Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Un instinto básico que posee el bebé al nacer es el de la succión, sin él sería incapaz de
obtener alimento y se vería comprometida su supervivencia, así en niños prematuros constituye una
de las principales preocupaciones de los padres y pediatras que intentan estimularlos para que lo
desarrollen.
En un niño sano se recomienda iniciar la alimentación lo antes posible y respetando la
progresiva maduración de su tubo digestivo y, por qué no, sus gustos, ir introduciendo nuevos
alimentos.
Las etapas que señalamos a continuación no son inamovibles, en función de cada niño y sus
circunstancias, el pediatra podrá establecer pautas diferentes.
La leche materna constituye el alimento ideal para el recién nacido, cubre todas sus
necesidades y posee unas cualidades inmunológicas que le protegen contra numerosas infecciones.
Alimento indispensable y suficiente favorece también la relación afectiva entre madre e hijo.
Antes de la leche materna, propiamente dicha, el pecho segrega una sustancia rica en
proteínas y pobre en hidratos de carbono y grasa, el calostro, esto es lo que el niño toma hasta que
se produce la subida de leche.
Debido a su bajo aporte calórico, veremos que nuestro bebé durante los 4 o 5 primeros días
pierde hasta un 10% del peso que presentó al nacer. No hay que abrumarse, comprobaremos que lo
recupera paulatinamente a un ritmo de 20 g / día y que a los 14 días de vida, presentará de nuevo el
peso que tuvo al nacer.
El Test de APGAR
Para valorar el estado vital del recién nacido suele recurrirse al denominado "test de Apgar!!,
Una exploración que se realiza justo en el primer minuto de vida y, de nuevo, al cabo de cinco o diez
minutos. Tiene en cuenta cinco parámetros físicos: la coloración de la piel, la frecuencia cardiaca la
respuesta refleja a los estímulos, el tono muscular y la respiración. A cada uno de los parámetros se
le asigna una puntuación del cero al dos, y la suma de todos los puntos se valora en una escala del
cero al diez. Con este dato se conoce el estado general del recién nacido y se tiene una pauta eficaz
para determinar si todo se desarrolla correctamente.
Valoración:
De 7 a 10 puntos: el bebé está en perfectas condiciones
De 3 a 6 puntos: puede ser precisa la administración de oxígeno; el niño debe estar bajo
control riguroso.
inferior a 3 puntos: deben llevarse a cabo de inmediato las técnicas de reanimación
necesarias.
3. Alimentación en la madre durante la lactancia.
La madre que da el pecho a su hijo tiene unas necesidades nutricionales mayores porque parte
de los nutrientes se destinarán a la producción de leche. Existen pues, unas recomendaciones
específicas en cuanto a la ingesta de nutrientes y hábitos alimentarios.
Recomendaciones generales
Limitar o evitar el consumo de bebidas alcohólicas, ya que el alcohol pasa a la leche y resulta
tóxico para el lactante.
Evitar el consumo de cafeína que pasa a la leche y puede provocar nerviosismo, irritabilidad y
trastornos de sueño en el niño.
No fumar, el tabaco pasa a la leche e inhibe la secreción de la misma.
Evitar el consumo de algunos alimentos de sabor fuerte que pueden comunicar un sabor
desagradable a la leche como coles, espárragos, alcachofas, rábanos y especias en general.
Antes de tomar algún tipo de fármacos se debe consultar al médico o al farmacéutico ya que
muchos fármacos se excretan por la leche y son peligrosos para el niño.
4. Lactancia
La lactancia materna es la alimentación con leche de madre. La OMS y el UNICEF señalan
asimismo que "es una forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo
correcto de los niños"...
Según la OMS y el UNICEF, a partir de los dos primeros años la lactancia materna debería
mantenerse hasta que el niño o la madre decidan, sin que exista ningún límite de tiempo. No se sabe
cuál es la duración "normal" de la lactancia materna en la especie humana. En nuestra cultura se
tiende a considerar la lactancia materna como algo propio únicamente de bebés de pocas semanas
o meses. Sin embargo, también se han descrito casos en los que se ha mantenido la lactancia
durante varios años. Los estudios antropológicos publicados concluyen que la franja natural de
lactancia en bebés humanos se encuentra situada entre los dos años y medio y los siete.