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Para los arquitectos, ingenieros civiles o militares, pin- cierto. Los arquitectos de principios del XIX
tores de escenas históricas o paisajísticas, escultores, conocían ya la historia de la arquitectura, de
dibujantes, decoradores, en pocas palabras, para todos
manera que nunca más podrían alegar des-
aquellos que construyen o representan edificios, es muy
importante estudiar y conocer las realizaciones arqui- conocimiento de la misma. Una vez estuvie-
tectónicas más interesantes de todos los países y todas ron esbozadas las fases evolutivas de la
las épocas. historia de la civilización, se pasó a codificar
Jean-Nicolas-Louis Durand, Recueil et parallèle des el desarrollo histórico de la arquitectura y
édifices en tout genre, anciens et moderns, 1801 sus sucesivos estilos. Ofuscados por todo ese
alud de conocimientos, los arquitectos que-
¿Habrá de terminar, pues, el siglo XIX sin tener ni si-
rían hacer edificios como aquellos que es-
quiera un estilo propio? ¿Será posible que esta época,
tan fértil en descubrimientos, tan rica en fuerza vital, taban aprendiendo a conocer. Además, el
no tenga nada mejor que transmitir a la posteridad, en creciente fervor nacionalista, en especial en
el campo del arte, que imitaciones, obras híbridas sin los países invadidos por Napoleón y que aho-
carácter y de imposible clasificación? ra trataban de establecer sus propias iden-
Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc, Entretiens sur tidades, les impulsó al uso de referencias
l’architecture, 1863-1872 históricas para establecer estilos arquitectó-
nicos nacionales reconocibles.
Los arquitectos de principios del siglo XIX Los arquitectos heredaron el asociacio-
hubieron de afrontar multitud de problemas, nismo1 literario romántico del siglo XVIII, lo
todos los cuales exigían respuestas urgentes. cual les indujo a preguntarse cuáles debían
Tuvieron que idear tipologías edilicias des- ser las imágenes de esos nuevos tipos de edi-
conocidas hasta entonces, como mercados ficio. En otras palabras, ¿en qué estilo cons-
públicos cubiertos, estaciones de ferrocarril, truir? Para tipos de edificio conocidos, como
instituciones públicas y caritativas, hospita- iglesias y viviendas, era fácil buscar la res-
les, manicomios, alojamientos urgentes para puesta en los modelos vernáculos locales,
los obreros de las ciudades industriales en como harían Augustus Pugin y William
vertiginosa expansión, por mencionar sólo Morris en Inglaterra. Pero para otros tipos y
unos pocos de entre los nuevos tipos de edi- usos nuevos, la tentación de extraer analo-
ficio. Por si fuera poco, tales edificios debían gías comparativas con ejemplos antiguos si-
tener una magnitud de escala desconocida milares era demasiado sugerente.
desde los tiempos de los romanos. Los ar- Además, había una total disponibilidad
quitectos también se encontraron con mate- de carpetas repletas de grabados con edifi-
riales de construcción nuevos, como la cios completamente acotados, en un princi-
fundición, el hierro forjado y el vidrio, en can- pio clásicos nada más, pero, más tarde,
tidades que jamás habían estado disponibles también iglesias góticas e incluso ejemplos
en los tiempos pasados, gracias a los avan- exóticos de arquitectura no europea, como
ces de la producción en serie. las vistas de Egipto que tanto excitaron la
Por si esos problemas logísticos y técni- atención general a raíz de la campaña de
cos no fueran suficientemente intrincados de Napoleón en aquellas lejanas tierras, en 1797-
por sí, los arquitectos se encontraban, ade- 1798. Durante el renacimiento, los arquitec-
más, en una posición de absoluto descon- tos habían tenido que visitar Roma y otros
458 La historia y el significado de la arquitectura
lugares de la antigüedad para hacer bocetos edificio eran los arqueológicamente correc-
de ruinas clásicas y abstraer sus propios prin- tos. En este aspecto, el Capitolio virginiano
cipios compositivos y de proporción. Aunque de Jefferson sólo hubiera tenido un éxito li-
los arquitectos del XIX tenían más facilidades mitado, ya que sus paredes laterales estaban
para viajar que los de épocas anteriores, aho- perforadas por ventanas no romanas.
ra también podían comprar los grabados y
las fotografías, de manera que se vieron lite-
ralmente inundados de información en lo re- Neoclasicismo
ferente a la precisión de detalles.
El eclecticismo ponía ahora el acento en En este ambiente de desconcierto estilístico,
la precisión arqueológica, asegurándose de los estilos se adoptaban con frivolidad, re-
que el éntasis de una columna se correspon- flejando a menudo asociaciones de ideas más
diera exactamente con el del modelo origi- o menos fundamentadas. Así, la imagen del
nal, la curva del capitel fuera la correcta, el orden clásico empezó a asociarse con los edi-
número de vértices de un florón gótico, ficios públicos y con el papel que se atribuía
el preciso, la disposición de la tracería de una a éstos de elevar la virtud pública. Un ejem-
ventana de estilo gótico perpendicular fuese plo claro es el de la Gliptoteca (museo de es-
la auténtica o el talud del paramento de un cultura antigua) de Múnich, construida entre
pilono egipcio se correspondiese exactamente 1816 y 1830 por Leo von Klenze para Luis I
con el del original. De esta forma, el eclecti- de Baviera [19.1]. Baviera acababa de al-
cismo entró en una tercera fase, surgida del canzar la condición de reino independiente
asociacionismo general y de agrupaciones gracias a su alianza con Napoleón, y Luis I,
sintéticas, el eclecticismo nostálgico, que poeta, amante del arte y ardiente mecenas de
abarcó desde 1800 hasta 1850, aproxima- la arquitectura, estaba firmemente conven-
damente; ahora, el éxito de un proyecto pa- cido de la función pública de la arquitectu-
saba a estar determinado por dos criterios ra, de modo que se aplicó fervientemente a
fundamentales: en qué medida era apropia- la reconstrucción de Múnich como capital
da la alusión histórica para transmitir la fun- real y símbolo para el pueblo germánico. Leo
ción interna; y si la forma y detalles del von Klenze tuvo que afrontar el doble pro-
19.1. Leo von Klenze, Gliptoteca (museo de escultura antigua), Múnich (Alemania), 1816-1830. Este museo público,
concebido como elemento integrante de la campaña de embellecimiento de Múnich como capital de Baviera, fue
proyectado especialmente por von Klenze para albergar las esculturas griegas arcaicas recién descubiertas en el templo
de Afaya, en la isla de Egina (Grecia).
Arquitectura del siglo XIX 459
19.2. Karl Friedrich Schinkel, Altes Museum, Berlín, 1822-1830. Éste también era un importante museo de arte;
su novedosa planta fue estudiada meticulosamente por Schinkel para que proporcionara unas circulaciones fluidas
y una buena iluminación natural para las obras de arte, sin olvidar la promoción de la función cultural del edificio.
blema de desarrollar un nuevo tipo de edi- cordancia con su contenido, Leo von Klenze
ficio y de darle una imagen reconocible y proyectó un edificio clásico griego. Sin em-
apropiada. Éste iba a ser el primer museo pú- bargo, la planta distaba mucho de ser grie-
blico de escultura, que pondría a disposición ga, pues estaba compuesta de cubículos
de la gente las notables esculturas griegas ar- cuadrados idénticos, rematado cada uno de
caicas de los frontones del templo de Afaya, ellos por una cúpula; de hecho, se basaba en
recientemente adquiridos por Luis I, a raíz la planta de un museo público publicada por
de las excavaciones realizadas en 1811 en Jean-Nicolas-Louis Durand (1760-1834) en
la isla de Egina. Los fragmentos que faltaban su Compendio de lecciones de arquitectura.
de las esculturas originales fueron restau- Parte gráfica de los cursos de arquitectura,
rados por el escultor neoclásico danés Bertel París, 1802-1805. Durand había sido profe-
Thorvaldsen. A lo largo de las décadas ante- sor de von Klenze en París. La fachada de la
riores, muchos monarcas y príncipes eu- gliptoteca no tiene ventanas, sino una serie
ropeos habían abierto sus residencias al de edículos ciegos que contienen esculturas
público para que pudieran conocerse y (otra pista sobre lo que se va a encontrar en
estudiarse sus colecciones de esculturas an- el interior), y en el centro de la misma se alza
tiguas. Como habían sugerido Diderot y un templo jónico grecorromano que sirve
Winckelmann, si el arte clásico pudiera ser como pórtico de entrada, con detalles ins-
contemplado por el público en general, pro- pirados en fuentes clásicas griegas.
duciría un impacto ético y revitalizante. A con- En Prusia, a partir de 1798, el rey Federico
tinuación de la gliptoteca de Leo von Klenze, Guillermo III y su conservador de arte, Alois
empezaron a construirse otros muchos mu- Hirt, iniciaron una política similar de poner
seos públicos, de manera que el museo pasó las colecciones de arte reales a disposición
a ser como una prolongación del arte que alo- del público. Su decisión se vio reforzada por
jaba en su interior, realzando así su función las ideas del naturalista y geógrafo Alexander
educativa. von Humboldt sobre el papel que debían ju-
Debido a este punto de vista y al conte- gar las instituciones en la educación públi-
nido para el que este museo fue diseñado, al ca. En 1800, el arquitecto y pintor Karl
edificio le fue dado el nombre griego de Friedrich Schinkel (1781-1841) diseñó los
Glyptothek, ‘colección de escultura’. En con- primeros planos para un museo que debía al-
460 La historia y el significado de la arquitectura
bergar las colecciones reales de pintura y es- del río Spree, en el centro de Berlín [19.2,
cultura, pero no sería hasta la derrota de 19.3, 19.4]. La columnata de su fachada prin-
Napoleón en 1815, y el consiguiente retorno cipal cierra uno de los extremos del antiguo
a Berlín de las obras de arte que se habían jardín real, frente al palacio real barroco. Tal
trasladado a París, cuando se hicieron los vez, debido a que, por su emplazamiento, de-
planos definitivos para el Altes Museum bía cerrar un gran espacio público, Schinkel
(Museo Antiguo) (el nombre de ‘antiguo’ se dio a su museo la forma de una estoa griega;
adoptó a partir de la construcción de un mu- su larga columnata jónica mantiene la mis-
seo nuevo, entre 1841 y 1845). ma línea de cornisa que los edificios barro-
El Altes Museum, proyectado por Schinkel cos circundantes. Como el edificio debía
en 1822 y construido entre 1824 y 1830, es un contener pinturas y esculturas, Schinkel or-
gran bloque rectangular erigido en una isla ganizó su planta en dos zonas, con una ro-
19.4. Altes Museum. Sección transversal. La rotonda central cubierta con una cúpula fue concebida para exponer en
ella la colección de escultura.
Arquitectura del siglo XIX 461
tonda central destinada exhibir estatuas an- do a la idea de servicio público y a las aspi-
tiguas, articulando las galerías de pintura a raciones educativas; este museo y otros edi-
su alrededor. La iluminación de las pinturas ficios de Schinkel ayudaron a establecer la
tenía una importancia primordial para imagen de Berlín como centro destacado de
Schinkel, de modo que dispuso un sistema la cultura y la arquitectura alemanas.
de galerías alrededor de patios de luces. Las Los museos de von Klenze y Schinkel con-
fachadas exteriores y de los patios están per- jugan una rigurosa selección del detalle clá-
foradas con altos ventanales y los cuadros se sico griego con unas distribuciones en planta
disponen en paneles perpendiculares a ellas desarrolladas casi exclusivamente al servicio
para evitar los reflejos sobre las superficies de la función. Pueden ser incluidos dentro
barnizadas de las telas. del eclecticismo nostálgico, en consideración
Para el Altes Museum, Schinkel ideó una a su fidelidad a las fuentes originales griegas
planta racional y un sistema de circulacio- o romanas de sus detalles. En otras ocasio-
nes basado en un cuidadoso estudio de la fun- nes, los arquitectos se limitaron a duplicar
ción exhibidora de obras de arte como tarea literalmente templos griegos, tanto en su for-
educativa, creando a su alrededor un envol- ma como en su detalle. Tal cosa es lo que hizo
torio griego, fresco y rigurosamente detalla- Von Klenze en su templo Walhalla (1821-
do. El edificio fue diseñado exactamente igual 1842), un panteón germánico concebido
como lo habrían podido hacer los griegos de como monumento conmemorativo en ho-
la antigüedad clásica si hubieran tenido la menaje a las grandes figuras de la literatu-
oportunidad de proyectar un museo público ra y la historia alemanas, que le fue
de estas grandiosas dimensiones. El estilo encargado por Luis de Baviera; el edificio,
neoclásico llegó a estar firmemente vincula- construido sobre un inmenso basamento, se
19.5. Thomas Ustik Walter, Girard College, Filadelfia (Pensilvania), 1833-1847. Los rigurosos detalles griegos de este
edificio reforzaban y ennoblecían su carácter, pues este templo albergaba un colegio para jóvenes estudiantes de la
clase obrera de Filadelfia.
462 La historia y el significado de la arquitectura
19.6. Sir Charles Barry y Augustus Welby Northmore Pugin, nuevo palacio de Westminster (edificios del Parlamento),
Londres, 1836-1870. Aunque los nuevos edificios del Parlamento fueron diseñados en el estilo gótico perpendicular,
para que se adaptasen mejor a las partes medievales que, como la Westminster Hall (W), subsistieron al incendio, la
planta es rigurosamente simétrica con respecto al centro y refleja claramente las dos cámaras legislativas, la Cámara de
los Lores (L) y la Cámara de los Comunes (C). Las zonas punteadas corresponden a patios interiores.
En 1834, se procedió a incinerar los ar- bía ser el medieval, para mejor adaptarse a las
chivos de los impuestos reales, que se ha- partes del conjunto original que permanecí-
bían ido acumulando a lo largo de ocho siglos, an en pie, especialmente a la Westminster Hall.
para dejar espacio en los sótanos. El pro- El subsiguiente concurso de proyectos tuvo
ceso de incineración en los hornos del pala- como vencedor al equipo formado por el ar-
cio se dilató varios días, hasta que, en un quitecto neoclásico Charles Barry (1795-
momento determinado, el calor prendió la 1860) y el joven dibujante Augustus Welby
recalentada estructura de madera cercana a Northmore Pugin (1812-1852). Pugin y su
los hornos; para cuando se descubrió el fue- padre, el famoso dibujante francés Augustus
go, el incendio había adquirido tales pro- Charles Pugin (1762-1832), se encontraban
porciones que resultó imposible detenerlo. entre los máximos adalides de la arquitec-
Los viejos edificios del parlamento queda- tura gótica y ya habían publicado varios
ron casi totalmente destruidos, catastrófico libros con detalles acotados de iglesias
hecho que quedó fielmente reproducido en medievales de los siglos XIII y XIV. La planta
los impresionantes bocetos en color reali- proyectada por Barry para los nuevos edifi-
zados por el pintor paisajista Joseph Mallord cios parlamentarios, de una simetría, clari-
William Turner. dad y racionalidad absolutamente clásicas,
Sofocado el incendio, se decidió inme- consta de dos alas articuladas en torno a un
diatamente que debían rehacerse los edifi- pasillo de circulación central y una rotonda
cios en el mismo lugar. Igualmente, se aprobó [19.6]. Las cámaras principales, la de los lo-
que el estilo general de los nuevos edificios de- res y la de los comunes, se ubican en el cen-
Arquitectura del siglo XIX 465
tro de cada una de las alas y están rodeadas lo gótico era la única opción posible para el
de una serie de salas de reuniones, oficinas nuevo Parlamento inglés.
y bibliotecas organizadas en torno a patios
de luces; en el ala de los lores hay salas de to- Saint Giles, Cheadle
gas adicionales y cámaras especiales previs- El nuevo florecimiento del estilo gótico coin-
tas para las ocasiones en que el monarca cidió con el resurgimiento del misticismo re-
preside la apertura de las sesiones parla- ligioso –al que reforzó– originado en el
mentarias. Todo este despliegue de raciona- romanticismo. La fase gótica del eclecticis-
lidad está revestido del más depurado ropaje mo nostálgico, que afloró en la década de
de estilo gótico perpendicular. Por sus espe- 1840 en Inglaterra, coincidió con un movi-
ciales características, este estilo admite la miento de reforma litúrgica en el seno de la
repetición de muchas pequeñas crujías idén- Iglesia anglicana.4 Grupos apasionados de
ticas (permitiendo, por lo tanto, la repetición estudiantes de Oxford y Cambridge iniciaron
del detalle ornamental), a la vez que permi- un movimiento de retorno a la liturgia in-
te colocar grandes bandas de vidrio [19.7]. glesa previa a la Reforma, lo que requería
Para mejorar la ventilación (uno de los gran- el retorno a la arquitectura de la Iglesia de la
des defectos de los edificios originales), so- época. El indiscutible árbitro del gusto en
bre las salas de reunión se dispusieron unas este resurgimiento de la arquitectura eclesial
amplias cámaras impelentes, que aprove- arqueológicamente correcta era, sin duda,
chaban la tendencia ascensional del aire tem- Pugin. En 1836 había publicado un libro
plado viciado para recogerlo e impulsarlo fuertemente propagandístico y persuasivo
hacia a la cubierta por medio de unos gran- llamado Contrasts (Contrastes)5, en el que
des ventiladores de hierro. Las cerchas de la presentaba dibujos de edificios del siglo XV
estructura de la cubierta se hicieron de hie- puestos junto a sus equivalentes decimo-
rro para eliminar el peligro de futuros in- nónicos, con el invariable resultado de que
cendios. estos últimos aparecían siempre como ca-
Así pues, el nuevo Parlamento inglés rentes de humanidad y de forma arquitec-
combinaba una planta cuidadosamente pen- tónica convincente [19.9]. El resultado de
sada para un aprovechamiento racional, con este hábil ejercicio sofístico de Pugin no ad-
un nuevo material estructural explotado mitía dudas: la arquitectura gótica era mu-
para mejorar los servicios mecánicos del cho mejor.
edificio, su capacidad estructural y la segu- Para las iglesias anglicanas, el estilo gó-
ridad ante los incendios, y con unas refe- tico cuadraba muy bien, ya que su vigorizante
rencias históricas en el detalle que realzaban arquitectura encajaba perfectamente con la
el significado funcional del edificio por tres renovada función del edificio. Uno de los
caminos. Primero, los detalles góticos de la mejores ejemplos de adaptación de mode-
nueva fábrica permitían unirla con las par- los de iglesias parroquiales de los siglo XIV
tes medievales supervivientes, con una dis- y XV es la iglesia de Saint Giles, en Cheadle
creción tal que la junta de unión entre (Staffordshire), realizada por Pugin en 1840-
ambas obras es casi imperceptible [15.16]. 1846 [19.10, 19.11]. La compacta planta de
Segundo, el estilo gótico perpendicular era la iglesia, con presbiterio, porche lateral y
considerado por los ingleses del siglo XIX torre articulados por separado, recuerda pro-
como una arquitectura genuinamente in- totipos tales como el de la iglesia de Saint
glesa. Y tercero, debido a la dilatada aso- Andrew en Heckington (Lincolnshire), de
ciación entre el parlamento y el palacio 1345-1880. Para la construcción de Saint
medieval de Westminster, se consideraba Giles, Pugin contó con el mecenazgo del con-
al estilo gótico como consustancial a la for- de de Shrewsbury, de modo que pudo llevar
ma parlamentaria de gobierno. De hecho, a cabo íntegramente la elaborada decoración
cuando Barry y Pugin proyectaron las nue- interior que deseaba. Siguiendo el ejemplo de
vas cámaras para los lores y los comunes Pugin, en Inglaterra y Estados Unidos se em-
[19.8], tuvieron la precaución de conservar pleó intensamente la arquitectura gótica en
la disposición de escaños de la antigua ca- iglesias y edificios universitarios, aunque muy
pilla medieval. De ahí que casi podría llegar pocos ejemplos alcanzaron el nivel de deco-
a decirse, sin temor a exagerar, que el esti- ración logrado en Saint Giles.
466 La historia y el significado de la arquitectura
19.9. A. W. N. Pugin, grabado de Contrasts, Londres, 1836. Esta pareja de vistas resalta el contraste entre la atención
que se dispensaba a los pobres en una casa de beneficiencia cristiana del siglo XV con otra institución similar del siglo
XIX. Pugin quería sugerir con ello que el carácter de la arquitectura es un reflejo de la cualidad de las inquietudes
sociales.
Arquitectura del siglo XIX 467
19.10. A. W. N. Pugin, iglesia de Saint Giles, Cheadle, Staffordshire (Inglaterra), 1840-1846. Para su revitalizada
arquitectura eclesial, Pugin recurrió al modelo de las iglesias parroquiales inglesas de los siglos XIV y XV.
crásicas, aunque más adelante se perdió en cómo funcionaba la ópera en París. Como re-
ingenuidad lo que se ganaba en moderación sultado del mismo, desarrolló un cuidado-
y precisión arqueológica en las proporciones y so modelo de circulaciones para cada uno de
en el detalle. los cuatro tipos de asistente a la ópera que
había identificado previamente en su estu-
Neobarroco segundo imperio dio: los que llegan en carruaje, los que llegan
Los arquitectos Louis Visconti y Hector- a pie, los que llegan con entradas adquiridas
Martin Lefuel desarrollaron la alternativa clá- con anticipación, y los que compran las en-
sica para sus edificios públicos, como puede tradas en las taquillas. Pero lo más impor-
apreciarse en las importantes ampliaciones tante de su “prospección de mercado”, valga
que realizaron en el Louvre de París, entre la expresión, es la conclusión que sacó de que
1852 y 1857 [19.12]. En realidad, lo que es- los parisinos de finales del siglo XIX acu-
taban creando era una variante del barroco dían a la ópera principalmente por razones
francés, lujosamente decorada, que se ha sociales, antes que para oir la música, es de-
dado en llamar estilo segundo imperio, ya cir, iban a la ópera para “ver y ser vistos”.
que su mecenas fue Carlos Luis Napoleón, Consecuentemente, Garnier proyectó un au-
quien se proclamó como emperador del ditorio tradicional en forma de herradura,
Segundo Imperio con el nombre de Napoleón rodeado de palcos superpuestos, para que los
III (1852), en un intento de reverdecer las pa- espectadores pudieran mirarse mejor unos a
sadas glorias de su famoso tío, Napoleón otros. Aunque lo más revelador sobre las in-
Bonaparte. tenciones de Garnier es el hecho de que, con
El carácter acusadamemente ornamen- mucha diferencia, la mayor parte de la su-
tal del neobarroco segundo imperio tiene uno perficie útil del edificio se dedica a espacios
de sus ejemplos más elaborados en el sun- de circulación y vestíbulos, centrados en la
tuoso edificio de la nueva Ópera de París, grandiosa escalinata que proporciona el per-
construido entre 1861 y 1875 por Charles fecto escenario para que los espectadores
Garnier (1825-1898) [19.13, 19.14, 19.15]. puedan exhibirse e intercambiar saludos
Durante los años más furiosamente racio- [19.16]. Al acceder por fin al auditorio, tras
nalistas de nuestro siglo, arquitectos y críti- la inigualable experiencia de ascender por
cos de renombre llegaron a calificar a este esa majestuosa escalera y atravesar ceremo-
edificio como el punto más bajo de la racio- niosamente los sucesivos vestíbulos, no se-
nalidad, aunque lo cierto es que Garnier basó ría raro que algunos espectadores sufrieran
su proyecto en un riguroso estudio previo de una especie de anticlímax.6
Arquitectura del siglo XIX 469
19.12. Louis Visconti y Hector-Martin Lefuel, ampliación del Louvre, París, 1852-1857. Visconti y Lefuel emplearon un
estilo barroco francés lujosamente decorado, para integrar la nueva adición con los cuerpos originales del Louvre de los
siglos XVI y XVII.
19.13. Charles Garnier, Ópera de París, 1861-1875. Garnier proyectó una fachada que cumpliese diversas funciones
públicas, como las de expresar cada una de las tres grandes partes del edificio, proporcionar un remate adecuado a la
nueva Avenue de l’Ópera y dar realce al acto social de ir a la ópera.
470 La historia y el significado de la arquitectura
19.14. Ópera de París. Planta. Examinando atentamente la planta, se aprecia que Garnier puso un énfasis especial en
las zonas públicas de circulación y algo menor en las líneas visuales del auditorio sobre el escenario,
19.17. Sir George Gilbert Scott, Midland Grand Hotel, Londres, 1868-1874. Este edificio vigorosamente modelado,
construido con piedra y otros materiales de varios colores, fue concebido como una exaltación al poder del ferrocarril.
19.19. Sir Joseph Paxton, Crystal Palace (Palacio de Cristal), Londres, 1851 (destruido en 1936). Vista general.
19.20. Palacio de Cristal, Londres. Interior. Para proporcionar el debido arriostramiento, casi todas las crujías
inferiores están cruzadas por riostras diagonales de hierro fundido.
sarrolló totalmente y se definieron varias ti- plo similar de rapidez, en el desarrollo de una
pologías de estación de tren. Hasta la inven- tipología con el invento y vertiginoso desa-
ción de la estación de ferrocarril tal vez no rrollo de los rascacielos de oficinas en
haya habido ninguna otra época de la his- Estados Unidos).
toria en la que se haya desarrollado tan rá- Desde la época de los romanos, las cu-
pidamente una nueva tipología de edificio.7 biertas de gran luz se venían sosteniendo so-
(En unos pocos años se produciría un ejem- bre cerchas de madera, pero ahora las
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19.21. W. H. Barlow y R. M. Ordish, ingenieros, nave de la estación de Saint Pancras, Londres, 1863-1865. Los
andenes de la estación están cubiertos por una nave de metal y vidrio cuya luz libre alcanza los 71,3 metros (234 pies).
476 La historia y el significado de la arquitectura
19.22. Charles-Louis-Ferdinand Dutert, con Contanmin, Pierron y Charton, Galerie des Machines (Salón de las
Máquinas), París, 1886-1889. Esta vasta estructura de 115 metros (337,3 pies) de luz fue diseñada para albergar las
grandes máquinas exhibidas en la Exposición Universal de París de 1889, que conmemoraba el centenario de la
Revolución Francesa.
parte era diferente, diferentes habían de ser dilataciones y contracciones del sistema por
también las formas y estructuras correspon- efecto de los cambios de temperatura, los ar-
dientes. No había, pues, contradicción alguna. cos curvos de hierro tenían tres articulacio-
Pocas naves ferroviarias superaron a Saint nes, dos en las bases y una en la cúspide.
Pancras en tamaño, y las pocas estructuras Gracias a ello, las cerchas podían flectar li-
que lo hicieron, fueron, por lo general, edi- bremente, sin que se produjeran grandes ten-
ficios provisionales para exposiciones, los des- siones en la estructura, haciendo, de paso,
cendientes directos del Palacio de Cristal de innecesaria la existencia de contrafuertes de
Paxton. El más conocido de ellos fue la in- piedra u hormigón para resistir los empu-
mensa Galerie des Machines (Salón de las jes laterales al pie de los arcos: la estructu-
Máquinas), construida para albergar las gran- ra parecía como una negación del peso. En
des máquinas industriales exhibidas en la lugar de los contrafuertes, la estructura se
Exposición Universal de París (1889), cele- apoyaba sobre los pasadores de unas gigan-
brada en conmemoración del centenario de tescas bisagras, mientras que las fuerzas la-
la toma de la Bastilla [19.22].8 El salón de las terales eran absorbidas por unos tirantes
máquinas, proyectado en 1886 por el arqui- ocultos debajo del suelo. Como el Palacio de
tecto Ferdinand Dutert en colaboración con Cristal, el Salón de las Máquinas era traslú-
los ingenieros Contamin, Pierron y Charton, cido, con cubierta y piñones acristalados, y
era una enorme bóveda de cañón apunta- esta aparente infinitud (en especial en las fo-
da, de 429 metros (1.4071/2 pies) de largo, con tografías tomadas antes de exponer las má-
una luz libre de 115 metros (3771/4 pies) y una quinas) acentuaba la, ya de por sí, grandiosa
altura de 43,5 metros (1421/2 pies). La cubierta escala. Edificios como éste y como los gran-
se sostenía sobre 20 cerchas transversales. des tinglados ferroviarios del siglo XIX, todos
Para solucionar el problema de las grandes ellos estructura en estado casi puro, no eran
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sino la continuación lógica de la obstinación no había bípedo que se sentase. ¿Cómo me-
racionalista iniciada por Laugier y Lodoli en jorar el gusto de la clase media, se pregun-
el siglo XVIII. taba Morris, si tal era el calibre de los
productos que se ofrecían a la venta?
Reacciones contra la máquina Haciendo suya una reflexión que ya se ha-
El Salón de las Máquinas y el Palacio de bían planteado con anterioridad Pugin y
Cristal que lo inspiró, no hubieran sido po- Ruskin –que la arquitectura gótica era bue-
sibles de no mediar el desarrollo de la in- na porque estaba hecha manualmente por
dustria en la producción de hierro y acero, artesanos que disfrutaban en su trabajo–,
ni la aplicación de los conocimientos físicos Morris se puso manos a la obra para mejo-
de la estática al cálculo de los esfuerzos en rar el nivel de diseño. Para empezar, cons-
las barras de las estructuras. Constituyeron truyó y decoró una casa para sí mismo, con
manifestaciones del impacto de la máquina proyecto del arquitecto Philip Webb, de di-
sobre la arquitectura. De hecho, el Palacio seño sencillo basado en prototipos popula-
de Cristal se creó para exponer los produc- res, aunque rehuyendo cuidadosamente la
tos de la industria mecanizada, es decir, los copia literal [19.23]. Su casa de Bexley Heath,
tipos de bienes producidos en serie que ha- en Kent, construida entre 1859 y 1860 en obra
bían posibilitado la cultura de las clases me- vista de ladrillo rojo sin revestir, llegó a ser
dias del siglo XIX: pianos, alfombras, sillas, conocida como la ‘casa Roja’. El diseño y eje-
jarrones, copas, tijeras, y miles de otros ob- cución de la decoración interior es del pro-
jetos. Para el artista y diseñador artesano in- pio Morris. Las guarniciones de los muros
glés William Morris (1834-1896), era la interiores eran simples molduras de madera
exposición del peor diseño posible, en la que teñida, con algunos armarios empotrados de
se adaptaban a la reproducción mecánica madera y otros muebles sueltos inspirados
todo tipo de variaciones sobre las formas me- en modelos medievales, todo ello realizado
dievales o clásicas. Como resultado, uno po- manualmente, pero siempre pensando en la
día encontrarse con aberraciones tales como facilidad de uso y poniendo el acento en el
una jarra con unas asas tan retorcidas que proceso constructivo. Si se requería papel
no se podían ni agarrar o unas sillas en que pintado para las paredes o alfombras para el
19.23. William Morris con Philip Webb, casa Roja, Bexley Heath, cerca de Londres, 1859-1860. Para su propia casa en
Bexley Heath, Morris retornó a las tradiciones de la arquitectura popular inglesa: fábrica de ladrillo rojo sin revestir y
expresividad del procedimiento constructivo.
478 La historia y el significado de la arquitectura
suelo, se diseñaban a medida, con motivos Chicago, que tenía menos de 30 residentes
foliados curvilíneos relativamente sencillos permanentes en el momento de su fundación,
de dibujo, si se compara con los falsos y abi- en 1833, y para 1900 ya había superado el
garrados motivos florales o paisajísticos de millón de habitantes, poniéndose en el sex-
moda en la época. A raíz de la construcción to lugar mundial.10
de su propia casa, Morris reunió a su alre- Los resultados, muy especialmente en las
dedor un grupo de artesanos y amigos, y fun- ciudades generadas por la proliferación de
dó un taller de artes decorativas; la firma industrias, no podían ser más sombríos. El
producía tapices, tejidos, papel pintado para novelista británico Charles Dickens (1812-
empapelar, muebles, servicios de mesa, y 1870), cuyo sentido de la responsabilidad mo-
otros objetos de la decoración doméstica. Sin ral pública era especialmente agudo, esbozó
embargo, como Morris rechazó siempre la una reveladora y cruel caricatura de una ima-
producción mecánica, aunque sus diseños ginaria ciudad industrial de mediados del
fueran deliberadamente sencillos, sus pro- XIX , Coketown, en su novela Hard Times
ductos resultaban caros y sólo eran accesi- (Tiempos difíciles) (1845). Coketown, escri-
bles a los ricos, de modo que la empresa no bió, era una creación del determinismo eco-
llegó a desarrollarse lo suficiente como para nómico.
influir en el conjunto de la producción de su
tiempo. En resumidas cuentas, el movimiento Era una ciudad de maquinaria y altas chimeneas, de
las que surgían interminables serpientes de humo
arts & crafts 9, que Morris inició hacia la
que se entrelazaban una con otra y nunca acababan
década de 1860 y se prolongó hasta la déca- de desenrollarse, por siempre jamás. La ciudad te-
da de 1920, sólo logró atraer el interés de nía un canal negro y un pestilente río teñido de co-
unos pocos seguidores incondicionales. No lor púrpura, y grandes pilas de edificios llenos de
obstante, el mayor impacto de las ideas y ventanas en continuo traqueteo, donde se oía el mo-
nótono trabajar del pistón de las máquinas de vapor,
el movimiento de Morris vendría más ade- arriba y abajo, abajo y arriba, como la cabeza de un
lante, de la mano de discípulos suyos tales elefante en estado de melancólica locura (…) . Nada
como Charles Francis Annesley Voysey, en había en Coketown que no fuera el duro trabajo (…)
Inglaterra, y Frank Lloyd Wright, en Estados toda la vida transcurría entre el hospital de materni-
dad y el cementerio, y lo que no se podía expresar
Unidos.
en cifras, o demostrar que era adquirible en el mer-
cado más barato y vendible en el más caro, no existía
Industria y crecimiento urbano ni existiría nunca, por los siglos de los siglos, Amén.
La reubicación de grandes segmentos de la
población que se había iniciado durante el
siglo XVIII, primero en Inglaterra y después En Estados Unidos, en donde la máxima ca-
en todo Europa, se aceleró a principios del pitalista del laissez faire dominaba en el mun-
siglo XIX. Las ciudades antiguas crecieron des- do de los negocios y la política, no se encauzó
orbitadamente, como Londres, que pasó de ni puso límite al crecimiento urbano, pero
tener una población inferior al millón de ha- en ciertos lugares de Europa, donde era más
bitantes en 1800, a unos 4,3 millones hacia habitual un cierto grado de control guber-
el año 1900. París pasó de algo más del me- namental y político, se dieron algunos pasos
dio millón de habitantes que tenía en 1800, encaminados a modelar el crecimiento ur-
a contar con 2,5 millones en 1900. Las ciuda- bano, como ilustra la reurbanización de París
des industriales de Gran Bretaña –como (1852-1870). El crecimiento de París podía
Manchester, Birmingham, Liverpool o Glas- atribuirse sólo parcialmente a la inmigración
gow–, cuyas poblaciones a principios de siglo rural, ya que la ciudad también había creci-
no superaban en ningún caso las setenta u do gracias a la anexión de los suburbios cir-
ochenta mil almas, crecieron hasta los tres cundantes. Las redes de suministro de agua
cuartos de millón hacia fines de siglo. En y de alcantarillado de la ciudad eran un
Estados Unidos la tasa de crecimiento urba- batiburrillo de ampliaciones y remiendos
no fue aún mayor; Nueva York, que contaba realizados durante los siglos XVII y XVIII.
63.000 habitantes en 1800, pasó a ocupar Anualmente había una epidemia de cólera,
la segunda posición mundial en 1900, con ya que el agua potable se extraía del Sena
2,8 millones, sólo superada por Londres. aguas abajo de la ciudad, es decir cuando las
Aún más espectacular fue el crecimiento de principales alcantarillas ya habían vertido
Arquitectura del siglo XIX 479
19.24. Barón Georges-Eugène Haussmann. Plan de reforma urbana de París, 1852. Con el apoyo del emperador
Napoleón III, Haussmann acometió la tarea de la reforma urbana de París, abriendo nuevas calles y plazas, realizando
el tendido de nuevos sistemas de abastecimiento de aguas y de alcantarillado, y añadiendo una red de nuevos parques
urbanos.
480 La historia y el significado de la arquitectura
por Ludwig Förster (1797-1863), y cuya com- catalanes, propiciaron el desarrollo de una
pleta terminación no tendría lugar hasta floreciente industria textil a lo largo de las
1914, con edificios públicos de varios arqui- orillas de los ríos Llobregat y Ter. La expan-
tectos. sión de la población de Barcelona se centró
Otro nuevo problema con el que se en- en el área noroccidental, puertas afuera de
contraron los arquitectos y urbanistas fue el la ciudad antigua.
de la creación de nuevas ciudades industria- En Barcelona, como en París, no se ha-
les en campo abierto, incluyendo los necesa- bía realizado nunca un levantamiento del pla-
rios equipamientos públicos y los alojamientos no de la ciudad y sus alrededores, de modo
para los obreros. Uno de esos primeros pla- que, en 1885, se designó para esta tarea al
nes urbanísticos de comunidades industria- ingeniero Ildefons Cerdà. Sin embargo, los
les fue el de la ciudad textil de Saltaire, en las intereses de Cerdà distaban mucho de limi-
afueras de Bradford (Inglaterra), iniciado en tarse a la mera medición física del territorio,
1852 por el industrial textil Titus Salt para hasta el punto de realizar un serie de estu-
los obreros de sus fábricas, según un plan dios sociales y políticos, cuyo fruto sería una
unitario de los arquitectos Lockwood & obra titulada Monografía de la clase obrera de
Mason. En 1879, la familia Cadbury empezó Barcelona en 1856, en la que estudiaba las
la construcción de Bournville, en las afueras condiciones de alojamiento de los ricos y de
de Birmingham, sede de su fábrica de cho- los trabajadores. Sus continuos estudios so-
colate, con las hileras de casas adosadas para ciales y de planificación se compendiaron
los obreros y los equipamientos públicos dis- en su libro Teoría general de la urbanización,
puestos a lo largo de serpenteantes calles ajar- publicado en 1867, que constituyó uno de los
dinadas. Aún más pintoresca fue la ciudad primeros estudios serios sobre la forma ur-
de Port Sunlight, iniciada por la familia Lever bana moderna y la estructura social. En su
en 1888, en la que las casas estaban espe- obra, Cerdá arremetía contra la práctica co-
cialmente diseñadas y organizadas a lo lar- mún de un centro urbano dominante rodea-
go de sinuosas calles ajardinadas, evocando do de suburbios dormitorio, y contra la
el peculiar ambiente de un poblado inglés concentración excesiva y la segregación so-
preindustrial [19.26]. cial, abogando por una distribución iguali-
taria de los servicios públicos. En 1859 le
llegó la ansiada oportunidad de poner en
El urbanismo en España práctica sus ideas, al recibir el encargo del
plan de ensanche de Barcelona. En el terri-
El crecimiento urbano en el siglo XIX estu- torio abierto por la demolición de las an-
vo vinculado al cremiento industrial; las fá- tiguas murallas de la ciudad, y dejando a
bricas y el comercio atraían a la gente a la un lado el casco antiguo, creó una extensa
ciudad, donde las oportunidades económi- y racional cuadrícula de calles, con man-
cas eran mucho mejores que en el campo. El zanas cuadradas de 133 m de lado y esqui-
desarrollo industrial llegó a España con con- na achaflanadas para facilitar la circulación
siderable retraso en relación a otros países, (y mejorar de paso la iluminación natural
debido a la falta de una capa social burgue- y la ventilación) [19.25]. Además, la re-
sa lo sufiencientemente amplia que deseara tícula estaba girada 45° con respecto al nor-
invertir en nuevas industrias. La excepción te verdadero, a fin de obtener las mejores
fue Barcelona, capital costera de Cataluña condiciones de asoleo para todos los edi-
que gozaba desde tiempo atrás de un activo ficios. Las calles eran sumamente amplias
comercio. Tal vez porque a su población ru- para la época. La retícula estaba atravesa-
ral no le era totalmente ajena una suerte de da por una gran vía diagonal que permitía
industria de tipo familiar, de modo que no le un rápido desplazamiento en este sentido,
resultaría difícil adaptarse a las nuevas fá- y existían algunas calles más anchas que el
bricas, lo cierto es que, una vez eliminado el resto para conectar con mayor facilidad con
monopolio comercial de Sevilla con América, el extrarradio.
en 1778, el desarrollo industrial se extendió En Madrid, Arturo Soria ideó un plan de
a otras ciudades. Las importaciones de al- urbanización aún más radical. Fruto de sus
godón de Cuba, donde residían numerosos investigaciones urbanísticas, Soria había lle-
Arquitectura del siglo XIX 481
C = Iglesia
G = Gimnasio
H = Posada
L = Fábricas de la compañía Lever
p = Campos de deportes
S = Escuelas
sw = Piscina
482 La historia y el significado de la arquitectura
19.27. Henri Labrouste, biblioteca de Sainte-Geneviève, París, 1838-1850. En esta biblioteca pública, Labrouste puso
especial cuidado en definir el espacio urbano y en dejar que fueran las formas externas del edificio las que explicaran su
función interna, a través de la arcada acristalada y de la inscripción en la fachada de los nombres de los autores que
podían consultarse en el interior.
viève (1838-1850), una gran biblioteca nue- de la biblioteca [19.27, 19.28]. En conse-
va de libros de consulta ubicada en la plaza cuencia, Labrouste ubicó esta sala en el piso
del Panteón de París, al norte del edificio de superior. A pesar de que esta biblioteca iba
Soufflot, actualmente reconvertida en mu- a ser la primera de París con iluminación a
seo. Una de las funciones cívicas del edificio gas, y de que, por lo tanto, el horario de la bi-
era la de definir el límite de la plaza del blioteca ya no dependería de las horas diur-
Panteón. El edificio debía tener una gran sala nas, las necesidades de luz natural seguían
de lectura, ya que no se permitía sacar libros siendo importantes. Así pues, Labrouste per-
484 La historia y el significado de la arquitectura
foró las paredes del primer piso con grandes manera absolutamente sincera para qué se
arcadas perimetrales acristaladas, que arro- usaba el edificio. Y todo esto conseguido sin
jaban auténticos torrentes de luz al interior necesidad de recurrir al empleo de orna-
de la sala [19.29]. La porción inferior ciega de mentos clásicos ajenos. No es de extrañar,
las arcadas estaba ocupada interiormente por pues, que el edificio pasase muy pronto a ser
dos niveles de librerías murales que reco- un modelo para estudiantes y profesionales
rrían perimetralmente la sala de lectura, así de cómo debía ser una biblioteca moderna.
que, Labrouste hizo grabar simbólicamente Los principios básicos de diseño de la
en la piedra de la fachada los nombres de los École des Beaux-Arts fueron codificados por
autores cuyas obras podían consultarse jus- Julien Guadet (1834-1908) en 1901. Gua-
to al otro lado de la pared. La sala de lectu- det realizó un compendio de las instruccio-
ra está cubierta por dos bóvedas de cañón nes que allí se habían impartido durante el
paralelas sostenidas sobre unos delicados ar- último medio siglo, periodo durante el cual
cos de celosía transversales de hierro fundi- pasaron por la escuela muchos estudiantes
do [19.30]. Éstos, a su vez, se apoyan en los americanos. Guadet escribió que el primer
pilares perimetrales de piedra y en unas es- requerimiento al proyectar es entender bien
tilizadísimas columnas centrales de fundi- cuál es la función del edificio y el cómo dar-
ción. En esta obra, Labrouste supo conjugar le acomodo, pero que inmediatamente des-
la claridad funcional de la distribución y las pués en importancia están el emplazamiento
circulaciones con una estructura que explo- del edificio y el clima, los cuales influirán de-
taba los nuevos materiales y expresaba de cisivamente en la manera de dar acomodo
a la función. En tercer lugar, según Guadet, nos que habían realizado sus estudios en la
para que un proyecto sea bueno debe ser fá- École des Beaux-Arts. Sin embargo, cuan-
cil de construir y no debe requerir una es- do esos estudiantes regresaron de París, se
tructura demasiado cara o complicada. En encontraron con que los hombres de nego-
cuarto lugar, debe mantenerse siempre la ve- cios les encargaban proyectos de grandes edi-
racidad de la expresión arquitectónica. En ficios de oficinas o almacenes, unas tipologías
quinto, un edificio debe tener aspecto sólido que rara vez habían atraído la atención de
y ser estructuralmente robusto. Sexto, un los arquitectos anteriormente. Para esos ar-
buen proyecto ha de tener unas circulacio- quitectos formados en París, la idea de en-
nes fáciles y comprensibles, como fáciles han volver un edificio comercial, proyectado
de ser también los sistemas utilizados para funcionalmente, con un ropaje ajeno, estilo
admitir la entrada de luz natural y para eva- segundo imperio o barroco, resultaba fran-
cuar el agua de lluvia. Y séptimo, escribió, camente insatisfactoria. Para ellos, el ca-
“la composición exige ciertos sacrificios ne- rácter exterior del edificio debía emanar de
cesarios. La composición debe ser, en primer la función interior. Henry Hobson Richard-
lugar, buena, pero también debe ser bella. son (1838-1886), el segundo norteamerica-
Por lo tanto, para componer un edificio debe no que mereció la distinción de haber in-
pensarse en su utilidad y en su belleza. gresado en la École des Beaux-Arts de París
También hay que tratar de imprimirle un ca- (1860-1865), abordó decididamente este pro-
rácter que contribuya a la belleza creando blema, creando para uso propio un estilo ro-
variedad.12 mánico personalizado y simplificado, basado
Este triple objetivo (derivado de Vitruvio) en grandes macizos de cantería tratados con
de claridad de expresión estructural, com- un gran vigor expresivo, acentuando las en-
posición funcional y belleza de diseño, fue tradas al edificio, las franjas de ventanas y
asumido por los arquitectos norteamerica- los apoyos estructurales macizos. Sus dos
Arquitectura del siglo XIX 487
últimos edificios, proyectados en 1885 cuan- cenes de Chicago. El programa incluía salas
do la nefritis estaba acabando gradualmen- de exhibición para la rama de productos al
te con su vida, son un compendio de sus por mayor de la firma (Field empleaba un
puntos de vista sobre la expresión del ca- sistema de venta por catálogo parecido al que
rácter en los grandes bloques urbanos. Su usa hoy Sears, Roebuck and Company, fir-
edificio para los Juzgados del condado de ma que, por cierto, adaptó su sistema al de
Allegheny, Pittsburg (Pensil- Field). El de Field era el mayor edificio de la
vania) [19.31], está dividido en dos partes. ciudad destinado a un solo negocio, cir-
La parte de los juzgados se centra en una to- cunstancia que expresó Richardson mediante
rre maciza que hace las veces de símbolo cí- la unidad volumétrica y el singular efecto
vico; sus muros exteriores están modelados de la superposición de arcadas de cantería
con unas torres protuberantes que corres- en las fachadas. Dado que su finalidad era
ponden a la alternancia interna de salas del totalmente utilitaria, Richardson desnudó al
tribunal y cámaras privadas de los jueces. Sin edificio de toda ornamentación historicis-
embargo, la parte trasera, la que está dedi- ta, empleando únicamente la aspereza de la
cada a cárcel del condado, queda encerrada piedra para darle textura visual. El edificio
tras un severo muro de gigantescos bloques de los almacenes Marshall Field alcanzó un
de granito, desnudo de los graciosos detalles impacto espectacular entre los arquitectos
de la ornamentación románica de que gozan de Chicago, mostrándoles cómo expresar la
las zonas públicas del juzgado. escala de los bloques comerciales, cada vez
El edificio de los grandes almacenes mayores, sin caer en la trampa de la orna-
Marshall Field [19.32], construido por mentación superflua.
Richardson en Chicago (1885-1887), también De hecho la estructura del edificio de los
era una obra austera. El edificio ocupaba una almacenes Marshall Field era bastante tra-
manzana del lado oeste del distrito de alma- dicional, con unas fachadas a base de grue-
488 La historia y el significado de la arquitectura
sos muros de carga de piedra que sostenían en los bloques verticales de oficinas como
su propio peso y el transmitido por los for- edificios de dos o tres pisos repetidos, apila-
jados adyacentes, y un esqueleto estructural dos uno sobre otro.
interno a base de pesados pilares y jácenas El primer arquitecto que analizó este pro-
de madera. Sin embargo, casi al mismo tiem- blema con rigor fue Louis Sullivan (1856-
po en que Richardson empezaba a trabajar 1924) –quien había estudiado en la École des
en este proyecto, apareció en Chicago una Beaux-Arts de París entre 1874 y 1875–. En
nueva técnica estructural para los bloques de su ensayo de 1896, The Tall Office Building
oficinas que resultaba radicalmente innova- Artistically Considered, Sullivan propugnaba
dora. El arquitecto William Le Baron Jenney tercamente que “la forma sigue a la función”
(1832-1907) había empezado, en 1883, la y establecía, atinadamente, que el bloque de
construcción de la sede de la Home Insurance oficinas tenía cuatro zonas funcionales prin-
en Chicago, un edificio con fachadas de la- cipales. El edificio de la Guaranty en Buffalo
drillo macizo, [19.33] cuando una huelga de (Nueva York), que él y su socio Dankmar
albañiles obligó a parar temporalmente las Adler habían proyectado el año anterior, en-
obras. Esta interrupción resultaría provi- globaba todas las teorías que Sullivan expo-
dencial. Jenney, ansioso por acabar el edifi- nía en su ensayo [1.2]. En primer lugar, el
cio cuanto antes, decidió usar un esqueleto edificio tenía un sótano ocupado principal-
de acero, no sólo en el interior, sino también mente por equipos mecánicos y cuartos téc-
en las fachadas del edificio. Cuando los al- nicos, aunque esta zona tenía escasa o nula
bañiles volvieron al tajo, el esqueleto metá- influencia sobre la expresión exterior, ya que
lico se revistió de una capa protectora de quedaba enterrada. Sobre el sótano estaba
albañilería, que, en lugar de soportar las car- la planta baja, una zona mixta de tiendas pe-
gas debida al peso, las descargaba en cada rimetrales orientadas a la calle, entradas pú-
planta sobre el esqueleto al que estaba fija- blicas, vestíbulos de ascensores y una
da. Al cabo de sólo cinco años, casi todos los entreplanta de oficinas accesible mediante
arquitectos de Chicago habían adoptado ya escaleras desde los vestíbulos interiores.
este sistema de esqueleto metálico, primero Sobre ésta, el edificio tenía la segunda zona
de hierro fundido y hierro forjado, y, más importante visible, un número indetermina-
adelante, de acero, ya que esta técnica sol- do de pisos idénticos superpuestos, con cel-
ventaba a la vez dos incómodos problemas, das de oficinas agrupadas a lo largo de los
a saber: reducía el peso total del edificio a la pasillos que irradiaban del núcleo central de
mitad (con la consiguiente reducción de los ascensores. Finalmente, sobre esta zona, apa-
asentamientos en el blando subsuelo de recía la tercera y última zona visible exte-
Chicago), y eliminaba los gruesos muros riormente, con algunas oficinas, cuartos de
de carga a nivel de planta baja y sótano. maquinaria de ascensores y otras depen-
A medida que los bloques de oficinas se dencias. Sullivan proponía que los nuevos
hacían cada vez más altos, se planteó la ne- bloques de oficinas fuesen decididamente
cesidad de mecanizar los desplazamientos verticales y que, por lo tanto, convenía acen-
de la gente dentro de esos edificios, lo que tuar y exaltar este carácter. Además, y dado
condujo a la introducción de un elemento que estructuralmente eran jaulas de colum-
nuevo: el ascensor. Este avance estimuló a nas y vigas de hierro, la envoltura exterior de
arquitectos y clientes a construir bloques aún esos bloques no debía tener el aspecto pe-
más altos, pasando de 5 a 10, 16 y, final- sado de las fachadas portantes de albañile-
mente, a 20 pisos. Mientras se producían ta- ría. En el edificio Guaranty, Sullivan empleó
les avances tecnológicos, que posibilitaban bloques de cierre de terracota, decorados úni-
alcanzar esas alturas, algunos arquitectos camente con sus propios motivos foliados en
empezaron a plantearse cómo afectaba esa relieve, acentuando deliberadamente las di-
nueva verticalidad al diseño. Lo que los ferencias de carácter entre las tres zonas vi-
arquitectos e ingenieros de estructuras de sibles del edificio, e indicando claramente
Chicago habían hecho en el breve lapso que esa piel no era el sostén estructural. Pero,
de cinco años era inventar un tipo de edifi- por encima de todo, Sullivan dio expresión
cio completamente nuevo; entretanto, toda- a su imagen de cómo debía ser el rascacielos
vía había arquitectos que seguían pensando moderno: “Debe ser algo arrogante y aéreo
Arquitectura del siglo XIX 489
19.34. McKim, Mead & White, Biblioteca Pública de Boston,1887-1895. Como Labrouste en su biblioteca de Sainte-
Geneviève, McKim, Mead & White definieron un espacio urbano al mismo tiempo que expresaban claramente el hecho
de que ésta era una biblioteca abierta al público.
que se alce en pura exaltación, como una uni- de lectura superior son mucho mayores que
dad de abajo a arriba, sin una sola línea que las de Labrouste.
desentone”.13 Sin embargo el ejemplo más impresio-
Lo que había hecho Sullivan al aplicar los nante del intento de McKim, Mead & White
principios de la École des Beaux-Arts al de combinar la claridad funcional con la
proyecto de los nuevos rascacielos de ofici- expresividad formal fue su estación de
nas, es ni más ni menos lo que harían los ar- Pensilvania, en Nueva York, proyectada
quitectos de la firma McKim, Mead & White por la firma en colaboración con ingenieros
en sus proyectos de edificios públicos urba- de la compañía ferroviaria Pennsylvania
nos (McKim había estudiado en la École de Railroad entre 1902 y 1905, construida entre
París durante 1867-1870). Uno de sus pri- 1905 y 1910, y demolida en 1963 [19.35,
meros éxitos fue la Biblioteca Pública de 19.36]. La compañía, deseosa de hacerse con
Boston (1887-1895) [19.34], que cierra por la clientela de su eterna rival, la New York
el suroeste la Copley Square, un gran espa- Central Railroad, construyó esta nueva esta-
cio despejado en una zona de Boston, a la sa- ción sobre los túneles que conducían por
zón, recién urbanizada. El edificio está debajo del río Hudson a los trenes que, pro-
inspirado en la biblioteca de Labrouste, en cedentes de Nueva Jersey, seguían hacia Long
París. Pese a que su organización en planta Island, por debajo de la isla de Manhattan
no sea tan franca como la de Labrouste (en- y del río East. La estación tenía la doble fun-
tre otras cosas, por los continuos cambios de ción de atender a las muchedumbres de via-
opinión de los responsables de la biblioteca, jeros abonados, que llegaban diariamente
incluso en plena fase de construcción), fue a la ciudad por la mañana desde Long Island
lujosamente decorada interior y exterior- y volvían por la noche a sus casas, y también
mente con pinturas y esculturas, como un la de servir a los viajeros de largo reco-
medio de invitar a la gente a entrar en el edi- rrido, provistos éstos, por lo común, de equi-
ficio, ya que ésta fue la primera gran biblio- pajes más voluminosos. Se estudiaron cui-
teca de préstamo. Así, la triple puerta de dadosamente las circulaciones de esos dos
entrada y la escalinata que conduce a la sala grupos principales de usarios, para evitar cru-
490 La historia y el significado de la arquitectura
19.35. McKim, Mead & White, estación de Pensilvania, Nueva York, 1902-1910 (demolida entre 1963 y 1965).
Vista aérea. Como hiciera G. G. Scott en su estación londinense, McKim, Mead & White pretendían exaltar el poder
del ferrocarril, creando una imponente puerta de entrada a la ciudad.
19.36. Estación de Pensilvania, Nueva York. Planta. El piso principal estaba situado por debajo del nivel de la calle y se
llegaba a él mediante un sistema de escaleras y rampas para vehículos; unas escaleras adicionales descendían desde el
gran vestíbulo a los andenes, situados a 14 metros (45 pies) de profundidad.
Arquitectura del siglo XIX 491
ces; los viajeros abonados podían optar por diaba todo el espíritu de aventura de la épo-
salir de la estación o conectar directamente ca? Ésta fue la gran cuestión con la que ba-
con las líneas subterráneas de metro. talló Sullivan durante toda su vida profe-
En el núcleo del edificio, el cual ocupa- sional. Aunque intentó desarrollar un enfo-
ba dos manzanas enteras del corazón de que americano del diseño que fuera lo sufi-
Manhattan, estaba la grandiosa sala de espe- cientemente amplio como para poder ser
ra general [8.1], proyectada según el mode- aplicado a cualquier edificio, sus éxitos más
lo de los grandes espacios públicos de la notables los obtuvo en los bloques comer-
antigua Roma, como las termas romanas y, ciales y de oficinas, antes que en las iglesias
muy especialmente, las de Caracalla [12.24]. o las residencias, de las cuales proyectó re-
Al otro lado de la sala de espera estaba el ves- lativamente pocas. Sullivan rechazaba la reu-
tíbulo, del que arrancaban las escaleras de tilización literal de estilos y arquitecturas
bajada hacia los 19 andenes subterráneos históricas, observando al mismo tiempo la
de la estación; este vestíbulo estaba cubierto lección de la historia: los mejores edificios
por un sistema de bóvedas por arista acrista- siempre fueron una respuesta cultural a una
ladas, reproduciendo las mismas formas abo- función.
vedadas de la sala de espera, pero construidas Otros arquitectos respondieron a su ma-
con columnas y arcos de acero y vidrio. La nera al reto de desarrollar un método de edi-
sala de espera se diseñó a modo de magna ficación singular, adecuado a su propio
puerta de entrada a la ciudad, la terminación tiempo y a su propio lugar. En el caso de
monumental de un largo viaje, mientras que Morris, se trataba de una arquitectura me-
el vestíbulo de acceso a los andenes se con- dieval vernácula inglesa tardía, pero en el
cibió como una transición calculada desde proyecto de la estación de ferrocarril de
la arquitectura monumental de la sala de es- Toledo, España, se adoptó un enfoque dife-
pera al utilitarismo mecánico de los trenes. rente. Aquí, el arquitecto se inspiró en las ri-
De ahí que la sala de espera y el vestíbulo de cas tradiciones arquitectónicas moriscas de
la estación de Pensilvania puedan ser con- la ciudad. Aunque la distribución en planta
sideradas como envoltorios concebidos y mo- estuviera dictada por necesidades funciona-
delados para evocar formas históricas, pero les, en la estructura mudéjar de fábrica de la-
construidos con materiales del siglo XIX.14 drillo, el arquitecto empleó una amplia gama
de formas y detalles, que le permitieron in-
tegrar perfectamente el edificio en su entor-
Una arquitectura de utilidad no. En este sentido, tal vez el arquitecto más
pragmática y expresión simbólica genuinamente imaginativo, que bebió en la
fuente de las tradiciones populares locales,
Los críticos y arquitectos del siglo XIX esta- fue Antoni Gaudí, (1852-1926), nacido en
ban obsesionados por la cuestión del estilo. Reus (España), quien desarrolló una arqui-
A medida que fueron estudiando las arqui- tectura de brillante colorido (inspirada en las
tecturas griega, romana y gótica, comenza- cerámicas moriscas) y audaces formas mol-
ron a entender, ya hacia fines de siglo, que deadas, basadas en los muros estructurales
esas expresiones artísticas habían tenido sus curvos y las delgadas bóvedas de ladrillo.
orígenes en la arquitectura popular, poste- Cataluña, la región de donde era originario
riormente se habían depurado y estilizado, Gaudí, tiene unas peculiaridades históricas,
convirtiéndose finalmente en expresiones cul- culturales y de lengua, que desde siempre
turales ricas en significado. Como escribie- han despertado recelos en el gobierno cen-
ra Ruskin en su prefacio a St. Mark’s Rest tral; a finales del siglo XIX y principios del XX,
(1877): “las grandes naciones escriben sus Cataluña estaba en una época de pleno auge
autobiografías en tres manuscritos: el libro del modernisme,16 la variante catalana del
de sus hazañas, el libro de sus palabras y el modernismo que, en Cataluña, se vivió como
libro de su arte… pero de los tres, el único un periodo de florecimiento cultural, artís-
medianamente fiable es el último”.15 Como tico y literario, y de afirmación nacionalis-
se preguntaba Viollet-le-Duc, ¿cuál era, pues, ta en lo político. Gaudí se apasionó con la
la expresión arquitectónica del siglo XIX que idea de producir un estilo arquitectónico pro-
englobaba su cultura?, ¿qué estilo compen- pio de Cataluña, enraizado en la tradición
492 La historia y el significado de la arquitectura
19.37. Antoni Gaudí, casa Milà (llamada La Pedrera), Barcelona (España), 1905-1910. Vista exterior.
19.38. Casa Milà, Barcelona. Planta tipo. La planta de una vivienda tipo, con muy pocas líneas rectas, tiene poco que
ver con la de una vivienda barcelonesa tradicional. El edificio tiene cuatro viviendas por piso (cuyas paredes divisorias
se han resaltado mediante las líneas de puntos que sobresalen del dibujo), organizadas en torno a dos patios de luces
interiores.
Arquitectura del siglo XIX 493
19.39. Casa Milà, Barcelona. La interesantísima estructura de la cubierta del ático está formada por unas bóvedas
curvas de ladrillo sostenidas sobre unos airosos arcos parabólicos de fábrica de ladrillo.
494 La historia y el significado de la arquitectura
vedas curvas [19.37, 19.38]. Su distribución En Santa Coloma de Cervelló, Güell en-
de paredes irregulares, que recuerda una sec- cargo a Gaudí el proyecto de una iglesia,
ción del tallo de una planta vista al micros- como coronación de la colonia fabril que lle-
copio, da lugar a cuatro viviendas por piso, va su nombre. Escogido como emplaza-
agrupadas alrededor de dos patios de luces miento un altozano rodeado de pinos, Gaudí
interiores. Su fachada ondulante de piedra propuso un edificio que, con el tiempo, le ha-
la asemeja a una montaña, (de hecho, guar- ría rehacer sus propios planteamientos es-
da cierta semejanza con unos acantilados de tructurales para la Sagrada Familia. Para
la costa barcelonesa) y está enriquecida con resolver los esfuerzos y crear un edificio de
unos ornamentados balcones de forja que re- albañilería que trabajase a compresión pura,
cuerdan algas entrelazadas. Una línea ondu- Gaudí desarrolló el diseño conceptual básico
lada, como el perfil de una cordillera, pone boca abajo, en una maqueta estereoestática
remate al edificio. La cubierta del ático –cu- realizada con cordeles, de los que suspendía
yas sinuosidades, chimeneas, torres de venti- saquitos rellenos de arena o perdigones, de
lación y salidas de emergencia, crean un jardín peso proporcional al de la construcción. En
surrealista– se apoya sobre un interesantísi- tal maqueta funicular, todas las fuerzas eran
mo juego de bóvedas y arcos parabólicos de de tracción y todos los soportes periféricos
ladrillo [19.39]. Es una singularísima visión estaban inclinados en la dirección de las car-
de una arquitectura funcional, orgánica, es- gas de tracción que sostenían. Para dar la
tructuralmente utilitaria, como sólo podía ha- ilusión de los volúmenes arquitectónicos del
ber sido creada en Barcelona. Posteriormente, edificio, Gaudí revistió la maqueta de tiras
Eusebio Güell propuso a Gaudí la creación de papel de seda. Entonces, las fotografías
de una urbanización paisajista a la manera de invertidas de la maqueta permitieron trans-
una ciudad jardín, con calles serpenteantes formar la visión de una estructura de trac-
y abundantes zonas verdes. En la ladera me- ción pura, en la de un edificio de albañilería
ridional de la montaña Pelada, en 1900, que trabajaba únicamente a compresión.
Gaudí proyectó una serie de calles serpente- Partiendo de esas fotografías invertidas, se
antes adaptadas a la empinada topografía del confeccionaron los correspondientes dibu-
terreno. En ciertos lugares, las calles se con- jos. Gaudí empleó en esa labor preparato-
vertían en viaductos sostenidos sobre muros ria diez años, de 1898 a 1908, y la obra se
de contención inclinados en la dirección de realizó entre 1908 y 1915. Aunque sólo se ter-
la resultante de las fuerzas aplicadas, de tal minó el nivel de la cripta, la iglesia de la co-
forma que se anularan sus componentes la- lonia Güell [19.42] tal vez sea la obra más
terales. Aproximadamente en el centro del vigorosa, personal y evocadora de Gaudí. Las
conjunto, Gaudí ubicó una gran plaza de jue- bóvedas tabicadas de ladrillo en forma de pa-
gos y festejos. Esta plaza se construyó en par- raboloide hiperbólico, y las inquietantes co-
te por desmonte y en parte apoyándola sobre lumnas, inclinadas en las direcciones más
una columnata de un estilo dórico arcaizan- inesperadas y construidas rústicamente con
te muy especial –con pilares periféricos in- piedra o ladrillo, confieren al conjunto un di-
clinados, para contrarrestar las fuerzas namismo sólo comparable al de los seres vi-
laterales–. El acceso a esta sala hipóstila, que vos, suscitando en el visitante encontradas
en el proyecto estaba destinada a mercado emociones de deleite y rendida admiración.
para los habitantes de la ciudad jardín, se re- La obra de Gaudí formó parte de una vigo-
aliza a través de una originalísima doble es- rosa arquitectura local que tuvo influencia
calinata situada frente a la entrada principal. sobre otros arquitectos catalanes, como Lluis
El sinuoso borde de la terraza superior Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch,
[19.40], [19.41] es un banco de obra continuo, Francesc Berenguer y Josep Maria Jujol.
recubierto con un alegre revestimiento de En Bruselas, el arquitecto Victor Horta
fragmentos de azulejos de colores. El proyecto (1861-1947) rechazó explícitamente las refe-
original parcelaba la finca en sesenta lotes de rencias retrospectivas a los estilos histori-
los que sólo se materializaron tres. Desde cistas, desarrollando un nuevo vocabulario
1922, el conjunto es parque municipal de la arquitectónico para sus clientes, adinerados
ciudad de Barcelona (Parc Güell) y, desde industriales de ideas progresistas, que se ca-
1969, monumento histórico artístico. racterizó por el empleo de motivos orna-
Arquitectura del siglo XIX 495
19.40 y 19.41. Parc Güell, Barcelona 1900-1914. Antoni Gaudí, arquitecto. Vistas del banco situado en la plaza sobre
la sala hipóstila.
496 La historia y el significado de la arquitectura
19.42. Cripta de la iglesia en la colonia Güell, 1898-1914. Antoni Gaudí, arquitecto. Interior de la iglesia.
mentales en metal y vidrio, trabajados en ele- na dependencia formal hacia los periodos his-
gantes y sinuosas formas curvas derivadas tóricos anteriores. El art nouveau adaptó a su
del mundo vegetal. Como había ocurrido con repertorio los avances de la era moderna
la arquitectura rococó, a cuya delicadeza e –como las lámparas de electricidad y los nue-
irregularidad de formas recuerda, este “arte vos materiales, como el hierro, el acero, etc.–,
nuevo” (que los coleccionistas parisinos lla- pero, al igual que el movimiento arts & crafts,
maron art nouveau 17 y en España conoce- el resultado fue una arquitectura que sólo po-
mos como modernismo) tuvo su aplicación día ser creada a costa de una intensa y labo-
fundamental en interiores. Aparece ya ple- riosa elaboración artesanal. Hacia 1910, el
namente desarrollado en los interiores de elevado coste de tales edificios artesanales
la casa Tassel, en Bruselas, que Horta pro- condujo al fin del modernismo. Como ob-
yectó en 1893 [19.43]. Su famosa escalera servó atinadamente Frank Lloyd Wright en
–con peldaños de madera natural sostenidos 1901, en su comunicado The Art and Craft of
por una elegante estructura metálica vista, the Machine, la arquitectura del futuro se
una airosa columna metálica arborescente, construirá a base de elementos hechos a má-
el esgrafiado de los muros, cuyo motivo se quina; el arquitecto moderno no tendrá más
reproduce en los dibujos y líneas del pavi- remedio que acogerse a la máquina en todos
mento de mosaico, una lámpara de gas de los aspectos del diseño.18 La creación de un
formas vegetales y una barandilla curvilínea–, vocabulario decorativo curvilíneo para el hie-
fue el prototipo para otras casas de Horta en rro, independiente de cualquier estilo his-
Bruselas y sería emulada por decoraciones tórico, no resultaba suficiente. Aunque los
similares realizadas por el arquitecto fran- arquitectos e ingenieros del siglo XIX habían
cés Hector Guimard en el París fin-de-siècle, resuelto los extraordinarios problemas es-
como las características bocas de metro. Se tructurales y de planificación de la época, la
trataba, en efecto, de un arte nuevo, delibe- expresión cultural característica de su tiem-
radamente vanguardista, con poca o ningu- po todavía estaba por desarrollar.
Arquitectura del siglo XIX 497
19.43. Victor Horta, casa Tassel, Bruselas, 1893. Vestíbulo y escalera. La modernidad de esta escalera de Horta radica
en el uso del metal tanto para elementos estructurales como decorativos y en la interpretación artística que da a los
elementos funcionales, como los aparatos de iluminación, todo ello entrelazado con motivos curvilíneos continuos.
498 La historia y el significado de la arquitectura
NOTAS
además de anticiparse al del resto de la península Drexler, Arthur, ed., The Architecture of the École
y de alcanzar un dinamismo y una riqueza expre- des Beaux-Arts, Nueva York, 1977; incluye un
siva superiores, está asociado en buena medida al ensayo de Neil Levine sobre la biblioteca de
intento de la intelectualidad y la burguesía cata- Sainte-Geneviève de Labrouste.
lanas de construir una cultura nacional y europea. Germann, Georg, Gothic Revival in Europe and
Sin embargo, el personalísimo modernisme de Britain, Londres, 1972; traducción inglesa de
Gaudí presenta unos aspectos tan originales, como G. Onn.
su marcada componente surrealista, que sólo con Giedion, Sigfried, Space, Time, and Architecture,
cierta cautela cabe incluirlo en la corriente más 5ª ed., Cambridge (Massachusetts), 1967; ver-
representativa del modernismo catalán [N. del T.]. sión castellana: Espacio, tiempo y arquitectu-
17. El modernismo es un estilo artístico de- ra. El futuro de una nueva tradición, Editorial
sarrollado a fines del siglo XIX y comienzos del XX, Dossat, Madrid, 19805.
con mayor o menor riqueza y originalidad, en casi Gowans, Alan, Images of American Living: Four
toda Europa y América. En Francia recibió el nom- Centuries of Architecture and Furniture as
bre de art nouveau, que es el que se ha impuesto Cultural Expression, Nueva York, 1976.
internacionalmente como designación genéri- Handlin, David, American Architecture, Londres,
ca del estilo, con preferencia a las denominacio- 1985.
nes de origen inglés (modern style, liberty), alemán Hersey, George, High Victorian Gothic, Baltimore
(jugendstyle) o italiano (floreale). [N. del T.]. (Maryland), 1972.
18. Wright, Frank Lloyd, “The Art and Craft Hitchcock, Henry-Russell, Architecture: Nineteenth
of the Machine”, conferencia pronunciada por pri- and Twentieth Centuries, 4ª ed., Nueva York,
mera vez por Wright en 1901; reproducida par- 1977; versión castellana: Arquitectura de los si-
cialmente en Gutheim, Frederick, ed., Frank Lloyd glos XIX y XX, Ediciones Cátedra, Madrid, 1981.
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500 La historia y el significado de la arquitectura
20.14. Ludwig Mies van der Rohe, torres de viviendas de Lake Shore Drive, Chicago, 1948-1951. Terminada la
II Guerra Mundial, Mies tuvo acceso a importantes proyectos en Estados Unidos, donde pudo disponer del tipo de
producción industrializada que le permitiría, por fin, realizar su viejo sueño de construir una torre enteramente
de vidrio. Esta vista muestra el impacto visual que tuvieron los edificios en su marco original.