Sie sind auf Seite 1von 3

48 Harvard Deusto Business Review

Fijando
los incentivos
Algunos de los 15 ejecutivos
entrevistados, responsables de
contratar a banqueros, afirmaron
que las primas no eran un factor tan
importante en su propia motivación,
pero que los bonus sí resultaban
muy relevantes para la gente a la
que empleaban. David De Cremer
opina que esto es algo más que una
discrepancia; también revela un mito
inventado que es destructivo, aunque
puede solucionarse

U
David De Cremer
Catedrático de Ética Conductiva de Negocios y no de los ejemplos más citados de la
profesor visitante en la London Business School búsqueda ilimitada del interés propio
en el sector financiero es el mundo de
las primas excesivas. La idea de que los
banqueros evalúan el negocio en términos, sobre
todo, de su propio interés fue muy clara cuando,
en el Reino Unido, el chancellor of the Exchequer –el
equivalente al ministro de Economía– Alistair Dar-
ling anunció que quería imponer un impuesto ex-
cepcional sobre los bancos para que algunas de las
primas excesivas se redirigieran al contribuyente.
Colin Stanbridge, director ejecutivo de la Cámara
de Comercio e Industria de Londres, se opuso a esta
propuesta porque tal impuesto podría hacer que los
49

el último año, las primas no parecen propiciar el


tipo correcto de motivación. Sería preferible que
la gente se motivara de un modo intrínseco. “Mo-
tivación intrínseca” se refiere a la idea de que las
personas hacen bien su trabajo porque realmente
disfrutan con lo que hacen. Están motivadas para
cumplir con sus tareas correctamente porque les
gusta hacerlas, y no porque deben llevarlas a cabo.
A través de la motivación intrínseca, el énfasis per-
manece en el propio trabajo, y no en las ventajas
extra que éste puede aportar.
Por desgracia, el uso del pago de incentivos en el
mundo financiero puede haber socavado esta mo-
tivación intrínseca. Además, en presencia de las
reglas económicas del libre mercado, el propósito
de las primas en el mundo financiero parece haber
cambiado, y en lugar de ofrecerse como recompensa
por un trabajo bien hecho, ahora da la impresión de
que se pagan, simplemente, porque el trabajo se ha
llevado a cabo. La motivación intrínseca ha sido sus-
tituida por la “motivación extrínseca”: la prima ya no
es la recompensa, y, en su lugar, se ha convertido en
la propia motivación. Una consecuencia psicológica
de un estado mental motivado extrínsecamente es
que, para el individuo, el interés por el trabajo dis-
minuye y, al final, la calidad del mismo se resiente.
Tengamos en cuenta, por ejemplo, cómo la reducida
visión de los banqueros, consistente en asegurarse
de que llegaban a los criterios requeridos para al-
canzar una prima determinada, pusieron de relieve
acciones dudosas que contribuyeron a generar la
emergencia de la crisis financiera.
La investigación conductista muestra que utili-
zar criterios para determinar incentivos puede mo-
tivar a la gente a estar más predispuesta al fraude.
Imaginemos, simplemente, que dejamos escapar
un bonus por un margen muy pequeño. La tenta-
ción de maquillar los resultados, aunque sólo sea un
poco, y cobrar la prima se convierte en importante.
altos cargos se fueran de la ciudad, algo con lo que Además, una encuesta reciente llevada a cabo por
explicó muy ilustrativamente que la motivación pri- eFinancialCareers, de la que hablaba el Financial
maria de los banqueros de inversión no parece con- Times, indicaba que los banqueros del Reino Uni-
sistir en proveer de servicios para lograr el bienestar do no estuvieron contentos con las primas que re-
del público, sino el suyo. cibieron en 2009, a pesar del hecho de que más de
Pero si las primas contribuyen al interés propio, la mitad de ellos obtuvieron mayores bonus que en
¿por qué se han convertido en un método de re- el año anterior. Esta observación subraya la idea de
compensa tan popular? No hace mucho tiempo, se que las primas parecen haber dejado de motivar a
creía que el uso de primas era un sistema de recom- los banqueros. Un efecto colateral de la situación es
pensa efectivo, que estaba diseñado para incenti- que las primas se han convertido rápidamente en lo
var a las personas. Al proporcionar estos incenti- que Joseph Stiglitz llamó (en un artículo de Harvard
vos financieros, la gente ganaría motivación para Business Review) “una farsa”. Las primas ya no tienen
trabajar más y obtener mejores resultados. Cierto, potencial como motivación, pero, aun así, se siguen
pero, desgraciadamente, según se ha visto durante entregando, se actúe bien o mal. ➤➤➤
50 Harvard Deusto Business Review

Por qué se mantienen las primas bricada en el ADN de los que trabajan en el mundo
Si el efecto negativo del sistema de bonus es tan financiero, y resulta probable que así se mantenga.
grande, ¿por qué seguir con esta estructura de in- Si queremos cambiar la cultura de las recompensas
centivos? Para afrontar tal cuestión, entrevisté a 15 a largo plazo es imperativo que, en lugar de restrin-
ejecutivos neerlandeses que se encargan de contra- girnos a implementar reglas que limiten el tamaño
tar a banqueros. Mis descubrimientos indican que de los bonus, creemos intervenciones específicas
la cultura de las primas es, en parte, un mito inven- basadas en las conclusiones conductistas, que nos
tado que se mantiene en el pensamiento colectivo pueden ayudar a cambiar la forma de pensar de
del mundo financiero. Pregunté a los ejecutivos qué quienes forman parte del mundo financiero.
importancia creían que tenían las primas para su
propio trabajo y motivación. También les cuestio- ¿de qué modo actuar?
né sobre qué relevancia pensaban que éstas tenían ¿Qué medidas pueden ayudar a hacer la distribu-
para el trabajo y la motivación de otros banqueros. ción de primas más efectiva y justificable?
Tal y como podía esperarse por la desviación clá-
sica de quedar en buen lugar (algo de lo que todos
adolecemos), los ejecutivos estaban convencidos del
• Erars más fácil que los bonus contribuyan a mejo-
la motivación en el trabajo positivamente si
beneficio de las primas para motivar a otros a hacer se adopta un sistema de distribución que refleje,
bien su trabajo, más que del beneficio que implican con fidelidad, las divergencias entre empleados
para la motivación personal. Esta creencia –resulta- en sus resultados. Con esta perspectiva, las dis-
do de la tendencia de las personas a evaluarse a sí tinciones en capacidades y habilidades deberían
mismas más positivamente que a los demás en casi revelar diferencias en los resultados que tendrían
todas las áreas de la vida– les convence de que las que premiarse en consecuencia.
primas altas son necesarias para lograr que los me-
jores talentos trabajen para ellos. • Ltrolos empleados con primas deberían tener el con-
sobre sus propios resultados, y la influencia
de factores externos tendría que ser limitada.

Es necesario crear una cultura que use una cuantificación


• Nviertan
o crear una cultura en la que las primas se con-
en una costumbre. No existe una obliga-
ción de otorgarlas. Asegurémonos de que los em-
objetiva como base para distribuir las primas y también lo pleados no den ya por hecho que los incentivos
forman parte de su salario.
es evaluar cómo los empleados consiguen sus objetivos
• Mrelacionado
uchas personas piensan que recibir un bonus está
con la idea de sostenibilidad y pen-
El pensamiento es que a los demás les motivan samiento a largo plazo, al tener la idea de que, por
los incentivos financieros, así que hace falta propor- ejemplo, están recompensando la cooperación más
cionarlos. En este sentido, las cosas se pusieron aún que (o distintamente a) los resultados individuales.
peor. También pregunté a los ejecutivos qué tipo de
banquero preferirían que estuviera al cuidado de sus
ahorros personales: el banquero A fue presentado
• Dficación
ebe crearse una cultura que utilice una cuanti-
objetiva como base para la distribución
como alguien que estaba en el negocio por el dine- de primas, pero, al mismo tiempo, también evalúe
ro y que, por tanto, consideraba importantes los in- de qué modo las personas logran sus éxitos. Pasa
centivos financieros; el banquero B disfrutaba de su demasiado a menudo que los resultados y las me-
trabajo y se centraba, sobre todo, en ofrecer un buen tas deseables se consiguen a través de acciones o
servicio a sus clientes. Sin excepciones, los ejecutivos decisiones poco éticas. Así, es importante anali-
declararon que preferirían que fuera el banquero B el zar no sólo los criterios de evaluación para una
que se encargara de sus ahorros personales. Irónica- prima, sino también los procedimientos que se
mente, basándose en sus respuestas anteriores, esta- emplean para concederla. ■
ba claro que, en el contexto profesional, cualquiera de
ellos hubiera contratado al banquero A. “Fijando los incentivos". © London Business School.
Este artículo ha sido publicado anteriormente en Business Strategy Review
Claramente, la idea de que las primas deberían (volumen 21, número 4, páginas 90-91) con el título "Fixing bonuses".
ser la principal estructura de incentivos parece im- Reproducido con el permiso de Blackwell Publishing Ltd.

Das könnte Ihnen auch gefallen