Curso audiovisual de

Ajedrez
18

18_Ajedrez.indd 1 16/06/11 11:04

 © 2011, RBA Coleccionables, S.A.
para esta edición SÍMBOLOS UTILIZADOS

Jugadores
Asesoría técnica y textos:
EDAMI (Escuela de Ajedrez Miguel Illescas) Blancas
Con la colaboración de Internet Chess Club Negras
en los diagramas
Símbolos de jugadas especiales
Realización: x Captura
EDITEC
+ Jaque
Diseño interior: Joan Redolad, Tactilestudio
Diseño de cubierta: Llorenç Martí # Mate
= Promoción de un peón
Fotografía pág. 24: Album / akg-images /
0-0 Enroque corto
RIA Nowosti
0-0-0 Enroque largo
ISBN Obra completa: 978-84-473-7250-8 Resultado de la partida
ISBN Volumen: 978-84-473-7269-0
1-0 Blancas ganan
Depósito legal: NA-408-2011 ½–½ Tablas
Impreso en Gráficas Estella
0-1 Negras ganan

Impreso en España – Printed in Spain Símbolos de calificación de las jugadas

! Buena
? Mala
!! Excelente
?? Error muy grave
!? Interesante
?! Dudosa
Denominación de las piezas
R¢ Rey
D£ Dama
T¦ Torre
A¥ Alfil
C¤ Caballo
Guía de colores
Bueno, válido, permitido
Malo, peligro, prohibido
Atención, amenaza, acción potencial

18_Ajedrez.indd 2 16/06/11 11:04

 Sumario
Aperturas
Gambitos Danés y Escocés
Los gambitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
El Gambito Danés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
El Gambito Escocés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Táctica
La jugada intermedia
Explicación y ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Un ejemplo clásico: Fischer-Spassky . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
La secuencia de jugadas intermedias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

Estrategia
Ataque al enroque: sacrificios
Sacrificio en h7 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Sacrificio en g7 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Sacrificio en g6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Sacrificio en h6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

Finales
Alfil y peón contra Caballo
El Caballo lucha en solitario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
El Rey está cerca, el peón queda bloqueado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
El Rey está lejos, el Caballo controla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

Grandes campeones
Vasili Smyslov
Botvínnik, un duro rival . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

18_Ajedrez.indd 3 16/06/11 11:04

 Aperturas

Gambitos Danés y Escocés

Una de las formas más atractivas de jugar la apertura para los jugadores de ataque
es tomar rápidamente la iniciativa mediante el sacrificio de un peón. Vamos a estu-
diar dos variantes de apertura que guardan bastante relación entre sí y que utilizan
este método. Se trata de dos gambitos, es decir dos aperturas en las que las blancas
sacrifican voluntariamente algún peón en aras del desarrollo y del ataque.

Los gambitos
La palabra «gambito» provie-
ne del término italiano antiguo
gambeteo, utilizado en los libros
de ajedrez del siglo xvi para re-
ferirse a una forma de jugar en la
apertura en la que se sacrificaba
uno o más peones para obtener
alguna otra ventaja: un adelanto
en el desarrollo o un superior
centro de peones, que luego per-
mitiera lanzar el ataque.
No debe confundirse un gam-
bito con el sacrificio como parte
de una combinación, que pueda
conducir al mate o a la obten-
ción de otra ventaja. El gambito
es más especulativo y no lleva a
variantes forzadas. La combina-
ción puede ser un mejor desa-
rrollo y por ello el sacrificio tiene
que ser pequeño, casi siempre
de un peón y solo en muy raros
casos dos peones o una pieza.
Puesto que su objetivo es obte-
ner ventaja en el desarrollo, son
exclusivos de la fase de apertura.
Los gambitos fueron muy po-
pulares hasta que la Escuela
Moderna comenzó a perfeccio-
nar los métodos de defensa y se
comprobó que si el adversario
jugaba correctamente, llevaban a
posiciones desventajosas para el
bando que los realizaba. Ello solo
condujo a la desaparición de los
gambitos incorrectos, pues otros
se demostraron perfectamente
válidos e incluso continúan ju-
gándose en la actualidad.

El Gambito Danés
El Gambito Danés es una aper- 1.e4 e5 2.d4 exd4 peón, las blancas renuncian a
tura bastante antigua y en la ac- ello y en su lugar juegan...
tualidad casi no se utiliza, pero
nos va a servir para comprender 3.c3
la idea de qué es un gambito.
Veamos las primeras jugadas:

 os gambitos fueron
L
muy populares en los
siglos xviii y xix.
Luego, con el progreso
de la técnica defensiva,
fueron decayendo. Ahora, en vez de hacer la ju-
gada natural para recuperar el

18_Ajedrez.indd 4 16/06/11 11:04

 Las blancas se van a quedar con
un peón de menos, pero a cam-
bio tienen muchas líneas abier-
tas y se van a adelantar en el
desarrollo. Supongamos que las
negras aceptan el gambito:
3...dxc3 4.¥c4 cxb2 5.¥xb2
Ahora podemos ver lo que las
blancas han conseguido con el
sacrificio de sus dos peones:
tienen dos piezas menores de-
sarrolladas y muchas líneas
abiertas, mientras que las ne-
gras todavía no han desarrolla-
do ninguna. Esto exige que sus
próximos movimientos sean
muy precisos para no verse en
serias dificultades. Sin embar-
go, los análisis de esta apertura
han demostrado que, jugando
bien, las negras alcanzan una
buena posición.
Un poco de historia
No siempre conviene aceptar
el gambito. Las negras pueden
rehusar la ganancia del peón y
procurar acelerar su desarrollo.
Sin embargo, en las partidas
de los primeros siglos en que
se aplicó se consideraba que el
gambito tenía que ser acepta-
18_Ajedrez.indd 5
do, casi como una cuestión de
principios. Hoy en día hay que
valorar las consecuencias de esa
decisión, pero en general preva-
lece el criterio de aceptar el peón
ofrecido, aunque con la inten-
ción de devolverlo si se presenta
una ocasión favorable para ello.
Para comprobar lo peligrosa
que puede ser la iniciativa de
las blancas si su rival no juega
con exactitud, vamos a analizar
la siguiente partida.
J. H. Zukertort
H. Munk
Berlín (1870)
1.e4 e5 2.d4 exd4 3.c3
dxc3 4.¥c4 cxb2 5.¥xb2
¥b4+
Las piezas del bando negro tra-
tan de desarrollar sus piezas
cuanto antes y esta jugada pare-
ce natural. Pero, en realidad, con
ella no se gana ningún tiempo,
pues las blancas responden con
un movimiento de desarrollo
igualmente útil y más tarde la
posición del Alfil en b4 no será
del todo segura. Luego veremos
la forma más correcta de conti-
nuar para las negras.
6.¤c3 ¤c6 7.¤f3 ¤f6
8.0-0 d6
Parece que las negras están de-
sarrollando sus piezas satisfac-
toriamente, pero la siguiente
jugada de las blancas pone en
evidencia sus dificultades.
9.¤d5
Las blancas, que ya han termi-
nado su desarrollo, comienzan
el ataque.
9...¤xd5?
Es natural que a las negras no les
seduzca 9...0-0 porque 10.¥xf6
gxf6 debilitaría los peones de su
enroque y permitiría a las blan-
cas seguir con 11.£c1 buscan-
do la casilla h6. Pero ése era un
mal menor para ellas, porque la
16/06/11 11:04
 jugada de la partida les llevará a Ahora la ventaja de las blancas 6.¥xd5 ¤f6
la pérdida de material. es evidente, por lo que diez ju-
gadas más tarde las negras se
10.exd5 declararon vencidas.

10...0-0
Seguramente ahora las negras se
han dado cuenta de que la retira-
da del Caballo 10...¤e7 11.£a4+
implicaba la pérdida del Alfil, lo
que corrobora el comentario
anterior acerca de la posición
poco segura de esta pieza en b4.
Tras la jugada de la partida las
negras ponen su Rey en seguri-
dad y obtienen tres peones por
la pieza. Pero la superioridad en
desarrollo de las blancas es tal,
que pronto tendrán que aceptar
nuevas desventajas.
11.dxc6 bxc6 12.£d4 £f6
13.£xf6 gxf6 14.¥xf6
Alternativas
para las negras
A pesar de todo ello, años más
tarde se descubrió una forma
de reforzar el juego de las ne-
gras de modo significativo, has-
ta el punto de que, a partir de
ese momento, la popularidad
de este gambito disminuyó no-
tablemente. Lo vamos a com-
probar analizando en detalle la
siguiente partida:
G. Nyholm
S. Tartakower
Baden Baden (1914)
1.e4 e5 2.d4 exd4 3.c3
dxc3 4.¥c4 cxb2 5.¥xb2
d5
Como se va a ver, las negras
pueden completar el desarrollo
de sus piezas con bastante ra-
pidez, pues disponen también
de suficientes líneas abiertas.
Además, atacan al peligroso
Alfil de casillas blancas ene-
migo, cuya retirada permitiría
el cambio de Damas y dejaría
a las negras con un peón de
ventaja y sin demasiados pro-
blemas.
Por su parte, las blancas cuen-
tan con un golpe táctico que
les permite recuperar el peón,
aunque con ello no logran con-
seguir ninguna ventaja.
7.¥xf7+ ¢xf7 8.£xd8
¥b4+ 9.£d2 ¥xd2+
10.¤xd2 ¦e8

En lugar de aferrarse a la ven-

taja material que han consegui-
do, las negras están dispuestas a
devolverla para poder comple-
tar su desarrollo. De momento
sacrifican uno de los dos peo-
nes ganados, para abrir líneas a
sus piezas.

18_Ajedrez.indd 6 16/06/11 11:04

 Tras una serie de jugadas bas-
tante forzadas, el equilibrio ma-
terial se ha restablecido. Pero
las negras tienen un desarrollo
cómodo y pueden presionar
contra el centro adversario. La
El Gambito Escocés
El nombre de este gambito se
debe a que se deriva de la Aper-
tura Escocesa, aunque, como
veremos, guarda cierto pareci-
do con el Gambito Danés.
Las jugadas iniciales del Gam-
bito Escocés son las siguientes:
1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.d4
exd4
Hasta aquí son las mismas ju-
gadas que las de la Apertura Es-
cocesa. Pero ahora, en lugar de
recuperar el peón con 4.¤xd4,
las blancas ofrecen el gambito.
 n el Gambito Escocés,
E
las blancas sacrifican su
peón central a cambio
de un desarrollo más
rápido de sus piezas.
18_Ajedrez.indd 7
posición puede considerarse
igualada y, de hecho, Tartakower
acabó ganando la partida.
Para las blancas resulta poco
prometedor llegar a una posi-
ción como la presente, cuando
4.c3
Igual que en el Gambito Danés,
las blancas buscan acelerar su
desarrollo y abrir líneas. Aun-
que las negras no están obliga-
das a aceptar el peón, veamos
cómo puede seguir la partida.
4...dxc3 5.¤xc3
Las piezas blancas también po-
drían seguir en el espíritu del
con otras aperturas pueden as-
pirar al menos a una pequeña
ventaja. Por ello, el Gambito
Danés ha ido desapareciendo de
la práctica de los jugadores más
experimentados.
Gambito Danés, con 5.¥c4,
pero nos concentraremos en
esta continuación, con la que
sacrifican solo un peón y que
resulta más adecuada a los con-
ceptos modernos de la apertu-
ra, por lo que todavía aparece
ocasionalmente en las partidas
actuales.
Tomaremos como modelo una
partida jugada con las piezas
blancas por el campeón mun-
dial Mijaíl Tal, quien logró el
título mundial en 1960. La par-
tida se jugó en la Olimpiada de
1958, disputada en Múnich, y
su rival, el irlandés A. Rusell
no supo resolver los problemas
que le planteó el Mago de Riga.
5...d6 6.¥c4
Las negras, además de estar
retrasadas en el desarrollo, to-
16/06/11 11:04
 davía necesitan varias jugadas
para poner a su Rey en seguri-
dad con el enroque y su peón
en f7 puede ser objeto de ata-
que muy pronto. Pero ahora,
en lugar de seguir con 6...¤f6,
cometen un error.
Las blancas han recuperado el 6.¥c4 d6 7.£b3
peón y han obligado a su rival
a perder el enroque, por lo que
han mantenido la ventaja de
desarrollo. Su posición es por
tanto muy superior y Tal ganó
la partida sin dificultades.

6...¥e7? 7.£b3 El punto «f7»

Esta maniobra para atacar f7 es
típica de este gambito. Las negras
no pueden defender su peón
con garantías, ya que 7...¤h6 se
responde con 8.¥xh6, mientras
que 7...¤e5 también falla debi-
do a 8.¤xe5 dxe5 9.¥xf7+. La
solución que encontró Rusell era
el mal menor, pero le dejó igual-
mente en inferioridad.
7...¤a5 8.¥xf7+ ¢f8
9.£a4 ¢xf7 10.£xa5
Los peligros del ataque sobre el
punto «f7» son bastante habi-
tuales en esta apertura, por la
posibilidad de añadir la Dama
al ataque desde b3, como ya
hemos visto. Un nuevo ejem-
plo de ello lo tenemos en la si-
guiente partida, que se jugó en
1962 por correspondencia.
Pavlovichev
Korshunov
1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.d4
exd4 4.c3 dxc3 5.¤xc3
¥b4
De nuevo se produce el ataque
sobre el punto «f7», aunque
ahora las negras pueden defen-
derlo bien.
7...£e7?!
Esta jugada, en cambio, no es
del todo precisa. Hubiera sido
más acertada 7...¥xc3+! 8.bxc3
£d7.
8.0-0 ¥xc3
Las negras deben cambiar el
Caballo blanco, que estaba
amenazando saltar a d5 con
fuerza. Por ejemplo, si 8...¤f6
9.¤d5 ganarían material pues-
to que si 9...¤xd5 10.exd5 ¤e5
11.£xb4.
9.bxc3 ¤f6 10.e5!

Antes de jugar ...d6 las negras

desarrollan su Alfil, lo cual es
una decisión totalmente acep-
table. Sin embargo, ya sabemos
que el Alfil en b4 puede correr
peligro, así que las negras de-
ben estar dispuestas a cambiar-
lo cuanto antes.

18_Ajedrez.indd 8 16/06/11 11:04

 Se sacrifica un peón para abrir
la diagonal a3-f8 y dificultar el
enroque enemigo. Las negras
ahora cometen un serio error.
10...dxe5?
Hubiera sido más acertado
10...¤xe5 11.¤xe5 dxe5, de
modo que se pudiera responder
a 12.¥a3 con 12...c5, seguido
del enroque corto. En caso de
13.£b5+ ¤d7 las negras tienen
una posición aceptable y dos
peones de ventaja. La teoría se-
ñala como mejor 13.¥b5+ ¥d7
14.¥xd7 £xd7 15.¥xc5 ¤e4
16.¥a3 ¤d2 17.£b4 0-0-0,
pues la posición es complicada,
pero las negras no están mal.
11.¥a3 £d7 12.¦ad1
Las amenazas de las blancas
son decisivas y poco después
consiguieron la victoria.
Alternativas
Ahora vamos a analizar una
partida jugada por el campeón
mundial Vasili Smyslov, que
conducía las piezas negras,
donde podremos contemplar
un buen método para combatir
este gambito.
18_Ajedrez.indd 9
J. Penrose
V. Smyslov
Olimpiada de Múnich (1958)
1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.d4
exd4 4.c3 dxc3 5.¤xc3
¥b4 6.¥c4 d6
Hemos visto estas jugadas en la
partida anterior. En ella mostra-
mos que la continuación 7.£b3
podía ser contrarrestada satisfac-
toriamente. En la presente parti-
da las blancas optan por otra ju-
gada, pero Smyslov está atento.
7.0-0 ¥xc3!
Es necesario realizar este cam-
bio en cuanto las blancas se des-
clavan, porque 7...¤f6 8.¤d5
¤xd5 9.exd5 pierde material.
8.bxc3 ¤f6
Las negras están listas para el
enroque y neutralizar los ata-
ques sobre el f7, por ejemplo con
9.£b3 0-0 10.¤g5 ¤e5 y las
blancas tendrían que retroceder.
9.¥a3 ¥g4
De este modo se neutraliza la
jugada e5, que las blancas pre-
pararon con su movimiento an-
terior, ya que ahora las negras
tomarían con su Caballo. La po-
sición de las negras es perfecta-
mente satisfactoria y Smyslov
terminó ganando la partida.
Esta continuación se sigue con-
siderando todavía hoy una de
las formas más adecuadas para
responder al Gambito Escocés.
La fuerza del avance e5
En varias de las partidas que
hemos visto, el avance del peón
blanco a e5 ponía a las negras
en dificultades y eso siempre
hay que tenerlo en cuenta. Ello
es debido a que dicho movi-
miento suele llevar a una aper-
tura del centro especialmente
peligrosa si las negras no han
enrocado. Terminamos con
una partida que resulta bastan-
te instructiva.
16/06/11 11:04
 J. Badenhorst 8.0-0 10...¤e7
L. Cherner
IECC e-mail (1998)

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.d4

exd4 4.c3 dxc3 5.¤xc3
¥c5 6.¥c4

8...¤g4 Sería algo mejor jugar 10...¥e7

No vale 8...¤xe5 porque 9.¤xe5 11.¤xe7 ¤xe7 12.£d4 h5
£xe5 10.¦e1 y las negras pier- 13.h3 ¤h6 14.£f4.
den la Dama.
11.b4 h6 12.¥xe7 ¥xe7
9.¤d5 £d8 10.¥g5 13.h3
La colocación del Alfil en la ca-
silla c5 es posible, pero no está
exenta de peligros. Por ejemplo,
ahora las blancas amenazan
7.¥xf7+ ¢xf7 8.£d5+.
La mejor manera de evitar ese
peligro sería 6...d6, pero la juga-
da que ahora realizan las negras
es mucho más débil y definitiva-
mente un error.

6...¤f6? 7.e5! £e7?

Si 7...¤g4 8.¥xf7+ ¢xf7 Este ataque a la Dama desorga- Las blancas ganan una pieza,
9.£d5+. Pero lo que sigue ahora niza las piezas negras, que no pues el Caballo no dispone de
es todavía peor. tienen una buena respuesta. casillas por donde escapar.

RECUERDA
• En las aperturas abiertas, dos o tres tiempos de desarrollo suelen ser una compen-
sación aceptable por un peón.

•C
 uando se lucha contra un gambito, siempre hay que tener presente la posibilidad
de devolver el material para asegurarnos una buena posición.

10

18_Ajedrez.indd 10 16/06/11 11:04

 Táctica

La jugada intermedia
Se entiende por jugada intermedia aquella que se intercala en una secuencia de
jugadas que parecían forzadas o al menos naturales. Suele implicar el ataque a un
objetivo de gran valor y acostumbran a resultar inesperadas. Pero no necesaria-
mente tienen que dar ventaja al que las realiza, sino que depende de los beneficios
que dicha jugada pueda proporcionar.

Explicación y ejemplos
Una situación típica de juga-
da intermedia se da cuando se
realiza un cambio de piezas.
Capturamos una pieza enemiga
y esperamos que el adversario
capture la nuestra, para mante-
ner el equilibrio material. Pero
en lugar de tomar nuestra pieza,
el rival da un jaque, y solo a la
jugada siguiente, cuando hemos
evitado dicho jaque, es cuando
el rival captura nuestra pieza.
El jaque es una de las jugadas
intermedias más frecuentes,
pero existen otras igualmente
poderosas, como un ataque a la
Dama o una amenaza de mate.
Ataque a la Dama
Analicemos la siguiente posi-
ción, materialmente equilibrada:
Las blancas tienen su Dama
atacada y deben moverla, pero,
advirtiendo la clavada del peón
d6, calculan la siguiente com-
binación: 1.£xe5 dxe5 2.¦xd7
con la que ganan una pieza.
Piensan que la línea es forza-
da y que el adversario tiene
que tomar su Dama, pues de
otro modo ganarían un Alfil.
Y confiadamente, juegan de ese
modo.
1.£xe5? £g4!
Las blancas tienen que atender
en primer lugar al peligro del
mate y tras...
2.g3 dxe5
Las negras acaban ganando la
Dama. El error de las blancas
al entregar su Dama fue pensar
que su adversario estaba obli-
gado a recapturar, sin analizar
las posibles jugadas interme-
dias que podían existir.
Amenaza de mate
Como hemos dicho, el jaque es
otra de las jugadas intermedias
que se producen con mayor fre-
cuencia. Veamos un ejemplo.

¡La jugada intermedia! Antes

de capturar la Dama, las negras
realizan una jugada que ame-
naza mate. Y con ella consi-
guen el objetivo de apartar a la Aprovechando la clavada de la
Dama de la casilla peligrosa. Dama negra, las blancas juegan...

11

18_Ajedrez.indd 11 16/06/11 11:04

  a jugada intermedia
L 1.¦d1! £xc3
implica siempre una
amenaza más poderosa
que la jugada «esperada».
Un ejemplo clásico: Fischer-Spassky
Muchas veces, también los gran-
des campeones pueden verse
sorprendidos por jugadas in-
termedias. El ejemplo que sigue
está tomado del famoso match
por el campeonato mundial que
tuvo lugar en Reikiavik en 1972,
entre Fischer y Spassky.
Las blancas tienen calidad de
más, aunque a cambio de un
peón. La pareja de Alfiles ne-
gros también puede ser un fac-
tor importante que ayude a las
La secuencia de jugadas intermedias
A continuación vamos a anali-
zar casos de jugadas intermedias
más complejos. Son algo más di-
fíciles de prever por cuanto no se
trata de una sola jugada, sino de
varias, pero en esencia son situa-
ciones similares a las ya vistas.
12
18_Ajedrez.indd 12
Ahora bien, antes de recuperar
la Dama, las blancas aprovechan
la ocasión de capturar la Torre
enemiga dando un jaque.
negras a compensar su pequeño
déficit.
Pero Fischer, con las blancas,
encontró una continuación, ba-
sada en una jugada intermedia,
que dejó patente su ventaja.
1.¤d5!
Con esta jugada las blancas
plantean varias amenazas, como
2.£xa5, 2.¤xe7+ y 2.¦xc4.
Ahora las negras tienen que
cambiar las Damas.
Ejemplo 1
En la posición reflejada en el
diagrama de la página siguien-
te, las piezas del bando blanco
acaban de jugar su Alfil a la ca-
silla g5, atacando por tanto a la
Dama contraria.
2.¦xd7+ ¢f6 3.bxc3
Al final las blancas han ganado
una Torre y han obtenido una
ventaja material decisiva gracias
al jaque intermedio.
1...£xd2 2.¤xe7+
Pero esta jugada intermedia,
que captura un peón con jaque,
se asegura una ganancia, no
solo material sino también po-
sicional, ya que el peón en d6
quedará aislado.
2...¢f8 3.¦xd2 ¢xe7
4.¦xc4
La ventaja de las blancas es in-
dudable y Fischer no tardó en
conseguir la victoria.
 n ocasiones, la jugada
E
intermedia puede
dar origen a nuevas
amenazas y a una serie
de jugadas intermedias.
16/06/11 11:04

Parece una amenaza fuerte, pero
las piezas blancas no han consi-
derado las jugadas intermedias.
1...¤xc3! 2.bxc3
No hay tiempo para tomar la
Dama, pues 2.¥xd8 ¤xe2+
3.¥xe2 ¦axd8 deja a las negras
con una pieza de más. Pero aho-
ra sigue otra jugada intermedia.
2...¥xf3 3.£e3
18_Ajedrez.indd 13
Es un último recurso, puesto que mar el Alfil para recuperar la
3.£xf3 £xg5 cuesta una pieza, pieza? La respuesta es una ocul-
aunque el resultado es el mismo. ta jugada intermedia.
3...f6 1...¤d5!
Y las negras ganan una pieza.
Ejemplo 2
En el siguiente ejemplo tene-
mos una vistosa serie de ju-
gadas intermedias, donde la
amenaza resulta un jaque doble.
La posición corresponde a una
partida Tartakower-Capablanca
disputada en el torneo de Nue-
va York de 1924.
¡Excelente jugada intermedia!
Con ella se defiende el Alfil en
b4 y se amenaza un jaque en e3
que ganaría la Dama.
2.¢f2
Tartakower tiene que olvidar
sus esperanzas de ganar ma-
terial. Si 2.¥f4, £f6 sería muy
fuerte, puesto que no vale 3.g3
¤e3+.
Llama la atención la posición
del Alfil en b4, pues ahí es una 2...¦xb8 3.¥xc4 0-0
pieza indefensa, pero la directa
9.£a4+ ¤c6 no coduce a nada,
pues el Caballo defendería al
Alfil. Pero Tartakower, antes de
dar ese jaque, elimina esa Ca-
ballo en lo que también puede
interpretarse como una jugada
intermedia.
1.¥xb8
¿Será posible que el campeón
del mundo no haya advertido
una continuación tan simple Las negras acaban con una clara
como 1...¦xb8 2.£a4+? ¿Pero ventaja posicional. Capablanca
qué otra opción tiene sino to- ganó la partida poco después.
13
16/06/11 11:04
 Ejemplo 3
Para terminar, una larga se-
cuencia de jugadas intermedias.
El gran maestro Bronstein, que
en 1951 empató un match por
el campeonato mundial frente a
Botvínnik, halló una espectacu-
lar combinación en esta posición
jugando con las piezas negras.
Esta es la primera jugada inter-
media. Antes de recuperar la
Dama, con esta captura las ne-
gras plantean la amenaza de un
jaque con dos piezas 3...¤f3#.
Por ello, las blancas no tienen
tiempo de poner a salvo su
Dama.
3.¢f1
Si proceden de otro modo, las
negras recuperan la Dama y se
quedan con una pieza de más, lo
que también ocurriría si 3.¥xe1
¦xe1+ 4.¢h2 gxf5. Ahora,
3...gxf5 se responde con 4.¥xe1.
Pero las negras salvan su Caba-
llo con un jaque intermedio.
3...¤c2+
blancas tienen dispuesta una
continuación muy ingeniosa.
4.¥c1
Las negras todavía no pueden re-
cuperar la Dama, pues perderían
su Caballo. Deben tomar el Alfil
con otra jugada intermedia que
se realiza de nuevo con jaque.
4...¦xc1+ 5.¢e2
La esperanza de las blancas es
responder a 5...gxf5 con 6.¢d2,
pero las negras continúan con
otro jaque intermedio.
5...¤d4+ 6.¢d2

1...¤xd3! 2.£xf5 ¤xe1!

Parece muy sencillo, puesto que
si ahora 3.¢e2 ¤d4+. Pero las
6...¤b3+
Las negras defienden su Torre y
recuperan la Dama, quedando
con dos piezas de ventaja. Por
ello, las blancas se rindieron.

RECUERDA
• Incluso aunque la respuesta del adversario parezca obligada, hay que comprobar que
no dispone de alguna jugada intermedia, como un jaque o una amenaza de mate.

• Siempre debemos tener en cuenta las amenazas del contrario, tanto las presentes
como las que se puedan llegar a plantear.

14

18_Ajedrez.indd 14 16/06/11 11:04

 Estrategia

Ataque al enroque: sacrificios

El ataque al enroque es uno de los objetivos principales del medio juego. Pero cuan-
do el adversario tiene su enroque bien protegido, sobre todo si mantiene a los tres
peones delante de su Rey en las posiciones iniciales, no resulta fácil llevarlo a cabo.
Uno de los procedimientos típicos consiste en despojar al Rey enemigo de su co-
bertura de peones sacrificando una pieza por uno o dos de ellos.

Sacrificio en h7
Probablemente el método más
conocido de ataque al enroque
es con el sacrificio del Alfil en
h7, que se ha repetido en infini-
dad de partidas en circunstan-
cias más o menos similares. El
siguiente ejemplo muestra una
posición muy plausible donde se
realiza el mencionado sacrificio.
al Rey negro de algunas casillas
de escape. También está el Al-
fil blanco que apunta a h7, que
se va a sacrificar, y el Caballo
blanco en f3, que podrá saltar
libremente a g5, dejando paso
a su Dama, que se incorporará
al ataque por h5, o excepcio-
nalmente por d3. Por último,
el otro Alfil blanco, desde c1,
también resulta importante, en-
tre otras cosas porque apoya el
salto del Caballo a g5.
Veamos el desarrollo del ataque:
1.¥xh7+ ¢xh7 2.¤g5+
bilidades, dos de las cuales son:
2...¢h8, que permite el mate di-
recto con 3.£h5+ ¢g8 4.£h7#;
y 2...¢h6, que entre otras cosas
permitiría 3.¤xf7+ ganando la
Dama (esa es una de las razones
que hace importante la presen-
cia del Alfil en c1).
Hay dos posibilidades funda-
mentales: el retroceso del Rey a
g8, tratando de encontrar refu-
gio entre sus peones, o la salida
desesperada a g6, para que la
Dama blanca no pueda entrar
por h5. Vamos a examinar en
detalle ambas opciones.

2...¢g8

Fijémonos en las características

de la posición que favorecen la
realización del sacrificio en h7.
Dicho peón está protegido sólo
por su Rey y no es fácil traer otra
pieza que defienda ese punto.
El peón blanco en e5 es impor-
tante porque impide la coloca- Este es el primer momento crí-
ción del Caballo negro en f6, tico. Las negras tienen que deci-
pero también porque colabo- dir a qué casilla mueven su Rey, En este caso el ataque se continúa
rará posteriormente al privar pues disponen de cuatro posi- con la incorporación de la Dama.

15

18_Ajedrez.indd 15 16/06/11 11:04

 3.£h5 res, es posible que no exista una Otra alternativa
línea tan directa. Aun así, vale la La segunda opción para las ne-
pena considerar que las blancas gras es llevar su Rey a g6.
ya tienen dos peones por la pie-
za y posibilidades de ataque, lo 2...¢g6
que ya casi justifica el sacrificio
del Alfil.

5.£h5+ ¢g8 6.£h7+ ¢f8

Se amenaza 4.£h7#. Las blancas
están llevando a cabo un ataque
con su Dama y su Caballo contra
un Rey que no puede contar con
la defensa de sus piezas. Aquí es
importante recordar la necesi-
dad de que las negras no puedan
defender su casilla h7. Si por
ejemplo tuviesen su Dama en
a4, ahora podrían jugar 3...£c2
y el ataque blanco fracasaría. En
la presente posición, las negras
no tienen más remedio que mo-
ver su Torre para proporcionar
un escape a su Rey.
3...¦e8 4.£xf7+ ¢h8
Si el peón blanco no estuviera
en a3, el jaque de Alfil en esa ca-
silla sería otra forma de llevar a
cabo el ataque. Aunque aquí no
resulta necesario.
7.£h8+ ¢e7 8.£xg7#
En la posición final puede ob-
servarse la importancia del
peón blanco en e5, que además
de impedir que las negras lle-
vasen un Caballo a f6, ha cola-
borado de modo decisivo en el
mate, impidiendo el escape del
Rey negro por d6.
La posición del Rey negro re-
sulta muy expuesta, aunque
las blancas no puedan llevar su
Dama a h5. Ahora existen varias
formas de continuar el ataque:
3.£g4 o 3.£d3+. Pero en esta
posición hay un camino alter-
nativo que resulta muy fuerte.
3.h4
La amenaza es 4.h5+, con lo que
el Rey negro tendría que situar-
se en una casilla fatal. Para evi-
tarlo, las negras deben descolo-
car su Torre.
3...¦h8

 l sacrificio del Alfil

E
en h7 es una de las
combinaciones típicas
más frecuentes y ha sido
En esta posición concreta, las objeto de un estudio
blancas tienen mate de corrido. muy minucioso.
Pero en otras situaciones simila-

16

18_Ajedrez.indd 16 16/06/11 11:04

 Y ahora, una vez que la Torre
ha abandonado la defensa del
punto «f7», las blancas llevan a
cabo su idea principal y el juego
adquiere un carácter forzado.
4.£d3+ f5 5.exf6+ ¢xf6
6.£f3+ ¢e7 7.£f7+
Para dar este jaque, las blancas
necesitaban apartar la Torre ne-
gra y este era el objetivo de la
jugada 3.h4.
Sacrificio en g7
El sacrificio en g7 es mucho me-
nos frecuente que el de en h7 y
las posiciones en que se produce
son bastante diversas, pero va-
mos a analizar un ejemplo con el
sacrificio de una Torre, que po-
siblemente sea el más frecuente.
En la siguiente posición, las
blancas tienen sus piezas con-
centradas para el ataque en el
flanco de Rey, donde cuentan
con superioridad de fuerzas.
El punto más débil del enroque
enemigo es la casilla g7, que solo
está defendida por el Rey, y, en
cambio, puede recibir el ataque
de tres piezas blancas: el Alfil,
18_Ajedrez.indd 17
7...¢d6
la Dama y la Torre a través de
la tercera fila. Con su primera
jugada, las blancas traen pre-
cisamente esta última pieza al
ataque, en una maniobra que se
realiza con mucha frecuencia.
1.¦e3! b3
Las negras difícilmente pueden
mejorar su defensa en el flanco
de Rey y por eso tratan de crear
alguna distracción en el otro
flanco. Pero ya es tarde.
2.¦g3! bxc2
Es posible que las negras con-
fíen en la defensa tras 3.£xh6?
8.£xe6+
Una forma alternativa de con-
tinuar sería 8.¤xe6 seguido de
9.¥f4+. Sin embargo, en esta
posición concreta, las piezas
blancas pueden seguir aco-
sando al Rey negro hasta darle
mate.
8...¢c7 9.¥f4+ ¢b6
10.¦fb1+ ¢a6 11.£e2+
¢a5 12.£b5#
¤g6, pero las blancas juegan de
modo mucho más enérgico.
3.¦xg7+! ¢xg7 4.¥f6+
¢h7
Como es natural, las negras no
quieren permitir que la Dama
blanca entre en h6, pero después
de la próxima jugada no podrán
impedirlo por más tiempo.
5.¤f3 ¤xd4
Ante estos movimientos, no
hay defensa posible. Si 5...¤g6
6.¤g5+ ¢g8 7.£xh6.
6.¤g5+ ¢g8 7.£xh6 1-0
17
16/06/11 11:04
 Sacrificio en g6
El sacrificio en g6 es aún menos
frecuente que los anteriores, ya
que un peón en g6 suele estar
defendido por otros dos, en f7 y
en h7. Por eso, es más fácil ha-
cerlo cuando las negras han ju-
gado previamente su peón a h6.
Aun así, en el caso que analiza-
mos a continuación, las blancas
sacrifican dos veces en g6.
A pesar de que el peón g6 está
bien defendido, las blancas tie-
Sacrificio en h6
El sacrifico en h6 es el más fre-
cuente después del que hemos
visto en h7. Al entregar una pie-
za por el peón de h6, las blan-
cas obtienen generalmente dos
peones y la entrada de la Dama
en esa casilla, dejando desman-
telada la posición del Rey ene-
migo, lo que da buenas opor-
tunidades de ataque. Todo ello
supone, en principio, una bue-
na compensación por la pieza.
Lo más frecuente es el sacrificio
de un Alfil, pero en el siguiente
ejemplo se sacrifica un Caballo.
18
18_Ajedrez.indd 18
nen suficientes fuerzas concen-
tradas sobre él para dejar al Rey
enemigo sin protección.
1.¤xg6! hxg6 2.¥xg6!
fxg6 3.£b1!
Esta es la clave de la combina-
ción: lo importante es que sea
la Dama la que entre al ataque.
3.¦xg6+ ¢h7, por ejemplo, no
sería nada clara. Y por otro lado,
la idea blanca no se puede reali-
La posición corresponde a la
cuarta partida Anand-Topalov,
del match que ambos disputa-
zar de cualquier modo, porque si
3.£d3? las negras tendrían la de-
fensa 3...¤e5. Tras la jugada de
la partida, las negras no tienen
salvación. Para evitar la mortal
entrada de la Dama en g6, devol-
vieron las dos piezas, pero enton-
ces las blancas se quedaron con
ventaja material y posicional.
3...¤e5 4.dxe5 ¤e4 5.¤xe4
¢h7 6.¤f6+ ¥xf6 7.£xg6+
¢h8 8.¥g7+ ¥xg7 9.£xg7#
ron en Sofía por el campeonato
mundial de 2010.
1.¤xh6+ gxh6 2.£xh6
16/06/11 11:05
 El objetivo del sacrificio está
claro. Como suele ocurrir en
casos similares, el Rey negro se
ha quedado sin protección y las
blancas han ganado dos peones
a cambio de la pieza. Además,
la entrada de la Dama en el en-
roque enemigo crea amenazas
inmediatas; la principal de ellas
es 3.e5 para luego pasar la Torre
por c4 al flanco de Rey.
3...¥xg2 4.exf6! tida siguió con 5...¥e4 6.¦xe6
¤d3 7.¦c2 £h7 8.f7+ £xf7
9.¦xe4 £f5 10.¦e7 y Topalov se
rindió. En la continuación prin-
cipal damos una vistosa varian-
te con el tema de la desviación.
6.£g6+ ¢h8

2...f6
Las negras dejan paso a su
Dama para la defensa, pero el
ataque ya es imparable.
3.e5!
Se renueva la idea ¦c4, a la vez
que se ataca el Alfil en c6. La
respuesta es forzada para no
perder material de inmediato.
Una fuerte jugada intermedia
que crea la amenaza 5.£g6+
¢h8 6.¦d4!, pues la Dama ne-
gra no puede tomar esa Torre al
tener que defender el mate en g7.
4...¦xd6 5.¦xd6 ¥d5
Se impide así la entrada de la 7.¦c4! ¥xc4 8.¦d4! £xd4
Torre por c4. En realidad, la par- 10.£g7#

RECUERDA

 l enroque también necesita la protección de las piezas.

•E

 l sacrificio de una pieza por dos peones del enroque puede ser suficiente compen-
•E
sación si mantenemos bastantes piezas para continuar el ataque, sobre todo si los
defensores son inferiores en número.

19

18_Ajedrez.indd 19 16/06/11 11:05

 Finales

Alfil y peón contra Caballo

En general, para que el Caballo tenga posibilidades de éxito, necesita la ayuda de su
Rey. De lo contrario, todo depende del grado de avance del peón y de la movilidad del
Caballo, pero existen muchas posiciones donde el Rey enemigo y el Alfil consiguen
apartarlo de su misión y el peón consigue coronar.

El Caballo lucha en solitario

Como ya se ha dicho, cuando 1.f7
el Caballo se enfrenta solo a las El peón está a un paso de la
tres piezas enemigas, pocas ve- coronación, en una casilla que
ces consigue salir airoso, ya que queda fuera del alcance del Ca-
le cuesta mucho mantener la ballo. Pero préstese atención al
posición desde la que controla siguiente recurso que permite
el avance del peón adversario. a las negras forzar las tablas. Se
En todo caso, se puede salvar trata de la única forma válida
en posiciones donde existe un en estas posiciones.
recurso táctico, como ocurre
en el siguiente ejemplo: 1...¤d8! 2.f8£ ¤e6+

El Rey está cerca, el peón queda bloqueado

Cuando el bando débil tiene blo- Ejemplo 2
queado al peón enemigo, existen El bando fuerte tiene posibilida-
muchas probabilidades de tablas. des de ganar solo en el caso de
que el Caballo esté encerrado.
Ejemplo 1
Lo ideal es poder bloquear al
peón con el Rey, tras lo cual el
Caballo puede maniobrar con
comodidad, como ocurre en la
siguiente posición:

S i el Rey del bando Las tablas son sencillas, pues las

débil consigue bloquear
el peón, las tablas son
seguras, salvo que el
Caballo esté encerrado.
blancas no pueden evitar que el
Caballo se sacrifique por el peón.
1...¤a8 2.¥d5 ¤c7 3.¥c4 Las negras pronto se quedan en
¤xe6 4.¥xe6 zugzwang, por ejemplo.

20

18_Ajedrez.indd 20 16/06/11 11:05

 1...¢d8 2.¢d6 ¤d7
Se trata de un recurso ingenio-
so, aunque insuficiente. El Ca-
ballo no se puede tomar ni con
el peón ni con el Alfil debido al
ahogado. Pero las piezas blan-
cas pueden ganar con suma
facilidad.
3.e7+! ¢e8 4.¥xd7+ ¢f7
5.e8£+
Ejemplo 3
Un pequeño cambio en la po-
sición inicial del ejemplo ante-
rior dota al bando del Caballo
de un recurso salvador.
También aquí las blancas pue-
den encerrar al Caballo ene-
migo, pero esta vez consigue
escapar.
18_Ajedrez.indd 21
1.¥b7 ¤d7+! 1.¥b7 ¤f5 2.¢f6 ¤e7
2.exd7 ¢xd7 Es imposible quitar a la vez c6,
Y la partida acaba en tablas. c8, f5, g6 y g8 al Caballo, así
En el caso de que las piezas que las negras hacen tablas.
blancas no hubiesen captura- En cambio, con un peón aleja-
do el Caballo, este se habría do del centro es más fácil que
dirigido a la casilla f8, tras lo el Caballo se quede sin casillas:
cual podría haberse sacrifica-
do por el peón, con el mismo
resultado de tablas.
Ejemplo 4
Cuando es el Caballo el que
bloquea al peón enemigo y este
está defendido por su Rey, el
resultado normal también es
tablas, aunque dependerá del
número de casillas que tenga el
Caballo a su disposición. Con
un peón central suele disponer 1.¥d7!
de suficientes casillas y el Alfil
no podrá quitárselas todas.
Las negras quedan en zugzwang.
21
16/06/11 11:05
 El Rey está lejos, el Caballo controla
Vamos a examinar algunos casos
en los que el Caballo controla el
avance del peón enemigo, pero
no puede contar con el apoyo
de su Rey para defenderlo. El
resultado dependerá mucho de
la posición que ocupe el Caballo
y de la situación del peón, pero
si se trata de un peón central no
muy avanzado, habrá bastantes
posibilidades de tablas.
Ejemplo 1
Veamos la siguiente posición:
A pesar de que el Caballo tiene
pocas casillas de escape y el Rey
negro está lejos, las negras pue-
den hacer tablas.
1...¢b3!
22
18_Ajedrez.indd 22
Pero no 1...¤g7+ 2.¢f6! ¤h5+
(2...¤e8+ 3.¢f7) 3.¢e5 ¤xg3
4.d6 y el peón es imparable.
2.¢f7 ¢c4! 3.¢e6 ¢d4
4.¥e5+ ¢e4
A pesar de que el Caballo ene-
migo está encerrado, las blancas
no pueden ganar. Aunque en
esta posición les tocase jugar a
las negras, estas conseguirían las
tablas con 5...¢d3 6.¢e7 ¢e4.
Ejemplo 2
Ahora, aunque el peón está muy
avanzado, el Caballo ocupa una
posición segura para detenerlo.
En realidad, las piezas blancas
no tienen forma de progresar y
las tablas son evidentes. Pero si
alejamos más el Rey negro, las
blancas tienen tiempo de atacar
al Caballo y ganan la partida.
1.¢f6! ¢g3 2.¢e5! ¢g4
3.¥f7! ¢g5 4.¢d6! ¢f6
Si 4...¤b5+, 5.¢d7 y el peón
corona.
5.¥h5 ¤b5+ 6.¢d7 ¤c7
Ahora las blancas pueden ga-
nar de varios modos, por ejem-
plo llevando el Alfil a e2 y luego
a c4, para dejar a las negras en
zugzwang. Pero pueden lograr-
lo todavía más rápidamente.
7.¥g6! ¢xg6 8.¢xc7
Y ganan.
16/06/11 11:05
 Ejemplo 3
Si el peón no es central, el Ca-
ballo puede tener más proble-
mas para encontrar casillas
disponibles, pero con un peón
de Alfil existe un recurso im-
portante: el ahogado.
1.¢d7 ¤c8 2.¥d4 ¤e7
3.¥e3 ¤c8 4.¥c5
su adversario en zugzwang. Sin
embargo, en esta ocasión las
negras disponen de un recurso
salvador.
4...¢a8! 5.¢c6
El movimiento 5.¢xc8 condu-
ciría a una posición de ahoga-
do, pero la jugada de la parti-
da, aunque parezca decisiva,
tampoco es suficiente.

Como ya hemos podido com-
probar en el ejemplo anterior,
las piezas del bando blanco
han maniobrado para dejar a
5...¤b6!
Si el Caballo es capturado, la
partida acaba en tablas por
ahogado, pero de otro modo,
siempre tendrá las casillas b6 y
c8 para maniobrar.

RECUERDA

• La mejor posibilidad de tablas se consigue si se bloquea el peón con el Rey. Si hay
que hacerlo con el Caballo, su Rey debe sostenerlo.

• Los peones del centro pueden ser detenidos por el Caballo con mayor facilidad
que los de los flancos.

23

18_Ajedrez.indd 23 16/06/11 11:05

 Grandes campeones

Vasili Smyslov
(Moscú, 1921 – Moscú, 2010)

Aunque solo fue Campeón del Mundo durante un año, Vasili Smyslov es una de las
figuras más destacadas del ajedrez ruso. Fue, además, el jugador de su país que se
mantuvo durante más tiempo en la élite mundial.

Smyslov fue un jugador con un
talento natural asombroso, una
intuición para orientarse en las
posiciones sencillas digna de
Capablanca, y una técnica im-
pecable en el final, pero tam-
bién un incansable investigador
en las aperturas.
En 1948 jugó el Torneo de
Moscú-La Haya para designar
el campeón mundial y 35 años
más tarde, en 1983 llegó a la
final de Torneo de Candidatos,
donde cayó derrotado frente
al futuro campeón Garry Kas-
párov. Además, llegó a dispu-
tar tres encuentros por el título
mundial, todos frente a Botvín-
nik, de los que ganó uno, empa-
tó otro y perdió el tercero.
Tal vez Smyslov podía haberse
proclamado campeón mundial
mucho antes de 1957, cuan-
do venció a Botvínnik en un
match, pero, por desgracia, su
carrera ajedrecística coincidió
con fuertes figuras legendarias
como el propio Botvínnik, y
también Keres, Euwe, Reshevs-
ky, Bronstein, Tal, Petrosian y
Spassky.
Tras la pérdida del título, en
el match de revancha de 1958,
Smyslov mantuvo un alto nivel
de juego, y aunque el jugador
ruso siempre se mantuvo en
los primeros puestos de los tor-
neos, en los siguientes años el
título mundial se lo disputaron
jugadores más jóvenes.
Su último asalto a la corona
ocurrió en 1983, cuando llegó a
la final del Torneo de Candida-
tos. Ya tenía 63 años y triplicaba
la edad de su rival, Garry Kas-
párov, así que no sorprende que
fuera derrotado por quien en
aquellos momentos ya apunta-
ba que sería uno de los mejores
jugadores de todos los tiempos.
Vasili Smyslov (derecha) y Garry
Kaspárov en la final del Torneo de
Candidatos de 1983, en el que se impuso
Kaspárov.

24

18_Ajedrez.indd 24 16/06/11 11:05

 Botvínnik, un duro rival
En 1948 Smyslov jugó el torneo para designar
el campeón mundial, en el que quedó segundo
tras Botvínnik. En el Torneo de Candidatos si-
guiente, en 1950, del que había de salir el reta-
dor de Botvínnik, quedó tercero, pero al ganar el
Torneo de Candidatos en 1953, tuvo derecho a
enfrentarse al campeón al año siguiente, un en-
cuentro que terminó empatado a 12 puntos. Tres
años más tarde repitió la gesta y ganó de nuevo el
derecho a enfrentarse a Botvínnik, al que derrotó
en el match de 1957. Al año siguiente, Smyslov
perdió la revancha y Botvínnik recuperó el título.

V. Smyslov 17.£h7+ ¢f8 18.¦e1 ¥b5 26...£xb2 27.£h8+

M. Vidmar 19.¥xb5 £xb5 20.¤g3 ¢e7
Londres (1983) ¤g6 21.¤e5 ¤de7

1.d4 ¤f6 2.¤f3 e6 3.c4

d5 4.¤c3 c5 5.cxd5 ¤xd5
6.e3 ¤c6 7.¥d3 ¥e7 8.0-0
0-0 9.a3 cxd4 10.exd4 ¥f6
11.£c2 h6 12.¦d1 £b6
13.¥c4 ¦d8

28.¦xe6+! fxe6 29.£xg7+

No sería bueno jugar 13...¤xd4
14.¤xd4 ¥xd4 15.¤a4 y si
15...£c7 16.¦xd4 b5 17.¥xh6! y
no vale 17...gxh6 18.¦g4+ ¢h8
19.£d2 ¢h7 20.¦h4.
14.¤e2 ¥d7 15.£e4 ¤ce7
16.¥d3 ¥a4?
Se ha menospreciado el peli-
gro que supone la entrada de la
Dama en h7. Sin lugar a dudas,
era preferible 16...¤g6.
El intento de ganar la Dama con
21...¥xe5 22.dxe5 ¢e7 23.£xg7
¦h8 falla por 24.¤f5+ exf5 25.e6.
22.¥xh6! ¤xe5
Si 22...¥xe5, 23.¦xe5 ¤xe5
24.£xg7+ ¢e8 25.dxe5 £xb2
26.£f8+ ¢d7 27.¦d1+ ganando.
23.¤h5! ¤f3+
No vale 23...gxh6 24.£xh6+ ¢e8
25.¤xf6#, ni 23...¤f5 24.dxe5
¥xe5 25.¥g5 con fuerte ataque.
24.gxf3 ¤f5 25.¤xf6
¤xh6 26.d5!
Así se impide el paso de la Dama
negra al flanco de Rey y se crean
nuevas amenazas.
¤f7
También si 29...¢d6 30.¤e4+.
30.d6+!
Esta es la clave. Con esta jugada
se gana la Dama enemiga. En
cambio 30.¤g8+?? ¦xg8 deja
clavada la Dama blanca.
30...¦xd6 31.¤d5+ ¦xd5
32.£xb2
El resto es fácil para un jugador
como Smyslov.
32...b6 33.£b4+ ¢f6
34.¦e1 ¦h8 35.h4 ¦hd8
36.¦e4 ¤d6 37.£c3+ e5
38.¦xe5 ¦xe5 39.f4 ¤f7
40.fxe5+ ¢e6 41.£c4+ 1-0

25

18_Ajedrez.indd 25 16/06/11 11:05

 Zona de juego

En estas páginas vamos a practicar todo lo aprendido hasta ahora. Más allá de los
conceptos teóricos, solo la práctica de jugadas y situaciones concretas nos permite
avanzar en el desarrollo del juego y gracias a ella podemos superarnos día a día.
Algunos retos tienen un tiempo de realización aproximado, para que nos acos-
tumbremos a controlar ese parámetro en la toma de decisiones.

Aperturas
1 Juegan las blancas 2 Juegan las blancas 3 Juegan las blancas

¿Cuál es su mejor ¿Cuál es su mejor ¿Cuál es su mejor ju-

2 10 1 5 2 10
continuación? continuación? gada? ¿Cómo pueden
seguir?

Táctica
1 Juegan las blancas 2 Juegan las blancas 3 Juegan las negras

¿Cómo ganan? ¿Cómo ganan? ¿Cómo ganan?

1 5 1 5 2 10

26

18_Ajedrez.indd 26 16/06/11 11:05

 4 Juegan las blancas 5 Juegan las blancas 6 Juegan las negras

¿Cómo ganan? ¿Cómo ganan? ¿Cómo pueden

3 15 4 20 4 20
ganar material?

Estrategia
1 Juegan las blancas 2 Juegan las blancas 3 Juegan las blancas

¿Cuál es su mejor ¿Cuál es su mejor ¿Cuál es la continua-

4 20 4 20 4 20
continuación? continuación? ción más fuerte?

Finales
1 Juegan las blancas 2 Juegan las blancas 3 Juegan las blancas

¿Cómo ganan? ¿Cómo ganan? ¿Cómo ganan?

2 10 4 20 3 15

27

18_Ajedrez.indd 27 16/06/11 11:05

 Soluciones
Aperturas
1 1.¦g1 (También es bue-
no 1.¥xf7+) 1...£h3 (1...¥xd2+
2.¢e2! £h3 3.£xd2) 2.¥xf7+ ¢e7
3.¦g3 con clara ventaja de las piezas
del bando blanco.
2 1.e5! ¤g4 (1...£e7 2.0-0 ¤g4
3.¦e1) 2.¥xf7+ ¢xf7 3.¤g5+ ¢e8
4.£xg4 ¤xe5 5.£e4 con ventaja.
3 1.¥g5 £e7 (1...¤xe4 2.£xg7)
2.¦fe1 0-0 3.e5 dxe5 4.¤xe5 ¤xe5
5.¦xe5 con ventaja blanca.
Táctica
1 1.£xe4! y las blancas ganan.
2 1.¤e7! (No 1.¢xg2? ¥d5+)
1...¢g7 (1...¤f4 2.¥d4#) 2.¢xg2 y
ganan.
28
18_Ajedrez.indd 28
3 1...d3! 2.¥xf6 dxc2 3.¥xd8
cxd1=£ 4.¦axd1 ¦axd8 y las negras
han ganado una pieza.
4 1.¦xf5! (Pero no 1.¤xd7 ¤g3+
2.hxg3 hxg3+) 1...gxf5 (1...¦d1+
2.¦f1+-) 2.¤xd7 y ganan.
5 1.£a3 ¥b5 2.¦xb5! £xa3
3.¦b7+ y ganan.
6 1...¥h2+ (Pero no la directa
1...¥g3 2.£xf7+! ¦xf7 3.¦e8#)
2.¢f1 ¥g3 con ventaja.
Estrategia
1 1.¥xh7+! ¢xh7 2.hxg5+ ¢g8
3.¦h8+! (3.£h5 ¥xg5 no da a las
blancas más que tablas, pero la
del texto fuerza el mate.) 3...¢f7
(3...¢xh8 4.£h5+ ¢g8 5.g6)
4.£h5+ g6 5.£h7+ ¢e8 6.£xg6#.
2 1.¥xh7+! ¢xh7 2.¥xf6 ¥xf6
3.£h5+ ¢g8 4.£xf7+ ¢h7 5.¦d3
con amenazas decisivas.
3 1.¥xh6! gxh6 2.£xh6 ¦fd8
3.¤g5 ¥c5 4.¥h7+ ¢h8 5.¥f5+
¢g8 6.¤e4! ganando.
Finales
1 1.¥e5 ¢e7 2.¢c5 ¢d7 3.d6
(3.¢b6? ¤f6! 4.¥xf6 ¢d6) 3...¢e6
4.¢c6 ¢xe5 5.d7 y ganan.
2 1.¥b4+! (No 1.¥b2? ¤e7+
2.¢d8 ¤c6+ 3.¢e8 ¢e6 tablas.)
1...¢e6 2.¢c7 ¢d5 3.¥a3 y las
blancas ganan.
3 Si 1.¥f2+, ¢d5 (1...¢b5
2.¥d4) 2.¥d4! y las piezas del ban-
do negro quedan en posición de
zugzwang.
16/06/11 11:05