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FIEBRE AMARILLA
MEDICINA TROPICAL
DOCENTE:
DR. Felix Efrain Beltran
SEMESTRE:
Sexto Semestre
PARALELO:
“B”
GRUPO #1
INTEGRANTES
Miguel Andrés Arichabala Montenegro
Luis Fernando García Mendoza
Karen Denisse Rodríguez Paz
Karen Brigitte Torres Suquilanda
Fecha: 16-04-2019
PERIODO ACADÉMICO:
2019-2019
¿Qué es la Fiebre amarilla?
La Fiebre Amarilla es una enfermedad vírica aguda, se la denomina de esa manera, porque
generalmente las personas enfermas presentan la piel de ese color(1).
Datos y cifras
Hay 47 países de África (34) y América Central y Sudamérica (13) en los que la enfermedad es
endémica en todo el país o en algunas regiones. Con un modelo basado en fuentes africanas de
datos, se ha estimado que en 2013 hubo entre 84 000 y 170 000 casos graves y entre 29 000 y 60
000 muertes.
En los siglos XVII a XIX, la exportación de la fiebre amarilla a Norteamérica y Europa causó
grandes brotes que trastornaron la economía y el desarrollo, y en algunos casos diezmaron la
población.(3)
Situación epidemiológica: America
La Organización Panamericana de la Salud ha indicado que entre enero de 2016 y noviembre de
2018, siete países y territorios de la región de las Américas notificaron casos confirmados de
fiebre amarilla: El Estado Plurinacional de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa,
Perú y Surinam. Durante este periodo se ha notificado el mayor número de casos humanos y
epizootias registradas en la Región de las Américas en varias décadas.
Con respecto al Ecuador, el país desde marzo del 2017 no ha notificado nuevos casos de fiebre
amarilla, a diferencia de Bolivia, Brasil, Colombia, Guayana Francesa y Perú que notificaron
casos hasta marzo del 2018. Por otro lado, la OPS ha manifiesta su preocupación frente a la
presencia de epizootias en Brasil entre junio-noviembre, en el que el riesgo debería ser menor por
las condiciones climáticas menos favorables para la circulación viral, situación que constituye un
indicativo de que el riesgo de transmisión a humanos no vacunados persiste.
En ese sentido, el Ecuador mantiene la alerta epidemiológica frente a posibles casos importados
de Fiebre amarilla o casos de personas nacionales o internacionales sin antecedentes de
vacunación que viajen a zonas selváticas de riesgo del país, como son las provincias amazónicas
y la provincia de Esmeraldas que puedan contraer la enfermedad. Por ellos el país continúa con
la vacunación en las unidades de salud el MSP.(4)
Aunque en el Ecuador no se consideran áreas endémicas a las zonas urbanas ubicadas bajo los
1.650 metros sobre el nivel del mar, porque no se ha documentado actividad de Fiebre amarilla,
existe el riesgo de reintroducción del virus a través del vector Aedes Aegypti, por tal motivo, es
necesario se tomen en consideración las recomendaciones emitidas por el Ministerio de Salud.(4)
Cadena epidemiológica
Agente etiológico.- El virus de la fiebre amarilla pertenece a la familia Flaviviridae, genero
Flavivirus ARN.
Modo de Transmisión.- INDIRECTA existen dos ciclos, el selvático y el ciclo urbano.
Periodo de Transmisibilidad.- la sangre del enfermo es infectantes desde el dia antes de la fiebre
hasta el tercer a quinto día de la enfermedad
Periodo extrínseco de incubación.- de 9 a 12 días en los trópicos. Una vez infectado el mosquito
permanece la vida transmitiendo la enfermedad
Susceptibilidad.- universal, la enfermedad confiere inmunidad activa natural permanente
Reservorio.- diferentes primates selváticos sufren la enfermedad natural y son reservorios del
virus. Algunos roedores y marsupiales pueden desarrollar viremia. En el ciclo urbano Aedes
Aegypti actua como reservorio al igual que el hombre enfermo.
Vectores.- el vector de la FA urbana Aedes Aegypti. El mosquito dura de 6 a 8 semanas, y el virus
se transmite transovaricamente a su descendencia, hecho que lo convierte en verdadero reservorio.
Los transmisores selvaricos que también transmiten el virus transovaricamente, viven en las copas
de los aboles, donde perpetuan el ciclo entre los primates que tienen ese hábitat.
agente
infeccioso
•arbovirus
Huesped reservorio
Susceptible •humano
•humano no infectado
inmunizado •primates
puerta de puerta de
entrada salida
•piel •piel
Modo de
Transmisión
•indirecta por la picadura
del mosquito
Manifestaciones Clínicas
El espectro clínico de la fiebre amarilla es variado. Las diversas formas de presentación posibles
comprenden infección subclínica, cuadros febriles inespecíficos sin ictericia y formas graves con
riesgo vital. Además, hay que tener en cuenta que, aunque la fiebre amarilla afecta a personas de
cualquier edad, la gravedad y la mortalidad son mayores en los ancianos.
De acuerdo a la evolución de la enfermedad, es posible distinguir dos formas clínicas: una forma
leve, que afecta al 85% de las personas infectadas, y una forma grave, que ocurre en el 15%
restante. La forma grave de la fiebre amarilla tiene una elevada mortalidad y se caracteriza por
disfunción hepática, fallo renal y miocárdico, coagulopatía y choque, y comienza de forma
abrupta entre 3 y 6 días después de la picadura de un mosquito infectado. Sin embargo, la fiebre
amarilla clásica se caracteriza por presentar tres etapas, denominadas período de infección,
período de remisión y período de intoxicación.
Período de infección
Período de remisión
A partir del período de remisión es posible distinguir entre las formas leves y graves de la fiebre
amarilla: los pacientes con formas leves (85%) se recuperan en esta etapa y no presentan más
síntomas; sin embargo, el 15% restante, que desarrollará una forma grave, pasará a la tercera etapa
de la enfermedad, también conocida como período de intoxicación.
Período de intoxicación
El período de intoxicación comienza entre el tercer y el sexto día tras el comienzo de la infección,
con reaparición de la fiebre, postración, náuseas, vómitos, dolor epigástrico, ictericia, oliguria y
diátesis hemorrágica.
Esta fase se caracteriza por un grado variable de disfunción de múltiples órganos, incluyendo el
hígado, los riñones y el sistema cardiovascular.
Se presenta como un cuadro febril inespecífico, caracterizado por la aparición de fiebre, malestar,
cefalea, fotofobia, dolor lumbosacro y de las extremidades inferiores, mialgia, anorexia, náuseas,
vómitos y mareos. Este cuadro se prolonga entre 1 y 3 días, al cabo de los cuales experimenta una
defervescencia, sin mayores consecuencias.
Presenta una evolución bifásica, consistente en una fase febril inicial caracterizada por síntomas
inespecíficos que remedan los de la forma leve pero de mayor intensidad, con fiebre, cefalea,
mialgias, náuseas y vómitos. Característicamente, estos síntomas remiten durante 24-48 horas, y
tras esta mejoría aparente comienza una segunda fase tóxica final, caracterizada por retorno de la
fiebre, ictericia, epistaxis, hematemesis, melena, oliguria y disfunción hepática, renal y
cardiovascular, que puede llegar a la muerte.
Hallazgos de laboratorio
Es frecuente hallar una leucopenia que oscila entre 1.500 y 2.500/ml, que aparece rápidamente
tras el comienzo de la enfermedad y se acompaña de una neutropenia relativa.Entre 48 y 72 horas
después del inicio, las transaminasas –notablemente la aspartato-aminotransferasa (AST),
también conocida como transaminasa glutámico-oxalacética (TGO)– comienzan a aumentar, y
preceden a la aparición de ictericia. En este punto de la evolución, la intensidad de la alteración
de las enzimas hepáticas predice la gravedad que alcanzará la disfunción hepática durante el curso
de la fiebre amarilla. Otros hallazgos frecuentes son trombocitopenia, prolongación del tiempo de
protrombina, hiperazoemia, hipercreatininemia y proteinuria.
En cuanto a la afectación renal, se caracteriza por oliguria, azoemia y niveles muy elevados de
proteinuria, en tanto que la creatininemia alcanza entre tres y ocho veces los valores normales. En
algunos pacientes que sobreviven a la etapa hepatítica, los signos de fallo renal dominan el cuadro.
En estos casos, la muerte suele estar precedida por la aparición de una anuria6 virtualmente total.
Diagnostico
El diagnóstico diferencial de las formas abortivas es difícil e incluye otras infecciones virales y
bacterianas agudas. Los casos severos de fiebre amarilla debe diferenciarse de leptospirosis, fiebre
recurrente, hepatitis virales, malaria, fiebre tifoidea y algunas forma severas de dengue. El
antecedente de permanencia o viaje reciente a zonas selváticas es de gran utilidad en el
diagnóstico clínico.
La sospecha de un diagnóstico clínico debe ser confirmado con exámenes de laboratorio, estos
pueden ser directos o indirectos.
Diagnóstico clínico
aquella enfermedad de comienzo brusco seguido de ictericia luego de 2 semanas de iniciados los
primeros síntomas toda vez que se halle presente uno de los siguientes criterios: a) epistaxis,
gingivorragia, enterorragia o hematemesis, o hemorragias en piel; b) muerte dentro de las 3
semanas del inicio de la enfermedad, y c) antecedente de exposición reciente en zona de
riesgo».(3)
Diagnóstico de laboratorio
Métodos indirectos
Se basan en la identificación de anticuerpos de tipo IgM o IgG específicos para fiebre amarilla.
La IgM específica alcanza concentraciones detectables en suero una vez transcurridos 7 días desde
el comienzo de los síntomas, y su hallazgo certifica el diagnóstico de fiebre amarilla. El
diagnóstico mediante la detección de IgG requiere la demostración de un aumento al cuádruple
de la concentración de IgG específica circulante medida en dos muestras de sangre tomadas con
un intervalo que no debe ser menor de 10 días.
Métodos directos
Los métodos directos proveen la mejor confirmación diagnóstica y se basan en identificar el virus
mediante cultivo o técnicas moleculares:
1. Cultivo viral: el virus de la fiebre amarilla puede ser cultivado en líneas celulares específicas o
en cerebro de ratón lactante. Puede ser aislado en sangre durante la primera semana de la
enfermedad, después de la cual la viremia disminuye considerablemente, coincidiendo con la
aparición de IgM específica.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Dentro de la fiebre amarilla tenemos que si de manifiesta de manera rural la característica febril
es abrupta y brusca; si es de manera urbana se cataloga como fiebre tifoidea y su presentación
febril es escalonada.
En cuanto al dengue la fiebre que bimodal y tiene dos presentaciones: sin signos de alarma antes
conocido como Dengue clásico, y dengue con signos de alarma conocido antes como Dengue
hemorrágico.
TRATAMIENTO
No se conoce ningún tratamiento específico para la fiebre amarilla, por lo que el tratamiento se
limita a medidas de soporte y terapia sintomática.
Recibir medidas de apoyo general, que incluyen aporte de fluidos, fármacos vaso activos,
oxígeno, prevención de hipoglucemia, corrección de acidosis metabólica, manejo de la
coagulopatía y soporte renal.
La ribavirina ha demostrado eficacia in vitro pero a concentraciones tan altas que son
incompatibles con su utilización clínica.
Otra de las complicaciones pueden ser: CID, infecciones bacterianas secundarias, parotiditis,
shock, coma y muerte.
El uso de acetaminofén puede ser usado como antipirético y analgésico, el uso de aspirina esta
contraindicado porque favorece a las hemorragias, empeora la acidosis y causa irritación de la
mucosa gástrica. Los antiácidos y los bloqueadores H2 tipo cimetidina y ranitidina se usan para
reducir el riesgo de hemorragias digestivas. Los expansores de volúmenes plasmáticos y el
reemplazo de sangre, pueden ser requeridos en caso de presentar complicaciones como
hipotensión, oliguria, hemorragias y shock. La terapia dialítica puede ser requerida en caso de
falla renal.
El vector Aedes aegypti el cual se encuentra en áreas urbanas dentro y fuera de las viviendas.
Quienes viajan a zonas endémicas pueden aplicar insecticidas que tengan un largo efecto residual.
También el uso de repelentes tópicos que contengan DEET en concentraciones entre el 30
y el 35 %. Deben aplicarse directamente sobre la piel expuesta con precaución de evitar
contacto con conjuntiva y mucosas por su toxicidad.
Inmunización activa
La vacunación es el método más práctico y seguro para prevenir la fiebre amarilla en personas
con riesgo.
La vacuna 17D es una de las vacunas atenuadas con mayor éxito ya que es inmunogénica y
altamente protectora. Consiste en una suspensión liofilizada de virus vivos atenuados
obtenida en huevos de pollo y envasada al vacío. Tiene que conservarse entre 2 y 8°C.
Una dosis de 0,5 ml aplicada IM o SC induce una inmunidad duradera en más del 95% de los
casos a partir del décimo día de su aplicación, y está aceptada internacionalmente como
prevención de enfermedad por un periodo de 10 años. Siendo así una vacuna que debe
aplicarse a partir de los 9 meses de edad.(1)
los menores de 9 meses, excepto durante las epidemias, situación en la que también se
deben vacunar los niños de 6-9 meses en zonas con alto riesgo de infección;
las embarazadas, excepto durante los brotes de fiebre amarilla, cuando el riesgo de
infección es alto;
las personas con alergia grave a las proteínas del huevo, y
las personas con trastornos del timo o inmunodeficiencias graves debidas a infección
sintomática por VIH/SIDA u otras causas.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
2. WHO/OMS. OMS | Fiebre amarilla. WHO [Internet]. 2016 [cited 2019 May 27];
Available from: https://www.who.int/topics/yellow_fever/es/
3. OMS. Fiebre amarilla [Internet]. WHO. 2015 [cited 2019 May 27]. Available from:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/yellow-fever
4. MSP. Fiebre Amarilla – Ministerio de Salud Pública [Internet]. [cited 2019 May 27].
Available from: https://www.salud.gob.ec/fiebre-amarilla/