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LAS IDEAS POLITICAS.

CAPÌTULO 1: Estado y democracia en el pensamiento liberal clásico.

En este capítulo se estudia la relación entre democracia y Estado en el pensamiento liberal clásico. Esto atrajo la atención de
filósofos y cientistas sociales. Podemos definir al Estado como una organización que ejerce el mando sobre un territorio delimitado
y cuenta con el monopolio del uso de la fuerza. El termino Estado, apareció hacia fines de 1500. El concepto democracia es más
complicado de definir, ya que tiene un significado jurídico-institucional (conjunto de reglas de juego e instituciones) y otro ético
(alude al ideal de igualdad) que raramente van de la mano.

El liberalismo, durante los siglos XVII Y XIX, aporto los principales fundamentos ideológicos para la construcción del nuevo
sistema legal y estatal y de sus instituciones con autores tales como Hobbes, Locke, Rousseau o Montesquieu (sujeto a diferentes
concepciones y formulaciones hasta la actualidad). Las preocupaciones estuvieron vinculadas con las transformaciones de las
sociedades occidentales durante la consolidación de la sociedad capitalista. Es posible distinguir tres momentos.

La burguesía comercial en ascenso que necesito de un soberano poderoso, capaz de garantizar la propiedad privada y consolidar
el mercado interno mediante la fijación de una política económica unificada en el territorio. Una vez que estas exigencias
estuvieron salvadas y la propiedad privada se forjo, el debate afecto a una nueva cuestión, centrada en la exigencia de garantías
para los individuos frente al ejercicio del poder absoluto y su derecho a participar en el gobierno. Finalmente, a fines del siglo
XVIII, la democracia política y la fijación de posibles correctivos ante las desigualdades generadas por el capitalismo y la sociedad
industrial.

1- LA FUNDAMENTACION DEL ESTADO ABSOLUTISTA:

La emergencia del Estado moderno, fue el resultado de un largo proceso de siglos XIV y XVIII. Cuando hablamos de Estado, nos
referimos a una relación social, que ejerce el mando sobre un territorio determinado. La construcción del poder estatal requirió
establecer derechos y reglas a esa centralización de la autoridad.

Hacia fines del siglo XIV se concretó el sistema feudal. El sistema feudal se componía de poderes dispersos y soberanías
fragmentadas, en la que el monarca tenía la propiedad de la tierra, cuya posesión distribuía entre sus hombres para tener lealtad.
Esto permitía establecer un vínculo de dependencia política en las que la protección física y el usufructo de la tierra jugaban un
papel decisivo. Como consecuencia, la nobleza perdió el privilegio de administrar justicia, los ejércitos pasaron a responder a la
corona, mientras se conformaba un orden encabezado por monarquías de origen divino (hereditarias) que podían recaudar
impuestos y armar burocracia para gobernar y defender el territorio. La base de esta organización fue el derecho Romano, que
dio vida a una relación Estado y derecho. El dinero y la cultura, ocupaban un nivel creciente como pilares de un nuevo orden y
sociedad.

El paso que se dio fue cambiar un orden estamental por el nacimiento por otro organizado en torno a las clases. Pasaje de una
economía señoral a una capitalista implico un cambio revolucionario: el rey ya no era soberano de los señores, sino de todos los
órdenes sociales. Por esto, el vínculo individuos/súbditos paso a ser de obediencia por autoridad divina.

La autoridad tenía un poder legítimo, capaz de fundar un nuevo orden económico, político y social. Esto implico la transformación
de una autoridad pública. Sin embargo, si el poder monarca era concedido, también era creado. En el siglo XVI, Bodin
fundamentaba la autoridad de este poder, señalando que: allí donde había poder soberano, soberanía significa justificación de
por qué se obedece, palabra que en la edad media no se había utilizado en este sentido, ya que soberano era sinónimo de rey.
Soberano era un poder supremo que no tenía sobre si otros poderes y sus atributos eran lo perpetuo y lo absoluto. Tenía el poder
de dar leyes y exigir obediencia (poseía uso de la fuerza).

El estado moderno significaba la posibilidad de formación de un mercado nacional y el crecimiento del comercio e industria. Con
eso se consolida la Burguesía.

El mundo del absolutismo era el mundo del iluminismo, donde la razón podía ser aplicada al buen gobierno. La política se
desacralizo, dejo de ser asunto vinculado a religión y moral, para conservar el poder debían obtenerse recursos.
En Bodin, esta idea de racionalización, desacralización estaba presente: el poder ahora era humano en tanto dictaba sus
leyes y las hacia respetar.

Para Bodin la sociedad estaba dividida en una esfera pública y otra privada, del súbdito y del burgués, la esfera de las
relaciones económicas. El poder del soberano reconocía algunos límites, que provenían de lo divino. El rey solo podía confiscar
los bienes de otro solo cuando estuviese en juego la salvación del estado.

Esta idea del soberano que reconocía los límites divinos, desaparece de las ideas de Hobbes. Este, no negaba la existencia
de leyes naturales o divinas, pero a diferencia de las leyes positivas, no se podían hacer valer con la fuerza del bien común,
solo eran obligatorias en conciencia. Así, el lazo que unía a súbditos con soberano, mediante leyes positivas, no era el mismo
que los unía por las leyes de Dios, ya que si este no las cumplía no podía ser obligado a hacerlo y menos castigado por ello.
Hobbes, negaba esta diferencia entre la esfera privada y la esfera pública: una vez constituido el estado en las relaciones
privadas (estado de naturaleza), se resolvía en la esfera de las relaciones públicas (dominio de soberano sobre súbditos).
Pensaba que los individuos salían del estado de naturaleza para entraren el Estado, porque el estado de naturaleza implicaba
una relación de conflicto. El derecho de propiedad solo podía existir, una vez constituido el Estado (ya que en el estado de
naturaleza, nada era propiedad de nadie). Solo el Estado garantizaba e derecho a la propiedad privada.

Hobbes, desechaba la existencia de límites al poder del soberano. Según el, el poder se generaba en una conquista violenta:
el soberano se imponía a través de la fuerza, cuyo derecho al mando derivaba de la rendición de los soberanos. Esta rendición
implicaba consenso y su producción dependía de la habilidad y efectividad del príncipe. El pacto subiectionis significaba el
reconocimiento de la existencia de una relación de fuerza, desigual entre vencedor y vencido. El estado de naturaleza era un
estado de guerra de todos contra todos. “el hombre es lobo del hombre”, en el que nadie tenía a salvo su vida. Para ponerse
a resguardo, los individuos consentían en someterse a un poder común que fuese tan fuerte como para impedir el uso de la
fuerza privada.

2- LAS POSICIONES CONTRACTUALISTAS: LAS GARANTIAS FRENTE AL EJERCICIO DEL PODER POLITICO.

La organización política estatal moderna, absolutista niega la posibilidad de pensar en un sistema mediador entre sociedad
civil y Estado. Hay súbditos que obedecen al rey y este cuenta con funcionarios que son instrumento de unificación política
del territorio.

En un primer momento, la burguesía comercial en ascenso, necesito de un soberano poderoso, capaz de garantizar la
propiedad privada, que los salvara de la competencia exterior y consolidara el mercado interno fijando una política económica
unificada en el territorio. La perspectiva de proceso de construcción estatal, el reclamo se dirigió hacia la cuestión de las
garantías con que contaban los individuos frente al ejercicio del poder absoluto. Lo interesante del debate, es la convergencia
de dos cuestiones contradictorias: la libertad de hacer de los individuos frente a la coerción del soberano y la igualdad.
Entonces, la emergencia de un orden en el que imperase la libertad, sería el gran tema de debate político. Esta exigencia
quedo garantizada a través de la conquista de los derechos civiles a partir de la Revolución Francesa. Por el contrario, la
cuestión de desigualdad entre los individuos, aún era un dilema.

La problemática de la soberanía experimento una inversión. En el antiguo régimen las leyes eran dictadas por un rey, ahora
las leyes deben surgir de las voluntades de los individuos de la sociedad. Debían estar redactadas por escrito y presentarse
públicamente. La fuente y el origen del poder político eran los individuos, ya que decidían, a través de un pacto, de hacer las
leyes para el Estado.

John Locke. Su punto de partida era que la validez moral y la fuerza eran dos cosas distintas y que esta última no podía dar
origen a la primera. Sus planteos, sostenían que el gobierno, era responsable ante el pueblo a los que regía. Su poder se
limitaba por la ley moral y las tradiciones inherentes al reino.

Locke, sostenía que los derechos y deberes morales eran intrínsecos y tenían prioridad sobre el derecho institucional. Los
gobiernos debían garantizar la vigencia de lo que era justo natural y moralmente. Aparece en Locke, el iusnaturalismo. A
diferencia de Hobbes, para este, el estado de naturaleza se caracterizaba por una situación de paz y ayuda. Los derechos
naturales son anteriores a la constitución de la sociedad. En el estado de naturaleza, los hombres eran libres e iguales en
derecho, pero no entre sí. Ningún hombre tenía derecho a disponer sobre la vida del otro y tenían los bienes necesarios para
asegurar su existencia. Estos planteos se contraponen al orden social de la sociedad feudal.

En principio, Locke aceptaba que el derecho de propiedad tenía un límite, pero ahora en la actualidad ya no es así, puesto
que si la tierra estaba repartida, la existencia de bienes de cambio, permitían subsanar esa situación, al posibilitar la compra
y venta.

Locke, pone sus expectativas en que el estado se constituyese como un agente capaz de asegurar el derecho de propiedad
de cada uno.

Hacia derivar el origen de la sociedad civil del consentimiento de sus miembros.

Para el, el establecimiento era menos importante que el pacto original que constituye una sociedad civil. La forma de
gobierno, depende del uso que una sociedad haga de su poder. El poder legislativo es supremo en el gobierno, aunque el
ejecutivo participa de la creación de las leyes. El poder legislativo era indelegable, el ejecutivo estaba limitado por una
dependencia general del legislativo.

Sin embargo, el poder del pueblo sobre el gobierno, no era tan completo en Locke, como en otras teorías. Para el, el poder
debía ser responsable del bienestar común, como un equilibrio entre los grandes intereses del pueblo.

Para Montesquieu, el régimen político inglés, era una monarquía limitada, ya que el parlamento tenía posibilidad de influir
y controlar la decisión real.

Uno de los aportes fundamentales de Montesquieu, consiste en la identificación de tres poderes autónomos, aunque no
independientes. Así mismo, identifica la existencia de un sistema de mediaciones reguladas entre la sociedad y el Estado,
entre individuos y la política pública: la representación. Lo que quiere decir que para que un poder no sea arbitrario debe
existir algún canal de mediación entre los intereses de los ciudadanos y el del soberano.

Los que Montesquieu señala es el advenimiento de un liberalismo político elitista, aristocrático, fundado en la idea de elegir
a los mejores y de dotar a los individuos de un conjunto de instituciones que le garanticen que esos representantes no se van
a tentar con el poder y corromperse. Según él, el representante forma parte de la elite cuantificada que sabe conducir la cosa
pública y acepta los controles de la cosa pública.

Jean, Jaques Rousseau, va a decir que el sistema representativo no presenta nada, porque la voluntad del pueblo, no puede
ser representada sin ser enajenada y deformada. La voluntad popular no puede delegarse. Los representantes son comisarios,
hacen negocios. Toda ley deberá ser consultada por el pueblo. Para Rousseau, desde el instante que un pueblo se da
representantes, deja de ser libre.

3- IGUALDAD Y LIBERTAD:

La construcción del sistema democrático liberal tuvo un largo camino. En primera instancia fue compuesto por igualdad y
libertad, considerados estos términos como incompatibles, ya que sus raíces eran diferentes: individualista, conflictiva y
pluralista la liberal; totalizante, armónica y monista la igualitaria. Cuando los pensadores hablen de igualdad, lo harán para
garantizar que todos tengan el mismo derecho para realizar tal actividad. Lo que nunca se discute es el punto de partida y se
acepta como natural que los hombres tengan diferencias entre si. Se trata de que cada uno tenga la posibilidad de que todos
tengan una posibilidad equivalente de desarrollar las oportunidades.

Montesquieu, retoma la idea de Estado de la naturaleza para decir que los hombres no tenían ningún tipo de acuerdo entre
ellos en cuanto a normas de convivencia ni autoridad común. Sin embargo, cuando surgieron las primeras relaciones sociales,
hubo desigualdad, ya que se diferenciaron en su lucha por la subsistencia. Con esto concluye que perdieron el estado de
perfecta igualdad cuando comenzaron a vivir en sociedad.

La igualdad no es ontológica, sino de derechos. Así reformulado el concepto, se subordina al de libertad, porque es la
igualdad para ejercer el derecho a la libertad, a diferenciarse unos de otros.
Sin embargo, hay una línea del pensamiento liberal que es la que se acercara al igualitarismo más que del individualismo.
Este autor acepta la idea de que los hombres advierten en el estado de naturaleza, conflictos permanentes entre unos y otros,
por la lucha hacia la supervivencia. Como los hombres son buenos por naturaleza, acuerdan entre ellos y establecen un
contrato que establece normas de convivencia. Aquí aparece la idea de límite, que el derecho de cada uno comienza donde
termina el del otro. Surge una autoridad externa que fija esos límites en el ejercicio del derecho de igualdad para ejercer la
libertad (explicación de la creación del Estado moderno). Esta autoridad va a ofrecer garantías, es decir, limites en relación
con la vida y la propiedad. Pero Rousseau, no era partidario de establecer tantos límites, ya que pensaba que esa autoridad
no iba a perjudicar a sus miembros.

Este es el núcleo de las ideas liberales que tienen dos ejes: el democratismo y el conservadurismo.

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