Estimada profesora y queridos compañeros tengan ustedes muy buenos días,
me siento muy honrada de compartir estos momentos con todos ustedes y hacerles partícipes de un tema de mucho interés. Hoy he decidido ser valiente y dejar de lado mis miedos e inseguridades y se preguntaran ¿Por qué? Porque desde que soy pequeña me he dado cuenta que la sociedad y los canales de belleza impartidos en un país, están paramentados de tal forma que nos sumergen a una irrealidad de lo que realmente es ser bella. Tenemos una idea errónea del valor de la belleza, creyendo que ser bella es tener un cuerpo hermoso, no tener celulitis o la talla y perfecta, cuando en realidad ser bella implica lo que eres capaz de dar a los demás, inmersa en tus valores, el amor a tu prójimo y las cosas buenas que haces por ti y por todos. Provocando en quien los contempla o los escucha un placer sensorial, intelectual o espiritual. La belleza es un concepto que ha ido evolucionando y que está sujeto a la moda y al contexto cultural de una época, donde hace referencia a todo aquello que nos resulta atractivo, sugerente y que despierta en nosotros una emoción intensa. Nuestros sentidos perciben formas, colores y sensaciones y algunas de ellas son consideradas como bellas. Sin embargo el sentirse bella ha ocasionado en lo jóvenes ciertas bajas de autoestima, tomando como referencia a los modelos o artistas que aparecen en la televisión con la intensión de adelgazar o tener el cuerpo perfecto se han provocado enfermedades que en algunos casos les ha costado hasta su vida y todo esto por crearse falsos estereotipos y por no aceptarnos tal y cual somos. En conclusión podemos decir que la estética o belleza afecta por igual tanto a hombres como a mujeres, todos queremos participar de esas reglas del juego, seguimos evolucionando y con el paso de los años nos adaptamos a los estereotipos que nos imponen. Hasta que comprendamos que el canon de belleza, el idóneo es aquel con el que nos sentimos en armonía con nosotros mismos, en la perfección de nuestro interior y sobre todo que te amas y te aceptas tal y cual eres, con tus virtudes y defectos; por ello siempre seguirás siendo tú, y no la persona que otros quieren que seas. Y te pregunto: ¿te sientes bella?