Sie sind auf Seite 1von 2

HISTORIA DE LA FARMACOLOGIA

Desde el año 3000 AC en las diversas culturas que han experimentado a través de
la historia, (egipcios, babilonios, mesopotámicos, chinos, griegos, romanos etc.)
los individuos empezaron a practicar diversas mezclas entre plantas con el fin de
curar enfermedades que para esa época según las diferentes religiones eran
provenientes por iras y rechazos de los dioses, por lo cual eran diversas las
prácticas de herejía, magia y hechicería. Es allí en estas culturas con sus legados
ancestrales donde comienza la historia de la medicina a base de plantas. A pesar
de todo se sabe poco de la farmacología de esa época, aunque se siguió
practicando curas de enfermedades a base de la medicina natural, tanto la
farmacología, como la medicina, no se logró evolucionar hasta que la disciplina
científica fue legítima por las doctrinas religiosas de ese tiempo. La primera
referencia registrada de la palabra farmacología se encontró en un texto de 1693
titulado “pharmaologia sen manuductio ad materiam medicum,” de Samuel
Dale. Antes de esta fecha el estudio de las plantas medicinales se denominaba
materia Medica termino que permaneció hasta principios del siglo xx. Aunque no
es clara la fecha exacta, en el siglo XlX con la aparición de los primeros
laboratorios, los químicos que afectan a los diferentes progresos extrayendo
sustancias específicas de las mezclas complejas, lo que les permite el aislar y
sintetizar diversos principios activos como la morfina, la colchicina, el curare, la
cocaína y otras sustancias farmacológicas de sus productos naturales. Los
fármacos confirmados a realizar prácticas con animales de forma más precisa. En
el siglo xx a medida que cambiaban todas las áreas de la medicina aumento el
crecimiento de los laboratorios y por el método de los procesos para extraer
principios activos que tienen problemas a cientos de pruebas en un lapso de
tiempo corto, y lo que es más importante, se pueden comprender como actúan los
fármacos identificando su mecanismo de acción a nivel molecular. En la actualidad
la práctica de la farmacología es demasiado compleja y más avanzada sin
embargo los profesionales de la enfermería que la práctica no deben olvidar su
principio básico, el empleo de productos sin importar su procedencia ya se de una
planta, un animal, un ser humano o de un proceso integro de un laboratorio, el
principal objetivo de la farmacología es centrarse en los pacientes y así mejorar su
calidad de vida.
La historia de los medicamentos hace parte del devenir del hombre y de la historia
de la medicina. Desde que existe, el ser humano sufre, se enferma e
ineludiblemente muere; desde sus comienzos los homìnidos nómadas y los
agrícolas sedentarios, buscaron una explicación a los fenómenos y una solución a
sus males. El pensamiento mágico, más acentuado en las tribus y en las más
antiguas civilizaciones, hizo importante el poder de los conjuros y la influencia de
los dioses sobre las pócimas. Curar era fuente de autoridad y prestigio, en general
una tarea reservada a los sacerdotes y magos. Pero alguna curiosidad intelectual
debió generar la observación de los animales que rehuían las plantas venenosas,
o que comían determinadas hierbas cuando sufrían de algún mal específico. Poco
a poco se fueron señalando propiedades varias a dichas plantas, ya fuesen sus
flores, corteza o raíces, y aparecieron los primeros listados para unas
enfermedades de diagnóstico tan confuso como absurdas eran las indicaciones y
la manera de aplicar esas hierbas. Con algunas excepciones, hasta que Paracelso
introdujo en terapéutica las sustancias inorgánicas, los medicamentos eran
hierbas. Los más inquietos estudiosos del tema (el Emperador Rojo, Mitridatos,
Dioscòrides, Plinio el Viejo) o eran eruditos o al menos, conocedores de la
botánica; unos vivieron obsesionados con el temor de morir envenenados, otros
ayudaron a construir lo que luego se llamó la “Materia Medica”. La concepción
original de la enfermedad como un castigo de los dioses hizo de los exorcismos y
de los sacrificios rituales llevados a cabo por los magos tribales o los sacerdotes
de una casta, la columna vertebral de los tratamientos. No es que no hubiera
fármacos los había y muchos, más que todo herbales, pero su efectividad
dependía de la voluntad de los dioses. Mitos y realidades se fueron mezclando en
la práctica médica, donde el uso de una gran cantidad de plantas medicinales
muchas con confusas indicaciones alternaron con algunas medidas preventivas y
dietéticas, al igual que conceptos como el “Primero no hacer daño” de Hipócrates,
quien confiaba mucho en el poder sanador de la naturaleza. De allí surgió la
“Materia Medica” de Teofrasto y de Dioscòrides. Galeno luego, tomando los
aportes del Corpus Hippocraticum a través de su paso por la cultural Alejandría,
usa fármacos preferidos y establece sus propios conceptos errados muchos de
ellos pero que se basaron en el equilibrio de los humores como fuente de la salud
y de la enfermedad y que fueron vigentes hasta el mismo Renacimiento,
aceptados por árabes y cristianos, por su concepción monoteísta. Ya desde Celso
se entiende que la acción terapéutica se consigue por la dieta, los fármacos y la
cirugía. Pero a pesar de que Galeno escribe sobre las costumbres y los pecados
del alma, y de que Platón dice que antes de tratar el cuerpo hay que tratar el alma
para que sirva el fármaco- en aquellos tiempos no existió la psicoterapia. La
aparición de la medicina como oficio, en casos como los de Hipócrates y Galeno,
estuvo rodeada de prestigio; pero en los más fue tarea de esclavos, labor de
sirvientes. Estos colegas de la antigüedad aprendieron a manejar sus propios
medicamentos, preparados en algunas trastiendas o “boticas”. Los farmacéuticos
se iniciaron como simples dispensadores y tuvieron auge entre los árabes,
civilización donde aparecieron también los primeros recetarios, listados de
medicinas o primitivas farmacopeas. Pero siempre las mismas hierbas con los
mismos yerbateros, para llamar de alguna manera a aquellos empíricos que de
manera artesanal ejercieron la medicina, no para designar a los que hicieron
historia. La curiosidad y la observación primero, el ensayo-error o la serendipia
después, fueron mejorando el conocimiento. Desde luego que no sólo el de los
medicamentos sino sobre todo de la anatomía inicialmente y de la fisiología más
adelante para conseguir unas primeras especializaciones y categorías.

Das könnte Ihnen auch gefallen