Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Aunque la mayoría de los terremotos que ocurren en el mundo cada año tienen causas
naturales, se ha observado que algunos eventos sísmicos pueden ser desencadenados por la
acción humana. Puede darse como resultado de proyectos como como el llenado de grandes
embalses en superficie, desarrollo de recursos minerales, geotermales e hidrocarburos,
inyección de desechos, explosiones nucleares subterráneas y proyectos de construcción de
gran escala. Por lo general estos sismos suelen ser de baja magnitud y los mecanismos que los
causan son fundamentalmente los mismos: se modifica el estado de esfuerzos de una falla y se
facilita su ruptura.
Some researchers (e.g., McGarr et al., 2002) draw a distinction between “induced” seismicity
and “triggered” seismicity. Under this distinction, induced seismicity results from human-
caused stress changes in the Earth’s crust that are on the same order as the ambient stress on
a fault that causes slip. Triggered seismicity results from stress changes that are a small
fraction of the ambient stress on a fault that causes slip. Anthropogenic processes cannot
“induce” large and potentially damaging earthquakes, but anthropogenic processes could
potentially “trigger” such events. In this report we do not distinguish between the two and use
the term “induced seismicity” to cover both categories.
Es importante comprender las condiciones bajo las cuales la sismicidad pudiera ser inducida
para que estas operaciones puedan ser aplicadas con seguridad.
La noción de que la actividad humana puede provocar terremotos no es nueva. En 1870 las
propuestas para la creación de reservas de agua en lagos artificiales en los E.E.U.U. fueron
rechazadas debido a la preocupación de que esto podría desencadenar sismos.
Los primeros estudios de este fenómeno empezaron después de una serie de terremotos en
1894 cerca de Johannesburgo en Sudáfrica, los cuales fueron atribuidos a la producción de oro
en los campos cercanos de Witwatersand. Los altos niveles de sismicidad se asociaron con
cambios sustanciales de los esfuerzos en los estratos frágiles. La fuente de energía de este
proceso fue el colapso de los vacíos tabulares debido a los esfuerzos de sobrecarga. Las
magnitudes registradas ocasionalmente superaron los 5 grados.
Desde entonces, los científicos han reconocido varios tipos de sismicidad producida por
humanos, incluyendo terremotos asociados a producción de petróleo (1920), construcción de
represas (1930) y pozos de inyección (1960).
La inyección incrementa la presión de fluido en los poros y fallas en las rocas, lo que debilita las
fallas reduciendo la fuerza friccional que se resiste al deslizamiento. Si el incremento de la
presión de poro excede el nivel de esfuerzo en el entorno de la falla, pueden producirse
movimientos en la falla, terremotos. El retardo entre el fin de la inyección y los tremores de
mayor magnitud pude deberse a muchos factores, tasas de difusión, porosidad,
permeabilidad.
En Basilea, Suiza (2006) se construyó una planta geotérmica. La ciudad no había sufrido de
ningún terremoto desde 1356 de 6,2 de magnitud. El inicio de inyección de agua fue
acompañado inmediatamente por un aumento de sismicidad, ocurriendo un terremoto de
magnitud 3.4 tan solo 6 días después. Se registraron más de 10500 eventos sísmicos antes de
suspender el proyecto.
Los mecanismos de terremoto de los grandes embalses son más complejos que los demás
tipos de sismicidad inducida. Esto se debe principalmente a la escala, la masa de agua que
contiene el embalse es de varios órdenes mayor que la empleada en un proyecto de inyección.
El área afectada es también mucho más grande y abarca más cambios en geología y estructura
de fallas.
El peso de la reserva puede influenciar los esfuerzos tanto de cizalla como normales. La
presión de poro se incrementa instantáneamente debido a la compactación del espacio poroso
debido a la carga del reservorio. La sismicidad producida por los embalses puede dividirse en
dos tipos: una respuesta rápida relacionada respuestas elásticas y una respuesta tardía
relacionada a la difusión de fluidos.
El primer caso conocido de sismicidad asociada a embalses data de 1935, con la construcción
de la presa de Hoover en el río Colorado, la más grande del mundo en la época, causando más
de 10.000 terremotos en 35 años, algunos de magnitud 5, en una zona anteriormente
asísmica. Aunque uno de los casos más significativos de sismicidad inducida por embalses es el
de la presa de Koyna (India), una de las más activas del mundo, que causó un terremoto
devastador de magnitud 6,3 el 10 de diciembre de 1967.
Human activity, including injection and extraction of fluids from the Earth, can induce
seismic events. While the vast majority of these events have intensities below that
which can be felt by people living directly at the site of fluid injection or extraction,
potential exists to produce significant seismic events that can be felt and cause damage
and public concern. Examination of known examples of induced seismicity can aid in
determining what the risks are for energy technologies. These examples also provide
data on the types of research required to better constrain induced seismicity risks and to
develop options for best practices to define and alleviate risks from energy-related
induced seismicity. These issues are explored in the remaining chapters of this report.