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Instituto Bíblico
Ética Bíblica
TALLER
Naturaleza moral del hombre: el hombre entiende que el pecado que comete tiene unas
consecuencias, entre ellas la muerte espiritual (y en algunos casos físicos). La conciencia le da
al ser humano la de que “lo recto existe y debe hacerlo”.
Naturaleza de Dios: la voluntad de Dios es siempre el bien para nuestras vidas, por tanto como
cristianos debemos hacer lo recto ante los ojos de Dios. Su ley es santa, justa y buena por tanto
esto nos convence de pecado y al ver que él es Justo, nos lleva a actuar con justicia y santidad.
La revelación divina: el cristiano comprende que a través de la Biblia Dios revela su voluntad.
El antiguo testamento revela su voluntad a cerca de convencer de pecado y conducir a Cristo,
el nuevo testamento integra este propósito redentor además de dar a entender que salvar a su
pueblo, estos deben ser semejantes a Cristo.
Para lograr aceptar la obra redentora de Jesús en nuestras vidas debemos comprender que
Dios tiene un código de ética, él tiene unas normas bajo las cuales se rige para intervenir en
nuestras vidas y por su santidad no podía admitir que nosotros nos acercáramos por nuestra
naturaleza pecaminosa, es por eso que su justicia hizo que recayera el castigo sobre su hijo
Jesucristo para pagar la deuda que nosotros teníamos. Su Ley fue establecida no tanto para
“cumplirla” sino para revelarle al hombre que era imposible acercarse a él por sus propios
medios, sus profetas lo anunciaron, que era necesario que Jesucristo viniera para cumplir en sí
mismo la Ley y darnos su gracia y perdón, y así disfrutar de todos sus beneficios, cumpliendo
sus mandamientos, que Jesús resumió en amar a Dios y al prójimo como a sí mismo.
Nos lleva a amar, a Dios y al prójimo y a los enemigos, reconociendo los derechos de quien
amamos, no depende del sentimiento ni la emoción. Esta es la forma de actuar que cada uno
de nosotros debe adoptar:
Todo lo que deseemos recibir debemos hacerlo a los demás.
Arrepentirnos, renunciando a mi amor propio, por el amor a Dios.
No jurar para tratar de ser sinceros, pues es realmente un acto de insinceridad.
No resistir al malo, es dejar todo deseo de venganza en contra del que nos hace daño.
No hacer tesoros en la tierra, sino sembrar en el reino de Dios.
Amar a nuestros enemigos.
Renunciar a los pecados carnales y del espíritu, estos nos lleva a ser como Jesús cada día,
renunciando a nuestra naturaleza pecaminosa y siendo cada día más como él.
5. Según lo estudiado en la ética pastoral, elabore un código ético para Pastores o líderes de
su congregación.
Hacer sonreír a Dios, bajo principios como la virtud, santidad, la fe, el arrepentimiento y el amor.
Principalmente enfocado en hacer todo por amor, no por temor ni por orgullo.