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PERÚ
Artículo 134.- El Presidente de la República está facultado para disolver el
Congreso si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de
Ministros.
Negación tácita
El lunes, el gobierno de Vizcarra presentó ante el Congreso una cuestión de
confianza para modificar la Ley Orgánica de Elección de los miembros del
Tribunal Constitucional (TC).
El presidente daba por hecho que, con la votación del magistrado, la cuestión
de confianza le había sido denegada.
Sin embargo, expertos consultados por BBC Mundo creen que el mandatario se
equivocó al hacerlo.
"La falla de Vizcarra es interpretar tácitamente que habían votado en contra del
pedido de confianza y eso es una cosa muy forzada porque la Constitución es
muy clara. El pedido de confianza se debate y se vota en la misma sesión o en
la siguiente y no había habido una votación", dice Fernando Calle Hayen,
exmagistrado del Tribunal Constitucional de Perú.
"Allí hay una infracción", agrega el experto, aunque rechaza comparar lo
ocurrido con el llamado Fujimorazo, cuando el entonces presidente Alberto
Fujimori disolvió el Congreso en 1992.
"Aquí no hay una intervención del gobierno actual sobre el Poder Judicial, la
Fiscalía, los medios de comunicación… un golpe de Estado completo, como
cuando Fujimori. Aunque se ha roto el orden de todas maneras", opina.
Víctor García Toma, expresidente del TC y exministro de Justicia, señala que,
al asumir la negación implícita, Vizcarra se adentró en un terreno que "nunca ha
sido aclarado ni precisado".
García Toma asegura que el decreto de disolución del Congreso no fue firmado
por todos los miembros del gabinete sino solamente por el nuevo presidente
del Consejo de Ministros, algo que considera irregular.
"La pregunta es ¿por qué no aparecen las firmas de los otros ministros?
Porque se negaron a firmarlo para no hacerse corresponsables de actos de
control político e incluso de imputaciones penales", asegura.
Derechos de autor de la imagenREUTERSImage captionPedro Olaechea es el presidente del
Congreso peruano desde el pasado 27 de julio.
Otros expertos constitucionalistas citados por medios peruanos como Gabriela
Oporto Patroni y Luis Castillo Córdova, en cambio, consideran válida la
interpretación hecha por el Ejecutivo peruano.
Para complicar las cosas aún más, mientras Vizcarra anunciaba la disolución
del Congreso, los legisladores discutían y votaban sobre la cuestión de
confianza solicitada que terminó siendo aprobada.
Suspensión temporal
Pero, si el gobierno de Vizcarra puede haberse adentrado en terrenos
inexplorados, el Congreso no hizo menos.
En respuesta a la decisión del mandatario, el Legislativo peruano aprobó una
moción para suspenderlo de su cargo durante 12 meses y juramentó a la
vicepresidenta Mercedes Aráoz como "presidenta en funciones", aunque esta
renunció a sus cargos apenas 24 horas después.
Difícil solución
Una vez activada esta crisis constitucional, la solución no es del todo evidente.
"Si vamos a ir a unas elecciones ahora, vamos con los mismos problemas, con
las mismas reglas y los mismos defectos. Quizá por eso una Constituyente con
el apoyo de la OEA podría ayudar", apunta.
"Eso es viable, pero los trámites son lentos y esta situación podría alargarse
unos cuatro meses", señala García Toma.