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Tomás Vidal Gómez, para obtener crédito en la asignatura de Teología del Nuevo
Testamento: Lucas."
Junio de 2019
FACULTAD DE TEOLOGÍA PROTESTANTE |1
Índice
Introducción. ............................................................................................................................ 2
1. El Espíritu Santo en las obras de Lucas. ........................................................................... 3
2. Texto en griego. ............................................................................................................... 3
3. Contexto del pasaje (Lc. 11:14-12:7). .............................................................................. 4
a. 11:14-16. Jesús es acusado de sanar con el poder de Belcebú. .................................. 4
b. 11:17-28. Jesús demuestra lo equivocado de las acusaciones. ................................... 5
c. 11:29-36. Jesús no sana a quien no quiere ser sanado. .............................................. 7
d. 11:37-54. Jesús los acusa y denuncia frontalmente. ................................................... 8
e. 12:1-7. Lecciones a aprender. ...................................................................................... 9
4. El pasaje (Lc. 12:8-12). ................................................................................................... 10
a. vv. 8-9. Negación por negación.................................................................................. 10
b. v.10. Blasfemia contra el Espíritu Santo. ................................................................... 11
c. vv. 11-12. Ayuda del Espíritu Santo. .......................................................................... 12
Conclusión. ............................................................................................................................. 14
Bibliografía ............................................................................................................................. 16
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Introducción.
Este trabajo está enfocado en los versículos ocho al doce del capítulo doce del
evangelio según Lucas, me parece que, principalmente aquí, hay que abordar el tema
de la blasfemia al Espíritu Santo, pero como dicen los apuntes de clase: “La clave
hermenéutica para interpretar adecuadamente este pasaje es: Lucas 11:14-23 (par. Mt.
12:22-30; Mc. 3:20-27).1 Debido a esto, este trabajo contempla un análisis también de
los versículos comprendidos desde 11:14 y hasta 12:7 del evangelio de Lucas, que es
el contexto inmediato a los versículos ya mencionados (12:8-12). Veremos que la
trama empieza cuando Jesús saca un demonio y es acusado de hacerlo con el poder de
Belcebú. Debido a esto, Jesús no para hasta denunciar y “desenmascarar” a aquellos
que lo acusaron. El clima se puso tenso, había intimidación y peligro, pero Jesús indicó
que no debían temer lo que pudieran hacer los hombres, más bien temer el negar su
testimonio y estar en contra de Él, porque esto es la muerte eterna.
El tema del Espíritu Santo en las obras de Lucas es de gran importancia y
amplitud, debido a ello no quiero “descuidar” la neumatología en Lucas (evangelio y
Hechos de los Apóstoles), por ello menciono de manera general algunos datos sobre
el abundante ministerio del Espíritu Santo en las obras de Lucas. No sobra decir que
podríamos irnos “un poco más allá” y hablar de la persona y obra del Espíritu Santo
en las Escrituras, desde “el comienzo” cuando vemos que el Espíritu estuvo en la
creación, porque es Dios, pero no iremos “hasta allá”, ya que el tema del Espíritu Santo
es amplio y hasta complejo, y por supuesto que en un trabajo de esta magnitud no
podríamos cubrirlo.
1
Tomado de los apuntes de clase de exégesis de Nuevo Testamento: Lucas, Facultad de
Teología UEBE: Alcobendas, Madrid, curso 2018-2019.
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La labor del Espíritu Santo relacionada con la vida y ministerio de Jesús, como
ya se dijo, es ampliamente mencionada por Lucas (17-18 en el evangelio y 57 veces
en Hechos), desde el mismo anuncio de su nacimiento: “El Espíritu Santo vendrá sobre
ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra” (Lucas 1:35) y también el anuncio
a Simeón (Lc. 2:25-32). Pero esto fue solo “el comienzo”, ya que también le vemos en
el bautismo (Lc. 3:22), tentación (Lc. 4:1-13), ascensión y Pentecostés; además de en
todo el ministerio de Jesús en la tierra, ya que Él comenzó su ministerio en el poder
del Espíritu (Lc. 4:14-15). El poder del Espíritu, le acompañaba con sanidades y
exorcismos, (Mt. 12:28) –dedo de Dios- que otorgaba legitimidad a su obra mesiánica.
No puede negarse la intensa actividad de la persona del Espíritu Santo y el énfasis de
Lucas es esto.
2. Texto en griego.
8Λέγω δὲ ὑμῖν, πᾶς ὃς ἂν ὁμολογήσῃ ἐν ἐμοὶ ἔμπροσθεν τῶν ἀνθρώπων, καὶ ὁ υἱὸς
τοῦ ἀνθρώπου ὁμολογήσει ἐν αὐτῷ ἔμπροσθεν τῶν ἀγγέλων τοῦ θεοῦ
Pero os digo, todo aquél que me confesare (reconociere o admitiere) delante de
los hombres, también el Hijo del hombre le confesará (reconocerá, admitirá)
delante de los ángeles de Dios.
10καὶ πᾶς ὃς ἐρεῖ λόγον εἰς τὸν υἱὸν τοῦ ἀνθρώπου, ἀφεθήσεται αὐτῷ· τῷ δὲ εἰς τὸ
ἅγιον πνεῦμα βλασφημήσαντι οὐκ ἀφεθήσεται.
También todo aquel que dijere una palabra contra el Hijo del Hombre, será
perdonado; pero el que contra el Espíritu Santo blasfemare (Etim. Decir
estupidez en contra de) no será perdonado.
2
Ibid.
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11ὅταν δὲ εἰσφέρωσιν ὑμᾶς ἐπὶ τὰς συναγωγὰς καὶ τὰς ἀρχὰς καὶ τὰς ἐξουσίας, μὴ
μεριμνήσητε πῶς ἢ τί ἀπολογήσησθε ἢ τί εἴπητε
Y cuando os trajeren (hicieren entrar) a las sinagogas y a los principales y las
autoridades, no os preocupéis (afanéis) cómo o qué habréis de responder en
defensa o qué habréis de decir.
12τὸ γὰρ ἅγιον πνεῦμα διδάξει ὑμᾶς ἐν αὐτῇ τῇ ὥρᾳ ἃ δεῖ εἰπεῖν.
Porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que es necesario (se
debe) decir.
El antecedente al pasaje que nos ocupa, en general, nos presenta una narrativa
de milagros3 mediante los cuales Jesús demostraba su poder y superioridad sobre
Satanás. Aunque no lo dice directamente nuestro texto a tratar, sabemos que Jesús
obraba milagros por el poder de Espíritu Santo (Lc. 4:18-21, Hch. 10:38). Aunque
Lucas no lo dice, Mateo sí registra que algunos dijeron “¿No será este el hijo de
David?” (Mt. 12:22 NVI), lo cual refleja el tremendo impacto en la multitud; lo que sí
registra Lucas, y será una cuestión fundamental en nuestro análisis, es que “algunos”
(Marcos los llama “escribas”, 3:22 y Mateo “fariseos”, 12:24), no vieron el poder del
Espíritu Santo, por el contrario, le acusaron de sanar con el poder del Belcebú.
Aunque pueda resultar obvia la referencia, no está de más aclarar que con esto
se referían al poder de Satanás, así lo hace Hendriksen: Baal Zebub era dios de Ecrón
(2 Rey. 1:2-3, 6)…. “Pero, sea como fuere, en el Nuevo Testamento el uso de
Beelzebul es definitivamente como ‘príncipe de los demonios’, como lo demuestra Lc.
11:15, 18. Beelzebul es Satanás”.4 El relato paralelo de Marcos aun agrega una
segunda acusación, a saber: “Él tiene a Beelzebul”, es decir, “Está poseído por
Beelzebul, por Satanás” (Cf. Jn. 7:20; 8:48, 52; 10:20).5 El rechazo al hijo de José
3
Mangum, D. (2014). Glosario de Tipos de literatura. (A. Peluffo, Trad.). Bellingham, WA:
Lexham Press.
4
Hendriksen, W. Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio Según San Lucas (Grand
Rapids, MI: Libros Desafío, 2002), p. 595.
5
Ibid.
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estaba bien justificado según lo veían los principales de los judíos: era nazareno y no
se “sujetaba” a las tradiciones religiosas imperantes. Así lo describe Hendriksen: “no
honraba las tradiciones farisaicas acerca del día de reposo, los ayunos, las abluciones;
se asociaba con publicanos y pecadores… era lo opuesto a ellos. Por cierto, no todos
los fariseos y escribas odiaban a Jesús, pero muchos sí lo odiaban.6
De acuerdo a lo mencionado líneas arriba sobre los que acusaron a Jesús de
obrar con el poder de Belcebú, cobra importancia lo que los otros evangelistas
aclararon de que se trataba de los fariseos y de los escribas, ya que eran los intérpretes
de la ley; eran los que conocían las Escrituras y, a pesar de ello, no “querían” ver lo
que, por ejemplo, dijo el profeta Isaías en el capítulo 35 con énfasis en los versículos
4 al 6: Dios mismo vendría a salvar y los ciegos verían, los sordos oirían, el cojo
saltaría y el mudo cantaría. Jesús mismo diría que la ley, los profetas y los salmos
hablaban de Él (Lc. 24:44). Hay más referencias en el Antiguo Testamento a Jesús,
pero por ahora basta decir que las Escrituras se estaban cumpliendo “en sus narices”
(enfrente de ellos), por eso pedían “señal del cielo”; como dicen Cevallos y Zorzoli:
“la evidencia de un Dios encarnado y la insensatez de demandar más señales”.7 Los
mismos demonios reconocían al hijo de Dios (Lc. 4:31 y 8:28), pero irónicamente los
“intérpretes de la ley” no podían entender que Jesús era el Ungido de Dios, el Salvador.
Jesús contestó a las acusaciones con tres argumentos, los cuales Wiersbe
bosqueja de la siguiente manera:
Primero, su acusación era ilógica. ¿Por qué Satanás lucharía
contra sí mismo y dividiría su propio reino? Segundo, sus
acusaciones los incriminaban a ellos mismos: ¿Con qué poder los
judíos echaban fuera demonios? ¿En qué diferían sus obras de las de
Cristo? Finalmente, su acusación era realmente una admisión del
poder de Jesús, porque él no podría derrotar a Satanás a menos que
fuera más fuerte.… Pero Jesús invadió el territorio de Satanás,
destruyó su armadura y armas, ¡y se apropió del botín!8
6
Ibid, p. 597.
7
Cevallos, J. C., & Zorzoli, R. O. Comentario bíblico mundo hispano, Tomo 16: Lucas (El
Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 2007), p. 206.
8
Wiersbe, W. W. Compasivos en Cristo: Estudio expositivo de Evangelio Según Lucas
Capítulos 1–13 (Sebring, FL: Editorial Bautista Independiente, 2005), p. 138.
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9
Henry, M., & Lacueva, F. Comentario Bíblico de Matthew Henry (08224 TERRASSA,
Barcelona: Editorial CLIE, 1999), p. 1298.
10
Cevallos, J. C., & Zorzoli, R. O., p. 207.
11
Wiersbe, W. W., p. 138.
12
Cevallos, J. C., & Zorzoli, R. O., p. 206.
13
Ibid, p. 208.
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de una mujer bien intencionada, pero que Jesús aprovecha para dar otra enseñanza.
Ciertamente María había sido dichosa, pero más lo era por creer que por la propia
cuestión de dar a luz al Hijo de Dios. Al respecto Henry dice: “No fue el ser madre de
Cristo lo que hizo bienaventurada a la Virgen María, sino su fe, su humildad, su
obediencia y su meditación de las cosas de Dios.14 Dada “la corrección” de Jesús a la
mujer, queda mejor entendido que las bienaventuranzas también nos alcanzan a todos
aquellos que creemos las palabras del Hijo de Dios y las obedecemos; de la otra forma,
la bienaventuranza era sólo para María.
Sobre la petición de señal del v. 16, Jesús dice que si recibirán señal, pero la
señal de Jonás, “la cual simbolizaba y tipificaba la resurrección de Cristo”.15 O lo que
dice Wiersbe:” Es la resurrección de nuestro Señor lo que demuestra que él es el
Mesías, el Hijo de Dios (Romanos 1:4).16 El punto es que el mismo evangelista ha
“dejado ver” que algunos del pueblo (como la mujer que dijo la bienaventuranza) se
asombraban de sus milagros, que incluso los demonios le reconocían como “el bendito
de Dios”; y ahora cita a los gentiles (pueblo de Nínive y reina de Saba) que creyeron
el testimonio de Dios, pero que “increíblemente” su pueblo, Israel, y sobre todo sus
dirigentes, no sólo le rechazaban, sino que le acusaban de actuar en nombre y estar
poseído por Belcebú, un rechazo claro y una blasfemia al Espíritu Santo como veremos
más adelante.
Sobre lo de la luz dice Wiersbe: “El sol más brillante no puede hacer que el
ciego vea”.17 Jesús sanaba a los ciegos que querían ver, pero no sanaba a los ciegos
que no querían ver (los fariseos y escribas). La luz vino, la Palabra de Dios se encarnó,
pero no quisieron ver. “Con el simple hecho de ver y discernir los tiempos y las
Escrituras, la generación de Jesús habría descubierto que él era el Mesías”.18 Pedían
señales y recibían señales, lamentablemente su problema era más profundo.
Precisamente su problema era lo que ellos acusaban en Jesús, estaban poseídos por
Belcebú, y me atrevo a agregar que mentían, ya que los demonios reconocían la verdad,
14
Henry, p. 1299.
15
Ibid.
16
Wiersbe, p. 140.
17
Ibid, p. 141
18
Cevallos, p. 210
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pero ellos, los fariseos, guiados por Satanás negaban la verdad del testimonio de Dios
en Jesús a través del Espíritu Santo. Estaban injuriando la obra del Espíritu Santo.
19
Ibid, p. 214.
20
Consultado en https://es.wikipedia.org/wiki/Hipocres%C3%ADa el 20 de mayo de 2019.
21
Childers, C. L. El Evangelio Según San Lucas. En Comentario Bíblico Beacon:
Mateo hasta Lucas (Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones, 2010), p. 525.
22
Henry, p. 1301.
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23
Wiersbe, p. 145.
24
Childers, p. 523.
25
Cevallos, p. 213.
26
Hendriksen, p. 626.
27
Wiersbe, p. 147.
28
Ibid, p. 149.
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también cabe la hipocresía. Si temo a los hombres y no a Dios, es muy probable que
sea hipócrita (cf. Prov. 29:25).
29
Cevallos, p. 216.
30
Henry, p. 1301.
31
Hendriksen, p. 630.
32
Childers, p. 527.
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Ante las palabras de Jesús en este versículo, sobre que alguna palabra contra
Él sería perdonada, pero que cualquier blasfemia contra el Espíritu Santo no sería
perdonada, Wiersbe hace una pregunta retórica: “¿Quiere decir que el Espíritu Santo
es más importante que el Hijo de Dios?33 Por supuesto que esto no es así, ya veremos
por qué. Lo primero que hay que hacer es mirar el contexto inmediato como lo dice
Hendriksen: “Como siempre cuando el texto mismo no esté inmediatamente claro, el
contexto histórico debe ser nuestro guía…. De éste aprendemos que los amargos
adversarios de Jesús habían estado atribuyendo a Satanás lo que el Espíritu Santo
lograba a través de Jesús.34 Esta es mi opinión: Primero que nada no podemos separar
la obra y persona del Padre de la obra y persona del Hijo, no de la persona y obra del
Espíritu Santo, quien rechaza al Padre, rechaza al Hijo, y quien rechaza al Hijo, rechaza
al Espíritu Santo; que ésta era, según el contexto, la situación sucedida. Los líderes
religiosos de Israel estaban más que rechazando la obra del Espíritu Santo en Jesús.
Existen otras explicaciones dadas por algunos comentaristas que son “más
directas”, es decir, que no apelan mucho al contexto histórico inmediato. Por ejemplo
Henry dice que como “es el Espíritu quien obra el arrepentimiento, y el blasfemar
contra Él te excluye así como a su obra». Al ser el arrepentimiento condición necesaria
para el perdón de los pecados (v. Lc. 13:3, 5; Hch. 2:38)”.35 En otras palabras, sin
Espíritu Santo, no hay arrepentimiento, si no hay arrepentimiento, no hay salvación.
En la misma dirección van Wiersbe y el CBMH, apuntando a un argumento más de
lógica según lo entiendo yo, es decir, en el caso de Wiersbe dice:
33
Wiersbe, p. 150.
34
Hendriksen, p. 631.
35
Henry, p. 1301.
36
Wiersbe, p. 151.
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37
Cevallos, p. 216.
38
Ibid.
39
Earle, R. El Evangelio Según San Mateo. En Comentario Bíblico Beacon: Mateo hasta
Lucas (Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones, 2010), p. 129.
40
Hendriksen, p. 631.
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Jesús “termina” sus enseñanzas que tenían que ver con el rechazo por parte de
los fariseos y escribas, ha enseñado que su obra trae oposición, pero que no debían
temer; y ahora, reafirma este aspecto. No temer aunque sean llevados ante autoridades
civiles como religiosas, porque allí también obra y ayuda el Espíritu Santo, ese mismo
Espíritu que otros acababan de rechazar. “Si Dios tiene a bien honrarnos con la palma
del martirio, será para su gloria (v. Jn. 21:19); y si no ha llegado nuestra hora, Él nos
sacará adelante sin que suframos ningún daño (comp. Hch. 12:6–11)”.41
Quiero cerrar este trabajo mencionando algo que quizá ya es sabido, pero que
lamentablemente, en algunos casos, estos versículos se han utilizado como excusa para
conductas de holgazanería como dice Henry:
“Esta súbita y sabia enseñanza del Espíritu Santo ha de esperarse sólo en los
casos en que un creyente sea citado ante los tribunales para dar testimonio de su fe, no
para los casos en que un predicador holgazán descuide la preparación del mensaje, y
espere que el Espíritu le dicte en el púlpito lo que ha de predicar, pues esto último no
es honrar a Dios, sino tentarle”.42
O la misma idea pero en palabras del CBMH: “El Señor no estaba anulando la
responsabilidad de preparación de los siervos de Dios para la predicación eficiente de
su palabra. Se debe entender que este auxilio especial y sobrenatural del Espíritu Santo
es específico y exclusivo de aquel escenario de persecución y oposición”.43
41
Henry, p. 1302.
42
Ibid.
43
Cevallos, p. 217.
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Conclusión.
Bibliografía
Cevallos, J. C., & Zorzoli, R. O. Comentario bíblico mundo hispano, Tomo 16:
Lucas (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano). 2007.
Otras fuentes.