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ALBACEAS

I. DEFINICIÓN

El testador puede encomendar a una o varias personas, a quienes se denomina


albaceas o ejecutores testamentarios, el cumplimiento de sus disposiciones de
última voluntad.1

El albacea es una figura típica de la sucesión testamentaria, no existiendo tal en la


sucesión legal, pues su presencia está dada en función del encargo que le da el
testador, para que cumpla todo o parte de su voluntad expresada en el testamento.

El albacea o ejecutor testamentario es la persona designada por el testador para


hacer cumplir sus disposiciones de última voluntad.

Albacea es la persona nombrada por el testador (también por el juez y aún por los
herederos) que tiene a su cargo cumplir y ejecutar las disposiciones de última
voluntad ordenadas por él, conforme a las facultades conferidas en su testamento.
En función de esa tarea singular a realizar, se lo denomina como ejecutor
testamentario.

El Artículo 784 del Código Civil expresa “pueden ser albaceas las personas
jurídicas autorizadas por ley o por su estatuto”

Este articulo expresa que el cargo de albacea puede ser ejercida por personas
jurídicas con fines de lucro o sin fines lucro (comité, asociación, fundación,
Sociedades Anónimas Etc.) el requisito para que estas personas pueden ejercer el
cargo son que estén autorizadas por ley o por su estatuto.

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Albacea es aquella persona natural o jurídica que nombrada vía testamento (por el
testador) o vía judicial (por el juez), va tener como función ejecutar la última
voluntad del testador.

En el artículo 789 del código civil indica que el albaceazgo tiene carácter personal,
“Es indelegable” que el cargo de albacea no puede delegarse o transferirse a otra
persona que no ha sido designado vía testamento o judicial. Indica una excepción
que pueden ser representados bajo las órdenes y responsabilidad del albacea. Esto

1Código civil.- art. 778


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hace hincapié que el albacea será responsable por las acciones que pueda realizar
su representante.

En el artículo 790 del Código Civil Peruano expresa si el testador no instituye


herederos sino solamente legatarios la posesión de los bienes hereditarios
corresponde al albacea hasta que sean pagadas las deudas de la herencia y los
legados.

El albacea está facultado durante el ejercicio de su cargo y en cualquier tiempo


después de haberlo ejercido, para exigir que se cumpla la voluntad del testador.
Carece de esta faculta quien ceso por renuncia o por haber sido removido del cargo.

II. NOMBRAMIENTO DEL ALBACEA

En nuestro sistema jurídico el nombramiento del albacea surge, en principio, de la


propia declaración de voluntad del testador. Hablamos así de un albacea de
naturaleza testamentaria. Sin perjuicio de esto, debemos indicar que cabe la
posibilidad de que se nombre un albacea dativo conforme a lo estipulado en el
artículo 792 del Código Civil Peruano.

De lo expresado en el artículo bajo comentario se entiende que el testador no puede


nombrar un albacea mediante otra declaración que no sea el propio testamento. De
esta forma, no es posible su nombramiento mediante escritura pública o cualquier
documento privado que no tenga la naturaleza anterior, por lo que una declaración
de voluntad efectuada por estos últimos medios no determinaría la existencia de
designación alguna en este sentido.

El albacea es una figura propia de la sucesión testamentaria. Obligatoriamente se


debe efectuar vía testamento el nombramiento del albacea de lo contrario sería
nulo, así mismo es voluntario, en lo que se refiere al testador, pues no está obligado
a instituirlo, y en lo que atañe al albacea, igualmente lo es, pues este no está
obligado a instituirlo, y en lo que atañe al albacea, igualmente lo es, pues este no
está obligado a aceptar el cargo, e incluso la misma ley prevé la excusa.3

La ley tampoco exige determinar el nombre, sea albacea persona natural o jurídica.
El desempeño del cargo es personal y no se puede delegar. En lo que se refiere al
tiempo de duración del cargo, este es temporal y lo es en atención a la función
encomendada.

3La aceptación del cargo tiene que ser expresa, sin embargo, una vez que se acepta el cargo ya no se
puede apartar del mismo, si es que no existe una justa causa, cuya apreciación corresponderá al criterio
del juez.
Por consiguiente el testador puede por testamento designar a la persona que se va a
encargar de administrar los bienes del que conformaran el patrimonio hereditario que
además va a tener el encargo de hacer cumplir las disposiciones testamentarias,
ejecutar la voluntad del testador, señalar la remuneración del albacea, no puede
exceder del 4% de la herencia el plazo es de 2 años el albacea puede ser removido,
se pide una rendición de cuentas puede recaer en otro que la determine el Juez sino
hay acuerdo entre herederos y se denomina “ALBACEA DATIVO” y este Juez fijará
su remuneración

Generalmente se designa albacea cuando el patrimonio del testador es bastante

SI habrá un deseo de que el testador quiere que lo entierren en un X lugar, el hará en


cumplimento el albaceas que se encargara de la incineración, gastos, entierro, el
albacea tiene que hacer un inventario de los bienes

Son los ejecutores testamentarios nombrados por el testador para que cumplan sus
disposiciones de última voluntad, el tetado ruede designar una o más albaceas por lo
que se dice el cargo puede ser singular o plural solamente se designan por
testamento.

III. CARACTERES

-Es voluntario: porque puede aceptar o renunciar a ella; empero, una vez aceptada,
no podrá renunciarla sino por justa causa, a juicio del juez (art. 785 del Código Civil
Peruano)

- Es personalísimo: porque es indelegable, pudiendo ejercer algunas funciones


mediante representantes, bajo las órdenes y responsabilidad de albacea, solo en
casos justificados (art. 789 del Código Civil Peruano)

- Es remunerado: porque el albaceazgo constituye un trabajo, por ello dicho acto


debe ser remunerado de acuerdo a lo que establece nuestro código civil vigente;
debiendo ser, no mayor del 4% de la masa líquida.

IV. CLASES DE ALBACEA

1. POR LA FORMA DE SU NOMBRAMIENTO:

a) Testamentarios: designados por el testador en el testamento.

b) Legales: son los mismos herederos, que a falta de designación por el causante o si
el nombrado no quiere o no puede desempeñar el cargo, ejercen las atribuciones
propias del albacea.
c) Dativos: son los nombrados por el juez, cuando a falta de nombramiento por el
causante, los herederos no se ponen de acuerdo.

2. POR LA EXTENSIÓN DE SUS FACULTADES:

a) Universales: son los nombrados para ejercer facultades del cargo, sin limitaciones

b) Particulares: encargados de cumplir sólo determinadas funciones.

3. POR EL NÚMERO:

a) Singulares: en caso de que el encargo haya sido dado a una sola persona

b) Plurales: en caso de que el encargo haya sido dado a varias personas

c) Simultáneos: cuando se designa para ejercer conjuntamente el cargo, pudiendo


ser mancomunado (aquellos que se designan por el testador o por los herederos, para
que obren de común acuerdo, en consecuencia se hace indispensable el
consentimiento de la mayoría para la ejecución de actos de dominio o de
administración, ya que de llegar a faltar este consentimiento, el acto realizado será
nulo) o solidario.

d) Sucesivos: Esta clase se da en aquellos casos que el testador designó a varios


albaceas para que desempeñen el cargo, ejerciendo al albaceazgo en el orden que
fueron nombrados en el testamento, cuando opere alguno de los siguientes supuestos:

1. Muerte de alguno de los albaceas.

2. Renuncia.

3. Remoción del cargo.

V. REQUISITOS PARA EL CARGO:

1. pueden recaer en persona natural o jurídica siempre y cuando se encuentren


autorizadas por ley o por sus estatutos a ejercer el albaceazo.

2. en caso de personas naturales no pueden ser albaceas quieren están incursos en


una causalidad de indignidad desheredación.

Para ejercer el cargo se requiere tener capacidad de ejercicio sin embargo esta no es
exigible al momento de su designación.

VI. FACULTADES 787 CC

Artículo 787.- Son obligaciones del albacea:


1.- Atender a la inhumación del cadáver del testador o a su incineración si éste
lo hubiera dispuesto así, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 13.

Sin ánimo peyorativo algún, de esta obligación no puede decirse otra cosa sino
que es ingenua. A poco que se mire se verá que resulta poco menos que
imposible que el albacea pueda ocuparse del entierro o incineración del cadáver
del testador, porque es altamente improbable que el albacea sepa que lo es antes
de que haya que proceder a dichas tareas. En efecto, si el nombramiento de
albacea esta efectuado en testamento ológrafo, cerrado o alguno de los
especiales pues habrá que encontrarlos y luego protocolizarlos, pues antes no
tienen valor. Y si se trata de testamento por escritura pública. Lo más normal es
que ya haya transcurrido el tiempo para el entierro.

2.- Ejercitar las acciones judiciales y extrajudiciales para la seguridad de los


bienes hereditarios.

Las reglas precisa, repárese que el albacea debe ejercer las acciones judiciales y
extrajudiciales. De estas segundas no hay mayor problema. Pero respecto a las
judiciales, necesariamente importa que el albacea se persone a los procesos de los
que el testador causante sea parte y pueda de ellos obtener un provecho o evitar un
perjuicio
3.- Hacer inventario judicial de los bienes que constituyen la herencia, con
citación de los herederos, legatarios y acreedores de quienes tenga
conocimiento.

Esta labor es de una trascendencia mayor y gravitante para las resultas de la


sucesión, en tanto que incluso sirve para los efectos de la responsabilidad limitada
de los sucesores, así mismo para tener un marco de referencia inequívoco de lo que
constituye el patrimonio hereditario debidamente valorizado. Para estos efectos,
deberá citarse a las personas que tengan legítimo interés en la sucesión, tales como
los herederos, legatarios, acreedores del testador, y por qué no acreedores de los
herederos si fueren conocidos

4.- Administrar los bienes de la herencia que no hayan sido adjudicados por el
testador, hasta que sean entregados a los herederos o legatarios, salvo
disposición diversa del testador.

Se reconoce al albacea la facultad de administrar la herencia al igual que todo


heredero. Ello en razón de que el encargo fiduciario conferido al albacea en interés
de todos los interesados en el proceso sucesorio, supone la adopción de las
oportunas garantías con el fin de mantener en lo posible el valor normal del
patrimonio hereditario. Esta función de tener que administrar la herencia ha de
interpretarse en el sentido más favorable para el caudal hereditario y para los
intereses de los herederos, legatarios y acreedores hereditarios

El heredero no solo adquiere los bienes y derechos transmisibles que eran propios
de su causante, sino que asume también las obligaciones propias del mismo, siendo
por tanto el primer obligado al pago de las deudas propias del de cujus. Es el
albacea quien por su cualidad de administrador del caudal hereditario, quien llevará
a término los actos materiales o también jurídicos para que queden satisfechas
todas las deudas del causante en el momento oportuno, toda vez que los supuestos
de incumplimiento o cumplimiento defectuoso de la obligación de pago de deudas y
cargas de la herencia no serán de cargo del caudal hereditario, sino del ejecutor
testamentario negligente en el desempeño de su cometido, vale decir, del albacea

5.- Pagar las deudas y cargas de la herencia, con conocimiento de los


herederos.
Obligación de pagar cargas, deudas de la herencia, con conocimiento de los
interesados y para ello debe tener muy presente las preferencias para el pago.

6.- Pagar o entregar los legados.

Otra de las obligaciones que recaen en cabeza del albacea es la de pagar o


entregar los legados. Tratándose de un legado de cosa específica y propia del
testador, el legatario adquiere su propiedad desde la muerte de aquél, pero no la
posesión. Será el albacea quien normalmente tenga la posesión del objeto legado y
quien se encuentre obligado a realizar la entrega o pago.

7.- Vender los bienes hereditarios con autorización expresa del testador, o de
los herederos, o del juez, en cuanto sea indispensable para pagar las deudas
de la herencia y los legados.
Se exige también al albacea (o albaceas) que proceda a la venta de los bienes
hereditarios que cuenten con autorización expresa del testador o de los herederos, o
del juez, en la medida en que sea indispensable para el pago de las deudas de la
herencia y los legados. En este sentido, si el testamento contiene cláusulas que
exigen la entrega de sumas de dinero a personas determinadas, es evidente que
para cumplirlas será necesario realizar todo o parte del activo, función que el
testador puede, para mayor garantía, conferir al albacea. Pero éste no debe
proceder arbitrariamente, prescindiendo de la conformidad de los herederos o de la
venta judicial en su defecto

8.- Procurar la división y partición de la herencia.

El albacea está obligado, asimismo, a procurar la división y partición de la


herencia. En función de esta facultad el albacea puede realizar las siguientes
operaciones: a) determinar el activo y el pasivo hereditario formando el
correspondiente inventario;

b) valorar estos elementos, es decir, hacer su avalúo;


c) hacer la liquidación de la herencia, deduciendo del activo y el pasivo, y agregar
después el valor de lo computable al efecto de regular las legítimas en su caso;

d) proceder luego a la fijación de haberes, es decir, determinar el haber de cada


partícipe;

e) proceder después a la división en sentido estricto, esto es, formar lotes de


bienes, con los de la herencia, de manera que estén distribuidos en porciones de
igual naturaleza y calidad;

f) finalmente, proceder a la adjudicación de bienes de cada heredero, es decir,


atribuir o asignar un lote de bienes a cada uno en pago de su haber, según su
respectiva participación;
g) en su caso, procediendo también a la adjudicación de bienes para pago de
deudas.

9.- Cumplir los encargos especiales del testador.

10.-Sostener la validez del testamento en el juicio de impugnación que se


promueva, sin perjuicio del apersonamiento que, en tal caso, corresponde a
los herederos.
VII. RENDICIÓN DE CUENTAS ART. 794

"Artículo 794.- Aunque el testador le hubiera eximido de este deber, dentro de los
sesenta días de terminado el albaceazgo, el albacea debe presentar a los
sucesores un informe escrito de su gestión y, de ser el caso, las cuentas
correspondientes, con los documentos del caso u ofreciendo otro medio
probatorio. Las cuentas no requieren la observancia de formalidad especial en
cuanto a su contenido, siempre que figure una relación ordenada de ingresos y
gastos. También cumplirá este deber durante el ejercicio del cargo, con frecuencia
no inferior a seis meses, cuando lo ordene el Juez Civil a pedido de cualquier
sucesor. La solicitud se tramita como proceso no contencioso. El informe y las
cuentas se entienden aprobados si dentro del plazo de caducidad de sesenta días
de presentados no se solicita judicialmente su desaprobación, como proceso de
conocimiento. Las reglas contenidas en este artículo son de aplicación supletoria
a todos los demás casos en los que exista deber legal o convencional de
presentar cuentas de ingresos y gastos o informes de gestión."

En consecuencia el albacea dará cuenta documentada del albaceazgo a los


herederos o a los legatarios si sólo hubiera éstos, inmediatamente después de
haberlo ejercido, aunque el testador lo exima de esta obligación.
También la dará durante el ejercicio del cargo, cuando lo ordene el juez, a petición
de la parte interesada.

La rendición es a los herederos y sólo a falta de éstos, a los legatarios.4

VIII. FIN DEL ALBACEAZO:

1. Por haber transcurrido 2 años de su aceptación a no ser que el testador señale un


plazo mayor, o cuando el juez señale un plazo mayor por acuerdo de la mayoría de
herederos.

2. por haber concluido sus funciones

3. por denuncia aprobada judicialmente

4. por incapacidad legal o físico que impida el desempeño de la función.

5. por remoción judicial a petición de parte debidamente fundamentada.

6. por muerte, desaparición o declaración de ausencia

7. por no empezar la facción de inventarios dentro de los 90 días contados desde la


muerte del testador o dentro de los 30 días de haber sido requerido para ello notarial o
judicialmente.

IX. REVOCACIÓN DEL TESTAMENTO (es un acto jurídico)

Implica una declaración de voluntad del testador mediante la cual se deroga el


testamento válidamente otorgado.

4 https://www.academia.edu/13520883/DERECHO_DE_SUCESIONES_PERU?auto=download
La revocación puede ser expresa o tácita; siendo expresa cuando se formula
oralmente por escrito o por cualquier otro medio directo y tácito cuando la voluntad se
infiere indubitablemente de una actitud o de circunstancias de comportamiento que
revelan su existencia.

a) REVOCATORIA EXPRESA:

La revocación expresa del testamento, total o parcial, o de algunas de sus


disposiciones, puede ser hecha por otro testamento, cualquiera que sea su forma.
El principio de éste es que todo testamento posterior revoca el anterior si es que lo
dice expresamente; la única formalidad que se exige es que el revocatorio sea
efectivamente testamento.

b) REVOCATORIA TÁCITA:

Consiste en que disposiciones testamentarias posteriores, hagan incompatibles las


anteriores, o que determinados actos realizados por el testador, dejen sin efecto su
declaración de voluntad expresada.5

5 https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3270/21.pdf

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