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Otro ejemplo lo tenemos con Pablo. Cuando llegó a Corinto conoció a una
pareja de judíos, Priscila y Aquila, Hechos 18:18-19. Quedándose allá
conocieron a un judío llamado Apolos, que conocía muy bien las escrituras.
Pero notaron que algo le faltaba por lo que lo invitaron a su casa y allí le
expusieron con mayor detalle el camino de Dios. Vemos después como
Apolos fue de Efeso a Acaya y leemos que fue de gran provecho a los que
por la gracia habían creído, Hechos 18:24-28. Aquí tenemos otra cadena de
reproducción: primero Pablo, segundo Priscila y Aquila, tercero Apolos, y
por ultimo los creyentes fortalecidos de Acaya.
Era tan vital esta enseñanza que Pablo la dejo establecida como una norma
invariante para todo creyente 2 Timoteo 2:2. Conforme a esto nuestra labor
es formar eslabones de una cadena de reproducción espiritual. Lo que he
recibido se lo he de encargar a hombres fieles, capacitándonos para que
sean idóneos para enseñar también a otros.
A través del tiempo los creyentes siempre se han caracterizado por su gran
seguridad. Job, en medio de terribles problemas manifestó su seguridad en
el capítulo 19:25-27. Del libro de Job
Los samaritanos que solo aceptaban los libros de la ley, después de conocer
a Jesús por medio de la mujer samaritana declararon estar seguros de que
El era el Salvador, Juan 4:42. Así en la palabra encontramos gran numero
de promesas con respecto a esa seguridad, 2 Corintios 5:1; Romanos 8:38-
39; 2 Timoteo 1:12. Juan dedico toda un epístola para demostrar que cada
creyente puede saber que tiene la vida eterna, 1 Juan 5:13. Por lo que para
ser un reproductor espiritual debemos conocer esta seguridad en la relación
con Cristo, misma que abarca principalmente cuatro aspectos.
2. Ay Seguridad de la victoria.
4. Ay Seguridad de la provisión.
e) El Espíritu Santo nos dio las arras de nuestra herencia celestial Romanos
8:16; Efesios 1:14.
f) El Espíritu Santo nos ha dotado a cada uno con algún don espiritual que
nos hace aptos para servir a Dios 1 Corintios 7:7; 12:7; 1 Pedro 4:10.
g) El Espíritu Santo mora en nosotros. 1 Corintios 3:16; 6:19.
La segunda condición que tenemos que cumplir para ser llenos del Espíritu
es dejar de apagar al Espíritu 1 Tesalonicenses 5:19. El creyente apaga al
Espíritu cuando conscientemente se niega a cumplir con algún deber
cristiano, y esto lo sabemos por el contexto en que se encuentra esta
recomendación de no apagar al Espíritu 1 Tesalonicenses 5:12-24.
Quien nos insta a cumplir todos los deberes cristianos es el Espíritu Santo.
Si obedecemos, su llama arde con mayor fuerza, pero si no obedecemos,
disminuye su fuego y cometemos el pecado de apagar al Espíritu. Cuando
el creyente peca, no tiene caso pedir que el Espíritu no le abandone, pues
esta sellado con el y no saldrá Efesios 4:30; Juan 10:28. Colosenses 1:13
nos dice que fuimos trasladados al reino de Jesús.
Todo lo podemos resumir en dos cosas 1 Juan 3:23. Esto significa mantener
abiertas dos puertas: La puerta de la fe, que es la dependencia constante de
Dios Colosenses 2:6. Por esta puerta entra la potencia divina que nos
capacita para trabajar. Y la puerta del amor, que es la compasión hacia un
mundo necesitado. Por esta puerta sale el poder de Dios para aliviar las
necesidades de los que nos rodean.
Dios te ama y desea que tengas una vida abundante Juan 3:16; Juan 10:10.
e) La verdad de la fe.
Estas cinco verdades son indispensables para conocer a Jesús como nuestro
salvador. Debemos memorizar y meditar estas citas para darlas con poder.
2. Practicar la oración.
Es muy importante observar el lugar que ocupa la oración en la vida
terrenal de nuestro Señor Jesucristo. Los evangelios no presentan una
historia completa de su vida, Juan 21:25, por lo que nos llamamos la
atención el hecho de que los evangelios mencionan cuando menos
diecisiete ocasiones en que oró Jesús.
Estos pasajes por una parte nos muestran que el Señor acostumbraba
dedicar los primeros momentos del día a la comunión con su Padre celestial
Marcos 1:35. Buscaba la soledad para no ser interrumpido en sus plegarias
Lucas 5:16, aunque podía hacerlo en medio de las multitudes Lucas 10:21,
y en todas las crisis de su vida tuvo cuidado de orar intensamente. Esto lo
vemos antes de su batalla con Satanás en el momento de la tentación, Lucas
3:21, antes de escoger a los doce apóstoles, Lucas 6:12-13, cuando las
multitudes querían hacer de el un rey después del milagro de los panes
Marcos6:46-48. La oración era para el un habito inquebrantable y lo mismo
debe ser para nosotros 1Juan 2:6.
a) La adoración.
Esto significa que al empezar a orar debemos alabarle y darle gracias por
todo lo que estamos recibiendo de El Salmos 29:2.
b) La confesión.
Esta es la petición que cumple el anhelo de Dios por las almas y las
necesidades de nuestros hermanos en la fe.
d) La petición.
El obrero de trabajo personal debe guiarse por tres reglas básicas: Saber
adonde ir salir y testificar de Cristo.
Saber adonde ir es el punto de partida del obrero cristiano. Esto implica
tener una lista de personas a quienes el quiere ir. Esta lista no es difícil
formarla; nuestros familiares, amigos íntimos, personas de nuestra escuela
y trabajo, vecinos, todos estos bien pueden llenarla Romanos 1:15. Un
creyente que vive para Cristo siempre tiene adonde ir. No sólo es
importante saber adonde ir, es necesario salir, que en cierto sentido es la
clave del trabajo personal Mateo 22:9. Esta es una orden que necesitamos
tener muy en cuenta. De nada sirve que tú sepas a las mil maravillas el plan
de salvación y que conozcas muchos versículos de memoria si no sales a
buscar a los perdidos.
Es muy útil que designes un tiempo a la semana para hacer trabajo
personal, aparte de las puertas que Jesús abra el resto del tiempo. Hazlo por
fe, confiando que tu estas cumpliendo su anhelo Juan 3:16.
Es útil salir acompañado de un hermano, de preferencia de nuestro sexo.
Este es el método que el Señor propuso en la primera gira de trabajo
personal de los doce apóstoles Marcos 6:7. Otros ejemplos de este
principio: Bernabé fue a buscar a Pablo a Antioquia y después los dos
hicieron un viaje misionero por Chipre y Asia menor Hechos 11:25; 13:1-2
y 14:26. El mismo ejemplo lo tenemos con Tito y Erasto Hechos 19:22. Es
bueno recordar que nunca debes permitir que alguien impida que tu
cumplas la obra de Jesús, no importa quien sea Hechos 20:24; Marcos
10:29-30.
Después de que tu decidas salir hazlo con un sólo propósito, hablar de
Cristo. Enamórate de Jesús, invierte el mayor tiempo posible con el y
cuando hables de el, El se desbordar en ti. No permitas que tu propósito se
haga flexible por la persona con quien tú vas a hablar. Añade a tu fe el
carácter de Cristo, que es tuyo 2 Timoteo 1:7-8; 1 Corintios 2:16; Mateo
16:23; 2 Pedro 1:5- 8.
Muchas veces las circunstancias y el carácter de la persona pueden cambiar
tu propósito, por lo cual cálzate con el evangelio de manera que cualquier
cosa que pase te permita cambiar tu posición para seguir tu propósito Efe-
sios 6:15; Isaías 52:7.
A continuación observaremos algunos consejos prácticos que te ayudaran a
presentar al Señor:
4. Deja que la persona misma lea los versículos. Si esto no es posible, dilos
despacio dejando que Dios toque su corazón. Si ella los lee, de una manera
amable guíala a que lo haga con cuidado.
c) Cristo tomo tu lugar y pago la cuenta para hacer posible que tu vuelvas a
Dios Isaías 53:5-6; Romanos 5:8; Juan 14:6.
Nuestro testimonio debe cubrir tres etapas: Que pasó antes, que me condujo
a tomar la decisión; cómo sucedió la conversión; y por ultimo, que ha
pasado desde entonces a raíz de mi decisión.
Por ultimo, cada creyente debe ser un ganador de almas. Este es el objetivo
nuestro testimonio, el que otros puedan saber lo que Dios hizo en nosotros
y lo que puede hacer en los que aun no han creído.
Fin