«¡Ten piedad de nosotros,
Año 1 Número: 29
Tono: 6
04 de Agosto de 2019
Sinaxario:
Santa María Magdalena
En el Monasterio de Simo-
nos-Petras de Monte
Athos (Grecia), es cono-
cido por albergar la reli-
quia incorruptible de la
mano izquierda de María
Magdalena que, mila-
grosamente, conserva
siempre una temperatura
de 37ºC. En los labios de
aquellos peregrinos que
se acercan a besarla
pueden sentir esa sana y
cálida sensación"
Santoral Semanal
Santos mártires Trofimo,
Teófilo y compañeros.
S. Gran Mart. Cristina; V. Policarpo
de Pechera; St. Mártires de Prebilo-
vac y de la Baja-Herzegovina
Dormición de Santa
Ana
Venerable mártir Paraskeva -
Petka; San Sava III, Arzobis-
po de Serbia
Santo gran mártir Pantelei-
mon (Pantaleón); San
Clemente de Ohrid
Santos apóstoles y
diáconos Nicanor, Próco-
ro, Timón y Parmenas
Pbro. Esteban Díaz. Telf.: (5) 3034772; 310- 2087384.- Calle 99 Nro. 47-38. Apto. 3-B. Edificio Loorissa. Barrio
Villa Santos. Email: dinigial@gmail.com; - Facebook: @ortodoxosenbarranquilla
Hijo de David!» Y al llegar a
casa, se le acercaron los
ciegos, y Jesús les dice:
«¿Creen que puedo hacer
7mo Domingo después de Pentecostés
eso?» Le respondieron: «Sí,
Señor.» Entonces les tocó los
ojos diciendo: «Hágase en
ustedes según su fe.» Y se
abrieron sus ojos.
Dos milagros proyecta hoy la lectura
evangélica: el milagro de la terapia
de dos ciegos y el de un endemonia-
do. Los milagros consisten en una
provocación positiva o negativa, para
todas las épocas. Es algo que com-
probamos en la lectura evangélica de
hoy, pero también en nuestra época,
incluso en los considerados cristia-
nos. Por eso un pequeño enfoque
sobre el tema quizás nos ayude un
poco al entendimiento de los
milagros. De hecho, la reacción de los
Fariseos, «por el príncipe de los
demonios echa fuera los demo-
nios», nos da un motivo especial. El
milagro, pues, para retornar en el
tema, requiere la fe del hombre,
cuando este tiene la buena intención y voluntad en su corazón y la mala astu-
cia no ha distorsionado su psique. La fe que se requiere para la aceptación
del logos de Dios, la misma se requiere también para la “visión” del milagro.
No es casualidad que el Señor, como se ve también de la terapia de hoy de
los dos ciegos, pide siempre la fe de los hombres como confianza a Su perso-
na, a fin de proporcionar Su jaris (gracia, energía increada) terapéutica. Sin
embargo el Señor va más allá: “Conforme a tú fe se ha hecho”. Es decir, veréis
mi fuerza energizada en proporción de vuestra fe. Gran fe, grande milagro y
grande la divina presencia. Poca fe, también falto de resultado. En este caso
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las personas que se convierten en guías para la gran fe y sus señales son co-
mo el centurión Romano que pedía la terapia de su esclavo y la mujer Cana-
06 nea que pedía la psicoterapia de su hija.
María, de Magdala Nunayya (localidad que habría estado
07 situada en la costa occidental del lago de Tiberíades) es la figura
femenina más representativa del grupo de mujeres que seguía a
Jesús de Nazaret. Es mencionada, tanto en el Nuevo Testamento
como en varios evangelios apócrifos, como una distinguida
08 discípula. De acuerdo con Lc 8,2, María Magdalena aloja y
provee materialmente a Jesús y sus discípulos durante su predica-
ción en Galilea. Anteriormente había sido curada por Jesús: «Lo
acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido
09 curadas de enfermedades y espíritus malignos: María, llamada
Magdalena, de la cual habían salido siete demonios». Tiene el
privilegio de estar presente en el Calvario (Mc 15,45-47; Mt 27,55-
56 y Jn 19,25). En compañía de otras mujeres, fue la primera
10 testigo de la resurrección, según Mt 28,1-5; Jn 20,1-2; Mc 16,1-5 y
Lc 24,1-10. Después comunica la noticia a Pedro y a los demás
apóstoles. Según un relato que sólo aparece en el evangelio de
Juan, fue testigo de una aparición de Jesús resucitado (Jn 20,11-
18).
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 Tropario de la Resurrección, Tono VI: Las potestades angélicas estaban ante Tu tumba, * y los que vigila-
ban cayeron como muertos, * y María entró en Tu sepulcro, buscando Tu cuerpo inmaculado. * Despo-
jaste el Hades sin ser probado por él. * Encontrando a la Virgen diste la vida, * Oh Señor que resucitaste
de entre los muertos, gloria a Ti.
Tropario de María Magdalena, Tono I: Tú habías seguido a Cristo, que por nosotros nació de la Virgen,
oh honorable María Magdalena; y guardaste sus mandamientos y preceptos. Por lo tanto, celebrando
hoy tu santísima conmemoración, con fe te alabamos, con anhelo te celebramos y por tus oraciones
recibiremos el perdón de nuestros pecados.

Tropario del Templo (San Basilio de Ostrog) Tono IV: Desde tu juventud te has entregado por completo
al Señor, permaneciendo en oración, esfuerzos y ayunos, ¡oh, padre teóforo! Has sido para tu rebaño
imagen de virtudes. Por esto, viendo Dios tu bendita disposición, te coloca como pastor y buen obispo
de su Iglesia. Y luego de tu dormición, conservó incorrupto tu santo cuerpo, ¡oh, San Basilio! Por eso,
teniendo cercanía a Cristo Dios, ruega que salve nuestras almas.
Contaquio de la Resurrección, Tono VI: El Dador de Vida con Su palma vivificadora * resucitó de los
abismos tenebrosos * a todos los muertos, * y Cristo Dios adjudicó la resurrección a la masa mortal, *
porque es el Salvador de todos, * la Resurrección, y la vida, y el Dios de todo.

Himno a los Theotokos, Tono VI : Oh Protección de cristianos sin deshonra, * oh inalterable Mediación
ante el Creador, * no desprecies las voces de súplicas pecaminosas, * mas adelántate, oh Bondadosa,
* al socorro de nosotros que fielmente Te clamamos: * Apresúrate a la intercesión * y date prisa a la
súplica, * Tú que siempre proteges, oh Theotokos, a los que Te honran.

Proquimeno: Salva, oh Señor, a tu

pueblo, y bendice tu heredad. Coro: ¡Aleluya, aleluya, aleluya!

¡A Ti clamaré, Señor, Dios mío!
Lector: Lectura de la Epístola del
Apóstol Pablo a los Romanos
(Rm 15:1-7)
Hermanos: Nosotros, los fuertes,
debemos sobrellevar las flaquezas
de los débiles y no buscar nuestro propio
agrado. Que cada uno de nosotros trate de
agradar a su prójimo para el bien, buscando su
edificación; pues tampoco Cristo buscó su
propio agrado, antes bien, como dice la Escritu-
ra: Los ultrajes de los que te ultrajaron cayeron
sobre mí. En efecto, todo cuanto fue escrito en
el pasado, se escribió para enseñanza nuestra,
para que con la paciencia y el consuelo que
dan las Escrituras mantengamos la esperanza. Y
el Dios de la paciencia y del consuelo les conce-
da tener los unos para con los otros los mismos
sentimientos, según Cristo Jesús, para que unáni-
mes, a una voz, glorifiquen al Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, acójanse mu-
tuamente como los acogió Cristo para gloria de
Dios.
Lector: Dirá a Dios: “Tú eres mi fortaleza y mi
Refugio, oh Dios mío. En El esperaré” (Sal.90:2)
Coro: ¡Aleluya, aleluya, aleluya!
Lector: Bienaventurado el varón que teme al
Señor, querrá Sus mandamientos sobremanera
(Sal. 111:1).
Coro: ¡Aleluya, aleluya, aleluya!. Evangelio: Mateo 9:27-35.
En aquel tiempo, al pasar Jesús, lo siguieron dos ciegos
gritando: «¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!» Y al
llegar a casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dice:
«¿Creen que puedo hacer eso?» Le respondieron: «Sí,
Señor.» Entonces les tocó los ojos diciendo: «Hágase en
ustedes según su fe.» Y se abrieron sus ojos. Jesús les
ordenó severamente: «¡Cuiden que nadie lo sepa!» Pero
ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda
aquella comarca. Salían ellos todavía cuando le
presentaron un mudo endemoniado. Y expulsado el
demonio, rompió a hablar el mudo. Y la gente admirada,
decía: «Jamás se vio cosa igual en Israel.» Pero los fariseos
decían: «Por el príncipe de los demonios expulsa los
demonios.» Jesús recorría todas las ciudades y aldeas
enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena
Nueva del Reino y sanando toda dolencia y toda
enfermedad
Gloria a tí Señor, Gloria a ti…

EL AYUNO DE LA DORMICIÒN. Cada año, la Iglesia ortodoxa, participa en una temporada de ayuno del 1 (14) al 14 (28) de
agosto en preparación para la fiesta de la Dormición de la Madre de Dios. Tradicionalmente, durante el estricto ayuno de cator-
ce días, los católicos ortodoxos se abstienen de la carne, los productos lácteos, el pescado, el vino y el aceite los días de sema-
na, con cierta relajación los fines de semana y la fiesta de la Transfiguración. El ayuno no es tan estricto para niños y ancianos, o
para aquellos que padecen de alguna condición médica. El texto de una de las oraciones en la Vigilia de la Dormición en el rito
bizantino dice: «Oh pueblos, bailen con alegría y aplaudan con fervor; reúnanse hoy con entusiasmo y júbilo y canten con alegría,
porque la Madre de Dios está a punto de levantarse en gloria, subiendo de la tierra al cielo. Es para ella que siempre cantamos
himnos de alabanza, porque ella es la Madre de Dios».