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Introducción

El aprendizaje se define como un proceso que reúne las experiencias e influencias

personales y ambientales para adquirir, enriquecer o modificar conocimientos,

habilidades, valores, actitudes, comportamiento y visiones del mundo. En ese

sentido, para hacer una intervención integral al niño con problemas de

aprendizaje, es de suma importancia tener en cuenta los Dispositivos Básicos de

Aprendizaje; son condiciones necesarias para obtener un óptimo desarrollo

cognoscitivo y, a su vez, permiten avanzar progresivamente en las secuencias de

destrezas de desarrollo, así como una mejor adaptación al medio que rodea a la

persona.

Al aplicar actividades de refuerzo en la atención, utilizando estrategias

pedagógicas con un gran contenido significativo se favorece al progreso de los

jóvenes para desempeñarse y cumplir con una tarea específica mejorando sus

niveles de atención y concentración, promoviendo así el desarrollo de otro tipo de

actividades en diferentes acciones y creando niveles de aprendizajes con

herramientas diversas que apunten a la formación de un aula inclusiva.


DIVERSIDAD DE APRENDIZAJES EN EL AULA
ADRIANA MARIA DELGADO LEÓN.
Ensayo.

La idea de un aula que estuviese compuesta por alumnos con características más

o menos homogéneas, es un proyecto irrealizable.

En la actualidad nos encontramos que, cada vez de manera más frecuente, las

aulas son escenarios donde se concentran grupos de alumnos con una gran

diversidad. Por ejemplo, diferencias por razones sociales (niños y jóvenes en

situaciones de riesgo social, procedencia de diferentes ámbitos sociales); étnicas y

culturales (alto nivel de alumnos que provienen de otras culturas y distinta lengua),

alumnos con baja motivación o altas capacidades, alumnos con necesidades

educativas especiales, etc.

Todo esto conlleva que los procesos de enseñanza y aprendizaje no sólo tengan

como base los distintos niveles educativos marcados: Educación Infantil,

Educación Primaria, Secundaria, etc. Donde se estructuran y marcan unos “tipos”

de aprendizaje determinados (aprendizaje por descubrimiento, por imitación,

modelado, memorístico, significativo…) según los niveles previstos y con un

proyecto curricular y/o de programación ya marcado. Sino que además hay que

hacer frente a todas esas características que encontramos en las aulas que sí

marcan o tendrían que marcar, unos cambios en el planteamiento actual de la

Educación. De esa manera, tendrían que plantearse adaptaciones o


modificaciones en los distintos niveles que conforman la comunidad educativa: La

política educativa tendría que comenzar a establecer dentro de los distintos

proyectos curriculares o programaciones una fórmula dónde se diese cobertura a

este tipo de situaciones reales que están apareciendo en las aulas, aunque fuese

de una manera generalista. Estos cambios o adaptaciones en las políticas

educativas harán que los propios Centros deban intentar adaptarse a sus

situaciones concretas, lo que conllevará un posible cambio en los diferentes

estratos que conforman la estructura interna del Centro.

De este modo habrá que trabajar en la situación concreta del aula a nivel de

profesores, a nivel del alumno, a nivel del resto de la Comunidad Escolar (padres,

profesionales implicados, etc.). Así conseguiremos que la adaptación se dé en

todos los niveles, desde el más general (desarrollo a nivel político) hasta el último

escalón (el alumno). Todo esto llevaría a una modificación en muchos de los

planteamientos actuales en materia educativa. Habría que trabajar mucho más la

integración, en algunos casos potenciando un aprendizaje cooperativo entre los

alumnos, utilización del refuerzo educativo o la autorización incluso grupal para

proporcionar a esos alumnos con sus “necesidades” un lugar fuera del aula

habitual, donde puedan adquirir de manera progresiva, conocimientos o

habilidades sin tener que renunciar al contacto con su grupo, atención más

personalizada, de manera puntual, a alumnos con déficit conductual, social o

académico. Incluso, en la medida de lo posible, disminuir la ratio de alumnos por

aula para dar esa atención personalizada.


La atención y la memoria son dispositivos básicos de aprendizaje primordiales en

los procesos de aprendizaje, son dos procesos que se retroalimentan

dependiendo de cuál sea la intencionalidad de la tarea. La memoria modula la

atención o la atención modula la memoria. Reategui & Sattler (1999) afirman que

la memoria asegura el almacenamiento de la información, siendo la atención uno

de los factores asociados a su buen funcionamiento, entendida esta como el

esfuerzo realizado por la persona tanto en la fase de almacenamiento como en la

fase de recuperación de información. Así, la atención y la memoria no son las

únicas capacidades que entra en juego para obtener el éxito del aprendizaje

inclusivo. Sin embargo, es cierto que una deficiente capacidad de atención y

memoria puede interferir en el propio aprendizaje, e incluso, en el caso de los

estudiantes con discapacidad intelectual el rendimiento académico puede ser

inferior a las posibilidades reales del estudiante, tendremos que seguir trabajando

los distintos tipos de aprendizaje comúnmente utilizados, pero habrá que hacer

adaptaciones o diversificaciones curriculares para adaptarlas a los alumnos que lo

necesiten. En muchos casos no podemos trabajar con el grupo en la clase como

un todo homogéneo, se necesita flexibilidad en el aula y apoyo a todos los niveles

implicados en la educación.

Tenemos que asumir, cada vez más, esa diversidad que existe no sólo en la

educación, sino en todos los niveles de la sociedad e intentar dar cobertura a

todas las situaciones nuevas que están apareciendo. Si somos capaces a nivel

educativo de solucionar y ver la diversidad como una cuestión real y positiva y que

podemos aprovechar, ganaremos en todos los niveles de la Sociedad.


Conclusiones

La educación inclusiva tiene grandes beneficios tanto para los niños con

discapacidad como para los niños que no tienen ningún tipo de

discapacidad. Todos pueden aprender de todos y, además, potenciar lo mejor de

ellos mismos. Pero además de todo esto, también hay otros beneficios que

merece la pena mencionar como el desarrollo de fortalezas y dones individuales,

con expectativas altas y apropiadas para cada niño.

Con todos los dispositivos básicos de aprendizaje y en todas las actividades,

tareas y proyectos que se propongan en las aulas inclusivas deben ser flexibles y

adaptables a las diferentes personas de la clase. Esto no significa que no exista

un planteamiento y estructura de los trabajos que se van a realizar, sino que hay

que tener en cuenta que, al contar con alumnos con diferentes capacidades,

puede hacer que la tarea que se tenía programada deba amoldarse o adaptarse a

una necesidades concretas y específicas.


Referencias bibliográficas

 Papalia, D. E. (2017) Desarrollo Humano. Editorial: McGraw-Hill

Interamericana. Edición 13.

Recuperado de la base de datos E-libro. Para consultarlo, revise la carpeta

"Herramientas de apoyo" (Manual bibliotecas virtuales)

 Guzmán, R. J., Ghitis, J. T., & Ruiz, C. (2018). Lectura y escritura en los

primeros años: Transiciones en el desarrollo y el aprendizaje.

Recuperado de la base de datos E-libro. Para consultarlo, revise la carpeta

"Herramientas de apoyo" (Manual bibliotecas virtuales).

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