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Guía de actividades
Módulo 20
Juicio de amparo
Unidad 1
Generalidades del amparo
Sesión 1
Naturaleza jurídica y principios del
amparo
Texto de apoyo
Índice
Presentación.......................................................................................................................................... 3
Naturaleza jurídica del amparo .............................................................................................................. 4
Principios del amparo ............................................................................................................................ 8
Instancia de parte............................................................................................................................... 8
Agravio personal y directo (interés jurídico y legítimo)........................................................................ 9
Relatividad de las sentencias de amparo ........................................................................................... 9
Definitividad ..................................................................................................................................... 13
Estricto Derecho............................................................................................................................... 21
Presentación
Al ser los derechos fundamentales los mínimos derechos que deben tener todas las personas frente a
los órganos de gobierno, el amparo es uno de los instrumentos jurisdiccionales al alcance de los
sujetos particulares para hacerlos valer. De hecho, el amparo es aplicable para hacer valer
principalmente a la Constitución, siempre que se acredite un interés jurídico o legítimo. Para
comprender su función, en esta sesión conocerás tanto su naturaleza jurídica como sus principios, los
cuales determinan las causales de procedencia e improcedencia.
Por otra parte, en algunos casos los particulares llegan a emitir actos muy parecidos a los de la
autoridad respecto de los que las personas pueden quedar indefensos. Conocerás, entonces, qué
características deben revestir sus actos para homologarlos a los de la autoridad formal y, por ende,
promover amparo en su contra.
Hans Kelsen aludió a los distintos tipos de regularidad que se presentan en un sistema jurídico:
A causa de que en la Constitución por antonomasia se reconocen los derechos humanos, se llega a
pensar que el amparo es un medio de protección de esos derechos, sin embargo, la Constitución tiene
un contenido mayor, puesto que ésta crea a los órganos de gobierno, les establece facultades y marca
las directrices de forma y fondo de cómo ejercer esas facultades.
Cuando la infracción a algún precepto constitucional repercute en los particulares, éstos pueden
reclamarla mediante el amparo, de ahí que en realidad el amparo tutela grosso modo a toda la
Constitución, pues como se verá más delante, existen actos contra los que el amparo no es
procedente.
Entre las características que permiten conceptualizar al amparo, se pueden destacar las siguientes:
1. Es un medio de control de la regularidad, esto significa que a través del amparo se verifica la
conformidad de los actos de autoridad, a fin de que se ajusten en su forma y fondo con la
Constitución, las leyes, los tratados, la jurisprudencia y las observaciones generales u opiniones
consultivas a los tratados.
2. Recae sobre actos concretos, normas generales y omisiones. Es así porque en un sistema jurídico
sólo es posible la creación de leyes o la aplicación de éstas y si el control de la regularidad
pretende que las normas y actos se ajusten a la Constitución, fuerza a que existan mecanismos de
control de la regularidad que permitan verificar si esas normas y actos se amoldan o no a dicho
bloque.
particulares que las omisiones de la autoridad se ajusten a las leyes, Constitución, tratados,
observaciones y jurisprudencia.
Si una autoridad legislativa es omisa en expedir una ley que impide el ejercicio de las
facultades de otra autoridad o el ejercicio de los derechos a los particulares.
Sobre las partes en el amparo, baste anticipar que la procedencia del amparo contra
particulares ocurre cuando el particular actúa con base en una ley, emite actos
jurídicos de modo unilateral y heterónomo, creando, modificando o extinguiendo
situaciones jurídicas en forma válida, en una relación de supra a subordinación.
7. Puede hacerse valedero por los sujetos particulares con interés jurídico o legítimo. Esto quiere
decir que si el acto reclamado afecta los derechos subjetivos del quejoso, éste tendrá interés
jurídico que lo legitimará en la causa para promover el amparo.
Si no se afectan los derechos subjetivos del quejoso, pero la anulación del acto
reclamado, o bien, la emisión del que se aduce omitido por la autoridad, se traduce
en una ventaja, beneficio o efecto positivo para el quejoso, entonces, se actualiza la
hipótesis del interés legítimo.
Llamamos “principios del amparo” a los parámetros que delinean el contenido, la teleología y el
funcionamiento del amparo. Están contenidos en los artículos constitucionales 103 y 107, y son
desarrollados en una ley reglamentaria: Ley de Amparo que, por ende, no puede ir en contra de lo
establecido en la Constitución. Por ello, eventualmente la Ley de Amparo (LA) podría ser –y en
algunos casos lo es– violatoria de la Constitución.
Conviene ahora conocer el contenido, alcance y excepciones de cada uno de los principios del
amparo, para comprender mejor su razón de ser, su diseño estructural y hasta su complejo
procedimiento con el apoyo de la interpretación jurisprudencial, que es vinculante en términos del
artículo 217 de la propia LA.
Instancia de parte
Ningún juez otorga la protección de la justicia federal si no es porque previamente le fue solicitado.
Aunque solicitarlo no significa que necesariamente habrá de concederse, pues hay que satisfacer una
serie de requisitos para ello.
Aunque este principio suele enunciarse como “instancia de parte agraviada”, en realidad es en el
principio del “agravio personal y directo” donde se explica en qué consiste el agravio de la persona que
solicita el amparo.
Llamamos “agravio personal y directo” a la afectación de un derecho subjetivo del particular por un
acto de autoridad. Cuando surge este agravio, se legitima al particular para promover el amparo y así
reestablecer el goce del derecho violentado. De este modo, de concedérsele el amparo solicitado
puede traducirse en algún “efecto positivo” o “beneficio” a favor del quejoso, pues, con la concesión del
amparo se puede tener el beneficio o bien, la eliminación de la afectación que reclama el quejoso.
El principio de relatividad de las sentencias de amparo, conocido también como “fórmula Otero” en
atención a Mariano Otero, consiste en que el amparo sólo puede afectar o beneficiar a quienes fueron
parte en él. Sin embargo, esto es en realidad una forma reduccionista de la propuesta del citado autor,
pues éste propuso en su “voto particular” un sistema de tres medios de control, dos de los cuales
procedían contra normas generales: uno expedido por el Congreso Federal y otro contra normas de
congresos locales. En ambos casos, la resolución tenía efectos generales, pues se anulaba la norma
íntegramente.
Las sentencias que se pronuncien en los juicios de amparo sólo se ocuparán de los individuos
particulares o de las personas morales, privadas u oficiales que lo hubieren solicitado, limitándose a
ampararlos y protegerlos, si procediere, en el caso especial sobre el que verse la demanda.
El Pleno y las Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como los Tribunales Colegiados
de Circuito, tratándose de resoluciones sobre la constitucionalidad o convencionalidad de una norma
general y amparos colectivos, deberán hacer públicos los proyectos de sentencias que serán discutidos
en las sesiones correspondientes, cuando menos con tres días de anticipación a la publicación de las
listas de los asuntos que se resolverán.
Cuando proceda hacer la declaratoria general de inconstitucionalidad, se aplicarán las disposiciones del
título cuarto de esta ley.
No obstante, resulta que en la praxis las ejecutorias de amparo sí pueden extender sus efectos a
autoridades que no fueron parte en el amparo en los casos siguientes:
A las llamadas autoridades vinculadas: Éstas son las que, por naturaleza de sus funciones, deban
realizar alguna actuación a fin de lograr el cabal cumplimiento de las sentencias. Éstas
autoridades las establece el artículo 197 de la Ley de Amparo del modo siguiente:
Artículo 197. Todas las autoridades que tengan o deban tener intervención en el cumplimiento de la
sentencia están obligadas a realizar, dentro del ámbito de su competencia, los actos necesarios para su
eficaz cumplimiento y estarán sujetos a las mismas responsabilidades a que alude este capítulo.
Artículo 231. Cuando las salas o el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los juicios de
amparo indirecto en revisión, resuelvan la inconstitucionalidad de una norma general por segunda
ocasión consecutiva, en una o en distintas sesiones, el presidente de la sala respectiva o de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación lo informará a la autoridad emisora de la norma.
Artículo 232. Cuando el pleno o las salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los juicios de
amparo indirecto en revisión, establezcan jurisprudencia por reiteración, en la cual se determine la
inconstitucionalidad de la misma norma general, se procederá a la notificación a que se refiere el tercer
párrafo de la fracción II del artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Una vez que se hubiere notificado al órgano emisor de la norma y transcurrido el plazo de 90 días
naturales sin que se modifique o derogue la norma declarada inconstitucional, el pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación emitirá la declaratoria general de inconstitucionalidad correspondiente
siempre que hubiera sido aprobada por mayoría de cuando menos ocho votos.
Cuando el órgano emisor de la norma sea el órgano legislativo federal o local, el plazo referido en el
párrafo anterior se computará dentro de los días útiles de los periodos ordinarios de sesiones
determinados en la Constitución Federal, en el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, o en la
Constitución Local, según corresponda.
Otra razón por la cual el principio de relatividad de los efectos de las sentencias de amparo es
debatible, obedece a que el amparo protege todo tipo de derechos reconocidos en la Constitución,
leyes, tratados y sus observaciones, y en esas fuentes normativas, lo mismo se contienen derechos
individuales, que colectivos o difusos, lo cual hace que los efectos de las sentencias de amparo se
extiendan incluso a un número indefinido de personas.
Cuando se construye un centro de salud o una escuela, que no sólo dará atención a
quienes hayan promovido el amparo, sino también a las personas de la comunidad.
Conforme a lo anterior, la siguiente tesis aislada (que está llamada a convertirse en jurisprudencia
obligatoria) establece que este principio de relatividad de los efectos de las sentencias de amparo no
debe ser pretexto para inadmitir o sobreseer los juicios de amparo cuando éstos versen sobre
derechos colectivos, lo cual se hace extensivo a los difusos:
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. NO PUEDE ALEGARSE VIOLACIÓN AL PRINCIPIO DE RELATIVIDAD DE LAS
SENTENCIAS Y, POR ELLO, SOBRESEER EN EL JUICIO, CUANDO SE ACTUALIZA LA EXISTENCIA DE UN INTERÉS
Definitividad
Al ser el amparo un medio extraordinario de defensa, se exige que previo a su promoción se deban
haber empleado todos los medios ordinarios de defensa capaces de revocar, modificar o nulificar el
acto reclamado, ya que por regla general no se permite instar al amparo sin antes haber empleado
esos medios ordinarios de defensa.
Si no se agotan dichos medios ordinarios y se acude al amparo, se estima que el acto reclamado fue
consentido y el amparo deviene improcedente.
Por otro lado, si la regla general es agotar los medios ordinarios de defensa, existen diversas
excepciones a este principio. A continuación, se exponen las excepciones en las se permite al
particular acudir de inmediato al amparo sin agotar los medios ordinarios de defensa. Estas
excepciones, si bien son muchas, son señaladas conforme a la fracción que las contiene; cada
fracción contempla más de una excepción.
1. Cuando el amparo se haga valer en contra de la norma general en que se funda el acto
reclamado. En tal caso, será optativo para el particular impugnar el acto de aplicación de la norma
general a través del medio ordinario de defensa o mediante amparo. Según el caso, el acto se
anulará como consecuencia de la anulación de la ley o impugnarse también por vicios propios.
Esta excepción se contempla por el artículo 61 fracción XIV de la Ley de Amparo, que establece:
XIV. Contra normas generales o actos consentidos tácitamente, entendiéndose por tales aquéllos contra
los que no se promueva el juicio de amparo dentro de los plazos previstos.
No se entenderá consentida una norma general, a pesar de que siendo impugnable en amparo desde el
momento de la iniciación de su vigencia no se haya reclamado, sino sólo en el caso de que tampoco se
haya promovido amparo contra el primer acto de su aplicación en perjuicio del quejoso.
Cuando contra el primer acto de aplicación proceda algún recurso o medio de defensa legal por
virtud del cual pueda ser modificado, revocado o nulificado, será optativo para el interesado
hacerlo valer o impugnar desde luego la norma general en juicio de amparo. En el primer caso, sólo
se entenderá consentida la norma general si no se promueve contra ella el amparo dentro del plazo legal
contado a partir del día siguiente de aquél al en que surta sus efectos la notificación de la resolución
recaída al recurso o medio de defensa, si no existieran medios de defensa ordinarios en contra de dicha
resolución, o de la última resolución recaída al medio de defensa ordinario previsto en ley contra la
resolución del recurso, aun cuando para fundarlo se hayan aducido exclusivamente motivos de
ilegalidad.
Si en contra de dicha resolución procede amparo directo, deberá estarse a lo dispuesto en el capítulo
respectivo a ese procedimiento.
XVIII. Contra las resoluciones de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, respecto de las
cuales conceda la ley ordinaria algún recurso o medio de defensa, dentro del procedimiento, por virtud
del cual puedan ser modificadas, revocadas o nulificadas.
[…]
XX. Contra actos de autoridades distintas de los tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, que
deban ser revisados de oficio, conforme a las leyes que los rijan, o proceda contra ellos algún juicio,
recurso o medio de defensa legal por virtud del cual puedan ser modificados, revocados o nulificados,
siempre que conforme a las mismas leyes se suspendan los efectos de dichos actos de oficio o
mediante la interposición del juicio, recurso o medio de defensa legal que haga valer el quejoso, con los
mismos alcances que los que prevé esta Ley y sin exigir mayores requisitos que los que la misma
consigna para conceder la suspensión definitiva, ni plazo mayor que el que establece para el
No existe obligación de agotar tales recursos o medios de defensa, si el acto reclamado carece de
fundamentación, cuando sólo se aleguen violaciones directas a la Constitución o cuando el recurso o
medio de defensa se encuentre previsto en un reglamento sin que la ley aplicable contemple su
existencia.
El primer párrafo establece, como primera excepción, que el acto reclamado no prevea un medio
ordinario de defensa que tenga como efecto el de revocar, modificar o nulificar el acto reclamado,
pues si existe tal medio, pero no consigue ninguno de esos efectos, entonces el amparo será
procedente sin agotarlo.
El siguiente grupo de excepciones gira entorno a la suspensión del acto reclamado, ya que el
amparo busca restablecer al quejoso en el uso y goce del derecho violentado, por lo que con su
interposición se busca evitar que el acto reclamado se consume, suspendiendo su ejecución. Si el
medio ordinario prevé la suspensión, pero ésta no tiene los mismos alcances que los que establece
la Ley de Amparo, entonces, tampoco será obligatorio agotar ese medio ordinario de defensa. Los
efectos de la suspensión del acto se contienen en los artículos 147 al 152, aunque para esta
fracción XX sólo importa la materia administrativa, de la que destaca que la suspensión tiene
efectos restitutivos temporales, como se establece en el segundo párrafo del artículo 147. Si el
medio ordinario no prevé ese efecto restitutivo, el amparo será procedente porque la suspensión
que prevea el medio ordinario no tendrá el mismo alcance que la suspensión en el amparo.
También, si el medio ordinario de defensa prevé la suspensión, pero para su concesión exige
mayores requisitos que los contemplados por la, constituye una excepción a la definitividad en
materia administrativa. Los requisitos para el otorgamiento de la suspensión son:
Que lo solicite el quejoso, acreditando la apariencia del buen derecho, es decir, que el derecho
que aduce violentado, se encuentra protegido por el orden jurídico positivo.
Incluso, se actualiza la excepción de definitividad si la ley que regule el medio ordinario de defensa
no establece plazo para proveer sobre la suspensión, pues ello deja en incertidumbre jurídica a las
partes.
Sin embargo, dado que la jurisprudencia emitida por los Plenos de Circuito sólo
vincula a las autoridades del Circuito en el que se emita, deberá siempre verificar si
en su circuito existe jurisprudencia al respecto, pues para el caso del Primer
Circuito, impera el siguiente criterio obligatorio:
Téngase claro que en este caso la ausencia de fundamentación debe ser total, pues
de lo contrario se estaría en presencia de la indebida o quizá insuficiente
fundamentación:
para reclamarla, ello ocurre cuando se reclama exclusivamente esa violación, pero no cuando en los
conceptos de violación se reclaman también infracciones a las leyes ordinarias, porque entonces la
materia litigiosa se contrae a una cuestión de legalidad y por tal razón debe acudirse al medio ordinario
de defensa, ya que de otro modo bastaría involucrar en la demanda de amparo la violación de un
precepto constitucional para eludir el agotamiento de los recursos ordinarios, desvirtuándose así el
requisito de definitividad que debe tener el acto reclamado en el juicio constitucional (Tesis: 254106).
Para cerrar las excepciones al principio de definitividad en amparo indirecto en materia administrativa,
se debe tener claro que, si se opta por acogerse a alguna de ellas y se promueve el medio ordinario de
defensa, ya no podrá acudirse al amparo indirecto acogiéndose a las referidas excepciones, pues se
queda obligado a agotar toda la cadena impugnativa ordinaria y, llegado el caso, podrá impugnar la
resolución definitiva en amparo directo.
DEFINITIVIDAD EN EL AMPARO. CUANDO EL PARTICULAR OPTA POR IMPUGNAR UNA RESOLUCIÓN MEDIANTE UN
RECURSO ADMINISTRATIVO Y ÉSTE PROCEDE, QUEDA OBLIGADO, PREVIAMENTE A LA PROMOCIÓN DEL JUICIO DE
GARANTÍAS, A RECORRER TODAS LAS INSTANCIAS Y MEDIOS ORDINARIOS DE IMPUGNACIÓN QUE DERIVEN DE
AQUÉL, PUES TAL DECISIÓN IMPLICA SUJETARSE AL MENCIONADO PRINCIPIO. Cuando el particular opta por
impugnar una resolución mediante un recurso administrativo y éste procede, queda obligado,
previamente a la promoción del amparo, a recorrer todas las instancias y medios ordinarios de
impugnación que deriven de aquél, asumiendo sus consecuencias, las cuales no puede abandonar a su
conveniencia porque renunció a su oportunidad de acudir inmediatamente al juicio de garantías, pues tal
decisión implica sujetarse al principio de definitividad que rige a dicho medio de control de
constitucionalidad; por lo que el quejoso no puede hacer valer una excepción a dicho principio en una
instancia intermedia (Tesis: I.17o.A. J/1).
Artículo 171. Al reclamarse la sentencia definitiva, laudo o resolución que ponga fin al juicio, deberán
hacerse valer las violaciones a las leyes del procedimiento, siempre y cuando el quejoso las haya
impugnado durante la tramitación del juicio, mediante el recurso o medio de defensa que, en su caso,
señale la ley ordinaria respectiva y la violación procesal trascienda al resultado del fallo.
Este requisito no será exigible en amparos contra actos que afecten derechos de menores o incapaces,
al estado civil, o al orden o estabilidad de la familia, ejidatarios, comuneros, trabajadores, núcleos de
población ejidal o comunal, o quienes por sus condiciones de pobreza o marginación se encuentren en
clara desventaja social para emprender un juicio, ni en los de naturaleza penal promovidos por el
inculpado. Tampoco será exigible el requisito cuando se alegue que, la ley aplicada o que se debió
aplicar en el acto procesal, es contrario a la Constitución o a los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte.
Estricto Derecho
El principio de estricto Derecho es muy sencillo: se refiere a que en la resolución de los procesos de
amparo, la litis se fija entre el acto reclamado y los conceptos de violación y aunque el artículo 76 de la
LA permite al juez corregir la cita errónea de los preceptos constitucionales invocados, no tiene
permiso legal para modificar lo expresado por el quejoso en sus conceptos de violación, que es donde
explica por qué considera que el acto reclamado es irregular:
Artículo 76. El órgano jurisdiccional, deberá corregir los errores u omisiones que advierta en la cita de los
preceptos constitucionales y legales que se estimen violados, y podrá examinar en su conjunto los
conceptos de violación y los agravios, así como los demás razonamientos de las partes, a fin de resolver
la cuestión efectivamente planteada, sin cambiar los hechos expuestos en la demanda.
Artículo 79. La autoridad que conozca del juicio de amparo deberá suplir la deficiencia de los conceptos
de violación o agravios, en los casos siguientes:
I. En cualquier materia, cuando el acto reclamado se funde en normas generales que han sido
consideradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de
los Plenos de Circuito. La jurisprudencia de los Plenos de Circuito sólo obligará a suplir la deficiencia de
los conceptos de violación o agravios a los juzgados y tribunales del circuito correspondientes.
II. En favor de los menores o incapaces, o en aquellos casos en que se afecte el orden y desarrollo de la
familia.
III. En materia penal:
a) En favor del inculpado o sentenciado.
b) En favor del ofendido o víctima en los casos en que tenga el carácter de quejoso o adherente.
IV. En materia agraria:
a) En los casos a que se refiere la fracción III del artículo 17 de esta ley.
b) En favor de los ejidatarios y comuneros en particular, cuando el acto reclamado afecte sus bienes o
derechos agrarios.
En los casos de las fracciones I, II, III, IV, V y VII de este artículo la suplencia se dará aún ante la
ausencia de conceptos de violación o agravios.
La suplencia de la queja por violaciones procesales o formales sólo podrá operar cuando se advierta que
en el acto reclamado no existe algún vicio de fondo.
En la fracción I se alude a los casos en que la ley que impugne el quejoso haya sido declarada
inconstitucional por jurisprudencia vinculante, pues en tal caso, ya existen precedentes que
determinaron la inconstitucionalidad de la ley y como en México al declararse la inconstitucionalidad de
una norma general no se anula con efectos generales como la lógica ordena, sino que sólo se inaplica
a quien promueva el amparo, se tiene como paliativo esta suplencia de la queja, lo que además implica
que el amparo se tramite de manera más rápida, acortando los plazos para algunos actos procesales
como establece el artículo 118 de la LA.
La segunda fracción no requiere mayor explicación. La familia es la célula básica de la sociedad y los
niños, el futuro del país, además de constituir un sector social que por sus cualidades de incapacidad
“legal y natural”, requieren mayor protección. Por eso, a su favor opera la suplencia de la queja
deficiente. Esa misma lógica de proteger a grupos vulnerables, aconseja suplir la queja deficiente en
materia penal al inculpado o reo y a la víctima u ofendido por el delito, no así a la parte acusante
(fracción III). Bajo la premisa del Derecho Social, a favor de los ejidatarios y comuneros, sujetos del
Derecho Agrario, que por desgracia constituyen un sector desprotegido, opera la suplencia de la queja
deficiente e incluso al solicitarse informe a la autoridad responsable. Este informe debe revestir las
características especiales que exige el artículo 117 de la LA (fracción IV). Se estima grupo vulnerable a
la clase trabajadora, al estar en desventaja con relación a su empleador, por ello, la fracción V
establece la suplencia a su favor.
La sexta fracción amplía a otras materias la suplencia cuando se haya producido una “violación
evidente” a sus derechos fundamentales, contenidos en la Constitución y/o tratados que lo haya
colocado en estado de indefensión. Y también opera la suplencia en otras materias, cuando se afecte
a grupos vulnerables por su pobreza o marginación.
Antes de la reforma de 2011, el amparo únicamente procedía en contra de actos de autoridad. Pero
como se señaló al inicio, la experiencia demostró que en algunos casos los particulares llegan a emitir
actos muy parecidos a los de la autoridad, respecto de los que el particular queda indefenso. Por ello,
en la LA vigente se establece la procedencia del amparo en contra de actos de particulares, según
establece el artículo 5 fracción II:
Para los efectos de esta ley, los particulares tendrán la calidad de autoridad responsable cuando realicen
actos equivalentes a los de autoridad, que afecten derechos en los términos de esta fracción, y cuyas
funciones estén determinadas por una norma general.
Modifique la situación jurídica del particular: Cree, modifique, transmita o extinga derechos u
obligaciones del particular.
Se haga de modo válido: Es decir, que su actuación es sancionada por el Derecho.
Actúe con base en una ley: Ésto le asemeja a las facultades que ejercen los órganos que
formalmente pertenecen a la Administración Pública.
Omita realizar el acto que modificaría la situación jurídica del quejoso: Ya que su pasividad en
emitir un acto puede afectar al particular.
Actúe en una relación de supra a subordinación, es decir, que el particular que modifica la
situación jurídica del quejoso no lo haga en un plano de igualdad, sino investido de la facultad
de imperio.
Cierre
Cierre
Fuente: Flaticon
En esta sesión has aprendido los principios rectores del amparo (directo e indirecto) con las
excepciones que, en su caso, admite cada principio y en las distintas materias, con especial atención
en los principios de agravio personal y directo, pues en éstos en 2011 se introdujo el interés legítimo y
se reformó el principio de actos de autoridad, pues antes el amparo sólo procedía contra actos de
autoridad formalmente hablando y no contra particulares.
Recuerda que antes de presentar un amparo directo o indirecto, se deben agotar los medios ordinarios
de defensa en acatamiento al principio de definitividad, salvo que se encuentre en alguna de las
excepciones a dicho principio. Ante este último caso, se deberá indicar en la demanda de amparo.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Jurisprudencia
Tesis: P./J. 50/2014 (10a). Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Décima época. Libro
12, noviembre de 2014, tomo I, p. 60. Recuperado de: https://goo.gl/g4pGZB
Tesis: 254106. Semanario Judicial de la Federación. Séptima época. Volumen 84, sexta parte, p.
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Tesis: PC.VI.A. J/9 A (10a). Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Décima época. Libro
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Tesis: VI.1o.A.40 K. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena época, T. XXVI,
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Tesis: VII.2o.C. J/21. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena época, T. XXII,
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Tesis: I.6o.C. J/52. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena época, T. XXV,
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Tesis: I.17o.A. J/1. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena época, T. XXX,
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Legislación