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PRÁCTICA DOCENTE III

ESCUELA NORMAL SUPERIOR N° 15


“DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO”
PROFESORADO EN LENGUA Y LITERATURA
PROFESORAS: SILVIA PIÑOL- CRISTINA PINASCO
ALUMNA: GLADYS SKITTBERJ
CURSO: 3ER AÑO

NARRATIVA PEDAGÓGICA
“DESAFÍO”
DESAFÍOS DE MI PRÁCTICA PEDAGÓGICA

Mi primer paso lleva ya tres años de recorrido. Esta marcha, a veces firme y segura,
otra tambaleante, me conduce huella a huella al logro de un sueño postergado por
circunstancias de la vida, ser profe en Lengua y Literatura.

Sí, ya estoy cursando el tercer año de la carrera. Y en este curso en el espacio


curricular de Práctica Docente III, se realizan las prácticas educativas en el Ciclo Básico
de Educación Secundaria, en conjunto con una pareja pedagógica. En mi caso la misma
compañera desde hace tres años

Por suerte nos tocó la escuela y el turno que queríamos. En clases se acordaron
normas y pautas de trabajo para la salida a las instituciones.

En un primer momento realicé las observaciones en tres cursos del Ciclo Básico.

Primer año: chicos tranquilos y con las mismas características de los de primaria
que conozco.

Tercer año: Participativos, tranquilos, se motivaban con cada situación de


aprendizaje.

Segundo año: ¡Dios mío! ¡Esos chicos no paraban de hablar! En pleno desarrollo de
clases, varios ensimismados con sus celulares o corriendo mesas o sillas, no tenían oídos
para las recomendaciones y reclamos de la profe. Ni hablar de escribir o realizar las
actividades propuestas. Nos mirábamos con mi compañera y creo que así, los elegimos,
en realidad elegíamos el desafío.

LA ELECCIÓN

Llegó el momento de informar a las profes de la cátedra que queríamos dar las
clases en segundo año, y de ponernos en contacto con la conformadora para comunicarle
que la habíamos elegido a ella y a su curso. Con la amabilidad y predisposición de siempre
nos dijo que desarrolláramos el tema mitos que ella había comenzado, pero quería que
profundicemos.

Aunque tengo experiencia como docente de Educación Primaria, los nervios y los
miedos no estuvieron ausentes. Esta elección me generaba adrenalina por el curso mismo;
por el tiempo que nos demandaría planificar las clases en formato taller y que sean
aprobadas, y obviamente la puesta en escena del mismo en el ¡aula de segundo!
PLANIFICANDO

Durante todo este trayecto siempre tuvimos un enemigo acechándonos


constantemente, un tirano señor llamado. Acordamos reunirnos para dialogar, y tomar las
decisiones más relevantes, y luego hacernos aliadas del bendito Drive. ¡No faltaron los
mates!

Con mi compañera, casi siempre acordamos en todo, pero esta vez cuando escuchó
dramatización, sí, dramatización su cara me dijo todo. Dale, si te animás yo te acompaño,
escuché al fin.

Diseñamos varias actividades siempre vinculadas con lo lúdico, teniendo en cuenta


el formato aula taller y enmarcándonos en los requisitos de la cátedra.

Entregamos el proyecto y por suerte la evaluación fue positiva. Está aprobado


chicas, nos dijeron las profes, pueden comenzar el taller.

EL DESAFÍO

Era mi segunda y última clase, pero estaba más nerviosa que la primera. Ese día
se ponía en escena la dramatización.

La actividad que diagramamos con mi pareja pedagógica consistía en la renarración


del mito “Ulises y el canto de las sirenas” mediante una dramatización.

Comencé la clase retomando el argumento del mito con los alumnos, recordamos
los personajes, el rol de cada uno; el lugar, el tiempo, la historia. Todos participaban,
aseverando lo que algunos compañeros afirmaban o expresando sus desacuerdos. Cerré
este momento despejando dudas, releyendo los párrafos que presentaros confusiones para
algunos.

Les cuento luego, que la actividad de ese día consistía en completar en grupos, un
guion que les había preparado. Debían hacerlo teniendo en cuenta lo que habíamos
recordado, y podían recurrir a la lectura del mito tantas veces como fuera necesario;
también podían consultarnos.
Durante esta actividad de producción escrita, los alumnos no tuvieron dificultades
para renarrar el mito, mediante la producción de un guion, porque tenían esa guía. No
debían enfrentarse al papel en blanco y comenzar de cero.

Bien, entregué las copias con el guion incompleto, y mientras recorríamos y nos
acercábamos a los distintos grupos observé que ellos, no tenían inconvenientes para
completarlo. ¿Por qué lo podían hacer? Sencillamente porque se habían realizado tareas
de conversación, de recuperación de experiencias lectoras anteriores; de lectura y de
comentarios sobre lo leído.

Terminaron la actividad cada grupo fue socializando sus producciones mediante la


lectura, asumiendo los distintos roles.

Luego les dije que se iban a convertir en actores y que deseaba verlos en acción,
para mi sorpresa, todos estuvieron dispuestos. En conjunto distribuimos los roles, para las
sirenas, había preparado unas vinchas con flores que les encantó (se las regalé). Improvisé
el barco con una mesa, en fin, la dramatización fue un éxito. Todos participaron, como
protagonistas o espectadores. El más terrible, hizo de fotógrafo. La dramatización fue un
éxito. Mi práctica había llegado a su fin.

REFLEXIÓN

Culminé mi práctica, puedo decir que el desafío de la elección fue superado. En


Segundo B, todos aportaron ideas, realizaron producciones, actuaron, se integraron como
grupo, hasta el más terrible e inquieto escribía y nos mostraba. AL desestructurar el aula y
proponer otras opciones para el desarrollo de la clase, predispuso con otros ánimos al
bullicioso curso de Segundo B.

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