El alcoholismo sigue matando más
personas
Es una droga legal y es la más letal que todas las ilegales.
El consumo de alcohol en exceso
de algunas personas ha
producido y produce grandes
problemas. Siempre hay un
antes y un después y
lamentablemente cada vez se
empieza a consumir más
jóvenes. Asistimos a uno de los
fenómenos más peligrosos, en
aumento, que destruyen a la
persona y a la sociedad. Tal es el
caso de un hombre que fue
hallado muerto, por los
alrededores del Terminal
Pesquero, en Ventanilla, sobre
sobre los desperdicios de
pescado y verduras que dejan los
vendedores ambulantes de la
zona. El principal centro de
abastos marinos de la capital.
“Era uno más entre los
borrachines que abundan, por
aquí” nos dice una vecina del
lugar. Según testigos el cuerpo
del occiso fue encontrado el
lunes, a las 05:15 a.m., el
hombre tenía
aproximadamente 40 El consumo
años y vestía harapos. alcohol
Los vecinos y perjudicial
vendedores la salud.
ambulantes del lugar
nos comentaron que “Amigos y
compañeros de borrachera,
acompañaron el cadáver hacia la
berma central de la avenida
Néstor Gambetta, y allí lo
velaron, luego de pedir dinero a
los transeúntes y comerciantes,
para comprar velas y licor”. Pero
sí bien es cierto que, durante los
últimos años, se hace más y más
frecuente la visión de grandes
grupos de personas que se
emborrachan cada fin de
semana. La adicción al consumo
de bebidas alcohólicas no es un
drama de reciente
descubrimiento, porque este
problema existe desde hace
tiempo.
El cadáver del infortunado
hombre fue recogido el martes y
remitido a la morgue
de con un sello que decía
es N.N. según los
para exámenes forenses
proporcionados por las
autoridades “el
fallecido habría bebido y tosido
profusamente antes de expirar”.
Desdichadamente, mientras que
más personas se van hundiendo
en un hoyo del que es
tremendamente difícil salir,
nadie parece decidirse por hacer
nada. Quizá porque el consumo
de alcohol está socialmente
aceptado, e incluso bien visto.
Pero hay costumbres que, por
extendidas que estén, habría que
erradicar. Un buen comienzo
sería el de castigar, con auténtica
dureza, a todos los que se lucran,
sin escrúpulo alguno, gracias a la
venta de sustancias alcohólicas a
menores de edad.