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Reproducción Espiritual

I) Nuestra Tarea es la Reproducción Espiritual.

Una de las características más importante de la iglesia del Nuevo


Testamento fue su crecimiento. Existen no menos de treinta referencias a
este crecimiento en el libro de los Hechos, Hechos 1:15; 2:41 47; 4:4; 5:14;
6:1-7; 8:12; 9:31, 35-42; 10:44; 11:21-24; 12:24; 13:12, 48-49; 14:1-21;
16:5, 15-34; 17:4. Si nos amoldamos a este diseño tendremos grupos con
este crecimiento.

Hay cierto tipo de crecimiento que no obedece a móviles espirituales, pues


aun la iglesia apostólica tuvo a su Simón el mago, Hechos 8:9-24, y en la
historia no han faltado ejemplos de extensión misionera promovida por la
fuerza armada. Pero el momento al que nosotros nos referimos es al de
personas nacidas de nuevo, iglesias espirituales que engendran vida
espiritual y que cumplir n con su experiencia lo que Cristo dijo en Juan
15:16. Se dice y con razón, que la iglesia del Nuevo Testamento creció en
forma fenomenal porque cada creyente hacia trabajo personal con el
evangelio. Esto lo muestran Hechos 2:4-8; 4:31; 8:1-4; 11:19-21. Pero esto
nada mas es una explicación parcial, pues las iglesias crecían en esa forma
porque cada miembro practicaba la reproducción espiritual. Es decir, no se
conformaban con ganar almas para Cristo, sino que inmediatamente se
dedicaban al cultivo espiritual de esa alma. Su meta era que cada nuevo
creyente aprendiera como persuadir a otros para aceptar a Cristo, o sea,
cada creyente formaba parte de una cadena, un eslabón de reproducción
espiritual.
Vamos a ver algunos ejemplos de esta cadena espiritual. En Hechos 11:19-
21 se nos habla del establecimiento de la iglesia en Antioquia. Esta iglesia
se formó por los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que
hubo con motivo de Esteban. Estos esparcidos sin duda habían sido
convertidos en Jerusalén‚ por la predicación de Pedro en Pentecostés o de
algún convertido de ese día. Pedro, a su vez fue ganado por Andrés su
hermano Juan 1:40-42. Aquí tenemos una cadena de reproducción: primero
Andrés, segundo Pedro, tercero los esparcidos por causa de la persecución
de Esteban, y por ultimo la iglesia de Antioquia.

Otro ejemplo lo tenemos con Pablo. Cuando llegó a Corinto conoció a una
pareja de judíos, Priscila y Aquila, Hechos 18:18-19. Quedándose allá
conocieron a un judío llamado Apolos, que conocía muy bien las escrituras.
Pero notaron que algo le faltaba por lo que lo invitaron a su casa y allí le
expusieron con mayor detalle el camino de Dios. Vemos después como
Apolos fue de Efeso a Acaya y leemos que fue de gran provecho a los que
por la gracia habían creído, Hechos 18:24-28. Aquí tenemos otra cadena de
reproducción: primero Pablo, segundo Priscila y Aquila, tercero Apolos, y
por ultimo los creyentes fortalecidos de Acaya.

Era tan vital esta enseñanza que Pablo la dejo establecida como una norma
invariante para todo creyente 2 Timoteo 2:2. Conforme a esto nuestra labor
es formar eslabones de una cadena de reproducción espiritual. Lo que he
recibido se lo he de encargar a hombres fieles, capacitándonos para que
sean idóneos para enseñar también a otros.

Hay dos métodos para crecer: sumar y multiplicar. La superioridad del


segundo método es manifiesta y así, si una persona gana un reproductor
espiritual al año, este creyente habrá ganado en diez años a mil veintitrés
reproductores. Claro, esto implica que cada reproductor haya sido instruido
y que instruya al nuevo reproductor.

Dawson Trottman, poco antes de le segunda guerra mundial, tuvo este


trabajo como el trabajo de su vida. Un día conoció a un marinero cuyo
barco estaba en el puerto de San Diego, California. Junto con su esposa y
guiados por el Espíritu Santo, se dedicaron al cultivo de la vida espiritual
de este marinero que a través de ellos había aceptado a Cristo. Esta ayuda
que le proporcionaron fue básicamente:

1. Le ayudaron a resolver sus problemas espirituales íntimos.

2. Le enseñaron lo que Cristo esperaba de el.


3. Le instruyeron en el arte del trabajo personal.

4. Le instaron a ser un reproductor espiritual.

Este joven tardo tres meses en ganar su primer convertido, pero


inmediatamente se dedico a cultivar su vida espiritual como había hecho el
matrimonio Trottman con el. Antes de que su barco fuera hundido por el
ataque japonés a Pearl Harbor, ciento veinticinco tripulantes de ese barco se
habían convertido y mas tarde había marineros en cincuenta barcos de la
flota americana también cristianos, como resultado de este marinero.
Muchos de estos marineros hoy son misioneros que trabajan para Cristo en
todo el mundo.

II) Para Ser un Reproductor Espiritual es Necesario Estar Seguros de


Nuestra Propia Relación con Cristo.

A través del tiempo los creyentes siempre se han caracterizado por su gran
seguridad. Job, en medio de terribles problemas manifestó su seguridad en
el capítulo 19:25-27. Del libro de Job
Los samaritanos que solo aceptaban los libros de la ley, después de conocer
a Jesús por medio de la mujer samaritana declararon estar seguros de que
El era el Salvador, Juan 4:42. Así en la palabra encontramos gran numero
de promesas con respecto a esa seguridad, 2 Corintios 5:1; Romanos 8:38-
39; 2 Timoteo 1:12. Juan dedico toda un epístola para demostrar que cada
creyente puede saber que tiene la vida eterna, 1 Juan 5:13. Por lo que para
ser un reproductor espiritual debemos conocer esta seguridad en la relación
con Cristo, misma que abarca principalmente cuatro aspectos.

1. Ay seguridad de la vida eterna.

Muchas personas dicen que no se puede saber si uno va al cielo o no. La


mayor parte de las personas piensan que la salvación se alcanza por
esfuerzos propios. Pero todos somos conscientes de que el esfuerzo
humano jamás alcanzar a satisfacer las demandas de un Dios justo y
perfecto, y por esto todas las personas que así actúan se sienten inseguras y
siempre creen que falta algo. Todo esto se debe a la ignorancia que existe
sobre la salvación, que esta se funda no en las obras humanas sino en la
obra divina, Tito 3:5; Romanos 4:1-5.

La salvación es de Jehová Jonas 2:9. Dios hizo la obra. El hombre estaba


condenado por el pecado al castigo eterno. Pero Cristo se hizo hombre,
aunque nunca peco, y después cumplió en la cruz todo lo que Dios deman-
daba cargando todos nuestros pecados. Después de morir y ser sepultado,
resucito al tercer día y así venció a la muerte. Cuarenta días después
ascendió al cielo y un día volverá por los que confiaron en todo esto, la
obra divina Galatas 4:4; Hebreos 4:15; Romanos 5:8; 1 Corintios 15:20-22;
1 Tesalonicenses 4:13-18.

Esta salvación es un regalo Efesios 2:8-9; Romanos 6:23, y lo único que


Dios pide es arrepentimiento de nuestros pecados y aceptar por fe a Cristo
pidiéndole que entre a nuestro corazón, haciendo nuestro Salvador y Señor
Hechos 20:20-21; Apocalipsis 3:20; 2 Corintios 5:17.

Cuando uno recibe a Cristo puede estar seguro de su salvación por el


testimonio de la palabra de Dios 1 Juan 5:11-12. La realidad de nuestra
salvación depende de la obra perfecta y completa de Cristo en la cruz, y la
seguridad de nuestra salvación depende del testimonio de la palabra de
Dios. No debemos depender del testimonio de nuestros sentimientos, pues
estos cambian, pero la palabra de Dios permanece para siempre Mateo
24:35. En este testimonio debe descansar nuestra seguridad.

2. Ay Seguridad de la victoria.

Antes de aceptar a Cristo eramos hijos de Satanás, y estábamos bajo su


dominio Juan 8:44. Cristo ahora nos rescato, lo cual no agrada a Satanás
pues nunca nos recuperara. Por tanto, nos tiene declarada la guerra 1 Pedro
5:8 y sabe que no nos quitar la salvación Juan 10:27-29, pero esperara
echar a perder nuestro testimonio cristiano 1 Tesalonicenses 3:5; 2 Timoteo
4:10a. Frente a este terrible enemigo, ¨¿Que seguridad de victoria podemos
tener? 1Corintios 15:57; Romanos 8:35-39; Hebreos 2:18. Cristo nos puso
un ejemplo para derrotar a Satanás, respondiéndole: "Escrito esta..." Mateo
4:4. Además, el Señor hoy esta intercediendo por nosotros Hebreos 7:25;
Lucas 22:31 y 32. En Santiago 4:7 tenemos la clave para que el diablo huya
de nosotros: "Someteos pues a Dios", y en 1 Corintios 10:13 tenemos una
promesa de que Dios no permitir que seamos atacados mas allá de donde
podamos resistir. El siempre nos dar una salida.

En cada tentación habrá una salida. Toda esta seguridad depende de la


fidelidad de Dios, pues nosotros nada podemos pero con ‚el todo lo
podemos 1 Corintios 10:12; Filipenses 2:13 y 4:13. En tanto dependamos
de Cristo continuamente la victoria será nuestra.

3. Ay Seguridad del perdón.


A pesar de las promesas tan grandes de victoria, ningún creyente esta libre
de pecar y esto lo afirman las Escrituras 1 Juan 1:8-10. Cuando fallamos,
Satanás nos acusa. Apocalipsis 12:10, y si el se atreve a hacerlo en la pre-
sencia de Dios no nos debe extrañar que lo haga en nuestra propia
conciencia. Aprovechandose de que los creyentes queremos tener siempre
buena conciencia, Satanás nos echa en cara nuestro pecado para
desalentarnos y evitar que continuemos testificando Hechos 24:16;
Romanos 7:21-24. En esta circunstancia el recurso del creyente es la
confesión 1 Juan 1:9. Debemos confesar a Dios toda la verdad, sin rodeos
ni intentos de justificación propia, y entonces descansar tan sólo en su
palabra, confiar en su perdón y darle gracias por habernos escuchado.

4. Ay Seguridad de la provisión.

El Reproductor Espiritual se enfrenta a graves problemas, Efesios 6:12, ya


que tiene tres principales enemigos: Satanás, el mundo y la antigua
naturaleza, que buscan desviar al cristiano de su objetivo de servir a Cristo.
Por tanto le es necesario tener una dependencia momento a momento de
Jesús, pues de otra manera fracasar. Una parte de la provisión del cristiano
es la continua presencia de Cristo en nosotros para cumplir su obra Isaías
26:12; Mateo 28:20; Juan 15:5. Otra parte de la provisión es el medio que
Dios nos dejó para hablar con el, la oración por la cual podemos recibir
todo lo que necesitamos Juan 16:24; Romanos 8:26. Debemos pedir en el
nombre de Cristo por dos razones. La primera es porque nos acercamos a
Dios sólo por los meritos de Jesucristo Mateo 3:17. Dios esta complacido
con nosotros porque nos ve en Cristo. Esto implica el repudio de toda
justicia de nosotros mismos y dependencia total de Jesús. La segunda razón
es que al pedir en su nombre, actuamos como apoderados del Señor,
manejamos la cuenta bancaria de Jesucristo.

III Para Ser un Reproductor Espiritual es Necesario Estar Llenos del


Espíritu Santo

Uno de los mandamientos mas descuidados del nuevo testamento se halla


en Efesios 5:18. Este es un mandamiento dado a los creyentes y esa debe
ser la condición constante de cada uno. Su importancia se aprecia mejor
cuando vemos diez veces en el libro de Hechos que los creyentes de la
iglesia del primer siglo actuaban llenos del Espíritu Santo. Esto explica sus
triunfos y conquistas, al igual que nuestras derrotas Hechos 4:31.

La llenura del Espíritu Santo comprende tres aspectos:

1. La relación que sostiene todo creyente con el Espíritu Santo.

Se puede resumir en siete cosas lo que el Espíritu Santo ha hecho en cada


persona que ha aceptado a Cristo como Salvador y Señor:

a) El Espíritu Santo nos convenció de que éramos pecadores y que


estábamos perdidos Juan 16:7- 8; Hechos 2:4 y 37.

b) El Espíritu Santo nos convirtió 1 Corintios 12:3 y 13.

c) El Espíritu Santo nos regeneró Juan 3:5; Tito 3:5.

d) El Espíritu Santo nos selló Efesios 1:13; 4:30.

e) El Espíritu Santo nos dio las arras de nuestra herencia celestial Romanos
8:16; Efesios 1:14.

f) El Espíritu Santo nos ha dotado a cada uno con algún don espiritual que
nos hace aptos para servir a Dios 1 Corintios 7:7; 12:7; 1 Pedro 4:10.
g) El Espíritu Santo mora en nosotros. 1 Corintios 3:16; 6:19.

De lo visto anteriormente se desprenden tres consideraciones: La primera


es que la obra redentora de Cristo es aplicada al corazón humano por el
Espíritu Santo 1 Corintios 6:11. El Espíritu Santo hace efectivo lo que
Cristo hizo posible.

2) La segunda es que cada creyente ha sido dotado de un don espiritual, por


lo cual no hay ningún creyente inútil. Así que es urgente que cada creyente
descubra, guiado por el Espíritu, su don; lo desarrolle hasta el límite de sus
oportunidades y dedique este don al servicio de Dios y de los hombres.

La tercera consideración es que cuando uno recibe a Cristo como su


Salvador, recibe también al Espíritu Santo. No es una experiencia posterior
o aparte de la salvación, es la esencia de la salvación. Somos cristianos
porque el Espíritu Santo mora en nosotros Romanos 8:9.

2. Las condiciones para ser llenos del Espíritu Santo:

La primera condición que tenemos que cumplir es dejar de contristarlo


Efesios 4:30. Para entender bien esta condición tenemos que recordar que
antes de venir a Cristo, vivíamos bajo la potestad de las tinieblas
Colosenses 1:13; estábamos prendidos en el lazo del diablo 2 Timoteo 2:26;
actuábamos de acuerdo con el príncipe de la potestad del aire, Efesios 2:2 y
teníamos nuestro entendimiento cegado por el dios de este siglo 2 Corintios
4:4. Pero Dios nos rescató de este dominio y nos trasladó al reino de su
amado Hijo Colosensesÿ1:13. Ahora somos de Cristo y Satanás no tiene
ningún derecho sobre nosotros. El anda alrededor buscando oportunidad
para hacernos mal, pero no puede hacernos nada sin nuestra cooperación.
Si le resistimos huir de nosotros, pero hay ocasiones que en vez de resistir
al diablo le damos lugar Efesios 4:27.

En el corazón del creyente mora el Espíritu Santo 1 Corintios 6:19. Su


derecho es el de disponer de nosotros en forma total, pero si le damos lugar
al diablo entonces pecamos, cometemos adulterio espiritual, contristamos
al Espíritu Santo y le obligamos a retirarse a un rincón de nuestro corazón
donde lamenta nuestra falla e infidelidad Santiago 4:5. Todo el pasaje de
Efesios 4:30 es una amonestación y advertencia contra el peligro de ceder a
los deseos del viejo hombre, aunque la lista no pretende ser completa Efe-
sios 4:17-32. Así, cuando cedemos a ellos, cometemos el pecado de
contristar al Espíritu Santo. Si deseamos ser llenos de el tenemos que
oponernos continuamente a las maquinaciones de Satanás, resistiéndole
firmes en la fe 1 Pedro 5:9.

La segunda condición que tenemos que cumplir para ser llenos del Espíritu
es dejar de apagar al Espíritu 1 Tesalonicenses 5:19. El creyente apaga al
Espíritu cuando conscientemente se niega a cumplir con algún deber
cristiano, y esto lo sabemos por el contexto en que se encuentra esta
recomendación de no apagar al Espíritu 1 Tesalonicenses 5:12-24.

Quien nos insta a cumplir todos los deberes cristianos es el Espíritu Santo.
Si obedecemos, su llama arde con mayor fuerza, pero si no obedecemos,
disminuye su fuego y cometemos el pecado de apagar al Espíritu. Cuando
el creyente peca, no tiene caso pedir que el Espíritu no le abandone, pues
esta sellado con el y no saldrá Efesios 4:30; Juan 10:28. Colosenses 1:13
nos dice que fuimos trasladados al reino de Jesús.

La tercera condición para ser llenos del Espíritu es someternos a la


soberanía de Cristo en nuestra vida diaria. La obra peculiar del Espíritu es
glorificar al Hijo Juan 16:14. Lo estrecho de esta relación lo apreciamos en
2 Corintios 3:17. Así, mientras mas absoluta sea nuestra obediencia a Jesús,
mayor ser la manifestación del Espíritu Santo en nuestra vida.

Con dos ejemplos del libro de hechos confirmaremos lo dicho. El primero


es una declaración Hechos 5:32. Aquí queda claro que el auxilio del
Espíritu a la hora de testificar va en proporción directa a la disposición del
testigo a ser obediente a la voluntad divina. En Hechos 4:30- 31 tenemos el
segundo ejemplo, que es una ilustración de la obediencia. Los creyentes
habían recibido la orden de las autoridades eclesiásticas de Jerusalén de no
predicar en el nombre de Jesús, y frente a esta situación tan crítica los
creyentes acudieron a una autoridad superior: Oraron a Dios. El resultado
de esta oración fue que todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaron
con denuedo la palabra de Dios.

En esta oración hay algo importante que debemos observar. En el versículo


24, donde a Dios llaman "soberano Señor", la palabra literalmente significa
"déspota" (dominio absoluto sobre algo). Para ellos Dios era el que man-
daba en lo absoluto, y en el versículo 29 ellos se refieren así mismos como
siervos, literalmente "esclavos". Dios era el soberano, ellos sus esclavos, y
habiendo un reconocimiento por parte de los creyentes de la relación con
Dios, ‚l manda y nosotros obedecemos, no nos debe sorprender que fueran
llenos de su Espíritu. La verdad es que Dios no puede correr el riesgo de
llenar con la plenitud de su Espíritu a alguien que no quiera vivir como su
esclavo.

Todo lo podemos resumir en dos cosas 1 Juan 3:23. Esto significa mantener
abiertas dos puertas: La puerta de la fe, que es la dependencia constante de
Dios Colosenses 2:6. Por esta puerta entra la potencia divina que nos
capacita para trabajar. Y la puerta del amor, que es la compasión hacia un
mundo necesitado. Por esta puerta sale el poder de Dios para aliviar las
necesidades de los que nos rodean.

Estas dos puertas deben estar siempre abiertas. Si cerramos la puerta de la


fe, habrá agotamiento y estancamiento. Si cerramos la del amor,
perderemos el impacto en la vida de las personas y por tanto el gozo de
servir a Cristo. Cuando están las dos puertas abiertas tenemos vida en abun-
dancia. Una vez cumplidas estas tres condiciones debemos proceder por fe,
sin esperar sentir alguna sensación emotiva Colosenses 2:6.

En el evangelio de Lucas tenemos un ejemplo de actuar por fe Lucas 17:11-


19. Es la narración de diez leprosos que Jesús limpia. La curación de ellos
fue consecuencia de su obediencia al mandato de Jesús. No podemos de-
mandar de Dios que nos de señales de su veracidad y fidelidad sin tomar el
camino de su voluntad. No es Dios quien esta prueba sino nosotros. El
orden divino de las cosas lo señaló Jesús en Juan 14:21.

3. Los resultados que seguirán al ser llenos del Espíritu Santo.


a) El Espíritu Santo transforma nuestro carácter, Galatas 5:22-23 y 2
Corintios 3:18.

b) El Espíritu Santo nos guía a toda la verdad Juan 14:26; 16:13.

c) El Espíritu Santo nos recuerda las palabras de Jesús Juan 14:26b.

d) El Espíritu Santo nos indica a quien hablarle de Cristo. Hechos 8:29;


Romanos 8:14.

e) El Espíritu Santo nos da el valor para hablar de Cristo Hechos 4:31; 2


Timoteo 1:7-8.

f) El Espíritu Santo nos da sabiduría para hablar Hechos 6:10.

g) El Espíritu Santo da poder a nuestro testimonio 1 Co.2:4 1 Tes.1:5.

IV Para Ser un Reproductor Espiritual Hay que Estar Preparados


para el Trabajo Personal

Esta preparación se logra básicamente cumpliendo con los siguientes tres


puntos:

1. Asirse de la palabra de vida.

En Filipenses 2:15-16 el apóstol Pablo nos describe como luminares en el


mundo. Nos rodea una generación perversa y maligna a la cual tenemos el
privilegio de iluminar, y esto sólo puede suceder asidos de la palabra de
vida. Vamos a estudiar la ilustración de la mano, donde cada dedo re-
presenta un aspecto del conocimiento de la Biblia. El dedo meñique
representa el oír la palabra de Dios. El dedo anular representa la lectura. El
dedo medio representa el estudio de la palabra. El dedo índice representa la
memorización de los textos escogidos. El dedo pulgar representa la
meditación de la palabra. Cualquier dedo que no apriete bien la espada, no
nos permitir estar bien asidos de la palabra de vida Efesios 6:17.

Entendemos en la Biblia que es necesario que conozcamos bien el plan de


salvación, el cual podemos resumir en cinco verdades vitales:

a) La verdad del amor.

Dios te ama y desea que tengas una vida abundante Juan 3:16; Juan 10:10.

b) La verdad del pecado.

El pecado te separa de Dios y te priva de la vida abundante. Romanos 3:23;


6:23a; Isaías 59:2.

c) La verdad del substituto.

Cristo tomó tu lugar en la cruz, pagó el precio completo de tu salvación,


haciendo posible que tú vuelvas a Dios Isaías 53:5-6; romanos 5:8; Juan
14:6.

d) La verdad del arrepentimiento.

Para volver a Dios tu necesitas arrepentirte de tus pecados Hechos 3:19a;


20:21

e) La verdad de la fe.

La vida eterna y abundante es un regalo que Dios te ofrece en Cristo. Ser


tuya si la recibes y lo recibes a el por fe como tu Señor y Salvador
Romanos 6:23b; Juan 1:12; Apocalipsis 3:20; 1 Juan 5:11-12.

Estas cinco verdades son indispensables para conocer a Jesús como nuestro
salvador. Debemos memorizar y meditar estas citas para darlas con poder.
2. Practicar la oración.
Es muy importante observar el lugar que ocupa la oración en la vida
terrenal de nuestro Señor Jesucristo. Los evangelios no presentan una
historia completa de su vida, Juan 21:25, por lo que nos llamamos la
atención el hecho de que los evangelios mencionan cuando menos
diecisiete ocasiones en que oró Jesús.

Estos pasajes por una parte nos muestran que el Señor acostumbraba
dedicar los primeros momentos del día a la comunión con su Padre celestial
Marcos 1:35. Buscaba la soledad para no ser interrumpido en sus plegarias
Lucas 5:16, aunque podía hacerlo en medio de las multitudes Lucas 10:21,
y en todas las crisis de su vida tuvo cuidado de orar intensamente. Esto lo
vemos antes de su batalla con Satanás en el momento de la tentación, Lucas
3:21, antes de escoger a los doce apóstoles, Lucas 6:12-13, cuando las
multitudes querían hacer de el un rey después del milagro de los panes
Marcos6:46-48. La oración era para el un habito inquebrantable y lo mismo
debe ser para nosotros 1Juan 2:6.

El rescate de las almas perdidas es una tarea difícil y en nuestras fuerzas es


imposible. Satanás combate contra nosotros con todas sus fuerzas, por lo
que es bueno recordar que una vida sin oración es una vida sin poder
Marcos 9:29. Los elementos de la oración, siguiendo el diseño que el Señor
nos dejó en Mateo 6:9-15 son cuatro:

a) La adoración.

Esto significa que al empezar a orar debemos alabarle y darle gracias por
todo lo que estamos recibiendo de El Salmos 29:2.

b) La confesión.

No es posible acercarnos a un Dios santo sin darnos cuenta de nuestra


propia pecaminosidad, por lo cual es necesaria una sincera confesión de
todos los pecados que hemos cometido, 1 Juan 1:9.
c) La intercesión.

Esta es la petición que cumple el anhelo de Dios por las almas y las
necesidades de nuestros hermanos en la fe.

d) La petición.

Pedir por nuestras necesidades espirituales y materiales.

Con respecto a las peticiones personales podemos encontrar una buena


lección en el ejemplo del apóstol Pablo, pues parece que cuando pedía por
si mismo o cuando les pedía a otros que orasen por el, pedía solamente tres
cosas: Mayores oportunidades para hablar de Cristo, Colosenses 4:3;
Romanos 15:30- 32; valor para aprovechar sus oportunidades, Efesios
6:18-20 y la claridad de expresión necesaria para hacerse entender,
Colosenses 4:4.

3. Tener fe en Dios y en su palabra.

Cuando el Señor Jesús visitó a su pueblo, Nazaret, leemos que no pudo


hacer allí ningún milagro, y estaba asombrado de la incredulidad de ellos
Marcos 6:5-6.
Por el contrario, cuando iba por la región de Tiro y Sid¢n, se encontró con
una mujer sirofenicia que le pedía con insistencia que lanzara fuera de su
hija un demonio. El le dijo: "Oh, mujer, grande es tu fe, hágase contigo
como quieras" Mateo 15:28.
La obra del trabajo personal demanda fe; fe en el amor y en el poder de
nuestro Padre celestial. Dios es amor 1 Juan 4:8. Su amor no reconoce
limites de ninguna clase, pues abarca el mundo entero Juan 3:16. Su deseo
es que todo el mundo sea salvo 1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9; Ezequiel 33:11.
Además, Dios es poderoso para hacer todo lo que se propone Efesios 3:20.
Así, cuando el padre del joven endemoniado clamaba a Cristo, diciendo:
"Si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos", la
respuesta inmediata fue: "Si puedes creer, al que cree, todo le es posible"
Marcos 9:22-23. No dudemos, pues, ni del amor ni del poder de nuestro
Dios ya que ‚l quiere y puede salvar a los pecadores por perdidos que estos
están.
El trabajo personal demanda fe también en la eficacia de la palabra de Dios.
Este es el instrumento que Dios emplea para efectuar su obra redentora.

La palabra de Dios nos hace sabios para la salvación 2 Timoteo 3:15;


inspira fe en nuestros corazones Romanos 10:17; nos limpia de pecado
Juan 15:3; nos hace renacer 1 Pedro 1:23. La palabra de Dios es la espada
del Espíritu Efesios 6:17, que penetra en la conciencia de todo hombre
Hebreos 4:12. Es el martillo y el fuego con que Dios desbarata todo
obstáculo que se le opone, Jeremías 23:29; es útil para la edificación de los
creyentes 2 Timoteo 3:16-17; nunca esta presa 2Timoteo 2:9; y nunca
vuelve a Dios vacía Isaías 55:11.

Así que, pongamos manos a la obra y tengamos confianza con que no es la


voluntad de Dios que fracasemos 1 Corintios 15:58.

V Para Ser un Reproductor Espiritual Hay que Hacer el Trabajo


Personal

El obrero de trabajo personal debe guiarse por tres reglas básicas: Saber
adonde ir salir y testificar de Cristo.
Saber adonde ir es el punto de partida del obrero cristiano. Esto implica
tener una lista de personas a quienes el quiere ir. Esta lista no es difícil
formarla; nuestros familiares, amigos íntimos, personas de nuestra escuela
y trabajo, vecinos, todos estos bien pueden llenarla Romanos 1:15. Un
creyente que vive para Cristo siempre tiene adonde ir. No sólo es
importante saber adonde ir, es necesario salir, que en cierto sentido es la
clave del trabajo personal Mateo 22:9. Esta es una orden que necesitamos
tener muy en cuenta. De nada sirve que tú sepas a las mil maravillas el plan
de salvación y que conozcas muchos versículos de memoria si no sales a
buscar a los perdidos.
Es muy útil que designes un tiempo a la semana para hacer trabajo
personal, aparte de las puertas que Jesús abra el resto del tiempo. Hazlo por
fe, confiando que tu estas cumpliendo su anhelo Juan 3:16.
Es útil salir acompañado de un hermano, de preferencia de nuestro sexo.
Este es el método que el Señor propuso en la primera gira de trabajo
personal de los doce apóstoles Marcos 6:7. Otros ejemplos de este
principio: Bernabé fue a buscar a Pablo a Antioquia y después los dos
hicieron un viaje misionero por Chipre y Asia menor Hechos 11:25; 13:1-2
y 14:26. El mismo ejemplo lo tenemos con Tito y Erasto Hechos 19:22. Es
bueno recordar que nunca debes permitir que alguien impida que tu
cumplas la obra de Jesús, no importa quien sea Hechos 20:24; Marcos
10:29-30.
Después de que tu decidas salir hazlo con un sólo propósito, hablar de
Cristo. Enamórate de Jesús, invierte el mayor tiempo posible con el y
cuando hables de el, El se desbordar en ti. No permitas que tu propósito se
haga flexible por la persona con quien tú vas a hablar. Añade a tu fe el
carácter de Cristo, que es tuyo 2 Timoteo 1:7-8; 1 Corintios 2:16; Mateo
16:23; 2 Pedro 1:5- 8.
Muchas veces las circunstancias y el carácter de la persona pueden cambiar
tu propósito, por lo cual cálzate con el evangelio de manera que cualquier
cosa que pase te permita cambiar tu posición para seguir tu propósito Efe-
sios 6:15; Isaías 52:7.
A continuación observaremos algunos consejos prácticos que te ayudaran a
presentar al Señor:

1. Inicia la conversación hablando de algo de interés para la persona, si la


conoces, o si no, de interés general. Esta es la forma como Cristo trató con
Pedro. Se intereso por lo que Pedro hacia y después abordo el tema de su
salvación Lucas 5:1-11. Lo mismo hizo con la mujer samaritana Juan 4:7.
Esto exige un genuino amor por la persona que quieres que venga a Cristo.
Cualquier persona es digna de que se le tome interés se‚ amable.

2. Mantenerte alerta para llevar la conversación lo más rápido posible al


tema de la salvación.
Nuestro Señor inmediatamente le hablo a Nicodemo de su necesidad de
nacer de nuevo Juan 3:2-3. Con la mujer samaritana fue menos rápido pero
no perdió tiempo Juan 4:7-10.
3. Utiliza un numero reducido de versículos dejando que el Señor te guié
Juan 14:26 y 16:13. Algunas veces es bueno repetir un versículo que tu
notas que golpeo su corazón, aunque debes dejar que Jesús te use y guié.

4. Deja que la persona misma lea los versículos. Si esto no es posible, dilos
despacio dejando que Dios toque su corazón. Si ella los lee, de una manera
amable guíala a que lo haga con cuidado.

5. No dejes que te desvié de tu propósito principal. En forma amable


puedes decirle que con gusto responder a sus preguntas después, pero que
te permita antes mostrarle como conocer a Jesús que es lo más importante.

6. Sigue un desarrollo consecutivo de las verdades básicas del plan de


salvación:

a) Dios te ama y te desea dar una vida abundante. Es muy importante


empezar hablando del amor de Dios, ya que esta es la necesidad básica del
hombre y solo Jesús la puede satisfacer. Así, debemos presentar a Cristo
atractivo Juan 12:32; 3:16 y 10:10.

b) El pecado te separa de este amor y de esta vida abundante romanos 3:23


y 6:23. Debemos usar las verdades básicas que cada versículo implica.

c) Cristo tomo tu lugar y pago la cuenta para hacer posible que tu vuelvas a
Dios Isaías 53:5-6; Romanos 5:8; Juan 14:6.

d) Tu puedes venir a Dios arrepintiéndote de todos tus pecados, pidiéndole


perdón a Dios, deseando que el te cambie, Arrepentirse significa dar media
vuelta y caminar en dirección opuesta Hechos 3:19.

e) La vida eterna y abundante es un regalo que Dios te da en Jesucristo. Tan


solo lo debes aceptar por fe invitando a Jesús a tu corazón, con el propósito
de que el sea tu Salvador personal y tu Señor Romanos 6:23b; Efesios 2:8-9
y Juan 1:12.
f) Termina con una invitación para que la persona acepte a Cristo y ora con
ella. Insiste según el Espíritu Santo te guié. Si se niega, ofrecerle tu amistad
y honestamente promete orar por ella para que se salve y cambie su actitud.
Una aparente derrota más tarde se convierte en una evidente victoria.

g) Después de que tome su decisión, invítalo a ser un reproductor espiritual


y enséñale como puede hacer de la vida cristiana un ‚éxito.

VI Para Ser un Reproductor Espiritual es Necesario Ocuparse en el


Desarrollo de los Nuevos Creyentes

En la carta a los colosenses encontramos una declaración definida de la


importancia del desarrollo espiritual de los nuevos creyentes Colosenses
1:24-27. Aquí Pablo esta describiendo su ministerio y una parte de ese
ministerio consistía en predicar a Cristo como "la esperanza de gloria". De
esta gloria el hombre había quedado destituido por causa del pecado,
Romanos 3:23, y en Cristo se recupera. Esta última declaración de Pablo no
constituía la totalidad de su ministerio. Había algo mas, esto es, un gran
énfasis sobre la necesidad de ayudar a los nuevos creyentes a alcanzar la
madurez espiritual Colosenses 1:28-29.

Hay tres palabras en estos versículos que vamos a analizar:

La primera de ellas es "perfecto". Esta misma palabra la encontramos en 1


Corintios 14:20 y se encuentra traducida "maduro", la cual es su mejor
traducción. Así que la meta de Pablo con los nuevos creyentes era la de
promover su crecimiento espiritual. Este anhelo vino de su amarga
experiencia con los creyentes de Corinto la cual le había dado suficientes
motivos para que desease que los nuevos creyentes no permaneciesen como
niños en Cristo que necesitan leche y no carne. Tales cristianos
subdesarrollados no eran otra cosa que creyentes carnales. Por su anemia
espiritual las divisiones y los pecados profundos eran comunes
1 Corintios 3:1-4.
Por estar bien enterado de las fuertes consecuencias que resultan cuando los
creyentes no son conducidos con firmeza hacia la medida de la estatura de
la plenitud de Cristo, Efesiosÿ4:13, el apóstol hacía esfuerzos tremendos y
los describe con las otras dos palabras de nuestro análisis: "trabajo" y
"luchando". La primera significa literalmente "trabajo hasta el punto de
caer rendido de cansancio"; y la segunda es un término que originalmente
describía los esfuerzos extremos a los que llegaban los que competían en
los juegos olímpicos. Estas dos expresiones nos revelan el trabajo espiritual
de Pablo por hacer crecer a sus convertidos.

Una hermosa ilustración de esta actitud del apóstol la vemos al final de su


primer viaje misionero.

Pablo y Bernabé‚ habían salido de Siria y habían arribado a Derbe. El viaje


había sido bastante accidentado. En Antioquia de Pisidia se había levantado
una persecución en contra de ellos y fueron expulsados. En Iconio fueron
amenazados con una repetición de la misma experiencia y tuvieron que
huir. Y en Listra, Pablo fue apedreado y, tenido por muerto, fue dejado
fuera de la ciudad. Solamente en Derbe parece que lograron trabajar en
relativa paz. Por tanto es razonable pensar que los dos misioneros bien
pueden haber anhelado un poco de descanso.

Si examinamos el mapa de Asia menor observaremos que el camino mas


corto para ir de Derbe a Antioquia de Siria era aquí‚el que pasaba por la
ciudad de Tarso. A vuelo de pájaro Derbe distaba de Tarso unos ciento
veinte kilómetros, y aunque el camino era montañoso, Pablo hubiera estado
en su ciudad en un poco más de una semana y hubiera podido pasar unas
merecidas vacaciones en la ciudad que le vio nacer.

Que atractiva debería haberle sido semejante perspectiva. En Tarso había


pasado los años mozos de su vida. Allí había comenzado su carrera
misionera. Cuantos recuerdos no pasarían por su mente al pensar en la
posibilidad de pasar unos días de refrigerio en aquella "ciudad no
insignificante de Cilicia".
Pero Pablo no viajó hacia Tarso, al contrario, se volvió a Listra en donde lo
habían apedreado; a Iconio, de donde había tenido que huir; y a Antioquia
de Pisidia, de donde lo habían expulsado. ¨¿Por que‚? La Biblia nos
contesta en Hechos 14:21-23.

El apóstol se había constreñido a trabajar por el desarrollo espiritual de los


nuevos creyentes. Así, al pensar en nuestra responsabilidad de ayudar a los
nuevos creyentes a crecer en la gracia y en el conocimiento del Señor,
2ÿPedro 3:18, hay dos cosas que tenemos que hacer: Proporcionarles un
ambiente espiritual e impartirles una instrucción de acuerdo con la leche
espiritual no adulterada.

Proporcionarle este ambiente espiritual implica tres cosas:

1. Amor, interés y oración por el‚ Filipenses 1:3-11.

2. Un buen ejemplo a través de una buena actividad misionera, testificando


Efesios 6:18-20.

3. Guiarlo en forma personal en su desarrollo espiritual Filipenses 4:1- 4.

Darle esa instrucción adecuada implica también tres cosas:

a) Enseñarle las doctrinas básicas de la vida cristiana.

b) Enseñarle el significado del testimonio del creyente.

c) Hacer de el un verdadero discípulo.

El primer punto implica un cuidado constante para que el nuevo creyente


crezca con salud espiritual Efesios 4:14-15.

El segundo implica enseñarle que la voluntad de Dios es que cada creyente


sea un verdadero testigo suyo Lucas 24:45-49; Hechos 1:8 y 5:32.

Este testimonio incluye varias cosas:

a) El testimonio de nuestra conducta.


Cada creyente debe de manifestar con su vida que es una nueva criatura 2
Corintios 5:17; 1 Corintios 10:31-32. Nuestra conducta ser un factor
definitivo en nuestro servicio a Dios 1 Pedro 3:1-4. El objetivo del creyente
debe ser glorificar a Dios 1 Pedro 2:11-12.

b) El testimonio de nuestra conversión.

Nuestro testimonio incluye el compartir continuamente el relato de nuestra


conversión. Cada vez que lo hagamos, debemos ser consientes que nuestro
objetivo es glorificar a aquel que cambio nuestra vida.

Nuestro testimonio debe cubrir tres etapas: Que pasó antes, que me condujo
a tomar la decisión; cómo sucedió la conversión; y por ultimo, que ha
pasado desde entonces a raíz de mi decisión.

Habrá ocasiones en que tendremos la oportunidad de testificar ante un


público. Cuando esto suceda, debemos ser breves y concisos, y no tomar
más de diez minutos. Más tiempo destruye el impacto del testimonio y
afecta este tipo de oportunidades.

Por ultimo, cada creyente debe ser un ganador de almas. Este es el objetivo
nuestro testimonio, el que otros puedan saber lo que Dios hizo en nosotros
y lo que puede hacer en los que aun no han creído.

El tercer punto implica una dedicación completa al discípulo, para que


llegue a ser a su vez un discípulo útil en las manos de Dios 1 Corintios 3:10
y Mateo 18:19-20.

Fin

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