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Jaime Martínez-Castillo
Universidad Veracruzana
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RESUMEN
* Docente incorporada a la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial, CETis 134. CE:
miss.martinez.iex@hotmail.com, cel. 2281250154
*** Investigador de tiempo completo, académico de carrera titular “C” del Centro de Investigaciones
en Micro y Nanotecnología de la Universidad Veracruzana. CE: jaimartinez@uv.mx
INTRODUCCIÓN
El modelo aula invertida, aula inversa o aula volteada, fue difundido extensamente
en 2012, gracias a Aaron Sams y a John Bergmann (Coufal, 2014; Talbert, 2014)
aunque la autoría puede atribuirse a Lage, Platt y Treglia (2000), quienes
acuñaron el término inverted classrom a fin de referir el uso de la estrategia
utilizada en su propia asignatura (Talbert, 2012; Tucker, 2012).
1
organización registrada en Estados Unidos con el fin de congregar a los distintos actores
educativos interesados en el uso del FLM a fin otorgarles apoyo, capacitación y recursos. Ver
http://www.flippedlearning.org
El aprendizaje invertido es un enfoque pedagógico en el que
Kong (2014), Pierce y Fox (2012), y Tune, Sturek y Basile (2013), refieren
diferencias significativas a favor del aula invertida. Adicionalmente, Pierce y Fox
(2012) y Tune et al. (2013) reportan mejora en la percepción del aprendizaje auto-
dirigido.
Por otro lado, los últimos resultados arrojados por la 12° encuesta anual en
línea Speak Up (2015), a cargo de Project Tomorrow2 y The Flipped Learning
Network , refieren un incremento en el interés de los docentes norteamericanos
por el uso del modelo, así como un mayor porcentaje de experiencias positivas
reportadas por quienes ya lo han utilizado (docentes y alumnos). Como dato
interesante, se encuentra la preocupación de la falta de acceso a material en Red
fuera del centro educativo aunque los porcentajes de uso indican una superación
paulatina de la barrera mencionada. Así mismo, se reporta que la preocupación
sobre la falta de entrenamiento formal de los docentes para la puesta en práctica
del modelo ha disminuido y se evidencian áreas a tomar en cuenta por las
autoridades educativas para optimizar la capacitación ofrecida, como lo
relacionado al uso adecuado del tiempo dentro del aula.
Los datos anteriores coinciden con los reportados por la encuesta a cargo
del FLN y SOPHIA3 en 2014, donde se revela que el aumento de educadores
interesados en el modelo proviene del entusiasmo contagiado por algún colega,
extendiéndose más rápido en los niveles educativos medio y superior, sin ser un
factor determinante la edad y/o antigüedad de los docentes que lo practican ni
haber recibido capacitación formal (teórica o tecnológica) al respecto.
Ahora que, “cuando el río suena es porque agua lleva”; entre los docentes
norteamericanos la expansión paulatina y acelerada del modelo ha sido en su
mayoría un trabajo entre colegas que han compartido experiencias satisfactorias;
mientras que en México la sugerencia vino desde arriba, en paquete, a la par de la
indicación del uso de la plataforma educativa Edmodo en el nivel medio superior,
con la consigna de su implementación en al menos uno de los grupos de cada
plantel. En este punto, se desvirtúa el uso el FLM si no se tiene claro que una cosa
es el uso de plataformas y otra, la práctica de un enfoque pedagógico apoyado en
el uso de tecnología. En el primer caso, se puede hacer uso de plataformas
digitales para enviar y recibir las tradicionales tareas; en el segundo, se estructura
la experiencia educativa, los objetos de aprendizaje, las técnicas y estrategias, los
aprendizajes esperados, medios y momentos, en fin se practica el proceso de
enseñanza-aprendizaje con una base pedagógica bien fundamentada.
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