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Es una de las ciudades más altas del mundo con una elevación de 4,067 msnm,
tiene un clima frío extremo pero el turismo en Potosi asegura una aventura para
visitarla.
Hoy en día no queda más que recuerdos; como las minas de plata que contiene
historias de aventureros, conquistadores, comerciantes, sacerdotes, artistas y
nobles que alguna vez caminaron por los palacios, iglesias y teatros de Potosí.
Tour La Mina
Uno de los lugares principales para hacer turismo en la ciudad de Potosi son las
minas, puede solicitar guías de viaje, oficinas de turismo para organizar una
excursión dentro del Cerro Rico.
Hay una gran razón por la que tanta gente llega a Potosi Bolivia para una
visita; las minas. Por increíble que parezca, la colina que los españoles
comenzaron a explotar en el siglo XVI todavía está siendo explotadas.
La plata ya no existe, pero ahora extraen otros minerales. Los trabajadores operan
sobre una base cooperativa en estos días y la minería todavía es una parte
importante de la economía de la región.
Aun así, hace pensar que en estos tiempo modernos. Probablemente se tienen
todo tipo de características modernas de seguridad a la hora de hacer un recorrido
por si interior.
Lo primero que se debe hacer es organizar el viaje a las minas. Esto se hace
fácilmente, ya que la mayoría de los agentes de viajes de la ciudad ofrecen esto
como su principal servicio para los mochileros que visitan Potosí por unos días.
Comenzará desde una tienda donde su guía le dará ropa de protección, botas,
cascos y lámparas; ¡Entonces comienza el recorrido, siguiendo las vías del vagón
de trocha angosta hacia la negrura del campo!
El autobús hace una parada junto a un grupo de tiendas humildes en el camino
hacia la mina. Los guías en algunas ocasiones sugieren hacer compras para
regalar a los mineros, que podrían ser entre cigarrillos sin filtrar, hojas de coca,
alcohol puro que quema la garganta y por muy extraño que parezca también se les
regala dinamitas.
Las esperanzas que se tiene sobre una moderna mina con tecnología e
instalaciones turísticas modernas empiezan a desaparecer nada más entrar en la
bocamina, lo primero que los guías hacen es contar es que los cambios que se
lograron desde tiempos de la colonia española son muy pocos y es muy fácil darse
cuenta de lo que quiere decir.
Los accesos a las minas se las realiza a través de túneles estrechos y precarios,
que conducen a espacios aún más estrechos con muy poco oxigeno dentro. El
aire frío pronto da paso al calor sofocante y nace el deseo de salir de ese lugar lo
más pronto posible.
Aun así vale la pena hacer el recorrido y tener esa increíble experiencia. Cabe
recordar que las personas nacidas a esta altura son bastante pequeñas en
general. Esto significa que los túneles no están construidos para extranjeros altos
que hacen turismo en la ciudad de Potosí.
Las sorpresas y misterios continúan cuando te topas con “El Tío”. Una
representación del diablo al que los mineros dan ofrendas para proteger su
seguridad.
El final del recorrido termina cuando sales al aire fresco y dejas atrás todo lo que
pasaste en el interior de la mina, los guías para culminar el recorrido hacen
estallar dinamitas fuera de la bocamina y posteriormente regresar al autobús para
regresar a casa después de aquella experiencia para algunos tenebrosa y para
otros aventureros.