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LA CORRUPCIÓN POLÍTICA EN COLOMBIA: ENFERMEDAD QUE AMENAZA LA

LIBERTAD Y EL PROGRESO.

Cuando nos referimos a la palabra corrupción llegan definiciones tal vez muy acertadas, pero

es la Secretaría de Función Pública, (2013) quien se refiere a ella de forma puntual como el abuso

de poder para beneficio propio a diferentes escalas, según los fondos perdidos y el sector en el que

se produzca; en este caso nos enfocaremos en la clasificación de corrupción más frecuente al

menos en nuestro país.

La corrupción política tiene como base la manipulación y es cuando un funcionario del estado

abusa de su posición para sacar provecho personal y mantener su estatus. Casos de estos se

presencian día a día en Colombia y es que, a lo largo de nuestra historia, la corrupción ha sido un

tema que nos ha tocado, pero nunca se ha tenido la suficiente fortaleza y decisión para cambiar la

situación; nos negamos a elegir bien, con transparencia y criterio, nos hemos acostumbrado a que

sea parte de nuestra realidad, somos actores directos del fortalecimiento de algo que nos destruye

como país, que alimenta la inequidad y el bajo desarrollo tanto en educación como en

infraestructura.

Hernández G. (2018) da una breve explicación de lo que a su modo de ver es la causante de las

desgracias en Colombia y es que la ambición personal, la falta de ética y la creencia de que “todo

vale” para conseguir los intereses propios, tanto de votantes como de dirigentes, es la constante

que hace que el país vaya en declive.

Se puede decir entonces que la raíz de muchos o la gran mayoría de los problemas en el país

tiene que ver directamente con la corrupción política, si desde el inicio eligiéramos a una persona

honesta, con ética profesional, que pensara más en las personas que necesitan una oportunidad,
una herramienta o dicho de otra forma, en que no solo su bienestar importa, sino que el pueblo que

es quien lo elige merece ver retribuida esa confianza, no se tendrían que buscar soluciones

extremas a problemas que hoy por hoy son cotidianos en nuestro diario vivir porque muy

probablemente no llegarían a ser ni la mitad de importantes, se dejarían de ver situaciones en donde

personas que nunca han tenido un antecedente criminal o psicológico terminan asesinando o

robando, decisiones algo extremas y equivocadas, pero al final de todo causadas por la

desesperación de ver apagadas las ilusiones propias y la de sus seres queridos. Cuando se

investigan las causantes básicas de estos casos que para nada escasean en nuestro país, llegamos a

lo mismo de siempre: vendemos el voto, nos cuesta tomar decisiones pensando en el bien común,

preferimos regalar el futuro del país por $50.000 o un mercado, pero ¿qué hay más allá? ¿por qué

después de tanto tiempo sufriendo lo mismo, seguimos alimentando las arcas de los que nos

desangran? ¿es solo cuestión cultural? Según lo mencionado en el documento Mapas y Factores

de Riesgo Electoral por la Misión de Observación Electoral [MOE], (2015) uno de los puntos de

quiebre en la democracia de Colombia tiene que ver con lo susceptible, aquiescente y a menudo

cómplice que tiende a ser el ciudadano frente a las prácticas fraudulentas de candidatos y políticos.

Partiendo de todo lo mencionado anteriormente, es responsabilidad de todos nosotros como

colombianos, como personas influyentes en nuestro círculo social, acabar con esta tendencia,

formar seres difícilmente influenciables por cosas vanas, evitar que estas lleguen a los extremos

que pueden seguir dañando nuestra sociedad, que esa “cultura” de conseguir los objetivos de

manera deshonesta quede en el pasado; enfocarnos en formar personas que tengan vocación para

servir, fomentar el deseo de aprender, de no quedarnos con lo primero que oímos en televisión o

lo que nos obliga a creer el vecino, de utilizar herramientas que hoy por hoy están al alcance de

todos para crecer éticamente; tenemos la gran responsabilidad de fomentar objetividad y criterio.
REFERENCIAS

G., H. (2018). La Corrupción Política. El Colombiano, 1.

Misión de observación electoral [MOE]. (2015). En Mapas y Factores de Riesgo.

Pública, S. d. (9 de diciembre de 2013). www.gob.mx. Obtenido de

https://www.gob.mx/sfp/documentos/definicion-de-corrupcion
EL ENSAYO

JULIANA PATRICIA VARGAS GONZÁLEZ

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA

FACULTAD SECCIONAL SOGAMOSO

ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

COMPETENCIAS COMUNICATIVAS

SOGAMOSO

2019

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