inmueble, es decir el dueño que ha entregado en usufructo, el que responda

por la contribución de valorización.

2.5.2.5 Inmuebles objeto del gravamen

Serán gravados con la contribución los inmuebles beneficiados con la

construcción de la obra de interés público. Para determinar exactamente

cuales son los inmuebles gravados se debe determinar la zona de influencia

de la obra, es decir el área dentro de la cual se recibe el beneficio. Se

excluyen del gravamen los bienes de uso público que estén dentro del área

que recibe el beneficio.


65

Los bienes sometidos al régimen de propiedad horizontal son jurídicamente

independientes, pero se encuentran vinculados por sus derechos sobre las

zonas de uso común. En el caso de este tipo de propiedad, el gravamen de la

valorización recaerá sobre el predio total sobre el cual se construyó la

respectiva agrupación o conjunto de inmuebles sometidos al mencionado

régimen, y el valor de la valorización asignada se distribuirá entre los

copropietarios, en proporción a su coeficiente de copropiedad, el cual se

encuentra establecido en el respectivo reglamento de propiedad horizontal.

2.5.2.6 Monto distribuible

2.5.2.6.1 Principio costo - beneficio

El monto distribuible de la contribución de valorización para la ejecución de

una obra, responde a dos variables fundamentales, a saber:

a) El costo de la obra.

b) El beneficio que genera la obra a los inmuebles gravados.

Actualmente, se entiende por costo de la obra todas las inversiones que la

obra requiera, más un porcentaje para imprevistos y hasta un 30% más,

destinado a gastos de distribución y recaudación de la contribución. La base

de la contribución, que es el costo de la obra tiene como límite el beneficio


66

generado. Esto quiere decir que cuando el beneficio supera el costo, los

costos totales pueden ser distribuidos y queda cubierta la entidad que no

tendrá que asumir costo alguna de la obra. Por el contrario, si el beneficio

resulta inferior al costo, la entidad respectiva debe asumir la diferencia

mediante otros fondos públicos.

Se debe entender que el límite justo para un contribuyente, en relación con la

contribución de valorización es el de pagar de acuerdo con el beneficio

reportado. Este beneficio es la justa causa que habilita el cobro de la

contribución de valorización. Por esto, el beneficio tiene que ser real.

Normalmente como consecuencia de la obra se produce un mayor valor de la

propiedad inmueble. Si esto no ocurre con la obra no puede exigirse la

contribución, pues esta se basa en la valorización de los bienes y no en la

simple distribución de los costos de una obra pública.

En relación con el punto de la recuperación del valor de la obra por parte de la

entidad que la construye, el Consejo de Estado, Sala de lo Contenciosos

Administrativo, Sección Cuarta, Consejero Ponente Delio Gomez Leyva,

sentencia del 14 de agosto 1998, hizo el siguiente pronunciamiento:

“... el principio conocido por la doctrina y la jurisprudencia como el principio

costo-beneficio, en virtud del cual el monto total distribuible en contribuciones


67

de valorización por una obra está integrado por dos factores, que son, el costo

de la obra y el beneficio que ella produce, con lo cual se fijó como base de la

contribución el costo de la obra dentro de los límites del beneficio, pues la

obligación de pagar una contribución de valorización tiene como causa el

beneficio que un predio recibe como consecuencia de la realización de una

obra pública, pero dicho beneficio no se mira de manera aislada, sino en

relación con el costo de la obra, dentro del cual, según la norma en mención,

están "todas las inversiones que la obra requiera, adicionadas con un

porcentaje prudencial para imprevistos y hasta un treinta por ciento (30%)

más, destinado a gastos de distribución y recaudación de las contribuciones".

“Así las cosas, y siendo el costo de la obra uno de los factores que por ley

deben tenerse en cuenta a efectos de determinar el monto total distribuible en

las contribuciones por valorización, es errada la posición de la parte

demandada en aras de justificar la causación de la contribución de

valorización solo en función del beneficio, y con independencia de los costos

de la obra pública vial ejecutada por el sistema de concesión.”

“Adicionalmente, si tan determinante como el beneficio para fijar el monto

total distribuible en la contribución por valorización, es el costo de la obra, y si

la financiación de ese costo, aún desde la etapa precontractual se previó

mediante el recaudo de peajes, mal puede la Administración determinar como


68

obra pública que causa contribución de valorización, una obra cuyo costo ya

está sufragado por otro mecanismo, lo cual conduce, lógicamente, a que falte

uno de los factores que legalmente debe tenerse en cuenta para que se

pueda fijar el monto total distribuible, y por ende, carezca de objeto la

existencia de dicha contribución.”

En cuanto al punto del beneficio para el dueño del inmueble, la Corte Suprema

de Justicia, en fallo del 16 de agosto de 1962, en el que se pronuncia sobre la

constitucionalidad de la ley 25 de 1921, manifestó:

“Aparte de la utilidad pública de la obra proyectada, causa eficiente de esta

contribución, es el beneficio de la propiedad inmueble la razón reguladora del

gravamen, puesto que si la mejora rural o urbana no ha de influir directamente

en un aumento de valor de determinadas propiedades raíces, no se trataría de

obras de interés local – que son las financiadas por este impuesto – y

carecería este, por tanto, de respaldo jurídico y económico...”

En relación con el tema del principio costo - beneficio, debemos hacer

referencia al debate que se presentó en años pasados en cuanto al cobro de

valorización por beneficio general en Bogotá. La sentencia del 27 de agosto

de 1993, del Consejo de Estado, Sección Cuarta, Magistrado Ponente

Consuelo Sarria Olcos, le dio claridad a este tema así:


69

“Es claro que este nuevo criterio implicó la ampliación también del concepto

tradicional del beneficio de la propiedad inmueble referido exclusivamente en

el mayor valor que recibiera el predio o plusvalía, y por ello el citado decreto

1604 establece en su artículo 9º que la base impositiva de la contribución

tendrá como tope máximo el valor del costo de la obra y que para su

liquidación se tendrá en cuenta el concepto genérico de beneficio que

produzca la obra, sin hacer referencia exclusiva al valor económico, como

contraprestación específica a cargo del Estado”.

“Y esta última previsión, en el sentido de que la liquidación y distribución del

gravamen pueda hacerse con base en la capacidad económica de la tierra,

establecida por coeficientes iguales para zonas de un mismo nivel o valor

económico, amplia el criterio tradicional del cobro de la valorización en

consideración al beneficio económico individual del predio que resulta

afectado favorablemente con la obra pública que se financia, toda vez que

cuando se trate de un plan de obras, entra a operar el concepto de beneficio

general y dentro de este se precisará el beneficio individual de acuerdo con

los citados coeficientes, los cuales permiten establecer la capacidad

económica de la tierra en cada zona específicamente considerada.


70

La anterior previsión parte de la base de que el beneficio general no excluye el

beneficio particular, sino que por el contrario lo recoge, y en el sistema

previsto en el decreto 868 de 1956 se ordena que se gradúe y precise el que

recibe cada predio”.

“De acuerdo con el análisis anterior es claro para la sala la vigencia del

decreto 868 de 1956 después de la expedición del decreto 1604 de 1966 y la

posibilidad de su aplicación, así como la competencia del concejo distrital para

establecer la contribución de valorización por beneficio general”.

2.5.2.6.2 Proporcionalidad de la contribución

Como ya se vio, el costo de la obra de interés público se distribuye entre los

propietarios de los predios beneficiados por esta. Pero es muy importante que

una vez individualizado el gravamen, la contribución que se paga por cada

predio sea proporcional al beneficio recibido. Es principio de equidad que debe

existir una proporcionalidad entre la contribución y el beneficio.

Se requiere, para una adecuada aplicación de este principio, de estudios

completos sobre los beneficios de la obra y de sistemas de distribución que

sean lo mas exactos posible.


71

De no ser así habría una mala distribución del gravamen con su consiguiente

injusta carga para unos contribuyentes, frente a otros que se verían

favorecidos sin causa legal ni justa.

2.5.2.6.3 Sistema de distribución de la contribución de valorización

Dentro del régimen legal actualmente aplicable a la contribución de

valorización, no se establece de manera rígida, cual o cuales son las formas

de distribuir la contribución. Lo anterior lo encontramos acertado y lógico, pues

la forma de distribuir el gravamen será diferente para cada obra de interés

público, ya que cada una es diferente en sus costos, condiciones, beneficios

etc, frente a las demás. Así pues, en cada caso específico se debe establecer

cual será la forma de distribuir el gravamen, atendiendo siempre al principio de

costo – beneficio – proporcionalidad.

2.5.2.6.4 Distribución anticipada

Actualmente y con base en lo establecido por el decreto 1604 de 1966, la

contribución puede distribuirse antes del inicio de la ejecución de la obra. Esto

encuentra sustento en que el cálculo de la valorización se puede realizar

sobre el presupuesto de la obra. A los costos totales se les puede agregar un

porcentaje de imprevistos, es decir que si se considera la posibilidad de la


72

existencia de imprevistos, es por que estos van a ir surgiendo con la ejecución

de la obra. De lo contrario, si la contribución se tuviera que cobrar después de

terminada la obra, no habría lugar a este porcentaje, pues sobre una obra

realizada no hay imprevistos y el costo total es determinado.

En general, la valorización se cobra antes de iniciar la obra, es decir sobre el

presupuesto, tal y como lo ha aceptado la ley. El cobro de la valorización con

posterioridad a la ejecución de la obra, en los casos en que se ha utilizado, ha

dado malos resultados.

Esto se explica, entre otras razones, porque la valorización es un instrumento

de financiación por lo cual resulta más práctico que se cobre anticipadamente.

De otra parte, el presupuesto de la obra y su valor final no siempre coinciden y

los contribuyentes resultan gravados en un mayor valor.

En relación con la distribución anticipada de la contribución, el Consejo de

Estado en fallo del 21 de agosto de 1945, aunque anterior al decreto 1604 de

1966, es ilustrativo, dijo lo siguiente:

“Esta manera de derramar y percibir el impuesto de valorización, una vez

hechos los planos y presupuestos de las obras proyectadas por los municipios
73

antes de ser ejecutadas total o parcialmente, no está prohibida por las leyes y,

por el contrario, la facultad de disponerlo así se deduce de...”

En este punto de la distribución anticipada surge la inquietud sobre la

posibilidad con que cuenta la entidad competente para que, en caso de que la

distribución inicial no alcance a cubrir el costo total de la obra, distribuya los

ajustes complementarios de la contribución. Esta posibilidad, aunque

impopular, pero contemplada en la ley, es una herramienta que puede ser de

gran utilidad para la entidad, siempre y cuando se tenga en cuenta que el

límite del reajuste será el beneficio obtenido por cada predio.

2.5.2.7 Recursos contra los actos de distribución y asignación de la

contribución de valorización

La regla general en relación con este tema consiste en que la ley ha otorgado

la competencia a la Nación, los departamentos, los municipios y los distritos,

para que expidan sus propias reglamentaciones sobre la contribución de

valorización. En estas se podrán regular, entre otros temas, los recursos que

procedan en la vía gubernativa y los procedimientos para su ejercicio, en

relación con los actos administrativos de distribución y asignación del

gravamen.
74

2.5.2.8 Intereses de mora

Actualmente rige en todo el territorio nacional, la regla de que el retardo en el

pago de los tributos se castiga liquidándoles intereses de mora por mes o

fracción de mes, a la tasa que para el efecto fije trimestralmente la autoridad

competente.

2.5.2.9 Intereses de financiación

En casi todos los estatutos de valorización se ha establecido la posibilidad de

cancelar el gravamen de la contribución de valorización en cuotas mensuales.

En caso de que una persona se acoja a esta posibilidad, se le liquidan unos

intereses por la financiación de la contribución, los cuales se sustentan en que

esta es la forma de mantener la capacidad adquisitiva de la moneda, por una

parte y por la otra, en que toda suma de dinero tiene un rendimiento, el cual

recobra la entidad al recibir intereses por la financiación.

2.5.2.10 Paz y salvo de contribuciones

Para la realización de cualquier trámite notarial de disposición de la propiedad

sobre un bien inmueble gravado con la contribución de valorización, se

requiere la presentación del paz y salvo por concepto de este gravamen,


75

expedido por la entidad competente, como forma eficiente de proteger el

recaudo de la contribución. Este paz y salvo se exige para el inmueble

gravado con la contribución de valorización y no para el propietario. O lo que

es lo mismo, el paz y salvo es por el predio y no por el dueño.

2.5.2.11 Jurisdicción coactiva

Los funcionarios encargados del recaudo de la contribución de valorización y

los funcionarios cuyos cargos se creen en las entidades respectivas con

funciones de ejecución, tendrán jurisdicción coactiva para el cobro de las

deudas fiscales por concepto del mencionado gravamen. Para el efecto,

prestará mérito ejecutivo la certificación sobre la deuda, expedida por el jefe

de la oficina de liquidación de las contribuciones.

3 Gravamen a la plusvalía de bienes inmuebles

3.1 Fundamento y definición del gravamen a la Plusvalía en Colombia

De acuerdo con el autor español Fernando Casana Merino en su obra “El

impuesto sobre el valor de los terrenos de naturaleza urbana”37 el gravamen a

la Plusvalía, que es finalmente un gravamen sobre el aumento del valor de los


76

terrenos de naturaleza urbana, tiene el siguiente fundamento: “La Plusvalía o

valor agregado se debe a la acción urbanizadora del progreso en las

ciudades, o a la evolución natural de los terrenos, y no, por tanto al esfuerzo

del propietario. Dado que es la comunidad en su totalidad la que contribuye a

la creación de la plusvalía, debe ser compensada por quien se beneficia de

ella”.

Del análisis del texto anterior se concluye que la plusvalía como gravamen,

recae sobre los terrenos urbanos cuando estos han obtenido un mayor valor

agregado como consecuencia de la acción urbanística, entendiendo como tal

tanto la acción de las entidades públicas como de la fuerza social, pues la

definición es amplia y no limita tal acción a ningún tipo de entes. Es importante

entender que esa acción urbanística debe ser ajena al propietario del

respectivo terreno, es decir que el mayor valor no debe determinarlo una

actuación suya, pues el fundamento del gravamen se encuentra en que el

propietario del bien debe reconocer a la comunidad el mayor valor agregado

que le ha generado su acción urbanística.

La ley 9ª de 1.989, en su artículo 106, creó la denominada Contribución de

Desarrollo Municipal que consiste en un tributo sobre la plusvalía de los

bienes urbanos y suburbanos que se genera en la acción urbanística de las

37
CASANA MERINO, Fernando. El impuesto sobre el valor de los terrenos de naturaleza
urbana, Marcial Pons, Ediciones Jurídicas S.A., Madrid 1994.
77

entidades públicas o de la sociedad en general. Esta contribución encuadraba

dentro de la definición vista, pues el fundamento de ese mayor valor agregado

que se le genera a la propiedad inmueble está tanto en la acción social como

en la acción estatal o de las entidades públicas.

Posteriormente la ley 388 de 1.997 que en su artículo 73 establece el

gravamen de Participación en la Plusvalía, da un giro respecto a lo establecido

por la ley 9 de 1.989 y fundamenta este gravamen en las acciones

urbanísticas de las entidades públicas únicamente, sin tener en cuenta la

acción de la fuerza social sobre el valor agregado de los inmuebles.

Adicionalmente se tiene en cuenta la regulación del suelo y el espacio aéreo

urbano, eliminando la categoría de los predios suburbanos de la base del

impuesto. Este giro de la ley tiene su fundamento claro en lo establecido por la

Constitución Política de Colombia en el inciso segundo del artículo 82, que

dice:

“Las entidades públicas participarán en la plusvalía que

genere su acción urbanística y regularán la utilización del

suelo y del espacio aéreo urbano en defensa del interés

común”.
78

De acuerdo con la ley 388 de 1.998, hoy tenemos que la plusvalía se genera

en las acciones urbanísticas de las entidades públicas que regulan la

utilización del suelo y del espacio aéreo urbano incrementando su

aprovechamiento y generando beneficios, lo cual da derecho a dichas

entidades a participar en la plusvalía generada por dichas acciones.

Se puede definir el gravamen a la plusvalía de los bienes inmuebles como un

tributo sobre la propiedad inmueble urbana que grava el valor agregado de los

bienes raíces, a causa de la acción urbanística de las entidades públicas, que

por ser las artífices de ese mayor valor les confiere el derecho a participar del

mismo.

3.2 El gravamen a la plusvalía en otros países

De los pocos países donde encontramos actualmente un gravamen similar es

en España, el cual es denominado “Impuesto sobre el incremento de Valor de

los Terrenos de Naturaleza Urbana IIVT”.

Según el tratadista español Fernando Casana Merino38, este impuesto tiene

fundamento en que el propietario o poseedor del inmueble que se beneficia de

la acción urbanística del estado y del esfuerzo de los otros particulares con un

38
CASANA MERINO, Fernando. El impuesto sobre el valor de los terrenos de naturaleza
urbana, Marcial Pons, Ediciones Jurídicas S.A., Madrid 1994.
79

mayor valor en su bien, debe compensarlo con la erogación de un gravamen

sobre esa plusvalía generada.

Este impuesto en España recae sobre los bienes inmuebles (real), es de

carácter municipal, se cobra de manera directa a propietarios o poseedores y

posee una serie de mecanismos para evitar la presencia de doble tributación.

Este último aspecto, a nuestro parecer ha hecho falta en Colombia, pues

dentro de la reglamentación que se le ha dado a la ley de creación, no se han

tenido en cuenta mecanismos para evitar este fenómeno que podría

presentarse en algunos casos con el cobro simultáneo o adicional de la

contribución por valorización, por ejemplo.

En Argentina, actualmente se está estudiando la forma de darle curso a un

tributo de características similares pero ha encontrado una gran oposición en

los grupos mayoritarios, quienes arguyen que al tema de la vivienda se le

debe tratar con carácter social y no hacer más gravosa la situación para

aquellos que con gran esfuerzo han alcanzado la meta de adquisición de un

inmueble. Así lo plantea Emilio Piñeiro quien dice refiriéndose al tema de la

vivienda que “debe ser entendido como un factor de desarrollo social y

económico y no como factor imponible para obtener recursos fiscales. No

esperamos inundaciones ni desastres ecológicos para exceptuar del pago de

impuestos a los habitantes de ciertas zonas como se ha planteado en varias


80

oportunidades. La necesidad de viviendas es vital para el desarrollo social,

cultural y económico de nuestro país y se necesita de políticas claras”39

Como vemos este gravamen no ha tenido un desarrollo importante en el

ámbito internacional debido a que como anotamos anteriormente, hace muy

gravosa la situación del propietario de bienes inmuebles teniendo en cuenta

que ya existen otros mecanismos de tributación inmobiliaria, tales como el

impuesto predial, la valorización, etc.

3.3 Antecedentes del gravamen a la plusvalía

La ley 9ª de 1.989, estableció en los artículos 106 a 111 la denominada

Contribución de Desarrollo Municipal, la cual nunca tuvo operancia alguna en

Colombia, es decir que nunca fue implementada ni puesta en práctica. No

obstante lo anterior vale la pena detenerse un poco en esta contribución, pues

es el antecedente normativo inmediato del actual gravamen a la plusvalía de

bienes inmuebles regulado actualmente por la ley 388 de 1.997 la cual

mediante su artículo 138 derogó expresamente la “Contribución de Desarrollo

Municipal” de la citada ley 9ª de 1.989. Sin embargo es pertinente destacar los

puntos que a continuación se desarrollan.

39
PIÑEIRO, Emilio. El nuevo impuesto inmobiliario, http://inmobiliario.com.ar/notas/notas/
impuesto.html.
81

1. La “Contribución de Desarrollo Municipal”, definida como un gravamen “a

cargo de los propietarios o poseedores de aquellos predios o inmuebles

urbanos o suburbanos, cuyo terreno adquiera una plusvalía como

consecuencia del esfuerzo social o estatal”, es un verdadero gravamen a

los bienes inmuebles, tal como hoy es entendido este gravamen, pues los

hechos que generan dicha plusvalía, tal como se verá mas adelante,

obedecen a acciones urbanísticas de las entidades públicas. Pero como

los hechos generadores plasmados en la ley 9 de 1.989 no solo obedecen

a acciones urbanísticas de las entidades públicas, sino también al

progreso de las ciudades y a la evolución natural de los terrenos, es decir

que la plusvalía puede provenir de la acción estatal o del esfuerzo social,

dicha norma está más acorde con el fundamento real del gravamen. Lo

anterior indica que el gravamen de la forma en que está regulado

actualmente por la ley 388 de 1.997 limita el hecho generador a las

acciones urbanísticas de las entidades públicas tal y como ya se analizó

anteriormente.

Dentro de los hechos generadores contemplados en la ley 9 de 1.989 vale

la pena destacar el contenido en el literal e) del artículo 107, que decía:

“e) Obras públicas de beneficio general cuando así lo

determinen los respectivos concejos municipales”.


82

En este caso es difícil poder determinar el fundamento del gravamen, pues

aunque las obras de beneficio general generan una plusvalía sobre los

bienes inmuebles, estas obras también son origen de la contribución de

valorización. Es importante tener en cuenta, y esto será objeto de más

amplio análisis, como es que deben coexistir los dos gravámenes sobre un

hecho generador igual.

2. La “Contribución de Desarrollo Municipal” se causa y por tanto de liquida y

cobra cuando el propietario o poseedor capte el beneficio de un mayor

valor real del inmueble por la ocurrencia de cualquiera de los siguientes

eventos:

a) Transferencia del dominio, gravamen hipotecario, mutación física y

demás actos susceptibles de inscripción en el registro de instrumentos

públicos.

b) Celebración de nuevos contratos de arrendamiento.

La causación del impuesto hace referencia al momento en el que se

verifica el aumento del valor del inmueble. En este caso la ley entiende

que al momento de registrar actos en el registro de instrumentos públicos


83

se va a evidenciar el mayor valor del bien y por tanto en ese momento se

liquida y cobra el impuesto. El caso de arrendamientos es similar, pues al

renovar el contrato y calcular el nuevo canon, se debe hacer evidente,

según la ley, el aumento del valor del inmueble.

3. La “Contribución de Desarrollo Municipal” es el valor equivalente a la

tercera parte del mayor valor real del terreno, que se establece por la

diferencia entre el avalúo final y otro inicial. Ese mayor valor se deduce

con un porcentaje equivalente al aumento del índice de precios al

consumidor, con los pagos por predial, contribución de valorización e

impuesto de estratificación socioeconómica.

El instituto Agustín Codazzi y las oficinas de catastro podrán establecer el

mayor valor por metro cuadrado producido por los hechos generadores de

la plusvalía.

4. El pago de la Contribución de Desarrollo Municipal se puede realizar o

bien con moneda corriente o mediante la dación en pago de parte del

predio respectivo. Esta contribución es un gravamen real que se inscribe

en el Registro de Instrumentos Públicos.


84

3.4 Naturaleza Jurídica

La participación en la plusvalía, aunque no tiene una naturaleza jurídica

definida en la ley, es un impuesto sobre los bienes inmuebles, tal como lo

menciona el Dr., Alvaro Camacho Montoya, en su artículo La plusvalía: Un

verdadero impuesto inmobiliario “Fuera de los aproximadamente veinte

tributos o medidas que afectan directa o indirectamente la propiedad raíz en

Colombia, la ley 388 del 18 de julio de 1997, de Ordenamiento Territorial,

desarrolla y regula, en nuestro criterio un nuevo impuesto inmobiliario

denominado: participación en la plusvalía de propiedades inmuebles.”

Teniendo en cuenta lo anterior, coincidimos con el Dr. Camacho en que la

plusvalía es realmente un impuesto ya que cumple con los requisitos para

serlo, tal como lo expondremos a continuación.

3.4.1 Concepto

Es un gravamen que afecta directamente a los inmuebles que han adquirido

un mayor valor gracias a la acción urbanística de las entidades públicas, que

se causa al momento de realizar alguna transacción sobre éstos.


85

3.4.2 Sujetos pasivos

Son sujetos pasivos del impuesto tanto los propietarios como los poseedores

de los inmuebles que adquieren un mayor valor debido a los siguientes

hechos generadores:

a) La incorporación de suelo rural a suelo de expansión urbana.

b) El establecimiento o modificación del régimen de zonificación de usos del

suelo.

c) La autorización para un mayor aprovechamiento del suelo, ya sea por

licencias de construcción o por la elevación del índice de ocupación.

3.4.3 Base gravable

Tiene como base gravable el mayor valor que adquirió el inmueble contado

desde el avalúo original realizado por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi,

los catastros o los avaluadores inscritos en las Lonjas, de acuerdo con el

desarrollo urbanístico y el valor del mismo bien, adquirido por dicho desarrollo.

3.4.4 Tasa de participación

Corresponde a los concejos municipales por iniciativa de los alcaldes fijar la

tasa de participación de la plusvalía la cual puede oscilar entre el treinta y el


86

cincuenta por ciento sobre la base gravable, es decir sobre el mayor valor

adquirido por el bien debido a la acción urbanística.

3.4.5 Destinación

El gravamen de la plusvalía no tiene una destinación específica sino que su

recaudo entra directamente a las arcas del municipio o distrito donde se

encuentra ubicado el bien, lo que lo constituye en un verdadero impuesto; lo

diferencia de la contribución por valorización, la cual se caracteriza porque el

recaudo por este concepto se debe destinar a la ejecución de una obra

determinada que beneficiará a su sujeto pasivo, tal como lo planteamos

anteriormente.

Un ejemplo simple ilustra la exposición de los puntos anteriores: Una persona

tiene un inmueble cuyo valor comercial es de cien millones de pesos y por la

acción urbanística distrital o municipal, su valor comercial ascendió a

doscientos millones de pesos; el impuesto de plusvalía sería el resultante de

aplicar la tasa que varía entre el treinta y el cincuenta por ciento, sobre cien

millones de pesos, que fue el mayor valor que recibió el inmueble.


87

3.4.6 Régimen legal actual

El gravamen a la plusvalía de bienes inmuebles tal como se ha tratado, está

regulado actualmente por la ley 388 de 1997 y su decreto reglamentario 1599

de 1998.

3.5 Precisión final

Se debe poner de presente, que no obstante la consagración constitucional de

este impuesto y de su reglamentación a través de la ley y su decreto

reglamentario, este gravamen no ha tenido aplicación práctica alguna en

Colombia.

La puesta en marcha del cobro de un gravamen adicional sobre la propiedad

inmueble implica para el respectivo distrito o municipio un esfuerzo

administrativo muy grande y una decisión política impopular, lo cual hace que

en la actualidad ninguno lo esté cobrando.

4 Conclusiones

Luego de haber presentado el aspecto teórico de los gravámenes de plusvalía

de los bienes inmuebles y de contribución de valorización, a continuación se


88

mencionan, los puntos que consideramos los mas relevantes en la aplicación

práctica de la contribución de valorización. Como ya lo hemos advertido, el

gravamen a la plusvalía de los bienes inmuebles no ha tenido desarrollo

práctico alguno en Colombia y por tanto toda su presentación es puramente

teórica. Sin embargo, su relación con la contribución de valorización, es muy

interesante, dado que estos dos tributos tienen mucho en común, como lo

comentaremos más adelante.

4.1 El gravamen a la plusvalía y la contribución de valorización

En relación con este tema encontramos la sentencia del Consejo de Estado,

Sección Cuarta del 13 de Diciembre de 1993 Consejera Ponente Dra.

Consuelo Sarria Olcos, en la que se hace una comparación entre la

contribución de valorización y la contribución de desarrollo municipal de la Ley

9ª de 1989 (gravamen a la plusvalía de los bienes inmuebles):

“1. Mientras el tributo de valorización establecido por la ley 25 de 1921 grava

la propiedad raíz por el hecho del beneficio que obtiene con la ejecución de

una obra de interés público o local, en la contribución de desarrollo municipal,

si bien el gravamen tiene como sujeto pasivo a los poseedores o propietarios

de bienes raíces, el hecho generador viene a ser el mayor valor que adquiere

el terreno como consecuencia del esfuerzo social o estatal, sinb que


89

necesariamente éste esté representado por la ejecución de una obra pública,

puesto que el esfuerzo social o estatal puede realizarse de diferentes manera,

incluso sin la necesidad de que se produzca un hecho material como la

construcción de una obra, basta la simple voluntad de la administración que

permita, por ejemplo, un uso diferente del suelo, la inclusión de un predio

dentro del perímetro urbano etc. para que se dé el hecho generador de la

contribución regulada por la Ley 9ª de 1989.”

“2. En el tributo de valorización el gravamen se causa con la ejecución de

obras públicas y se liquida y se cobra mediante el procedimiento previsto para

el efecto, mientras que la contribución de desarrollo municipal se causa

cuando hay una plusvalía y se liquida y cobra en la oportunidad en que el

propietario o poseedor del inmueble capte el beneficio del mayor valor del

inmueble o plusvalía bien sea por transferencia del dominio, la constitución de

una gravamen hipotecario, la mutación física (loteo-urbanización) o los demás

eventos susceptibles de inscripción en el registro de instrumentos públicos o

por la celebración de nuevos contratos de arrendamiento, excluyendo en todo

caso el incremento del valor de la propiedad raíz por concepto de la

desvalorización de la moneda, al aceptar como deducción, la proporción del

avalúo inicial igual a aquella en que se haya incrementado el índice nacional

promedio de los precios al consumidor.”


90

“3. La base gravable en la contribución de valorización está señalada por el

costo de la obra y su distribución, conforme a coeficientes que permitan

determinar el beneficio local o el beneficio general de los inmuebles, y nunca

por una suma superior al presupuesto de la obra, en tanto que en la

contribución de desarrollo municipal, la basa se determina por el mayor valor

del terreno, el cual se establece no por el costo de obras públicas realizadas,

sino por la diferencia entre dos avalúos (uno inicial y otro final) efectuados en

la forma señalada en el artículo 109 de la Ley 9ª de 1989.”

“4. Así mismo la tarifa aplicable en la primera se mide con base en

coeficientes, en la segunda es siempre el 33% del valor de la plusvalía.”

“5. También son distintas la destinación y los objetivos fundamentales

perseguidos con tales contribuciones; en efecto la contribución de valorización

tiene destinación específica: la ejecución de obras, mientras que la prevista en

la Ley 9ª de 1989 puede utilizarse para otros fines como el financiamiento de

planes y programas de vivienda de interés social, ejecución de obras de

desarrollo municipal, etc., según lo indica el artículo 111 de la Ley 9ª de 1989.”

“6. La Ley 9ª de 1989 establece expresamente que la contribución de

desarrollo municipal es de carácter nacional, lo que no se da en la de

valorización.”
91

Los puntos anteriores desarrollan los conceptos de contribución de

valorización y de plusvalía (contribución de desarrollo municipal), resaltando

sus elementos más importantes y que son los que las diferencian. Más

adelante, la sentencia del Consejo de Estado que realiza la comparación

antes transcrita afirma la diferencia entre estos dos tributos de la siguiente

manera:

“Los razonamientos anteriores permiten concluir a la Sala que la intención del

legislador de 1989 fue la de crear, como en efecto lo hizo, con la expedición

de la ley 9ª del mismo año, un tributo esencialmente distinto de la contribución

de valorización.”

De otra parte, para la mayoría de los autores la plusvalía no es un impuesto,

es mas bien una nueva categoría de gravamen que no se puede incluir en

ninguna de las tres tradicionales, porque tiene características tanto de

contribución como de impuesto.

En relación con la contribución de valorización su elemento común es el de

recaer sobre el beneficio que adquieren los inmuebles en virtud de una acción

estatal. Esto quiere decir que estos dos gravámenes tiene un mismo hecho

generador.
92

En relación con los impuestos, el gravamen a la plusvalía tiene en común que

los recursos que genera su cobro no tienen una destinación específica, sino

que entren a formar parte de los recursos ordinarios del municipio.

Actualmente la plusvalía sobre bienes inmuebles no tiene operancia en el

país. Una vez se implemente su cobro, la contribución de valorización va a

perder su importancia como ingreso fiscal, pues la plusvalía, precisamente por

su carácter de impuesto tiene un hecho generador mas amplio y su tasa tiene

un límite cuantitativo más alto y el recaudo es ilimitado en el tiempo, pues no

está ligado al valor de una obra determinada, sino que por cada transacción

que se haga sobre inmuebles, se obtendrá el ingreso sobre el mayor valor del

mismo.

Además, la plusvalía sobre los bienes inmuebles viene a engrosar la lista de

los aproximadamente veinte tributos que gravan a la propiedad raíz. Por otra

parte, va a generar una nueva cultura en cuanto a las transacciones sobre los

bienes inmuebles, pues es en ese momento en el que se genera el gravamen,

que además es sumamente oneroso, pues puede ser hasta el 50% del mayor

valor del bien. Adicionalmente ese mayor valor del bien ya está gravado con el

impuesto de ganancia ocasional que se declara y paga con la declaración de


93

renta y complementarios, en el caso de los contribuyentes que no están

sometidos al sistema de los ajustes integrales por inflación.

En nuestro concepto, el impuesto a la plusvalía debe desaparecer de la

Constitución Nacional y no se debe poner en práctica, pues la contribución de

valorización ya grava el beneficio que han obtenido los bienes inmuebles por

la acción del estado. Por otra parte el sistema del autoavalúo para la

declaración y pago del impuesto predial, de por si ya está gravando el mayor

valor que adquiere un inmueble año tras año.

Finalmente creemos que, la contribución de valorización es un tributo cuya

operancia y funcionalidad están comprobadas y aunque su régimen legal

puede modernizarse, ha sido un instrumento útil para impulsar el desarrollo de

la infraestructura del país.

4.2 Papel actual de la jurisprudencia

A lo largo del presente trabajo, hemos observado como la jurisprudencia de

las altas cortes, especialmente del Consejo de Estado, ha tenido un papel

importante en la interpretación de las normas sobre la contribución de

valorización en Colombia, señalando su verdadero sentido y alcance y

dándole permanentemente claridad al tema.


94

Es de destacar como en los últimos tiempos el Consejo de Estado, ha

“tumbado” el cobro de la contribución por valorización en dos de las obras

viales mas importantes a nivel nacional y que son la carretera Bogotá –

Medellín y el desarrollo vial del norte de Bogotá. Es bien sabido que la

contribución de valorización envuelve aspectos políticos por su importancia

como elemento financiero y por ser un tributo que afecta el bolsillo de los

contribuyentes, y es muy interesante encontrar que no obstante esa

connotación, estas valorizaciones no han podido cobrarse. Alguno extractos

de las dos sentencias que “tumban” las mencionadas contribuciones son de

singular interés:

La sentencia del Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo,

Sección Cuarta, del 14 de agosto 1998, Consejero Ponente Delio Gómez

Leyva, en que se declara la nulidad de la Resolución No 0008596 del 9 de

diciembre de 1996, expedida por el Ministro de Transporte, "Por la cual se

determina como obra nacional que causa contribución de valorización las

obras que comprenden el desarrollo vial del norte de Santa Fe de Bogotá,

Departamento de Cundinamarca".

Dice el Consejo: “Independientemente de las consecuencias contractuales a

juicio de la Sala, el artículo 30 de la Ley 105 de 1993 es claro en unir la


95

contribución de valorización, como una de las fórmulas de recuperación de la

inversión, al contrato de concesión, pues en todo caso, se exige que la

fórmula para la recuperación de la inversión quede establecida en el contrato.

Y está demostrado que los costos de la obra, que para efectos de la

contribución de valorización son todas las inversiones que la misma requiera,

y que de acuerdo con el artículo 32 de la Ley 80 de 1993, son de cargo del

concesionario, y obviamente, incluyen su remuneración, solo serán

sufragados de acuerdo con el contrato de concesión Nº 00064 de 1994,

mediante el cobro de peajes, pues en parte alguna de dicho acuerdo se previó

como mecanismo para sufragar los costos la contribución de valorización,

razón por la cual la existencia de la misma para la obra del "Desarrollo Vial del

Norte de Santa Fe de Bogotá" ligada legalmente al costo de la obra,

claramente se desconoce el mandato perentorio del inciso 2 del artículo 30 de

la Ley 105 de 1993, motivo suficiente para que la resolución Nº 0008596 del 9

de diciembre de 1996, por la cual el Ministro de Transporte determina que la

obra en mención causa contribución nacional de valorización, desaparezca del

ordenamiento jurídico.”

En la sentencia de agosto 13 de 1999 del Consejo de Estado, Sección Cuarta,

consejero ponente Geman Ayala Mantilla, sobre la legalidad de la contribución

de valorización para la rehabilitación y mejoramiento del sector El cortijo, La

Punta y El Vino de la carretera transversal Medellín - Bogotá, ruta 54,


96

resolución 0008595 de diciembre 9 de 1996 del Ministerio del Transporte, dijo

el Consejo: “Precisa la sección que en el asunto de autos la contribución por

valorización que determina la resolución censurada corresponde al tramo de la

carretera previsto en la ley 11 de 1962, que dispuso que la Nación asumiría la

totalidad del costo de la carretera Bogotá – Puerto Salgar – Medellín con

exclusión de los departamentos, los particulares o cualquier otro mecanismo,

toda vez que la ley 11 de 1962 no estableció expresamente que este tramo El

Cortijo – La Punta – El Vino no estuviera incluido en sus previsiones. Se tiene

entonces que la Nación debe asumir la totalidad del costo de la obra, sin que

sea posible que se establezca la contribución de valorización a que hace

referencia el acto censurado”

En los anteriores fallos se puede observar como el fondo del asunto discutido,

es el de proteger a los contribuyentes, pues precisa el Consejo de Estado que

no se puede cobrar valorización por una obra que inicialmente no la había

establecido. De esta forma se está obligando a las entidades públicas, que al

planear una obra y decidir su ejecución, se indique, en ese momento, cual va

a ser la forma de recuperar la inversión o de financiarla; con lo cual se logra

claridad, para los beneficiados con la obra y salvaguardar el principio de la

seguridad jurídica.
97

Estos fallos están eliminado la posibilidad de cobrar de manera opresiva la

contribución de valorización, al “tumbar” valorizaciones por cincuenta y cinco

mil millones de pesos aproximadamente, necesarios para la financiación de

las obras y que finalmente van a ocasionar sobrecostos para las entidades

contratantes. Lo importante de los fallos es negar la posibilidad a las entidades

públicas de subsanar los problemas de financiación, en detrimento de los

contribuyentes, a través del cobro de un gravamen, no definido y anunciado

con la debida anticipación.

4.3 Proyectos de ley en curso

Actualmente está en estudio y elaboración, en conjunto entre las ciudades de

Medellín, Cali y Bogotá, un proyecto de ley sobre la contribución de

valorización del orden nacional, que persigue subsanar todas las críticas que

se han hecho y de paso modernizar el régimen legal de este gravamen, pues

sus normas tienen ya bastantes años de haber sido creadas y adoptadas.

4.4 Las normas sobre valorización y su difusión

Dentro de los tradicionales problemas de difusión de la ley que se han

presentado en nuestro país, la contribución de valorización es particularmente

desconocida. Esto se debe, en parte, a la gran cantidad de normas dispersas


98

que existen sobre el particular y a la falta de un estatuto nacional de

valorización. Este es un problema que se traslada del ámbito nacional, a la

contribución departamental y distrital y municipal. Como un claro ejemplo de

esta situación encontramos la regulación de la valorización en Santa Fe de

Bogotá. Aun cuando en el distrito capital si encontramos la existencia de un

estatuto de valorización, el Acuerdo 7 de 1987 del Concejo Distrital de Santa

Fe de Bogotá, la gran cantidad de normas reglamentaria posteriores y su

escasa difusión, hacen que el régimen legal aplicable en la capital del país,

sea un tanto caótico y prácticamente desconocido.

4.5 No ejecución de la obra que originó el cobro de la valorización

Este punto nos parece muy interesante, pues una de las características

esenciales de la contribución de valorización es el hecho de que el tributo

tiene una destinación específica cual es la realización de la obra par la que se

cobra.

De acuerdo con el artículo séptimo del decreto 1394 de 1970, reglamentario

del decreto 1604 de 1966, en caso de no realizarse la obra por la cual se

determinó el cobro de la contribución de valorización, el dinero recaudado se

debe devolver a los contribuyentes.


99

En relación con este mismo punto, encontramos como referencia, el artículo

89 del acuerdo 7 de 1987 del Concejo Distrital de Bogotá, en el cual se

determina que en caso de no realizarse la obra, dentro de los dos años

siguientes al cobro de la contribución de valorización, el dinero recaudado se

devolverá adicionado con los mismo intereses a la tasa con que se haya

recaudado.

Es muy importante esta modalidad, pues como ya se mencionó, no obstante

ser la valorización un ingreso fiscal, por la circunstancia de tener un fin

determinado, de no cumplirse éste, el dinero es devuelto, lo cual da certeza a

los contribuyentes de que este dinero no se va a desviar a otros usos, como

ocurre con los impuestos, que por no tener ese carácter específico se utiliza

de cualquier forma y genera la sensación, en un país como el nuestro, de

estar financiando la gran corrupción actualmente existente.

4.6 El beneficio, determinante del valor de la contribución de valorización

Como hemos comentado en este trabajo, la contribución por valorización debe

ser cobrada a todos aquellos que se benefician de la obra para la cual se está

cobrando el gravamen, esto quiere decir que la financiación es por parte de

los propietarios de predios en donde tiene influencia la obra, siendo el factor

determinante el grado de beneficio que reciben. Para la distribución de la


100

contribución, de acuerdo con el grado de beneficio, existen diferentes formas

de cálculo. Uno de los parámetros utilizados en la práctica es el de determinar

un coeficiente aplicable a cada predio, el cual se define teniendo en cuenta las

siguientes variables:

a) Utilización del terreno en cada zona.

La utilización del terreno, mas que el uso actual que le de su propietario,

se refiere a la reglamentación de los usos del sector. Así, si una persona

utiliza un inmueble para vivienda en una zona comercial, los servicios, la

valorización, etc., deben tratarse como los correspondientes a dicha zona.

b) Servicios públicos que la benefician.

En cuanto a los servicios públicos se debe tener en cuenta si el predio

cuenta con ellos total o parcialmente o con las acometidas para contar con

ellos en un futuro o con ninguna posibilidad de tenerlos, para efectos de la

valoración.

c) Productividad virtual.

Productividad virtual es la productividad potencial de la zona, es decir, no

se tiene en cuenta la destinación actual del predio, sino las posibilidades

futuras de explotación que se tienen en la zona.

d) Valor comercial de los terrenos.


101

El valor comercial se refiere a consideraciones de tipo legal, mas

claramente a la estratificación urbana de acuerdo con los anteriores

factores y otros de tipo socioeconómico.

e) Otros factores que a juicio de las dependencias administrativas permitan

estimar el valor de los terrenos.

Es claro que dentro de las zonas de beneficio de una obra existen predios que

no se van a beneficiar. Esto se debe determinar de acuerdo con las

características especiales de cada propiedad y teniendo en cuenta cada una

de las variables que se utilicen para determinar el coeficiente en cada caso

específico.

Para ilustrar este tema, podemos traer como ejemplo lo sucedido con la

valorización en el eje 5 de la ciudad de Santa Fe de Bogotá, en el año de

1998. En este caso, al distribuirse la valorización, para el cálculo del valor de

la contribución por cada predio, se tomo como base un beneficio del 100% por

cada uno. Así, se presume que todos los predios de la zona de influencia del

eje 5 van a tener un beneficio, lo cual no es acertado, pues es evidente que

puede haber propiedades inmuebles que no reporten beneficio por la obra

pública que se va construir. De esta forma, El Instituto de Desarrollo Urbano –

IDU, al tomar como factor inicial el 100%, pretendió asegurar el cubrimiento

total del cobro de las obras por las que se generó la contribución, sin tener en
102

cuenta que no hay equidad al presumir que para todos los predios se iba a

generar un beneficio.

Esta situación de inequidad se presenta también en los Acuerdos 23 y 25 de

1995 del Concejo Distrital de Santa Fe de Bogotá, en los cuales el cálculo de

los factores de beneficio comienzan utilizando el factor de beneficio uno (1) y

no el cero (0), lo que quiere decir que para el Distrito, todos los predios tienen

algún grado de beneficio por la construcción de la obra, sin tener en cuenta

que pueden existir inmuebles que no se benefician en nada, para los cuales el

factor de beneficio debería ser cero.

4.7 Justificación de la contribución de valorización

Aunque nos tornemos reiterativos, hemos querido concluir este trabajo

resaltando las ventajas de la contribución de valorización:

a) La contribución de valorización es un excelente instrumento de

financiación de obras públicas de interés general, por parte de los

propietarios de los predios beneficiados con las mismas, dentro de un

principio de equidad.
103

b) Como ingreso fiscal, la contribución de valorización, al tener una

destinación específica, está fuera de los ingresos ordinarios de las

entidades públicas y su manejo es mas transparente.

c) Este es un gravamen sobre el cual hay bastante experiencia en Colombia.

Su utilización ha sido fundamental para el desarrollo de muchas obras de

infraestructura y en la medida en que se modernice y actualice la

legislación que la rige, se perfila como uno de los instrumentos fiscales

mas importantes para el país y su desarrollo.


104

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