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CURSO DE

INCENDIOS Y
EMERGENCIAS

Mod. 210/01
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES

1. EL TRABAJO Y LA SALUD
2. CONDICIONES DE TRABAJO
3. ACCIDENTE DE TRABAJO
4. ENFERMEDAD PROFESIONAL
5. FACTORES DE RIESGO
6. LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y SU LEGISLACIÓN
6.1 PRINCIPIOS DE LA LEY DE RIESGOS LABORALES
6.2 PRINCIPIOS GENERALES DE LA ACCIÓN PREVENTIVA
6.3 PLAN DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
7. LEYES Y REGLAMENTOS

CAPÍTULO 2
EL FUEGO. FACTORES FUNDAMENTALES

1. INTRODUCCIÓN
2. LOS ELEMENTOS DEL FUEGO
3. CLASIFICACIÓN DEL FUEGO POR TIPOS DE COMBUSTIBLE

CAPÍTULO 3
CAUSAS DE INCENDIOS

1. ANÁLISIS DE LAS CAUSAS DE LOS INCENDIOS


2. LOS FENÓMENOS DEL INCENDIO
3. LA PREVENCIÓN DE INCENDIOS
4. SISTEMAS ACTIVOS
CAPÍTULO 4
EXTINCIÓN DE INCENDIOS

1. FORMAS DE EXTINCIÓN
2. AGENTES EXTINTORES
3. SISTEMAS DE EXTINCIÓN
4. DISEÑO, INSTALACIÓN Y MANTENIMIENTO DE LOS SISTEMAS ACTIVOS

CAPÍTULO 5
LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA

1. FUNDAMENTOS LEGISLATIVOS
2. PROCESO DE EVACUACIÓN
3. TIEMPO LÍMITE DE RIESGO Y SITUACIÓN CRÍTICA
4. ESTRUCTURA DEL PLAN DE EMERGENCIAS Y EVACUACIÓN
5. LA CONDUCTA HUMANA EN SITUACIONES DE EMERGENCIA
CAPÍTULO 1
Introducción
a la prevención
de riesgos laborales
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

1. EL TRABAJO Y LA SALUD

El trabajo y la salud están fuertemente relacionados. El trabajo es una actividad necesaria no sólo
para satisfacer nuestras necesidades de supervivencia, sino que es además una actividad por me-
dio de la cual desarrollamos nuestras capacidades tanto físicas como intelectuales.

Junto a esta influencia positiva del trabajo respecto a la salud, existe también un lado negativo,
que es la pérdida de la salud cuando el trabajo se desarrolla en condiciones que pueden causar
daño a nuestra integridad.

Según lo enunciado, y siguiendo el concepto de salud de la Organización Mundial de la Sa-


lud (OMS), podemos definir los riesgos profesionales como aquellas situaciones de trabajo que
pueden romper el equilibrio físico, mental y social de las personas. No podemos limitarnos a
considerar como riesgos solamente aquellas situaciones que han causado accidentes o enferme-
dades, sino que habrá que buscar el origen de todos los desequilibrios de la salud.

El trabajo siempre produce modificaciones en el medio ambiente, pueden ser mecánicas, físicas,
químicas, biológicas, psíquicas, sociales y morales, y estos cambios lógicamente afectarán a la
salud de la persona que trabaja. Según este planteamiento, la prevención no es más que analizar
y evaluar, mediante un conjunto de técnicas, cada una de estas modificaciones y determinar en
qué grado, positivo o negativo, afectan a la salud de las personas para que minimizando los efec-
tos negativos y favoreciendo los positivos consigamos crear métodos de trabajo que nos permitan
acercarnos cada día más hacia ese estado ideal de bienestar físico, mental y social al que todas las
personas que trabajan tienen derecho.

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CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

2. CONDICIONES DE TRABAJO

Se entiende como condiciones de trabajo cualquier aspecto del trabajo con posibles consecuen-
cias negativas para la salud de los trabajadores, incluyendo, además de los aspectos ambientales y
los tecnológicos, las cuestiones de organización y ordenación del trabajo.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales define como condición de trabajo:


“... cualquier característica del mismo que pueda tener una influencia significativa en la ge-
neración de riesgos para la seguridad y la salud del trabajador”.

Quedan específicamente incluidas en esta definición:

• Las características generales de los locales, instalaciones, equipos, productos y demás útiles exis-
tentes en el centro de trabajo.

• La naturaleza de los agentes físicos, químicos y biológicos presentes en el ambiente de trabajo y


sus correspondientes intensidades, concentraciones o niveles de presencia.

• Los procedimientos para la utilización de los agentes citados anteriormente que influyan en la
generación de los riesgos mencionados.

• Todas aquellas otras características del trabajo, incluidas las relativas a su organización y orde-
nación, que influyan en la magnitud de los riesgos a que esté expuesto el trabajador. 

Cuando hablamos de salud laboral y, por lo tanto, de salud en el trabajo, no nos podemos olvidar
de las condiciones de empleo, el modo en que se presta el trabajo asalariado (los tipos de contra-
tos, la jornada, el reparto de género de las tareas, la doble jornada...). Todos estos aspectos tienen
mucho que ver con la calidad de vida y la salud.

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CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
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3. ACCIDENTE DE TRABAJO

La legislación determina que un accidente de


trabajo es toda lesión corporal que el trabaja-
dor sufra con ocasión o por consecuencia del
trabajo que ejecute por cuenta ajena (art. 115
LGSS).
“La gran mayoría de los accidentes de trabajo
son evitables, especialmente los graves y morta-
les. Los accidentes son el resultado de la ausen-
cia de unas prácticas preventivas que son cono-
cidas y aplicables”.

Estos aspectos junto a las consideraciones que


de forma general se tiene sobre los accidentes
de trabajo, achacando las causas de los mismos
a actos inseguros de las personas o a condicio-
nes inseguras existentes en los puestos de traba-
jo, están dando como resultado estos valores tan
elevados de siniestralidad laboral.

Cuando se profundiza sobre las causas que han


originado los actos inseguros o las condiciones
inseguras existentes en el puesto de trabajo des-
cubrimos que sus causas más elementales están
ocasionadas por temas de gestión.

La actuación sobre el acto inseguro o sobre la


condición insegura del puesto de trabajo, son actuaciones puntuales que corrigen situaciones
puntuales y que no abordan el problema en su totalidad.
Es necesario atacar el problema desde la base si deseamos corregirlos verdaderamente. Si los
accidentes son ocasionados por fallos de gestión la verdadera prevención se hará en la empresa
cuando se contemple en ella las actividades preventivas como otra actividad más a gestionar.
Es necesario darse cuenta que la seguridad no es una parte del trabajo que se pueda delegar en
otro sino un componente del trabajo que no se puede separar del mismo. En cada actividad y tarea
debe estar integrada la seguridad.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales, contempla como elemento a considerar la integración


de la prevención en todos los niveles jerárquicos de la empresa, es necesario un esfuerzo constan-
te para ir creando y desarrollando en las empresas y centros de trabajo una Cultura Preventiva.
“Protegiéndolo en el ámbito laboral seremos capaces de disfrutar de una mejor calidad de vida ex-
tralaboral, beneficiándose de ello tanto el trabajador, su entorno familiar y la sociedad en general “.

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CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
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4. ENFERMEDAD PROFESIONAL

La Ley General de la Seguridad Social, entiende por enfermedad profesional la contraída a conse-
cuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifican en el cuadro
de enfermedades profesionales, y que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias
que en dicho cuadro se indican para cada enfermedad profesional.

La enfermedad profesional se diferencia del accidente de trabajo en que aquélla se contrae, nor-
malmente, de manera lenta y progresiva, y como consecuencia de unas determinadas sustancias y
contraídas en actividades contempladas en el cuadro de enfermedades.

CUADRO DE ENFERMEDADES PROFESIONALES

Modificado por el Real Decreto 1299/2006, según el agente causante, establece una división se-
gún las siguientes categorías:

Enfermedades profesionales producidas por agentes químicos.


Enfermedades profesionales causadas por agentes físicos.
Enfermedades profesionales provocadas por agentes biológicos.
Enfermedades profesionales infecciosas y parasitarias.
Enfermedades profesionales causadas por inhalación de sustancias y agentes no
comprendidos en otros apartados.
Enfermedades profesionales de la piel causadas por sustancias y agentes no com-
prendidos en alguno de los otros apartados.
Enfermedades profesionales causadas por agentes carcinogénicos.

Esta lista de enfermedades profesionales se ha visto actualizada debido no sólo a los cambios
producidos en los procesos industriales, sino también a la aparición de nuevos elementos y sus-
tancias que pueden incidir en la salud laboral de los trabajadores.

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CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
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5. FACTORES DE RIESGO

Un factor de riesgo, es una característica del trabajo, que puede incrementar la posibilidad de que
se produzcan accidentes o afecciones para la salud de los trabajadores.

Podemos clasificar los factores de riesgo en los siguientes grupos:

• Factores ligados a las condiciones de Seguridad: se incluyen en este grupo las condiciones
materiales que influyen sobre la accidentabilidad: pasillos y superficies de tránsito, aparatos y
equipos de elevación, vehículos de transporte, máquinas, herramientas, espacios de trabajo, ins-
talaciones, etc.

• Factores ligados al medioambiente del trabajador: se incluyen en este grupo los denomina-
dos “contaminantes físicos” (ruido, vibraciones, iluminación, condiciones termohigrométricas,
radiaciones, etc.), los “contaminantes químicos” presentes en el medio ambiente de trabajo en
forma de gases, vapores, nieblas, aerosoles, humos, polvos, etc., y los “contaminantes biológicos”,
constituidos por microorganismos (bacterias, virus, hongos y protozoos).

• Factores derivados de las características del trabajo: incluye las exigencias que la tarea im-
pone al individuo que las realiza (esfuerzos, manipulación de carga, posturas de trabajo, niveles
de atención, etc.) asociada a cada tipo de actividad y determinantes de la carga de trabajo, tanto
física como mental.

• Factores derivados de la organización del trabajo. Se incluyen en este grupo los factores
debidos a la organización del trabajo (tareas que lo integran y su asignación a los trabajadores,
horarios, velocidad de ejecución, relaciones jerárquicas, etc.).

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CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

6. LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y SU LEGISLACIÓN

La prevención de riesgos laborales es la


disciplina que busca promover la seguri-
dad y salud de los trabajadores mediante
la identificación, evaluación y control de
los peligros y riesgos asociados a un pro-
ceso productivo, además de fomentar el
desarrollo de actividades y medidas nece-
sarias para prevenir los riesgos derivados
del trabajo.

Si bien es un ámbito que, por lo menos en Es-


paña, tiene una historia de más de 100 años,
esta denominación ha sido relativamente
reciente, a raíz de la Ley 31/1995, de 8 de
noviembre de Prevención de Riesgos Labo-
rales.

La presente Ley tiene por objeto la deter-


minación del cuerpo básico de garantías y
responsabilidades preciso para establecer
un adecuado nivel de protección de la sa-
lud de los trabajadores frente a los ries-
gos derivados de las condiciones de trabajo,
y ello en el marco de una política coheren-
te, coordinada y eficaz de prevención de
los riesgos laborales.

6.1 Principios de la ley de prevención de riesgos laborales

• Es obligatorio prevenir: Prevención significa prever con antelación las consecuencias negati-
vas de una situación y actuar para cambiarla.
• Las condiciones de trabajo afectan a la salud de los trabajadores, incluidas las relativas a su
organización y ordenación.
• Los accidentes no son “accidentales”, son evitables si se adopta una adecuada prevención, y
hacerlo es una obligación empresarial.
• Prevención frente a todos los riesgos: ¿Cuáles son las condiciones que pueden suponer un
daño para la salud? El daño a la salud puede proceder no sólo de las máquinas, herramientas
o sustancias que se emplean, ni de los locales e instalaciones y procedimientos de trabajo, sino
también de la organización y ordenación de las tareas.

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CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

• Integración de la prevención: Las cuestiones relacionadas con la prevención de riesgos labora-


les deben integrarse en la toma de decisiones sobre cualquier otro tema, y por lo tanto son tarea
de todos.

• Organización preventiva: La prevención debe estar integrada en la gestión habitual, pero es


también una tarea específica que debe ser llevada a cabo de manera planificada, con recursos hu-
manos cualificados y asignando recursos materiales suficientes. La Ley de Prevención de Ries-
gos Laborales obliga a que cada empresa disponga de una organización de recursos preventivos
adecuada a sus necesidades.

• Evaluación de riesgos y planificación de la actividad preventiva: La evaluación de riesgos es


un proceso de adquisición organizada de información sobre las condiciones de trabajo que sirve
para aportar el soporte de conocimiento necesario para la toma de decisiones. La ejecución de
esas decisiones requiere una planificación de actividades y una apropiada organización de los
recursos, humanos y materiales.

• Participación: La participación de los trabajadores en la prevención permite una mejor detec-


ción de los problemas y una adecuada valoración de las posibles soluciones.

• Formación e información: Se establece el derecho a recibir toda la información necesaria sobre


los riesgos del puesto de trabajo y generales del centro, sobre las medidas de protección y pre-
vención aplicables y sobre los planes de emergencia. Se establece el derecho a recibir formación
teórica y práctica en materia preventiva que deberá actualizarse siempre que sea necesario. El
tiempo dedicado a esta formación debe tener la consideración de tiempo de trabajo. La forma-
ción y la información son herramientas necesarias para que la participación de los trabajadores
tenga un contenido real y no se convierta en un mero formalismo.

• Vigilancia de la salud: Para verificar la eficacia de las medidas preventivas adoptadas y para de-
tectar precozmente cualquier daño a la salud de origen laboral. La vigilancia se llevará a cabo de
forma esencialmente voluntaria para el trabajador; respetando su libertad, intimidad y dignidad
y garantizando la confidencialidad de la información relacionada con su estado de salud.

• Protección adaptada a la especial vulnerabilidad: Algunas personas son especialmente vulne-


rables frente a determinados riesgos, por concurrir en ellos determinadas circunstancias perso-
nales o contractuales, como una especial sensibilidad, la minoría de edad, el carácter temporal
de su contratación o su encuadre en una empresa de trabajo temporal. La Ley de Prevención de
Riesgos Laborales dispone que la protección debe adaptarse a estas circunstancias especiales.

• Protección de la maternidad y de la lactancia: Es un caso específico de especial vulnerabilidad.


Todos los espacios y tareas que presentan riesgo para la embarazada o el feto deben estar seña-
lizados. Cuando una embarazada realiza una tarea que pueda suponer un riesgo para su salud
o la del feto, tiene derecho a cambio de tarea. La lactancia está tutelada en términos parecidos.

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CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

• Protección en caso de riesgo grave e inminente: La Ley de Prevención de Riesgos laborales


obliga al empresario a adoptar medidas para evitar que se produzcan daños personales en casos
de riesgo grave e inminente, como el establecimiento de un protocolo de actuación para cuando
se verifique el riesgo y la inmediata comunicación del riesgo y de las medidas a adoptar a las
personas afectadas.

• Obligaciones de los trabajadores: Así como sin la participación de los trabajadores es imposi-
ble abordar la prevención de forma eficaz, sin su colaboración es imposible llevar a la práctica las
medidas preventivas. El personal debe velar por el cumplimiento de las medidas de prevención
que se adopten, usará adecuadamente y conforme a las instrucciones recibidas las máquinas,
aparatos, herramientas, sustancias peligrosas, equipos de transporte..., utilizará correctamen-
te los medios y equipos de protección y los dispositivos de seguridad existentes, informará de
inmediato a la persona responsable acerca de cualquier situación que pueda suponer un riesgo
para la seguridad y salud y contribuirá al cumplimiento de las obligaciones establecidas por las
autoridades competentes. Cada trabajador/a deberá velar según sus posibilidades, formación,
nivel jerárquico y capacidad de toma de decisiones inherente al puesto, por su propia seguridad
y su salud y por la de aquellas otras personas a las que pueda afectar su actividad profesional.

6.2 Principios generales de la acción preventiva

Así mismo, en el artículo 15 de la Ley, se establecen unas pautas de actuación para su aplicación
en el trabajo, que son:

A. Evitar los riesgos.


B. Evaluar los riesgos que no se puedan evitar.
C. Combatir los riesgos en su origen.
D. Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos
de trabajo, así como a la elección de los equipos y los métodos de trabajo y de producción, con
miras, en particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mis-
mo en la salud.
E. Tener en cuenta la evolución de la técnica.
F. Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro.
G. Planificar la prevención, buscando un conjunto coherente que integre en ella la técnica, la or-
ganización del trabajo, las condiciones de trabajo, las relaciones sociales y la influencia de los
factores ambientales en el trabajo.
H. Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.
I. Dar las debidas instrucciones a los trabajadores.

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CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

6.3 Plan de prevención de riesgos laborales

La prevención de riesgos laborales (Artículo 16 de la Ley), deberá integrarse en el sistema ge-


neral de gestión de la empresa, tanto en el conjunto de sus actividades como en todos los niveles
jerárquicos de la misma a través del Plan de Prevención.

Dicho plan deberá incluir:

• Estructura organizativa.
• Responsabilidades.
• Funciones.
• Prácticas.
• Procedimientos.
• Procesos.
• Recursos necesarios.

La evaluación de riesgos y la planificación de la actividad preventiva, son los instrumentos esen-


ciales para la gestión y aplicación del plan de prevención de riesgos.

En este sentido, el artículo 3 del Reglamento de los Servicios de Prevención, define la evalua-
ción de riesgos como el proceso dirigido a estimar la magnitud de aquellos riesgos que no hayan
podido evitarse, obteniendo la información necesaria para que el empresario adopte las medidas
preventivas adecuadas a los riesgos existentes, y extendiéndose dicha evaluación, según el artí-
culo 4 del citado Reglamento, a cada uno de los puestos de trabajo de la empresa.

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CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

7. LEYES Y REGLAMENTOS

Se incluye una relación, no exhaustiva, de los textos legales que establecen las disposiciones a
tener en cuenta para la prevención de riesgos laborales en las empresas.

- Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.

- Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención.

- Real Decreto 485/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas en materia de señalización


de seguridad y salud en el trabajo.

- Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud en los
lugares de trabajo.

- Real Decreto 487/1997, de 15 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas
a la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular dorsolumbares, para los
trabajadores.

- Real Decreto 488/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas
al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización.

- Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud para la
utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo.

- Real Decreto 842/2002, de 18 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento Electrotécnico


para Baja Tensión.

- Real Decreto 614/2001, de 8 de junio, sobre disposiciones mínimas para la protección de la salud
y seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico.

- Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre protección de los trabajadores contra los riesgos
relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo.

- Real Decreto 374/2001, de 6 de abril, sobre la protección de la salud y seguridad de los trabajado-
res contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo.

- Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relati-
vas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.

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CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
CAPÍTULO 2
El fuego.
Factores
fundamentales
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

1. INTRODUCCIÓN

En la evolución de la humanidad uno de sus factores primordiales ha sido el dominio y


conocimiento del fuego. El hombre necesita conocer y dominar su entorno, para ello, una
de sus principales herramientas ha sido siempre la transformación de las materias que lo
rodea. Esta transformación es el punto principal que ha conllevado una evolución de la
especie humana.

El conocimiento de las reacciones fisicoquímicas del fuego y su aplicación en todo aquello


que nos rodea está impreso en nuestra propia evolución.

Cuando el fuego es un elemento deseado y sobre todo controlado, nos estamos refiriendo a
su uso como elemento modificador de materiales que antes hemos citado.

Cuando el fuego no es controlado estamos hablando de incendio.

El objeto de este curso es tratar de ofrecer una visión global de las características del fuego
y de su necesidad de control.

Asimismo se contemplarán los elementos y procedimientos que contribuyen a que las si-
tuaciones que pueden generar incendios desaparezcan de los entornos laborales.

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CAPÍTULO 2: EL FUEGO. FACTORES FUNDAMENTALES
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

2. LOS ELEMENTOS DEL FUEGO

El fuego es una reacción química exotérmica que se produce entre los vapores de una sustancia
(combustible) y el oxígeno del aire (comburente), iniciándose por medio de una energía de activa-
ción (calor). Esta reacción genera luz y calor en la combinación de las moléculas del combustible
con el oxígeno del aire (reacción en cadena).
Como hemos visto para que el fenómeno del fuego se materialice son necesarios tres elementos
fundamentales:

Una masa combustible.


En principio esta masa Comburente. Una fuente de calor o
puede encontrarse en El comburente principal, energía de activación:
cualquiera de los tres en la mayoría de los Es la energía necesaria
estados físicos de la casos, es el oxígeno del para que se inicie la
materia: sólido, líquido y aire. combustión
gaseoso.

Lo que se conoce como triángulo del fuego representa los elemen-


LE

OX
TIB
tos necesarios, los tres elementos citados anteriormente, para que

IG
US

EN
se produzca la combustión. Es necesario que se encuentren presen-
MB

O
tes los tres lados del triángulo para que un combustible comience a
CO

arder. Si eliminamos de la combustión cualquiera de los lados del


CALOR
triángulo el fuego se apagará.

Actualmente se ha descubierto que para que se mantenga la com-


bustión es necesario un cuarto elemento, la reacción en cadena. Al OXIGENO
COMBUSTIBLE
incluir la reacción en cadena en el esquema del triángulo del fuego
obtenemos el tetraedro del fuego.
CALOR

Químicamente el fenómeno de la pirólisis es el que genera los gases


e iones capaces de combinarse libremente con el comburente cuan- REACCIÓN
EN CADENA
do se trata de masas en estado sólido.

Si el combustible está en forma de líquido, a partir de cierta temperatura se emite una cantidad de
vapores cuya concentración en el aire es suficiente para que una pequeña chispa genere la reac-
ción desencadenante de la combustión.

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CAPÍTULO 2: EL FUEGO. FACTORES FUNDAMENTALES
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Mención aparte merece la combustión de los gases, ya que, en principio, el material combustible
se encuentra íntimamente mezclado a escala molecular con el combustible del aire que lo rodea.
Este es el caso más desfavorable en lo que a generación de incendios se refiere, pues la mezcla
inflamable queda a expensas de sólo una chispa o punto de ignición para iniciarse.

Las reacciones moleculares que tienen lugar en la combustión son de las más complejas de las
que se conoce en química ya que tienen lugar a la vez varias reacciones de oxidación-reducción,
intercambio de radicales libres y energía en forma de calor. A la vez aparecen un gran número de
compuestos intermedios de reacción que aportan más energía y masa a estas reacciones.

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CAPÍTULO 2: EL FUEGO. FACTORES FUNDAMENTALES
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

3. CLASIFICACIÓN DEL FUEGO POR TIPOS DE COMBUSTIBLE

La clasificación de los tipos de fuego nos indicará las características que determinan la actuación
del combustible y, sobre todo, cómo vamos a extinguir el incendio una vez producido. De acuerdo
con la norma UNE EN 2:1994 y su posterior modificación se clasifican en:
• Clase A: Son los fuegos de materiales sólidos, generalmente de tipo orgánico, cuya combustión
tiene lugar con la formación de brasas.
• Clase B: Clase B: Son los fuegos de líquidos, o de sólidos licuables.
• Clase C: Son los fuegos de gases.
• Clase D: O especiales, incluyéndose en esta clasificación aquellos combustibles no compren-
didos en los apartados anteriores por su especial naturaleza (carburo cálcico, metales ligeros,
etc.). Entran dentro de esta clasificación los metales de alto poder radiactivo y polvos metálicos.
• Clase F: Son los fuegos derivados de la utilización de ingredientes para cocinar (aceites y grasas
vegetales o animales) en los aparatos de cocina.

La norma mencionada, no incluye la clasificación Fuego eléctrico, no obstante, conviene resaltar,


por las consecuencias que pudiera tener para la persona que lo extingue, la importancia y diferen-
ciación de los fuegos en elementos bajo tensión eléctrica o en sus proximidades.

Fuegos tipo A

Las características respecto al fuego de los


sólidos vienen definidas por sus propiedades
físicas y por lo que denominamos el factor de
forma o de distribución de la masa.

Las propiedades físicas que afectan a la quí-


mica del fuego de los sólidos son el calor es-
pecífico y la densidad.

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CAPÍTULO 2: EL FUEGO. FACTORES FUNDAMENTALES
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Fuegos tipo B

Entre las principales diferencias que nos encontramos en-


tre fuegos sólidos y líquidos, la fundamental es que en los
líquidos ya se encuentra muy avanzado el proceso de gene-
ración de vapor en la atmósfera inflamable a una tempera-
tura dada.

Fuegos tipo c

El estudio de los combustibles gaseosos puede considerar-


se como un apéndice del estudio de los materiales combus-
tibles líquidos que ya han pasado a la fase vapor.

Fuegos tipo D

Este tipo de fuegos engloba a los incendios provocados por


elementos combustibles, casi siempre sólidos, que necesi-
tan de elementos de extinción propios.

En estos incendios los medios de extinción generalistas,


que se estudiarán en el capítulo cuarto, no consiguen efec-
to alguno, siendo incluso contraproducentes, pues aumen-
tan la temperatura de la combustión al reaccionar de for-
ma violenta con el agente extintor.

Entre los más conocidos figuran los incendios de los meta-


les ligeros, tales como el sodio y el magnesio

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CAPÍTULO 2: EL FUEGO. FACTORES FUNDAMENTALES
CAPÍTULO 3
Causas de
incendios
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

1. ANÁLISIS DE LAS CAUSAS DE LOS INCENDIOS

En las instalaciones industriales, existen multitud de transformaciones que implican el uso


de energía tanto mecánica como eléctrica para la fabricación de sus productos finales. Es-
tas transformaciones implican la generación de puntos calientes que pueden ser potencial-
mente focos de ignición y generadores de incendios. Cuando una mala distribución de los
almacenamientos y acopio de materiales coinciden con estas situaciones de focos de calor,
nos encontramos ante la posibilidad cierta de que pueda ocurrir un incendio.

Los procedimientos normales, adecuados y bien estudiados de los procesos industriales


eliminan la posibilidad de que entren en contacto tanto los focos de ignición como los ma-
teriales inflamables.

Haciendo referencia a los estudios que reflejan las causas de los incendios, podemos decir
que las causas de incendios se aglutinan en:

• Focos abiertos de ignición


• Superficies calientes
• Averías eléctricas
• Ignición espontánea
• Fermentaciones de materias orgánicas

Los focos abiertos de ignición son normalmente producidos en operaciones de desbas-


te, cortado, pulido, etc. con herramientas agresivas de altas revoluciones. Los trabajos de
soldadura con arco eléctrico, llamas de soplete y quemadores de combustible constitu-
yen los principales elementos iniciadores de los incendios industriales. Estos elementos
de ignición suelen ir acompañados de otros trabajos en los cuales se realizan aplicaciones
de recubrimientos de resinas con disolventes volátiles, pinturas, pruebas de presión con
combustibles, etc.

Las superficies calientes, de igual manera que los focos de ignición abiertos, necesitan de
una atmósfera combustible

Origen eléctrico. Los cortocircuitos y calentamientos de los conductores eléctricos por so-
brecarga de la red de transporte eléctrico, acompañado de atmósferas inflamables, consti-
tuyen una de las causas más preocupantes. Se ha producido un gran número de incendios
provocados por descargas de electricidad estática, especialmente en el trabajo con disol-
ventes y combustibles.

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CAPÍTULO 3: CAUSAS DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

2. LOS FENÓMENOS DEL INCENDIO

La conducción térmica

La principal transmisión del calor se produce a través de


la conducción. Este fenómeno físico se produce cuando
existe una diferencia de temperatura entre dos extre-
mos de un elemento sólido. Los conductores metálicos
son aquellos que transmiten el calor con mayor rapidez.
Los materiales como la madera, el hormigón, etc. pre-
sentan un comportamiento más refractario a la transmi-
sión del calor.

Esta transmisión del calor será función del propio mate-


rial y de su factor de forma. Es decir cuanto más grueso
es el material con mayor dificultad va a transmitir el ca-
lor entre sus extremos.

Esta propiedad es intrínseca de los materiales, es la que


va a definir la capacidad de resistencia del material en
un incendio. El acero, material de gran resistencia me-
cánica, tiene muy poca resistencia al fuego, por lo cual
debe ser protegido en las estructuras, para aumentar su
estabilidad en un incendio.

Curiosamente uno de los mejores materiales resistentes al fuego es la madera, pues debe arder casi
de forma completa para perder su resistencia estructural.

La convección térmica por Fluidos

En la mecánica de incendios es de vital importancia tener en cuenta la transmisión de calor por con-
vección. La convección es la capacidad que tienen los fluidos en movimiento de transportar el calor.
Los fenómenos de convección han sido muy estudiados para establecer los movimientos de las mo-
léculas en el interior de los líquidos. Cuando hacemos hervir agua en un recipiente, las moléculas del
líquido que son calentadas en el fondo tienden a subir hacia la superficie ya que su energía es mucho
mayor que la de las moléculas del líquido que tiene a su alrededor. Este fenómeno de convección en
líquidos se produce de una forma mucho más acusada y rápida en los gases. Cuando se produce un
incendio los gases calientes tienden a ocupar aquellas zonas más elevadas dentro del edificio.

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CAPÍTULO 3: CAUSAS DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Estos fenómenos de convección son los que arrastrarán el humo y las partículas sólidas en suspen-
sión durante el incendio. Una de las principales enseñanzas que se adoptarán en este caso será la de
evitar las acumulaciones de humo y aire caliente bajo los techos de los habitáculos.

La radiación térmica

Otra de las formas más comunes de transmisión de calor en un incendio es la radiación, que no
necesita de ningún tipo de elemento material. Este tipo de energía se transmite desde la llama del
incendio, hasta el paramento más cercano de forma directa, disminuyendo en función del cubo de
la distancia.

24
CAPÍTULO 3: CAUSAS DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

3. LA PREVENCIÓN DE INCENDIOS

Hay dos formas fundamentales de enfrentarse a los incendios:

• La propia protección que nos ofrecen los paramentos y elementos estructurales, denominada pro-
tección pasiva.

• La protección que ofrecen los sistemas y actuaciones que van encaminados a la extinción del in-
cendio una vez ya iniciado. Esta es la denominada protección activa contra incendios.

Para llevar a cabo el análisis de las protecciones es necesario considerar que cada edificio tiene un
riesgo intrínseco por su forma, su ubicación, la proximidad a otros focos de incendio, la distribución
de sus paramentos, así como la actividad que se desarrolla en el mismo.

La protección pasiva de los ediFicios

Lo que se pretende con la protección pasiva es tratar de controlar el incendio en el foco, evitar, o en
la mayoría de los casos, retardar su propagación garantizando la vida de los ocupantes del edificio.

Existe en España normativa rigurosa y de obligado cumplimiento: Código Técnico de la Edificación,


en su documento básico de seguridad en caso de incendio (SI 4 Detección, control y extinción del
incendio).

En referencia a los locales industriales, el real decreto 2267/2004, recoge el reglamento de seguri-
dad contra incendios en los establecimientos industriales.

25
CAPÍTULO 3: CAUSAS DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

La estructura del ediFicio

La gran mayoría de los edificios que se ejecutan


actualmente tienen una estructura interna, que
debe mantener sus características durante el tiem-
po suficiente que permita evacuar con todas las
garantías a sus ocupantes, manteniendo las condi-
ciones de seguridad estructural.

Los elementos que separan, constituyen y delimi-


tan los espacios de habitabilidad en un edificio se
denominan cerramientos. Los acabados son aque-
llos elementos que revisten la tabiquería interior,
cuya principal exigencia es que no contribuyan a
la formación de gases y humos durante un incen-
dio.

A la hora de ejecutar un edificio y poder estable-


cer cuáles de sus elementos son los más adecuados
para satisfacer las necesidades de la edificación es
necesario clasificar a los materiales según su capa-
cidad de resistir al fuego manteniendo las caracte-
rísticas estructurales que le son propias:

• Resistencia mecánica de soporte de cargas du-


rante un tiempo determinado
• Impedimento al paso de las llamas o gases ca-
lientes a través del propio elemento constructi-
vo, durante un lapso de tiempo concreto
• Impermeabilidad a los gases inflamables por la
cara no expuesta al fuego
• Aislamiento térmico durante un tiempo especí-
fico

26
CAPÍTULO 3: CAUSAS DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Clasificación de los materiales constructivos

La norma UNE 23.026-80 recoge las características mencionadas anteriormente y clasifica los ma-
teriales teniendo en cuenta los siguientes parámetros:

• Estabilidad al fuego (E F), es la capacidad del elemento constructivo de permanecer inalterado en


su función mecánica bajo la acción del fuego por un determinado periodo de tiempo.
• Estanqueidad al fuego, es la capacidad de un elemento de construcción de impedir el paso de las
llamas o gases calientes a través de él, por un determinado período de tiempo.
• Parallamas (PF). Es la propiedad de un elemento de construcción de asegurar simultáneamente:
estabilidad, estanqueidad, y no emisión de gases inflamables.
• Resistencia al fuego (RF.), Propiedad de un elemento de construcción de conservar durante un
tiempo determinado: estabilidad, estanqueidad, aislamiento térmico, y no emisión de gases infla-
mables.

Los materiales que conforman el acabado de los edificios no deben contribuir de ningún modo a que
generen o aumente el riesgo de incendio. Los materiales cuando arden, producen una pérdida de
su masa material, acompañada de una generación de calor y de partículas en suspensión (humos).

Existen normas UNE que clasifican los materiales en distintas categorías según su grado de reac-
ción al fuego.

La clasificación se realiza en función de resultados obtenidos tras los ensayos correspondientes.

27
CAPÍTULO 3: CAUSAS DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

4. SISTEMAS ACTIVOS

Uso no industrial

Dotación de instalaciones de protección contra incendios

Los edificios deben disponer de los equipos e instalaciones de protección contra incendios que se
indican en la tabla 1.1. El diseño, la ejecución, la puesta en funcionamiento y el mantenimiento de
dichas instalaciones, así como sus materiales, componentes y equipos, deben cumplir lo establecido
en el “Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios”, en sus disposiciones comple-
mentarias y en cualquier otra reglamentación específica que le sea de aplicación. La puesta en fun-
cionamiento de las instalaciones requiere la presentación, ante el órgano competente de la Comu-
nidad Autónoma, del certificado de la empresa instaladora al que se refiere el artículo 18 del citado
reglamento.

Aquellas zonas cuyo uso previsto sea diferente y subsidiario del principal del edificio o del estable-
cimiento en el que estén integradas y que, conforme a la tabla 1.1, expuesta a continuación, deban
constituir un sector de incendio diferente, deben disponer de la dotación de instalaciones.

28
CAPÍTULO 3: CAUSAS DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

A continuación se recogen los tipos más favorables de detectores según el tipo de fuego que se pue-
da generar:

Tipo de fuego
Tipos de detector
CLASE A CLASE B CLASE C
De gases (iónico) ALTA ALTA ALTA

Óptico de humos ALTA ALTA MEDIA

Temperatura fija BAJA ALTA BAJA

Termovelométrico MEDIA ALTA BAJA

De llama ultravioleta BAJA ALTA ALTA

De llama infrarrojo BAJA ALTA BAJA

Sistemas manuales de alarma de incendio

Están constituidos por un conjunto de pulsadores que permitirán


transmitir voluntariamente por los ocupantes del sector, una señal a
una central de control y señalización permanentemente vigilada, de
tal forma que sea fácilmente identificable la zona en que ha sido acti-
vado el pulsador.

Se instalarán tanto en los sectores de incendio, como en aquellas áreas


de incendio donde existan paramentos verticales (pilares o paredes)
que permitan la ubicación de los pulsadores.

29
CAPÍTULO 3: CAUSAS DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Sistemas de comunicación de alarma

Sistema que permite emitir señales acústicas y/o vi-


suales a los ocupantes de un edificio. Puede estar in-
tegrada junto con el sistema automático de detección
de incendios en un mismo sistema.

La señal acústica transmitida por el sistema de comu-


nicación de alarma de incendio permitirá diferenciar
si se trata de una alarma por “emergencia parcial” o
por “emergencia general”, y será preferente el uso de
un sistema de megafonía

30
CAPÍTULO 3: CAUSAS DE INCENDIOS
CAPÍTULO 4
Extinción
de incendios
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

1. FORMAS DE EXTINCIÓN

Partiendo de la base que los factores que intervienen en la generación del fuego son:

COMBUSTIBLE - OXÍGENO DEL AIRE- TEMPERATURA O ENERGÍA DE ACTIVACIÓN - REACCIÓN EN CADENA

Si eliminamos uno o varios de los factores conseguiríamos apagar o extinguir el fuego. Por consi-
guiente, las distintas formas de extinción son las siguientes:

A) ELIMINACIÓN DEL COMBUSTIBLE: Por C) INHIBICIÓN: Es la eliminación de la reac-


ejemplo, cuando cerramos la llave de la tubería ción en cadena. Esto ocurre cuando al verter
que nos suministra un fluido combustible. al fuego el agente extintor, éste se descompone
también en radicales o iones que entran en reac-
B) SOFOCACIÓN: Apartamos el comburente ción química con los radicales o gases proceden-
(normalmente oxígeno) del combustible ardien- tes de la pirólisis del combustible sólido, líquido
do, es decir, interrumpimos el contacto entre o gas. Generalmente, las reacciones químicas
combustible y comburente. Por ejemplo, si se que se producen son endotérmicas, es decir, ab-
nos incendia el aceite de una sartén y cubrimos sorben calor del propio fuego.
la misma con una tapa evitaríamos de esta ma-
nera que siguieran estando en contacto el oxíge- D) REFRIGERACIÓN: Es la disminución de la
no ambiental con el aceite ardiendo. temperatura mediante la absorción del calor por
parte del agente extintor.

32
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

2. AGENTES EXTINTORES

Se denomina “Agente Extintor”, a toda sustancia que elimina el incendio de las formas que se han
expuesto anteriormente.

Un requisito importante que debe cumplir un agente extintor es su abundancia en la naturaleza o


su facilidad de fabricación.

Agua

Es el agente más adecuado para fuegos de combustibles sólidos de la CLASE A. Su propiedad


física principal es que a temperatura ordinaria es un líquido muy es-
table.

Sus propiedades extintoras son:


• Extinción por enfriamiento: Si vertemos agua
en un fuego, sus moléculas absorben calor,
para pasar a vapor 1 gramo absorbería alre-
dedor de 540 calorías.
• Extinción por sofocación: El agua al trans-
formarse en vapor aparta el oxígeno del
aire. Reiteramos que el volumen de 1 g. de
agua que ocupa habitualmente 1 cm3 se
convierte en 1700 cm3 al transformarse en
vapor.
• Extinción por dilución: Existen ciertas sus-
tancias que son hidrosolubles, como el alcohol
etílico. Si el fuego se ha originado en un recipien-
te se corre el riesgo de un rebosamiento del mismo y
la propagación del fuego. Por ello se suele utilizar en recipientes
pequeños. Quizás, sea el agente extintor menos indicado para apagar fuegos de la clase B de
combustibles líquidos, precisamente por su posibilidad de rebosamiento y esparcimiento del
combustible. Sin embargo si se utiliza agua pulverizada se mantienen las gotas de agua en
suspensión , consiguiendo extinguir un fuego de la Clase B.
• Posee la propiedad de absorber las radiaciones térmicas, principalmente las infrarrojas.

33
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

• El agua tiene el inconveniente de convertirse en hielo a partir de 0 ºC. Por ello se le añade como
aditivos glicol o glicerina y también cloruro cálcico, al objeto de bajar su punto de congelación
hasta -26° C a - 40° C.
• Si tuviésemos que extinguir un fuego con agua a ser posible utilizaríamos “Agua Niebla” en lugar
de “Agua a chorro” porque en este segundo caso sólo se aprovecha la superficie lateral del cordón
de agua, que es lo que entra directamente en contacto con el fuego. Sin embargo, si vertiésemos
agua en forma de niebla aumentaríamos la superficie de contacto del agua con el fuego al máximo
y necesitaríamos menor cantidad de agente extintor.

En fuegos de combustibles sólidos, donde interviene la electricidad, es necesario guardar una dis-
tancia de seguridad para evitar el riesgo de contacto eléctrico por parte del personal de extinción,
evitando a ser posible el uso del agua a chorro.

No se debe aplicar directamente el agua sobre materiales que reaccionen con la misma, tales como
el sodio, carburo cálcico y en general los metales alcalinos o alcalinotérreos que producen reaccio-
nes violentas, o sobre productos que aumenten el riesgo, como consecuencia de emisión de gases
calientes, ni sobre gases licuados a temperaturas muy bajas.

Espuma

Es el agente extintor adecuado para fuegos de líquidos clase B y sólidos, clase A.

Si tenemos un recipiente contenedor de aceite que estuviera ardiendo, no deberíamos verter


agua por el riesgo de desparramar el aceite fuera del tanque y además el agua descendería al
fondo del mismo, por ser más densa que el combustible. Para evitar este problema utilizamos
espuma. La espuma se comporta como si fuera una colchoneta siendo su constitución burbu-
jas de agua que en su interior contienen aire o dióxido de carbono.

34
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

La espuma extingue por sofocación. Evita la pirólisis y evaporación del combustible.

Una ventaja importante de la espuma es que necesita muy poca cantidad de agua para conseguir
mucho volumen de espuma y de esta manera evitar que el combustible entre en contacto con el
oxígeno del aire.

• Clases de espuma:
- Espuma química: Agua + Acido y base. Burbuja C02.
- Espuma física: Agua + Espumógeno + Aire Burbuja aire.
- Espuma baja expansión: 3 a 10 veces el volumen agua. Espuma alta expansión: 1000 veces el
volumen agua.

Las espumas de baja expansión son más consistentes que las de alta expansión. Las primeras se uti-
lizan para fuegos en contenedores de líquidos combustibles. Las de alta expansión se usan para la
extinción de fuegos en locales cerrados, tales como hangares de aviones y sótanos, etc.

La espuma se fabrica con agua a la que se añade un detergente llamado espumógeno, que es un líqui-
do viscoso fabricado de material proteínico o flúor proteínico o en ciertos casos de un espumógeno
especial que confecciona un tipo de espuma para líquidos muy higroscópicos, tales como el alcohol,
llamada espuma “antialcohol”. Ésta contiene un tipo de detergente compuesto de estearato de zinc
o aluminio.

35
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Polvos químicos

Es un agente extintor adecuado para fuegos de las clases A, B, C y D, y muy bueno para fue-
gos de la clase B.

Extinguen por sofocación e inhibición. Además obstruye la radiación. No son tóxicos.

Son estables a temperaturas ambientales, pero se vuelven adherentes al aumentar la tem-


peratura.

La dimensión de una partícula de polvo varía entre 10 a 75 micras. Existen cinco variedades
de polvos químicos:

1. Bicarbonato sódico.

2. Bicarbonato potásico Super K.

3. Clorato potásico.

4. Bicarbonato urea-potasio Purple K.

5. Fosfato monoamónico.

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CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Anhídrido carbónico

Es un agente extintor adecuado para fuegos de las clases “A” y “B”. Nunca deberá utilizarse como
agente extintor para fuegos de magnesio y carbón.

Las principales características del Anhídrido Carbónico, son las siguientes:

• Este agente extintor actúa primordialmente por Sofocación y Enfriamiento.


• En un extintor portátil se encuentra en estado gaseoso a una temperatura de 21 °C y a una presión
de 5’5 Kg/cm2.

Toxicidad

Debido a la alta concentración extintora necesaria, es preceptivo que antes de su puesta en funcio-
namiento, un sistema de extinción automática tenga una ALARMA PREVIA, se le añada un agente
ODORIZADOR que nos indica su presencia en el ambiente y tenga próximo al lugar donde se en-
cuentren personas, un sistema pulsador que bloquee el sistema de extinción.

Se suele utilizar en lugares donde no existan personas: falsos techos, tolvas, interior de un cuadro
eléctrico, campana extractora de cocina, etc.

37
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Agentes extintores gaseosos sustitutivos de los halones

También se denominan agentes limpios porque no dejan rastro después de utilizarlos. Generalmen-
te no son conductores de la electricidad. Podemos distinguir dos clases:
• Los agentes inertes: Suelen ser mezcla de gases constitutivos del aire tales como nitrógeno, argón,
anhídrido carbónico. Lo que se pretende conseguir con esta clase de gases, al utilizarlos como
agentes extintores, es disminuir la concentración del oxígeno del aire a una proporción inferior al
12 %, del lugar que se ha producido el fuego, al objeto de extinguir el mismo por sofocación.
• Los agentes activos: Este tipo de gases al entrar en contacto con el fuego se descomponen en radi-
cales e iones los cuales reaccionan con los procedentes del combustible. Esas reacciones químicas
son endotérmicas, de esta forma evitan que se produzca la reacción en cadena. Por consiguiente,
extinguen el fuego por inhibición.

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CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

3. SISTEMAS DE EXTINCIÓN

Clasificación de los sistemas de extinción.

Con relación a los sistemas de extinción podemos diferenciar dos grandes divisiones:

• Sistemas destinados a controlar un conato de incendio.

Entendiendo en un principio como conato de incendio un incendio de tamaño pequeño, definido


como el accidente que puede ser controlado de forma sencilla y rápida por el personal y medios de
protección del local, dependencia o sector.

- Extintor Portátil
- Carro extintor

• Sistemas para hacer frente a un incendio de serias proporciones:

- Boca de incendios equipada (B.I.E.)


- Columna hidrante
- Columna seca
- Sistemas de extinción automática
- Rociadores de agua
- Extinción por espuma
- Extinción por polvo químico
- Extinción gaseosa
- Dióxido de carbono
- Agentes inertes
- Agentes activos

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CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Extintores portátiles

El extintor portátil se utiliza para extinguir fuegos pequeños.

Definición:

Es un aparato autónomo de uso manual que contiene un agente extintor, el cual puede ser proyec-
tado y dirigido sobre el fuego por la acción de una presión interna. Esta presión interna puede obte-
nerse por una presurización permanente de un gas auxiliar, o por la liberación de un gas auxiliar sin
encontrarse el agente extintor permanentemente presurizado.

Cuando el agente extintor es anhídrido carbónico, el propio agente extintor proporciona su propia
presión de impulsión.

40
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Partes constituyentes de un extintor portátil:

Recipiente: contenedor del agente extintor fabricado de acero soldado o sin soldar, acero inoxidable
o de aleación de aluminio construido según códigos reconocidos o de acuerdo con Normas UNE
62.080 y 081.

Deberá estar diseñado para soportar una presión de prueba a 1,35 Ps. Para los extintores sin presión
permanente, Ps es la presión que adquiere el extintor a la máxima temperatura de servicio, que se
tomará, como mínimo, a 60 °C, cuando se manipula estando todos los orificios cerrados. Para los
extintores permanentemente presurizados, Ps es la presión que adquiere el extintor a la máxima
temperatura de servicio, que se tomará, como mínimo, a 60 °C.

1. Cilindro: Recipiente donde se almacena el agente extintor.

2. Manómetro: Es un indicador de presión en el extintor. Indica como está de lleno o vacío.

3. Palanca: Parte por la cual se pone en acción el extintor. Al presionarla se abre la válvula de escape
y sale el agente extintor.

4. Mango: Parte metálica fija por la cual se agarra el extintor


4
cuando se utiliza.
5 6
5. Pasador de seguridad: Metal que fija la palanca y evita que
se accione el extintor accidentalmente. 3
6. Cinta de seguridad: Se utiliza para evitar que el pasador se 9
salga de lugar. Normalmente, se utiliza como indicador de si
se utilizó o no el extintor.

7. Boquilla: Parte por donde sale el agente extintor.

8. Etiqueta de características: Placa que contiene la informa-


ción acerca del extintor, precauciones de uso y cualquier otra
información pertinente.

9. Placa de diseño: Se anota la fecha en que se recargó. Es un


Registro de Mantenimiento y Servicio.
1

41
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Etiquetado y timbrado:

Un extintor portátil llevará incorporada en su


recipiente una etiqueta tal como la descrita en
figura adjunta. Esto significa que el extintor MINISTERIO DE INDUSTRIA Y ENERGÍA
DIRECCIÓN PROVINCIAL
está conforme a Norma UNE 23110, en su fa- DE ..........................................
bricación, y que ha sido verificado por un or-
2
ganismo de control, en este caso AENOR. Así
PRESIÓN DE TIMBRE
mismo, siguiendo las prescripciones de la ITC 1
MIE AP-005 y AP-007, reglamentaciones re-
3 5
cogidas en el RAP (libro de reglamentaciones Kg./cm 2
4 6
de aparatos a presión editado por el Ministe-
rio de Industria
y Energía); so- 1.- Presión de diseño
2.- Número de registro
bre cada extintor 3.- Fecha de la 1ª prueba y marca de quien la hace
portátil, tanto en 4.- Fecha de la 2ª prueba y marca de quien la hace
su recipiente con- 5.- Fecha de la 3ª prueba y marca de quien la hace
tenedor como en 6.- Fecha de la 4ª prueba y marca de quien la hace
el botellín del gas
impulsor, se deberán someter cada cinco años a una prueba de presión
hidráulica, denominada presión de diseño, con el fin de garantizar la
resistencia de los recipientes ante condiciones adversas. La referen-
cia de estas pruebas queda recogida en una placa de timbrado, donde
vienen indicadas las distintas fechas de realización de las pruebas, así
como la presión de las pruebas.

Funcionamiento de un Extintor portátil:

Ante un fuego, la persona que va a usarlo lo sostendrá con un brazo mientras que con el otro quitará
el precinto y la horquilla. Después accionará la válvula de salida del gas impulsor. Y por último, abri-
rá la llave de salida de la manguera, vertiendo el agente extintor a la base del fuego.

Eficacia de un extintor portátil:

Los extintores portátiles son probados para reconocer si son capaces de apagar un fuego de un ho-
gar-tipo normalizado. En el caso de combustibles sólidos se utiliza el fuego originado de una pila
compuesta de listones de madera de sección cuadrada y de longitud variable.

42
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Emplazamiento del Extintor portátil:

De acuerdo con el Código Técnico de la Edifica-


ción y R.D. 2267/2004, de 3 de diciembre, por el
que se aprueba el Reglamento de seguridad contra
incendios en establecimientos industriales, con ca-
rácter general, los extintores deberán estar situa-
dos de tal forma que el recorrido máximo hasta el
alcance del mismo nunca sea superior a 15 metros.

Cada uno de los extintores tendrá una eficacia mí-


nima de 21 A - 113 B.

En locales de riesgo especial, se instalará un extin-


tor en el exterior del local o de la zona y próximo
a la puerta de acceso, el cual podrá servir simul-
táneamente a varios locales o zonas. En el interior
del local o de la zona se instalarán además los ex-
tintores necesarios para que el recorrido hasta al-
guno de ellos, incluido el situado en el exterior, no sea mayor de 15 m. en locales de riesgo especial
medio o bajo, o de 10m. en locales o zonas de riesgo especial alto.

En uso Hospitalario, las zonas de riesgo especial alto, cuya superficie construida exceda de 500 m2,
deben contar con un extintor móvil de 25 kg. de polvo o de CO2 por cada 2500 m2 de superficie o
fracción.

Utilización de extintores portátiles

1. Busque el extintor más cercano que sea del niendo el extintor en posición vertical y apun-
tipo adecuado para el incendio que desea com- tando a la base del fuego.
batir.
8. Nunca le dé la espalda al incendio. Al acercar-
2. Asegúrese que el extintor está cargado. Vea el se al incendio, hágalo en la dirección del viento
manómetro. (con el viento a sus espaldas).
3. Quite el pasador de seguridad de la válvula, 9. Continúe acercándose lentamente según se
dándole la vuelta a la argolla hasta romper la apaga el incendio.
cinta.
10. Asegurese que extinguió el incendio.
4. Haga un disparo de prueba.
11. Descargue el gas del extintor.
5. Dirija la boquilla hacia la base del incendio.
12.Finalmente notifique a la persona encargada
6. Presione la palanca. de recargar el extintor.
7. Acérquese al fuego y apriete el gatillo; mante-

43
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Boca de Incendio Equipada (B.I.E.)

Composición de una BIE

La instalación de una boca de incendio equipada está compuesta de:

• BIE.
• Red de tuberías de agua.
• Fuente de abastecimiento de agua.
• Manómetro válvula.

44
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Las BIE’S suelen ser de dos tipos: 25 o 45 mm de diámetro y están provistas como mínimo de:

• Boquilla: Tendrá la posibilidad de acciona- • Racor: Es el elemento metálico de acoplamien-


miento que permita la salida del agua en for- to entre las diferentes partes constituyentes de
ma de chorro o pulverizada, pudiendo además la BIE.
disponer de una posición que permita la pro-
• Válvula: Con su apertura permitirá la salida del
tección de la persona que la maneja; así como
agua procedente de la tubería a la propia boca
un sistema de cierre si no lo lleva incorporado
de incendios equipada. Se admitirá el cierre
a la lanza.
rápido de un cuarto de vuelta, siempre que se
• Lanza: Deberá llevar un sistema de apertura y prevea los efectos del golpe de ariete; y las de
cierre. No es exigible si la boquilla se acopla di- volante con un número de vueltas por apertura
rectamente a la manguera. y cierre comprendido entre 2 1/4 y 3 1/2.
• Mangueras: Los diámetros interiores serán de • Manómetro: Dispositivo para medir la presión
45 o 25 milímetros. La manguera de 25 mm en el interior de la tubería.
será de tramo rígido no autocolapsable.
• Soporte: De tipo devanadera y también de ple-
gadora.

45
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Funcionamiento

El R.D. 1942/93, de 5 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de instalaciones de Protec-


ción contra incendios indica que, la red de tuberías deberá proporcionar, durante una hora, como
mínimo, en la hipótesis de funcionamiento simultáneo de las dos BIE hidráulicamente más desfavo-
rables, una presión dinámica mínima de 2 bar en el orificio de salida de cualquier BIE.
Las condiciones establecidas de presión, caudal y reserva de agua deberán estar adecuadamente
garantizadas.
De acuerdo con el Reglamento de Almacenamiento de Líquidos Inflamables y combustibles (APQ-
001), los caudales mínimos serán de 1,6 l/s para BIE’S de 25 mm y 3,3 l/s para BIE’S de 45.
Para manipular una BIE, primero tenemos que desenrollar o desplegar la manguera, de tal forma
que quede recta en el suelo del lugar donde está ubicada. Posteriormente, la sostendremos en el ex-
tremo de la lanza y abrimos la válvula de apertura. Después me dirigiré al lugar del siniestro. Al prin-
cipio, usaré “ agua a chorro” para alcanzar
al fuego y, mientras me voy acercando al
mismo, voy pasando paulatinamente al
estado de “agua niebla”.

Emplazamiento

Según el Reglamento de Instalaciones de


Protección contra Incendio Apéndice 1
punto 7, el número y distribución de las
BIE en un sector de incendio, en espa-
cio diáfano, será tal que la totalidad de la
superficie del sector de incendio en que
estén instaladas quede cubierta por una
BIE, considerando como radio de acción
de esta la longitud de su manguera incre-
mentada en 5 m.

La separación máxima entre cada BIE y


la más cercana será de 50 m. La distancia
desde cualquier punto del local protegido
hasta la BIE mas próxima no deberá exce-
der de 25 m.

Se deberá mantener alrededor de cada


BIE una zona libre de obstáculos que per-
mita el acceso a ella y su maniobra sin di-
ficultad.

46
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

4. DISEÑO, INSTALACIÓN Y MANTENIMIENTO DE LOS SISTEMAS ACTIVOS

Los sistemas de detección y alarma y sistemas de extinción, tanto en su diseño, instalación como en
su mantenimiento deberán ajustarse a lo establecido en el Reglamento de Instalaciones de Protec-
ción contra Incendios (R.D 1942/93 de 5 de noviembre, B.O.E 14 de diciembre de 1993).

Sistemas de Descargas automáticos

Los sistemas de descarga automá-


ticos constituyen uno de los ele-
mentos mas complejos, y a la vez
seguros para la protección de ins-
talaciones de alto valor o peligro-
sidad, siempre que se cumplan los
requisitos :
- Restricción de paso al mínimo de
trabajadores a la zona de descar-
ga potencial.
- Instalación de alarmas de descar-
gas del gas extintor.
- Instalación de detectores de con-
centración independientes de la
instalación de detección del fue-
go.

Los principales aspectos de diseño son:

•Seguro para su uso en áreas ocupadas.


•Penetración rápida y eficaz en el área a proteger.
•No genera residuos y minimiza los daños a la propiedad y equipos de alto valor.
•Efecto nulo de reducción de la capa de ozono.

47
CAPÍTULO 4: EXTINCIÓN DE INCENDIOS
CAPÍTULO 5
La evacuación
de emergencia
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

La evacuación de locales en situaciones consideradas como de emergencia es el conjunto


de procedimientos y acciones tendentes a que las personas amenazadas por un peligro
(incendio, inundación, etc.) protejan su vida e integridad física, mediante su desplaza-
miento hasta y a través de lugares de menor riesgo.
La incertidumbre sobre la posible ocurren- guir. Debido a que en el esquema normal de
cia de un incendio y los múltiples casos respuesta en caso de emergencia, la presen-
presentados en edificios elevados y áreas cia de los organismos especializados de so-
de gran concentración de personas, nos corro requiere de un mínimo de tiempo, y a
han enseñado que para afrontar con éxi- la dinámica misma del desarrollo del fuego,
to la situación la única fórmula es necesario que las personas involu-
válida, además de la pre- cradas en un evento de esta
vención, es la planifi- naturaleza puedan poner-
cación anticipada se a salvo en el menor
de las diferentes tiempo posible.
alternativas y
acciones a se-

Todo lo anterior ha dado origen a los • ¿Qué situación puede ser potencial-
planes de evacuación. mente peligrosa?
• ¿Cuáles de nuestras reacciones, típicas
Es fundamental establecer que el diseño
en situaciones de ansiedad y estrés,
y elaboración de una planificación acer-
pueden magnificar las consecuencias
tada del comportamiento y actuaciones
de las situaciones de riesgo?
en situaciones de emergencia depende-
rá de las situaciones de riesgo potencial
en la que se encuentran las personas a
evacuar.

Y aquí es donde se parte de una situa-


ción realmente conflictiva en el capítulo
de las actuaciones de emergencia, que
han de dar respuesta a cuestiones real-
mente complicadas:

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

1. FUNDAMENTOS LEGISLATIVOS

En lo que hace referencia al sustrato normativo que fundamenta las actuaciones de las emergencias
en los centros de trabajo, hemos de referirnos a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales 31/95,
que estructura en dos de sus artículos la obligatoriedad de establecer los medios materiales y con-
ductas personales que eviten los daños personales cuando se materialicen las situaciones de riesgo.

Artículo 20: Medidas de emergencia

El empresario, teniendo en cuenta el tamaño y la actividad de la empresa, así como la posible pre-
sencia de personas ajenas a la misma, deberá analizar las posibles situaciones de emergencia y adop-
tar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de
los trabajadores, designando para ello al personal encargado de poner en práctica estas medidas y
comprobando periódicamente, en su caso, su correcto funcionamiento. El citado personal deberá
poseer la formación necesaria, ser suficiente en número y disponer del material adecuado, en fun-
ción de las circunstancias antes señaladas.

Para la aplicación de las medidas adoptadas, el empresario deberá organizar las relaciones que sean
necesarias con servicios externos a la empresa, en particular en materia de primeros auxilios, asis-
tencia médica de urgencia, salvamento y lucha contra incendios, de forma que quede garantizada la
rapidez y eficacia de las mismas.

Artículo 21: Riesgo grave e inminente

1. Cuando los trabajadores estén o puedan estar expuestos a un riesgo grave e inminente con ocasión
de su trabajo, el empresario estará obligado a:
a) Informar lo antes posible a todos los trabajadores afectados acerca de la existencia de dicho
riesgo y de las medidas adoptadas o que, en su caso, deban adoptarse en materia de protección.
b) Adoptar las medidas y dar las instrucciones necesarias para que, en caso de peligro grave, inmi-
nente e inevitable, los trabajadores puedan interrumpir su actividad y, si fuera necesario, aban-
donar de inmediato el lugar de trabajo. En este supuesto no podrá exigirse a los trabajadores
que reanuden su actividad mientras persista el peligro, salvo excepción debidamente justificada
por razones de seguridad y determinada reglamentariamente.
c) Disponer lo necesario para que el trabajador que no pudiera ponerse en contacto con su supe-
rior jerárquico, ante una situación de peligro grave e inminente para su seguridad, la de otros
trabajadores o la de terceros a la empresa, esté en condiciones, habida cuenta de sus conoci-
mientos y de los medios técnicos puestos a su disposición, de adoptar las medidas necesarias
para evitar las consecuencias de dicho peligro.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

2. De acuerdo con lo previsto en el apartado 1 del artículo 14 de la presente Ley, el trabajador tendrá
derecho a interrumpir su actividad y abandonar el lugar de trabajo, en caso necesario, cuando
considere que dicha actividad entraña un riesgo grave e inminente para su vida o su salud.

3.  Cuando en el caso a que se refiere el apartado 1 de este artículo el empresario no adopte o no


permita la adopción de las medidas necesarias para garantizar la seguridad y la salud de los tra-
bajadores, los representantes legales de estos podrán acordar, por mayoría de sus miembros, la
paralización de la actividad de los trabajadores afectados por dicho riesgo. Tal acuerdo será comu-
nicado de inmediato a la empresa y a la autoridad laboral, la cual, en el plazo de veinticuatro horas,
anulará o ratificará la paralización acordada.

El acuerdo a que se refiere el párrafo anterior podrá ser adoptado por decisión mayoritaria de los
Delegados de Prevención cuando no resulte posible reunir con la urgencia requerida al órgano de
representación del personal.

4. Los trabajadores o sus representantes no podrán sufrir perjuicio alguno derivado de la adopción
de las medidas a que se refieren los apartados anteriores, a menos que hubieran obrado de mala fe
o cometido negligencia grave.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

2. PROCESO DE EVACUACIÓN

En contra de lo que piensa la mayoría


de las personas, la evacuación no se
limita a un simple desplazamiento
de personas entre dos sitios, sino que
es un complejo proceso que empieza
con la aparición misma del incendio,
iniciándose así una inexorable carrera
contra el tiempo, cuyo resultado final
es la salvación o la muerte. Todo este
proceso se desarrolla en cuatro fases,
cada una de las cuales requiere de un
mayor o menor tiempo para su ejecu-
ción, tiempo que en definitiva limita
las posibilidades de éxito.

Primera Fase: detección del peligro

Es el tiempo transcurrido desde que se origina el peligro hasta que alguien lo reconoce. El tiempo
depende de:

• Clase de riesgo

• Medios de detección disponibles

• Uso del edificio

• Día y hora de la situación de emergencia

Segunda fase: alarma

Tiempo transcurrido desde que se conoce el peligro hasta que se toma la decisión de evacuar y se
comunica esta decisión a personas afectadas por la situación de emergencia. El tiempo depende de:

• Sistema de alarma

• Adiestramiento del personal

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Tercera fase: preparación para la salida

Tiempo transcurrido desde que se comunica la decisión de evacuación hasta que empieza a salir la
primera persona. El tiempo depende del entrenamiento.

Algunos aspectos importantes en la fase de preparación son:

• Verificar quiénes y cuántas personas hay

• Disminuir riesgos

• Proteger valores

• Recordar lugar de reunión final

Cuarta fase: salida del personal

Es el tiempo transcurrido desde que empieza a salir la primera persona hasta que sale la última, a un
lugar seguro, denominado Punto de Reunión. El tiempo de salida depende de:

• Distancia a recorrer

• Número de personas a evacuar

• Capacidad de las vías de escape

• Elementos estructurales que limiten el avance de la situación de riesgo

Durante las tres primeras fases, cuya suma de tiempos se reconoce como tiempo de reacción, no se
presenta disminución en el número de personas que ocupan el área a evacuar.

El tiempo necesario para evacuar está dado por la suma de los tiempos individuales necesarios para
ejecutar cada una de las cuatro fases.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

4. TIEMPO LÍMITE DE RIESGO Y SITUACIÓN CRÍTICA

Es el conjunto de actividades y procedimientos tendentes a conservar la vida y la integridad física


de las personas en el momento de verse amenazadas, mediante el desplazamiento a través y hasta
lugares de menor riesgo.

La posibilidad de que un área expuesta a un riesgo se pueda evacuar en caso de emergencia está
condicionada a dos parámetros:

• El primero de ellos es el Tiempo Límite del • El segundo parámetro es conocido como el


Riesgo (TLR) o sea, el tiempo transcurrido Tiempo en Situación Crítica (TSC) y corres-
desde el inicio del incendio hasta la aparición ponde al máximo tiempo necesario para efec-
de alguna de las condiciones críticas que im- tuar la evacuación completa, en las condicio-
pidieran la evacuación. Entre ellas tenemos, nes más críticas que sea posible esperar (fallo
temperatura de 150°C, concentraciones de de sistemas, máximo número de acciones a
oxígeno menores al 7%, monóxido de carbo- efectuar, máxima población flotante, etc.) so-
no por encima del 1% y dióxido de carbono en bre la base de lo anterior la evacuación sería
concentraciones del 12% en el aire. factible en el caso en que el TSC sea menor que
el TLR.

La determinación aproximada del TLR no es fácil y su


análisis se basa en el conocimiento de la naturaleza del
fuego, de las características del edificio y su carga de
combustible, y el grado de experiencia de que se dispon-
ga. El cálculo de TSC puede hacerse consultando las ca-
racterísticas del edificio y sus sistemas, y utilizando algu-
nas fórmulas teóricas sobre cálculo de tiempos de salida,
y puede ajustarse por experiencia práctica.

A continuación presentamos un diagrama de flujo para


la toma de decisiones en el diseño del Plan de Emergen-
cia y Evacuación.

Con él no pretendemos establecer una fórmula de cálcu-


lo sino que buscamos crear una metodología lógica que
nos permita aproximarnos a las condiciones esperadas y
posibilita así un mayor grado de certidumbre para alcan-
zar el objetivo deseado.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

El punto de partida para el análisis está dado por la identificación de los riesgos de incendio en cada
una de las etapas de las áreas del edificio objeto del plan. La decisión de si elabora un plan general
de evacuación o uno para cada área dependerá de las características del edificio, de los riesgos pre-
sentes y de las posibilidades de que un riesgo específico pueda generalizarse (un edificio de gran
altura, por ejemplo).

Una vez identificados estos se hará la determinación del o de los TLR, valor que nos condicionará el
máximo tiempo disponible para la evacuación. Seguidamente debemos identificar todas las perso-
nas amenazadas por el riesgo, incluyendo número, ubicación y características especiales (minusvá-
lidos, mujeres, niños, etc.). A continuación se hará la selección de las rutas de escape más adecuadas
según cada caso, teniendo presentes de no utilizar aquellas que representen un riesgo mayor que el
que se pretende evitar.

Con toda la información anterior se tratará de establecer el tiempo en situación crítica TSC, deter-
minando y sumando el tiempo esperado para cada una de las cuatro fases del proceso de evacuación.
En la medida en que la información y los criterios a utilizar sean menos objetivos, será necesario
introducir un coeficiente de seguridad en el cálculo.

Teniendo ya como elementos de juicio el TSC y el TLR (incluyendo si es necesario el coeficiente


de seguridad), procedemos a su comparación. En el caso en que el tiempo necesario para evacuar
o TSC sea mayor que el tiempo disponible o TLR, se requiere introducir las modificaciones conve-
nientes para reducir el TSC, actuando sobre cada uno de los componentes que condicionan dicho
tiempo en las diferentes etapas del proceso. A manera de ejemplo citaremos algunas acciones ten-
dentes a la reducción del tiempo:

• Cambio y optimización de los sistemas de alarma o detección

• Dotación de energía a los sistemas de iluminación de emergencia

• Disminución de las acciones de preparación

• Modificación de las vías de escape

Aquí se empieza el proceso de retroalimentación hasta lograr que el tiempo de situación crítica TSC
sea menor que el tiempo límite del riesgo TLR, momento en el cual las expectativas de evacuar con
éxito son positivas. De no lograrse lo anterior, deberá actuarse sobre los riesgos con el fin de dismi-
nuirlos o trasladarlos, o en su defecto limitar al máximo la exposición a dichos riesgos.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Cuando logramos tener un TSC menor al TLR, podremos definir el objetivo del plan, el cual nece-
sariamente deberá ser cuantificable y medible en el tiempo y se expresará en función de un número
de personas en un tiempo determinado. Por ejemplo, “evacuar 246 personas en 7 minutos”. Una vez
establecido el objetivo es necesario establecer los grupos operativos por área, capacitarlos adecua-
damente y desarrollar las prácticas permanentes que nos permitan comprobar la operatividad del
plan en función del objetivo propuesto. De estas prácticas se originarán las acciones tendentes a
ajustar el plan en la medida de las necesidades.

El éxito del Plan de Emergencia y Evacuación consiste en crear un patrón de comportamiento sis-
tematizado que permita reaccionar ante una situación dada en el menor tiempo posible. Lo anterior
se puede lograr limitando en gran parte la necesidad de análisis y decisiones del grupo humano
involucrado, mediante los establecimientos de procedimientos (decisiones tomadas por anticipado)
claros y sencillos. Para efectos de que el comportamiento se mantenga unificado, cualquier toma de
decisiones debe circunscribirse al grupo dirigente del Plan, con formación especializada en el tema.

Una pregunta que normalmente surge cuando se está diseñando un plan para emergencias es sobre
cuál debe ser el grado de complejidad del mismo. Al respecto se define como principio general:

Cuanto más sencillo es el Plan, más operativo será

En caso de duda sobre la necesidad de determinada acción contemplada, se deberá analizar si al


suprimirla podrá alcanzarse el objetivo propuesto. En caso afirmativo la acción podrá suprimirse.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

5. ESTRUCTURA DEL PLAN DE EMERGENCIA Y EVACUACIÓN

El Plan de Autoprotección es el documento


que establece el marco orgánico y funcional
previsto para un centro, establecimiento, es-
pacio, instalación o dependencia, con el obje-
to de prevenir y controlar los riesgos sobre las
personas y los bienes y dar respuesta adecuada
a las posibles situaciones de emergencia, en la
zona bajo responsabilidad del titular de la acti-
vidad, garantizando la integración de estas ac-
tuaciones con el sistema público de protección
civil.

El Plan de Autoprotección aborda la identifica- cias del accidente o suceso. Se establecerá una
ción y evaluación de los riesgos, las acciones y estructura organizativa y jerarquizada, dentro
medidas necesarias para la prevención y control de la organización y personal existente, fijando
de riesgos, así como las medidas de protección las funciones y responsabilidades de todos sus
y otras actuaciones a adoptar en caso de emer- miembros en situaciones de emergencia.
gencia.
El Plan de Actuación en Emergencias debe deta-
El Plan de Autoprotección habrá de estar redac- llar los posibles accidentes o sucesos que pudie-
tado y firmado por técnico competente capaci- ran dar lugar a una emergencia y los relacionará
tado para dictaminar sobre aquellos aspectos con las correspondientes situaciones de emer-
relacionados con la autoprotección frente a los gencia establecidas en el mismo, así como los
riesgos a los que esté sujeta la actividad, y sus- procedimientos de actuación a aplicar en cada
crito igualmente por el titular de la actividad, si caso.
es una persona física, o por persona que le repre-
sente si es una persona jurídica. El Plan de Autoprotección se recogerá en un do-
cumento único cuya estructura y contenido mí-
Se designará, por parte del titular de la actividad, nimo se recoge en el Anexo II del Real Decreto
una persona como responsable única, que será el 393/2007, de 23 de marzo, por el que se aprueba
Director del Plan de Actuación en Emergencias, la Norma Básica de Autoprotección de los cen-
para la gestión de las actuaciones encaminadas a tros, establecimientos y dependencias dedica-
la prevención y el control de riesgos. El director dos a actividades que puedan dar origen a situa-
del Plan de Actuación en Emergencias será res- ciones de emergencia. Las disposiciones de este
ponsable de activar dicho plan de acuerdo con real decreto se aplicarán a todas las actividades
lo establecido en el mismo, declarando la corres- comprendidas en el anexo I de la Norma Básica
pondiente situación de emergencia, notificando de Autoprotección aplicándose con carácter su-
a las autoridades competentes de Protección pletorio en el caso de las Actividades con Regla-
Civil, informando al personal, y adoptando las mentación Sectorial Específica, contempladas
acciones inmediatas para reducir las consecuen- en el punto 1 de dicho anexo.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Contenido mínimo del plan de autoprotección

El documento del Plan de Autoprotección, se estructurará, con el contenido que figura a continua-
ción, tanto si se refiere a edificios, como a instalaciones o actividades a las que sean aplicables los
diferentes capítulos.

capítulo 1
Identificación de los titulares y del emplazamiento de la actividad

capítulo 2
Descripción detallada de la actividad y del medio físico en el que se desarrolla

capítulo 3
Inventario, análisis y evaluación de riesgos. Deben tenerse presentes, al menos, aquellos ries-
gos regulados por normativas sectoriales

capítulo 4
Inventario y descripción de las medidas y medios de autoprotección

capítulo 5
Programa de mantenimiento de instalaciones

capítulo 6
Plan de actuación ante emergencias

capítulo 7
Integración del plan de autoprotección en otros de ámbito superior

capítulo 8
Implantación del Plan de Autoprotección

capítulo 9
Mantenimiento de la eficacia y actualización del Plan de Autoprotección

anexo i
Directorio de comunicación

anexo ii
Formularios para la gestión de emergencias

anexo iii
Planos

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Inventario de medios humanos

Se efectuará una descripción detallada de los medios humanos necesarios y disponibles para parti-
cipar en las acciones de autoprotección. El inventario se efectuará para cada lugar y para cada tiem-
po que implique diferentes disponibilidades humanas: día, noche, festivos, vacaciones, etc.

Se especificará el número de equipos necesarios con el número de sus componentes en función de


sus cometidos. Deberá justificarse la dotación de componentes de cada equipo así como su distri-
bución en todo el edificio. Los equipos deben cubrir toda el área del edificio, repartiéndoselo por
zonas, de manera que cada equipo tenga definida un área de actuación, que generalmente se corres-
ponderá con aquella en la que estén ubicados sus puestos de trabajo.

Equipos de emergencia: denominación, composición y misiones

Constituyen el conjunto de personas especialmente entrenadas y organizadas para la prevención y


actuación en accidentes dentro del ámbito del establecimiento.

En materia de prevención su misión fundamental consiste en evitar la coexistencia de condiciones


que puedan originar el siniestro.

En materia de protección, hacer uso de los equipos e instalaciones previstas a fin de dominar el
siniestro o en su defecto controlarlo hasta la llegada de ayudas externas, procurando, en todo caso,
que el coste en daños humanos sea nulo o el menor posible.

Para ello, deberán estar informados de la dotación de medios de que se dispone, formados en su
utilización y entrenadas a fin de optimizar su eficacia.

Los equipos se denominarán en función de las acciones que deban desarrollar sus miembros

Equipo de alarma y evacuación (E.A.E.)

Entre sus misiones fundamentales destacan preparar la evacuación, entendiendo como tal la com-
probación de que las vías de evacuación están expeditas, toma de puestos en puntos estratégicos de
las rutas de evacuación, etc. y dirigir el flujo de evacuación:

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

• Conducción y barrido de personas hacia las vías de evacuación.

• En puertas, controlando la velocidad de evacuación e impidiendo aglomeraciones.

• En accesos a escaleras, controlando el flujo de personas.

• Impidiendo la utilización de los ascensores en caso de incendio.

• En salidas al exterior, impidiendo las aglomeraciones de sujetos evacuados cerca de las puertas.

El E.A.E debe también comprobar la evacuación de sus zonas y controlar las ausencias en el punto
de reunión exterior una vez que se haya realizado la evacuación.

El número de personas que componen el E.A.E. puede ser muy variable, debido a que los compo-
nentes necesarios para las labores de barrido dependen de las características de la actividad y del
edificio: ocupación, número de plantas y superficie de las mismas, etc. El perfil de estas personas,
debe ser tal que entre otras características tengan serenidad y sepan infundir y transmitir tranquili-
dad a los demás. Son las personas encargadas de coordinar la evacuación de cada área.

En principio no tienen que formar parte de los cuadros de mando jerárquicos de la organización
empresarial, aunque siempre es deseable, por la carga de autoridad implícita que llevan.

Su función es crucial, ya que la correcta ejecución va a depender en su totalidad de ellos.

Su elección es la clave fundamental de una evacuación sin víctimas.

Funciones:

• Retirar las personas del sitio del riesgo


• Orientar a las personas en las rutas de escape
• Auxiliar a quienes sufran percances
• Evitar el pánico
• Vigilar las instalaciones
• Acciones especiales

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Equipos de primeros auxilios (E.P.A.)

Su misión será prestar los primeros auxilios a los lesionados durante una emergencia. Para ello de-
berá estar capacitado para decidir la atención a prestar a los heridos de forma que las lesiones que
presentan no empeoren y proceder a la estabilización de los lesionados graves, a fin de ser evacua-
dos. Asimismo debe tener el criterio de priorización ante la atención de lesiones.

Para un correcto y eficaz desarrollo de su cometido los integrantes de los E.P.A. deberán tener for-
mación y adiestramiento continuados en emergencias médicas, urgencias médicas, inmovilización,
movilización y transporte de heridos.

Equipo de Primera Intervención (E.P.I.)

Sus cometidos serán los siguientes:

• Importante labor preventiva, ya que conocerán las normas fundamentales de la prevención de


incendios.
• Combatir conatos de incendio con extintores portátiles (medios de primera intervención) en su
zona de actuación (planta, sector, etc.). Fuera de su zona de actuación los componentes del E.P.I.
serán un ocupante más del establecimiento, a no ser que sea necesaria su intervención en otras
zonas (en casos excepcionales).
• Apoyar a los componentes del Equipo de Segunda Intervención cuando les sea requerido (tendido
de mangueras, etc.).

El número de componentes del E.P.I. será orientativamente similar al número de unidades extin-
toras colocadas. La actuación de los miembros de este equipo será siempre por parejas. En caso de
necesitar ayuda de otros E.P.I.; estos serán siempre de plantas inferiores al incendio.

Si existiesen sistemas fijos de extinción en alguna zona, el EPI de ésta conocerá su operación.

Los componentes del EPI tendrán además formación en los siguientes temas: conocimiento del
fuego, métodos de extinción, agentes extintores, extintores portátiles, prácticas de extinción con
extintores portátiles, operaciones en sistemas fijos de extinción (en su caso) y plan de emergencia.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Equipo de segunda intervención (e.s.i.)

Este equipo representa la máxima capacidad extintora del establecimiento. Su ámbito de actuación
será cualquier punto del establecimiento donde se pueda producir una emergencia de incendio.

Deben ser personas localizables permanentemente durante la jornada laboral, mediante algún me-
dio de transmisión fiable (llamada colectiva, buscapersonas, radio. etc.).

Deberán tener formación y adiestramiento adecuados en el combate del tipo de fuegos que puedan
encontrar en establecimiento con medios de primera intervención (extintores portátiles), de segun-
da intervención (mangueras) y, en su caso, equipos especiales (sistemas fijos de extinción, equipos
de respiración autónoma, etc.). Deben asimismo conocer exhaustivamente el plan de emergencia.

La composición mínima del E.S.I. debe ser de tres personas, pudiendo formar más de un equipo
cuando las circunstancias de amplitud del establecimiento lo requieran (tiempos de intervención
demasiado dilatados, etc.).

Jefe de intervención (j.i.)

Dirigirá las operaciones de extinción en el punto de la emergencia, donde representa la máxima


autoridad, e informará y ejecutará las órdenes que reciba del director de actuación ante emergen-
cias a través de algún medio de comunicación fiable. Deberá ser una persona permanentemente
localizable durante la jornada laboral de manera similar a los E.S.I., con un conocimiento bastante
profundo teórico-práctico en seguridad contra incendios, buenas dotes de mando y un profundo
conocimiento del Plan de Emergencia o de Autoprotección según el caso.

A la llegada del servicio público de extinción les cederá el mando de las operaciones informando y
colaborando con los mismos en lo que le sea solicitado.

Jefe de emergencia

Es la máxima autoridad en el establecimiento durante las emergencias. Actuará desde el centro de


control (lugar donde se centraliza las comunicaciones) a la vista de las informaciones que reciba del
Jefe de Intervención desde el punto de la emergencia.

Poseerá sólidos conocimientos de seguridad contra incendios y del Plan de Autoprotección debien-
do ser una persona con dotes de mando y localizable durante las 24 horas del día. Decidirá el mo-
mento de la evacuación del establecimiento.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Simulacros

Se efectuarán al menos una vez al año. Los objetivos principales de los simulacros son:

• Detectar errores u omisiones tanto en el contenido del Plan como en las actuaciones a realizar
para su puesta en práctica.
• Habituar a los ocupantes a evacuar el edificio.
• Prueba de idoneidad y suficiencia de equipos y medios de comunicación, alarma, señalización,
alumbrados especiales y de extinción en su caso.
• Adquirir experiencia y soltura en el uso de equipos y medios.
• Estimación de tiempos de evacuación, de intervención de equipos propios y de intervención de
ayudas externas.

Los simulacros deberían realizarse con el conocimiento y con la colaboración del cuerpo de bom-
beros o/y otras ayudas externas que tengan que intervenir en caso de emergencia. Asimismo, es
necesario solicitar permiso de las autoridades en caso de que se prevea que puedan ocasionarse
problemas de tráfico.

La preparación de los simulacros debe ser exhaustiva, dejando el menor resquicio posible a la im-
provisación, previendo, entre otros, los problemas que la interrupción de la actividad, aunque sea
por un espacio corto de tiempo, pueda ocasionar. Se debe disponer de personal para el cronometraje.

La información al personal en un primer simulacro debe ser total, incluso indicando día y hora. En
función de los resultados se disminuirá aquella gradualmente, hasta llegar a realizarlos sin previo
aviso, con lo que se conseguirá que las actuaciones se desarrollen casi de manera automática. Por
último, será necesario contemplar la posibilidad de emergencia real durante el simulacro y disponer
de los medios necesarios para su control.

Programa de mantenimiento

Se preparará un programa anual con su correspondiente calendario, que comprenderá las activida-
des siguientes:

• Cursos periódicos de formación y adiestramiento del personal.


• Mantenimiento de las instalaciones que representen un riesgo potencial de incendio.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

• Mantenimiento de las instalaciones de detección, alarma y extinción.


• Inspecciones de seguridad.
• Simulacros de emergencia.

Investigación de siniestros

En caso de producirse una emergencia en el establecimiento se investigarán las causas que posibili-
taron su origen, propagación y consecuencias, analizando el comportamiento de las personas y los
equipos de emergencia y adoptando las medidas correctoras necesarias. Posteriormente se redacta-
rá un informe que recoja los resultados de la investigación y que se remitirá al Cuerpo de Bomberos
o, en su caso, a los Servicios de Protección Civil.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

6. LA CONDUCTA HUMANA EN SITUACIONES DE EMERGENCIA

El fenómeno llamado “conducta colectiva”, “conducta de masas” o “dinámica colectiva”, se definiría


como toda conducta relativamente espontánea ejecutada por un grupo de personas ante un estímu-
lo común en una situación indefinida o ambigua. Estos grupos de personas, generalmente transito-
rios y carentes de organización formal, reaccionan ante un conjunto inmediato de circunstancias de
formas no convencionales.

La conducta colectiva así definida es relativamente espontánea y está sujeta a menudo a normas
creadas por los mismos participantes. Las normas involucradas en ella no se derivan de la sociedad
en general, incluso pueden ser opuestas a ellas.

Características de la conducta colectiva

La mayoría de las conductas sociales están rutinizadas y siguen un curso normal de acción. Las per-
sonas se ajustan a normas que definen, en una variedad de situaciones, la conducta esperada en cada
momento. Ahora bien, si se declara una emergencia, las normas que regían en la situación anterior
quedarían suspendidas y el comportamiento dejaría de ser ordenado y predecible.

El plan de emergencia y evacuación crea las normas de organización humana donde frecuentemen-
te no existen ni se llevan a cabo ante estas situaciones. Es aquí donde se debe poner el acento a la
hora de realizar labores preventivas que hagan hincapié en potenciar comportamientos adaptados.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

El pánico

La palabra pánico la utilizamos aquí para designar los casos en los que se incumple el contrato social
y cada hombre trata de salvar su propia vida sin importarle la de los demás. Por grande que sea el pe-
ligro y por aguda que sea la emoción, si los esfuerzos por escapar se canalizan ajustándose a normas
sociales, entonces no constituyen pánico.

Haremos unas observaciones iniciales acerca de este fenómeno:

• Casi todos los expertos coinciden en que los casos de pánico son escasos y muy localizados.
• Se diverge en relación a sus características.
• Es una de las varias reacciones ante ciertas señales de peligro.
• El proceso que engendra el pánico engloba una compleja red de estados de interacción.

Definición:

El fenómeno del pánico se podría encuadrar como un tipo de multitud activa. Se puede definir como:
“conjunto de personas que reaccionan con sentimientos de alarma, sea real o supuesto el peligro, y
con una conducta temerosa, espontánea y no coordinada”.

Condiciones para que se produzca:

Para que se dé la aparición y el contagio, de forma general, deben darse unas condiciones:

• Que exista un gran número de personas.


• Que los individuos estén en contacto unos con otros.
• Que se vean sometidos a un conflicto común entre impulsos opuestos. Uno que normalmente está
de acuerdo con normas sociales o valores reconocidos, y otro en desacuerdo con dichas normas
(precipitarse sin guardar turno, por ejemplo).
• Que se dé la posibilidad física de ejecutar el impulso que normalmente no se realizaría. Para que
se dé una conducta de pánico es necesario que exista la posibilidad de escapar y la de quedarse
atrapado.

No obstante, para que se desencadene este tipo de conducta, el acento no hay que situarlo en el nú-
mero de personas, sino en la escasez de salidas o vías de evacuación

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

El proceso del pánico:

El desarrollo del pánico sigue un curso típico, primero sucede una crisis repentina y las personas
sienten un miedo intenso, las expectativas sociales se interrumpen y cada individuo intenta escapar
de la fuente de peligro. Se rompe la cooperación mutua y como resultado la situación llega a ser más
amenazante. El pánico se produce inmediatamente antes o en los primeros momentos de la crisis,
pero no después. En esta situación de emergencia (incendio, derrumbe, explosión...), el pánico surge
porque no hay normas adecuadas a la situación. Ni siquiera cuando se cuenta con personal entrena-
do en los procedimientos de rescate se consigue evitar un alto porcentaje de desgracias si no se corta
este proceso ya que el pánico hace que las personas intenten escapar de la situación a cualquier
precio. Es por lo que se hace necesario un trabajo preventivo.

Criterios preventivos y de actuación sobre la conducta ante situaciones de


emergencia

Criterios generales

Es necesario, en primer lugar, que el lugar cuente con las “medidas externas”: medios técnicos y
condiciones adecuadas de seguridad (diseño, constructivas, de material y de organización del plan
de emergencia).

Así mismo se hace necesario trabajar “medidas internas”. Los responsables, al preparar los planes
de intervención, deberán tener en cuenta la indiferencia general, la ignorancia de las normas que
deberán respetarse y el carácter muchas veces irracional de las muchedumbres en las emergencias.
La elaboración de leyes y reglamentos, el estudio de planos de edificios, la disposición de salidas de
socorro y la intervención ante la emergencia dependen, para ser eficaces, en gran parte, del conoci-
miento del comportamiento de las personas presentes en la zona de la emergencia.

Para promover comportamientos adaptados a las diversas situaciones críticas se hace necesario tra-
bajar sobre las disposiciones y conductas que sólo se modifican a través de “medidas internas”: la
información y formación-adiestramiento de las personas, así como la selección, serán mecanismos
para trabajar los comportamientos adecuados. Éstas revisten formas distintas: durante la vida nor-
mal, en el momento de la alerta y después de la emergencia.

Si informamos a las personas gradualmente y se apoya esto con un programa de educación eficaz,
las personas estarán en disposición de dar la respuesta adecuada a los peligros que puedan sobreve-
nir, mejorando considerablemente los resultados del procedimiento de alerta.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

Medidas preventivas: recomendaciones

La información

Las normas de actuación ante la emergencia deben ser conocidas, frente la falsa creencia de no dar
estas informaciones para no preocupar a la gente. Se trataría de que la información ayude a que todo
miembro se convierta en un elemento activo del plan de emergencia en estas situaciones.

La información es el modo imprescindible como sistema de preparación del público ante los riesgos
y han de realizarse planes de información para los tres momentos: antes, durante y después de la
emergencia.

La información es absolutamente necesaria para tomar decisiones de acción, pero disponer de ella
no garantiza la emisión de comportamientos coherentes con la misma. No obstante, reduce la incer-
tidumbre y facilita la acción al hacer predecibles los acontecimientos. La noticia y la información
que se acompaña durante una emergencia ejerce una influencia psíquica que pone en marcha el
mecanismo de la conducta humana. Así, la información adecuada será la que se expone de tal ma-
nera que sea susceptible de deducir de ella las mejores posibilidades de actuación. Hay que evitar
la abundancia de información. Debe ser explícita y comprensible por los receptores, sencilla y fácil
de retener.

Los requisitos de la información para lograr la mayor eficacia y aplicar en la elaboración de los men-
sajes son:
• Credibilidad (confianza en las fuentes)
• Claridad (expresión del mensaje en términos sencillos)
• Continuidad (repetirse con cierta frecuencia)
• Coherencia ( tener pleno sentido para quien lo recibe)
• Adecuación (tener en cuenta factores como costumbres, grado de instrucción ...)
• Viabilidad (utilizar los cauces adecuados)

En el momento de la emergencia, la interrupción o ausencia de mensajes es una de las causas prin-


cipales de las situaciones de caos que se pueden producir. Sin información la cooperación se hace
difícil. Se utilizará para influir motivando, persuadiendo y/o controlando, según el momento en que
se trate (antes, durante o después de la emergencia).

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
CURSO DE INCENDIOS Y EMERGENCIAS

El mensaje de alerta y alarma es una información urgente, esencial y concreta. Avisa para tomar
precauciones urgentes ante un suceso inminente de graves consecuencias. Las medidas deberían
estar decididas previamente. En las situaciones de masas, es fundamental para la preparación de la
emergencia.

Funciones de la alerta: avisar del peligro (si es posible evaluación del mismo), propiciar una actitud
adecuada para enfrentamiento e informar de medidas muy precisas de precaución.

La eficacia de los mensajes estará en función de: fuente precisa y fiable de información (el prestigio,
cargo, carisma, conocimiento), decisión de difundir el mensaje sin dilación, el método de comuni-
cación y la red de difusión.

La formulación debe contener:

• Cuál es el peligro (tipo de emergencia y su gravedad)


• Su intensidad, información detallada (vías cortadas... A medida que aumenta la concreción de la
alerta, la respuesta social es más favorable)
• Explicar precauciones y medidas concretas (qué se debe hacer)
• Expresar el estado de situación (qué ha ocurrido y qué va a ocurrir)
• No repetirlos en exceso (puede causar confusión)
• Decirlo en distintos idiomas (si lo requiere el caso)
• Expresarlo con la seguridad y confianza de ser recibido, entendido y creído (debe ser de estilo
personal, ya que induce mayor credibilidad)

Hay que tener en cuenta que a todo esto contribuye la instalación de servicios de megafonía en los
lugares, no dependiendo de un sólo medio (emisoras de radio, interfonía, de aviso fijo, móvil, ... ).
Considérese que, por ejemplo, en grandes edificios la evacuación inmediata y total es peligrosa e
impracticable. Así, la transmisión de información para planificar las medidas de desalojo, estable-
ciendo la movilidad por grupos y el movimiento en direcciones preestablecidas, resulta esencial.

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CAPÍTULO 5: LA EVACUACIÓN DE EMERGENCIA

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