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A/J Malpica
Departamento de George.
I
En escena George y Tony
George: Conté a todos el truco ese que le sale tan bien de fingir que se está atragantando
con un hueso para al final caer muerto.
Tony: Debe ser por su religión. He oído que no come fresas y que ha tapizado la ventana
que da al oriente.
George: ¿Cómo puede alguien no comer fresas? Son la base de cualquier dieta balanceada
y alternativa.
Entra Laura.
Laura: Tú eres el que se ha hecho un hoyo en la panza con tanto aguardiente y con tantos
corajes.
George: ¿Estuviste escuchando nuestra platica privada? ¿No te enseñó tu abuela la tísica
que eso es de mala educación?
Laura: Todo el edificio escuchó sus gritos. Hasta el del 405 los debe haber escuchado.
George: Pues no me importa. Ése odiaperros debía irse de aquí. (Grita al techo). ¿Oíste hijo
de puta?
George: Su mirada. Las miradas lo dicen todo. ¿No has visto la mirada de un asesino
apuntandote al rostro con una 22? Esa es la mirada que tiene ese hijo de puta.
Laura: Odia al perro, ¿y? Después de todo no es sino otro perro meón y cagón.
Laura: No está haciendo ningún truco, Tony. Siempre que le avientas el hueso se atraganta
de verdad. Tu perro está tan viejo que puede morir en cualquier momento.
Sale Laura.
Tony: ¿Así que tiene esa mirada del asesino?
Oscuro
II
Mismo lugar. Al día siguiente.
En escena George y Laura. Entra Tony.
Tony: (Agitado). Amaneció muerto. Lo toqué.Creí que estaba haciendo el truco del
atragantado, pero no.... era la muerte en persona.
Tony: Su pelo parecía una alfombra de cartón. Estaba tieso como una rata envenenada.
George: Te dije que le prohibieras acercarse a los botes de basura de ese loco.
Laura: ¿Para qué lo quieres con los poodles? Tu perro era un cochino engendro de estopa.
Laura: Ese perro tuyo husmeaba mucho en las alcantarillas, seguro se envenenó solo.
George: Ningún perro se envenena solo... ¿cuándo has escuchado de un perro que se
suicide? POR MÁS DEPRESIVOS QUE SEAN NO SE SUICIDAN Tuvo que
haber sido ese hijo de puta.
George: Lo negaría todo cuarenta veces. La gente niega cualquier cosa cuando le conviene.
George: Nunca debieron dejar que alguien con esa religión viviera aquí.
Oscuro.
III
Unas horas más tarde. En escena George y Laura. Entra Tony.
Tony: Lo he visto.
Laura: (A Tony). Tú siempre dices que ves y que oyes y al final nada.
Tony: Una caja. Una gran caja..... metió una gran caja a su departamento.
George: No está contento con lo perros ahora nos quiere matar a todos.
George: No seas tonto... Eso as alta tecnología, que ese hijo de puta no puede tenerla. No le
hagas caso a esta bruta.
Tony: Si son bombas de gas, nos puede intoxicar a todos por el sistema de ventilación del
edificio.
Laura: ¿Por que no le preguntan que hay en esa estúpida caja, eh genios?
George: ¿Estás idiota? Lo negaría todo.. Diría con su voz extranjera “Yo no metí ninguna
caja con armas peligrosas”
Tony: ¿Y si lo visitamos?
George: Escondería toda la evidencia antes de abrir la puerta... además, la gente de esa
religión es hostil. No acostumbra dejar entrar visitas a su casa. Ni siquiera da
aventones en sus autos.
George: No hay otra opción. Habrá que entrar al departamento esta noche.
Laura: Por supuesto que no pueden. Tienen que pedir autorización del consejo del
edificio.
George: El consejo es un niño llorón cagado en los pañales. Siempre busca solucionar todo
con un apretón de manos y un memorandum...
Laura: Nadie en el edificio quería a tus asquerosos amigos travestis aquí, Tony.
George: No pediremos permiso. Lo estamos haciendo por el bien de todos.
George: En cuanto nos deshagamos de esas armas peligorsas, todos nos lo agradecerán.
Oscuro.
IV
Noche. Mismo lugar. Entran George y Tony. Tony carga una caja de catón grande. George tiene
la camisa ensangrentada.
George: ¡Cállate!
Tony: Creo que estaba pidiendo clemencia. Así piden perdón los extranjeros.
George: Yo cómo iba a saber. Es una religión extraña. No vayas a decir nada.
Entra Laura.
Laura: ¿Qué?
Laura: Pero, ¿qué hacía él ahí? ¿no se suponía que no estaría en su casa?
George: Ese fue el castigo de su dios por no cumplir con sus deberes religiosos.
George: Si no abren la boca ustedes dos, estúpidos, no tiene nadie que saberlo.
Tony: (Deja la caja). No tuviste de otra, George. Él no te explicó que estaba pidiendo
clemencia.
George: ¡Cállate! En cuanto vean todos lo que ese hijo de puta guardaba en su casa, nadie
podrá incriminarnos.
George: Pinche consejo de mierda. Seremos sus salvadores. Seremos como dioses.
Al abrir la caja, Tony y George quedan estupefactos. Laura se acerca y saca un objeto del
interior.
Silencio.
George: Estoy pensando...¿Todavía tienes las granadas que compraste hace una semana?
Laura: ¿Qué?
George: En cuanto llegue la policía y el consejo del edificio pensarán: “Este cochino
religioso merecía morir, miren, tenía granadas y armas calibre 45 como para
matarnos a todos”.
George: No, si tú no hablas. (A Tony). ¿Qué esperas? Ve por tus pinches granadas.
Sale Tony.
Laura: ¿Y qué vamos hacer con tanta mayonesa?... Todo por un estúpido perro.
Laura: Si iban a matar a un vecino, hubieran ido por el del 304. Ése siempre se roba las
pinzas de los tendederos.
Oscuro.