Sie sind auf Seite 1von 6

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN


MAESTRÍA EN INVESTIGACIÓN SOCIAL
INTERDISCIPLINARIA
SEMINARIO DE PODER Y POLITICA

METAMORFOSIS DEL GOBIERNO REPRESENTATIVO

Exposición a cargo de: Xahira Lesmes Cruz


Michel Rueda Triana

Manin, B., nacido en el año de 1951, es filoso francés, especialista del


pensamiento político y reconocido por su trabajo frente a las instituciones de excepción,
el liberalismo y la democracia participativa. Dentro de sus obras mas importantes esta
Los Principios del Gobierno Representativo publicado en 1995, siendo actualmente un
clásico de las ciencias políticas.

En el texto de Los Principios del Gobierno Representativo, en el capitulo VI


“Metamorfosis del Gobierno Representativo, se contempla como en las ciencias
políticas se hace énfasis en la crisis que – se considera – los países occidentales estás
atravesando en términos de representación, dado que se tenia el presupuesto que la
representación había evolucionado de un modelo parlamentario, para constituir una
sólida democracia partidaria, la cual se basaba en la confianza entre votantes y partidos
políticos por su representación social y de clase, los cuales – votantes - se verían
identificados es por los ideales que estos abanderan; sin embargo, actualmente se
visibiliza como esas diferencias entre partidos están enmarcados por las divisiones
sociales y sobre todo personales que surgen a partir de pequeñas disputas que entre
miembros de un mismo sector de clase pueden darse, lo cual reconfiguró la manera en
que las sociedades se empezaron a sentir representadas, ya no por su partido tradicional
sino por sus dirigentes: esto permite que se deje de lado a los partidos como plataformas
ideológicas para así centrarse más en la figura e imagen pública del candidato.

Es importante reconocer como en la actualidad la estrategia de los candidatos


esta marcada por un proceso mediático donde la confiabilidad la genera la personalidad
y como se venden los candidatos frente a los votantes, generando un desconocimiento
frente a las propuestas planteadas por cada uno, aumentando la brecha entre
representantes y representados; durante los dos últimos siglos los gobiernos estaban
observando cambios significativos, a partir del derecho al sufragio por los votantes
quienes podían elegir a sus representantes, condicionando las diferentes estrategias que
se usaban para que los partidos políticos se posicionaran. A partir de esto, a finales del
siglo XIX se empieza a generar una crisis en la representación de los diferentes partidos
políticos, planteando un modelo de gobierno representativo identificado como el
“Parlamentarismo”, en donde los partidos permitieron la designación de candidatos
con posición social, diferentes maneras de ver la vida y acercamiento a sus votantes,
generando una identificación entre gobernantes y gobernados dado el surgimiento de los
partidos de masas.

Dentro del parlamentarismo se contemplaba que la confianza de los sufragantes


partía del éxito que tenían sus candidatos, había una libertad de opinión limitada dado
que las discusiones que se daban dentro del parlamento en su mayoría no correspondían
con las necesidades del pueblo, y la manera más efectiva para darlas a conocer - por
cada uno de los representados - eran las manifestaciones y expresiones que se pudiesen
realizar en la calle o en medios de comunicación alternativos, generando una brecha
representativa entre la opinión pública y el parlamento.

Dado los cambios significativos entre representantes y representados, se empieza


a contemplar la “Democracia de Partidos” en la media en que los sufragantes ya no
votaban por un candidato de una población en particular, sino por alguien que lleva los
colores insignia de un partido y con los cuales se sienten identificados, lo que generó
que el auge de diferentes partidos colocara fin al elitismo dentro de cada grupo el cual
era característico del parlamentarismo; sin embargo, aunque se concebía que la
burguesía dentro de los partidos políticos se había unificado, se empezaba a
reconfigurar la diferente manera de comportarse de los representantes que surgían de
una clase trabajadora y de la burguesía, los primeros a partir del ejercicio burocrático
del sistema liberal resultaban convirtiéndose en pequeños burgueses al asumir cargos
de poder. Así mismo, a la hora de tomar decisiones, el representante no puede partir de
su conocimiento y juicio, sino de los preceptos que se llevan al interior de los partidos,
generando una brecha, dado que las divisiones de la opinión pública no coinciden
necesariamente con las de los electores y serían los partidos quienes organizarían las
expresiones públicas de descontento de acuerdo a las divisiones partidistas.

Por otra parte, empieza el surgimiento de la “Democracia de Audiencia” debido


al giro notable de los resultados electorales que se presentan, dado que la individualidad
característica de los candidatos permite que los sufragantes voten de diferentes maneras
en cada una de las elecciones dependiendo de que candidatos compitan con su voto, más
que por sentirse identificados con un partido tendiendo a regresar a un nuevo tipo de
parlamentarismo donde se empiezan a sentir identificados por su representante; así
mismo, el cambio drástico en las formas de mostrarse los representantes, generó que no
solo buscaran estrategias para identificarse con sus candidatos, sino que a su vez
comenzaran a definir a su adversario en la medida en que el votante reconociera las
diferencias entre cada uno de los candidatos.

LO QUE NO ES LA DEMOCRACIA

Sartori, G. Es Un investigador italiano en el campo de la ciencia política,


especializado en el estudio comparativo de la política. Su obra es de las más destacadas
de las ciencias sociales, contando con libros fundamentales como Partidos y Sistemas de
Partidos, La política: lógica y método en las ciencias sociales y Teoría de la
Democracia.

De esta manera se empieza a problematizar lo que podría - o no - significar la


democracia, es así como Sartori decide mirar la misma, no como la representación que
el pensamiento liberal y la hegemonía del mercado pretende posicionar actualmente.
Para el autor casi todos los sistemas de régimen político presentan ciertos grados de
democracia, es decir, de aprobación del pueblo, ya que muchos de estos cuentan con la
legitimidad suficiente como para poder gobernar con lo que implica la autoridad de la
toma de decisiones políticas para el pueblo.

Por ello prefiere hablar de contrarios, contradictorios y grados, en este muestra


cómo los modelos de absolutismo, dictadura y totalitarismo, no necesariamente son
ideas contrarias a la democracia, ya que manifestaba él que es vital que se hagan
distinciones, ya que no se puede enunciar y equiparar la dictadura del proletariado, con
el proceso que vivió Alemania en la segunda guerra mundial con el dominio Nazi;
tampoco se podría considerar que el totalitarismo que viven los países africanos y las
limpiezas étnicas son del mismo corte del totalitarismo presentado por la Unión
Soviética a manos de Stalin; es así como se proponen categorías que representarían los
grados que estás podrían tener en su mandato.

De esta manera surgen categorizaciones tales como: dictaduras- totalitarias,


absolutismo – democrático, autoritarismo – democrático entre otras, ya que aunque se
posee el imaginario que estas formas de gobierno son contrarias a la democracia, a su
vez poseen elementos que los legitiman como parte de una democracia, por ejemplo,
muchos de estos fueron elegidos por la vía electoral, tienen legitimidad al ser sus
políticas aceptadas por gran fracción de la población de sus territorios, también
presentan autoridad, esto es, apoyo social que se transforma en el mantenimiento del
sistema por un tiempo prolongado, de esta manera un gobierno totalitario aunque
presente el control total del poder estatal, puede gozar de la probación suficiente como
para mantenerse allí por un largo tiempo, a menos que este se convierta en una dictadura
– totalitaria, la cual se impondría por encima de la voluntad popular del pueblo al que va
a gobernar y así mismo se alejé de quienes pretende representar.

Sin embargo, el autor solamente distingue al sistema de gobierno autocrático


como un contrario de la democracia, ya que este es el único que no posee las
características mininas de una democracia, como lo son las elecciones de representantes
a los poderes públicos del Estado, ya que estos presentan una sucesión hereditaria del
poder, lo cual cierra todas las posibilidades de transformación social y política a
decisión del pueblo por la vía legal y aunque este no es una dictadura que ejerce la
fuerza para coaccionar las masas, este régimen bloquea los caminos a los que pueden
acceder los miembros de ese territorio gobernado.

LA DEMOCRACIA COMO PROCEDIMIENTO Y COMO RÉGIMEN

Castoriadis, C. Es un filósofo, sociólogo, economista y psicoanalista greco-


francés, defensor del concepto de autonomía política y fundador en los años 1940 del
grupo político Socialismo o barbarie y de la revista del mismo nombre, de tendencias
próximas al luxemburguismo y al consejismo. Posteriormente abandonaría el marxismo,
para adoptar una filosofía original, con un posicionamiento cercano al autonomismo y al
socialismo libertario.

Finalmente Castoriadis hace una reflexión frente a lo que implica la democracia


en la sociedad contemporánea, cuestiona la idea que el marxismo y el anarquismo han
presentado frente a la destrucción del Estado y las instituciones en una sociedad con el
desarrollo que presenta en la actualidad; este posiciona la idea de la necesidad de la
destrucción del Estado, ya que a lo largo de la historia se han formado varias sociedades
sin el dominio burocrático y amañado que el Estado posee, pero al mismo tiempo
considera que es utópico hablar de la destrucción de las instituciones, ya que estas son
necesarias para manejar cierto equilibrio en la sociedad, las cuales no pueden ser
entendidas como quienes ejercerán el dominio sobre los individuos, sino como las que
mantendrán normas generales de convivencia y regulaciones básicas que permitan las
buenas relaciones entre las personas que habitan allí.

De esta manera el autor considera que la democracia plena solamente


puede darse si los sujetos son formados al interior de una paideia democrática, la cual
desde sus diferentes esferas de la política educará con principios claros a sus individuos,
estas deben darse desde el Oikòs: la casa – familia que desde ámbito de lo privado
desarrollará los primeros elementos de esa educación democrática, el Agorá: mercado –
reunión o el espacio de lo público en donde se generan las discusiones abiertas y libres
por parte del pueblo y la Ecclesia: el cual representaría a las instituciones que se
conservarían para hacer los ejercicios de poder más amplios, estos deben ser públicos y
abiertos a la participación de la “ciudadanía”

Castoriadis considera que toda sociedad - aunque no posea un Estado - debe


tener unos valores sociales definidos, los cuales regulen la convivencia y el proceder
dentro de cualquier territorio, sin embargo estos valores no pueden someter a los seres
humanos a portar unos roles determinados dentro de lo que son los imaginarios
colectivos como en la actualidad se presenta.
Bibliografía:

 CASTORIADIS, C, (2005), “La democracia como procedimiento y como


régimen”, en, Castoriadis C, Ciudadanos sin brújula, Ediciones Coyoacán,
Coyoacán, pp. 143-166.

 MANIN, Bernard, Los principios del gobierno representativo; Traducción de


Fernando Vallespin, Alianza Editorial, Madrid, 1998. Cap. 6.

 SARTORI, Giovanni (1993), ¿Qué es la democracia? Traducción de Miguel


Ángel González, Editorial, Tribunal Federal Electoral-Instituto Federal
Electoral, México. Capítulo VII, “Lo que no es la democracia”, pp. 115-136.

Das könnte Ihnen auch gefallen