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El tratamiento natural del párkinson, complementario al tratamiento estándar, puede incluir una buena
rutina de actividad física, algunas consideraciones en relación a la dieta y suplementos en el caso de ser
necesario.
Una de los temas más buscados en Google en relación a la enfermedad de Parkinson es el de los
tratamientos naturales. No es ninguna sorpresa, es muy humano el impulso de buscar alternativas más a
nuestro alcance, sobre las que sintamos que tenemos algún control.
También es normal buscar soluciones diferentes de las que nos están ofreciendo, que resultan
insatisfactorias. Si a eso agregamos la mala reputación con la que carga la industria farmacéutica,
entonces las condiciones son ideales para que la búsqueda de tratamiento natural para el párkinson sea
muy popular.
Para empezar a hablar de este tema hay que ponernos de acuerdo en lo que es un tratamiento natural,
algo más complejo de lo que a primera vista parece. Para este artículo vamos a adoptar un término más
amplio, el de las terapias complementarias y alternativas.
Hasta el momento no se ha podido comprobar que algún tipo de terapia, ya sea alternativa o tradicional,
tenga algún efecto sobre la progresión de la enfermedad. No existe algo que pueda curar el párkinson,
quien diga lo contrario está mintiendo.
Sin embargo, que no existan tratamientos curativos no quiere decir que no existan terapias que
proporcionen alivio sintomático, entre ellas las complementarias. Si practicar yoga disminuye los niveles
de estrés, ya estás contribuyendo a manejar la enfermedad, dado que se ha visto que el estrés exacerba lo
síntomas del párkinson.
Si el ejercicio físico no hace que la enfermedad vaya más lentamente, sí tiene un efecto positivo en
muchos síntomas como la espasticidad.
El problema con las terapias alternativas y complementarias es cuando prometen cosas que están lejos de
poder ofrecer, en algunos casos poniendo en riesgo la vida de la persona. Tener expectativas realistas y
centrarnos en nuestro bienestar siempre es lo más prudente.
Según recoge la Fundación Michael J. Fox en las entrevistas que ha realizado sobre este tema a varios
expertos, algunos enfoques alternativos que parecen beneficiar a las personas con párkinson son:
Actividades que disminuyen los niveles de estrés, como el mindfulness, también ayudan a manejar los
síntomas, como comentamos anteriormente.
Practicar deporte, en particular de alta intensidad, como correr y el ciclismo. Hay muchas modalidades
deportivas que pueden beneficiar a las personas con párkinson, por eso lo mejor es ir a una primera
consulta con un fisioterapeuta especializado en la enfermedad para que establezca los objetivos y el plan
de entrenamiento.
Bailar: es una terapia muy popular en EE:UU. Según la Dra. Monique Giroux, una experta citada por la
Michael J. Fox, bailar nos hace aprender nuevos patrones de movimiento y, en las personas con párkinson,
ayuda a mejorar los síntomas de enlentecimiento motor. Además, ¡nos hace sentir genial!
Otras formas de ejercicio físico como el Tai Chi y el Pilates también parecen ser beneficiosas.
Evitar la toma de levodopa muy cerca a la ingesta de alimentos proteicos como la carne o el
pescado. Esto puede interferir con la absorción del fármaco
Considerar las mismas recomendaciones que para la población en general: dieta variada y
equilibrada
Prestar atención especial a los alimentos ricos en fibra, que ayudarán a combatir el estreñimiento,
un síntoma muy común del párkinson
Sobre los suplementos, un tema polémico donde los hay, según el Dr. Danny Bega, de la Universidad de
Northwestern, en EE.UU:
Otros suplementos como el CoQ10 y la famosa colina no hacen daño, pero la evidencia sugiere
que tampoco ayudan
Por último, no olvidar que los suplementos, por muy naturales que los adjetiven, tienen un impacto en el
organismo y pueden interferir con la terapia estándar. Consultar cualquier cambio con el médico, ese de
toda la vida.
Fuentes y referencias
Cómo un estilo de vida saludable ayuda a las personas con esclerosis múltiple
Tips para afrontar los 5 problemas del sueño más comunes en el párkinson