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FACULTAD PROTESTANTE DE TEOLOGÍA

TEOLOGIA DEL NUEVO TESTAMENTO: LUCAS

TEMA: EL ESPÍRITU SANTO (Lucas 12:8-12)

"Asignación hecha en cumplimiento de los requisitos exigidos por la Profesor D. ª

Tomás Vidal Gómez, para obtener crédito en la asignatura de Teología del Nuevo

Testamento: Lucas."

Junio de 2019
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Índice
Introducción. ............................................................................................................................ 2
1. El Espíritu Santo en las obras de Lucas. ........................................................................... 3
2. Texto en griego. ............................................................................................................... 3
3. Contexto del pasaje (Lc. 11:14-12:7). .............................................................................. 4
a. 11:14-16. Jesús es acusado de sanar con el poder de Belcebú. .................................. 4
b. 11:17-28. Jesús demuestra lo equivocado de las acusaciones. ................................... 5
c. 11:29-36. Jesús no sana a quien no quiere ser sanado. .............................................. 7
d. 11:37-54. Jesús los acusa y denuncia frontalmente. ................................................... 8
e. 12:1-7. Lecciones a aprender. ...................................................................................... 9
4. El pasaje (Lc. 12:8-12). ................................................................................................... 10
a. vv. 8-9. Negación por negación.................................................................................. 10
b. v.10. Blasfemia contra el Espíritu Santo. ................................................................... 11
c. vv. 11-12. Ayuda del Espíritu Santo. .......................................................................... 12
Conclusión. ............................................................................................................................. 14
Bibliografía ............................................................................................................................. 16
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Introducción.

Este trabajo está enfocado en los versículos ocho al doce del capítulo doce del
evangelio según Lucas, me parece que, principalmente aquí, hay que abordar el tema
de la blasfemia al Espíritu Santo, pero como dicen los apuntes de clase: “La clave
hermenéutica para interpretar adecuadamente este pasaje es: Lucas 11:14-23 (par. Mt.
12:22-30; Mc. 3:20-27).1 Debido a esto, este trabajo contempla un análisis también de
los versículos comprendidos desde 11:14 y hasta 12:7 del evangelio de Lucas, que es
el contexto inmediato a los versículos ya mencionados (12:8-12). Veremos que la
trama empieza cuando Jesús saca un demonio y es acusado de hacerlo con el poder de
Belcebú. Debido a esto, Jesús no para hasta denunciar y “desenmascarar” a aquellos
que lo acusaron. El clima se puso tenso, había intimidación y peligro, pero Jesús indicó
que no debían temer lo que pudieran hacer los hombres, más bien temer el negar su
testimonio y estar en contra de Él, porque esto es la muerte eterna.
El tema del Espíritu Santo en las obras de Lucas es de gran importancia y
amplitud, debido a ello no quiero “descuidar” la neumatología en Lucas (evangelio y
Hechos de los Apóstoles), por ello menciono de manera general algunos datos sobre
el abundante ministerio del Espíritu Santo en las obras de Lucas. No sobra decir que
podríamos irnos “un poco más allá” y hablar de la persona y obra del Espíritu Santo
en las Escrituras, desde “el comienzo” cuando vemos que el Espíritu estuvo en la
creación, porque es Dios, pero no iremos “hasta allá”, ya que el tema del Espíritu Santo
es amplio y hasta complejo, y por supuesto que en un trabajo de esta magnitud no
podríamos cubrirlo.

1
Tomado de los apuntes de clase de exégesis de Nuevo Testamento: Lucas, Facultad de
Teología UEBE: Alcobendas, Madrid, curso 2018-2019.
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1. El Espíritu Santo en las obras de Lucas.2

La labor del Espíritu Santo relacionada con la vida y ministerio de Jesús, como
ya se dijo, es ampliamente mencionada por Lucas (17-18 en el evangelio y 57 veces
en Hechos), desde el mismo anuncio de su nacimiento: “El Espíritu Santo vendrá sobre
ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra” (Lucas 1:35) y también el anuncio
a Simeón (Lc. 2:25-32). Pero esto fue solo “el comienzo”, ya que también le vemos en
el bautismo (Lc. 3:22), tentación (Lc. 4:1-13), ascensión y Pentecostés; además de en
todo el ministerio de Jesús en la tierra, ya que Él comenzó su ministerio en el poder
del Espíritu (Lc. 4:14-15). El poder del Espíritu, le acompañaba con sanidades y
exorcismos, (Mt. 12:28) –dedo de Dios- que otorgaba legitimidad a su obra mesiánica.
No puede negarse la intensa actividad de la persona del Espíritu Santo y el énfasis de
Lucas es esto.

2. Texto en griego.

8Λέγω δὲ ὑμῖν, πᾶς ὃς ἂν ὁμολογήσῃ ἐν ἐμοὶ ἔμπροσθεν τῶν ἀνθρώπων, καὶ ὁ υἱὸς
τοῦ ἀνθρώπου ὁμολογήσει ἐν αὐτῷ ἔμπροσθεν τῶν ἀγγέλων τοῦ θεοῦ
Pero os digo, todo aquél que me confesare (reconociere o admitiere) delante de
los hombres, también el Hijo del hombre le confesará (reconocerá, admitirá)
delante de los ángeles de Dios.

9ὁ δὲ ἀρνησάμενός με ἐνώπιον τῶν ἀνθρώπων ἀπαρνηθήσεται ἐνώπιον τῶν ἀγγέλων


τοῦ θεοῦ.
Pero el que me negare (rechazare) ante (delante) los hombres será negado ante
(delante) de los ángeles de Dios.

10καὶ πᾶς ὃς ἐρεῖ λόγον εἰς τὸν υἱὸν τοῦ ἀνθρώπου, ἀφεθήσεται αὐτῷ· τῷ δὲ εἰς τὸ
ἅγιον πνεῦμα βλασφημήσαντι οὐκ ἀφεθήσεται.
También todo aquel que dijere una palabra contra el Hijo del Hombre, será
perdonado; pero el que contra el Espíritu Santo blasfemare (Etim. Decir
estupidez en contra de) no será perdonado.

2
Ibid.
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11ὅταν δὲ εἰσφέρωσιν ὑμᾶς ἐπὶ τὰς συναγωγὰς καὶ τὰς ἀρχὰς καὶ τὰς ἐξουσίας, μὴ
μεριμνήσητε πῶς ἢ τί ἀπολογήσησθε ἢ τί εἴπητε
Y cuando os trajeren (hicieren entrar) a las sinagogas y a los principales y las
autoridades, no os preocupéis (afanéis) cómo o qué habréis de responder en
defensa o qué habréis de decir.

12τὸ γὰρ ἅγιον πνεῦμα διδάξει ὑμᾶς ἐν αὐτῇ τῇ ὥρᾳ ἃ δεῖ εἰπεῖν.
Porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que es necesario (se
debe) decir.

3. Contexto del pasaje (Lc. 11:14-12:7).

a. 11:14-16. Jesús es acusado de sanar con el poder de Belcebú.

El antecedente al pasaje que nos ocupa, en general, nos presenta una narrativa
de milagros3 mediante los cuales Jesús demostraba su poder y superioridad sobre
Satanás. Aunque no lo dice directamente nuestro texto a tratar, sabemos que Jesús
obraba milagros por el poder de Espíritu Santo (Lc. 4:18-21, Hch. 10:38). Aunque
Lucas no lo dice, Mateo sí registra que algunos dijeron “¿No será este el hijo de
David?” (Mt. 12:22 NVI), lo cual refleja el tremendo impacto en la multitud; lo que sí
registra Lucas, y será una cuestión fundamental en nuestro análisis, es que “algunos”
(Marcos los llama “escribas”, 3:22 y Mateo “fariseos”, 12:24), no vieron el poder del
Espíritu Santo, por el contrario, le acusaron de sanar con el poder del Belcebú.
Aunque pueda resultar obvia la referencia, no está de más aclarar que con esto
se referían al poder de Satanás, así lo hace Hendriksen: Baal Zebub era dios de Ecrón
(2 Rey. 1:2-3, 6)…. “Pero, sea como fuere, en el Nuevo Testamento el uso de
Beelzebul es definitivamente como ‘príncipe de los demonios’, como lo demuestra Lc.
11:15, 18. Beelzebul es Satanás”.4 El relato paralelo de Marcos aun agrega una
segunda acusación, a saber: “Él tiene a Beelzebul”, es decir, “Está poseído por
Beelzebul, por Satanás” (Cf. Jn. 7:20; 8:48, 52; 10:20).5 El rechazo al hijo de José

3
Mangum, D. (2014). Glosario de Tipos de literatura. (A. Peluffo, Trad.). Bellingham, WA:
Lexham Press.
4
Hendriksen, W. Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio Según San Lucas (Grand
Rapids, MI: Libros Desafío, 2002), p. 595.
5
Ibid.
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estaba bien justificado según lo veían los principales de los judíos: era nazareno y no
se “sujetaba” a las tradiciones religiosas imperantes. Así lo describe Hendriksen: “no
honraba las tradiciones farisaicas acerca del día de reposo, los ayunos, las abluciones;
se asociaba con publicanos y pecadores… era lo opuesto a ellos. Por cierto, no todos
los fariseos y escribas odiaban a Jesús, pero muchos sí lo odiaban.6
De acuerdo a lo mencionado líneas arriba sobre los que acusaron a Jesús de
obrar con el poder de Belcebú, cobra importancia lo que los otros evangelistas
aclararon de que se trataba de los fariseos y de los escribas, ya que eran los intérpretes
de la ley; eran los que conocían las Escrituras y, a pesar de ello, no “querían” ver lo
que, por ejemplo, dijo el profeta Isaías en el capítulo 35 con énfasis en los versículos
4 al 6: Dios mismo vendría a salvar y los ciegos verían, los sordos oirían, el cojo
saltaría y el mudo cantaría. Jesús mismo diría que la ley, los profetas y los salmos
hablaban de Él (Lc. 24:44). Hay más referencias en el Antiguo Testamento a Jesús,
pero por ahora basta decir que las Escrituras se estaban cumpliendo “en sus narices”
(enfrente de ellos), por eso pedían “señal del cielo”; como dicen Cevallos y Zorzoli:
“la evidencia de un Dios encarnado y la insensatez de demandar más señales”.7 Los
mismos demonios reconocían al hijo de Dios (Lc. 4:31 y 8:28), pero irónicamente los
“intérpretes de la ley” no podían entender que Jesús era el Ungido de Dios, el Salvador.

b. 11:17-28. Jesús demuestra lo equivocado de las acusaciones.

Jesús contestó a las acusaciones con tres argumentos, los cuales Wiersbe
bosqueja de la siguiente manera:
Primero, su acusación era ilógica. ¿Por qué Satanás lucharía
contra sí mismo y dividiría su propio reino? Segundo, sus
acusaciones los incriminaban a ellos mismos: ¿Con qué poder los
judíos echaban fuera demonios? ¿En qué diferían sus obras de las de
Cristo? Finalmente, su acusación era realmente una admisión del
poder de Jesús, porque él no podría derrotar a Satanás a menos que
fuera más fuerte.… Pero Jesús invadió el territorio de Satanás,
destruyó su armadura y armas, ¡y se apropió del botín!8

6
Ibid, p. 597.
7
Cevallos, J. C., & Zorzoli, R. O. Comentario bíblico mundo hispano, Tomo 16: Lucas (El
Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 2007), p. 206.
8
Wiersbe, W. W. Compasivos en Cristo: Estudio expositivo de Evangelio Según Lucas
Capítulos 1–13 (Sebring, FL: Editorial Bautista Independiente, 2005), p. 138.
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Mathew Henry, apuntando al primer argumento agrega que había un proverbio


conocido y aceptado: “que ninguna empresa internamente dividida puede subsistir y
permanecer, ni la empresa pública de un reino ni la empresa privada de una casa o
familia: cualquiera de las dos que esté dividida contra sí misma, caerá y será arruinada
completamente.9 El segundo argumento de Jesús es igual de contundente, en el
comentario bíblico del mundo hispano (CBMH en adelante) se dice: “eran
inconsecuentes consigo mismos, porque todos los judíos consideraban el exorcismo
como un don de Dios”.10 Con estos dos primeros, aborda el tercero, puesto que había
vencido a Satanás (el hombre fuerte), demostraba que Él era más fuerte, al “”repartir
despojos” daba libertad a los cautivos y perdón a los pecadores. Con esta respuesta
Jesús, como era su “costumbre”, respondía categóricamente y no daba lugar a dudas:
él era el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, proveyendo para las necesidades
principales de los hombres, perdón y libertad; todo ello mediante la muerte de cruz y
su resurrección.
En esta misma “sección” de versículos, viene el tema de la imposibilidad de
neutralidad, Jesús dice claramente que quien no es de su parte, es contra él. Con todo
esto, la rivalidad entre Jesús y los fariseos es abierta. Wiersbe los dice de la siguiente
manera: “la neutralidad significa estar contra Cristo…. Satanás está desparramando y
destruyendo, pero Jesucristo está reuniendo y edificando. Debemos elegir, y si
decidimos no escoger, en realidad elegimos estar en contra de Cristo”.11 Es en este
clímax de tensiones que me parece acertado mencionar lo que Cevallos y Zorzoli
dicen: que “Lucas ubica las enseñanzas de Jesús en torno a cómo es preciso vivir el
reino de Dios y el ministerio en un contexto de rechazo y oposición”.12 Ese rechazo y
oposición es del Diablo y todo aquél que rechazara al Hijo de Dios era del Diablo, sin
neutralidad, sin abstención, esto claramente aludía a los fariseos y escribas. Incluso
hoy a nosotros, si es que le rechazamos.
Finalmente, en estos versículos, y con la aclaración que hace el CBMH sobre
la costumbre judía de alabar a los hijos bendiciendo a la madre, y era muy típico
además entre los griegos y romanos (comp. Prov. 23:25)13, es que aparecen las palabras

9
Henry, M., & Lacueva, F. Comentario Bíblico de Matthew Henry (08224 TERRASSA,
Barcelona: Editorial CLIE, 1999), p. 1298.
10
Cevallos, J. C., & Zorzoli, R. O., p. 207.
11
Wiersbe, W. W., p. 138.
12
Cevallos, J. C., & Zorzoli, R. O., p. 206.
13
Ibid, p. 208.
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de una mujer bien intencionada, pero que Jesús aprovecha para dar otra enseñanza.
Ciertamente María había sido dichosa, pero más lo era por creer que por la propia
cuestión de dar a luz al Hijo de Dios. Al respecto Henry dice: “No fue el ser madre de
Cristo lo que hizo bienaventurada a la Virgen María, sino su fe, su humildad, su
obediencia y su meditación de las cosas de Dios.14 Dada “la corrección” de Jesús a la
mujer, queda mejor entendido que las bienaventuranzas también nos alcanzan a todos
aquellos que creemos las palabras del Hijo de Dios y las obedecemos; de la otra forma,
la bienaventuranza era sólo para María.

c. 11:29-36. Jesús no sana a quien no quiere ser sanado.

Sobre la petición de señal del v. 16, Jesús dice que si recibirán señal, pero la
señal de Jonás, “la cual simbolizaba y tipificaba la resurrección de Cristo”.15 O lo que
dice Wiersbe:” Es la resurrección de nuestro Señor lo que demuestra que él es el
Mesías, el Hijo de Dios (Romanos 1:4).16 El punto es que el mismo evangelista ha
“dejado ver” que algunos del pueblo (como la mujer que dijo la bienaventuranza) se
asombraban de sus milagros, que incluso los demonios le reconocían como “el bendito
de Dios”; y ahora cita a los gentiles (pueblo de Nínive y reina de Saba) que creyeron
el testimonio de Dios, pero que “increíblemente” su pueblo, Israel, y sobre todo sus
dirigentes, no sólo le rechazaban, sino que le acusaban de actuar en nombre y estar
poseído por Belcebú, un rechazo claro y una blasfemia al Espíritu Santo como veremos
más adelante.
Sobre lo de la luz dice Wiersbe: “El sol más brillante no puede hacer que el
ciego vea”.17 Jesús sanaba a los ciegos que querían ver, pero no sanaba a los ciegos
que no querían ver (los fariseos y escribas). La luz vino, la Palabra de Dios se encarnó,
pero no quisieron ver. “Con el simple hecho de ver y discernir los tiempos y las
Escrituras, la generación de Jesús habría descubierto que él era el Mesías”.18 Pedían
señales y recibían señales, lamentablemente su problema era más profundo.
Precisamente su problema era lo que ellos acusaban en Jesús, estaban poseídos por
Belcebú, y me atrevo a agregar que mentían, ya que los demonios reconocían la verdad,

14
Henry, p. 1299.
15
Ibid.
16
Wiersbe, p. 140.
17
Ibid, p. 141
18
Cevallos, p. 210
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pero ellos, los fariseos, guiados por Satanás negaban la verdad del testimonio de Dios
en Jesús a través del Espíritu Santo. Estaban injuriando la obra del Espíritu Santo.

d. 11:37-54. Jesús los acusa y denuncia frontalmente.

Es en esta parte que Jesús habla ya abiertamente de la hipocresía de los fariseos,


¡y lo hace encasa de uno de ellos! Vale aclarar lo que significa ser hipócrita, según el
CBMH: “La palabra para hipócrita significa jugar un rol como si se tratase de un actor;
por ello se usaba para designar a los actores dramáticos en los escenarios del teatro
griego. El verdadero creyente tiene un solo rostro”.19 La palabra hipocresía proviene
del griego ὑπόκρισις (hypokrisis), que significan "actuar", "fingir" o "una respuesta".
También se puede entender como hypo que significa "máscara" y crytes que significa
"respuesta" y por lo que la palabra significaría "responder con máscaras".20 Aunque el
Diccionario Bíblico Beacon (DBB en adelante) dice que “Nuestra palabra hipocresía
nos viene directamente del griego. Era un término usado en relación con el drama
griego y significa “actor”. Tal como Jesús lo aplicaba a los fariseos, implicaba
“simulación de la devoción religiosa sin la realidad”.21 A este comportamiento Jesús
lo compara con la levadura, la ilustración es clara para nosotros y era muy clara para
su auditorio. Debido a esto, no es de extrañar en que los comentaristas acuerdan en su
significado, como muestra menciono a Henry: “Como la levadura, también la
hipocresía se extiende, penetra hondamente en la persona y en todo lo que ella hace….
llena a los hombres de orgullo,…. hace que todas sus prácticas religiosas sean
inaceptables para Dios y ofensivas para el prójimo. Esta era el pecado que mejor
caracterizaba a los fariseos”.22
Jesús menciona seis “ayes” mediante los cuales deja completamente exhibidos
y denunciados a aquellos que creían ser la luz para Israel, cargaban al pueblo con leyes
de hombres, eran vanidosos y engreídos, eran cínicos y ciegos, ¡vaya manera de
afrontar la oposición! Es de admirar su autoridad, sobre los demonios, pero también
sobre aquellos hombres encubiertos; sus discípulos (hombres sencillos), estarían
asombrados en cómo les hablaba a las autoridades religiosas que todo el pueblo

19
Ibid, p. 214.
20
Consultado en https://es.wikipedia.org/wiki/Hipocres%C3%ADa el 20 de mayo de 2019.
21
Childers, C. L. El Evangelio Según San Lucas. En Comentario Bíblico Beacon:
Mateo hasta Lucas (Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones, 2010), p. 525.
22
Henry, p. 1301.
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respetaba y temía. Si recapitulamos, veremos que “ellos” (fariseos y escribas) acusaron


a Jesús, luego Jesús les denuncia; era el momento de reaccionar, pero como dice
Wiersbe: “Los hipócritas no quieren que se saque a la luz sus pecados; eso lastima su
reputación”.23 “Hacían muchas preguntas acerca de muchas cosas como lo pudieran
hacer buscadores ansiosos de la verdad, pero de hecho, estaban procurando atrapar al
Maestro a que dijera algo que pudiera incriminarlo”.24 En que grande problema se
estaban metiendo los fariseos y escribas, no sólo estaban rechazando a Jesús, estaban
rechazando la obra del Espíritu Santo hecha por medio de Jesús.

e. 12:1-7. Lecciones a aprender.

Dado todo lo anterior, ahora Jesús se dirige principalmente a sus discípulos, la


lección es que ellos (y todo aquel que le siguiera) no se contaminaran del mismo mal
que los fariseos, y claramente dice que esto es la hipocresía. Ante tanta gente y tanta
oposición el clima sería intimidante, unos querían ver milagros y otros tender trampa
a Jesús; El CBMH lo dice de la siguiente manera: “El cambio temático aquí es de la
confrontación al discipulado. La oposición arreciaba, el tiempo del sacrificio en
Jerusalén se acercaba, y era preciso aprovechar los tiempos finales para pulir ciertas
instrucciones, a modo de un manual para la misión”.25 Por lo que Jesús aprovecha para
dar otra lección, les enseña a qué o a quién es que sí deben de temer (“reverencia ante
la majestad y la santidad de Dios” dice Hendriksen),26 temer a Aquél para el que somos
de gran valor.
“La seducción de la popularidad y el temor del hombre han producido la ruina
de más de uno de los siervos de Dios”.27 Para Wiersbe el temor al hombre es la causa
de la hipocresía: “Jesús mencionó cinco veces el temor en estos versículos, así que nos
está enseñando que una causa básica de la hipocresía es el temor al hombre…. Cuando
tememos lo que otros dirán de nosotros o nos harán, entonces tratamos de
impresionarlos para ganar su aprobación”.28 Esto me recuerda lo opuesto, es decir, de
lo que nos libra el temor a Dios según el Salmo 36:1-4, según interpretación mía nos
libra de: Impiedad, orgullo, cinismo, mentiras, groserías, necedad y maldad; aquí

23
Wiersbe, p. 145.
24
Childers, p. 523.
25
Cevallos, p. 213.
26
Hendriksen, p. 626.
27
Wiersbe, p. 147.
28
Ibid, p. 149.
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también cabe la hipocresía. Si temo a los hombres y no a Dios, es muy probable que
sea hipócrita (cf. Prov. 29:25).

4. El pasaje (Lc. 12:8-12).

a. vv. 8-9. Negación por negación.

Como “conclusión” a lo que Jesús acaba de enseñar, es decir, no temer a los


hombres, el resultado “natural” debe ser confesarle abiertamente (vv.8-9). Me gusta
cómo lo dice el CBMH: “La confesión de Cristo es riesgosa, pero la negación de él es
fatal por sus consecuencias eternas”.29 Jesús había demostrado que seguirle no sería
fácil, que habría oposición, y no cualquiera, pero lo que aprendemos en estos
versículos es que el negarle y rechazarle tiene consecuencias mucho peores.
Parafraseando a Henry, debemos enfocarnos menos en los hombres y pensar en “la
dichosa en extremo perspectiva de la futura confesión que de nosotros hará Cristo
delante de los ángeles de Dios”.30 Me parece que es necesario ahondar en el “confesar”
ya que podría alguien llegar a pensar que esto sólo equivale a recitar una oración o en
alguna situación no hacer una negación verbal; creo que se refiere también a esto
último, literalmente no negarle delante de los demás, pero opino que lo que dice
Hendriksen también aplica:

Esta palabra confesar o reconocer muestra que el mensaje


llevado por los discípulos no debía ser fríamente objetivo, una mera
recitación de palabras memorizadas. Al contrario, los corazones de
estos hombres deben estar en su mensaje. Su predicación debía consistir
en dar testimonio. Debía incluir su testimonio personal. 31

Esta clase de testimonio es en la que muchos “creyentes” fallamos, una vida


congruente con nuestra profesión de fe, que impacte, que ame, que escuche…que se
parezca a Cristo. Como conclusión a este tema de la negación en estos dos versículos
cito lo escrito en el DBB: “La filiación con Dios y la ciudadanía en los cielos no pueden
existir donde el desamor, el egoísmo y la cobardía caracterizan la actitud humana hacia
Dios”.32

29
Cevallos, p. 216.
30
Henry, p. 1301.
31
Hendriksen, p. 630.
32
Childers, p. 527.
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b. v.10. Blasfemia contra el Espíritu Santo.

Ante las palabras de Jesús en este versículo, sobre que alguna palabra contra
Él sería perdonada, pero que cualquier blasfemia contra el Espíritu Santo no sería
perdonada, Wiersbe hace una pregunta retórica: “¿Quiere decir que el Espíritu Santo
es más importante que el Hijo de Dios?33 Por supuesto que esto no es así, ya veremos
por qué. Lo primero que hay que hacer es mirar el contexto inmediato como lo dice
Hendriksen: “Como siempre cuando el texto mismo no esté inmediatamente claro, el
contexto histórico debe ser nuestro guía…. De éste aprendemos que los amargos
adversarios de Jesús habían estado atribuyendo a Satanás lo que el Espíritu Santo
lograba a través de Jesús.34 Esta es mi opinión: Primero que nada no podemos separar
la obra y persona del Padre de la obra y persona del Hijo, no de la persona y obra del
Espíritu Santo, quien rechaza al Padre, rechaza al Hijo, y quien rechaza al Hijo, rechaza
al Espíritu Santo; que ésta era, según el contexto, la situación sucedida. Los líderes
religiosos de Israel estaban más que rechazando la obra del Espíritu Santo en Jesús.
Existen otras explicaciones dadas por algunos comentaristas que son “más
directas”, es decir, que no apelan mucho al contexto histórico inmediato. Por ejemplo
Henry dice que como “es el Espíritu quien obra el arrepentimiento, y el blasfemar
contra Él te excluye así como a su obra». Al ser el arrepentimiento condición necesaria
para el perdón de los pecados (v. Lc. 13:3, 5; Hch. 2:38)”.35 En otras palabras, sin
Espíritu Santo, no hay arrepentimiento, si no hay arrepentimiento, no hay salvación.
En la misma dirección van Wiersbe y el CBMH, apuntando a un argumento más de
lógica según lo entiendo yo, es decir, en el caso de Wiersbe dice:

“La nación judía rechazó a Dios el Padre al rehusar obedecer


a Juan el Bautista y arrepentirse, porque Juan fue enviado por el
Padre. Rechazaron a Dios el Hijo cuando pidieron a Pilato que le
crucificara. Pero ese pecado podía ser perdonado porque todavía
estaba el ministerio del Espíritu…. El tercer “pecado nacional” de
Israel fue el apedreamiento de Esteban (Hechos 7), después de lo
cual el mensaje fue a los samaritanos (Hechos 8), y luego a los
gentiles (Hechos 10). Observa que Esteban dijo: “Vosotros resistís
siempre al Espíritu Santo” (Hechos 7:51)”.36

33
Wiersbe, p. 150.
34
Hendriksen, p. 631.
35
Henry, p. 1301.
36
Wiersbe, p. 151.
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Si rechazaron al Padre, al Hijo y por último al Espíritu Santo, ya no queda más


testimonio y por tanto es imperdonable, esto es lo que entiendo dice Wiersbe, y El
CMBH dice lo siguiente:

Juan registró que la obra del Espíritu de Dios es convencer al


mundo de tres cosas: pecado, justicia y juicio (Juan 16:7–15),
precisamente porque la obra del Espíritu es autenticar la persona,
palabra y obra de Jesús. De modo tal que si una persona rechaza al
Espíritu de Dios, está rechazando su única posibilidad de relación
personal con Dios por medio de Cristo. Por ello, este pecado no tiene
perdón, porque tal persona le quita a Dios toda posibilidad de
perdonarle.37

Esta última idea es como la de Henry y Wiersbe, si rechazas al Espíritu, pierdes


la única manera de relación con Dios a través de Cristo, ya no hay perdón. Aquí vemos
una sucesión de factores lógicos, que no digo que no sean ciertos, pero cuando se habla
específicamente de la blasfemia contra el Espíritu Santo, yo me quedo con la primera
opción: “La blasfemia contra el Espíritu de Dios es rechazar su persona y su
ministerio”.38 Hace más referencia a cuando llamaron obra de Belcebú a la obra del
Espíritu Santo, eso es la βλασφημία, decir palabra gravemente injuriosa contra, en este
caso, el Espíritu Santo, esto no tiene perdón, ya que alguien que hace eso su corazón
está totalmente poseído y endurecido por Satanás, como era el caso de los fariseos y
cosa que señaló el mismo Jesús. Dice el CBB: “El contexto sugiere que el ‘pecado
imperdonable’, es atribuir voluntariamente a Satanás la obra del Espíritu Santo. Juan
Wesley dijo: ‘No es ni más ni menos que atribuir al diablo los milagros efectuados por
Cristo por medio del Espíritu Santo’.”39 “Cuando un hombre está endurecido, de modo
que se ha propuesto no hacer caso a los impulsos del Espíritu ni siquiera atender a su
voz que ruega y advierte, él se ha puesto en el camino que lleva a la perdición. Ha
cometido el pecado “de muerte” (1 Jn. 5:16; cf. Heb. 6:4–8)”.40

c. vv. 11-12. Ayuda del Espíritu Santo.

37
Cevallos, p. 216.
38
Ibid.
39
Earle, R. El Evangelio Según San Mateo. En Comentario Bíblico Beacon: Mateo hasta
Lucas (Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones, 2010), p. 129.
40
Hendriksen, p. 631.
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Jesús “termina” sus enseñanzas que tenían que ver con el rechazo por parte de
los fariseos y escribas, ha enseñado que su obra trae oposición, pero que no debían
temer; y ahora, reafirma este aspecto. No temer aunque sean llevados ante autoridades
civiles como religiosas, porque allí también obra y ayuda el Espíritu Santo, ese mismo
Espíritu que otros acababan de rechazar. “Si Dios tiene a bien honrarnos con la palma
del martirio, será para su gloria (v. Jn. 21:19); y si no ha llegado nuestra hora, Él nos
sacará adelante sin que suframos ningún daño (comp. Hch. 12:6–11)”.41
Quiero cerrar este trabajo mencionando algo que quizá ya es sabido, pero que
lamentablemente, en algunos casos, estos versículos se han utilizado como excusa para
conductas de holgazanería como dice Henry:

“Esta súbita y sabia enseñanza del Espíritu Santo ha de esperarse sólo en los
casos en que un creyente sea citado ante los tribunales para dar testimonio de su fe, no
para los casos en que un predicador holgazán descuide la preparación del mensaje, y
espere que el Espíritu le dicte en el púlpito lo que ha de predicar, pues esto último no
es honrar a Dios, sino tentarle”.42

O la misma idea pero en palabras del CBMH: “El Señor no estaba anulando la
responsabilidad de preparación de los siervos de Dios para la predicación eficiente de
su palabra. Se debe entender que este auxilio especial y sobrenatural del Espíritu Santo
es específico y exclusivo de aquel escenario de persecución y oposición”.43

41
Henry, p. 1302.
42
Ibid.
43
Cevallos, p. 217.
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Conclusión.

Definitivamente el tema del Espíritu Santo es muy importante, es Dios, no


puede esperarse otra cosa, por eso le vemos desde el mismo comienzo de las Escrituras
y hasta el final de las mismas; y por supuesto, de manera muy activa en el ministerio
de Jesús, que era Dios salvando al mundo. Creo que con este trabajo he aprendido
varias cosas, por ejemplo: Que Jesús es Dios, y que su poder es mayor que Satanás;
esto es de gran esperanza porque con esto se subraya la victoria de la que hemos sido
hechos partícipes. Por otro lado, también veo la “tozudez” en la que podemos caer,
que en el caso de los líderes de Israel era más que eso. Pero que tengamos cuidado de
confundir la obra del Espíritu con la obra del enemigo.
En el pasaje también aprendemos que habrá oposición, que los enviados de
Dios les será puesta trampa y hasta llevados ante las autoridades, pero Jesús dice que
no temamos. Que Dios nos libre de ser esos ciegos que no quieren ver, en este sentido,
me gustó la frase “el sol más brillante no puede hace que un ciego vea”, Jesús no iba
a obligar a nadie a creer en Él, simplemente daba todos los argumentos y pruebas para
que así fuera, pero si con eso no lo veían, pues ya era por necedad y ceguera espiritual.
Debo confesar que lo que más me ha hablado, es cuando he llegado a pensar
de algunas “manifestaciones de Dios” en algunas confesiones cristianas, he dudado
(por algunas cosas “raras”) que tales cosas sean del Espíritu, y hasta he pensado que
pudieran parecer más de Satanás; pero con lo aprendido, debo ser más cuidadoso, no
juzgar ni calificar, no sea que llame de Belcebú lo que es de Dios. Aunque también
debo decir, que debemos estar prestos a denunciar, justo como lo hizo Jesús ante los
fariseos y escribas, pero hagámoslo con cuidado, con discernimiento, no sea que nos
equivoquemos.
Finalmente pensar en que es peor negarle que confesarle, pero no perder de
vista lo que ya se dijo, “confesarle” implica una vida de respaldo, una vida que
testifique con buenas obras delante de los hombres. Este es un reto para el cristiano y
para la iglesia de Cristo. Mi deseo es que dejemos que Cristo nos impacte, que
transforme nuestras vidas, y así, con la ayuda del Espíritu Santo impactemos a las
naciones. El ministerio del Espíritu Santo no terminó con Jesús, siguió con su iglesia,
sigue con nosotros, que gran bendición y gran responsabilidad. Somos templo de Su
Santo Espíritu.
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Termino diciendo que más que pensar en el pecado imperdonable, prediquemos


de la salvación en Cristo Jesús, en que es el tiempo aceptable de salvación, que el que
viene a Él no le echa fuera. “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que
se había perdido” (Lc. 19:19). Dios quiere salvación para la humanidad, pero claro, no
salvará a quien no quiera ser salvado. Es una pena que ante tan perfecta salvación y
tanto amor, pueda haber gente que se pierda; pero no olvidemos que llevamos
responsabilidad en aquellos que se pierden.

El que encubre sus pecados no prosperará;


Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Prov. 28:13.

Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los


pecados y para limpiarnos de toda maldad. 1 Jn. 1:9
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Bibliografía

Cevallos, J. C., & Zorzoli, R. O. Comentario bíblico mundo hispano, Tomo 16:
Lucas (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano). 2007.

Childers, C. L. El Evangelio Según San Lucas. En Comentario Bíblico Beacon:


Mateo hasta Lucas (Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones). 2010

Earle, R. El Evangelio Según San Mateo. En Comentario Bíblico Beacon: Mateo


hasta Lucas (Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones). 2010

Hendriksen, W. Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio Según San Lucas


(Grand Rapids, MI: Libros Desafío). 2002

Henry, M., & Lacueva, F. Comentario Bíblico de Matthew Henry (08224


ERRASSA, Barcelona: Editorial CLIE. 1999.

Mangum, D. Glosario de Tipos de literatura. (A. Peluffo, Trad.). Bellingham, WA:


Lexham Press. 2014.

Wiersbe W., Warren. Bosquejos Expositivos De La Biblia. Trad. Miguel A. Mesías.


Nashville, TN, EE.UU.: Ed. Caribe. 1995.

Otras fuentes.

“Apuntes de clase de exégesis de Nuevo Testamento: Lucas”, Facultad de Teología


UEBE: Alcobendas, Madrid, curso 2018-2019.

Consulta en https://es.wikipedia.org/wiki/Hipocres%C3%ADa el 20 de mayo de


2019.

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