Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Antes de llevar a cabo cualquier tipo de intervención, es necesario que exista coordinación entre e centro
escolar, la familia y los agentes externos que trabajen con el niño.
Las dificultades de organización y planificación del alumno con TDAH, hace que en ocasiones las
comunicaciones que se transmiten a través de él desde el centro a la familia o viceversa, en ocasiones no sean
positivas.
Partimos de que la comunicación es muy importante, ya que sin ella es complicado que se mantenga
adecuadamente la supervisión del trabajo del colegio que se realiza fuera de él y que tiene como objetivo
mejorar el rendimiento académico del alumno. Por ello, es imprescindible que familia y colegio acuerden el
método más seguro y efectivo para realizar este intercambio de información.
Con el objetivo de mejorar la organización del alumno con TDAH dentro del aula, las primeras medidas que
tomaremos serán las dirigidas a realzar adaptaciones ambientales y metodológicas que sea aplicables a todo
el grupo.
Situar los pupitres de modo que se reduzca la dispersión. De esta forma estaremos favoreciendo a reducir la
distractibilidad que pueda tener el alumno, y facilitarle que esté más pendiente de las cosas realmente
importantes.
Sentarle en un lugar en el que podamos tenerlo vigilado. Que esté lejos de las distracciones, de las ventanas,
y junto a compañeros en los que se pueda apoyar para copiar o completar las tareas, tomar apuntes y no
distraerle. De esta forma le facilitaremos los procesos de atención, concentración y seguimientos de su propio
trabajo.
Mantener un ambiente estructurado, con rutinas, organizado, motivador y predecible también lo beneficiará
enormemente, puesto que los alumnos con TDAH no responden bien a los cambios, y en la mayoría de las
ocasiones les producen ansiedad, frustración, etc.
Al mantener unas rutinas estables conseguiremos que el alumno conozca que es lo que tiene que hacer en
cada momento, lo que le ayuda a sentirse seguro en el aula.
Otra estrategia muy recomendable es repetirle y avanzarle las tareas a realizar o los trabajos a entregar según
se vaya aproximando la fecha. Mirarle a los ojos para comunicarle las cosas y asegurarse que lo ha entendido
será imprescindible.
Es importantísimo el correcto uso de la agenda, así como asegurarse de que siempre tiene todo el material que
va a necesitar, ya que debido a la falta de organización y planificación olvidan material en casa al preparar la
mochila, por ejemplo, por lo que es recomendable emplear listas de registros para comprobar que lleva todo el
material. Es fundamental que los profesores estén pendientes en recordarles que metan a la mochila lo
necesario para realizar los deberes y que anoten en la agenda la tarea para que los padres puedan estar
pendientes de que es lo que tienen que hacer o estudiar.
A la hora de que cada profesor dicte o escriba en la pizarra la tarea para hacer, hacerlo con el suficiente tiempo
antes de que suene la campana. Ellos, como los demás, querrán salir al patio o a casa, sólo que a los demás
les ha dado tiempo y ellos no lo habrán terminado de apuntarlo todo, lo mas seguro. En estos casos funciona
muy bien la figura del compañero-tutor o delegado de deberes, para que le ayude a la hora de anotar las cosas,
para comprobar que lleva todo el material, etc.
Se puede elaborar un calendario y lista de actividades, tareas y exámenes tan predecible como sea posible,
que esté colocado en algún panel donde lo tenga visible o pegado en su pupitre.
"Más que modificaciones en el aula, lo que se necesita es supervisar, recordar, animar, incentivar, premiar,
aprobar, alimentar, motivar y estimular."
Los alumnos con TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad) pueden presentar a lo largo de su
escolaridad dificultades en el aprendizaje, asociadas a la sintomatología del propio trastorno. A pesar de que
su capacidad y nivel intelectual resulten normales, estos alumnos van a poder mostrar retrasos significativos en
las diversas áreas del curriculum académico.
Entre otras, algunas de las dificultades que pueden presentar estos alumnos son las siguientes:
Problemas para mantener la atención en la tarea, sobre todo en aquellas que requieran de un nivel
de atención prolongado.
Debido a la impulsividad que presentan estos alumnos, realizan la tarea de forma rápida y precipitada
cometiendo de esta forma errores por descuido y casi nunca revisando la tarea antes de su entrega.
Problemas en la memorización de los contenidos debido a, entre otros factores, la afectación de
la memoria de trabajo y la falta de atención.
Dificultades en la planificación del tiempo, tanto escolar como socio-familiar.
Dificultades de organización, del material escolar, entrega de trabajos, exámenes…
Dificultades a la hora de seguir las instrucciones marcadas por el profesor.
Por todo ello, resulta imprescindible que los maestros y profesores conozcan estas dificultades para que puedan
otorgar una respuesta educativa individual y personalizada a las necesidades de los alumnos durante todo el
proceso de enseñanza-aprendizaje. Una de las partes de dicho proceso sería la evaluación de los aprendizajes.
Resulta necesario el uso de ciertas estrategias con los alumnos que presentan TDAH durante los exámenes
que permitan retroalimentar el proceso y conseguir el éxito escolar.
A continuación se describen algunas medidas que pueden llevarse a cabo:
Proporcionar el tipo (oral o escrito) y formato (tipo test, a desarrollar, preguntas cortas…) de la prueba
que mejor se adapte al alumno.
Entregar al alumno el examen por escrito prescindiendo de la copia y el dictado, con el fin de evitar
errores durante el proceso.
Para aquellos alumnos que presenten problemas en la escritura se podrá permitir la realización de la
prueba de forma oral o mediante un procesador de textos.
De cara a la organización de los exámenes; se deberán programar con suficiente antelación para que
los alumnos puedan organizarse. No deberán programarse dos exámenes para el mismo día evitando
así el sobreesfuerzo al igual que sería conveniente ponerlos a primera hora de la mañana para su
mayor rendimiento. Incluso podría permitírsele realizar el examen en dos partes, una por la mañana y
la otra por la tarde.
Se debería realizar un seguimiento durante los exámenes. Podemos recordarle el tiempo que le queda
para la finalización del mismo, utilizar cronómetros... Nos aseguraremos de que haya comprendido
bien las preguntas del examen al igual que comprobaremos que ha respondido a todas las preguntas
recordándole que revise todas respuestas antes de su entrega.
Por último, podemos permitirle moverse o incluso ponerse de pie durante el examen debido a que su
actividad motora no le permite quedarse sentado durante la totalidad de la duración del examen.
Bibliografía:
Guía de actuación en la escuela ante el alumno con TDAH. Federación Española de Asociaciones para la Ayuda
del Déficit de Atención e Hiperactividad.
Barkley da 5 recomendaciones:
1. Debido a su falta de retención en mente: Crear a su alrededor listas, tarjetas, signos, pegatinas.
2. Por tener un deterioro en el tiempo: Poner un reloj en su mesa, dividirles el tiempo.
3. Por no poder ver el futuro: Desglosar en etapas o tareas, leer varias páginas y hacer apuntes (libro).
4. Tratar el problema con motivación, aprender técnicas de modificación de la conducta y aplicación
de consecuencias tanto positivas como negativas.
5. Permitir más manipulación externa de las tareas y normalizar el problema tanto como se pueda.
El Dr. Barkley nos da también unas consideraciones básicas para utilizar en nuestras aulas y que en Estados
Unidos se utilizan con éxito:
Tener en los centros una profesora experta en TDAH encargada de todos los niños con TDAH y que
recomiende a los profesores que hacer en el aula. Mantener una comunicación bilateral.
No retener en el mismo grado: Cuando se les retiene los niños se vuelven más agresivos y las niñas
más depresivas.
Centrarse durante las 2 primeras semanas del curso en el comportamiento más que en la materia que
se va a dar.
No se les debiera dar tanto trabajo como a los demás o al menos dividírselo.
Todos los pupitres deben estar mirando al profesor y al afectado situarle delante.
Enfocar en la productividad. El punto de rendimiento está en clase, no en casa (punto de desempeño).
Se les debiera de dar los lunes la tarea a realizar a lo largo de la semana, anotada o fotocopiada. Así
la vida familiar se podrá organizar en torno a los deberes.
Los deberes no tienen ningún valor en primaria. Son importantes en secundaria. Superior a 1 hora y
media es improductivo. Lo ideal es utilizar 10 minutos por curso.
Mayor libertad de movimientos, ejercicio físico, más descansos, clases más interactivas. Cuanto más
se puedan mover, mejor aprenderán.
Para no hacer distinciones entre los que levantan la mano y no la levantan utilizar una "pizarra
contestación" para todos.
Mantener un contacto físico y visual para llamar su atención.
Preguntarle cuantos problemas puede hacer.
Dejarles manejar el ordenador.
Para usar recompensas: La primera semana se les dice a todos los padres que limpien los armarios y
lo lleven en una caja al colegio para usar ese material como recompensa.
Ganarse una recompensa en casa por su comportamiento en el colegio.
Usar cartulinas de colores para comunicarse cuando se pueden mover o acercarse a la mesa del
profesor.
El castigo no funciona si no existe una compensación disponible por algo positivo.
Se debe implementar el castigo inmediatamente. Ejecutar la justicia inmediatamente.
En cuanto a los adolescentes Barkley resalta la importancia del uso de la medicación y que en el colegio tenga
un profesor de apoyo o mentor con el que se pueda citar tres veces al día para organizar, revisar sus deberes
y reforzar sus habilidades sociales.
El Dr. Barkley recomienda que a los niños con TDAH se les proporcionen adaptaciones curriculares no
significativas y que es imprescindible reconocer que "ser justo no es ser igual con todos, sino que ser justo es
darle a cada uno lo que necesita". No tiene por qué ser así
INSTRUCCIONES
ASIGNACIÓN DE TAREAS
Tareas fragmentadas, es decir divididas en partes más pequeñas.
Exámenes impresos solo al anverso y con una serie por página, de preferencia con instrucciones muy
sencillas apropiadas al nivel escolar.
Entregar cada parte al finalizarla y calificarla de manera inmediata a fin de que pueda corregir los
errores, en el caso de los exámenes es mejor no calificarlos inmediatamente para evitar la ansiedad en
el resto de la prueba.
SUPERVISIÓN
El volumen de tareas que quedan para realizar en casa debe ser razonable. Es importante tomar en
cuenta que aunque la relación en casa sea uno a uno, los niños llegan cansados después de la jornada
escolar diaria.
Las tareas pueden resultar siendo una fuente de conflicto entre padres e hijos.
En casa deben fragmentarse los períodos de trabajo de acuerdo al umbral de atención estimado y
alternarlas con tareas más sencillas o períodos en los que se realicen otras actividades.
EVALUACIONES
TIEMPO ADICIONAL
Algunos niños presentan velocidad lenta de procesamiento de información como única manifestación o como
manifestación asociada al TDAH.
RECURSOS ADICIONALES
En algunas oportunidades puede ser necesario disponer de material que presente las tareas en una
forma diferente al resto de sus compañeros.
Al observar que resulta difícil centrar su atención es mejor recurrir a alguno de los recursos siguientes:
GESTIÓN DE ZONAS
Cada institución educativa tiene sus reglamentos y deben seguir lineamientos del Ministerio de
Educación.
Si las circunstancias lo ameritan podría considerarse la posibilidad de cambios en las proporciones de
zona o permitir la realización de trabajos adicionales para completar punteos de evaluaciones escritas.
La sospecha de que una persona pueda presentar un TDAH puede aparecer en distintos entornos: la familia
del alumno/a, el pediatra que lo atiende, de un profesor o del orientador del centro educativo.
Desde el centro escolar el primer objetivo será discriminar entre lo que pudieran ser síntomas específicos del
TDAH y las conductas propias del momento evolutivo del niño. En Educación Infantil resulta especialmente
complicado hacerlo, dadas las características evolutivas de este estadío marcado por las acciones y el
movimiento. Sin embargo será necesario actuar en aquellos factores contextuales que pudieran influir en los
síntomas observados compatibles con TDAH, como medida preventiva.
Cuando el tutor tenga una sospecha fundada de TDAH, bien sea a partir de su propia información o bien
mediante la aportada por la familia, este realizará una petición de evaluación al Profesorado de la Especialidad
de Orientación Educativa en el centro escolar.
El orientador realizará una valoración de la situación escolar y, si no se detectasen dificultades que afecten al
rendimiento académico del alumno, al comportamiento o a su relación con los demás, no será necesario poner
en práctica medidas adicionales.
Si por el contrario se hubieran detectado dificultades en los ámbitos anteriormente señalados se pondrá en
marcha una `Intervención Educativa Inicial` durante la que se llevarán a cabo medidas pertinentes para el caso.
Esta intervención inicial podrá tener una duración máxima de seis meses.
En el caso de que tras esta intervención el alumno/a no experimentase una mejoría en su situación, el orientador
deberá plantearse la necesidad de realizar una evaluación psicopedagógica.
(El proceso anteriormente descrito puede haberse producido por una petición de información desde los servicios
sanitarios al centro escolar)
Cuando tras la `evaluación psicopedagógica` el criterio del especialista de orientación educativa considere
pertinente que los servicios sanitarios confirmen o descarten la presencia de un TDAH, se realizará la derivación
a los Servicios Sanitarios de Atención Primaria (Pediatría).
Intervención educativa específica
Ante los casos diagnosticados de TDAH, el centro educativo elaborará un `Plan de Intervención Educativa
Específica` que incluya la respuesta individualizada con:
El pediatra de atención primaria pondrá en marcha las intervenciones conductuales, familiares y farmacológicas
que estén a su alcance y que considere indicadas.
Cuando a criterio del pediatra se considere necesario derivar el caso a los servicios de Atención Especializada,
se enviará a la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del área. Si hay comorbilidad neurológica asociada se
realizará la derivación a la Unidad de Neuropediatría del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario
`Marqués de Valdecilla`.
Los profesionales de las Unidades de Salud Mental Infanto-Juvenil o de Neuropediatría, tras haber valorado el
caso y puesto en marcha las intervenciones que consideraron indicadas para su tratamiento, pueden dar el alta
al paciente y derivarlo para su seguimiento en Atención Primaria (Pediatría).
Mediante su evaluación clínica y con la información del centro educativo, el pediatra puede establecer un
diagnóstico de TDAH y decidir si continua con el tratamiento o debe hacer una derivación a Psiquiatría o
Neuropediatría.
Si se inicia el tratamiento a nivel de Atención Primaria de Salud el pediatra enviará un informe al centro escolar
que integra la información clínica y la educativa, incluyendo su valoración clínica, juicio diagnóstico y descripción
de las medidas a adoptar: pauta de tratamiento farmacológico, intervención con la familia, modificación de
conducta, etc. Además se elaborará un plan de intervención coordinando sus actuaciones con el centro escolar.
https://www.educantabria.es/631-planes/planes-orientacion-educativa/39713305-proyecto-tdha.html
El papel de la terapia ocupacional
en el sistema educativo
Idoia Cirez Garayoa . Terapeuta Ocupacional. Psicomotricista. Colegio de Terapeutas
Ocupacionales de NavarraCristina Rubio Ortega . Terapeuta Ocupacional. Colegio de
Terapeutas Ocupacionales de Navarra Garbiñe Guerra . Terapeuta Ocupacional .
Berritzegune
FacebookTwitterWhatsAppEmail
La Terapia Ocupacional en el sistema educativo supone una visión integral del alumnado potenciando
su participación durante todo el proceso formativo.
Papel de la Terapia Ocupacional en el ámbito educativo
La Terapia Ocupacional promueve la salud y el bienestar a través de la ocupación. Fomenta la
capacidad de las personas para participar en actividades básicas e instrumentales de la vida diaria,
en el descanso y sueño, en la educación y trabajo, juego, ocio y tiempo libre y en la participación
social. En el caso de los niños, su participación en las ocupaciones antes mencionadas, puede
verse limitada y restringida por diferentes factores, pudiendo causar problemas a lo largo de su
vida. Una situación vital para un niño puede ser alimentarse, vestirse, cuidar de sí mismo, hacer
amigos, explorar el mundo que le rodea o resolver con éxito situaciones planteadas en el entorno
escolar. El terapeuta ocupacional interviene cuando el niño tiene dificultades a la hora de realizar
sus “ocupaciones” o cuando hay riesgo de que existan. En el entorno escolar, interviene cuando
estas dificultades le impiden alcanzar los objetivos académicos que se le piden en cada etapa
escolar.
¿A quién va dirigida la Terapia Ocupacional en el ámbito educativo?
En este ámbito, la terapia ocupacional es un servicio de apoyo al alumnado con necesidades
educativas especiales. Entre las posibles alteraciones de los niños susceptibles de beneficiarse de
Terapia Ocupacional en el marco educativo podemos encontrarnos: discapacidad motórica,
discapacidad intelectual, trastornos generalizados del desarrollo, trastornos por déficit de atención,
retraso psicomotor, trastornos del aprendizaje, discapacidad sensorial (visual, etc.), problemas de
salud mental y de comportamiento, disfunciones de integración sensorial, etc… Los ámbitos de
actuación son principalmente los siguientes: Equipos de Atención Temprana, Centros Ordinarios de
Integración, Centros de Educación Especial, Centro de Recursos de educación de
Navarra.(CRENA).
Problemas de aprendizaje en la
infancia e integración sensorial
Miriam Fernández Vicente . Terapeuta Ocupacional. Clinica Ubarmin. Fundación Argibide
FacebookTwitterWhatsAppEmail
“Iñaki, es un niño que tiene 7 años. Siempre ha sido un niño que le han calificado como torpe. Empezó
a andar con casi 18 meses y no parecía sentir mucha atracción por jugar con objetos nuevos o por
trepar y explorar el entorno. En preescolar, los profesores detectaron que sus destrezas “motrices”
estaban poco desarrolladas en actividades como colorear, recortar, jugar con objetos con ruedas y
participar en juegos de lanzar o atrapar la pelota. Aprender algo nuevo siempre ha sido algo muy
difícil para Iñaki, y explicarle con palabras como hacer las tareas no parecía servirle de mucho.
Además, tarda mucho en ponerse los pantalones y con frecuencia tienen que ayudarlo a abrocharse la
camisa y atarse los zapatos”.
Éste, es uno de los muchos casos, que vemos a diario en nuestra práctica profesional como
Terapeutas Ocupacionales especializados en Integración Sensorial.
Todos recibimos constantemente mensajes a través de nuestros sentidos, de forma que los
usamos para interactuar de manera apropiada con el ambiente que nos rodea.
A lo largo del día, el niño recibe muchas y variadas experiencias sensoriales: es movido en
diferentes posiciones, come con las manos, al ser vestido y bañado recibe gran cantidad de
estímulos, aprende a través del juego, de sus relaciones con los demás… Todas estas acciones
tienen un factor común: el niño está continuamente rodeado de estímulos y su cerebro va
madurando en función de los mismos. Al poder integrar todas estas sensaciones diferentes, el niño
es capaz de comprender su mundo y, a medida que va creciendo, lograr aprendizajes y el
desarrollo de sus capacidades.
Todos los sentidos están interrelacionados, de manera que toda la información que reciben tiene
que ser interpretada por el Sistema Nervioso Central (SNC) para que éste pueda dar una respuesta
adecuada. Si todo funciona correctamente, aparece lo que denominamos una “respuesta
adaptativa”; por ejemplo, columpiarnos sin caernos, controlar la fuerza con la que acariciamos a
alguien o pintar una lámina sin salirnos.
“La integración sensorial nos permite prestar atención, aprender, planificar y estar organizados”
La teoría de integración sensorial
La teoría de Integración Sensorial fue desarrollada en los años 60 por una terapeuta ocupacional
norteamericana llamada Jane Ayres. Ella definió la Integración sensorial como “la capacidad que
posee el sistema nervioso (SNC) de interpretar y organizar las informaciones captadas por los
diversos órganos sensoriales del cuerpo. Dichas informaciones, una vez recibidas en el cerebro,
son analizadas y utilizadas para permitirnos entrar en contacto con nuestro ambiente y responder
adecuadamente a los estímulos que nos llegan”. Si este procesamiento sensorial no funciona
correctamente, lo que ocurre es que el cerebro se satura y no puede integrar toda la información
que le está llegando por los diferentes canales, lo que se traduce en problemas de aprendizaje y
comportamiento.
Éstas se relacionan con un mal funcionamiento neurológico (y no con una lesión neurológica), que
se expresa en forma de inmadurez del sistema nervioso y de problemas funcionales en el día a día:
se tropiezan o chocan con personas y objetos cuando caminan, no quieren jugar en espacios
abiertos o muy ruidosos, les cuesta llevar el ritmo de clase, rechazan el contactos de sus
compañeros pues parece agobiarles, tienen muy baja autoestima, muestran ciertos déficits en
habilidades de motricidad fina o gruesa , se les observa dificultades en tareas como vestirse, cortar
con un cuchillo, rechazan texturas y alimentos, se resisten a actividades como el baño, cortarse las
uñas y en ocasiones parece casi imposible enseñarles a hacer algo nuevo como montar en bici o
triciclo, no aciertan a coger una pelota cuando se la lanzan, no comprenden las normas de los
juegos, no son conscientes del peligro, o por el contrario tienen miedo excesivo al movimiento.
“La integración sensorial que se produce al moverse, hablar y jugar constituyen la base perfecta
para leer, escribir y comportarse bien”.
Cuando un niño tiene dificultades para interpretar los estímulos tanto internos como ambientales de
una manera correcta puede manifestar respuestas de rechazo, huída, falta de atención, excesiva
actividad o tener dificultades para desarrollar capacidades y relacionarse con otros. Todas estas
situaciones pueden afectar a su aprendizaje, a su estabilidad emocional, a sus relaciones sociales
y, en general limitar su participación en cualquier de sus actividades cotidianas.
A continuación se exponen algunas dificultades que pueden observarse en niños con dificultades
sensoriales.
TERAPIA OCUPACIONAL
PATOLOGIAS
Dificultades de Aprendizaje
OBJETIVO GENERAL
Brindar una atención a los pacientes que integran el proceso de Recuperación dentro de la
institución prestadora de servicios de salud, dando a conocer tratamientos específicos en
cada una de las patologías.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Mejorar el manejo y tratamiento de pacientes en el proceso de Rehabilitación a través de la
guía de manejo.
con el objetivo de brindar una atención sanitaria de calidad a los pacientes, siendo
ejecutado por las profesionales que laboran en la institución.
brindar un mejor servicio de apoyo en la Rehabilitación. Se tratan los aspectos relacionados
con los procedimientos a realizar en cada una de las patologías atendidas, y el tratamiento a
seguir, con el fin de mejorar la calidad de vida de los usuarios.
Parálisis Cerebral
Enfermedad Cerebro Vascular
Perturbación de la Actividad y la Atención
PROTOCOLO
Evaluación: de habilidades motoras básicas, aplicación de las pruebas, referentes a los
componentes de desempeño Ocupacional.
Se inicia con la entrega de Historia clínica y orden médica correspondiente al usuario por
parte del personal de atención al usuario.
TRATAMIENTO
Potencializar habilidades de procesamiento superior mediante actividades de estimulación
cognitiva, sensitivo-motoras, perceptivas favoreciendo el desempeño escolar.
PARÁLISIS CEREBRAL
La Parálisis Cerebral describe un grupo de trastornos permanentes del desarrollo del
movimiento y de la postura, que causan limitaciones en la actividad y que son atribuidos a
alteraciones no progresivas ocurridas en el desarrollo cerebral del feto o del lactante. Los
trastornos motores de la parálisis cerebral están a menudo acompañados por alteraciones de
la sensación, percepción, cognición, comunicación y conducta, por epilepsia y por
problemas musculo-esqueléticos secundarios (Rosembaum, Paneth, Levinton, Goldstein y
Bax, 2007, p. 9).
PROTOCOLO
ANAMNESIS:
TRATAMIENTO
Estos objetivos tenderán a mejorar una función concreta, a prevenir y tratar las retracciones
o deformaciones secundarias o a paliar el dolor en los casos más graves.
TRATAMIENTO
Facilitar las reacciones de enderezamiento y equilibrio, así como el uso de férulas y
aditamentos inhibitorios.
Desarrollo psicomotor:
EXAMEN FÍSICO:
Fuerza: se valora si el paciente realiza movimiento activo y si los realiza por sí mismo.
PROTOCOLO
Como terapeuta ocupacional llevo a cabo la evaluación de aquellos aspectos más relevantes
para el tratamiento. De igual manera realizo revisiones periódicas y al alta del servicio.
TRATAMIENTO
El terapeuta ocupacional puede intervenir en dos etapas del tratamiento a la persona que ha
sufrido de un accidente cerebro vascular, en la fase crítica o de hospitalización y en la fase
crónica, en consulta externa.
Valoración cognitiva.
TRATAMIENTO
Promover procesos mentales superiores (Atención, memoria y Concentración) por medio
de ejercicios de estimulación cognitiva favoreciendo el desempeño del rol escolar.
Incrementar Procesos mentales superiores, mediante actividades cognitivas, facilitando
procesos atencionales dentro de su contexto familiar, social, escolar.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Promover atención a corto y largo plazo por medio de las actividades cognitivas
Fomentar habilidades de percepción visual.
Incrementar procesos atencionales.
Promover la integración de componentes cognitivos.
TRATAMIENTO
Favorecer desarrollo psicomotor mediante la estimulación multisensorial acordes a la edad
cronológica del niño.
PROTOCOLO
RETRASO EN EL DESARROLLO PSICOMOTOR
La noción de retraso psicomotor implica
como diagnóstico provisional, que los logros de desarrollo de un determinado niño durante
sus primeros 3 años de vida aparecen con una secuencia lenta para su edad y/o
cualitativamente alterada. Es preciso distinguir el retraso psicomotor global, que afecta no
sólo a las adquisiciones motrices sino también al ritmo de aparición de las habilidades para
comunicarse, jugar y resolver problemas apropiados a su edad; en este caso cabe pensar que
el retraso psicomotor persistente en esos primeros años puede estar preludiar un futuro
diagnóstico de retraso mental. En otras ocasiones el retraso es solo evidente en un área
específica, como las adquisiciones posturo-motrices (la mayor parte de las veces
acompañándose de anomalías cualitativas del tono muscular), el lenguaje o las habilidades
de interacción social.
Reflejos primitivos
Desarrollo psicomotor en los primeros meses
Motricidad gruesa
Motricidad fina
Cambios posturales
Visión y manipulación
OBJETIVOS ESPECÍFICOS