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Rebelión en Catanya

por

Juan Abreu

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Para Reinaldo Arenas,
espíritu burlón.
Solo hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana.
Y no estoy tan seguro de la primera.
ALBERT EINSTEIN

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un


diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.
GROUCHO MARX
INTRODUCCIÓN

La isla donde tiene lugar esta historia es tan pequeña que


muchos no saben que existe. Se halla en un rincón del mar
Mediterráneo. Sus habitantes, que son más bien pocos,
reclaman antecedentes que se remontan a épocas precristianas,
a tribus etruscas, a los visigodos, a los fenicios y hasta a los
teutones. Pero lo más probable es que sus orígenes sean menos
remotos: aventureros de aquí y de allá que llegaron al paradi-
síaco lugar y decidieron quedarse. Los primeros asentamientos
humanos datan del Siglo XIV. Los recién llegados de aquí se
agruparon al norte de la isla, y los recién llegados de allá en el
sur. Con el tiempo, como se verá, esto fue motivo de tristes
rivalidades.
Las condiciones climáticas, que aunque parezca extraño
eran bastante diferentes en el norte y el sur gracias a que una
zona era más bien llana, si exceptuamos el famoso Monte Seni,
y la otra montañosa y áspera, fueron moldeando el carácter y
hasta el aspecto físico de las poblaciones que las habitaban.
Unos se consideraban catanyos y otros espalos. Y reivindicaban
diferencias no solo culturales y lingüísticas sino también
étnicas1.
1
Lo cierto es que, hasta el día de hoy, resulta imposible diferenciar a un espalo de un
catanyo por su aspecto físico. Y en el siglo XIV hablaban el mismo idioma, el
Romancí. (Nota del Editor).

6
Ya en el Siglo XVII estas diferencias desembocaron en
sangrientas luchas armadas de las que salieron victoriosos los
espalos que ocupaban un territorio mayor y eran más numero-
sos. A partir de ese momento los catanyos se consideraron un
pueblo ocupado por una “potencia extranjera”. Por no com-
partir, no compartían ni a Dios. Los catanyos adoraban a Si-
frido el Piloso, Adalid de la lucha por la Independencia de los
catanyos, y los espalos a Ruperto el Lampiño, Héroe, a su vez,
de la Patria Espala.
La situación fue enquistándose con los años y la llegada de
la llamada modernidad, en el siglo XIX, no mejoró mucho las
cosas. Poco importó que Catanya (la zona sur) consiguiera del
Gobierno Central de Espala (la zona norte) el estatus de Región
Autonómica, lo que acarreaba una considerable independencia
gubernamental, jurídica y económica. Todo fue a peor, hasta
alcanzar deplorables simas de odio y violencia.
Isla Espala, como se llamaba oficialmente, producía frutas,
flores y verduras que exportaba al continente. El turismo y la
pesca eran también renglones importantes de la economía, así
como la industria electrónica, que en años recientes había
encontrado en la isla un lugar más económico para la expansión
de sus infraestructuras continentales. La fauna del lugar era rica
y variada. En ella destacaba el asno espalocatanyo, especie en
peligro de extinción que atraía anualmente a numerosos
estudiosos.

7
El simpático animalito vivía en toda la isla, tanto en las
montañas como en las zonas llanas, pero ambos grupos
“étnicos” lo reclamaban como símbolo de sus particularidades
identitarias.
Tanto la población que se consideraba espala, como la que
se consideraba catanya, disfrutaba de un nivel de vida
confortable y cualquier observador hubiera afirmado sin temor
a equivocarse que, teniendo en cuenta la situación mundial a
principios del Siglo XXI, los isleños vivían sin mayores proble-
mas.
Mejor, sin duda, que en muchos otros países. Pertenecían
al privilegiado primer mundo.
Sin embargo, bajo la aparente tranquilidad y gracias a la
presencia de un peculiar2 líder carismático, se fraguaba un con-
flicto que, al comenzar este relato, se encuentra a punto de
estallar.

2
Por decir lo menos. (Nota del Editor).

8
¡CATANYA INDEPENDIENTE O MUERTE!

9
TARAT

Están reunidos en un amplio sótano. Los ruidos de la madru-


gada llegan amortiguados, esponjosos: un extemporáneo
autobús, el traqueteo acompasado de un tren, la sirena de un
barco a punto de abandonar el puerto e internarse en el mar.
La tribuna, detrás de la cual está desplegada la Bandera
Independentista catanya, se halla ocupada por un hombrecillo
regordete, de corta estatura, calva incipiente y enorme bigote; su
figura no resulta en modo alguno imponente, pero de ella se
desprende un magnetismo especial.
Toda la atmósfera del local está impregnada de la gran
intensidad que emana del personaje.
Los complotados sienten el peso de la Historia posarse
sobre sus hombros como una mano maternal, como el legado
de tantos caídos en la lucha, de tantos que han derramado su
sangre a lo largo del camino.
¡Viva Catanya Independiente!
Ese grito, que arde en la garganta de todos, dentro de muy
poco tiempo dejará de ser una aspiración, un sueño largamente
anhelado.

10
Quien ocupa la tribuna es Tarat Rubéola3, el carismático
Líder del Partido Independentista de Catanya.
El hombre que encarna la lucha por la Independencia del
pueblo catanyo tiene cuarenta y tantos años y semblante adusto.
Su sobrepeso se debe a que ama con pasión todo lo catanyo y,
como es natural, eso incluye la comida. Viste un elegante traje
azul confeccionado en Catanya por manos y talento catanyo.
Un pañuelo rojo, a juego con la corbata, asoma del bolsillo de la
americana. Las manos del Líder son pequeñas y cuidadas y el
tono rubicundo de sus mofletes denota la importancia del
momento. Sus cejas, tan pobladas como el bigote, enmarcan
unos ojos redondos y brillantes. Ojos que se llenan de fuego
cuando dirige la palabra a sus compatriotas. Sobre la frente
despejada, dos o tres pelos sobrevivientes del cruento ataque
alopécico están cuidadosamente peinados hacia atrás.
Tarat está harto de ser avasallado por el Gobierno Central.
¡Los catanyos estamos hartos! ¡No somos espalos! ¡Somos catanyos!
¡Que se entere el mundo de una vez! ¡Estamos dispuestos a morir por
nuestro derecho a vivir en catanyo! ¡Vivir en catanyo!
¡Catanya!
Esa palabra enternece el corazón de los presentes. Por ella,
por lo que significa, están dispuestos al sacrificio. Esto resulta,

3
Su nombre completo era Tarat Pujón Rubéola. No se ha podido establecer si existía
algún vínculo sanguíneo entre Tarat y Jordi Pujón “El Taimado”, un político catanyo
del siglo XIX cuyas doctrinas parroquiales y endogámicas fueron el caldo de cultivo
que hicieron posible el advenimiento de un personaje como Tarat. (Nota del Editor).

11
según el orador, evidente para cualquier observador honesto o
medianamente perspicaz de la historia de Catanya, pero los
espalos no acaban de comprenderlo.
Es un problema de identidad. Un problema de Indepen-
dencia.
INDEPENDENCIA.
IDENTIDAD.
Décadas de negociación con el gobierno central espalo
habían traído autonomía y bienestar económico. Progreso. Eso
era cierto. ¿Pero que significan esos mendrugos comparados
con la recuperación de la Patria, la Soberanía, la Independencia,
la Identidad, el derecho a ser catanyos y nada más que catanyos?
El derecho a Ser.
¡Catanya!
La voz de Tarat, cavernosa y bien modulada, entra en los
oídos de los reunidos como una espada a punto de desenvai-
narse, como la voz de la Patria ultrajada.
Cierto que tenían su propio himno y su propia Bandera4, la
venerada enseña rojiazul que lucía el hirsuto perfil del gran
Sifrido El Piloso, fundador de la Nación, gran adalid histórico
de la Independencia Catanya, el primero en mostrarles el
camino de la Rebelión. Pero.. ¿no resulta más abyecto aún que
no tener símbolos patrios propios, que esos sagrados símbolos

4
La Bandera Independentista era igual que la oficial, excepto que en la primera la
figura de Sifrido el Piloso se encontraba dentro de una gran estrella dorada. (Nota del
Editor).

12
tengan que compartir, por ley, espacio con los símbolos patrios
espalos?
¡Bajo el cielo de Catanya sólo cabe una Bandera, la Nuestra! ¡En
Nuestra Tierra, en Nuestro Aire sólo hay espacio para la sagrada música
de Nuestro Himno! ¡Nuestro Mar, Nuestro Mar!
Un estremecimiento recorrió la sala, los puños se cerraron,
los ojos se iluminaron con un fuego purificador.
¡Catanya Independiente o Muerte!
Gritó una voz entre el público. Decenas le hicieron coro.
El levantamiento popular era inminente. Al amanecer, el
Ejército Independentista se alzaría en armas y arrojaría para
siempre a los espalos de la Patria Catanya.
¡Nuestro amado suelo será liberado del oprobioso yugo espalo! ¡Ha
llegado la anhelada hora de la Rebelión! ¡Hasta la victoria siempre! ¡El
Gran Sifrido nos guía!
Tarat alzó el puño y lo mantuvo en alto unos instantes. El
rostro transido de una inefable devoción. Una imprecisa fuente
de luz, a sus espaldas, recortaba su figura otorgándole un aura
incandescente.
Tras siglos de espera había llegado el momento de
conquistar la Independencia. Años de preparativos hábilmente
ocultos tras una máscara de obediencia resignada, de negocia-
ciones, de supuesta convivencia, de renuncia5, habían concluido.
La Rebelión estaba a punto. Miles de patriotas catanyos listos

5
La llamada “Estrategia Pujón”.

13
para, a una orden del Líder, lanzarse sobre los símbolos del
Gobierno Central Espalo, derribarlos, y echar por fin más allá
de las fronteras de Catanya a los odiosos extranjeros.
¡Muerte a los espalos!
La labor no había sido fácil. Décadas de esclavitud, de
sibilina propaganda, lograron confundir a muchos.
¡Nuestro noble pueblo fue miserablemente engañado! ¡Estafado!
¡Humillado!
Muchos sucumbieron a los cantos de sirena de la sumisión
y llegaron a creerse catanyoespalos. O lo que es peor:
¡espalocatanyos! ¡Horror! ¡Llegaron a poner su condición de
espalos por encima de su condición de catanyos!
Pero el gran trabajo educativo realizado por Tarat Rubéola
y su partido dio frutos y tras años de laborioso esfuerzo se creó
la atmósfera propicia para el salto a la Libertad. La debilidad
anterior se convirtió en odio al enemigo espalo, la ambigua
coexistencia en desprecio, la peligrosa tolerancia con el opresor
en asco profundo a todo lo espalo.
¡Largos siglos de servidumbre atenuaron, pero no extinguieron,
antiguas virtudes!
Gracias al Líder renacían.
¡Vómitos nos provoca su colonialista idioma!
La repugnante convivencia, usada con tanto éxito por el
enemigo, se tornó en fervor patriótico y en ansias de sacrificio
por la causa. El éxito de la sutil campaña del Partido de Rubéola

14
fue tal que algunos escritores y periodistas traidores tuvieron
que cruzar la frontera y correr a refugiarse bajo las faldas de sus
amos espalos. ¿No preferían usar en sus obras la lengua del
enemigo? ¡Pues que vayan a vivir con sus amos!, pedía el indig-
nado pueblo en las calles. A partir del silenciamiento de los
traidores y del control solapado y progresivo de los medios de
difusión, las condiciones objetivas y subjetivas para el alza-
miento fueron relativamente fáciles de alcanzar.
Tenían el armamento necesario. La discreta solidaridad de
gobiernos amigos amantes de la Independencia6 hicieron
posible que fueran militarmente tan fuertes como los espalos.
La voz del Líder, en este punto, adquirió dolorosas
resonancias.
Rememoró el heroico período de lucha clandestina, los
atentados contra representantes del poder extranjero7, la necesa-
ria eliminación de los traidores8. Nombró a los presos, nombró
a los caídos. La astucia de los dirigentes catanyos fue un factor
nada despreciable en esta etapa cuya labor más delicada y ardua
había sido concienciar al pueblo atontado por una larga exposi-
ción a la propaganda antiIdentitaria espala.
Pero todo esto pertenecía a la Historia.
6
Más justo y exacto sería decir que los fabricantes de armas de medio mundo, y en
especial del cercano continente, se disputaron por años el mercado clandestino de
armas destinadas a la rebelión catanya. (Nota del Editor).
7
Es decir, el Gobierno Central Espalo. (Ídem).
8
A los traidores, léase periodistas, funcionarios, escritores, políticos, policías, se les
“eliminaba” mediante un tiro en la nuca, o colocando una bomba en sus coches.
(Ídem).

15
El pueblo ha despertado. ¡El gran momento ha llegado!
Al despuntar el alba, una incontenible marea de aguerridos
catanyos caería por sorpresa sobre los ocupantes espalos.
¡Nada ni nadie podrá impedir esta vez que alcancemos la Indepen-
dencia!
¡Catanya Independiente o Muerte!
Una ovación atronadora ahogó las palabras del hombre
parapetado tras la tribuna.

16
BARNACLA

Es un amanecer de invierno y las hojas arañan las calles, arras-


tradas de aquí para allá por un viento que hace rizos, deshilacha
el humo de las chimeneas, alborota el cabello de las señoras
camino del mercado y de los niños rumbo a la escuela. El
viento es salado y trae rumores de la costa cercana, chillidos de
gaviotas, algarabía de barcos pesqueros que salen a faenar. En el
horizonte, las limpias siluetas de los blancos paquebotes reple-
tos de turistas. El cielo es uno de esos cielos de la isla que pare-
cen estar hechos de mantequilla, de helado de macadamia.
Barnacla: cielos al alcance de nuestra mano; en los que
podríamos escribir un nombre, o un mensaje de amor.
Los autobuses discurren puntuales y confortables. Los
abarrotados mercados semejan fiestas de colores, perfumes y
sabores. Los comerciantes se afanan en torno a los transportes
de mercancías. Las frutas relucen como joyas suculentas. Los
peces boquean en los mostradores. Las gambas patalean. Los
cangrejos reculan con las tenazas abiertas. Elegantes ejecutivos
se dirigen a sus oficinas. Los turistas se disponen a descubrir la
ciudad, a inundar las playas. A la entrada de las escuelas, chiqui-
llos de mejillas rojas alborotan y adolescentes vestidos a la
última moda continental se internan en los deslumbramientos
propios de la edad.

17
Barnacla, cuya iglesia medieval se funde armoniosamente
con edificios vanguardistas. Barnacla, donde la civilidad y la
gentileza parecen haber encontrado un refugio natural.
Barnacla, la hermosa capital de Catanya, despierta a un
nuevo día.

18
¡INDEPENDIENTES!

La orden partió del cuartel general del Partido Independentista


Catanyo y necesitó solo unos segundos para recorrer la cadena
de mando magníficamente estructurada.
Las fuerzas rebeldes brotaron de sus escondites como lava
de un volcán y se lanzaron a la batalla.
La lucha fue breve y cruenta. En menos de veinticuatro
horas el enemigo se daba a la fuga por mar o se retiraba, diez-
mado, más allá de las fronteras históricas y Catanya se procla-
maba País, Nación y Estado Soberano e Independiente.
El pueblo colmó las calles para celebrar la victoria.
Los turistas, atrapados en un conflicto para ellos indesci-
frable, se agolpaban en el pequeño, pero moderno aeropuerto.

Esa noche, tras cientos de años de incontables sacrificios, el


pueblo catanyo se fue a la cama Independiente.

19
UNA DICHA ANCESTRAL

Concluido el combate, durante el cual se comportó como un


verdadero héroe, Tarat Rubéola fue proclamado Líder Supremo
y Apóstol Incontestable de la Independencia de Catanya.
Tarat desfiló al frente de las muchedumbres a lomos de un
blanco corcel, vestido con el largo tiempo prohibido Uniforme
Independentista Ceremonial Catanyo y luciendo la recién
instituida “Orden al Hijo Emérito de la Patria”. El descomunal
bigote no conseguía ocultar su sonrisa.
La Bandera Independentista, ahora Bandera oficial de
Catanya, ondeaba orgullosa.
¡Viva Catanya Independiente!
¡Catanya Independiente o Muerte!
¡Tarat, Tarat!
Todos lo reconocían como artífice y arquitecto de la año-
rada liberación del tiránico y extranjero Gobierno Central Es-
palo. Las abuelas querían besarlo, las madres se peleaban por-
que sostuviera en brazos a sus infantes, los hombres deseaban
apretar su mano, palmear su espalda.
¡Viva Catanya Independiente!
¡Catanya Independiente o Muerte!
¡Tarat, Tarat!
Gritaba la muchedumbre.

20
Una corriente de inusitada camaradería, de hermandad
recién descubierta, de pertenencia compartida inundó el alma de
los festejantes.
Pertenencia. ¡Qué deliciosa sensación la de ser parte de
algo más importante que ellos mismos!
¡La Patria, la Madre Tierra!
La masa se agitó como un cuerpo compacto, atravesado
por una dicha ancestral.
El Líder pronunció un histórico discurso.
¡Al fin libres! Nuestra Lengua... Nosotros los catanyos...
Tarat jamás usaba la primera persona del singular, siempre
hablaba en nombre de todos los catanyos9.
...¡hemos hecho una Rebelión más grande que nosotros mismos!
...ha llegado la hora de la Patria, la hora de la Identidad...
...herederos de Sifrido el Piloso...
...la Independencia es el más preciado de los dones al que puede as-
pirar un pueblo...
...nuestro derecho a vivir en catanyo...
...el derecho a la búsqueda de nuestras ESENCIAS...
...la Sagrada Tierra Catanya... Nuestro Soberano Mar...
...liberados del yugo de una lengua extranjera impuesta...
...la heroica sangre catanya no ha sido derramada en vano...
...si se atreven a regresar recogerán el polvo de nuestra Tierra anegado
en sangre si no perecen en la lucha...

9
El Líder de los espalos, Tostat Décimo, hacía lo mismo.

21
...hay todavía muchas batallas por librar, el enemigo no se quedará
cruzado de brazos...
...les daremos su merecido...
...nos guía el ejemplo del gran Sifrido...
...nuestros derechos históricos...
...nuestra sacrosanta Bandera...
...hermanos catanyos...
Concluido el discurso, sonaron las orquestas, los cuerpos
se entregaron al baile. Sobre todo a la santoya, el Baile Nacio-
nal, que a pesar de no ser muy expresivo (los malvados críticos
musicales espalos lo definían como extremadamente aburrida y
antisensual), hacía las delicias del gentío.
¡Tarat, Tarat!
Los cuerpos giraban, las manos se entrelazaban, los brazos
se levantaban, las bocas sonreían. Las carcajadas brotaban como
frescos manantiales.
¡Tarat, Tarat!
La Bandera catanya ondeaba por primera vez solitaria en
plazas y balcones. En avenidas y edificios. En casas y automó-
viles.
¡Bajo nuestro cielo solo cabe una Bandera!
El himno catanyo resonaba por doquier, coreado por miles
de gargantas.
La cúspide del Monte Seni, visible desde todo el territorio
catanyo, resplandecía acariciada por los rayos del sol.

22
INVOCACIÓN

La Tierra.
El Líder Tarat se tendió sobre ella. El rostro apretado
contra la aromática superficie, el cuerpo abandonado, los dedos
hundidos en la carne maternal que se abría amorosa.
–Amada Tierra ... de ti proviene toda mi fuerza... de ti
emanan las ESENCIAS, sin ti no habría alcanzado esta histó-
rica victoria...
Lágrimas fundiéndose con los grumos sagrados, con el
cuerpo y el alma de la Patria. Lágrimas y sangre lavando siglos
de ultraje, de violaciones, de iniquidades, de ocupación...
–¡Santa Madre!, gracias, gracias...

23
ADÁNICO FLORETE

Una de las primeras disposiciones del Gobierno Independen-


tista de Tarat fue emitir una orden de busca y captura contra
Adánico Florete.
Adánico Florete era un escritor y periodista que durante
años se dedicó a criticar, desde sus libros, columnas en la prensa
y su blog en internet, todas las iniciativas del Partido Indepen-
dentista de Catanya en defensa de la Lengua, la Nación, la
Independencia, las ESENCIAS y la Identidad. A pesar de las
advertencias, dos atentados fallidos a cargo de las Juventudes
Independentistas y constantes amenazas, Adánico no escapó a
tiempo como hicieron la mayoría de sus colegas que mantenían,
si bien ninguno de ellos con la virulencia y el talento de Adá-
nico, una posición antiNacionalista.
Florete practicaba un estilo afilado y mordaz y hacía gala de
una considerable capacidad de análisis; que tenía la mala
costumbre de poner al servicio de sus convicciones. Por muy
equivocadas que estuvieran. Además, y este detalle selló de
forma determinante su trágico destino, prefería escribir en es-
palo. Lo que, francamente, resultaba una provocación.

24
La revuelta sorprendió al periodista redactando un “Aviso
Urgente al Pueblo Catanyo” que nunca llegó a colgar en su
blog10.
Sus indignados vecinos, se supo más tarde, en pleno furor
celebrativo, echaron abajo la puerta de Adánico y le hicieron
imprimir primero, y luego comer el “Aviso”.
Un grupo de agentes de las Milicias Nacionales lo sacó a
empellones de su casa en el barrio de las Gracias. Afuera, lo
aguardaba la muchedumbre. Los intentos del Ejército Patrio
por preservar la integridad física del detenido fueron inútiles.
¿Cómo controlar al pueblo enardecido después de tantos años
de frustraciones, de tantos años de padecer a traidores como
Florete que dedicaban su talento a denigrar la Identidad, la Len-
gua, la Nación Catanya?
Bofetones, porrazos.
El escritor fue arrastrado a lo largo de la calle Torrente
hasta la Avenida de las Grandes Gracias; allí, a pocos pies del
monumento a Ruperto el Lampiño, Héroe de la Patria Espala
(ya por entonces decapitado), se improvisó la hoguera. Aton-
tado por los mamporros y las patadas, sangrante y amoratado, el
hereje Florete vio surgir a sus pies las primeras llamas. Allí reci-
bió los escupitajos y las injurias. Allí su carne quemada
10
Un fragmento del “Aviso” fue encontrado años después en los archivos de la
Policía Secreta Patria: “Mis peores sospechas se han hecho realidad, una turba de
fanáticos muñidores ha tomado el poder y nos conduce a la barbarie...
Lamentaremos haber contemplado su ascenso sumidos en una criminal
complacencia...” Resultó profético. (Nota del Editor).

25
comenzó a apestar y hasta los espontáneos verdugos se vieron
obligados a taparse la nariz.
–¡Cómo apesta la traición!
Voceó la multitud.
La frase se hizo popular y fue recogida por toda la prensa
catanya.
Dos días más tarde fue publicado un manifiesto de la
Asociación de Intelectuales Independentistas Catanyos titulado
“No hay nada más apestoso que la traición a la Patria”.
Los intelectuales, aclaraban, no eran partidarios de la vio-
lencia, pero entendían el justo furor del pueblo.
Con el paso de los días el manifiesto fue refrendado por
miles de firmas.

26
FLORES, FRUTAS, PESCADO

Toda Rebelión, en sus inicios, es acusada de excesos. La de


Catanya no fue una excepción. Se habló de militarización de la
sociedad, de creación de organismos dedicados a la vigilancia y
la represión, de control de los medios de comunicación. De
confiscación de propiedades, no solo espalas sino también per-
tenecientes a catanyos “traidores”. De adoctrinamiento obliga-
torio y colectivo. De juicios sumarios en nombre de la Patria y
la Dignidad del Pueblo11. De creación de instituciones de corte
totalitario: se citó a manera de ejemplo a los Comités de De-
fensa de la Identidad, la Policía Secreta Patria, la Comisión para
la Pureza Patria y diversas Comisiones Depuradoras. Circularon
rumores acerca de cárceles repletas y ejecuciones en masa. Pero
dado el aislamiento del nuevo gobierno estas acusaciones fue-
ron difíciles de comprobar12.
El mundo, en caso de que las acusaciones fueran ciertas, no
prestó mucha atención. Verdad que existían problemas mucho
mayores de los que ocuparse. La isla, a fin de cuentas, era tan
pequeña...

11
Siempre, como se sabe, los juicios sumarios se llevan a cabo en nombre de la Patria
y la Dignidad del Pueblo. (Nota del Editor).
12
Mientras duró el régimen; en la actualidad se han encontrado un número
considerable, teniendo en cuenta que no se trataba de un país muy poblado, de fosas
colectivas. (Ídem).

27
Otros países del área ya se habían hecho cargo de abastecer
de frutas, flores y pescado a las grandes naciones del continente.
Los turistas hallaron otros destinos...

28
EL DECÁLOGO DE TARAT

Poco después de asumir el poder el Líder Tarat dio a conocer la


nueva Constitución de Catanya. Lo que históricamente se co-
noce como el Decálogo de Tarat. El documento contaba, como se
sabe, de muchas más resoluciones (doscientos cincuenta en
total) pero reproducimos aquí las diez primeras por considerar
que son las que el lector necesita conocer.

Decálogo de Tarat

Resolución primera: Catanya es un país Independiente, libre y so-


berano. Catanya es la Tierra Madre Patria de los catanyos. Todo
catanyo tiene el derecho y el deber de ser un patriota catanyo
con todos los deberes y derechos que emanan de esta condi-
ción. Todo patriota catanyo venerará sus ESENCIAS.

Resolución Segunda: Catanyo es quien nazca en Catanya, de padres


catanyos que a su vez sean hijos de catanyos nacidos en Catanya
de padres catanyos. Este requisito se aplicará en el árbol genea-
lógico familiar hasta la décima generación. Quien no reúna estas
condiciones debe abandonar el territorio nacional en un plazo
de treinta días a partir de la entrada en vigor de esta resolución.

29
Resolución Tercera: La lengua de Catanya es el catanyo. Quien se
exprese en el territorio de Catanya en otra lengua que no sea el
catanyo será condenado a severas penas de cárcel, sus propie-
dades confiscadas y sus descendientes menores de edad, si los
tuviere, entregados al Ministerio de la Lengua Catanya para su
reeducación. La lengua es la columna vertebral de la Identidad
Patria y la defensa de esa lengua es obligación moral y legal de
todo habitante de Catanya. Quien participe en cualquier
esfuerzo organizado de promoción de otra lengua en territorio
catanyo podrá ser condenado a la pena capital.

Resolución Cuarta: No se permitirá acceso a Catanya a ningún


extranjero que no hable catanyo. Si lo habla, se le concederá la
Orden de Nuestra Lengua de Cuarta Categoría, pero tampoco
se permitirá su acceso al suelo patrio. El territorio de Catanya se
reserva en exclusiva a los catanyos.

Resolución Quinta: El animal símbolo de Catanya es el asno


catanyo. Especie autóctona que, como ha sido comprobado
fehacientemente, no se reproduce fuera de las fronteras de
Catanya y reviste características únicas y particulares y por tanto
no compartidas con ningún otro mamífero ungulado conocido.
Todo patriota catanyo está obligado a promover orgullosa-
mente la imagen de nuestro símbolo nacional a lo largo y ancho
del planeta.

30
Resolución Sexta: La capital de Catanya es Barnacla. La Bandera
de Catanya es la enseña de fondo rojo a rayas azul celeste con el
perfil de Sifrido el Piloso dentro de una estrella dorada. El rojo
honra el camino trazado por Sifrido el Piloso, la sangre derra-
mada en la búsqueda de la libertad, el azul el linaje milenario de
los padres fundadores de la Independencia y la estrella la unici-
dad Catanya.

Resolución Séptima: Todo catanyo está obligado a venerar la ban-


dera de Catanya y a lucirla (a escala reducida) en sus vestimentas
ya sean estas de ocio o trabajo. También está obligado a cantar
el Himno Nacional todas las mañanas. La infracción de estas
normas será castigada con severas penas de cárcel y en caso de
actos que puedan considerarse afrentas a la Enseña Nacional
será aplicable la pena capital.

Resolución Octava: El Baile Nacional de Catanya es la santoya. Un


catanyo debe ser un consumado bailarín de santoya. Todo
catanyo llevara siempre consigo su Libreta de Control de la
Santoya, nuestro Baile Nacional. Cada catanyo, en cualquier
lugar y hora en que tenga oportunidad debe bailar la santoya, lo
que será debidamente contabilizado por representantes de la
Comisión Santoyal. El tiempo dedicado a bailar la santoya será
uno de los baremos utilizados para medir la Pureza Identitaria y

31
la Entrega Patriótica de los habitantes de Catanya. Es decir,
para medir el Perfil Patrio-Identitario.

Resolución Novena: Se crearán comisiones para la defensa de la


Lengua catanya y el progreso de la santoya. Estas comisiones
tienen poder para crear Comités de Ciudadanos que se encarga-
rán de supervisar el cumplimiento de las resoluciones Tercera,
Quinta y Séptima y la obligación de denunciar a los infractores.

Resolución Décima: Catanya es un país habitado por el pueblo


catanyo y a ese pueblo se supeditan todos los derechos de los
habitantes del país en tanto individuos. El pueblo catanyo tiene
derecho a todas las libertades reconocidas que emanen natural-
mente de su condición de pueblo.

¡Viva Catanya, Nación Independiente!


¡Catanya Independiente o Muerte!
¡Lengua o Muerte!

32
¿UNA AVENTURA TRIBAL?

En la actualidad los historiadores, y mucha gente común, se


preguntan cómo fue posible que un pueblo como el catanyo,
con un bien ganado prestigio de tolerante, mesurado, gentil y
sensato13, apoyó un documento como el reseñado anterior-
mente14.
¿Cómo fue posible que un pueblo considerado hasta ese
momento civilizado y de naturaleza dialogante y bondadosa, un
pueblo que prefería (o al menos esa era la impresión genera-
lizada) una buena comida en familia o una tarde de pesca a un
discurso, se embarcara en lo que algunos, entre los que no me
encuentro15, definen como “una aventura tribal que no podía
menos que acarrear consecuencias extremas”?
La respuesta podría estar en el excepcional talento del
Líder Tarat Rubéola para conseguir que el pueblo catanyo
compartiera sus aspiraciones Independentistas16.
Si bien no hay que descartar, y ya sé que esta tesis resulta
impopular en ciertos círculos, que el apoyo inquebrantable del
pueblo a Tarat radicara en que, a pesar de sus errores, el Inde-

13
Es posible que estas virtudes hayan sido sobrevaloradas. (Nota del Editor).
14
¿Apoyó? ¿Como es posible hablar de apoyo popular en semejante ambiente
represivo? (Ídem).
15
Reconozco que hubo errores, pero de eso a “aventura tribal”... (Nota del autor).
16
Yo diría que se trataba de un talento excepcional para conseguir que el pueblo
hiciera suyos los delirios del Líder. Es decir, su inmenso talento para transformar
delirios personales en delirios colectivos. (Nota del Editor).

33
pendentismo Identitario que propugnaba tenía sus cosas
positivas.
O tal vez, simplemente, como ha señalado alguien: “Tarat
conectaba con la naturaleza humana”.

34
UN DIFERENDO ATROZ Y OBSTINADO

Los tiempos que siguieron a la Independencia fueron turbu-


lentos. Interna y externamente.
El enemigo espalo no se dio así como así por derrotado.
Primero, trató de recuperar su ex territorio autonómico
mediante la fuerza. Transcurrió un lapso en que los espalos se
dedicaron a reorganizarse, estudiar las causas del revés y diseñar
una estrategia, finalizado este, organizaron un ataque a escala
masiva, por aire mar y tierra.
Fue rechazado.
El coste de la victoria fue alto para los catanyos, pero
estaban defendiendo la Integridad de la Nación, peleaban por la
Madre Tierra y eso los convertía en guerreros excepcionales.
Circulaban anécdotas cargadas de emoción, como suele suceder
en las guerras humanas, acerca del valor sin par del soldado
catanyo. Las madres despedían con una sonrisa a sus hijos que
marchaban al frente.
Los intelectuales, artistas y poetas catanyos hicieron un
excelente trabajo teorizando a propósito de la razón que asistía
la justa lucha del pueblo, pintando murales alegóricos en los que
Sifrido el Piloso vistiendo una fulgurante armadura conducía al
pueblo a la victoria, y redactando poemas épicos que luego
cantautores catanyos musicalizaban para que sirvieran de estí-
mulo a los combatientes en las trincheras.

35
Por aquellos días, un extraordinario discurso del Líder
Tarat, titulado “Guerra de rapiña espala”17, ayudó a elevar la
moral de sus compatriotas y a desmoralizar a los invasores.
Durante meses, los ejércitos de Espala hostigaron a los
defensores catanyos. Después se sucedieron incursiones de
diferente magnitud y más tarde frecuentes escaramuzas, sobre
todo nocturnas. No se abandonaba la opción de la guerra
abierta, resultaba evidente, pero la intensidad de la confronta-
ción descendía a ojos vistas. Al menos en el terreno militar.
Muchos jóvenes y valientes catanyos dieron sus vidas por
mantener inalterables las fronteras de la Madre Patria. Perecie-
ron también muchos jóvenes y valientes espalos.
Al ver que no tenía éxito utilizando la violencia, Espala
intentó aislar a Catanya del resto del mundo. Simultáneamente,
puso en vigor estrictas medidas étnicas y culturales: se confisca-
ron los bienes y se expulsó de territorio espalo a todo nacido
catanyo o a sus descendientes. La lengua catanya fue prohibida
bajo rigurosas penas de cárcel y se promulgó un edicto contra la
santoya que imponía castigos que incluían la pena capital a todo
aquel que bailara santoya en privado o en público. Los libros
traducidos al catanyo o de autores catanyos traducidos al espalo
fueron quemados en las plazas públicas, en medio del jolgorio
popular. Reputados traductores del espalo al catanyo y otros

17
Este discurso fue respondido de inmediato por el Líder de Espala con otro
histórico discurso titulado “Espala refulge aguerrida y patriótica ante la amenaza de
los peludos enanos catanyos”. (Nota del Editor).

36
eruditos interesados en dicho idioma se vieron obligados a
abandonar el país.
¿Dialectos para qué? se tituló un discurso en el que Tostat
Décimo abordó el tema.
Los escolares espalos cantaban al iniciarse las clases:
“Enanos catanyos, escorias humanas,
Espala les dará por culo al despuntar la mañana.”
Fue un diferendo feroz y obstinado.
Pero a pesar de esto, con el paso de los años, sobre todo
después de celebrada la “Conferencia para la Paz Mediterrá-
nea”, las fronteras del país se fueron calmando y se alcanzó
cierta estabilidad. Durante dicha conferencia, por primera vez
desde que estallara el conflicto, un representante del gobierno
espalo y uno del gobierno catanyo se estrecharon la mano; aun-
que eso sí, se dirigieron uno al otro usando sus lenguas respec-
tivas, a pesar de que ambos hablaban fluidamente tanto el
idioma espalo como el catanyo18.
A partir de ese momento, las tensiones y escaramuzas
diplomáticas y militares entre catanyos y espalos casi desapare-
cieron y todo parecía indicar que Espala se resignaba a la
pérdida definitiva de su antiguo territorio y que la armonía
retornaría a la pequeña isla. Aunque las medidas étnicas y cultu-
rales impuestas por el gobierno espalo continuaron vigentes y

18
La estupidez es el único idioma verdaderamente universal. (Nota del Editor).

37
proseguía el diferendo acerca de a quién pertenecía el asno
como Símbolo Nacional.
Por otro lado, los escolares seguían cantando la misma
canción todas las mañanas19.
La comunidad internacional, por su parte, venció ciertas
reticencias alimentadas por antiguas alianzas con Espala y
aceptó la presencia de Catanya Independiente en el concierto de
naciones soberanas.
Ya se consideraba sólo una cuestión de tiempo la entrada
de Catanya en la Unión Mediterránea y en la ONU.
Podría afirmarse que la Independencia Catanya era una
realidad cada vez más consolidada.

Entonces tuvo lugar La Aparición.

19
La canción continuaba: “ Enanos peludos, tarados confesos / el día menos pensado
aplastaremos vuestros sesos / Tarat, tarado, cabeza de pescado / Tarat, picha corta, hay que
matarte a tortas / Enanos catanyos, porquería humana / ¿qué son sino putas vuestras hermanas?
/ Enanos peludos, inmundicia humana / ¡vuestra madre es una pilosa marrana! (Ídem).

38
POEMA

¡Oh cielo Catanyo no hay nada tan hermoso!


¡Cuando asciendo a las cumbres
de mi sagrada Tierra
estar cerca de ti ilumina mi alma
y hace que piense en gloriosos destinos! 20

20
Poema encontrado en los llamados Papeles de Tarat, que se conservan en los
archivos de la Universidad Gadjah Mada en la ciudad de Yogyakarta, Indonesia, al
que algunos han atribuido cierto carácter premonitorio dado que está fechado meses
antes de que tuviera lugar La Aparición. Traducción del catanyo, Orion Boñigas y
Ruperto Ventoso.

39
LA APARICIÓN

Aparición, la denominaron muchos fieles que pensaban en el


Líder Tarat en términos francamente religiosos. Alucinación,
prefieren llamarla ciertos investigadores. Prueba incontroverti-
ble de que Tarat padecía trastornos merecedores de atención
psiquiátrica, afirmaron sus detractores21.
Los servicios de desinformación espalos promovieron la
tesis de que la amistad de Tarat Rubéola con el famoso futbo-
lista y payaso mediático Diego Tarado Marandona, que también
era un experto en consumo de estupefacientes, tuvo mucho que
ver en el asunto. Pero este burdo intento de involucrar al Líder
catanyo en una trama relacionada con las drogas es un infundio
al que nadie ha prestado la menor atención22.
Otros opinadores, más benignos, interesados en la verdad y
no en la política, están seguros de que el máximo dirigente de
Catanya Independiente vivió una experiencia mística propiciada
por el estrés y el exceso de trabajo. No falta quien se decante
por la tesis del episodio onírico.
A pesar de los años dedicados al estudio de este extraño
acontecimiento, no se ha llegado a una opinión concertada.
21
Los medios de comunicación espalos llamaban a Tarat, de manera habitual:
demente, subnormal, lunático, etc. Y ya que hablamos de ellos, debo consignar que
estos medios carecían del menor rasgo de independencia. Bastaba leer la primera
página de cualquier diario para saber de parte de que partido político estaba. En
general, resultaban bastante serviles. Supongo que pensaban que eso era periodismo.
(Nota del Editor).
22
Salvo quien podrán imaginar. (Ídem).

40
Han llegado a nuestros oídos diferentes versiones de lo
acontecido, pero esta que ofrecemos a continuación nos parece
la más confiable pues ha sido redactada teniendo en cuenta los
Diarios23 del propio Rubéola; si bien hay que reconocer que la
autenticidad de estos diarios ha sido puesta en duda por nume-
rosos expertos y en la actualidad se encuentra bastante desacre-
ditada.
Según la versión a la que nos atenemos, Tarat se hallaba en
la cumbre del Monte Independencia, antes Monte Seni (otros lo
sitúan en la sede del Partido Independentista, o en el Palacio de
Gobierno; por otro lado, hay quien asegura que todo ocurrió en
el dormitorio de su mansión campestre, mientras se enfundaba
en un pijama-bandera y se disponía a dormir; pero el lugar a fin
de cuentas no es tan importante24).
El Líder solía practicar alpinismo en sus escasas horas
libres. Vencer aquellos farallones perpendiculares fortalecía su
espíritu, más que sus músculos. Apretado contra la superficie de
la montaña, aferrado a una grieta que se perdía en las entrañas
húmedas de su Tierra experimentaba una Comunión Patria des-
conocida, un Vértigo Identitario sublime que tenía sobre él
efectos rejuvenecedores.
23
Los manuscritos de los Diarios de Tarat Rubéola pueden ser consultados en la
Universidad de Ouagadougou, República de Burkina Faso. Para los que no lean
catanyo existe una traducción al espalo de Bernarto Atxcaga. (Nota del Editor).
24
Un conocido columnista espalo, famoso por sus bufandas y su amor a los
ministros del partido que estuviera en el poder, aseguró que la Aparición tuvo lugar
en un refugio subterráneo a prueba de ataques nucleares que Tarat se había hecho
construir. ¡Sabrá Dios de dónde lo habrá sacado! (Ídem)

41
Como es lógico, el amor del Líder por este deporte de
riesgo despertó un gran interés entre los jóvenes del país.
¡A la cumbre, a la cumbre! era la consigna de las Juventudes
Independentistas Catanyas 25 .
El caso es que frente a él, apareció un Ser Deslumbrante.
El Ser, según Tarat declaró con posterioridad, era la viva
estampa de Sifrido el Piloso; portaba una espada de luz y vestía
una túnica compuesta por millares de Sifridos miniaturizados y
volumétricos que cual diminutos insectos agitaban frenética-
mente manos, piernas y estandartes, en los que a su vez aso-
maba, nítido a pesar de su minúsculo tamaño, el rostro del
propio Sifrido el Piloso. Los pequeños Sifridos, enfundados en
relucientes armaduras, gritaban algo imposible de entender. Sus
caras expresaban alarma y pesadumbre.
Tarat no tuvo dudas acerca de quién era el personaje al que
se enfrentaba. Ante él, se hallaba Sifrido el Piloso, Dios de la
Independencia Catanya. ¿Quién otro podía ser con aquella
desbocada pilosidad, semejante espada y semejante túnica?
El Líder sonrió, tembloroso, emocionado, a la espera de
alguna frase de reconocimiento por su labor.
Reconocimiento muy merecido, hay que decirlo todo:
tengamos en cuenta que el hombre acababa de liberar a su pue-
blo del vasallaje espalo.

25
Ya nadie lo recuerda, pero el himno de las Juventudes Independentistas Catanyas
proclamaba: ¡A la cumbre, a la cumbre sigamos al Gran Líder! ¡A la cumbre, a la cumbre por
nuestra Identidad! (Ídem).

42
Pero la frase no llegó.
Silencio.
Silencio absoluto.
El aire en la cima de la montaña era ancho, pulido como
cristal.

No sé si ustedes, apreciados lectores, han vivido uno de esos


momentos trascendentales que cambian la vida de cualquier ser
humano para siempre. ¿No? Yo tampoco, pero puedo asegu-
rarles que allí, en la cima de la montaña, el Líder estaba viviendo
uno de esos momentos.
Tarat y el Ser se miraron fijamente a través del resplandor
que despedía la espada. En los ojos de la aparición había una
llamada, una ausencia, un algo desasosegador. Un reproche.
¿Un reproche?
El cielo detrás de la esbelta figura del Dios ostentaba una
dolorosa pureza, una limpieza inalcanzable.

Entonces llegó la pregunta.


–¿Eres verdaderamente Independiente? – exclamó el Ser
Deslumbrante, o sea, Sifrido el Piloso.
Y en su voz había un regusto de recriminación, un velo de
amargura.

43
Eso fue todo lo que dijo la Aparición, pero sus palabras tuvie-
ron enormes consecuencias en la vida del Líder de la Indepen-
dencia Catanya, y en el destino de su pueblo.

44
¿ERES VERDADERAMENTE
INDEPENDIENTE?

Cualquier otro Líder hubiera desestimado la aparición, alucina-


ción, invención onírica o lo que fuera26 No un Líder como
Tarat. Tarat era un Independentista de nacimiento. Cada molé-
cula de su cuerpo necesitaba la Independencia como las plantas
la luz del sol. Tarat concebía la vida como una batalla intermi-
nable por la Independencia. La suya y la de su pueblo.
Si La Aparición hubiera tenido que ver con otro tema, la
habría descalificado sin mayores dificultades. Pero concernía al
tema motor de la vida de Tarat. Estaba relacionada con la Inde-
pendencia y la Identidad de su pueblo.
Temas sacros.
¿Eres verdaderamente Independiente?
Antes de La Aparición, el rostro piloso del Dios Sifrido
asomaba con frecuencia en los sueños del Líder. Contemplaba a
Tarat con el ceño fruncido, con expresión compungida. Su
mirada era tan poderosa que el Líder despertaba bañado en
sudor, respirando con dificultad.
El Dios nunca había dicho una sola palabra.
Pero ahora...
¿Eres verdaderamente Independiente?

26
Hay que admitir que la célebre pregunta parecía bastante fuera de lugar, por no
decir absurda. (Nota del autor).

45
¡Qué pregunta!
Le quemaba la consciencia, le estrujaba el corazón.
Creía merecer el aplauso de la Divinidad. ¡Pero Dios
Sifrido lo reprobaba! ¿Por qué?
Se sumió en profundas meditaciones. Meditaciones que,
gracias a su fabulosa capacidad de concentración que le permitía
pensar en varios temas al mismo tiempo, no constituyó un
obstáculo a su consagración absoluta a la aplicación de su Decá-
logo, al incremento de la Identidad de la Patria Catanya y al for-
talecimiento del Perfil Patrio-Identitario de la población.
¿Era él, Tarat, el conquistador de la Independencia
Catanya, realmente Independiente?
Parecía una pregunta carente de sentido, tonta, sobre todo
teniendo en cuenta la historia reciente; pero si algo sabía Tarat
Rubéola es que los Dioses de la Independencia no hacen pre-
guntas tontas. Para no mencionar que plantearse semejante cosa
constituía una blasfemia.
¿Era él, Tarat, el conquistador de la Independencia catanya
realmente Independiente?
Todo a su alrededor respondía afirmativamente, pero el
Líder sabía como nadie lo engañosa que puede ser la realidad en
temas de Independencia.
La Divinidad cuestionaba el nivel de Independencia
alcanzado por Tarat, y en consecuencia, el nivel de Indepen-
dencia alcanzado por el pueblo catanyo.

46
Hacia allí apuntaba la inquietante interpelación del Dios.
Volvía a ver los miles de rostros de los pequeños Sifridos
de la túnica del Ser Deslumbrante, recriminadores y frenéticos,
y su alma se llenaba de atormentadoras dudas.
¿Qué pretendían decirle?

Transcurrieron meses de introspección.


Y de tormentos ontológicos.
Hasta que un buen día, el Independentista que habitaba en
Tarat Rubéola creyó descifrar el sentido de la pregunta for-
mulada por el Ser Deslumbrante.

Sucedió una soleada y fresca tarde de otoño. Una de esas tardes


en que el cielo parece un melocotón y Venus se hace visible
sobre el horizonte antes que el sol se ponga. Estaba en su apo-
geo la campaña de recogida de los mejores champiñones del
mundo, que crecían, según los catanyos, a la húmeda sombra de
los bosques patrios27. Como todos los años, el Líder encabezaba
las huestes de escolares, miembros de la Asociación de Infantes
Independentistas, que se volcaba en la vernácula actividad.
Marchaba Tarat por los idílicos paisajes de su amada
Catanya, rodeado de niños, cuando en su cerebro se hizo, de

27
Según los espalos, crecían a la húmeda sombra de los sus bosques patrios.

47
súbito, la luz. Nada la anunció. El conocimiento vino a lomos
de un corcel de fuego, de un fogonazo que atravesó su cerebro
por sorpresa, y le hizo ver con deslumbradora claridad lo que
antes se hallaba en las sombras.
Se detuvo. Paralizado por la certeza.
¿Era su voz o la voz de Dios Sifrido la que retumbaba en el
interior de su cabeza?
¡LOS HABITANTES DE CATANYA NO HAN
ALCANZADO LA INDEPENDENCIA SUPREMA!
¡Eso proclamaba la voz en su cerebro!
¡Existían niveles de Independencia!
¿En cual estaban ellos?
LA INDEPENDENCIA SUPREMA.
¡La liberación del Gobierno Central Espalo, aunque cons-
tituía un gran paso, estaba lejos de acarrearles el grado de Inde-
pendencia que el pueblo catanyo merecía! ¡De eso se trataba!
¡Ese era el mensaje de Dios Sifrido!
¡El Dios lo instaba a sacudirse la modorra del éxito y echar
a andar en busca de mayores dimensiones Independentistas!
¡Oh Dios Nuestro muéstranos el camino!

El descubrimiento lo conmocionó de tal manera que tuvo que


buscar asiento en una piedra. Sus ojos se humedecieron. Los
infantes, adivinando que el Líder necesitaba estar a solas, se

48
desperdigaron entre los árboles. Un pájaro cantó cerca; su trino,
exquisito, se disolvió entre las ramas. Una esbelta brisa agitó la
hierba. El Himno Nacional, entonado por los escolares, llegó
amortiguado por la distancia.
Sosteniendo entre las piernas la canasta rebosante de deli-
cados champiñones senyeros, con los ojos iluminados como el
día en que desató la furia de su pueblo contra los enemigos
espalos, Tarat vislumbró el honroso cometido que lo aguardaba.
Las manos le temblaban.
¡Cuánta Independencia todavía por conquistar tras la
obtención de la Independencia de Catanya! ¡Qué ciego estuvo!
¡Cómo se abandonó a la autocomplacencia y al triunfalismo!
Cayó de rodillas, juntó las manos sobre el pecho, dio las
gracias al Ser Deslumbrante por elegirlo como interlocutor.
Resultaba una gran carga, sin duda, ¿pero quién podía asumirla
sino él? La Independencia de la Patria y su destino como ser
humano eran una misma cosa, siempre lo sintió así, y ahora la
aparición de Dios Sifrido venía a confirmarlo.
Con estos pensamientos llegó una corriente vivificadora,
portadora de nuevas fuerzas.
Mientras el sol se hundía, provocando un incendio delica-
dísimo en el horizonte, el Líder se fue calmando.
Permaneció de rodillas largo rato.
Hasta que el cielo estuvo cubierto de estrellas.

49
Una vez identificada la tarea que tenía por delante, Tarat
decidió lanzarse a ella con vehemencia y pasión, poniendo en
juego todo su prestigio, su inconmensurable poder de
persuasión.
La nueva cruzada Independentista tendría como objetivo la
Independencia de las ciudades. De ahora en lo adelante serían
consideradas países y naciones por derecho propio. ¡El pueblo
catanyo no se conformaría con niveles de Independencia tan
miserables que estaban al alcance hasta de los despreciables
espalos! ¡El pueblo catanyo enseñaría al mundo lo que era ser
realmente independiente!
¿El pueblo catanyo?
La frase dejaba un extraño sabor en sus labios.
La Independencia de las ciudades significaría un avance
incuestionable, eso estaba claro... pero... ¿seguía siendo apro-
piado hablar del pueblo catanyo? ¿No era él sobre todo hijo de
Barnacla, antes que catanyo? ¿Y no era la cuchufleta el baile de
Barnacla? Cuando niño... ¿cuándo bailó santoya? Aquella certi-
dumbre lo sacudió. Se respondió a gritos, presa de una gran
agitación:
¡Jamás, siendo un crío, bailé la santoya... siempre bailé la cuchufleta..!
¡Siempre cuchufleta!
¡Nunca santoya!

50
Poniéndose en pie de un salto, comprobó que sus extre-
midades ¡todo su cuerpo, su mismísima alma! marcaban con
naturalidad extrema los espléndidos, entrañables pasos y giros
de la cuchufleta.
¡Amada cuchufleta, cuchufleta de mis amores! ¿cómo he podido trai-
cionarte así?
Lanzó la pregunta con voz trémula y hasta los árboles del
bosque, ya oscurecido, parecieron participar de su desasosiego.
Pensándolo bien, ¿qué tenía que ver la santoya con su
amada Barnacla?
¡Más luz!
Podía verlo con extrema claridad... ¡como si el Ser Des-
lumbrante acercara a su agitado cerebro la radiante espada!
Pero el descubrimiento más sorprendente estaba por llegar:
se desplegó ante sus ojos como una visión animada y tridi-
mensional.
¡El concepto de Catanya era una imposición de los espalos,
era producto de una conspiración espala!
¡Canallas!
¡Sí, sí!
¡Más luz!
Podía ver crecer la triunfante sonrisa de Dios Sifrido a
medida que la verdad se habría paso en el interior de la cabeza
de su fiel servidor.

51
¿Catanya?... ¿qué estaba diciendo? ¡Ni Catanya ni el pueblo
catanyo existían!
¡Sí, sí!
¡Más luz!
¡Era barnaclo, su verdadero país era Barnacla!
¿Y no resultaba esto, como es natural, válido no solo para
los barnaclos sino también para los tarracos los lirondos y los
rubicos, es decir para los habitantes de las otras ciudades ca-
tanyas?
¡Cuanta sutileza la del enemigo espalo! No quedaba otro
remedio que reconocerlo. ¡Cuánta ruindad, cuánto odio, cuanta
envidia al servicio de los peores intereses! ¡Qué gran éxito
habían obtenido sembrando la confusión, vendiendo una falsa
identidad a las cuatro ciudades!
¡Mas no se saldrían con la suya!
Gracias al deslumbrante Dios Piloso la Patria estaba nue-
vamente en el camino de la Verdadera y Suprema Independen-
cia.

Días después, Tarat convocó al pueblo.


¡Nuestro Destino Independentista nos reclama!
Fueron sus primeras palabras. Una descomunal muche-
dumbre se apiñaba en la Plaza de la Independencia. El resto del
país, reunido frente a los aparatos de televisión y a las grandes

52
pantallas acondicionadas para la ocasión, seguía con inusitada
atención el histórico discurso. Resultaba evidente, a juzgar por
el tono de la convocatoria, que la Nación se hallaba ante una
encrucijada trascendental.
El Líder se dirigió a su pueblo con seguridad aplastante,
con la certidumbre del iluminado. ..
¡Somos un pueblo de ancestral abolengo, una raza de linaje orgulloso,
de estirpe milenaria, no somos de los que dejamos las cosas a medias!
¡Abran sus corazones! ¡Miren en sus almas como he mirado en la mía y
díganme que ven! ¿Un catanyo o un barnaclo? ¿Un catanyo o un lirondo?
¿Un catanyo o un rubico? ¿Un catanyo o un tarraco? De la respuesta que
den a esta pregunta depende nuestro Destino. ..
Un espeso silencio cubrió el país de un extremo al otro, del
mar a las custodiadas fronteras, de las fértiles praderas al Monte
Independencia; duró poco, la clarividencia del Líder los bañó
como una luz esclarecedora.
Volvió a resonar la voz de Tarat.
¡Hermanos en la Independencia!..
Al principio surgieron murmullos como de un lejano
oleaje, pero a medida que los argumentos de Tarat penetraban
en sus conciencias Independentistas todos se lanzaron a refren-
dar y luego a vitorear sus afirmaciones. Pronto, un torrente
enfervorizado ascendió a las gargantas. ¿Qué es catanyo? ¡No
somos catanyos! ¡Catanya es un invento de los espalos! ¡Somos

53
hijos de nuestra ciudad-país-nación! ¡La ciudad-país-nación es
nuestra Patria!
¡Somos barnaclos, somos rubicos, somos lirondos, somos
tarracos!
...nuestro derecho a vivir en barnaclo...
...nuestro derecho a vivir en rubico...
...nuestro derecho a vivir en tarraco...
...nuestro derecho a vivir en lirondo...

¡Tarat, Tarat!
¡Tarat, Tarat!

Voceó la muchedumbre agradecida. Poseída de un des-


comunal fervor Identitario.
Tanto había calado la verdad promulgada por el Líder que,
sin que este los orientara, los ocupantes de la Plaza de la
Independencia se fueron agrupando por su correspondiente
ciudad-país-nación y enarbolaron sus Banderas Nacionales (que
hasta ese momento eran regionales). Si alguna ciudad-país-
nación carecía de Bandera, inmediatamente un artista se encar-
gaba de diseñarla a toda velocidad, con el alma henchida de
patriótico ardor.
Lo mismo sucedía con los Himnos, si alguna ciudad-país-
nación no lo tenía al instante era compuesto por músicos entre-

54
gados y entusiastas. En cuanto a los bailes, todos reconquista-
ban sus amados bailes regionales ahora nacionales.
Nadie bailaba la santoya.
¿Cómo no se habían percatado antes de que la santoya era
una imposición espala?
Un baile espantoso... bien mirado. Si algún traidor se
hubiera atrevido a bailar la santoya...
¡Bailaban la cuchufleta, la turula, la ronlida y la urticosa!
¡Viva Barnacla ciudad-país-nación independiente!
¡Viva Tarraca ciudad-país-región independiente!
¡Viva Lironda ciudad-país-nacion independiente!
¡Viva Rubica ciudad-país-nación Independiente!
El gentío clamaba feliz por sus verdaderas Identidades
ahora descubiertas. Por el avance hacia las ESENCIAS alcan-
zado. Por sus nuevas Patrias reconquistadas gracias al genio del
Líder.
¡Tarat, Tarat!
¡Tarat, Tarat!
No se cansaban de ovacionar a quien les mostraba, nue-
vamente, el camino de la Verdadera Independencia.

55
CIUDAD-PAÍS-NACIÓN

De inmediato comenzaron a trazarse las nuevas fronteras. Fue


un trabajo largo y meticuloso que llegó a buen término, a pesar
de algunas diferencias surgidas a la hora de delimitar los territo-
rios que rodeaban a las cuatro capitales, gracias a la sabiduría del
Líder Tarat.
Cada ciudad-país-nación construyó e inauguró a toda
velocidad una Plaza de la Independencia, donde pudieran
ondear orgullosas y soberanas las Banderas, y donde reunirse a
escuchar las orientaciones del Líder.
Bajo el cielo de Barnacla, Lironda, Rubica y Tarraca solo caben las
Banderas de Barnacla, Lironda, Rubica y Tarraca. Palabras del Líder
Tarat.
Los nuevos Bailes Nacionales sonaban con renovado vigor.
No fue una tarea fácil que la cuchufleta, la turula, la ronlida y la
urticosa alcanzaran los niveles de adoración popular y de
identificación Identitaria del que ya disfrutaba la ahora
prohibida santoya. Víctimas inocentes de la conspiración espala,
los más jóvenes apenas conocían los nuevos Bailes Nacionales;
cosa que se enmendó en poco tiempo gracias a innumerables
maestros voluntarios y a la creación de Comités para el Desa-
rrollo de la Cuchufleta, la Turula, la Ronlida y la Urticosa.

56
El entusiasmo patriótico con que acometieron la tarea hizo
posible el rápido incremento de la destreza de miles de
imberbes bailarines.
En decisión alcanzada mediante un innecesario (pues su
magisterio era aceptado y reclamado por todos) referéndum
libre y democrático28,Tarat Rubéola fue reconocido como Líder
Espiritual Independentista de las cuatro ciudades-países-
naciones.
Tarat el Apóstol, se titulaba la canción más popular del
momento, interpretada en los cuatro idiomas.
Cada capital tenía su propio Líder Independentista local29.
La mayoría de ellos, lugartenientes de Tarat, provenientes de las
fuerzas del Partido Independentista de Catanya, que fue
disuelto, pero la autoridad de Rubéola como Líder Supremo
resultaba incuestionable.
Fueron creados los Partidos Independentistas de Barnacla,
Tarraca, Rubica y Lironda, que trabajaban en estrecha cola-
boración por el aumento de la Independencia y el mejoramiento
del Perfil Patrio-Identitario.
En cada ciudad-país-nación surgieron pequeños dioses,
Santa Tarraca, por poner un ejemplo, que llegó a alcanzar gran

28
¿Libre y democrático? ¡Es increíble que escriba eso y no se le caiga la cara de
vergüenza! (Nota del Editor).
29
Alguno que otro de estos líderes se tomó demasiado en serio el cargo, pero la
Policía Secreta Patria se encargó rápida y discretamente de bajarle los humos. El jefe
de la PSP, dicho sea de paso, era Juan Puifcerdón, un tipo siniestro que no se andaba
con chiquitas a la hora de exterminar a los enemigos de la Patria. (Nota del Editor).

57
popularidad; pero la devoción por Sifrido el Piloso, continuó
siendo universal y su imagen se reverenciaba en los lugares de
culto de las cuatro ciudades-países-naciones por igual. En Bar-
nacla se construyó un gigantesco templo dedicado exclusiva-
mente al culto de Dios Piloso, como se le llamaba
popularmente. En Tarraca, un obelisco dedicado al Dios alcan-
zaba una altura de trescientos cincuenta metros y era visible
desde veinte millas mar adentro. En Lironda el rostro de Sifrido
el Piloso fue tallado en la falda de un peñasco que se convirtió
en objeto de interminables peregrinaciones. En Rubica se
levantó una gigantesca escultura lumínica de Dios Sifrido en el
techo del edificio más alto de la ciudad.
Fue duro reconocer que hasta el mismo Partido Indepen-
dentista fue víctima de la oscura trama espala para imponerles
una falsa identidad catanya, pero gracias al ejemplo del Líder
Máximo Espiritual y a su inspirada oratoria, aquel trauma fue
rápidamente superado.
Lo que importa es estar otra vez en el camino de la Verdadera
Independencia. De la Independencia Suprema. El período de oscuridad ha
terminado y los esfuerzos deben dedicarse al fortalecimiento de las Identida-
des Nacionales. A la búsqueda de las ESENCIAS. Palabras del
Líder Tarat.
La palabra Catanya fue prohibida y la sofisticada conjura
espala acerca de los catanyos extirpada de los libros de Historia,
en los que fue apropiadamente sustituida por la auténtica Histo-

58
ria de los barnaclos, los lirondos, los tarracos y los rubicos. Que
era, se supo ahora, mucho más rica y heroica que todo aquel
infundio espalo a propósito de los catanyos.
Profundos y exhaustivos estudios demostraron que nume-
rosos textos hasta el momento considerados serias investigacio-
nes (en algunos casos, opúsculos por mucho tiempo aceptados
como verdaderos clásicos) acerca de la “identidad catanya”, no
eran más que libelos escritos por traidores al servicio de los
espalos u obra de escritores espalos que se hacían pasar por
catanyos con el fin de promover una ideología supuestamente
catanya pero en el fondo espala y nada más que espala.
El nombre de Adánico Florete aparecía en varios de los
estudios mencionados, por lo que quedaron pocas dudas acerca
de que el escritor y periodista fallecido30 en los días inaugurales
de la Rebelión, trabajaba al servicio de Espala como agente
encargado de misiones de espionaje cultural y otros cometidos
asociados al diversionismo ideológico31.
Ya que estamos en el tema, es pertinente señalar que los
intelectuales, escritores, artistas, músicos y poetas barnaclos,
lirondos, tarracos y rubicos, se dedicaron en cuerpo y alma a la
recuperación del tesoro cultural por tanto tiempo escamoteado
a los cuatro pueblos.

30
¡¡¡Cómo es posible que no escriba asesinado!!! (Nota del Editor).
31
Lo cierto es que no hay existe una sola prueba que respalde esa tesis. Para muchos,
entre los que me cuento, Adánico fue una víctima inocente del fanatismo nacional
independentista, un mártir de la Libertad de Expresión. (Ídem).

59
De más está decir que alcanzaron clamorosos éxitos.

Cuando concluyó el trazado de las líneas fronterizas, se inició la


construcción de las vallas divisorias.

60
EL DECÁLOGO

(segunda parte)

El Decálogo de Tarat continuó siendo la Ley Suprema. Como


es lógico, fue reescrito y adaptado a los nuevos tiempos. Lo que
antes determinaba los derechos y deberes de los catanyos res-
pecto a la Lengua, la Identidad, la Patria, el Baile Nacional, et-
cétera, ahora determinaba los derechos y deberes de los
barnaclos, los tarracos, los lirondos y los rubicos. Unidos bajo el
liderazgo del Líder Espiritual Independentista Tarat.
La Resolución Primera, por ejemplo, rezaba ahora así:
Barnacla, Tarraca, Lironda y Rubica son ciudades-países-
naciones independientes, libres y soberanas. Barnacla, Tarraca,
Lironda y Rubica son las Madres Patrias de los barnaclos, tarra-
cos, lirondos y rubicos. Todo barnaclo, tarraco, lirondo y rubico
tiene el derecho y el deber de ser un patriota barnaclo, tarraco,
lirondo o rubico con todos los deberes y derechos que emanan
de esta condición. Todo barnaclo, tarraco, lirondo y rubico
venerará sus ESENCIAS. Tarat Rubéola es el Líder Supremo y
Apóstol de la Independencia de las cuatro ciudades-países-
naciones.

El asno fue ratificado como símbolo animal colectivo.

61
VALLAS Y FOSOS

La Bandera ondea iluminada por el brillante sol primaveral. La


mayoría de los habitantes de Barnacla se dedicaban a cavar las
fosas separatorias y a levantar las vallas fronterizas.
¿Qué tipo de Identidad sería la nuestra si no estuviera estrictamente
definida y delimitada por vallas y fosos delimitantes tras los cuales pudiera
permanecer convenientemente incontaminada y brillar con fulgor renovado e
identificador? Palabras del Líder Tarat.
Por todas partes se escuchaba el hasta hace poco tiempo
relegado idioma barnaclo .
¡Somos Nuestra Lengua! Palabras del Líder Tarat.
La cuchufleta inundaba la ciudad y en cada rincón los niños
se entregaban, profiriendo gozosos chillidos, a la práctica del
Baile Nacional. En las oficinas y en las escuelas, en los
mercados y en las plazas, en las calles y en los hogares, en los
templos y en el palacio de gobierno los barnaclos interrumpían
sus ocupaciones para bailar la cuchufleta, Libreta de Control en
mano. Sabían que la destreza al bailar la cuchufleta era uno de
los baremos por los que los agentes de la Comisión Danzal, que
trabajaban de incógnito, medían la pureza patriótica de los
ciudadanos y, al margen de que querían obtener altas califica-
ciones, también deseaban estar a la altura de su Líder Espiritual
Supremo que, según era de dominio público, se ocupaba de los

62
importantes asuntos de la Patria, la Nación, la Lengua y la
Tierra sin dejar de bailar ni un instante la cuchufleta.
De más está decir que el Líder Tarat era un bailarín sin par.
El cielo seguía tan resplandeciente como siempre pero las
nubes de polvo que cubrían la ciudad debido a los trabajos de
las nuevas fronteras dificultaban su visión. Los edificios
mostraban los estragos de la guerra, durante la cual sufrieron
crueles bombardeos, y de los combates callejeros. Estaban
llenos de agujeros, a muchos les faltaban importantes trozos, de
otros quedaban solo ruinas. Los cubría un salpullido moteado
mezcla de suciedad, hollín, polvo y la aceitosa contaminación
que producían las máquinas dedicadas a fabricar vallas y a exca-
var trincheras.
Ni la sempiterna brisa marina conseguía diluir la suciedad
ambiental.
Por motivos prácticos, se había adoptado una Vestimenta
Nacional, una especie de mono muy cómodo color Bandera
Nacional que la población llevaba con orgullo. Desaparecidas
las antiguas divergencias de imagen, ahora se disfrutaba de una
unanimidad patriótica que ejercía un efecto vivificante en la
moral de la población32.
En las otras ciudades-países-naciones se adoptaron medi-
das idénticas referentes a la vestimenta, tareas, horarios y, en
general, al resto de los asuntos privados y colectivos. Esta

32
Seguro... (Nota del Editor).

63
ejemplar comunión se consiguió sin grandes esfuerzos. La
influencia de Tarat sobre los líderes de las otras capitales y
sobre el pueblo en general era enorme, lo que facilitaba mucho
las cosas. El Líder Espiritual seguía dirigiéndose diariamente a
las poblaciones de las cuatro ciudades-países-naciones para
ponerlos al tanto de los progresos que el avance Independen-
tista acarreaba a todos los habitantes, sobre todo en los campos
Identitario y Patriótico. Que ahora eran, en orden de importan-
cia nacional, lo que antes fue el cultivo de flores y frutas o la
industria pesquera.
Reinaba un ambiente de júbilo. Según testimonian discur-
sos de la época.

64
LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

Los países de la Unión Mediterránea, y el resto del mundo,


observaron con sorpresa primero y luego con resignación los
cambios acaecidos en la zona independizada de la isla33.
Sin embargo, salvo contadas reacciones de partidos de
extrema derecha, se comprendieron los deseos de mayor Inde-
pendencia de los habitantes de lo que ellos denominaban ex
Catanya.
O al menos eso se dedujo de la falta pronunciamientos
oficiales al respecto.
“La soberanía nacional es inviolable, cada país tiene dere-
cho a elegir su camino sin interferencias foráneas”; argumentó
el alto Comisionado Mediterráneo para la Paz Mundial, durante
una comida que duró seis horas y en la que se abordó el tema.
La ONU no hizo comentarios oficiales. Suponemos que
estaba demasiado ocupada con el ataque nuclear a New York
llevado a cabo por el Movimiento Musulmán por la Indepen-
dencia Musulmana Mundial.

33
Esto no incluye al Gobierno de Espala, que hizo publica una declaración en la que
denunciaba el clamoroso e irresponsable “silencio internacional” ante lo que
calificaban de “locura colectiva impuesta por un peligroso orate megalómano a todo
un pueblo”. El documento, además, exhortaba a la ONU a tomar partido en lo
referente “al robo descarado de nuestro símbolo nacional, el asno espalo”. (Nota del
Editor).

65
EL PAÍS DE TARAT

Transcurridos algunos años, Barnacla, Tarraca, Lironda y


Rubica alcanzaron el reconocimiento y la estabilidad deseados.
El “país de Tarat” como lo llamaban en el extranjero desapare-
ció casi de los medios de prensa internacionales. Asuntos como
la Cuadragésima Hambruna Africana, la implantación de la
sharia en Suecia, el triunfo del Partido Nazi en el Parlamento
Mediterráneo34, el descubrimiento de que el Presidente del
Imperio del Norte era un androide construido y activado
mediante un mando a distancia por la industria armamentista, el
Quincuagésimo Exterminio Tutsi, la agonía de Willy, la última
ballena azul (que fue seguida durante semanas por todas las
cadenas de televisión mundiales35) y la polémica por la exigencia
(amenazaban con enviar a sus indetectables niños-bombas a
demoler el Louvre, el Prado, etc.) de la Liga por la Musulmani-
zación Mundial para que añadieran velos a todas las obras de
arte pictórico36 en museos infieles, acaparaban la atención
mundial.
Todo parecía indicar que Espala se había resignado defi-
nitivamente a la pérdida de sus antiguos territorios. Las cuatro
34
“Esta vez sí que los exterminaremos”, fue el eslogan de campaña. (Nota del
Editor).
35
La audiencia de este triste evento estableció cotas universales solo superadas por la
lobotomia en directo a Michael Jackson y el recibimiento en Washington del clon de
Fidel Castro, en su primer y triunfal viaje al extranjero después de asumir el poder.
(Nota del autor).
36
Lo mismo exigían para las esculturas. (Nota del Editor).

66
ciudades-países-naciones comerciaban con la mayoría de los
países del mundo, de los que recibían cuantiosas ayudas. Pero la
economía de la antigua Catanya, que nunca fue gran cosa, no
era ni la sombra de lo que fue. Hay que reconocerlo.
Salvo la brisa marina, que continuaba siendo fresca al
anochecer, todo lo demás había cambiado bastante.
El primer renglón de la exportación lo ocupaban ahora los
expertos en la cuchufleta, la turula, la ronlida y la urticosa, pero
desgraciadamente el interés del mundo por los cuatro
magníficos Bailes Nacionales no era el que estos merecían.
Ahora bien, todo en la vida no es el PIB, el IPC, el PNB, el
TAE, el RFBP y las tablas del SIE37. En lo trascendente, en los renglo-
nes fundamentales para la salud espiritual de un pueblo estamos a la
cabeza de la comunidad mundial: por ejemplo, los Niveles de Identidad
aumentan regularmente; y resulta imposible encontrar en todo el orbe nacio-
nes con los Niveles de Independencia y Patriotismo que disfrutan los barna-
clos, los lirondos, los tarracos y los rubicos 38.
Por otro lado, el liderazgo espiritual del Supremo Apóstol
los había liberado de necesidades superfluas. Ajenas a los
postulados Independentistas. Necesidades que, como se de-
mostrara exhaustivamente, eran parte de los planes de
37
Producto Interno Bruto, Indice de Precios al Consumidor, Producto Nacional
Bruto, Tasa Anual Equivalente, Renta Familiar Bruta Disponible y Tablas de Síntesis
de Indicadores Económicos. (Nota del Editor).
38
Véase al respecto el famoso discurso de Tarat Rubéola titulado “Que sería del
mundo sin nuestra Pasión Independentista, sin nuestro amor a la Tierra y a la
Identidad”, cuyo manuscrito se conserva en la Universidad de Burundi. (Traducción
del barnaclo al espalo, de la reputada poetisa Susa de la Vaca). (Ídem).

67
colonización y embrutecimiento concebidos por los espalos.
Ahora vivían espartanamente, cierto, pero nadie hubiera podido
afirmar sin faltar a la verdad que los pueblos barnaclos, lirondo,
tarraco y rubico no eran pueblos felices. Más felices de lo que
fueron nunca. Pueblos realizados39.
Como se sabe, la felicidad es algo muy difícil de definir y el enemigo
ha conseguido que la relacionemos con falsos valores, con valores que facili-
tan sus aspiraciones colonialistas, antiindependentistas y trasnacionalistas.
Palabras del Líder Tarat.
Donde antes disfrutaban de abundancia y prosperidad
material ahora disfrutaban de exuberancia Identitaria y super-
plenitud Patriótica. Hasta el pescado escaseaba, a pesar de tener
todo aquel mar alrededor. Se culpaba a saboteadores espalos,
aunque otros40 atribuían la situación a que los pescadores se
ocupaban, como el resto de la población, en las Tareas de
Defensa. Sobre qué es mejor, si la prosperidad material o la
patriótica, han corrido ríos de tinta, para recurrir a un tópico
popular, sin que, tal y como yo lo veo, se haya llegado a una
conclusión definitiva.
Las antiguas capitales tenían, eso sí, un aspecto bastante
desmedrado, si las comparamos con épocas preRebelión. Las
ayudas internacionales se invertían en las necesarias tareas de
Defensa de la Patria, el mejoramiento de las capacidades fronte-

39
No añadiré nada, aunque ganas no me faltan. A estas alturas el lector se habrá dado
cuenta de la pata de la que cojea el autor. (Nota del Editor).
40
La prensa espala. (Nota del autor).

68
rizas, la reconfirmación y profundización Identitaria de las nue-
vas generaciones, en la reafirmación de los valores
Independentistas del pueblo y en alcanzar nuevas cotas de
excelencia en las Artes (los infiltrados al servicio de Espala que
las consideraron en su día simples Bailes Nacionales habían sido
ejecutados tiempo atrás) de la Cuchufleta, la Turula, la Ronlida
y la Urticosa.
Cuchufleta, Turula, Ronlida y Urticosa... ARTE DEL
PUEBLO, ARTE VIVO, ARTE NUESTRO. Palabras del Líder
Tarat.
El aspecto de Barnacla, Tarraca, Lironda y Rubica no era el
mismo, como hemos dicho. Los automóviles y otros medios de
transporte, debido a la crisis energética, fueron sustituidos por
carricoches colectivos tirados por el símbolo nacional, el
inestimable asno barnaclo, tarraco, lirondo y rubico que, cuando
llegó el momento de defender la Independencia Patria frente a
la conspiración antiIndependentista y antiNacionalista de las
transnacionales (ya el nombre resultaba una ofensa intolerable)
del petróleo, dio un paso al frente y supo estar a la altura del
momento histórico que les tocaba vivir. La participación del
asno en la vida cotidiana de manera tan directa producía un
valor añadido, amén de aliviar los perentorios problemas de
transporte: sirvió para aumentar el Orgullo Patrio de forma
considerable.

69
La mugre de los edificios, la basura y los escombros
acumulados por todas partes, las largas filas ante los desabaste-
cidos mercados y detrás de los camiones cisterna encargados de
repartir agua potable, sin embargo, no ocultaban por completo
la belleza perdida. Aunque decir perdida... no sería exacto; más
justo es afirmar que otro tipo de belleza, diferente a la antigua
(¿la belleza que otorga la Identidad y la Independencia asumi-
das?, me atrevo a sugerir, siguiendo un tanto el pensamiento
taratrubéolo), estaba presente en todas las cosas.
La nueva belleza lo contaminaba todo, lo definía todo.
Una BELLEZA SUPERIOR. ¿Por qué aceptar una belleza
impuesta por siglos de colonización si podemos disfrutar de una
BELLEZA NUESTRA, una BELLEZA en armonía con Nuestra
Identidad, una BELLEZA INDEPENDIENTE? Palabras del
Líder Tarat.

Las muchedumbres se desplazaban, jubilosas, enfundadas en


sus confortables monos-bandera, en dirección a las zonas
fronterizas con el fin de incorporarse a las tareas de vigilancia,
perfeccionamiento de trincheras y elevación de nuevas vallas.
Los miembros de la Asociación de Infantes Independentistas
participaban en las tareas de desescombro cantando canciones

70
patrióticas41 y dando vivas al Líder Espiritual General. Las
ancianas, reunidas en los parques y plazas, se encargaban de
confeccionar alimenticios Caldos Colectivos; de esta manera se
aseguraban de que a cada elemento poblacional (la palabra
ciudadano, caída en desuso, había desaparecido; al principio se
usó para dirigirse a los traidores, pero estos a la postre también
desaparecieron) recibiese su cuota de alimento. No es necesario
hincharse, hincharse es antipatriótico, pero hay que alimentarse para poder
trabajar mañana. Palabras del Líder Tarat. Por todas partes se
bailaba y los Comités de Evaluación de Niveles Danzal-Identi-
tarios constataban el fortalecimiento del Perfil Patrio-Identitario
y el nivel de entusiasmo patriótico popular. Cualquier observa-
dor extranjero (cosa imposible, ya sabemos que los extranjeros
estaban prohibidos, pero dejémonos llevar por la imaginación...)
al vislumbrar el ambiente imperante, hubiera llegado a la
conclusión de que arribaba a un país inmerso en una jornada de
Fiesta Nacional.
Los intentos de ingreso clandestino a las ciudades-países-
naciones, aunque parezca insólito (si tenemos en cuenta el
Decálogo vigente), no menguaron, a pesar de los sofisticados
sistemas de seguridad. Que incluían unos espectaculares Exalta-
dores Identitarios Gigantes42 diseñados personalmente por
41
¡Oh Patria, jardín de mi ilusión, somos patriotas de última generación y a ti
dedicamos nuestra canción! ¡Oh Patria, sigo el ejemplo de mis mayores y a ti dedico
esta canción, de corazón, de corazón! (Nota del Editor).
42
Exaltadores Identitarios Gigantes era el nombre oficial de estos aparatos,
popularmente se les conocía como Rayos Tarat. (Nota del Editor).

71
Tarat Rubéola. Los Exaltadores en cuestión, mediante la
proyección de rayos divisorios de naturaleza secreta, producían
una especie de exacerbación Identitaria que provocaba en el
afectado un deseo irrefrenable de estar entre sus iguales y
rechazar con vehemencia la cercanía de congéneres no pertene-
cientes a su raza, cultura y Lengua.
Este utilísimo dispositivo disuadía a muchos pero, ay, no
conseguía una efectividad del cien por ciento. Se hablaba de trá-
fico de espalos que aspiraban a emigrar a los Países Indepen-
dientes y que por conseguir su sueño eran capaces de arriesgar
sus vidas, de embarcaciones rápidas y silenciosas que surcaban
los mares durante la noche, de emigrantes espalos que perecían
tratando de introducirse subrepticiamente en territorio ex
catanyo43.
Esta afluencia clandestina confirmaba a las poblaciones de
las ciudades-países-naciones, y sobre todo al Líder Espiritual
Independentista Tarat, que estaban en el buen camino, que la
Identidad y la Independencia eran la vía deseada por los
pueblos del mundo.

43
Espala sostenía lo contrario. A diario, según ellos, se veían obligados a rechazar en
sus fronteras a aterrorizados fugitivos catanyos que buscaban refugio en Espala y
calificaban a Tarat de “demente cuyo lugar es el manicomio”. (Ídem).

72
LA MURALLA

73
TAREAS DE DEFENSA

Fue por esos tiempos (años más, años menos) que el Líder
Tarat reclamó la construcción de la Muralla. Una Muralla que
protegiera y aislara el territorio Independiente de una vez y por
todas. Que lo mantuviera aislado de la plaga antiNacionalista y
antiIdentitaria que asolaba el mundo. Una Muralla impenetrable
a lo largo de la frontera con Espala, una Muralla que circundara
la costa e hiciera imposible el acceso del enemigo extranjero por
mar. Una Muralla que facilitara las tareas de Defensa e Identi-
dad Patria y la búsqueda de las ESENCIAS.
Acto seguido, el Líder sugirió la brillante idea de ir demo-
liendo todo lo irrelevante e intrascendente de las estructuras de
Barnacla, Tarraca, Lironda y Rubica para que los materiales así
obtenidos fueran utilizados en el levantamiento de la necesaria
Muralla.
Todas las ayudas extranjeras, que seguían llegando, se
dedicarían a la Muralla44.

44
La Organización Mundial por la Independencia de los Pueblos calificó la idea de la
Muralla como “prueba de que los Independentistas tienen la iniciativa de su parte
gracias a un Líder que es un orgullo para todos y un ejemplo a seguir". Por su parte la
premio Nobel Sara Amago declaró que lloraba de emoción escuchando los
magistrales discursos del Gran Tarat. Que acudiría raudo a aquel emporio de libertad
en cuanto lo invitaran a dar una conferencia pagada. La Macondo, otra premio
Nobel, declaró por su parte que a ella le podían pagar la conferencia con mulatos o
con una casa en la playa. (Nota del autor).

74
¡Qué cosa mejor que una sólida Muralla para mantenernos Inde-
pendientes de contaminaciones foráneas! ¡Nuestra Muralla y Nuestro
Asno, símbolos de Nuestra Identidad! Palabras del Líder Tarat.
“Nosotros, Nosotros, y lo Nuestro” fue el título del histó-
rico discurso de Tarat Rubéola en el que dio a conocer la reno-
vadora idea.
El pueblo se volcó entusiasmado en la nueva misión.

75
¿UNA MURALLA ESPALA?

La reacción del Gobierno de Espala al plan de la Muralla de


Tarat fue cuando menos ambivalente. En público, se burlaba de
la idea y la definía como algo típico de una mente enferma. Sin
embargo, existen documentos que prueban que durante al
menos un tiempo Tostat Décimo sostuvo reuniones secretas
con sus asesores para evaluar la posibilidad de construir a su
vez una Muralla, en respuesta a la Muralla de Tarat45. “Una
Muralla mucho más alta y mucho más fuerte”. Según ha
trascendido.
El testimonio de alguien presente en una de dichas
reuniones, describe a un Tostat verdaderamente entusiasmado
con la idea de una Muralla propia que llegó a exclamar, frotán-
dose las manos: ¡Ya le enseñaremos a ese enano bigotudo lo
que es una Muralla! ¡La nuestra sí que será una Muralla!
¿Por qué abandonó Tostat Décimo finalmente el proyecto
de construcción de una Muralla espala? Los motivos no están
claros. Tal vez simplemente se impuso el criterio de alguno de
sus asesores. O puede haber sucedido que el diseño de los
planos se demoró tanto que antes de que estuvieran listos
sobrevino el desenlace del régimen de Tarat.

45
Desgraciadamente, aquí el autor está en lo cierto. Hay pruebas confiables de que a
Tostat lo entusiasmó la Muralla. Por suerte le entusiasmaban más el golf y el Chivas
Regal. (Nota del Editor).

76
Pero de lo que no cabe duda es de que Espala evaluó con
muy buenos ojos el proyecto de su propia Muralla.

77
UN ESPECTÁCULO GRANDIOSO

No fue en absoluto una meta fácil de alcanzar, pero gracias al


trabajo incansable del pueblo y a que se estableció una saludable
competencia patriótica entre las ciudades-países-naciones la
Muralla fue convirtiéndose en realidad.
Nuestra Muralla hará palidecer de envidia a la muralla china.
Palabras del Líder Tarat.
La Muralla, a pesar de los disímiles materiales utilizados en
la construcción, tenía, además de los obvios méritos divisores y
aislantes que emanaban de su talla y su espesor, una gran belleza
estética. Atrás quedaron para siempre las obsoletas trincheras,
las ridículas vallas, los problemáticos fosos trampas. Sólo los
Exaltadores Identitarios Gigantes pudieron adaptarse a los
nuevos tiempos y sus estructuras erizadas de antenas pun-
tiagudas se levantaban sobre los gruesos muros contribuyendo a
que su aspecto fuese, si cabe, más separador.
En algunos puntos de la costa, debido a las condiciones
naturales, la construcción presentó dificultades añadidas.
Alguna tormenta complicó las cosas. Pero, a pesar de los
inconvenientes, la Muralla avanzaba. Los barnaclos, los rubicos,
los tarracos y los lirondos trabajaron hombro con hombro
dando un hermoso ejemplo de colaboración entre Naciones
Independientes.

78
A medida que progresaba la Muralla, se redujeron en gran
medida los intentos de extranjeros desesperados que bregaban
por acceder al Paraíso Identitario. Como lo llamaban todos sus
habitantes46.

Años más tarde, concluida la Muralla, al finalizar los días de


celebración Patrio-Nacional por este motivo, el pueblo se
entregó al refuerzo y reparación de la Muralla. Que necesitaba
de una constante atención. Las olas golpeaban la Muralla. Y
nadie dudaba de que el enemigo espaloextranjero dedicaba
ingentes esfuerzos a debilitar el nuevo símbolo de la
Independencia y la Identidad de las ciudades-países-naciones.
Todos por la Muralla, la Muralla es la Patria. Nosotros, Nosotros y
lo Nuestro. Palabras del Líder Tarat.
Desde gran altura, la visión de la Muralla rodeando el
territorio de la ex Catanya resultaba impresionante. Destacaba
como un animal mitológico, como un descomunal ofidio batido
por el mar. Un espectáculo grandioso. Lástima que ningún
habitante de las ciudades-países-naciones, ni siquiera el Líder,
pues el globo aerostático construido para su uso exclusivo
volaba a muy baja altura por problemas de diseño47, pudiera

46
Y la Nobel Sara Amago, que declaró, desde su mansión de millonaria en Suiza, “el
Paraíso Identitario de Tarat es la esperanza y el futuro para los desposeídos del
mundo. ¡Abajo el capital!”. (Nota del Editor).
47
Los infiltrados espalos culpables del sabotaje fueron ajusticiados. (Nota del autor).

79
contemplarlo. La aviación, como consecuencia lógica de la
aplicación del Decálogo, había desaparecido y los aparatos que
antes conformaban la modesta Catanya Airlines ahora eran
parte de la Muralla. El mismo destino habían tenido los barcos
que en el pasado constituyeran la flota mercante y pesquera
catanyas; y los vagones de la red ferroviaria que uniera el norte y
el sur de la isla. Los autobuses de transporte metropolitano y los
vehículos particulares48.
Por otra parte, gracias a la Muralla, el material artístico
cultural Patrio-Identitario creció enormemente pues los músi-
cos, escritores, poetas, artistas y pintores se dedicaron con
indescriptible efusión a componer y canciones, a redactar
novelas, a escribir poemas y a pintar magníficos murales; todo
ello, directamente sobre la superficie de la Muralla49 (el papel
escaseaba y la poca energía eléctrica se utilizaba en los llamados
“renglones patrióticos prioritarios”, como la Defensa de la
Patria). Los cineastas no se quedaron atrás en este histórico
momento y produjeron numerosos documentales y películas de
ficción cuyo tema eran las Murallas50.
Así continuó, indefectible, el avance del pueblo hacia la
Independencia Suprema.

48
El asno se encargaba del transporte del pueblo. (Ídem).
49
En el transcurso de un discurso de veintiséis horas el Líder de la Isla de Cuba
solicitó que la Muralla fuera declarada la Octava Maravilla de la Humanidad. (Nota
del autor).
50
La obra maestra de ese periodo fue sin duda “La Muralla Patria, la Identidad contra
el contagio” del realizador Julito Menengue. (Ídem).

80
CANCIÓN

¡La Muralla, levanta la Muralla!51


¡La Muraaaaaaaaaaallaaaaaaaaaaaa!l
Vive la Muralla
Ama la Muralla
Canta la Muralla
Ríe la Muralla
Suda la Muralla
Patria la Muralla
El asno y la Muralla
Vida la Muralla
Hijos de la Muralla
Tierra la Muralla
Cuerpo la Muralla
Nación la Muralla
Alma la Muralla
Baila la Muralla
País la Muralla
Cielo la Muralla
Flor la Muralla
Come la Muralla
Pinta la Muralla

51
Canción de la época interpretada por el Grupo Delcarajún, que alcanzó gran
notoriedad con sus interpretaciones Identitario folklóricas. (Nota del autor).

81
Rostro la Muralla
Nuestra la Muralla
Escribe la Muralla
Besa la Muralla
Reza la Muralla
Comparte la Muralla
Nosotros la Muralla
Venera la Muralla
Hermana la Muralla
Cabalga la Muralla
Amiga la Muralla
Amor la Muralla
Madre la Muralla
Dios la Muralla
¡La Muralla, levanta la Muralla!
¡La Muralla, levanta la Muralla!
¡La Muralla, levanta la Muralla
¡La Muraaaaaaaaaaallaaaaaaaaaaaa!l

82
LA PINTADA

En el tiempo de la construcción de La Muralla aconteció un


hecho insólito: apareció una pintada.
Que alguien concibiera y ejecutara tamaña blasfemia
asombró a todos los expertos; también se preguntaron de
dónde habría sacado el malhechor el arma criminal. ¡Pintura!
Hacía siglos que no se veían latas de pintura, salvo en poder de
las organizaciones autorizadas.
El crimen se cometió durante la noche. Aprovechando los
apagones provocados por el racionamiento de combustible.
Medida de emergencia provocada por las numerosas conspira-
ciones antiIdentitarias auspiciadas y financiadas por países
antiNacionalistas y transnacionales.
Cuando el pueblo barnaclo, fue en esta ciudad-país-nación
donde tuvo lugar el horrible incidente, cansado pero orgulloso y
satisfecho de la jornada transcurrida laborando en La Muralla se
fue a la cama, la pintada no estaba. Esto fue corroborado por
numerosos testigos. Al amanecer, cuando se reunió en la Plaza
de la Independencia a entonar el Himno Nacional y acometer la
primera Cuchufleta colectiva del día, la pintada fue descubierta.
Escrita con letras blancas y apresuradas en un rincón del
extremo norte de la plaza.

83
Al estupor motivado por el descubrimiento, lo sucedió una
parálisis general. Los movimientos danzarios se congelaron, la
alegría propia de la patriótica celebración matinal se apagó.
Todos se apartaron de la frase como de un virus mortal.
La pintada decía:
¡Viva Catanya!
Estaba escrita en espalo.
Esto, dentro de la tragedia, fue una suerte pues redujo su
impacto. Muchos jóvenes ya no entendían el prohibido idioma
que antes fuera tan usado como el propio catanyo. Algún ado-
lescente preguntó, ¿qué es Catanya? Pero los mayores sintieron
un desasosiego que pronto se transformó en ira al constatar que
un sucio traidor perteneciente a etapas que creían totalmente
superadas sobrevivía y habitaba entre ellos.
Llegaron las Milicias Nacionales, la Policía Secreta Patria, la
Guardia Identitaria, El Ejército Patrio, los Comités de Defensa
de la Lengua, las Tropas Guarda Fronteras, las Brigadas
Venerandas Nuestras y las Cofradías de la Tierra. Que
acordonaron sin demora el lugar. Poco después se presentó el
Líder Tarat Rubéola acompañado de un numeroso séquito
compuesto por escritores, pintores, músicos, académicos y
miembros destacados del Partido Independentista Barnaclo.
La consternación era general. ¡Un traidor en el Paraíso
Identitario Patriótico Barnaclo! ¡Un traidor a la Independencia!
¡Un traidor a Nuestra Lengua, a Nuestra Cuchufleta, a Nuestra

84
Sagrada Enseña Nacional, a Nuestro Reverenciado Himno!
¿Cómo era posible que semejante alimaña respirara entre ellos
sin ser descubierto?
Un silencio de piedra cubría la plaza, y la ciudad-país-
nación. El pueblo aguardaba las conclusiones del Líder.
Tarat, concentrado, el bigote enhiesto, contemplaba las dos
palabras como si quisiera deshacer el tiempo, viajar al pasado y
sorprender al criminal en plena acción. Nadie en la Plaza de la
Independencia dudaba que fuera capaz de hacerlo. La fe, la
confianza en los poderes del Líder no conocía límites.
Minutos más tarde, cuando la tensión de la espera se tor-
naba insoportable, una especie de rayo atravesó el rostro de
Tarat Rubéola. Después, su expresión se endureció como si
estuviera en presencia de un viejo enemigo.
–Adánico... murmuró.
Sólo sus más antiguos colaboradores supieron a qué se
refería.
–¿Adánico? Pero si fue justamente ejecutado por el pue-
blo... comentó uno de ellos.
–¿Qué ha sido de sus hijos? –indagó el Líder–, la progenie
de los traidores suele padecer malformaciones patrias...

La pintada fue borrada y se reforzó la vigilancia en la Plaza de la


Independencia.

85
El Líder tranquilizó al pueblo con un breve discurso en el
que se comprometió a capturar al traidor y a castigarle con la
severidad que exigía el caso52.
Así aconteció.
Menos de veinticuatro horas después se hizo público el
nombre del traidor. Tal y como presintiera el Líder Tarat, el
mayor de los hijos del difunto Florete padecía malformaciones
patrias. Llevaba una doble vida. Por una parte, vivía la existen-
cia normal de cualquier habitante de Barnacla, pero por otra no
olvidaba el catanyo aprendido de su padre y llegó a creerse un
catanyo (y a fin de cuentas un espalo) antes que un barnaclo, lo
que lo llevó a repudiar las enseñanzas identitarias y el Decálogo.
A pesar de vivir desde niño con miembros de la Asociación de
Padres Patrióticos, que lo adoptaron y le brindaron amor y
cuidados patrios.
Esta peligrosa patología, esta malformación genética que
afectaba su cerebro, asombrosamente, había pasado inadvertida
hasta para sus dos hermanos, que no la padecían, como certifi-
caron los expertos.
El joven confesó sus culpas durante un juicio público en el
que contó con todas las garantías procesales53, y dijo sentirse
arrepentido de su enfermedad, de sucumbir a la influencia

52
“La Patria es generosa pero inflexible. Un ataque contra Nuestra Identidad es un ataque contra
la Madre Tierra... el enemigo será derrotado en todos los frentes... ¡Muera Espala!” (Nota del
autor).
53
Jajajaja... (Nota del Editor).

86
genética de su padre. Agradeció los esfuerzos de las autoridades
por devolverle la salud.
Se declaró culpable de Traición a la Patria, a la Identidad, a
la Tierra Madre, a la Lengua, las ESENCIAS y a la Cuchufleta.
A pedido propio, su ejecución sería pública, para que
sirviera de ejemplo a futuras generaciones. La hoguera depura-
dora se instaló en la Plaza de la Independencia. Las llamas
erradicarían para siempre cualquier legado genético del más
notable traidor padecido por los barnaclos.

El pueblo se reunió en la inmensa plaza. La función transcurrió


en silencio, la boca del condenado suturada, para evitar que
alguna palabra en catanyo brotase inconscientemente de sus
labios, impulsada por el suplicio. La cólera popular podía
palparse, el ambiente de asco y condena era unánime.
El cuerpo se deshizo entre grotescas contorsiones, chispas
y grasientos estallidos.

Cuando todo acabó, la multitud dejó escapar un suspiro de


satisfacción. El perturbador había recibido su merecido.
Concluida la ceremonia sanitaria, el resto del día fue decla-
rado patriofestivo. Lo que la mayoría aprovechó para bailar la

87
Cuchufleta y de esta forma aumentar los niveles de Perfil
Patrio-Identitario y de amor sin límites a la Tierra y a la Lengua.
El Líder Tarat fue aclamado como defensor de la Inde-
pendencia y salvador de la Patria una vez más.
Ese mismo día, se dio conocer un Manifiesto de
Intelectuales y Artistas barnaclos apoyando la “acción
purificadora” y ensalzando las virtudes del idioma barnaclo.
“Somos Nuestra Lengua”, proclamaba.

88
MALFORMACIONES PATRIAS

El equipo encargado de determinarlo se mostró categórico al


respecto: los restantes vástagos de Adánico Florete estaban
libres de malformaciones genéticas antinacionales.
Los dos jóvenes54, en el curso de una emotiva ceremonia,
repudiaron al hermano traidor.
–Una vieja vergüenza, un fantasma del pasado reaparece sin que lo
merezcamos. Estamos indignados.
Declaró uno.
–Lo insoportable es haber sido engañados. Podríamos haberlo denun-
ciado a tiempo y nuestro amado Líder no hubiera perdido su precioso
tiempo en este nauseabundo asunto.
Arguyó el otro.
Con el tiempo, uno de ellos llegó a ser una importante
figura de la Policía Secreta Patria y su hermano Gran Sacerdote
de las Cofradías de la Tierra.

54
Tarat Rubéola los llamó “el mejor ejemplo de lo que el Nacionalismo y el
Independentismo pueden hacer por los seres humanos”. (Nota del autor).

89
TIEMPOS FELICES

Después del incidente de la pintada el pueblo barnaclo (y el


tarraco, el lirondo y el rubico), vivieron tiempos felices. Tiem-
pos de plenitud. Dedicados al trabajo y al enriquecimiento
patrio-espiritual.
El Perfil Patrio-Identitario fue más alto que nunca según
arrojaban los estudios realizados por el Instituto Independen-
tista Tarat. Cosechaban el fruto de tantos años de sacrificio,
tesón, coherencia y pasión Independentista e Identitaria.
Eran tiempos de armonía y hermandad. De reafirmación y
fe. La Muralla se cubría de Arte y de retratos del venerado Dios
Sifrido. Cierto que los niveles de vida habían descendido paula-
tinamente y que el mundo exterior consideraba los países
barnaclo, tarraco, lirondo y rubico como naciones
empobrecidas. De hecho, estaban entre las más pobres del
mundo.
¿Pero qué sabía el mundo exterior acerca de la realidad del
País de Tarat? Desde algún tiempo atrás, por cuestiones de
pureza, para evitar contaminaciones, el Líder había suspendido
la exportación de expertos en cuchufleta, urticosa, turula y
ronlida, que representaba el último contacto con el mundo exte-
rior.

90
La Muralla, por otra parte, eliminó por completo los
intentos de invasión55 foránea; compuesta por admiradores, es
verdad, pero eso no los hacía menos extranjeros o menos inva-
sores.
El aislamiento era completo y perfecto. Nadie podía entrar
ni salir del sur de la isla, es decir de los cuatro países, así que lo
acertado es concluir que la información disponible en el
extranjero, provenía de fuentes dudosas. Cuando los observa-
ban, de lejos, los extranjeros solo podían ver la imponente
Muralla. El mundo exterior no tenía ni idea de los logros
alcanzados por el Líder Tarat y su pueblo.
¿Quién podría discutir que se trataba de las poblaciones
más Independientes del planeta? ¿Quién podría, sin faltar a la
más elemental decencia negar que jamás pueblo alguno ha
disfrutado en la Historia de la Humanidad de niveles de Identi-
dad semejantes a los disfrutados por los habitantes de las cuatro
ciudades-países-naciones?
¿Es que eso no cuenta?56
Crecían hacia dentro, hacia ellos mismos, como apuntara
acertadamente en uno de sus discursos el Líder Tarat. Viajamos
hacia Nosotros, hacia Nuestras ESENCIAS. Nosotros, Nosotros y lo
Nuestro. Palabras del Líder Tarat. Veían el progreso no como
una acumulación de bienes sino como una forma de acerca-

55
O de evasión, según los espalos. (Nota del Editor).
56
Ya advertí al lector sobre la pata de la que cojea el autor. Estos párrafos lo dejan
muy claro. A veces me avergüenzo de haber publicado este libro... (Nota del Editor).

91
miento a las primigenias fuentes Identitarias. La cultura la vivían
como una fusión con el Alma Nacional, el amor a la Tierra
como una forma de comunicarse con Dios57.
No creo que sea válido en este caso hablar de involución o
atraso, sino de un camino diferente. ¿Y quién tiene la última
palabra respecto a caminos a tomar?
En fin, que cada lector arribe a sus propias conclusiones;
yo trato de ser lo más objetivo posible sin que pese para nada
en la equidad de mi juicio ni en el equilibrio de mi relato que
como biógrafo oficial de Tarat Rubéola he recibido alguna que
otra subvención de la Asociación Mundial de Intelectuales
Independentistas empeñados en que se haga justicia histórica a
la figura del Líder Tarat58.
Pero continuemos.
Cualquiera hubiera dicho que los ciudadanos de las ciuda-
des-países-naciones habitaban cumbres insuperables de Inde-
pendencia e Identidad. Y era cierto.
Pero, aunque parezca imposible, no lo era para su Líder
Supremo.
Más altas cotas de Independencia estaban por conquistar.
Y es mi deber contarles lo sucedido.

57
Bla bla bla bla... (Idem).
58
Sin comentarios. (Idem).

92
UN GRACIOSO DE PIES A CABEZA

¿Somos verdaderamente Independientes?


Esta pregunta sonaría insólita e incluso descabellada para
un mortal común y corriente que tuviera la dicha de vivir en
países como Barnacla, Tarraca, Lironda o Rubica, pero no para
el Líder Tarat.
Sí.
La pregunta volvía a rondarlo.
Precisamente por eso era el Líder Espiritual Independen-
tista Supremo, no un mortal común y corriente.
Mientras el resto de sus compatriotas podía dedicarse al
disfrute de la Identidad y la Independencia alcanzadas el Líder,
lejos de abandonarse a la complacencia propiciada por sus
innegables logros, se zambullía en las profundidades de la Patria
y de las ESENCIAS59 Independentistas en busca de nuevos
retos, de nuevas cotas de Identidad e Independencia que
conquistar para su pueblo.
Sí, hay que decirlo. La crucial pregunta había regresado e
instalada en el cerebro de Tarat Rubéola ocupaba gran parte de
su tiempo.

59
La palabra ESENCIAS, por ley, siempre se escribía con mayúsculas. Era una de las
palabras denominadas sacras por la Ley Tarat del uso de las Mayúsculas. Esta ley
también estipulaba el uso de capitulares para palabras como Patria, Identidad,
Independencia, Nación, etc. Como se habrá notado, he considerado apropiado, por
razones de ambientación, respetar dichas normas. (Nota del autor).

93
Ya no era necesaria la aparición del Ser Deslumbrante, del
Dios Sifrido, para que Tarat se lanzara a la búsqueda de nuevas
cumbres Identitario-Independentistas. Dios Sifrido estaba
siempre con él, bastaba que el Líder requiriera su presencia para
que el rostro amado y su espada luminosa acudieran. Una
mirada a aquel rostro divino permitía a Rubéola percatarse al
instante de si había llegado o no el momento de conquistar
nuevos niveles de Independencia para su pueblo.
El Líder Tarat pasaba mucho tiempo escrutando el rostro
del Dios.
Y el rostro de Dios, de un tiempo acá, mostraba signos de
desencanto.
¿Qué podía hacer el Líder entonces sino plantearse la más
fundamental de las preguntas?
¿Eres verdaderamente Independiente?

Ahora lo encontramos en el portal de la mansión gubernamen-


tal. A sus pies, discurre la atareada ciudad-país-nación. La
Muralla, como un cinturón de pureza, como un anillo
esterilizante, destaca en la distancia contra el cielo color ámbar.
Oculto tras ella, el mar. Un hormiguero indescriptible se afana
en torno a la Muralla. La actividad es febril: brigadas asegurado-
ras, brigadas engordadoras, brigadas decoradoras, brigadas
artísticas, brigadas reguladoras, brigadas transportadoras,

94
brigadas vigiladoras, brigadas descuartizadoras, brigadas eleva-
doras, brigadas encofradoras, brigadas depuradoras, brigadas
fronterizas, brigadas impermeabilizantes. Cantos. Bailes. Chirri-
dos, martillazos. Nubes de humo negro en la frontera norte,
nubes de humo negro en la frontera sur. Nubes al este y al
oeste. El pueblo, entregado a la tarea de amar la Muralla, de
hacerla más alta, más resistente, más hermosa e impenetrable.
El orgullo enternece al Líder. De todas partes llegan a sus
oídos los acordes que acompañan a su amada cuchufleta. De
todas partes asciende una hermandad indescriptible, un
esfuerzo primoroso y mancomunado.
Todo parece fluir en los límites de un cauce perfecto. Todo
parece definir los perfiles del Paraíso...
Sin embargo...
Ahí está la pregunta.
Otra vez.
Y Tarat sabe que no puede eludirla.

Ahí está el rostro atribulado del Ser Deslumbrante.


¿Era, es decir eran, verdaderamente Independientes?
Ahora, con mayor peso que nunca, con mayor claridad que
nunca resonaba en su cabeza la sagrada pregunta de Dios
Sifrido el Piloso.

95
Vislumbra su cara: flota entre las ramas de un frondoso
árbol del jardín. Uno de los pocos árboles que quedan en la
ciudad-país-nación pues naturalmente los recursos madereros
han sido usados en la construcción de la Muralla.
El Líder se reclama Pureza Patrio-Identitaria total para
enfrentar el cuestionamiento del Dios.
Y la respuesta, allá en el fondo de su corazón, es que no se
siente todo lo Independiente que sabe que puede y debe ser.
Que pueden y deben ser.
¿Era realmente barnaclo?
La perturbadora interpelación lo embarga de súbito.
Proviene del rostro luminoso del Dios. De esto no le cabe la
menor duda.
¡Luz, Dios mío, Luz!
¿La clave de su auténtica identidad se halla en Barnacla, o,
como desde hace algún tiempo le dicta su corazón, aunque él se
niega a escucharlo, en su barrio de las Gracias? Allí había nacido
y crecido. Allí había tenido su primera experiencia amorosa, sus
primeras inquietudes y acciones Independentistas. Cuando pen-
saba en su ESENCIA ¿pensaba en Barnacla? No. Pensaba en
las Gracias.
Las Gracias. ..
Los irremplazables aromas que venían a él en momentos
de melancolía, en momentos de duda, en momentos de dicha,
en momentos de realización Patria... ¿eran los de las calles de la

96
ciudad-país-nación? No, eran sin duda los de su barrio. ¿No lo
atenazaba la nostalgia y un secreto regocijo cada vez que acudía
a él llevado por sus múltiples obligaciones?
Era un gracioso de pies a cabeza.
La verdad se abría paso en su cerebro, contundente: si
quería ser verdaderamente Independiente y conseguir que se
apagara en su alma esa voz recriminadora, esa inquietud indefi-
nible, y , más importante, que del rostro de Dios Sifrido desapa-
reciese ese aire melancólico; si quería echar a andar otra vez por
el camino que los conduciría a la Identidad e Independencia
Supremas... ¡debía declararse gracioso y reclamar la Indepen-
dencia de los barrios!
¡La Independencia de los Barrios!
Si el Líder sentía que el barrio era la Patria y la Nación y el
País, lo mismo le estaba sucediendo sin duda a todos los habi-
tantes de los cuatro ciudades-países-naciones. Era deber del
Líder despertarles del letargo en que se hallaban sumidos.
Eso hizo.

Todos confiaban plenamente en la lucidez más que probada de


su Líder Espiritual Supremo60. Así que cuando Tarat Rubéola
volvió a convocarlos a las Plazas de la Independencia de las

60
También le llamaban Tarat La Muralla. (Nota del autor).

97
respectivas naciones y se dirigió a ellos conmocionado pero
firme...
...¡Hermanos, la Independencia vuelve a llamar a nuestras puertas, a
las puertas del pueblo elegido!
... Dios Sifrido ha vuelto a mostrarnos Independencias que
conquistar...
... el mundo contempla admirado nuestra capacidad de Independen-
cia... nuestra entrega a la Madre Patria... a los ideales sagrados de la
Identidad...
... seremos otra vez faro y guía de la Independencia Mundial...
... lo ovacionaron como nunca y exaltaron su misión como
único e iluminado Apóstol de la Verdadera Independencia
humana61.
De inmediato se iniciaron los trabajos necesarios para que
el pueblo asumiera su nueva condición de pueblo más Indepen-
diente del planeta.
La ex Barnacla quedó conformada por diez barrios-países-
naciones independientes y soberanos, la ex Tarraca por ocho
barrios-países-naciones independientes y soberanos, la ex
Lironda por siete barrios-países-naciones independientes y
soberanos y la ex Rubica por cinco países-naciones
independientes y soberanos. En total, treinta barrios-países-
naciones. Habitados por los graciosos, los ravalianos, los car-

61
¡Qué pena no haber nacido en una isla más grande, en un enorme país, en un continente... hoy
sería el Independizador de miles de naciones! Declaró Tarat en alguna parte del discurso.
(Nota del Editor).

98
melianos, los girondinos, los leranos, los minosos, los
sancuguianos, los ripollanos, los lleidosos, etcétera.

Las fronteras internas fueron redibujadas.


Cada nuevo país creó sus Milicias Territoriales, Guardia
Identitaria, Comités de Defensa de la Lengua, Tropas Guarda
Fronteras, Brigadas Venerandas Nuestras y Cofradías de la
Tierra.
¡Treinta nuevos barrios-países-naciones!
Todos con sus respectivas Banderas, Himnos, Bailes y
Símbolos Nacionales. Y con sus respectivos Decálogos que
estaban inspirados mayormente en el Decálogo de Tarat, adaptado
a las nuevas circunstancias históricas.
En cuanto a los idiomas, cada cual continuó hablando lo
que hablaba.
¡Treinta Bailes Nacionales, treinta Banderas, treinta
Himnos, treinta Plazas de la Independencia, treinta Cielos bajo
los cuales sólo cabe una Bandera...!
¡Una verdadera fiesta Identitaria!
Ahorramos a los lectores los detalles62.

62
Si fuera por mí les daría hasta el más mínimo detalle pero el editor que es un poco
tacaño (o tiene otros inconfesables motivos; aparte de su evidente antipatía por Tarat
y su Rebelión) me ha dicho que elimine los detalles innecesarios. ¡Así anda la libertad
de expresión en nuestros días! (Nota del autor).

99
BARRIOS-PAÍSES-NACIONES

¡Los barrios-países-naciones! ¡Los barrios-patrias! ¡Algo en


apariencia tan evidente y sin embargo tan oculto en las entrete-
las de la realidad!
Se necesitaba un Líder de la magnitud de Tarat para guiar a
un pueblo a semejantes cumbres Identitarias. Todos estaban
conscientes de ello.
El mundo, por su lado, presentaba un panorama convulso:
Hugo Chávez, Líder de la Alianza del Sur, apenas salido de un
manicomio suizo donde se recuperó de una grave crisis, ordenó
la invasión de México, la Unión Mediterránea inició, con el
apoyo de la ONU, la colonización de los países africanos
deshabitados a causa del SIDA63, el presidente androide del
Imperio del Norte prohibió la Teoría de la Evolución de
Charles Darwin, Rusia pasó a llamarse KGBlandia64, varias
gigantescas transnacionales reclamaron un Gobierno Mundial,
la erradicación de las naciones y la implantación de una Escala
de Consumo planetaria regida por el precepto “Quien más
consuma tiene más derechos humanos”; esto al tiempo que se
celebraba a escala mundial el revolucionario sistema
newesclavista Chino y la desaparición de los tibetanos... y en
63
“Pobre gente, nos da mucha tristeza pero alguien ha de aprovechar todos esos
recursos naturales” Declaró el Presidente de la Unión Mediterránea. (Nota del
Editor).
64
Fue la primera medida dictada por Putin, tras proclamarse Zar e inaugurar el
modernizado y ampliado Gulag de su adorado Stalin. (Nota del Editor).

100
Espala el famoso presentador de un programa del corazón
ganaba las elecciones por un amplio margen gracias a su
campaña basada en la reivindicación del cotilleo y la vulgaridad
como política de estado.

Es decir, mientras el planeta se hundía en la confusión, la falta


de valores y se amalgamaba hasta conformar una mezcla
lamentable en la que resultaba cada día más imposible identifi-
car un rasgo propio o un remanente de cordura o humanidad,
Tarat Rubéola había conseguido conducir a su pueblo a
cumbres de Identidad y paz nunca conocidas por la especie.
El reconocimiento y la devoción hacia el Líder Espiritual
Independentista Supremo alcanzó por aquellos tiempos, entre
sus compatriotas, niveles inconmensurables.

101
MENUDENCIAS

Como a menudo sucede cuando acontecen grandes cambios


sociopolíticos, algún Líder de un barrio-país-nación se tomó
demasiado en serio su papel. Enseguida fue puesto en su sitio65
por la Policía Secreta Patria66.

65
De hecho desapareció y nunca más volvió a saberse de él. (Nota del Editor).
66
La Policía Secreta Patria era dirigida personalmente por el Líder Tarat.. Se sabía
muy poco de ella, pero aparecía puntualmente cuanto se requerían sus servicios.
Disponía de una amplísima red de delatores anónimos. (Ídem).

102
EL ASNO

Es justo dejar constancia aquí de que el asno autóctono resistió


todos los retos. Su legitimidad soportó a pie firme los embates,
hizo palidecer todos los récords de fidelidad y persistencia.
¡Tarat y Nuestro asno! Coreaban las multitudes durante las
Fiestas Patrias, en las Concentraciones Identitarias, en las
Ceremonias de Alimentación Colectiva y en los Mítines de
Exaltación de la Tierra, la Lengua y la Bandera.
Atrás quedaban bailes, trajes y costumbres, símbolos y
consignas por largo tiempo considerados nacionales, relegados
por la Evolución Independentista, pero el asno nunca quedó
atrás. El asno, que fuera símbolo catanyo, y más tarde símbolo
de las ciudades-países-naciones, se convirtió en símbolo de los
treinta barrios-países-naciones. Con toda justicia, por otra parte.
No existía un solo habitante de los barrios que no recordara
desde siempre, desde la más tierna infancia, como proclama la
socorrida frase, al emblemático animal como parte intrínseca de
sus vidas y de sus ESENCIAS más intransferibles67. El asno
estaba, imperturbable, al margen de cualquier agitación
histórica68.
La familiar figura del tierno mamífero continuó ilustrando
los libros de texto, sirviendo de inspiración a los poetas, pinto-
67
¡Asnos somos todos! Proclamó Tarat en un discurso. (Nota del Editor).
68
“Cuando el patriota abrió los ojos, el asno seguía allí”. Escribió un catanyo exiliado,
parodiando a un famoso escritor. (Idem).

103
res y músicos nacionales de los barrios-países-naciones, siguió
alimentando el orgullo de los habitantes de los nuevos treinta
países69.
Después de las imágenes de Dios Sifrido y del Líder Tarat,
era la del cuadrúpedo la más reproducida sobre la superficie de
La Muralla.

Yo sé porque piensas tú, asnito, que te amo yo,


porque somos la misma cosa, yo, tú.

Tú eres Patria, lo soy yo. Yo soy Lengua, lo eres tú.


Yo sé porque piensas tú, asnito, que te amo yo.

Me alegra que nunca tú, te olvides de quien soy yo,


caramba, si yo soy tú, lo mismo que tú eres yo.

Cantaban los poetas.

69
El Gobierno Espalo, por su parte, interpuso una demanda contra Catanya (Espala
era el único país que se había negado a reconocer a las ciudades-paises-naciones
primero y a los barrios-paises-naciones después; para ellos seguía siendo Catanya) en
la ONU por usurpación del Patrimonio Nacional. ¡El asno es espalo! Se titulaba una
canción popularísima en Espala. (Nota del Editor).

104
LO PROPIO Y LO NUESTRO

Y el tiempo transcurrió por esos emporios de Independencia.


Echemos un vistazo.
En los barrios-países-naciones florecía la alegría, reverde-
cían como nunca antes los laureles de Lo Propio y Lo Nuestro.
Nosotros, Nosotros y lo Nuestro. ¡Dentro de Nosotros Todo, fuera de
Nosotros Nada! Palabras del Líder Tarat.
Los idiomas oficiales mostraban sus profundísimas raíces y
sus posibilidades sin fin gracias a la devoción de intelectuales,
artistas, filólogos, poetas, escritores y académicos.
Somos Nuestra Lengua. Palabras del Líder Tarat.
¡Qué vasto universo de nuevas Identidades por explorar!
Los treinta barrios-países-naciones independientes se dedicaron
a investigarlo, a desempolvarlo a catalogarlo y a desplegarlo
como un descomunal estandarte.
¡Cuánto patrimonio ignorado, cuánta devoción desenfo-
cada! En términos culturales, en términos de tradición recupe-
rada, el material descubierto permitió constatar que durante
décadas, durante siglos, los enemigos espalo-extranjeros se
habían dedicado subrepticia y solapadamente a ocultar la
riqueza histórica de los barrios-países-naciones.
Pero la verdad de lo autóctono resplandece siempre al final. Palabras
del Líder Tarat.

105
¡Treinta nuevos bailes! Treinta nuevos trajes típicos, treinta
nuevos Himnos Nacionales, treinta nuevas Banderas. Me es
imposible nombrarlos y mucho menos describirlos aquí70. ¿Pero
que importa eso? Lo importante es que como plantas recién
brotadas, aunque con raíces milenarias, hay que decirlo, se
abrían al sol del amor del pueblo y retoñaban y crecían y
florecían a velocidad vertiginosa para enriquecimiento del Perfil
Patrio-Identitario de todos.
Supereclosión Identitaria, de eso se trataba, nada más y
nada menos.
¡Todo dentro de La Muralla, Independencia e Identidad Supremas
dentro de La Muralla! Palabras del Líder Supremo Tarat.

Retumban las calles de los barrios-países-naciones bajo los pies


de los bailarines. Los Comités de Evaluación del Nivel Danzal-
Identitario no tienen un momento de reposo. Pero que nadie
piense que fiesta, baile, canciones y euforia colectiva tiene algo
que ver con relajamiento de las Tareas de Defensa. Nada más
alejado de la realidad.
Mientras bailan y cantan, cada habitante se enfrasca en el
reforzamiento y embellecimiento de La Muralla.

70
Ya saben ustedes por qué. (Nota del autor).

106
Mientras cantan y bailan, permanecen ojo avizor para
detectar a tiempo cualquier violación por pequeña que sea de La
Muralla Patria.
El espectáculo es inenarrable, poético. Digno de la pluma
de un Dante, de un Virgilio, de un Milton. ¡Lástima que no se
pueda despilfarrar combustible (ya sabemos que los poetas
prefieren trabajar de noche), y el papel escasee!
¡Todos aquellos cuerpos entregados, sudorosos, de acera-
dos músculos, cubiertos de una película de tizne e indefinible
mugre que les otorga una dimensión elemental, una magnitud
proteica que remite a cualquier espectador a ceremonias de
identificación con la Madre Tierra, a antiguos ritos de fertilidad!
Toda aquella energía desatada, canalizada de manera
uniforme gracias a la Fe en el Líder y en las bondades de la
Independencia y la Identidad!
Todo aquel amor manifestándose entre en el paisaje
arruinado pero heroico y victorioso.
Dan ganas unirse al unánime vitoreo:
¡Tarat, Tarat!
¡Tarat, Tarat!
Pero el cronista ha de conservarse imparcial.

107
UN SALTITO

En este punto nos saltaremos unos años de Historia, funda-


mentalmente, porque no sucedió nada digno de mención71. Sin
embargo, no hay motivos para dudar de que durante este
período que los historiadores llaman “opaco”, la felicidad en los
treinta jóvenes barrios-países-naciones era uniforme y unánime.
No hay por qué dudar de que el entusiasmo resultaba inque-
brantable como siempre, la persecución de más elevadas
cumbres de Identidad invariable como siempre y el culto a Dios
Sifrido fervoroso como siempre. Nada de pintadas, nada de
malformaciones genéticas antipatrióticas, nada de infiltraciones
extranjeras contaminantes.
Por lo tanto, daremos un salto, gracias a esas licencias que
nos permite la literatura, e iremos directamente al día en que
aconteció el próximo evento Histórico en la vida del Líder
Tarat Rubéola.
Es decir, en la vida de su pueblo.

71
Depende de cómo se mire; algunas víctimas dejaron escritas sus memorias y están
llenas, a mi juicio, de cosas espeluznantes y muy ¡ya lo creo! dignas de mención.
(Nota del Editor).

108
EL HOGAR

109
LA VISIÓN

Serían las diez de la mañana de un día lluvioso, uno de esos días


elegidos por el invierno para anunciarnos la instalación de sus
cuarteles, cuando se produjo el Histórico acontecimiento. El
cielo, un hueso húmedo. Esporádicas ráfagas dificultaban el
andar, aplastaban contra los cuerpos los mojados monosbande-
ras y hacían cimbrar las antenas de los Exaltadores Identitarios
en lo alto de los muros.
Un manto de hollín cubría los barrios-países-naciones. Bajo
la baba del cielo las treinta banderas se veían desinfladas,
mustias a causa de la lluvia que caía, gruesa, desde el amanecer,
empastando el paisaje.
El resonar de los himnos apenas se escuchaba, perdido en
el fragor de la tormenta. Las poblaciones se afanaban en La
Muralla. Cuyas imágenes, lemas y consignas eran apenas visibles
a través de la cortina de agua que bajaba de los cielos.
Y en este desapacible escenario... ¿dónde estaba el Líder?
Tarat Rubéola se encontraba aún en cama, meditando
acerca del futuro de los Países Taratrubéolos, como los llamaba
en la intimidad, y reponiéndose de toda una noche de intercam-
bios con la imagen (tallada en madera de pino piñonero, Árbol
Nacional de su barrio) de Dios Sifrido.
La escultura, obra del reputado escultor gracioso José
María Salchichat, de diez pies de altura y un realismo impresio-

110
nante72, ocupaba un lugar preferente en su dormitorio. El hogar
del Líder, en pleno barrio de las Gracias era espacioso y con-
fortable. Por los amplios ventanales entraba el gris del día,
trufado de amortiguados himnos, el olor un tanto ácido de la
lluvia y el lejano y constante rumor, según los poetas semejante
al aliento de un patriótico dragón, de la actividad de La Muralla.
El rostro de Tarat reflejaba su estado de ánimo: Preocu-
pación Independentista Máxima.
A lo largo de la noche Dios Sifrido había escuchado su
soliloquio a propósito de los triunfos alcanzados, de la trascen-
dencia Histórica del concepto de barrios-países-naciones, sobre
sus planes para lograr la implantación de este modelo en el
resto del planeta, sin dar la más mínima señal de satisfacción.
¡Ni siquiera de interés!
Por el contrario, las pilosas comisuras de los labios del
Dios Piloso comenzaban a inclinarse hacia abajo, conformando
un rictus desasosegador. El Líder conocía perfectamente aquella
expresión de amargura.
¿Por qué estaba otra vez triste, desengañado el Dios de la
Independencia? ¿En qué había fallado el Líder? ¿En qué punto
desatendió su misión? ¿Se dejó cegar por la soberbia? ¿Qué
señal envió generoso el Dios y él ¡oh torpe, mil veces torpe!,
pasó por alto?

72
Horrenda... tuve oportunidad de verla en una reciente subasta. (Nota del Editor).

111
Tarat se acarició el gran bigote. La alopecia era mayor que
en los días iniciales de la Rebelión y de aquellos dos o tres pelos
que crecieran en su despejada frente y que peinara tan cuidado-
samente hacia atrás no quedaba ni el recuerdo. Sin embargo,
seguía siendo regordete, y su figura continuaba proyectando el
mismo electrizante magnetismo, incluso cuando se encontraba a
solas con sus pensamientos. Bebió un sorbo de la Bebida
Nacional. Mordisqueó un trozo de tostada autóctona cubierta
de Mermelada Nacional. El sirviente, semioculto junto a los
cortinajes de la entrada de la habitación, levantó la cabeza,
atento a la menor señal del Líder, pero este, por el momento,
no requería sus servicios. La mirada de Rubéola volvió a inter-
pelar el piloso semblante de Dios. ¿Qué pretendía decirle esta
vez?
No obtuvo la iluminación deseada, pero la curva de la
comisura de los labios de Sifrido, las arrugas de su frente y el
empequeñecimiento de sus ojos iban en aumento.
Dios no era feliz.
Después de una etapa de sosiego que a Tarat le pareció que
duraría siempre, su rostro volvía a dar señales de insatisfac-
ción...
¿Qué pretendía decirle esta vez?
El Líder abarcó con la mirada la habitación. Buscó en su
corazón lo más puro de las tradiciones Identitarias, de las
ESENCIAS Patrias, dejó que el amor a su Tierra, a lo Suyo, a lo

112
Propio, guiara su ser. Desterró de su alma cualquier partícula
por infinitesimal que fuera que no respondiera absolutamente a
su vocación Independentista. Al Nosotros, Nosotros y lo
Nuestro.
Por último, se encomendó a la benevolencia y la piedad de
Dios Sifrido.
Entonces, sin moverse, y a pesar de que desde donde se
encontraba no era posible, vio todo su hogar, desplegado ante
sus ojos como una llamarada: la fachada de ladrillos cubierta de
hiedra, el salón principal, el comedor, la sala de reuniones, el
espacioso cuarto de baño, el estudio, la biblioteca, el dormito-
rio... todo unido en un cuerpo hermoso, armónico en el que
aparecía Tarat como parte unívoca de un incendio germinal.
El Dios Sifrido volvía a distinguirlo con una visión funda-
cional. Una visión Independentista. Una luz dulce, melodiosa,
mordisqueaba los bordes de la imagen que permanecía flotando
ante sus ojos.
De repente, la luz de la visión lo iluminó.
EL HOGAR.
El hogar-patria-nación.
EL HOGAR.
¡Pobre de mí! ¿Cómo no lo había visto antes?
Dios Sifrido, en su rincón, era otro. Las comisuras ya no
apuntaban el suelo, su frente volvía a estar limpia de arrugas,
sus ojos límpidos eran perfectamente visibles bajo las tumultuo-

113
sas cejas. Su expresión denotaba alegría, aprobación, compla-
cencia.
El resplandor que escapaba de la figura de Dios inundaba
la estancia. Los muebles, el lecho, la lámpara que reproducía
primorosamente el Escudo Nacional y pendía del techo del
extremo de una cadena, el cuerpo de Tarat, chisporroteaban
alcanzados por una corriente de energía invisible.
Una sonrisa distendió los labios del Ser Deslumbrante.
¡Volvía a reír!
El Líder se incorporó de un salto y fue a arrojarse a sus
pies. La madera ya no era madera; la carne de Sifrido el Piloso
palpitaba al contacto de las manos de su hijo predilecto, latía a
la par de su corazón. El divino aliento superaba las más exqui-
sitas fragancias. Los abundantísimos vellos que cubrían todo el
cuerpo del Dios de la Independencia podían sentirse como un
colchón amoroso a través de sus ropas.
Un torrente de lágrimas acudió a los ojos de Tarat Rubéola.
Lágrimas de dicha, de agradecimiento.
Afuera, la lluvia se detuvo. Los treinta cielos se abrieron y
los rayos del sol iluminaron las treinta Independientes
Naciones.
¡Gracias Dios Sifrido! Balbuceó con voz quebrada por la
emoción el Líder Espiritual Supremo de la Independencia de
los barrios-países-naciones.
¿Barrios?

114
¡Cuánta confusión, cuánta dispersión... cuánta traición!
Sí, traición.
Porque Tarat estaba seguro de que a su debido tiempo se
descubriría que detrás de aquella etapa de equivocada exaltación
(honesta y pura exaltación, es verdad, pero no por eso menos
errada) del barrio como máxima expresión del país-nación estu-
viera como de costumbre la siniestra mano de los poderes
espalo-extranjeros.
¡Qué chusma!
Esa canalla envidiosa espala que aparentaba resignación,
que incluso pretendía actuar como si no le importara ya nada su
antigua ex colonia, pero que en el fondo de sus retorcidos cora-
zones colonialistas no perdonaban ni perdonarían nunca las
ansias de Independencia e Identidad que guiaban los destinos
de su pueblo.
El pueblo taratrubéolo...
Taratrubéolos... ¿quién sino la mismísima divinidad podía
inspirar tan bello gentilicio?
Pero la escoria espalo-extranjera una vez más sería derro-
tada (y con ella la escoria planetaria cuya posición hacia el
pueblo taratrubéolo no era en el fondo muy diferente de la de
Espala) gracias a la luz y la sabiduría de Dios Sifrido el Piloso.
Ahora todo estaba claro al fin.
EL HOGAR.

115
De una vez y por todas claro y diáfano como el aire de la
cumbre del Seni donde por primera vez apareciera el Ser
Deslumbrante. Como esos rayos de sol que se abrían paso en el
cielo hasta hace poco tormentoso e iluminaban las, hasta hoy,
treinta Naciones.
EL HOGAR. La verdadera Patria es el Hogar. El Hogar es
Nuestra única Nación.
Todavía arrodillado a los pies de Sifrido el Piloso, Tarat
regresó a su infancia. Recorrió el materno hogar encarnado
ahora en su propio hogar y niño otra vez se inclinó para besar el
suelo Patrio. La ausencia del padre, muerto en una heroica
acción contra la ocupación espala73, habitaba la casa. El rostro
de su bendita madre era de Tierra, era de hierba, era de paredes
protectoras, de caricias y de caldo casero (seguro precursor de
los Caldos Colectivos) y de tibieza de fuego en las noches de
invierno y de brazos amantes que hablaban de pertenencia, de
comunión con un sitio, de ser uno con el lugar del que somos y
en el que somos.
¡El HOGAR! El hogar Madre. El hogar-patria.
¡El hogar-patria-nación!
¡Qué luminoso descubrimiento, que deliciosa revelación!
¡Que grandioso avance en el camino de la Independencia
Suprema!

73
Fue sorprendido cuando intentaba dejar una mochila llena de explosivos en un
supermercado. (Nota del Editor).

116
Ahora sí que serían Independientes. La casa era la verda-
dera Tierra, la casa era la verdadera Patria.
¡El HOGAR!
¡Una verdad tan evidente, tan simple y sin embargo qué
difícil de descubrir! ¡Cuántos años de esfuerzos, de dedicada
pasión por la Identidad y la Independencia hasta llegar aquí!
¿Cómo no lo había visto antes?

Ese mismo día, al atardecer, el Líder Tarat convocó a su pueblo.

117
TARATRUBÉOLOS

En este punto tiene lugar un suceso que merece atención espe-


cial: la transformación (de manera oficial, pues en la mente del
Líder ya había tenido lugar) de los habitantes de la ex Catanya;
los ex rubicos, ex lirondos, ex barnaclos y ex terracos; los ex
graciosos, los ex ravalianos, los ex carmelianos, los ex girondi-
nos, los ex leranos, los ex minosos, los ex sancuguianos, los ex
ripollanos, los ex lleidosos, etcétera, en taratrubéolos.
Desde un punto de vista práctico, resultaba mucho mejor
sin duda. Y desde un punto de vista Identitario también cons-
tituía una gran ventaja. ¿A qué mayor nivel de Identidad podía
aspirar un pueblo que llegar a ser uno con su Líder Indepen-
dentista, símbolo de la Identidad Nacional? ¿Y que mejor forma
de ser uno con su Líder que compartir no solo sus ideales y su
destino sino también su nombre a manera de honorífico gentili-
cio?

118
¡PRESENTES!

Hermanos en la Independencia. Hermanos en el Sacrificio Patrio. Herma-


nos en el Amor a lo Nuestro. Hermanos en el Nosotros y Nosotros.
Hermanos taratrubéolos...
Era primera vez que el Líder los llamaba taratrubéolos pero
no se escuchó ni un murmullo de desaprobación. El silencio era
compacto como la Fe, poderoso como la Fidelidad.
... el camino de la Independencia es arduo y, he llegado a esta conclu-
sión después de dedicar toda mi vida a la Causa de la Independencia, no es
apto para espíritus débiles, para pueblos pusilánimes, para patriotas de
medio pelo, para quien no ame lo NUESTRO como se ama a Dios...
..Hermanos taratrubéolos... sé que muchos de ustedes pensaban que
habíamos arribado a la meta, que vivíamos en la cumbre de la Independen-
cia Humana, que el Paraíso Identitario que disfrutamos... sí, el
PARAISO IDENTITARIO, digámoslo con mayúsculas, digámoslo
muy alto para que sufra el enemigo...
Cerrada ovación, exclamaciones de: ¡Muera, muera, que
sufra!.
... no podía ser mejorado...
Gritos; esta vez de protesta: ¡No, no, con Tarat todo puede
ser mejorado, Tarat siempre puede conducirnos más allá!
El Líder, satisfecho, asiente con la cabeza, alza los brazos
pidiendo silencio.

119
... que no podía ser mejorado... ¡hasta yo mismo llegué a creerlo!, sí,
sí, yo soy el primero en reconocer mis errores... ya saben que en mi boca no
hay otra cosa que verdad para ustedes... ¡Verdad Independentista!... ¡y
como en mi boca solo hay Verdad Independentista hoy estoy aquí para
decirles que estábamos equivocados! Sí, estábamos equivocados. Estoy aquí
para decirles que hay más Independencia esperando por nosotros, para
decirles que es hora de levantarse y echar a andar y no detenernos hasta
alcanzar la Suprema Independencia... que ha llegado la hora de los hornos
y no ha de verse más que la luz... que ya se abren las grandes alamedas por
las que caminará el nuevo Hombre Identitario...
Ovación estruendosa.
... Hermanos taratrubéolos... hay mucho trabajo por delante, hay
mucho sacrificio por delante, hay mucha lucha por delante, hay mucho
sudor y mucha sangre por delante pero también mucha Gloria, mucho
Honor, mucha Dignidad, mucho País, mucha Nación, mucha Patria,
mucho Nosotros y Nosotros por delante, mucha Independencia, mucha
Identidad por delante...
Ovaciones ensordecedoras.
... ¿ que vale la vida sin Identidad?..
¡Nada, nada!.
... ¿ que vale la vida sin Patria?...
¡Nada, nada!
... ¿qué vale la vida sin Nación?...
¡Nada, nada!
... ¿qué vale la vida sin Nuestra Tierra?

120
¡Nada, nada!.
... ¿qué vale la vida... qué vale la vida hermanos sin el Derecho a Ser
Nosotros?...
¡Nada, nada!
... Hermanos taratrubéolos... la Independencia, la Patria, la Identi-
dad nos llaman otra vez, Nuestra Tierra, Nuestra Madre reclama el
concurso de nuestros esfuerzos otra vez... ¿y qué responderemos? ¿Qué
responderemos a Nuestra Tierra, qué responderemos a nuestra Madre?
¿Responderemos que estamos cansados?
¡NO, NO, NO, NO, NO!
¿Responderemos que nos basta con la Independencia y la Identidad
alcanzadas?
¡NO, NO, NO, NO, NO!
¿Responderemos que en nuestras almas y en nuestros corazones no
hay espacio para más Identidad, para más Independencia?
¡NO, NO, NO, NO, NO!
¡Hermanos míos, hermanos taratrubéolos...!
¿Qué responderemos? Díganlo ustedes... ¿qué responderemos?
¡PRESENTES!
¡PRESENTES!
¡PRESENTES!
Rugió la enfervorizada multitud.

121
HOGARES-PAÍSES-NACIONES

Concluido el discurso, una fiebre pareció apoderarse del pueblo


taratrubéolo. Una fiebre Identitaria nunca antes vista. Agrade-
cían el gran paso dado en el camino hacia las ESENCIAS. Se
volcaron con entusiasmo inusitado en el fortalecimiento y enri-
quecimiento estético de La Muralla. Aquella antigua canción del
Grupo Delcarajún alcanzó rango de Himno popular.
¡La Muralla, levanta la Muralla
¡La Muraaaaaaaaaaallaaaaaaaaaaaa!l
Las nuevas fronteras de los nuevos hogares-países-
naciones fueron meticulosamente dibujadas.
El propio Líder diseñó unos asombrosos MiniExaltadores
Identitarios que se instalaron en el techo de cada hogar-país-
nación. Los flamantes artilugios, muy mejorados respecto a sus
predecesores, mantenían estrictamente separadas cada nueva
nación y velaban con inusitada efectividad por la integridad de
las fronteras. Los rayos divisorios de naturaleza secreta, mucho
más poderosos que antes, producían una exacerbación Identita-
ria infinitamente superior y provocaban en los afectados más
que un deseo irrefrenable de estar entre sus iguales y rechazar
con vehemencia la cercanía de congéneres no pertenecientes a
su raza y cultura taratrubéola, una verdadera furia Identitaria de
pureza y vehemencia nunca vistas.

122
¡La taratrubeolanidad es cultura, vivamos en taratrubéolo! Tituló
una declaración de apoyo al Líder la Asociación de Intelectuales
Independentistas taratrubéolos.
El magistral Decálogo de Tarat apenas tuvo que rectificarse
para que se adaptara a la nueva situación histórica.
¡Que documento tan extraordinario74!
¿Y creen ustedes que las nuevas condiciones patrias signi-
ficaron una disminución, por mínima que fuera, de los niveles
Patrio-Identitarios? Nada de eso. Todo lo contrario. Ahora se
contaban por millares los Bailes Nacionales, los Himnos
Nacionales, las Banderas Nacionales, los trajes típicos, los cielos
inviolables (en los que, naturalmente, solo cabía una Bandera)
sobre los techos de cada hogar-país-nación. La riqueza Identita-
ria que ya poseían se multiplicó por miles de veces hasta alcan-
zar cifras inconmensurables. Y toda esa riqueza confluía
armoniosamente en la taratrubeolanidad.
El descubrimiento realizado durante unas excavaciones
para fortalecer los cimientos de un sector de La Muralla, por
miembros de las Juventudes Independentistas Paleontólogas, de
una cabeza con características taratrubéolas (el ejemplar, mila-
grosamente fosilizado en ámbar, ostentaba, además, un enorme
bigote) vino a confirmar científicamente las convicciones del
Líder Tarat: los taratrubéolos descendían, por línea directa, de
una raza incontaminada que habitaba el sur de la isla desde al

74
¡Por Dios! (Nota del Editor).

123
menos cien mil años75. Mucho, muchísimo antes de que en el
norte aparecieran las primeras tribus.
Uno de los más relevantes logros de esta etapa fue la
creación de los Huertos Independentistas. Quedó estipulado,
mediante una adenda al Acápite Siete del Decálogo76 la creación
de dichos huertos, con lo que se aseguró la existencia de las
energías pertinentes para que la población pudiera dedicarse a
ser Independiente, Identitaria y Nacionalista.
Los hogares-países-naciones que carecieran de patios o
jardines apropiados para la instalación de los huertos, debían
desmantelar habitaciones o cualquier otro espacio cubierto al
efecto de hacer posible los huertos.
¿Y qué creen ustedes que hicieron los artistas? Pues se
volcaron en el descomunal pero reconfortante trabajo de
diseñar Banderas e Himnos y trajes típicos nuevos para cada
hogar-país-nación.
Fue algo excepcional.

75
Este descubrimiento es considerado uno de los más grandes fraudes de la historia
de la paleontología. ¿Cuales eran esas características? ¡Bigotes en ámbar! (Nota del
Editor).
76
Acápite Siete (Adenda): En cada hogar-país-nación habrá un espacio llamado
Huerto Independentista, cuyo fin será proveer a los habitantes de cada hogar-país-
nación de los alimentos necesarios. La ceremonia patriomatinal de despliegue de la
Bandera, que incluirá la interpretación familiar del Himno Nacional y la ejecución del
Baile Nacional, se celebrará en el Huerto Independentista. (Ídem).

124
¡Qué derroche imaginativo! ¡Cuánto amor por la Inde-
pendencia, las ESENCIAS, la Identidad y la Tierra-Hogar!77
¡Qué hermoso era el paisaje de Banderas tremolando al
viento del atardecer! ¡Que riqueza casi infinita de bailes autóc-
tonos, de Himnos!
Las Milicias Territoriales, la Guardia Identitaria, El Ejército
Patrio, los Comités de Defensa del Idioma Autóctono, las
Tropas Guarda Fronteras, las Brigadas Venerandas Nuestras y
las Cofradías de la Tierra fueron disueltos.
Para sustituirlos, se creó en cada hogar-país-nación un
Comité por la Verdadera Independencia, que asumió, a nivel
nuclear, las funciones de las organizaciones mencionadas.

77
Por aquellos días, Espala solicitó una intervención militar de la ONU y la Alianza
Mediterránea en la ex Catanya, pero en lo que esas organizaciones llegaron a un
acuerdo (durante una cena que duró nueve horas) pasó más de un año y para
entonces ya todo había acabado. (Nota del Editor).

125
FIDELIDAD SIN FISURAS

¿Qué podemos añadir a este panorama grandioso? Se podrá


criticar, en retrospectiva, todo lo que se quiera, pero la excep-
cionalidad, la magnificencia del panorama es difícil de refutar.
¿Qué añadir? Algo es indiscutible: nunca antes en la Historia de
la Humanidad alcanzó pueblo alguno niveles tan elevados de
Independencia e Identidad, este es un hecho incontrovertible.
Quedan en pie, sin embargo, numerosas interrogantes; los
estudiosos, o los simples cronistas empeñados en describir la
realidad taratrubéola enfrentan enormes dificultades. No hay
puntos referenciales, ni antecedentes históricos, psicológicos,
culturales o de otro tipo que faciliten la empresa. ¿Cómo afecta
la conducta, la trama espiritual, las relaciones humanas, la vida
en este tipo de micronaciones? Preguntas de este cariz levantan,
aún hoy, verdaderas polvaredas. Pero, en lo que casi todos
coinciden78 es en reconocer que el pueblo taratrubéolo tenía
consciencia de estar viviendo una experiencia sin precedentes y
era feliz al colocar por delante de cualquier otra consideración
la importancia de la Independencia y el cultivo de la Identidad
Nacional. El Nosotros, Nosotros y lo Nuestro. ¿Cómo lo
consiguieron? Salvo la ya señalada capacidad del Líder Tarat
para contaminar a su pueblo sus ansias Independentistas, no
hay mucho que agregar. Aunque, eso sí, los expertos han elabo-

78
¿Quiénes? ¿Quiénes son “casi todos”? ¡Que diga quiénes! (Nota del Editor).

126
rado numerosas tesis al respecto; tesis que sería tedioso desgra-
nar aquí.
La Muralla, en mi opinión, fue un factor importante.
Actuaba como elemento aglutinante, como elemento protector.
Detrás de ella todo resultaba posible.
La Muralla los salvaba de los horrores del mundo exterior.
El mundo nos contempla sobrecogido por una admiración y, por qué
no decirlo, una envidia sin límites. Somos el faro que ilumina el camino de
la Independencia de la Humanidad. No hay Espíritu sin Identidad, ni
Identidad sin Espíritu. Somos La Muralla. ¡Dentro de La Muralla todo,
fuera de La Muralla nada! Palabras del Líder Tarat.
No sería descaminado afirmar que la gran mayoría, por no
decir todos los habitantes de los hogares-países-naciones que
ahora ocupaban el territorio de lo que alguna vez conocimos
como Catanya, compartían la visión de su Líder acerca de la
importancia capital de la Independencia y la Identidad, y secun-
daban sus decisiones. Esto queda demostrado de manera con-
tundente por los hechos (que ya sabemos que son implacables)
y por la Historia, sobre todo por el desenlace de la epopeya
protagonizada por el pueblo taratrubéolo79.
También ha de tenerse en cuenta, al evaluar lo acontecido,
el asunto de la fidelidad. La fidelidad sin fisuras de la que hizo

79
Bueno, no hay que olvidar que la Policía Secreta Patria no se disolvió y que
continuaba actuando en todo el territorio cercado por La Muralla. Note el lector que
el autor "olvida” mencionar esto. En cuanto al desenlace, todos los analistas serios
coinciden en catalogarlo de “locura colectiva”. (Nota del Editor).

127
gala el pueblo. Algunos han llegado a catalogarla de histeria ser-
vilista, otros de complicidad criminal. Yo creo que el fenómeno
merece estudio aparte.
Teniendo en cuenta cómo terminó todo, es fácil sacar
conclusiones tremebundas a propósito del tema. Pero mi tarea
no es juzgar sino contar lo que pasó.
Hecho esto, que cada cual saque sus propias conclusiones.

128
SI MI ASNO MUERE EN TIERRA...

No es posible dejar de mencionar a estas alturas de nuestro


relato que el asno80 se mantuvo como símbolo de cada hogar-
país-nación.
Podía verse su figura ondear, sólida como la Fe Patria,
inmensa como un Mar de Identidad, imbatible como un
Escudo Protector de las ESENCIAS, en muchas de las bande-
ras que ondeaban en cada hogar-país-nación.

Si mi asno muere en tierra


llevadlo a nivel del mar
y dejadlo en la ribera.

Llevadlo a nivel del mar


y nombradlo general
de una Muralla bien hecha.

¡Oh asno condecorado


con la insignia de su Tierra:
Muralla en el corazón
y la Muralla... Frontera
80
La Organización Mundial para el Patrimonio Identitario, luego de muchas
reuniones e interminables cenas, llegó a la conclusión de que el burro espalocatanyo
pertenecía tanto a Espala como a la ex Catanya. El animal posiblemente habitaba la
isla antes de que llegaran los seres humanos. Espala recurrió la sentencia. El país de
Tarat no dijo nada; posiblemente ni se enteraron del fallo. (Nota del Editor).

129
y en la Frontera la Patria
y la Patria sus orejas!

Cantaban los poetas

130
UNA JORNADA TARATRUBÉOLA

Tras largas investigaciones sobre el terreno, a cargo de antro-


pólogos, sociólogos, arqueólogos, economistas, epidemiólogos,
agrimensores, psicólogos, filósofos, urbanistas, etnógrafos,
teólogos y otros especialistas, se ha podido establecer con cierta
precisión en qué consistía una jornada en la vida del pueblo
taratrubéolo.
Se lo ofrecemos a continuación.
Los habitantes de cada hogar-país-nación se levantaban al
despuntar el alba. Después de las mínimas tareas de aseo (la
única fuente de agua era el Cielo Patrio y el precioso líquido
estaba por tanto estrictamente racionado) se dedicaban a cantar
los Himnos Nacionales, al tiempo que izaban las Banderas.
Tenían que alzar mucho la voz pues a esa hora todos los habi-
tantes de cada hogar-país-nación se ocupaban de lo mismo.
Resultaba un poco ruidoso, pero, ¡qué ridículo precio a pagar
por la Belleza de la Identidad libremente expresada y por primera vez
plenamente alcanzada! Palabras del Líder Tarat.
Las actividades diarias proseguían con un frugal desayuno81
y la incorporación de los habitantes del país a las tareas del
Huerto Independentista. Combinadas con las actividades de
81
La cuestión de la alimentación en el país taratrubéolo era uno de los temas
favoritos de la prensa espala. Citaban continuamente el caso de un niño catanyo (así
seguían llamando a los taratrubéolos) de siete años que logró escapar a territorio
espalo en una destartalada embarcación; sus padres perecieron en la travesía. Al llegar
le ofrecieron una manzana. El niño preguntó si se comía. (Nota del Editor).

131
Defensa, Control y Vigilancia de las Fronteras Patrias,
Superación Danzal y Evaluación del Nivel de cumplimiento de
las Metas trazadas por el Líder Tarat.
El tiempo dedicado al Baile Nacional continuaba actuando
como uno de los principales baremos a la hora de medir las
excelencias del Perfil Patrio-Identitario. Que los países ahora
fueran mucho más pequeños y los espacios en consecuencia
más reducidos, no afectaba el entusiasmo de los taratrubéolos
por los Bailes Nacionales. Se hicieron los ajustes necesarios a
ciertos movimientos que requerían un consumo de espacio
exagerado; negativo para el momento Histórico que vivía la
Patria. Mientras trabajaban, los taratrubéolos bailaban. El más
diestro de los habitantes del hogar-país-nación actuaba como
instructor de los “menos hábiles”. Que en cualquier otro lugar
del mundo hubieran sido considerados verdaderas luminarias,
bailarines geniales, pero que en un ambiente donde primaba una
extrema tradición de excelencia, eran calificados como “menos
hábiles”.
Todos los habitantes de cada hogar-país-nación eran
miembros de los Comités por la Verdadera Independencia: de
este modo la dedicación a las tareas de Defensa de la Patria,
Vigilancia General, Guardia Territorial, Guarda y Control de las
Fronteras, Superación Danzal y Vehemencia Independentista e
Identitaria estaban aseguradas.

132
Un sofisticado sistema de trueque ideado por el Líder
Tarat, se llevaba a cabo a las doce del mediodía por un punto
aprobado (el llamado Punto de Trueque Independentista) en las
Fronteras.
El mejor, más eficiente y justo sistema de intercambio de valores
materiales inventado por la raza humana. Palabras del Líder Tarat.
Después de la comida, que se efectuaba en el mismo
Huerto Independentista y que consistía mayormente de lo cose-
chado en el huerto, los habitantes de los hogares-países-
naciones se reincorporaban a las tareas de Producción, Defensa
de la Patria, Vigilancia General, Guardia Territorial, Guarda y
Control de las Fronteras, Superación Danzal y Vehemencia
Independentista e Identitaria. Sin descuidar la Evaluación del
Nivel de cumplimiento de las Metas trazadas por el Líder Tarat.
Dos veces a la semana, marchaban las columnas de felices
taratrubéolos hacia La Muralla. Allí realizaban las tareas de
mantenimiento y embellecimiento pertinentes. Bajo la atenta
mirada de la Policía Secreta Patria, que se encargaba de la vigi-
lancia de La Muralla.
Al llegar la noche a los miles de cielos, después de la cena,
los habitantes de los hogares-países-naciones, los más Indepen-
dientes del orbe, se iban a la cama, como la mayoría de sus
congéneres en el resto del planeta. Pero, a diferencia de
aquellos, soñaban con el Dios Identitario, soñaban con mayores
cumbres de Independencia.

133
En sus sueños, rogaban a ese Dios que les concediera
acceso a mayores cumbres de Identidad y de Independencia y
les permitiera la gracia de vivir por siempre en Su Lengua82.

Y sucedió que sus ruegos fueron atendidos.

82
Dios Sifrido el Piloso hablaba taratrubéolo. (Nota del autor).

134
LA LENGUA

La Lengua.
La Lengua era el taratrubéolo.
No existían muchas diferencias entre el nuevo idioma y el
barnaclo (el tarraco, el rubico y el lirondo eran, como se descu-
brió en su momento, dialectos del barnaclo que resultó un
dialecto del taratrubéolo). Tampoco las había respecto al
catanyo. Eso fue demostrado por una comisión de lingüistas
internacionales años después.
Pero, si se me permite aventurar una tesis83, lo que sucedió
fue que siempre hablaron taratrubéolo, pero no eran
conscientes de ello. Con excepción del Líder Tarat, claro. El sí.
El supo desde el primer instante que no importaba lo que
creyera el pueblo que hablaba: hablaba taratrubéolo. El taratru-
béolo estaba en los genes y en las mentes del pueblo y, aunque
alcanzó su esplendor a través de un proceso (cuyo centro y
motor fue la pasión del Líder) de concienciación que duró años,
siempre estuvo ahí, como el asno taratrubéolo, en el alma de
todos.
El taratrubéolo significó la llegada a una mayoría de edad
lingüística, la culminación de un viaje hacia la Madre Lengua.
Podría decirse que el lenguaje avanzó por el camino de la
Independencia y la Identidad del brazo del Líder hasta alcanzar

83
Allá va con otra de sus disparatadas tesis... (Nota del Editor).

135
la cúspide. Y en ese momento de esplendor, como es lógico, no
podía llamarse de ninguna otra forma salvo Lengua Taratru-
béola.
Una Lengua maravillosa, pletórica de Identidad; algo
asexual es cierto84, pero de una plasticidad y una cadencia Inde-
pendentistas sin paralelos.
La Lengua.
Cielo y Tierra, Agua y Fuego, Fuerza y Alimento, Madre
Nutriente, Madre Protectora, Madre Inagotable, Madre
Amantísima
La Lengua.

84
No existía una palabra para follar, por ejemplo. (Nota del Editor).

136
LA SOLUCIÓN INDEPENDENTISTA FINAL

Poco después de transcurrida la jornada que acabamos de


describir, u otra idéntica, el Líder Tarat planteó a los taratru-
béolos la que posteriormente ha sido conocida como la
Solución Independentista Final.
No hay nada en sus Diarios, de los que hemos extraído
mucha de la información concerniente a sus revelaciones,
conversaciones, intercambios o como queramos llamarlos con
Dios Sifrido el Piloso, que se refiera a esta, que podríamos
definir sin temor a hipérboles, como la más trascendental de las
decisiones tomadas por el Líder Independentista.
Silencio.
¿Por qué razón evitó el Líder (en caso que fuese un acto
deliberado) mencionar las circunstancias en que concibió la
llamada Solución Independentista Final?
Misterio.
Los que se dedican profesionalmente a este tipo de
especulaciones son dados con frecuencia a las teorías rimbom-
bantes y, por desgracia, poco consistentes. Yo me inclino a
pensar que el silencio de Tarat obedece a motivos más simples,
pero también más creíbles. Sencillamente, no tuvo tiempo de
escribir en su Diario. Todo pasó demasiado rápido. Tengamos
en cuenta que los apuntes del Líder en el Diario no eran, ni
mucho menos, metódicos. A veces pasaba un considerable

137
espacio de tiempo, hasta un mes, en ocasiones dos, entre una
anotación y otra. Al menos una vez estuvo siete meses sin aña-
dir una letra a sus anotaciones.
Lo que está a la vista es que entre la creación de los hoga-
res-países-naciones y el llamamiento a la población taratrubéola
a participar del acto Independentista Total y Supremo, como
también se le conoce, transcurrió apenas un año. No hay evi-
dencia alguna que indique en qué momento concibió la Solu-
ción Independentista Final. Puede haber sido tres meses antes
de ponerla en práctica, un mes antes, quince días antes, una
semana antes.
Ese año corresponde a la etapa más misteriosa de la vida
del Líder. Se le vio poco en público, aunque sus discursos radio-
fónicos (la televisión había sido abolida85 en la época de la cons-
trucción de La Muralla) llegaban con la puntualidad
acostumbrada a los oídos de su pueblo. Corrían rumores entre
la población a propósito de su dedicación absoluta al culto a
Dios Sifrido. También se decía que lo mantenía ocupado el
diseño de una nueva generación de MiniExaltadores Identita-
rios. Llegó a hablarse de unos NanoExaltadores que se
inocularían a todos los habitantes y que aseguraban resultados
identitario-aislantes-separadores fabulosos. Pero lo cierto es que
la información proveniente de fuentes fidedignas es poca y
muchas veces confusa. Y, por desgracia, toda la documentación
85
¡Y luego hay quien dice que Tarat Rubéola no dictó ni una sola medida progresista!
(Nota del autor).

138
encontrada en el hogar-país-nación del Líder Tarat ha sido clasi-
ficada como ultrasecreta por las autoridades competentes86.
Yo en este caso, soy partidario nuevamente de la teoría más
sencilla: el Líder Tarat Rubéola no cambió sustancialmente
durante esa etapa. Se limitó a ser él mismo. Tampoco creo que
estuviera inmerso en ninguna investigación científica extraordi-
naria. ¿Dónde están los croquis, las ecuaciones, los planos? Se
levantaba temprano, según su costumbre, y poco después se
encerraba en su estudio, donde había trasladado la escultura de
Dios Sifrido que antes estaba en su dormitorio. Eso sí, sus
frecuentes inspecciones sorpresa a La Muralla se espaciaron
hasta desaparecer. Lo mismo sucedió con sus visitas relámpago
a taratrubéolos destacados en labores de Producción o Defensa
y con sus incursiones en las que oficiaba como repartidor de
Alimentos Colectivos Patrios a las entusiasmadas masas.
Siguió siendo tal y como era. Es la tesis que me parece más
acertada. El pueblo, hay que recordarlo, nunca tuvo mucha
información acerca de la vida de su Líder Supremo. Esa es la
verdad.
Un pequeño círculo de fieles (sirvientes, escoltas, altos
oficiales de la Policía Secreta Patria, entre otros) tenía acceso a
su vida privada, si tal cosa existía, pero no ha quedado ninguno
para contarlo.

86
No podrán ser consultadas hasta dentro de 250 años. (Nota del Editor).

139
Lo que está claro, consta y pertenece a la ya irremediable
Historia es que un día, inesperadamente, El Líder Tarat ordenó
a los taratrubéolos concentrarse en sus Huertos Independen-
tistas (que de alguna manera hacían el papel de las antiguas Pla-
zas de la Independencia) para comunicarles la buena nueva de
un glorioso y final avance en el camino de la Independencia
Suprema.
Y los fieles taratrubéolos acudieron a la cita felices pues la
confianza y la fe en el Líder seguía siendo tan sólida e incon-
movible como en los primeros días de la Rebelión.

140
UN MANÁ EMBRIAGADOR

La voz del Líder Independentista Supremo sonó trascendental,


grandiosa. Sus fieles no recordaban un tono de voz semejante
en otra de las innumerables intervenciones escuchadas a lo
largo de los años. Ni siquiera con motivo de la expulsión de los
ocupantes extranjeros cuando la primera Rebelión. La voz
comunicaba una suma perfecta de convicción inaudita y belleza
poética. De firmeza inquebrantable y amor desmesurado. De Fe
sin límites y seguridad desbordante.
Si se nos permite una floritura metafórica, diré que su voz
recordaba una grácil mariposa de acero suspendida sobre un
campo de sedientas flores humanas...87
Así de cariñosa al tiempo que indoblegable planeó la voz
de Tarat sobre su pueblo. Los miles de cielos, bajo los que sólo
cabe una Bandera, inundados de una pureza insoslayable. Una
pureza que provenía de las palabras, palabras cargadas de
ESENCIAS. Bastaba alzar la cabeza para recibirlas como una
lluvia inmaculada. Como un maná embriagador.
Inmersos en un silencio sobrecogedor, invadidos por un
reverencial respeto, por una expectación sagrada, agrupados en
los Huertos, al pie de las Banderas, su pueblo aguardaba.
En los tejados de los hogares-países-naciones los Mini-
Exaltadores Identitarios refulgían al sol como moléculas, como

87
¡Cuanta ridiculez! (Nota del Editor).

141
partículas de un entramado fisiológico. Los mástiles, en los que
ondeaban las Banderas, semejaban brazos que señalaran orgu-
llosamente las alturas. Desde más allá de La Muralla, el rumor
del mar llegaba como una canción de cuna, como un Himno
interpretado por innumerables gargantas de agua88.
¡Hermanos! Somos esclavos del llamado Orden Natural. Desde el
principio de los tiempos, ni un solo ser humano se ha librado de tal escla-
vitud. Somos esclavos de un Orden Impuesto. Sí, IMPUESTO. Un orden
no elegido, un Orden con el que nada tuvimos que ver a la hora de su
implantación. Un Orden que reta Nuestra Independencia. Un Orden
sobre el que nadie nos consultó, que es la negación en sí mismo de la
Independencia, y por lo tanto de la Identidad...
En los cerebros taratrubéolos la siniestra idea de la exis-
tencia de un Orden Impuesto por extranjeros89 enemigos de la
Independencia y la Identidad se abría paso desasosegador...
Esto nos lleva a la pregunta que nos reúne hoy, que debemos
enfrentar... ¿puede ser alguien Verdaderamente Independiente si acepta ese
Orden? ¿puede hablarse de Independencia Suprema si acatamos como
esclavos ese Orden? ¿Tenemos derecho a considerarnos guías de la Indepen-
dencia Mundial si actuamos igual que cualquier otro ser humano antes que
nosotros respecto a ese Orden?
Francamente, la respuesta a estas preguntas es NO.
Malditos extranjeros... no descansan... odian los logros
alcanzados por el pueblo taratrubéolo... qué sería de Nosotros
88
El autor debía cambiarse el nombre; le sugiero Paolo Gala Coelho. (Ídem).
89
“Lo que no sea taratrubéolo es extranjero”. Tarat (Nota del autor).

142
sin Nuestro Líder Tarat que siempre descubre a tiempo, y
desenmascara, sus conjuras antiIndependentistas...
Esta es la Verdad Independentista a la que he arribado luego de
intensas meditaciones, luego de iluminadores intercambios con Nuestro
Dios Sifrido el Piloso. ¿Qué mayor libertad, qué mayor muestra de Inde-
pendencia que Nuestra Libérrima decisión de no acatar el llamado Orden
Natural? ¡Que nadie cuente con Nosotros y Nosotros para quedarse a
medias en el camino de la Independencia! Ha llegado el momento de rebe-
larnos contra esa monstruosidad. ¡Rebelión! O somos Verdaderamente
Independientes o no Somos... y si no SOMOS, ¿podemos hablar de
Identidad?
Clarividencia en estado puro, eso es Nuestro Amado Líder.
Luz que nos guía. Mano paternal que nos rescata de la compla-
cencia y la vulgaridad de un destino que no sea búsqueda ince-
sante de las ESENCIAS...
Hermanos taratrubéolos, amado pueblo mío... ha llegado la hora de
alcanzar la Independencia Suprema. En nombre de Dios Sifrido, en
nombre de nuestros Mártires, en nombre de lo Nuestro, en nombre de
Nosotros, Nosotros y lo Nuestro, en nombre de Nuestras ESENCIAS,
en nombre de Nuestra Lengua, en nombre de la Madre Patria, en nombre
de la Santa Tierra los conmino a seguirme... los conmino a dar este paso
que servirá para que quede inscrito con letras de oro el nombre del pueblo
taratrubéolo en la Historia de la Independencia y de la Dignidad
Humana...

143
Las lágrimas afloraban a los ojos, los sollozos ahogaban las
gargantas (lágrimas y sollozos de felicidad, de casi insoportable
orgullo) mientras el Líder explicaba los pasos que debía
acometer el pueblo, con precisión milimétrica y simultaneidad
jamás vista, para alcanzar la meta soñada. Los Comités por la
Verdadera y Suprema Independencia se encargarían de coordi-
nar todo lo necesario para el cumplimiento de las orientaciones
del Líder Tarat.
Lágrimas de Fidelidad, lágrimas de Identidad, lágrimas de
Orgullo.
¡Iban a conseguir algo jamás alcanzado por pueblo alguno!
¡Cimas de Identidad y Patriotismo nunca antes experimentadas
en el milenario devenir de la especie!
¡Y todo gracias al Amado Líder!
¿Quién sino Tarat Rubéola les mostró el camino a lo largo
de décadas, de innumerable esfuerzos y vicisitudes? ¿Quién sino
Tarat había conseguido que vivieran en taratrubéolo y sólo en
taratrubéolo?
¡Tarat, Tarat!
¡Tarat, Tarat!
El clamor se alzó vigoroso hacia los miles de cielos... cielos
donde cabe una sola Bandera.
Cuando el Líder concluyó su exposición, sin perder un
minuto los hogares-países-naciones pusieron manos a la obra.
Resonaban las consignas:

144
¡Mostraremos al mundo nuestra Independencia!
¡Por fin seremos Verdaderamente Independientes!
¡Iluminaremos al mundo con Nuestro ejemplo de dedicación
Independentista e Identitaria!

145
LAS ESENCIAS

Las ESENCIAS
Sangre ancestral. Perfumes primigenios. Sensación de uni-
cidad que nos ampara de toda forma de mortalidad. Que nos
libera de la Muerte. ¿Cómo morir si somos parte de un fluir
milenario, de una energía exclusiva que nos diferencia y nos
encumbra, que nos sitúa más allá de la plebe?
Eternidad de la Madre. Eternidad de la pureza de ser hijos
de la Gran Madre. Útero incontaminable, autofecundado, en el
que nacemos infinitamente únicos.

Madre ESENCIAS, acógenos en tu seno.

146
UNIFORME Y UNÁNIME

Y así fue como llegó el Día de la Independencia Suprema,


como lo conoce la Historia, como ha pasado a la Posteridad.
Algunos textos exhiben discrepancias en lo que atañe a la fecha
exacta.
¿Pero qué importa, paciente lector, a fin de cuentas, si fue
un 2 de mayo o un 1 de enero?
Los Comités por la Verdadera y Suprema Independencia,
con la ayuda de la eficaz Policía Secreta Patria, habían realizado
un trabajo extraordinario. Escrupuloso. Podría decirse que inta-
chable. Todos y cada uno de los habitantes de los hogares-
países-naciones había recibido los Instrumentos Independen-
tistas Necesarios90. Procedían de las reservas destinadas a la
Policía Secreta Patria. También se encargaron los Comités de
que todos los relojes estuviesen cuidadosamente cronometra-
dos.
Cada habitante de la antigua, olvidada Catanya, como el
aceitado mecanismo de una máquina exacta y rigurosa, se
hallaba listo para entrar en acción. Se respiraba fervor patrió-
tico. La devoción por un Líder, el agradecimiento de un pueblo
jamás ha sido tan palpable. Los Himnos resonaban con entu-
siasmo nunca visto. Una marea de pureza Identitaria recorría la
Patria taratrubéola de un extremo a otro de La Muralla. Hasta el

90
Así fueron bautizados por Tarat. (Nota del Editor).

147
mar entonaba un canto de alabanza. Nunca la Lengua taratru-
béola sonó tan incontaminada, tan auténtica, tan higiénica91.
Esperaban la orden del Líder.
Solo la orden del Líder los separaba de la Máxima,
Suprema y Definitiva Independencia.
Caía la tarde.
Tarat Rubéola, el rostro sereno, los ojos encendidos, llenos
de una luz que era la quintaesencia de lo Nuestro, del Nosotros
y Nosotros, elevó la mirada más allá del enjambre de Banderas,
más allá de los techos de los millares de hogares-países-
naciones, más allá de La Muralla. Pronunció en voz alta varias
palabras. Sin orden ni sentido. Palabras. Palabras para
regodearse en la Lengua. Palabras para sentir la Lengua. La
Lengua Madre lo rodeó como un manto cálido. Como un útero
inaccesible para todo lo ajeno: lo extranjero, lo enemigo. Tarat
se sentía absolutamente Nuestro, se sentía ESENCIAS.
Sabía que todo su pueblo compartía esta maravillosa
sensación. El pueblo que aguardaba, Instrumentos Indepen-
dentistas Necesarios en mano.
El Líder contempló las luces que agonizaban tras la cortina
de nubes que escoltaban el Monte Independencia. En los
espectaculares tonos del sol muriente distinguió el rostro
sonriente del Ser Deslumbrante, de Dios Sifrido.

91
¡Qué vergüenza! ¿Higiénica? (Nota del Editor).

148
¡Allí estaba! Asentía con la cabeza y su expresión denotaba
una satisfacción absoluta, un orgullo paternal.
¡Hijo mío!
Las palabras del Dios llegaron con claridad a los oídos de
Tarat a pesar de la distancia.

Un instante después, Tarat, inmerso en la paz que se alcanza


tras el deber cumplido, se llevó el cañón del arma a la sien.
Aguardó.
Faltaban unos segundos para la Hora Independencia92.
Transcurrieron.
La orden brotó de su boca, alcanzó el micrófono y reper-
cutió firme en los hogares taratrubéolos.
El Líder no esperó a escuchar el estrépito que provocaría
su cumplimiento. Tenía fe absoluta en su pueblo.
Apretó el gatillo.

La detonación se multiplicó, resonó puntual en cada hogar-país-


nación, uniforme y unánime.

92
Ya se imaginarán quién le puso así. (Nota del Editor).

149
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 6

¡CATANYA INDEPENDIENTE O MUERTE!


TARAT .................................................................................................................................. 10
BARNACLA......................................................................................................................... 17
¡INDEPENDIENTES! ...................................................................................................... 19
UNA DICHA ANCESTRAL ............................................................................................ 20
INVOCACIÓN ................................................................................................................... 23
ADÁNICO FLORETE...................................................................................................... 24
FLORES, FRUTAS, PESCADO ...................................................................................... 27
EL DECÁLOGO DE TARAT......................................................................................... 29
¿UNA AVENTURA TRIBAL?......................................................................................... 33
UN DIFERENDO ATROZ Y OBSTINADO ............................................................. 35
POEMA................................................................................................................................. 39
LA APARICIÓN ................................................................................................................. 40
¿ERES VERDADERAMENTE INDEPENDIENTE? .............................................. 45
CIUDAD-PAÍS-NACIÓN ................................................................................................ 56
EL DECÁLOGO ................................................................................................................ 61
VALLAS Y FOSOS............................................................................................................. 62
LA COMUNIDAD INTERNACIONAL ...................................................................... 65
EL PAÍS DE TARAT ......................................................................................................... 66

LA MURALLA
TAREAS DE DEFENSA .................................................................................................. 74
¿UNA MURALLA ESPALA? ........................................................................................... 76
UN ESPECTÁCULO GRANDIOSO............................................................................. 78
CANCIÓN............................................................................................................................ 81
LA PINTADA...................................................................................................................... 83

150
MALFORMACIONES PATRIAS ................................................................................... 89
TIEMPOS FELICES .......................................................................................................... 90
UN GRACIOSO DE PIES A CABEZA ........................................................................ 93
BARRIOS-PAÍSES-NACIONES ................................................................................... 100
MENUDENCIAS ............................................................................................................. 102
EL ASNO............................................................................................................................ 103
LO PROPIO Y LO NUESTRO ..................................................................................... 105
UN SALTITO .................................................................................................................... 108

EL HOGAR
LA VISIÓN ........................................................................................................................ 110
TARATRUBÉOLOS ........................................................................................................ 118
¡PRESENTES!.................................................................................................................... 119
HOGARES-PAÍSES-NACIONES ................................................................................ 122
FIDELIDAD SIN FISURAS .......................................................................................... 126
SI MI ASNO MUERE EN TIERRA............................................................................. 129
UNA JORNADA TARATRUBÉOLA.......................................................................... 131
LA LENGUA..................................................................................................................... 135
LA SOLUCIÓN INDEPENDENTISTA FINAL...................................................... 137
UN MANÁ EMBRIAGADOR....................................................................................... 141
LAS ESENCIAS ................................................................................................................ 146
UNIFORME Y UNÁNIME .................................................................................................147

http://www.emanaciones.com/

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